Comentario de Al Pie Del Acantilado

“AÑO DE LA CONSOLIDACIÓN DEL MAR DE GRAU” CURSO: LITERATURA. DOCENTE: EDWIN CHILLCCE. ESTUDIANTE: QUISPE CUELLAR MILAGR

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“AÑO DE LA CONSOLIDACIÓN DEL MAR DE GRAU”

CURSO: LITERATURA. DOCENTE: EDWIN CHILLCCE. ESTUDIANTE: QUISPE CUELLAR MILAGROS MARTINA. GRADO Y SECCIÓN: 4º “I”

2016

COMENTARIO DE AL PIE DEL ACANTILADO “Al pie del acantilado”, escrito por Julio Ramón Ribeyro en Huamanga, es parte de la recopilación de cuentos “La Palabra del Mudo”. Contemporáneo a La Generación del 50 se remonta a la dictadura del General Manuel A. Odría y la potencialización de los movimientos migratorios del campo a la capital. En consecuencia esto trajo la creación de barriadas y pueblos jóvenes, los cuales sufrieron de explotación, opresión y marginación por parte de sociedad limeña. De esta manera surgió una modernización en la literatura, naciendo de esta manera el realismo urbano. Julio Ramón Ribeyro representa esta corriente literaria, denunciando temas como la marginación en sus obras “Al pie del acantilado”, “Alienación”, “La tela de Araña”, “Interior L”, entre otros. Asimismo, los autores contemporáneos Enrique Congrains con sus obras “Lima, hora cero” (1954) y “No una, sino muchas muertes” (1958) que presentan la visión realista de la sociedad limeña de la época, la realidad de la urbe cambiante y la aparición de personajes marginales y problemáticos en sus obras. La exclusión social a los migrantes andinos en la sociedad limeña es la temática principal del cuento. Don Leandro y sus hijos habían sido echados de todos los lugares a los que habían ido. “Veníamos huyendo de la ciudad como bandidos porque los escribanos y los policías nos habían echado de quinta en quinta y de corralón en corralón” (p. 297). Se observa el rechazo de la sociedad por los migrantes indígenas, obligándolos a invadir lugares inhóspitos como muladares, ruinas y “al pie del acantilado”. Por otro lado, la pobreza se aprecia notoriamente, el protagonista y su familia eran personas de escasos recursos, desempleados que no contaban con un techo propio. “Al principio no supimos qué comer y vagamos por la playa buscando conchas y caracoles” (p. 298). Asimismo, el machismo se evidencia en las palabras de Samuel. “Las mujeres, ¿para qué sirven? Ellas nos hacen maldecir y nos meten el odio en los ojos» (p. 311). El pensamiento de la época hacia las mujeres, como seres inservibles, que no hacían más que chismorrear. A partir del tema central se desprenden otras ideas como los migrantes invaden por la necesidad de tener un lugar donde vivir. Ellos invaden propiedades ya sean del estado o privadas en busca de un lugar donde establecerse, donde tener seguridad y protección, ya que ellos en la capital no cuentan con ningún bien. Asimismo, el migrante indígena sufre abusos por la sociedad limeña de altos cargos. Se evidencia cuando los bañistas no querían pagarle 10 centavos a Don Leandro por el mantenimiento de la playa; aprovechándose de su ignorancia, ya que no sabían

cuales eran sus derechos. De la misma manera se puede apreciar esta idea cuando la barriada y Don Leandro fueron desalojados a la fuerza del terraplén por la municipalidad. No les importó si las personas tenían donde quedarse o a donde irse a pasar la noche y tampoco consideraron que Don Leandro y su difunto hijo Pepe habían trabajado duramente por arreglar esa playa cuando la encontraron en ruinas. Los desalojaron y dejaron a su suerte. Finalmente, el miedo a envejecer solo de Don Leandro. Él con la muerte de su hijo Pepe y tras el abandono de Toribio, no tenía a nadie más. Sintió una gran tristeza al estar tan solo, aunque aparentaba no estarlo en el fondo tenía temor a la soledad. Como se ve: “Esto era mentira: yo lo hubiera mantenido toda mi vida, no sólo porque era mi hijo sino porque tenía miedo de quedarme solo. Por la tarde no tenía con quién conversar y mis ojos, cuando había luna, iban hacia los tumbos y buscaban la barcaza, como si una voz me llamara desde adentro” (p. 309). La soledad ya que tampoco contaba con amigos, los vecinos de la barriada decían que Leandro estaba loco. De esta manera Don Leandro, se quedó solo sin hijos y sin amigos. “Verdad que es triste quedarse sólo, así, mirando a sus animales” (p. 310). El sentimiento resaltante en la historia es la perseverancia en Don Leandro. Después de haber sido desalojados de la ciudad, él y sus hijos buscaron un nuevo lugar donde ir, siguieron adelante con pensamientos progresistas. En el barranco ellos sin ayuda de nadie construyeron su casa propia. Tiempo después comenzaron a trabajar como pescadores, y después arreglaron la playa con la finalidad de recibir algún ingreso de los bañistas. En la comparación de Don Leandro y las higuerillas dice que estas son pisoteadas, que nadie vela por ellas, sin embargo ellas siguen aferradas a la vida. Somos como la higuerilla, como esa planta salvaje que brota y se multiplica en los lugares más amargos y escarpados -[…] Ella no pide favores a nadie, pide tan solo un pedazo de espacio para sobrevivir. No le dan tregua el sol ni la sal de los vientos del mar, la pisan los hombres y los tractores, pero la higuerilla sigue creciendo, propagándose (p. 279). Finalmente, en el desenlace se muestra que a pesar del desalojo Don Leandro decide busca una nueva higuerilla, lo que significa un nuevo hogar. Acompañado por su hijo Toribio y su esposa Delia el inicio de un nuevo comienzo. Además, el hijo que Delia esperaba significaba un motivo por el cual seguir luchando. Por otro lado, la muerte de un hijo en cualquier padre causa un gran dolor. La tristeza que sintió Don Leandro al escuchar que el cuerpo de su hijo fue encontrado

sin vida fue fatal para él. “Perder un hijo que trabaja es como perder una pierna o como perder un ala para un pájaro. Yo quedé como lisiado durante varios días” (p. 310). Además, el sufrimiento de Don Leandro cuando Toribio le reclama que por su culpa no puedo estudiar, y también lo culpa de que actualmente él no sabía cómo ganarse la vida. La perseverancia y la resiliencia son sentimientos que se aprecian en toda la historia. El superar la muerte de un hijo, el rechazo y la marginación de la sociedad hacia él, el abandono de su hijo menor, entre otros sucesos que llenaron de tristeza a Don Leandro demuestran como a pesar de esto él nunca perdió las ganas de vivir y la esperanza. Cuando Toribio se escapa, Leandro comenzó a construir un cuarto para cuando regrese, porque en el fondo de su corazón de padre él quería que volviera. El argumento se centra en Don Leandro, un migrante andino. Él y sus 2 hijos llegaron a los viejos baños de Magdalena y construyeron su propia casa en medio de la ruina que encontraron. Al principio fue difícil, hasta que llegó Samuel, un hombre misterioso que tenía la habilidad de componerlo todo, él les ayudo a cambio de comida. En el verano siguiente Pepe y Don Leandro comenzaron a arreglar la playa y posteriormente a cobrar por el ingreso a esta. Lo que les resulto exitoso ya que poco a poco llegaban más bañistas, estaban viviendo un momento de prosperidad. Hasta que un día, Pepe no volvió más, este murió en el mar al tratar de sacar unos viejos fierros que allí yacían. A partir de este momento las cosas se pusieron después más difíciles, había crecido una barriada de migrantes en aquel acantilado que antes estaba desolado y el verano siguiente no volvió a traer más bañistas. Finalmente la municipalidad desalojó a toda la barriada. Don Leandro sin tener un lugar donde ir, junto con Toribio y su esposa fueron en busca de un nuevo hogar. La historia comienza haciendo alusión a una metáfora. Una comparación entre la vida de las higuerillas y la de la gente del pueblo. Ambas viven pisoteadas, sin pedir nada a nadie en lugares marginales. Ribeyro usa este recurso para dar a conocer los orígenes de la familia de Don Leandro. La narración esta en tiempo pasado, en primera persona y con un final abierto, ya que no nos dice que es lo que pasara ahora con los personajes en este nuevo hogar encontrado. Asimismo, la historia es lineal ya que los acontecimientos van sucediendo de manera cronológica. Sin altos al pasado o flash forward. Julio Ramón Ribeyro configura sus personajes a través de sus acciones objetivas como el éxito, la aventura, las ilusiones o fracasos; así mismo, las acciones subjetivas

como el revelamiento de su mundo interior y expectativas. El personaje principal de esta historia es Don Leandro, un personaje complejo, un punto medio entre lo plano y lo redondo; ya durante toda la historia mantiene las ganas de superación y progreso frente a las adversidades que se le presentan. Hombre migrante de la sierra, padre soltero de 2 hijos. Durante la historia muere el mayor de sus hijos y el otro lo abandona. Fue un buen padre, pese a los limitados recursos que poseía siempre trabajaba por sus hijos. Además, era perseverante, inteligente y soñador, como todo migrante creía que podría encontrar nuevas oportunidades en la capital. Por último, se rescata la solidaria persona que era, puesto que cuando la gente de la barriada viene a pedirle que los defienda del desalojo, él no se negó; a pesar que esta gente lo haya marginado diciéndole loco y negándoles su amistad. Como personajes secundarios tenemos a los 2 hijos de Don Leandro: Pepe, el mayor de ellos, de carácter progresista, alegre y trabajador. Don Leandro dice refiriéndose a él: “Perder un hijo que trabaja es como perder una pierna o como perder un ala para un pájaro. Yo quedé como lisiado durante varios días” (p. 307). La muerte de Pepe significó un golpe muy duro para su padre, quien quería que lo entierren al pie de las campanillas- las flores que le gustaban a Pepe; flores pobres, las que nadie quiere ni para su entierro. Demostrando con esto la humildad y sencillez de Pepe. El segundo hijo es Toribio, personaje redondo. No le gustaba el trabajo y siempre añoró la vida de la ciudad. Reprochaba a su padre su estado económico, ya que por esto nunca pudo ir a la escuela. “Si me hubieras mandado al colegio ahora sabría qué hacer y podría ganarme la vida” (p. 310). Toribio y su padre no tenían una buena relación. Don Leandro lo comparó con una cometa. Él dijo “yo lo tenía sujeto apenas por un hilo y sentía que se alejaba de mí, que se perdía” (p. 311). Se enamora de Delia, con la que escapa de su casa y se van a vivir a la ciudad. Durante este tiempo el aprende como es ser un adulto, que la vida no es fácil y que todo cuesta, necesariamente lo aprendió porque tenía que velar por una familia, ya que Delia estaba embarazada. En consecuencia él madura y vuelve arrepentido a su padre y lo ayuda en la búsqueda de un nuevo hogar. Debido a este cambio de actitudes él es un personaje redondo. Finalmente en medio de la historia aparece un personaje misterioso, Samuel. Amigo de la familia de Don Leandro, les ayudaba componiendo cosas malogradas. Lo llevaron preso por el asesinato de su mujer hace años atrás. Además, él concebía un pensamiento machista, decía que las mujeres te malograban la vida y no servían para nada. “Al pie del acantilado”, representa el lugar de resguardo para los marginados, estos personajes desplazados socialmente, rechazados y obligados por la sociedad huyen

a lugares inhóspitos donde aparentemente no existe vida. Actualmente se sigue viendo la misma situación, como los migrantes en busca de oportunidades vienen a la capital, donde solo encuentran pobreza y por consecuente deben invadir por la necesidad de un techo en cerros y lugares de extrema escasez. Por otro lado, Ribeyro dedicó su cuento a Hernando Cortés, quién fue su compañero de tertulias en Europa, director de la primera representación de su pieza teatral Atusparia (1981) y padrino de su hijo. Según la composición interna, este cuento puede ser dividido en cinco apartados. El primero inicia con la frase “Nosotros somos como la higuerilla…” (p. 279) y finaliza con “…entonces sí que lloverá plata sobre nosotros” (p. 304). En él se evidencia la temática, el asentamiento de la familia de Leandro en el acantilado. El autor para escribir este apartado, realiza una comparación metafórica entre la higuerilla y la familia del narrador-personaje, Leandro; es decir, toda la caracterización de la primera hace referencia a la realidad social de este y su familia. Por ejemplo “Véanla como crece en el arenal, sobre el canto rodado, en las acequias sin riego, en el desmonte (…).Por eso digo que somos como la higuerilla, nosotros, la gente del pueblo” (p. 279). Así mismo, utiliza recursos estilísticos como la metáfora, símil, asíndeton, anáfora, exclamación retórica, polisíndeton, entre otros. Se utiliza mayormente la comparación a través del símil y la metáfora con el objetivo de reflejar la condición social de los protagonistas; por ejemplo “El barranco se va derrumbando cada cierto tiempo (…) se vendrá abajo y nos enterrará como a cucarachas (p. 299). “Al comienzo fueron los perros, esos perros vagabundos y pobres que la ciudad rechaza cada vez más lejos, como a la gente que no paga alquiler” (p. 300). Con respecto al segundo apartado, el tipo de discurso que predomina es el monólogo interior, debido a que se reflejar los sentimientos e ideas del personaje principal que han sido originados por las adversidades atravesadas durante su asentamiento. Este comienza con “Es raro: yo no había notado nada, ni siquiera tenía malos sueños” (p. 304) con final en “Solo los que tenían barco salían a (…), apenas de que hacer un caldo” (p. 307). Este apartado tiene como tema cómo fue encontrado el cuerpo de Pepe sin vida en el mar. Usando recursos literarios como la anáfora; con la frase “-El mar da, el mar también quita” (p. 306); la naturaleza así como les proporcionó recursos y trabajo ahora se había llevado la vida Pepe. En el tercer apartado tiene como tema central el rechazo de la sociedad hacia Don Leandro. No solo de la sociedad también de su hijo Toribio quien le reprocha que él sea un vago y no sepa cómo ganarse la vida. Después de eso la relación padre-hijo

era casi nula. Los sentimientos que se presentan aquí son la soledad y la tristeza. Don Leandro, vivía solo, después de haber perdido un hijo y haber sido abandonado por otro, él se vio inmerso en una gran soledad. Tristeza, cuando Toribio le reprocha que no haya sido un buen padre con él, le dolió tanto que golpeó a Toribio. Así mismo, se hace uso me monólogos interiores, la soledad hizo que el protagonista tenga muchos momentos para reflexionar y dejar a su conciencia hablar. El cuarto apartado narra el desalojo de la barriada por la municipalidad. Como idea que soporta esta temática es la que los personajes con autoridad se aprovechan de los de menos poder. En este caso la municipalidad abuso de su poder y desalojo sin piedad a la gente del terraplén. “-Están echando la barriada contra el mar (…) -Es un abuso” (p. 316), se hace uso del hipérbole para decir que los estaban desalojando. Los tractores los hacían retroceder por el barranco y ya casi estaban llegando al mar. Aquí se presenta el sentimiento de humillación. Cuando toda la gente de la barriada decide irse con la municipalidad, Leandro se pueda solo defendiendo su casa y su playa; solo frente a los tractores y el personal, quienes se burlaban humillándolo más. Finalmente, el quinto apartado comienza en la búsqueda de Leandro por un nuevo hogar. “Yo buscaba, buscaba siempre, por uno y otro lado, el único lugar” (p.320). Cuando refiere al único lugar, quiere decir la higuerilla. Esta que es tan semejante a la gente del pueblo. El cuento es narrado por el protagonista, Don Leandro. La postura del narrador es homodiegetica y el modo de narrar tiene una focalización interna fija (intradiegético). Asimismo, el tipo de discurso usado es directo regido ya se hace uso de marcas textuales “-¡Ya no hay fierros! -les gritaba” (p. 308). Dentro de la historia Ribeyro hizo uso del monólogo autobiográfico, soliloquio y el flujo de conciencia que le sirvió para representar y evidenciar los sentimientos en cada tragedia o sucesos en la vida del personaje principal. Asimismo, la obra cuenta con final abierto, al no mencionar que es lo que pasará con este nuevo hogar formado por Toribio y Delia, esta técnica es característica de este autor. Por otra parte, la historia culmina con el mismo hecho en el que comenzó “al pie del acantilado”, junto a una higuerilla lo que significaba la construcción de un nuevo hogar; Ribeyro de esta manera usó la técnica “Cuento que se muerde la cola”. Por otro lado, el tiempo interno es acelerado, ya que la historia abarca 7 años. Desde que Don Leandro y sus hijos se establecen en el acantilado hasta cuando los desalojan de este. “Aquí vivo desde hace siete años” (p. 314). Además es lineal ya

que no presenta alteraciones ni rupturas. Con respecto a la frecuencia, el establecimiento de un hogar junto a la higuerilla se da tanto al inicio como al final de la historia, dos veces el mismo suceso dentro del cuento. Inicia con el establecimiento de la familia en los antiguos baños de Magdalena. El nudo abarca las diversas adversidades que tuvo que pasar estas familias como: la muerte de Pepe, la rebeldía de Toribio y su escape de casa, el arresto misterioso de Samuel y finalmente culmina con el desalojo de la gente de las barriadas y la búsqueda de una nueva higuerilla para construir un nuevo hogar. Toda la historia acontece en los viejos baños de Magdalena, un espacio abierto. Este fue cambiando durante todo el cuento; cuando llegan solo eran ruinas, después lo van arreglando Don Leandro y su familia; finalmente la municipalidad decidió construir baños públicos ahí. Este representa un refugio para los marginados, una pestaña entre la gran ciudad y el mar. Un lugar donde Don Leandro encontró refugio por 7 años. “Pero al año ya teníamos nuestra casa al fondo del barranco y ya no nos importaba que haya arriba la ciudad fuera creciendo” (p. 298). Asimismo, la playa significaba una fuente de recursos, la naturaleza les daba la forma de subsistir a las adversidades que se presentaban. “Allí estaba el mar, sin embargo. Uno nunca sabe todo lo que contiene el mar. Así como el mar nos daba la sal, el pescado, las conchas, las piedras pulidas, el yodo que quemaba nuestra piel, también nos dio fierros el mar” (p. 299). Esto hace alusión cuando su casa se venía abajo, porque la tierra del barranco con el tiempo se iba deslizando. Con los fierros que el mar poseía, por una embarcación encallada tiempo atrás, la usaron para hacer un contrafuerte e impidieron que su casa se derrumbe. Con respecto al estilo, a nivel semántico; Ribeyro uso la combinación de los significados de las palabras; usando metáforas, símiles e hipérboles. La metáfora, cuando hace la caracterización de la higuerilla haciendo referencia a la realidad social de esta y la de su familia; migrantes andinos. Asimismo, usó el símil; “Como un torrente descendía la barriada” (p. 311), este símil hace referencia a la manera abrupta del desplazamiento de la barriada al barranco. Además hace uso de la personificación; “-El mar da, el mar también quita” (p. 306) pone al mar como fuente de recursos, ejemplifica a la naturaleza. También en “(…) como la gente que no paga alquiler”; alude a los perros vagabundos que la ciudad rechaza, comparándolos con las personas marginadas. Estas figuras ayudan a la mejor comprensión del cuento, ya que relaciona la historia con casos cotidianos, mostrando como se da la marginación en la sociedad.

A nivel morfológico; hace uso de peculiaridades en los adjetivos y verbos. La adjetivación, muestra rasgos específicos de los personajes. Con respecto a su posición los coloca después del sustantivo para indicar que el objeto es más importante que sus cualidades. Como esa planta salvaje, perros vagabundos o perros escuálidos. Asimismo, se presentan verbos que señalan la actividad o pasividad de los personajes. Se presentó activismo cuando Don Leandro sale en busca Pepe “Ambos empezamos a correr por la playa oscura” (p. 289). Por otro lado cuando él refiere a “Yo me decía” (p. 301) sus cavilaciones representan su actitud pasiva. A nivel sintáctico, al autor emplea el orden oracional habitual sujeto-objeto (s)circunstancial, aunque a veces no menciona al sujeto. Con lo referente a la extensión de las oraciones emplea oraciones breves y largas, las primeras son concretas en la acción, mientras que las segundas pausan el ritmo y explican hechos.

El tono usado en el cuento depende a los hechos cotidianos que se suscitan. En el primer apartado, el tono es de felicidad y progreso al encontrar un lugar donde poder asentarse. Por otro lado, en el segundo apartado se evidencia un todo de angustia y desesperación, al no encontrar el cuerpo de Pepe y finalmente un tono de tristeza al saberlo muerto. En el tercer apartado, existe un tono de tristeza por la mala relación entre Don Leandro y su hijo Toribio, acentuándose más cuando Toribio le recrimina su fracaso en la vida a su padre y cabe resaltar la tristeza producida por la soledad. “Verdad que es triste quedarse sólo” (p. 310). Con respecto al cuarto apartado, cuando son desalojados, se muestra un tono de humillación, Don Leandro fue traicionado por los de la barriada, él se quedó solo defendiendo su casa, sabiendo que ya nada podía hacer. Finalmente, en el último apartado vuelve el tono de felicidad por el retorno de Toribio y el encuentro de un nuevo hogar. Por otro lado, el lenguaje utilizado es coloquial debido a que en el relato no se hacen presentes las palabras rebuscadas o formales y de difícil comprensión. “Buen aire se respiraba pero andábamos despacio porque la Delia estaba encinta” (p. 320). Encinta es una palabra coloquial, y cuando dice la Delia usando el artículo se ve el lenguaje propio de la sierra. Cabe resaltar que, sin embargo, el cuento también posee un lenguaje muy literario, ya que se hace uso de diversas figuras retóricas. En el cuento predomina el valor cultural, social, humano y literario. El valor cultural, ya que presenta a los provincianos andinos en medio de la sociedad aristocrática. El valor social porque se narra las injusticias que cometen los seres que

poseen poder hacia las personas vulnerables y desamparadas. Estas personas que ni siquiera tienen un lugar a donde ir, y son desalojadas. Que el narrador nos cuenta como los seres poderosos privan de estos a los seres que se encuentran un alto grado de vulnerabilidad. El valor humano debido a que se narran los sentimientos que estos expresan en diversas ocasiones donde se vive la injusticia en todas sus formas. Y por último, el valor literario porque el cuento es una muestra de la literatura de esa época y porque refleja el estilo clásico del autor, quien pertenece a la corriente literaria del realismo. La trascendencia del autor recae en la temática de sus obras. Al defender a los personajes marginados, los migrantes provincianos y denunciar los hechos de explotación y opresión de la que son víctimas. Las distintas formas de marginación, discriminación hacen que las personas se identifiquen con estos problemas sociales. El hecho de restituir la palabra de los que no pueden hablar, ya que sus derechos han sido suprimidos lo hace un hombre que busca una equidad social y que la voz de anhelos, arrebatos, angustias sean escuchados. La marginación social, como temática central del cuento se opone a los principios y a la filosofía del IB. Tener mentalidad abierta significa aceptar y tolerar las diferentes culturas, los lugares de procedencia. El marginar es un acto de rechazo hacia una cultura, un estilo de vida con el fin de perjudicarle en algún sentido o de evitar que cause algún perjuicio a la colectividad. En este caso se ve la marginación a la cultura andina haciéndoles sentir inferior, oprimiendo y desplazando sus derechos.