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Ricardo Orozco El album de 3lmada rJ)iaz i novela La vida de la hija de Porfirio Diaz y su desdichado matrimonio, qu

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Ricardo Orozco

El album de

3lmada rJ)iaz i

novela

La vida de la hija de Porfirio Diaz y su desdichado matrimonio, que culmina tragicanlente en el exilic Planeta

RICARDO OROZCO

·Eldlbum de Amada Diaz novela

Planeta

Para Clara solo por ser quien es solo por ser como es

Diseiio de portada: Ana Paula Davila Portada: fotograffas tomadas del archivo de Eduardo Rinc6n Gallardo y Dfaz Fotograffas de interiores: archivo del Centro de Estudios Hist6ricos del Porfiriato, A.c., excepto las de las paginas 75 y 83, que fueron tomadas del archive de Eduardo Rinc6n Gallardo y Dfaz Fotografi'a del autor: Clara Guadalupe Garcia

© 2003, Ricardo Andres Orozco Rfos Derechos reservados © 2003, Editorial Planeta Mexicana, S.A. de C. V. Avenida lnsurgentes Sur mirn. 1898, piso II Colonia Florida, 01030 Mexico, D.F. Primera edici6n: marzo del 2003 ISBN: 970-690-677-0

Ninguna parte de esta publicaci6n, incluido eJ disefio de la cubierta, puede ser reproducida, a1macenada 0 transmitida en manera a1guna ni por ningun medio, sin permiso previo del editor. lmpreso en los talleres de Litografica Ingramex, S.A. de C. V. Centeno mim, 162, colonia Granjas Esmeralda, Mexico, I?F. lmpreso y hecho en Mexico - Printed and made in Mexico . www.editorialplaneta.com.mx

Aclaracion indispensable

Al morir 1911

Esta es una novela hist6rica que tiene muchos puntos de contacto con los hechos tal como ocurrieron, pero faltando datos para reconstruir los sucesos, el autor dej6 que su imaginacion llenara 10 faltante, sin que ello significara modificar el desenlace que la misma vida dio a la historia real.

. Diciembre 20, 1911 Desde el malhadado dia en que papa tuvo que salir de Mexico para escapar de un posible atentado, vivo con el alma en un hilo, siempre temerosa por los mios, por todos, en especial por mi hermana Luz que es tan fragil, tambien por su familia. Preocupada por Nacho, mi marido, pues contra todos mis consejos milita en la oposici6n politica, y en este Mexico revuelto donde se nota la ausencia de quien 10 gobern6 hasta hace poco, esa actitud s610 puede garantizarnos problemas para el futuro. Acaso hubiera sido mas prudente aceptar 10 que Porfirio mi hermano propuso en mayo de 1911, esto es, que toda 'la' familia saliera del pais. Me negue entonces porque pensaba que el conflicto revolucionario era s6lo una lucha por el poder, y que una vez que renunciara rni padre a la Presidencia de la Republica todo volveria a la paz acostumbrada. Pero, claro, ya se ve, eso fue una ilusi6n mia. [Ayl, si una pudiera adivinar el futuro nunca sufririan los seres a quienes amamos; ahora ni quejarse. Me tranquiliza saber que quien mas riesgo corrfa, rni papa, se encuentra a salvo al otro lado del 9

occuno: III Judo de Curmon estara bien. POl' mf no sicnto miedo, de alguua manera me he acostumbrado a vivir en la zozobra permanente; adernas, a nadie le hago falta. Mi marido, a rafz de la salida de papa, temio que pudieramos ser vfctimas de un atentado, por ello prefirio que salieramos de Ia ciudad. Nos fuimos por algun tiempo a Tacubaya, a nuestra casa de descanso en el verano. Alia vivimos con entera tranquilidad, pues la casa es amplia y cuenta con todo para vivir comodamente. Ademas, la benignidad del clima permite hacer largos paseos por carninos arbolados don'de los chopos y fresnos hacen delicioso el paisaje, en aroma y en. vision. Durante ese tiempo y a causa de los ~ucesos recientes, estuve muy sensible, apenas tenia apetito, lloraba por cualquier cosa y todo me irritaba. Por fortuna en Tacubaya tambien se encontraban otras farnilias, vecinas nuestras, que con frecuencia nos visitaban y las animadas tertulias me servfan de paliativo 0 al menos de distraccion. Los Jamisson, los Beistegui, los Escandon, los Iturbe, los Carranza, los AIgara, los Barron y otros, tenfan preocupaciones semejantes a las nuestras, de suerte que nos sentiamos hermanados en el dolor. A .decir verdad 10 unico que me disgustaba de vivir en Tacubaya eran las escapadas de Nacho, que con cualquier pretexto salia. Yo sabia que iba a las casas de juego -de las que existen varias en la zona- y tardaba siglos en regresar, y a pesar de sus pastilles de "sen-sen", a leguas Ie descubrfa el olor a cofiac apenas ponfa un pie en la casa. En fin, asf vivimos unos meses en Tacubaya. Mientras, en el centro.del pais se hicieron las elecciones y el sefior Madero tomo el poder. Pareciendonos entonces que desaparecerfa todo peligro" decidimos volver a la capital. Regresarnos a ocupar nuestra casa del Paseo de la Reforma 1, la casa de "EI caballito'.' la Uaman en la ciudad. Asf reiniciamos la vida, aparentando que nada habia sucedido, aunque dentro del corazon subsistieran los miedos a un riesgo desconocido, amalgarnados con la congoja de saber dispersa a la familia.

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Nacho volvio a sus negocios y a las actividades polfticas; yo retorne al claustro de mis habitaciones, resignada a continuar esta

cxtrafia vida de soledad acompafiada y feliz existencia desgraciada. A medida que mi marido reanudo sus actividades, la distancia entre nosotros fue aumentando hasta alcanzar los limites normales donde apenas me toma en cuenta y hasta parece que mi presencia le resulta un estorbo. En asuntos de polftica pretende Nacho ser muy discreto, pero se que forma parte de un grupo que en Ia Camara de Diputados es hostil al presidente Madero; varias veces he escuchado las acaloradas discusiones que tiene con sus amigos; no es que yo escuche de soslayo sus eonversaciones, es que ell os gritan sin recato; hasta la servidumbre los escucha, 10 que me avergtienza, pues a veces-hablan de obligar al "chaparrito" a renunciar a la Presidencia. iQue diferencia de la politica de hoy con aquella que mi padre dirigfa hace apenas un afio! Entonces habia orden y regularidad; al presidente se le respetaba y sus consejos eran tenidos como disposiciones; no se le ridiculizab_a como ahora acontece con el sefior Madero. La prensa de entonces era un vehfculo para informar, divertir e instruir al pueblo. Hoy, los peri6dicos son arrnas al servicio de una faccion polftica, si bien esconden sus fines amparandose en palabras como "democracia", "expresion popular", "sufragio efectivo". Dios sabe que respeto a los Madero, que entre su familia y la mia siempre hubo buenas relaciones. A,don Pancho no le guardo rencor, a pesar del dane que cause a mi gente, pues comprendo que de buena fe crefa que "tirando" a rni papa, como por ensalrno este pais dana un salto. Y puede que esto ultimo resulte cierto aunque en sentido negativo: el brinco va a ser hacia atras, trayendo mayor pobreza e inseguridad. AI menos todavfa no se vislumbra esa "felicidad de los pueblos" prometida por Juanito Sanchez Azcona en su periodico Nueva Era. iDice bien el pueblo que de buenas intenciones tiene hecho el infiemo su empedrado!, 0 como advirtio mi papa: ya Madero alboroto la caballada; ahora va a saber 10 que son las estampidas. 11

Yo creo que don Pancho Madere no se ha dade cuenta de que

los problemas de Mexico estan en Ia falta de educaci6n de su gente. i Como puede alguien pensar en democraoia si no aprende a leer? Los opositores de papa lo culpan per el analfabetismo en el pafs, sin darse cuenta que son millones Ids adultos que no tienen.interes en el alfabeto, Lo peer es que esos rnexicanos siguen pensando que cultivarse es cosa de rices, de gente de raz6n, por' ello no mandan a sus hijos a la escuela, .0 los mandan pero apenas han aptendid0 fes rudimentes ,sacan ales chamaces, "pa' que ayuden en, el campe .0 eQ la cas a" . i i Y ne se dig a de las nifias! ! A elIas se les pFepara en religi6h y para las tareas demesticas; en el mejor de les cases se les ensefia elberdade y la musica, pues'al fin de cuentas, .' 'dicen, su destine es la maternidad y la atenei6n de les hijos. Ne quiere entender esta sededad que mientras la madre sea inculta, les hij.os que eduque neeesatiamente reflejaran esa igneraneia. Mj paore y den Juste cembatieren mucho esa aetitud del pueble, pere se c0nvenderon de que s61e een el tiemp0 se superara ese eriterie. Abrf esta manana la certina de mi recamara y a traves de la vidriera vi la plaza de Carles· IV; contemp16 el pasee de Bueareli con StlS glerietas que se pierden a Ie lejos, y el Pasee de Ia Referma arbQlad.e y fresce: riada pareee haber cambiade ... De aquellado, la ' a\V~nidaJuarez cen sus viejas y hermesas residencias. EI transite de peatones, carretelas, ceches de alquiler, recuas de mulas c'!1'gando maderos que arrastrados por la calle dejan huella que se ,pierde en la calzada. La vida transeurre men6tena y tranquila en esta capital, ceme hace un afie, haee diez, hace cien ... , y sin embargo jGuante ha cambiado la vida! Siento cemo si un hado maligne se hub-iese apoderado de nesetres, de mi y de mi familia, llevamlones per ,camines inescrutables y necesariamente fatales. Mientras miraba aquel paisaje citadine me preguntaba: i Que sera de J1ili padre? iC6me estara viviende en'su estracisme? i Y Porfiri0, mi hermano, que mareh6 con su familia en esa retirada , para Europa? Los extrafie a todos; eehe de menes