Aves de Corral

N.° 9. PEQUEÑA ENCICLOPEDIA 4| DE AGRICULTURA 4 PUBLICADA LÍ L H S R V E S DE GOBBHL i í BAJO LA lURlvCCION DE MR

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N.° 9.

PEQUEÑA ENCICLOPEDIA

4|

DE AGRICULTURA 4 PUBLICADA

LÍ L H S R V E S DE GOBBHL i

í

BAJO LA lURlvCCION DE

MR. A. L A R B A L É T R I E R ¿L

CONEJOS Y ABEJAS

AVES DE C O N E J O S

CORRAL Y

A B E J A S

PRINCIPALES

CORRESPONSALES

ALAVA.— Vitoria: López Mtinain, P. L. Larrañaga. ALBACKTH.—Vicente V i l a r , S . Kniz. HeUin: M. Furio. Villar robledo: T. Pérez, ALICAN TR.—Costa y Mira, F. A l e m a ñy. Alcoy. José Perez Botella, G. Vilaplana y c o u t p . , J. Llorona Pericas. Elche: F. Ferríinde?.. A L N H I U A . — G . Gajiítc, I. García. AVILA.—Lucas M a r l i n , A . López. RADAJOZ. — González, Clararaunly compañía. Don Benito: N . Alvaréz Muñoz. BALBARIÍS. — Palma: Juan A. López, Mahon.M. BusitUl. Manaror: B. Frau BARCELONA. — A. J. Bastino*. J. Güell, Juan Llordachs, E. Piaget. Matará: M. Woguer. Sabadell: M. Berenguer. Tarrasu: (¡orina. Vich: N. Gsrriga Mestanza. Vllanueva yGeltrú: A. Alad roña. BURGOS.—C Avila é hijo, Hijos de S. Rodríguez. CACBRIÍS.—J, del Pozo y Mateos. CÁDIZ.—Ibáñez y Prado, Manuel Morillas. Jerez 'Le la Frontera: Jose Bueno, M. Gener. Linea de la Concepción: Juan d é l o s Santos Puerto de banta Mana: J. L. García, M. Carrillo. San Fernando: JosóGay. Veyer: Francisco Aragón. CANARIAS. — Las Pat/naí A. Delgado Martín Velaseo. Oroíava-, Viuda de Herreros. Santa Cruz de la Palma: T . Torres Lujan. Sania Cruz de Tenerife: Delgado Vúinar. CASTBLLÓR.—J. H. vira Borras, M. Perales. Vinaroz. Juon Botella. CÍODAO R E \ L . — l l a m ó n ti. l l u h i s c o . CÓRDOBA.—Viuda de Gacto. Lovera, F. A. da Muela. Lueena: F. Bergillos. CORONA.—li. Carré, escudero Viuda de Ferrer hijos. Ferrol; Viuda è hijos l e O b e m ñ , Eduardo V a / e l a Santiago: J . Escribano, Gali Camps. CUBNCA.—Viuda de dómez é hijo. GBRONA.—Pactano T o r r e s . GRANADA.—L. Guevara, Paulino V e n tura Sabatei (Viuda ó hijos d e ) , Dámaso Santalo. GUADALAJ ARA.—Amero Concha. GUIPÚZCOA.-San Sebastian'. J. Baroja o hijo, V. Benquet, Librería Cení? ut. Viuda de Usos. HITRLVA.—Viuda o hijos de Muñoz. U ü B S C t . — F . Iglesias Lacosteaa, Leandro Péraa. 3

(La lista de corresponsales

JABN.— C. Uribes. Andújar: A . Barrios. Linares: Eloy Montes. LUÓN.— M. Garzo Herederos de Mifióu. A.t torga: Viuda é hijos de López. LitiuiK.—J. A m o r ó s , E. Ilibelles. LOGROÑO.—Hijos de Alesón, Cipriano García, C. G i l , Venancio de Pablo (Viuda de). LUGO.—Juan Antonio Menóndez. MADRID.— Alcalá: J . Lobo. MÁi.ifii.—J. Uñarle, .1. González Pérez, M. Fernández y hermano, /ioncía, J. Saenz. MURCIA.—Viuda de J. P e r d i ó , C. Bo tolla, López y c o m p . Cartagena: W y L. García hermanos. G. Bant. NAVARRA. — Pamplona: K. Bescans? lioldán Pórez y C. ', Araniburii, Viuda de Carrio. Oar¡NSR.—Nemesio Pérez, V . Miranda. OVIKIIO. — Juan M a r t í n e z . Avilé*: F. Fernández. (Jijón: H . Andrade, I.. Menóndez. PALBPJCIA.—A. Z . Menóndez, Hincón. PONTRVRDRA.—A. García. Joaquín Poza Cobas. Th$: Lorenzo Pórez llermida (Viuda ó hijos d e ) . Vtgo: E. Dom í n g u e z , E. Krapf, 3. N i e t o . SALAMANCA.—Viuda de Calo.i é hijo, M. Hernández, Hidalgo, V . O l i v a . SA^TANDÜR.—J. B. Melendez y Valdor L. Gutiérrez. SHGOVIA.—M. Mecina. S B V I L L A . — F ó ( J . A . ) , Sanz, E. Torres. S O R U . — P . N . Sebastián. TARRAGONA. — J . Font é hijos, S . Ginesta Salas. Reas: A g u s t í n Torreja. Tortota: F. M e s l r e , Bernis hermanos. TBRDHL.—P. P u n t e r N a v a r r o . TOLEDO.—R. Gómez Menor, J . Pelaei (Viuda o hijos de). VALKNCIA. — Pascual A g u i l a r (en testamentaría), llamón Ortega, Pubol y Morales. VALLADOLI».—A- Martín Sánchez, L. Miñón, J. Montero, Hijos de N u e v o . VLZCATA. — Bilbao: Bulfy y c o m p . , Dochao, A. A p e l l a n i z , E. Villar. ZAHORA.—Viuda de M. Rico, P. S e n d í n , ZARVGOZA.—A- A l i ñ é , Crespo y A Ico fiche!, Gasea, S^nz. a

1

1

Isla de

Cuba.

HABANA.—Santiago López, José Lopes. — M . Ricoy. termina

en el tomo

tiguiente,)

PEQUEÑA ENCICLOPEDIA DE AGRICULTURA Publicada bajo la dirección de Mr. A. L A R B A L E T R I E R .

IST.

0

0

AVES DE CORRAL CONEJOS Y ABEJAS VERSIÓN ESPAÑOLA. A U M E N T A D A Y ANOTADA CON EL CAPÍTULO

CÜNICULICÜLTURA ORIGINAL D E

DOMINGO

MASSUET Y AMORÓS

A v i c u l t o r , e x - a l u m n o de l a R e a l E s c u e l a E s p a ñ o l a d e A v i c u l t u r a .

Ilustrado oon numerosos grabados.

MADRID LIBRERÍA

D E

B A I L L Plaza

EDITORIAL

Y - B A I L L I E R E de S a n t a

É

Ana, núm. 10.

1902

H I J O S

PROLOGO

LA AVICULTURA EN ESPAÑA Y LA

OPORTUNIDAD

DE ESTE LIBRO

Los que sentimos verdadera afición por la avicultura no podemos menos que mostrarnos m u y satisfechos al ver el desarrollo é incremento que va tomando por doquiera llegan las enseñanzas y el ejemplo. T a no son unos pocos los que rinden culto á tan noble industria. E n todas las regiones de España y aun en los más recónditos lugares se va extendiendo el uso de las modernas prácticas avícolas. Las pequeñas razas comunes, susceptibles de dar u n producto algo menos que mediano, se van sustituyendo con otras cuyas cualidades les superan en nracho, poseyendo la misma rusticidad para que su cria sea fácil y no sean mayores los cuidados que deban prodigárseles. L a evolución que la avicultura ha efectuado de algunos años á esta parte es m u y notable, y si ha costado tanto tiempo ha sido debido á que pocos, m u y pocos han sido los que, dedicándose á razas prácticas y trabajando firmemente, se han lanzado á esta industria para dar el ejemplo y convencer á los incrédulos de que la avicultura es u n a fuente inagotable ENC.

DE

AGRICULTURA.

IX.

1

2

PRÓLOGO

de riqueza, que sólo puede malograr la falta de conocimientos teóricos y prácticos. Sin duda alguna restaron elementos de vida á nuestra afición los recientes fracasos de varios establecimientos que se montaron sin los conocimientos necesarios y descuidando hasta el emplazamiento. Mucho ha costado levantar nuestra avicultura al nivel que ocupa en la actualidad. P a r a ello ha sido preciso muchos años de constantes trabajos, que han operado un cambio radical en la industria avícola, determinando la creación de numerosos establecimientos de avicultura en la mayoría de las provincias y la introducción por parte de los grandes y pequeños propietarios en sus haciendas de esta productiva rama de la agricultura. Esto por lo que se refiere á explotaciones en grande y regular escala; pero con relación al campo, que es de donde procede el gran contingente de volatería que surte los mercados, nos llena de satisfacción ver el cambio que se ha operado. Desde la granjera hasta la más humilde payesa procuran por todos los medios á su alcance criar buenos ejemplares, eliminando del corral, cuando jóvenes, los que por sus cualidades se adivina que no serán reproductores m u y buenos. Además, no es esto sólo; introducen razas más productivas, que cuidan con esmero y aun seleccionan con la mayor atención, renovando la población del corral con una raza de la cual obtienen casi siempre doble fruto. E n otras comarcas que ya tienen una raza de gallinas de buen tamaño y ponedoras es de ver cómo seleccionan su corral, buscando la uniformidad en el plumaje y entre éstas las de huevo más grande y de mayor tamaño. :

PRÓLOGO

3

España, país de clima privilegiado, tiene todas las ventajas para que la industria avícola adquiera gran desarrollo, y sin embargo existe aún, y creemos que siempre existió, una prevención inexplicable contra la cría de las aves de corral. A no ser en grupos de pocas aves no se cree posible la explotación de la avicultura en ninguna forma. No se admite que puedan prosperar granjas en gran escala, donde las aves estén bien atendidas, clasificadas, con un régimen de alimentación sano, nutritivo y suficiente, no; como os dirán muchas campesinas: por lo que ponen, maldita la comida que ganan, y veréis alrededor de la casa una porción de aves de andar macilento, de plumaje sin brillantez, tristes y abatí das., escarbando en la tierra, buscando en ella una semilla y algún gusano para no morirse de hambre. ¿Cómo se quiere que estas aves, cuya postura media, bien alimentadas, sería de 80 huevos, ó sea la mitad de otra de gran postura, resulten productivas? No; en estas condiciones sólo puede dar unos 40 huevos. Lo mismo exactamente sucede con la incubación artificial; los que no conocen siquiera su teoría la atacan, y sin ambages la creen ruinosa; sin embargo, ¡cuan injustificadas son estas opiniones! Cuando los más incrédulos ven salir de los cajones de las incubadoras grupos de polluelos, entonces es cuando creen que realmente existe gran ventaja entre uno y otro procedimiento. P o r fortuna se ha roto el hielo en que se escudaban tantas preocupaciones, y hoy ya vemos cómo van desapareciendo aquellas que no han cedido hasta ver el ejemplo y prácticamente resueltos todos los extremos. E n nuestra patria corresponde la mayor parte de gloria al

4

PROLOGO

que merece ser llamado patriarca de la avicultura española, al maestro D. Salvador Castelló y Carreras. Su labor durante los últimos años, que comprenden la época del desarrollo de la avicultura, es grande y hermosa, y confesamos desde luego que nuestra pluma no es capaz de describirla. Impulsado por una fe ardiente y profundo cariño por su patria, todos sus esfuerzos tendieron á dotar á su país de u n establecimiento modelo que sirviese de norma para la creación de otros. Al establecimiento de su Granja Paraíso en Arenys de Mar sucedió la inauguración en la misma de una Escuela de Avicultura, donde jóvenes de toda la Península pudieran acudir al curso de esta nueva enseñanza y diseminarse en todas las regiones, y si no implantar por sí propios esta industria, entrar al servicio de hacendados para dirigir las explotaciones que se les encomendaran. Poco tiempo después, y en vista de la importancia del centro de referencia, S. M. la Reina Madre otorgó á la Granja Paraíso el título de Real Granja Escuela de Avicultura. A partir de la fundación de la Real Escuela Avícola empezó el desarrollo de la afición bajo bases prácticas, y en los seis años que han transcurrido ha logrado el Sr. Castelló ver coronados sus esfuerzos por el éxito más lisonjero y colocar á nuestra industria al nivel de adelanto y esplendor que alcanza en otros países. A la creación de la Real Escuela de Avicultura debe añadirse la fundación de la revista La Avicultura Práctica. que ha contribuido poderosamente á formar en la Península un gran núcleo de aficionados que dentro de su radio de

PRÓLOGO

5

acción han procurado á su vez despertar la afición y hacer crecer el entusiasmo por las buenas razas de aves de corral. Siguió luego la publicación de varios volúmenes, en los cuales el Sr. Castelló, á la par que en su cátedra, ha ido sembrando en su patria y fuera de ella las modernas enseñanzas y procedimientos de cría. Sus libros han hecho mucho bien, y no es difícil hayan desengañado á algunos que estaban decididos á emprender esta industria en condiciones que les hubieran sido funestas. Recientemente se ha publicado la segunda edición de Colombofilia, que es un estudio completo de las palomas m e n sajeras y telegrafía alada. Su Avicultura (curso completo de gallinocultura é industrias anexas) es obra de consulta, y si á sus sabios consejos y enseñanzas fiáis vuestra empresa con fe, llegaréis al fin que os habéis propuesto. El nombre del Sr. Castelló es conocido y respetado en toda España, pues en el pueblo que no han llegado los productos de sus granjas se leen sus libros ó su revista. Todos sabíamos que la labor realizada debía ser fecunda, pero no podíamos presumir que en tan pocos años una industria nueva estuviese tan arraigada hasta después de haber admirado las dos Exposiciones que con tanto éxito ha organizado la Sociedad Nacional de Avicultores Españoles, de la cual es Presidente y fundador el Sr. Castelló; sociedad que, si bien no tiene más que cinco años de existencia, los cuenta por triunfos. La primera Exposición se celebró en Barcelona en diciembre de 1897, y á pesar de ser la primera de esta índole que se celebraba en España encerró más de 1.000 ejemplares de razas selectas y m u y bonitas instalaciones de material.

6

PRÓLOGO

No sólo concurrieron á este certamen los criadores y aficionados de Cataluña; de la mayoría de las provincias de E s paña fueron á la Exposición hermosos lotes de aves. Esta Exposición impulsó notablemente la afición, y ya entonces nos hizo esperar para el segundo certamen, que debía celebrarse en Madrid, u n éxito completo. Reciente está en la memoria de tocios la Exposición Internacional de Avicultura y Colombófila que durante el mes de mayo de 1902 se celebró en Madrid. Bien es verdad que el carácter de internacional dio á la Exposición un contingente enorme de aves de todas las razas, de lujo y producto, pero también nos es m u y grato hacer constar que la participación nacional fué brillante y de la cual podemos mostrarnos orgullosos. No sólo pudimos apreciar las razas comunes ó típicas de España en u n grado máximo de perfección, si que también tuvimos ocasión de admirar lotes de aves de razas extranjeras criadas y seleccionadas en nuestro país y que nada tenían que envidiar, tanto por sus caracteres como por el desarrollo. Viva satisfacción experimentamos al hacer constar que las razas castellana y catalana del Prat, no sólo han llamado la atención de todos los visitantes y aficionados, si que han m e recido los más entusiastas elogios de afamados jueces y avicultores extranjeros, que conceptúan ambas razas como de gran producto. Tiempo ha que las recomendamos como tales, y, bien justificadas y comprobadas sus cualidades y rendimientos, las vemos hoy en todas partes siendo objeto de u n cultivo especial. H a n contribuido al mayor incremento de la avicultura

PRÓLOGO

española las enseñanzas, el ejemplo y la unión. Con estos elementos necesariamente había de vencerse, y todo hace augurar que su porvenir es brillante. Nada, pues, más oportuno que la publicación de este volumen

de la

ENCICLOPEDIA, D E AGRICULTURA., toda vez

que

habiendo entrado de lleno en el camino del progreso, y á pesar de que tenemos las obras nacionales antes mencionadas, m u y conveniente ha de resultar á la afición y para los que no posean el francés la lectura de algo de lo mucho y bueno que se ha escrito en el extranjero sobre la avicultura y sus industrias anexas. P o r ello los Sres. Bailly-Bailliére ó Hijos merecen los plácemes de todos los aficionados, pues la obra tiende, como todos los trabajos hechos en nuestra patria, á desarrollar la afición y al incremento de la industria avícola. Al verme honrado con el encargo de este trabajo me propuse en lo posible adaptarlo á las necesidades y condiciones de nuestro país y sobre todo darle espíritu [práctico, y me consideraré dichoso si lo he logrado.

DOMINGO MASSDBT Y AMORÓS, Avicultor,

ex-alumno

de la Real

Escuela

Española

de

Avicultura.

PRIMERA PARTE L A. S

A - V E S

CAPÍTULO

D E

a

O K. IR, A

L

PRIMERO

C O N S I D E R A C I O N E S

G E N E R A L E S

La cría de aves y animales de corral ofrece al agricultor y al que vive en el campo un interés considerable, toda vez que produce, sin grandes desembolsos, un beneficio muy importante que, como veremos, puede ser considerablemente aumentado. Remitiéndonos á las últimas estadísticas francesas, el valor total de las aves y animales de corral alcanza la suma de 166 millones y medio de francos, con una población de: Gallinas. .' Ocas Patos Pavos Pintadas Palomas Conejos

54.102.985 cabezas. 3.519.741 3.683.727 — 1.968.142 — 300.509 — 8.091.004 — 14.936.071 —

La misma estadística nos dice que el valor total de los productos librados al consumo, así franceses como extranjeros, asciende á más de 316 millones de francos. Verdad es que la cifra no deja de ser importante, pero ninguna duda cabe que aumentaría considerablemente con el. empleo de buenos métodos de cría.

10

PEQOBÑA

ENCICLOPEDIA

DE

AGRICULTURA

Interrogad á una campesina ó granjera acerca de la producción del corral y muy á menudo os contestará que le produce muy poco, y aun muchas veces nada; desgraciadamente, la mayor parte de las veces esta afirmación es cierta, pues si cría gallinas es sólo porque le producen huevos que sirven para variar un poco la alimentación de los que viven en la casa y para que pueda procurarse de tiempo en tiempo, con huevos y pollos, dinero para las necesidades ordinarias de la familia. Examinando un instante cómo tienen las gallinas en el campo, veremos que vagan en las proximidades de la casa y muchas veces en medio de las tierras de cultivo, estropeando los sembrados con gran sentimiento del agricultor. De cuando en cuando se les distribuye una alimentación exigua, insuficiente y de mala calidadLas condiciones higiénicas en que están alojadas son deplorables, y la mayor parte de las veces sin abrigo para guarecerse ni gallinero ó dormitorio, pudiendo encontrar abrigo sólo en el ramaje de algunos árboles. Algunas más dichosas tienen un mal cobertizo para cobijarse; pero como se amontona el excremento y se respira U n aire viciado y pestilente, las aves entran en él con pesar, presintiendo quizá las enfermedades que allí.reinan con carácter endémico. He aquí lo que se observa en muchos casos, con lo cual no hay que extrañar que en estas ó parecidas condi ciones los productos sean medianos. Nunca se hará bastante en contra de esta tendencia á dejar las cosas en el estado presente. Tanto más cuanto mejor entendida está una explotación agrícola cuesta menos la alimentación. Para la alimentación de las aves de corral se puede obtener mucho producto de los residuos y desperdicios de nuestros graneros, y añadiendo hierbas y verde procedentes de la misma finca obtendremos una alimentación sana y á un precio muy bajo. ¿Por qué, si la mejora de nuestras razas de animales de gran talla va hoy día á paso de gigante, no sucede lo mismo con las

AVES

DE

CORRAL

11

que en este momento nos ocupan? No es fácil dar la respuesta. No puede acusarse más que á la rutina, que tiene tan hondas raíces en nuestros agricultores y que tan difícil es combatirla. Siempre estamos oyendo quejarse á los agricultores de la crisis por que atraviesan de algunos años á esta parte. Sin embargo, ¿qué hacen para combatir esa crisis? Nada ó muy poca cosa. Deberían procurar abarcar todas las ramas de la producción, aun las más pequeñas, toda vez que el beneficio que obtuvieran de la cría de aves y animales de corral serviría de ayuda, de compensación á otros cultivos que no les fuesen tan beneficiosos. La avicultura es una industria, mejor que compatible, necesaria en toda casa de campo, dando pingües beneficios cuando se explota con conocimiento. ¿Qué debería hacerse para llegar á ese caso? En primer lugar procede una selección juiciosa y concienzuda de los reproductores, tanto machos corno hembras. No sólo debe procurarse criar bueno si que también que los productos sean de desarrollo rápido y fácil, lo que indudablemente constituye uno de los factores indispensables para el buen éxito. En consecuencia, debe procurarse obtener aves de gran desarrollo y en un tiempo relativamente corto. En resumen, por todos los medios - debe procurarse obtener en las aves de corral la precocidad que se ha obtenido en las razas de bueyes del Charoláis y de Limousin. Casi nunca se persigue este fin, pues los polluelos de las primeras incubaciones, que son más precoces y se desarrollan mejor, van infaliblemente al mercado en la esperanza de obtener un precio más alto. Que se vendan los pollos con defectos de conformación ó raquíticos es excusable, aun tratándose de las primeras crías; pero vender los demás hemos de convenir que es absurdo, pues conservados y empleados en lo sucesivo como reproductores transmitirían á sus descendientes la robustez, desarrollo y precocidad que les distinguía. Es este uno de los puntos que no nos cansaremos de repetir por la importancia capital que tiene.

12

PEQUEÑA

ENCICLOPEDIA

DE

AGRICULTURA

La selección no sólo ha de practicarse en los reproductores, sí que también debe hacerse extensiva á los huevos destinados á la incubación. Saben muy bien los que se han dedicado á la cría de aves de corral, ó que han podido observarlo, que todas las gallinas, aun siendo de la misma raza, no ponen huevos del mismo peso. Cierto es que los huevos de gran tamaño contienen una proporción mayor de sustancias nutritivas, y por lo tanto obtendremos pollos de gran talla ó de desarrollo rápido, y como quiera que al vender huevos se nos exige que el peso mínimo sea de 60 gramos y nuestras gallinas están muy lejos de dar todos los huevos de este peso, por lo tanto deberán seleccionarse los huevos, no poniendo en incubación sino los más grandes, llegándose por este camino á obtener en muy pocos años el peso mínimo exigido y aun quizá á aumentarlo. En resumen, es necesario hacerse cargo de que la gallina, como todo otro animal, no produce más que con relación á la alimentación que recibe. Con alimentación exigua ó mala sólo pueden esperarse productos medianos, y con la alimentación necesaria y conveniente preciso, es que se obtengan productos mucho mejores. Dése una alimentación conveniente y no se escatime el grano hasta lo prudencial, pues merecen esas aves los mayores cuidados, que después nos pagan con largueza. En cuanto á la parfcfe higiénica, á continuación veremos la importancia que reviste y lo que debe hacerse en un punto tan importante. Siguiendo estas indicaciones, forzosamente incompletas, la aldeana y el agricultor obtendrán del corral productos mucho más apreciados y su modo de ver las cosas variará en poco tiempo.

CAPÍTULO II CLASIFICACIÓN DE LAS RAZAS DE GALLINAS, DESCRIPCIÓN

ORIGEN.—Aun cuando la mayoría de los autores distan mucho de estar de acuerdo acerca de los orígenes del gallo doméstico* admitiremos, con un buen número de ellos, que desciende de especies salvajes que se encuentran actualmente en ciertas regiones. Este tipo primitivo ha sufrido, bajo la influencia de las diversas condiciones del clima en donde ha vivido, numerosas modificaciones. De aquí la multitud de razas ó variedades que se describen hoy día. Las especies salvajes actualmente conocidas son cuatro ó cinco, entre las cuales pueden citarse: 1. El gallo Bankiva (Galhis BanJciva ó G. ferrugineus), que habita en varias regiones del Asia meridional y central. 2 . El gallo de Sonnerat (G. Sonnerattii), habitando especialmente sólo en la India. 3. El gallo de Stanleg (G. Slanleii, G. Lafayettvi), en la isla. deCeilán. 4. El gallo manchado (G. varius, G. furcatus), habitante en Java. Por las razones siguientes debemos tomar como punto de partida de las razas actuales el gallo de Bankiva. El gallo de Sonnerat y el gallo manchado presentan en sus formas exteriores caracteres tan diferentes que nos obligan á excluirlos. El gallo Stanley se aparea con la gallina doméstica, pero los productos resultan infecundos ó sea verdaderos híbridos. En cuanto al gallo Bankiva, da en las mismas condiciones productos a

a

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14

PEQUEÑA ENCICLOPEDIA DE AGRICULTURA

mestizos, pero fecundos algunas veces. Sus formas exteriores, caracteres especiales y coloración le acercan mucho al tipo del gallo común, por lo que podemos, sin miedo de equivocarnos, considerarle como el tipo primitivo de las aves que nos ocupan. Como ya hemos manifestado anteriormente, el gallo Bankiva, que varía en coloración según la zona que habita, se ha ido extendiendo poco á poco, y como consecuencia de esta dispersión, bajo la influencia de la domesticidad, formándose y perpetuándose nuevos caracteres. El hombre ha desempeñado un gran papel en la creación de nuevas razas y variedades, procurando por la selección conservar, perpetuar y hasta exagerar ciertas particularidades y caracteres que juzgaba ventajosos ó que daban al ave aspecto más hermoso. Mucha parte también ha tomado en ello la fantasía del aficionado: en unas ha aumentado el volumen, en otras lo ha disminuido, en otras ha procurado unificar ó variar la coloración del plumaje, etc., etc., creando así la variedad de colores, cuyo número es interminable. CLASIFICACIÓN.—Los caracteres distintivos que permiten clasificar las razas y variedades unas de otras son tan numerosos que es muy difícil establecer una clasificación completa. Hasta la fecha, los autores se limitan á dividirlas en razas de producto y de lujo, razas francesas y extranjeras. Continuando loa trabajos de Boucher, Cornevin, el malogrado profesor de la Escuela de Veterinaria de Lyón, ha establecido una nueva clasificación, que toma por base los caracteres morfológicos de las razas de gallinas. Interpretada de otra manera, esta clasificación me ha permitido establecer la fauna siguiente, por medio de la cual el avicultor novel y el aficionado llegarán en poco tiempo á determinar la raza que tienen ante sí. El siguiente ejemplo nos hará comprender cómo deberemos servirnos de esta fauna, que es muy parecida á la flora de que se sirven los botánicos para reconocer las plantas.

AVES

DE

CORRAL

15

Supongamos que tenemos en nuestra presencia un gallo cochinchino; al examinar la fauna encontraremos: ^ l Vértebras coxigeas, cola más ó menos desarrollada, ( Sin vértebras coxígeas, sin cola ,

2 52

En el caso que hemos tomado por ejemplo existe cola, si bien rudimentaria, por lo que debemos continuar en el párrafo 2, que nos indica la cifra colocada al final de la línea adoptada: 2 ( Cuatro dedos en los m iembros posteriores

3

I Cinco dedos en los miembros posteriores

46

No teniendo el gallo cochinchino más que cuatro dedos, debemos continuar como se nos indica en el párrafo 3. g j Cresta sola, en la cabeza í Moño ó una es [liga sola ó acompañada de cresta

4 37

Después del examen continuamos en el párrafo 4. ^ j Tarsos desnudos ó exentos de pluma í Tarsos emplumados

5 33

Resultando aplicable la última línea, buscaremos el párrafo 33, que dice: I Cresta simple y dentada 34 33 ! Cresta doble, gran tamaño, cola abierta y sostenida en lo alto.— ' Raza de Brahmapootra.

Continuando encontraremos sucesivamente: 34 ) ( I \ 35 ' I \

& tamaño 35 Formas enanas 36 Tarsos color rojo claro ó rosado, poco emplumados, cola corta.— Raza cuca de 31 aliñas, Tarsos negros ó gris oscuro, poco emplumados.—R. de Langshan. Tarsos amarillos, dedos emplumados, cola rudimentaria.—Raza cochinchina. r

a

n

16

Q PE UEÑA

ENCICLOPEDIA

DE

AGRICULTURA

Nada absolut ament e es t an fácil como llegar de est e modo á determinar las razas. Huelga advert ir que est a fauna no puede dar las indicaciones más que cuando se t rat a de razas puras. No obst ant e, cuanio SEtrate de cruzamiento, pueden llegar á det erminarlo con la mezcla de los caract eres las razas que han ent rado en su formación. Fauna sinóptica para determinar las razas de gallinas, según la clasificación de Gornevin. Уj í 2 j ( gj ! ^ j ( . ( (

¡

У( I I g | j \ Л( 10 ( I \ 11 ' i \

Con vértebras coxigeas, cola más ó.menos desarrollada Sin vértebras coxígeas, sin cola Cuatro dedos en los miembros posteriores Cinco dedos en los miembros posteriores Cresta simple solamente Moño ó una espiga sola ó acompañada de cresta Tarsos limpios sin plumas Tarsos emplumados. . • Sin corbata . Con corbata Cresta simple más ó menos dentada

.

2 52 3 42 4 3V 533 (!• 31 7

Cresta simple, sin dientes, más ó menos doble 20 Cresta rizada ó de clavel - . . 24 Cuello emplumado en toda su longitud 8 Cuello desnudo en sn parte superior. —Raza de Transüvania. Gran talla i) Mediana talla ó algo mayor 12 Mediana talla, con tarsos rudimentarios.—Raza paticorta. Talla pequeña 18 Cresta derecha en loe dos sexos - • • • Ю' Orejillas rojas y muy desarrolladas, tarsos amarillos, cola corta.— Cresta derecha en el gallo y caída en la gallina 11 Maza de l P ymonth-Rock. Orejillas blancas y rojas, medianas; tarsos color gris azulado. — Raza de l E berfe l d. Orejillas pequeñas,, rojas; tarsos blancos rosados. — Raza cuca de Rennen. Orejillas blancas, tarsos color pizarra.—Raza de Barbezieux.

AVES D E CORRAL Porte muy vertical, cuerpo de líneas largas, pico fuerte.—Itaza de 12? combate. ' Porte ordinario ( Cresta derecha en los dos sexos ( Cresta derecha en el gallo y caída en la gallina ^ I Orejillas rojas, tarsos grises. — Haza común ó del jiais. | Orejillas rojas, tarsos rosados.—Itaza cuca de Escocia. j . j Orejillas blancas | Orejillas rojas.—Raza, de Goiirnay. jg 1 Cara ó mejillas rojas I Cara ó mejillas blancas.—Raza española. ¡ Tarsos gris azulado, plumaje variado.—Haza de Breekel. I Tarsos gris azulado, plumaje blanco.— Maza de Ramesloher. 1 Tarsos negros. — Raza de Menorca. \ Tarsos grises negros, largos.—Raza andaluza. j Tarsos grises y delgados.— Haza de la Bre.ise. I Tarsos amarillos.—Raza de Leghorn. I Porte muy vertical, tarsos azulados.—Raza enana de combate. I Porte ordinario 1 Tarsos cortos y amarillos.—Raza dt Nangasaki. 19 I Tarsos color rosado.—Raza de Scotli-Greij. ( Plumaje sedoso.—Raza sedosa. 2Q j Talla regular ó media I Talla algo menos que mediana.—Raza de Sumatra. 2 j i Porte vertical I Porte casi horizontal 1 Tarsos amarillos, cola pequeña y muy inclinada.—Raza malaya. 22 j Tarsos color gris plomo, orejillas y barbillas rojas.—Raza de ' Jirvges. 1 Orejillas rojas, tarsos amarillos, cola muy larga.—i?az« de Yoho23 j hama. ( Cola larguísima, colores vivos y variados.—Raza Fénix. 2^ j Plumaje rizado I Plumaje ordinario 2g I Tamaño ordinario.—Raza rizada de Chile. I Tamaño enano. — Raza rizada pequeña. Tamaño grande Tamaño mediano Tamaño mediano, tarsos cortos.—Raza Campine. patiecrta. Tamaño enano

¡

ENC. DE AGRICULTURA.— IX.

2

17

13 H 15

16 17

19

21 22 23

25 26

27 28 30

18

Q PE UEÑA

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ENCICLOPEDIA

DE

AGRICULTURA

/ Tarsos grises, orejillas blancas.—Raza 1 Mans.

de l

Cresta p l a n a . . . .

_ .„ . _ I larsos amarillos, o r e j i l l a s rojas.— Ляг» Wyandotte. Cresta pegada horizontalmente Cresta caída á uno de los costados.—Raza Red Cap. Orejillas blancas, tarsos grises.—Raza de Hamburgo. Orejillas rojas, tarsos amarillos. —Raza dominicana. Orejillas rojas, pequeñas plumas tiesas en derredor de los ojos.— Raza de Oe/iington. Orejillas rojas, cola arqueada.—Raza de, Sebright. Orejillas blancas, cola derecha. - Raza Bantam. Cresta simple y dentada Cresta fresada, corbata, barba y patillas. — Raza barbuda de Amheres. Corbata confundida con la barba y patillas.—Raza cosaca. Corbata, barba y patillas bien caracterizadas.—Raza de Mantés. Cresta simple y dentada Cresta doble, gran tamaño, cola con plumas en forma de tenedor. —Raza de Brahmapootra. Gran tamaño Enana. Tarsos rojos, poco emplumados, cola corta. — Raza enea de ¡Malinas. Tarsos negros ó grises oscuros, dedos emplumados, cola pequeña.— Raza, de Langshun. Plumaje leonado, dedos emplumados, cola pequeña. — Jfaza eoсЫпсШпа. Plumaje leonado, caracteres y tipo de la cochinchina.—Raza enana de Pekín. Tarsos blanco rosados, cola bastante desarrollada,— Raza Bantam patuda. Tarsos desnudos y limpios Tarsos emplumadas Moño sin cresta Moño ó una espiga con cresta

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Tamaño mediano Enana

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AVES

DE

COEHAL

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/ Sin corbata, barbillas muy desarrolladas.—^ ' Plumaje ordinario, j Raza holandesa. \ ' Corbata, barbillas pequeñas.—Raza de Padua. j Plumaje rizado, tipo y caracteres de la de P a d u a . — R a z a de Padua rizada. i Caracteres de la raza holandesa, plumaje blanco.—Raza holan41 . desa enana. ' Caracteres de la de Padua. — Raza de Padua enana. ^2 í Gran tamaño 43 L Tamaño algo más que mediano.— Raza fai xana. ... | Sin corbata 44 43 I Con corbata.—Raza de Créveeceur. . . i Cresta bifurcada con dos cuernos.—Raza de la Fleche. 44 ' I Cresta doble y algunas Teces de clavel — R a z a de Caumont. I Espiga pequeña, cresta pequeña.—Raza de ,„ _ ,. i Breda. 4o 1 amano mediano.. < I Moño echado hacia atrás, cresta bifurcada.— Raza de Ptanuigan. .„ i Cresta sola 47 4o

I Mono, una espiga o cresta sola ^_ j Cresta simple I Cresta fresada.—R/iza de üorking fresada. ^ I Talla grande.—Raza de Dorking. ) Talla mediana ^ Tarsos desnudos y limpios de plumas, sin corbata.—Raza Jla4'.) > menea. ( Tarsos emplumados, con corbata.—Raza de Faver alies. -y I Talla ordinaria, piel blanca I Talla algo menos que mediana, piel negra.—Raza negra. j Tarsos desnudos, cresta doble, m o ñ o . — R a z a de Hundan. I Tarsos emplumados, cresta bifurcada, m o ñ o . — R a z a sultana. _2 | Cuatro dedos en los miembros posteriores I Cinco dedos en los miembros posteriores 53 Cresta I -^ " i i n a r i a . — R a z a de WalliMIH. I Talla enana.—Raza de Sabot. 54 Moño, talla pequeña.—Raza moñuda sin cola. a

a

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4!)

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