5 Fuerzas de Porter

Área de Ingeniería Portafolio 3: Las 5 fuerzas de Porter para el sector de la construcción Trimestre Noviembre-Enero S

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Área de Ingeniería

Portafolio 3: Las 5 fuerzas de Porter para el sector de la construcción

Trimestre Noviembre-Enero Santo Domingo, 2014

Modelo de externo de las 5 fuerzas de Porter1 Amenaza nuevos competidores El sector de la construcción es un sector amplio en cuanto a acceso y personas involucradas se refiere. Esto es gracias a, una vez realizado los estudios correspondientes de la profesión, la facilidad con la que se puede ejecutar un proyecto de obra constructiva si se tienen los recursos para ello. No obstante a esto, dentro de este sector están también involucrados personas que no tienen una profesión en la ingeniería civil, sino que sus conocimientos han sido empíricos. Sumando estos dos casos, entonces tenemos un volumen anual inmenso de nuevos competidores graduándose en las universidades, y adquiriendo experiencia en obras de esta índole. Entonces, tenemos que, a la hora de hablar de nuevos competidores, el sector de la construcción es número uno y la amenaza que ello representa para una compañía de construcción es muy relevante. El hecho de que este sector sólo se limite, de manera muy general, a la construcción lo hace ser víctima de amenaza constante. No porque no se pueda innovar en esta área, sino que la oferta y demanda del producto resultante de esta industria es mas bien tan amplia que incentiva a los profesionales a incursionar en esta área.

Poder de negociación de los clientes Dentro del negocio de la construcción en nuestro país no existen estándares de precios, o una regulación como tal que indique el valor del producto según sus características. Esto hace que los precios dependan de los inmuebles próximos a la zona donde se encuentra ubicada la obra, de lo que se supone que sería la calidad del producto, y de la conciencia/interés de la empresa. Cuando planteamos esta situación, creemos ver lo fácil que sería negociar el precio de parte de un cliente, sin tomar en cuenta la calidad del inmueble; por lo que no vale lo que la empresa trate de imponer, sino lo que la zona y la características del proyecto dicten. Tomando esto en consideración los clientes buscan el producto (en caso de que sea una vivienda o local para negocio) según sus posibilidades y necesidades, o contratan a una empresa que se ajuste a estas mismas posibilidades y necesidades, para ejecutar un 1 Apoyado en Hill, C. (2009). Administración estratégica (8va edición ed.).

proyecto deseado por un precio más bajo que lo que el mercado plantea. Pero el poder de negociación no es, como veíamos al principio, un fuerte para los clientes; estos tienen que tomar el precio de venta cuando el producto no ha sido ordenado por ellos desde un inicio ó tomar el precio que una empresa quiera poner por el servicio de construcción que le pide el cliente. En este último caso puede que haya, en algunas ocasiones, negociación eficaz con beneficio del cliente. Es decir, se puede llegar a ajustar un precio por el servicio, que no es el inicial propuesto por la empresa que ejecutará el proyecto. Ahora bien, muy difícil suceda lo contrario en el primer caso: cuando un proyecto está terminado y es lanzado al mercado para venta, se presenta con un precio final de adquisición. Por lo tanto, el poder de negociación del cliente depende de la circunstancia en las que se presente la negociación.

Amenaza de productos y servicios substitutos El sector de la construcción, de manera muy general, no tiene el peligro de poseer productos que sustituyan el servicio brindado por las empresas constructoras. Esto es porque aún no es posible hacer, por ejemplo, una construcción sólo con equipos tecnológicos, que es lo que desplazaría el servicio brindado por esta empresa. Ahora bien, en un mundo de constante evolución es lógico que paulatinamente se creen productos para eficientizar el proceso, que sean más amigables con el medio ambiente, que brinden más facilidad en el diseño de construcciones, que agilicen la ejecución del proyecto, pero todo esto sólo beneficia a las empresas: no representa riesgos de substituir sus servicios. En conclusión, no hay amenaza en cuanto a substituir el servicio o el producto se refiere. Siempre se tendrá demanda de este sector, aun se avance y se innove tanto como lo requieren los tiempos. Sólo es posible, por ahora, mejorar la ejecución y el producto final, añadiendo detalles o innovando en el diseño.

Poder de negociación de proveedores A la hora de planificar un proyecto debemos tener en cuenta que en este sector, por la naturaleza del mismo, no es posible contar con más que con la habilidad de diseñar y ejecutar un proyecto de construcción. Por ende, para la ejecución del mismo se debe contar con empresas proveedoras de los materiales y herramientas necesarias.

Tomando en cuenta este aspecto, es claro que se está en constante negociación, por un mejor precio, con los proveedores. En estos casos si el proveedor es único en la zona con este no es posible negociar mucho, puesto que su posición lo aventaja. Es posible llegar un a un acuerdo, pero en última instancia siempre será su palabra. Cuando existen varios proveedores de un producto o servicio se puede lograr un mejor precio, esto es cuando se negocia entre varios proveedores y se escoge el que, según las necesidades y exigencias, sea más conveniente tanto para la empresa como para el proyecto. Siempre existirán varios precios y distintos productos según los mismos. Dependerá siempre de la elección de la empresa cual elegir, puesto que hay mas o menos un estándar en cuando a precios de proveedores se refiere.

Rivalidad entre los competidores existentes Como se ha venido diciendo en los análisis anteriores, el sector de la construcción es uno muy amplio y por ende muy solicitado tanto por los clientes como por profesionales y personas interesados en trabajar en el mismo. La rivalidad es el pan de cada día de esta industria. Existen diversos niveles entre los competidores, ya sean nuevos o viejos en el mercado, ofrezcan un servicio específico, o tengan diversidad de enfoques en la empresa. Según el reconocimiento en el mercado, variará el estilo y precio de ejecución de un proyecto, pero esto incrementa aún más la competencia entre las medianas y pequeñas empresas por llegar a posicionarse en el mercado. Hay que recordar que en esta área existen muchos profesionales y personas empíricas en la materia que cada día se añaden al negocio, sumándose a los ya existente que no dejan brecha en la competencia. Esto es una competencia por ganar proyectos que se verá sesgada por las relaciones que posea la empresa. Esto es, que si se busca una constructora para ejecutar el proyecto, antes que buscar una que haga bien el trabajo, se busca aquella en la cual poseo relaciones ya sean comerciales, familiares o de amistad. Entonces hemos marcado un nuevo espacio de rivalidad, no sólo por conseguir proyectos constructivos, sino por conseguir relaciones que nos aseguren constante trabajo y entradas a la empresa constructora. Por ende, la rivalidad es tangible en el diario vivir de este sector.