4 Teoria Del Consumidor

D. TEORÍA DEL CONSUMIDOR CONSUMIDOR En economía, un consumidor es una persona u organización que demanda bienes o servic

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D. TEORÍA DEL CONSUMIDOR CONSUMIDOR En economía, un consumidor es una persona u organización que demanda bienes o servicios proporcionados por el productor o el proveedor de bienes o servicios. Es decir es un agente económico con una serie de necesidades y deseos, que cuenta con una renta disponible con la que puede satisfacer esas necesidades y deseos a través de los mecanismos de mercado.

Puede definirse a los consumidores como “Personas físicas o jurídicas que adquieren, utilizan o disfrutan como destinatarios finales, de bienes muebles o inmuebles, productos, servicios, actividades o funciones, sea cual sea la naturaleza —pública o privada, individual o colectiva— de aquellos que los producen, facilitan, suministran o expiden”.

Así, no se consideran consumidores aquellos que adquieren bienes y servicios para incorporarlos a un proceso productivo o a una actividad comercial. En este sentido, el consumidor es de una u otra forma el usuario final del bien.

En el ámbito de los negocios o la economía, cuando se habla de consumidor, en realidad, se hace referencia a la persona-como-consumidor. El consumidor es la persona a la que el Marketing dirige sus acciones para orientar e incitar a la compra.

TEORÍA DEL CONSUMIDOR

La teoría del consumidor forma parte de la microeconomía y se encarga del estudio del comportamiento de los agentes económicos en su carácter de demandante de bienes y servicios. La teoría del productor, por contraste, los estudia en su carácter de oferentes de bienes y servicios.

“Los consumidores siempre eligen la mejor cesta de bienes que pueden adquirir”. La teoría neoclásica de la elección del consumidor se puede sintetizar en la frase anterior. Como vemos consta de dos proposiciones de las que se desprende todo el análisis de la elección de los consumidores: la mejor cesta y las posibilidades de adquirir.

Las preferencias de los sujetos económicos se traducen en términos de utilidad y estas se vuelcan en el plano geométrico en formas de curvas de indiferencia y cómo a cada tipo de bienes les corresponde una forma particular de curvas de indiferencia. Por otra parte veremos las cuestiones relacionadas al presupuesto del individuo, sus posibilidades de consumir. Aquí tocaremos temas relacionados con la renta y los precios de los bienes y cómo los cambios en estas variables se reflejan en cambios en el consumo de los bienes. Cuando el individuo logra escoger (siempre lo logra según la teoría neoclásica) la mejor canasta de bienes que tiene a su alcance, éste –el consumidor- llega a lo que se denomina equilibrio del consumidor. A partir de este punto es que derivaremos la demanda de un consumidor individual, luego veremos que la demanda de mercado se obtiene sumando las demandas individuales. El consumidor en la teoría neoclásica En la teoría (neo)clásica de microeconomía, se entiende que un consumidor posee un presupuesto que puede ser gastado en un amplio abanico de productos (bienes y servicios) disponibles en el mercado. Bajo la asunción de racionalidad, esta elección de gasto presupuestario se realiza de acuerdo con las preferencias del consumidor; por ejemplo, para maximizar su función de utilidad, o para priorizar las necesidades por sobre los deseos se considera que el consumidor puede invertir una proporción de su presupuesto para obtener un mayor presupuesto en periodos futuros. Esta elección de inversión puede incluir tasas de interés fijo o activos financieros sin riesgo. En los últimos tiempos, la preocupación sobre la preservación de los intereses del consumidor ha calado en la sociedad, llegándose a incorporar asignaturas sobre educación del consumidor dentro de los programas educativos.

Teoría postkeynesiana del consumidor La teoría del consumidor postkeynesiana difiere abruptamente de la anterior al admitir que las preferencias tienen una estructura lexicográfica incompatible con la existencia de una función de utilidad escalar. Así el consumidor dividiría los bienes entre categorías y preasignaría una parte de la renta a cada categoría distribuyendo entre los bienes de cada categoría posteriormente el presupuesto. Existe una cierta evidencia empírica de que los consumidores gastan su dinero de esta manera. Las ideas básicas proceden de Nicholas Georgescu-Roegen y Herbert Simon de la escuela behaviorista. Los principios básicos son: 1. Racionalidad procedimiental (Herbert Simon). El consumidor se regiría por

reglas o hábitos no compensadores.

Se ha comprobado empíricamente que la gran mayoría de decisiones de los consumidores son espontáneas y se basan en rutinas o procedimientos que no atiende a más de uno o dos criterios. Los consumidores no examinan sistemáticamente todas las opciones posibles, salvo para ciertos bienes. Los procedimientos dependen mucho más de la costumbre previa que del análisis racional de todas las posibilidades. Ese medio para decidir, llamado racionalidad procedimental, proporciona un medio rápido y sencillo de tomar decisiones, un procedimiento de optimización riguroso entre todas las posibilidades podría ser inadecuado. Por tanto, podemos decir, que un consumidor con información limitada y conocimientos limitados esta siendo racional al escoger métodos procedimentales de elección, pero este tipo de racionalidad no es la racionalidad optimizadora que presupone la teoría neoclásica. 1. Saciedad (Georgescu-Roegen). Más allá de un umbral finito la necesidad

queda satisfecha y consumir más unidades no aumenta la satisfacción o "utilidad".

Eso implica matemáticamente que a partir e cierto valor finito de la cantidad consumida la derivada de la utilidad marginal se anula idénticamente. Las consecuencias de este principio han sido analizadas por Georgescu-Roegen. 1. Separación (Lancaster). El consumidor divide los bienes y necesidades en

diversas categorías, débilmente relacionadas (medidas a partir de las elasticidades-precio cruzadas).

De acuerdo con este principio introducido por Lancaster, el consumidor subdivide sus elecciones y necesidades en diversas categorías, débilmente relacionadas unas con otras.

Eso implica que los cambios en los índices de precios de un tipo de productos asociados a una determinadas necesidades, no afecta prácticamente a las cantidades consumidas de otras categorías, ya que las categorías son básicamente independientes. Así difícilmente una cantidad insuficiente de alimento puede ser compensada por una mayor cantidad de oferta cultural, dado que probablemente el alimento y el deseo de ocio pertenecen a categorías diferentes de deseos y necesidades. Este principio postkeynesiano contrasta con las hipótesis típicas de la teoría neoclásica donde cualquier disminuición en la cantidad proveída para una necesidad puede ser compensada por una cantidad superior de otro producto. 1. Subordinación (Georgescu-Roegen). Las necesidades están jerarquizadas y

subordinadas unas a otras.

( Pirámide de Maslow) Las necesidades son a menudo jerarquizadas, subordinadas unas a otras. Este principio se asocia a menudo a la pirámide de necesidades de Abraham Maslow. Según el principio de subordinación la distribución del presupuesto no consiste en maximizar una utilidad entre bienes disponibles, sino que los bienes situados en un nivel jerárquico no son consumidos a menos que estén mínimamente satisfechas las necesidades de bienes de los niveles jerárquicos inferiores. Esto puede implicar en algunos casos qué orden de preferencias de combinaciones de bienes siga un orden lexicográfico 1. Crecimiento (Georgescu-Roegen, Pasinetti). El tiempo y el aumento de

ingresos permiten pasar de una necesidad a otra de forma escalonada.

Este principio tratado por Georgescu-Roegen y Pasinetti establece, que el tiempo y el crecimiento de la renta disponible para un consumidor hacen que sus preferencias evolucionen escalonadamente y el acceder a niveles de renta superiores hace que se consideren necesidades que previamente no habían sido consideradas. 1. Dependencia (J.

K. Galbraith). Las necesidades están influidas por la publicidad, las modas, la cultura y los amigos.

El principio de dependencia es el reconocimiento de que los gustos dependen de la publicidad, las modas, el grupo social al que pertenece el agente económico, y no simplemente de unos gustos autónomos objetivos. Este principio fue señalado inicialmente por John Kenneth Galbraith. 1. Herencia (Georgescu-Roegen). Las elecciones de hoy están condicionadas

por las elecciones de ayer. De acuerdo con esto a medida que mejora o

empeora la renta de un consumidor las variaciones de las cantidades consumidas serán dependientes de las del pasado más que decisiones optimizadoras.

El principio de herencia establece que las preferencias actuales de un consumidor dependen de su historia pasada de consumo. Es decir, las elecciones de hoy están condicionadas por las elecciones de ayer. Esto hace que la dinámica de consumo a lo largo del tiempo, no depende de maximizar una función de utilidad objetiva e inmutable, sino que nuestra historia de elecciones pasadas puede ser lo más determinante en la configuración de nuestros gustos actuales. Esto hace que las preferencias de los agentes económicos sean altamente dependientes de su historia vital.