Alimentacion de Las Abejas

ALIMENTACION NATURAL Dra. María Alejandra Palacio Fac. Cs. Agrarias –UNMdP- PROAPI La alimentación es el aporte de alime

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ALIMENTACION NATURAL Dra. María Alejandra Palacio Fac. Cs. Agrarias –UNMdP- PROAPI La alimentación es el aporte de alimentos que un individuo ingiere, digiere y asimila para transformarlos en nutrientes a nivel de las células. Nutrición es el aporte de dichos nutrientes a nivel de tejidos. Según el aporte al organismo, los alimentos pueden clasificarse en: • Energéticos: son aquellos que proveen la energía necesaria para el funcionamiento de los diferentes tejidos. En el caso de las abejas el alimento energético por excelencia es la miel. • Proteicos: Son los que contribuyen a la estructura de los tejidos, siendo la principal fuente el polen. Solo cuatro recursos (néctar, polen, agua y resina) son necesarios para posibilitar la vida de una colonia de abejas. El néctar y el polen son los alimentos esenciales de las abejas, y constituyen la materia prima para la obtención de carbohidratos y proteínas respectivamente. El agua es colectada principalmente para el enfriamiento del interior de la colonia en los días cálidos y para la dilución de la miel en la alimentación de las larvas. En tanto que las resinas

son utilizadas para sellar las aberturas y para

contribuir a la asepsia de la colmena. Las abejas obtienen la mayor parte de la energía que utilizan, de carbohidratos contenidos en el néctar proveniente de las flores y ocasionalmente de nectarios extraflorales o de excreciones de insectos que se alimentan de las plantas. El néctar floral es una secreción acuosa que contiene entre 5 a 80 % de azúcares y pequeñas cantidades de componentes nitrogenados, minerales, ácidos orgánicos, vitaminas, lípidos, pigmentos y sustancias aromáticas. La sacarosa, glucosa y fructosa son los azúcares más frecuentes en el néctar. Uno de los elementos que determinan la calidad del néctar es la concentración y proporción de estos azúcares. Pueden ser clasificados en tres grupos: 1) con predominio de sacarosa, 2) proporciones semejantes de glucosa, fructosa y sacarosa, 3) predominio de glucosa y/o fructosa. Existen evidencias que esa relación de azúcares puede determinar la preferencia de las abejas por ciertas plantas. El predominio de sacarosa estará relacionado con una mayor preferencia de las abejas hacia ese néctar. La relación G/F está relacionado al tiempo de cristalización de la miel obtenida. El néctar recién recolectado puede ser usado directamente como alimento para la cría y/o adultos, aunque lo más frecuente es su previa transformación en miel. La miel es el néctar recolectado, transformado y madurado por las abejas. En este proceso la sacarosa es transformada en partes aproximadamente iguales de glucosa y fructosa. Cuando el néctar es recolectado generalmente contiene entre 30-70% de agua y el resto corresponde a azúcares. La cantidad de nitrógeno en la miel es baja (x = 0,04 %). Las proteínas que están presentes en la miel, son principalmente constitutivas de enzimas tales como la invertasa, amilasa, glucoxidasa, fosfatasa y catalasa. El origen de estas, está en las propias abejas, o pueden provenir del polen, del néctar o de microrganismos. Para las abejas, el constituyente más importante del polen es la proteína. No todo el polen tiene igual valor nutricional, variando el contenido de proteínas entre 10 y 36 %.

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El polen es consumido por las obreras adultas y dado a las larvas de obreras y zánganos con más de tres días después de la eclosión del huevo. En larvas con menos de tres días raramente son encontrados granos de polen. Para las obreras el polen es la materia prima esencial para el funcionamiento de la glándula hipofaríngea responsable de la producción de jalea real. El polen también contiene lípidos, vitaminas y minerales que son importantes para la nutrición de las abejas. La mayoría de los pólenes contienen esteroles (menos del 0,5 %), que son esenciales para el metabolismo, ya que actúan como precursores del colesterol. La pared externa del grano de polen no es digerida por las abejas.

Composición del néctar

9 9 9 9 9 9 9 9

Composición del polen

5-80 % de azúcares Compuestos nitrogenados Minerales Ácidos orgánicos Vitaminas ( ácido ascórbico) Lípidos

9 9 9 9 9 9

Proteínas 15-30 % Aminoácidos libres 10-13 % Lípidos 1- 5 % Hidratos de Carbono 20-40 % Vitaminas Sales minerales 2,5-3,5 %

Pigmentos Sustancias aromáticas

Es importante considerar que el polen almacenado en las celdas y denominado “pan de abejas” difiere mucho del presente en las flores, ya que en se da un proceso de fermentación anaeróbica. Uno de los factores desde el punto de vista de la calidad del polen es su palatabilidad, y en este sentido se considera que muchos pólenes contienen sustancias que estimulan el consumo por parte de las abejas. En relación a la calidad nutritiva del polen son importantes el contenido de proteína cruda (CP) y la relación que existe de los aminoácidos esenciales (aa/aa). Los lípidos son necesarios para la reserva de energía, tiene funciones estructurales (los fosfolípidos en la membrana citoplasmática), componente de hormonas, hay algunos lípidos que tienen función atrayente a las abejas y otros como el ácido linoleico con funciones microbiológicas. Los minerales mayores permiten mantener la presión osmótica, asegura neutralidad eléctrica, permite el equilibrio entre ácidos y bases, funciones en relación a la permeabilidad celular y transmisión de impulsos. Los minerales menores forman parte de muchas enzimas. Las vitaminas también presentes en el polen tienen funciones específicas en relación al crecimiento y desarrollo y son reguladoras del metabolismo. Finalmente el agua es importante para disolver el alimento, es componente estructural de la abeja en estado larval y adulta, permite regular la temperatura de la colmena.

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TOMA DE ALIMENTOS Y DIGESTIÓN

BUSQUEDA Y TOMA DE ALIMENTOS

Dra. María Alejandra Palacio FCA-UNMdP - PROAPI

BUSQUEDA DEL ALIMENTO La abeja puede obtener el alimento de dos maneras diferentes: • De otra abeja a través del mecanismo de trofalaxis. esta forma de aprovisionamiento es esencial para todas las castas y todas las edades. El nutriente que se transfiere puede estar en la jalea real o en la miel y la entrega del mismo es un mecanismo activo, es decir, una abeja solicita la entrega y la otra acepta o rechaza. • La abeja busca su alimento. En este caso la abeja encuentra el alimento gracias a las sustancias odoríferas que contienen y que le son atractivos; de esta manera las abejas son orientadas a las fuentes de alimento, que provocan el movimiento y la búsqueda. TOMA DEL ALIMENTO La obrera toma los alimentos de forma diferente según la textura y composición del mismo. • Alimentos líquidos (néctar, miel, agua). En este caso las piezas bucales normalmente replegadas hacia la cabeza se extienden para formar la prosbóscide, como se ha detallado en el punto 1.2.3. Cuando el volumen de líquido a tomar es pequeño, solo utiliza la lengua y si el volumen es más importante se suman las maxilas en la formación del tubo de succión. • Alimento polvoriento (pan de abejas, polen, candi). En el caso especifico del polen, el mismo puede contener fagoestimulantes que provoca la acción de las mandíbulas. La abeja humidifica el alimento con la saliva antes de la ingestión. Cuando los fagoestimulantes están ausentes la abeja se comporta de igual manera cuando toma azúcar intentando diluir los alimentos con su saliva para luego absorverlos en forma líquida. • Alimentos sólidos (polen compacto, miel, azúcar). La abeja extiende su prosbóscide, diluye el alimento y lo absorve en forma líquida. Si el alimento es muy duro también actúan sus mandíbulas.

PASAJE Y DIGESTION DE LOS ALIMENTOS A TRAVES DEL CANAL ALIMENTARIO CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

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Una vez producida la toma del alimento mediante las piezas bucales se inicia su pasaje a través del canal alimentario. La bomba de succión facilita el pasaje de los alimentos desde la boca hacia la faringe y esófago. En el esófago debido a sus contracciones musculares se produce un pasaje pasivo hacia el estómago de miel o buche. El buche es un lugar de almacenamiento donde no hay proceso de absorción. El n0ctar sufre transformaciones por acción de la enzima invertasa producida por las glándulas

hipofaringeas.

Las

proteínas

no

sufren

transformaciones en el buche pues no hay presencia de enzimas proteolíticas. El contenido del buche puede pasar al ventrículo o estómago verdadero, ser regurgitado a una celda o pasar a otra abeja por trofalaxis. En el caso de continuar con el proceso de digestión el alimento debe atravesar el proventrículo donde el líquido (miel o néctar) pasa rápidamente hacia el ventrículo de acuerdo a las necesidades. La rapidez del transporte depende de la concentración del líquido, de la iluminación, temperatura, edad de la abeja, posibilidad de movimiento, etc. El alimento sólido (polen) es compactado en el proventrículo (ver punto) para luego ser transportados al ventrículo para su digestión. La membrana externa del grano de polen (exina) está formada por celulosa y no hay en el sistema digestivo de la abeja enzimas capaces de degradar esta sustancia. Cuando el grano de polen está en el estómago de miel o buche en suspensión del néctar, las moléculas de azúcar penetran en el interior del polen aumentando su concentración interna. Cuando el polen pasa al ventrículo la presión osmótica es menor, se produce ingreso de agua al interior del grano de polen y provoca la ruptura de las membranas liberando el contenido celular para que se pueda producir la digestión. (Kroon, 1974) Una vez en el ventrículo, el contenido del polen difunde rápidamente a través de la membrana peritrófica, y comienzan a actuar las enzimas proteolíticas secretadas por las células epiteliales. La duración del tránsito del polen en el ventrículo puede variar desde horas hasta algunos días. Los elementos simples producidos por la digestión van a la hemolinfa, que llega a todos los órganos y circula por todo el cuerpo de la abeja. cada órgano utiliza los elementos necesarios para su funcionamiento y elimina los deshechos. Estas sustancias de deshecho son tomadas y filtradas por los túbulos de malpighi para ser eliminados a la entrada del recto.

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ALIMENTACION ESTRATEGICA Med. Vet. Emilio Figini FCV- UNCPBA- PROAPI Dra. María Alejandra Palacio FFCA- UNMdP - PROAPI CONSUMO MENSUAL DE UNA COLONIA DURANTE LA INVERNADA Es importante tener valores de referencia de cual es el consumo promedio durante la invernada, estos valores son orientativos para la zona sudeste de la Provincia de Buenos Aires, de una colmena invernada en cámara de cría. Abril : 2 kg.

Agosto : 1,3 kg.

Mayo : 1, 4 kg.

Setiembre : 2,5

Junio: 1 kg.

Octubre : 4,5

Julio : 1 kg.

Noviembre : 6 kg. Total: 19,7 kg.

EVALUACIÓN DE RESERVAS Usando estos valores como referencia se puede realizar un cálculo de las reservas durante la invernada y fundamentalmente a la salida de ella, que como se observa en los datos de consumo, los niveles de consumo crecen en forma violenta en la primavera, que coincide con el comienzo de la actividad de cría. ALIMENTACIÓN Es común que los requerimientos superen a las reservas de la colmena, lo que hace imprescindible encarar una alimentación artificial con el objetivo de asegurar la subsistencia y cubrir las necesidades alimenticias básicas, durante la invernada. Los alimentos utilizados deben cubrir los requerimientos energéticos solamente sin tener en cuenta el aporte proteico, ya que el propósito es mantener la colonia hasta la temporada de desarrollo poblacional. Para este fin se pueden utilizar: Sacarosa o azúcar común de caña: es el sustituto de la miel mas utilizado, su calidad depende del grado de refinación, la utilización de azucares no refinados, azúcar rubia o melaza no es aconsejable ya que por acumulación de desechos en la ampolla rectal, puede provocar graves trastornos digestivos en las abejas. Jarabe de maíz de alta fructosa: conocido como Levudex, se obtiene a partir del almidón del maíz, contiene entre un 26 a 29 % de agua, 36 % de fructosa y 33% de glucosa. En relación a los alimentadores, los mismos deberían cumplir algunos requisitos: • Que evite el derrame de alimento • Que no favorezca el pillaje • No ser onerosos • Fácil de usar y cargar • Cómodos para guardar, apilar y transportar • No dañar a las abejas • Tener una capacidad acorde a las necesidades del caso

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En general para sostén o aprovisionamiento se utilizan los de mayor tamaño. Los más usados son el Doolitle que tiene dimensiones semejantes a un cuadro. Es un recipiente abierto en la parte superior con capacidad para 2-2,5 kg de jarabe. Se coloca en la colmena como si fuera un cuadro. Puede ser utilizado como tabla divisoria en la colmena. La dificultad reside en que hay que abrir la colmena para reaprovisionar. Una variación económica de este sistema consiste en introducir un panal vacío dentro de una bolsa de nylon, de forma que la bolsa sobresalga del cabezal del cuadro. Una vez introducido en la cámara de cría se rellena la bolsa con la cantidad de jarabe deseado, el cual queda a disposición de las abejas directamente. Se ha utilizado en algunos casos bolsas plásticas. El mecanismo consiste en colocar jarabe en bolsas y luego sellarlas o hacerles un nudo y colocarlas encima de los cabezales de los cuadros en el nido de cría. La bolsa deberá tener tamaño tal que una vez agregada la cantidad de jarabe la misma se pueda colocar sobre los cabezales sin obstaculizar el cierre de la colmena. Una vez colocada en la colmena, se realizan un par de orificios en la cara superior de la bolsa para que las abejas tengan acceso al alimento. El alimentador de alza se trata de un frasco de boca ancha cuya tapa tiene pequeñas perforaciones o sin tapa y con la boca cubierta por un trozo de arpillera (previamente doblada en varias veces). Se coloca invertido sobre la perforación de la entretapa apoyado sobre unos listoncitos de madera. Se coloca un cajón y el espacio vacío se rellena con pasto seco o arpillera a fin de evitar que se disipe el calor de la colmena; luego se coloca el techo. Este sistema evita abrir la colmena en época de frío y facilita la observación del volumen consumido El alimentador Boardman consta de una base especialmente diseñada para que se encaje perfectamente un frasco invertido cuya tapa tiene perforaciones. Permite la observación directa de su contenido y su reposición sin abrir la colmena. Por lo general, si no se usan juegos de encaje perfectos suele provocarse pillaje por derrame de su contenido, además el jarabe suministrado tibio pierde temperatura en su contacto con el ambiente. Los de entretapa, utilizan para su construcción una entretapa común la cual se acondiciona clavando dos listones transversalmente. Estos deberán tener un espesor inferior al marco de la entratapa para no entorpecer el paso de las abejas. Luego se sella con cera caliente los bordes y las esquinas para que el jarabe no se extienda entre las rendijas y se derrame. Permite reponer el alimento sin abrir la colmena. En algunos casos se elevan los bordes de la entretapa para permitir mayor capacidad y son utilizados para suministro de alimentación de sostén. También puede ser usado este método para aplicar sustituto de polen

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ALIMENTANDO A NUESTRAS ABEJAS: SUPLEMENTACIÓN ENERGÉTICA Mariano VIDAL y Enrique BEDASCARRASBURE Extraído de Boletín Apícola Nº 21 – SAGPYA – Julio 2002 La diferencia entre alimentación y nutrición. ¿ALIMENTAR O NUTRIR? Lo primero que debemos tener en cuenta antes de hablar de cualquier tipo de alimento, manejo, etc., es que alimentar no necesariamente significa nutrir. Comprender la diferencia entre estos dos conceptos, que a menudo se utilizan como sinónimos, nos ayudará a acertar en el manejo nutricional de nuestras colmenas. Mientras que alimentar es poner a disposición de las abejas un alimento determinado (miel, polen, jarabe de azúcar, sustitutos de polen, jarabe de maíz, etc.), nutrir es lograr que ese alimento sea adecuadamente digerido, asimilado y llegue a incorporarse efectivamente a nivel de los tejidos de las abejas. Puede ocurrir que la alimentación no signifique una adecuada nutrición e incluso que los alimentos aportados resulten contraproducentes para la digestión y asimilación de otros. Un ejemplo bastante común de esta situación lo constituye la alimentación con azúcar de barrido, con sustancias extrañas que pueden alterar la digestión aumentando la velocidad de pasaje o alterando el ambiente ventricular y condicionando severamente la capacidad de las abejas para lograr una adecuada nutrición. Dejando clara la diferencia entre alimentar y nutrir, pondremos énfasis de aquí en adelante en todo lo referente a lograr la mejor nutrición de las colmenas. Los requerimientos nutricionales de cualquier animal, entre ellos las abejas, son la energía (aportada por la miel); las proteína, vitaminas y minerales (aportados por el polen) y por supuesto, el agua. Aquí nos referiremos exclusivamente a la suplementación energética. La suplementación energética dentro de un plan de manejo. El objetivo básico de la suplementación energética dentro del manejo de una empresa apícola es la sustitución del alimento energético natural producido por las abejas (MIEL), por otro que cumpla con los mismos requisitos nutricionales pero que logre una mayor eficiencia global de la Empresa. También se utiliza con el objeto de estimular a la colonia, en este caso se trata de un jarabe más diluido y tiende a reemplazar el ingreso de néctar. Luego de varios años de trabajo en el campo, podemos decir que este objetivo es muy posible de lograr, siempre y cuando se realice un plan de trabajo programado, ejecutando cada una de las acciones requeridas en tiempo y forma. Lo fundamental es que la alimentación (como cualquier práctica dentro de nuestra empresa) forme parte de un verdadero plan de manejo y no constituya parches improvisados. Debe tratarse de un manejo sencillo para el que debemos contar con todos los insumos necesarios de antemano. Cada colmena debe tener su alimentador como componente permanente y contar con el sustituto elegido así como con los elementos para preparar el jarabe y distribuirlo. Otro de los puntos fundamentales es la provisión del insumo con el cual se va a preparar el alimento energético. No menos importante es contar con un sistema de preparación y distribución adecuado del alimento que vamos a utilizar, esto es para los casos en que la cantidad de colmenas así lo justifique.

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La diferencia entre alimentar y estimular Conceptualmente existe una diferencia entre alimentar y estimular. Alimentamos cuando tratamos de incorporar el elemento que elegimos para sustituir a la miel con el menor grado de estimulación de la postura posible por parte de la reina; mientras que cuando estimulamos, lo que estamos buscando es que la reina exprese su máximo potencial de postura, y para ello elegimos elementos que se asemejen al néctar de las flores. Es importante entender esta diferencia, porque estimular la postura en los momentos en que incorporamos sustitutos de miel es perjudicial para las colmenas, como se verá más adelante. ¿Con qué y cómo? Nos encargaremos de dar herramientas que ayuden a la organización de la empresa en lo referente a la alimentación energética de las colmenas, es decir a la sustitución de las reservas invernales de miel. Nuestra experiencia nos indica que el mejor elemento para sustituir a la miel es el JARABE DE AZÚCAR, y esto lo vemos así por varias razones. En primer lugar, porque el costo de un kg de azúcar en relación al de un kg de miel actualmente se encuentra en una relación 5 a 1, es decir, que con un kg de miel compramos 5 kg de azúcar. En segundo lugar, por el hecho que implica la facilidad de preparación y distribución. No menos importante es que alimentando con azúcar, no incorporamos ningún tipo de material extraño para las abejas, ya que es 100% sacarosa, y la abeja lo puede degradar muy fácilmente. Pero también es muy utilizado el Jarabe de Maíz de Alta Fructosa ( HFCS ), con el que se pueden obtener excelentes resultados, pero debe tenerse mucha precaución en su uso para evitar la contaminación y /o adulteración de la miel. Una vez de acuerdo en que tipo de suplemento vamos a utilizar, nos queda la tarea de planificar la mejor forma de hacerlo, pensando en logra nutrir a nuestras colmenas. Nosotros nos referiremos a la utilización del azúcar de caña. Aquí hay que tener en cuenta que un sistema de suplementación energética se basa en el hecho de que se van a invernar colmenas en cámara de cría, por lo cual, lo ideal es retirar todas las alzas melarias cuando se realiza la última vuelta de cosecha, momento en el cual se debe realizar la provisión del azúcar necesario para alimentar todas las colmenas. Una vez que las colmenas se encuentran en cámara de cría y contamos con el azúcar, entonces comenzaremos a incorporar el alimento.

Preparación y distribución del jarabe: el tipo de jarabe que utilizamos es el que se compone por dos partes de azúcar por cada parte de agua (66% de azúcar). Para la preparación, en un recipiente adecuado, se pone el volumen total de agua en relación a la cantidad de azúcar (ej: en un tambor de miel se ponen 75 lts de agua para 150 kg de azúcar), se hace hervir el agua, se retira el fuego, se va agregando el azúcar en el mismo momento en que se revuelve la mezcla, una vez disuelta el azúcar (tarea sumamente sencilla si se cumple con el hacho de que el agua esté hirviendo), estamos en condiciones de salir para el campo. En cuanto a los sistemas de preparación de jarabe, existen diversos métodos, siendo los más comunes los siguientes:

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1) Tambor de miel: puede utilizarse sin problemas para preparar el jarabe, simplemente hay que ponerlo sobre una fuente de calor, ya sea leña, quemador a gas, u otros, una vez que hierva el agua se retira la fuente, se agrega el azúcar y se revuelve con una varilla. Para pequeñas explotaciones este sistema tiene una ventaja, ya que se puede, con un quemador, preparar el jarabe directamente arriba del vehículo, y si el tambor cuenta con una canilla de salida inferior, también se lo utiliza para distribuirlo, llenándose baldes y luego trasladando con los baldes a las colmenas. Tener en cuenta que con un tambor se alimentan unas 40 a 50 colmenas. 2) Otra alternativa, para empresas medianas, es prepararlo en el tambor, y luego, por bombeo enviar el jarabe a un tanque de 1000 litros. Una vez lleno, luego, en el campo se utiliza la misma metodología que el ejemplo anterior. Con este tipo de tanque se puede alimentar hasta 200 colmenas por día, ya que lleva medio día de preparación y medio día de distribución. 3) Las alternativas para empresas grandes, son varias, pero un buen sistema para preparar el jarabe, es adaptar una paila quesera, a través de un armazón de ladrillos con una chimenea, se le deja una boca inferior para calentar con leña el agua, se agrega el azúcar y el agitado lo realiza un motor que gira las paletas de la paila (Ver Figura). Luego de preparado el jarabe, se bombea al tanque, que para este caso puede ser con capacidades mayores al anterior. Para agregarle agilidad al trabajo en el campo, se puede adaptar una bomba a motor con un surtidor en el extremo de la manguera, para introducir directamente el jarabe desde el tanque a la colmena. Para este tipo de sistema, hay que tener en cuenta la accesibilidad del colmenar y la distribución de las colmenas, ya que el vehículo debe acercarse mucho.

Incorporación del jarabe: La incorporación del alimento a las colmenas deber realizarse en los días cálidos del otoño, antes del comienzo de los fríos, ya que es muy difícil que las colmenas incorporen el jarabe desde los alimentadores cuando está formada la bola invernal. Tenemos que tener en cuenta que el tipo de alimentador a utilizar para estos casos debe tener una capacidad tal, que en una o dos veces nos permita incorporar a cada colmena la cantidad requerida de alimento, ya que si lo hacemos en forma más dispersa, seguramente provocaremos incentivación de la postura de la reina, algo que no buscamos en estos momentos. Los alimentadores mas utilizados son el de Marco o el de entretapa, de acuerdo a la experiencia del grupo SUR, el alimentador de entretapa cumple con estos requisitos, y además facilita el trabajo, ya que prácticamente no hay que hacer humo a las colmenas. Para ejemplificar, normalmente decimos que para llegar hasta la primavera sin problemas es suficiente entre 6 y 8 cuadros de la cámara de cría con reservas. La cantidad de jarabe a incorporar dependerá de la cantidad de miel con que contaban las colmenas al momento de realizar la tarea. Pero debemos calcular que para llenar un cuadro de reserva tenemos que dar dos litros de jarabe 2/1, que a su vez son 2,6 kg de jarabe, ya que 1 litro equivale a 1,3 kg. Entonces sabemos que por cada cuadro que tenemos que llenar, hay que comprar 1.75 kg de azúcar. Para una colmena de tres cuadros de miel, debemos incorporar entre 6 y 10 litros de jarabe, o sea que debemos

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comprar entre 5 y 9 kg de azúcar por cada colmena y a la vez contar con alimentadores que puedan contener al menos entre 3 y 5 lts. de jarabe. La alimentación mal manejada puede afectar la salud de nuestras abejas y la calidad de la miel. Como ya se dijo, una mala alimentación no sólo no nos garantiza la adecuada nutrición sino que puede afectar la salud de nuestras abejas. Debemos tener cuidado de estar utilizando una fuente de energía debidamente probada y que haya demostrado que no va a causar daños en el sistema digestivo de las abejas. Otra cosa que debemos tener muy en cuenta es que si llegamos tarde con la alimentación y las abejas ya han pasado hambre la situación es irreversible. Si estamos en el norte del país seguramente se fugaron o se fugarán y si estamos en el centro – sur difícilmente la colonia sobreviva o pueda producir de acuerdo al potencial de la zona.

Además es muy importante tener en cuenta que un error en la administración del alimento puede afectar la calidad de la miel a cosechar en la próxima temporada, que puede presentar síntomas de adulteración a causa de un manejo indebido de la suplementación. Para evitar estos problemas, debemos asegurarnos que estamos utilizando solamente la cantidad de energía que las abejas van a consumir durante el invierno y el inicio de primavera.

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ALIMENTANDO A NUESTRAS ABEJAS: SUPLEMENTACION PROTEICA Vet. Mariano VIDAL, técnico de COSAR Coop. Ltda. Ing. Enrique BEDASCARRASBURE , Director PROAPI Extraído de Boletín Apícola - SAGPYA Introducción Las abejas evolucionaron a partir de avispas, gracias al desarrollo de estructuras que les permitieron obtener las proteínas de las flores. De ese modo pudieron abandonar el comportamiento de insectos parásitos característico de sus ancestros e iniciar la coevolución con las angiospermas (plantas con flor) en uno de los fenómenos mas trascendentes de la historia evolutiva de los últimos 100.000.000 de años, que dotó a las abejas de una extraordinaria adaptación y explica el éxito de estos insectos en ese período. Considerando la historia evolutiva de las abejas, no nos sorprende que en el caso de Apis

mellifera sea precisamente la dinámica de las proteínas la que juega un rol determinante en la vida de la colonia. Pese a la decisiva importancia de la nutrición proteica, se trata de uno de los temas más ignorados no solo al tiempo de diseñar estrategias de manejo para la empresa apícola, sino también en el campo de la investigación científica. En la primera nota nos referimos a algunos conceptos básicos de la nutrición y desde donde surge la necesidad de introducir estos conceptos en un plan de manejo, ahora nos referiremos exclusivamente al rol de las proteínas dentro de dicho plan. Rol de las proteínas en la vida de la colonia Lo primero en que debemos ponernos de acuerdo es en que no existe para las abejas ninguna fuente de proteínas de mejor calidad que el polen de las flores y que el proceso de transformación de dicho polen se inicia en el mismo momento en que las abejas lo recogen, continúa con una fermentación dentro de las celdas cercanas al nido de cría (similar a la ocurrida en un silo de los utilizados para alimentar vacunos) y se completa con un complejo proceso dentro del ventrículo de las abejas. Pero el polen también aporta grasas, vitaminas y minerales. El peso y contenido de nitrógeno de las abejas al nacer depende del consumo de polen de las nodrizas que alimentaron sus larvas y este de la fluctuación en el ingreso de polen a la colonia (también de la presencia de varroa dentro de las celdas ). Pero las abejas recién nacidas deben crecer y desarrollarse y este fenómeno se inicia cuando comienzan a consumir polen (o más precisamente los productos de la fermentación del pólen en los panales cercanos al nido de cría). En primavera los productos de la digestión del polen se direccionan principalmente a las glándulas hipofaringeas y son destinados a la alimentación de la cría; cuando la colmena se prepara para invernar se reduce el área de cría y pasan a conformar las reservas corporales de las abejas invernantes, el nivel de reservas corporales determinará la vida media de dichas abejas y el arranque de la colonia en la salida de la invernada. La suplementación proteica dentro de un plan de manejo El objetivo de un plan de suplementación proteica dentro de la empresa apícola consiste (en conjuntamente con el control de varroa y la suplementación energética), en lograr una buena capacidad de invernada y adecuado arranque primaveral de las colonias. CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

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Para lograr dicho objetivo debemos recordar que un verdadero plan de manejo lo debemos tener planificado para todo el año, con los insumos a disposición en el momento oportuno y la mano de obra disponible para llevarlo a cabo.

Calidad de las abejas que invernan: fundamentalmente cuando hablamos de calidad de abejas en la invernada estamos pensando en la cantidad y calidad de reservas proteicas que las mismas posean en sus cuerpos, ya que estas proteínas van a determinar en forma directa el tiempo que van a vivir estas abejas. Entender este concepto es muy importante dado que muchas veces se cree que lo importante son las reservas de polen otoñal que pueda tener almacenada la colmena durante el invierno en los panales, pero este polen almacenado durante el otoño tiene escaso valor nutritivo para las abejas que invernan. Puede ocurrir (y de hecho es muy frecuente que suceda) que entramos a la invernada con buena población de abejas, pero cuando estamos a la mitad de la misma notamos que las colmenas comienzan a perder población, esto ocurre porque estas colonias no acumularon suficientes reservas corporales para poder vivir todo el invierno. Cantidad y Calidad de polen en el otoño

Cantidad de Proteína Corporal

Expectativa media de vida de las abejas

Población de abejas al fin de la invernada

Calidad de las abejas luego de la invernada: de la calidad de las abejas que pasan la invernada va a depender el arranque primaveral de la colonia, es decir que si las abejas invernantes cuentan con buen nivel de reservas corporales seguramente vamos a llegar a la primavera con una buena cantidad de abejas, que alimentaran muy bien a las primeras tandas de cría utilizando sus reservas corporales en esta actividad. Pero si las reservas corporales están muy disminuidas, lo primero que vamos a notar es que la capacidad para alimentar cría es muy baja y termina muriendo una gran cantidad de estas abeja antes de que comiencen a nacer las crías por ellas alimentadas. Este es el famoso RECAMBIO DE ABEJAS, que se da cuando las reinas inician la postura. Debe tenerse en cuenta que si las reservas corporales y la disponibilidad de proteínas frescas (entrada de polen) son adecuadas, este recambio de abeja no debería ser notado por el apicultor. De la cantidad de cría generada en el primer ciclo de postura de la reina, que está relacionada con la cantidad y calidad de las abejas que pasaron el invierno, va a depender la población de abejas con la que vamos a llegar al inicio de la cosecha, o la fecha en la cual vamos a poder nuclear estas colmenas. Cantidad y Calidad de abejas en la primavera

Cantidad de cría a ser alimentada

Población de abejas luego del primer ciclo de cría

Población de abejas al inicio de la cosecha

Sin dar fechas, ya que la situación es muy dispar en todo el país, si logramos salir de la invernada con 7 a 8 cuadros cubiertos con abejas con buenas reservas corporales, desde el momento en que comience una buena entrada de polen esa colmena en 40 a 45 días tendrá entre 7 y 8 cuadros de cría.

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También es importante el manejo de los espacios en la carga de reservas proteicas de las abejas, ya que si reducimos las colmenas a cámara de cría y todavía existe algo de entrada de néctar se producirá un bloqueo de la postura, con lo cual todas las abejas que nazcan en la última tanda de cría antes del invierno tendrán una buena carga proteica ya que al no tener larvas para alimentar almacenan este alimento en sus cuerpos. En los casos en que dicho bloqueo no se de en forma natural tendremos que producirlo nosotros a través de la utilización de jarabe de azúcar (2 azúcar/1 agua) en dosis grandes y en pocas aplicaciones (ej: dos aplicaciones de 5 kg con 7 días de intervalo) y hacia fin de verano o temprano en el otoño, momento en el cual todavía existe algo de ingreso de polen y las abejas pueden utilizarlo para cargar sus reservas corporales. Relación entre el área de cría y las reservas protéicas con buen m anejo

Relación entre el área de cría y las reservas protéicas con m al m anejo

Invierno

Invierno

Cría

Cría

Reservas Corporales

Reservas Corporales

Sin entrar en detalle, solamente mencionaremos cual es la relación entre la cantidad de reservas corporales de las abejas que van a invernar y la oportunidad en el tratamiento contra varroa. En el cuadro de la izquierda se grafica una situación donde el tratamiento se realiza solamente en el otoño, es decir uno o dos meses después de finalizada la cosecha. El cuadro de la derecha muestra los resultados con un tratamiento realizado ni bien se retira el última alza melaria, seguramente este tratamiento deberá complementarse con otro de otoño. Relación entre la población de varroas y las reservas proéicas con tratamiento mal hecho

Fin cosecha Varroas

Invierno

Reservas Corporales

Re lación entre la población de v arroas y las re se rv as protéicas con tratamiento bien hecho

Fin Cosecha Varroas

Invierno

Reservas Corporales

¿Cuando y con qué? Dentro del marco general anteriormente explicado, la suplementación con proteínas es importante en dos momentos de la vida de las colmenas, en el otoño, para ayudar a cargar las reservas corporales de las abejas que van a invernar, y en primavera para evitar baches producidos por escasez de floraciones o CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

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temporales largos, ya que las abejas recolectan polen para no más de 5 o 6 días, por lo cual cualquier temporal que dure más que este tiempo, genera una caída importante de las proteínas dentro de las colmenas, hasta incluso muchas veces llega a observarse canibalismo. Siempre que hablamos de suplementación con proteínas debemos considerar que el objetivo es una adecuada nutrición de larvas y abejas recién nacidas, que son las que realizan el gran consumo de proteínas, si tenemos en cuenta que estas abejas no se alejan mucho del nido de cría (no más de 4 cm), entonces ya sabemos que debemos ponerlo lo más cerca posible del nido. Para lograra lo anterior se debe proporcionar el sustituto en forma de tortas, mezclando los ingredientes con agua y logrando una masa de consistencia suficiente como para que no se desparrame una vez puesta en la colmena. Con esta masa se arman tortas similares a hamburguesas. Pueden utilizarse las maquinitas que usan las carnicerías para hacer hamburguesas, e incluso el mismo film de polietilieno que utilizan para separar las hamburguesas. La colocación de estas tortas se realiza sobre los cabezales de la cámara de cría bien arriba de donde se encuentre el nido de cría.

En el Otoño: Lo recomendable es dar al menos dos o tres tortas de 200 g un par de meses antes de que se corte la cría, tratando de que la última cría que nace antes del invierno cargue sus reservas corporales con las proteínas aportadas. Una torta de este tamaño la van a consumir en 7 a 10 días.

En la Primavera: Cada apicultor debe evaluar en conjunto con su Técnico la necesidad de utilizar un sustituto proteico durante la primavera, ya que cada zona es distinta a la otra. Tener en cuenta que en una zona con primaveras muy inestables, es recomendable la suplementación proteica por más que las floraciones primaverales sean buenas, ya que como dijimos anteriormente cuando existen temporales largos se puede entrar en estrés proteico aún con buenas floraciones. Lo recomendable en la primavera, en los casos que se identificó el problema por la experiencia de otros años, es utilizar tortas en forma permanente, lo que puede llevar a un consumo por colmena de unas 3 a 4 tortas de 200 g durante toda la primavera.

Características que deber reunir un buen sustituto proteico: debe tener como mínimo un 23 % de proteínas, con una buena biodisponiblidad de las mismas, es decir proteínas de buena calidad desde el punto de vista de la digestión y asimilación por parte de las abejas. Tradicionalmente se utilizan en apicultura una serie de insumos para preparar sustitutos proteicos, estos son Harina de Soja, Levadura de Cerveza y Proteínas de Leche. En cuanto a la calidad, las proteínas de la leche son las de mejor calidad, las de la levadura son intermedias y las de la harina de soja son las de mas baja calidad. También se debe tener en cuenta que la levadura de cerveza cuenta con muchas de las vitaminas que son imprescindibles para el funcionamiento de las colmenas. No existe una única receta para preparar un sustituto de polen, una de las más difundidas es la realizada por Haydak, hace ya 50 años, la misma está formulada con 3 partes de harina de soja, 2 partes de levadura de cerveza, 1 parte de leche en polvo descremada y 4 partes de azúcar, a esta mezcla hay que agregarle agua hasta que se forme la masa y luego preparar las tortas.

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CALIDAD NUTRICIONAL EN COLONIAS DE Apis mellifera Lic. Quím. Laura Zilio Lic. Graciela Rodríguez – INTA Ascasubi - PROAPI Requisitos proteicos de las abejas Para poder desarrollar sus funciones vitales y perpetuar la especie la abeja requiere proteínas, carbohidratos, minerales, grasas, vitaminas y agua. Debe existir un balance y aporte adecuado de estos nutrientes, variando estos requisitos entre las diferentes castas y etapas de la vida de las abejas. Las proteínas son necesarias para el crecimiento, desarrollo y mantenimiento de las estructuras corporales de todos los seres vivos, ya que están presentes como constituyentes de los tejidos, y cumplen funciones como catalizadores biológicos en numerosas funciones metabólicas. Las proteínas les resultan imprescindibles a las abejas para la alimentación de las larvas, el completo desarrollo de las abejas jóvenes y la reparación de las células y órganos en las abejas más viejas (Kleinschimdt, 1990a). El polen es recolectado por las abejas de un gran número de plantas en floración. Aporta las proteínas y es el factor más importante en la población de la colonia y en la producción de miel (Klienschmidt, 1990a). Su composición química y valor nutritivo varían de acuerdo a la fuente (Haydak, 1970) y otros factores, como la humedad, la temperatura, el pH y fertilidad del suelo y la fecha de recolección (Somerville, 2001). Además de la proteína, el polen satisface también los requerimientos dietarios de minerales, lípidos y vitaminas. El polen de una fuente monofloral será químicamente diferente de un polen similar recolectado en otra área. El nivel de proteína de polen recolectado de diferentes plantas varía entre 8 y 40 %, causando una gran variabilidad en el valor nutritivo para las abejas y como consecuencia en el efecto fisiológico producido (Herbert, 1992). La cantidad de polen que una colonia consume dependerá de la disponibilidad de polen para el pecoreo y de las demandas de la colonia para desarrollar las larvas y las abejas jóvenes. Los requerimientos anuales de polen para una colonia varían considerablemente dependiendo del estado de la misma y de las fuentes florales que disponga. Se han registrado consumos de 20 a 40 kg de polen (Haydak, 1935). Esta cantidad podría ser mayor si las colmenas son movidas con el flujo de néctar y las condiciones de cría se dan por más tiempo. No sólo la cantidad de proteínas en el polen, sino su calidad, es decir, la proporción de aminoácidos, determina la calidad nutricional del polen para las abejas. Por ejemplo, los pólenes con un contenido de proteína cruda menor al 20% son sólo apropiados para las abejas si poseen un buen balance de aminoácidos (Kleinschmidt, 1990a). Las abejas necesitan de una dieta balanceada en aminoácidos para su satisfactorio desarrollo y crecimiento. Diez aminoácidos son considerados esenciales y las proporciones expresadas en % de proteína cruda han sido establecidas por De Groot (1953): arginina (3.0), histidina (1.5), lisina (3.0), triptofano (1.0), fenilalanina (2.5), metionina (1.5), treonina (3.0), leucina (4.5), isoleucina (4.0) y valina (4.0). La serina, la glicina y la prolina, aunque no son esenciales para el crecimiento, ejercen un efecto estimulante a niveles de crecimiento subóptimo (De Groot, 1953). Cuando existe una carencia de proteínas, la isoleucina es el aminoácido limitante más frecuente (Kleinschmidt, 1998). También se registran deficiencias en lisina, histidina, arginina, valina y metionina en muchas fuentes de polen (Somerville, 2001). CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

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Algunos pólenes son deficientes en algún aminoácido, lo que los hace inapropiados para una adecuada nutrición de las abejas si éstas lo consumen puro, ya que afectan el equilibrio del nitrógeno y el desarrollo (De Groot, 1953). Sin embrago, la colonia normalmente recolecta polen de diversos orígenes florales, los que se mezclan y de esta forma se logra un balance de los nutrientes esenciales para la abeja, resultando de alto valor nutritivo (Haydak, 1970). Por otro lado, si el balance de aminoácidos no es el apropiado y alguno se encuentra en cantidad deficiente en la dieta, las abejas aumentan el consumo de polen para suplir esas deficiencias. Los aminoácidos consumidos en exceso son eliminados en las heces (Kleinschmidt, 1990a). Así, algunas colonias colectan grandes cantidades de polen de bajo valor proteico, mientras otras prefieren recolectar menores cantidades de pólenes de alto valor (Kleinschimdt, 1990b). Por ejemplo, el eucaliptus presenta deficiencia en isoleucina. Si este polen es recolectado con pólenes de otras especies, es posible que las deficiencias sean compensadas, pero si las abejas dependen únicamente de esta fuente durante períodos prolongados, es posible que se presentes problemas en las colmenas, sobre todo si las cantidades de polen son bajas. Otro ejemplo es el girasol. En este caso el nivel de proteína cruda es muy bajo para sostener el buen estado de las colmenas, aunque la proporción de aminoácidos no presente desbalances. Si una colonia que está en un cultivo de girasol se mueve hacia un flujo fuerte de miel, puede colapsar o disminuir seriamente su población, por disminución de la proteína corporal de las abejas. De acuerdo a la información que dispone, Somerville (2001) divide las especies de plantas en tres categorías generales: •

pólenes que no sostienen el crecimiento y desarrollo de la colonia,



pólenes que sostienen una colonia pero sólo bajo condiciones de flujos suaves de miel, y



pólenes que podrían abastecer a las colonias que están en flujos fuertes de miel, siguiendo la crianza.

Especies con niveles medios de proteína cruda menores de 20%, como cardos, arándano, cítricos, roseta, lavanda, maíz, girasol, pino y sauce. Si estos pólenes son los predominantes, puede asumirse que las colonias van a declinar en población, particularmente si están trabajando en un flujo mediano a fuerte de miel. Especies con proteína cruda media de 20 a 25%, como algunas especies de eucaliptus, canola, mostacilla, haba y abrepuño. Las abejas estarán mejor con estos pólenes si tienen niveles de actividad forrajera intensa, como ocurre con flujos fuertes de néctar. Las abejas son capaces, en algunas circunstancias, de consumir grandes cantidades de estos pólenes para subir su valor medio nutricional. Así estos pólenes podrían ser considerados por los apicultores como una fuente deseable de polen cuando hay una amplia cantidad disponible. Los pólenes con más de 25% de proteína cruda son considerados de alta importancia nutricional para las abejas. Especies que exhiben tales niveles incluyen: flor morada, almendro, varios tréboles, algunas especies de eucaliptus, lupines y pera. De éstos, algunos son excepcionales fuentes de proteína cruda, con 30% o más. Los apicultores deberían considerar a estos pólenes como de alta calidad y cuando se apunta a construir colonias para futuros flujos fuertes de miel o a polinizar, estas especies, si están disponibles, deberían ser consideradas favorablemente en una estrategia comercial.

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Las abejas almacenan polen en celdas en la forma de pan de abeja, una mezcla de polen, miel, enzimas, secreciones glandulares y microorganismos que ayudan a conservarlo y le agregan valor nutritivo (Herbert, 1992). Bajo condiciones naturales, el polen recogido por las abejas se almacena generalmente en la periferia del área de cría. En una colonia que está en un periodo de crianza, este polen colocado en el panal al lado de los huevos, es consumido tempranamente por las abejas nodrizas. Si está más alejado puede ser almacenado por largos periodos de tiempo (Standifer). Requerimientos proteicos de acuerdo al desarrollo de las abejas Las larvas, ya sean de obreras, zánganos o reinas, necesitan grandes cantidades de proteína para su desarrollo desde estadios tempranos, que son provistas por las secreciones de las glándulas hipofaríngeas de las nodrizas. Se ha calculado que la crianza de una larva requiere entre 4 y 6 mg de nitrógeno (Haydak, 1970), unos 125 mg de polen (Duoll, 1974). Las larvas jóvenes de obreras reciben jalea, que es blanco-grisácea y de consistencia pastosa, resultante de la mezcla de dos componentes alimentarios (uno claro, acuoso y otro blanco, lechoso) en una proporción 3:1 o 4:1, a diferencia de la jalea real que tiene una proporción 1:1. Las larvas de más de 3 días reciben, además de la secreción clara, un alimento amarillento que contiene polen (Haydak, 1970). En condiciones normales, la mortalidad de las larvas de obreras es baja, pero mayor en zánganos y reinas, que sufren más las fluctuaciones en la dieta. Cuando existen problemas nutricionales la mortalidad de las larvas crece e incluso, en ausencia de polen, el canibalismo de la cría puede convertirse en una importante fuente de proteínas (Bedascarrasbure). Cuando una obrera emerge, su expectativa de vida puede variar desde unos pocos días hasta varios meses, dependiendo fundamentalmente de factores estacionales, entre los que se destacan la disponibilidad de alimentos en el periodo larval y el adulto (Bedascarrasbure). Luego del nacimiento, el desarrollo de tejidos corporales, músculos y glándulas, como las hipofaríngeas, dependen de una adecuada cantidad de proteínas en la dieta (Herbert, 1990). Si ha sido sometida a carencia de polen, las glándulas se desarrollan en

forma incompleta y se reduce la vida media

(Bedascarrasbure). Durante la vida adulta temprana de las obreras, todo el nitrógeno es derivado de las proteínas del polen, consecuentemente, las abejas jóvenes deben consumir una gran cantidad de polen en las dos primeras semanas de vida adulta. Algunas comienzan a consumir polen en las 2 primeras horas, y la mayoría consume polen continuamente a las 10 horas (Dietz, 1969). El consumo alcanza un máximo cuando tienen 5 días (Morton, 1950). En ese periodo sus glándulas hipofaríngeas, cuerpos grasos y otros órganos internos se desarrollan (Moskovlevic-Filipovic, 1952). El grado de estos cambios, sin embargo, depende de las condiciones generales, tales como el estado, los requerimientos, y la fuerza de la colonia, la crianza, la presencia de reina, la entrada de néctar y polen, el clima y otros (Haydak, 1970). Dentro de los 5 días, el contenido de N se incrementa a un 93% en la cabeza, 76% en el abdomen y 37% en el tórax (Haydak, 1934). Es muy importante una dieta balanceada y abundante de las nodrizas para el buen estado de la colonia (Haydak, 1970). Las “guardias nodrizas” normalmente terminan cuando tienen 10 a 14 días, y comienzan las “guardias de campo”, momento en el que disminuye drásticamente el requerimiento de proteínas de polen,

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manteniendo una mínima ingesta para renovar proteínas corporales, encontrándose disminución en el peso y el contenido de N de sus tractos digestivos (Haydak, 1934). El constituyente dietario principal pasan a ser los carbohidratos, obtenidos principalmente del néctar y la miel, al comenzar las actividades de pecoreo. Las abejas viejas necesitan sólo carbohidratos para obtener energía, derivando todos los materiales necesarios para reparar sus órganos vitales del catabolismo de las reservas corporales depositadas durante periodos mas tempranos (Haydak, 1970). La cantidad de proteína utilizada por abejas más viejas, particularmente las productoras de cera, usualmente no se considera y puede ser un factor importante en la colmena (Kleinschmidt, 1990a). Cuando las abejas son forzadas a mantener la crianza, continúan el consumo de polen, aún habiendo pasado el periodo normal de nodrizas. Bajo estas condiciones, siguen activas el 70% de las glándulas hipofaríngeas de las abejas de 75 a 83 días (Haydak, 1970). Sin embargo, las abejas criadas son más frágiles, y su longevidad disminuye en la medida que aumenta la edad de las nodrizas. Consumo estacional de polen En invierno, el consumo es mínimo dada la reducción o inexistencia de cría en la colmena. Las necesidades proteicas de la colonia se cubren principalmente a partir del pan de abejas, de las reservas corporales, aunque puede observarse cierta entrada de polen, de, algún eucaliptus florecido, por ejemplo, como muchas veces ocurre en la región pampeana (García Girou, 2003). A la salida del invierno se reanuda la cría con lo que comienzan a aumentar los requerimientos proteicos y vitamínicos de la colonia. Durante la primera etapa, las necesidades serán cubiertas por las reservas corporales y del pan de abejas, y progresivamente con la entrada de polen. El manejo que realice el apicultor en esta etapa resulta decisivo en el futuro desarrollo de las colonias. Si las colmenas reciben en este momento una dieta rica en carbohidratos y pobre en proteínas, ocurre un rápido descenso del nivel de proteína corporal con la consiguiente disminución de la longevidad de las abejas (García Girou, 2003). La primavera es una estación de alta probabilidad de deficiencias de polen, ya que hay gran desarrollo de la cría, muchas obreras en la colonia y pocas pecoreadoras (Bouquet, 1994). Las abejas son estimuladas por las condiciones para comenzar la crianza, aún con bajo nivel de proteína (Kleinschmidt, 1998). En verano, con abundantes floraciones y una intensa actividad de las pecoreadoras, las deficiencias de polen son raras y ocurren generalmente cuando las colmenas se encuentran en áreas de monocultivos de especies de bajo valor nutritivo, como girasol y eucaliptus o cuando las condiciones ambientales son muy desfavorables. En otoño, las abejas requieren altos niveles de proteína corporal para prepararse para el invierno (Kleinschmidt, 1998). Al haber una decreciente demanda de polen por disminución del área de cría, condiciones ambientales relativamente estables y buena población de pecoreadotas, no es frecuente la deficiencia de polen (García Girou, 2003).

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Estado sanitario y nutrición La nutrición juega un papel fundamental en la prevención de las enfermedades como herramienta para mantener el estado fisiológico interno de los diferentes individuos, favoreciendo la defensa contra los agentes patógenos. Ésta se basa en el mantenimiento de la homeostasis y el comportamiento higiénico, ambos relacionados con la nutrición de la colonia. Un adecuado nivel nutricional estimula el comportamiento higiénico y reduce la masa infectante, transformándose así en el principal componente ambiental que permite la expresión de los mecanismos genéticos de defensa (Bedascarrasbure). Una nutrición pobre se ha visto asociada con factores tales como el pobre desarrollo de órganos, reducida longevidad, y reducida capacidad de reparar células y glándulas. Estos problemas pueden volverse menos importantes con prácticas de manejo adecuadas (Hornitzky, 1990). Los problemas de nutrición ciertamente tienen un rol en el desarrollo de enfermedades infecciosas y, por consiguiente, en el estado de salud de la colonia. Por ejemplo, se ha visto una alta concentración de esporas de nosema cuando la crianza se vuelve mínima como resultado de una deficiencia proteica (Hornitzky, 1990). Bajo ciertas circunstancias los factores nutricionales previenen los peores efectos de las enfermedades, sin embargo, muchos otros factores de estrés también juegan un rol importante en determinar el estado de salud de la colmena (Hornitzky, 1990). Las proteínas en la abeja El contenido proteico del cuerpo de las abejas puede variar del 21 al 67% y resulta un factor determinante en la longevidad de las mismas. Cuando el contenido proteico corporal excede el 40% las abejas pueden vivir más de 45 a 50 días, mientras que las abejas que sufren una disminución por debajo del 40% viven entre 20 y 26 días (Kleinschmidt, 1990a). En cuanto la disponibilidad de polen disminuye, disminuye también la proteína cruda corporal. Mientras buena cantidad de polen esté disponible y se incremente el área de cría, un polen de 20 a 21% de proteína cruda no va a ser suficiente para incrementar también la proteína corporal (Kleinschmidt, 1990b). La proteína corporal se ve reducida por producción de miel y cera, tiempo frío o caluroso y aumento de la crianza, especialmente en primavera. Se ve aumentada por la recolección de mucho polen con más del 20% de proteína, y si no son forzadas a producir demasiada miel (Kleinschmidt, 1998). El cuerpo graso es un centro metabólico y bioquímico, que participa de funciones de homeostasis, dándole significación biológica su capacidad de mantener un equilibrio entre los recursos y los requerimientos durante las diferentes fases de la vida de la abeja. Biosintetiza y acumula de proteínas, lípidos, carbohidratos, aminoácidos y otros metabolitos (Stanley, 1997). Este almacenaje es especialmente importante en las abejas recién nacidas durante el otoño, las cuales presentan también un mayor contenido proteico en la hemolinfa y en las glándulas hipofaríngeas, al compararlas con las abejas de verano (Fluri, 1982), ya que son las responsables de secretar el alimento necesario para las larvas de los primeros ciclos de cría a la salida del invierno. Durante los periodos de alta necesidad de polen en la

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colonia, en los que el ingreso del mismo no alcanza a cubrir la demanda (primavera o flujos fuertes de néctar) la abeja utiliza sus reservas corporales (Crailsheim, 1990). El cuerpo graso varía sus funciones en las diferentes etapas: mientras en las etapas inmaduras acumula nutrientes necesarios para el desarrollo adulto, es principalmente un órgano biosintético durante la vida de larva y adulto (Keeley, 1985). Las glándulas hipofaríngeas constituyen el centro de fabricación del alimento de las larvas y su desarrollo está muy relacionado al contenido proteico de la dieta (Standifer, 1970). Las abejas nodrizas, que tienen sus glándulas hipofaríngeas bien desarrolladas, son las principales encargadas de la secreción de productos ricos en proteínas, las jaleas, que luego son distribuidos por trofalaxis al resto de las castas de la colonia (Haydak, 1970). El consumo de polen de una abeja nodriza se incrementa en la medida que crece el número de larvas por ella alimentada (Hrassnigg, 1998b). El desarrollo de las glándulas hipofaríngeas en las obreras, como consecuencia de su dieta, ofrece una oportunidad para estudiar el valor nutricional de varias proteínas. Standifer y colaboradores (1960) encontró que el desarrollo de estas glándulas está relacionado con el contenido proteico de la dieta. El mejor desarrollo se ha visto que se obtiene con altos niveles de proteínas, pero niveles menores promueven el incremento de la longevidad. Esta discrepancia indica diferencias en los requerimientos proteicos de abejas jóvenes y viejas. El completo desarrollo morfológico de las glándulas hipofaríngeas no necesariamente significa que sus secreciones sean las convenientes para nutrir las larvas (Browers, 1982). El desarrollo de las glándulas hipofaríngeas en las obreras es muy flexible; ya que obreras de la misma edad tienen diferentes tareas dentro de la colonia, pueden exhibir diferente desarrollo de las mismas (Huang, 1994). Estas glándulas se degeneran cuando comienzan a pecorear, aunque al comienzo de esta etapa aún pueden presentar glándulas bien desarrolladas (Rosca, 1930, citado por Hrassnigg, 1998a). Varios estudios indican que la edad a la que estas glándulas se degeneran es bastante flexible, dependiendo de las condiciones de la colonia y la época del año (Hrassnigg, 1998a). La hemolinfa o sangre de las abejas contiene gran variedad de compuestos relacionados con diferentes funciones. Además del transporte de nutrientes, productos de desecho y hormonas entre los tejidos, tiene una importante función de almacenamiento; sus componentes pueden ser acumuladas en algunas circunstancias y utilizadas en otras. El contenido proteico fluctúa mucho más ampliamente que los aminoácidos u otros compuestos no proteicos (Wyatt, 1961). Muchas de las proteínas de la hemolinfa, como la vitelogenina (precursora de la vitelina, principal proteína del huevo), han sido caracterizadas por diversos autores (Bitondi, 1998). Evaluación del estado nutricional de las abejas Muchos estudios han evaluado la calidad del polen por medición directa de sus factores nutricionales, ya sea proteína cruda o aminoácidos (Auclair, 1948; McLlelan, 1977; Rayner, 1985; Somerville, 2001). Estos estudios se han realizado en pólenes colectados por las abejas y almacenados por ellas, pólenes

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frescos y pólenes en diferentes situaciones y tiempos de almacenamiento, así como pólenes puros de diferentes especies y pólenes mezclados. Además, se han usado diferentes criterios para evaluar el estado de nutrición proteica de las colonias de Apis mellífera, a partir de la comparación de diferentes dietas, es decir, del potencial biológico de varios pólenes y otras fuentes proteicas sobre el desarrollo y crianza de abejas, o respuesta de la colonia. La evaluación de la calidad del polen por medición del crecimiento de la colonia y su desarrollo podrían proveer la información más pertinente acerca del impacto potencial sobre el buen estado de las abejas. La medición de factores que estén relacionados con la habilidad de las obreras de utilizar el polen podría evidenciar cualquier diferencia inherente a la eficiencia de la digestión del polen y la asimilación de proteínas. Criterios fisiológicos de evaluación de nutrición proteica: 1. Consumo 2. Longevidad 3. Área de cría 4. Proteína corporal 5. Proteína en la hemolinfa 6. Población de zánganos 7. Desarrollo órganos internos: glándulas, ovarios y cuerpos grasos 1. Consumo: Estudios realizados indican que aparentemente no hay relación entre el contenido de proteína cruda del polen y el consumo relativo por las obreras recientemente emergidas. Esto sugiere que las abejas jóvenes, particularmente las nodrizas, quizás no tengan un mecanismo a través del cual discriminen el contenido proteico de la dieta que consumen (Pernal y Currie, 2000). Tampoco entre el consumo de polen y el número de crías (Hrassnigg, 1998b). Este parámetro se puede medir mediante la diferencia entre lo que se coloca en las cajas y lo que queda, o por el peso del estómago de las abejas (Hrassnigg, 1998b), pero mide únicamente la cantidad y no la calidad nutritiva de las dietas. 2. Longevidad: La longevidad de las abejas recientemente emergidas en relación con diferentes dietas fue estudiada por varios autores, entre ellos Standifer y colaboradores (1969) y Kulincevic (1982), que evaluaron la longevidad de abejas adultas y de las nodrizas criadas bajo diferentes dietas. 3. Área de cría: El área de cría ha sido estudiada por varios autores, entre ellos Kleinschmidt (1990b), que encontró que en cuanto la disponibilidad de polen se reduce, el área de cría disminuye. El número de crías en función de diferentes dietas también ha sido investigado por Kulincevic (1982). Sin embargo es un parámetro impreciso porque varía también en función de factores climáticos, duración del día y otros. 4. Proteína corporal: La proteína corporal de la abeja es una buena medida de la capacidad de las colmenas de sobrevivir al invierno y de superar enfermedades. Cuanto más alto es el nivel de la proteína corporal, más capaces son las abejas de producir miel (Kleinschmidt, 1998). En cuanto la disponibilidad de polen disminuye, disminuye también la proteína cruda corporal. Aunque una buena cantidad de polen esté disponible y si se incrementa el área de cría, un polen de 20 a 21% de proteína cruda no es suficiente para incrementar también la proteína corporal (Kleinschmidt, 1990b).

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5. Proteína en la hemolinfa: Bitondi y Simões (1996) investigaron la relación entre la cantidad de polen ingerida por obreras, en el laboratorio, y el nivel de proteína en la hemolinfa, así como de vitelogenina, que representa alrededor del 40% de la proteína de hemolinfa. El incremento de la secreción de vitelogenina en la hemolinfa de las nodrizas causa un incremento considerable de la proteína total. En las forrajeras el contenido de proteínas en hemolinfa disminuye al disminuir el consumo de polen. Cremonez y colaboradores (1998) establecieron que la medición del contenido proteico de hemolinfa es un método útil, rápido, práctico, preciso y más simple que la medición de vitelogenina para determinar si la dieta es adecuada para las nodrizas. 6. Población de zánganos: Taber (1987) considera que la población de zánganos de una colmena resulta un buen indicador de la cantidad y calidad de polen disponible, ya que ante una disminución de la cantidad y/o la calidad del polen, la colonia regula casi inmediatamente la población de zánganos. 7. Desarrollo de órganos internos: El desarrollo de órganos es otra forma de evaluar la calidad de la dieta proteica consumida por una colonia. Entre los órganos factibles de ser evaluados se encuentran las glándulas hipofaríngeas, los ovarios y los cuerpos grasos. Ya que las obreras jóvenes son responsables de alimentar a todas las abejas dentro de la colonia, la medición del desarrollo de las glándulas hipofaríngeas provee información acerca de la cantidad de proteína potencialmente diseminada al resto de la colonia. El contenido proteico de las glándulas hipofaríngeas es un parámetro fisiológico efectivo para evaluar la calidad del polen consumido por las obreras recientemente emergidas (Pernal, 2000). La síntesis proteica de estas glándulas utiliza la proteína derivada del polen (Crailsheim, 1992). En una colonia las nodrizas consumen activamente y digieren grandes cantidades de polen almacenado y las secretan como alimento para las crías desde sus glándulas mandibulares e hipofaríngeas (Sheeley, 1982). La cantidad y calidad de alimento para las crías producida por las nodrizas tiene importantes relaciones con el estado de la colonia como una unidad. La mayor parte del alimento se destina a desarrollar las larvas dentro de la colonia, sin embargo, una proporción significativa también alimenta a los miembros adultos por trofalaxis (Crailsheim, 1998). La calidad del alimento recibido por las crías y la reina, especialmente, tiene el potencial de influenciar el crecimiento de la colonia (Pernal, 2000). El desarrollo de las glándulas hipofaríngeas es influenciado por la cantidad y calidad de proteína ingerida por las obreras (Hrassnigg, 1998a; Standifer, 1960) y es evaluado en función de su diámetro o expresado en una escala del 1 a 4 (Mauricio, 1954: 1 sin desarrollo y 4 desarrollo completo, citada por Standifer, 1960). El tamaño de dichas glándulas, medida por su diámetro acinal, está relacionado con su contenido proteico total (Browers, 1982). En las abejas nodrizas, el contenido proteico de las glándulas hipofaríngeas puede ser usado como indicador de actividad glandular (Huang, 1989). El examen de las glándulas de las obreras recientemente emergidas es una medida fiable de la asimilación proteica, ya que su tamaño no es afectado por reducciones sucesivas de la cantidad de larvas (hasta el 6to día, comenzando las diferencias luego de 15 a 23 días (Hrassnigg, 1998ª). Standifer (1960) determinó que luego de 21 días hay retroceso, por lo que es más adecuada la comparación de dichas glándulas ante el consumo de diferentes dietas a los 14 días.

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En condiciones normales de crianza hay una correlación positiva entre el peso del estómago, que representa el consumo de polen, y el volumen de los acinos; pero también en abejas después del invierno, que casi no consumen polen, hay un buen desarrollo glandular (Mauricio, 1954). Aquí las abejas acumulan nutrientes en sus glándulas, que se vuelven grandes y se mantienen en este estado por un largo periodo. Así, solo en colonias de crianza normal las abejas pueden ser clasificadas como nodrizas por su estómago pesado, contendiendo mucho polen y por el buen desarrollo de las glándulas hipofaríngeas. Por lo que se deduce que no sólo la cantidad de crías es la que regula el curso del desarrollo de las glándulas hipofaríngeas (Hrassnigg, 1998ª). La determinación del peso fresco de la cabeza puede servir parcialmente como un método rápido y fácil para describir el desarrollo glandular. Aunque hay una buena correlación entre esta medida y el volumen de los acinos, existen algunas desviaciones (Hrassnigg, 1998ª). Cuando las glándulas degeneran, su espacio no es llenado sólo por hemolinfa, sino también por aire. La disminución del peso en un 30% en forrajeras con respecto a las nodrizas, permitirían volar más económicamente, así también la reducción del peso del estómago (Hrassnigg, 1998b). El desarrollo de las glándulas hipofaríngeas y ovarios en obreras recientemente emergidas parece ser una medida fiable y sensible de la utilización de las proteínas, y cuando se usan juntas proveen un buen indicador de la calidad del polen que está siendo consumido, dada la fuerte correlación entre la cantidad de proteína consumida de la dieta del polen y el alcance del desarrollo de glándulas hipofaríngeas y ovarios (Pernal, 2000). La significativa correlación positiva entre el contenido de proteína cruda de las dietas y el desarrollo de las glándulas hipofaríngeas en las obreras, indica que el contenido de proteína cruda podría ser usado como guía general para evaluar la calidad del polen (Pernal y Currie, 2000). Aunque la mayoría de las especies de polen que han sido cuantitativamente analizadas exhiben perfiles similares de aminoácidos y contienen los niveles mínimos de aminoácidos esenciales necesarios para el normal crecimiento y desarrollo de las abejas, el contenido proteico es importante. El rango de desarrollo de las glándulas en las obreras no está relacionado con la composición de aminoácidos esenciales del polen consumido (McCaughey, 1980), pero está correlacionado con el nivel de proteína en la dieta (Standifer, 1960) y con la cantidad de proteína que se ingiere (Standifer, 1970). Es más, la adición de aminoácidos esenciales frecuentemente ha probado ser innecesario para mejorar el estado nutricional de dietas específicas (Cremonez, 1998). Aún para especies como el diente de león, que no sostiene la crianza porque tiene deficiencias aminoacídicas, el contenido de la proteína cruda es característicamente bajo (9,9%). Estos resultados sostienen el uso de proteína cruda como parámetro para evaluar la calidad de la dieta de polen (Pernal y Currie, 2000). La proteína del polen promueve el crecimiento de los cuerpos grasos (Mauricio, 1954). Fluri y colaboradores (1982) determinaron la relación existente entre el contenido proteico de cuerpos grasos, de hemolinfa y de glándulas hipofaríngeas.

CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

23

TABLA CONTENIDO DE AMINOACIDOS DE ALGUNAS ESPECIES

• Acacia dealbata Proteína cruda %: 21.4 (d) Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

d

4.7

6.1

2

8.7

5

4.2

---

---

10

---

• Acacia doratoxylon Grasa/Lípidos %: 0.9 (a1)

Proteína cruda %: 24.9 (a1) Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1

3

4

2.2

5.4

2.9 *

3.2

4.7

2.4

6.4

--

• Acacia longifolia Proteína cruda %: 24.6 (a1)

Grasa/Lípidos %: 1.4 (a1)

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1

4.5

5.3

2.7

7.5

4.6

4.2

6.2

2

5.5

--

• Acacia spp. Grasa/Lípidos %: 1.2 (a1)

Proteína cruda %: 23.8 (a1) Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1

4.6

5.5

2.5

7.3

4.6

4.1

5.4

2.1

7.2

--

• Asteraceae spp. Proteína cruda %: 14.5 – 24.5 (I)

CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

24

• Brassica napus Proteína cruda %:

22.8

26.1

23.8

23.2

24.9

(b)

27.1

(e)

10.6

(d)

(a1)

23.6

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1

4.9

5.1

2.3

7

4.6

4.3

8.2

2.1

5.1

---

a1

5.1

5.6

2.3

7.6

4.5

4

8.5

2.7

4.8

---

a1

3.9

5.2

2

6.6

3.8

3.8

5.6

2.5

6.3

---

a1

5

5.5

2.5

7.2

5

4.5

8.3

2.2

5.1

---

b

4.4

3.5

1.7

6.2

3.9

4

6.8

2.7

4.6

---

b

4.4

4.7

2.9

6.4

4.3

4

6.7

2.3

4.3

---

e

4.8

5.2

1.9

6.9

4.5

4.3

7.8

2.2

5.2

---

d

5.6

6.8

1.8

8

6.2

5.5

3.2

---

6.2

---

Grasa/Lípidos %:

22.8

26.1

23.8

23.6

(a1)

22.8

26.1

23.8

23.6

(a1)

• Caduus nutans Proteína cruda %: 15.1 (a1)

Grasa/Lípidos %: 2.3 (a1)

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1

3.8

4.8

2.3

5.7

4.2

3.4

6.1

3.6

3.7

---

CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

25

• Centaurea solstitialis Proteína cruda %:

20.6

(a1)

18

22.4

26

(b)

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1

4.2

4.9

2.1

7

4.5

4

6.3

3.7

4.4

---

b

3.4

3.6

1.5

5.2

2.9

3.1

5.9

3

4.9

---

b

4.4

4.1

2.1

6.7

3.3

4.5

5.5

4.2

5

---

b

3.8

4.4

1.9

6.3

3.9

3.5

4.3

2.5

4.7

---

Grasa/Lípidos %:

2.8

(a1)

8

(b)

• Cirsium vulgare Proteína cruda %:

17.6

16.1

31.8

C

18.3

d

(a1)

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1

4.3

5.2

1.2

6.7

4.7

4

6.1

3.6

3.7

---

a1

3.6

5.1

1.9

6.2

4.5

3.5

6.8

3.1

3.9

---

c

3.4

3.6

2.1

6.4

3.2

4.1

1.8

1.4

3.9

---

b

1.7

3.4

1.9

4.6

3.5

2.6

1*

---

6.5

---

Grasa/Lípidos %:

2.25

CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

2.59

(a1)

26

• Citrus spp. Proteína cruda %: 18.5 (a1)

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1

4.4

5.3

2.1

7.2

4.2

4.3

9.5

2.3

5.2

---

Grasa/Lípidos %: 3 (a1)

• Cucurbita pepo Proteína cruda %: 26.4 (c)

• Echium plantangineum Proteína cruda %: 30.9

(1995 n=28)

34.6

30.8

33.3

(b)

31.4

(d)

35.2

(e)

(1996 n=17)

34.8

(a1)

(1997 n=16)

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1 (n=28)

4.4

5.6

2.6

7

5.1

4.2

5.9

2.6

5

---

a1 (n=17)

4.5

5.2

2.3

6.8

4.4

4.1

6.2

2.6

4.9

---

a1 (n=16)

4.5

5.2

2.3

7

4.4

3.9

6.7

2.9

4.9

----

b

4.1

4.1

2.1

5.9

3.5

3.7

6.8

3.3

5

1.3

b

3.9

4.1

2.5

6

3.6

3.6

6.2

2.3

4.7

---

d

4

4.5

1.7

6.8

4.3

4

5.5

1.8

4.7

---

e

4.8

5.3

1.9

6.8

4.6

4

6.6

2.4

5.1

1.1

CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

27

• Echium plantangineum Proteína cruda %: 30.9

(1995 n=28)

34.6

30.8

33.3

(b)

31.4

(d)

35.2

(e)

(1996 n=17)

34.8

(a1)

(1997 n=16)

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1 (n=28)

4.4

5.6

2.6

7

5.1

4.2

5.9

2.6

5

---

a1 (n=17)

4.5

5.2

2.3

6.8

4.4

4.1

6.2

2.6

4.9

---

a1 (n=16)

4.5

5.2

2.3

7

4.4

3.9

6.7

2.9

4.9

----

b

4.1

4.1

2.1

5.9

3.5

3.7

6.8

3.3

5

1.3

b

3.9

4.1

2.5

6

3.6

3.6

6.2

2.3

4.7

---

d

4

4.5

1.7

6.8

4.3

4

5.5

1.8

4.7

---

e

4.8

5.3

1.9

6.8

4.6

4

6.6

2.4

5.1

1.1

• Eucalyptus camaldulensis Proteína cruda %:

22.6

25.6

21.9

(d)

26.5

(e)

25.8

(c)

(a1)

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1

4

5.5

3

6.9

4.5

3.8

5.9

2.3

6.5

---

a1

3.8

5

2.5

6.5

3.6

3.8

5.5

2.3

6.2

---

d

3.2

5

1.1

5.4

3.2

5.9

3.4

1.5

8

---

e

3.6

4.9

1.8

6.4

3.7

4

5.9

2.2

6

---

h2

6.7

4.4

1.4

6.2

3.2

4.0

---

2.1

7.1

---

Grasa/Lípidos %:

4.62

CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

1.3

(a1)

28

• Eucalyptus dealbata Proteína cruda %:

21.1

21.6

24.2

(b)

20.5

22.1

26

26.1

(h2)

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

b

4.1

4.2

1.9

6.4

3.2

4.3

4.9

2.3

5.8

---

b

3.5

4.7

1.8

6.3

3.7

3.8

5.8

2.1

6.1

2.6

b

3.5

4.6

1.5

5.7

3.4

3.2

4.7

1.7

6.6

---

h2

3.6

3.3

1.9

4.8

2.9

7.3

3.7

1.9

5.5

---

h2

4.8

2.3

5.8

8.6

2.4

5.9

---

2.6

1.6

5.1

3.5 * 2.5

3.2

h2

3.7 * 2.6

2.9

4.0

1.8

4.9

---

h2

3.0

2.7

1.8

5.6

2.9

3.5

4.9

2.0

5.5

---

h2

3.1

3.0

2.0

5.7

3.0

3.5

4.8

1.8

5.7

---

• Lupinus albus Proteína cruda %:

34.7

(e)

28

(d )

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

e

4

5.1

1.7

6.8

4.5

4

6.1

2.1

4.6

1.1

d

3.9

5.5

1.7

7.4

4.6

4.1

7.3

---

5.6

---

CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

29

• Medicago sativa Proteína cruda %:

20

24.1

19.4

(d )

(b)

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

b

3.6

4

1.6

5.4

3.1

3.3

5.5

2.9

5.2

1.4

b

3.3

3.3

1.4

5

2.7

3.1

5.6

3.2

4.5

1.6

d

3.6

4.7

1.3

8.4

5.7

4.5

6.5

---

4.6

---

• Vicia faba Proteína cruda %:

Grasa/Lípidos %:

24.4

(a1)

22.3

24.1

(a3)

1.72 (a1)

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1

4.6

5.2

2.2

6.7

4.8

4.2

6.2

2.1

5.1

---

a3

4.8

5.1

1.8

6.8

4.6

4.3

6.8

2.2

5

---

a3

4.8

5.2

1.8

6.9

4.8

4

7.4

2.3

4.8

---

CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

30

• Papilionaceae spp. Proteína cruda %: Grasa/Lípidos %: 1.7

19.7

17.1

14 1.7

(b)

1.6

(a1)

23.3

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1

4

5

2.4

6.6

3.8

5.7

2.7

7.1

---

a1

4.5

5

2.7

7.4

2.7 * 3.7

4.4

5.7

2.6

4.9

---

a1

3.7

4.8

2

6.3

2.7

3.7

5.6

2.7

7.1

---

• Pinus radiata Proteína cruda %:

8.9

(d )

9.5

(e )

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

d

2*

3.2

3.3

1.5

---

3.2

---

2.9 *

3.8 *

4.9

3.1 * 2.9 *

1.5

e

0.3 * 1.3 *

6

5.4

2*

11. 7

0.9 *

• Pinus spp. Proteína cruda %: 7 (c)

• Raphanus raphanistrum Proteína cruda %: 25.2 (e) Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

e

4.2

5

1.9

6.9

4

4

6

2.1

5.8

1.2

CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

31

• Rapistrum rugosum Proteína cruda %:

21.6

21.8

22.7

25

29.2

(c )

24.4

25.3

(b)

22.9

24.6

(a1)

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1

4.7

5.3

2.3

7.1

4.9

4.4

8.5

2.1

5.1

---

a1

4.8

4.9

2.6

6.8

4.3

4.2

6.6

2.1

5.1

---

a1

4.7

5

2.5

7

4.5

4.3

6.5

1.9

5.6

---

a1

4.6

4.8

2.3

7

4.3

4.3

6.8

1.9

4.8

---

a1

4.6

4.7

1.9

6.5

4.1

7

2.3

4.8

---

b

4.6

4.4

1.7

6.8

3.9 * 3.8

4.1

7.9

2.7

5.9

---

b

4.1

4.6

2.2

6

4.2

3.7

6.2

2.1

5.6

---

6.5

Grasa/Lípidos %:

5.9

5.2

5.4

7

(a1)

• Rubus fructicosus Proteína cruda %:

14.8

(d )

20

(e )

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

d

3.1

4.8

1.5

6.5

4.1

4.5

8.5

---

7.4

---

e

4.4

5.4

2.3

7.3

4.6

4.6

6.3

2.6

5.2

0.9 *

• Salix discolor Proteína cruda %: 21.9 (a1)

Grasa/Lípidos %: 3.1 (a1)

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1

4.5

5.5

2.5

7.5

4.8

4.4

7.2

2.3

6.3

---

CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

32

• Schinus molle Proteína cruda %: 18.1 (d) Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

d

3.5

4

1.7

8.6

5.6

3.5

6.7

---

8

---

22.1

22. 4

22.5

23.1

(a1)

16.3

17. 7

17.9

17.9

19.2

20.6

24. 3

(c)

• Eucalyptus albens Proteína cruda %:

19.5

20.1

(b)

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1

3.4

4.3

2.7

6

3.4

3.4

5.2

2

5.8

----

a1

3.8

5.3

2.7

6.9

4.2

3.9

5.4

2.3

6.4

---

a1

3.9

4.7

2.6

6.6

3.8

3.9

4.8

1.7

5.8

---

a1

3.9

4.9

2.3

6.5

3.6

3.8

5.6

2.6

6.8

---

b

3.1

4.8

2.0

7.0

3.7

4.2

6.7

2.9

7.1

0.9

b

6.8

1.9

1.8

6.8

3.8

4.1

6.6

2.4

7.1

---

b

3.9

4.8

1.9

6.8

3.7

4.1

6.7

2.5

7.3

---

b

4

4.4

2

6.5

3.5

4.4

6.7

3.9

5.9

---

b

3

4.7

2.6

5.7

3.6

3.7

5.6

1.9

6.4

---

b

3.7

4.8

3.1

5.3

3.7

3.9

5.3

1.9

6.3

---

b

3.4

4.5

2.7

5.7

3.7

5.3

1.9

6.3

---

h2

3.5

4.3

2.0

6.1

3.5 * 3.4

4.1

5.4

1.9

5.8

---

h2

3.4

3.4

2.0

6.3

3.2

3.9

6.9

2.2

6.1

---

h2

4.0

5.5

2.8

6.9

3.3

4.4

4.0

1.9

5.9

---

CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

33

• Senecio madagascariensis Proteína cruda %:

12.4

(a1)

11.8

12.6

13.3

15.2

17.3

(c)

Grasa/Lípidos %: 2.41 (a1) Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1

4

4.1

2.3

5.8

3.6

3.4

5.4

3.2

4.4

---

b

4.3

4.2

2.1

6.2

3.5

4

6.2

4.1

6

---

b

3.5

2.8

1.5

4.9

2.3

3.5

6.1

4

5

---

b

3.4

3.3

1.7

4.9

2.2

3

6.3

5.1

5.6

---

b

4.4

1.2

6

8.4

6.8

6.3

---

3.8

1.4

5.7

3.2 * 3.9

3.5

b

3.7 * 3.8

3.4

7.3

3.6

5

---

• Trifolium repens Proteína cruda %:

Referencia

Thr

Val

a1

4.6

b

25.9

(a1)

22.5

22.6

23.1

25.1

25.6

(d)

24.7

(e)

24.9

25.4

(b)

Leu

Iso

Ph

Lys

His

Arg

Try

5.3

Me t 2.2

7

4.4

4.3

5.9

2.5

4.7

---

3.2

2.7

1.4

5.1

2.3

3.3

5.1

2.3

3.5

---

b

3.8

3.1

1.8

5.9

2.6

3.6

5.6

4.2

4.6

---

b

3.6

2.9

1.7

5.5

2.4

3.4

5.4

4.2

5.1

---

b

3

2.3

1.5

4.6

1.9

2.9

4.9

3.9

4.3

---

B

4.3

3.5

2

6.8

3.1

4.3

7.6

4.1

3.4

---

d

4.1

4.5

1.5

5.7

5

7.3

---

4.3

4.6

1.8

5.7

4.6

2.7 * 2.8

---

d

13. 5 13.

---

8

---

e

4.3

5.3

2.1

6.9

4.6

4.6

5.5

2.6

4.2

---

Grasa/Lípidos %:

2.5 (a1)

CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

34

• Ulex europaeus Proteína cruda %:

28.4

(a1)

16.5

(d)

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1

4.5

5.1

2.3

7.2

4.4

4.4

6

2.3

4.7

---

d

4.3

10.

3.2

14.

2.1

11.

2.4

---

2.6

---

Grasa/Lípidos %:

2.1 (a1)

• Vicia spp. Proteína cruda %:

24.1

(a1)

24

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1

4.6

5.2

2.4

7

4.7

4.4

6.7

2

4.7

---

a1

5

5.7

2.4

7.8

5.1

4.8

7.4

2.2

5.2

---

Grasa/Lípidos %:

1.8

1.7

(a1)

• Zea mays Proteína cruda %: Grasa/Lípidos %:

14.9

(a1)

14

15

(d)

1.8 (a 1)

Referencia

Thr

Val

Met

Leu

Iso

Phe

Lys

His

Arg

Try

a1

5.1

5.9

1.6

6.8

4.8

3.8

5.6

1.9

4.7

----

CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

35

BIBLIOGRAFÍA

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INSECTOS EN GIRASOL. Polinizadores, Fitófagos y Entomófagos

Resumen

Daniela VITTI, Cesar SALTO María Ana SOSA y Silvia LUISELLI Ed INTA 2008

Introducción El cultivo de girasol se realiza en Argentina desde mediados del siglo XIX, a partir de semillas traídas por inmigrantes de Europa Oriental. La importancia del cultivo, que se desarrolla en diferentes regiones agroecológicas desde el Chaco – Formosa hasta el sur de Buenos Aires y La Pampa, se debe a su uso como fuente de aceite comestible. La relación con los insectos mutualistas de los insectos polinizadores contribuye a aumentar los rendimientos a la vez que aportan el polen y néctar para el alimento de los insectos. De allí u importancia para la apicultura comercia, ya que es notoria la presencia de Apis

mellifera (Himenóptera: Apidae) en cultivos florecidos de girasol en diferentes regiones productivas del país. Los insectos fitófagos (se alimentan de la planta) pueden producir daños de importancia en el cultivo, llegándose en algunos casos a la necesidad de recurrir a medidas de control basadas en el empleo de productos químicos. De acuerdo al insecto que ataque estos pueden ser aplicados desde la siembra hasta la etapa final del cultivo, abarcando la plena floración. Es en dicha etapa cuando se presentan conflictos si se aplican insecticidas, ya que si bien es necesario controlar los insectos para que no causen daño económico, por otro lado se pueden reducir drásticamente las poblaciones de polinizadores, cuya muerte causaría mermas en los cultivos y perjuicio en las explotaciones apícolas comerciales. Algunos insecticidas autorizados por el SENASA para su aplicación en girasol pueden resultar tóxicos para las abejas. Ver listado en anexo. El uso indiscriminado o inadecuado de agroquímicos puede disminuir las poblaciones de polinizadores naturales. En flores de girasol se han encontrado cantidades pequeñas de activos aplicados como curasemilla, sin conocimiento de del posible efecto sobre los polinizadores. Por este motivo en 1999, el Ministerio de Agricultura de Francia suspendió temporalmente la autorización en uso del insecticida imidacloprid, basado en “principios precautorios”, hasta tanto se aclaren fehacientemente las causas de la declinación de las poblaciones de abejas. (Bonmatin et al., 2005); Maus et al.;2003; Rortais et al., 2005; Schmuck et al., 2001) Consideraciones finales La expansión de los monocultivos en el ámbito mundial a expensas de la vegetación natural ha reducido drásticamente la biodiversidad en regiones templadas y está ocurriendo en niveles alarmantes en las regiones tropicales. Esta crisis de la biodiversidad esta unida a la degradación de los servicios que prestan los ecosistemas, entes los que se encuentra la polinización mediante insectos especializados a tal fin. Como complemento la polinización natural se presenta la apicultura que agrega al servicio prestado a las plantas, la producción comercial de miel. Las regiones más desarrolladas del mundo están viendo en forma alarmante una declinación en el número de colmenas en producción, con evaluaciones de posibles causas que no indican CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

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fehacientemente las razones por las que se produce tal fenómeno. En USA, donde se estima que es servicio de polinizadores involucra más de 130 cultivos con un valor de 15 billones de dólares aproximadamente, se calcula que las colmenas comerciales de abejas europeas han disminuido en un 40 % en los últimos años (de un máximo de 4 millones de colmenas a 2,41 millones en la actualidad) siendo la supuestas causas: 1. Presencia de nuevos patógenos o variantes de los ya establecidos 2. Ataque de nuevos parásitos. 3. Situaciones de tensión nutricional o ambiental. 4. Uso excesivo de pesticidas. El Departamento de Agricultura (USDA) ha desarrollado un plan de acción para afrontar el problema, conocido como “Desorden del colapso de las colonias” (Collony collapse disoder o CCD) (Kaplan, 2007). En Europa también se observo una disminución en las poblaciones de abejas, destacándose en este sentido lo que está ocurriendo en España, Alemania y particularmente en Francia, donde se realizaron estudios tratando de relacionar el problema con el uso de pesticidas en semillas de girasol, lo que no pudo ser confirmado. Diversos trabajo adjudicaron las declinación de las colmenas a varios factores (Maus, 2003) •

Infestación por Varroa



Enfermedades Bacterianas



Otros patógenos



Condiciones Climáticas adversas



Incompatibilidades fisiológicas y genéticas



Practicas de manejo inadecuadas



Uso excesivo de insecticidas

En Argentina, el numero de colmenas se incremento ligeramente en los últimos años, lo que fue acompañado por mas producción, con variaciones lógicas derivadas de las condiciones climáticas de cada zona. La producción nacional está expuesta a la problemática detallada para los países desarrollados, particularmente el avance de los monocultivos y el uso excesivo de insecticidas. Ejemplos de ello se observan en zonas donde la soja está presente, con empleo de herbicidas que reducen drásticamente la diversidad vegetal, lo que conlleva problemas evidentes para la producción apícola comercial, o el uso de insecticidas para el control de isoca medidoras del girasol, próximo a al inicio de la floración, sin respetar los niveles de daño, con los consiguientes perjuicios para el cultivo, la producción apícola y el ambiente general. Se debe considerar el uso de insecticidas selectivos, el respeto por las recomendaciones de aplicación (evitando los horarios de mayor actividad de los polinizadores), como así también la formulación de productos (un producto puede ser selectivo, pero al esta formulado en polvo, puede ser trasladado a la colmena durante la polinización). Finalmente, de ser necesario usar insecticidas, emplear los activos registrados en SENASA para la aplicación en girasol, detallado en el anexo. Además, a los costos de control deberán añadirse los

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equivalentes al rendimiento potencial no logrado por muerte de los polinizadores cuando los tratamientos coincidan con el periodo de floración. En la medida en que se manejen dichos factores en forma adecuada, se podrán superar y así mantener la tendencia actuales en producción, exportación y en definitiva ingresos económicos, que es lo que finalmente se debe tener en cuenta, tanto para la miel como para el girasol.

Para mayor información consultar en el ejemplar: INSECTOS EN GIRASOL. Polinizadores, Fitófagos y Entomófagos Daniela VITTI, Cesar SALTO, María Ana SOSA y Silvia LUISELLI. Ediciones INTA 2008

CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

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Sendero tecnológico, camino seguro hacia la calidad. Med. Vet. Emilio FIGINI INTA EEA del Salado. PROFEDER. Fac. Cs Veterinarias. Unicen. [email protected] La construcción del Sendero Tecnológico es un ejercicio compartido, INTA y las instituciones que conforman el Proapi proponen que lo transitemos. Lo recorreremos con la convicción de mejorar la calidad día tras día; esa calidad que miles de consumidores esperan de los productos de la colmena. Sabemos que las exigencias no son pocas, el desafío está planteado para todos, algunos lo entendieron ya. Nuestro propósito como equipo, es ponerlo al alcance de todos los apicultores de este gran país apícola. Considerando los requerimientos de calidad que imponen los consumidores y las características propias de los productores apícolas, para quienes la actividad en mas de 90 % de los casos se plantea como actividad complementaria. Surge como primera conclusión que pocas serían las empresas que de forma aislada estarían en condiciones de cumplimentarlos; para ellos la oportunidad es recorrerlo acompañados.

Caminemos juntos Grupos de asistencia técnica: el ámbito asociativo se compone de una variedad de alternativas, la constitución de grupos de Cambio Rural es una de las elegidas con mayor frecuencia por los apicultores argentinos. Los mismos comparten además de objetivos comunes, un promotor asesor. El grupo en sí mismo es la herramienta fundamental que permite el intercambio de experiencias y motoriza los cambios. Diagnóstico de campo: En primera instancia es una labor que se le encomienda al técnico del grupo es la de realizar la inspección de todas las colmenas de al menos un apiario de cada miembro, determinar la población de las colmenas (categorización), evaluar el nivel de reservas y estado sanitario (presencia de enfermedades de la cría y monitoreo de varroosis ver notas específicas). Estos datos resultan elementales para conocer la situación sanitaria y productiva de cada uno de los integrantes del grupo, a partir de su conocimiento se podrán realizar los ajustes en el plan sanitario y diagramar el plan de trabajo. Los apicultores tienen la responsabilidad llevar registro de las operaciones que realizan en el apiario, de manera que puedan detectar y corregir posibles fallas del sendero tecnológico, a la vez que será posible establecer la trazabilidad desde el apiario. Con los datos del campo disponibles, harán más provechosas las reuniones mensuales

en donde se podrán analizar los mismos y evaluar cómo se ajustan a los

objetivos del grupo. Estrategia de control de Loque americana: El método de control de loque americana sustentado en la aplicación preventiva de antibióticos, representa el mayor obstáculo para lograr la obtención de miel de alta calidad. Se puede evitar el uso de antibióticos con el uso de técnicas de manejo tales como la inspección sanitaria de todas las colmenas del apiario, el reciclado de colmenas afectadas y una serie de medidas que permitan realizar explotaciones aún a gran escala sin la necesidad de aplicar antibióticos de manera preventiva. Obtendrá mayor información en la nota específica. Alimentación estratégica: valiéndose del conocimiento previo de las características de la zona donde se operan las colmenas, se podrá diseñar la estrategia de alimentación. La incorporación de CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

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alimentadores internos del tipo Doolittle permite suministrar jarabe durante el desarrollo primaveral y durante la preparación de las colmenas para la invernada (no durante la misma). La suplementación proteica es una herramienta que se podrá utilizar en zonas que tienen momentos de carencia, aunque no pensemos que será la solución a todos los problemas en desarrollo de las colonias. Monitoreo y control de Varroosis: sabemos que la aplicación indiscriminada de químicos trae aparejado dos riesgos potenciales; la aparición del fenómeno de la resistencia del ácaro al principio activo utilizado y la probable detección de residuos de acaricidas en los productos de la colmena. Razón de sobra para que implementemos un sistema de monitoreo de la carga parasitaria (relacionado con la curva de floraciones de la zona) y la estrategia de control (ver recomendaciones de la CONASA). Oportunidad de la multiplicación: en el contexto actual de la apicultura en donde la oferta de alimentos se encuentra restringida en varios momentos año (especialmente en primavera y fin de verano) es tremendamente importante la elección del momento oportuno para realizar la multiplicación de las colonias; el mismo debería estar en sintonía con la curva de floraciones. El tipo de colmena que se pretende multiplicar también lo es, el concepto a respetar sería: multiplicar sólo cuando la colmena alcanza un desarrollo importante y las abejas cuentan con abundancia de nutrientes. Ni más ni menos que imitar el comportamiento de las colonias de abejas melíferas que sólo se reproducen en condiciones de abundancia. Si revisamos los momentos y el estado de las colmenas que frecuentemente “se multiplican” encontraremos en parte la respuesta a las grandes pérdidas de colmenas que se reportan. Recambio de Reinas: si bien es ampliamente conocido que el recambio de reinas es una de las operaciones fundamentales para mantener colonias sanas y productivas. Es todavía una práctica poco utilizada, sea por escasa disponibilidad de celdas reales o reinas fecundadas o simplemente por no saber cómo hacerlo. Está demostrado que realizando el recambio de reinas y aplicando el resto de las herramientas mencionadas se reduce la mortandad anual de colmenas a la vez que se estabiliza la producción. Gestión de la Calidad: En esta parte del camino la participación de los integrantes del grupo y la acción intergrupal resulta determinante logar la autogestión de calidad. Que integra todos los elementos del proceso productivo, respaldados por los registros correspondientes, que permiten analizar la información generada y establecer la trazabilidad desde el apiario. El resultado del proceso debería conducir a la generación de un flujo de producto diferenciado y luego a la captación de un mercado dispuesto a pagar por este producto diferenciado. Unidades Demostrativas: Ud. Podrá compartir la implementación de cada uno de las propuestas mencionadas en las Unidades Demostrativas, en vivo y en directo desde el apiario, conducidas por apicultores y técnicos.

Consultando en www.apinetla.com.ar tendrá la información actualizada de y la fecha de realización de clínicas y eventos en las Unidad demostrativa más cercana. Además tendrá acceso a los registros de campo.

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Sendero tecnológico con Autogestión de Calidad

Promotor

Promotor

Grupo de Apicultores

Promotor

Grupo de Apicultores

Grupo de Apicultores

Producto Diferenciado

Mercado Diferenciado

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Diagnostico de Campo En la implementación del sendero tecnológico adquiere importancia central el diagnostico de la situación productiva del apiario, la misma se realiza considerando variables en el plano sanitario, alimentario y poblacional. La generación y sistematización de datos se realizara teniendo en cuenta las características de las colmenas del apiarios (el apiario como unidad de manejo) en su interrelación con el ambiente. Tenga en cuenta que dentro del mismo se considera el ambiente externo (flora y clima) y el ambiente que le brinda el apicultor a través del manejo. Procedimiento de inspección de inspección sanitaria Listado de elementos que deben contar los auditores.* •

Velo simple o Buzo ¾



Mameluco y o ropa adecuada



Botas de goma o calzado acorde



Polainas ( si usa bota corta )



Ahumador



Pinza levanta cuadros



Encendedor



Marcador tipo crayón

Recomendaciones en el desempeño de funciones •

Las consultas se harán solo con el responsable del grupo, el auditor senior.



Comportarse con reserva y discreción durante la realización de la auditoria.



Se debe tener en cuenta que la información de las auditorias es estricta mente CONFIDENCIAL. Su difusión puede dar lugar a acciones legales por parte de la empresa.



Tenga mucha precaución con el ahumador en el campo y en los traslado entre los apiario. Evite incendios.

Metodología de inspección Al llegar al colmenas se determinara el orden de trabajo, cada auditor al concluir una colmena revisará la próxima e inmediata de la fila, NO se saltearan colmenas. Antes de la apertura de la colmenas se aplicará algunas bocanadas de humo por la piquera, se extraerá el techo y de inmediato se establecerá la categorización (I, II o III ), I

Colmenas cuya población cubra más de 7 cuadros

II

Colmenas cuya población cubran entre 5 a 7 cuadros

III Colmenas cuya población cubra menos de 5 cuadros

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Importante: como se revisan distintos colmenares a distintas horas del día habrá que usar un criterio unificador entre las revisadas en las primeras horas y aquellas que se abran con una mayor temperatura ambiental A continuación de despegará al segundo cuadro del lateral que posea menos abejas, se lo extraerá e inspeccionará (en especial la presencia de la reina) y se lo colocará fuera de la colmena, apoyando una de las paletas sobre el piso y el cabezal junto al borde superior del lateral de la cámara de cría (ver foto).

De esta manera se podrán separar los cuadros facilitando la inspección. Se revisaran todos los marcos con cría de ambos lados y de considerarse necesario los cuadros “vacíos”, a fin de poder detectar colonias que puedan haber desplazado el nido por efecto de LA. Cada cuadro, luego de ser revisado de colocará en la misma posición Una vez cerrada la colmena se deberá escribir sobre el techo, de forma visible, la categorización, observaciones o “no conformidades”. En este último caso no se registrará la categorización. Las siguientes observaciones serán informadas inmediatamente (en forma reservada) al responsable del grupo: •

Signos característicos de varroasis (graves o leves )



Signos de diarrea



Abejas muertas en la piquera (elevada cantidad)



Cuadros en mal estado o con cera de varias temporadas



Colonias con falta de reservas energéticas, polen o con síntomas de estrés alimentario



Toda anormalidad que se considere necesario informar.

No conformidades Se consideran no conformidades atributo de colmena /s que no es beneficioso para el apiario y que dicha característica pone en peligro la salud del conjunto de las colmenas razón por la cual se recomienda retirar del misma.

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Listado 1. Colmenas “muertas”: (MUERTA) Se revisaran también a fin de poder establecer el motivo de su estado, es sumamente importante descartar que la misma halla fugado sin síntomas de LA y / o varroasis. 2. Colmenas “LA” (LA) Colmenas con signos de loque americana, no importará la cantidad de celdas afectadas 3. Colmenas “LE” ( LE ) Son aquellas colmenas que presentan signos evidentes e importantes de loque europea. 4. Colmenas “zanganéras” (Z) Colmenas con signos evidentes de obrera ponedora o reinas zanganéras 5. Colmenas “CY” (CY) Colmena que evidencia signos de ascoferosis, no importando la cantidad de celdas afectadas 6. Colmenas extremadamente defensivas (defensivas) Colonias que por su comportamiento defensivo se aconseja retirarlas del sistema Colmenas observadas •

Colmenas “LE” ( LE ) Colonias que presentan signos leves de loque europea



Colmenas “huérfanas” Colmenas a las que no se detecta postura reciente y que su comportamiento no es el normal

RECUERDE: Todas las colmenas deben tener la categorización, a excepción de las “no conformidad” en este caso solamente el motivo (Z, LA y muerta) Colmenas detectadas con LA Las colmenas detectadas con síntomas de LA serán retiradas en el momento del apiario, para ello el vehículo se deberá contar con los siguientes elementos. Se destruirán por incineración. •

Nafta



Bolsas vacía , trapos o cualquier elemento para tapar piqueras y evitar la pérdida de abejas



Cinta de embalar

Una vez detectada la colmenas se la identificada tanto en el techo como en la cámara, se la dejara unos minutos que se organice para luego tapar la piquera y todos los lugares por donde pudiera salir abejas (es importante no dejar abejas en el colmenar). Luego se rociara con nafta (250 cc.) y cargará al vehículo. Nota: en el caso de casos de LA con presencia de chicles o escama en número menor a 10, se podrá reciclar mediante paqueteado sanitario. Las colmenas con signos clínicos de LE y CY no deberían multiplicarse, en casos que la prevalencia lo justifique (más del 5 %) se recomienda reciclar mediante paqueteado.

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Recambio de Reinas Introducción Pese a que resulta universalmente aceptado que para lograr una colmena con potencial productivo es necesario que esta cuente con una reina joven; el recambio de reinas no es una practica común en los apicultores Argentinos. Lograr colmenas con reinas jóvenes no solo significa una mayor cantidad de abejas en el momento de la mielada sino que además permite: Disminuir los riesgos de enjambrazón: colmenas que enjambran en plena temporada pierden toda chance de producir miel. Este comportamiento se ve influenciado además por la genética utilizada y el manejo aplicado a las colmenas. Evitar el recambio natural de reinas: generalmente esto ocurre temprano en la primavera debido a que las reinas viejas no responden adecuadamente a los estímulos, lo que incita a las obreras a querer reemplazarlas. Esto nos puede traer aparejado la aparición de colmenas zanganeras por fallas en la fecundación o atraso en las colmenas debido al tiempo que tarda la colmena en hacerse la nueva reina. Otra consecuencia del recambio natural es que no se incorpora genética mejorada a las colmenas. El hecho de no tener implementado un sistema de recambio trae aparejado un aumento de la pérdida de colmenas durante la invernada (Casavalle, 2002). Aumentar la producción de miel: No solo por los motivos antes nombrados sin también por el hecho de que una reina nueva genera mas población que una reina vieja. El recambio de todas las reinas de un apiario traerá aparejado un aumento de la producción de miel como consecuencia de una mayor homogeneidad de las colmenas. Factores que afectan la aceptación de reinas fecundadas a) Calidad de la reina a introducir: la edad, el peso y el nivel nutricional son los tres principales aspectos a tener en cuenta para determinar la calidad de una reina. Descartando la edad, ya que las reinas que compramos son nuevas, el peso está directamente relacionado a la aceptación. Según un trabajo de investigación, reinas que pesaron menos de 180 mg tuvieron un 47 % de aceptación, en comparación con reinas que pesaron más de 200 mg que lograron un 96 % de aceptación. El peso de una reina está íntimamente relacionado al nivel nutricional durante la etapa de crianza, y esto está a su vez relacionado al estado sanitario y fortaleza de las colmenas criadoras como a la oferta de polen existente en el momento de realizar la crianza. Según Colombani (2001) las reinas criadas a partir de celdas reales de 2 cm de longitud o mas, pesaran mas de 180 Mg. (192 – 265 Mg) . Este dato se toma en cuenta el los protocolos de producción de MVC Proapi. En la mayoría de los caso que se registran problemas de calidad intrínseca de la reina fecundadas se debe a malformaciones, problemas en la fecundaciones o alteraciones funcionales. Otro factor que afecta la calidad de las reinas a introducir (de presentación frecuente) son las condiciones de transporte y almacenamiento de las mismas. Los problemas en esta etapa se reflejan negativamente en el desempeño de las reinas. CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

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b) Edad de las abejas de las colmenas a las que se va a introducir una reina: las abejas nodrizas aceptan mas fácilmente una reina nueva que abejas viejas, por lo que hay que encontrar el momento en que la relación nodrizas / pecoreadoras sea alta para lograr mejor aceptación. Además de la relación nodrizas / pecoreadoras, deberá tenerse en cuenta la relación de estas con la cría. De acuerdo a las condiciones y el momento del ciclo anual esta relación varia. De acuerdo a datos que disponemos una colmena no debería tener menos de 4 cuadros de cría. En los casas en donde el desarrollo es inferior las alternativas serian eliminar la colmena o reforzarla. c) Orfandad: existen dos tipos de colmenas huérfanas, aquella de pocos días y aquella de muchos días que ya está casi zanganera. El primer tipo de colmena es la que mas fácilmente acepta una reina nueva, siendo escasa la posibilidad de aceptación en las colmenas zanganeras. Dado por el envejecimiento

de

la población y los cambios fisiológicos y comportamentales que en ellas se producen. d) Entrada de Néctar: en momentos de flujos moderados de néctar la aceptación se ve favorecida. En casos en que la entrada de néctar sea escasa o nula, debemos utilizar la alimentación artificial durante todo el período de preparación y recambio o multiplicación. e) Temperamento de las abejas: cuanto mas comportamiento defensivo muestran las abejas de las colmenas, mas difícil es la aceptación de una nueva reina. Lo que requiere achicar el tamaño de la colmena (nucleado, división, paqueteado) f) La condición de la reina que se reemplaza y estado fisiológico de la colonia: El estado fisiológico de la reina esta ligado al de la colmena a la que pertenece, por lo cual si pretendemos recambiar la reina de una colmena improductiva, pensemos que no será algo sencillo y ni eficiente. Según Morse (1992) el reemplazo de reinas con reinas fecundadas se da cuando el estado fisiológico de las reinas (reemplazada y reemplazante) es similar. Esto nos lleva a que la eficiencia del recambio de reinas se logra cuando efectuamos un recambio sistemático. La frecuencia del mismo se determina teniendo en cuanta el objetivo de producción y manejo aplicado para lograrlo. Como consecuencia de lo anterior, surge la necesidad de aplicarlo a todo EL APIARIO, la unidad de manejo. El recambio sistemático de reinas a intervalos regulares (anual o bianual) en todas las colmenas del apiario, reduce la cantidad de colmenas improductivas, la perdida durante la invernada y finalmente aumenta la productividad de las mismas. Como hecho colateral a esto deberá considerarse improductivas a aquellas colmenas afecta por, loque americana, cría yesificada y loque europea (muy afectadas). En casos de apiarios afectados por nosemosis y varroosis (signos clínicos para esta última) la eficiencia del recambio será sensiblemente menor. Si bien el tipo de colmenas que tendremos en este caso difiere del las utilizadas en la producción de MVC, es interesante analizar la tendencia que ha seguido el porcentajes de éxitos del recambio de reinas. Que en el primer año registro un 85 %, el segundo 91 % y después del tercero se estabilizo en alrededor del 95 %. El método de introducción (hablando de los indirectos) no es tan importante como los puntos desarrollados anteriormente, esta es la razón por la cual no existe uno que garantice resultados.

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Ajuste de la curva de desarrollo a la curva de floraciones Definido el objetivo de producción en función de las posibilidades o potencial de la región, el paso que sigue – en la búsqueda de mayor eficiencia- es ajustar el desarrollo de las colmenas a la curva de floraciones. Esto significa que las colmenas tengan altas poblaciones en el momento que se produce el flujo principal de néctar o en el momento indicado para realizar la reproducción de las mismas. Cuando la curva de población ocurre antes o después del momento ideal, seguro que hemos perdido dinero.Dadme una buena reina y os devolveré una buena cosecha” Potencial de la reina La primera manifestación del potencial de la reina es su postura, para evaluarla observamos la cantidad y calidad de la postura en los panales de cría; esta se verá uniforme y compacta (plancha de cría). Debemos recordar que solo reinas de alta capacidad de postura serán capaces de lograr altas poblaciones al comenzar el flujo principal de néctar. Este potencial se expresará si se le brindan las condiciones óptimas para el desarrollo. ¿Cuál es la vida útil de una reina? ¿Cuál es el costo de no cambiarlas? En general, cuanto más trabajo tiene una reina (mayor tasa de postura diaria) más corta será su vida útil. De allí que en regiones subtropicales, donde se hay más cantidad de ciclos de cría en el año, su vida productiva será más corta que para la reina que está en regiones templado- frías (con largos períodos de invernada). Otra variable a considerar es la naturaleza de la explotación. En este sentido se distinguen dos tipos: apicultura fijista y apicultura migratoria; en éste último caso aumentan los ciclos de cría. Así, para la apicultura en regiones subtropicales o planteos migratorios el recambio de reinas debería hacerse anualmente, en tanto que para regiones templadas - frías y fijistas se podrá realizar cada dos años. Si nos remitimos a la bibliografía, podemos verificar que algunos trabajos indican que cuando una empresa apícola no cuenta con un programa de recambio sistemático de reinas, tendrá al menos un 20 % de sus colmenas improductivas cada temporada. Ese porcentaje de colmenas incluye colmenas huérfanas, y aquellas que reemplazan de manera natural sus reinas en el momento del principal flujo de néctar. En las tres situaciones, estas colmenas tendrán una población notablemente inferior al resto del colmenar. En la práctica, estas situaciones ocurren al inicio del flujo principal de néctar, lo cual produce una notable disminución en la cantidad de miel cosechada. A lo anterior se suma la cantidad de colmenas que se perderán durante la invernada- mayor cantidad de colmenas huérfanas-. De acuerdo con datos preliminares de nuestros ensayos en planteos migratorios, dicha cifra se ubicaría en el 25 % de las colmenas con reinas de más de dos años (Casavalle, 2001). Además, cabe resaltar que la respuesta de una colmena a la salida de la invernada, como así

la

tolerancia a las distintas enfermedades que la pudieran afectar, es superior cuando la reina nueva es de buen origen genético y de buena calidad. Unidad de Manejo Para esta propuesta la unidad de manejo es el colmenar; en la práctica significa que todas las colmenas del apiario reciben el mismo manejo. Esto dará como resultado una mayor uniformidad en el estado y desarrollo de las colmenas, lo que redundará en una mayor productividad individual (por colmena) y, finalmente, eleva el promedio de rendimiento. CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

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Es necesario que el colmenar este bien alimentado y estabilizado en la faz sanitaria. Nota: si esta pasando hambre o con un ataque severo de varroa, las medidas de manejo que a continuación se ofrecen, no producirán el efecto esperado. La primera operación de manejo que se deberá realizar para iniciar este camino será el recambio de reinas, luego se podrá avanzar hacia el reemplazo de cuadros de la cámara de cría,

uso de la

alimentación estratégica y otras. ¿Qué es una colmena productiva? Una colmena productiva es aquella que posee alto volumen de abejas, suficientes reservas energéticas, una reina fecundada (de alto potencial), que no presente enfermedades de la cría y registre un bajo o nulo nivel de infestación de varroa. De esta manera podrá responder a los estímulos del medio ambiente y generar una respuesta productiva adecuada. Para obtener buenos resultados en la introducción de reinas fecundadas de alta calidad, las colmenas que reciben esas reinas deberán ser

productivas. En contraste, si introducimos la mejor reina en una

colmena con poca población (abejas en mal estado nutricional) o con enfermedades (varroa, loque americana, etc.) el resultado productivo será pobre o poco satisfactorio.

El dato Tiempo de desarrollo estimado para completar la cámara de cría. * Paquete de abejas 45 – 60 días Núcleo (pasado a cámara) 50 – 65 días

Recambio con reina fecundada

45 – 60 días

* Los datos anteriores pueden variar en función de la zona y manejo aplicado. Población al momento del inicio del flujo de néctar Un investigador norteamericano, Farrar (1944), estudió la relación entre el volumen de la población y la producción de miel; en su trabajo utilizó colmenas chicas, medianas y grandes. Todas las colmenas fueron instaladas en igualdad de condiciones ambientales y

recibieron el mismo

manejo; luego se registró la producción de miel de cada una. Como muestra la tabla, cuando una colmena de 15.000 abejas produce una cantidad equivalente a 1, una colmena de 60.000 produce 6,16 veces más. Es decir que si sumáramos la población de cuatro colmenas de 15.000, tendríamos la misma cantidad de abejas que para el caso de una grande (60.000), pero su producción de miel sería menor 2,16 veces (6.16 - 4). En la tabla se observan las poblaciones de los tres tipos de colmenas y la distribución relativa de su población, considerando cría, abejas nodriza y abejas pecoreadoras. Distribución relativa de la población en tres tipos de colonias Tipo de colmena Chica Mediana Mediana Grande

Cantidad de abejas 15.000 30.000 45.000 60.000

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Producción relativa 1 2,72 4,44 6,16

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Como se aprecia, para la colmena grande la proporción de pecoreadoras es muy superior a los otros dos casos (colmenas chicas y medianas), es ahí donde se encuentra el fundamento biológico que permite aseverar que las colmenas con mayor población al momento del inicio del flujo principal de néctar, serán las que estarán en mejores condiciones de producir miel. Una colmena grande dará más miel que cuatro chicas.

Pecoreadoras

Nodrizas

Cria

Colonia pequeña

Colonia mediana

Colonia bien poblada

Técnica de recambio de reinas en colmenas productivas Evite realizar el recambio en colmenas en las siguientes condiciones, •

Colmenas sin reservas, pasando hambre (se observa remoción de cría).



Colmenas afectadas por loque americana, cría yesificada o loque europea.



Colmenas altamente infestadas por varroa.



Colmenas con nosemosis ( aumentan reemplazos de reinas)



Colmenas despobladas.



Colmenas zanganeras.

La mayoría de estas situaciones se producen en forma combinada, lo que potencia el problema y conlleva al aumento de las pérdidas. Con referencia a la introducción de reinas fecundadas se pueden encontrar, solo en la bibliografía, unos 200 métodos diferentes, sin que ninguno de ellos por si solo asegure una introducción exitosa. De manera que las variantes son muchas; sin embargo, la información generada por una red de ensayos en regiones tan distantes y distintas entre si como Tucumán, Corrientes, Mendoza, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe o La Pampa, nos permite afirmar que no existe un único factor que por si solo, en forma directa, determine el éxito o fracaso del recambio de reinas en colmenas. Sin embargo, la aplicación de la metodología descripta permitió obtener resultados satisfactorios en los sitios mencionados. Las colmenas productivas que reciben reinas fecundadas, deberán orfanizarse 48 horas antes. Al mismo tiempo se reducirá la población ( nucleado, paqueteado, etc.) a no más de seis cuadros cubiertos por abejas y cuatro cuadros de cría (relación cría / abeja). Si no existe

entrada de néctar, será

imprescindible la suplementación con jarabe de azúcar o de alta fructosa al momento de orfanizar y al CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN SANIDAD APÍCOLA 2009

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introducir la reina fecundada. La alimentación con frecuencia semanal se mantendrá hasta el inicio del flujo de néctar. Nota: En el momento del recambio, la cantidad de cuadros de cría que se dejen en las colmenas es lo más importante para determina la cantidad de días que harán falta para alcanzar la población máxima de las colmenas. Cuanto mayor sea la cantidad de cuadros de cría, la colmena tardará menos días en alcanzar la población máxima. Por otro lado al aumentar la cantidad de cuadros de cría disminuye la aceptación de las reinas introducidas. Este dato es especialmente importante cuando el recambio se efectúa antes del flujo principal de néctar. La jaula que contiene a la reina se colocará entre los cuadros con crías, con el candy hacia abajo, cuidando que no se deslice miel sobre la reina, por presión de la jaula. La aceptación de las reinas fecundadas puede verificarse transcurridos siete días desde la introducción, mediante la observación del área de cría o su postura. De no observar lo anterior, y luego de asegurarse que la reina fue liberada, se recomienda sacar los cuadros para buscarla. En algunas ocasiones suele encontrarse una reina virgen

en la colmena que provocó el fracaso en la introducción. Ante esta

situación proceda de la siguiente manera: mate la reina virgen y coloque una nueva reina fecundada. Si se verifica que la colmena esta efectivamente huérfana y que mantienen las condiciones de equilibrio antes descriptas - existiendo cría abierta (larvas) – puede introducirse una nueva reina fecundada. Conclusión El éxito de la introducción de reinas fecundadas en colmenas no depende de la aplicación de un método mágico, sino que se trata de un conjunto de factores relacionados entre sí que nos permitirán alcanzar la eficiencia en el proceso de recambio. El porcentaje de reinas en postura será nuestro indicador de éxito en la introducción. Estos factores son: A) Aplicarlo en todas las colmenas del apiario (unidad de manejo) B) Hacerlo en colmenas productivas C) Reducir la población antes del recambio D) Elegir el momento de introducción (60 días antes o después de la mielada) E) Disponibilidad de alimento. Nunca será bueno el resultado en colmenas con hambre.

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Unidades Demostrativas de Manejo y Genética Marco de referencia La República Argentina cuenta con una industria apícola desarrollada, lo que la ubica dentro las más importantes y competitivas del mundo. Sin embargo existe una marcada heterogeneidad de criterios en lo referente a manejo y una amplia brecha entre la tecnología disponible y la aplicada. Esto es aún más evidente cuando se trata de pequeños y medianos productores. El espíritu de las unidades demostrativas (UD) es constituirse en una herramienta que permita mostrar el desempeño de la genética acompañada del sendero tecnológico que le permite mejorar a las empresas la producción física y económica, cuidando a la vez celosamente la calidad de los productos obtenidos. Utilizando genética de alto comportamiento higiénico adaptada al ambiente, bajo comportamiento de defensa - programa de Mejoramiento Genético -, que es posteriormente multiplicada bajo condiciones controladas por empresas preocupadas por la calidad.- Protocolos de producción de Material Vivo. A lo anterior se suma un conjunto de técnicas de manejo, que conforman un paquete tecnológico, que tiene como objetivo obtener miel de alta calidad, fruto del cuidado del medio ambiente mediante la utilización de tecnologías limpias. Unidad de manejo En nuestra concepción la unidad de manejo es el apiario, esto en práctica significa que todas las colmenas del apiario reciben el mismo manejo. Esto trae como consecuencia una mayor uniformidad en el desarrollo de las colmenas, lo que redundará en una mayor productividad por colmena (se eleva el promedio). Las características salientes del sendero tecnológico para las UD son: •

Recambio de cuadros y panales de la cámara de cría, 30 % por año.



Monitoreo y control de varroa utilizando principalmente acaricidas orgánicos



Utilización de sistemas de recolección de propóleos.



Uso de media alza o 3/4 en la producción de miel.



No utilización de la miel en la alimentación de las colmenas. La suplementación energética estratégica se realiza con jarabe de maíz o azúcar. La cámara de cría está constituida por nueve cuadros y un alimentador tipo Doolittle,



No se permite el uso de antibióticos de manera preventiva ni curativa para las enfermedades de la cría.



Desabejado de las alzas melarias evitando el uso de productos a base de ácido fénico o cualquier sustancia que pueden alterar la calidad de la miel.



Implementación del recambio de reinas sistemático. Se realizará con frecuencia anual o bianual dependiendo de la zona donde se ubique.

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Criterios para el establecimiento de las unidades En la evaluación de factibilidad de instalación de unidades demostrativas, se deberían cumplirse los siguientes puntos, •

Existir interés del grupo y en particular de un apicultor interesado en desarrollar la experiencia, sumado la disponibilidad del técnico del grupo que debería apoyar el desarrollo de la experiencia. Funcionaran como un apiario mas de un productor, de manera general se recomiendo no emplazarlas en unidades experimentales, escuelas, universidades, etc.



El apicultor debería aceptar y aplicar el paquete tecnológico propuesto.



El promotor del grupo asistirá en la toma de datos y ajustes del manejo implementado.



El apicultor aceptara la visita de los integrantes del grupo y terceros interesados al momento de realizar las dinámicas.

Funcionamiento El apiario estará atendido por el apicultor, tendrá como obligación realizar todos las operaciones de mantenimiento del material y el cuidado de las colmenas, en concordancia con el plan de trabajo acordado previamente. La unidad demostrativa preferentemente se ubicará en un lugar de fácil acceso y el mantenimiento del predio estará a cargo del apicultor. El costo del mantenimiento de la unidad será asumido por el apicultor, si hubiese alguna empresa interesada en patrocinar sus productos, la misma se hará cargo de los gastos que esto genere. Todas las operaciones de manejo se volcarán a registros, con el fin de analizar el resultado de esas medidas que permitan ajustar el manejo. Pasado el periodo de tiempo de puesta a punto de la tecnología, se dará difusión a la misma a través de jornadas de campo, y todas aquellas acciones complementarias a la difusión de los resultados de la propuesta, como notas periodísticas, artículos en revistas especializadas, charlas y cursos. Se prevén tres reuniones de campo al año, •

Primavera donde se mostrara la multiplicación, nucleada, instalación de paquetes y recambio de reinas.



Previo a la cosecha, se mostrara la evolución de las tareas de primavera y el manejo de las alzas melarias ( BMP de manufactura)



Fin de cosecha, se mostrarán todas las tareas de preparación para la invernada.

Esponsorización Las empresa interesadas exhibir sus productos – siempre que estén en concordancia con la tecnología propuesta por el Proapi - podrán aportarlos a la unidad demostrativa. Cada empresa decidirá a que unidad apoyara en función de sus intereses. Las empresas que apoyan la unidad tendrán atribución de poner en exposición o no sus productos, si en determinadas ocasiones el desempeño de los mismos no fuese el esperado.

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Experiencia La primera unidad demostrativa comenzó a funcionar en Rauch (en el área de la EEA Cuenca del Salado.) en la primavera de 2001, en ella fue validado

el paquete tecnológico. Además de servir como

instrumento de difusión de la tecnología, aglutinó a un grupo de apicultores de la zona que comenzaron a incorporar en sus explotaciones lo que veían en la unidad. A continuación se presenta los datos de la evolución de la unidad y del grupo de productores. Indicadores

Grupo de Productores

Unidad Demostrativa

2002

2003

2001

2002

2003

Loque Americana (%)

12

7

13

0

0

Cría Yesificada

18

1

5

0

0

25 >

8

10,5

6

6

< 30

40>

20

48

68

Mortandad

(%) (%)

Producción de miel (Kg.)

Esta información se ha difundido en las revistas especializadas del sector y presentadas en reuniones técnicas. Hasta el momento han pasado por la unidad demostrativa de Rauch más de 600 productores.

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