Cuento Venezolano Tio Tigre y Tio Conejo

CUENTO VENEZOLANO TIO TIGRE Y TIO CONEJO. AUTOR ANTONIO ARRAIZ El pobre tío Tigre estaba echado debajo de una mata de ma

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CUENTO VENEZOLANO TIO TIGRE Y TIO CONEJO. AUTOR ANTONIO ARRAIZ El pobre tío Tigre estaba echado debajo de una mata de mangos relamiéndose sus pobres patas ya que un Puerco Espín le había lanzado todas sus espinas por todo su pobre cuerpo. Ese Tío Conejo si es mañoso y astuto. Se dio cuenta a tiempo de que lo había engañado ofreciéndole una mano de cambur para comérmelo, y ni corto ni perezoso llamo al tío cachicamo que a su vez era muy amigo del Puerco Espin, y no me dio tiempo ni siquiera de ponerle una garra encima gimiendo todavía por el dolor que le habían producido las heridas de las espinas. Sin embargo, en ese momento paso un gran zamuro cerca de Tío tigre diciéndole: Quieres comerte a Tío Conejo, yo te puedo ayudar, pero eso sí, me tienes que dar una parte de los animales que caces para tus comidas. Tío Tigre no muy convencido lo observo, pero al final acepto:- Pero, ¿cómo? ese conejo es muy mañoso. El Zamuro le indico: - Detrás de esa gran sembradía de cambures, y al final de una gran hilera de matas de mangos y lechosas corre un riachuelo, allí se encuentra escondido en el fondo del rió una gran olla, dicen que es la olla de los deseos, y cualquier deseo que pidas se te puede cumplir, incluso atrapar al mañoso de Tío Conejo. Tío Tigre muy entusiasmado se afilo sus grandes garras imaginándose que todo seria muy fácil, y ya se estaría comiendo a tío conejo. Sin embargo, una iguana lo había escuchado todo, y se fue a donde vivía Tío Conejo. Mira Tío Conejo, Tío Tigre te tiene una trampa, te va comer pero eso si consigue la olla de los deseos. La olla se encuentra en el río que se encuentra cerca de la hilera de matas de mangos y lechosas. – Pues, yo voy a descubrir primero esa olla. A mi no me comen tan fácilmente- Dijo Tío Conejo. A pesar de que Tío Tigre era muy veloz, Tío Conejo también muy ingenioso, así que le dijo su amigo canela, el caballo que habitaba cerca de su madriguera que lo llevase al río porque ya Tío Tigre llevaba la delantera, explicándole en el camino todo lo referente a la olla. Cuando Tío Conejo ya había llegado al río, Tío Tigre estaba a poco metros de distancia, y este ya había divisado donde estaba la olla. Sin embargo, debajo de los matorrales se encontraba una mofeta. Tío Conejo la llamo:Mira, allí esta Tío Tigre, y te voy a decir un secreto, el tiene planeado mudarse para acá para comerse todos los animales que viven por este sector. Tú eres el único que los puedes salvar. Acércate sigilosamente, y lanza tu perfume, y así saldrá corriendo, y no se le ocurrirá venir mas por estas regiones encantadoras- La mofeta, que de solo la idea de pensar que iba ser el bocadillo de ese felino o alguno de sus amigos no pierdo tiempo, y se le acerco a Tío Tigre. _ Hola, Tío Tigre. ¿Qué haces por aquí? -Lanzándole en ese momento a Tío Tigre su delicioso perfume. Y el pobre Tío Tigre cubriéndose de la hediondez del perfume de la mofeta se lanzo al río. En ese momento, Tío Conejo encontró la olla y se la llevo corriendo a su guarida, y pidió a la olla mágica que le trajera siempre zanahorias, y frutas en los tiempos de lluvia, y cómo el era muy generoso lo compartió con todos sus amigos. Y colorin colorado este cuento se ha acabado. Nota: Antonio Arraíz fue un escritor venezolano autor de los relatos de Tío Tigre y Tío Conejo dirigido al público infantil. Sus relatos son humorísticos y divertidos para niños ygrandes.

. CREANDO UN CUENTO

 Completo la historia

Una vez el lobo tuvo la muy mala idea de ir a visitar a la abuela de Caperucita. Ese día la abuelita estaba de muy malhumor y...

ARBOL VANIDOSO SENSIBILIDAD L os tres árboles conversaban: -Tú eres el más joven y puedes doblar tus ramas para tocar el agua. -Sí, pero mi tronco es débil y tengo miedo de quebrarme -respondió el aludido-; preferiría estar en tu situación. Ya sabes a qué atenerte; yo no quiero desviar mi destino sólo por probar algo diferente. -No discutan -dijo el de mediana estatura-, uno por viejo y el otro por inmaduro están llenos de temores. Es mejor ser como yo: mi tronco es grueso, pero además flexible. Estoy en la flor de la vida. Dos pájaros pasaban por ahí y escucharon. Con una risita burlona se posaron en las ramas del árbol presuntuoso. Empezaron a picotearlo hasta que se fue doblando. Sus dos vecinos no salían del asombro. Antes de retirarse, el jefe de la parvada dijo: -El árbol viejo nos cobijó en su sombra; el joven nos llenó de vida; pero tú eres vanidoso, por eso ahora tienes tu castigo. -Aprendí mi lección -dijo el árbol herido- no volveré a ser vanidoso nunca más. Los pájaros y los árboles sonrieron con alegría, porque su compañero comprendió el valor de la sensibilidad para no lastimar al prójimo.

AUTORA: Elvia Esthela Salinas Hinojosa

TOÑO Y LA SIRENA, Por Merceder Huertas Giol

A Toño le han regalado una red para que pueda pescar, a la orilla de la playa.

Muy ilusionado se fue el domingo a probarla y empezó a echarla, pero por el momento sólo sacaba del mar, algas y algún pequeño pescado, el cual devolvía al mar para que pudiera crecer.

Después de varias horas, cogió algo que brillaba en la red, y con cuidado lo sacó para ver que era.

Con gran sorpresa vio una orquídea de sal cristalizada, y contentó pensó que se la regalaría a su madre, y le daría una gran alegría.

Pensando en lo que había encontrado, se sentó en una piedra, que salía del mar a descansar. De pronto oyó una voz a sus espaldas, se volvió y vió la sonrisa de una hermosa niña sirena que le dijo: -Veo que has encontrado mi flor de cristal. La había perdido y estaba disgustada, ya que todas las sirenas tenemos una, que nos regaló nuestro Rey Neptuno.Entonces Toño se dio cuenta que era una sirena niña, y le dijo: - Yo quería regalársela a mi madre.-

La sirena le contestó: - Yo puedo traerte del fondo del mar un buen regalo para tu madre, si me das mi orquídea.-

Toño sin pensarlo dos veces, se la dio, y la sirena con una gran sonrisa la cogió y se fue hacia el fondo del mar. El niño pensó, igual ya no vuelve, pero claro, si la flor es de ella, él no podía quitársela. Terminaba de pensar en esto, cuando salió la sirena con una gran concha, ¡era una ostra! La sirena le dijo: - Cuando tu madre la abra, verás como le gusta, pues tiene una bonita perla.Se dieron las gracias mutuamente. La sirena se hundió en el mar y Toño

Profesora: María Arnelys Yépez

Itzelina empezó a caminar más rápido, por que llegaba la hora en que el sol se levantaba y ella quería estar a tiempo praa atrapar los primeros rayos que lanzara.

Pasaba por un corral, cuando un gallo que estaba parado sobre la cerca la saludó. - Hola bella Itzelina ¿A dónde vas con tanta prisa? - Voy a la alta montaña, a pescar con mi malla de hilos, todos los rayos del sol, y así poder compartir algunos con mi amiga la ardilla voladora para que encuentre su alimento, y con mi amigo el árbol para que siga creciendo y le de hospedaje a muchos pajaritos.

- Yo también te pido algunos rayos de sol, le dijo el gallo, para que pueda saber en las mañanas a qué hora debo cantar, y los adultos lleguen temprano al trabajo y los niños no vayan tarde a la escuela. - Claro que sí amigo gallo, también a ti te daré algunos rayos de sol, le contestó Itzelina Bellas Chapas.

Itzelina siguió caminando, pensando en lo importante que eran los rayos del sol para las ardillas y para los pájaros, para las plantas y para los hombres, para los gallos y para los niños. Entendió que si algo le sirve a todos, no es correcto que una persona lo quiera guardar para ella solita, por que eso es egoísmo. Llegó a la alta montaña, dejó su malla de hilos junto a ella, se sentó a esperar el sol y le dio los buenos días. Ahí, sentadita y sin moverse, vio cómo lentamente los árboles, los animales, las casas, los lagos y los niños se iluminaban y se llenaban de colores gracias a los rayos del sol.