Alimentos afrodisiacos

Alimentos afrodisiacos En ese sentido, recomienda que se usen en forma diaria para hacer crónicos sus efectos, ya que n

Views 76 Downloads 3 File size 39KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Alimentos afrodisiacos

En ese sentido, recomienda que se usen en forma diaria para hacer crónicos sus efectos, ya que no sería necesario tomar una gran cantidad en una sola oportunidad para conseguirlos. El especialista internacional anima, a incorporar el ginseng y la nuez moscada como especies principales en las comidas y postres. “El ginseng posee ginsenósidos, sustancias que imitan la acción de la testosterona. Y la nuez moscada contienen miristicina, un compuesto presente en la droga conocida como ‘extasis’ y que incrementa y multiplica las sensaciones, aumentando la sensualidad del momento sexual y mejorando los orgasmos”, afirma desde San Salvador, donde realiza un curso de coaching nutricional. Para conocer cuáles son los alimentos. Acá va una lista con los principales afrodisíacos de la comida. 1. Ajo: Compuesto de alicina, que aumenta el flujo sanguíneo y facilita la circulación, lo que facilita erecciones y orgasmos. 2. Aceite de oliva: Fenoles, podría conducir a un aumento en el flujo sanguíneo y dilatación de los vasos, con el consiguiente efecto afrodisíaco. Lo consiga o no, sigue siendo uno de los mejores alimentos que existen, por lo que de no conseguir el efecto perseguido, al menos estaremos más sanos para el siguiente intento. 3. Ciruelas: Se dice que el archiconocido Eros, dios griego del amor, mojaba las puntas de sus flechas en jugo de ciruela antes de lanzarlas sobre algún mortal. En la cultura china, se usan para representar el las partes íntimas de la mujer. Aun así, solo anécdotas como estas relacionan las ciruelas con algún componente o acción afrodisíaca, ya que hasta la fecha, no se tienen evidencias científicas de que contenga componente químico alguno que justifique un efecto erógeno. 4. Chocolate: Las semillas de cacao tiene fenilalanina y teobromina, que combaten la fatiga, ventilación pulmonar y circulación sanguínea. Renuevan el rendimiento sexual y es gran fuente de endorfinas. 5. Espárragos: Potasio, fibra, vitamina B6, vitaminas A y C, tiamina y ácido fólico. Favorecen la producción de histamina, necesaria para el orgasmo. 6. Frutillas: Ricos en betacaroteno, mejora la circulación y vasodilatación. Sus altos contenidos de vitamina A pueden ayudar a suavizar la piel, haciéndola más sensible a las caricias y aumentando las sensaciones de pareja. 7. Garbanzos: Zinc. En la antigua farmacopea árabe, el garbanzo es propuesto como un vigorizante y realzador de la libido. De hecho hoy en día, sigue constituyendo un pilar fundamental de su cultura gastronómica. Se le

atribuye un gran efecto sobre la libido y el deseo sexual, ayudando a una erección más firme y prolongada en el hombre. Solo habría que poner atención a la flatulencia que sin duda tendrá lugar tras la ingestión de esta legumbre 8. Higos: Betacaroteno, que impacta en la producción de hormonas sexuales. Mejora el deseo y nivela desbalances de estrógenos. Además, desinflaman los pechos en el período menstrual y por su elevado contenido en azúcar, constituyen un buena fuente de energía si la noche se alarga. 9. Miel: Mineral boro, que promueve la utilización y metabolización del estrógeno, la hormona sexual femenina. También se afirma que aumenta los niveles de testosterona en la sangre, hormona responsable del deseo sexual, además de tener vitamina B requerida por la testosterona. 10. Mango: Betacaronteno para la generación de estrógenos y testosterona. Además, mejora la producción espermáticas por las vitaminas que tiene, y contiene triptófano, un precursor de la serotonina, conocida como la hormona del placer. 11. Ostras: Zinc, que contribuye a la producción de esperma y aumenta la libido. 12. Ostiones: Zinc y alto contenido proteico. Mejora los espermas y lubricación en la mujer. Es energético y garantiza un buen rendimiento e impulso sexual. 13. Plátano: Potasio, magnesio y vitamina B y bufotenina, que equilibra los neurotransmisores cerebrales. Enciende la libido y mejora el estado de ánimo, autoestima y sentido de seguridad. 14. Vino tinto: Su contenido de alcohol, el más famoso desinhibidor conocido, ya lo hace un alimento favorable a las relaciones de pareja, pero además, el vino tinto posee un elevado contenido en antioxidantes cuyo efecto vasodilatador va a permitir un mayor aporte de sangre en las áreas genitales tanto del hombre como de la mujer.

LAS CREENCIAS Nos referimos aquí a las creencias, como aquellas convicciones que tenemos sobre las susodichas áreas y que son permutables, eliminables y, con los conocimientos adecuados, propensas a elección.

¿Cómo funcionan las creencias?

Nuestro sistema de creencias, es decir, nuestra manera de dar sentido a la realidad, va a ser la que determine la intensidad, duración y frecuencia,

además de la tipología, de nuestros comportamientos y emociones. Es tan fácil como esto:

Estímulo —-> Cognición (activación de creencias) —-> Respuesta

La Cognición condiciona cómo entendemos lo que ocurre a nuestro alrededor (Estímulos) y, por tanto, determina la Respuesta emocional y conductual que pondremos en marcha ante una situación X.

De esta manera, ante un estímulo como puede ser la aparición de una persona atractiva en nuestro campo de visión, cada uno realizará una interpretación de la situación en función de las convicciones que albergue con respecto a si mismo, a los demás y al funcionamiento del mundo. Esta interpretación, y no la situación en sí, será la que determine el tipo de respuesta emitida: de aproximación o de evitación. ¿Por qué trabajar sobre las creencias?

Las creencias marcan nuestra vida, nos dicen lo que es o no es cierto para nosotros, establecen nuestras limitaciones y guían nuestro comportamiento. Hagámonos dueños de nuestra existencia y escojamos en qué creer, pues no tenemos nada que perder, más allá de nuestras cadenas.

La palabra de la semana ninfomanía Ninfomanía y satiriasis

El concepto de hipersexualidad sustituye los antiguos conceptos de «ninfomanía», (furor uterino) y de «satiriasis». La ninfomanía se consideraba un trastorno psicológico exclusivamente femenino caracterizado por una libido muy activa y una obsesión con el sexo. En los hombres el trastorno era llamado satiriasis y a quien la padecía se le denominaba sátiro o satiriaco (no confundir con satírico).

Actualmente, los términos ninfomanía y satiriasis no aparecen como trastornos específicos en el Manual estadístico y diagnóstico de los trastornos mentales (DSM-IV), aunque sí siguen apareciendo en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10).

El umbral para lo que constituye la hipersexualidad está sujeto al debate, y los críticos preguntan si puede existir un umbral diagnóstico.[cita requerida] El deseo sexual varía considerablemente en los humanos; lo que una persona consideraría deseo sexual normal podría entenderlo otra persona como excesivo e incluso otra como bajo.

El consenso entre quienes consideran la hipersexualidad un trastorno es que el umbral se alcanza cuando el comportamiento causa incomodidad o impide el funcionamiento social.[cita requerida]

La hipersexualidad también se manifiesta en individuos sanos, y se presenta por cortos periodos en que la testosterona o estradiol presentan máximos niveles.[cita requerida]

La hipersexualidad puede expresarse también en quienes tienen trastornos bipolares durante periodos de manía. Personas que padecen un trastorno bipolar pueden presentar continuamente enormes oscilaciones en la libido, según su estado de ánimo. Algunas veces esta necesidad psicológica de actividad sexual es mucho más alta de lo que ellos reconocen como normal, y a veces está muy por debajo de ello.

La hipersexualidad es una de las dependencias menos conocidas y visibles, puesto que las personas que la padecen suelen mantenerla oculta y disimularla, sobre todo con las personas conocidas (con quienes se muestran incluso como tímidos). Se estima que hasta el 6 por ciento de la población lo padece, y que sólo el 2 por ciento de las personas afectadas son mujeres