Antecedentes Históricos de Los Movimientos Obreros en Alemania

ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LOS MOVIMIENTOS OBREROS EN ALEMANIA El movimiento sindical alemán arrancó de los años 1840 -

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ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LOS MOVIMIENTOS OBREROS EN ALEMANIA El movimiento sindical alemán arrancó de los años 1840 - 1850 fecha en la que comenzaron a formarse sindicatos profesionales de carácter local. Pero no fue hasta 1860 cuando se legalizaron los sindicatos prohibidos hasta entonces. La formación del Partido Socialdemócrata alemán en 1869, por dirigentes del movimiento sindical, y la creciente influencia de los sindicatos, dio lugar a la aprobación de las leyes anti socialistas por las que el Canciller Bismarck proscribió el Partido Socialdemócrata y la mayoría de los sindicatos. Para una mejor comprensión del Derecho colectivo en Alemania consideraremos varias etapas iniciando en 1832 hasta llegar a la época actual PRIMERA ETAPA. — DE 1832 HASTA LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL a) Inicios del movimiento obrero alemán En los inicios del movimiento obrero alemán hay que situar la creación de organizaciones revolucionarias fuera de las fronteras de los estados alemanes, constituidas por artesanos, trabajadores e intelectuales exiliados, especialmente en París, justo después de la Revolución de 1830, hecho que supuso que Francia se convirtiera en un lugar de atracción para perseguidos de media Europa. En este sentido, en 1832 surgió allí la Unión Popular Alemana. Sus integrantes eran artesanos del ramo de la zapatería. Su labor se centró en la publicación y distribución de folletos en alemán para poder distribuirlos en los estados alemanes occidentales. En 1834 nació la Liga de los Proscritos compuesta por trabajadores y artesanos alemanes. La Liga tomó muchos aspectos organizativos de las sociedades secretas dado su carácter clandestino y conspirativo. En 1836 surgió la Liga de los Justos por iniciativa del exiliado alemán Karl Schapper, que había tenido que salir de Suiza por sus actividades revolucionarias, y del sastre Georg Weissenbach. Era una escisión del ala más democrática, cuyos miembros eran contrarios a lo que consideraban el autoritarismo de los proscritos, además de incidir más en lo social que lo político.

La corriente marxista surgió de una combinación de la economía política inglesa, el socialismo francés, y la filosofía alemana; del surgimiento de la clase obrera y 1

de la unión de un sector muy importante de los trabajadores para la defensa de sus derechos en Europa Occidental y, finalmente, del concurso intelectual determinante de Carlos Marx y Federico Engels. Como resultado de este proceso se formó en 1847 la Liga de los Comunistas que encomendó a Marx y Engels redactar el Manifiesto Comunista. En el año de 1848 apareció el Manifiesto Comunista al que el Maestro Mario de la Cueva califica como "el documento del siglo". En este documento se analizan las ideas socialistas anteriores a las que tilda de utópicas, señala que la liberación de los trabajadores debe ser obra de los propios trabajadores y el papel de la clase obrera para transformar, mediante la acción revolucionaria, el régimen social. El manifiesto termina con la frase: "Proletarios del Mundo, Uníos", que había de internacionalizar la lucha de los trabajadores, mediante demandas generales sobre reconocimiento del derecho de asociación sindical, reducción de la jornada de trabajo y elevación de los salarios. b) De Bismarck a la Primera Guerra Mundial Al iniciarse la segunda mitad del siglo XIX, principió el desarrollo industrial de Alemania y como consecuencia un fuerte movimiento obrero influido por el Manifiesto Comunista que recurría a la huelga con mucha frecuencia. Aparece Bismarck, llamado el Canciller de Hierro, quien se propuso hacer de Alemania la primera potencia industrial. Bismarck cambió la actitud del Estado frente a los problemas económicos sociales. Al capitalismo liberal opuso el intervencionismo de Estado que al mismo tiempo que protegía a la industria en la concurrencia de productos extranjeros, le permitía intervenir en la vida social. Esta intervención, por una parte intentó detener el creciente movimiento obrero y el pensamiento socialista y por la otra, constituyó el más importante esfuerzo para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. Puede afirmarse que la obra legislativa de Bismarck fue en su época, la más completa de Europa y es autor de lo que se ha llamado la política social, cuyo más importante son los seguros sociales. Sin embargo, Bismarck, en su ánimo de subordinar todo al interés del Estado procuró la protección del hombre, marcando un límite a la explotación de que era objeto, pero no admitió la acción colectiva, no reconoció el interés profesional ni la existencia de los sindicatos, fue un derecho del trabajo que la burguesía alemana ofreció a sus obreros a cambio de paz para progresar. Ante la avalancha de sindicatos constituidos en Alemania, Bismarck obtiene que el Parlamento aprobara el 21 de octubre de 1878 una ley prohibiendo los sindicatos. 2

Tres años después, el 17 de noviembre de 1881, en un mensaje a la clase trabajadora, el Emperador Guillermo I anunció el establecimiento, para garantizar "su existencia en las diferentes situaciones que puedan presentárseles, cuando sin su culpa, se vean impedidos a trabajar". Fue Alemania, quien dio el principal paso al establecer el germen de la Seguridad Social con la Ley del Seguro de Enfermedad de 1883. Después llegará la Ley de Seguro del accidente de Trabajo (1884) y el Seguro contra la Invalidez y la Vejez (1889). El principal objetivo era tranquilizar a los revueltos trabajadores y evitar una revolución socialista, ideología que había captado numerosos adeptos. Como hemos advertido, el período de Bismarck se caracteriza porque la legislación laboral y de la previsión social procede del Estado que en cambio se opone en forma sistemática al movimiento obrero organizado y al pensamiento socialista. Pero el proletariado no cesó en su lucha para obtener el reconocimiento del derecho de asociación sindical. En Francia, Inglaterra, Alemania, Austria y Bélgica, en todos los pueblos de Europa, los obreros habían adquirido la suficiente experiencia y la conciencia política que les indicaba que el mejoramiento de sus condiciones no serían una dádiva del Estado sino obra de sus propias luchas. Lo primero que conquistaron fue la abolición de las leyes que consideraron punibles, la coalición, la huelga y la asociación profesional y se lanzaron a obtener el reconocimiento de la existencia legal de los sindicatos y por la celebración de contratos colectivos de trabajo y lograr así la posibilidad de obtener mejores condiciones de prestación de servicios por la intervención directa de trabajadores y patrones. En 1864 Se funda en Londres la Asociación Internacional de trabajadores (AIT). Los sindicatos de clase todavía no eran legales. Se lucha por el reconocimiento del movimiento obrero. El líder Fernando Lasalle impulsó las asociaciones educativas obreras, buscando que el capitalismo de Estado fuera sustituido por el cooperativismo. Después se fundó la Unión Obrera en 1868 y las asociaciones educativas obreras adoptaron los programas de la Internacional Socialista. La formación del Partido Socialdemócrata alemán en 1869, por dirigentes del movimiento sindical, y la creciente influencia de los sindicatos, dio lugar a la aprobación de las leyes antisocialistas por las que el Canciller Bismarck proscribió el Partido Socialdemócrata y la mayoría de los sindicatos. Bismarck impuso en 1878 la "Ley antisocialista", que permaneció en vigor durante 12 años, hasta 1890. El objetivo principal de esa ley, que reprimía las actividades 3

y las reuniones de las organizaciones proletarias, era sobre todo impedir las conexiones organizativas entre ellas. Pero la Ley antisocialista no servía únicamente para reprimir dura y ciegamente a la clase obrera. La clase dominante, con sus medidas, intentó que, para la dirección del partido socialdemócrata alemán (SPD), fuera atractiva la participación en el Parlamento burgués como actividad central. Con habilidad, facilitó así el camino a la tendencia reformista que estaba germinando en la socialdemocracia. En Alemania, como consecuencia de la gran huelga de mineros que estalló en 1889 y abarcó a más de cien mil hombres, Bismarck tuvo que renunciar al tratar de oponerse a las reivindicaciones obreras. Los Congresos Internacionales de Trabajo A fines del siglo XIX los problemas atrajeron la atención mundial y se celebraron diversas conferencias y congresos internacionales del trabajo cuyas resoluciones habían de influir en la futura legislación laboral. Quizá la reunión más importante tuvo lugar en Berlín en el año de 1890, convocado por el Gobierno Alemán. A este Congreso Internacional de Derecho Industrial concurrieron delegados de AustriaHungría, Bélgica, Dinamarca, Francia, Inglaterra, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, Suecia, Noruega y Suiza. En la reunión se adoptaron recomendaciones sobre la prohibición del trabajo minero a las mujeres y menores de 14 años, la limitación a la jornada en los trabajos peligrosos e insalubres, el descanso semanal, la edad mínima de admisión al trabajo. El partido socialdemócrata alemán (SPD) fue, en la Segunda Internacional (18891914), la organización proletaria más poderosa y sirvió, durante años, de brújula política para el movimiento obrero internacional. En 1891 se creó el Consejo General de los sindicatos alemanes, que en ese año alcanzó los nueve millones de afiliados. En ese periodo, los sindicatos alemanes concedían más importancia a los problemas administrativos que a la lucha de la clase obrera. Por esta razón se decía, con ironía, que padecían del «mal de piedra» porque disponiendo de abundantes medios económicos, hacían construir palacios suntuosos. En este proceso, los sindicatos se burocratizaron, y a su cabeza se colocaron funcionarios que se aburguesaron progresivamente y desviaron gradualmente a los sindicatos de la lucha de clases. La Doctrina Social de la Iglesia La Iglesia, desde 1864, se lanzó a una importante actividad de proselitismo sindical en las filas de los trabajadores, para disputar el control, el dominio y la 4

fortaleza alcanzadas, en la primera mitad del siglo, por el socialismo y el marxismo. Por eso tomó como centro de actividad y de trabajo a Francia y Alemania. La iglesia se dotó de un programa social y político plasmado en la encíclica papal "Rerum Novarum" publicada en 1891 por el Pontífice León XIII. En 1894 se constituyó la Unión General de Sindicatos Cristianos de clara orientación Religiosa. De todas maneras, el movimiento sindicalista en Alemania mantiene un pluralismo ideológico (cristiano, socialdemócratas, liberales y comunistas). Al principio la Iglesia exigió a sus partidarios organizar sindicatos católicos y cristianos, luego accedió a que fueran mixtos, esto es, que aceptaran a no cristianos. Se organizó como Confederación Internacional de Sindicatos Cristianos en 1920 (CISC) y en 1968 tomó el nombre de Confederación Mundial del Trabajo (CMT). La doctrina social de la Iglesia reconoce la primacía del trabajo sobre el capital, critica el capitalismo rígido, plantea que no se trata de abolir la propiedad privada sino de que se complementen el capital y el trabajo. La iglesia rechaza la idea de colectivización tal como la formula el marxismo, defiende el derecho a la propiedad privada y el capitalismo, pero no como valores absolutos; igualmente defiende el concepto de copropiedad de los medios de producción y la participación gestionaria de los trabajadores en la empresa. SEGUNDA ETAPA.— DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL A LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL La primera guerra mundial que estalla en 1914 marca el inicio de las transformaciones sociales en Europa, Asia y América, particularmente en el aspecto de la legislación laboral. Los trabajadores asumieron un papel activo en la vida pública. Sus asociaciones internacionales y nacionales lanzan consignas de lucha. La clase obrera plantea sus reivindicaciones. En este período se producen las dos revoluciones sociales más importantes del siglo XX: la revolución mexicana que ha influido tanto en la vida de los pueblos de América Latina y la revolución soviética. Durante esta etapa se aprobaron las Constituciones de México de 1917 y la de Weimar en Alemania, de 1919 que elevaron a rango constitucional las normas laborales. 5

Al terminar la guerra se desarrolla la revolución socialdemócrata en Alemania. La Constitución Alemana de Weimar, de 11 de agosto de 1919, coloca al trabajo bajo la protección particular del Estado; garantiza la libertad de coalición para la defensa y mejoramiento de las condiciones de trabajo; sienta las bases para organizar seguros para la conservación de la salud y de la capacidad de trabajo, protección de la maternidad, y la previsión de las consecuencias económicas de la vejez, la invalidez y de los accidentes; el derecho conjunto de los obreros y patrones, para fijar los salarios y las condiciones de trabajo; el derecho de asociación profesional a obreros y patrones y otros igualmente importantes. El 28 de junio de 1919 se firma el Tratado de Versalles y se crea la Organización Internacional del Trabajo OIT. Ese mismo año se celebra su primera reunión. A partir de entonces, anualmente se reúne la Asamblea Internacional del Trabajo a las que asisten en representación tripartita de gobierno, trabajadores, y empleadores, lo más distinguido del mundo laboral de los cinco continentes. Los convenios y recomendaciones aprobadas en cada una de esas reuniones ha contribuido al perfeccionamiento de las legislaciones nacionales del trabajo. Antes de la segunda guerra mundial, Alemania adoptó una legislación propia derivada del régimen totalitario que rigió en este país. En 1933, con la llegada de los nazis al poder, quedaron los sindicatos prohibidos, al igual que los partidos políticos. Derrotado el nazismo, los sindicatos de la República Federal Alemana volvieron a experimentar un auge sorprendente. La segunda guerra mundial produjo el derrumbe del régimen totalitario de Alemania. TERCERA ETAPA.— DEL FIN DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL A NUESTROS DÍAS Concluida la segunda guerra mundial, Alemania aprueba una nueva Constitución. La Constitución alemana, adoptada el 23 de mayo de 1949, es conocida como la Ley Básica. La Ley Básica garantiza la libertad de asociación (artículo 9, párrafo 3), así como la libre elección de profesión y la prohibición del trabajo forzado (artículo 12). Establece también el principio de igualdad de trato y, en particular, obliga al Estado a apoyar la aplicación efectiva de la igualdad de sexo (artículo 3). 6

Alemania contempla una nueva concepción del derecho del trabajo: el derecho colectivo de trabajo y la reglamentación colectiva de las condiciones de prestación de los servicios, substituyen a las relaciones individuales del trabajo. A partir de 1950 Alemania pudo contemplar el desarrollo de un derecho laboral colectivo contemplado en aspectos tales como: a) la convicción de que el derecho del trabajo es un derecho democrático; b) el reconocimiento a los trabajadores del derecho a intervenir en todos los problemas económicos; y c) el desarrollo de la seguridad social. La Ley de Convenios Colectivos, adoptada el 25 de agosto de 1969 y modificada por última vez el 29 de octubre de 1974, regula los convenios colectivos. El 19 de marzo de 2001 se fundó la mayor federación industrial del mundo, la Unión de Servicios Unificados de Alemania. Reúne a tres millones de miembros y es una fusión de cinco sindicatos: la Unión de Empleados Asalariados de Alemania (DAG), el Sindicato Alemán de Servicios Públicos, de Correos y Telecomunicaciones (DPG), el Sindicato de Comercio, Banca y Seguro (HBV), el Sindicato de Servicios Públicos, Transporte y Tráfico (OTV) y el Sindicato Industrial de Medios de Comunicación, Imprenta y Papel, Periodismo y Artes (IGMedien).

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