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Características de la literatura de los aztecas, incas y mayas. Literatura azteca o náhuatl

La escritura

Fuentes

 La escritura azteca fue ideográfica o jeroglífica.

 En general, lo que se conoce hoy en día de la literatura náhuatl es debido a las crónicas de los misioneros o a la tradición oral. Se sabe que entre los aztecas llegaron a formarse verdaderas escuelas literarias, y que al menos hubo tres grandes centros culturales: Tenochtitlán, Texcoco y Tlaxcala. En la primera de esas ciudades existió un verdadero emporio cultural, y en las otras

Los géneros literarios más cultivados fueron la lírica, la épica, el drama y la historiografía. · La poesía lírica Estuvo íntimamente ligada a la música y a la danza, es decir, que la poesía era cantada y bailada. Esta poesía, era, en general, anónima e intervenían tres agentes: el compositor de la letra, el músico y los bailarines y cantores. La temática no era muy variada, y trataba principalmente de la fugacidad de la vida, el enigma de la muerte con frecuentes alusiones al más allá, la vanidad de hombre y la rapidez del goce en la vida. Estaba impregnada de ideas religiosas, acordes con el concepto azteca de la vida, que en su opinión consistía en la guerra, la muerte, el mundo de ultratumba y las clases sociales. · La épica y los himnos religiosos Los aztecas componían también himnos religiosos en honor de sus dioses, que provenían de la inspiración de compositores oficiales de los templos, y cantos épicos. En materia épica o guerrera, los aztecas tuvieron una profunda conciencia. Escribieron poemas sobre sus héroes y la historia, bastantes rudimentarios, en los cuales mezclaban cierto lirismo. La religión fue para los aztecas el eje de su vida; todo estaba ligado a ella: el comercio, la política, la guerra. La poesía siguió, pues, tan importante tema. Como el siguiente ejemplo en el que se estimula al guerrero a ser valiente y si es necesario morir en batalla.

¡No te amedrentes, corazón mío! allá en el campo de batalla ansío morir a filo de obsidiana.

Oh, los que estáis en la lucha: yo ansío morir a filo de obsidiana.

Sólo quieren nuestros corazones la muerte gloriosa. La religión fue para los aztecas el eje de su vida; todo estaba ligado a ella: el comercio, la política, la guerra. La poesía siguió, pues, tan importante tema. El sentimiento religioso y la persistente invocación a los dioses, es ostensible en los canto.

La escritura

Fuentes

 Los incas quechuas carecieron de un sistema de escritura ideográfico o fonético. No se conservan restos o fuentes del idioma imperial de los incas, y por consiguiente tampoco quedan documentos literarios escritos. Sólo se dispone de tradiciones orales.

 Las fuentes de la primitiva literatura quechua, además de la tradición oral, son los libros escritos por los españoles del tiempo de la Conquista, quienes han dejado transcriptas muchas composiciones de la época y aún anteriores.

• La poesía quechua Se caracteriza por el panteísmo o adhesión a la tierra, propio de una civilización agrícola-militar, en la que los animales, las plantas y las flores ocupan un lugar importante. El espíritu de la mentalidad indígena es difícil de comprender por el hombre occidental, ya que los valores de ambos mundos son distintos. Además, el panteísmo, es perceptible en la poesía incaica una tristeza típica del indígena, que, sin embargo, no tiene el mismo sentido que le da el hombre moderno. Por otra parte, casi no existe diferencia para el alma indígena entre los conceptos de tiempo y espacio. Otra característica es un cierto ‘franciscanismo’ o amor especial que el indio siente por los animales, que comparten el hogar casi en calidad de hermanos. Asimismo, la poesía quechua no exalta sino por excepción a los grandes hombres del imperio o Tahuantinsuyo. Como en otras civilizaciones antiguas, la poesía se acompañaba de la música y la danza. Hubo dos clases de poetas: el poeta oficial, de la corte o amauta, y el poeta popular, profano, lírico o bucólico, llamado haravec. El primero componía poesías rituales, de mayor valor literario y más exquisita técnica literaria, mientras que el segundo era de menos técnica y compromisos en los temas a desarrollar. • Clases de lírica La lírica incaica y su posterior evolución, la mestiza (que era la fusión de los cantos indígenas con los católicos), comprendían diversos tipos de composiciones. Entre ellas, el wawaki, que era cantado por coros juveniles en las festividades de la Luna o durante las noches de guardia en las sementeras. Ejemplo: Los príncipes Sólo a la luz de la luna ¡Sí! Llamarme simulas ¡Sí! Y cuando me acerco ¡Sí! Te truecas en nieve ¡Sí!

Las princesas Y si llamarte simulo ¡No! Presuroso acude ¡No! Si me trueco en nieve ¡No! Échame tu fuego ¡No! Los príncipes Cuándo mi fuego te quema ¡Sí! Te derramas en rocío ¡Sí! Eres ilusión o viento ¡Sí! O tal vez un desatino ¡Sí! Las princesas Si me crees rocío ¡No! Tus labios acércame ¡No! Aunque sea un desatino ¡No! No pierdas mi rastro ¡No! El jarawi fue una expresión lírica, por lo general de tema amatorio y sentimental, que originó el actual yaraví peruano. El huayno, de carácter erótico; el hauay o lamento; el triunfo o canción alegre del trabajo y la victoria, que también pasó al arte mestizo; el aymoray, poesía ligera de inspiración rural, que empleaba a menudo el diálogo; la poesía ritual y otras formas. • Literatura oficial y popular Hubo dos clases de literatura; la oficial, que abarcaba los himnos del culto, pensamientos filosóficos; y la popular, consistente en la poesía amatoria y de temas humanos y sociales. • Poesía religiosa Fue transmitida por la tradición oral y complementariamente restaurada por los quechuistas. Son frecuentes los himnos, invocaciones a los dioses y alabanzas. La crítica ha reparado en esta clase de poesía el intenso espíritu religioso y la concepción superior de la divinidad. El cronista Crístobal de Molina, en Fábulas y ritos de los Incas (1575), recoge este jailli, en la zona de Cuzco, transcrito en versión quechua y dedicado a Wiracocha pidiéndole que los hombres se multipliquen: Hacedor del mundo, Luminoso Señor, Raíz de la vida, Dios de la existencia Y de la muerte, Señor de vestidura Deslumbradora, Tengan conocimiento El viejo y el joven, Y se multipliquen, La ciudad y el mundo

Que vivan libres Y en paz Cuida a tu criatura Durante muchos días, Hasta que pueda Perfeccionarse • Teatro Comedias y tragedias fueron compuestas por los amautas, para las presentaciones en los días de fiestas solemnes. Se referían las piezas a hechos militares y de la vida cotidiana. Sin duda Ollantay es la pieza maestra del teatro inca. Es la historia de un valeroso general que se enamora de la hija del Inca y la pide en matrimonio, pero que el soberano deniega porque el enamorado no es de sangre real. Ollanta se aleja del Cuzco y encabeza una rebelión armada que comienza a ganar terreno haciendo peligrar la estabilidad del Imperio. El Inca al no poder ganar la guerra después de una prolongada resistencia, se vale de una estratagema y captura al rebelde. En tanto, Cusi Ocoyllur, la amada de Ollanta, ha dado a luz una niña y vive prisionera en el Akllawasi de la capital del Imperio. Cuando está a punto de ser condenado a muerte fallece el viejo Inca y hereda el trono su hijo, hermano de la prisionera, que enterado del caso indulta a Ollanta casándolo con su hermana y devolviéndole su antiguo rango. Después de la rebelión de Túpac Amaru II, en 1781, el visitador general José Antonio de Areche estableció penas muy duras para quienes asistieran o actuaran en las representaciones teatrales. Especialmente prohibió la escenificación de Ollantay que el lider indígena había hecho poner en escena en el Cuzco ante su ejercito y el pueblo, por el carácter netamente inca de la obra y su argumento revolucionario que, de alguna manera, facilitaba sus planes independentistas y reformadores.

Literatura azteca 30 de septiembre de 2009 Publicado por Pablo La mayor parte de los pueblos habitantes de Mesoamérica antes de la llegada de los españoles desarrollaron sistemas de escritura, aunque estos sistemas casi nunca fueron empleados para conservar por escrito sus propias literaturas. La mayor parte de su haber literario se conservó y se transmitió únicamente a través del a tradición oral, y sólo algunas de sus obras fueron trasladadas al alfabeto occidental y conservadas por escrito. De hecho, tan sólo especialistas modernos, tales como Ángel María Garibay o Miguel León Portilla se han dedicado a traducir aquellos textos, por lo que su conocimiento, hasta hace no demasiado tiempo, era del todo inexistente. El pueblo azteca, conocido también como mexica, fue sin duda el más exitoso de los pueblos precolombinos de Mesoamérica y logró dominar gran parte de su territorio. Los mexicas o aztecas fueron un pueblo de filiación nahua y, por lo tanto, hablante del náhuatl. Desarrollaron una escritura jeroglífica (o ideográfica), aunque en el momento de la conquista española su escritura había alcanzado ya un estadio fonético.

Tristemente, los españoles destruyeron muchos de los -de por sí escasosregistros literarios que guardaban los aztecas. Los que se lograron conservar mejor fueron los que grabaron los misioneros, utilizando el alfabeto occidental. De estos textos la mayor parte son poemas, que se conocen con el nombre de cuicatl. Los cuicalt incluían bailes y cantos, hablaban sobre la vida y la muerte y solían utilizarse como parte de celebraciones religiosas (estos poemas contaban con una importantísima significación religiosa). Otra manifestación literaria de tipo religiosa fueron los llamados cantos divinos o teocuícatl, que estaban destinados a los sacerdotes. Y al margen de los poemas religiosos, los mexicas produjeron también una especie de literatura pa la guerra. Son los llamados cantos guerreros o yaocuícatl. La poesía tenía una gran importancia en la sociedad mexica y gozaba de alta estima. Los jóvenes de las clases sociales con más recursos solían acudir a colegios llamados calmecac para aprender el arte de la poesía, y a colegios llamados caicalli para aprender el arte del canto. Saber escribir y recitar versos se consideraban buenos atributos en un joven de alta posición. Tenochtitlán, la capital del Imperio Azteca, así como Texcoco y Cualhtitlán, no por casualidad dos sus ciudades más importantes, fueron los tres mayores centros literarios de la civilización mexica. Al ser oral, no tenemos muchos registros de los principales autores de esta literatura. Solían ser los reyes quienes se atribuían las mejores obras, y entre ellos se considera a Nezahualcoyotl, que reinó en Texcoco durante el siglo XV, como uno de los más virtuosos

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AZTECAS 

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Bibliografía



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Introducción Al fundar la ciudad de Tenochtitlán los aztecas se asentaron definitivamente hasta la llegada de los españoles. Habían salido de Aztlán (lugar que desconocemos) convencidos por el dios Huitzilopochtli para buscar un sitio nuevo. Tras un camino largo y duro llegaron al Valle de México. Se establecieron en Chapultec, pero fueron expulsados de allí. Pidieron al señor de Colhuacán una tierra donde ir, y él les dio Tizapán, lleno de serpientes venenosas; pero no fue problema porque ellos se las comieron asadas. Pasado el tiempo pidieron al señor del pueblo vecino (los culhuas) que les entregara a su hija para casarla con el dios. La muchacha fue ofrecida en sacrificio y cuando lo supo su padre, tuvieron que huir hacia los lagos. Esto era ya en el año 1323. En el lago Texcoco vieron una señal del dios: un águila, en un nopal, devorando a una serpiente; y fundaron allí la ciudad de Tenochtitlán, que significa donde está el nopal silvestre. Al menos esto cuentan las historias aztecas. Generalmente llamamos aztecas a los habitantes de los territorios conquistados por Hernán Cortés, aplicándo, por tanto, ese término no sólo a los propios aztecas sino también a los mexicas.

Economía: Agricultura Los principales cultivos son: maíz, tabaco, chiles, fruta y maguey.

Cultura: Lengua y escritura Los aztecas, y tal vez ya los teotihuacanos mil años antes, hablaban una lengua llamada náhuatl. La escritura mezclaba pictogramas, ideogramas y signos fonéticos. En sus escritos queda reflejada su propia historia, geografía, economía, religión... Algunos códices han llegado hasta nuestros días. De ellos el conocido como Códice Borbónico es anterior a la llegada de los españoles. Es un libro-calendario con dos partes, la primera un libro de los destinos (tonalamalt) y la segunda las fiestas de los meses (xiuhpohualli).

Cultura: Literatura: Poesía Los poemas aztecas podian ser recitados o cantados al ritmo de tambores y trompetas. Algunas veces incluían palabras que no tenían ningún significado y que sólo servían para marcar el ritmo. Frecuentemente eran dedicados a los dioses, pero también trataban de otros temas como la amistad, la guerra, el amor y la vida. Algunos reyes fueron famosos poetas, como por ejemplo Nezahualcoyotl de Texcoco (1402-1472). (Ejemplo: poesía de Nezahualcoyotl de Texcoco

¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra, solamente un poco aquí. Aunque sea jade, se rompe. Aunque sea oro, se hiende. y el plumaje de quetzal se quiebra. No para siempre en la tierra, solamente un poco aquí")

Cultura: creencias Según los aztecas el mundo fue creado y destruido cuatro veces. Luego fue creado por los dioses por quinta vez. Ellos hicieron la tierra y la separaron del cielo. Después el dios Quetzalcóatl creó los hombres y las plantas que los alimentan. Los aztecas contaban esto así:

«Hicieron luego el fuego, y hecho, hicieron medio sol, el cual, por no ser entero, no relumbraba mucho, sino poco. Luego hiciron a un hombre y a una mujer: al hombre le dijeron Uxumuco y a la mujer Cipactonal. Y mandáronles que labrasen la tierra; y a ella que hilase y tejiese. Y que de ellos nacerían los macehuales, y que no holgasen, sino que siempre trabajasen. Y a ella le dieron los dioses ciertos granos de maíz, para que con ellos curase y usase de adivinanzas y hechicerías, y así lo usan hoy en día de hacer las mujeres.»

Tenían numerosos dioses:



Coatlicue, la diosa de la tierra.



Huitzilopochtli, el dios de la guerra.



Frecuentemente aparece en la poesía Ipalnemoani (por quien se vive), la fuerza suprema.



Cada aspecto de la vida sexual estaba asociado a un dios diferente. Así, Xochipilli era el dios de las flores, del amor, de la fertilidad y de las relaciones sexuales ilícitas; al igual que su esposa, la diosa Xochiquétzal, quien, además era protectora de la prostitución (que como se ha dicho antes, era lícita).



Por su parte, Tlazoltéotl era la diosa del placer, la voluptuosidad, la fecundidad y la fertilidad. Ella protegía a las parturientas, a las parteras, a los hechiceros relacionados con el mundo amoroso y a los hombres de intensa actividad sexual.



Cada fenómeno atmosférico también era asociado a un dios: a Tlaloc las lluvias, a Quetzalcóatl Ehecatl los vientos.

Según los aztecas sólo se vive una vez, y la vida esta llena tanto de sufrimiento como de alegría y la única manera de perdurar tras la muerte es alcanzar la fama, si bien la propia fama desaparece cuando los mueren los que recuerdan al difunto.

Cultura: Ciencia: Astronomía Era una de las ciencias de más tradición para los aztecas. gracias a sus observaciones determinaron con gran precisión las revoluciones del sol, de la luna, de venus, y, tal vez, de Marte; agruparon las estrellas en constelaciones (que no coinciden con las nuestras); conocieron la existencia de los cometas; la frecuencia de los eclipses de sol y de luna; y pudieron crear un complejo calendario. Esta observación del cielo les permitió también desarrollar conocimientos de metereología y así predecir las heladas o establecer las características de los vientos dominantes. No obstante, cada fenómeno atmosférico era asociado a un dios: a Tlaloc las lluvias, a Quetzalcóatl Ehecatl los vientos.

Cultura: Ciencia: Medicina La medicina también tuvo un gran grado de desarrollo. Con su conocimiento de la naturaleza distinguieron propiedades curativas en diversos minerales y plantas. Los sacrificios humanos religiosos (que incluían la extracción del corazón y el desmembramiento del cuerpo) favorecieron un buen conocimiento de anatomía. Sabían curar fracturas, mordeduras de serpientes. Posiblemente hubo "odontólogos" encargados de realizar deformaciones dentales. Aunque la medicina era practicada por hombres y mujeres, parece ser que sólo las mujeres podrían encargarse de ayudar en los partos. La medicina estuvo muy ligada a la magia, pero el hecho de no atribuir la causa científicamente correcta a cada enfermedad no significó que no se aplicase el remedio conveniente.

Cultura: Arte: Orfebrería Gracias a sus conocimientos de física los orfebres pudieron emplear varias técnicas en su trabajo (como la de la cera perdida), fundir oro con la plata, etc. Elaboraban todo tipo de figuras y adornos pulseras, collares, pectorales, pendientes, etc. Frecuentemente el metal se combinaba con piedras preciosas (turquesa, amatista, jade, cristal de roca) o con conchas.

Cultura: Arte: Arquitectura Se construyeron pirámides escalonadas en Cholula, Xochicalco y Teotihuacán.

Cultura: Arte: Escultura Los aztecas fueron hábiles escultores. realizaban esculturas de todos los tamaños, diminutas y colosales, en ellas plasmaban temas religiosos o de la naturaleza. Captaban la esencia de lo que querían representar y luego realizaban sus obras con todo detalle. En las esculturas de gran tamaño solían representar dioses y reyes. Las de pequeño tamaño se reservaban para la representación de animales y objetos comunes. Se usó la piedra y la madera y, en ocasiones se enriquecían con pintura de colores o incrustaciones de piedras preciosas.

Cultura: Arte: Pintura El color es fundamental en la pintura. Se trata de un color plano, sin matices ni sombras y, posiblemente con connotaciones simbólicas. Aparece ligada a la arquitectura, decorando los edificios.

Cultura: Arte: Plumería Los adrornos hechos con plumas tuvieron gran importancia en América Central. Las plumas más apreciadas eran las del quetzal (verdes) las del tlauquecholli (rojas) y las del xiuhtototl (azul turquesa). Con ellas hacían tapices y adornaban mantas, máscaras rituales, escudos o trajes de guerreros.

Leyes Las leyes eran muy severas. Como en otras culturas antig uas los castigos eran diferentes según fuera el delito y el rango de quien lo cometía. Generalmente el castigo era más duro si quien había cometido el delito era un funcionario o noble importante. Existía la pena de muerte para los delitos de asesinato, traición, aborto, incesto, violación, robo con fractura y adulterio. En este ultimo caso se procedía a la lapidación

aunque la mujer era estrangulada previamente. Los guerreros podían escapar de la pena de muerte aceptando un destino permanente en zona fronteriza. La embriaguez era considerada delito. Sólo era permitida, en algunas circunstancias, para los ancianos y los guerreros profesionales. El castigo podía ser la muerte o el rapado de cabeza (si era la primera vez que alguien no importante cometía esta falta).

Sociedad El emperador azteca poseía un poder ilimitado, que abarcaba todas las cosas y todas las personas. Junto a él, los guerreros y sacerdotes formaban el grupo social de mayor poder. Los guerreros eran el principal apoyo del emperador y permitió la creación de un imperio muy poderoso pero aislado políticamente. Apenas había grupos sociales intermedios. Si acaso, los comerciantes enriquecidos de la capital, que conseguían ascender intercambiando sus riquezas por prestigio en las fiestas que organizaban y ofreciendo alguno de sus esclavos como victima de un sacrificio ritual (cosa poco frecuente por ser muy costosa). La mayor parte de la población eran artesanos, agricultores, servidores públicos, etc., que se organizaban en grupos de parentesco llamados calpulli. También había esclavos que se usaban para el trabajo agrícola, el transporte, el comercio o el servicio doméstico. Algunos lo eran temporalmente, hasta que pagaran una deuda o una condena. Otros eran prisioneros de guerra que podían ser sacrificados a Huitzilopochtli.

Vida cotidiana. Educación La educación era obligatoria. Las chicas eran educadas por sus madres en casa para realizar las tareas del hogar. Sólo las nobles podían ir a aprender a una especie de monasterio donde vivían hasta el momento del matrimonio. Para los chicos había dos tipos de escuelas: el telpochcalli y el calmecac. En el primero se estudiaba en la escuela pero se iba a dormir a casa; el segundo era un internado prácticamente reservado a los nobles. La enseñanza de la religión era muy importante , pero también se aprendía escritura, lectura, historia y música.

Vida cotidiana. Sexualidad Sólo había dos formas de relaciones sexuales permitidas: las que tenían lugar dentro del matrimonio; y las de guerreros solteros con sacerdotisas dedicadas a la prostitución ritual. Estas últimas estaban protegidas por la diosa Xochiquétzal, se presentaban adornadas y maquilladas y proporcionaban al hombre alucinógenos y afrodisiacos que estimulasen su apetito sexual. Siempre mantenían este tipo de relaciones antes de que lso guerreros partiesen a la batalla. El adulterio, sin embargo era severamente castigado (ver: leyes).

Cada aspecto de la vida sexual estaba asociado a un dios diferente. Así, Xochipilli era el dios de las flores, del amor, de la fertilidad y de las relaciones sexuales ilícitas; al igual que su esposa, la diosa Xochiquétzal, quien, además era protectora de la prostitución (que como se ha dicho antes, era lícita). Por su parte, Tlazoltéotl era la diosa del placer, la voluptuosidad, la fecundidad y la fertilidad. Ella protegía a las parturientas, a las parteras, a los hechiceros relacionados con el mundo amoroso y a los hombres de intensa actividad sexual. Resumido de L. López Luján (Escuela Nacional de Antropología e Historia, México), "Los Mexica, últimos señores de Mesoamérica", en Gran Enciclopedia de España y América, vol. 1, Espasa-Calpe/Argantonio, Madrid, 1983, p. 185, por M. Pilar Rivero (Proyecto Clío).

Bibliografía L. López Luján (Escuela Nacional de Antropología e Historia, México), "Los Mexica, últimos señores de Mesoamérica", en Gran Enciclopedia de España y América, vol. 1, Espasa-Calpe/Argantonio, Madrid, 1983, pp. 170-188. M. Lucena et al., "Los aztecas", en Historia de Iberoamérica, vol. 1, Cátedra, Madrid, 1987. J. L. Rojas, Los aztecas. Entre el dios de la lluvia y el de la Guerra, Anaya, Madrid, 1988. J. L. Rojas, Los aztecas, Col. "Biblioteca iberoamericana", Anaya, Madrid, 1988.M. Ballesteros et. al., Los aztecas, Cuadernos de Historia 16, num. 27, Madrid, 1985. T. Castello, Presencia de la comida prehispánica, Banamex, México, 1986. G. W. Conrad, Religión e imperio. Dinámica del expansionismo azteca e inca , Alianza, Madrid, 1988. F. Díaz Infante, La educación de los aztecas, Panorama editorial S.A., México, 1985. A. López Austín, Tarascos y mexicas, SEP/80 y Fondo de Cultura Económica, México, 1981. M. Lucena et al., Los aztecas en la Historia de Iberoamérica, vol. 1, Cátedra, Madrid, 1987. M. Lucena, La América precolombina, Col. "Biblioteca básica de Historia", Anaya, Madrid, 1989. M. Lucena, Así vivían los aztecas, Anaya, Madrid, 1992. E. Matos, Vida y muerte en el Templo Mayor, Océano, México, 1986.

Para más información ir a ... Museo del templo mayor: http://archaeology.la.asu.edu/vm/mesoam/tm/