Bosque comestible para zonas urbanas y rurales de clima templado

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Bosque Comestible para zonas urbanas y rurales de clima templado ¿Qué es un bosque comestible? El bosque comestible es un organismo en constante y dinámica evolución donde interactúan de manera simbiótica una gran cantidad de especies, de las cuales el mayor número sirven de alimento para el ser humano. Su desarrollo y sustento se basa en los principios de cualquier bosque existente en el planeta. Todo lo que el bosque genere sirve de alimento para él mismo mediante la descomposición, incrementando así su fertilidad y producción. Esta característica lo tilda de autosuficiente y como una fuente de alimentos tremendamente sustentable. El bosque comestible al igual que cualquier bosque en estado salvaje, se ordena en capas, la diferencia radica en que nosotros orquestamos ese orden en el jardín.

Podemos observar coexistiendo conjuntamente árboles, arbustos, enredaderas y vegetales, todas potenciales fuentes de alimento. Dependiendo del diseño y condiciones del lugar es como se manifestarán estas capas. Hoy en día es común hablar de bosques comestibles a través diferentes partes del mundo pero donde está mayormente popularizado es en Inglaterra y Australia. Pioneros como Robert Hart, Geoff Lawton, Martin Crawford y Patrick Whitefield entre otros, han desarrollado una exhaustiva investigación en diversos climas y terrenos, dando a conocer su experiencia en libros y películas.

Aunque este tema parezca algo novedoso proveniente del siglo pasado, tribus indígenas de distintas partes del globo ya tenían incluidas particulares formas de policultivo, donde interactuaban entre sí árboles y vegetales. El bosque es una de las manifestaciones más espectaculares de la naturaleza y nosotros tenemos la capacidad de replicar aquello trayendo de vuelta un paraíso en la tierra. La única diferencia entre un bosque nativo y un bosque comestible radica en que al crearlo podemos obtener nuestros alimentos de una forma sinérgica.

Beneficios del bosque comestible -

Pulmón verde en el sector: Regenera el aire y contribuye a la disminución del efecto invernadero.

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Albergue para la fauna silvestre: Gran cantidad de animales, en su mayoría aves, tendrán un lugar natural donde coexistir.

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Espacio recreativo: Niños y todo tipo de personas podrán disfrutar de las aventuras que ofrece un bosque.

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Acercamiento al bosque nativo: Al imitar la organización de un bosque silvestre la comunidad tendrá un lazo a la flora nativa.

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Alimentos gratis: Desde los albores hasta el cenit del bosque existen abundantes alimentos disponibles para la comunidad.

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Bajo mantenimiento: Los bosques son organismos autosuficientes por lo que la labor humana es minúscula.

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Felicidad para la gente: Todo nexo a la naturaleza mantiene al espíritu alegre y en armonía.

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Genera resiliencia en el sector: Habiendo una fuente de alimentos en el área local se desprende de la dependencia del exterior.

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Una herencia sustentable: Las futuras generaciones tendrán algo que les servirá de por vida.

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Alimentos naturales: Todo lo que produce el bosque es orgánico y saludable.

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Educación a la comunidad: Las personas tendrán la oportunidad de aprender como desarrollar un bosque debido a su sencillez.

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Aporte económico: Si fuese necesario las personas de la comunidad podrían vender la producción de alimentos para generar un ingreso.

Cómo crear un bosque comestible Para explicar este tópico lo desarrollaré suponiendo un espacio de 1000 metros cuadrados donde no existe vegetación alguna. Esto se puede adaptar a un bosque existente eventualmente. Son las especies pioneras o de apoyo quienes jugarán un papel importantísimo en la creación del bosque. Mediante las bacterias llamadas rizobios que viven en simbiosis en las raíces de éstas, las leguminosas tienen la habilidad de fijar nitrógeno en la tierra donde habitan. Estas bacterias acumulan el nitrógeno que se encuentra libre en el aire y al morir lo sueltan haciéndolo disponible para la planta huésped o próxima a ella.

Por lo tanto, donde crecen las leguminosas ocurre una mejora del suelo. Es muy sabido en el campo que luego de una cosecha de porotos, el trigo se da abundantemente. Para comenzar a dar vida al bosque se debe recubrir el suelo del terreno con una capa vegetal. Para esto, lo más apropiado es esperar las primeras lluvias de otoño para arrojar las semillas y que germinen con la humedad. Se pueden hacer bolitas de arcilla recubriéndolas y así protegerlas de pájaros y roedores. Las semillas a utilizar son primordialmente leguminosas (trébol blanco “ladino”, alfalfa, arvejas, vicia, habas, etc.) pero también se pueden incluir otras hortalizas de la temporada. El fin de este cobertizo verde es de preparar las condiciones apropiadas para el crecimiento de árboles y arbustos. Estas hierbas protegerán el suelo de la erosión causada por el sol, la lluvia y el viento. En cualquier caso el suelo se puede mantener cubierto con cualquier material orgánico e incluso malezas.

Al mismo tiempo se introducen los árboles y arbustos de apoyo, arrojando sus semillas o transplantándolas desde semillero. Entre los árboles se pueden incluir las especies nativas espino y pelú, y especies exóticas como acacio y aromo. En los arbustos figuran el mayu siendo nativo y el tagasaste de origen canario. Estas especies de apoyo mejoran el suelo a través de la fijación de nitrógeno desde sus raíces y además su follaje se utiliza como abono vegetal, alimentando al suelo desde la superficie. Junto con las especies pioneras se plantan también los árboles y arbustos frutales apropiados al lugar. Es importante intercalar especies siempre verdes y de hojas caducas e incluir especies nativas en lo posible. Como el bosque se desarrolla por sucesión, quiere decir que en un principio la capa vegetal es la más productiva y luego a medida que pasan los años los frutales ocupan el rol protagónico, siempre existe comida en este organismo bosque. El riego es un factor prescindible ya que si escasea pueden utilizarse especies resistentes a la sequía.

Alimentándonos con el bosque En un bosque donde crecen frutales lo único que debemos hacer es esperar a que maduren las frutas y cosecharlas. La siembra o plantación ocurre una única vez mediante labor manual. Como coexisten además especies fertilizantes y repelentes de plagas, las tareas humanas se reducen a la dicha de alimentarse de una constante fuente de alimentos.

Sucesión

Los tipos de alimentos se pueden expandir a la capa de los arbustos y vegetales tan sólo dejando que penetre la luz en ciertas áreas. Así podemos gozar de una vasta cantidad de plantas perennes e incluso incluir anuales si así lo queremos. Además, el reino fungi conocido como los dientes del bosque, ofrece otro recurso alimenticio al estar presente mediante su participación en la descomposición de las maderas del bosque. Tanto las frutas, como vegetales y setas, son todo el alimento que necesitamos para estar sanos y nutridos, vale decir con esto que si el bosque comestible fuese muestra única fuente de alimentos viviríamos satisfactoriamente. Los siguientes datos empíricos apoyan esta afirmación: Un tema recurrente es la cantidad y calidad de proteínas que necesitamos. Experimentos realizados en Alemania en 1887 demostraron que 40 gramos de proteína era una cantidad suficiente diaria. Después de muchos experimentos más se comprobó que la ingesta de proteína diaria era más que suficiente entre 30 a 40 gramos. Por ejemplo, en Japón existen áreas rurales donde los hábitos alimenticios se han mantenido durante cientos de años. Siguiendo una dieta principalmente vegetariana que consiste en muchas verduras, ciruelas, frutas silvestres, raíces y ocasionalmente pescado en pequeñas cantidades, los campesinos se han mantenido en excelentes condiciones de salud, mientras realizan pesada labor manual a lo largo del día. Su consumo fue de 37 gramos de proteína al día lo cual es casi la mitad del valor estándar. En varias islas del Pacífico habitan tribus que han seguido una dieta homogénea por docenas de generaciones (frutas, raíces y tubérculos), disfrutando de excelente salud y con un consumo diario de 15 gramos de proteína. Finalmente un estudio hecho por el Dr. Jaffe de la Universidad de California en Berkeley se basó en los efectos de una dieta sin carne abarcando varias generaciones. Estudió a niños y adultos frugívoros cuya dieta consistió principalmente en frutas frescas, suplementadas ocasionalmente por frutos secos y miel. Su ingesta diaria fue entre 24 a 33 gramos de proteína. El resultado fue que ninguno mostró deficiencia en proteína ni nutrientes, de hecho estaban completamente saludables. También está el tema de la proteína completa, el consumo de todos los aminoácidos esenciales en una sola comida. Pero la verdad es que no necesitamos que los ocho aminoácidos esenciales estén presentes en un alimento o en una comida a la vez. Nuestro cuerpo posee reservas de aminoácidos las cuales son utilizadas en momentos cuando carece alguno para así completar la necesidad proteínica. Algunos alimentos que contienen todos los aminoácidos esenciales en una forma fácilmente asimilables son los siguientes: Frutas Plátanos Tomates Dátiles

Frutos secos Almendras Cocos Maravillas Nueces

Vegetales Germinados Zanahorias Berenjena Camote

Avellana

Brócoli Repollo Maíz Zapallo

El consumo de vitamina B12 de origen bacterial es otro tema recurrente al excluir alimentos de origen animal. En el reino vegetal la consuelda es una fuente de esta vitamina, mientras que en el reino de los hongos el shiitake nos provee también de ella. En la mayoría de las agua de pozo está presente esta bacteria al tener un cierto porcentaje de materia fecal. En algunos vegetales de raíz hay presencia de la vitamina B12 al ser absorbida por la planta del suelo donde habita esta bacteria. En la religión Hindú la mayoría de los devotos no consumen carne ni ningún producto animal desde que nacen hasta su muerte (a excepción de la leche materna), llevando esta costumbre por casi 10.000 años. Las vitaminas y minerales de frutas y verduras, consumidas preferentemente crudas, son recursos ideales y de alta calidad que puede obtener nuestro organismo. Respecto a las calorías, el consumo diario de frutos secos es más que suficiente. Y como último dato, las enzimas sólo presentes en los alimentos crudos son las que llevan a cabo la digestión de los mismos en nuestro cuerpo, dejando disponible para otras funciones vitales a nuestras enzimas metabólicas.

Conservando los productos del bosque Al acabada la correspondiente temporada de cada fruto, existen diversas maneras de conservar los productos del bosque. Para mencionar sólo algunas tenemos el secado por deshidratación, la cual es mi favorita ya que no se deterioran las propiedades de las frutas y se pueden conservar sin refrigeración. También como es de costumbre se puede preparar mermeladas y jaleas. Con ciertas frutas se puede elaborar bebidas fermentadas como el vinagre o el vino. Se puede incluso confeccionar aceite gastronómico de alta calidad a partir de paltas, aceitunas, avellanas, por nombrar sólo algunas frutas. Las variadas formas de conservar los productos del huerto yace sólo en la creatividad de cada persona.

Frutales a través de la provincia de Linares Haciendo un recorrido a través de algunos hogares de la ciudad de Linares, encontré que residen casi todos los árboles frutales que pueden crecer en un clima templado. La ciudad genera además un microclima al haber tantas construcciones y uso energético de la vida moderna. Esto eleva la temperatura propiciando un clima más amigable para ciertas especies. Podemos encontrar por la ciudad: higuera, olivo, almendro, castaño, nogal, avellano, níspero, caqui, palto, naranjo, limón, manzano, durazno, membrillo, damasco, vid, ciruelo, guindo, cerezo, peral, granado.

En lugares aledaños a Linares la situación es bastante similar sujetándose a las condiciones medioambientales. Subiendo el rio Achibueno, en lugares donde nieva en las temporadas de invierno habitan nogales, ciruelos, manzanos y perales. En Biovalle, cerca de Rabones, crecen y fructifican higueras, caquis, vides, avellanos y kiwis, entre otros comunes. Dependiendo del terreno y el clima ciertos árboles proliferan mejor que otros pero siempre podemos experimentar y adaptar especies a ciertas zonas, tal como fue con el palto en esta región. Ahora las generaciones que brotan de esos cuescos crecerán en un ambiente más apto para ellos.