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• LiaPertuz

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Todos los padres y madres tienen una historia y una vida anterior a la paternidad.

Quieren repetir las experiencias favorables

No quieren repetir lo que les hizo daño y les dolió

Nadie será un padre perfecto pero se puede trabajar para ser los mejores padres! Basado en : ¿Mucho, poquito o nada? Pautas de Crianza. UNICEF 2011.

¡ Sueños frente a realidades ! El hijo real no es el hijo soñado.

Tener hijos nos enfrenta a diversidad de experiencias nuevas en todos los sentidos siendo una de ellas la de ser capaces de aceptar la realidad renunciando a sueños que, aún siendo importantes, eran sueños.

Es importante que como padres se reconozca que no existe el hijo soñado, aunque sí puede ser parecido pero no igual. Sólo si sabemos dejar a un lado la imagen del hijo soñado es que podemos aceptar al real, sentirlo próximo y establecer un vínculo en donde exista esa nutrición material, emocional y espiritual acorde para él o ella.

¡Sueños frente a realidades ! Para ser felices y sanos los niños no necesitan de padres o madres perfectas sino de padres y madres que los quieran, los cuiden y sean capaces de…

Postergar sus propias necesidades para satisfacer las de su hijo cuando sea necesario

Transmitirle mucho amor con calidez al igual que seguridad por medio de la confianza

Aceptar que el ser padres tiene luces y sombras pero que vale la pena el esfuerzo

Estar cerca cuando se es necesario y saber alejarse cuando el hijo lo requiera

No hay padres perfectos.

Entenderlo, aceptarlo y valorarlo aún con sus defectos.

Las rabietas de los hijos ¿Cómo comprender lo incomprensible? Seguramente en algún momento con tus hijos has vivido una situación angustiosa y embarazosa ante la reacción de ellos, llorando y pataleando, por algo. Comprender por qué ellos se comportan de esa manera y el cómo se debe actuar como padres es la clave para sobrellevar estas rabietas. Basado en : ¿Mucho, poquito o nada? Pautas de Crianza. UNICEF 2011.

¿Qué son las rabietas? Realmente es un comportamiento normal en el desarrollo de todo niño y se presentan de manera frecuente e intensa en unos niños más que en otros.

¿Por qué se producen?

Cuando son muy pequeños quieren todo para ¡ya! puesto que todavía no tienen el concepto de “después puedes hacerlo”.

Como tal los niños no tienen la capacidad de expresarse ampliamente y de argumentar su inconformidad lo cual les causa irritación y frustración.

También las utilizan para manipular nuestras decisiones o llamar la atención. Esto sucede cuando anteriormente se ha cedido a una rabieta.

¿Qué no se debe hacer?

• Aunque sea lo que más se desee en ese momento no servirá de nada regañar, pegar, gritar o también llorar o enfadarse. Al hacerlo los asustamos y desconcertamos haciendo que la reacción empeore.

DEJARLO EN UN LUGAR INSEGURO

• Al principio le dará más rabia, sobre todo si antes se cedía ante el comportamiento. Importante NO preocuparte y mantenerte calmado. Cuando pase un rato y él se de cuenta de que no consigue lo que quiere se calmará.

PEGAR O GRITAR

CEDER ANTE SUS DESEOS

Nunca vamos a acceder a darle o hacer lo que quería, aunque sea posible o razonable. Tiene que aprender claramente que una rabieta no lo acerca a ninguna solución!

• Es importante asegurarse que el niño esté seguro de elementos con los que se pueda hacer daño, golpear y sobre todo de que hayan escaleras cerca. Mueve al niño a un lugar seguro y dile “aquí te dejo, hasta que te calmes”

¡Por fin, se ha calmado! Cuando todo haya finalizado tu reacción ha de ser de cariño y comprensión • Es normal que en ese momento desees regañarlo. El no hacerlo pueda que te haga sentir mal pero en el aprendizaje del niño las cosas funcionan de esta manera.

Tu actitud debe ir acompañada de un mensaje en el que le muestres que estás feliz porque ya se ha calmado. • Enséñale cuál habría sido la mejor manera de actuar. De esta manera estamos desarrollando su autonomía.

Esto debe aprender: La importancia de calmarse por ellos mismos y la importancia de hablar o de pedir ayuda aprendiendo a comunicar sus sentimientos.

LAS MENTIRAS En niños de hasta los 10 años

¿Cuántas veces has pillado a tu hijo diciendo alguna mentira? Seguro que más de una vez generando desconfianza y desilusión entre los padres.

Pero… ¿Se debe castigar o regañar? ¿Es mejor mantenerse indiferentes? ¿En qué momento deja de ser normal que ellos digan mentiras?

Vamos a definir cuáles son los tips que debemos tener en cuenta cuando parece que nada funciona, cuando te cansas de lidiar, castigar y ellos continúan portándose mal. Basado en : ¿Mucho, poquito o nada? Pautas de Crianza. UNICEF 2011.

Las mentiras A medida de que los chicos crecen aparecen formas de comunicación más sofisticadas y mentir es una de ellas. Mentir es emplear el lenguaje con la finalidad de hacer creer que algo es diferente de lo que en realidad es.

No es lo mismo que fantasear. El niño que fantasea está haciendo el uso de su imaginación creando un mundo diferente por el placer de hacerlo.

Cuando un niño miente significa que se está desarrollando y madurado lo suficiente y que descubrió un nuevo poder.

Una de las primeras mentiras es decir “yo no fui” para evitar las responsabilidades o consecuencias de una situación.

En niños de hasta los 10 años

Cuando las mentiras no son frecuentes se pueden considerar una etapa normal. Todos alguna vez hemos mentido y eso no nos hace mentirosos.

¿Por qué mienten? Niños de hasta los 10 años

En primera instancia debemos tener claro el por qué ellos mienten: Para evitar problemas o un castigo

Por imitación

Para quedar bien ante los demás Para obtener un beneficio Para llamar la atención

Debemos alarmarnos si: • El niño nunca dice nada que tenga que ver con la verdad ya que puede ser un síntoma de un trastorno importante.

• En algunos casos la mentira puede esconder un problema emocional. Por ejemplo si repiten mucho ”tengo un montón de amigos”, “Mi profe siempre me dice que soy el que se porta mejor que todos” y eso no corresponde con la verdad. Es posible que algo no funcione y de ese modo intenta comunicarte su malestar. Si las mentiras persisten intenta hablarle para intentar entender las causas de sus mentiras.

¿Qué hacer? Niños de hasta los 10 años

Si queremos que nuestros hijos se conviertan en personas confiables y honestas debemos enseñarles a manejarse con la verdad: Háblales sobre la importancia de decir la verdad sin hacerle grandes discursos morales. La idea es hacerle comprender que cuando dice la verdad se gana la confianza de papá y mamá.

Nunca lo dejes en ridículo, habla las cosas en privado. Se trata de criticar el hecho, no a la persona. Sin violencia, hazle notar tu desagrado dejando en claro que la mentira no es una salida ni excusa aceptable. Hazle entender que no le crees lo que te está diciendo y ofrécele la oportunidad de decir la verdad y felicitarlo si lo hace. Déjale claro que la mentira disminuye la confianza y que cuanto más frecuente sea más difícil será creerle cuando diga la verdad. Nunca mientas delante de ellos por más inofensivo que parezca como, por ejemplo, decirle que diga que no estás en casa cuando no deseas atender una llamada telefónica.

Papá, mamá, abuelos… ¡Me pegaron!

Los conflictos de la amistad empiezan desde una edad temprana. ENSEÑAR a resolver peleas SIN VIOLENCIA es uno de los objetivos más importantes en la crianza. Basado en : ¿Mucho, poquito o nada? Pautas de Crianza. UNICEF 2011.

ENTENDER Y ACOMPAÑAR Para un niño que está acostumbrado a ser bien tratado es muy perturbador sentirse maltratado, rechazado o agredido. De igual manera es molesto para su familia que no está dispuesta a tolerar que lo traten mal sin embargo, hay que proponerse mantener la calma, ser el ejemplo y actuar inteligentemente. Lo importante es calmarlo, acompañarlo y hacerlo sentir seguro. ¡Un abrazo logra esto!

Tratar de entender cómo fue el problema y no únicamente el saber cuál fue la responsabilidad del niño en el asunto. Se trata de comprender qué pasó, por ejemplo: si no respeta los turnos, si siempre quiere ser el primero.

Ten claro que esto son experiencias necesarias de aprendizaje. Por lo tanto nuestras reacciones y comportamientos traerán consecuencias en el futuro. Promovamos una solución efectiva que le enseñe a reconocer y defender sus derechos sin violencia. Gracias a la resolución de conflictos se desarrollan habilidades como: aprender reglas de cooperación, aprender a negociar, llegar a compromisos, compartir y defender puntos de vista.

Basado en : ¿Mucho, poquito o nada? Pautas de Crianza. UNICEF 2011.

NUESTRA REACCIÓN SERÁ UNA PODEROSA ENSEÑANZA

Si respondemos con violencia, aprenderá que así se solucionan los conflictos

Si respondemos con indiferencia, aprenderán que están solos para defenderse en este mundo.

Si los humillamos o inferiorizamos por estar asustados o «venir con cuentos», aprenderán que no tienen derecho a expresar algunas emociones en su familia.

Más que hacer justicia, nos importa que él o ella aprenda a administrar sus emociones y a encontrar soluciones eficaces y pacíficas a las diferencias con los demás.

Fortaleza emocional: Es la que nos permite solucionar problemas, sortear obstáculos y enfrentar adversidades a lo largo de la vida.

Basado en : ¿Mucho, poquito o nada? Pautas de Crianza. UNICEF 2011.

CARTA DE LOS GRANDES A LOS NIÑOS Somos adultos pero, como antes fuimos niños, sabemos cómo te sientes a veces y por eso te comprendemos y queremos ayudarte. Sabemos que hay algunas cosas que te enojan mucho: que se aprovechen de ti, que te hagan burlas, que te humillen o que algo no salga como quieres y por eso te da por gritar, pelear, patalear y hasta romper cosas.

Tienes razón y derecho a enojarte, pero no tienes ni razón ni derecho a expresar tu enojo de cualquier manera. Basado en : ¿Mucho, poquito o nada? Pautas de Crianza. UNICEF 2011.

CARTA DE LOS GRANDES A LOS NIÑOS Quiero que sepas que es mucho mejor que logres expresar tu enojo hablando, y así vas a evitar meterte en líos y vas a estar más cerca de la solución, de seguro te vas a sentir mucho mejor. Vas a estar orgulloso de ti mismo y también de quienes te queremos.

Lo vas a lograr controlando el enojo y la rabia que no te dejan pensar con inteligencia. Sí, estás furioso y tienes pensamientos furiosos, como «¡Te odio!», «¡No quiero verte más!». Gritar, insultar, romper, pegar, temblar, llorar… pero eso no sirve. Solo lograrás tener palpitaciones, calor, músculos tensos entre otras cosas feas. Basado en : ¿Mucho, poquito o nada? Pautas de Crianza. UNICEF 2011.

CARTA DE LOS GRANDES A LOS NIÑOS Cuando te sientas furioso, es una señal de peligro y un aviso de que tienes que tranquilizarte. Si tu cuerpo se está aprontando para pelear, lo mejor es que respires hondo y lento. Verás que tu rabia se irá yendo junto con el aire que sueltas, se aflojan tus músculos y verás que eso te irá tranquilizando. También vas a poder pensar con inteligencia y hacer lo que realmente te conviene, porque si estás tranquilo podrás elegir las mejores soluciones para superar ese lío. Es posible que te cueste tranquilizarte, pero vale la pena que lo sigas intentando y que trates de alejarte de lo que te hizo enojar y, una vez que te hayas tranquilizado, podrás pararte a pensar. ¡Vas a descubrir que no es tan difícil actuar bien!. Basado en : ¿Mucho, poquito o nada? Pautas de Crianza. UNICEF 2011.

CARTA DE LOS GRANDES A LOS NIÑOS ¡Bravo! Ahora que ya has aprendido a dominar la rabia podrás defender tus emociones y tus derechos, porque estás pronto para pensar con inteligencia. Ya sabes que pelear no es la única opción. Sabes defenderte hablando, eres dueño de ti mismo, no te dejes dominar por los otros y tampoco por tus emociones furiosas.

¿No es lindo sentirte así?

Los grandes

Basado en : ¿Mucho, poquito o nada? Pautas de Crianza. UNICEF 2011.