Apologia de Socrates

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Vall de Junyell II Introducción:

El siguiente trabajo de filosofía, tiene por objetivo analizar la obra de Platón: Apología de Sócrates, en la que se narra el discurso de defensa que Sócrates presentó ante el tribunal ateniense. El trabajo consiste en localizar y analizar las citas que más impacto me han causado, a raíz de la lectura, y un breve comentario personal y explicativo acerca de ellas. Apología de Sócrates: A no ser claro que llamen elocuente al que dice la verdad, porque entonces sí que les 1 concedería que soy orador, pero no de los de su calaña.

Sócrates había sido acusado de poseer gran elocuencia para ser identificado con los sofistas. Él se defendió argumentando que lo cierto era que no poseía una clara facilidad para hablar, que quizás su elocuencia se basaba en que hablaba con la pura verdad, sin pretender convencer a nadie, sin encubrir falsedades. La elocuencia de Sócrates se basaba en hablar únicamente con la verdad y acerca de las cosas que conocía. Ciertamente atenienses, es justo que empiece defendiéndome de las críticas falsas que me hicieron los primeros que me acusaron, para pasar luego a hacer lo mismo con las más 2 recientes que acaban de formular mis acusadores presentes.

Sócrates en su apología distingue dos tipos de acusadores. Primeramente habla de aquellos que tiempo atrás ya difundían calumnias e injurias acerca de su persona, influyendo en el juicio de adultos al hablarles de Sócrates en edades muy tempranas, en las que aun no tenían un juicio propio formado. Luego habla de los actuales acusadores, los que le han llevado a los tribunales. “Sócrates comete delito y hace lo que no debe al escudriñar las cosas celestes y subterráneas, 3 al convertir el argumento más débil en el más fuerte y al enseñar esto a otros.”

Esta es la acusación de la cual Sócrates debe defenderse. Cuando lo acusan de estudiar cosas celestes y subterráneas, tenemos que considerar que era considerado de impío en la sociedad ateniense del momento. Sócrates había leído a presocráticos, pero sus estudios se centraban en la antropología y la ética. Cuando lo acusan de convertir argumentos débiles en fuertes, vuelven a intentar identificar a Sócrates con los sofistas, ya que esa era la misión de los últimos. Sócrates por el contrario no convertía falsedades en verdades, sino que hablaba únicamente de verdades que conocía. (…) tal vez hayáis oído decir que me dedico a enseñar y que cobro dinero por ello. Y esto 4 tampoco es cierto.

Sócrates no cobraba por enseñar, pues no se consideraba sabio como para poder instruir en algo. Más adelante en el libro argumentara que la prueba irrefutable para saber que esta acusación es falsa es la extrema pobreza en que vive. Puede que ninguno de los dos sepamos realmente nada que valga la pena, pero él cree saber 5 algo, y no lo sabe; mientras que yo, que tampoco sé nada, no creo saber nada.

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Platón. Apología de Sócrates. Madrid: ESPASA CALPE, 2007, cap. 1, p.60. Platón. Apología de Sócrates. Madrid: ESPASA CALPE, 2007, cap. 2, p. 61. 3 .Platón. Apología de Sócrates. Madrid: ESPASA CALPE, 2007, cap. 3, p. 62. 4 Platón. Apología de Sócrates. Madrid: ESPASA CALPE, 2007, cap. 4, p. 63. 5 Platón. Apología de Sócrates. Madrid: ESPASA CALPE, 2007, cap. 6, p. 67. 2

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Vall de Junyell II

Esta afirmación la contextualizamos en el libro, una vez el filósofo ha hablado acerca de la afirmación de la pitonisa del oráculo de Delfos que afirmaba que Sócrates era el más sabio entre los atenienses. La afirmación turbó tanto al filósofo que busco la verdad de aquellas palabras. Para asegurar o refutar la predicción del oráculo, Sócrates interrogó a todos aquellos que afirmaban ser sabios. En la mayoría de casos concluyó como muestra la cita, que los falsos sabios creían saber cosas acerca de todo, sin conocer antes su propia ignorancia. Sócrates al contrario sabía lo que no sabía, esto es lo que le hacía realmente sabio. Esta investigación, atenienses, es lo que me ha creado tantas enemistades (…) contribuyendo, 6 también a que se cree la reputación esa de que soy sabio.

Querer probar las palabras de la pitonisa, llevaron a Sócrates a indagar y dialogar con sus conciudadanos, demostrándoles su falta de verdadera ciencia, ganándose enemigos aquí y allá. Sus diálogos y conversaciones con la gente favorecieron que se creara la falsa reputación de que Sócrates se creía sabio al demostrar a los demás cuan equivocados estaban acerca de sus conocimientos. ¡Menuda suerte tendrían los jóvenes si sólo les corrompiera uno y todos los demás les 7 ayudasen!

Esta afirmación se da tras haber asegurado Meleto, uno de los acusadores, que el único que corrompía a los jóvenes de entre todos los atenienses era Sócrates. Sócrates ya había empezado el interrogatorio a los acusadores concluyendo tras esta afirmación que Meleto jamás se había interesado por los jóvenes aunque éste afirmara lo contrario. (…) una misma persona puede creer en seres semejantes a las divinidades y a los dioses, pero 8 no en divinidades, ni dioses, ni héroes o semidioses.

Sócrates es acusado de no creer en los dioses. Él se defiende objetando que todos saben que él cree en la presencia de un “demon“que le acompaña y le guía. Ese “demon” en Atenas era considerado como una presencia divina. Además a lo largo de toda la apología hace referencia dioses y semidioses griegos como Apolo, Zeus, Hera… “– Estás equivocado, amigo mío, si piensas que un hombre, por pequeño que sea el servicio que pueda prestar a los demás, ha de calcular las posibilidades de vivir o morir que ello suponga, en lugar de tener sólo en cuenta si lo que hace es justo o injusto, si sus actos son 9 dignos de un hombre bueno o de uno malvado.”

Sócrates dice estas palabras para demostrar por qué ha elegido una forma de vida que acarrea una consecuencia tan grave como es perder la vida. Él explica que los hombres deben vivir y morir por causas nobles, aunque estas no les retribuyan grandes beneficios económicos, pues lo que verdaderamente hace rico a un hombre es su grandeza espiritual e interior. Y es que temer la muerte, atenienses, supone creerse sabio sin serlo, pues es creer que se 10 sabe lo que no se sabe.

Sócrates reconoce, a diferencia de otros, que no sabe que hay detrás de la muerte y que por lo tanto considera que no debe temerla. 6

Platón. Apología de Sócrates. Madrid: ESPASA CALPE, 2007, cap. 9, p. 70. Platón. Apología de Sócrates. Madrid: ESPASA CALPE, 2007, cap. 12, p. 75. 8 Platón. Apología de Sócrates. Madrid: ESPASA CALPE, 2007, cap. 15, p. 81. 9 Platón. Apología de Sócrates. Madrid: ESPASA CALPE, 2007, cap. 16, p. 82. 10 Platón. Apología de Sócrates. Madrid: ESPASA CALPE, 2007, cap. 17, p.83. 7

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Vall de Junyell II

(…) convenceos, atenienses, de que si hubiera intervenido en los asuntos de la ciudad hace mucho que estaría muerto, con lo que no os hubiese servido de utilidad ni a vosotros ni a mí 11 mismo.

Sócrates no intervino en cargos públicos, porque creía que su labor tal y como la hacía resultaba más beneficiosa para la sociedad y para sí mismo. Su trabajo era desinteresado, el buscaba el beneficio de los demás y a la vez conseguía el suyo propio, ya que su labor le permitía alcanzar más conocimiento. Claro que tengo parientes y, por cierto, atenienses, tres hijos, uno ya adolescente y dos niños. 12 Pero no voy a traerlos aquí para rogaros que me absolváis.

De esta cita podemos extraer dos conclusiones. La primera que Sócrates se alejó de sus deberes patriarcales y civiles para dedicarse a la misión, que él decía, su Dios le había confiado aunque le acarreará la más extrema pobreza. La segunda que Sócrates no veía con buenos ojos en sistema judicial ateniense, que absolvía a aquellos que daban más lastima y rogaban con mayor fuerza. Entendía esa actitud como una humillación. (…) el juez no está ahí para hacer justicia como quien hace un favor, sino para juzgar con 13 objetividad. (…) con arreglo a las leyes.

Sócrates creía que el modelo judicial ateniense estaba corrompido. Con esta cita deja claros cuales son para él los requisitos con los que un juez debe legislar, la objetividad y las leyes. Estoy convencido de no haber hecho daño a nadie voluntariamente.

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Con esta cita vemos uno de los pilares básicos del pensamiento socrático. El hombre no es malo voluntariamente, es la ignorancia lo que le hace ser malo. En la época de Sócrates el que hacia una mala acción sin conocimiento de ello, no era castigado sino instruido para que rectificara su error. (…) una vida sin examen no vale la pena ser vivida.

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Sócrates creía que el mayor bien para el hombre es hablar acerca de la virtud y examinarse constantemente para ver si uno mismo vive en virtud. (…) o quien muere queda reducido a la nada y entonces ni siente ni padece, o, como dicen la 16 muerte es un cambio de morada, un tránsito en que el alma se traslada de este mundo a otro.

Tras ser condenado a muerte, Sócrates explica a los que lo absolvieron y a todos los presentes por qué no teme a la muerte. Primeramente porque realmente no sabe que hay tras ella. Segundamente porque cualquiera de las dos opciones que presenta parecen agradarle más la segunda que la primera aun así. Nadie sabe con claridad cuál de las dos cosas es mejor, excepto quizá el dios.

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Se refiere a vivir o morir. Los hombre no podemos saber que es mejor porque no sabemos que hay tras la muerte, dice Sócrates, aunque puede que el dios lo sepa.

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Platón. Apología de Sócrates. Madrid: ESPASA CALPE, 2007, cap. 19, p.86. Platón. Apología de Sócrates. Madrid: ESPASA CALPE, 2007, cap. 23, p.92. 13 Platón. Apología de Sócrates. Madrid: ESPASA CALPE, 2007, cap. 24. p.93. 14 Platón. Apología de Sócrates. Madrid: ESPASA CALPE, 2007, cap. 27. p.99. 15 Platón. Apología de Sócrates. Madrid: ESPASA CALPE, 2007, cap. 28. p.101. 16 Platón. Apología de Sócrates. Madrid: ESPASA CALPE, 2007, cap. 32. p.108. 17 Platón. Apología de Sócrates. Madrid: ESPASA CALPE, 2007, cap. 33. p. 111. 12

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Vall de Junyell II Conclusión y comentario personal:

Apología de Sócrates es un texto filosófico aunque se trate de un discurso de defensa. En él, Sócrates trata todos los temas referentes a la ciencia del ser (la metafísica) que él consideraba más importantes. Supongo que es difícil hablar del pensamiento socrático, ya que todo lo que nos llega es mediante escritos de otros filósofos. Por lo que no sabemos hasta qué punto unos pensamientos son de Sócrates y otros del que transmite su mensaje. Aún así yo creo que con esta obra, Sócrates aprovechó para hablar e instruir por última vez. Dudo que el filósofo considerara que saldría absuelto y de antemano sabía que no aceptaría una condición que considerara cobarde o humillante. Por eso creo que en el texto podemos observar los rasgos más significativos de su pensamiento:     

La necesidad de conocer la verdad El uso de la razón para adquirir verdadera ciencia No existen hombres malos, sino hombres ignorantes Nada sabemos acerca de la muerte por lo que es inútil temerla El hombre se debe comprometer con las causas justas y nobles hasta sus últimas consecuencias

Personalmente creo que la lectura de la Apología de Sócrates, me ha resultado muy provechosa. Me ha acercado a un filósofo que nunca había estudiado y me ha ayudado a entender los principios de su pensamiento, que previamente había estudiado.