Carlos Cabarrus - La Herida

Cuando una persona es concebida, de ordinario nace bien porque viene equipada con lo que necesita. Pero puede sucederle

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Cuando una persona es concebida, de ordinario nace bien porque viene equipada con lo que necesita. Pero puede sucederle algo negativo durante el periodo de gestación, en el momento del nacimiento o en los primeros momentos de contacto con el mundo exterior, que le deje marcada para la vida. Es decir, desde el seno materno puede haber un influjo traumático para la criatura: todo lo que la madre vivió negativo, lo asimila para ella. Allí puede gestarse la herida. Aquí puede estar la causa cuando no se “recuerdan” acontecimientos negativos de la infancia. Las heridas son la fuente primaria de la parte vulnerada. En esta parte se tiene todo lo que se ha recibido de golpes, traumas. Todas las personas, cuando menos, tienen el trauma del nacimiento. Más aún si hubo alguna angustia en ese momento. Desde el nacimiento hasta los siete años, la persona es muy susceptible de quedar marcada por heridas. La herida es lo que produce un golpe por algo que fue negativo y a lo que se tenía derecho. Pero también un exceso: una sobreprotección o mimo exagerado puede provocar el mismo efecto. A la persona se le hiere desde el seno materno hasta que tiene uso de razón (aproximadamente 7 años), después de los siete años está la protección de los mecanismos de defensa, salvo en el área sexual que se es muy vulnerable hasta la época de la adolescencia. Cuando se nace y durante los primeros años de vida, se tiene una necesidad fundamental: la necesidad de ser reconocido. La herida se produce por la falta de reconocimiento, por la falta de satisfacción de las necesidades psíquicas básicas, que se refleja en algunas de estas situaciones: -No me reconocieron en mi identidad -No me sentí amado -Me abandonaron, no me atendieron -No me reconocieron en mi necesidad de ser tocado adecuadamente -No me creyeron -No apostaron por mí -Me compararon -No me dieron un rol -No tuve la seguridad De las heridas surgen unos miedos básicos y de cada miedo, surge una compulsión específica, es decir, una búsqueda de “algo” que calme ese miedo. La compulsión es un acto repetitivo para escapar de los miedos... Es contra-fóbica: se hace lo contrario al miedo básico. Las compulsiones generan, además, una imagen distorsionada de Dios, hacen que no se perciba el Dios de Jesús, sino que se perciba un dios fetiche: perfeccionista, que exige sacrificios, ídolo de méritos y el éxito, intimista, manipulable, juez imparable, ídolo del hedonismo, ídolo todopoderoso e ídolo obsesivo sexual. De las causas de las heridas salen las reacciones desproporcionadas. Esta reacción desproporcionada agranda la herida que le hicieron a la persona cuando era niño y hace que la vea por todas partes: “no me quieren, no soy importante”. Es decir, la reacción desproporcionada sobredimensiona la herida.

Todo este proceso vulnerado, provoca la baja estima. Ésta es alimentada y sostenida por las voces de los agentes provocantes de las heridas. Esas voces pueden estar aún activas, o pueden estar grabadas en el inconsciente y activarse ante determinadas circunstancias, actualizándose de una forma tan real como cuando fueron grabadas, generando el mismo efecto. Las reacciones desproporcionadas Las heridas son generadas por un golpe muy profundo, pero esas heridas no se ven directamente sino a través de algunas manifestaciones como las reacciones desproporcionadas. Brotan del corazón de la herida y la sobredimensionan. Las reacciones desproporcionadas son una respuesta mecánica e inconsciente. Son desproporcionadas con el reactivo presente, pero muy proporcionadas con lo que pasó antes. No se ajustan a los estímulos actuales aunque sí a los pasados. No hay proporción entre el presente y la reacción actual, pero sí la hay con el pasado. Se caracterizan por se una reacción muy fuerte, que se repite con frecuencia o que dura mucho tiempo. Puede ser por exceso de reacción o por ausencia de ésta, por escándalo o por inhibición. Esta es la desproporción. Hay varios tipos de reacciones desproporcionadas:  Tipo bomba atómica: escándalo, drama.  Mantener la reacción por mucho tiempo.  La reiteración: se repite incansablemente. Una herida ya sanada no produce reacciones desproporcionadas.