Aquiles

AQUILES FUE TRAVESTI AQUILES TRAVESTI Predag Pajdic El travesti más famoso de la Antigüedad fue nada menos que AQUILE

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AQUILES FUE TRAVESTI

AQUILES TRAVESTI

Predag Pajdic

El travesti más famoso de la Antigüedad fue nada menos que AQUILES cuando fue escondido por su mamá Tetis en la corte del Rey Licomedes, en Esciros. Su madre temía el vaticinio: viviría una vida plena de gloria, pero corta. Intentó de este modo apartarlo de la Guerra de Troya y de las levas de Agamenón.

Se vistió de chica y vivió rodeado de las hijas de Licomedes en su corte. Su nombre era PIRRA, que significa rojiza, porque sus cabellos eran del color del azafrán. Ulises se disfrazó de mercader para entrar en la corte de Licomedes. Presentó sus abalorios y juguetes a las damas que se arremolinaban deseosas de comprar. El astuto héroe había metido entre las mercancías una espada y un escudo. Rápidamente Aquiles los cogió. Además, se cuenta que Ulises había ordenado a un trompetero que tocara sonidos de guerra. Las chicas huyeron despavoridas, pero Aquiles, se mantuvo firme “como un hombre”. Fue descubierto y afrontó su responsabilidad y su destino.

Aquiles demostró cuál era su SEXO y también su GÉNERO. Con respecto a su orientación sexual, deberíamos preguntarle a la princesa Deidamia, que concibió al hijo de Aquiles, llamado Pirro por su padre y posteriormente Neoptólemo.

Algunos pertenecemos a ese grupo rebelde que no entra por la tira de la moda lingüística políticamente correcta. Algunos no entendemos la línea divisoria entre SEXO y GÉNERO en el ámbito de la lengua. Tampoco nos avenimos a la necesidad de que el binomio SEXO-GÉNERO permita estudiar la sexualidad sin confundir aspectos sociales o psicológicos con aquellos biológicos o genéticos.

“MISMO SEXO-DISTINTO GÉNERO” Antiguamente la palabra SEXO pertenecía al ámbito biológico exclusivamente. Un ser nace macho o hembra. La voz GÉNERO estaba reservada a la diferenciación gramatical. En las lenguas de nuestro entorno hay dos géneros, masculino y femenino y a veces un género neutro.

Modernamente GÉNERO no es un concepto gramatical solamente, sino un CONCEPTO HUMANO, y una CONSTRUCCIÓN SOCIAL. Creo que el GÉNERO ha nacido de un TABÚ. La sacrosanta palabra SEXO quedaba algo pequeña para el abanico de posibilidades del cuerpo humano y de su vida sexual, sus gustos, sus contradicciones y sus direcciones.

Al parecer hemos ganado -lingüísticamente hablando- al incluir GÉNERO como alternativa a SEXO, en ejemplos como “segregación por género en las aulas”, “violencia de género”, y apariciones similares cotidianas que pretenden el respeto a través del lenguaje. No lo creo. Freud habló de que LA ANATOMÍA ES NUESTRO DESTINO. Quizás deba entenderse que el CUERPO tiene derecho a cumplir con su ORIENTACIÓN SEXUAL, y que la anatomía no debería ser un corsé. No creo que por usar la palabra GÉNERO demos cobertura de derechos a cualquier orientación sexual que sea posible. Simone de Beauvoir estuvo en contra de las ESENCIAS. No se nace mujer, se llega a serlo. No existe la ESENCIA SEXUAL masculina o femenina, según decía.

En las ORIENTACIONES SEXUALES, todos quieren estar de acuerdo en establecer HETEROSEXUALES, HOMOSEXUALES Y BISEXUALES. Las expectativas sociales son variadas para un individuo nacido con sexo masculino o sexo femenino. La realidad es más compleja. Han dicho algunos que es como las CAPAS DE UNA CEBOLLA. Son innúmeros los parámetros que tendríamos que manejar: el sexo biológico o fisiológico, la identidad, la atracción, los deseos, los roles tradicionales o modernos, etc.

Si el viajero se pasea por los museos europeos se sorprenderá al ver que en casi todos hay una representación de esta criatura escandalosa: HERMAFRODITO, muchacho o muchacha nacido de los amores de Hermes y Afrodita y poseedor de ambos sexos. El visitante admira las deliciosas curvas femeninas, espalda y trasero sinuosos, cabellos delicados y pose indolente de una aparente mujer. Al bordear la escultura, verá que sus órganos genitales son absolutamente masculinos.

Hoy se le llamaría INTERSEXUAL, porque participa de ambos sexos.

Louise Bourgeois. Le Trani Episode, 1971. Representación de la experiencia transexual.

A su lado estaría el TRANSEXUAL, que ha modificado su cuerpo y ha cambiado físicamente. Una variante muy débil del transexual contemporáneo sería el CASTRATO de la antigüedad, obligado a la cirugía para congelar una voz infantil que superaría a la femenina. Pero se trataba solo de un cambio físico.

Auriga de Mozia

En inglés han creado el TRANSGENDER, que lo que tiene entre sus orejas no es lo mismo que entre sus piernas. No conforme con su “género” se identifican con el otro “sexo”, en suma, se salen de los estándares que asignan características “esenciales” a uno u otro sexo biológico.

A su lado están los CISGENDER, cuando su sexo y su género están de acuerdo con los estándares culturales predominantes. No dejan de ser vanas etiquetas.

Man Ray

Si abrimos más el abanico encontaremos envueltos en plumas, con desafiantes maquillajes y cuerpos de escándalo a las DRAG-QUEENS, subidas al escenario, en carrozas. Mantienen su sofisticada apariencia como grandes popstars.

Si queremos superar las DIFERENCIAS DE GÉNERO deberíamos eliminar la palabra GÉNERO del vocabulario social, y restaurarla en su acepción original. Cuando pronunciamos la palabra GÉNERO hacemos más palmarias las diferencias de derechos entre hombres y mujeres, independientemente de su ORIENTACIÓN SEXUAL, y orientaciones a lo largo de la vida, que pueden ser variadas. Podría ser éste un sintagma justo y amplio, donde cabemos todos.

Cuando yo cocino en mi casa, bromeo diciendo que estoy haciendo “labores propias de mi sexo”, aunque también hago “labores propias de mi género”, porque en mi mundo occidental las mujeres se han ocupado tradicionalmente de las labores domésticas. Dudo mucho de que el abandono de estos clichés dependa del término políticamente correcto. Mi sexo es femenino genéticamente, mi orientación sexual es cosa mía, pero si me discriminan por ser mujer en mi trabajo y gano menos que mi colega varón, el punto de mira ha sido mi SEXO, y el rol que me atribuye mi sociedad. No me salva el GÉNERO