APUNTES PARA LA HISTORIA DEL SIKURI PERUANO

APUNTES PARA LA HISTORIA DEL SIKURI PERUANO1 Eloy Uribe Taboada [email protected] Las flautas de pan más antigua hal

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APUNTES PARA LA HISTORIA DEL SIKURI PERUANO1 Eloy Uribe Taboada [email protected]

Las flautas de pan más antigua halladas en lo que hoy es el territorio peruano proceden de Caral y Chilca, en la costa del departamento de Lima, hace más de 4000 años. Desde entonces han tenido largos y distintos procesos de evolución, como es el caso más prolífico de la flauta de pan asentada en el Altiplano conocida bajo el nombre genérico de siku (en idioma aymara). En base a este instrumento debieron haber sido numerosas las expresiones prehispánicas que se crearan de los cuales sólo algunas son consideradas como supervivientes como es el caso del chiriguano y el ayarachi.

Ayarachis de Paratía

Chiriwanos de Huancané

Tras la conquista, otras expresiones habrían de crearse o recrearse, para finalmente en tiempos republicanos tener expresiones de las cuales tenemos referencias más directas. 1. EXPRESIONES TRADICIONALES EN BASE AL SIKU Sabemos que además de los famosos chiriguanos de Huancané, también los había en Yunguyo (Chiquipata, Sanquira y Oje)3 y Ácora4 (Anoqarí). En cuanto 1

Trabajo inicialmente presentado en el 1er Congreso Nacional e Internacional del Siku (12 / 11 / 2011).

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Este trabajo es una contribución a la historia del sikuri peruano, tema del cual de seguro quedarán asuntos por sumar o precisar. Sirva este e-mail para cualquier aporte en ese sentido. 3

José Manuel Gallegos (2013)

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Según Palacios (2008: 386), quien consigna cuatro transcripciones. Uno de éstos es casi idéntico al presentado por Oscar Bueno (2009: 20) quien lo consigna específicamente como Chiriguano de Anoqarí.

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a los ayarachis, además de los conocidos de Lampa (Paratía, Palca) y Sandia (Cuyo Cuyo), también los había en otros pueblos de esta provincia5 (Patambuco, Quiaca, Sandia); como en otras provincias: Carabaya (Coasa, Ayapata, Usicayos), Azángaro (Arapa, Asillo6, Santiago de Pupuja), Melgar (Cupi7, Llalli) y en las islas8 de Taquile y Amantaní (hoy designados con la denominación aymara de sikuris tras su reelaboración).

Sikus de extintos ayarachis 9 de Santiago de Pupuja

Extintos chiriguanos de Yunguyo

Hay expresiones vigentes que se representan en ocasiones específicas, no habiendo sido mayormente estudiadas ni difundidas, como es el caso de los lakitas de la isla Anapia, el soldado palla palla de Conima, y el palla palla y el pulla pulla de Yunguyo10.

Lakitas de la Isla Anapia

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Soldado palla palla de Conima

En Paniagua (1981: 52) están consignadas varias de estas localidades en donde ya no se practica.

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Ayllu de Jila. Versión recogida por Flores Ochoa (1966: 78) de la monografía de ese distrito hecha por Francisco Macedo Aguirre en 1951. 7

Enrique Cuentas (2015: 194) anota su presencia para la celebración de la Vírgen de las Mercedes (24 de setiembre), de vestimenta sencilla que constituía de un poncho rojo de lana y pantalón negro abombado hasta la pantorrilla, y zampoñas complementarias denominadas phusas (hatun, malta, suli). 8

Consignan la presencia de antiguos ayarachis en estas islas: Flores Ochoa (1966: 76), Cuentas (1982: 89) y Palacios (2008: 346). 9

Muestra del profesor Flavio Condori Chuchi de Puno.

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Según información del profesor Aldo Chávez de Yunguyo, el palla palla tradicionalmente es sin percusión y el pulla pulla además de percusión se acompaña de “rabonas”. Hoy se dan variaciones.

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Palla palla de Yunguyo

También hay danzas interpretadas con danzantes ejecutantes del siku, es el caso de los conocidos imillani (presentación de las muchachas ante la comunidad) y satiri (danza agrícola). Tenemos la referencia del zancayochiriguano de Cojata que, por la descripción del uso de ponchos pequeños, trenzas postizas, uso de bombos y ponchos pequeños (Cuentas, 1966), parece tratarse del k´oto (danza que representa a antiguos comerciantes del Altiplano). Una referencia más antigua es la del kara-puli, de vestuario similar a los sikuris actuales sólo que provistos de saco y q´awa11 (Cuentas, 1928).

Kara-puli consignado por Cuentas

En cuanto a danzas o bailes acompañados musicalmente con sikus tenemos el conocido casarasiri para los matrimonios. Menos conocida es la minka de la comunidad Hanac Hayllu de Ayapata-Carabaya. Enrique Cuentas (2015) consigna el achocalla tras culminarse el techado de una casa y el jekatasiri luego del saludo a parientes espirituales, autoridades o vecinos notables en Año Nuevo y Domingo de Carnaval.

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Coraza con diseño de piel de felino.

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Minka, danza de Ayapata

Sumadas a estas encontramos más referencias como la danza de pastores awatiri12 en la que intervienen niños y adolescentes de ambos sexos (Paniagua, 1981), el kollavino similar al imillani, el ttika ttika13 de Lampa que usa ropajes hecha con hojas de la puya Raymondi y el isla siku, que por la transcripción de las mudanzas que presenta (Virgilio Palacios, 2008), se trataría del pascu pascu, expresión muy usada a manera de captación por las zampoñadas de Yunguyo. También de esta provincia se refiere la existencia del ch´allpa sikuri (Yanapata) y el suri siku14. En cuanto a la participación del siku en actos más bien rituales tenemos la totémica danza del cóndor que ejecutan los ayarachis de Paratía (Flores Ochoa, 1966: 75; Cuentas, 2015: 186) y el chusllu señalakuy de Macusani (comunidad de Pacaje) donde se usa el siku en el ritual para el empadre de las alpacas (Bueno, 2009)15.

Chusllu Señalakuy

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También referido por Cuentas (2015: 108) aunque como danza de los tejedores. Esto podría ser erróneo toda vez que awati significa en aymara rebaño y awatiri pastor. 13

Cuentas (2015: 172) lo escribe como t´ica t´ica (Flor de flores). Danza derivada de una leyenda en la que un ave de procedencia divina se enredó con esta planta. 14

Información proporcionada por el profesor Aldo Chávez de Yunguyo.

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Aranguren (1975) ofrece una descripción más amplia de este ceremonial al que conoce como señalaska y apunta que chusllu es el nombre ritual de la alpaca en su día. Se trata más de un complejo ritual de “marcación” de alpacas que termina con el “Atamare”, rito de fertilidad en el que un pastor cubierto con pellejo de la alpaca sacrificada, personifica la cópula de esta.

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A partir de investigaciones en Chucuito por la década del ´40, el norteamericano Harry Tschopik Jr. refiere su uso en ritos para hacer llover16, incrementar el ganado y para celebrar los primeros frutos17. Miguel Rubio Zapata refiere una antigua versión según la cual cuando se encontraba una veta de mineral se pedía autorización al Anchanchu (espíritu que habita en los suelos) ofreciéndosele un “pago” al tiempo que se “realizaba una danza con música de zampoñas y máscaras de cerámica con cuernos” (Rubio, 2007). Por otro lado, existen sikus de una sola fila o unitarios (no duales o complementarios) a los que consideramos los “parientes olvidados” toda vez que por resaltarse el principio de la “dualidad andina” se les niega su especificidad. En el Perú los tenemos en expresiones como el lok´e palla palla y el kallamacho de Conima (hay referencias de haberse tocado esta en la zona aymara al sur del lago Titicaca con el nombre de k´allkasiku). En la provincia de Carabaya se las ejecuta en las mencionadas danzas minka y chusllu señalakuy; asimismo, en la danza chunchos de Esquilaya portan una de tres tubos denominado puyka18. En el Cusco aún subsisten los ayarachis de Chumbivilcas igualmente interpretados con sikus unitarios19.

Lok´e palla palla

Kallamacho

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Tocadores acompañan a un curandero al interior del lago, quien recoge en un recipiente agua, plantas y ranas que luego son llevadas a un lugar sagrado de un cerro (Atoja), donde se implora por lluvias cantándose la canción de la rana (Tschopik, 1968). En Apaza (2001: 15) se refiere que en los años ochenta con música de flauta se llevaba ranas del lago al Achachila Atojha donde después de ciertas invocaciones y ofrendas se las dejaba en una lata con poco agua, de tal modo que al paso de unos días estas empezaban a llorar pidiendo lluvia a sus divinidades y así era como se hacía llover. 17

En un ambiente de felicidad por las cosechas, se interpretaba el waiñu y la marinera (Tschopik, 1951: 260). Lamentablemente no se abunda en más detalles. 18

Referencia recogida de Alfredo Quispe en sitio web: http://html.rincondelvago.com/chunchos-deesquilaya.html 19

No queremos dejar de señalar las distintas técnicas de ejecución de estos sikus unitarios: el kallamacho toca al unísono excepto en los repiques, en los ayarachis de Chumbivilcas unas cañas empiezan frases musicales cortas y otros las acaban, en la danza minka se toca pareado a la octava (como los surisikus), mientras que el lok´e palla palla es interpretado completamente al unísono. Los sikus del primero son heptafónicos, el resto pentafónicos.

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Ayarachis de Chumbivilcas-Cusco

Resistiendo el olvido, hay fotografías antiguas donde se pueden apreciar a tocadores de estos sikus unitarios en expresiones no identificadas (Verger, 1945; Luna, 1973; Brisas del Titicaca, 2003). Quizás se traten de aquellos sikuris que Américo Valencia refiere de la zona aymara sur que se extinguieron en la década del ´60 “tras recibir la influencia del folklore mestizo boliviano”; siendo Juli, Pisacoma y Santa Rosa los sitios donde señala haberse practicado más (Valencia, 2006: 80).

Fotografía en libro de Brisas del Titicaca (¿Uros?) Fotografía de Verger (Ichu-Puno)

Imagen consignada por Luna

Al respecto, podemos encontrar una pista en el trabajo realizado por Mildred Merino a partir de archivos del profesor e investigador francés Jehan Vellard (Vellard y Merino, 1954). Allí consigna bailes para la cacería de aves del lago por parte de pobladores de origen Uro (tradicionalmente pescadores del lago Titicaca). Específicamente refiere que “en Ilave, al sur de Puno, se baila “el Cóndor” que es semejante al Mimulo” (Ibid. p.85), expresión esta última que considera propia “de la gente del Lago” (usualmente despreciadas), interpretada con sikus de 12 tubos (más resonadores) cuyos músicos visten ponchos negros o gris oscuro y grandes chalinas cuadriculadas sin usan colores vivos como los aymaras (ver fotografía). Otro baile con sikus igualmente consignado por Mildred Merino es el Orul-Uru, bailado para la fiesta de San Pedro por la gente de Iskate, para cuya ocasión se dirigen al pueblo de Ácora (Ibid. p.88). Destaca el uso de ponchos de totora y de una balsa festiva (no común) por parte de los pescadores, con la cual se 6

sale a cazar chocas (ave lacustre) para la fiesta. Cuentas (2015: 174) la refiere como una danza en extinción, rezago de la presencia del grupo étnico uro20. Junto a todas estas expresiones tradicionales autóctonas tenemos al sikumoreno y al sikuri (o como se ha dado en llamar últimamente, sikuris de uno y de varios bombos respectivamente), las mismas que a diferencia de las anteriores, tras haber sido reelaboradas por los mistis (mestizos), han gozado de una mayor atención y popularidad, como veremos. 2. EL SIKUMORENO Y EL SIKURI El origen de estas expresiones no está del todo definido. El primero tuvo una difusión más amplia de lo que podría suponerse. Para que a inicios del siglo XX la expresión del sikumoreno, con su característico traje de luces, ya se encontrara consolidada, presupone un proceso de formación presumiblemente de larga data. El segundo, circunscrito a pueblos del norte del lago Titicaca, si bien parece derivar de antiguas expresiones autóctonas, a inicios del siglo XX experimenta una reelaboración en Conima que empezará a ser replicada progresivamente por los grupos de sikuris de las localidades aledañas. 2.1 El Sikumoreno Para Alberto Cuentas (1928) el sikumoreno es una danza colonial inventada por los españoles para utilizarlos como bandas en las fiestas religiosas, políticas y sociales. Arguedas (1987:172) recoge de Julián Palacios la versión según la cual, sobre la danza peninsular de los “morenos”, los indios la imitaron sustituyendo la banda de música con la “ppusa” (siku). Estas afirmaciones tienen parte de cierto en cuanto a la utilización colonial de bandas de sikus y el acompañamiento musical a la “danza de morenos”. Después de las anotaciones de los primeros cronistas sobre el uso del siku en el tiempo de los incas, la hasta ahora única y directa referencia de su uso en plena época colonial la encontramos en Juan Marchena (1992). Como parte de la Guerra de los Siete Años que involucró a varias potencias europeas, Inglaterra ataca colonias españolas en América llegando a tomar la ciudad de La Habana. Este autor refiere que frente a esta amenaza, en 1763 el virrey Amat llamó a ponerse en pie de guerra a todo el virreinato. La oligarquía acudió

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Además anota que esta danza era representada esporádicamente “por los aimaras y quechuas que habitan los totorales” siendo la melodía ejecutada con “pinquillos”. Esto de seguro debido a la desaparición no solo de los sikus unitarios sino de la identidad uro.

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al llamado formando milicias21 y es así que en el interior, los hacendados “…formaron unidades con sus peones, pagaron su vestuario y armamento y acudieron a las revistas, haciéndolas desfilar a sus órdenes, precedidas por bandas de sikuris envueltas en un trueno de tambores” (Marchena, 1992: 196). Esta referencia es sumamente valiosa ya que nos permite hacer la conexión entre los sikuris autóctonos y los urbanos. Los ejecutantes del siku son enrolados junto a su instrumento, el mismo que de ser acompañado tradicionalmente por las wankaras22 empezará a usarse con la percusión militar de entonces (los tambores). Es de esperar que de ejecutarse marchas23, género musical bastante usual hasta el día de hoy24, se haya pasado a la interpretación de wayños en este nuevo formato25, con lo cual quedó allanado el camino para un nuevo transitar del sikuri, ahora a través de su apropiación por parte sector mestizo26. 21

Este mismo autor refiere que solo dos décadas después, estas milicias constituirán el medio más efectivo contra los alzados en la sublevación de Túpac Amaru ante la falta de un ejército profesional (usual por aquel entonces). 22

En las ilustraciones más antiguas sobre sikuris predomina el uso de las wankaras. Así tenemos los dibujos de Alcides d´Orbigny (1996), quien estuviera en Bolivia entre los años 1830-1833, donde se aprecia a un grupo de suri sikuris y otro más con wankaras. Entre las acuarelas del boliviano Melchor Mercado de alrededor de 1850 hay una de un sikuri con bombo y otra de dos personajes (sikuri y condori) con wankaras (sitio web Carnaval). George Squier (1974) quien hiciera una expedición por el Perú y Bolivia entre 1863-65, ilustra un conjunto de Tiahuanaco con wankaras. 23

Otro género musical relacionado al medio militar es la diana, melodía corta y rápida que de ser un toque de llamado o una especie de fanfarria de regocijo; pasará a ser la manifestación musical de agradecimiento por parte de un conjunto sikuri, a manera de retribución, o para decirlo en términos andinos, como un gesto de reciprocidad. 24

Los sikuris del norte de Argentina acompañan las peregrinaciones y festividades principalmente con marchas, usando numerosos tambores, pudiendo llegar a usarse hasta 20 de estos en las “bandas” más numerosas (Machaca, 2011: 116). 25

En un dibujo del diplomático francés Angrand de personajes bailando por las calles de La Paz en 1848 se puede apreciar a uno de ellos que parece tocar zampoña, siendo acompañado de otro que ejecuta el tambor (De Mesa et al., 1998: 180). El bombo será un instrumento posterior como veremos.

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Haciendo la salvedad de que se trata de un personaje del siglo XX, José Rovira (1948) presenta una acuarela del “misti suri” en donde se aprecia a músicos con zampoñas y wankaras acompañados de “cholas paceñas” (Lámina XIV). Según el título y de haber sido así, vendría a corresponder a una apropiación mestiza del suri siku. En consecuencia el misti suri habría antecedido al misti sikuri.

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Tras el nacimiento de las nuevas republicas, hay indios en situación emergente27 principalmente empleados, comerciantes y artesanos urbanos. Como una muestra de su ascenso social, a partir de la segunda mitad del s. XIX echaran mano de expresiones tradicionales28 con las cuales empezarán a usar un vestuario cada vez más suntuoso29 como ocurrirá con la “danza de morenos”30 y el “sikuri”31 reconvertido en el misti sikuri32. En un primer momento las actuales expresiones del sikumoreno, la morenada y la diablada no estaban muy diferenciadas unas de otras; de ahí que según el punto de vista, se podía decir que los sikuris cumplían la función de acompañar las otras danzas33, o por el contrario, que personajes como morenos o diablos,

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En las líneas que siguen nos referiremos principalmente al proceso seguido en la ciudad de La Paz, la cual extendió su influencia a Oruro, Puno y Tacna (incluso Arica y Tarapacá), evidenciando que las fronteras jurídico-políticas no siempre corresponden con las étnico-culturales. En particular, desde 1870 hubo una fluida conexión por transporte lacustre entre Puno y La Paz (vía Guaqui, además de llegarse a otras localidades bolivianas). 28

No descartamos la posibilidad de que los personajes de morenos y diablos como tal, puedan tener un origen colonial. En Juli, como una manera didáctica de los jesuitas de adoctrinar y “explotando la inclinación de los nativos hacia el canto y la danza, los misioneros les habían enseñado una en que se representaban los Siete Pecados Capitales y el triunfo de los ángeles sobre los demonios” (Cornejo, 2007). Tampoco descartamos la interpretación según la cual los morenos inicialmente no son la representación de “esclavos negros” sino de los “moros” (también los hay de turcos) en tanto no bautizados. La misma Virgen de La Candelaria está representada erguida sobre una media luna simbolizando el triunfo de los cristianos sobre los moros; por otro lado, antiguos misti sikuris solían también ir vestidos como “árabes” (además de toreros y de caballeros antiguos). 29

Gerardo Ichuta recoge el testimonio que en Achacachi se “desarrolló la técnica para la fabricación de hilos de plata (estaño) y de piedras y perlas para adornar los disfraces folklóricos” siendo los primeros disfraces de “sikuris o zampoñaris” (Ichuta, 2003: 91). 30

Soux, basándose en un trabajo de Wedell de 1854 apunta: “Las manifestaciones musicales de los mestizos fueron, por excelencia, las danzas de comparsa callejera, como la de los Morenos, bailada en las calles por los sastres paceños…” (Soux, 2002: 257). 31

Ichuta (2003) citando a otro autor (D. Butrón) consigna su temprana mención en un diario de La Paz: "El 24 ha sido para La Paz = Solemne, porque hemos visto muchos callahuayas, sikuris, chunches y otros bailes de fantasía...” (El Telégrafo, 27 de Enero de 1859). 32

Desde el punto de vista del indio, el término misti engloba a todo el que no es indio (Bourricaud, 2012: 34), por lo que en esta denominación entran tanto los señores como los “cholos” emergentes. Según González Bravo, mestizos y aún blancos integrarán tropas, recibiendo en este último caso la denominación de Mozo Sikuris (Citado por Sigl et al., 2012: 201). 33

Principalmente con sikus aunque no exclusivamente si se tiene en cuenta que “…existen Morenadas acompañadas con pífano en Charazani (pro. Bautista Saavedra) y Chuma (prov. Muñecas)” (Sigl et al., 2012: 198).

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entre otros34 eran más bien los que cumplían la función de hacer de acompañantes de los sikuris35. Es por 1890 que empezó el proceso de ir diferenciándose aquellas de esta, bajo las denominaciones iniciales de “danza de morenos”36, “diablillos rojos”37 y “conjunto de diablos”38; generando cada una su propia identidad danzaria. Para el caso peruano, los sikuris acompañados de diablos darán origen a la primigenia Diablada puneña, encarnada desde 1892 por los “Sikuris del Barrio Mañazo”. Entrando al siglo XX Alberto Cuentas anotaba: “Hay que distinguir los MORENOS DE LOS SICURIS. Se parecen bastante, pero no son iguales […] Los Sicuris, son el segundo tomo de los morenos” (Cuentas, 1928: s/p). Es de

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Como el achachi (viejo), ángeles y diversos animales constituyendo lo que se le dio en llamar el “jardín zoológico”: osos, monos, gatos, gallos, leones. En los ´50 la revista Xullaka (nombre de donde deriva Juliaca) relata: “Mientras la tarde declina, en esa atmósfera de expansión pueblerina, se auna (sic) también luego una comparsa de Sicuris o Morenos, que hace su aparición por una esquina, en medio de un inmenso abigarramiento de gentes que se van abriendo paso con la aparición del Macho (viejo) que lleva capa corta y sombrero de paja, con la falda levantada en la parte delantera, es el amo de la comparsa que va delante, dando a sus pasos cortos, movimientos rítmicos acompasados de pequeños saltos” (Revista Xullaka, 1956: 5). 35

Las consecuencias de esta situación presentada es la que hace decir a Arguedas en su artículo “La danza de los sicuris” escrito en 1943: “En los últimos años los conjuntos de bailes indios han ido perdiendo su pureza. La tradición perdió su rigurosa autoridad y surgió una nefasta libertad de mezclar los personajes de unos bailes con los otros” (Arguedas, 1987: 173). 36

Félix Téllez apunta citando a otro autor: “Cazorla divide el origen de la morenada en dos épocas. La primera entre 1890 y 1940 donde la morenada presenta dos personajes: el moreno y el caporal o ´achachi´…” (Téllez, 2005: 30). Cabe anotar que en Chile, el diario La Patria de Iquique registra la presencia de cuatro bailes morenos en la Fiesta de La Tirana de 1907 provenientes de oficinas salitreras (Hanneke, 1995: 17), estampas usualmente preparadas por obreros bolivianos. 37

A diferencia de la posterior Diablada orureña, ésta es la antigua Diablada paceña. Sigl y Mendoza recogen de Iñiguez la siguiente referencia: “También existían los denominados ´diablillos rojos´, fue una de las primeras diabladas que iban al santuario de Chuchulaya (Sorata, 8 de septiembre), aproximadamente por los años de 1890. Asimismo participaban en la danza de los misti-sikus que era una danza de la ciudad” (Sigl et al., 2012: 67). 38

Maurice y Fabrizio Cazorla apuntan: “La historia de la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada no puede verse ajena de citar los antecedentes de la Diablada de Oruro, conocida en los primeros años del siglo veinte como el conjunto de Diablos” (Cazorla et al., 2005: 105). La institución referida tiene su fundación en 1904, siendo actualmente la más antigua que se presenta en el Carnaval de Oruro.

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suponer que en el intento de diferenciar una de otra39, es que se habría acuñado el término sikumoreno.

¿Moreno o Sikumoreno?

Un elemento que pudo haber coadyuvado a esta confusión es el antiguo uso de la matraca: “En el Misti Sikuri se usaba matraca. Se tocaba la matraca y todos a dar una vuelta, tocando. Pero una sola matraca” (Entrevista a Ichuta, citada por Sigl et al., 2012: 198)40. Además de la vestimenta, el otro elemento que caracteriza al sikumoreno es la utilización de un bombo de guerra para el acompañamiento rítmico. Este instrumento es tomado de las bandas militares que a partir de la segunda mitad del s. XIX tuvieron cambios importantes en su instrumentación. Con el uso de instrumentos metálicos de viento accionados con pistones las bandas militares reemplazan instrumentos como la corneta, el clarinete y el oboe por otros de mayor sonoridad y posibilidades musicales. Con estas innovaciones, el acompañamiento rítmico también necesitó elevar su 39

En Vellard y Merino 1954: 134 se puede apreciar a intérpretes de zampoñas ataviados con el armazón característico de la morenada. A fines del s. XIX aparece en Socoroma, sierra de Arica, la “Compañía de Morenos de la Santísima Virgen del Rosario” (Choque, 2012: 618); hoy por hoy se ha visto reemplazada las zampoñas por una banda de música, reconstituyéndose la expresión como la danza de los “Morenos de Paso”. 40

Una foto ilustrativa al respecto se puede ver en Robinson (1907: 234). Se podría presumir que este instrumento y su función para dar indicaciones pasó a ser cumplida por la campanilla como en los lakitas de Chile.

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sonoridad. Esto pudo lograrse con la implementación en las bandas, de instrumentos de origen turco41 como el bombo, los platillos y el triángulo42 (Ruiz, 2002: 18). De las nuevas bandas militares, el sikumoreno incorporará estas innovaciones instrumentales. El bombo mínimamente desde la segunda mitad del s. XIX43, completando su instrumentación característica a inicios del s. XX, con el mayor uso de redoblante, platillos y triángulo. Por el año de 191344 y como una muestra más de diferenciación y prestigio, las otras danzas empezarán a acompañarse de bandas de instrumentos metálicos que empezaban a surgir, prescindiendo así del acompañamiento de sikuris, más ligado a los sectores urbano populares. 2.2 Primeras agrupaciones de Sikumoreno Los conjuntos más antiguos documentados en nuestro país son los “Sikuris del Barrio Mañazo” (1892)45 asociado al gremio de carniceros, “Juventud

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Otros instrumentos de origen turco incorporados a las bandas militares fueron los timbales (usados principalmente por las caballerías), el pandero, la lira y el “árbol de campanas” también conocido como chinesco. Estas innovaciones fueron realizadas inicialmente por las bandas del ejército prusiano de Federico el Grande en el s. XVIII, atendiendo a la importancia que este le dio a la música marcial; posteriormente replicado en el resto del mundo. 42

En 1911, el ejército de Bolivia concluye el asesoramiento militar francés cambiando al alemán. Por esa época se renueva el instrumental musical llegando así el triángulo, que junto a la lira y el árbol de campanas, eran desconocidos hasta entonces (Sanjinés, 2007: 25). En Ibid. p.11 se consigna el término “triángulo chinesco”; esto explicaría la denominación de “chinisco” para este instrumento en la música khantu tras la asimilación del triángulo. Por otro lado, Cavour (2003: 50) apunta el uso del árbol de campanas en Sur Lípez (Potosí) con la denominación de chinisco de peana (pedestal). 43

Como ya se anotó líneas arriba, Angrand tiene un dibujo de 1848 donde la zampoña está acompañada de un tambor tipo napoleón (De Mesa et al., 1998: 180). 44

Datación tomada por Sigl et al. de un trabajo de Paredes Iturri de ese año (Sigl et al., 2012: 230). En el Perú, a raíz de una gira de la fraternidad “La Auténtica” de Oruro a Puno en 1917, al año siguiente trabajadores del servicio de barcos bajo el nombre de “Los Vaporinos” les alquilan trajes y traen una banda (Sigl et al., 2012: 72). Se presentaron en la Fiesta de la Candelaria hasta 1922 y por limitaciones económicas se vuelve al acompañamiento musical con sikumorenos hasta 1965 (Cornejo, 2007). Desde entonces se hace mayor la influencia boliviana, especialmente en el cambio musical a bandas que interpretan el nuevo género musical de la diablada en ritmo de 6/8, inspirado en marchas francesas (Elías, 2013). De las agrupaciones de “diablada” de la ciudad de Puno, la primera en fundarse fue la “Tradicional Diablada Porteño” en 1962. 45

Angel Macedo en su “Historia del Conjunto de Sikuris del Barrio Mañazo” consigna el 02 de febrero de 1892 como la fecha de fundación oficial (Macedo, 2006: 27). Es así que, por ejempo, el año 2012 una

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Obrera” (1909)46 asociado a los trabajadores portuarios47 y del mercado central, y el extinto conjunto de pusamorenos “Arco Blanco” (1909)48. La aparición de estas agrupaciones sugiere estar relacionadas con la emergencia del heterogéneo sector social denominado “cholo”49.

Traje antiguo de sikuri Mañazo

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A partir de la información brindada por el profesor Flavio Condori Chuchi, podemos anotar además la presencia de grupos rurales de sikuris en los alrededores de la ciudad de Puno. Por el sur y de origen aymara estaban los “Ch´eqas”51, al centro sur y de origen más bien quechua los sikuris del ayllo delegación viaja a Lima para recibir el reconocimiento del Ministerio de Cultura por sus 120 años de fundación. Una versión diferente es la que recoge Américo Valencia según la cual en 1895 los carniceros del barrio Mañazo transforman su conjunto típico de Sintakanas (sic) en una tropa de pusamorenos bajo la denominación de “Juventud Mañazo”. Ellos habrían emulado a los “Marineros del Lago Titicaca” que un año antes (1894) habían traído la primera “tropa” de sikus y traje de luces (de Sikasika-Bolivia), por lo que estos serían “el primer conjunto de pusamorenos que participó de la fiesta de la Candelaria” (Valencia, 2006: 127). 46

Antes denominada “Los Marineros o Vaporinos” (1900), seguido de “Obreros Pampeños del Puerto Lacustre” según Calisaya y Medrano (2013: 374). Últimamente se están remontando a 1884. 47

Desde 1870 hubo un importante servicio de transporte de personas y carga por vía lacustre, a diferentes puntos del Perú y Bolivia, a través de una flota de barcos a vapor: Yavarí, Yapura, Coya, Ollanta (sitio web Yavarí), siendo factible ir a La Paz desembarcando en Guaqui y tomando ahí el tren hacia dicha ciudad (Borricaud, 2012: 44). Este medio quedó finalmente desplazado por el servicio vía terrestre. 48

Agrupación que no guarda continuidad con una contemporánea de similar denominación.

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Según Borricaud, el cholo (como así lo denomina el misti) es el indio en vía de ascenso y cambio. Se considera a sí mismo como mestizo, aunque para un indio es igualmente un misti (Borricaud, 2012: 3435). 50

Tomado de Macedo, 2006: 41 (fotografía evidentemente coloreada). Valencia lo consigna como del año 1942 (2006: 128) 51

También mencionados por Núñez (2009: 20) y Calisaya et al. (2013: 374)

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“Manto”52 y al norte los sikuris de la comunidad “Huaraya”53 también de origen quechua54. Publicaciones tempranas como la de los esposos D´Harcourt (1925) y del mencionado Alberto Cuentas (1928) consignan tomas fotográficas de Tacna (Hacienda Totora, provincia de Candarave) y Puno (provincia de Chucuito), donde se aprecian conjuntos vistosamente ataviados, lo cual evidencia gráficamente la propagación y vigencia del sikumoreno ya desde entonces.

Tacna: Provincia de Candarave

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Puno: Provincia de Chucuito

Situándonos en los tiempos del cautiverio de las provincias de Tacna y Arica como consecuencia de la Guerra del Pacífico56; tenemos que la provincia de

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Relacionados a la hacienda del mismo nombre (antiguo centro minero). Luego convertidos en los “Zampoñistas 15 de Agosto” del Barrio Manto. Si no se tienen consignadas referencias de este grupo quizás se deba a que antiguamente solían reforzar a los sikuris “Mañazo” que también eran quechuas. 53

Ichuta (2004) transcribe una cita de L. Cuentas (Leonidas?) según la cual por los años ´30 los grupos “Mañazo”, “Juventud Obrera” y “Huaraya” se disputaban la supremacía. Por su parte, Núñez (2009) lo registra presente en 1956 en el concurso de danzas que empezó a realizar el Instituto Americano de Arte en la Plaza de Armas (antes la celebración era en el templo de San Juan) y también en 1965 en el primer concurso folklórico por la festividad de la Virgen de la Candelaria realizado en el estadio Torres Belón (con cobro de entrada) a cargo de la flamante Federación Folklórica Departamental de Puno fundada ese año (no obstante esta Federación celebró el 2014 sus Bodas de Oro). 54

Mariano Cáceres-Olazo (1970) quien escribiera su tesis sobre “los sikho morenos de Llavini” (Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco), detalla que la parcialidad de Waraya se encontraba conformada por los ayllus Chhullunkiani, Chhulluni, Huerta y Llavini; estas se encargaban de representar rotativamente a toda la parcialidad en la Festividad de la Candelaria con un grupo de sikuris, por un lapso de 3 años, habiéndolo hecho el último de los ayllus mencionados los años 66, 67 y 68. 55

La presencia de la bandera peruana habría de deberse a una manifestación de patriotismo en respuesta al cautiverio que sufría entonces gran parte del departamento de Tacna, allá por los años ´20. 56

Por el Tratado de Ancón de 1883 que puso fin a la Guerra con Chile, Tacna y Arica quedaban retenidas hasta definir su situación en un plebiscito. Se estipuló que este debía realizarse pasado diez años; sin embargo, la falta de especificaciones sobre la realización del mismo devino en una situación de cautiverio indefinido de dichas provincias.

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Tarata, ocupada ilegalmente por Chile, fue devuelta el 1 de Setiembre de 192557. En la víspera, los festejos se dieron con el sonar de zampoñas: “Se luce un impresionante aspecto de fiesta pueblerina alegre y bulliciosa al son de los compases de las clásicas bandas de zampoña […] El jolgorio y vítores no cesan, las marchas de los zampoñeros y huaynos típicos llenan los espacios” (La Crónica Tarata, sitio web). Por otro lado, en zonas rurales de la entonces provincia peruana de Arica58 también se practicaba la zampoña como lo atestigua una fotografía tomada en el valle de Lluta en donde se ven plebiscitarios en campaña electoral posando con la bandera peruana59.

Valle de Lluta: Provincia de Arica

Asimismo, en Socoroma y Azapa existieron “Compañías de Morenos” (en base a tocadores de zampoñas) que asistían a la Festividad de la Virgen de las Peñas, junto con compañías venidas de Tacna (Choque, 2012: 523). De la localidad de Putre (altiplano ariqueño) se tiene un documento de 1926 en donde el subdelegado (autoridad chilena) informa al Comandante de Carabineros que se da permiso para celebrar la fiesta religiosa del pueblo con tocadores de zampoña60; y aún antes, se tiene consignado que en 1914, en el

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Para resolver la dilatada situación de Tacna y Arica, finalmente Perú y Chile acuerdan en 1922 someter el asunto al arbitraje de Estados Unidos. Este dispuso la devolución de la provincia de Tarata en 1925 y la realización del plebiscito para 1926. Por falta de condiciones dada la situación de violencia contra los plebiscitarios peruanos, esta devino en irrealizable. Posteriormente, con el Tratado de Lima de 1929 se acordó que Tacna se reincorporara al Perú y Arica pasara a pertenecer a Chile. 58

El departamento peruano de Tarapacá, tras el Tratado de Ancón pasó a perpetuidad a Chile. En dicho territorio, quedaron gentes y costumbres como es el caso de los aymaras de Isluga y Cariquima intérpretes de la expresión sikura, en base a sikus unitarios. Cabe anotar que como parte de su vestimenta suelen usar un pañolón blanco y una banda roja cruzada al pecho, lo cual suele tomarse como una reminiscencia de peruanidad. 59

Fotografía y referencia proporcionada por el investigador chileno Alberto Díaz Araya.

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“El vecino de este pueblo Feliciano Loayza, ha solicitado permiso de esta oficina para celebrar la fiesta relijiosa (sic) de los días 14 y 15 del corriente, se le otorgó lo solicitado, según costumbre rejional (sic),

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caserío de Caquena (frontera con Bolivia) se había celebrado la festividad de la Virgen del Carmen con “comparsas de zampoñeros”61 (Díaz, 2013: 485). Como nota final, respecto a pretéritas participaciones de grupos de zampoñas en las festividades por la Virgen de la Candelaria, Mario Núñez consigna un oficio de 1954 del Gobernador de Puno (encargado de organizar la presentación de las danzas) dirigido al Inspector de Policía a quien le dice: “Debiendo realizarse la festividad de Nuestra Señora de la Candelaria, Patrona de esta ciudad, se ha dispuesto como costumbre, concurran las comparsas de zampoñas y otros bailes típicos de la región, para dar mayor realce a la mencionada fiesta; por lo que me permito sugerirle a Ud. disponer se exonere del pago de las licencias ya que con la concurrencia de dichos bailes la fiesta toma mayor prestancia, siempre conservando las buenas costumbres de antaño”. (Núñez, 2009: 21) Ocurría que la imagen de la Virgen de la Candelaria62 se encontraba (y aún se encuentra) en el antiguo templo de indios de San Juan; sin embargo, el ingreso de bailes rurales a la ciudad estaba limitado a no ser que medie permiso o pago por licencia (de ahí dicha solicitud). Pese a esta situación, algunas autoridades con buen criterio se empeñaban en mantener la veneración tradicional con la concurrencia de la población indígena de los alrededores, quienes traían sus expresiones, entre las que estaba además de los sikuris, la ancestral entrada de k´apos63 por parte de los “ayllus de Puno, Huerta Huaraya al norte e Icho al sur de la ciudad” (Ibid.). Esto confirma la relación entre los grupos étnicos cercanos con la ciudad de Puno, en tanto centro de veneración patronal.

hacen dispares de camarotes, y tocadores de zampoñas acompañan a solemnizar estas fiestas” (Díaz et al. 2004: 221). Anotamos que aún hoy en día se sigue celebrando la “Fiesta de Asunta” (Virgen de la Asunción) cada 15 de Agosto, en donde “… se bailan valses, cuecas, marineras y huaynos” y en la procesión “se cantan coplas tradicionales intercaladas con ritmos de zampoña” (Mercado et al., 2006: 119). 61

Festividad en la que tuvo participación Antonio Mollo, líder local (y mártir no reconocido) de la causa peruana, precisamente muerto en 1926 en la violencia del proceso plebiscitario de dicho año. 62

Superponiéndose al culto a la Pachamama, la “Mamita Candelaria” fue desde un inicio venerada por la población indígena, desplazando el culto oficial a Nuestra Señora de la Concepción y a San Carlos Borromeo en Puno. Se cuenta que el hecho decisivo que permitió la extensión de su fe, fue cuando salvó a Puno en 1781 del inminente ataque de las huestes tupacamaristas, tras ser sacada en procesión. 63

Leña traída en acémilas para ser quemada en la víspera del 2 de Febrero, día central de la Virgen de la Candelaria (aún se realiza).

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2.2 El Sikuri La modalidad sikuri tal como la conocemos hoy en día se caracteriza por el uso de varios bombos largos64, orquestación en base a sikus de diversos tamaños (octavas), armonizada con cortes (bajos y contras), vestuario de puli puli65 e interpretación principalmente de huayños ligeros y calmados. Se ha dado en reconocer que toda esta puesta fue un proceso realizado en Conima, de ahí que reclame la denominación de “cuna de sikuris”. La agrupación emblemática de este pueblo, el conjunto “Qhantati Ururi”, remonta su existencia al año de 1830, estando presentes en la fundación de ese distrito en 1854 y datar el tema musical “Camacho” en 1879. Por otra parte, gracias a su dinamismo y participación por medio de “contratas” es que logran llevar su expresión a distintos pueblos de la zona aymara al norte del lago Titicaca. Thomas Turino anota que tanto en la reelaboración de la modalidad sikuri como en la formación de dicho conjunto en 1928 tuvo participación el sector misti. Específicamente señala a don Natalio Calderón, personaje que compartiendo los ideales indigenistas de su época, convoca a tocadores de distintos ayllus66 para conformar el grupo representativo de ese distrito, al que finalmente bautiza como Qhantati Ururi (Turino, 1993:128). Este investigador norteamericano, quien realizó su trabajo de campo entre 1984-86, sugiere que la reformulación de esta modalidad, y consiguiente creación del estilo Conima, se opera a principios del siglo XX67 a partir de una expresión sikuri de varios bombos que ya usaría quintas (contras), a la que don Natalio por sus conocimientos musicales como arpista le añade terceras (bajos), armonización más propia de occidente.

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Falta esclarecer si estos bombos largos tienen un origen prehispánico o fueron incorporados a partir de tambores militares coloniales, que de ser percutidos con dos baquetas habrían pasado a serlo con un mazo (tal como se hace con las wankaras). 65

También usado por los sikuris de Italaque, apenas al otro lado de la frontera (Prov. Camacho, Bolivia), incluso usado por los khantus antiguos: “vestían un pollerín blanco abierto por delante, sobre el pollerín un ponchillo rojo pequeño que apenas llegaba a la cintura, llamado uncu; en la cabeza una canastilla adornada con flores o plumas de aves” (Oblitas, 1963: 327). 66

Para Gérard Borrás, en un extremo, la obligación de participar de las prácticas musicales podrían ser vistas como “uno de los elementos de la explotación que sufrían los indígenas” (2000: 139). 67

Por el lado de Bolivia, André Langevin en su investigación sobre los khantu de Quiabaya recoge la versión que refiere su aparición también a inicios del siglo XX (años 10 ó 20) y otra según la cual en 1925 el ritmo de marcha característico se realizó a sugerencia de un preste (alferado) (Langevin 1990: 118 y 134). Por su parte Baumann (1985: 156) recoge la versión que aparecería hace 80 años a partir del tuaillu, danza de los campesinos de la región de Upinuaya, cantón Curva cerca a Charazani.

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Que en todo Bolivia y específicamente en el vecino pueblo de Puerto Acosta (antiguo Huaycho) no se toque el sikuri de estilo similar al conimeño, no obstante sí compartir otras expresiones tradicionales (auqui auqui, kullawa, soldado palla palla, pinkillada) puede ser evidencia de su creación tardía (no obstante, usualmente invitan a grupos peruanos de sikuris a sus fiestas). Cabe señalar que en la grabación del Qhantati Ururi de 1965, todos los huayños ligeros son interpretados como zampoñada (“choclo”) y los huayños calmados con varios bombos. Esta situación, también reparada por Turino, le hace plantear la posibilidad de que el huayño ligero no sea más que la interpretación en varios bombos de la zampoñada, tal como suele ocurrir con el imillani originalmente interpretado con cajas (wankaras). De ser así, el huayño calmado vendría a constituirse en el género originario del sikuri de varios bombos y el huayño ligero más bien derivado de la zampoñada. Anotamos más aún, que si tomamos en cuenta la referencia de Calisaya y Medrano según la cual, los sikuris “Sociedad de Tiro” (uno de los supuestos nombres primigenios del Qhantati) tras su constitución, desfilaron por fiestas patrias “uniformados de color azul marino, hecho de bayeta con cascos blancos, guantes blancos, tejidos de lana de oveja, ejecutando la marcha en Siku” (Calisaya et al, 2013: 357); tenemos entonces que el soldado palla palla, que es básicamente una zampoñada, habría sido propio de los vecinos del pueblo (la forma como adoptaron el sikumoreno localmente), siendo el sikuri de varios bombos más bien propio del sector rural68 (división algo usual por entonces). Esto explicaría porqué la festividad principal del pueblo de Conima69 se celebra en base al soldado palla palla, estrenándose allí las nuevas composiciones que luego serán tocadas en la modalidad de varios bombos. Hasta aquí, una vez establecidas ambas modalidades, y a despecho de las otras expresiones en base al siku incluso más antiguas y originarias, el sikumoreno y el sikuri serán los que logren captar la mayor atención, siendo adoptados y asimilados en los distintos pueblos del Altiplano peruano, incluso con menoscabo de expresiones de música o danza lugareñas (proceso que en ese sentido evidencia un lado algo negativo)70.

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De los “jakes”, hombre en idioma aymara, término también con el cual los mistis denominaban peyorativamente a los “indios”. 69

Esta celebración es la Fiesta de Pascua que se realiza en Semana Santa, el Sábado de Gloria por la noche. En ella los grupos de sikuris de varios bombos se reconvierten en la modalidad del soldado palla palla, interpretándose para la ocasión marchas, huayños y tiptiris (género exclusivo de esta ocasión). 70

“… y con gran perjuicio del Arte indígena, se van propagando entre los indios, borrando las huellas de las verdaderas danzas indígenas” (Gonzáles 1947: 41).

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3. DESARROLLO HISTÓRICO La aparición y desarrollo de los distintos conjuntos de sikuris y sikumorenos lo hemos periodizado en relación al devenir de la propia sociedad peruana, de tal manera que, como no podía ser de otra manera, los cambios y tendencias que se dieron en ella necesariamente tuvieron un tipo de repercusión en el movimiento sikuri, en tanto base sobre la cual modelarán y generarán sus respuestas. 3.1 PRIMERA ETAPA: LOS GRUPOS HISTÓRICOS (Antes de 1970) Hasta fines de los sesentas del siglo pasado, nuestra sociedad era hegemónicamente oligárquica y latifundista71. Eran tiempos en donde en el interior, las personas generalmente estaban sujetas a sus lugares de origen y no había mayor movilidad social. En este contexto, la vida transcurría tranquilamente según las ocupaciones de cada pueblo, en donde no faltaban ansiadas festividades que celebrar. Es así que la conformación de un conjunto de sikuris local que anime los eventos sociales era de esperar en el Altiplano. Otros factores propicios para la conformación de sikuris en la primera mitad del siglo XX fueron tanto la prédica indigenista que reivindicaba social y culturalmente al “indio” y a sus manifestaciones, así como la aparición de los primeros gremios laborales en el sector urbano. 3.1.1 Agrupaciones Históricas de Sikuris Acorde al contexto descrito, los distintos pueblos empiezan a tener sus primeros conjuntos que en el mejor de los casos serán los históricos o emblemáticos de sus respectivas localidades. Así tenemos al grupo representativo de Conima que tras varias denominaciones (“Chojjña Mocco”, “Huayna Titicaca”, “Lágrimas Oscuras”, “Sociedad de Tiro”), reimpulsado decisivamente en 1928 adquiere su denominación definitiva como “Qhantati Ururi” (en 1937)72. También en Conima, además de los sikuris de las parcialidades de Chilcapata, Cambría y Tilali, los sikuris de la península de Huata pasarán a denominarse

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Finalmente liquidada tras el golpe militar de Juan Velasco Alvarado (1968) y su Reforma Agraria.

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Según información de Augusto Calderón que le fue proporcionada a Turino (1993: 280).

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Q´keni Sankayo”73. Por otro lado, a partir de diferencias con los dirigentes del Qhantati Ururi tras el viaje a Lima se funda “Juventud Conima” (1965)74. También de varios bombos tenemos en Rosaspata a los “Rosales” (1941) y otros anteriores como “Huarihuma” (1922), “Qetuña” y “Ñapa”75. En Moho a “Marka Sikuris” en el pueblo y otros más en las parcialidades de LLoquesani (“Jach´a Sikuris”), Lacasani, Occopampa, Waycuña76; además de Huaraya (“3 de Mayo”) y Huayrapata (“13 de Mayo”). En Cojata “Los Mensajeros de los Andes” (1966). En Huancané existían los “Sikuris Santa Cruz”77 y “19 de Setiembre”78. En Vilquechico los “K´epus” (1968), así como otros en Inchupalla79.

Sikuris de Cojata

3.1.2 Agrupaciones Históricas de Sikumorenos En la ciudad de Puno, como ya se mencionó, junto a los rurales “Ch´eqas”, “Manto” y “Huaraya”, se tiene a los “Sikuris Mañazo” (1892), “Arco Blanco” (1909) y “Juventud Obrera” (1909). De una división de este en 1928 surge “Panificadores” (pertenecientes a dicho gremio). También históricos son los Phusires de “Orkopata”80 y los “Pampeños”81.

73

Al respecto, el nombre le fue dado por la esposa de Augusto Calderón alrededor de 1940, tras heredar la hacienda Huata de sus padres (Ibid: 137). 74

Comunicación personal de Raúl Saravia, personaje insigne de dicha institución (Turino erróneamente lo refiere de los 70 y como parte del movimiento urbano de sikuris impulsado desde Lima). 75

Comentario de Wilber Ormachea al video: http://www.youtube.com/watch?v=2DvLejlFPW0

76

Versión recogida por Wilber Martínez.

77

Comunicación personal de Héctor Suca, sikuri de origen huancaneño.

78

Comunicación personal de Juan Huanca, fundador de “Aymaras” en Huancané y Lima (Callao).

79

En estos dos sitios se practica un estilo emparentado con los khantus bolivianos.

80

Calsín (2005) los refiere junto a sikuris de Ilave, Chucuito, Obreros y Huaraya en un concurso para definir al representante de Puno en el certamen nacional de Amancaes (Lima), información recogida del diario El Eco de Puno 21/2/1929. Hay otra mención al respecto en la edición del 21/2/1934.

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“Sikuris Mañazo” en 1952

De Chucuito eran los “Cajas Reales”. En Ilave estaban los “San Miguel”, “Santa Bárbara”, “Choclitos 4 de Diciembre”, “Cahuide” y luego, promovido por algunos choferes, apareció la “Motorizada de Ilave” (1938). En Juli “Alberos 8 de Diciembre” (1932) y la “Juventud Choclos de Juli”. En Yunguyo son legendarios los “Choclos” y los “Alfonso”, que posteriormente derivaron en la “Zampoñada 10 de Octubre” (1963)82; también “Flor Obrera”. En Ácora, en la década del ´40 aparecieron grupos en los barrios San Pedro, Qalajawira y Tancani83; también los hubo en las parcialidades de Molloco y Santa Rosa de Yanaque84. En Moho “Los Choclitos” y “Lira Moho” (1941). En Huancané “Juventud Huancané”85 y “Los Choclitos”, además de varios grupos de comunidades del hanansaya huancaneño (mitad de más altura que no da al lago Titicaca); por otro lado “Santa Rosa” y Atahuallpa” en Lampa hasta antes del ´5086.

Lira Moho (1941)

81

Canahuire (2009), refiere sus inicios vinculados a Juventud Obrera.

82

En el 2013 celebraron sus bodas de oro, con producción musical de por medio.

83

Según Teodoro Condori (1999).

84

Información contenida en el blog Sikurimarka.

85

Según comunicación personal de Juan Huanca, ahí tocaba Simón Huanca Pari, su padre, quien luego radicado en Lima formaría “Zampoñas del Titicaca”. 86

Sánchez, 2013: 157. Según versiones recogidas de Vicente Mamani (Huancané) y Aparicio Sánchez (Lampa).

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El profesor Flavio Condori Chuchi nos refiere que en Carabaya (Crucero) se recibía con un grupo de zampoñas el oro proveniente de las minas de Santo Domingo; así como también que habían otros conjuntos en Ayaviri y en Azángaro (Asillo y San Antón). De esta última provincia, Alfredo Sumi (2013: 61) recoge la versión que en las comunidades del distrito de Samán por 193040 habían grupos de zampoñas denominados “bandas de phusa”. Como una muestra más de lo muy difundido que estuvo el sikumoreno, y en su versión rural como zampoñada, a partir de una investigación realizada en una parcialidad poco conocida del distrito de Chucuito el año de 1961, el antropólogo norteamericano John Hickman apunta: “Los grupos de sampoña se encuentran más o menos permanentemente organizados y existen tres de tales grupos en los tres sectores principales de Chinchera” (Hickman, 1975: 94). Además del departamento de Puno, se tiene registrado la tradición de la zampoñada en otros departamentos limítrofes a este. Como hemos visto, los esposos D´Harcourt (1925) lo refieren tempranamente en Candarave, provincia del departamento de Tacna. De ahí eran los “Choclos”87. En los años ´50 surgen “Zampoñas 24 de Julio” Ponchos Blancos de Camilaca (1953)88 y “4 de Diciembre” de Cairani. De la provincia de Tarata son “Los Amautas de Tarata” (1930)89 y “1 de Setiembre”.

Los Amautas de Tarata

Limitando con Puno y Tacna está el departamento de Moquegua en donde también se practica la zampoñada principalmente en el distrito de Torata; 87

Chat de Héctor Estrada.

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1 de Abril de 1953, fecha consignada en un estandarte fotografiado por José Mamani Quispe y puesta en facebook institucional. En un escrito de Mauro y Liverio Limache se consigna el 24 de Julio de 1955, habiéndose celebrado el 2005 las bodas de oro institucionales. 89

Según Víctor Marín Neyra (hijo del otrora director del conjunto don Emilio Marín Escobar), anterior a la fundación y en tiempos del cautiverio de Tarata tras la Guerra con Chile el grupo se denominaba “Centro Juvenil de Zampoñas”. Entonces el vestuario era del “rey sota” (con pantalones a la rodilla, medias largas y sombrero con ala doblada). Hoy en día, por razones de migración la continuidad de la agrupación se da en la ciudad de Tacna con los residentes tarateños (comunicación personal).

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además de Carumas, Calacoa, Coalaque, Matalaque y Ubinas. En el departamento de Arequipa se practica tradicionalmente en el distrito de San Juan de Tarucani aunque con la denominación de Ayarache90. Cabe mencionar en este periodo, que como parte de las primeras olas migratoria que se daban hacia la ciudad de Lima, algunos puneños residentes, de forma recreativa y en su afán de rememorar las tradiciones de sus lugares de origen, forman las primeras agrupaciones de sikuris en la capital. Según versión de Gerardo Barbosa recogida por Medina (2008), a mediados del ´40 por iniciativa de Baltasar Ruelas91, migrante puneño que se desempeñaba como portero de una agencia bancaria, convoca a sus coterráneos principalmente trabajadores municipales, con los que da forma a la primera agrupación de sikuris en la ciudad de Lima (sin nombre definido). Solían hacerse presentes en los festivales por el Día del Indio que se realizaban en la Pampa de Amancaes. De manera similar y en la modalidad de un solo bombo, Simón Huanca Pari, huancaneño que se desempeñaba como trabajador municipal, conforma con sus paisanos que vivían en el Callao la compañía “Zampoñas del Titicaca” (1956) también presentes en los festivales de la Pampa de Amancaes, llegando a grabar un LP en 196692.

LP de “Zampoñas del Titicaca”

Por 1953 y participando en un pasacalle organizado por el presidente Odría, otros huancaneños más pero esta vez de la parcialidad de Kakachi,

90

Comunicación personal de Javier Lajo, oriundo de la comunidad de Pocsi; término también recogido por Kimmich a raíz de un viaje a ese lugar (Galdós, 2000: 200). 91

Habría integrado los sikuris Mañazo, comunicación personal de Gerardo Barbosa.

92

Medina, 2012: 76. La información sobre la fecha de fundación y su destacada participación en los festivales folklóricos de Amancaes de 1957-58 la podemos encontrar en la contratapa del LP.

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empezaban sus presentaciones para luego dar forma al “Centro Folklórico de Arte Nativo Kakachi” (1968)93 que incluía diversas danzas.

Sikuris del Centro Folklórico de Arte Nativo Kakachi

Por su parte, migrantes conimeños forman “Unión Progresista Conima” (1953) también en la modalidad de un solo bombo, cambiando de modalidad en 198094. 3.2 SEGUNDA ETAPA: LA PROPAGACIÓN DEL SIKURI (1970 a 1995) Con la emergencia de los nuevos movimientos sociales (barriales, agrarios, migratorios, sindicales, masificación de las universidades, etc.) y tras el golpe militar de inspiración socialista del general Juan Velasco Alvarado (1968), hay un cambio del statu quo. Este nuevo panorama hará que la práctica del sikuri adquiera una significación distinta más allá de lo meramente social recreativo. Será la “Asociación Juvenil Puno” (AJP) la institución encargada de encarnar los nuevos tiempos, asumiendo un papel de vanguardia. 3.2.1 La Asociación Juvenil Puno y el Movimiento Urbano de Sikuris Tras su fundación en 1970 en la ciudad de Lima, a partir de lo que era el Centro de Estudiantes Puno, ahora con una vocación más amplia y comprometida, la AJP encontrará en el sikuri el medio que canalice las nuevas aspiraciones. Es así que tras las actividades sociales y la práctica musical en el formato de estudiantina puneña, en 1971 empiezan a practicar las zampoñas en su expresión colectiva95 para luego, y en homenaje a los caídos en las 93

Comunicación personal de Reynaldo Ari Apaza.

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A raíz de una grabación musical. Comunicación personal de Leopoldo Saravia, integrante representativo de dicha institución. 95

Gracias a la participación de Dante Vilca, su primer guía, originario de Yunguyo, cuyo abuelo era un refinador (constructor de sikus) de quien obtuvieron sus primeros sikus. Los demás integrantes, más bien de clase media y sin conocimientos del siku provenían principalmente de la ciudad de Puno.

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protestas del pueblo puneño contra la señora de Velasco, denominar a su grupo de sikuris como “Conjunto de Sikuris 27 de Junio” en 1972 y a su elenco de danzas “Candelaria Herrera”96. Esta institución practicará la modalidad de un solo bombo y sólo tras el viaje que realizara a Conima en 1977 adoptará la modalidad de varios bombos, siendo musicalmente un importante impulsor del estilo conimeño de interpretar el siku.

AJP cuando tocaban sikumoreno

En 1979 se creará una filial de la AJP nada menos que en la misma ciudad de Puno, desde entonces aparecerán muchas más en otros sitios tanto del departamento de Puno como en Cusco y Arequipa 97. En su labor de revalorización y difusión de la cultura andina, especialmente Aymara-Quechua, impulsan el primer encuentro de sikuris “Túpaq Katari” (1978) y la Festividad de la Cruz de Mayo (1980), las mismas que hoy por hoy son las principales actividades que congregan a los grupos de sikuris en la ciudad de Lima.

Afiche promocional del “Tupaq Katari”

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Trabajadora del Mercado Central de Puno caída en dicha protesta.

97

Entre los sitios donde se dará la prolífica aparición de “filiales” tenemos: Puno, Arequipa, Cusco, Juliaca, Asillo, Juli, Ayaviri, Ácora, Cabanillas, Canchis, Santa Lucía, José Domingo Choquehuanca, Culta, Huatasani.

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Con las nuevas condiciones socioculturales sumada la influencia de la AJP, empezarán a emerger numerosas agrupaciones con un renovado impulso, no solo en la ciudad de Lima sino también en el mismo departamento de Puno y otras ciudades del sur, lo que en suma podemos entender como la emergencia del movimiento urbano de sikuris. 3.2.2 Conjuntos de sikumorenos emergentes en Puno En cuanto a los sikuris de un solo bombo, en este periodo aparece la “Agrupación de Zampoñistas del Altiplano” (1972) como un intento de mantener vigente la tradición del sikumoreno en la ciudad de Puno, además de los extintos “Zampoñistas Porteño” y “Zampoñistas Central”98. También “Huj´maya” (1978) (tres años más tarde cambia a la modalidad de varios bombos) y “Juventud Paxa” (1982). Del mismo modo en Juli “Roma Americana” (1977). En Juliaca “Unión Juliaca” (en los ´70s) y “3 de Mayo”99. En Yunguyo “Fuerza Musical 26 de Mayo” (1980), “Juventud Micaelina” (1984), “Juventud Tawantinsuyo” (1985). En Ácora “Zampoñistas Confraternidad Ácora” (1979), “Sangre Aymara” (1980) e “Íntimos de Ácora” (1980). En sus respectivos pueblos: “Melodías de Ilave” (1975) y “Asociación Juvenil Cabanillas” (1980) (inicialmente filial de la AJP, cambia a la modalidad de varios bombos en 1986). 3.2.3 Conjuntos de sikuris emergentes en Puno En cuanto a la modalidad sikuri de varios bombos, el primer grupo en la ciudad de Puno fue “Pukara” (1978)100, seguido de la “AJP Filial Puno” (1979)101, “Fuerza Joven” (1982), “Comunidad Lupaka” (1985), “Wila Huayna” (1986), “Orgullo Aymara” (1988), “Huayna Marka” (1989), “Ciudad del Lago” (1989) y “Rijchary” (1990). Por su parte, “14 de Setiembre” (1978) en Moho, “Claveles Rojos” (1980) y “Aymaras” (1981) en Huancané, “8 de Diciembre” (1982) en Lampa, “Juventud Juliaca” (1980) y “Wayra Marka” en Juliaca (1982)102, “Wila Marka” (1987) en Conima y “Los Olivos” (1988) de Vilquechico.

98

Núñez (2009: 22)

99

De esta institución se retiran 10 integrantes para formar “Wayra Marka”, ya como sikuris de varios bombos y afiliada a la AJP (Jak´e Aru, Agosto 2013: 17). 100

Bueno (2009: 14)

101

Con lo que se dejó lanzada la innovadora noción de “base” o “filial” como hemos visto.

102

Como también acotó Turino (1993), todos seguidores del estilo Conima, algunos en desmedro de sus propias variantes locales.

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3.2.4 Conjuntos emergentes en Lima Para la ciudad de Lima, además de los primeros grupos históricos de sikuris “regionales” (de residentes puneños) como el mencionado “Unión Progresista Conima” (1953); surgen Centro Social Conima (1971), “Sankayos de Moho” (1971), “Unión Puno” (1975), “Hijos de Janansaya” (1975) y “10 de Octubre de Yunguyo” (1978), a las que les seguirán muchísimas más. Junto a estas agrupaciones y en buena parte por la acción más bien ocasional de algunos puneños, aparecen los autodenominados sikuris “metropolitanos”103 (de no puneños). Las primeras de estas agrupaciones aparecen principalmente relacionados al medio universitario: “Sikuris 4 de Noviembre” del TEA (1974)104 en la Pontificia Universidad Católica del Perú, “Conjunto de Zampoñas de San Marcos” (1977)105 en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, TAJMA (1978) en la Universidad Nacional Agraria, “Amanecer Andino” (1978)106, FOLKUNI (1980) en la Universidad Nacional de Ingeniería. También indirectamente relacionados al medio universitario surgirán la Asociación Cultural “Kunanmanta” (1981)107 y “Runa Taki” (1981)108. Después de estas agrupaciones surgirán muchas más a manera de efecto multiplicador. 3.2.5 Conjuntos emergentes en otros departamentos La propagación del sikuri también se empezará a realizar en otros departamentos del país, especialmente en aquellos receptores de migración

103

Denominación acuñada en 1982 a partir de una mesa redonda convocada por la entonces “Kunanmanta Zampoñas” dentro de sus actividades por 1er aniversario, con el enunciado: “Perspectiva de los Sikuris Metropolitanos” (Villanueva, 2009: 18) 104

Siglas de Taller Experimental de Arte. Primer grupo metropolitano de la ciudad de Lima. Fue impulsada por Javier Lajo, arequipeño de origen puquina, entonces estudiante de la Facultad de Ciencias Sociales. 105

Por acción “indirecta” de la AJP, ya que en el Centro de Folklore de la Universidad de San Marcos (“La Casona”) y sin la anuencia de aquella, uno de sus integrantes (Vicente Mamani) empezó a dictar clases de zampoña a estudiantes y público en general. 106

Impulsada por Joseph Cruz de Lima, quien aprendió a tocar zampoña de Marcelo Tito, conocido constructor y vendedor de zampoñas en la capital. 107

Conformado por jóvenes de distintas universidades y procedencias, creado por propia iniciativa a partir de un curso de zampoña dictado en “La Casona” de San Marcos, en 1979 (donde funciona el Centro de Folklore de dicha universidad). 108

Formado por ex integrantes del TEA a partir de un curso dictado en 1980 en un colegio vinculado a la Universidad Católica, quienes a diferencia de la mayoría de los grupos metropolitanos de entonces, adoptaron el sikuri de varios bombos.

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puneña y en general, en donde se pudo replicar el movimiento de revalorización de la cultura andina a través del siku: AREQUIPA: “Sikuris de la UNSA” (inicios ´70), “AJP Filial Arequipa”. CUSCO: “AJP Filial Cusco” (1982)109. TACNA: “Juveniles de Tacna” (en los ´70). “Unión Tacna” y luego “3 de mayo” (en los ´80)110. “Cultural Collao” (1994)111. MOQUEGUA: “Los alegres de Tassa” en Ubinas (1987). “Cultural Torata” (1992) en Torata112. JUNÍN: “Walayai´kan” (1979) y “Tunupa”, además de “Kantu”, “Intichanay” y “Yawar Inca”113 en Jauja; “Samichay” en Concepción y “Sikuris de la Universidad Nacional del Centro” en Huancayo. En fin, los ´80 fue la década en la que se dio el mayor auge y proliferación de los grupos de sikuris, para luego ser afectados a inicios de los ´90 por la crisis económica y la violencia política114. 3.3 TERCERA ETAPA: CONFLUENCIA E INTERNACIONALIZACIÓN (1995 hacia adelante) Superando las dificultades anteriores y de cara al nuevo milenio, los sikuris entran a una etapa de nuevas perspectivas. Los grupos que quedan empiezan a dejar de lado posiciones cerradas, lo político-ideológico115 deja de ser preeminente y se empieza a reparar más en lo artístico-cultural. Se evidencia a

109

Tras un proceso previo de generación a partir de las denominaciones de “Liberación” y “San Antonio” (por la Universidad San Antonio Abad del Cusco). Carlos del Carpio, comunicación personal. 110

Germán Mamani, comunicación personal.

111

Residentes ilaveños en la ciudad de Tacna. Actualmente también los hay de residentes yunguyeños.

112

En Moquegua a los grupos antiguamente se les denominaba comparsa y a su forma de tocar jala jala (Manuel Chipana, comunicación personal). 113

Estos tres últimos Información de César Misari, sikuri jaujino.

114

La lista de agrupaciones que han aparecido hasta la actualidad es tan extensa que excede la intensión más bien histórica del presente artículo. 115

Era usual que las agrupaciones, sobre todo metropolitanas, manejaran un variable discurso político, algunas de ellas incluso llegando a asumir una radicalización afín a los grupos alzados en armas (Sendero Luminoso y el MRTA). En el deslinde los grupos se vieron enfrentados, divididos o debilitados hasta la desaparición. Tocar sikuri se llegó a volver algo sospechoso.

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nivel nacional, una mayor interacción entre sikuris regionales y metropolitanos, aymaras y quechuas, puneños y de otros departamentos. Prevalece aún más la orientación hacia lo originario pero también aparecen nuevas propuestas junto con una mayor participación de la mujer como intérprete del sikuri. Por otro lado y a nivel internacional, se empieza a practicar el sikuri específicamente peruano en distintas latitudes del mundo. En Lima, dado el avance y reconocimiento adquirido por los metropolitanos como a los mayores nexos con los regionales, las suspicacias de estos sobre aquellos fueron quedando de lado. En el encuentro de sikuris Túpaq Katari del año 1995 la AJP, de solo permitir la participación de grupos metropolitanos universitarios, abre un bloque para que concursen entre metropolitanos. Pronto, en 1997, el concurso se dará entre regionales y metropolitanos en igualdad de condiciones, con lo cual quedan tácitamente superadas dichas diferencias, incluso queriéndose hacer patente esa unión con la conformación de la Asociación Nacional Sikuri (ANS) en ese mismo año. Hoy por hoy, la diferenciación entre regionales y metropolitanos ha quedado algo difusa toda vez que muchos de aquellos mantienen una alta participación de no puneños y sus ensayos, antes ocasionales y específicos en función a determinadas actividades de los coterráneos, empiezan a ser más continuos y siguiendo patrones menos tradicionales. En Puno, superando diferencias étnicas, la expresión de sikuris de varios bombos originariamente propia de los aymaras del norte del lago Titicaca se esparce por pueblos donde nunca ha habido ni es su tradición. Es el caso de las ciudades de Puno y Juliaca; de pueblos quechuas como Lampa, Ayaviri, Santa Lucía, Azángaro, Samán, Asillo, José Domingo Choquehuanca, Coata, Capachica, Santiago de Pupuja; y más recientemente pueblos aymaras del centro y sur del Lago Titicaca como Platería, Ácora, Ilave y Juli. Incluso expresiones autóctonas como los ayarachis quechuas de Cuyo Cuyo se “aymarizan”116. A nivel inter-regional, ha habido una temprana excursión de grupos puneños en especial de los principales exponentes, como el viaje de los “Sikuris Mañazo” a Lima (1935), Cusco (1942), Arequipa (1965) y Huancayo (1966); y del “Qhantati Ururi” a Lima (1939 y 1965), que le valió también para grabar un disco Long Play (el primero realizado por un grupo sikuri); como también lo hicieran grupos de Cojata (“Los Mensajeros de los Andes” en 1966), Ilave (“29 de Setiembre”), Cairani (“4 de Diciembre” en 1973) y Camilaca (“24 de Julio” en 1976).

116

Por el uso de bombos largos y distintos “cortes” propio de los sikuris aymaras.

29

LP de “Qhantati Ururi” de Conima 1965

LP de “Mensajeros de los Andes” de 1966

También tenemos la presentación de música y danzas del “Wiñay Qhantati Ururi” en Lima (1995), así como la participación de grupos puneños en el concurso Túpaq Katari como “Wayra Marka” de Juliaca y los ayarachis “Kuntur Chaya” de Paratía (1986), “Mañazo”, “Zampoñistas del Altiplano” (2001) y “29 de Setiembre” de Ilave (2002). Por su relativa cercanía; Cusco, Arequipa y Tacna han sido continuamente visitadas por grupos altiplánicos. Particularmente significativa fue la presencia de “Kunanmanta”, “CZSM” e “Illariq” en el “Encuentro de Sikuris del Centro” realizado en Huancayo (1989), así como la presentación ese mismo año del jaujino “Walayai´kan” en el Túpac Katari; entre tantos otros viajes a provincias de los metropolitanos. Asimismo, el 2001 el director de “Melodías de Ilave”, don Augusto Sánchez, dirigió al metropolitano “Expresión Juvenil” en su participación en el encuentro de sikuris Túpaq Katari (también apoyados por integrantes de “Qosqo Taky” del Cusco)117. Sin embargo, es a partir de este período que grupos de distintos departamentos empiezan a tener presencia en el mismo Puno118. El ir hasta allá incluso a competir de igual a igual con los mismos grupos altiplánicos había sido antes algo impensado. Así tenemos que desde el 2003 “Rurarccaya” va participando de la Octava de la Festividad de la Virgen de la Candelaria de la ciudad de Puno. El 2005 participan notablemente en la Candelaria el “Conjunto de Zampoñas de San Marcos” y “Rurarccaya” como representantes de Lima en la modalidad de uno y varios bombos respectivamente119.

117

Carlos Carrillo, comunicación personal

118

Ya en 1985, el grupo regional de Lima Centro Social Conima había viajado en conjunto a su localidad de origen y los metropolitanos “24 de Junio” participaron de las Albas de Ilave en 1994. 119

Previa clasificatoria organizada en la capital por la Federación Regional de Folklore y Cultura de Puno.

30

“Rurarccaya” de Lima en Puno

Del mismo modo, el Centro Cultural “Qosqo Taky” de la ciudad del Cusco (tras clasificar previamente en el concurso regional de sikuris de Puno) participa del concurso folklórico de dicha festividad el 2008. Ese mismo año “Rurarccaya” participa de la Fiesta de las Cruces de Huancané y los sikuris “TAJMA” viajan a Yunguyo a participar en el concurso de zampoñas por la Festividad de San Francisco de Borja “Tata Pancho”. El 2009 los “Aymaras de Huancané Base Lima-Callao” también viajan a la Fiesta de las Cruces de Huancané y el 2012 los “Aymaras de Huancané Base Tacna” viajan a la Fiesta de San Santiago de Huayrapata-Moho. Un movimiento singular es el que se da en los departamentos de Tacna y Moquegua, en donde se retoman sus tradiciones musicales, pero también se presentan nuevas propuestas. Así tenemos el surgimiento por todas las provincias de Tacna de conjuntos tocando su peculiar estilo musical en base a zampoñas de latón, pero también se tiene la presencia de residentes puneños especialmente de Ilave y Yunguyo 120 que en la ciudad de Tacna forman conjuntos a su usanza. En Moquegua, especialmente Torata, han surgido grupos que también usan las zampoñas de latón solo que incursionando además en la animación de fiestas bajo contrato, para lo cual manejan un repertorio variado especialmente cumbias121, añadiéndose el uso de timbaletas para el caso122 (como suele ser usual en los lakitas del norte de Chile). Esta propuesta también se está empezando a ver en Tacna.

120

Hasta celebran en la ciudad de Tacna su tradicional concurso de palla pallas y pulla pullas desde el 2002 (ver video). 121

Ver video respectivo.

122

Este formato está presente en grupos como “Cultural Torata” de Torata, “8 de Marzo” de Pocata, “12 de Marzo” de Coscore (en Moquegua); “1ro de Mayo” de Ilabaya (en Tacna).

31

Conjunto de Zampoñas “Cultural Torata”

Como parte de los cambios cabría mencionar la participación creciente de la mujer como intérprete del siku, no sólo entre los grupos metropolitanos donde lo fue desde un inicio, sino también en los grupos regionales y aún más, en los grupos altiplánicos en donde, de dejar tocar ocasionalmente a algunas visitantes procedentes de Lima, empiezan a hacerlo orgánicamente. En cuanto al frente externo, lejos de la presentación ocasional de sikuris peruanos en el extranjero, como el viaje a Europa de los sikuris de Taquile (1984), de la AJP en gira por Alemania, Austria, Suiza y Francia (1992), el viaje a Italia organizado por el grupo europeo “Trencito de los Andes” llevando algunos integrantes de “Aymaras de Huancané” y “Qhantati Ururi” (1994), el viaje a Japón del grupo metropolitano “Surimanta” (2005) o de los Ayarachis de Antalla-Palca a Francia (2008); hoy en día ya se encuentran constituidas agrupaciones en otros países tocando exclusivamente sikuri peruano (especialmente en la modalidad de varios bombos), impulsadas generalmente por migrantes peruanos en tierras lejanas.

“Trencito de los Andes” en Italia con sikuris peruanos

“Surimanta” en Japón

Respecto a la modalidad sikuri tenemos que a nivel latinoamericano es importante su difusión en:

32

ARGENTINA123: “Aymaras de Huancané Base Argentina” (2004), “Fuerza Joven” (2007) 124, “Aymaras de Huancané Base Provincia de Buenos Aires” (2007), “Q´hantati Ururi Filial Argentina” (2008); en Buenos Aires. Del mismo modo, allí existen otros grupos que no han sido impulsados por peruanos pero practican nuestro sikuri: “Sartañani” (1999), “Poder Sikuri (2004) y “Utu Ajayu Warmi” (2010) grupo este último exclusivamente femenino. En Mendoza “Ch´ama Pacha” (2009). BOLIVIA: “Aymaras de Huancané Base La Paz” en dicha ciudad. BRASIL: “Q´hantati Ururi Filial Brasil” (2014) en Sao Paulo. USA: Pese a la gran colonia de peruanos migrantes sólo tenemos consignados a “Wayra Marka” (2002) en New Jersey y “K´hantati Los Andes” (2009) en Virginia125. Hay agrupaciones en Chile126 (“Santiago Marka”, “Taller de Sikuris de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano) y Colombia127 (“Juaica”) que interpretan el sikuri peruano como parte de su repertorio.

“Aymaras” base Argentina

“K´hantati Los Andes” USA

En Europa, luego de haber tenido amplia difusión a través de los grupos de música latinoamericana, el siku, esta vez con su expresión colectiva primigenia,

123

En este país hay un creciente y notable movimiento de sikuris con agrupaciones que practican el sikuri de Perú, Bolivia y Chile. El “Mathapi Apthapi Tinku” es la actividad central que los congrega anualmente desde el 2005. 124

En el 2011 cambia a “Taki Onkoy”, nombre de la agrupación del mismo nombre de Lima, de donde provinieron sus principales impulsores. 125

El 2001 se formó un conjunto académico de sikuris en la Universidad de Wyoming, quienes mantienen contacto con los sikuris “27 de Junio Nueva Era” de Puno. 126

Desde el 2009 realizan su “Encuentro de Lakitas” en el Cerro Blanco (Apu Wechubara) Santiago de Chile. 127

El 2012 hicieron su “Primer Encuentro de Tropas de Sikuris de Colombia” en Bogotá, contando con nueve agrupaciones participantes, organizada por la “Comunidad Zampoñas Urbanas” (2002).

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el sikuri, ha empezado a ser practicado en varios países del viejo mundo en donde se está gestando un nuevo movimiento de identidad y afirmación de nuestros valores culturales andinos. Así tenemos: FRANCIA: “Wiñayataqui” Conima” (1990) en París.

128

(1989) en Nantes, “Sociedad de Sikuris

ALEMANIA: “Fuerza Sikuri” (1999) en Berlín, “Raymi” (2007) en Stuttgart, “MALCA”129(2005) en Hamburgo. ESPAÑA: “Runa Taki” (2002) y “Katari” (2008) en Madrid. AUSTRIA: “Kenaya” (2002) en Graz. ITALIA: “Aymaras de Huancané Base Roma” (2006) en dicha ciudad. NORUEGA: “Vientos del Sur” (2007) en Oslo. FINLANDIA: “Qhana Pacha” (2008) en Helsinki.

“Aymaras” base Roma

“MALCA” de Hamburgo (en Bremen)

Los grupos de sikuri peruano130 lo practican junto a otros hermanos latinoamericanos y europeos(as) interesados en cultivar nuestro arte. Cabe mencionar que además del accionar en sus respectivas ciudades de acogida, se realizan encuentros de sikuris, celebraciones del Inti Raymi y demás eventos culturales que a la vez sirven de ocasión para el reencuentro de los migrantes peruanos en aquellas tierras lejanas. En cuanto a la práctica del sikumoreno, sabemos que al menos desde el 2009, peruanos particularmente dedicados a la música latinoamericana en 128

Grupo francés que interpreta música del Altiplano especialmente el sikuri peruano de varios bombos, además del sikumoreno, aunque manteniendo la instrumentación del anterior (muy usual en Europa). 129

Siglas de Movimiento Andino Libre Cultura y Arte.

130

A su vez, hay numerosas agrupaciones de sikuri boliviano interpretando sus expresiones (qhantus, italaque, zampoñada) en ciudades europeas: París, Lyon y Rennes (Francia), Bruselas (Bélgica), Roma (Italia), Londres (Inglaterra), Ámsterdam (Holanda) y Budapest (Hungría).

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ciudades de Francia y Suiza hacen una “reunión de sikuris”, especialmente en Ginebra SUIZA, para tocar bajo la denominación de “Sikumorenos del Perú”. En ARGENTINA de reciente formación son los “Inti Phaxi” (2012).

“Sikumorenos del Perú” en Suiza

“Inti Phaxi” de Buenos Aires

De todos estos grupos de sikuri peruano en el extranjero, son los “Aymaras de Huancané Base Argentina” los primeros en haber hecho el esfuerzo de venir a tocar al Perú, específicamente en la Fiesta de las Cruces de Huancané (2011). 4. CONCLUSIONES Lejos de lo que usualmente se conoce, a lo largo del siglo XX nomás han existido numerosísimas expresiones en base al siku, sean estas: modalidades de ejecución, variedades de estas modalidades, danzas en base al siku, danzas con acompañamiento musical con este instrumento y de participación en ceremonias rituales. Estas se daban en sitios en los que ahora parecen haberse perdido. A grandes rasgos podemos decir que en la zona aymara Colla al norte del lago Titicaca predominaron los sikuris de varios bombos. En toda la zona quechua y abarcando áreas diversas como cordillera, ceja de selva, altiplanicie e islas del lago, predominaron los ayarachis. En la zona aymara Lupaca al suroeste del lago predominó el sikuri en base a sikus de una hilera, hoy extintos. Frente a la diversidad de expresiones tradicionales en base al siku, son el sikuri y el sikumoreno las expresiones que han venido imponiéndose sobre otras de raigambre originaria. Del mismo modo, el siku dual o complementario es el que desplazará largamente al siku unitario o de una hilera. El sikumoreno, con su característico traje de luces131, es la modalidad que en un primer momento logró la mayor propagación al encarnar el anhelo de

131

De confección vistosa: uso de penachos, bordados, pedrerías.

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ascenso social de la población de extracción indígena. Adoptando el siku en un sentido renovado, se mantenía la conexión con las raíces, pero de cara a los nuevos tiempos. Por lo demás, fue usual la antigua denominación de “choclo” para la expresión, y por extensión, para las primeras agrupaciones que la practicaban132. Comúnmente se hace referencia sobre todo en cuanto a la modalidad sikuri, a que se trata de una expresión milenaria, cuando no está del todo esclarecida su antigüedad. Seguramente se recreó sobre la base de alguna expresión anterior también de varios bombos y que solo interpretaba los denominados huayños calmados133. El sikuri de varios bombos, en específico y tal como lo conocemos hoy en día, proviene de inicios del siglo XX (Conima). El sector social misti134 no solo participó directamente en la reelaboración del sikuri y el sikumoreno, sino en la elección misma de estas expresiones como las más sobresalientes y su consiguiente promoción vía la contratación de los alferados. Avanzando el siglo XX estas expresiones empiezan a ser adoptadas por los distintos pueblos quienes empiezan a conformar sus grupos “históricos”. A partir de la década del 70 y favorecido por las transformaciones de la sociedad peruana, se genera un movimiento urbano de sikuris que ocasiona la proliferación de grupos, que partiendo de la ciudad de Lima, será replicado tanto en Puno como en otros departamentos de la sierra sur (e incluso del centro)135. Contrario a lo que se suele suponer, agrupaciones de varios bombos representativas del departamento de Puno como 14 de Setiembre de Moho (1978), Claveles Rojos (1980) y Aymaras de Huancané (1981) o la AJP de la ciudad de Puno (1979); no son tan “antiguas”. Más bien vienen a ser contemporáneas con los primeros sikuris metropolitanos de la ciudad de Lima,

132

En Bolivia, Ichuta (2003) también consigna esta denominación para un grupo de sikuriada de la ciudad de La Paz por el año 39. 133

En ese sentido, posiblemente emparentado con los qhantus de Charazani quienes antiguamente usaron el vestuario de puli puli (Oblitas, 1963: 327), tuvieron una armonización posterior (Langevin, 1990: 118) y hasta ahora usan quintas (Baumann, 1985: 151) (aunque quintas superiores, también conocidas como “cuartas”). 134

La principal forma de relacionarse con la música autóctona, en este caso puneña, ha sido a través de su acondicionamiento a la sensibilidad y gusto mestizo vía instrumentos de cuerda (estudiantinas). Para contextos festivos y acompañamiento de danzas, en reemplazo de los instrumentos nativos se utlilizaron las bandas de instrumentos metálicos. 135

Fenómeno similar es señalado por Raúl Romero (2004) a propósito de investigar la música “típica” del Centro, artistas consagrados en la capital logran imponer sus propuestas en sus lugares de origen.

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en tal sentido copartícipes del mismo movimiento de revalorización de la cultura andina a través del siku. Tanto en la ciudad de Puno como en Lima y aún en el extranjero, es la modalidad de varios bombos la que paulatinamente se ha ido imponiendo sobre la de un bombo, especialmente por el criterio extendido de que el sikuri es más “auténtico” y “autóctono”136, más no “mestizo” y “reciente” como el sikumoreno. Hoy por hoy constituye la expresión “autóctona” andina de mayor trascendencia. Tal como está ocurriendo a nivel nacional como internacional, el arribo individual y hasta grupal de sikuris137 no hace más que confirmar el carácter de Puno como la “Meca de los Sikuris”. En suma, la expresión sikuri tiene la capacidad de dar cuenta de las transformaciones de nuestra sociedad y la virtud de permitir canalizar ideales, especialmente en los jóvenes, de expresividad, comunidad, interculturalidad, denuncia de los problemas que nos aquejan, ganas por hacer algo. He ahí poderosas razones que explican su vigencia y propagación, incluso en el extranjero.

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136

Además de su imponente sonoridad y elaborada musicalidad.

137

Aprovechándose la afluencia que se da en la Festividad de la Virgen de la Candelaria, se viene realizando en esos días un Encuentro Internacional de Sikuris desde el 2009.

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