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LECCIONES DE APOLOGÉTICA POR

âOAQulN

GÓMEZ OTERO

Canónigo de la Catedral de Bogl>tá

'.

LECCIONES DE APOLOGÉTICA POR

JOAQuíN GÓMEZ OTERO Canónigo de la Ca¡edral de Bogotá

MCMXV1·IMP.

DE LA CRUZADA - BOGOTÁ

ADVERTENCIA

Estas lecciones fueron dictadas en el Colegio d~ Nuestra Señora del Sagrado Corazón de jesús, y çoleedonadas por una de las señoritas alumnas. Si este modesUsimo trabajo merece la a,ceptaeión del público, se hará otra edición más completa y más correcta. EL AUTOR

Imprimatur.

ffi BERNARDUS, Archl eplscopus Bogotensls.

(L. S.)

Apologética

NOCIONES

PRELIMINARES

S,~ llama ApOLOGÉTICA la ciencia que trata de demostrar y defender la verdadera religión y la verdadera Iglesia de Nu~stro Señor Jesucristo. Por tanto, se dividirá este tratado en dos partes: la primera tratará de la' demostración de Ia verdadera religión, y la segunda de la v'~rdadera Iglesia. La. demostración de la verdaden religión tiene por objeto: 1.0 Confirmar en la verdad a los que la poseen y prevenirias contra los errores; 2.0 Conducir a la verdad a los que la ignoran y la buscan de buena fe, y 3.° Contestar a las objeciones de los impíos y defender la fe de sus ataques.

-6CAPITULO I En éste se darán algunas de las demostraciones con que se prueba la existencia de Dios. ARTíCULO I Dios es el Sér infinito que tiene la razón suficiente de su existencia en su misma naturaleza y esencia; es, por tanto, absolutamente independiente de todo~ otro sér y es asimismo Eterno, Inmutable, Principio y Fin de todas las cosas . . Nô se puede dar una definición estricta de Dios por ser infinito; pero sí puede explicarse con algunas pafabras, más o menos precisas, su existencia, naturaleza y atributos. La existencia de Dios pue~e demostrarse por muchos principios que pueden servir de medios de demostración. Demuéstrase la existencia de Dios por la noción del movimiento. Todo lo que se mueve, es movido por -otro; esto es claro, PQrque el sér que está en reposo por lo mismo carece del acto del movimiento y sólo se halla - en potencia para él, y requiere por tanto otro principio distinto que Ig haga pasar de la potencia al acto del movimiento. No es posible suponer ni admi-

-7tir una serie infinita de motores y de móviles finitos, porque esta serie, de cualquier modo que se la suponga, es completamente absurda, pues en todo. caso resultaría un ente infinito limitado, lo que es contradictorio. Luego es necesario llegar a un primer motor absolutamente inmóvil que debe ser infinito, y éste es Dios. La existencia de Dios puede probarse también por la noción de causa y efecto. Todo lo que existe en el mundo ha sido producido y por tanto es efecto. Todo efecto supone causa; y C0l110 no es posible admitir una serie infinita de causas finitas por ser absurdo, luego es necesario admitir una causa primera de todas las causas, y ésta es Dios. En (') Universo se observa un orden admirable en las leyes y en [os agentes de la naturaleza y no puede suponerse que ese orden haya resultado al acaso, pues al contrario, este orden admirable supone un ordenador soberanamente i nteligente, y este ordenador es Dios. Por el unánime asentimiento del Universo- Todos los pueblos de la tierra, desd{: el principio del mundo hasta [a época presente, han considerado la existencia de Dios como una verdad innegable; y .. no es posible que la inmensa mayoría de los hombres, los filósofos, los físicos, [os astrónomos y, en

-8fin, ,todos los sabios se hayan equivocado y 'lue sólo tengan' ra.z6n los ateos que ordinariamente son ignorantes y que forman una inapreciable minada en la historia del universo. ARTIcULO II Atributos dlviDos

Dios es absoluta y actualmente infinito, porque de lo èontrario no sería causa primera; no seria supremo ordenador. Además, si fuera limitado sería limitado por otro, porque es claro que todo lo que . es limitado, lo es por otro ente. Siendo Dios infinito debe tener en virtud de su esencia todas las perfecciones, sin ninguna imperfecci6n. Dios es, pues, Uno y Unico, porque repugnan dos entes infinitamente perfectos. Por la misma razón Dios es Inmutable, Inmenso, Eterno, infinitamente Sabio e inteligente, Omnipotente, libre e independien,te de todo otro sér, infinitamente bueno y próvido. En fin, en Dios se halla la razón de toda perfección sin Iimi-: tación alguna.

-9-

CAPITULO" Necesidad de la Reli(lón ARTíCULO

I

Supuesta la existencia del hombre, la Religión es nece~aria y obligatoria de modo ineludible para todos los hombres. Esto se prueba por la naturaleza de Dios, del hombre y de la sociedad. Por la naturaleza

de Dios ) del hombre

Se llama religión el conjunto de las verdades y de los deberes por los cuales el hombre está unido con Dios. Dios por su naturaleza es Creador, Conservador, Supremo Señor y Fin de todas las cosas por ser causa primera, Ente supremo e infinitamente bueno. El hombre por su naturaleza depende de Dios, porque es su Creador, su causa inmediata; y siendo el hombre inteligente y libre, no puede dejar Dios de exigir de él los deberes de fe, amor, obediencia y adoración. Luego, si el hombre quiere vivir conforme= a su naturaleza, debe cumplir todos estos deberes para con Dios.

- 10Por ·Ia naturaleza de la sociedad

La sociedad es natural y necesaria al hombre y ésta no puede existir sin deberes mutuos, y sólo la religión puede ~xplicar acertadamente estos ~eberes y sancionarlos de una manera eficaz. Pues sólo en Dios y en la religión se halla la razón suficiente de los deberes mutuos de los hombres; porque sólo Dios es la autoridad suprema sobre todos los hombres y así, quitada de la sociedad la idea de Dios y de la religión, no quedaría otra razón ,S..uficiente

de los deberes y ?e. los derechos de los hombres que la fuerza brut~Por eso concluye Platón: «Desfruye el fundamento de toda sociedad, el que intenta destruír la religión Y Voltaire, el jefe de la impiedad moderna, dice: "Si el mundo hubiera de ser gobernado por ateos, equivaldría a estar los hombres sometidos al imperio inmediato de seres infernales encarnizados sobre sus víctimas". También se prueba la necesidad de la religión por el asentimiento de todos los pueblos. Lo que todos los pueblos de la tierra han considerado siempre como verdad indiscutible, es necesario y_fundado en la naturale.za,racional del hombre, y tál es la idea de la religión. Al efecto, la Historia Universal nos demuestra que los legisladores, los filósofos, los historiadores, lO,

-11-

geógrafos y sabios de todo género afirman Unantmem~nte esta necesidad de la religión. Dice Cicerón: «Toda ciudad y pueblo tienen religión porque la naturaleza conoce a Dios y sabe adora rio; y no hay hombre alguno que carezca del conocimiento, de la ley que la prescribe» y Plutarco: ~Si recorres la tierra acaso encontrarás ciudades destituídas de muros, ignorantes en literatura y en leyes, acaso se echen de menos en ellas las casas suntuosas, y los grandes monumentos, quizá ha~,ta haya algunas que carE·zean del uso dc la monedé.; pero lIna ciudad o pueblo destituidos de templos, del conocimiento de Dios, que no haga uso de oraciones, del juramento y que no ofrezca sacrificios ya para conseguir bienes, ya para evitar l1la1c~;que éll11enaZan, nad'c

la vio jamás», AlnlcuLO

II

De la Religión revelad!:

El hombre con sólo el uso dc la razÓn puede conocer ,la posibilidad y la necesidad de la revelación divina, Porque asi como todo:.; los hombrcs saben qU(~la ley natural sola no basta para todos los casos de la vida moral del 110mbn:: y quI.: se necesita de la ley positiva, ya para determinar lo indeterminado de la ley natural, ya para estahlecer 5an-

- 12dón suficieo.te, etc.; asi también la razón natural nos ensefia qùe la religión natural, por ser universal e indeterminada necesita de la ley positiva que determine más los debere's, los explique con claridad, etc., ,y esto no puede hacerla sino Dios porque ningún hombre puede ser legislador para toda la humanidad y mucho menos en las relaciones con Dios, luego la razón sola nos hace conocer la necesidad de la revelación. Se llama revelación la manifestación de una verdad hecha por Dios al hombre sobrenaturalmente y recibida por el hombre en virtud de la autoridad de Dios que la revela. La revelación es posible: primero de parte de Dios. No puede negarse a Dios las perfecciones que tienen los hombres; pero los hombrës pueden ser enseñados unos por otros, luego con mayor razón puede Dios enseñar a los hombres las verdades que ellos ignoran; pero la comunicación de las ideas es una perfección, que el hombre ha recibido de Dios, luego no puede carecer de ella. De parte

del hombre

Es evidente que el hombre puede recibir ensefianza de otro hombre, luego también puede recibirla de Dios que le ha dado la inteligencia y el lenguaje.

- 13Oe parte

de

181

verdades

mIsmas

Porque toda verdad es susceptible de ser conocida por el sér inteligente, y el hombre ha recibido de Dios la inteligencia, que tiene por objeto propio la verdad. E~ posible la revelación

de los misterios

Se llama misterio una verdad superior al alcance de la inteligencia humana. Pero estas verdades puede también conocerlas el hombre aunque no pueda comprenderlas y dedemostrarlas; y la experiencia nos enseña que, aun en el orden natural, hay muchas verdades que los hombres las conocen y que no las comprenden perfectamente. Luego es posible la revelación tanto de las verdades naturales como de las sobrenaturales. La revelación es útil y necesaria al hombre para el conocimiento de la religión natural, y más para el conocimiento de la religión revelada. Porque es claro que es útil el conocimiento de todas las verdaçies, y principalmente de aquellas que son de grande importancia, y es también necesaria especialmente para el conocimiento perfecto de la religión, a fin de que conozca estas verdades de un modQ fácil, seguro y cierto, y sin peligro de error,

Parte primera Demostración

de la verdadera

religión

Trataremos en esta parte: 1.0 De la demostración de la religión cristiana;2,o Demostración de la religión cat.ólica.

CAPITULO I Demostración de la religión cristiana ARTICULO Uuidad de la verdadera

I religión

La verdadera religión necesariamente debe ser Una y Unica. 1.0 Porque Dios. es Uno y Unico y es Supremo legislador. 2.° La especie humana también es Una, de consiguiente las relaciones entre el hom- , ~re y Dios deben participar de esta misma unidad; -'3.° La vercfad es una y no puede estar en contradicción consigo misma i por tanto, no puede haber

-

15-

varias religiones verdaderas: Una debe ser verdadera y 10das las demás falsas. Todos los hombres están obligados a investigar la vrrdadera religión y a abrazarla una vez conocida. Porque todos los hombres tienen el deber inprescindible de adorar y servir a Dios como a su Creador. y esto no puede haœrlo sino por medio de la única verdadera religión que es la que Dios ha establecido como ley, luego están en el deber de conocerla y abrazarla. Síguese de lo dicho que el indiferentismo, la libertad de cultos y el tolerantismo son invenciones absurdas, porque es absurdo que el inferior seflale regIas al superior y más aún que el hombre se las senale a Dios. Por tanto, sólo Dios puede ser autor de la religión como ley universal; igualmente es absurdo que Dios, siendo la verdad misma, sea honrado con cultos contradictorios o con manifiestos errores. Para conocer una verdad de tan grande importancia t;:omo es la verdadera religión, hay medios tanto intr[nsecos como extrínsecos al alcance de la razón humana. Los medios intrínsecos son: que la doctrina que se ensef'ia no sea evidentemente contraria a la razón; que no tenga contradicciones; que sea digna de Dios; que sea apta y eficaz para conducir al

hombre a su último fin y que el desarrollo de todos sus princjpios conduzca al hombre a su completa perfección. Los extrínsecos son aquellos hechos externos, claros, fáciles de conocerse y sencillos, por los cuales puedan venir tod?s los hombres al conocimiento de la verdadera religión. Estos hechos son los milagros y las profecias. Milagros

Milagro es un hecho superior a las fuerzas de la naturaleza creada. Los milagros pue.den ser de tres órdenes: Milagros de primer orden son aquellos que de tal manera superan a la naturaleza, que ésta no puede hacer nada análogo, como la resurrección de si mismo, la glorificación del cuerpo humano, etc. Los milagros de segundo orden son aquellos que ia naturaleza puede hacer algo análogo, pero no en el ,mismo sujeto. Ejemplo: la resurrección de un muerto. Los milagros de tercer orden son' aquell~s que la naturaleza puede hacer algo semejante, pero no del mismo modo, como es la curación repentina de una enfermedad grave. No deben confundirse los verdaderos milagros con los hechos meramente providenciales como el

- 17favorecerse un individuo en un peligro inminente; ni con los hechos angélicos como la traslad.)n de Habacuc é11 Lago de los Leones; ni con los hechos diabólicos I~omo la ascensión de Simón Mago. Los milagrc.s de cualquier orden que sea son posibles. Los milagr'Js consisten en producir un efecto sin los agentes naturales o impedir que lin agente natural produzca un efecto en determinadas circunstancias. Lo prmero es posible porque los agentes naturales han ~ecibido de Dios toda su actividad y energía, luegc10 pueden carecer de ella; lO segundo es posible porque siendo Dios infinito es claro que puede imredir que una causa produzca un efecto en determinadas circunstancias. Por tanto, Dios puede producir ln efecto sin los agentes naturales y puede tar:1bién impedir, por la misma razón, que dichos agentes produzcan un efecto en determinadas circunstancia.s; luego los milagros son posible,. Les milagros prueban de un macla incontrastable la v'~rdad de la doctrina en cuya confirmación se hace. Esto (:s claro, porque según lo dicho antes, Dios es causa única y exclusiva de los milagros y no es posible que realice estos hechos sobrenaturales/para confirmar una doctrina falsa. Luego si hay una re-

- 181igión que tiene milagros en su favor, ésta será laúnica verdadera. Profecias

Profecía es el concimiento y anuncio cierto de un acontecimiento futuro que no puede preveerse en las causas naturales. Que la profecía es posible se deduce claramente de la perfección infinita de Dios; pues que siendo infinitamente inteligente y sabio, s6lo EL puede conocer esos acontecimientos, pero éstos puede revelárselos al hombre; luego la profecía es posible. Sólo Dios puede ser autor de las profecías; porque sólo el entendimiento de Dios en cuanto infinito, puede conocer con un solo acto lo presente y lo futuro, lo que depende de su voluntad soberana y lo que depende de la voluntad del hombre; y para el conocimiento y anuncio de los hechos que son objeto de las profecías, se requiere entendimiento infinito, luego _iólo Dios puede ser autor de la profecía. Siguese de aquí: 1.0 Que las profecías son pruebas incontestables de la doctrina en cuya confirmación se hacen; 2.0 Que si hay una religión que tiene profecías en su favor, ésta será la única verdadera. En estos medios de demostración se supone conocidas y demostradas ciertas verdades fundamentales que son medios para conocer otras verdades.

-19 Estos son en primer lugar los criterios, en segundo lugar la certeza, la evidencia, la existencia objetiva de los cuerpos, la existencia de Dios, su perfecci(jl1, la libertad humana, la espiritualidád e inmortalidad del alma. Criteriol'

Criterios son los medios de que nos valemos para conocer la verdad. 50'1 acho, a saber: 1,° Crltaio de los sentidos externvs Son las cinco facultades orgánicas de q¡,e nos servimos para conocer los cuerpos y las propiedades corp" rns; son: la vista, el oido, el olfato, el gusto y el tacto. 2.° Cri/erio de la intelir..l!ncía (o r;:¡zón natural). Es la f?cultad espiritual por la cual conocel'1()S las verdades primitivas y necesarias. 3.° Criterio de la conciencia. Es la facultad espiritual por la cJal conocemos nuestras (¡fecciones espirituales presentes y nuestro propio sé(. 4." Criterio de la memoria, Es la facultad por la cual conservamos el conocimiento de nuestras afecciones pasada~ y las recordamos en cuanto pasadas.

-205.° Raciocinio. Es el criterio por el cual deducimos de principios universales conclusiones particulares. '6.0 Inducción. Es el criterio por el cual llegamos al conocimiento de las leyes de la naturaleza por la observación de los fenómenos y de los hechos. 7.° Autoridad divina. Es el criterio por el cual asentimos. a las verdades reveladas por Dios . . 8.° Autoridad humana. Es el criterio por el cual asentimos a las verdades que nos ensefian los demás hombres. Certeza Certeza es la firme adhesión de la mente a la verdad conocida. La certeza es un estado del entendimiento, y por tanto es subjetiva; pero tiene por objeto la verdad y ésta es objetiva. Evldetlci.

La evidencia es la claridad de la verdad, que arrebata el asentimiento de la mente. Es propiedad de 'Ia ver~ad, y por tanto es objetiv'a; pero la percepción de la evidencia es subjetiva.

Existencia Es ésta infinita

tan clara

La existencia

se demuestra

La Providencia Dios

objetiva de los cuerpos

verdad

Ulla

ría ridículo.

21 -

en otro divina

y dirige

conserva

quc el negaria

ùe Dios es

se-

y su perfección

lugar. la acci(¡r

las criaturas

por la cual

a su fjn

Que

existe la Providencia es lína verdad m'lY clara, supuesto como se dijo ya, que Dios es Creador y Ordenador del universo; y la acción de 'la Pro'¡idencia es una consecuencia necesaria de estm, atri-

butos. Libertad humana Libertacl

es la facultad

ción. La libertad ción,

que

andar

se divide:

es la facultad

tradictorias.

por ejemplo:

La de contrariedad contrarias,

comer

de contradic-

entre

estudiar

o no

Geografía

es la facultad por

o ayunar;

la de ~legir entre tudiar

en libertad de elegir

cosas

con-

estudiar;

o no andar.

tre cosas quieto,

de hacer el Jién pc·r elec-

cosas

ejemplo:

de elegir andar

y la de especificación distintas,

en-

o estarse

pOI ejemplo:

es es-

o Botánica.

Para que haya inteligencia,

verdadera

libertad

se requiere

la

-22El poder pecar no es de la naturaleza de la libertad sino una consecuencia del libre albedrío. Este es la facultad por la cual el hombre es dueño de sus actos; y asi cuando obra el mal no es en uso de la libertad, porque ésta es una perfección y un derecho, y como tal no puede tener por término lo que es esencialmente malo. 'La' espiritualidad e inmortalidad del alma se hallan perfectamente demost.radas en psicología. ARTíCULO II

Antes de exponer la demostración completa de la religión cristiana, debe advertirse que hay tres géneros .de pruebas: una indirecta, otra directá pero sumaria, y otra directa y completa. La prueba indirecta consiste en la referencia a los doctores y a sus obras; porque la demostración perfecta de las verdades de la religión requiere estudios especiales que no están al alcance de todos los fieles; y así éstos, al discutir con un adversario, pueden formular esta prueba del modo siguiente: «Yo e~toy cierto de las verdades de la religión que la Iglesia nos enseña, pero no puedo demostrarIas convenientemente porque para esto se requieren conocimientos profundos que yo no poseo,

-23pero puede usted ocurrir a los doctores o a las obras especiales que tratan de esta demostración ~. Este modo de probar lo usan no sólo loshombres de pocos conocimientos, sino también los sabios. Así: el médico se refiere al jurisconsulto, éste al in:~eni';ro o al astrónomo, éste al morabsta, etc. La prueba directa

pero sumaria

Se funda en el hecho de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y se formula así: Si Nuestro Señor Jesucristo ha resucitado, su doctrina es divi· na; 'Jero es verdad que Nuestro Señor Jesucristo resucitó; luego su doctrina es divina. El antecedente dI; este argumento es claro y evidente; pues si Dios ha obrado un milagro tan notable no puede ser :3ino en confirmación de una ley y de una doctrinô. establecida por El..:mismo. La menor de este argumento está probada perent'Jriamcnte por el testimonio de muchos millones de testil~oS de todas edades y condiciones, entre éstos se cuentan los mártires, los sabios que ha habido en la Iglesia, muchos enemigos encarnizados de la religión como los judíos, muchos paganos como Celso, Porfirio y Hierocles, etc.; luego la religión establecida por Nuestro Señor Jesucristo es la única verdadera.

-2,4ARTICULO Demostración

completa

de la verdad

III de la religlón cristiana

Para establecer esta demostración completa vamos primero a probar la autenticidad, integridad y veracidad de los libros del Nuevo Testamento. Se llama auténtico un libro si es realmente del autor a quien se atribuye o si realmente es de la época en que se supone escrito. Es íntegro sí ha llegado hasta nosotros como lo escribió su autor y sin alteración sustancial. Es veraz si narra hechos que realmente existieron. Los Iibrvs del Nuevo Testamento

son auténticos

Para probar la autentícidad de un libro hístóriea se requieren caracteres intrínsecos y pruebas extrfnsecas. Los caracteres intrínsecos son los siguientes: unidad de estilo, sencillez en la narración, moderación en el estilo del autor, en fin, que no contenga nota alguna por la cual pueda juzgarse justamente por supuesta. Las pruebas extrlnsecas son las siguientes: el testimonio de los autores contemporáneos, la comparación de dicho libro con otro& escritos contemporáneos V además la comparación de los ejempla-

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res modernos con los antig.1os, la gran difusión del libro por la cual se vea que es tenido COlTI'J auténtico. Los libros del Nuevo Testamento reún¡-'¡ en su favor estos caracteres y estas pruebas con LInaperfecciéon que no alcanza ningún otro libro histórico; efectivamente: en los libros del Núevo Testamento se observa una gran sencillez en la narración, gran moderación y modestia en sus autores, en ellos no se halla nada de ampuloso ni artificioso; están perfectamente conformes con la Histona, la Geografía, la Estadistica y las costumbres de aquel ·¡jempo, y una perfecta unidad de estilo en cada uno de esos libros. La autenticidad de estos libros se prueba tamOién por las siguientes razones: l." ni los judias, ni los paganos acusaron a los autore5 de estos libros. de impostura, ni mentira, y tampoco negaron que fueran de los autores cuyo nombre llevaban, y es claro que si estos libros hubieran sido supuestos, los judíos y los paganos, enemigos aCr~rrimos de los cristianos, se lo hubieran echado en cara; 2.° Por los testimonios de todos los cristianos, de los herejes de los primeros tiempos y aun de los filósofos paganos. Estos hechos se hallan perfectamente comprobados por la historia. 3.° Por la imposibilidad de la suposición. En los primeros siglos de

-

36 --

la Iglesia fue imposible la suposición pórque, o la hubieran hecho los cristianos, o los judíos, o los paganos. No los primeros porque los judíos y los paganos los hubieran acusado de impostura; y no los judíos ni los paganos porque los cristianos hubieran reclamado. En los siglos que han transcurrido hasta la época presente, es también imposible esta suposición, ya por la gran difusión de los ejemplares lo que hacía imposible la suposición, ya también por la misma razón anterior; si lo hubieran hecho los católicos hubieran reclamado los herejes que ha habido en todos los tiempos, y sí lo hubieran hecho éstos los católicos hubieran reclamado; luego los libros del Nuevo Testamento son auténticos. Los libros del Nuevo Telltamento

son Integros

La alteración de un libro, y de la importancia de éste, ~s un hecho histórico que debe probarse históricamente, y en ningún tiempo se ha probado que estos libros hayan sido alterados, y por el contrarío se prueba directamente su integridad: 1.0 En la narración de estos ·libros no se halla nada en contradicción con el texto primitivo; 2.° La doctrina y los hechos que se hallan hoy en el Evangelio, se hallan también en los escritores de los primeros

- 27si~\()s; 3." Los Evangelios, tales como se citan hoy, se hallan citados por los primeros Padres de la Iglesia y el texto del Evangelio como actualmer·te existe está conforme con los manuscristos más antiguos, y 4. Por otra parte la gran difusión de l~stos libros y 1;1 lucha entre católicos y herejes hacen imposible la intcrpolación o mutilación de estos libros. Luego los libros del Nuevo Testamento se han conservado íntegros. 0

L(I~ libros del Nuevo Testamento

Hon veraces

'," Es veraz un libro si su autor no ha sido engañado, no ha querido engañar y no ha podido engañar aunque hubiera querido. Los escritores del Nuevo Testamento no han sid.) ellgañados porque narran hechos pÚblicos, de grande importancia, de fácil conocimiento y ajenos J Jas pasiones. Por otra parte lo:; autor~s son varios y fueron testigos oculares o contemporáneos. No quisieron engañar porque eran hombres probas; no se halla en Ja narración ningún vestigio de engaño ni voluntad de engañar; y al contrarío la narración es sumamente sencilla y modesta; y por otra parte ningún provecho podian recibir de!. engafto, y, en fill, padecieron tormentos y la muerte misma por defender la verdad de 10 que escribieron.

-28No pudieron engañar aunque hubiesen querido: Le Porque los judíos y los paganos hubieran reclamado; 2.0 Por el testimonio de todos los escritores cristianos, de los judíos y paganos convertidos y de muchos escritores profanos; 3.0 Por los absurdos que se seguirían, pues sería preciso admitir que unos pescadores pobres e ignorantes, hubieran forjado una doctrina tan sublime, tan pura, y al mismo tiempo tan profundamente sabia que hace exclamar a Rou'sseau (uno de los más notables jefes de ia impiedad moderna.) «Confieso ingenuamente que la maj~~-

tad de las escrituras me llena de asombro,. la santidad del Evangelio me habla al corazón. Ved los libros de los filósofos, con toda su pompa qué pequeños son comparados con éstos. ¿Se podrá por ventura que un libro tan sublime y a ,la vez tan sencillo sea obra de los hombres? ¿Será posible acaso qlLe el personaje cuya historia se narra en ellos no sea más que un hombre? Acaso se encuentra en esóS libros el tono y el estilo de un apasionado o de un ambicioso sectario? Qué dulzura,. qué pureza en sus palabras y en sus costumbres, qué agradable atractivo en sus inst,;ucciones, qué elevación. en sus máximas, qué profunda sabidurla en sus discursos, qué presencia de alma, q~é cultura, qué justicia en sus respuestas y qué imperio sobre las pasiones.

-29,~Dóllde está el hombre que asi sabe obrar, padecer y morir sin debilidad y sin ostentación? Cuando Plafón pinta su ¡usto illlo¡zirwrio, lleno de los oprobios del erimen y digrlO sill embargo de todos lJs premios de la virtud; pirda raS,L'Oa rasgo el iesucristo .. esta seme¡anza es tall notable que todos los Padres de la Iglesia lJ harl estim,1do así. Qu,: preocupación y qué ceguedaJ sería comparar al lliio de Sofronisca con el hijo de Maria; qué in· mensa dist'lncia entre U/1O y otro, Sócrahs muriendo sin dolor, sin ignomínia y saster.édo -SllalJemente por sus amigos, si esta /fluerte fácil honró su vida, se podría dudar de si Sócrates, con tadaw elevación de ar,nu, fia fue más que url soji'ita ..., La muerte de Sócrates filosofando tranquilamente con SlLS amigos e:; la más suave que se puede desear; la de !esús expirll(ldo en los tormentos, infuriado, éurlodo y maldecido por todo un pueblo es la más horrible que ¡;uede tenerse. jesús elZ medio de un suplicio tan espantoso, ruega a Dios por sus verdugos. Si la vida JI la muerte de Sócrútes son de un sabia, la vida y la muerte de /esLÍs son la de un Dios. ARTICULO

IV

La divinidad de la religión cristiana se prueba por los mila~ros y por las profecías, por su propa-

gación admirable

y

su actual existencia.

-301.0 Por [os milagros. Los Evangelistas, testigos dignos de fe, como queda ya probado, refierea que Nuestro Senor Jesucristo "hizo muchos milagros, que éstos fueron hechos realmente sobrenaturales y que los hizo para probar la divinidad de su doctrina. En .los Evangelios se refiere que Nuestro Sefíor .Jesucristo resucitó muchos muertos, devolvió la vista a ciegos de nacimiento y curó toda 'clase de enfermedades con sólo el poder de su palabra. Estos hechos fueron verdaderos milagros porque no estaban al alcance de la naturaleza creada. Con ellos probó Nuestro Sel'l.orJesucristo ~ doctrina y por eso dijo: (San Juan V, 36). «Las obras que yo he hecho dan testimonio de mí porque mi Padre me ha enviado" y en otra parte (IV, 10) dice: «Si no queréis creerme a mí, creed a mis obras». Los Apóstoles vieron estos milagros como una demostración clara de las verdades que Nuestro Sefíor Jesucristo enseñaba. Los fariseos mismos no pudieron negar la realidad de estos milagros y así decían: «Qué hacemos que este hombre hace muchas obras admirables?» Luego la doctrina de Nuestro Sefior Jesucristo fue comprobada con milagros; y s6lo Dios es autor de los milagros, .Y es imposible que los haga en

-

31 -

confirmación de una doctrina que no fuera verdadera; luego la doctrina de Nuestro Sefior Jesucristo es divina.

2..) Por las profecías. R~fieren los Evangelistas que Nuestro Senor Je· sucri:;to hizo muchas profecias para comprobar la divinidad de su doctrina; la destrucèión de Jerusalén y del templo, la dispersión del pueblo judío y la p','opagación admirable del Evangelio, elC. Además, en Nuestro Señor Jesucristo se cumplieron las profecias hechas muchos siglo'3 antes de Isaías, Jeremia~, Ezequiel, Daniel y todos los profetas menores. Sólo Dios es autor de las profecías, y como queda probado, la religión cristiana tiene en su favor I11w;has profecías, como prueba de su divinidad; y como no es posible que Dios haga estos prodigios en comprobación de una doctrina que no sea autorizada por EL; luego la religion cristiana es divina.

3.° Por su propagación admirable. Esto lo atestigua la historia, y la propagación de una religión tan santa, tan elevada y tan severa en sus preceptos no puede ser obra de los hombres; porque por ella debía abolirse la idolatría y el judaísmo; por otra parte las pasiones se desenfrenaban contra ella y los que la propagaron tuvieron que sufrir el martirio, y sin embargo decía Ter-

- 32-' tuliahO: "Somos de ayer y todo lo hemos llenado: ciudades, islas, castillos, municipios, el senado, los cAmpamentos, el foro; os hemos dejado solos vues· tros templos.

4.° Por su actual existencia. Pues es claro que si las grandes obras de los hombres, las' instituciones sabias, las Repúblicas mejor ordenadas han desaparecido..a pesar de los más eficaces esfuerzos para conservarias, la Iglesia que ha sido perseguida desde su principio habría desaparecido indudablemente si fuera obra humana; y al contrario, se conserva -en toda su integridad.

Parte segunda Demostración

de la Religión católica

La religión católica es la única verdadera y por tanto todos los hombres están obligados a investigaria

y a abrazarla

fior Jesucristo

una. vez conocida.

estableció

dera, obligatoria fundó la Iglesia

una

a todos católica,

religión

Nuestro

Se-

Única, verda-

los hombres y para es decir universal.

esto

CAPITULO I Ell eSI:e capitulo za y constitución verdadcrél Iglesia. la única que tiene

trataremos:

de la Iglesia;

1.0 De la naturale2.0 Caracteres

de la

y 3. Que la Igl·~sia romana es esos caracteres de la v'~rdaderaù

IgleSia. ARTíCULO I Naturaleza

y constitución

de la l¡tlesia

La 1¡,lesia es congregación de hombres unidos entre sí por la profesión de una misma f¡,~, la par3

-34ticipación de unos mismos sacramentos y bajo el régimen de legitimos pastores, principalmente/,del Romano, Pontífice. La Iglesia es una sociedad perfecta. Socie(1ad perfecta es: reunión de hombres que se proponen conseguir un mismo fin, por unos mismos medios, con unión moral entre ellos e independiente de cualquiera otra. La Iglesia reúne estas condiciones, según la definiCión anterior, luego es' sociedad perfecta. En la Iglesia debe haber necesariamente un jefe supremo que sea juez de las controversias en materia de fe. Esta autoridad SUprema debe ser b~n conocida, dara, al alcance de todos e infalible, por-' que de lo contrario la mayor parte de los fieles • care£erí~n 'del conocimiento de la Suprema Autoridad, habría lugar a dudas que no se podría desvanecer sí no tuviera estas cualidades. ARTICULO

Il

Caracteres de la Iglesia

,La verdadera Igl~ia de Nuestro Senor Jesucristo debe tener cualidades relevantes y claras por las cuales deba distinguirse de las religione,s falsas; y 'Nuestro Senor Jesucristo la dotó, efectivamente, de estas cualidades ri caracteres.

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Estos 50'.1: unidad, santidad, catolicidad y apostolicidad. La verdadera Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo debe ser una en sí misma, en la fe, en lCos sacramentos, ell el régimen, cte. Como la Iglesia fue instituída por Nuestro Señor Jes·JCrif.to como depositaria de la única verdadera religiÓn, es claro que debe ser una y la misma para todos los fieles en la fe, en los sacramen- . tos, en el régimen, etc. Nu{:stro Señor Jesucristo la dotó de esta unidad y por eso dijo (segÚn nos lo enseña San ."v\ateo, San Juan y los otros evangelistas): que estableceria un solo rebaño y un solo pastor, y siempre que habl