Deficit Programatico e Ideologico en Los Partidos.

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Punto de Quiebre Por: Pedro R García. ¿Déficit programático e ideológico en los partidos políticos? “Hacemos hombres sin corazón y esperamos de ellos virtud e iniciativa. Nos reímos del honor y nos extrañamos de ver traidores entre nosotros. Castramos y exigimos a los castrados que sean fecundos”. (C.S Lewis) UNA ACOTACION NECESARIA I LA IZQUIERDA VENEZOLANA… La experiencia de la izquierda venezolana, la radical y la moderada, es que con escasas excepciones, nunca ha actuado sobre la base de una reflexión teórica propia, solvente y válida en torno al país al intentar innovar sus determinaciones esenciales y sus originalidades. Sucesivamente estalinista y luego tributaria de las Resoluciones del XX Congreso que denunciara "El culto a la personalidad" vagamente aprista en algunos de sus estratos antes del tránsito de los mismos a la trinchera opuesta; cripto-keynesiana; foquista por obra y gracia de una reducción simplificante de La Revolución Cubana y su historia; seguidora del "Pensamiento de Mao-Tse-Tung" en otros de sus estratos; espontaneísta y enemiga por principio de todo intento organizativo centralizante a raíz del "Mayo Francés" que la sumergiera azarosamente en la incoherencia; dependentóloga en una época, y luego marcusiana, y en los últimos tiempos cercana a los socialismos europeos, no ha logrado en tanto que izquierda, elaborar un constructo teórico que parta de cuanto la rodea y lo traduzca en aseveraciones y afirmaciones de validez

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general, que rijan y compendien al mismo tiempo la posibilidad de cambio radical en nuestro país. Esta fatalidad, como se sabe, afecta a todo el continente latinoamericano y tiene atenuantes a los que intentaremos referirnos subsiguientemente. Sólo en el caso de la "Teoría de la Dependencia", haciendo abstracción que tiene lagunas y carece de precisiones, hay un intento teórico, formulado desde Latinoamérica, para explicarnos en el mundo y reseñar nuestra situación. Los sectores marxistas dentro de los "Dependentólogos" (Dos Santos, Bambirra, Ruy Mauro Marini y otros), escapan a este cuestionamiento (si por tal lo entendemos) así como escapan algunos movimientos políticos concretos que adivinando, intentan orientarse en medio de la situación general de miseria, caudillaje y carencias que nos asedian en la región. Si uno sigue con cuidado, el caso Venezuela, la polémica originada por las divisiones de los comunistas venezolanos en la década del 40, se confirmará con desconcierto que se arrojan mutuamente citas de Stalin que en sustancia dicen lo mismo, aun cuando después se acusan del mismo modo, de "Trotskistas" y tiempo después, cuando la moda llegó a nuestras playas con su consiguiente excomunión, de "Titoístas". Algo similar nos ocurrirá si intentamos explicar el desarrollo de las diferencias entre el PDN precursor de AD, ya agrupado en torno a Betancourt a finales de la década del 30 y los comunistas venezolanos. Los unos hablan de la etapa "Democrático-Burguesa" como tránsito necesario hacia el socialismo, y se aprestan a ejercer el poder en ella, amparados en su estructura que se le llamo "Policlasista". Adelantarán tareas de todo género y alcance que creen

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vinculadas al socialismo. Y los otros simplemente admiten la necesidad de dicha etapa, con lo cual se excluyen del poder (los comunistas) y se condenan a una política de corto aliento, pues no son "Demócratas-Burgueses" ni desean serlo, pero en el país en un despropósito histórico, se han subordinado al pretorianismo-neoautocratico Ambos contendientes se movieron domésticamente en la falsificación estaliniana del marxismo. Los comunistas creen amparar la turbia pureza de la misma, mientras quienes los adversan encuentran en ella razones y asideros para trascenderla, alejándose de cualquier perspectiva revolucionaria posible, como lo demostrará el curso de los años.

II TEORIA DE LAS ETAPAS Como todos sabemos, la "Teoría de las etapas" reaparecerá a raíz de la caída de la dictadura perezjimenista y será un modo de impedir el avance popular en circunstancias más que favorables para el mismo. Cuándo la izquierda reaccione, sintiéndose despojada y burlada por una burguesía que mantiene y refuerza la dependencia nacional y la lógica conservadora que la ha caracterizado, será tardío. Además lo hará mal, adscribiéndose en última instancia a la ilusión foquista, que fue derrotada., sin contemplaciones. Quién primero advierte el fracaso de haber escogido esa ruta es Domingo Alberto Rangel, quién lanza un extenso documento crítico sobre lo desacertado de haber preferido esa vía, que tiene escaso efecto en su propio partido el MIR, pero al enterarse la dirección política del PCV detenida en el Cuartel San Carlos, ésta asiente que tiene la razón y

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emprende a trabajar de inmediato por el repliegue del PCV y renuncia a la lucha armada, lo que los lleva luego a la fuga del Cuartel San Carlos e incorporarse a la disputa legal, participando en el proceso electoral bajo la cubierta de la figura partidista Unión Para Avanzar (UPA), presidida por Ernesto Silva Tellería. Igualmente, surgen en aquellos años grupos espontaneístas y de la llamada "Ultraizquierda" que sin entender absolutamente nada de cuanto había ocurrido, actúan como si la derrota en la lucha armada no fuera tal, alimentándose de un énfasis tosco y empeñados en permanecer al margen de la realidad y de espaldas al país y su proceso político en liza (expresamente el proceso eleccionario). Promoverán incesantemente Congresos en la búsqueda de un mítico "Partido único de la Revolución venezolana ", Verbi Gratia, Douglas Bravo, Francisco Prada Barazarte “El flaco”, Ali Rodríguez Araque “Fausto”, Carlos Betancourt “Gerónimo”, Gabriel Puerta Aponte, Armando Díaz Sevilla, Julio Escalona “Juan Luna”, Jorge Rodríguez “El maestro” y “El viejo” Fernando Soto Rojas, así como el viejo Salvador de La Plaza y Fabricio Ojeda, que se agrupan tras largas jornadas de excomunión y catarsis; se disolverán y reagruparán incontables veces asumiéndose no como dirigentes de nada, sino como partes de una culpa oscura y terrible y, al final, se incorporarán a la lucha legal con considerable tardanza. Por un concurso de circunstancias más o menos afortunadas, para desgracia del país, hoy acompañan al presidente alguno de ellos.

III DESLINDE... Luego sobreviene un acontecimiento en la izquierda que es importante subrayar, la división del Partido Comunista de

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Venezuela con los desprendimientos de el MAS encabezado por Teodoro Petkott, Pompeyo Márquez y Freddy Muñoz y LA CAUSA R, dirigida por Alfredo Maneiro, Lucas Mateos y Homero Arellano, salidas ambas del congreso fundacional de La Fuerza Comunista Mayoritaria que se reunió en el Club de Ciegos de Montepiedad. El primero que advierte las tareas planteadas en lo inmediato a raíz de la incisión, es el (Movimiento al Socialismo), quien abrazará formulaciones eurocomunistas; es inevitable reconocer, que en el caso de este movimiento, se adelantaron importantes propuestas de reflexión, por lo que en su caso no podría hablarse de calcos. En síntesis, en sus avances, en sus derrotas, desencuentros y desvaríos, nuestra izquierda no ha pensado sino en desarrollos parciales. No ha madurado tampoco una elaboración crítica de su propia historia como fuerza (al menos en grado suficiente), ni ha desafiado con aptitud sincera y reflexiva las grandes cuestiones que tiene planteadas a partir de la realidad que ha imperado históricamente en el país. Este problema adquiere particular riesgo, pues de no existir una relación densa y seria entre quienes desean el cambio revolucionario y la necesidad de dirigirlo determinando su rumbo por medio de la elaboración teórica, no será posible ninguna estrategia de poder. No será viable La Venezuela socialista si no se parte de la aprehensión -en términos ontológicos y suficientemente válidos- del contexto y sus tendencias, integrándola como dato de primera magnitud en cualquier propuesta política que ambicione regir conductas, trazar caminos, señalar rumbos. El socialismo y por aquí queremos comenzar cualquier intento de desentrañar el

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problema debe diferenciarse de todo tipo de elaboración teorética anterior referida a el y, a las sociedades humanas, porque se presume científico y admite una determinada relación con lo real (se arriesga a ello) y con los giros y adelantos que desde lo real lo acechan, implantándole incesantemente reformulaciones y cambios en su discurso interno. IV EL PSUV COMO TODOS LOS AGRIETADO EL ROSTRO ETICO…

PARTIDOS

TIENE

Si este proceso fuera un ejercicio de creatividad, como bien lo sugería Simón Rodríguez, se hubiera fundado y fortalecido el PSUV mediante la incorporación progresiva de los cuadros y dirigentes de otros grupos políticos que le han venido acompañando, que acompañado en ese nuevo lenguaje propio que le impuso a la sociedad venezolana, se hubiesen empinado por sobre los niveles de lo inédito. Lo aconsejable era, recordando a Marx, convertir tanto el amor como el fervor en una mercancía, poniendo el acento en lo patriótico por la vía del incentivo moral permanente, sostenido, no fiduciario. Congruente con el camino democrático una revolución, hubiese construido pacíficamente el partido y éste sería hoy lo suficientemente sólido. Esto no parece tenerlo muy claro la dirección del PSUV, e intentan desesperadamente avanzar con su proyecto de socialismo del siglo XXI, el Presidente cree que es posible y percibe que es de vida o muerte, para poder abatir a la carcoma de la descomposición que esta derrotando al proceso. El síndrome de la corrupción esta malogrando o ya lo malogro la posibilidad de haber dotado a los más débiles de

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una organización política que de verdad velara por sus preteridos intereses pero creemos que quienes han detentado esa responsabilidad dieron un salto al vacio. Hay que intentar un análisis partiendo de la experiencia concreta. El de La URSS, los corruptos llegaron a acumular tanto poder económico que cuando ésta se desplomó formaron La Mafia Rusa, la más poderosa y temible que haya existido. Dejando a la italiana en pañales. En China tenemos incesantemente noticias del fusilamiento que es el mecanismo expedito para mantener a raya este flagelo (que es lo que manda la ley en ese país), a los corruptos. En Cuba hace aproximadamente unos diez años atrás y recientemente el 17 de noviembre de 2005, en La Universidad de La Habana, con motivo del 60 aniversario del ingreso de Fidel Castro a esa Universidad, en su discurso ante los miembros de esa casa de estudios, reconoció a 46 años de La Revolución Cubana que en ese país, en el aspecto ético, existían niveles de corrupción que no habían superado en la revolución. La conclusión de la experiencia internacional acerca de la relación de ética e ideología, es que la experiencia cotidiana dista mucho del sueño. En Venezuela hasta el presente no ha sido distinto. Este flagelo nos viene embistiendo desde La Independencia en la cual las cúpulas formadas por los oficiales libertadores la asignaron como pago por los servicios prestados a La Patria. Dándole continuidad a la práctica difundida y cultivada desde La Colonia, “No me den nada pero pónganme donde hay”. La corrupción administrativa en Venezuela se revela comenzando con el inicio de la colonización, pero hay más. Hay una derivación que se da y que los venezolanos han aceptado. Lo consienten porque está más o menos inscrito en el orden de las cosas, mientras vivamos bajo un régimen de impunidad. La práctica reside en que de alguna manera, determinados

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personeros guían la política del gobierno y lo hacen no en el sentido que ésta sea una política en especial la económica para todos los venezolanos, sino dirigida a facilitarles las cosas a ciertos grupos poderosos. Es la corrupción, fuente que origina las comisiones, los favores, los contratos y tantas cosas, de las que se niegan debatir en sus momentos de recreo y ocio los parlamentarios de La Asamblea Nacional. Que en una paradoja cruel nos permite constatar que los miembros de la dirección del PSUV, son parlamentarios o Ministros, que un modelo neoautoritario los tutela y paraliza toda iniciativa de el obligatorio control, frente al ejecutivo En todo caso, lo cierto es que si hay políticos venezolanos que encuadran en un estado general de sospecha, son ellos, porque el nivel de vida, que sus vecinos conocieron, IN ILLO TEMPORE, ha aumentado colosalmente. Importantes sectores económicos en el país, comentan con sorna que en la actual dirección gubernamental pasa al igual que en la Roma, dónde había una institución que era conocida como el Consulado y que en épocas determinadas de La República Romana, funcionaba con dos cónsules en una especie de monarquía dual. Que sin duda Chávez es un polo de ese Señorío pero que a pesar de las teatralizaciones que escenifica a diario, luce alejado del suelo y lo que hay que hacer es entenderse con el otro monarca, que se puede identificar claramente por su marcada influencia en los nombramientos de los altos jerarcas del Gobierno Revolucionario y los recientes accensos militares ante el Monarca Mayor. Menuda la experiencia que tienen destacados grupos económicos nuestros para reconocer los intersticios del poder. El dirigente más cercano a Chávez, tiene una de las virtudes que tradicionalmente se le atribuyen a Dios: el don de la ubicuidad, porque representa, al mismo tiempo las prioridades del proceso “revolucionario en marcha” y los

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intereses de las empresas que van a ser “Nacionalizadas” y sus propios alcances internamente del capitalismo financiero nacional e internacional y de la sombría oligarquía del país. Es el representante de la derecha militar, de los manejadores de las altas finanzas y de la banca (que se conciertan con la estructura comunicacional para que solo lo rocen en los medios) heredero de todo lo negro y podrido que nos viene desde los criollos principales de La Colonia. Esto es irreconciliable con el rol de jefe de un partido revolucionario V ¿HAN SURGIDO DEMOCRATICOS?

EN

EL

PAIS

PARTIDOS

En La Venezuela de nuestros días, el que aparezca un partido político es tan corriente como la influenza. En el período electoral se extiende la multiplicación de los mismos. Su establecimiento se ha ido convirtiendo en distracción y negocio de algunos sectores sociales, en una fábrica de candidatos presidenciales, legisladores y líderes de todo pelaje. El repudio general contra la forma de hacer política de los partidos en Venezuela, ha resultado como los insecticidas: ciertas especies se van haciendo resistentes al tratamiento y al final son los insecticidas los nocivos. ¿Cómo nace un partido político en Venezuela? Es el resultado de uno o dos actos administrativos. Un grupo de personas se reúnen en asamblea, convención o congreso. En algunas ocasiones hay asambleístas provenientes del interior del país, (con el adicionado en el último ciclo frente al desmembramiento de los añejos partidos), su residual ha sido reciclado. por los “nuevos partidos” luego de un fin de semana atareado y saturado de discursos al final del segundo día es presentada una lista de nombres para

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escoger de allí al Comité Directivo, Comité Ejecutivo, Comité Político Nacional, Directorio, Comité Central, Comando Táctico Nacional, Coordinación o como se les llame. Esa lista ha sido confeccionada anticipadamente en un reducido círculo y de acuerdo y aprobación en la correlación de fuerzas internas del grupo que decide en el cogollo. Todo gira por lo general en torno a dos o tres cabecillas principales. Es esta comprimida cúpula es donde se tomarán las predestinaciones trascendentes. Se supone que antes de el elección de la directiva se han aprobado unos estatutos donde, entre otras cosas, se dirá que el partido tomará en cuenta las opiniones de sus prosélitos y militantes. Ese partido por lo general es la vanguardia de algo. Es normal que se escriba o que se proclame que a partir de ese instante, el país tiene ya una avanzada organizada. El lunes siguiente el pueblo se entera que tiene un nuevo partido y que es suyo. Todos los partidos son del pueblo y sus cabecillas no son otra cosa que expresión de la voluntad popular. En Venezuela no hay mucha diferencia en la constitución de una compañía anónima y un partido político. Así ese partido sea de la derecha, del centro, de la izquierda, de arriba o de abajo. Es bueno recordar que en Venezuela y este es uno de los registros que abonan a la debilidad de los mismo es que nadie se considera de derecha, Incluso en el siglo pasado todos eran socialistas, tales como socialdemócratas, socialcristianos, socialrevolucionarios, socialistasdemocráticos, entre otros. Una de las tareas inmediatas de la nueva organización es la de seleccionar los cuadros entre los cuales se distribuirá las tareas: sindicales, juveniles, femeninos, profesionales, agrarios y demás y aquellos que se van a encargar de las regiones más importantes del país. Es de observar que hay 10

que pagar para pertenecer a ese partido y quienes sufragan son quienes menos disponen. A esa particularidad se le llama cotizar, lo que según crea la mística partidista. Es frecuente, que las personas escogidas como dirigentes sindicales, no tengan en su curriculum vitae una jornada laboral completa, en una fábrica o que hayan regentado por lo menos un Kiosco y que realmente y sin trampas de ninguna naturaleza, hayan abonado unas dos cotizaciones al Seguro Social. Llegan a la jefatura obrera sin haber ejercido nunca la profesión de obrero y sin obreros que dirigir. Todos los dirigentes incluyendo los agrarios, habitan en la capital. Sus méritos para ser dirigentes campesinos es que procedan del campo. En una Venezuela que hasta hace apenas cincuenta años era predominantemente rural, el que un venezolano de treinta o más años tenga origen campesino no tiene nada de raro. Tampoco es paradójico que los dirigentes juveniles y estudiantiles designados sean personajes que pasan de la treintena y que sin mayores méritos que no sea el requiebro o la sumisión ante sus jefes de turno Interminables y sesudos cenáculos para elaborar una táctica y hasta una estrategia. Eso significa que un retahíla de lemas con sus pertinentes esbozos, que serán elaborados para que los cuadros salgan a la calle y a través de nuevas reuniones los de la base que sirven de correas de transferencia las vayan coreando entre la conglomerado que los rodea. De allí en adelante el trabajo reside en meter la mayor cifra de personas posible entre esos esquemas y que repitan las frases que ellos no han contribuido a elaborar. Aquellos que se revelen reacios a aceptarlas tal cual, se les considera en las profundas elevaciones del partido que simplemente no han entendido su sacrosanto cometido...

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El que hoy en Venezuela todo lo importante que sucede en lo económico, en lo político, en lo social, en lo subregional y en lo internacional, ocurra al margen de los partidos, tiene sin cuidado a sus administradores. La mayoría se han convertido en oscuros y estrechos conventos de cuchicheos sectarios. En algunos partidos su comité es sustituido por uno o dos líderes. Y su actividad se ciñe a hacer declaraciones reiteradas a la prensa en las que opinan desde la marcha de los ciempiés, del sexo de los ángeles, de la ingravidez espacial y sus efectos sobre el hombre. A lo que con mayor reiteración se dedican, es hacer valer sus influencias a fin de acrecentar las reservas logísticas particulares y del “Partido” VI ¿HAY EN EL PAIS UNA DERECHA DEMOCRATICA? Si la hay, no que no existe en un liderazgo, que oriente esa expresión política, ya que con escasas excepciones les ha sido más cómodo, cohabitar incestuosamente con todos los caudillos que para fatalidad hemos tenido en el país. La actitud insolente de representantes de este sector que se consideran representantes casi que monopolistas de la sociedad civil es que aceptaron como buena e hicieron propia la satanización artera de la sociedad política. Más aun: consienten a priori indiscutible el maniqueísmo de buenos y malos. Autoubicados ellos en los buenos. En tal postura hay un monstruoso oportunismo, cinismo, y simulación. En el país el desembarco de estos autocalificados buenos, al árido terreno de la política. No fue por la vía del dialogo con la revelación, ni por la vía de los constructores decididos de caminos, sino por el encharcamiento del lodazal, en la mayoría de los casos. Porque sus padres o ellos, eran, o son, o fueron, financistas no de las más nobles causas, sino de los políticos mas desprestigiados, su acceso 12

a la política no fue por la puerta franca de las luchas sociales, sino por la compra vergonzosa de los espacios de representación. Pospuestos los criterios ideológicos, fue el momento estelar de las chequeras. Esos tales que nos les interesa en lo más mínimo nada que tenga que ver con el bien común, sino solo de apetencia personal y egoísta. En nuestra tentativa modesta de análisis no podemos pasar por alto, que en el pasado reciente el grueso de la sociedad civil, intelectualmente extenuada, aprovechando la dispersión ocasionada por el agotamiento del liderazgo político, que desembocó en una rechazo social, frente a la ausencia del necesario remozamiento de ideas y de actores, en insolidaria y visceral actitud, se lanzo a una brutal agresión de la sociedad política.(Recuérdese por estas calles), un asalto con la exigencia de desalojo y de sustitución. Un abordaje que coincide con los diseños estratégicos y tácticos del poder con pretensión hegemónica. (Léase fascismo), un ofensiva que disperso y restringió fuerzas del civilismo democrático. La embestida desleal de la sociedad civil a la sociedad política, frente a la ausencia de legitimidad de esta ultima. Fue una cruzada despiadada, letal, sostenida con saña, a través de los medios, en el oprobioso papel de francotiradores. (Léase ejemplo Primer Plano). Con creciente intensidad en las dos ultimas décadas del siglo XX. El brutal asalto perpetrado con el ropaje de la sacrosanta, sociedad civil, causo efectos letales en la sociedad política. Pero no fueron estos alaricos de nuevo pelaje los favorecidos de esta despiadada ofensiva, sirvieron a los intereses y a las estrategias de otros: la mayoría de aquellos derrotados por la sociedad política en las luchas por la institucionalización de la democracia durante los años 60. Abonaron el terreno para los que nunca tuvieron su mente cargada de sueños revolucionarios, ni por vehementes planteamientos éticos, como por ejemplo 13

contra el flagelo histórico de la corrupción, sino que desarrollaron una poliédrica conjura cuartelaría en pos de una fría ambición de mando. Porque el pretorianismopetroditigismo, nutridos de lo peor de la tradición socialista y del los nacionalismos chauvinistas, que cantan la muerte necesaria de la demonizada sociedad política, sostiene iguales designios a la sociedad civil, que no es para ellos precisamente la encarnación del bien. La sedicente sociedad civil, ha descubierto en carne propia que la sociedad pretoriana, no es su vasalla, sino que exige vasallaje. Ojala se articule en nuestro medio una poderosa sociedad civil con un necesario entramado de agrupaciones intermedias en todos los niveles, para una autentica participación ciudadana. El dirigente de la sociedad que quiera cambiar de vocación y asumir el papel de dirigente político, bienvenido a la sociedad política. Pero acabemos con esa ambivalencia del exponente de la sociedad civil, intentando mantener su condición de tal y en supuesto ejercicio de la misma, pretende ser uno de los rectores morales de la sociedad política.

VII ¿SOCIALISMO DE SIGLO XXI? No despertamos a la libertad con rostros originales y seguramente como puede explicarse a través del devenir histórico, quizá tampoco tuvimos control de nuestras pasiones. Ergo en consecuencia intentamos nuestros pasos antecedidos por el pecado de la servidumbre intelectual, no hemos tenido un Cicerón que mediara entre los tiempos, las “elites intelectuales”, el pueblo y las influencias exógenas. Por lo que ha sido imposible degustar toda la riqueza que hubiera supuesto tener conciencia de los nuestro, con el aderezo foráneo.

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No será posible, sin embargo, confrontarse con lo real si no se entiende que la teoría está obligada a registrar los cambios que en el seno de lo concreto ocurre. Si asumimos el dato empírico de que la sociedad humana cambió notablemente en sus modos de producir, vivir y relacionarse desde que Marx lo planteara, de algún modo ello nos indica el único camino viable para seguir siendo marxistas es: registrar en la teoría dichos cambios y, por ende, replantear la teoría misma. Los reacomodos sucesivos del marxismo darán cuenta y razón de lo que en la realidad sucede así como del sentido de tal acontecer. Todo ello obliga a constantes señalamientos respecto a la validez de sus partes integrantes, en relación a los modos y maneras como se transforma y replantea como un todo, en torno a su necesario carácter "Abierto" y ajeno, por esencia, a toda codificación dogmática. De allí la inanidad de hablar de "Ortodoxia" y "Heterodoxia" dentro del pensamiento marxista. Tales términos como suele suceder-comenzaron a ser aplicados en sentido metafórico. Y por una especie de retroceso hacia uno de los polos de la metáfora, su significación se amplía hasta llegar a la más crasa inexactitud. De ortodoxia y heterodoxia puede hablarse en función de un pensamiento de tipo religioso, empeñado en tener-por la revelación sobrehumana o por otra vía-carácter incontrastable, basado en verdades eternas. No cabe imaginar tal cosa en función de una teoría que en su renovación y cambio incesante tiene su razón de ser y encuentra su solvencia al confrontarse en una realidad por definición multiforme y difícil, que sobrepasa al hombre y lo envuelve. En efecto: ¿Que entendemos por ortodoxia marxista? ¿Lo es la falsificación estaliniana del mismo? ¿Lo es la respuesta muchas veces ineficaz de Trotsky a esa falsificación? Lenin por ejemplo ¿Fue ortodoxo o heterodoxo? Vinculó el marxismo al principio de 15

autodeterminación de los pueblos con el consiguiente escándalo de Rosa Luxemburgo y emprendió La Revolución en un país atrasado, contrariando todos los pronósticos de su maestro. ¿Lo hizo por seguir ortodoxamente sus enseñanzas o porque la realidad lo obligó a ello como única vía para originar eficacia en la acción y validez en la conducta política? Todo marxista verdadero ha de ser ortodoxo y heterodoxo al mismo tiempo, procurando tanto mantener el ímpetu revolucionario de la teoría y vincularla al permanente cambio y mudanza de los usos, fuerzas y tendencias del mundo real. Cuando señalábamos líneas arriba la incapacidad de nuestra izquierda para llegar a una elaboración teórica propia que le permitiera construir un "Camino venezolano" hacia el socialismo no lo hacemos por creerla particularmente inútil o pobre, pero intenta "Repetir" el camino que la condujo anteriormente, a las derrotas y tropiezos consiguientes. Ello remite al problema de lo difícil de las relaciones del hombre con lo real, a las insuficiencias de la especie, a su necesidad permanente de reasumir el mundo y obligarlo a obedecer formulaciones racionales que él no encierra en sí mismo. Así ocurrió en toda Europa a raíz de La Revolución Bolchevique, con el empeño de hacer Soviets y "Volver a fabricar" el asalto de Trotsky al poder. Se repitió en muchos países asiáticos a raíz del triunfo (demorado y costoso como el que más) de La Revolución China. Así ocurrió entre nosotros a raíz del triunfo cubano. Quizás el caso más ejemplarizante a este respecto sea el chino: si los consejos de Stalin condujeron a una derrota de proporciones espantosas el año 27, el lector acucioso podrá constatar documentalmente que los consejos alternos de Trotsky tampoco constituían el camino hacia el triunfo. Ambos-uno 16

de un modo conservador y el otro con más audaciaintentaban reducir el hecho nuevo al molde por ellos conocido y se empeñaban en que el proceso se pareciese lo más posible al que ellos vivieron. Ninguno de los dos pudo atrapar la especificidad del caso que tenían por delante, convirtiéndola en una línea política y traduciéndola en una perspectiva de victoria. No la habrá en China hasta que la dirigencia-empujada por las derrotas y haciendo algo sin precedentes en el marxismo-genere una guerra campesina que cerca a las ciudades y disuelve en el tiempo lo que hasta ese entonces era un sólo y mismo acto, desdoblándolo: la toma de las armas y el asalto al poder. En el curso de La Revolución China, la "Acumulación" se hace al margen de los conflictos urbanos, al menos en lo esencial. Tal camino tenía profundas raíces culturales e históricas en la sociedad que se pretendía transformar y se adaptaba a un sinfín de peculiaridades inscritas en la vida del pueblo chino; pero para llegar a él hubo necesidad de muchos tropiezos y derrotas. Es una verdad incontrastable que, ni los países en los que ha gobernado la socialdemocracia han construido una sociedad socialista, ni los países gobernados por los comunistas, han construido un sistema socialista basado en la libertad.

VIII ¿ES POSIBLE UNA AMERICA SOCIALISTA? Creemos que América Latina será una sociedad socialista democrática o deberá resignarse a su rol de colonia con una pátina de subdesarrollo mental. En todo caso, un cambio revolucionario según el modelo cubano es radicalmente absurdo en Latinoamérica, tanto por razones universales

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como internas. Para construir un socialismo democrático en el subcontinente que llamamos América Latina. Pero insistiendo más en los remordimientos que en las glorias del pasado, no se resuelven las dos cuestiones que nos parecen pertinentes para hacer previsiones realistas: ¿por qué fue posible la división y la impotencia del socialismo en América Latina?, ¿por qué hoy puede plantearse la evolución hacia el socialismo democrático? La primera cuestión ha sido objeto de múltiples análisis. Solamente queremos recordar dos tipos de argumentos básicos. En primer lugar la ambivalencia, el carácter contradictorio, de las clases oprimidas en la sociedad capitalista. Por una parte la rebelión revolucionaria, aspira a una sociedad igualitaria sobre la base de la expropiación de los medios de producción. Por otra parte busca mejorar su situación en el marco de la sociedad existente, a través de las presiones y de la negociación. El movimiento de los trabajadores tiende a la vez al reformismo. Este carácter paradójico se encuentra también en el movimiento socialista que intenta un encuadramiento en el Estado liberal burgués: quiere, participar en él, aceptando sus leyes e instituciones, y su ves transformarlo radicalmente, para ponerlo al servicio de la revolución social. La división entre «socialdemocracia reformista» y «comunismo revolucionario» tiene pues elementos objetivos. Pero esta división no se hubiera dado con el antagonismo que ha tenido, si no se hubiese acontecido el fracaso y derrumbe de La Internacional Socialista en 1914 (arrastrada por la vorágine belicista y nacionalista); la revolución rusa de 1917 y el éxito rápido de la insurrección revolucionaria primero y de la colectivización económica luego; la crisis capitalista y el fenómeno fascista en el período de entreguerras, con la consiguiente radicalización de una parte importante de la clase obrera y también de la intelectualidad; y la guerra fría 18

y la división del mundo en dos bloques opuestos, que cristalizó la división entre el socialismo liberal, defensor del sistema capitalista, y el comunismo que aceptaba como modelo de socialismo el sistema autoritario soviético. Ambas opciones significaban una ruptura con la tradición del socialismo democrático anterior a 1914 y expresaban, ambos, la debilidad relativa del movimiento obrero, dividido políticamente, pero también sociológicamente, entre sectores importantes de la aristocracia obrera y una gran masa de trabajadores marginados del consumo, la cultura y la participación política.

IX ¿Por qué hoy vuelve a intentar un nuevo recorrido el Socialismo Democrático? En primer lugar, porque la política de dos bloques rígidos a nivel internacional fue entrando en crisis, porque la coexistencia pacífica fue sustituyendo a la guerra fría, y porque la crisis del socialismo del Este (XX Congreso, Hungría, Checoslovaquia, ruptura chino soviética) y de la sociedad americana luego (guerra del Vietnam, crisis económica, Cuba, Nixon), fue dejando a la izquierda mundial y latinoamericana sin guías ni modelos, sin padres ni protectores, con sus propios recursos nacionales. En segundo lugar porque el desarrollo neocapitalista, las transformaciones sociales conseguidas después de 1945, la sociedad de consumo posterior, han integrado desde un punto de vista socioeconómico a los trabajadores en el marco de un Estado representativo y a través de un complejo sistema de partidos y organizaciones sociales. Pero las crecientes demandas sociales no han encontrado

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una respuesta satisfactoria de parte del neocapitalismo latinoamericano, cada vez más dependiente y más vulnerable (como la crisis reciente ha demostrado), y en el que los intereses del capitalismo privado y del Estado se enfrentan cada vez más con el interés colectivo. La combinación de graves tensiones sociales, entre las demandas mayoritarias y los agentes dominantes privados, con un sistema político democrático, en el que jueguen un rol esencial, los partidos políticos, planteando la necesidad histórica de la alternativa de un socialismo democrático plural. En tal sentido, manejar esta realidad requiere de partidos que superen el síndrome de la tortícolis histórica, que padecen. Que instalen el foco de la discusión, en lo programático, en lo epistemológico, lo humano, lo ético, que les permita afirmarse con fuerza entre el pueblo que sigue teniendo preterida su esperanza de redención social. El sentido y naturaleza de nuestra adscripción definitiva a conquistas del ser humano, justicia, igualdad, libertad, como lo recoge Tucídides del discurso de Pericles, en una de las descripciones más vivas y emocionantes de la democracia, pero sobre todo resaltando que en esta lucha tiene que participar todo el pueblo que es el verdadero demóscrato (gobierno del pueblo). Hay que repasar la historia antigua y reciente; volvamos y demos una hojeada a la experiencia peruana, acaecida con el general Velazco Alvarado, hay que sospechar de esas falsas firmezas, mientras atesoran riquezas como pretendiendo revivir a los viejos faraones egipcios, y todo sin que hayan construido por lo menos una monumento que los inmortalice en los siglos por venir. Un movimiento político, social, serio, debe diseccionar estas realidades. O se gana el

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futuro o medrarán por siempre subsumisión, he allí el dilema…

en

una

suerte

pgpgarcí[email protected] Caracas, agosto 2009.

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de