CELULITIS

La Celulitis o Paniculopatía esclero-fibro-edematosa (PEFE) Se manifiesta por el edema (acumulación o retención de líqui

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La Celulitis o Paniculopatía esclero-fibro-edematosa (PEFE) Se manifiesta por el edema (acumulación o retención de líquidos) y la acumulación grasa con alteración distrófica en algunas zonas del cuerpo. Estas alteraciones se producen en el tejido celular subcutáneo, tejido graso que se encuentra inmediatamente por debajo de la piel, y compromete la circulación de esa zona, incluyendo la piel que está por encima. El edema (retención de líquidos y proteínas) se comienza solidificar, constituyendo un tejido histopatológico muy similar a una gelatina (sustancia que procede de la transformación del colágeno del tejido conjuntivo por efecto de la cocción) y se va transformando de pequeños a grandes nódulos, que se unen a la piel por pequeñas fibrillas, conformando estructuras trabeculadas, que le dan el aspecto de “Piel de naranja” tan característico. Todo se origina en un colapso micro circulatorio, que va evolucionando en 4 fases que coinciden con las manifestaciones de cada una de las entidades clínicas: 

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Las células adiposas se hinchan provocando una hiperpresión en todos los tejidos circundantes, afectando principalmente a los vasos linfáticos superficiales. Las paredes vasculares se hacen excesivamente permeables y acumulan fluidos. El drenaje linfático se hace insuficiente y se acumulan proteínas en el tejido extracelular que por la presión osmótica atraen agua, aumentando aún más la presión en el tejido y formándose un edema. Las células adiposas se agrupan y son comprimidas por las fibras de colágeno, que dificultan aún más la circulación. Con el tiempo estas fibras de colágeno (como tabiques verticales) se endurecen y se contraen, fraccionando hacia

debajo de la epidermis. De esta forma aparecen hoyuelos en la piel.

Estadios clínicos Estadio I: Fase edematosa: Es la fase subclínica en la que se encuentran pocos signos. Histológicamente encontramos estasis circulatorio, venoso y linfático, que provoca edema. Esta fase es reversible. Estadio II: Fase edematofibrosa: Debido al éxtasis circulatorio, los capilares dejan filtrar al tejido subcutáneo

suero y exudado con gran contenido de mucopolisacáridos, lo cual produce una alteración de la morfología del tejido conjuntivo, y por lo tanto una disminución de la elasticidad cutánea (aparece la "piel de naranja"). Se observa mayor pastosidad de la piel, disminución de la elasticidad de la misma, así como presencia de edema maleolar. Esta fase también es reversible. Estadio III: Fase fibroesclerótica: Se producen elementos fibrosos y se destruyen las fibras de colágeno. Hay un aumento de mucopolisacáridos y fibrina de origen plasmático, se van dando por comenzado el proceso de alteraciones estructurales con la formación de semicápsulas que envuelven a grupos de adipocitos, formándose el micromódulo. La piel presenta un aspecto más pálido, hipotermia debido a la insuficiente circulación. Se palpan nódulos, hay edema y constante sensación de piernas cansadas. En esta fase se hace más difícilmente reversible. Estadio IV: Fase Esclerótica: Se produce una alteración nutricional de los elementos del tejido conjuntivo debido a la compresión de vasos y nervios. Histológicamente las fibras colágenas neo formadas se espesan y constituyen la primera fase de la esclerosis conectiva. Se produce la fusión de los micronódulos en macronódulos circundados por una cápsula única esclerohialina. Clínicamente estos macronódulos son visibles y se manifiesta lipoedema en las zonas afectadas. La presión es tal que es definitiva la compresión de vasos y terminaciones nerviosas produciendo dolor provocado y algunas veces espontáneo. Los cambios tróficos son irreversibles. CAUSAS: 1. Hormonales. Una producción elevada, la ingesta de hormonas (píldora anticonceptiva) o cambios durante el desarrollo (pubertad o embarazo) pueden favorecer la aparición de celulitis o empeorarla. 2. Predisposición Genética: se repite en la familia. 3. Sedentarismo. El ejercicio activa la circulación y mejora el metabolismo de las células adiposas.

4. Estrés. Produce una falta de la calidad de la circulación periférica, con una pérdida del riego sanguíneo que impide la eliminación de los productos de deshecho. 5. Alimentación. Una alimentación inadecuada, elevada en calorías, favorece la obesidad y por lo tanto empeora la celulitis. El consumo de sal favorece la acumulación de líquidos, por lo que una alimentación baja en sodio y con abundante agua facilita la eliminación de los nódulos celulíticos. 6. Vestido inadecuado o una estática postural inadecuada. Pueden generar hiperpresión en algunas zonas disminuyendo la corriente sanguínea y favoreciendo la retención de líquidos. 7. Microcirculación linfática enlentecida. 8. Factores mecánicos: pie plano y columna vertebral alterada “El tratamiento más adecuado debe llevarse a cabo por un equipo multidisciplinar que incluya las figuras del endocrino o médico especialista, nutricionista y esteticista” Grados de la Celulitis: Esta se mide en grados: en los estadios iniciales las irregularidades en la piel son casi imperceptibles o solo se notan ante la contracción muscular y en los grados avanzados son bien objetivables.  Grado 1: Paciente asintomático. La piel tiene un aspecto liso y uniforme tanto cuanto estás de pie como acostada y al pellizcarla no aparece piel de naranja. Predomina en la parte inferior de los glúteos.  Grado 2: La piel sigue teniendo un aspecto liso y uniforme, pero al pellizcarla o al contraer la musculatura aparece la piel de naranja. Hay palidez, descenso de la temperatura y disminución de la elasticidad tras la compresión de la piel o la contracción muscular. Predomina en los glúteos de manera más acentuada y en la parte alta de los muslos.  Grado 3: La piel está lisa al estar acostada, pero al levantarnos ya podemos percibir la piel de naranja. Sensación

de granulación fina a nivel profundo en la palpación. Dolor a la palpación. Se localiza en todas las zonas sensibles como glúteos, muslos, cadera, abdomen.  Grado 4: Se ve la celulitis tanto cuando estamos de pie como cuando nos acostamos, sin embargo, su percepción es leve. Sus nódulos son más palpables, visibles y dolorosos, adheridos a planos profundos.  Grado 5: Es el grado más grave, cuando podemos percibir la celulitis tanto acostadas como en pie, con o sin pellizcos. Tipos y sus características: 1. Celulitis edematosa: Sensación de pesadez por acumulación de líquidos y sustancias de deshecho en las células; hormigueo. A veces es asintomática. Es la celulitis que se presenta en el lipedema. Este tipo de celulitis se presenta en mujeres de cualquier edad, pero en especial en jóvenes y adolescentes. Afecta las piernas y se aprecia a simple vista la piel de naranja. 2. Celulitis fibrosa: Formación de nódulos. Incapacidad de deslizamiento suave sobre la zona afecta. 3. Celulitis esclerótica: Piel de naranja en la parte lateral de los muslos y en la zona glútea. 4. Celulitis generalizada: Es exclusiva de las mujeres con obesidad y desórdenes alimenticios. Aparece en la pubertad, y empeora con los años. 5. Celulitis localizada: Aparece en la pubertad, la adolescencia, y la adultez (hasta los 35 años). Produce gran dolor y pesadez (piernas cansadas). Se localiza en piernas, abdomen, glúteos, tobillos, espalda, brazos y debajo de los hombros. 6. Celulitis dura: Es propia de mujeres deportistas o bailarinas con músculos firmes y tonificados. Aparece junto con estrías, como resultado de una ruptura de las fibras elásticas de la piel. Para detectarla, hay que pellizcar la zona para ver la formación de la piel de naranja. Este tipo de celulitis no causa dolor.

7. Celulitis blanda: Es típica de las personas sedentarias, de las que abandonan la actividad física, y de las que suben y bajan de peso de forma brusca. Está celulitis viene acompañada de síntomas como fatiga, debilidad, nerviosismo, insomnio, y deformaciones como venas varicosas y edemas blandos con retención de líquidos.