ACVIDAD PARANORMAL CRISTINA HERNANDEZ LIZBETH GONZALEZ CAPITULO 1 LΟ PARANORMAL los fenómenos sucesos que, paranor
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ACVIDAD PARANORMAL
CRISTINA HERNANDEZ LIZBETH GONZALEZ
CAPITULO 1
LΟ PARANORMAL los fenómenos sucesos
que,
paranormales
son
presentándose
ciertos como
hechos físicos, biológicos ypsíquicos, no han podido ser descritos, en cuanto a sus causas y procesos, por las ciencias que se ocupan de los tres campos citados, es decir, las ciencias físico-químicas,
biológicas,
médicas,
neurológicas y ps icológicas. Estos fenómenos son estudiados por la Parapsicología.
Una definición frecuentemente utilizada en la literatura científica es la de James E. Alcock (1981):1 Un fenómeno paranormal es aquel que:
No ha sido explicado en términos de la ciencia actual. Únicamente se puede explicar mediante una amplia revisión de los principios de base de la ciencia. No es compatible con la norma de las percepciones, de las creencias y de las expectativas referentes a la realidad.
Recientemente, J. Irwin y C. Watt proponen en la siguiente definición, muy general, que la Parapsicología "es el estudio científico de experiencias que, si son lo que parecen ser, están, en principio, fuera del dominio de las capacidades humanas tal como en el presente están conceptuadas por los científicos convencionales. Así, los fenómenos parapsicológicos señalan ostensiblemente la actuación de factores por lo común no conocidos o no reconocidos por la ciencia ortodoxa, a los que solemos referirnos como factores paranormales."2 Que resulte inexplicable por las ciencias establecidas es condición necesaria para la estimación de un fenómeno como "paranormal", pero no es condición suficiente; tales efectos deben presentar además rasgos propios, específicos, que los
distingan y aparten de los fenómenos naturales, tanto normales como anómalos, cuyo dinamismo se ajusta a las relaciones de variables conocidas o utilizadas por la ciencia oficial. Es más precisa, en cuanto a esos rasgos específicos, la siguiente definición de Charles Richet: “Es característico del hecho metapsíquico, cualquiera que sea, el que parece ser debido a una inteligencia desconocida (humana o no humana). Parece que son debidos a fuerzas inteligentes desconocidas, comprendiéndose en las mismas los sorprendentes fenómenos intelectuales de nuestras inconsciencias. las fuerzas que determinan los presentimientos, las telepatías, los movimientos de objetos sin contacto, las apariciones y ciertos fenómenos mecánicos y luminosos, no parecen ser ciegas e inconscientes como el cloro, el mercurio y el sol. dijérase que están dotados de entendimiento, voluntad, intenciones, que quizás no son humanas, pero que en todo caso se parecen a las voluntades e intenciones humanas. La intelectualidad, o sea la elección, la intención, decisión conforme a alguna voluntad personal, no conocida, constituye el carácter de todo fenómeno 3 metapsíquico.” (El término "metapsíquico" equivale aquí a "parapsicológico"). En el mismo sentido se pronuncian J. B. Rhine y J. G. Pratt: "En realidad, lo más asombroso de este nuevo tipo de casos psíquicos es que ellos demuestran ser totalmente independientes del tiempo. Resulta evidente, tanto de los casos espontáneos como de los experimentales, que la ESP no está limitada a ciertas distancias. No podría esperarse que el tiempo ejerciera una influencia limitativa, si el espacio no lo hace. En efecto, se comprueba que el tiempo no ejerce tal influencia."4 "El hecho de que las funciones de psi hasta ahora no muestren influencias limitativas de espacio y tiempo revela una diferencia que es tal vez la más fundamental y sin embargo la más contradictoria de todo el universo del conocimiento. Es cosa evidente ahora en forma bastante concluyente en parapsicología, como para no dejar lugar a dudas, que estamos tratando con principios y procesos no físicos".5 "El único rasgo distintivo de esta energía psíquica reside en el hecho de que funciona sin relación restrictiva de ninguna clase (que por lo menos se conozca) ante
los criterios de espacio-tiempo-masa. Pero eso es solo repetir que esa energía no es física".6 Se desprende de los textos citados que sería el conocimiento causal de los hechos llamados paranormales -hoy por hoy objeto solo de hipótesis, mejor o peor fundamentadas- lo que permitiría la definición de sus rasgos propios. De ahí el interés de la investigación de tales datos y de que no se ponga obstáculos a la misma. Se comprenderá mejor este problema leyendo la clasificación de fenómenos que figura a continuación.
FENÓMENOS PARANORMALES Primer grupo: Fenómenos paranormales llamados
"de
caracterizados
por
conocimiento", la
"obte nción
de
información sobre el mundo exterior al margen
de
los
canales
sensoriales
comunes".7Son ejemplos los siguientes fenómenos, llamados de "percepción extra-sensorial" (PES): la telepatía (comunicación o transmisión de contenidos de mente a mente, pero también entre
hombre
y
animal
la precognición (conocimiento
y
de
entre
sucesos
animales),
futuros
libres),
la retrocognición (conocimiento de sucesos pasados ignorados por el sujeto) y la simulcognición(conocimiento de hechos que tienen lugar en distinto espacio, en la misma unidad de tiempo). llamadas
La radiestesia y telerradiestesia, "mancias"
estarían
la psicometría y
también
incluidos,
las
como
fenómenos en los cuales la presencia o la utilización de muy diversos objetos excitarían presuntas facultades de PES en sujetos "dotados"
o
"paragnostas"
cristalomancia,cartomancia,
cafemancia,
(quiromancia, ornitomancia,
acutomancia, dominomancia, rabdomancia, astrología...).
Segundo grupo: Fenómenos paranormales llamados "de efectos físicos", en los que -siempre según sus estudiosos- se producen "efectos objetivamente detectables en el mundo exterior al margen del marco de las influencias energéticas conocidas: efectos mecánicos tales como el movimiento de objetos a distancia, sin el concurso de ninguna fuerza física detectable (telekinesis
y
(levitación),
psicokinesis), cambios
efectos
en
el
antigravitacionales
estado
de
la
masa
(materialización), transformaciones de energía (cambios de temperatura,
producción
de
sonidos
diversos
y
efectos
electromagnéticos que se originan sin ninguna causa física conocida),
y
la
influencia
que
ejerce
aparentemente
la
concentración mental sobre reacciones químicas y sobre procesos biológicos".8 La literatura especializada recoge como ejemplos de fenomenología para-física, entre otros, además de los citados: la fantasmogénesis, la bilocación y laespectrogénesis; los aportes y la hiloclastia: apariciones y desapariciones de objetos que parecen surgir "atravesando" materia sin dejar señal; los "raps" (golpes); la clariaudiencia: audición directa de voces para las que no se detecta causa u origen físico; la hoy llamada
"transcomunicación
instrumental",
la psicofonía o parafonía y
que
incluiría
la psicoimagen o paraimagen;
laideoplastia o teleplastia: aparición de figuras y signos en medios
físicos;
espontánea;
el doblamiento
de
metales;
la combustión
la psicofotografía (plasmación
fotográfica
voluntaria de contenidos imaginados); los "extras" (aparición en placa de elementos no presentes al realizarse la fotografía), etc. Asimismo, se incluyen efectos para-biológicos, entre los que se
encuentran:
las experiencias
extra-corpóreas;
las
formaciones ectoplásmicas, con posible inclusión en ellas de los fenómenos de transfiguración; la dermografía y, dentro de esta, la estigmatización; latransfixión; así como fenómenos parahigiénicos:
varias
paranormales,
entre
formas las
que
de
diagnóstico
destacan,
por
y
terapia
ejemplo,
las
atribuidas a los llamados "psicocirujanos" filipinos y brasileños, etc. Esoterismo, ocultismo, teosofismo, espiritismo, brujería, vudú, sat anismo, etc. son contextos doctrinales en los que parece haberse registrado una variada fenomenología paranormal, la cual, por otra parte, está presente también en todas las grandes religiones (así, por ejemplo, la que aparece relatada en varios libros de la Biblia o en textos dentro del budismo o del lamaísmo, etc.) y místicas. Debe tenerse en cuenta, sin embargo, que interesa a la Parapsicología y pretende la verificación y definición precisa de los fenómenos paranormales objetivos, aislándolos,
en
tanto
que
hechos,
del
contexto
teórico
interpretativo en que, cuando es el caso, surgen o se producen. Así sucedería al estudiar, por ejemplo, fenómenos de sanación al margen
de
la
ciencia
médica
ortodoxa
o
convencional,
observados por los antropólogos en grupos primitivos o que mantienen
su
identidad
cultural
total
o
parcialmente
incontaminada, como el que registra, por ejemplo, Hermitte:9 se trata de sucesos que una comunidad indígena interpreta desde los relatos sobre su Dios, que todo lo puede y que castiga con enfermedades a aquel que no siga al pie de la letra sus órdenes, que, para la comunidad, garantizan una vida llena de plenitud, sin preocupaciones y una familia feliz. Cuando alguien del grupo es ofendido por un miembro del mismo, este cae rápidamente enfermo. Para una posible sanación deberá de ir a la casa de la curandera, conocida como “la bruja”. La misma se encargará de curarlo practicando una serie de “conjuros”, verificando mediante el pulso cómo va recorriendo la sangre el cuerpo. Según como sea la velocidad a la que va la sangre por el cuerpo, así será el tipo de avance que haya tenido la medicación. Si no hay avance, la bruja le preguntará si ha ofendido a un compañero de la comunidad y dependiendo de lo que conteste el hombre o mujer, decidirá si continuará con la
sanación o lo dejará como un castigo. Es así como se castiga a los
de
la
comunidad.
Tal
vez
la
enfermedad
para
la
comunidad sea un castigo de su Dios todopoderoso, pero, ¿y si es solo una identidad desconocida que está poseyendo a la comunidad, un ser que habita entre la comunidad y es considerable
que
permanezca
de
esa
manera
durante
generaciones, para ser catalogado como una leyenda o un mito?
Afectando
así
la
reputación
de
la
familia
en
la
comunidad o afectando a la comunidad y alejándolos de la civilización avanzada por un evento desconocido para todos, no cabe que para este fenómeno exista solución. Lo más recomendable es la ayuda de expertos que pueden devolver a la comunidad la paz que anhela. El parapsicólogo se interesaría en principio por una sanación debidamente comprobada en la comunidad indígena anterior, aislándola, como hecho objetivo, de las creencias del grupo, y sabiendo que una curación heterodoxa no puede conceptuarse como "paranormal" por el solo hecho de producirse al margen de la Medicina convencional, ya que podría quedar explicada desde ciertos capítulos de la Psicología, además de los de la medicina psico-somática. El parapsicólogo investigaría después de haber podido descartar estas explicaciones (que, por otra parte, conducen a interrogantes de interés acerca de la relación entre cuerpo y mente). Una vez más, se destaca la cuestión central de la averiguación de las causas de los fenómenos que se presentan como paranormales, de cara a la identificación de los rasgos esencialmente propios de los mismos y, por tanto, para su completa definición. El derecho del estudioso de lo paranormal o parapsicólogo surge porque y cuando la metodología de las ciencias establecidas fracasa en la búsqueda de dicho conocimiento causal, ya que, si pudiera proporcionarlo,
el
dato
quedaría
explicado
desde
esa
metodología y, por esa misma razón, sería competencia de tales ciencias, no siéndolo entonces del parapsicólogo.
AURA En el ámbito de la parapsicología, el aura se concibe como un campo energético de radiación luminosa multicolor que rodearía a las personas o a los objetos como un halo y que sería invisible para la gran mayoría de los seres humanos.2 Como con todos los fenómenos paranormales, no existe evidencia alguna de existencia del aura, y los defensores de la misma no han aportado prueba alguna de ello.
CARACTERÍSTICAS El psíquico estadounide nse Edgar Cayce (18771945) afirmaba que la habilidad de visualizar el aura se debilita con la edad. [cita requerida] Algunos defensores de la parapsicología
[cita requerida] sostien en que el aura está dividida en siete estratos relacionados directamente con los sietechakras, y que cada uno de esos estratos puede tener uno de los once colores del aura.
En otras ocasiones se ha afirmado [cita requerid a] que el ver auras pueda ser una
experiencia sinestésica, donde se relacionan colores con la personalidad.
EL USO DE LA CÁMARA KIRLIAN Desde la parapsicología se ha sostenido [cita requerida] que las fotografías tomadas con cámara Kirlian muestran la existencia de estas energías. La cámara Kirlian utiliza una descarga eléctrica de elevado voltaje y baja potencia que se aplica sobre el objeto o persona que se vaya a fotografiar y sobre la placa fotográfica. Así, produce el denominado efecto corona, que es «el conjunto de fenómenos ligados a la aparición de conductividad de un gas (aire) en la proximidad de un conductor sometido a alta tensión».3 Como conductor el más probable sería la humedad correlacionada a los fenómenos biológicos (dedos de la mano, hojas de árboles) experimentados por la fotografía Kirlian, de manera que los objetos más húmedos obtendrían una imagen más luminosa. Además puede permanecer humedad residual en el cristal aislante de la cámara Kirlian, dando la falsa impresión de ser la «energía» del objeto, incluso si se secciona una parte de él sin mover el resto del objeto del cristal (falsa teoría del miembro fantasma, en la que se afirma que al arrancar un trozo de, por ejemplo, una hoja de árbol, la energía del trozo cortado permanece, siendo ésta en realidad la humedad residual del trozo arrancado). Además, en ausencia de electricidad o aire (o cualquier elemento gaseoso) no se produce ningún efecto corona. Por tanto, el efecto no es inherente al ser humano, y no muestra ninguna característica de éste ni otras atribuciones que se han hecho desde diferentes sectores de lo paranormal, sucediendo lo mismo con otros organismos vivos y seres inertes. Se trata de una
reacción del aire al someterse a altos voltajes y tener un conductor cerca (el objeto a fotografiar). Para probar lo anterior, se tomaron fotografías Kirlian en el vacío. En ninguna de las fotografías apareció ningún aura
DIFUSIÓN ACTUAL Con
el
precedente
de El
retorno
de Bergier y Pauwels (1960),
de
y
producciones bestseller de Erich
von
los
brujos,
de
las
Däniken -como Recuerdos
del futuro-, en las que, bajo la apariencia de investigación de hechos
se
emprenden
especulaciones
de
ciencia-ficción,
se
produjo una auténtica oleada de publicaciones y desde la segunda mitad del siglo XX, la aceptación de lo paranormal se ha difundido considerablemente, con miles de libros y revistas dedicados al tema, un sinfín de películas y de series de televisión
como The
X-Files, Supernatural,
la
serie Fringe o
la Dimensión Desconocida, programas de TV españoles tales como Cuarto Milenio y emisiones de radiodifusión como, entre otros, Milenio Tres, Espacio en blanco o La Rosa de los Vientos. Según un estudio de Gallup10 en 2005 en EE. UU., 73% de los encuestados
creían
en
al
menos
uno
de
diez fenómenos
paranormales incluidos en la encuesta. Los
fenómenos
eran
los
siguientes
positivas entre paréntesis): Percepción extrasensorial (41%) Casas embrujadas (37%) Fantasmas (32%) Telepatía (31%) Adivinación del futuro (26%)
(número
de
respuestas
Astrología (25%) Brujas (21%) Comunicación con los muertos (21%) Reencarnación (20%) Canalización de entidades espirituales (9%).
ACTIVIDAD PARANORMAL
CAPITULO 2
INVESTIGACIÓN Y MÉTODOS
La
investigación
fenómenos aún
de
los
paranormales
más
su
y
interpretación,
son difíciles de enc ajar en el ámbito
de
las
pautas
metodológicas y las teorías científicas establecidas. Debe tenerse en cuenta el problema epistemológico que significa el calificar como "paranormales" precisamente aquellos hechos para los que no se haya podido encontrar explicación causal empleando la metodología de la ciencia positiva, la cual es, por tanto, de obligatoria aplicación previa en el proceso -multidisciplinar- de determinación de todo supuesto fenómeno paranormal. Puede decirse que la historia de las ciencias, secular y abierta, ha venido siendo la de la mutua referencia entre lo observado, como dato a definir con precisión, y la elaboración del orden de pautas de investigación a seguir en el proceso metódico de lograr dicha definición. Esto ha conducido a señalar que, si han de ser los hechos observados los que orienten la elaboración del método y no al contrario, es decir, no que los hechos se adapten
a
un
método
preestablecido
(que
podría,
como
consecuencia de su aplicación, desfigurar los rasgos definitorios que se buscan), los datos que nos ocupan están reclamando una adecuada metodología específica. Sucesos paranormales como los clasificados más arriba no constituyen observaciones deducibles de las teorías e hipótesis científicas, uno de cuyos valores es el de ser predictivas y contrastables,
además
de
coherentes
con
el paradigma
científico vigente, del cual reciben su inspiración. Dentro de la metodología
científico-natural, teorías e hipótesis empíricas
incluyen siempre, precisamente por ser empíricas, la posibilidad tanto de anomalías como de refutaciones, entre las cuales destacarían los datos llamados paranormales. En este sentido,
la discusión contemporánea muestra que, según unos, el estudio de tales fenómenos pretende iniciar su propia historia como ciencia injustificadamente, porque carece de un ámbito propio de objetos a definir, bien porque se juzga que tales datos no se han verificado o no se han replicado experimentalmente, bien porque se los considera de posible asimilación a datos ya conocidos, mientras que según otros, esa historia, aunque llena de dificultades, está ya plenamente iniciada, al estimarse que los
hechos,
comprobados
laboratorio,
componen
algunos
una
de
ellos
casuística
también
significativa
en con
fisonomía específica y, por tanto, su negación o el rechazo de su investigación no responden al genuino espíritu científico, sino, en
el
caso
más
objetivo
de
rechazo,
a
la
posición
denominada cientificismo. El gran número de fenómenos presuntamente paranormales de que
se
viene
teniendo
los
registros
remotos,
noticia y
documental
comprobaciones
desde
tiempos
referidos
a
fenomenología tanto espontánea como provocada, así como la atención prestada por algunos científicos a ciertos fenómenos vinculados
a
la
doctrina
espiritista
(mesas
y
"médiums"
parlantes, escritura automática, formaciones ectoplásmicas y otros), terminaron por animar la creación de sociedades (así, en 1882, la pionera Society for Psychical Research, de Londres, con
su
posterior
investigación
(así,
filial en
norteamericana) 1919,
el
e
Instituto
institutos
de
Metapsíquico
Internacional de París, declarado oficialmente "de utilidad pública",11 o el de Varsovia), con la promoción de conferencias y congresos sobre los datos que constituyen el objeto material de estudio del llamado, ya en nuestros días, "parapsicólogo". Cierta fenomenología espontánea que, como tal, es testimoniada desde experiencias vividas en condiciones no sometidas a control, también
mereció
interés
por
las
posibles
consecuencias
científicas de lo que se descubriese respecto a sus procesos y
causas, conduciendo progresivamente a una investigación que, objetivando su realidad bajo control experimental, lograse describir las leyes de su dinamismo. (Se prescinde aquí de la problemática epistemológica, general para todas las ciencias experimentales,
que
suponen
las
nociones
de causalidad y
de ley de la naturaleza, tal como ha venido siendo presentada a lo largo del siglo XX por científicos y filósofos de la ciencia). "Investigación
psíquica"
"Metapsíquica",
término
utilizado
el
Fisiología
por
este
premio
francés
y último
Nobel
Charles
de
Richet,
fueron los primeros nombres dados a la disciplina que se ocupa del estudio de
los
fenómenos
paranormales.
A
partir de la I Conferencia Internacional sobre Parapsicología, celebrada en Utrecht (Holanda) en 1953, se impuso este último término, "Parapsicología", acuñado en 1889 por Max Dessoir, filósofo alemán de la Universidad de Berlín. Los científicos reunidos en la citada Conferencia convinieron en el interés de la investigación de los fenómenos paranormales hasta el punto de que, como consecuencia, en el mismo año 1953 un encargo de curso conferido en 1936 al profesor Willem H. C. Tenhaeff (1893-1981) se convirtió en una cátedra con un laboratorio anexo, el Instituto de Parapsicología de la Universidad de Utrecht. Una segunda cátedra, esta vez ya ordinaria, fue adjudicada al profesor Johnson en la misma universidad. Poco después,
en
1954,
la Universidad
de
Friburgo
de
Brisgovia (Alemania) confiaría una cátedra de Psicología y áreas limítrofes de la Psicología que acogería el Instituto para las áreas fronterizas de la Psicología y la Psicohigiene, al fundador
de
este
en
1950:
el
médico,
humanista
y
psicólogo Hans Bender, reconocida autoridad europea en la investigación paranormal. Por su parte, tras las experiencias de
telepatía llevadas a cabo por Bechterev y mejoradas por el fisiólogo Leónidas Vassiliev, hasta el punto de interesar al gobierno de la URSS para fines militares, este último científico fundó en 1960 y dirigió en Leningrado hasta su muerte, en 1966, el Instituto de Bioinformación (término soviético para designar la telepatía), que su sucesor, P. Gulyaev, convirtió en el Laboratorio de Cibernética Biológica de la Universidad de Leningrado.12 La Parapsicología tiene
sus
orígenes
en
las
investigaciones
realizadas desde la segunda mitad del siglo XIX por científicos ilustres (el ya mencionado Charles Richet, Oliver Lodge, William Crookes, Alfred
Russell
Wallace,
F.
Myers,
William
F.
Barrett, William James, y otros). Aunque ya entre ellos se dieron antecedentes,
la
Parapsicología
llamada
"cuantitativa"
y
"empírica" comenzó su andadura a raíz de utilizarse un método experimental en la Universidad de Duke (Carolina del Norte, EE.UU.) a finales de la década de 1920 y en la década de 1930, bajo los auspicios del psicólogo William McDougall, quien reclamó a un antiguo asistente suyo en Harvard: el catedrático de fisiología vegetal J. B. Rhine (1895 - 1980).13 Este, en labor conjunta con su esposa, la Dra. Louise Ella Rhine, también botánica y naturalista, utilizó las "cartas Zener" y dados especiales,
para
experimentos
orientados
a
constatar
las
manifestaciones de percepción extrasensorial y de psicocinesis, así como a encontrar correlaciones estadísticas en ellos.14 En
1957,
en
Association para
EE. UU. el
fue
estudio
fundada metódico
la Parapsychological y
sistemático
de
los
fenómenos de este tipo. En 1969 la misma fue admitida en la prestigiosaAsociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.15 Esa afiliación, junto con una apertura mayor hacia los "fenómenos psíquicos" en la década de 1970, tuvo como consecuencia un aumento de la investigación parapsicológica, con un renovado interés por la experimentación en laboratorio
que dio lugar, por ejemplo, a las series de experimentos sobre visión remota realizadas en 1972 y 1973 en el Stanford Research Institute (California),
con,
entre
otros
sujetos,
el
artista
neoyorquino Ingo Swann y el ex comisario de policía Patrick H. Price, así como las llevadas a cabo con el sujeto israelí Uri Geller, todas ellas bajo la dirección de dos físicos, pioneros investigadores
del
láser,
que
juzgaron
satisfactorios
sus
resultados: Harold Puthoff y Russell Targ.16 El psicólogo John Beloff dio entrada a la Parapsicología en la Universidad
de
Edimburgo en
1962,
habiéndose
creado
posteriormente en la misma Universidad la Unidad Arthur Koestler a partir del legado que, cumpliendo la última voluntad de este reconocido escritor, fallecido en 1983, se destinó a la investigación de los fenómenos paranormales.17 También en el Reino Unido, un nuevo galardonado con el premio Nobel se ha sumado a los que ya prestaron atención a los fenómenos paranormales: el físico Brian Josephson,18 de la Universidad de Cambridge. En la URSS y en los países de su ámbito de influencia, hubo también mucho interés en el estudio de la Parapsicología en esos años, que vieron la fundación de múltiples cátedras y sociedades
estatales
especializadas
que
investigaron
con
arreglo a programas experimentales. Entre ellas estuvieron la Academia de Parapsicología y Medicina (1970), el Instituto de Paraciencia (1971), la Academia de Religión e Investigación Psíquica, el Instituto para las Ciencias Noéticas (1973), y la Asociación Internacional de Investigación Kirlian (1975). Para contrarrestar el creciente interés por la Parapsicología, también
en
los
años
setenta
se
crearon
organizaciones escépticas, principalmente el Comité para la Investigación Científica de Afirmaciones Paranormales (1976), ahora llamado Committee for Skeptical Inquiry (Comité para la
Investigación
Escéptica),
junto
con
su
revista,
el Skeptical
Inquirer. En España la organización equivalente es la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, llamada por razones históricas ARP-SAPC, y el Círculo Escéptico. Es comprensible que el rechazo escéptico se dirija directa e indirectamente a la aceptación de los hechos objeto de la Parapsicología en sí mismos; la situación a que conduce admitir efectos paranormales es de una grave complejidad intelectual.
El
psiquiatra Carl
G.
Jung -a
quien
la
fenomenología paranormal interesó vivamente-, después de estimar "los conocidos experimentos de Rhine" como "prueba científica", expresaba lo siguiente: "la psique en ocasiones funciona más allá de la ley de causalidad espacio-tiempo. Una imagen del mundo perfecta debería, por así decirlo, ser ampliada con otra dimensión; solo entonces podría aclararse unitariamente la totalidad de los fenómenos. Por ello los racionalistas
insisten
todavía
hoy
en
que
no
existen
experiencias parapsicológicas, pues con ello se derrumba su ideología porque es imperfecta." 19 (El término "racionalista" equivale aquí a "cientificista" y, en este contexto, a "escéptico"). La
comprobación
crecientemente
rigurosa
de
los
datos
paranormales -sin la que, a pesar de las críticas, no se habría podido reconocer como científica la disciplina de la que son objeto-
se
ha
señaladas:
CAPITULO 3
venido
proponiendo
de
las
dos
formas
ya
ENFOQUE EN FENOMENOLOGÍA ESPONTÁNEA Muchos
estudiosos
testimonios
han
referidos
a
catalogado fenómenos
paranormales espontáneo s, desde los numerosos archivados por la pionera Society for the Psychical Research de Londres; trabajo
entre
ellos,
de Charles
por
ejemplo,
el
Fort (1874-1932),
que
recopiló unos 40.000 fenómenos inexplicados, sobre los que escribió siete libros, de los cuales perduran cuatro:The Book of the
Damned (1919), New
Lands (1923), Lo! (1931)
y Wild
Talents (1932). La mencionada Dra. Louise E. Rhine escribe -refiriéndose concretamente al campo de los fenómenos de efectos parafísicoslo siguiente, sobre el valor del dato paranormal espontáneo: Nunca se hubiera pensado en investigar la PK (psicocinesis) en laboratorio si nadie hubiese comunicado un acaecimiento espontáneo que parecía ser un efecto directo de la mente sobre la materia. A causa de la acumulación de informes se llegó finalmente a controlar pruebas para ver si era posible que existiera en la naturaleza un principio como el de la PK.20 Y, sentando su posición como experimentadora, continúa: ¿Qué
relación
existe
entre
esos
sucesos
espontáneos
y
la
investigación experimental? se debe intentar dar respuesta al interrogante:
¿cómo
encajarían
información
sobre
PK
semejantes
acumulada
sucesos
mediante
en
la
sucesos
experimentales? La primera observación sobre la relación de la vida y el laboratorio es, simplemente, que los experimentos han demostrado que la PK es una realidad. Sin tal seguridad ningún comunicado de efecto espontáneo podría sostenerse frente a la absoluta improbabilidad de su acaecimiento.21 Cuando se trata de fenómenos espontáneos, el investigador que accede a ellos se introduce en el escenario de los hechos con una primera finalidad imprescindible: asegurar su autenticidad, descubrir
o
descartar
colaboradores psicológicos,
expertos
un que
sociológicos,
posible aporten
fraude. los
culturales,
Necesitará
pertinentes
ideológicos,
datos
etc.,
en
relación con los sujetos o testigos de los hechos, cuyos testimonios estudiará detenidamente, así como la recabada información histórica, cuando la misma sea relevante, sobre el lugar en que los hechos se han producido o se producen. Cuando se haya podido descartar el fraude, corresponderá a colaboradores científico-naturales
determinar
si
los
hechos
tienen
su
adecuada explicación dentro de sus ciencias. Solo ante la negativa fundamentada de tal explicación, se clasificarán los fenómenos en su debida conceptuación paranormal hipotética, buscando, como es lógico, que el equipo investigador pueda observarlos de forma directa, utilizando medios técnicos de análisis y de registro de imagen, sonido y otras variables físicas, que proporcionan certeza de objetividad, así como datos sobre las probables y siempre importantes constantes o los elementos comunes
con
fenómenos
ya
investigados,
permitiendo
la
buscada definición precisa de lo sucedido. La
crítica
escéptica
insiste
en
las
posibles
desviaciones
introducidas por el observador, así como en la posible falta de sistematización en la recolección de datos.
ENFOQUE EXPERIMENTAL Varias
universidades
investigadores
del
mundo
independientes
e
emplean
métodos experimentales (no necesariamente el uso del método científico, o su realización al
100%),
para
repetir
bajo
control
en
laboratorio algunos de estos fenómenos. El gran iniciador en este campo fue el ya mencionado Joseph B. Rhine (1895 – 1980).22 Los
resultados
experimentales
hasta
ahora
no
han
sido
universalmente aceptados y en pocas ocasiones se ha admitido su publicación en revistas científicas con peer review (revisión por pares), el método normal de aceptación de artículos científicos.
LA OPINIÓN DE LA COMUNIDAD CIENTÍFICA
La
posición
de
la
comunidad
científica
establecida queda reflejada en el siguiente texto, cuyo autor es Martin Gardner: "¿En qué se equivocan, en mi opinión, los parapsicólogos?
No
hay
una
respuesta
única a esto. Creo que en la mayoría de los casos sus resultados son fruto de un sesgo no
intencionado
en
el
diseño
de
los
experimentos y en el análisis de l os datos en bruto.
En
resumen, a mi modo de ver hay tres fuentes principales de error en los experimentos psi clásicos: la propensión inconsciente del experimentador, el fraude deliberado por parte de los sujetos, y un fraude poco frecuente por parte de los investigadores.
No
puedo decir que las fuerzas psi no existan. Sólo digo que la evidencia que tenemos de ellas es débil. Las declaraciones extraordinarias
reclaman
una
evidencia
mucho
más
extraordinaria que la que los parapsicólogos han sido capaces de reunir. Cuando los experimentos puedan ser repetidos fiablemente, cuando sea evidente que los controles guardan una proporción razonable con la magnitud de las pretensiones, y
cuando
magos
sabios
participen
en
el
diseño
de
esos
experimentos y sean testigos de los mismos, entonces no dudaré en cambiar de parecer." Otro miembro de la comunidad científica, el socio-psicólogo H. J. Eysenck, en obra de autoría común con el parapsicólogo Carl Sargent, escribe que, frente a informes de acontecimientos paranormales, a un lado "se sitúan aquellos que dicen: 'Está bien. Vayamos a echar un vistazo'. Para nosotros, esos son los verdaderos científicos. Al otro lado tenemos a quienes no creen que puedan existir pruebas dignas de ser buscadas. Algunos científicos no desean que lo paranormal sea investigado. Están convencidos en el interior de sus propias mentes de que tales cosas no pueden existir. Y aún más: cuando se realiza alguna
investigación en el campo de lo paranormal, esas gentes tratan de desacreditar las posibles pruebas conseguidas, a menudo con argumentos que de ningún modo resultan aceptables a la luz de
la
crítica
científica.
Rechazamos
con
firmeza
ese
escepticismo de andar por casa. En principio, debe ser posible investigar científicamente toda anomalía o anormalidad. Por otro lado, Debemos adoptar una postura crítica frente a las pruebas que se nos ofrezcan, e insistir en que esas anomalías 'paranormales' estén apoyadas por hechos innegables. Solo entonces podremos proceder a alterar o desafiar las ideas establecidas por la ciencia. Sin embargo, hay una diferencia crucial entre un punto de vista escéptico y un punto de vista crítico. Nosotros debemos ser críticos, pero no escépticos." Según los escépticos, cabe la posibilidad de considerar los fenómenos parapsicológicos no como fenómenos reales, sino dentro de la psicología individual y social, en estudios sobre el desarrollo de creencias. La Psicología mayoritariamente no se adhiere a los postulados de
la parapsicología,
si bien en
1978 el
catedrático de
Psiquiatría checo Stanislav Grof, radicado en EE. UU., funda la "Asociación
Transpersonal
Internacional",
impulsando
el
estudio y la investigación de los estados modificados de la conciencia. Su aporte a la Parapsicología ha sido básicamente el concebir la conciencia no sólo como un mero producto de nuestro cerebro, sino como algo que puede existir de un modo transmaterial y que trascendería por tanto los límites del tiempo y del espacio. Los fenómenos paranormales y los místicos tendrían cabida como objeto de estudio en este nuevo modelo de
la
psique
humana
que
ha
desafiado
establecidos por la ciencia convencional.
los
postulados
IMÁGENES PARANORMALES