Casiano Floristan, Vaticano II Un Concilio Pastoral

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Casiano Floristán

VATICANO II UN CONCILIO PASTORAL

Ediciones Sígueme Salamanca 1990

CONTENIDO

Maquetación y cubierta: Luis de Ho¡na

Introducción

1.

El hecho del concilio

1. 2. 2,

9 11

Desarrollo del Concilio Vaticano Mensaje del Concilio Vaticano

tr

....

II ....;........

Las cuatro contituciones

3. 4.

59

Verbum)

6l

La reforma litúrgica (Constitución Sacrosanctum concilium)

5.

81

gentium)

lO7

spes)

125

La Iglesia en el mundo (Constitución Gaudium et

El posconcilio

7. 8.

.....

La nueva conciencia eclesial (Constitución Lumen

6.

35

La renovación bíblica (Consütución Dei

Ediciones Slgueme, S.A, Apartado 332 - 37080 Salamanca @spaña) ISBN: 84-301-1111-5 Dep6sito legal: S. 321-1990 Print€d in spain Imprime: ffficas Ortega, S.A. Pollgono «El Montalvo». Sálamanca 1990

13

....

149

La recepción del Concilio Vaticano

El posconcilio en la

Iglesia

IL........

151

165

INTRODUCCION

El concilio Vaticano [[ es, sin duda, el acontecimiento cristiano más importante del siglo XX, comparable a los concilios de Calcedoniá y de Trento. Así lo juzgan innumerables voces, dentro y fuera de la lglesia. Suele reconocerse que se llevó a cabo en un momento propicio religioso y cultural en pleno cambio de la sociedad europea y en una excelente coyuntura mundial. Los movimientos de renovación anteriores al Vaticano II, en lucha contra fuerzas inmovilistas, propiciaron su feliz realización. Quienes comparan los resultados del Vaticano II con la situación teológica y pastoral de la iglesia preconciliar, tienen raz6n en decir que este acontecimiento conciliar fue el final de la contrarreforma, cese de la inmovilidad litúrgica, reconocimiento de los valores de la modernidad, redescubrimiento de una nueva conciencia de Iglesia y apertura a las exigencias de la palabra de Dios. Si se comparan sus propósitos con lo sucedido un cuafo de siglo después en la Iglesia, los juicios son divergentes. Hay quienes descalifican el Vaticano II como decisióñ petgrosa y-equivocada; otros juzgan negativamente el po.coniitio, por ñaberse comprendido y aplicado mal el propio texto conciliar; no faltan quienes afirman que nos estamos desviando del espíritu conciliar, sin que haya consenso sobre dicho espíritu. Lo cierto es que el Vaticano II tiene más detractores qui defensot"s. En cualquier caso es poco citado literalmente

por los teólogos más sobresalientes. Sin embargo, la batalla se libra en torno a una interpretación global de las afirmaciones y

I.

EL HECHO DEL CONCILIO

propósitos conciliares. A los diez años del Vaticano II se escribieron los primeros balances. Veinte años después las aportaciones por parte de teólogos, facultades o gfupos y Sínodo de obispos han sido innumerables. Celebramos en 1990 las bodas de plata de la clausura conciliar. Mi propósito es recoger lo más sobresaliente que en estos rlltimos años se ha escrito sobre el Vaticano II, es decir, sobre su recepción y puesta en práctica. Para esto es necesario, creo yo, recordar lo que fue el Vaticano II, cómo se desarrolló y qué mensaje propuso. Me he detenido particularmente en el análisis de las cuatro constituciones consideradas como los documentos decisivos. Después hago balance del período posconciliar. Entiendo que el Vaticano II fue un concilio pastoral. Desde esta perspectiva me dirijo primordialmente a unos lectores que por edad no vivieron aquel acontecimiento, sin olvidar a quieñes siguieron paso a paso el concilio y han olvidado quizá su importancia o sus resoluciones. Lo que en última instanciarpretendo es ayudar a clariñcar el esplritu del concilio -repito- desde un punto de vista pastoral, como ayuda a quienes tabajan en este campo decisivo de la vida cristiana.

Madrid, 6 de enero de 1990, festividad de la Epifanía

10

ll

1. DESARROLLO DEL CONCIUO VATICANO tr

l. Ins comienzos a)

del Vaticano

II

El anuncio conciliar

Después que Plo IX (1846-1878) declaró el dognra de la infalibilidad del papa en el Concilio Vaticano I (1869-1870) parecían innecesarios los concilios; bastaba el magisterio pontificio. De hecho los pontificados desde Pío IX a Pfo XII tuvieron una cierta continuidad en sus decisiones y declaraciones, sin necesidad de convocar un concilio. A lo sumo algunos papas intentaron terminar el Vaticano I, intemrmpido en 1870 por la entrada en Roma de las tropas que anexionaron al reino de Italia gran pafe de los Estados Pontificios. Asl lo pensó Pfo XI, pero la gravedad de la situación internacional en la década de los años veinte le hizo desistir'. En 1948 Pío XII tuvo el mismo deseo pero, dadas las opiniones contrapuestas, renunció al proyecto en 1951'z. De ahí que causase una gran sorpresa la convocatoria de un nuevo concilio hecha por Juan XXIII en la basílica romana de San Pablo el 25 de

1. Cf. G. Caprile, Pfo XI e la riprew del Concilio Vartcano: «La Civilti Cattolica» (1966) 27-39; (l%9) 121-133 y 561-575. 2. Cf. G. Caprile, Plo XII e un nuovo progetto di concilio ecumcnico: «La, Civiltá Cattolica» (196q m9-227. 13

enero de 1959, fiesta de la conversión del.Apóstol. Dijo entonces el papa: >2a. Lanotadeclara que un obispo esmiembro óel colegio episcopal por la consagración y la comunión jerárquica; dé esté modo participa responsablemente en la vida de comunión de las Iglesias.

de_

*isa concelebrada por el papa y '24 padres conciliares, como señal de la reciente?é_ novación litúrgica. Eran momentos de optimismo. práctica_ sesión con uru

mente se terminaron en esta sesión las constituciones sobre la Iglesia y la revelación y el decreto sobre el y s" llegó a un consenso en los documentos sobre "cu-enirmo, la misión purá.a de los obispos y.las Iglesias orientales. Otros proyectos nuevos se abordaron quizá con precipitación: libertad religiosa, judíos y religiones no cristianas. Hubo que modiñcar loitemas sobre el apostolado de los laicos, los iacerdotes, los religiosos, la educación cristiana y el matrimonio. Finalrnente se discutió el esquema 13, así denominado por la serie numerada de los proyectos, que posteriormente seriá ta c_onstitución pastoral sobre la Iglesia ón el mundo actual o Gau_ (it11t gt ye_s_. Este esquema no había sido previsto en el programa inicial del vaticano II en las comisiones pieconciliares.'En-enero de 1963 se denominó «presencia efi caz delalglesia en el mundo

de hoy».

El

esq.uema

13 fue en realidad uñ texto en el que

confluyeron Juriol proyectos, entre ellos los elaborado, iá, teólogos enZtmch y Malinas. A causa de muchos probleÁas candentes que planteaba este texto (regulación de ra natalidad, propiedad privada, uso de la bomba aIómica, etc.), se decidiá reelaborarlo recurriendo a expertos laicos. En la tercera sesión se notó un grado notable de madurez en los obispos. Creció la libertad deópinión en los dos dt;; 28

d)

Cuarta sesión (14 de septiembre a 8 de diciembre de 1965)

La cuarta sesión comenzó conel anuncio papal de la creación del Sínodo de obispos, cuyos miembros serían nombrados por las conferencias episcopales. Empezaron las discusiones sobre

el esquema de libertad religiosa, totalmente reelaborado. La

minoría conservadora se opuso de nuevo a este texto y tuvo que intervenir otra vez Pablo VI para que no hubiera más obstrucciones. El clima conciliar se suavizó' De ahí que apenas hubo resistencias a la admisión de la constitución sobre la Iglesia en el mundo. Se discutieron y aprobaron los decrqtos sobre misiones y sobre los sacerdotes. Después de corregir algunos-textos, se aprobaron el 28 de octubre de 1965 cinco esquemas: función past-oral de los obispos, religiosos, seminarios, educación crisiiana y religiones no cristianas. El 18 de noviembre se promulgaron los textos sobre los laicos y la revelación, y el 7 de diciémbre los cuatro últimos documentos: misiones, sacerdotes, libertad religiosa y constitución sobre la Iglesia en el mundo. Después de 168 congregaciones generales, el Concilio dio fin a su trabajo. Los últimos días fueron pródigos en acontecimientos: despedida de los observadores no católicos con una celebración conjunta (6 de diciembre), mutua

(

!e $icimebre) y diciembre)

ente Roma y Constantinopla del año 1054 la plaza de §an pedro (g de

Primera etapa conciliar (11 octubre a 8 diciembre 1962)

acto final en

con mensajes dirigidos en francés a diversos cualificados humanos (políticos,.sabios y artistas, mu3erJs, po_ bres y enfermos, trabajadores y juventuá¡.

dp;;

t962

11 octubrc 13-20 ctubrc 20 Gtubrc 20 Gtubrc al

4.

7 dicbrc. 8 dicbre.

Cronologla del Concilio t963

Pe¡iodo antepreparatorio (1959-1960) 1959

25 enerc 17 mayo 18

junio

29 junio

a los

obispos del

mudo

27 junio

por

14 septbÉ.

el

1961 1962

5

juio

25 dicbre.

1963

2 feb¡erc

il

I julio

l

10

julio

5 septbre.

ll

30

rcptbrc.

4 dicbrc.

1962

Se fija la feha de a¡rcfum: lt.l}.lg62 y el lugu: bffÍlica de Sm Ped¡o de Roma Encfclic¿ «Paenitenüam agere». pidiendo omciones por el Con_

cüo

Invitación a los crisümos rcpamdos

1-30 octubre

5 novbre. al 2 de dicbre. 28 novbe.

§e instituyen las comisiones y secretariados Bula «Hmmae salutis» que convma el XXI Concilio Ecuménim

pm

196/'

4-6 enem 17 mayo 2

pm qw

Discusión de los esquemas de liturgia, revelación, medios

de

comunicación, unidad de los cristimos e Iglesia Clausua de la primera etapa Muerc Jm XXItr Es elegido Pablo VI Pablo VI mucia la sgunda etapa ptra el 29 de sptiembre. Nombmiento de cuatro moderadores; Agagimim, [:rcm, Dópfner y §uenens

Segunda etapa conciliar (29 septiembre a 4 diciembre 1963)

pidiendo

sugerencias para el Concilio Enciclica «Ad Petri cathedmm», que indic¿ tos fi¡es del Concilio

Perlodo preparatorio (1960-1962) 19fi

jmio

2l junio

Anuncio del Concilio por Jum XXIII Constitución de la comisión mteprcpilatoria presidida cardenal Tardini

Carta del cudenal Tardini

3

Inaugmción del Concilio y discurso dol Papa constitución de las Comisiones concilires Mensaje de los Padrcs concilims al mundo

julio

Discusión del esqrema sbrc la lglesia

Dimsión de los esqremas sobre los obispos y sobrc emenismo

Elffiiores pffi completr mmisionc Claum de la sgmda etapa y prcmulgrción de la constifi¡ción sbÉ lia liturgia y dsrcto $bre los medios de comuirción Viaje de Pablo VI a Jerualén Cireión del SúEtariado para los no aistimos Refom del EglaÍretrto del Concilio

envien «obswa_

dores delegados» Se prcmulga el reglamento del Concilio Radiomensaje de Jum XXm sobre el Concilio

31

Tercera etapa conciliar (14 septiembre. a 21 noviembre l!}64) 15 setbre.

t9@

al 20 novbre. 21 novbre.

BIBLIOGRAFIA

Discusión de los esquemm sbre escaúologia, la Virgen, obispos, libertad religiom, judíos y relig. no cristims, revelación, laicos, pesbfteros, Iglesim orientalm, Iglesia en el mmdo, misiones, re_ ligiosos, semimios, educmión cristima y wm. Clausm de la tercem etapa y prcmulgación de la constitución sobre la Iglesia y los dsretos sobre ecmenismo e Iglesias Orient.

Cuarta etapa concfli¿¡r (14 septiembre. a 8 diciembre 19{í5) 1965

14 §tbre. 15 setbrc. al 16 @tubre. ¿15 de otbre.

28 mtubre.

18 novbrc.

7 dicbre.

Msa concelebrada y diwuso de pablo VI.

Disruión de los esquemN sobre tibertad reügiosa, Iglesia en el mmdo, misiones y presbítercs Viaje de Pablo VI a las Nrciones Unidas y dircrm en la O.N.U. Voto final y prcmulgación de los dmtos sobre obispos, vida digiosa, fomación sacerdotal, educrción cristima y relación de la Iglesia on Éügiones no cristimas Voto fmal y pmmulgación de la constitución sobre la revelación divina y dereto sbre el aposúolado de los laicos Sesión púbüe final. Prcmulgación de los dtrretos sobre libertad

religiosa, presbíbrcs, misiones Iglesia en el

8 dicbre.

32

y

constitución pastoml sobre la

mndo

Aclo de clausm

enlaplm

de sm pedm

Concilio Vaticano IL Con*itucion¿s. Decretos. Declaracionzs, Editorial Católica, Madrid 1965; Documentos corciliares completos, Razón y Fe, Madrid 1967; Vaticru IL Enciclapedia conciliat. Histoia. Doctrilw. Documenfos, Regina, Barcelona 1967, Son importantes los comentarios a los documentos conciliares hechos en 1a BAC @ditorial Católica, Madrid 1965-1969), en la colección dirigida por Y. Congar, Vatican II. Textes et Comrn¿ntaires des Décras Cottciliaires, 18 vol,, Cerf, Paris 1965-1967 (raducidos en parte por Taurus, Madrid) y en la nueva edlición del l¿xikon fiir Theologie und Kirche (Das Zweite Vatikanische Konzil. Dokumente urd Kommentare, 3 vol., Herder, Freiburg 1966-1961). Yer además R. Caporale, bs Hommes du Concile, Cerf, Paris 1965; Id., Iz concile Vafican II, Apostolat des Editions, Paris 1966; G. Caprile, Il concilio ecumenico Vaticano 11, 5 vols., Roma 1965-1968; E. Dhanis / A. Schómmetzer (eds.), Acta congressus internationalis de theologia Concilii Vaticani I Typ. Pol. Vat., Ciudad de1 Vaticano 1968; Faculad de Teología de Deusto, Esndíos sobre el concilio ecuménico Vaticano 11, San Sebastián 1967; M. Garcla, Concilio Vaücano II, e¡ Diccionario de Historia Eclesiástica dz España, C.S.I.C., Madnd 7972, vol. tr, 515-537; G. Garrone, l¿ Concile. Orientations, Ed. Ouwiéres, Paris 1966; J.L. Martín Descalzo, El Concilio de Juan y Pablo. Documentos pontificios sobre la prEtaración, desanollo e interpretación del Vaticano II, Editorial Católica, Madrid 1967; B. Lambef , Cartas sobre el Coruílio, Cristiandad, Madrid 1964; Ph. I¡villain, Ia. mécaniquc poürtque de Vatican II. La majorité et l'unnnimité dans un corcile, Beauchesne, Paris 1975; H. Rondet, Vaticano II, el Concilio d¿ la nu¿va era, Btlbao 1970; X. Rymne, I¿ Revolution d¿ .Iean )Aüil, Fleurus, Pa¡is 1961; Temoignage Chretien, Balance gerural del Vatícano II, ZYX, Madrid 1966; A. Wenger, Historia del Concilio Vaticano ll,Estela, Barcelona 1967.

33

2.

MENSAJE DEL CONCILIO VATICANO II

Según J.

W. O'Malley se han dado tres «grandes refor-

en la historia de la lglesial. la gregoriana del s. XI, hecha por Gregorio VII (1073-1086); la protestante del s. XVI, llevada a cabo por Lutero, y la vaticana del s. XX, por iniciativa de Juan XXI[. En las tres se dan unas ciertas coincidencias: necesidad de un profundo giro en el modelo o paradigma de la lglesia, cambio cualitativo teológico, programa reformador pastoral e intervención de un gran líder'. Lo que catacleriza a un concilio es, en definitiva, su mensaje. mas)>

El Vaticano II trató de renovar el mensaje cristiano desde una triple exigencia: el retorno a las fuentes, la mirada a la realidad social y la visión de globalidad. En síntesis, el Concilio aportó una nueva conciencia de Iglesia en el Espíritu de Cristo y del evangelio para el servicio del mundo en aras del reino de Dios. Dicho de otro modo, el propósito del Concilio fue situar a la Iglesia como >'s; el Sínodo extraordinario de los Obispos de 1985, .,CartaMagna, de la Iglesia del futuro y «un don de Dios a la Iglesia y al

mundo»;

y

Juan Pablo

II,

> 56 (1967) 149-198.

4t

3.

Conceptos que definen el Concilio

Así como los concilios anteriores hicieron teología de un modo abstracto preocupados por las definiciones precisas, claras y universales, el Vaticano II emplea un lenguaje bíblico, patrístico y simbólico, es decir, pastoral. Es un lenguaje que inspira, edifica e interpela22. En los documentos conciliares podemos destacar estos conceptos:

a)

Aggiornamento

Es palabra italiana que literalmente significa . La utilizó Juan XXIII para expresar la necesidad de una renovación evangélica, de una mejor respuesta a las exigencias de la historia y de una nueva actitud para dialogar con los hermanos separados. A pesar de que algunos eclesiólogos piensan que el concepto de aggiornamentofirc al principio una 2' , resultó en la práctica enormemente fecunda. En la enclclica Ecclesiam suam, Íecverda Pablo VI que «la

palabra, ya famosa, de nuestro venerado predecesor Juan XXIII, de feliz memoria, aggiornamento, será siempre tenida como

orientación programática>>, como > (n. 6). Junto a la palabra mundo, el Concilio ha pronunciado repetidas veces los términos sociedad e historia. >. Consecuencia de este modo de

pensar es atribuir al magisterio la cualidad de ,

el mismo nivel de validez que la Esclitura y

la TradiciÓtP" Una segunda interpretación de la mayoría conciliar abiefa -. afirma que la Escritura y Tradición son dos momentos impor-

tantes pero diferentes: uno es apostólico y otro es eclesiástico. Segrún D. B" Dqpuy, >, promulgado en 1960 Dor Juan XXIII'e. De este modo nos situamos en puertas del boncilio Vaticano II, en el que se hizo una renovación profunda y total de la liturgia.

2.

Elaboración de la constitución sobre la liturgia

I. Oñatibia, >, que desean volver de algún modo a la

fljación normativa de la liturgia preconciliar¿', y los «reformadoresrr, que desean avaflzar en la aplicación de los criterios conciliares, especialmente desde la dimensión social y la necosidad de la inculturación. Algunos entienden el >, > de la comunidad eclesial de base.

2,

La Iglesia es básicamente el pueblo de Dios

La eclesiología del Concilio ha sido denominada también «oclesiología del pueblo de Dios». La Iglesia no debe ser conlomplada únicarnente desde la 28. En el primer atquema no existía la expresión ". Cuando muere Pío IX en 1878 -afirma J.M. Díez-Alegría-, «el Vaticano defendía abiefamente la explotación de los pobres, se negaba a cualquier crítica seria de ias estructuras del capitalismo y del latifundio imperantes' y proponía el consuelo religioso como elmedio ideal 9? *,PlT' ia lucha mediante la sumisión pasiva de los miserables>>"' En todo caso, el magisterio social de la Iglesia, desde León XIII al Vaticano II, tuvo que sortear muchas dificultades y suP.elq pensamientos integristas al reconocer lentamente la realidad iemporal, la secularidad, el pluralismo, la democracia, la cultura secular y la libertad. Después de una aproximacién de la Iglesia al mundo hecha por Pío XII, el diálogo nuevo y profundo-entre es!1s dos-rea"' ii¿ud"r lo hicieron Juan XXI[, mediante las encíclicas Mater et magistra (15.5.1961) y Pacem in terris (11.4.1963), el Va; ticanJll con la consúttrción Gaudium et spes, las aportaciones de Pablo VI, como Populorum progressio (26.3.1967) y Oc' togesima adveniens (14.5.1971), y las encíclicas de Juan Pablo Labarem exercens (14'9.1981) y Sollicitudo rei socialis (30.12.1987).

II

10.

J.M. Díez-Alegría, De la doctrina social de la lglesia al mensaje social

El Vaticano II"'' o'c',331' Congar,Iglesia y munfut en la perspectiva del Vaticano II, enY'

(eds'), del evangelio, "Y. en C. Floristán y J.J. Tamayo

11.

Congar 1970,

y M. peuihmaird (eis.), I-a lglesia en eI mundo de hoy, Taurus, Madrid

il,

12. 128

40.

J. M. Díez-Alegúa, De la doctriPa social...,

o'c',349'

b)

(Jn mundo hostil a la lglesia

El mundo moderno, caracterizado por la cultura de la Ilustración, el liberalismo democrático, la revolución industrial y la emancipación obrera, se constituye a menudo con la

oposición

de la Iglésia. De ahí que el mundo moderno reaccione con hostilidád frente al hecho religioso. Fácilmente se advierte esta actitud a partir de la revolución francesa de 1789, cuando llega a su fin violentamente el ('o.

2. In lglesia ,> el mundo según el Vaticqno II: la constitución «Gaudium et sqes»

a)

Proceso de elaborqción

Aunque la constitución Gaudium et spes fue, según el car (Ibid.). El Informe del sínodo diferencia el secularismo de la secularización, eniendida como . Para superar el secularismo se propone «una vuelta a lo sagrado». De otra parte, a la hora de renovar la lectura de los > del concilio parece difícil. Incluso Juan Pablo II ha hablado varias veces de >". Recordemos que en los comienzos del Concilio las dos terceras partes de los 86 prelados españoles eran personas de más de sesenta años, habían vivido la guerra civil en el bando vencedor, se habían identificado con la pastoral nacionalcatólica de la posguerra y habían sido nombrados obispos por el procedimiento de presentación. «Puede afirmarse Laboa- que el episcopado español estaba insu-escribe J. M. ficientemente informado de las corrientes pastorales y teológicas vigentes en otros países, y que iban a caractÉrrzar la marcha del Concilio»32. Mayoritariamente los obispos españoles se alinearon en un comienzo con la minoría conservadora conciliar y hablaron en el aula a título personal, no conjuntamente. Incluso algurms Alcalá- simpatizaron con a'. «La Iglesia -afirma la mencionada declaración- se encuentra hoy en nuesffo país en una situación social muy favorable para anunciar y vivir el evangelio de Jesús de Nazaret>>. Lo que preocupa a la jerarquía de la Iglesia española es la política sociocultural del gobiemo socialista en relación a la enseñanza, divorcio, aborto, eutanasia, medios de comunicación y planificación familiar. Se teme la implantación de «una escala de valores marcada por un humanismo agnóstico y disociada en gran

pafe del patrimonio cultural y moral del pueblo español»4'zy la sustitución de un Estado neufral por otro beligerante «que relega

lo religioso y lo mmal a la esfera estricta de lo privado»a3. Estas preocupaciones se ven asimismo en el Plqn de acción pastoral para el trienio 1989-1990 del27 de febrerc de 1987 a. Evidentemente, la Iglesia española posconciliar tiene ante sí unos retos importantes de cara a su misión pastoral. Sus tareas

prioritarias son, a mi modo de ver, éstas: 1) responsabilizat al laicado en el ministerio, especialmente a la mujer; 2) acentuar la dimensión oomunitaria de la fe; 3) dialogar con todas las instituciones desde una óptica evangélica para colaborar en un trabajo de auténticapromoción y liberación y 4) reformar a fondo

la institución eclesiial.

Iglesia en la sociedad

españ-oles en

la ieunión plenaria de los obispos -en junio de 1983. Los discurios del papa ayudaron a

cristalizar un programa pastoralo. De otra parté,

ie

há visto en

el gobierno socialista y en su legislación un;iltencionado

lai_

cismo descristianizador. Para Fernando sebastián, secretario entonces de la conferencia episcopal, la disyuntiva no es