Des Ti No

La elección: El destino está escrito.... Por Laura Najara Parte I Hace un otoño ya desde la muerte de Perdicas, él ha

Views 126 Downloads 9 File size 107KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

La elección: El destino está escrito....

Por Laura Najara

Parte I

Hace un otoño ya desde la muerte de Perdicas, él ha sido el único hombre más parecido a mi que he conocido, todo este tiempo en que estuve devastada por tanta pena que me habría guiado a desear morir y buscarlo dondequiera que estuviera para estar toda la eternidad juntos. Pero Xena.....mi mejor amiga siempre a estado aquí conmigo llenándose de mi pena para que el dolor no fuera tanto, conteniéndome en sus brazos que me dan seguridad, estrujándome en su abrazo con afecto... afecto, siento temor ante esto, una preocupación que se ahonda cada día, ¿que es lo que verdaderamente siento cada vez que me mira, que se acerca, cada vez que.....me abraza? No se que clase de sentimientos dominan mis acciones cuando estoy con ella, admiro la forma en que camina con ese aire de autosuficiencia pero que yo en el fondo se que no es verdad, me gusta ver su sonrisa que es tan bella. Y sus ojos con esa profundidad azul mas peligrosa que la del mar en la que inevitablemente me pierdo muchas veces. Y es entonces cuando temo entenderlo todo: - ¿Me estaré enamorando?-¿Que? – Dijo Xena sorprendida -¿Qué, que?....nada, solo pensaba frases para una nueva historia- dijo Gabrielle titubeando. “Debo tener cuidado en no pensar en vos alta uff! -Hoy tienes poco que decir, dudo que me lo hayas dicho todo...-vocifero Xena tratando de persuadir a Gabrielle. Ese cinismo en su voz es terrible pero al final eso también me gusta en ella. Ella y esa bravura en su presencia, ese misterioso estigma de su ser, su pelo oscuro que acaricia la brisa cuando cabalga en Argo que me hace sentir un no se qué en el estómago, y esa inevitable sonrisa que se forma en mi cara cuando me doy cuanta que ella y la naturaleza son una sola. -Vamos Gabrielle. Si sigues a ese paso no llegaremos a la aldea -Ya voy, ya voy- y su voz.... y de vuelta al principio!

En quien pensara desearía estar en su mente y saber si ama a Pérdicas o sino a quien? ¡Por los dioses! Puedo verlo todo en sus ojos, ese brillo, el amor... No, no. Pero como no quererla ella siempre ha estado aquí, hasta en la muerte, en el infierno, en el paraíso; nunca me había sucedido esto, a pesar del paso de Marcus en mi vida, jamás experimente de tal forma la suavidad de sentir un cariño así por nadie. Gabrielle... suena bello, ha? Ha ido a buscar leña. Debo tratarla distante, no quisiera que ella cuestionara mis cambio de actitud y los confundiera... tal vez ella lo entendería, si y entonces diría que está bien, que tal vez un tiempo de distancia solucionaría todo; ella con su dulzura, sé lo entendería. Como deseo decirle que la quiero mía para siempre y un te quiero que ya no suene a amistad. -Gabrielle haz pronto la fogata ésta será una fría noche...

No si tú le dieras calor a mi cuerpo Xena... Por favor Gabrielle!!!..piensa en otra cosa....

Mientras cenaban... -No se como le haces, pero de seguro que cocinas mejor que los dioses! -Gracias, en verdad me gusta cocinar.... y a ti no mucho, ¿verdad? Xena se mostraba distraída.... -Xena podrías decirme ¿en que mundo estas? -¿Donde estoy yo? Y tu que hablas sola, ¿que me dices de eso? -Yo soy una bardo, recito versos tu solo eres guerrera -Claro, claro; mejor duérmete -Por favor Xena no ronques Roncar? Y tu que hablas entre sueños?... no se a quien le recitas- exclamo la guerrera, ocultando estar molesta por no saber a quien la bardo estaba amando tan secretamente. -Estas loca, Xena?- cuestiono Gabrielle disponiéndose a dormir y temiendo que haya dicho algo que no debía. Entre las “buenas noches”; Xena pensó: “Tal vez este sea el momento que espero en todo el día para poder dormir y por fin soñarla y dejar de......zzzzzzzzzzzzzzzz” -Que bella eres durmiendo así- susurraba Gabrielle, en tanto acariciaba el rostro de la guerrera- No puedo evitar decirlo, viéndola así dormir, entonces deseo tanto que me mires... fervientemente deseo... ¿Qué demonios estoy diciendo es mi mejor amiga?-entonces quieto su mano lamentando haber acariciado a Xena-Esta noche no podré dormir, no así; sintiendo esta angustia tan profunda.

Hubiera jurado que sentí su mano en mi rostro, estos sueños finalmente están volviéndome demente. -Gabrielle, ¿me hablaste? Titubeando Gabrielle afirmo-Ha...es que .... solo es que hace frío, mi manta no me es suficiente y pensé que podríamos dormir mas juntas para abrigarnos. -Claro, ven (“¡que mas quisiera yo!”)

-Buen día dormilona!.... -Ho no Xena...un rato mas... -No, no vamos que hace frío. Mira no tenemos nada para comer asi que prepare estas hierbas para que aumente la temperatura del cuerpo hasta que el sol salga, toma, pruébalas; Lao Ma me enseño a prepararla. -Sabe bien-dijo luego de tomar un largo sorbo de el preparado. -Lo ves. Ahora recoge todas las cosas debemos llegar rápido a la ladea se avecina una tormenta.

Como monta en Argo, es tan única, tan salvajemente perfecta. -¿Vas a quedarte allí soñadora?-Ho, Xena.- protesto como saliendo de un trance. -Gabrielle!- exclamo molesta la princesa. -Esta bien, ya voy....(“Mientras la veo cabalgar aquí a mi lado, me encantaría subirme allí con ella para poder...”) -¿Me has oído?-Disculpa, ¿que dijiste? -No hay caso contigo, he?; dije si quisieras subir en Argo, no te tirara -Claro, seguro. “Bueno aquí estoy, con mis manos en su cintura, en ella, sobre este cuero que resguarda su piel; su cabello es como si acariciara mis ánimos, siento un calor cubrir mis mejillas al sentir mis pechos en su espalda....” “Todo mi ser de repente tan vulnerable a ella; siento la motivación de sonreír y de sentirla así, aunque suene extraño, sentirla mía....enamorada” -En que piensas Xena? -Nada en especial, tienes frío “Como tenerlo estando tan cerca las dos”- No, no tengo frío“La tibieza de su aliento en mi oído, me provoca algo, ganas de besarla” -Para mi eres mas que esa sonrisa que suave acaricia mis penas, que sabe a poema. Para mi eres mas que un ramo de suerte que solo converge en desierto... -Que bellas palabras... -Son ideas para un nuevo pergamino -Para quien es? -Para nadie solo....-entonces dudo- no te mentiré es para la misma persona de la cual te hable. -Lo recuerdo -En un baile de almas desnudas, alientos ardientes, palabras mudas. Eres la adicción que consume mi vida, eso es un vicio tu aroma intoxica. -Parece que de veras te gusta. ¿Estas enamorada? -No lo se -Hemos llegado. Ve a la taberna y pide una habitación. Llevare a Argo al establo.

Mientras la guerrera caminaba pensaba...

“Toda mi vida eh combatido, matado, luchado, forjándome el calor de la batalla, jamas le he temido a nada; ahora, ¿que es lo que me ocurre? Tengo tanto miedo de perderte, Gabrielle” Entonces la bardo interrumpió su pensamiento: -Ya esta la habitación (“¿Que le sucede?, si tan solo no se cerrara tanto....”) -Esta bien; nos urge un baño, vamos.... -A mi no tanto como a cierta guerrera..... Y entonces entre sonrisas y bromas, inevitablemente sus ojos se fijaban cómplices. -Báñate tu Xena, yo lo haré mas tarde... -Bien. La bardo estaba entre sus pergaminos, aunque parecía distraída, cada uno de sus sentidos estaban pendientes de Xena. La veía enjabonarse, entre la niebla de vapor se ocultaban sus ojos; entonces Gabrielle levanto levemente su mirada para ver a su amiga en la tina, en ese preciso instante ambas miradas se encontraron: los nervios de la joven rubia recorrieron frenéticamente cada parte de su cuerpo, luego de ese momento agacho velozmente su cabeza. Cada músculo de la guerrera reconoció salvajemente la emoción que solo su pequeña podría otorgarle, Xena insistió en mantener su mirada luego de la timidez de Gabrielle, finalmente desistió al notar la indiferencia de esta: “Que tonta soy! Ella solo me quiere como una hermana mayor. Ella es solo la culpable de todo lo que ocurre por los celos que me deja, por la cautivadora forma de su cuerpo, por el sondeo de su pelo, por la delicada suavidad de sus manos, de sus dedos...Sus ojos se cerraron: la joven bardo de repente se aproximo a ella deslizo sus manos por el cuello de la guerrera, bajando por sus hombros para descender a su abdomen, mientras así su boca repartía besos allí; la guerrera volteo suavemente buscando encontrar sus labios, cumplido tal objetivo las manos de la joven mujer delicadamente acariciaron los pechos de la preciosa morena como si los estuviera conteniendo, como si los estuviera formando de arcilla...Xena gimió... -Xena, estas bien? -Ho, si, si..estoy bien, es solo que... nada, olvídalo. -Esta bien, no me lo digas. Pero tarde o temprano de veras hablar.

Será acaso que sueño demasiado o será que es ella el amor?¿Pero por que ella? Tal vez solo sea admiración: claro! Debe ser eso; es una guerrera fuerte y hábil, inteligente, capaz, una persona autentica, es atractiva, por todos los dioses que lo es! No se valora a una amiga por lo bella que es, supongo. ¿Cómo podría yo estar amándola? La quiero es mi mejor amiga, sin ella que seria de mi? Con ella estoy a salvo. Es una batalla que se libra en mi interior, es ese algo que me dice: no puedes amar a una mujer.¿Qué ha sido entonces Perdicas en mi vida? No recuerdo haber querido tanto. Ella lo sabe todo por que no se ha dado cuenta aun de lo que me pasa. Tal vez eran celos aquellos que sentí cada vez que veía a Callisto mirarla con tanto deseo. Debo dejar atrás estos pensamientos, tengo que olvidar. En la taberna... -Delicioso!- expresó Xena luego de beber un largo trago de vino. -Cualquier viajante con hambre lo diría- dijo Gabrielle con su encantadora sonrisa, la cual Xena observo casi hipnotizada.

La sonrisa en el rostro de la niña se desvanecía lentamente, mientras miraba a Xena fijamente. Ambas se percataron de lo extraño de la situación, a partir de ese momento entendieron que algo estaba naciendo. Sin embargo, no se atrevieron a decir nada al respecto. Gabrielle se desperezaba –Ha sido un largo día. Que sueño! -Seguro para ti dormilona-Por fin dormiremos en una cama. Se dirigieron a la habitación sin decir palabras. Una vez acomodadas y listas para dormir: -Buenas noches, Xena -Buenas noches, Gaby.

El alba comenzaba el día, la guerrera colocaba su espada en la vaina. -Gabrielle, hey, despierta -No, Xena...un rato mas, por favor..... -hay un delicioso y suculento desayuno esperándonos, no querrás que se enfríe, ¿verdad?- Dijo con una simpática sonrisa. -Estaré en un momento lista. Una vez terminado el desayuno ambas viajeras reanudaron su marcha. Llegado el mediodía, el sol encima de sus cabezas comenzó a hacerse notar. -El sol esta fuerte. Descansemos aquí. Casare algo. -Bien- asintió su amiga. Xena se interno en el claro del bosque, mientras la bardo procedió a juntar leña. Tarareaba en sus labios una melodía, hasta que oyó: -Hola, Gabrielle Una suave y pacifica voz había dicho su nombre. Callo su canto, y volteo: -Najara!-Gabrielle estaba muy sorprendida de volver a ver Najara. -No temas. No quiero hacerte daño. -Najara, Xena no esta muy lejos. ¿Qué es lo que quieres? -No quiero pelear. Todas las cosas que he vivido me cambiaron. Dame una oportunidad-Su rostro transmitía paz, sus gestos y mirar en perfecta armonía, entonces Gabrielle no pudo evitar caer en ellos como la primera vez que la vio. -Has tenido varias oportunidades, ya, para demostrarlo y todas esas veces nos has traicionado. -Ahora es diferente, Gabrielle. He visto la verdad y la vida ante mis propios ojos, he visto la muerte. Alguien me ha hecho al verdad de todo. Has sido tu Gabrielle. Xena traía una liebre en sus manos, mientras oyó de entre los arbustos voces una de ellas era la de Gabrielle...pero la otra de quien? Se acerco cautelosa: NAJARA! Salto hasta el lugar en el que estaba su bardo:

-Aiyiyiyiyiyiyiyiyiyiyiyiyiyiyiiyiiii- Desenvaino su espada-¡Aléjate de ella! -No Xena espera!- grito Gabrielle colocándose entre Najara y ella.-Najara ha cambiado. Ven quiero hablar contigo.entonces Gabrielle la llevo del brazo a Xena y le explico lo que Najara le había dicho. Pero Xena aun continuaba desconfiando. -Muy bien, Najara. Gabrielle me lo ha dicho. -Quédate a comer con nosotras, estarás cansada.- Le dijo Gabrielle. Mientras Xena no se mostraba muy contenta con la invitación de Gabrielle. -Muchas gracias alas dos... Esa vez que te ataque Gabrielle no sabia en que pensaba, pero el dolor me ha servido para sacar la locura que me atormentaba..... la muerte rozo mi vida sanado las heridas del alma...y aquí estoy. Solo pido otra oportunidad. La bardo puso la mano en su hombro: -Esta bien, Najara. Ya olvídalo, cuenta conmigo. Deja el pasado donde debe estar. Xena no estaba precisamente contenta con todo esto. Advirtió de inmediato esa química que jamás había desaparecido, a pesar de todo, entre Gabrielle y Najara. Durante el almuerzo todo estuvo muy calmo y callado. Solo Gabrielle y Najara conversaban. Xena aun permanecía desconfiada frente a todo esto. Mas tarde... -Dormiré un poco antes que partamos, Gabrielle.- dijo con voz indiferente. -Iré a caminar, entonces -Puedo acompañarte?- pregunto Najara ansiosa De inmediato Xena se alerto y prefirió estar atenta a cada movimiento de Najara, por un lado por que no sabia de que se trataba el cambio de Najara y por otro lado por que sabia que Gabrielle sentía algo por la misteriosa guerrera. -Me encantaría -se sonrió la bardo. Cuando ambas se alejaban... -Gabrielle, ven -que sucede?-dijo mientras se acercaba a Xena -Ten cuidado....solo ten cuidado. -Lo haré -Vamos Gabrielle? -Claro....-Contesto la bardo. -Vamos Gabrielle?- Susurro Xena en tono de burla y gestos homónimos El paisaje era un verde perfecto, con combinaciones de los cantares mas bellos de aves y el sonido de un río no muy lejano. Luego de llegar a una distancia considerable del campamento...

-Gabrielle, quiero hablarte- dijo Najara sutilmente. -Bien, sentémonos aquí.-contesto la bardo señalando un par de rocas que estaban cerca de un árbol. Una vez sentadas ambas, Najara alzo su mirada y observo a Gabrielle que le daba su atención... -Veras...-comenzó Najara con dificultad- No, nos hemos encontrado por casualidad, yo..te he estado buscando. -De veras?... de todos modos es bueno verte otra vez. Por que me buscabas? -La primera vez en que nos encontramos te lo dije, luego de la vez en que escape de la isla del tiburón lo volví a decir, ahora quiero que tu me digas si.... Gabrielle estaba nerviosa y de una u otra forma esperaba que Najara dijera esas palabras. -....tu también sientes lo que yo....-Prosiguió Najara. -Sabes que han pasado muchas cosas. Pero a pesar de tanto tiempo no deje de pensarte. Me gustas mucho.... -He estado extrañando volverte a besar...-dijo casi susurrando mientras se acercaba a la bardo -Yo también.- Dijo Gabrielle sin dudar. La mano tibia de Najara acaricio la mejilla de la bardo, beso sutilmente su cuello y su oreja, la bardo se estremecía. La guerrera beso su frente, su nariz, y entonces busco la boca de Gabrielle, los labios cálidamente se unieron entre besos cortos y suaves. Entonces la lengua de Najara se hizo espacio entre los resecos labios de la bardo, los que comenzaron a humectarse con la mezcla de salivas del beso, las lenguas se entrelazaban en una dulce danza. Los brazos de la bardo rodeaban a Najara y las manos de Najara vagaban por su cintura. Así permanecieron abrazadas casi toda la tarde, tal vez la con la llegada de la primavera no solo renacían las flores, sino el amor también. -Gabrielle, te quiero... -Najara, sabes que yo también y no quiero lastimarte por que ahora no se que hacer -que sucede? -es que pensé que sentía amor por una persona ya hora te apareces luego de tanto tiempo y no se que pensar, me encanta estar tu lado pero no eres tu sola la que esta hoy en mi vida y en...mi corazón....- dijo muy apenada -Alguien mas? Sabe que sientes eso también? -No, no lo sabe y no se si también lo siente por mi. -No te mentiré y no te diré que no me lastima y me molesta que haya alguien mas en ti. Pero si que no quiero forzarte a nada. Cada cosa que ha sucedido me ha hecho cambiar, aunque de manera diferente (recordando su fanatismo, luego su confusión y finalmente el instante en que encontró su camino.... Gabrielle), y dejarme ser quien realmente siempre he querido ser. Sabes que los “djins” me atormentaron llenándome de confusiones....hasta que por fin halle tus ojos en mis sueños, Gabrielle. Gabrielle la miraba fijamente entendiendo la tristeza que vivió. La abrazo muy fuerte en un abrazo que se prolongo un tiempo mas, Najara hacia perder sus dedos entre el dorado cabello de la bardo.... -He cambiado Gabrielle..... -Najara, te creo, lo sabes.....

-Lo se, mi amor.....- susurro, Najara. Gabrielle comprendió que no podría contarle nada Xena, ya que nunca le contó nada sobre la relación que mantuvieron oculta ella y Najara. Mientras recordó el primer beso que le dio a Najara a orillas de un río solo horas antes de que Xena y ella se enfrentaran. A Xena no le gustaría nada que ella estuviera con Najara así que decidió guardar silencio hasta que Najara convenciera Xena de que realmente era una persona distinta esta vez. Luego del transcurso de algunos días, una tarde de esas en las que Najara se la pasaba junto a Gabrielle, entre besos y caricias Najara comenzó la conversación: -Gabrielle, sabes voy a abrir el orfanato, pues la verdad es que ya esta todo listo para hacerlo. Y pues te he buscado con la intención de que tu... vengas conmigo, a ayudarme. -Najara, es fantástico lo que harás y la verdad es que no es una decisión fácil la que debo tomar, lo entiendes verdad?. Tengo una vida junto a mi amiga y pues... -No digas mas, te entiendo.-Dijo con su cabeza gacha y retirando su brazo que rato antes estaba alrededor de Gabrielle. Entonces la bardo con su mano levanto el mentón de la guerrera e hizo que esta la mirara a los ojos... -Pero lo pensare... es como si me pidieras matrimonio.-Dijo en tono de broma. -Si tu quieres.....- Sonrió la guerrera, besando a Gabrielle. -Hay mucho tiempo- continuo la bardo mientras recostaba a Najara en la hierba, una vez arriba de ella comenzó a besarla. Las manos de Najara acariciaban el corrido completo del cuerpo de Gabrielle. Entonces Najara tomo el control y giro para ubicarse ahora ella sobre Gabrielle ubicando sus rodilla entre las piernas de la bardo que gemía levemente, cuando de repente se percato de la situación caliente en la que estaba, entonces entre su perdida de control y el deseo que rogaba ser saciado, dijo con esfuerzo a Najara que estaba casi ensañada besando su cuello al mismo tiempo que su cuerpo se acompasaba para alimentar a su bardo de pasión, por que lo único que deseaba era servirle pues daría cualquier cosa por vivir así con ella.... -Ho....Najara...por favor, detente....podría venir Xena...aaah....Najara... -No vendrá... -Por favor....ho...por los dioses!.... Luego de consumar la tarde de esa forma... -Volvemos al campamento?- Dijo Najara arreglándose sus ropas, en tanto extendía su mano para ayudar a levantarse a Gabrielle que se acomodaba su cabello, sentada. Una vez de pie, Gabrielle que caminaba detrás de la bella guerrera le dijo: -Najara- Esta volteó. -Quiero irme contigo. Najara se detuvo bruscamente y solo atino a abrazar a Gabrielle. -Gabrielle no sabes lo que esto significa para mi; que tu estés a mi lado y formando parte del sueño que siempre tuve... Solo quiero hacerte feliz. La bardo estaba segura de seria la mejor oportunidad de conocer a Najara y quererla mas de lo que lo hacia; además de dejar de pensar en su amiga, pues cada vez que estaba con Najara ningún pensamiento de Xena la tocaba, pero cuando estaba con Xena el recuerdo de Najara y la presencia de Xena la atormentaban.... ¿Que le sucedía?¿A quien en verdad amaba?

La media tarde caía, la luna comenzaba a dar luz al paisaje casi oscuro por la lenta caída de la noche: -Xena, debo hablarte-Dijo, entonces la bardo, con su rostro muy serio. -Si, dime- contesto aun sin prestar demasiada atención -Najara, realizara su proyecto acerca del orfanato, ese que siempre deseo construir -Ajah... y con eso que?- contesto Xena mientras permanecía concentrada en limpiar las hendiduras de su armadura con un trapo viejo que tomo del bolso de la silla de Argos. -Bueno es que he decidido ir con ella.- Pronuncio con dificultad. Xena de inmediato alzo bruscamente su cabeza: -¿Que? -Xena, esto es algo que realmente siempre quise hacer, servir a quienes sufren, ayudar, cuidar de ellos... mejorar sus vidas de alguna mane...-decía con entusiasmo, entonces Xena la interrumpió: -¡Najara, esta loca! -Shhhhh!- dijo tratando de que Xena calmara su humor y hablara en voz baja, Xena vocifero en un leve tono de voz: -No confío en ella. No estas pensando bien, Gabrielle. -Xena, no. Me será difícil alejarme de ti, hemos vivido tantas cosas juntas... pero tengo muchas ganas de intentarlo. Pero si tu quisieras venir conmigo, solo un tiempo...- Exclamo Gabrielle tratando de persuadir a Xena, la cual coloco su mano en el hombro de la bardo: -No, Gabrielle. Sabes que eso no es para mi. -Lo se.-contesto con algo de tristeza en su voz-Creo que ya he decidido. Tal vez luego... podría volver si no me sintiera a gusto. -Siempre puedes volver, amiga, lo sabes. -Gracias, Xena!- Ambas se abrazaron y Xena pensaba como Najara había hecho para llevarse a su bardo. -deseo que todo salga bien, como tu quieres. Pero quiero que sepas que aunque diga esto mi confianza no caerá en Najara. Estaré vigilando. -Como quieras. Yo si tengo plena fe en ella Entre asombrada y enervada en celos Xena pregunto intrigada: -¿Qué te ha hecho cambiar de tal modo tu forma de pensar de ella? Gabrielle se levanto alzo su mirada, suspiro y nuevamente se dirigió a Xena que la observaba: -Sus ojos... Veo en ella la verdad, Xena.Esa frase de los labios de Gbrielle fue como una herida. Quizá Najara lograba ahora, lo que no había logrado antes: Quitarle a Gabrielle. Entonces prosiguió: -Aun no entiendo. -Olvídalo; iré a preparar la fogata, ya cae la noche.¿Hablamos luego?

-Claro- contesto la guerrera desconcertada. Gabrielle le dio un beso en la mejilla. Xena sonrió, en tanto adoraba tal gesto. -Por aceptar mi decisión- justifico la bardo, mientras se alejaba. Xena quedo pensativa, procediendo a lustrar su armadura. Un rato mas tarde la luna brillaba en su esplendor. Najara se aproximaba al campamento y al llegar tomo asiento cerca de Xena. -¿ H as visto a Gabrielle?- Pregunto Najara. -Esta en uno de sus pergaminos supongo-contesto desinteresada y continuo.-Me contó lo que planea hacer. Acerca de que planea irse contigo al orfanato para ayudar. -Cierto. Ella será de gran ayuda, con su ternura y dulzura curara todas las heridas, no tengo dudas – -Dime Najara- dijo astutamente Xena-¿Qué demonios planeas?¿Qué ve ella en ti? -Cálmate Xena- contesto cortante y sin prestar mayor atención a las sugestiones de la guerrera- Yo solo propuse y ella acepto. -No confío en ti por mas cambios que dices que has hecho en tu vida. O acaso te olvidas de todo lo que ha pasado en todos estos años? -No, no lo olvido-Ahora mirando a los ojos para enfrentar a Xena sin miedo-De la misma forma en que tu no dejas de pensar en tu negro pasado y todo el mal que has hecho. -Por favor, Najara! Tu no tienes derecho a juzgarme-T u tampoco. Déjala ir; ahora yo voy a cuidarla. Ya sabes lo que siempre pensé: Tu no eres buena para ella. -¿Y tú que sabes?- dijo Xena desenfundando su espada. Najara tampoco titubeo, tomo su espada. Xena embistió primero, Najar detuvo el ataque, el choque de espadas causo eco en el silencioso bosque. Najara giro sobre si misma y contraataco a Xena que repelió su ataque con un ágil movimiento. Xena seguidamente pateo el rostro de Najara, esta una vez recuperada, velozmente presa de la adrenalina respondió certeramente con un golpe de puños en el rostro de la princesa guerrera, produciéndole esto un corte sangrante en el pómulo izquierdo. Los sonidos aguerridos alertaron a Gabrielle, quien concurrió de prisa al lugar con báculo en mano. Su sorpresa fue grande, entonces al verlas grito: -Basta!!! Xena, Najara! Ambas guerreras se detuvieron pero sin dejar de mirarse fijamente, las miradas desbordaban en furia, en tanto sus respiraciones jadeantes hacían el momento mas tenso. -Acaso estas peleas son tradición? Xena que sucedió?¿Najara?- Preguntaba molesta mientras miraba a ambas esperando una respuesta.-Acaso están locas?! Por todos los dioses parecen niñas. En verdad siquiera las niñas se comportan como ustedes! -Maldición!- Exclamo Najara, mientras enfundaba su espada, alejándose del lugar. -Najara, adonde vas? Najara!-decía Gabrielle sin recibir contestación y fue tras ella. -Maldita!- Esbozo Xena cansada. Quedándose allí.

Gabrielle alcanzo a Najara. -Najara, que paso? Mírame....- decía la bardo caminando detrás suyo. -No es obvio Gabrielle?? No hemos nacido ni para estar juntas o ser amigas... Cuando nos vamos?- dijo impaciente observando a Gabrielle.

El alba ya pintaba el cielo... aves anunciaban el nuevo día. -Es mejor que ya nos vayamos- Exclamo Gabrielle. Abrazando a Xena muy fuerte.-Te extrañare, Xena-Yo también lo haré, Gabrielle. Pronto nos veremos, no creas que vas a dejar de verme...- se sonrió la guerrera. Gabrielle monto al oscuro caballo con ayuda de Najara. -Adiós, Xena. Siento lo de anoche.- Dijo Najara apenada. -Adiós Najara. Yo también lo siento. ¡Vamos, Vónakar!- Dijo Najara mientras tomaba las riendas de su corcel y daba la orden. Xena observo a Gabrielle hasta que esta se perdió en el claro del bosque. Xena susurro.... -Te amo, Gabrielle..... – su tono triste lleno el silencio. Gabrielle era feliz abrazada a Najara,esto derrumbo parte de la guerrera. La elección: El destino esta escrito....

Por Laura Najara

Parte II

Salió del agua, vestida de sensualidad, cada gota de agua dulce se deslizaba por su piel redibujando su bella figura. Najara la observaba desde la costa, casi atónita, había deseado verla así desde la primera vez que la conoció; se puso de pie, estaba inquieta: Gabrielle se aproximaba a ella vestida en cuerpo y alma, tal y como los dioses le habían forjado algún día en el Olimpo. Sus latidos acelerados le hicieron estremecer su ser. La bardo sabia que Najara la amaba, pero ella aun no tenia en claro que era lo que sentía, si solo la quería como amiga o en su corazón anidaba un sentimiento mas fuerte. No quiso ponerse a pensar en Xena. Ahora eran solo ella y Najara, y deseaba a esta mujer. Najara deposito sus manos en la cintura de la bardo, esta la rodeo con sus brazos... su piel era tan suave, su respiración era la suya... Se besaron, entre besos cortos, Najara beso su cuello y susurró: -Nunca te había visto así... -Shhh... yo también voy a verte así- Sentencio, con una leve sonrisa que se desvaneció para volver a besar a Najara.

La bardo aproximo aun mas su cuerpo húmedo a la guerrera, esta cerro sus ojos al sentir los labios de Gabrielle vagar parsimoniosamente por su cuello, buscando luego el nuevo encuentro de sus labios; las bocas se unieron ansiosas, entre precipitadas y calma, tan lento, tan suave, tan caliente... dando paso al frenético encuentro de sus lenguas. Dándose paso a la concentración de las manos, surtiendo consecuencias para desencadenar así la mas anhelada forma de hurgar en el placer. -Ahora no hay nadie...- Justifico la bardo. -Esperaba que lo mencionaras...- Ahogo su voz en un beso con Gabrielle. La bardo le quito el casco, despojo sus hombros de los breteles de su atuendo, poniendo especial atención cada uno de sus movimientos, luego deslizo sus dedos por el pecho de Najara para rozar sus senos y sintió el estremecer de esta, entonces desabrocho el cinturón de la guerrera para proceder a quitarle por completo el vestido. Allí estaban los cuerpos desnudos, uniéndose en tiernos abrazos, entre besos y caricias. Najara recostó delicadamente a Gabrielle sobre la manta, procediendo a jugar en su boca. Najara se alejo entonces para comenzar a dibujar un camino descendente hacia el vientre en una sutil sucesión de besos, ayudándose con la lengua; ascendió para detenerse a jugar entre los pechos de Gabrielle, quien no pudo evitar gemir cuando su amante recorrió con su lengua la erección de sus pezones, los succiono; y volvió al rostro de Gabrielle, deposito un beso en su frente, le beso los labios, la miro a los ojos: -Te deseo Gabrielle... Te amo y quiero hacerte mía ahora – Susurro... -Hazlo...-suplicó Gabrielle y tomo el rostro de Najara entre su manos, la beso nuevamente: -Eres lo mas dulce que he tenido...desde hace mucho tiempo. Hazme tuya.... Najara volvió a bajar cuidadosamente hasta su vientre, con la diferencia de que ahora no detendría su camino, separo los muslos de su bardo, los acaricio... Gabrielle tímidamente abrió sus piernas. Najara acerco su rostro a esa zona sensible y deliciosa...Recorrió ese espacio con toda la longitud de su lengua, dejando su efecto a lo largo de ese bello surco, lo que provoco que Gabrielle encorvara su cintura alejándola del suelo. -Haaa....Najara...- exclamo en su respiración acelerada. Su amante exploro cada espacio, lamió, succionó, chupo y relamió ese lugar, ese punto exacto donde cualquier mujer estallaría de excitación... -Najara, no resisto.....haaaaaa! Najara, por favor...haaaaa....por todos los dioses!- Rogó la bardo con su voz entrecortada combinada entre jadeos y gemidos, sus piernas estaban debilitadas, el placer que estaba sintiendo era extremo, había abatido cada uno de sus nervios... Cada lamida colmo toda la entereza de su cuerpo, y sin perder tiempo una ola de placer se libero cuando Najara se retiro para dar paso a la ultima enervación de placer de su pequeña. Todo el hermoso cuerpo de su pequeña estaba exhausto, con la guardia baja. La bardo la miro: -Ven, abrázame....-sonrió, recuperando el aliento. Najara se acerco y la cubrió con el doblez de la manta y la acurruco entre sus brazos. -Najara, nunca había sentido esto.- Comento Gabrielle. -Yo tampoco, mi amor- Aseguro. Se sumieron en un beso suave, delicado y amoroso. Una de las manos de Gabrielle logro endurecer los pechos de Najara. -Ahora me toca....- Susurro la bardo con voz insinuadora, entre una sonrisa de picardía. -No te detendré, Gabrielle.- Sonrió Najara, besando a Gabrielle que pronto se perdió en su cuerpo.

Al día siguiente... -Najara! Necesito vendas.- Vocifero Gabrielle La guerrera se acerco la bardo atendía a una niña que lloraba por el dolor provocado por una herida sangrante en su brazo. -Aquí tienes, Gabrielle. -Gracias. -¿Como te llamas?- Pregunto Najara a la niña. Así se estableció una conversación divertida, y la niña olvido su dolor, sus lagrimas se secaban. Gabrielle, mientras vendaba a la niña, advirtió la dulzura que había en la voz de Najara, y como así sin mas había hecho que la niña acabara con su llanto, acción que ella no pudo lograr previamente. Era como si solamente lo hubiera con su sonrisa. “Que bella se ve”, pensó.

Transcurrían los meses, Xena venia cada tanto a comer con ellas. Xena entendió que Gabrielle estaba feliz, por que tal vez ahora estaba enamorada... La princesa guerrera no quiso hablar acerca de cuanto la extrañaba. En realidad para no estar sola había aceptado la compañía de Joxer y cualquiera imaginaria el esfuerzo que eso implica; Joxer concurría con ella a visitar a Gabrielle. La adoraba pero no diría nada a la bardo, aunque muriera. Xena había notado el interés que Gabrielle prestaba a cada palabra que Najara decía y la forma en que se miraban, las sonrisas, gestos que ambas se dedicaban, ¿quien lo negaría?: inevitablemente allí estaba naciendo algo, eso que Xena imagino que había siempre entre ellas, pero por celos y furia jamás quiso preguntarle a Gabrielle, temiendo que esta le confirmara su sospecha.

Una tarde estando las dos solas... Luego de una amena charla recordando todas esas cosas que vivieron juntas. Xena quiso saber: -¿La amas? Gabrielle levanto su mirada al cielo, miro el paisaje a su alrededor, suspiro y puso de pie: -No lo se. Ayer estuvimos aquí juntas, fue... como estar en los campos Elíseos; creí soñar. Me dijo que me amaba, en todo estos días he sentido un sentimiento de bienestar y paz, cuando se acerca a besarme, o tan solo con su roce... no lo se, Xena... Xena trato de evitar con toda su alma no demostrar todo el enojo, la profunda angustia que todo ese comentario le causara. Entonces cuestiono: -¿No lo sabes?, como es qu..... -Me estoy enamorando de ella- interrumpió la bardo - Ella me dijo que me amaba y no me ha exigido nada, ella esta dándome todo sin esperar nada... es tan bella.- Suspiro, mirando en la nada como si estuviera hablando sola. Xena se apoyo, se recostó aun mas en su dolor.

La guerrera ya no quiso continuar con la conversación, lamentó haberla iniciado. Miró a Gabrielle y con el rictus de su boca, trato de fingir su alegría por la bardo. Najara temía cada día que Xena le dijera algo a Gabrielle. Najara no era justamente idiota, como para no darse cuanta que la princesa guerrera la querría como algo mas además de amiga. Pero confiaba en que Gabrielle no la traicionaría, antes que decirle lo que pasaba por su corazón; ese pensamiento aliviaba la aspereza de sus celos.

Una mañana al orfanato llego una joven, cargaba con un bolso, tenia unos hermosos ojos verdes, llamativas cicatrices en su rostro, su cabello era de color caoba, lo llevaba recogido en un rodete, en sus ojos se reflejaba el dolor, esta tenía una capa con la que cubría su brazo derecho el cual lo tomaba con su mano izquierda. Najara la vio acercarse al lugar y corrió a su encuentro. La tomo del brazo para ayudarla, recostándola en el tronco de un árbol cercano: -¿Que te sucedió? Déjame ver. Najara, se sorprendió al ver que a la joven le faltaba el brazo. -Hace mucho años lo perdí, pero el dolor no ha cesado. Es insoportable- Gimió de dolor – ¿Puedes ayudarme? -Haré lo que pueda. La joven levanto la mirada, para agradecerle; pero quedo prendada de los ojos de la guerrera, de la amabilidad y simpleza de su persona. En ese instante sus miradas se cruzaron y el silencio se adueño de ambas; Najara se sintió súbitamente atraída por la joven, pero lucho para sacar esa idea de su cabeza, ahora en su vida estaba Gabrielle la mujer que mas amaba y le debía lealtad. - Mi nombre es Thelassa- Interrumpió la joven, -Soy Najara. Bien, Thelassa. Espera aquí. La mujer asintió con la cabeza sin abandonar los ojos de la guerrera. De improviso sintió como si las heridas de su alma se cubrieran de miel. Observo a Najara hasta que esta se perdió en la lejanía. Reconoció un rostro: era Gabrielle. -¿Eres tu?- Pregunto la bardo- ¿Como has estado?¿ estas aquí por tu brazo? -Así es. Esa muchacha, Najara, dijo que volvería. Sabes el dolor es mas fuerte cada mañana Gabrielle puso su mano sobre el hombro de Thelassa: -Najara, te sanara, ella sabe de estas cosas es una gran curandera, ya lo veras. ¿Quieres agua? -Si, me gustaría, por favor Gabrielle que se había arrodillado para hablar con ella se levanto, y en ese instante Thelassa la detuvo: -Gabrielle, ¿donde esta Xena? -Ya no viajamos juntas. Ahora vivo aquí con Najara. Ella y yo....-sonrió la bardo-..estamos juntas. Thelassa sintió como si una piedra rompiera la calma y armonía de la superficie de un río.

Najara la llevo dentro de la casa, le dio una habitación dentro de la casa donde vivían Gabrielle y Najara; le coloco el bálsamo correspondiente y la vendo, luego procedió a colocarle la prótesis del brazo esculpido en madera que le ayudaba a realizar ciertas actividades. -Solo debes estar en reposo, el dolor será mas cuando llegue la noche y puedes irte y regresar mañana.. Gabrielle se acerco a Thelassa. -¿Por que no te quedas esta noche? Cena con nosotras. Tenemos muchas cosas que recordar, ¿no es así? Mañana si tu brazo esta bien podrás irte si deseas o puedes quedarte durante el tratamiento. Además Najara esta de acuerdo. Najara asintió con un gesto. -Eres muy gentil Gabrielle. Ambas son muy gentiles. No quisiera causar molestias, pero... a decir verdad, no tengo donde ir. -¿Lo ves?, quédate aquí. Si lo así lo quisieras puedes ayudarnos aquí. Por lo que has podido ver tenemos escasos voluntarios, que trabajan con esfuerzo y tu también serias de gran ayuda para nosotras. El rostro de Thelassa se ilumino. -Desde la primera vez que te he conocido, siempre encontré un consuelo en ti, y muchas cosas han cambiado para bien. Gracias, Gabrielle, Najara. ¡Los dioses las bendigan!- Se puso de pie y abrazo a Gabrielle, en tanto sus ojos tímidos buscaron los de Najara, la cual quiso esquivar sus ojos...pero no pudo.

Meses mas tarde....

-Tobías Najara necesita vendajes limpios. Llévale velas, una espada, hay una gangrena.- Ordenó Thelassa-Si, de inmediato.- Se apresuro el joven aprendiz, que era voluntario en el orfanato. Pero aunque se encontraba muy ocupada. Sentía una angustia en el pecho, lo que inevitablemente sucedió la mañana anterior la molestaba de gran manera, estaba arrepentida de algo que había hecho: confesarle su profundo amor a Najara, todo había sucedido muy rápido; pero a pesar de tanta pena le consolaba saber que Najara sentía lo mismo por ella, estaba segura, pero la guerrera era toda una mujer como para lastimar a su bardo que mas que su amante, en esos últimos días se convirtió en su amiga. Un día luego de conocerla, de haberla escuchado hablar... respiro el nacer de la ternura, las aves aumentaron el volumen de sus trinares, los rayos del sol se hacían mas brillantes, la necesidad de estar a su lado, precisaba su atención a cualquier instante, unas alas furtivas cosquilleaban en su estomago, quería abrazarse a su cuerpo como si mañana acabase el mundo; deseaba sus besos, deseaba saber que le pertenecía en cuerpo y alma. Abrió y cerro sus párpados: sin saber ni como ni cuando... estaba enamorada de Najara.

Esa noche la bardo y Najara, estaban en la cama, cada quien es su mundo... ya no era como antes, los juegos de amor ya no las unía en cuerpo y alma, en piel y deseo, en amor y placer. La voz de Gabrielle sonó apesadumbrada: -¿Que nos ha pasado Najara?- se sentó en la cama y cuestionó- ¿Por que no me lo dices?¿Por qué te quedas callada sin decir nada? La guerrera ya no aguanto: -Amo a otra persona.

-¿Es Thelassa, verdad? -Si, es ella. Maldición, Gabrielle! Perdóname... jamás quise lastimarte, no quise besarla hasta que supieras esto- Se abrazo a la bardo, ambas se abrazaron, Najara la beso en al mejilla. –Te quiero, eres todo para mi....pero ya no es como antes, tu lo sabes. -Si, si lo se...Creo que mi lugar ahora es volver con Xena. -Si asi eres feliz..... -No lo se- contesto, acurrucándose sobre Najara. Ambas se durmieron.

Su cabalgar era ansioso, su felicidad era a la vez como un pesar, por que ella estaba con pena, ¿por que le decía: “Ven a buscarme”?. Cuando finalmente llego al orfanato, allí estaba la mujer que amaba y que ahora seria suya de alguna manera. -Xena!....que bueno que has llegado, quiero partir de aquí cuanto antes. -¿Qué sucede, Gabrielle? La bardo cuando rodeo sus brazos en la cintura de Xena, solo atino a llorar... -Najara, ama a alguien mas...-Afirmo con su voz entrecortada por el llanto. -Shhh...por favor Gabrielle, ahora es momento de decirlo...y ya no temo, ya no quiero perderte.... Gabrielle fijo su atención en esas palabras, la miro a los ojos. -Te amo, mas que a nada. Siempre lo hice y presentí que tu también en algún momento me amaste, pero no fui lo suficientemente valiente para decírtelo...- Sentencio la princesa guerrera con sus ojos azules húmedos de ganas y anhelos, de amor y angustia. -Ho, Xena.....yo...no sabia que tu...sintieras eso por mi. ¿Por que no me lo dijiste y evitabas este dolor?, ¡por que Xena, si yo te adoraba con todos mis sentidos!- Exclamo, con alegría y tristeza. Sus miradas se fundieron entre si, sin mas, ya nada tenían que perder, el tiempo era de ellas y nada mas. Sus labios presurosos y tímidos, se acariciaron, se humedecieron al acompasado ritmo del amor que no tardaría en nacer, su amor ya era un hecho desde hace un tiempo sin saberlo, todavía... todas las flores, los capullos, la primavera renacía junto a todo el amor que se sembraba, ya no se recordaba el desengaño, solo eran dos: Xena y Gabrielle; Najara y Thelassa, el amor despertaba en cada sitio de sus destinos. -Thelassa, te amo.- Susurro Najara, como exhalando el ultimo suspiro. -Ya te lo he dicho, yo también te amo-sonrió- Solo me faltabas tu... –Najara interrumpió su voz, y su aliento, para devorar su boca dulcemente, así como solo dos victimas de Cupido lo harían. Y así el día transcurrió entre besos y caricias, amor y cortejos de aves... Afrodita solo sonreía, su capricho estaba cumplido... ¿pero Gabrielle: Olvidaría a Najara, aun estando con su alma gemela? La Diosa del Amor sabia el secreto... ¿FIN?