3. Cancer. Cura Natural. Shelton. 83p

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CÁNCER. SHELTON.- 1 LA CURA NATURAL DEL CÁNCER y SU PREVENCIÓN POSITIVA POR MÉTODOS SIMPLES Y NATURALES. “The natural cure of cancer and its positive prevention by simple natural methods” (1931)* Herbert M. SHELTON (1895–1985) Médico y Cirujano del Real Colegio de Londres, Doctor Ortópata, Doctor Naturópata, Doctor en Filosofía, Químico y Biólogo. *Escrito antes del uso de la QUIMIOTERAPIA, que se inició en la década de 1940 con los primeros usos del Gas Mostaza, de uso militar desde 1917. AUTOR DE: La Vida Humana, su Filosofía y sus Leyes; La Dieta Natural del hombre; Cuidado Higiénico de los Niños; Regeneración de la Vida; La Cura Natural de la Sífilis; La Cura Natural del Padecimiento Tonsilar y Adenoideo; Alimento y Alimentándose; Fundamentos de la Cura Natural; Viviendo la Vida para Prolongar la Vida; Suero Venenoso; Un Crimen Médico; La Amenaza de la Vacuna y del Suero; La Comercialización de las Almas Humanas; Fiebre del Heno y Asma; La Cura Natural de la Diabetes y de la Enfermedad de Bright (Nefritis Degenerativa); La Cura Natural y la Prevención de la Tuberculosis; La Religión de la Vida; Los Flagelos del Hombre; Las Leyes Naturales del Sexo; Fundador de la Escuela de Salud del Doctor Shelton; Fundador y Editor de Saludable Vivir; Editor Asociado de Constructor de Salud Progresiva;. Ex-Editor Asociado de Cómo Vivir; Ex - Columnista de la Salud del New York Evening Graphic; Ex-Miembro del Personal de Escritores de Cultura Física; Presidente de la Escuela Internacional de Ortopatía, etc., etc. Versión del Profesor RAUL RODRIGUEZ MATUS. PARANINFO. Meléndez Valdés, 14 y 65.- Madrid, 1963 ÍNDICE Dedicatoria.- 2 Unas palabras sobre la Traducción.- 2 Introducción.- 3 I.- La unidad y carácter ortopático de los tumores y cánceres.- 8 II.- La evolución del cáncer.- 13 III.- Causas del cáncer.- 22 IV.- La dieta y sus relaciones con el cáncer.- 34 V.- La herencia en el cáncer.- 42 VI.- El Radio y los Rayos X en el cáncer.- 48 VII.- La cirugía en el cáncer.- 53 VIII.- La futilidad de la remoción temprana de cánceres y tumores.- 60 IX.- La prevención del cáncer.- 66 X.- La curabilidad del cáncer.- 70 XI.- La cura del cáncer.- 77 Glosario.- 81 – 83

CÁNCER. SHELTON.- 2 DEDICATORIA Este libro pequeño puede ser la nube en el día y la columna de fuego en la noche que oriente a muchos hacia el sendero que conduce a la salud perfecta. Para este fin está dedicado a la Salud Verdadera y a la libertad Médica, por EL AUTOR. UNAS PALABRAS SOBRE LA TRADUCCION He leído con emocionado interés la traducción que el Profesor Raúl Rodríguez Matus ha hecho del inglés al español de la obra científica «LA CURA NATURAL DEL CÁNCER Y SU PREVENCION POSITIVA POR METODOS SIMPLES Y NATURALES», por el doctor Herbert M. Shelton, Director del Instituto de Salud Shelton, de San Antonio Texas. El libro sobre el cáncer, del doctor Shelton, es el fruto de varias décadas de investigaciones fisiológicas y de comprobaciones en la práctica. Combina el rigorismo del método científico con la audacia de una filosofía sobre salud y enfermedad que combate de manera incontestable los conceptos que sobre esta materia arraigan en la mente de casi todos los círculos médicos. Traducir un tratado de esta naturaleza requiere algo más que el traslado literal de una palabra en inglés a una en español, que sería el resultado de una paciente labor de diccionario. El trabajo del profesor Rodríguez Matus es algo más que eso: sin perder en ningún momento la fidelidad al texto original de Shelton, ha llevado al español una versión justa de las ideas del autor, que traducidas demasiado literalmente podrían haber perdido en fuerza y en claridad lo que mantuvieran en académica exactitud. Lo más notable de la versión que de «LA CURA NATURAL DEL CANGER Y SU PREVENCION POSITIVA POR METODOS SIMPLES Y NATURALES» hace el profesor Rodríguez Matus es el hecho de llevar al público de habla hispana el espíritu revolucionario, noblemente apasionado y no obstante, como ya dije, rigurosamente científico del más profundo maestro de la salud de nuestra época: el doctor Herbert M. Shelton. Para quienes tenemos la dicha de conocer al profesor Raúl Rodríguez Matus no es una sorpresa su meritoria faena intelectual: él ha sido hombre de estudio toda su vida. Su inquietud intelectual lo ha llevado a recorrer muchos campos. En la política tuvo destacada actuación, pero se retiró asqueado. Es en la Fisiología y la Higiene donde se ha detenido cual abeja que al fin encontró la flor pletórica de rico néctar que no sólo sacia su sed de saber, sino que le brinda la oportunidad de extraer vivificante licor para repartirlo noblemente entre los espíritus sedientos de la VERDAD. El entusiasmo, el valor y el desinterés con que el profesor Raúl Rodríguez Matus ha acometido la amarga batalla de llevar luz donde reina la superstición, no sólo traduciendo obras de divulgación higiénica, sino publicandolas por su propia cuenta, merece el aplauso fervoroso de quienes creemos que «NINGUN ESFUERZO EN PRO DEL PROGRESO UNIVERSAL SE PIERDE». DOCTOR ROSENDO ARGÜELLO (1915 – 1998), Ex-Subdirector del Instituto Shelton de San Antonio Texas. Ex-Director del Instituto Armendi, Managua, Nicaragua. Managua, Nicaragua, C. A., 24 de marzo de 1963.

CÁNCER. SHELTON.- 3 INTRODUCCION El cáncer es una de los centenares de enfermedades que la profesión regular admite francamente no conocer la causa y no tener cura para la misma. Ella no conoce las causas de los catarros ni de los diviesos, y no tiene cura para ninguno de estos dos padecimientos simples comunes. Sin embargo, hasta muy recientemente, no le ha dispensado atención alguna a la causa de los catarros; en cambio, por el otro lado, gasta millones en la investigación del cáncer. Cuando nosotros aprendemos a leer, comenzamos por aprender el Alfabeto; después, palabras simples; después, sentencias simples, y avanzamos paso a paso a lecturas más y más difíciles. Si nosotros estudiamos Arte comenzamos por aprender a dibujar una línea recta; después, una línea curva; después, una línea mixta. A continuación aprendemos a dibujar objetos simples, tales como una caja, una bola, un cilindro, etc. Paso a paso avanzamos de lo simple a lo complejo y a lo más complejo. Nosotros hacemos lo mismo en los estudios de la Música, de las Matemáticas, de la Gramática, de la Ingeniería, o cualquier otra cosa que estudiemos. La profesión médica ha cometido el desatino grave de intentar este proceso a la inversa. Ella intenta principiar con lo complejo y espera fastidiarse a sí misma más tarde con las cosas simples. Ella debería comenzar con los problemas simples de etiología y patología y progresar hacia los más complejos solamente después de haber dominado los simples. Si fuera hecho esto, los problemas complejos se solucionarían por sí mismos conforme se fueran presentando por el fundamento seguro de las soluciones previas. Hoy por hoy, los médicos permanecen en una posición muy peculiar: aquélla de advertir al público que recurra a ellos para un diagnóstico y tratamiento del cáncer temprano, al mismo tiempo que le comunican a ese mismo público que ellos no conocen, la causa del cáncer, que ellos no saben cómo prevenirlo y que no tienen cura para esa condición. Sus advertencias son inconsistentes con sus admisiones. Ellos solamente tienen éxito en amedrentar al público en beneficio de sus propios intereses financieros. Aquel miembro del Senado a quien el Senador Reed se refirió desdeñosamente como el "consejero médico de todos los Estados Unirlos", el Senador Royal S. Copeland, Médico Y Cirujano, dijo en uno de sus artículos titulados "Vea a su Doctor", publicardos en los diarios a principios del año 1927, que si algo es siempre apropiado para espantar al público tal vez sea el cáncer. El adicionó: "Lo que yo quiero significar al decir "espantar", en este asunto particular, es situar a la víctima en una condición mental como para que la induzca a ver al Doctor." "Vaya a consultar al Doctor" es la mira y el fin concreto de estas así llamadas campañas educacionales. No existe algo que ellos puedan hacer en favor de la víctima del cáncer con excepción de experimentar en ella. Ciertamente es una magnanimidad muy pobre pedirle a un paciente de cáncer pagarle sumas considerables al Doctor por el privilegio de ser usado como un objeto de experimentación. Cuando muchos millares de médicos, patólogos, laboratoristas y otros, trabajan durante muchas décadas en la solución de un problema, y sus esfuerzos unidos han llegado a la suma total de nada absolutamente, pareciera ser tiempo de suspender el trabajo durante un momento breve e inquirir dentro de la razón la causa de esta falla verdadera y evidente en encontrarle una solución al problema. Millones de dólares han sido vaciados dentro de las arcas de las instituciones investigadoras del cáncer por los gobiernos y por personas "filántropas" y sus dineros han sido despilfarrados de un lado a otro en experimentos incesantes y en repeticiones de experimentos previos, con el resultado de que nada de importancia ha podido ser extraído de ellos.

CÁNCER. SHELTON.- 4 Los mismos experimentos han sido realizados centenares de veces, una y otra vez, cada "generación" de investigadores imitando a sus predecesores sin que alguno de ellos ponga de manifiesto alguna originalidad o alguna habilidad para obtener alguna cosa real y efectiva alejado del camino trillado de la experimentación. Trabajando laboriosamente, caminando siempre cansada y pesadamente sobre los mismos desechos estériles y áridos, gastan pródigamente los dineros y siempre regresan con las manos vacías. "La causa del cáncer todavía es desconocida." "No se conoce cura alguna para el cáncer. "− "pero, nosotros tenemos la esperanza de descubrir pronto una cura." Centenares de veces los periódicos han anunciado las buenas nuevas de que una cura para el cáncer ha sido encontrada. Toda clase de curas han sido descubiertas y todas ellas han fallado. Hace unos pocos años el Doctor Saleeby, de Inglaterra, escribió un libro sobre “'LA CONQUISTA DEL CÁNCER", en el cual entusiásticamente describió una cura real para el cáncer, una que él había visto producir curas efectivas. Pero esta cura ahora se encuentra en el Limbo Médico con sus predecesoras y sucesoras; mientras, la cirugía, los rayos X y el Radio, todavía son los métodos en boga. Esta persistencia en el empleo de métodos que demuestran ser no solamente de invalidez absoluta, sino que dañinos efectivamente, en el tratamiento del cáncer, forman un paralelo impresionante con la forma en la cual los experimentos que ningún beneficio rinden, son repetidos una y otra vez millares sobre millares de veces por grupos de experimentadores afortunados. Existe dinero para ser obtenido por la cirugía, por el Radio y por los rayos X en el tratamiento del cáncer, pero sin que se acumule jamás beneficio alguno a favor de “la víctima” del cáncer. ¿Es demasiado descortés sugerir que las ganancias que son derivadas de estos métodos de tratamiento estériles tienen relación con su uso continuado? ¿O nosotros debemos meramente presumir que, como los médicos y cirujanos no saben alguna otra cosa que hacer y sienten la necesidad imperiosa de hacer algo, ellos continúan repitiendo las formas de tratamiento que les fueron enseñadas para emplearlas meramente como una cuestión de hábito? Afortunadamente para los pacientes de cáncer, el dinero para el establecimiento de "Centros para Cáncer" ya no es obtenido tan fácilmente. A pesar de los esfuerzos hercúleos para conseguir dinero, solamente sumas pequeñas pueden ser levantadas ahora. Las personas que dan dinero para tal trabajo, parece que han venido a ser cautelosas de la investigación del cáncer y que se han cansado de prodigar sus millones a las arcas insaciables de tales instituciones de "investigación", para ser gastados en repeticiones de experimentos estériles los cuales han sido realizados millones de veces por las diez generaciones pasadas de experimentadores. El curso de la medicina moderna está dotado de instituciones y capitalizado pesadamente por factorías de "curas". Tanto tiempo como el dinero de los ricos fluya liberalmente dentro de las arcas de las instituciones de investigación y hospitales, y tanto tiempo como las grandes fábricas involucradas puedan vender "curas" para obtener ganancias y dividendos, exactamente el mismo tiempo serán repetidos los experimentos estériles y serán vendidas más "curas" inservibles. Financieramente resulta más provechoso actualmente jugar con la falsedad que trabajar con la verdad. Los señores investigadores deben devengar grandes salarios y ellos deben producir RESULTADOS para justificar su trabajo. Los RESULTADOS tendrán que aparecer en intervalos frecuentes, ya que de otra manera las donaciones de fondos no fluirían tan liberalmente. La mayor parte de la publicidad dedicada a la investigación del cáncer, efectivamente, es un esfuerzo para estimular la afluencia de dinero a las instituciones de “investigación". Incontables millares de veces el cáncer ha sido inoculado en ratas y otros animales y sus agonías han sido contempladas con regocijo sádico.

CÁNCER. SHELTON.- 5 Pero la inoculación de tumores en los animales no puede producir luz alguna sobre las causas del cáncer. Nosotros no desarrollamos el cáncer inoculándolo dentro de nuestras personas. El funcionamiento de un cáncer exógeno en una región no cancerosa, no puede ayudarnos e determinar la manera apropiada de remover la región cancerosa. Que el cáncer está incrementándose es cierto. Las muertes por cáncer están, aumentando en los Estados Unidos a razón de un 20 por 100 Cada año más o menos. Ha incrementado en proporción al aumento de otras enfermedades degenerativas —crimen, insania, enfermedades nerviosas, enfermedades del corazón y de las arterias, enfermedad de Bright (Nefritis Degenerativa) y diabetes. Es absolutamente probable, como es proclamado frecuentemente, que mucho del incremento de estas enfermedades es solamente aparente y no real, y es debido al descubrimiento de más casos ahora que anteriormente. En realidad, los estadistas creen que el número efectivo de muertes debidas al cáncer es más grande del mostrado en las estadísticas. No todos los casos son localizados o reportados, aún ahora. Unos pocos números nos ayudarán a formarnos alguna idea del aumento, real y aparente, de la mortalidad del cáncer. En la inscripción del área de los Estados Unidos en un total de población de 30.642.000 fueron reportadas 34.176 muertes por cáncer de todas clases en todas las localizaciones en 1.900. El promedio de muertes por cáncer en 1900 fue estimado en 64, por cada 100.000 habitantes; en. 1920, 96; 1924, 109,8; 1925, 111,5. De acuerdo con los datos recogidos por la Sociedad para el Control del Cáncer, "la mortalidad por cáncer en la ciudad de New York subió de 2.291 muertes en 1900 a 3.710 en 1910; a 5.317 en 1920 y a 7.033 en 1926. El promedio de muertes durante ese período incrementó de 66 a 119 por cada 100.000 habitantes o sea un 80 por 100. Este incremento en el cáncer no es debido al contagio, porque EL CÁNCER NO ES CONTAGIOSO O INFECCIOSO y no existe peligro de comunicarle la enfermedad a otros. No tiene raíces o proyecciones semejantes a raíces y no es un cuerpo extraño o ajeno que crece en el cuerpo. La incidencia del cáncer parece estar en relación directa con la prosperidad material de la gente. Las gentes bien que pueden excederse en indulgencias con sus personas en muchas formas son mucho más propensas a esta condición que las pobres. Los así llamados salvajes, en las selvas de la tierra, tampoco están exentos del cáncer completamente, o de sufrir un poquito con él. Es más frecuente en las porciones septentrionales de los Estados Unidos que en las del Sur. Los vecinos de la ciudad están más sujetos a esta enfermedad que los vecinos del campo. El cáncer se incrementa conforme los habitantes de una nación cambian de población rural a población urbana. Las así llamadas naciones retrasadas sufren menos cáncer que las avanzadas. El cáncer parece incrementar rápidamente en proporción al aumento del consumo de carnes. Puede incrementarse también con el aumento del consumo de alimentos desnaturalizarlos. El cáncer se incrementa conforme la gente viene e estar bajo la influencia de la abundancia, con su lujo, indolencia y excesos de indulgencias. El cáncer ha sido llamado une enfermedad de la civilización. Su incremento tremendo en años recientes parece indicar que en su mayor parte es la enfermedad de una civilización decadente. Un médico me preguntó un vez si no era un hecho que la civilización estaba destruyendo rápidamente a los así llamados pueblos primitivos y que si no destruiría también al demonio si lo pudiéramos civilizar. Yo nunca había pensado en un demonio que no fuera civilizado. Yo siempre había estado bajo la impresión de que él fue el autor de la mayor parte de la civilización. Profundizando dentro de los elementos constituyentes de "la causa del cáncer encontramos factores los cuales son los productos de la civilización conforme lo sabemos hoy. Es aseverado que el riesgo para el cáncer está aumentando mucho más rápidamente que la mortalidad por esta enfermedad y que para este incremento en el riesgo deben existir causas adecuadas.

CÁNCER. SHELTON.- 6 El cáncer es mucho más frecuente en nuestras grandes ciudades que en nuestros distritos rurales. Los Estados Unidos tienen uno de los promedios más grandes de muertes por cáncer en el mundo. "El manual de hechos esenciales acerca del cáncer", preparado por la Sociedad para el Control del Cáncer dice: "Ni puede ser discutido que el cáncer es más común entre la gente bien y próspera que entre la pobre. Es una enfermedad la cual aparece para afligir peculiarmente a aquellos que están especialmente bien alimentados y en buenas condiciones generales de salud. Asimismo es primariamente una enfermedad de pueblos civilizados, ya que es encontrada raramente entre nuestras razas indígenas, particularmente entre nuestros indios nativos, quienes, en su estado nativo, están libres de él. La misma conclusión es aplicable a los indios de la América del Sur." El lenguaje anterior está desorientando aquí y allá. La gente bien y próspera frecuentemente está bien alimentada. Ella casi siempre está sobrealimentarla. Ella consume más alimentos de los que requiere, pero sus alimentos usualmente no son de carácter adecuado para alimentar apropiadamente el cuerpo. Solamente la ignorancia de los principios elementales de la nutrición puede calificar a esta gente como bien alimentada. Que el exceso de comida se cuenta entre las causas del cáncer, yo no lo dudo Que los alimentos desnaturalizados son responsables considerablemente de la deterioración del cuerpo, yo no lo dudo. Que los alimentos complicarlos, exquisitamente sazonados y muchos otros platos de comide contribuyen a la producción del cáncer, me parece que es muy evidente. Esta gente puede encontrarse pletórica y obesa, pero seguramente no bien alimentada. En realidad ella está exactamente en lo opuesto. Igualmente se comete otra equivocación mayúscula cuando se dice que esta gente está "en buenas condiciones generales de salud". Tal vez ella se encuentre en semejante estado, si aceptamos el nivel convencional de salud como buena salud. Pero una investigación breve revela que esta gente comenzó a deteriorarse desde antes de ingresar al kindergarten. En una edad muy temprana sus dientes principiaron a estar malos. Sus ojos y oídos vinieron a estar defectuosos. En estas personas se manifestaron otros signos de degeneración y sufrieron muchas formas de “enfermedades” durante su vida. Aún ahora, cuando ellas son declaradas estar en buena salud, sufren de achaques y desórdenes variados los cuales aun cuando no son considerados como de alguna importancia, son evidencias de su carencia de salud. Sus hábitos de vida son de tal carácter, que resulta imposible alcanzar algo que pueda semejarse a una buena salud real. Al cáncer le resultaría imposible desarrollarse en un cuerpo realmente sano. El cáncer parece incrementarse conforme nosotros nos alejamos de la vida simple y venimos a ser más complejos e innaturales en nuestras formas de vivir. Esto es lo que debemos de esperar. Por lo que respecta al cáncer, semejante a otras enfermedades, es una consecuencia del mal vivir y mientras más errada venga a ser nuestra manera de vivir, más cáncer deberemos desarrollar. El temor, la preocupación, la precipitación, la tensión mental y nerviosa, el esfuerzo muy grande, la estimulación excesiva, los otros excesos, el hábito de las drogas, la sobrealimentación, los alimentos desnaturalizados, los condimentos y las especias, los alimentos calientes, el desvelo, las emociones y las excitaciones vivas, y todas las otras influencias similares establecen los fundamentos para el cáncer. Aun cuando el modo de vivir de la así llamada gente nativa nunca es tan bueno como debería o puede ser, usualmente posee muchas ventajas sobre aquél de la gente “altamente civilizada”. No es complicado. El alimento es simple, con frecuencia abundante y nunca desnaturalizado. No tiene las oportunidades ni las facilidades para practicar nuestros peores vicios e indulgencias. No se encuentra bajo una excitación constante y nunca recurre ni a mucha ni a tan variadas estimulaciones como lo hace el hombre civilizado. Y la estimulación solamente es irritación. Nunca es tonificación.

CÁNCER. SHELTON.- 7 El hábito de las drogas no es común entre esta gente. Los indios que ya no se encuentran en estado nativo, sino que han adoptado las costumbres de los blancos, también han adquirido sus enfermedades, inclusive el cáncer. Lo mismo es cierto por lo que respecta al negro. El cáncer está incrementándose rápidamente entre nuestra población negra. Aun cuando anteriormente fue muy raro entre ellos, se ha observado incrementarse más rápidamente entre los negros ricos y prósperos, los "bien alimentados”. Ninguna raza humana en cualquier clima está exenta del cáncer. Se asegura que medio millón de personas mueren cada año por esta enfermedad. Sin embargo, nosotros hemos sido informados por una autoridad destacada que: "La vasta suma de laboratorios de investigación por un lado y la propaganda del cáncer por el otro, parece no haber obtenido efecto mensurable sobre el promedio de muertes por el cáncer. LAS SUMAS ENORMES DE DINERO, LAS CUALES HAN SIDO GASTADAS EN LA INVESTIGACIÓN DEL CÁNCER, PARECE QUE CON TODO EL ALCANCE QUE HAN TENIDO, NO HAN RENDIDO NI UN FRAGMENTO DE EVIDENCIA DE VALOR REAL HACIA EL CONTROL Y CURA DE LA ENFERMEDAD. Uno viene a estar convencido de la futilidad absoluta de la mayor parte de los métodos seguidos actualmente, los cuales descansan principalmente sobre el clamor incesante de dinero y más dinero. Una mirada retrospectiva sobre los últimos diez años, justifica francamente NO OTRA CONCLUSION QUE AQUELLA DE QUE NO ESTAMOS APARENTEMENTE SOBRE LA SENDA CORRECTA QUE ES PROMETEDORA DE RENDIR .RESULTADOS DE VALOR MAS ENRIQUECIDO". La mayor parte de las personas que pasan de los cuarenta años de edad mueren más de cáncer que de neumonía, tuberculosis y fiebre tifoidea. UNA MUJER DE CADA OCHO Y UN HOMBRE DE CADA ONCE, que alcancen los cuarenta años de edad, se dice que morirán de cáncer. Es decir, que si el ritmo presente del cáncer se sostiene desde el principio hasta el fin, de la presente generación, una mujer de cada siete y un hombre de cada diez viviendo actualmente van a morir de cáncer. Para hacer el cuadro más patético todavía, si el ritmo actual de incremento en la incidencia del cáncer continúa, tan sólo en una generación más, una mujer de cada cuatro y un hombre de cada seis morirán de cáncer. Naturalmente es interesante conocer cuáles son los propósitos de los hombres de la medicina y qué piensan hacer en relación con este asunto; y yo confieso con gran desilusión cuando me encuentro con las confesiones de su lamentable ignorancia de las causas de la enfermedad, y que su único remedio propuesto es un examen médico seguido de una remoción quirúrgica del cáncer sospechado, que ellos no se encuentran en esta campaña, ni remotamente interesados en las causas de la condición. Ellos no están interesados en decirnos cómo evitar estas causas así prevenir la enfermedad. Corte un poquito más profundo, remueva un poquito más de tejido, extirpe unas cuantas glándulas más, desperdicie el tiempo fragmentariamente removiendo efectos, resultados y productos finales; espere hasta que la enfermedad esté desarrollada completamente para verla, sin dispensarle atención alguna antes. Todo esto parque ellos no conocen la causa y porque el dinero está de por medio en todos estos ceremoniales. Yo no soy especialista en cáncer. Yo no soy un médico. Yo no soy un investigador ni un laboratorista. Yo no estoy aliado en algún sentido con aquéllos que lo han estado y que todavía lo están, llevando y trayendo la propaganda del cáncer en la prensa pública. Este libro ha sido escrito, no para amedrentarlo a usted, sino para tranquilizarlo. El mensaje que le traigo a usted es un mensaje de salud y no el mero formulismo de "vea a su médico inmediatamente" que usa la propaganda médica.

CÁNCER. SHELTON.- 8 Yo creo firmemente que si la causa verdadera y la naturaleza real del cáncer le son explicadas al público y si se le brinda el medio simple y natural de prevenir su desarrollo, la enfermedad perderá su terror estimulado y también comenzará a declinar, gracias a la operación de estas medidas preventivas. La clase de educación apropiada no creará temor, sino coraje; no desesperación, sino esperanza; no abatimiento, sino energía, alegría y felicidad en el pueblo. Amedrentar al pueblo para explotarlo, es la esencia verdadera de la magia negra antigua, y francamente ya es tiempo para que nosotras nos alejemos de la magia negra, aun cuando la medicina nació de ésta y todavía tiene mucho de dicha magia negra. El propósito de este libro es sustraer al lector de las tinieblas gitanas para dirigirlo hacia la luz de la salud, de la verdad y de la libertad. Herbert M. Shelton. San Antonio Texas CAPÍTULO I.- LA UNIDAD Y CARÁCTER ORTOPATICO DE LOS TUMORES Y CÁNCERES Nosotros estamos en la necesidad deplorable de un acercamiento nuevo a los problemas de la prevención y cura del cáncer. Los métodos antiguos han fallado notablemente. El parto de los montes se ha realizado y ha dado a luz un ratón y éste todavía es uno por nacer. Los antiguos prejuicios y predisposiciones deben ser barridos; las nociones preconcebidas deben ser descartadas y cada esfuerzo para explicar el cáncer de acuerdo con los métodos antiguos, debe ser abandonado definitivamente. Nosotros debemos desarrollar una visión nueva del problema y seguir líneas de investigación nuevas absolutamente. La repetición interminable de fórmulas antiguas y experimentos estériles, las pruebas incesantes de fallas antiguas y el constante grito de desesperación con que se le implora al rico dar más dinero para mantener la rutina anacrónica, convencerán al hombre inteligente que alguna cosa está errada fundamentalmente con lo que se ha hecho y con lo que se está haciendo. En este libro pequeño yo me he separado de los modos antiguos de hacer las cosas. Yo me he aproximado al problema del cáncer desde un ángulo nuevo y diferente. Yo he condenado los métodos médicos prevalecientes y he irrumpido dentro de un campo el cual creo que está preñado de resultados. Yo no espero de parte de la opinión médica alguna atención seria para la opinión aquí presentada. Sin embargo, yo me aventuro a predecir que tarde o temprano, ellos se verán forzados a sumarse a estas opiniones, a menos que ellos estén más deseosos de perpetuar la presente confusión lucrativa que resolver los problemas presionantes presentados por el cáncer. En el capítulo presente yo intento exponer lo que a primera vista puede parecer una opinión sorprendente cual es, la unidad y carácter ortopático de todas las así llamadas enfermedades, incluyendo tumores y cánceres. ORTOPATIA es el término aplicado al examen de la enfermedad, y la cual considera los así llamados procesos de la enfermedad como ACCIONES CORRECTAS. Ella mira en cada acción de las fuerzas vitales ya sea en el más violento como también en el más débil estado de enfermedad, un ajustamiento legitimo y ordenado para los fines. Esta concepción de la naturaleza esencial y racional de la enfermedad, ya la expliqué y también probé ampliamente ser cierta en mi obra LA VIDA HUMANA, SU FILOSOFIA Y SUS LEYES", y debo remitir al lector a ella para una explicación detallada de ésta. Es suficiente decir aquí que, la Naturaleza no viola las leyes y que las fuerzas y las leyes de la vida siempre deben trabajar, en la verdadera naturaleza de las cosas, en la forma más destacada y mejor para los intereses de la vida.

CÁNCER. SHELTON.- 9 Ortopatía no es el nombre de una escuela de curación, o de un culto. No es el nombre de un método o sistema de tratamiento. Es meramente un término expresivo de una concepción racional de la naturaleza esencial de la enfermedad, y no tiene relación con sistema o filosofía alguna, especulaciones amplias, hipótesis vagas o indefinidas e informes de las así llamadas leyes. Esta opinión de la enfermedad también abarca todas las formas de la así llamada enfermedad como síntesis de muchas expresiones de una y la misma cosa. La enfermedad es una unidad. Los centenares de nombres que han sido aplicados a las muchas formas de la enfermedad están desorientando por la sencilla razón de que ellos tienden a fomentar la noción de que existen muchas enfermedades, separadas, distintas o específicas, cada una de ellas ocasionada por una causa específica, y cada una de ellas llamada a ser tratada en forma diferente. Que los tumores y los cánceres representan ambos una unidad entre sí y con los otros estados patológicos del cuerpo, es una concepción absolutamente extraña para la así llamada CIENCIA MEDICA MODERNA; pero yo tengo el presentimiento que ellos no siempre podrán cerrar los ojos al hecho simple de la unidad esencial de todo fenómeno patológico, no más de lo que ellos pueden ahora rechazar el hecho de la unidad esencial de todo otro fenómeno biológico. Las células cancerosas originalmente fueron células ordinarias (yo no considero digna de tomarse en consideración la teoría de que ellas son células embrionarias) las cuales han asumido una incrementada intensidad de proliferación y frecuentemente una actividad incrementada semejante a la de la amiba. Existe solamente una transformación gradual de célula normal a célula cancerosa. Los tejidos cancerosos retienen las características de los tejidos en los cuales ellos se desarrollan. No existe una línea de demarcación entre el tejido normal y el tejido canceroso: los dos son realmente uno. Las células cancerosas no crecen más rápidamente que las células regenerativas normales, pero continúan creciendo mucho, después que las células regenerativas normales voluntariamente han retornado al equilibrio de tejido normal. Durante este proceso paso a paso las células asumen características las cuales son muy similares a aquéllas que son poseídas por las células regenerativas, pero estas características son aún más acentuadas en las células del cáncer y. en lugar de retornar, después de un tiempo, al equilibrio de células normales, ellas tienden a retener estas características acentuadas como posesión fija. Un tumor no está compuesto solamente de células de la misma clase como aquellas componentes del tejido del cual es derivado, sino que estas células frecuentemente son tejidos funcionantes. El carcinoma de la tiroides a menudo secreta el material específico de la tiroides; un tumor en el pecho está apto para contener estructuras las cuáles nos recuerdan las secreciones de las glándulas mamarias; un tumor uterino es probable que contenga carácter muscular involuntario; el carcinoma de los intestinos con frecuencia contiene estructuras glandulares las cuáles se asemejan muy aproximadamente a las estructuras normales de los intestinos y las cuáles secretan moco. El tumor como un conjunto no se asemeja perfectamente a un tejido normal. En un fibroma, por ejemplo, sus tejidos celulares conectivos son absolutamente idénticos con aquellos tejidos en los cuales está situado el tumor, pero la estructura general corrientemente es más o menos celular que el tejido conectivo normal. Los vasos sanguíneos tienen paredes delgadas o en tumores densos, casi están enteramente ausentes sobre áreas considerables. Los canales de la linfa son defectuosos, mientras que las estructuras nerviosas presentes no tienen relación con el tumor. Estas últimas meramente pasan a través del tumor hasta las estructuras normales a las cuales enervan.

CÁNCER. SHELTON.- 10 En los tumores de estructuras cartilaginosas (condriomas), el cartílago no es tan regular en la estructura como lo es en el cartílago normal. En el tumor del hueso las células y laminillas del hueso no se encuentran arregladas tan sistemáticamente como en el hueso normal. Le parece a la evidencia personal del escritor que esta proliferación de células es la misma en todos los tejidos, proveniente de la misma causa común y que ella representa un esfuerzo de defensa o adaptación - un medio de prolongar la vida en vez de un esfuerzo para cometer suicidio. Los tumores comienzan con un endurecimiento y engrosamiento de los tejidos en un punto determinado de irritación como un medio de defensa. El endurecimiento y el engrosamiento de los tejidos puede ocurrir en cualquiera y en todas partes del cuerpo para resistir una irritación continua. Esto puede ser visto en la boca, en el estómago y en los intestinos de aquéllos que acostumbran sal y condimentos. Es visto en el uso constante de drogas. El nitrato de plata, por ejemplo, si es empleado repetidamente, convierte la superficie mucosa sobre la cual es aplicado en una clase de cuero de media vida. Las arterias del cuerpo, el hígado, los ojos, los oídos y otros órganos se endurecen y se engrosan como un resultado de la irritación tóxica. La toxemia, con o sin el auxilio de la irritación externa, con frecuencia necesita, en ciertos puntos del cuerpo, de la erección de barreras más grandes que las normales contra ella. Cuando las células normales de un punto localizado vienen a estar tan dañadas que ellas ya no pueden más resistir satisfactoriamente la invasión de toxinas, son puestos en actividad no solamente los procesos usuales de defensa, sino que también, como tiene que enfrentarse con una condición más allá de la usual, la Naturaleza hace un llamado para poner en juego a sus batallones más pesados. Ella comienza por erigir una barrera de tejido conectivo de células. Después, con un rendimiento lento en la lucha contra las toxinas, ella continúa erigiendo la barrera. Esto puede continuar hasta que el tumor viene a ser tan grande como para constituir por sí mismo una fuente de peligro. Si no fuera por la erección de la barrera, las causas contra las cuales es erigida., destruirían la vida mucho tiempo antes del que emplean últimamente en hacerlo. EFECTIVAMENTE EL TUMOR PROLONGA LA VIDA. Las células cancerosas manifiestan una resistencia marcada a los factores tóxicos, a los cuales las células normales no ofrecen sino una resistencia débil. Esto es visto especialmente en su resistencia a los factores tóxicos activos en la homotrasplantación del cáncer, a los cuales las células normales sucumben. ¿No parece más probable, entonces, que los cambios que ocurren en las células normales, cuando éstas son transformadas en células cancerosas son esfuerzos de adaptación? Un proceso similar a éste es visto en las plantas que han sido invadidas por los parásitos. La excresencia grande y áspera que se mira en los árboles de roble, se forma alrededor de la larva de cierta mosca. Esta mosca deposita sus huevos debajo de la corteza del árbol. Las larvas que se desarrollan de estos huevos secretan una sustancia que resulta en la formación de la enorme masa tumorosa. Grandes masas semejantes a tumores se forman en las raíces y en los tallos de los repollos como una resultante de la invasión parasitaria. El olivo también desarrolla tumores por una causa similar, mientras que los árboles de cedro presentan crecimientos peculiares llamados "escobas brujas" como resultado de un hongo que crece sobre ellos. Existen muchos otros ejemplos, y todos ellos obviamente son absolutas medidas protectoras. La formación del tumor indudablemente es debida a una variación en las relaciones complejas determinantes del crecimiento normal, y es de una naturaleza distintivamente protectora. Un tumor no es una fuente de peligro hasta que comienza a romperse.

CÁNCER. SHELTON.- 11 En los tumores, como en todas las otras condiciones anormales, en cada paso de naturaleza progresiva descendente, en el aspecto de las causas patógenas que la Naturaleza no está capacitada para vencer o controlar completamente, su tendencia y esfuerzo siempre son ascender y remontarse hasta el pináculo de la perfección, "la tendencia de todo lo que de ella queda, de principio o ley, fuerza y acción, todavía es hacia arriba" Yo no puedo dudar que la formación del tumor es siempre ortopática, y que prolonga la vida en el aspecto de las causas, las cuales, excepto por la formación del tumor, producirían la muerte mucho más temprano de lo que ocurre. Existen muchas clases de tumores, pero éstos están groseramente agrupados como: (1) Tumores de tejido conectivo; (2) Tumores de tejido epitelial, y (3) Tumores de tejidos mixtos, que son, tumores compuestos de mixturas de varios tejidos. Wood define un tumor como “una más o menos circunscrita colección de células surgiendo total e independientemente del resto del cuerpo, en general creciendo progresivamente y sin servir propósito útil en el organismo". El admite que esta definición es enteramente descriptiva, y agrega: Temo nosotros no conocemos la causa o causas de los tumores, es imposible definir estas estructuras más exactamente." Al referirse a su clasificación, él hace una declaración similar, diciendo: "Puesto que nosotros no conocemos la causa de los tumores, es imposible hacer una clasificación estricta y científica de ellas. Por consiguiente, es más conveniente usar una base puramente morfológica para su clasificación, obtenida de la apariencia microscópica de los tumores y de los tejidos de los cuales ellos se originan. Los quistes están incluidos en los tumores en razón de su relación genética de nuevo crecimiento antes que alguna otra condición patológica." Nosotros objetamos las dos figuras de esta definición; nosotros no vemos cómo puede ser sostenido que los tumores crecen independientemente del cuerpo, y nosotros estamos seguros que ellos sirven un propósito útil en el organismo. No puede ser negado que aquellas porciones de un quiste, o cuando menos de algunos quistes, los cuales están relacionados genéticamente a los neoplasmas sirven un propósito útil muy definido e inminente, Un quiste que se forma alrededor de un cuerpo extraño, un parásito, por ejemplo, definitivamente es útil y protector. Desde nuestro punto de vista una "clasificación estricta y científica" de los tumores no es necesaria, porque ellos representan la misma condición o el mismo proceso en diferentes tejidos y son los resultados de las mismas causas actuando sobre tejidos diferentes. Los tumores pueden desarrollarse en cualquier órgano o en cualquier tejido de cualquier órgano del cuerpo y ellos derivan sus nombres de estos órganos y tejidos. Así, Mioma es el nombre dado a un tumor del tejido muscular; Endotelioma es el nombre aplicada a un tumor desarrollándose en el endotelio o en alguna de las cavidades del cuerpo; Osteoma es un tumor en el hueso, etc., etc. Estos nombres se relacionan a los tejidos, órganos y localizaciones. Las diferencias de estos tumores son aquéllas derivadas de las diferencias que existen en los tejidos en los cuales ellos se originaron. Cuando la variación del tipo normal del tejido en el cual el tumor se origina pasa más allá de una cierta línea más o menos indefinida, el tumor viene a ser maligno. Esto representa meramente otra fase o paso en la evolución patológica, no la adición de algún elemento nuevo. Es el resultado de la acción continuada de la causa productora original. De estas consideraciones se deduce ser evidente que los tumores son una unidad, exactamente como la inflamación es una unidad. Más todavía, ellos no representan "enfermedades" distintas y especificas, sino que son meramente eslabones de una cadena larga de causas y efectos los cuales se extienden hacia atrás en la vida del individuo hasta la infancia y con frecuencia, tal vez más allá.

CÁNCER. SHELTON.- 12 Debido a la construcción fofa de los tumores, esas estructuras se quebrantarán más fácilmente que los tejidos normales una vez que su nutrición sea cortada o su drenaje deteriorado. Ellos experimentarían la descomposición y la sepsis se desarrollaría. Los cambios degenerativos, los cuales ocurren en los varios tipos de tumores, benignos y "malignos", no difieren de las alteraciones que ocurren en los tejidos normales cuando el abastecimiento de sangre es disminuido o se ha desarrollado ulceración y caquexia. Debido al carácter imperfecto de su circulación capilar y a la insuficiencia usual del abastecimiento de sangre, y la trombosis que usualmente resulta de la presión, los tumores están más expuestos que los tejidos normales a la hemorragia y subsecuente degeneración. La hemorragia y varios tipos de degeneración, a menudo comenzando con la degeneración grasosa de las células, las cuales pueden progresar a la calcificación y aún a la formación de hueso, y conduciendo últimamente a la necrosis o gangrena, son los resultados de impulsar al tumor más allá de los límites de seguridad. Y esto es hecho por la operación continuada de las causas productoras. Si estas causas son corregidas a tiempo, estos cambios no ocurrirán y el tumor será reducido un poco, o tal vez será absorbido completamente. Los tumores múltiples, que son dos o más tumores en el mismo individuo, nos suplen con una confirmación interesante a nuestra teoría de la unidad de los tumores y de la unidad de la causa. Estos pueden desarrollarse en cualquier tejido del cuerpo o en varios tejidos diferentes en cuyo caso ellos se asemejan a los tejidos de los cuales surgieron. La irritación—mecánica, química, termal, actínica, etcétera—, está entre las causas indudables del cáncer. Pero la irritación sola no es suficiente para producir tumores o cánceres. Los tumores de la piel sobre la cara frecuentemente son múltiples. Así también son los tumores que surgen de las quemaduras por rayos X o por la irritación del alquitrán de hulla. En tales casos una causa unitaria es reconocida. Cuando existe una irritación crónica, prolongada y continuada sobre un área extensa, los tumores usualmente son múltiples. La unidad de la causa otra vez está aquí reconocida. Pero se argumenta que la presencia de un carcinoma en el útero y de un carcinoma en el estómago debe estar basada en irritantes diferentes. Cuando se descubre que existen tumores en alguna porción del tracto intestinal y también en uno o ambos ovarios, el tumor intestinal es considerado como primario y el tumor del ovario como secundario, siendo derivado del primario por la METASTASIS. Metástasis es el nombre aplicado a la teoría de que partículas de tumores rotos o que vienen a estar desprendidas del "cuerpo Matriz" son llevadas por la sangre o la linfa a otras partes del cuerpo donde ellas se estacionan y comienzan el desarrollo de otro tumor. Metástasis es autotrasplantación de células cancerosas como opuesta a la HOMO-TRASPLANTACION la cual es hecha a voluntad. Sin negar la posibilidad de la ocurrencia de una metástasis ocasional, yo creo que la teoría frecuente y meramente es una cortina de humo detrás de la cual los médicos ocultan su ignorancia. Cuando dos o más tumores o cánceres se desarrollan en un paciente, siempre, existe la posibilidad que ellos sean desarrollos sucesivos y concomitantes de causas comunes y no el uno descendiente del otro. Wood registra un caso de epitelioma en el labio "el cual permaneció localizado efectivamente y fue removido satisfactoriamente mediante una operación sin que resultara recurrencia al final de un año.” Sin embargo, por este tiempo se había desarrollado un carcinoma muy grande en la tiroides, involucrando todos los nódulos linfáticos del cuello juntamente con los tejidos circundantes. El paciente murió.

CÁNCER. SHELTON.- 13 Cuando se practicó la autopsia no se encontraron vestigios del epitelioma del labio en la región de los nódulos linfáticos y partes adyacentes de la cara, pero numerosos carcinomas pequeños estaban presentes. Ambos, el carcinoma y el sarcoma pueden desarrollarse en la misma persona concomitante o sucesivamente, y existen ejemplos que han sido registrados en los cuales ambos tipos de estos tumores han existido juntos en el mismo órgano. Estos son encontrados especialmente en el útero. Ahora bien, todos estos fenómenos nosotros los consideramos como surgiendo de la misma causa primaria. El desarrollo de un tumor en un órgano o tejido es debido a la misma causa que produce un tumor en otro órgano o tejido. En vez de suponer que los tumores múltiples, cuando éstos existen en diferentes órganos son debidos a la metástasis, nosotros los consideramos como originados por la misma causa primaria. Ellos no son primarios ni secundarios el uno al otro, sino desarrollos concomitantes o sucesivos de una base común. Wood registra un caso de desarrollo de carcinoma en el útero diez años después de la remoción de un carcinoma en el pecho y dice que: "La conexión de la metástasis entre los tumores podría ser una regla". Si los irritantes que ayudan a la producción de los tumores van a ser considerados como actuando siempre desde afuera, y nunca desde adentro, entonces podría ser correcto decir que el carcinoma del estómago y el carcinoma del útero surgen de irritantes diferentes. Pero esta presunción de ninguna manera es necesaria y además, el irritante es una causa secundaria y no la primaria del tumor. Yo no dudo que el abuso sexual unipersonal, el erotismo, la cópula excesiva y la mayor parte, si no todas las medidas contraceptivas, tienden a la producción de tumores en los órganos genitales de la mujer. La singularidad de tumores y cánceres con la precedencia y coexistencia de patología no tumorosa y no cancerosa será discutida ampliamente en el capítulo siguiente. CAPÍTULO II.- LA EVOLUCIÓN DEL CÁNCER Por todas partes uno escucha la aseveración de que la causa del cáncer es desconocida. Con frecuencia nosotros somos informados de que los investigadores esforzados, en su recorrido largo detrás de la pista, ya vislumbran la causa del cáncer, pero parece que ellos nunca llegarán más cerca. La causa del cáncer continúa eludiéndolos. Uno lee desde el principio hasta el fin los trabajos médicos sobre el cáncer sin obtener mucho que sea de valor. Existe tanta incertidumbre, tanta perplejidad, tanta confusión, tanto desacuerdo y tanta especulación sin base, que uno pronto viene a creer que el problema del cáncer es un nudo gordiano el cual ninguno estará jamás capacitado para desatarlo o cortarlo. Sin embargo, a mí me parece que el problema enorme del problema del cáncer es hacer que estos hombres se sacudan y se libren de sus tonterías y se pongan a mirar todo el asunto inteligentemente. Ellos han iniciado la marcha sobre senderos errados y ellos insisten muy tontamente en continuar sobre estos caminos errados, salga lo que pueda. Sobresaliendo en alto relieve vigoroso sobre cada una de las páginas de sus trabajos se destaca el hecho de que ellos están en la búsqueda de una causa específica y unitaria del cáncer. Solamente este hecho hará que por siempre sea imposible para ellos desenmarañar la causa de esta enfermedad.

CÁNCER. SHELTON.- 14 El cáncer no es una "creación especial" como ellos insisten en creer que es. Ellos han sido enseñados a diagnosticar las enfermedades de todos los tipos, clínicamente, sólo después que han alcanzado una fase sumamente avanzada. Ellos ven sus manifestaciones finales y señalándolas exclaman: "Allí está la enfermedad". Todos los estados precedentes los cuales han desembocado en estas manifestaciones terminales, son ignorados teórica y prácticamente. Se supone que la enfermedad ha llegado a la existencia de golpe y porrazo sin algún antecedente necesario. ¿Por qué es desconocida la causa del cáncer? ¿Por qué, después de todos estos años de esfuerzos para descubrir su causa, los investigadores se ven forzados a confesar que todavía están con las manos vacías? Simplemente porque ellos han estado buscando aquello que no tiene existencia—una causa unitaria y específica, que es una causa singular la cual produce cáncer y nada más, y la cual es la única causa del cáncer. El cáncer está considerado como una "creación especial", una "enfermedad específica", sin relación "genética" con los estados patológicos del cuerpo precedentes y acompañantes. En este capítulo yo me propongo considerar el desarrollo del cáncer a la luz de los principios científicos modernos y no en armonía con nociones y supersticiones antiguas. Yo creo que la Nomenclatura Nosológica Prepasteuriana debería ser descartada totalmente por el mundo y por la profesión médica, con el mayor beneficio para todos. Existen centenares de nombres los cuales subsisten para varios órdenes, especies y clases subordinadas de enfermedades, los que han sido elaborados en el esfuerzo para clasificar las enfermedades. Nosotros hemos caído dentro del mal hábito de considerar estos órdenes taxonómicos subjetivos como realidades objetivas de la Naturaleza, de manera que estos términos nosológicos, descriptivos de variadas condiciones del cuerpo, son aceptados como nombres para ENTIDADES. Para cada entidad supuesta nosotros demandamos una causa específica, usualmente un germen especifico, y esto oscurece la unidad fundamental de todo fenómeno patológico. Aun cuando ninguna analogía puede andar a gatas, todavía una analogía con frecuencia es capaz de permitirnos arribar a una comprensión mejor de un objetivo y alcanzar una mayor aproximación a la verdad acerca de las cosas. Una analogía entre el desarrollo del cuerpo y el desarrollo de las enfermedades nos auxiliará en hacerle a usted más claro nuestro asunto. Es necesario, sin embargo, al hacer esto, que conservemos en la mente claramente el hecho de que la enfermedad no es una entidad o un organismo, sino una condición que se ensancha y crece. Mientras que ningún todo es evolutivo, siempre hay una evolución continuada y subsidiaria de las partes dentro de las cuales se divide a sí mismo. Esto es auténtico en la totalidad de las cosas hechas de partes dentro de las partes, desde las más grandes hasta las más insignificantes. Esto lo vemos plenamente en cada adhesión física unida, tal como el cuerpo de un animal. Mientras está creciendo más grande y asumiendo su forma general, cada uno de sus órganos está haciendo lo mismo. Nosotros reconocemos estos órganos meramente como agrupaciones y diferenciaciones necesarias para facilitar los ajustamientos del organismo, y nosotros reconocemos también, que estos órganos no tienen existencias diferentes, sino que son partes componentes de un organismo unificado, correlativo e interdependiente. Nosotros sabemos que la evolución del organismo y la evolución de sus varios órganos no representan varias clases de evoluciones, sino una evolución que continúa por todas partes siguiendo la misma forma.

CÁNCER. SHELTON.- 15 Evolución, semejante a muchos otros términos empleados ligeramente por la ciencia, no tiene significado definido. Evolución patológica es el modo de deducir la extensión y completamiento de los procesos de degeneración y efectivamente puede ser aplicada al total de las así llamadas enfermedades, siempre presuponiendo que la metamorfosis invertida no puede tener lugar sin la actividad continuada de la causalidad. Mientras más estudio la manera de la evolución de la enfermedad, estoy más impresionado con su unidad, aun en vista del panorama completo de su multiplicidad de formas y su multiformidad de fases. Todas las enfermedades de la nosología no son sino un agregado de los resultados evolutivos, los cuales, mientras al observador superficial le parecen ser entidades específicas e independientes, no son sino partes de un todo unificado. La enfermedad en muchas partes del cuerpo no representa muchas evoluciones de diferentes clases, ni tampoco muchas diversificaciones de causas, sino una evolución que continúa por todas partes siguiendo la misma forma. No existen las "enfermedades" SUI GENERIS. "La Ley dice Byron Nankervis —es una transición fijada de la causa al efecto, la cual no puede ser doblada, quebrada o violada." Cada manifestación de cada fenómeno de la enfermedad, es el resultado de principios definidos y leyes exactas e invariables. Nada sucede por casualidad. Fundamentalmente, en la diversidad de apariencias externas y en la complicación de fuerzas y procesos de la enfermedad, allí existen una correspondencia, relación, uniformidad y continuidad entre todas las formas de manifestación, compulsando la cooperación de todas las fuerzas y procesos de la vida para actuar al unísono. Todo el proceso de la evolución patológica es la extensión gradual o "desenvolvimiento" de la metamorfosis regresiva— los síntomas no son sino las manifestaciones externas de las condiciones deformadas de la vida. La forma específica de la enfermedad involucra la ley de diversidad y diferenciación manifestada en todas partes de la Naturaleza en una infinita variedad de transición. No existen las enfermedades especiales, "creaciones especiales". En cada tipo de enfermedad, como en el total de tipos, la multiplicación de los efectos continuadamente ha ayudado a la transición de un estado más homogéneo a uno más heterogéneo. En una sucesión de enfermedades" desde el tipo "más bajo" (simple) hasta el tipo "más alto" (complejo), y en el consentimiento de un grado más grande de complicación, muchos factores cooperan efectuando la evolución patológica. Existen variedades pero no especies en las enfermedades. La salud (fisiología), y la enfermedad (patología), no quedan fuera del principio de la unidad del fenómeno. Sin embargo, "enfermedades" diversificadas pueden parecer; existen muchas enfermedades solamente en apariencia. Como una explicación a las variaciones del fenómeno viviente, la salud y la enfermedad son términos convenientes, pero ellas no son las realidades finales. El nuestro es un mundo de multiplicidad pasmosa. Es un mundo de cambios interminables, de divergencias crecientes y diferenciaciones siempre ensanchadas. Es tan amplia y tan infinita la multiplicidad en nuestros alrededores y en nosotros, que acertadamente ha sido descrita como una "perpetua multiplicante multiplicidad". Detrás de toda esta multiplicidad infinita se encuentra una UNIDAD fundamental. La UNIDAD y la CONTINUIDAD del fenómeno han venido a ser las piedras angulares de la ciencia. Las varias ciencias se acercan a la perfección conforme ellas se aproximan a la unidad de los primeros principios. Ningún sistema de teoría o práctica que falle en reconocer estos principios podrá jamás llegar a ser una ciencia. El orden y la continuidad, exhibida en todas partes por los procesos de la Naturaleza demuestran su unidad y legitimidad fundamentales.

CÁNCER. SHELTON.- 16 La "Ciencia Moderna de la Medicina" nada sabe de estos principios, puesto que todavía cree en causalidades múltiples, en fenómenos múltiples desunidos, en miríadas (muchísimas) de enfermedades especificas y en la necesidad de remedios múltiples para la "enfermedad". De aquí su confusión, su incertidumbre, su andar a tientas y sus fallas. No es ciencia. No es moderna. En sus muchos departamentos, es un bazar de hechos, pero sus hechos no son correlativos y unificados. Estos hechos son semejantes a cuentas de vidrio sin una cuerda—diseminados sobre todo el piso—. La medicina se encuentra hoy donde estuvo la química antes del descubrimiento de las leyes de la química; es comparable a la astronomía antes de Newton y Kepler. Se encuentra en paridad con la astrología y la alquimia. En realidad, los hombres de la medicina todavía están buscando un elixir para la juventud eterna, una panacea, una piedra filosofal. La ley y el orden están faltando en todas las varias escuelas de la así llamada curación. Ellas, una y todas creen en curas, en milagros, en potencias mágicas, en encantamientos taumatúrgicos, en causas unitarias y en curas específicas. En todo salvan sus modalidades; las escuelas anti-droguistas son alopáticas desde la superficie de la tierra para arriba. Su concepción total de la vida, de la salud, de la enfermedad, de la curación, del tratamiento, etc., e alopática, y esto, en cambio, significa, que sus concepciones esencialmente son las mismas de aquellas del hombre salvaje de la medicina. Las enfermedades son consideradas como entidades activas, inherentes, definidas, entidades causativas, produciendo, por ellas mismas, efectos observados. El tratamiento es ostensiblemente, una guerra contra la enfermedad. Efectivamente es una guerra contra el cuerpo y contra las fuerzas de la vida. Existen dos procesos generales en la así llamada enfermedad, a saber: 1) un proceso de degeneración traído acá y llevado allá por la acción concertada de todas las influencias dañinas, las cuales vienen a estar en contacto con el cuerpo, y 2) la lucha de autodefensa vital para eliminar estas influencias dañinas y reparar el daño que ellas han producido en el cuerpo. La degeneración representa una metamorfosis retrógrada o evolución descendente, y tiende hacia la disolución. Las reacciones o procesos defensivos son uno con los procesos y reacciones de la salud— ellos son procesos vitales o fisiológicos, intensificados o modificados para enfrentar la emergencia, y tienden a salvar la vida." Todas las enfermedades agudas son crisis de la saturación toxémica", para usar las palabras del doctor Tilden, y todas deberían ser tratadas sin referencia a los nombres. Detrás del síntoma, del síntoma complejo, de la "enfermedad específica", de la transición interminable, flujo, diversidad, complicación, diferenciación y multiplicidad de manifestaciones, se encuentra el principio de unidad universal y eterno. El cuerpo humano es una unidad orgánica compleja, es "una comunidad unitaria", como dijo Virchow, en la cual todas las partes cooperan para la realización de un propósito interno e inmanente, a saber: el desenvolvimiento y mantenimiento de un nivel fisiológico perfecto. Sus movimientos, tanto en la "enfermedad" como en la "salud", son las manifestaciones de poderes de adaptación internos los cuales buscan siempre cómo adaptar al organismo viviente a, su medio ambiente a pesar de que la energía del cuerpo, siempre y en todas partes es muy desemejante en sus modos, siempre es la misma en principio y propósito. Las acciones del cuerpo en la así llamada enfermedad, aun cuando variadas, son una. La enfermedad nunca llega de golpe y porrazo. Por el contrario, primeramente el terreno es quebrantado en la superficie, y hay una gradación regular desde la cima del nivel de la salud física hasta las regiones estancadas y fangosas del desorden. El desatino de marbetear (etiquetar) cada estado o paso de esta deterioración y degeneración progresiva como enfermedad separada y distinta o específica, será patente para todos.

CÁNCER. SHELTON.- 17 Todos ellos son parte de un proceso general y representan meramente desarrollos concomitantes y sucesivos procedentes de la misma causa progresiva o acumulativa. Cada una de las así llamadas enfermedades crónicas u orgánicas, es la culminación o sumandos de una serie prolongada de causas y efectos comenzando en la infancia o antes, y operando desde el principio hasta el fin de la vida del individuo. Un niño inicia la vida bajo los auspicios modernos de una comadrona entremetida, es sobrealimentado, es alimentado erradamente, es tiñoso, es arropado excesivamente, es cargado exageradamente, está falto de aire fresco y luz solar y padece ruidos y otras causas de enfermedad. Se le desarrolla indigestión con flatulencia resultándole cólicos dolorosos que le impiden dormir. Como una consecuencia se le desarrollan catarros y diarreas frecuentes y varias formas de erupciones cutáneas. …El niño crece en edad y las condiciones y cuidados, si hay algunos, crecen peor. Catarros, garganta ulcerada, amígdalas y adenoides inflamadas y las así llamadas enfermedades de los niños, siguen su curso a lo largo de los próximos cinco años de vida. Cada una de estas así llamadas enfermedades agudas son crisis, y muchas de ellas ocurren antes que tenga lugar el cambio orgánico y aparezca la enfermedad crónica. Una equivocación común es considerar la enfermedad curada y la salud restaurada cuando los síntomas han cesado. En realidad, el paciente se encuentra en la misma condición en que se encontraba exactamente antes de su aparecimiento. Todavía hay un camino largo por recorrer para llegar a la salud completa. Existe mucha distancia que debe ser salvada otra vez antes de arribar a la salud, la cual se goza antes que haya comenzado la evolución de los padecimientos. El hombre considera el aparecimiento de los síntomas como el comienzo de la enfermedad y su desaparecimiento como el fin, y cada nuevo aparecimiento de los síntomas de la enfermedad como una nueva enfermedad, en vez de considerarlos como incidencias nuevas de una condición general y continuada. Tanto tiempo como estas nociones erradas de la enfermedad sean mantenidas, él será presa fácil dé los impostores y explotadores que obtendrán buenas ganancias al través de su ignorancia. Los dientes defectuosos, el desarrollo raquítico, la deficiencia de la vista, la inflamación de las amígdalas y una condición catarral crónica, acompañan al niño hasta el comienzo de la adolescencia. Los siguientes pocos años de vida están entremezclados con varias formas de enfermedades agudas. Cuando se alcanza la mitad de la vida y algunas veces antes, enfermedades nerviosas, insania, enfermedades del corazón y de las arterias, diabetes, enfermedad de Bright (Nefritis Degenerativa), tuberculosis y cáncer marcan el estado final de la degeneración. Es costumbre considerar cada una de estas condiciones, ya sea que ellas se desarrollen juntas o sucesivamente, como creaciones especiales —no teniendo relaciones la una con la otra—. Nosotros sostenemos que esta opinión es errónea. Ellas son desarrollos concomitantes y sucesivos procedentes de la extensión, persistencia y acumulación de una causa básica común. Una señora amiga mía consultó a once especialistas, diferentes y resultó con once enfermedades diferentes. La parte desafortunada acerca de esto, no estriba en que todos estos especialistas estén equivocados, sino en que todos ellos están en lo correcto. Es decir: todos ellos han estado en lo correcto hasta donde todos ellos han nombrado los síntomas y condiciones que cada uno de los mismos encontró.

CÁNCER. SHELTON.- 18 Sin embargo, todos ellos están equivocados en aquello de considerar estas once "enfermedades diferentes" como enfermedades separadas y distintas, dependientes de causas distintas y separadas y. requiriendo tratamientos diferentes. Estas once enfermedades son meramente once manifestaciones locales de una causa común básica. Porque el hecho es que hay un proceso de degeneración que se extiende por todas las partes de la estructura completa de la mujer, alcanzando hasta los últimos tejidos, y todos los síntomas son indicativos de esto. Estas así llamadas enfermedades representan meramente una degeneración local más grande que existe generalmente en el sistema. La nominación y clasificación de "enfermedades" está desorientando y confundiendo. Los médicos de todas las escuelas dejan de reconocer la unidad esencial de la así llamada enfermedad y de darse cuenta que todas ellas dependen de un substrato común y universal, además del cuerpo en sí, como la base de su soporte. Cada enfermedad es una especie fija, no teniendo relación genética con las condiciones que le preceden, o que le acompañan, o que llegan después de ella. La inflamación en un órgano es una enfermedad y la inflamación en otro órgano es otra enfermedad y cada una de estas enfermedades es, debida a una causa unitaria específica, Y así, su confusión crece más confusa. Ellos mientras más buscan, menos encuentran. Yo deseo enfatizar el hecho de que los antecedentes de cada una de las así llamadas enfermedades son muchos y no justamente uno. Cada una de las así llamadas enfermedades, aun cuando sea simple, es un efecto complejo de muchos antecedentes, los sumandos de una legión de factores y elementos correlativos. Es erróneo singularizar a uno de estos correlativos y atribuirle a él toda la responsabilidad por la enfermedad. Frecuentemente yo comparo la causa de la enfermedad con un río caudaloso alimentado por muchos tributarios. Sosteniendo este punto de vista, yo, natural y absolutamente no tengo paciencia para soportar algún modo de tratamiento el cual signifique meramente un esfuerzo para secar el río (cura de la "enfermedad") mediante la destrucción de uno de sus tributarios (elemento causal) o, y lo cual todavía es peor, tratar de secar el río mediante la eliminación de algunas de las basuras que flotan sobre su superficie, o llevándole más aguas procedentes de otras fuentes. Este río caudaloso de causas es nuestra manera de Vivir y sus muchos tributarios son nuestros muchos y variados hábitos y excesos antifisiológicos y antisaludables. La sensualidad y la voluptuosidad mantienen sus malos hábitos hasta que un colapso de la función fuerza un alto. La anorexia y la náusea, y tal vez el vómito, los obliga a comer menos. La repugnancia al fumado y a la ingestión de alcoholes los obliga a suspender éstos por un momento. Un "quebrantamiento" los obliga a descansar. Tales crisis son comunes en la vida del promedio de hombres y mujeres. Tan pronto como la crisis ha terminado, estos pacientes retornan, irrefrenables e impreparados, ignorantes e indisciplinados, al mismo, modo de vivir antisaludable que practicaron antes que la crisis se desarrollara. Y en esto ellos son estimulados por sus familiares, amigos y médicos, por sus enfermeras y por los ejemplos convencionales que les rodean por todas partes. En realidad, ellos son forzados por el ridículo, por la exclusión del trato de las gentes y por la persuasión a retomar a sus desatinos anteriores, si es que llegan a manifestar una tendencia o deseo de vivir sensatamente. El discerniente observará fácilmente que en todos los modos de tratamiento del enfermo prevalecientes, no hay alguna lección enseñada, alguna disciplina que poner en vigor, alguna condición instituida que sea de algún valor en un estado de salud o en un estado de enfermedad subsecuente. El intelecto del paciente es dejado en blanco y, más frecuentemente, en otras circunstancias, su cuerpo es un escenario de devastación.

CÁNCER. SHELTON.- 19 Una señora se enfermó lo suficiente como para verse en el caso de llamar a un médico. Su malestar fue paliado en la forma usual. Molestia tras molestia se desarrollaron mientras otras continuaron. Durante años ella padeció catarro intestinal, después se desarrolló ulceración. Durante este tiempo ella fue víctima de ocho intervenciones quirúrgicas. Le fueron removidas piedras de la vesícula biliar y probablemente de la vejiga; el apéndice y el hueso cóccix también le fueron removidos. Tres operaciones le fueron practicadas en el recto y dos más en el seno. Finalmente se le desarrolló el cáncer en los intestinos. La línea de desenvolvimiento fue IRRITACION, INFLAMACION, INDURACION, ULCERACION y, finalmente, FUNGACION o CÁNCER. Esta es la línea de evolución, ya sea que el cáncer esté situado en el estómago, en el labio, en el colon, en el pecho, en el útero o en cualquier otra parte. Su médico consideró cada una de sus afecciones como enfermedades distintas, de origen local, y la remoción de los órganos afectados se supuso que curaría la enfermedad. Que ellas representaban la manifestación local de una condición sistemática general, que todas ellas eran vástagos procedentes de la misma causa básica, que fueron meros pasos o estados en la degeneración progresiva del cuerpo de la mujer, no pudo entrar en su consideración. Que hubo alguna conexión entre el catarro intestinal y las piedras de la vesícula biliar, apendicitis o úlcera, o que el catarro intestinal y la sinusitis eran de la misma condición en dos localizaciones, no pudo entrar en su filosofía. El doctor Tilden bien dice: "No existe causa específica para el cáncer: es un producto anal. Los cambios orgánicos siguen al debilitamiento por la degeneración arteriovenosa. Ninguna induración o solidificación de tejido, ningún crecimiento de cualquier clase, es un cáncer en su principio. La induración tiene que esperar los cambias circulatorios, particularmente la asfixia de los tejidos... Cáncer siempre significa asfixia, exactamente lo opuesto de inflamación. Los tejidos asfixiados degeneran lentamente y la caquexia (envenenamiento séptico) se desarrolla lentamente. Antes que el paciente pueda ser vencido por la caquexia, la degeneración inflamatoria activa del medio ambiente del cáncer debe ayudar a finalizar la miseria de la víctima." El doctor Rabagliati piensa que existen "dos grandes líneas en el desarrollo o evolución de la enfermedad". Siguiendo estas huellas, él dice: "En una, la secuencia de acontecimientos es indigestión, ardor en el corazón, acidez, la ocurrencia de ampollas de agua o vejigas sobre los labios o la lengua, irritación en la garganta (tonsilitis), acné en la piel, reumatismo (INITIS, me he aventurado a llamarla yo, congestión de los tejidos conectivos generalmente, congestión linfática más que congestión sanguínea), constipación, bronquitis y bronco-neumonía, neumonía en sí, urinación deficiente y altamente coloreada, acompañada frecuentemente de un depósito denso permanente, insomnio, eczema y apoplejía, o cáncer. En la otra, nosotros tenemos indigestión, llenura y peso, después de comer, desmayos, relevados inmediatamente con comidas frecuentes y agravados remotamente por lo mismo, dilatación de las glándulas en el cuello, las ampollas de agua mencionadas antes sobre el cuello, urinación libre sin depósitos o precipitados, tendencia a la transpiración o sudor libre, la ocurrencia de enfermedades en las junturas, tales como las de la rodilla, cadera, codo o tobillo, anemia (más bien debería ser llamada trifzemia o catatribemia), sensación de fatiga general o frecuente, PELOSIS o propensión a ponerse azul y negro al recibir la ofensa más insignificante o al recuerdo de una injuria, ruborizarse seguido de enfriamento, humedad en las manos, reumatismo, diarrea, pleuresía y tuberculosis." Mientras estas dos líneas de evolución patológica tienen necesariamente mucho en común, el observador aguzado discernirá que la cadena del cáncer se desarrolla más ampliamente en el pletórico (lo que los hombres de la medicina llaman bien nutridos), mientras que la cadena tubercular se desarrolla en aquéllos de nutrición pobre.

CÁNCER. SHELTON.- 20 El doctor Rabagliati dice: "Por supuesto, estos dos grupos de enfermedades, unas culminando en cáncer y otras en tuberculosis, no están demarcadas definitivamente las unas de las otras, pero yo todavía pienso que tal vez están más o menos definidas efectivamente." El doctor opina que la indigestión en alguna forma sienta los fundamentos para nuestras enfermedades y que la cosa importante en estas dos líneas de desarrollo "es que ambas comienzan con la indigestión". Aun cuando la indigestión usualmente introduce un aspecto prematuro en el desarrollo de cualquier patología, ya sea cáncer, tuberculosis, enfermedad de Bright (Nefritis Degenerativa), diabetes, esclerosis, etc., todas las cuales metafóricamente pueden ser consideradas como puntos finales en líneas diferentes de evolución paralela o aún divergente, no es el estado inicial del desarrollo de alguna de las así llamadas enfermedades. La enfermedad es el efecto complejo de una multitud de antecedentes correlativos; la más simple de las llamadas enfermedades es la suma total de una multitud de elementos, de antecedentes incontables y factores coexistentes. La oscilación constante y comúnmente creciente de los antecedentes de la degeneración del cuerpo trae en dirección contraria Metamorfosis regresiva a todas partes del cuerpo, de manera, que hay una complejidad constantemente creciente en la así llamada enfermedad. Igualmente existe una lucha constante de parte del cuerpo para eliminar las influencias dañinas, con un rendimiento lento de estas influencias. Sobreviene, primero, el rompimiento de un tejido, después, de otro. A cada ruptura, los doctores le han adherido nombres griegos. Por cada ruptura nueva que ocurre en el cuerpo de un individuo, el paciente tiene una "enfermedad nueva", o una "complicación", o la "enfermedad vieja". Las doctores de todas las escuelas no han aprendido a ver todas las así llamadas enfermedades como efectos sucesivos y concomitantes de la extensión y acumulación de una causa constantemente actuante, siendo siempre la causa un número de factores correlativos, Todas estas así llamadas enfermedades solamente son síntomas de toxemia y revelan cuáles son los órganos que soportaron más la gran tensión que la toxemia dejó sobre ellos. El cuerpo es un sistema, una unidad. Cada cosa es lo que es en una parte del cuerpo, porque las cosas son lo que ellas son en todas las otras partes. Existe una relación dinámica en todas sus partes. Ellas obran recíprocamente. En el cuerpo hay una ley de uniformidad de acción. La condición de un órgano determina la condición de otro. El debilitamiento de todo el cuerpo se manifiesta al momento y la ruptura de un órgano expedita el camino para el colapso de los otros órganos. No existe un síntoma el cual no esté relacionado con cada otro. Todas las cosas están determinadas, la casualidad no juega su parte. Determinismo significa que, por causa de la operación constante de principios fundamentales, una cierta combinación de factores causativos antecedentes produzca ciertos resultados o efectos. En el desarrollo de cualquiera de las así llamadas enfermedades hay una serie compleja de secuencias y un número de condiciones factores, los cuales deben ser considerados como antecedentes de la así llamada enfermedad, todo lo cual debe ser tomado en cuenta en cualquier programa remediador. El método de tratar los puntos finales de estas series de causas y efectos, ignorando todas las fases antecedentes, es el método presente y popular, pero ridículo. Las partes evolucionan no solamente cómo evoluciona el todo, sino que el todo evoluciona cómo evolucionan las partes. Exactamente como el cuerpo, como un todo, se hace más grande al mismo tiempo que el corazón y el hígado se desarrollan, así la metamorfosis regresiva general del cuerpo se hace más grande conforme crecen más los cambios degenerativos de cualquiera de sus órganos. El tratamiento que se concreta a los cambios en el órgano, ignora todos los cambios que existen en todas partes del cuerpo.

CÁNCER. SHELTON.- 21 No es por accidente que la transformación regresiva, la cual ocurre en varios órganos del cuerpo, y constituye la evolución patológica descendente del organismo viviente, tiene características comunes. Son las mismas, en efecto. La metamorfosis regresiva que se opera en un órgano es la misma en la clase, y en el resultado también, de los mismos antecedentes generales, como lo son todos los cambios degenerativos en los otros órganos. Los mismos principios sustentan la producción de la patología en todas las partes del cuerpo. La unidad de toda patología debe ser reconocida si es que el orden ha de ocupar el lugar del presente caos. El proceso de la degeneración puede tomar cierta dirección definida, dependiendo de ciertos factores condicionales, y nos da cáncer en un caso, tuberculosis en otro, enfermedad de Bright (Nefritis Degenerativa) en otro, etc., como puntos finales; pero existe una continuidad, no meramente en cada cadena, sino de una cadena a otra, como una resultante de causas comunes. Hasta en las reacciones defensivas (crisis) su propósito es uno e indivisible. La unidad de propósitos admite la distinción multiforme en ejecución o manifestación. Contemplando el total enterísimo de las enfermedades con las cuales sufre el hombre, nos encontramos con variedades interminables, no siendo idénticos ni siquiera dos casos de la misma así llamada enfermedad. Pero el total está, unido estrechamente con una serie continua de una continuidad tan inquebrantable que es imposible decir dónde termina “una" enfermedad y dónde comienza "otra" enfermedad. Por lo tanto, no existe una multitud de enfermedades, como se supone comúnmente, sino que meramente muchas variedades y fases de una degeneración sistemática. Las variedades de las así llamadas enfermedades no son existencias efectivas, sino que son meras designaciones verbales, las cuales, mientras pueden ser convenientes para el estudio, también son aptas para confundir y desorientar al estudiante en el futuro como lo fueron para el estudiante en el pasado. Ellas son meros símbolos o términos descriptivos, los cuales, semejante a los ídolos, tienden a venir a ser para nosotros la realidad, oscureciendo la postura para la cual fue creada la cosa. Los ídolos, los cuales siempre comienzan como imágenes de Dios, tienden a venir a ser dioses. Los nombres, los cuales nosotros usamos como descripciones de variaciones patológicas, tienden a venir a ser nombres para entidades. Cuando un nombre le ha sido conferido a un total de síntomas —un síntoma complejo— y la entidad así producida ha sido investida 'con individualidad y poder, el Doctor inmediatamente olvida a su paciente y a la causa que ha producido su condición y comienza a tratar la entidad que él mismo ha creado. El "tratamiento científico" particulariza un órgano individual para el tratamiento especial o para la remoción quirúrgica, pero ignora el desarreglo sistemático fundamental. Los grupos médicos están en boga actualmente. Los grupos clínicos compuestos de especialistas para cada sistema del cuerpo están organizados, y el hombre o la mujer enfermo que concurre a una de estas clínicas pasa por las manos de quince o veinte especialistas, cada uno de los cuales examina y analiza su departamento en el cuerpo. Cada especialista determina la condición de los órganos y de las partes del cuerpo que han sido objeto de su especialidad, y nombra las desviaciones de lo normal que él encuentra. Esa es la enfermedad. Después que el paciente ha pasado por las manos de veinte de estos especialistas emerge de la clínica con veinte o treinta enfermedades. Realmente, ¿qué han descubierto los especialistas? Síntomas y nada más. El especialista en nariz y garganta encuentra rinitis, sinusitis y tonsilitis; el gastroenterólogo encuentra gastritis crónica, enteritis, colitis, proctitis, tal vez una úlcera; el urólogo encuentra cistitis, metritis, etc., etc.

CÁNCER. SHELTON.- 22 Cada una de estas así llamadas enfermedades locales no son sino manifestaciones locales de una condición catarral general. Ellos son síntomas, efectos -desarrollos sucesivos y concomitantes pero de antecedentes comunes-. En vez de reconocer la unidad de estas muchas así llamadas enfermedades, la "MEDICINA CIENTIFICA" particulariza el órgano individual o partes para su tratamiento especial o para su remoción quirúrgica. Ahora el grupo junta sus cerebros y decide cuál será el nombre de la enfermedad que usted tiene (un pronóstico). Su opinión está basada en los resultados usuales de sus propios métodos de tratamiento y de abuso de los estados locales. Una vez que el paciente deserta de ellos y de sus métodos, su pronóstico deja de tener valor alguno. Fuera de su propia esfera de drogas, los Doctores no tienen derecho a opiniones. Una vinculación indisoluble existe entre cada órgano simple del cuerpo y la entera suma total de las fuerzas y funciones de la vida y todos los otros principios del ser humano completo; esta vinculación no puede ser violada o desorganizada con impunidad. La habilidad del órgano más fuerte del cuerpo es inadecuada para enfrentar todos los requerimientos de su existencia, y para la satisfacción de éstos, es dependiente de los buenos oficios y servicios de los otros órganos del cuerpo. El Doctor que no reconoce la identidad de intereses de todo el cuerpo con cada uno de sus órganos y la de cada uno de sus órganos con todo el cuerpo, y quien no ve que las necesidades de cada órgano son satisfechas en su totalidad solamente cuando las necesidades de cada órgano han sido completadas, tratará el órgano o parte por una enfermedad "local", y hasta sacrificará un órgano para salvar el cuerpo; él vendrá a ser un especialista o patrón de especialistas, sin el más mínimo reconocimiento del hecho de que cuando un órgano o parte del cuerpo es removida, cada parte del cuerpo está involucrada en las consecuencias. El trata condiciones locales y no condiciones generales; remueve órganos y no causas; busca cómo curar la enfermedad en vez de construir la salud; cuida un caso de enfermedad en vez de cuidar un ser humano. Esta clase de práctica médica está destinada a desaparecer muy pronto. CAPÍTULO III.- CAUSAS DEL CÁNCER Antes de proceder a una discusión de las causas del cáncer como nosotros las entendemos, será necesario dispensarle un vistazo a las teorías avanzadas del pasado. Estas teorías no están carentes de valor y existen granos de verdad en la mayor parte de ellas. Pero cuando más, nosotros las podremos considerar solamente como una de las series completas de antecedentes correlativos los cuales colectivamente constituyen la causa. Algunos teorizantes sostienen que la pre-natal colocación equivocada de gérmenes de células, “RESTOS EMBRIONARIOS", entran en actividad y comienzan a crecer. Estos gérmenes de células son considerados como "cuerpos extraños" poco más o menos, los cuales han permanecido quiescentes durante toda la vida previa del individuo. Esta teoría deja sin explicación los hechos de que los "restos embrionarios" hipotéticos permanezcan quiescentes durante la mayor parte de la vida y que hasta en aquéllos que tienen cáncer, solamente uno, o cuando más unos pocos de estos "restos" siempre vienen a ser cáncer y, también, desde luego que cada individuo se dice tener muchos de los gérmenes de células mal colocados en todas partes del cuerpo, por qué estas cé lulas vienen a ser cancerosas en algunas personas y permanecen quiescentes en otras. Si éstas fueran las causas del cáncer, la remoción del cáncer no sería seguida por la recurrencia.

CÁNCER. SHELTON.- 23 Por el otro lado, los cánceres son formados, no de gérmenes de células, sino de tejidos característicos de los órganos en los cuales ellos se desarrollan. La perturbación está en el metabolismo y en el control de crecimiento de los tejidos normales del cuerpo. Pero no es posible que una célula o células puedan romper la vinculación indisoluble que existe entre las células y los tejidos del cuerpo, y espontáneamente iniciar un curso rampante e individualista y lo sigan con severidad cre ciente, hasta que la conducta desordenada resulte en la muerte del cuerpo. En el laboratorio del Doctor Wood fue demostrado que la infestación del hígado de las ratas con ciertos parásitos, conduce al sarcoma. Esto fue seguido por la demostración de que el sarcoma se desarrollaba mucho más frecuentemente en los hígados de algunas razas de ratas que en los hígados de otras razas, aun cuando ambas razas fueron infestadas igualmente. Esta aparente susceptibilidad hereditaria al cáncer en algunas razas y resistencia hereditaria al cáncer en otras razas, no han sido explicadas. En otras palabras, los factores que producen susceptibilidad y resistencia al cáncer, todavía son desconocidos para los científicos. El cáncer en el estómago, tan frecuentemente común en el hombre, es una de las rarezas más grandes en todos los otros animales. El cáncer en el pecho es muy común en las mujeres; solamente dos casos de cáncer en el ubre de las vacas han sido reportados. El fibroma en el útero, particularmente es frecuente en la negra. A menos que pueda ser demostrado que las mujeres negras están sometidas a un abuso sexual más grande que las mujeres de otras razas, tal vez pueda ser difícil relacionar el por qué de la incidencia más grande del "fibroma uterino en la negra. En este país, por lo menos, y, es aquí y no en África, donde la negra sufre de fibroma uterino; su dieta, usualmente defectuosa, indudable mente contará para su susceptibilidad al fibroma. El problema presentado por las diferencias en el promedio de cánceres en el estómago y en el pecho en los hombres y en las mujeres respectivamente, comparado con el de los animales más inferiores, parece estar resuelto más fácilmente. La diferencia indudablemente proviene de las grandes diferencias en sus respectivos modos de vivir. Estudios experimentales, en ratas y otros animales, aparentemente han demostrado que una tendencia al desarrollo del tumor en ciertos órganos es hereditaria. Pero no debemos dejar pasar inadvertido el hecho de que estos animales están guardados en cautiverio y que todos son alimentados en una forma semejante. Ha sido demostrado que ciertas condiciones de la cautividad y de la alimentación producen tumores en los animales salvajes. Cuando estas condiciones son proporcionadas a los animales generación tras generación, una aparente predisposición hereditaria al desarrollo del tumor será atribuida a la persistencia de las forzadas condiciones artificiales de la vida, las cuales produjeron los tumores originalmente. Los estudios estadísticos en el hombre han dada como resultado lo que parece señalar hacia una predisposición hereditaria al cáncer. Esto será discutido en un capítulo próximo; yo solamente necesito decir sobre este punto que estas familias tienden a mantener los mismos hábitos de comer y vivir, una generación tras de otra. La disfunción glandular es famosa en el sistema endocrino. Se han hecho esfuerzos para relacionar con el cáncer estas perturbaciones de la función glandular, pero es obvio que el deterioro glandular es en sí un efecto y que si la causa del cáncer ha de ser encontrada, debemos ir más atrás de esto.

CÁNCER. SHELTON.- 24 En el cáncer avanzado la sangre sufre cambios degenerativos radicales, algunos de los cuales manifiestan un mejoramiento decidido cuando, el cáncer es removido, pero regresan con la recurrencia del tumor. Esto ha conducido a muchos a creer que el cáncer secreta una sustancia que envenena el cuerpo, aun cuando ninguna enzima o secreción ha sido encontrada. Su influencia degenerativa probablemente es sepsis lentamente formada y lentamente absorbida. La caquexia cancerosa indudablemente es debida al envenenamiento séptico. La constipación, o deficiencia de irrigación sanguínea en los intestinos, es tan común en los casos de cáncer y en otros casos precediendo al desarrollo del cáncer, que Sir William Arbuthnot (1856 – 1943) y otros, le han concedido a la condición una importancia exagerada y una posición absolutamente falsa en la causalidad del cáncer. Ellos la consideran como una causa, en vez de reconocerla más o menos como un temprano síntoma constante de la deterioración del cuerpo. El hecho de que el cáncer sea más común en la edad avanzada que en la temprana de la vida, es debido a que se requieren años para que los efectos acumulativos de los malos hábitos del hombre resulten en suficiente degeneración de los tejidos como para producir el cáncer. Yo he señalado, previamente que el cáncer nunca se desarrolla en un órgano sano, sino que siempre evoluciona en un sitio de enfermedad crónica, usualmente prolongada y permanente. Perteneciendo a los años avanzados la degeneración de los tejidos, torna al cuerpo más susceptible al cáncer, pero esta degeneración es en sí un efecto. Solamente una porción pequeña de gente vieja desarrolla cáncer; en cambio, ha sido observado en gente joven y hasta en niños. La edad deja sin explicación por qué una persona es atacada y otra no; y por qué un tejido y no otro aun en el mismo órgano, viene a ser canceroso. Cuando el crecimiento declina y la nutrición de las células es relativamente baja y pervertida, las células experimentan gemación (reproducción de células por compañeras) e hiperplasia (multiplicación de células), en vez de inflamación, formas del comienzo de cada neoplasma. El cáncer principalmente está considerado como una enfermedad de las edades media y avanzada. Con frecuencia es encontrado en los niños y en la gente joven, y debe existir una razón buena y sólida para esto. Probablemente es correcto decir que los niños no sufren de cáncer por la sencilla razón de que sus hábitos no han tenido tiempo para producirlo. Unos pocos casos se des arrollan en niños que deben estar predispuestos a su desarrollo, y el número de los que desarrollan la enfermedad crece; conforme la edad avanza, sin duda, debido al hecho de que las causas que producen la enfermedad continúan acumulándose y creciendo en poder conforme nosotros avanzamos en la edad. Las causas operantes para producir el cáncer toman tiempo para actuar, y es por esta razón que ellos vienen a ser más corrientes conforme la edad avanza. En la infancia y en la edad temprana la irritación está acompañada por la intolerancia. El organismo joven resiste vigorosamente las causas de la irritación y las elimina. Esto da lugar al surgimiento de fiebres e inflamaciones repentinas, furiosas y frecuentemente de corta duración, también característica de la infancia. Conforme la edad avanza y los tejidos se endurecen, ellos cesan de ofrecer resistencia tan violenta a la irritación, pero la toleran, de manera que las enfermedades en la edad media y más allá no son tan vehementes como en la infancia y en la juventud. La causa siempre creciente comienza a pesar y a deprimir las fuerzas del cuerpo. Las fuerzas ordinarias de resistencia a las toxinas e irritantes, por las formas usuales de disponer de excesos de alimentos se están dañando, y el cuerpo se ve forzado a defenderse por sí mismo y a disponer de sus excesos de alimentos por algunos medios más o menos desusados. Los crecimientos de todas clases están compuestos de células y para crecer, es esencial que se les traiga mayor cantidad de material alimenticio del que necesitan para el sustento de la parte normal del tejido.

CÁNCER. SHELTON.- 25 La nutrición local excesiva, continuada y prolongada, debida a la irritación u obstrucción circulatoria pareciera ser necesaria para la producción inmediata de un neoplasma (crecimiento nuevo). La edad prematura o la esclerosis de los tejidos y de los vasos sanguíneos, puede existir hasta tal grado de extensión como para no poder ofrecer sino una resistencia insignificante a las causas de la ulceración. Indudablemente, ésta es un factor cuando los tumores esencialmente benignos experimentan transformación maligna en los años avanzados de la vida. Pueden intervenir otras causas impidiendo la oxigenación y la nutrición de manera que la putrefacción sienta sus reales seguida por una infección sistemática. O, el drenaje puede ser suspendido, forzando la absorción y el desarrollo del envenenamiento de la sangre—caquexia CANCEROSA—. El envenenamiento por el cáncer es una forma de sepsis generada lentamente y liberada en el sistema. Cualquiera que sea la causa del desarrollo del cáncer, con excepción de una condición precancerosa, una úlcera, induración, fístula, tumor benigno, etc., solamente es otro paso en el TRANSITO PATOLOGICO DESCENDENTE, una condición que si no se había desarrollado poseía la condición precancerosa, no el primer desarrollo, y está vinculada tan próximamente a la condición precedente que no es posible decir exactamente dónde termina la condición precancerosa. y dónde comienza el cáncer. La empresa temeraria de intentar prevenir el cáncer por medio de la remoción quirúrgica del estado precanceroso, sería obvia cuando no estuviera verificado que las causas de la condición se hallan detrás de él y no pueden ser removidas por la cuchilla. En realidad, la cuchilla frecuentemente ocasiona el desarrollo rápido del cáncer. Los tejidos de algunas personas son más susceptibles al desarrollo de tumores que los tejidos de otras personas, y algunos tejidos en el mismo sujeto son más susceptibles que otros a su desarrollo. El Doctor Bulkley opina que existe una DIATESIS CANCEROSA exactamente como hay una DIATESIS TUBERCULÁR, una DIATESIS GOTOSA, etc. Cuando un irritante crónico es aplicado a los tejidos de un individuo, los cuales son "susceptibles al cáncer", semejante condición es mucho más apta para el desarrollo que cuando se aplica a otros tejidos o a los mismos tejidos de otra persona. Pero esta condición de susceptibilidad, no va más allá de un estado de debilitamiento de los tejidos debido a alguna predisposición inherente para el desarrollo del tumor. Indudablemente es debido a una toxemia de carácter virulento. La irritación causa una suma de sangre extra para ser enviada al punto de la irritación, ocasionando así, congestión e inflamación. En todos los casos de inflamación existe una proliferación de células rápida y un exceso de crecimiento en los tejidos. Pero, cuando el sistema se encuentra sano y la sangre pura, la irritación es vencida rápidamente, la inflamación se apacigua y los excesos de tejidos son quebrantados y disueltos. Cuando la sangre está impura, su acumulación en el punto de la irritación incrementa la irritación y, a menos que la condición de la sangre sea cambiada, tiende a perpetuar el grado bajo de inflamación que así es fijado en las personas de edad avanzada. Aquellos tejidos los cuales son más resistentes a las toxinas y no son extinguidos por ellas, se mul tiplican, como en todas las inflamaciones, y como la irritación es continua, la inflamación es continua y el crecimiento es continuo. Irritación, inflamación, induración, proliferación, ulceración (cáncer) es el orden del desarrollo. La mayor parte de la patología estudió en el cáncer materias y dijo que etiológicamente son importantes; son meras fases patológicas (secuencias) las cuales representan efectos acumulativos de causas operando en todas partes del cuerpo. Los Doctores estudian efectos, no causas.

CÁNCER. SHELTON.- 26 El cáncer exhibe muchas evidencias de desarreglo sistemático y perversión metabólica, particularmente perversión del metabolismo proteico. Uricacidaemia, o lithaemia (ácido úrico en la sangre), depósitos uráticos, reducción de las células rojas de la sangre, índice bajo de hemoglobina, una leucocitosis diferente, considerable disminución alcalina, cambios degenerativos en los leucocitos, cambios en las células rojas, y otros cambios químicos y microscópicos son notados en asociación con el cáncer. La química de los tumores en ellos mismos ha sido estudiada hasta cierta extensión, pero ninguna fase del metabolismo del cáncer ha sido descubierta y no es la misma como aquella vista en las condiciones no cancerosas. No existe carácter distintivo de tumores malignos en la bioquímica. Mucha atención ha sido dispensada a los cambios nucleínicos de las células en el cáncer y al funcionamiento de los centrosomas y cromosomas también, pero es obvio que estos cambios son efectos y no causas. La orina del paciente de cáncer nunca es como aquélla de la persona sana, pero ningún cambio especifico y definido ha sido establecido, los cuales no son encontrados en las condiciones no cancerosas. Existe una condición renal deteriorada, como está indicada por la reducción de la cantidad de orines excretada diariamente y por la disminución considerable de la suma de sólidos en la orina. También hay daño en el hígado. Aun cuando no existe lesión en el hígado, es invalidada su función productora de urea. El metabolismo proteico es dañado, los proteidos son formados y el hígado está incapacitado para cambiarlos, de manera que ellos son excretados prácticamente sin cambio. Existe más o menos una desmineralización general del cuerpo, siendo observada una gran pérdida de fosfatos. Hay una discrasia y se hace más grande conforme la enfermedad avanza. La saliva, normalmente alcalina, usualmente es ácida en los casos de cáncer—otra evidencia de la "acidosis" existente en estas condiciones. La ACIDOSIS existe en el cáncer, como está demostrado por la orina la cual USUALMENTE revela los desarreglos de algunos de sus constituyentes. Esta es una confirmación de nuestra afirmación que la enfermedad es la excrecencia de un desarreglo sistemático. El cuadro de la sangre de un paciente de cáncer aún en sus primeras fases no es normal. Usualmente hay una anemia marcada. Esta es una confirmación adicional de nuestra contención. Todas aquéllas así llamadas condiciones pre-cancerosas ya sea que estén localizadas en el pecho y en el útero, o en el estómago y en el colon, las cuales persisten por años antes que culminen en cáncer, son todas excreciones de la toxemia. El cáncer nunca se desarrolla excepto en un órgano morboso y en un órgano crónicamente morboso sin más. Pero nosotros nada sabemos de un órgano morboso en donde esto no es debido puramente a una condición traumática, existente en un organismo sano diferente. Todo el cuerpo se encuentra más o menos morboso, mientras que el así llamado órgano morboso simplemente está morboso en un grado de extensión mayor que sus compañeros sufrientes. Desde luego que las secreciones y excreciones del paciente de cáncer se apartan de lo normal en tales formas como para indicar más positivamente las perturbaciones en la nutrición del cuerpo, y desde que cada otra causa singular para el cáncer, hasta ahora alcanzada, no ha demostrado ser la causa, nosotros prácticamente somos forzados a aceptar la evidencia en favor del desarreglo metabólico como la causa básica y universal.

CÁNCER. SHELTON.- 27 La química del cáncer demuestra que los cambios morbosos en sus células son los resultados de los desarreglos de la nutrición. Deje que las causas excitantes locales sean lo que ellas puedan; la conexión entre los hábitos de vida, especialmente los hábitos dietéticos, y los tumores y cánceres, es tan verdaderamente patente que sería insensato ignorarla. Pero existen otras causas del desorden nutricional, además de los hábitos dietéticos defectuosos. La tensión nerviosa de la vida civilizada debe haber sido un gran factor en la producción del cáncer desde el principio hasta el fin de la historia de la civilización. Ella perturba el metabolismo muy intensamente. Crile estableció la regla de que CUANDO LAS ACCIONES BAJAN, LA DIABETES SUBE. Este hecho bien conocido, de que las preocupaciones financieras perturban el metabolismo del azúcar, es solamente una de las muchas evidencias de los efectos de la tensión emocional sobre la nutrición. Sería ridículo si nosotros fuéramos a presumir que la tensión solamente afecta el metabolismo del azúcar. Los efectos de las emociones sobre las glándulas de secreción interna, ha sido demostrado que son muy grandes. La forma extremadamente más común de tensión nerviosa es el emocionalismo crónico. Se ha sugerido que la gran diferencia entre los promedios de cáncer en el pecho y en los ovarios en las mujeres solteras y casadas es debida a las emociones sexuales. Existe la posibilidad de que las emociones diferentes, aun cuando, nosotros sabemos que por regla general sus efectos son muy semejantes, debido a sus efectos particulares sobre el cuerpo o ciertas partes de él, con frecuencia son factores determinantes en la colocación de un cáncer. Admitiendo la dificultad de probarlo definitivamente, el Doctor Bulkely dice, que sus observaciones lo conducen a creer que la emoción y la tensión nerviosa mental perturban el metabolismo “o de otra manera operan en tal forma que resulta cáncer". El también dice: "No me cabe duda que la depresión mental, común en aquéllos con el comienzo de un proceso el cual ellos temen pueda resultar en cáncer activo, tiene mucho que hacer con el aceleramiento de su crecimiento." Un caso de mi propia experiencia: un caso de cánceres inoperables, uno en el abdomen y otro en el testículo del mismo paciente, ilustrará este asunto. Este hombre había sido examinado por veintiocho médicos (cirujanos) y todos le dijeron que nada podían hacer por él. Ellos también le dieron como término de vida, de una a tres semanas. Fue llamado un quiropráctico y él también se alejó del caso. Después yo fui llamado. El hombre sufría mucho dolor y estaba hinchado de gases hasta el extremo de parecer un pequeño globo. Drogas habían sido usadas para amortiguar su dolor. Un ayuno corto lo relevó de sus dolores lo suficiente como para descontinuar las drogas; los gases también terminaron. Entonces fue empleada una dieta de frutas y verduras y el paciente ganó en peso, color, fuerzas y esperanzas. Las ganancias se prolongaron durante un mes y en ese mismo tiempo ambos neoplasmas decrecieron en tamaño considerablemente. Una comida desproporcionada y no prescrita al final del mes produjo dolores severos, más gases y una recurrencia a las drogas. Unos pocos días de ayuno, otra vez fueron suficientes para restaurar una condición tolerable y las drogas fueron descontinuadas. En el lapso de un mes a seis semanas el paciente continuó con pequeña mejoría o cambio, cuando otra comida causó más dificultades.

CÁNCER. SHELTON.- 28 A esta altura llamé a un cirujano en consulta y éste le dijo al paciente que no había esperanza. Que él podría vivir solamente un tiempo corto. El cambio que sufrió el hombre después de esto, fue asombroso. Al día siguiente uno podía ver un cambio marcado. La esperanza le cedió el lugar a la desesperación. El abatimiento tomó el lugar de la alegría. El crecimiento testicular en tres días se dobló en tamaño y el cáncer abdominal aumentó casi el mismo volumen o mucho de él. El paciente falleció bajo mis cuidados a los finales del cuarto mes. No existe la duda más insignificante que la ansiedad y la desesperanza aplastan semejante a la estimulación excesiva. Las fuerzas del cuerpo son debilitadas bajo su influencia, la resistencia del cuerpo a las influencias de la enfermedad es disminuida y su control sobre el crecimiento del tumor desaparece. Indudablemente, la suspensión de la eliminación, el desorden de la secreción y de la digestión, y la perversión del metabolismo ocasionados por estos estados mentales, efectivamente se adicionan a las causas del neoplasma. Todo el ser humano es contraído bajo el peso de semejante sentencia de muerte como aquella brindada por el cirujano, y todas las habilidades para enfrentar las grandes demandas de la vida son debilitadas. El dolor se intensifica más en este caso, aumenta la pérdida de peso, la apariencia completa del hombre cambia hasta el grado de asemejarse al cadáver que muy pronto llegará a ser. El Doctor Burgess una vez declaró que un médico también puede golpear a su paciente en la cabeza con una cachiporra como diciéndole que su mal es incurable. ¡Cómo es dé cierto...! El Profesor C. Stajano, en un trabajo sobre PRECÁNCER, acentúa la importancia del rol que desempeña el trauma nervioso en la causalidad y localización del cáncer. El opina que la irritación periférica, especialmente cuando es prolongada y continuada, causa una perturbación en el centro trófico correspondiente la cual resulta en distrofia periférica epitelial. El sostiene que la ulceración crónica debería ser considerada como extendiéndose más allá de los límites de la mera irritación local, y que también por irritar el sistema nervioso central está apta para causar alteraciones profundas en la región de abastecimiento nervioso, y esto, él cree, con frecuencia puede terminar en degeneración cancerosa. Constantemente es observado que el cáncer en el pecho es el resultado final de la inflamación crónica procedente en una o en ambas glándulas mamarias. Una de las producciones de esta inflamación es una sustancia altamente ácida, la cual irrita y deteriora las células ya debilitadas y dañadas considerablemente. Las mujeres solteras más que las casadas están expuestas al cáncer en el pecho y en el ovario. Esta condición es muy común en los países civilizados, ya que es en estos países donde los pechos habitualmente están cubiertos, y esta misma condición, es muy poco común en los países donde los pechos corrientemente están descubiertos. La presión y la fricción de la ropa pueden contribuir con su parte para esto, pero la carencia de luz, solar probablemente es el factor más grande en la incidencia del cáncer en el pecho de la mujer civilizada. El cáncer en la matriz también es el punto final de la enfermedad crónica de éste órgano. Esta condición morbosa usualmente es prolongada por años antes que venga a ser cancerosa. Durante todo este tiempo o la mayor parte de él, las secreciones de este órgano se encuentran en reacción ácida y ésta actúa como una fuente constante de irritación para las células ya deterioradas y lesionadas. Las mujeres casadas más que las solteras están expuestas al cáncer de matriz. Es estimado que alrededor de las dos terceras partes de todos los casos de cáncer en el estómago son provenientes de una úlcera gástrica precedente la cual ha persistido durante un tiempo prolongado. El abuso habitual del estómago al comer alimentos calientes, los condimentos, la ingestión de alcohol, etc., contarán para el otro tercio.

CÁNCER. SHELTON.- 29 Las secreciones del estómago normalmente se encuentran en reacción ácida y las células de un estómago normal están adaptadas a estas secreciones. Pero la condición de hiperacidez del estómago, la cual usualmente acompaña a la úlcera gástrica; y las células de la úlcera debilitadas y no protegidas, presentan una combinación favorable para la evolución del cáncer. Los cirujanos que sistemáticamente someten al examen del microscopio todas las úlceras gástricas que operan, dicen que alrededor del 20 por 100 de todas ellas son malignas. Dible, una autoridad en la materia, en las observaciones hechas en 33 casos de carcinoma gástrico, solamente cn 19 casos no encontró evidencia de la úlcera preexistente. En los otros catorce casos él negó la conexión entre la úlcera preexistente y el cáncer subsiguiente, en nueve de ellos. Por otro lado, Orator, otra autoridad, después de investigar 700 casos de úlcera y 150 de carcinoma, confirmando sus investigaciones con el auxilio del microscopio, encontró que en el 10 por 100 de todos los casos, el cáncer provino de la úlcera preexistente. No se encontraron cánceres en las úlceras del duodeno. La relativa rareza de estos últimos probablemente es debida al medio ambiente algo ácido y casi alcalino existente allí. Las secreciones ácidas del estómago parecen favorecer el desarrollo del cáncer. En los intestinos, cuyas secreciones son alcalinas, raramente se ve el cáncer. En el colon, con una secreción ácida, el cáncer es frecuente. En el hombre civilizado, aproximadamente un tercio de todos los cánceres están localizados en el estómago. Esto no sucede con los de las tribus incivilizadas ni con los animales. El Doctor Tilden dice que: “La ULCERACION es degeneración activa de la célula por apoplejía; el CÁNCER es degeneración pasiva de la célula por asfixia. La úlcera puede ser asemejada al cáncer en que la primera es de forma aguda, siendo de forma pasiva el último, el cáncer. Las dos formas pueden existir juntas. Los patólogos podrían estar capacitados para ver la combinación si ellos se libraran para siempre del mal hábito de individualizar las así llamadas enfermedades e investigar causas específicas." El jugo gástrico normal presenta varios grados de acidez, pero sin llegar nunca a ser corrosivo. Cuando viene a ser CORROSIVO o HIPERACIDO, esto resulta poco más o menos en un daño para el mismo estómago. Esta HIPERACIDEZ, es debida a la ACIDEZ de la sangre, forma resultante de un cuerpo químico inestable, y ésta en cambio surge de la ENERVACION con su resultante suspensión de la eliminación, por causa de la excesiva ingestión de pastas, azúcares y proteínas. Qué parte juega un medio ambiente ácido en la producción del cáncer, aparte de actuar como una fuente de irritación, más o menos es problemático saberlo, pero que las secreciones ácidas en las narices de otras cavidades del cuerpo, frecuentemente dan lugar al surgimiento de pólipos es cierto, y parece probable que tales secreciones bajo otras condiciones pueden proporcionar facilidades para que surja la proliferación o fungación maligna. Cuando las secreciones que normalmente son alcalinos vienen a ser ácidas y las secreciones que normalmente son ácidas vienen a ser hiperácidas, esto denota un cambio en el cuerpo químico siempre atribuible al mal vivir y al mal comer. Esta condición es prevenida y remediada tan fácilmente, y la acidez y alcalinidad normales de las secreciones del cuerpo son restauradas tan fácilmente por medio de la higiene remediadora, que parece un crimen permitir que tales condiciones persistan hasta que culminen en cáncer. El estómago, los pechos y la matriz, son los tres sitios más comunes para el cáncer, y en cada uno de estos tres lugares se ha visto que el cáncer es el último eslabón de una cadena de causas y efectos los cuales persistieron durante un período de varios años. El cáncer emerge de un estado de enfermedad crónica existente previamente, y todos éstos son desarrollos lógicos y necesarios de un número de causas correlativas, acumulativas y persistentes.

CÁNCER. SHELTON.- 30 Los cánceres de la lengua y del labio se desarrollan en un sitio de irritación crónica, usualmente proceden del fumado y del uso habitual de alcohol crudo. El cáncer de la garganta, frecuentemente pertenece a esta clase. El cáncer en el intestino se desarrolla en la misma forma y por las mismas causas por las cuales se desarrolla en el estómago. El cáncer en los intestinos delgados sigue a una inflamación crónica prolongada y continuada con la usual secreción ácida encontrada en tales casos. Los cánceres en el hígado y en la vesícula biliar pueden resultar de la inflamación persistente de estos órganos y esto es lo más común en el caso, como una resultante de la inflamación más la irritación crónica procedente de las piedras en la vesícula. Esta misma circunstancia es igualmente cierta en lo que respecta a los cánceres en los riñones y en la vejiga. Los cánceres en la piel son encontrados en las personas cuyas ocupaciones las ponen en contacto con irritantes químicos y termales. Algunas tribus de la India cargan cajas pequeñas conteniendo carbones encendidos para calentarse. En el sitio quemado frecuentemente se desarrollan úlceras malignas. Se desarrolla cáncer en aquéllos que están constantemente expuestos a la acción de los aceites minerales usados para lubricación. Los que trabajan con el aceite de pizarra bituminosa frecuentemente son atacados de cáncer en la piel. Los tejedores cuando para entendérselas con su maquinaria tienen siempre que rozar sus piernas contra el huso aceitado, frecuentemente desarrollan cáncer en la pierna con que estuvo tocando el huso. El uso de aceite mineral como laxante, una práctica muy común ahora, probablemente también se demostrará que resulta en cáncer en el tracto alimenticio. Ciertos matices de anilina son excretados en la orina y el cáncer en la vejiga es frecuente en los que trabajan con anilinas. Los limpiadores de chimeneas con frecuencia desarrollan cáncer en aquellas partes de la piel en donde es dificulto so librarse del hollín. Alquitrán, hollín, aceites y todos los irritantes han sido usados en experimentos con animales y, su uso constante ha resultado en verruga y cáncer. Los trabajadores con rayos X algunas veces desarrollan cáncer por la irritación de los rayos X. La luz solar no es una causa para el cáncer. Tumores malignos son encontrados más frecuentemente donde la luz del sol es menos intensa. Ellos son encontrados más fácilmente en la ciudad que en el campo. Ellos ocurren menos en España que en Gran Bretaña y Holanda. El cáncer es raro en los países tropicales, pero en las regiones montañosas es tan frecuente como lo es en los países de Europa. Las razas desnudas se encuentran casi completamente libres de la enfermedad. Como se ha señalado antes, el cáncer en el pecho, tan común entre las mujeres civilizadas, es extremadamente raro en las mujeres de las razas desnudas. No se ha demostrado que la irritación crónica es la única causa excitante del cáncer, ni existe una causa excitante común en todos los casos. Algo que produzca la irritación necesaria será considerado como una causa posible. Las drogas de los médicos no son menos irritantes que el aceite mineral o el hollín. En realidad ellas son usualmente más o menos así. Se asegura que antes del aparecimiento de la sífilis terciaria en Europa, el cáncer en la lengua prácticamente no se había registrado en la literatura existente. Yo he demostrado en mi libro sobre la sífilis que esta fase de la sífilis fue introducida por el uso del mercurio y no pueden existir dudas acerca de los efectos del mercurio sobre la lengua. De estos estudios sobresalen tres hechos que son merecedores de atención especial, a saber: 1) El cáncer se desarrolla en el sitio de una irritación crónica; 2) usualmente, si no siempre, el punto en donde se desarrolla está sometido a un medio ambiente ácido, y 3) el cáncer nunca es cáncer en sus principios, sino que siempre es el punto final de un proceso degenerativo prolongado.

CÁNCER. SHELTON.- 31 Las "condiciones irritantes precancerosas" casi universalmente son consideradas como los mejores factores establecidos en las causas del cáncer. Citamos lo consignado en un trabajo preparado por la Sociedad Americana para el Control del Cáncer, para uso de los médicos: Una forma tras otra de cáncer se ha demostrado que está relacionada con alguna forma de irritación crónica, como un factor contribuyente directo o indirecto. Nosotros sabemos que el cáncer en la cerviz, en el labio, en la lengua, en el recto, en el estómago y en muchas otras formas de enfermedades malignas en la piel externa - la úlcera de Marjolin, el cáncer asociado con la manera peculiar de llevar carbones encendidos para calentarse, el cáncer en los trabajadores con parafina y el cáncer en los trabajadores con los rayos de Roentgentodos ellos están asociados estrechamente en sus comienzos con alguna forma de irritación crónica y repetida." Debería ser conocido, sin embargo, que no todos los sitios de irritación crónica y repetida vienen a ser cancerosos. En verdad, un porcentaje casi infinitesimal de talen sitios siempre desarrollan cáncer. En realidad, como el Doctor Bulkley dice: "El daño repentino o prolongado, ha sido proclamado por muchos como la CAUSA del cáncer. Pero mientras esto puede ser la razón del aparecimiento de la lesión en alguna localidad particular,+ + + lo absurdo de considerar esto como la causa real del cáncer es evidente cuando nos damos cuenta cómo son de frecuentes los golpes que recibe en el pecho la mujer, y cómo tan raramente desarrollan cáncer. O, cuántos millones de hombres fuman, tienen dientes defectuosos y comparativamente, cómo es de raro el cáncer en la cavidad bucal. Por otra parte, las manos y los pies cómo están sometidos constantemente a daños y frecuentes irritaciones prolongadas, y sin embargo, cómo es de raro ver el cáncer en estos lugares; tampoco las verrugas y los callos en las manos y en los pies se desarrollan en cáncer, etc." Siendo esto cierto, como lo es, se deduce lógicamente que debe existir algún estado fundamental y constitucional el cual predispone a la enfermedad. La irritación sola no es suficiente para que resulte en cáncer. En verdad, conforme las muchas "causas del cáncer" que nos son presentadas y más tarde se demuestra que no son las causas de la enfermedad, nosotros venimos a estar más seguros que siempre detrás de esta condición existe una causa básica universal, compuesta, por supuesto, por muchos factores elementos, los cuales deberán recibir atención si es que nosotros pretendemos cualquiera de estas cosas: prevenir o remediar el mal. El cáncer por los rayos X, el cáncer por la parafina, el cáncer por los aceites minerales, el cáncer parasítico o de gusano, el cáncer por las quemaduras con carbón, el carcinoma surgiendo de llagas antiguas como resultado de la perversión adquirida del proceso regenerativo, se desarrollan en aquéllos que están preparados, gracias a una región propicia al cáncer desarrollada previamente. No todos los que están sometidos a estas fuentes de irritación desarrollan cáncer. Las irritaciones de toda clase deben encontrar un substrato responsivo antes que ellas puedan producir un cáncer. Existen casos en los cuales la resistencia desarrollada contra el cáncer es tan grande que ninguna suma de irritación ordinaria puede producir el cáncer. Otros casos desarrollan cáncer con un daño mínimo anterior. Nosotros nos conducimos ciertamente por la senda equivocada cuando concentramos nuestras atenciones sobre la irritación local e ignoramos la condición de la región. El traumatismo, aun cuando con frecuencia es señalado como una causa del cáncer, no es más que una contribución secundaria en su producción. Una mujer recibe un daño en su pecho. El tejido dañado no sana, sino que se desarrolla en cáncer. Otra mujer recibe un daño severo en ambos pechos, y sana rápidamente sin efectos posteriores. Una tercera mujer, sin daño traumático previo en su pecho desarrolla cáncer en el pecho. ¿Cómo explicar estas contradicciones semejantes, excepto sobre la base de una condición interna, la cual tiende a producir el cáncer? De millares de daños recibidos, hasta con materiales cancerosos, cuán pocos se desarrollan siempre en cáncer.

CÁNCER. SHELTON.- 32 Una vez que un cáncer, en un sitio dañado, se ha iniciado, tiende a ensancharse, y muy frecuentemente los cánceres se desarrollan en otras partes del cuerpo también. El daño local no cuenta para esto. La higiene perfeccionada y la alimentación mejorada reducen la incidencia de la tuberculosis. Las oportunidades para los excesos de indulgencias en la alimentación, las cuales con frecuencia acompañan tales perfeccionamientos, parecen incrementar la incidencia del cáncer. El cáncer es una enfermedad de hiper-nutrición. La tuberculosis es una enfermedad de hipo-nutrición. Hay una toxemia crónica existente en ambos casos. En todos los países y en todas las secciones de cualquier país y ciudades la incidencia del cáncer tiene una relación impresionante con la prosperidad material de la gente. Está más expuesta al cáncer la gente bien que aquéllos que se conducen por veredas más inferiores en la vida. Los aborígenes en todas las partes más salvajes de la tierra están casi exentos del cáncer. Ellos sufren de él en un grado menor que los civilizados extranjeros que van a sus tierras. En Australia, como en otros países, cuando los nativos, que sufren muy poco de cáncer, se mezclan con los extranjeros y adquieren sus dietas y hábitos, comienzan a padecer de cáncer en un grado mucho más extenso. En general, la mortalidad por el cáncer se encuentra más baja donde las condiciones de la vida son más duras, más circunvecinas, más escuálidas, donde la población es más densa y en donde la pobreza llega a un grado superlativo. Por el otro lado, en los prósperos y próximos a prósperos, donde los niveles de la vida son los "mejores" y la vida es fácil (físicamente, por lo menos) y donde las indulgencias son más grandes, la mortalidad por el cáncer es mucho más alta. La prosperidad y el lujo consecuente, los excesos de indulgencias y la inactividad física, tienden a incrementar la incidencia del cáncer. El desarrollo del cáncer parece descansar sobre: 1. Una predisposición o una condición sistemática apropiada, y 2. Estimulación prolongada o irritación local. La irritación puede ser suplida casi por cualquier irritante, endógeno o exógeno en su origen. La "región para el cáncer" es la resultante de: 1. Excesos de comida, particularmente de proteicos. 2. Comida de alimentos desmineralizados. 3. Eliminación dañada, resultando en toxemia. 4. Hábitos de vida que desvitalizan al cuerpo y dañan sus resistencias a las toxinas, desarreglos digestivos y suspensión de la eliminación. 5. Acidosis, resultante de un exceso de alimentos productores de ácidos, indigestión y falta de eliminación. 6. Afecciones crónicas resultantes de estas condiciones. Schmidt, un ortodoxo especialista en cáncer, encontró que de 241 casos de cáncer en el sistema chylopioetic (vasos linfáticos del mesenterio), 180 nunca habían padecido alguna enfermedad "infecciosa" desde su niñez, y 99 habían pasado su vida sin sufrir una sola "infección" de clase alguna. Hace algunos años, un joven y brillante doctor naturópata de Inglaterra demostró, con los datos estadísticos oficiales de aquel país, que en cualquier parte en donde había existido una epidemia de viruela, había sido seguida, en aquella localidad, por un descenso en el promedio del cáncer. El decrecimiento de la incidencia del cáncer llegó más allá del número de muertes que ocurrieron durante la epidemia.

CÁNCER. SHELTON.- 33 Previo a éste, el doctor Wallace, en un trabajo sobre el "cólera" y en otro titulado "Necesidades para la viruela", había demostrado que las enfermedades agudas habían salvado muchas vidas. Un hombre "viejo", un "cuadro de salud" (un cuadro, en realidad), una vez le informó a Sylvester Oraham que durante toda su vida, desde que él podía recordar, no había estado indispuesto tanto como para verse forzado a permanecer en casa un solo día. "En realidad, señor —le replicó Graham—, que puede ser muy grande su desgracia." Unos pocos días más tarde, este hombre falleció y Graham estuvo presente en su autopsia. El dice de la condición del hombre: "Aun cuando yo había visto muchos cuerpos enfermos abiertos después de su muerte, nunca, en ningún caso, había encontrado un cuerpo tan intensamente enfermo como éste. "Todo el estómago, el canal intestinal y otras porciones del contenido abdominal presentaban una masa general de enfermedad profunda e irremediable, la cual claramente indicaba un progreso de varios años y era de un carácter que evidenciaba absolutamente que no fue producida por causa de algún golpe violento, sino que era el resultado de causas las cuales habían venido operando gradualmente y desarrollando sus efectos en grados imperceptibles, probablemente durante todo el curso de su vida." La impunidad prolongada tienta al pecador a creer en la inocencia de sus hábitos. Pero ninguna verdad es más cierta que aquella de que la salud presente no es garantía para la salud futura. La salud presente, meramente aparente, todavía es menos garantía para una salud futura. Porque alguien aparentemente se encuentra sano hoy, piensa que esto es prueba de la corrección de sus hábitos y los continúa. Sin embargo, hasta el modo de vivir más atolondrado, del individuo más debilitado, requiere tiempo para que sus efectos acumulativos hagan su manifestación. Aquí está una historia verdadera de mi propia práctica: Un hombre joven, de treinta y cuatro años de edad, se descubrió que estaba padeciendo de cáncer, y más tarde falleció a consecuencias del mismo. El siempre había estado 'sano". El nunca supo lo que era estar enfermo. El era fuerte y trabajador de labor dura exagerada —era yesero—. El comía tan vigorosamente como trabajaba. El consumía enormes cantidades de carne, juntamente con grandes cantidades de otros alimentos. Pero él nunca se enfermó por ello. Períodos ocasionales de malestares nunca fueron lo suficiente como para detenerlo en comer y trabajar. Robusto, rudo, fuerte, él era un cuadro de salud proverbial. El nunca había estado enfermo en su vida, antes que se le desarrollara el cáncer. Este es el espécimen que hace que los hombres de la medicina, quienes nada conocen acerca de la salud, declaren que el cáncer tiende a desarrollarse en las personas sanas. Unas pocas enfermedades agudas, que hubieran eliminado, por lo menos temporalmente, la toxemia sistemática, habrían salvado la vida de este hombre. Si él hubiera podido padecer viruela y tifoidea, con frecuentes turnos de náusea y diarrea y otras crisis salvadoras, él nunca habría desarrollado el cáncer. El hombre estuvo enfermo toda su vida, pero sus padecimientos se desarrollaron gradualmente, insidiosamente y sin resistencia alguna de su parte. Nosotros frecuentemente nos encontramos con semejantes individuos desafortunados. Nosotros sabemos que la enfermedad aguda lleva consigo una cura para la enfermedad crónica, hasta para el cáncer. Porque, después de todo, es dicho y es un hecho, que una enfermedad aguda es una protesta vigorosa de parte del cuerpo contra las causas de la degeneración, como lo he probado ampliamente en mi obra LA VIDA HUMANA, SU FILOSOFIA Y SUS LEYES.

CÁNCER. SHELTON.- 34 CAPÍTULO IV.- LA DIETA Y SUS RELACIONES CON EL CÁNCER El cáncer está siendo merecedor de una atención especial y creciente de parte de todos los trabajadores de las escuelas de medicina existentes en todo el mundo, debido al hecho de estarse incrementando tan rápidamente. Hablando generalmente, nosotros podemos decir que sus causas son desconocidas, por la razón muy buena de estar siendo considerado como una enfermedad específica y no como el último eslabón de una cadena patológica de antecedentes y consecuentes, los cuales comienzan en la infancia y aún antes de ésta. Aproximadamente todos los esfuerzos para encontrar las causas del cáncer están siendo conducidos por senderos errados. Investigando el cáncer en el hombre, son estudiados microscópicamente los tejidos, son analizadas las secreciones y las excreciones, resultados, productos finales, y los efectos son estudiados con minuciosidad laudable y con cuidado grande y penoso. Pero las causas nunca son encontradas en todo esto. Un estudio tan bueno como buscar entre las cenizas de un edificio quemado para descubrir en ellas la causa del incendio. Los ensayos para trasplantar el cáncer en los animales han sido hechos y están siendo realizados, a veces con resultados satisfactorios parciales. Pero jamás algún hombre o mujer ha desarrollado el cáncer por haberle sido trasplantado. Estar capacitado para trasplantar un cáncer después que ha desarrollado procurará tanta luz acerca de las causas del cáncer, como la habilidad de injertar la rama de un árbol sobre el tronco de otro lanzará mucha luz sobre el origen de los árboles. El cáncer debe ser estudiado en el ser humano, no después que haya avanzado tanto que el paciente ya se encuentre tambaleándose en el borde de la tumba, no después que el paciente ha muerto, sino en sus fases iniciales; y no solamente en sus fases iniciales, sino en sus estados antecedentes, y deben ser estudiadas las causas que conducen a éstos. El hombre en sí debe ser estudiado, no como lo estudian el fisiólogo y el anatomista, no como lo estudian el sociólogo y el político, sino que él debe ser estudiado en todas sus relaciones con la vida. En realidad, esto ha sido hecho hasta cierto punto, pero no tan completamente como debería serlo. El doctor William Howard Hay (Nueva York, 1866 – 1940), cuyos puntos de vista nada ortodoxos sobre materia médica son conocidos por muchos de mis lectores, dice: "Los estudios comparativos de los hábitos nacionales parecen señalar directamente hacia la nutrición como base para un estudio completo; sin embargo, los investigadores usualmente han estado muy impacientes con sus puntos de vista, y siempre han pasado sobre ellos superficialmente y hasta los postergan, haciéndolos a un lado impacientemente, como de menor importancia, y todavía se concentran en las condiciones locales, buscando causas que cuenten para la localización y carácter de las enfermedades, en vez de buscarlas sólo en el terreno que podría producirlas." Generalmente los hombres de la medicina no solamente han ignorado casi totalmente la dieta en el cáncer, sino también en otras condiciones de enfermedad, y sostienen que es de poca importancia; además, han rehusado investigar los resultados obtenidos por aquellos que emplean la dieta. Pueden existir varias razones para esto. Yo creo que una razón poderosa puede ser encontrada en el hecho de que las grandes instituciones investigadoras, semejantes a la Fundación Rockefeller, la Universidad de Columbia, etc., son fuertes accionistas de la Standard Oil y otras grandes corporaciones, de las cuales ellas perciben grandes dividendos. Tanto tiempo como ellas dependan de estas cosas, que les proporcionan mucho dinero, estas instituciones preferirán estar a caza de gérmenes y bichos antes que investigar las causas de las enfermedades desde el punto de vista social-económico y del diario vivir.

CÁNCER. SHELTON.- 35 El doctor Hay, más adelante, dice: "El doctor McCarrison (Irlanda, 1878 – 1960) registra que entre las tribus himalayas segregadas de la India, las agrarias, que por razón del dogma religioso tienen restringido el uso total de los productos de la región y en entredicho toda clase de alimentos procedentes de animales, el cáncer era desconocido, como lo eran también las incidencias de otras enfermedades altamente frecuentes entre las gentes civilizadas. "Ciertas tribus del África, también de hábitos vegetarianos, igualmente rindieron un "record" limpio en lo que concierne al cáncer. Ha sido observado que la incidencia del cáncer está en completa proporción uniforme en razón de la suma de alimentos de animales consumida; aquellas naciones que muestran el consumo de carnes más alto, también muestran la incidencia más elevada en el cáncer. ¿Significa algo esto, o es una mera coincidencia? "La cantidad de proteína requerida por el cuerpo humano está bien establecido que es una mera fracción de la que es consumida generalmente; un gramo de nitrógeno, representando el reaprovisionamiento bajo todas las condiciones de actividad o descanso, significa que dos o tres onzas de carne magra diariamente son enteramente suficientes para reaprovisionar a un hombre de tamaño corriente. Esto es menos de un cuarto de lo que consume regularmente un hombre corriente y menos de una décima parte de la que es consumida por el comedor de carne fuerte, si nosotros adicionamos y juntamos todas las otras fuentes de proteína contenidas en su comida corriente. No resulta sino fútil preguntar qué viene a ser del remanente de proteína no usada ya que se debe de disponer de ella en alguna forma, porque de otra manera la acumulación tempranamente empantanaría al sistema. "Existe una pequeña dificultad en la digestión de la proteína, y esto es cierto especialmente cuando la proteína es de origen animal, así que, admitiendo un sesenta por ciento neto de absorción de la proteína ingerida, nosotros todavía tendremos un margen amplio entre lo que es esencial para el reaprovisionamiento y lo que es absorbido. "Si este exceso algo grande es reducido completamente a urea, por la actividad del proceso de oxidación, ejercicio abundante y una eliminación renal bien formada, este exceso tal vez puede ser totalmente eliminado diariamente, pero si los riñones se encuentran por debajo de su capacidad corriente, si la actividad física está más abajo del punto que aceleraría la circulación y la respiración profunda forzada, sin asegurar la oxidación completa, entonces habrá una historia muy diferente que referir, porque todos nosotros sabemos que la suboxidación de las proteínas significa, con su ácido úrico, sus ácidos uratos de todas clases, su xantina, hipoxantina, todas sus formaciones de escorias y todos los ácidos irritantes, que debemos obtener seguramente una irritación de clase y grado, la cual generalmente está reconocida como un factor que predispone a la producción de crecimientos nuevos de todas clases. "Adicionando a esto la depuración de la reserva alcalina a través del uso libre de carbohidratos procesados de todas clases y tipos, muy considerablemente despojados de su contenido alcalino nativo, tendremos otra gran fuente de declinación de la reserva alcalina. "Agregando algo más todavía, la fermentación ácida en el tracto digestivo causada por el uso de alimentos enemigos, tales como los carbohidratos con su fruta ácida o proteína, habremos sumado todavía más a nuestra acidez. "Y, finalmente, si nosotros adicionamos a éstas los varios ácidos desarrollados en el colon por la retención de los contenidos más allá de las veinte y cuatro horas que marca su salida, como límite de seguridad, haremos visible una acidez potencial que debe turnar una acidosis creciente, una declinación de la reserva alcalina y una ruptura del balance normal ácidoalcalino.

CÁNCER. SHELTON.- 36 "¿No es cierto destacadamente que al cáncer le acompaña un grado elevado de acidosis? Usted puede o no estar de acuerdo en que esta acidosis es un factor que predispone, pero nadie puede negar la incidencia notable de estas dos condiciones relacionadas evidentemente. Si consideramos al mismo tiempo las cuatro fuentes de los cuerpos ácidos nombradas, podemos ver fácilmente que sería inverosímil absolutamente que las tribus mencionadas sufrieran de acidosis, ya que no existen sus fuentes en su diario vivir. "Haciéndonos cargo de esto, no es sino natural recordar que estas gentes muestran una ausencia completa del cáncer, excepto cuando ellas adoptan los hábitos de la civilización, con su dieta, o carencia de dieta." Se ha discutido demasiado si la comida de carnes es o no la causa del cáncer. Tan raramente es encontrado en las razas vegetarianas, y después es tan frecuente en casi la totalidad de aquéllos de sus miembros que han adoptado los hábitos "civilizados" de comer y vivir, que muchos han sostenido que la comida de carnes es la causa primordial del cáncer. Antes de exponer evidencias de que las gentes vegetarianas están libres del cáncer, a despecho de eso, dejemos grabado claramente en nuestras mentes que la enfermedad era desconocida anteriormente entre los esquimales de Groenlandia, y éstos son grandes comedores de carnes. Entre los esquimales de cualquier parte de las tierras del Norte, el cáncer, la consunción, la anemia, etc., eran desconocidas, aun cuando ellos vivían muy preferentemente de carne cruda y sangre de animales, hasta después de tener contacto con los comerciantes, como en las costas de Labrador, en donde fueron enseñados a canjear algunas pieles de foca por suficiente harina blanca, cereales desmineralizados, azúcar, frijoles (judías) enlatados, confituras y aceite de ricino para que pudieran alimentarse durante todo un año, a continuación, ellos comenzaron a desarrollar estas enfermedades y a morir a consecuencia de ellas. El secreto no está en las carnes o en la carencia de carnes, sino en los alimentos naturales. Las gentes que comen solamente las porciones grasosas y magras del animal, que nada toman de la sangre, que cocinan toda la carne que comen y que consumen en conexión con ésta una cantidad de pastas y azúcares desnaturalizadas, son aquéllas que desarrollan las así llamadas enfermedades degenerativas de la vida avanzada, inclusive cáncer. Algunos ejemplos de la desaparición espontánea del cáncer, los cuales están registrados, han ocurrido en conexión con el cambio radical de la dieta y del modo de vivir del paciente. Los experimentos del laboratorio sobre animales han revelado la misma cosa. Ehrlich "ha demostrado que ratones viviendo con una dieta de arroz no pueden ser inoculados de cáncer, mientras que ratones viviendo con una dieta de carne pueden ser inoculados fácilmente con tumores cancerosos, desarrollándolos rápidamente y continuando el crecimiento hasta quo el animal muere. Ehrlich también descubrió que cuando los ratones con tumores cancerosos de resultas de la inoculación eran puestos bajo una dieta de arroz, los tumores cesaban de crecer y en muchos casos degeneraban y desaparecían."Trabajos experimentales repetidamente han probado que el crecimiento de las células puede ser modificado considerablemente por el carácter del alimento suplido al animal. Los resultados de los experimentos realizados por Sweet, Corson, White y Saxon, con dietas y tumores inoculados en ratones, muestran al respecto los mismos resultados. De 25 ratas alimentadas con la dieta usual mixta de los ratones, 23 de ellas adquirieron tumores, mientras que solamente cuatro entre 25 alimentadas con una dieta vegetariana lo hicieron así. Un experimento similar fue realizado con un número igual de ratones y los resultados fueron que 18 de 25 con la dieta mixta adquirieron cáncer, mientras que solamente 3 de los 25 con la dieta vegetariana lo hicieron así. Una tercera serie de 50 ratas alimentadas similarmente, dieron 15 en 25 contra 7 en 25.

CÁNCER. SHELTON.- 37 El 75 por 100 de 75 ratones alimentados con la dieta mixta desarrollaron tumores, mientras que solamente el 19 por 100 de 75 alimentados con la dieta vegetariana lo hicieron así. Pero, todavía fue observada una cosa más notable: los tumores en aquellos ratones alimentados con la dieta mixta, crecían casi tres veces más rápidamente que en aquéllos alimentados con la dieta vegetariana. En diez días los tumores de los ratones de la dieta mixta estaban tan grandes como se encontraban los tumores de los ratones con la dieta vegetariana al final de los treinta días. Rous, otro experimentador, descubrió que algunos de estos tumores inoculados en ratas y ratones, suspenden su crecimiento cuando la alimentación de los animales es reducida a una dieta especial. Indudablemente, el cáncer es un producto de la sobrealimentación y nosotros lo encontramos extendido muy ampliamente en los así llamados bien alimentados. Confirmando lo anterior, Hislop y Fenwick nos informan que el cáncer crece en Nueva Zelanda, conforme la civilización avanza. En una gran mayoría de casos en aquel país, el cáncer se desarrolla en el canal alimenticio, siendo esto también uniforme en las mujeres. Ellos descubrieron que todos los pacientes que estudiaron eran comedores voraces y bebedores de té fuerte, el cual tomaban varias veces al día. Ahora Nueva Zelanda posee el promedio general de muertes más bajo y el promedio más elevado en la prolongación de la vida en relación con cualquier otro país del mundo, y el hecho de que no tenga el promedio más alto del cáncer, sino por el contrario, el más bajo que muchos otros países en este respecto, es una refutación al clamor médico de que el incremento del cáncer es debido al aumento del promedio de duración de la vida. El cáncer avanza en Nueva Zelanda con el crecimiento de los hábitos de la vida superficial y de la indulgencia de la glotonería, como en otros países, lo que viene a ser muy significativo. El Doctor Madden, del Cairo, dice: "La opinión concentuosa entre los médicos en Egipto, es que el cáncer nunca es encontrado, ni en el hombre ni en la mujer, entre las razas negras de aquel país. En éstas se incluyen a los berberiscos y sudaneses, todos los cuales son musulmanes y viven casi enteramente con una dieta vegetariana." En el Cairo en 1891, hubo 19.528 muertes entre los nativos y solamente 19 de éstas (10 mujeres y O hombres) fueron debidas al cáncer. Un promedio de 1 en 1.028 muertes. Durante el mismo año, 1 de cada 29 muertes habidas en Inglaterra, fueron debidas al cáncer. El Doctor Johnson, durante catorce años de práctica en las Islas del Lago, en la costa occidental africana, solamente vió cinco casos de cáncer entre los nativos, y él nos dice que todos ellos vivían como europeos. Entre los boers y europeos, en el África del Sur "quienes son grandes comedores de carne, los tumores malignos son comunes; pero entre los nativos, que son plenamente vegetarianos, estos tumores son tan raros como para ser casi desconocidos." De acuerdo con los informes de Renner, durante treinta años (1870 a 1900) no hubo sino 20 casos de tumores malignos registrados, en un total de 22.453 casos de enfermedad admitidos en el Hospital Colonial, entre los descendientes de los africanos o negros liberados, en Sierra Leona, África. Pero con la influencia creciente del hombre blanco y la adopción de sus hábitos ha llegado un incremento constante en la incidencia del cáncer entre la gente. Durante los diez años siguientes, entre un total de 10.163 cases admitidos, 26 fueron de cáncer. Renner nos dice que mientras los nativos no comen carne, los "negros" consumen mucha carne y sus dientes están comenzando a cariarse semejante a los dientes de los blancos." El atribuye esto a los dulces (los cuales son desnaturalizados) introducidos por los blancos. "Cada caso de cáncer registrado ha sido en un "negro" viviendo semejante a un europeo, y ni un sólo caso entre los aborígenes.

CÁNCER. SHELTON.- 38 Aun cuando se sabe que en la India el cáncer es más común de lo que se suponía anteriormente, de todas maneras viene a ser tan común como en cualquier otro país. Así, Benratt estuvo capacitado para encontrar solamente 1.700 casos en las estadísticas que abarcan cinco años, en 15 Hospitales de Misiones y 34 hospitales del Gobierno. Cuando consideramos que estos hospitales representan un total de muchos millones de personas y consideramos después que más de este número mueren de la enfermedad en el lapso de seis meses en la ciudad de New York, el contraste es asombroso. Todo viene a ser más consternante todavía cuando se comprueba que de estos 1.700 casos, más de 1.200 de ellos fueron alrededor de la boca y como resultado de la masticación de betel (Piper betle; estimulante). Sandwith colectó 2.000 casos reportados en tres años en hospitales que representan millones de personas y muchos de ellos los atribuye al betel y a las quemaduras en los hombros por carbón encendido. El Doctor Robert McCarrison, Teniente Coronel de los servicios Médicos de la India, reporta de los Sikhs de la India, que ellos comen carne dos o tres veces cada mes. Los Hunzas en el norte de la India, dice él, que comen menos carne que los Sikhs. Estos pueblos son grandes comedores de frutas y son notables por su desarrollo físico, por su resistencia, por lo prolongado de sus vidas y por lo vigorosos que son sus ancianos. El Doctor McCarrison dice: "Es extraordinaria la resistencia de los Hunzas a las infecciones. +++ 4 Padecimientos gastrointestinales —dispepsia, úlceras, colitis y apendicitis—, son por lo menos tan poco común entre ellos, como son de comunes en cualquier otra parte. EL CÁNCER ES TAN RARO QUE EN NUEVE AÑOS DE PRACTICA YO NUNCA PUDE ATENDER NI UN SOLO CASO." La salud y fuerza extraordinarias de estos pueblos él la atribuye al "uso de alimentos naturales y simples de la mejor clase, a su vida vigorosa fuera de casa y a su clima fortificante." Una vida simple, como es posible para todos nosotros, hasta en las comunidades civilizadas, abundante de aire fresco y de luz solar, alimentos simples y naturales, suficiente ejercicio físico y un interés en la vida que nos mantenga alejados de los malos hábitos - éstos son los medios de prevenir el cáncer entre nosotros. Nosotros podemos tener una salud tan buena como la de los Sikhs y Hunzas, o como la de nuestros indios nativos en sus hogares originales. En vez de cultivar el temor al cáncer deliberadamente, y con eso ayudar a producirlo, nosotros deberíamos desarrollar un amor por la salud y por la vida saludable. El temor al mal es una perversión de la ley de la fe. Es la fe en el PODER DEL MAL. LA FE EN EL PODER DEL BIEN ERRADICARA AL TEMOR Y PERFECCIONARA LA SALUD. Pero su fe sin el trabajo será una fe muerta. Demuestre su fe en la vida correcta viviendo correctamente. El Doctor Bulkely dice: "En la India todos los escritores están de acuerdo en que el cáncer es raro entre los habitantes de los distritos más cálidos del país, en donde viven preferentemente de arroz y mijo, con un poquito de leche, mantequilla y legumbres; ellos comen carne muy raramente; la inmensa mayoría del pueblo vive una vida rural, dependiendo de la agricultura para la subsistencia." Los polinesios y melanesios muy raramente tienen cáncer. Todos ellos prácticamente son vegetarianos, y Sir Wm. McGregor, aun cuando operó a blancos en las islas fijianas, no recuerda haber operado jamás a un polinesio o melanesio. Durante un lapso de nueve años y medio en la Guinea, Británica, él no pudo ver un caso de cáncer entre los aborígenes", y después vió un caso en un papuano, que había vivido como un europeo, consumiendo carnes enlatadas australianas durante un período de siete a ocho años.

CÁNCER. SHELTON.- 39 Del cáncer en China, el Doctor Bulkely dice: "En China, de acuerdo con escritos recientes, el cáncer comparativamente es poco común en aquellas partes en donde el volumen de las gentes viven casi de una dieta exclusivamente vegetariana, por ser lo suficientemente pobres como para poder comprar alguno de los varios alimentos de carne, que allí son usados para propósitos culinarios. Pero en los lugares donde se dice que el cáncer es más prevaleciente, agrega el reporte, todos los chinos de allí comen pescado y carne de puerco con los alimentos de la mañana y de la tarde: carnes de gallinas y de patos siempre están sobre la mesa de todos con excepción de la clase más humilde de los coolies." En relación con la aparición del cáncer en el lejano Este, sin embargo, algunos de los investigadores modernos, tales como Bashford, se han esforzado en tergiversar el punto de vista de su poca frecuencia generalmente aceptado, pero yo no creo que la evidencia presentada pueda pesar en absoluto contra la opinión carente de prejuicios de los hombres de la medicina más capacitados, quienes durante mucho tiempo han vivido y han practicado en estas regiones, algunos de ellos como médicos y misioneros y como tales, han tenido mejores conocimientos y un contacto más íntimo con los nativos. Apenas muy recientemente un médico misionero, que ha estado conectado durante mucho tiempo con los colegios médicos y hospitales de Beiruth, Siria, me dijo que el cáncer prácticamente era desconocido entre los millares de pacientes que convergían allí procedentes de todas partes del cercano Oriente, agregándome que todos ellos eran vegetarianos. Durante un viaje más que extensivo a lo largo del lejano Oriente, yo estuve incapacitado de ver y hasta de oír de algún cáncer, aun cuando me encontré con un gran número de hombres de la medicina e hice una investigación diligente relacionada con lo mismo. Como yo estaba deseoso de verificar mis puntos de vista en relación con la rareza de la ocurrencia del cáncer entre aquellos que viven de arroz o de otra clase de dieta vegetariana, visité muchos y variados hospitales civiles, militares y de misioneros, con un total de muchos miles de pacientes correspondientes a muchos millones de habitantes; en el Japón, Corea, China, las Islas Filipinas, India, Siam y Egipto, encontré la misma respuesta: que el cáncer era visto muy raramente entre aquellos nativos vegetarianos. Un escritor hablando del cáncer en las Indias Occidentales dice: "Hasta aquellos casos que he presenciado en esta clase de gente, han sido entre los mejor ordenados de ellos, cuyos hábitos de vida son similares a aquéllos de los europeos." El Brasil está acreditado de exhibir la incidencia más baja del cáncer en relación con cualquier otra nación de la América, y esto especialmente es autentico en su población nativa en la región ecuatorial. Por el otro lado, en la República Argentina, en donde son consumidas grandes cantidades de carne, el promedio del cáncer es mucho más elevado. En Italia, en donde el consumo de carne es el más bajo de cualquier nación europea, existe un promedio de cáncer comparativamente bajo. Inglaterra, Francia, Suiza, Alemania y Dinamarca, todas, naciones grandes consumidoras de carne, exhiben un promedio de cáncer elevado, especialmente en las ciudades, en donde se consume la mayor parte de la carne. En aquellas partes de Australia que casi totalmente son devotas a la ganadería, en donde se come más carne que en cualquier otra parte del globo, el cáncer también es más prevaleciente que en cualquier otra parte del mundo y está incrementándose rápidamente. Ahora bien, todos estos hechos no prueban que el consumo de carnes es la causa del cáncer. Nuestros indios no sufren de cáncer, a despecho de comer mucha carne, sino hasta después que vienen a estar CIVILIZADOS. Lo que demuestran estos hechos es que los pueblos que comen carne están más expuestos al cáncer que los vegetarianos.

CÁNCER. SHELTON.- 40 Los vegetarianos no deben permitir que estas circunstancias los cieguen ante el hecho de que el cáncer es el efecto final de un número de causas correlativas, de las cuales la dieta, y particularmente la dieta desnaturalizada, no es sino una. El conjunto total del modo de vivir debe ser tomado en cuenta en cualquier consideración de la causa, no solamente del cáncer, sino de cualquier enfermedad. Alguien puede comer carne sin desarrollar cáncer y alguien puede desarrollar cáncer sin comer carne. Pero estos hechos favorecen el repudio de la carne en nuestra dieta. El cáncer en la India y en China frecuentemente es impulsado en contraste con el clamor de los vegetarianos de que el comedor de carne particularmente es responsable del cáncer. Pero los hechos que se han expuesto anteriormente de que no todos los chinos e hindúes son vegetarianos, muestra que el cáncer entre ellos está confinado ampliamente a las clases comedoras de carne. Por otra parte, el cáncer debido a la irritación crónica producida por la masticación de betel y las quemaduras por carbones encendidos, no puede ser introducido como argumento alguno respecto a los efectos de la dieta en la producción del cáncer, como tampoco que el cáncer se debe a las quemaduras de rayos X o de Radio o a la irritación de la piel por el alquitrán. Los defensores de la carne frecuentemente cometen una equivocación similar al comparar al vegetariano hindú o chino con el comedor de carne europeo o americano. Esta comparación es obviamente injusta, debido a las muchas otras diferencias en los modos de vida de los pueblos respectivos. El método lógico es comparar al hindú vegetariano con el hindú comedor de carne; al chino vegetariano con el chino comedor de carne; al americano vegetariano con el americano comedor de carne; al indio comedor de carne con el indio vegetariano; al comedor de carne europeo con el vegetariano europeo. Por otra parte, si han de hacerse comparaciones entre europeos y americanos por un lado y entre chinos e hindúes por el otro, primero deberíamos liberarnos de la carga pesada de informaciones erróneas acerca de estos pueblos y deponer nuestra presunción de superioridad "nórdica". Nosotros proclamamos en favor de la raza blanca muchas ventajas que no poseemos. Ellas solamente son ficciones. Nosotros nos vanagloriamos de nuestros "grandes negocios", gran militarismo" y "gran progreso material", como si éstos poseyeran todas las virtudes superlativas con las cuales nosotros los investimos. Algún día escribiré sobre este argumento común de los comedores de carne: -"todas las razas superiores son pueblos comedores de carne"- y demuestra que lo son este diario hablar altisonante e insincero. El cáncer indudablemente está conectado con la perversión alimenticia y parece existir evidencia amplia de que ésta es considerable, aunque no toda debida a la dieta. En Nueva Zelanda, por ejemplo, la gran mayoría de casos de cáncer están situados en el canal alimenticio hasta aquéllos de las mujeres. El cáncer se incrementa allí conforme la civilización avanza; Hislop y Fenwick descubrieron en todos los casos que estudiaron allí, que todos los pacientes habían sido comedores voraces y también habían ingerido té fuerte en abundancia varias veces al día. El exceso de comida indudablemente debe ser anotado como una de las causas del cáncer, mientras todos los hábitos venenosos —té, café, alcohol, tabaco, etc., deben ser incluidos en las causas de la perversión nutritiva y también como causas de la irritación local. Si el cáncer por casualidad es debido al poco comer, no existe prueba alguna de ello. Igualmente, no existe evidencia que demuestre que siempre es debida a la abstinencia de los hábitos venenosos. La moderación en el comer y la abstención de los hábitos viciosos, deben de formar la piedra angular de la prevención contra el cáncer.

CÁNCER. SHELTON.- 41 Una de las causas indudables del cáncer es la irritación crónica. Así, como nosotros hemos hecho notar previamente, en ciertas secciones de la India, el cáncer está confinado considerablemente en la boca y es el resultado de la irritación debida a la masticación de betel. En otras secciones se desarrolla grandemente en el abdomen y es el resultado de la irritación causada por los cestos conteniendo carbones encendidos. En Nueva Zelanda, donde es encontrado tan considerablemente en el tracto digestivo, el exceso de comida y la libación de té fuerte suplen la irritación local. La irritación en la boca por el tabaco y en cualquier parte del cuerpo por quemaduras de rayos X y Radio, frecuentemente son factores en la producción del cáncer e indudablemente el empleo habitual y frecuente de duchas antisépticas usadas por las mujeres, ayudan a producir el cáncer en ellas. Pero la irritación local sola, no es suficiente para producir el cáncer. Allí también debe de existir el desarreglo sistemático, la perversión de la nutrición, y éstos surgen de muchas causas. Siendo esto así, la prevención contra el cáncer radica en un modo de vivir y no en alguna cosa especial que nosotros hacemos o que no hacemos. Nosotros debemos comer correctamente, y también debernos SER CORRECTOS en otras cosas. Nosotros invariablemente debemos de pensar correctamente; y el temor, creado por el egoísmo de los médicos, antes que por ayudar a prevenir el cáncer, efectivamente tiende a causarlo. El Doctor Bulkley hace notar que durante los .cincuenta años que precedieron a 1915, el consumo de carne por persona en Inglaterra fue duplicado, mientras que durante el mismo período el cáncer aumentó cuatro veces. Nosotros hemos visto que las personas vegetarianas están casi totalmente exentas de cáncer; como una consecuencia, es completamente natural que se hagan tentativas para remediar las condiciones cancerosas mediante una dieta que no sea de carne. Estos esfuerzos no han estado confinados en los profesionales fuera del rango de la medicina regular. Por el contrario, muchos hombres de la medicina de la categoría más elevada han usado la dieta vegetariana en casos de cáncer con algún éxito. Hace algunos años Braithwaite, un médico de categoría elevada, llamó la atención sobre la ocurrencia del cáncer entre ciertas personas vegetarianas y atribuyó esto a las cantidades enormes de sal usada por estas personas. La sal dificulta la excreción de ácido úrico, como fue demostrado por él. Doctor Haig de Inglaterra, y sin duda desequilibra la nutrición celular en más de una forma. Más de un investigador seriamente ha considerado a la sal como una causa del cáncer. Hace más de un año, el Doctor Lambe, de Inglaterra, presentó pruebas conclusivas de la recuperación del cáncer del pecho y del útero, mediante una dieta vegetariana. Los diagnósticos de estos casos fueron confirmados por cirujanos prominentes de aquel tiempo y varios de éstos aprobaron la dieta vegetariana. El difunto Willard Parker, uno de los más grandes cirujanos de New York, declaró "con gran positivismo" que "los vegetales, o por lo menos una dieta blanda, suspende el progreso de la enfermedad, y, en algunos casos ahora bajo tratamiento, han sido auxiliados con un alivio de los síntomas, como también en unos pocos ejemplos hasta con una recesión del crecimiento". El Doctor Parker enfatiza la parte que juega el exceso de alimentos procedentes de animales" en la causa del cáncer. Los Doctores Bell y Haig (Inglaterra) también han reportado curas de cáncer mediante una dieta vegetariana. Venus e Isenberg han contendido vigorosamente en favor de la dieta vegetariana; Venus citando a muchos defensores de este punto de vista, desde los tiempos pretéritos hasta los presentes. El Doctor Bulkley reporta muchos casos de recuperación bajo un régimen vegetariano.

CÁNCER. SHELTON.- 42 El Doctor Bulkley dice: "Yo creo que para el tratamiento del cáncer apropiado, para prevenir su ocurrencia y recurrencia, es necesario absolutamente mantener una dieta vegetariana perfecta, la cual debe incluir hasta la exclusión de huevos y leche como alimentos. + + +" Yo no me incomodaré en discutir las curas de cáncer reportadas por los profesionales irregulares como resultantes de una dieta de frutas y legumbres, "por la sencilla razón de que sus testimonios serán repudiados inmediatamente por los así llamados "regulares". Sin embargo, yo deseo hacer notar que los conocimientos de dieta poseídos por los hombres arriba mencionados, son extremadamente pobres y que sus cuidados dietéticos en estos casos también fueron muy pobres. La dieta prescrita por el Doctor Bulkley, por ejemplo, no fue científica y estuvo acompañada de drogas tales como yoduro de plomo, ictiol, adrenalina, permanganato de potasa, acetato de aluminio, azul de metileno, fucsina, hierro, arsénico, suda, fosfatos, álcalis, acetato de potasa, etc. Yo tomé bajo mis cuidados a una mujer con una condición cancerosa en ambos pechos la que se había agravado constantemente durante seis meses de recibir esta clase de cuidados bajo la dirección del propio doctor Bulkley. La mujer se encontraba muy débil e incapacitada para atender los quehaceres de su casa. Yo hice un cambio radical de su dieta y descontinué las drogas (estaba tomando siete de diferentes clases de ellas), y en un mes ya estuvo desempeñando los oficios de su casa. Ella mejoró firmemente durante seis meses, mientras tanto los crecimientos se volvieron más pequeños, Al final de este tiempo la paciente, considerando que se podría cuidar por sí misma de allí en adelante, descontinuó mis servicios. El último resultado de este caso es desconocido para mí. CAPÍTULO V.- LA HERENCIA EN EL CÁNCER El problema de la herencia o no herencia del cáncer es uno y muy discutible. Tal vez, igual autoridad puede ser cotizada sobre ambos lados de la cuestión. Yo no acepto la transmisión hereditaria de la enfermedad en ninguna forma. En realidad, yo no puedo ver lugar en la herencia, tal como ahora es comprendida, para la transmisión de alguna de las así llamadas enfermedades. Yo estoy convencido que puede existir una característica orgánica hereditaria la cual predispone a alguien para padecer la enfermedad de un tipo o de otro, pero yo estoy igualmente convencido que la mayoría de ejemplos de supuesta enfermedad hereditaria puede ser atribuida a deficiencias nutritivas y toxemias comunes en los padres y descendientes semejantes. Con los matrimonios incesantes entre parientes y personas de distintas razas, no existe alguien que viva en América hoy día que no tenga más de un miembro canceroso entre sus ancestros de una, dos, tres o cuatro generaciones pasadas. Si el cáncer es hereditario, como algunos afirman; si es capaz de saltar dos, tres o más generaciones solamente para reaparecer en la tercera, cuarta o quinta generación, como también es asegurado, entonces, en realidad, la perspectiva del futuro para la mayor parte de los países civilizados del mundo, es una muy brumosa y oscura. Si la herencia del cáncer es un hecho, el incremento agudo de la incidencia del cáncer en años recientes puede ser en gran parte el resultado acumulativo de generaciones de familias cancerosas entremezcladas con familias normales. Si ésta es la situación verdadera, entonces, nosotros podemos anticipar un incremento progresivo en cada generación hasta que, en unas pocas generaciones más, el cáncer hereditario, el cual se manifestará en una edad más temprana en cada generación subsiguiente, habrá ocasionado que la mayor parte de la raza humana venga a estar extinguida.

CÁNCER. SHELTON.- 43 La única solución posible para evitar el cáncer hereditario sería seleccionar las razas y esto significaría que solamente un remanente pequeño criaría ejemplares verdaderamente libres de deformaciones cancerosas. 'Encontrar a estas pocas personas sería casi tan difícil como ha sido la solución del problema del cáncer. Si, por el otro lado, el cáncer no es hereditario; si es debido a causas que son extrínsecas al germen protoplásmico, el cuadro no está tan oscuro y la posibilidad de solucionar el problema del cáncer todavía está con nosotros. La incidencia del cáncer puede ser reducida considerablemente, tal vez eliminada totalmente, y la raza humana se deslizará navegando tranquila sobre el río del tiempo durante muchas generaciones por venir. El cáncer, como tal, no es de característica germinal y, por lo tanto, no es transmisible. Se desarrolla tarde en la vida, usualmente después de la terminación del período reproductivo y, por lo tanto, no puede ser transmitido como un carácter adquirido, aun cuando esté otorgada la transmisión hereditaria del carácter adquirido. Cuando más, entonces, tal vez un estado orgánico peculiar, constitucional o debilidad que predispone al cáncer podría ser considerado propiamente como hereditario. La supuesta tendencia hereditaria al cáncer no está probada. Voy a comenzar con una tribu hipotética en la cual el cáncer nunca ha existido. Después un buen día un caso de cáncer es desarrollado. El tiempo transcurre y el cáncer viene a ser común. Se hacen estudios estadísticos de las familias en la tribu y se decide que como la enfermedad "corre en familias", es hereditaria. Pero es absolutamente obvio que tanto tiempo como la última causa del cáncer esté desconocida, tanto tiempo como no se conozca qué causó el desarrollo del primer caso de cáncer en la tribu, no es posible excluir esta causa, como alguna cosa totalmente independiente de la herencia, de todos estos casos y familias. Nosotros nunca podemos estar seguros de si estamos tratando con la herencia o con una causa persistente no hereditaria, tanto tiempo como la causa sea desconocida. En otra parte ya he demostrado la relación de la nutrición con el cáncer. Nosotros sabemos que la nutrición defectuosa daña y debilita a cada generación subsiguiente y no podemos estar seguros que no estamos tratando con una nutrición deficiente y sus efectos cuando pensamos que estamos tratando con una tendencia hereditaria al cáncer. Esto parece ser todo lo más del caso cuando notamos la asociación próxima del cáncer con la tuberculosis, esta última absoluta y obviamente una enfermedad alimenticia. Ya he discutido esto más ampliamente en mi CUIDADO HIGIENICO DE LOS NIÑOS y en mi ORTOPATIA— LA DIETA NATURAL DEL HOMBRE. Proporciono las siguientes estadísticas del cáncer por lo que puedan tener de valor, reconociendo en todo tiempo que las estadísticas del cáncer referentes a la incidencia del cáncer en las familias, son muy indignas de confianza. Muchos pacientes no lo saben y otros no hablarán del cáncer en sus familias. Unas pocas personas conocen las historias de sus familias más allá de sus abuelos, y algunas conocen de éstas mucho, pero muy inadecuadamente. Quizás un factor aún más importante, es la falta de confianza en los diagnósticos. Muchos casos de muerte por cáncer no son percibidos, mientras que muchas muertes son atribuidas al cáncer donde no hay cáncer. Lockhart - Mummery estudió cuidadosamente la historia de familias en las que hubo varios casos de cáncer y cuyas cartas genealógicas han sido publicadas. El encontró que la adenomatosis del colon tiende a desarrollarse en las generaciones subsiguientes de la misma familia y aquellas personas que desarrollan adenomas casi invariablemente desarrollan cáncer después de unos pocos años y tienden a morir pronto.

CÁNCER. SHELTON.- 44 Estas condiciones fácilmente pueden ser acreditadas a los comunes hábitos de comer de tales familias. Yo creo que los estudios hechos por el doctor Alfred Scott Warthin, de Anne Arbor, Mich., de la familia G., publicados en 1913 y suplementados unos años más tarde con una tabla genealógica más completa de las tres generaciones, señalan hacia la misma dirección. La familia consistía de 146 descendientes de un padre canceroso. La madre, aparentemente no era cancerosa. Entre estos 146 descendientes hubo 28 casos de cáncer; éstos localizados en el tracto intestinal por lo que respecta a los varones y en los órganos generativos, principalmente carcinoma en el útero, en las mujeres. Este es un caso incidencia de 19,18% en el total de los miembros de la familia, y 31,81% en los miembros adultos. Una corrección reciente hecha a esta tabla, mostró hasta esa fecha 38 casos de cáncer en un total de 146 personas, o sea una incidencia de cáncer de 43.2% de cáncer en 88 miembros adultos. La edad en que murieron es menor en la segunda que en la primera generación, y todavía menos en la tercera generación, siendo el promedio de edad de aquéllos que murieron en la tercera generación 37,9 años. El cáncer no solamente se desarrolló en una edad más temprana progresivamente en cada generación subsiguiente, sino que pareció venir a ser más maligno en cada generación; y mientras la fecundidad de la estirpe decrecía, apareció una tendencia al desarrollo de la tuberculosis. Warthin dice: "La susceptibilidad de la familia a la asociación de la tuberculosis con el carcinoma, nosotros la hemos notado repetidamente en nuestro material." Esta deterioración progresiva y disminución de la fertilidad indudablemente son debidas en su mayor parte, si no totalmente, a una dieta deficiente. Yo pienso que el cáncer, la deterioración y la disminución de la fecundidad, son efectos de causas comunes y que las dos últimas no son las resultantes del cáncer. El doctor Richard C. Cabot, que no favorece la teoría de la herencia, dice: "Las compañías de seguros, que necesitan estar en lo correcto por razones financieras y quienes poseen estadísticas enormes, dicen que los tumores malignos no muestran alguna tendencia visible a ser heredados. De todos modos, es bueno saber que algunas de las autoridades más destacadas piensan que nadie puede estar capacitado positivamente para decir que existe algún peligro de heredar el cáncer o cualquier otro tumor." Hunter, que es el estadístico de la Compañía de Seguros de Vida de New York, después de estudiar un gran número de tenedores de pólizas cancerosos, en los archivos de varias compañías de seguros de vida, niega que el cáncer sea hereditario. Quince años después de haber sido satisfechas las pólizas, 195 descendientes de abuelos que habían muerto de cáncer habían vivido más allá de los cuarenta años y el 11% de ellos fallecieron en un promedio de edad de cincuenta y dos años, sin que ninguna de estas muertes haya sido debida al cáncer. Nueve muertes entre doscientas ocurridas en los hermanos y hermanas de padres que habían muerto de cáncer. Entre 147 tenedores de pólizas que habían tenido dos muertes por cáncer en la familia (un padre y un hijo o hija), hubo solamente una muerte por cáncer en quince años. De veinte mil aplicantes, 488 manifestaron que uno de los padres había muerto de cáncer. Hubo 45 muertes entre los hijos de estos padres sobre la edad de cuarenta años, de las cuales solamente dos fueron debidas al cáncer. Tomando 125 tenedores de pólizas que fallecieron de cáncer y de los cuales la causa de la muerte fue conocida por 202 de sus 250 progenitores, Hunter encontró que solamente seis habían muerto de cáncer y dos de tumores. Como un medio de comprobar sobre esto, él tomó a la ventura un grupo de 125 tenedores de pólizas, entre los cuales la causa de la muerte no fue ni cáncer ni violencia. Entre 126 de sus padres, siete habían muerto de cáncer.

CÁNCER. SHELTON.- 45 Hunter obtuvo la historia de cada familia de cien pacientes cancerosos admitidos en uno de los hospitales de New York. Entre 200 padres de estos pacientes, solamente cinco habían fallecido de cáncer. De estos cuadros se infiere que uno cuyos padres no hayan padecido cáncer es justamente probable que desarrolle cáncer, como uno cuyos padres hayan muerto de esta enfermedad. Los hijos de padres cancerosos no es probable que desarrollen cáncer como los hijos de padres no cancerosos. Yo pienso que podemos disponer seguramente que el espantajo de la herencia no sea admitido en el campo de la causa. Warthin opina que existe una tendencia constitucional (diátesis general) para el desarrollo del cáncer, la cual determina que un hombre tendrá cáncer; y una tendencia orgánica (diátesis especial) al desarrollo del cáncer, la cual determina dónde se desarrollará el cáncer. Ambas de estas diátesis considera que son hereditarias. Tal vez el punto de apoyo más fuerte para la diátesis hereditaria del cáncer está fundado en el desarrollo simétrico del cáncer en miembros de la misma familia y en el desarrollo idéntico del cáncer en los gemelos y en la misma región de ambos. El desarrollo de neoplasmas. y cánceres sobre los mismos órganos o partes del cuerpo en hermanas o hermanos es visto en algunas familias. Ejemplos de neoplasmas y cáncer afectando al mismo órgano y a la misma parte del mismo órgano, de idénticos gemelos, han sido reportados en varios casos. Estos casos no son suficientemente numerosos y los factores de la causalidad del cáncer no está suficientemente bien conocida para usar tales casos como cimientos de la teoría de la herencia del cáncer. Warthin presenta como un hecho significativo, que se destaca prominentemente, el "record" de un gran número de familias que muestran una múltiple incidencia de neoplasmas, y "la tendencia del carcinoma a estar localizado en ciertos órganos o sistemas como, por ejemplo, el tracto gastrointestinal y los órganos sexuales". "En una familia dada — dice Warthin—, los varones afectados pueden mostrar carcinoma en el tracto gastrointestinal, y las mujeres, carcinoma en los órganos sexuales, particularmente los pechos y el útero. Aparentemente existe un órgano local o tejido con susceptibilidad hereditaria." Con todo, es evidente que hasta en casos de esta naturaleza, existe otra explicación posible de la, aparente susceptibilidad hereditaria del tejido. Que el estómago del hombre y los órganos generativos de la mujer están sujetos a un abuso mayor que los otros órganos internos del hombre y de la mujer, es patente para todos. Si la irritación es un factor causativo en la producción del cáncer, es solamente natural que aquellos órganos que están más irritados y dañados también manifiesten el porcentaje de cáncer más elevado. Los hábitos en la alimentación de hombres y mujeres, hasta en la misma familia, frecuentemente son muy diferentes, de modo que no sería del todo difícil que cuenten más para el cáncer gástrico les hombres que las mujeres de unas pocas generaciones en una familia dada. Warthin también dice: "Bauer y Aschue, Speigel y otros, han demostrado que existe una familiar predisposición estomacal, manifestándose por sí misma como dispepsia crónica, particularmente de un tipo nervioso; úlcera en el estómago o cáncer gástrico."

CÁNCER. SHELTON.- 46 Sin embargo, él razona que en ciertos individuos "una úlcera gástrica puede ser el factor local de la predisposición al desarrollo del cáncer", que, "como un hecho evidente el desarrollo del cáncer en la úlcera péptica crónica no es sino muy raramente visto, de manera que si un paciente tiene una úlcera es considerablemente probable que escape al cáncer, o es más probable que lo tenga en otra parte del cuerpo antes que en el estómago. En una autopsia del cuerpo de una mujer con tres úlceras pépticas crónicas, en el estómago, se encontró que estaba desarrollado- lo que es raro en una mujer —un carcinoma primario en el esófago." La rareza del cáncer en la úlcera péptica se debe probablemente al hecho de que la mayor parte de éstos están muertos antes que la úlcera venga a ser cancerosa. La mujer de quien se hace referencia arriba, fácilmente pudo haber desarrollado cáncer gástrico si hubiera vivido unos pocos meses más. Warthin menciona una familia en la cual "un bisabuelo murió a los setenta años de edad de cáncer en el estómago. Su esposa no tenía historia familiar cancerosa, Su hijo murió a los cuarenta, de cáncer, después de haber contraído matrimonio con una mujer que falleció a los cincuenta a consecuencia de cáncer en el pecho. Ellos procrearon tres hijos, todos los cuales perecieron de cáncer. Un hijo se casó con una mujer sin historia alguna de cáncer en su familia, y la única hija que procrearon falleció de cáncer en el útero a los treinta y seis años de edad. Los otros dos miembros de la tercera generación no tuvieron hijos y terminó la línea de la familia con la bisnieta cancerosa." La Naturaleza sella la incapacidad con la esterilidad - lo inhábil perece -. La cuestión a resolver en tales casos como el arriba mencionado es simplemente ésta: ¿ES LA DETERIORACIÓN FÍSICA QUE CONSTITUYE INCAPACIDAD LA CAUSA DEL CÁNCER, O ES EL CÁNCER LA CAUSA DE LA INCAPACIDAD? Yo sostengo que el cáncer es el efecto y no la causa. En todas las familias mostrando una aparente tendencia hereditaria al cáncer (por lo menos, todos aquéllos exhibiendo una tendencia durchschlag"), el cáncer se desarrolla en una edad más temprana en cada generación subsiguiente, de manera que en algunos ejemplos se desarrolla antes de los treinta años de edad. Esto parece indicar que algún factor o factores trabajan acarreándole una degeneración progresiva a la familia. Mi argumentación es que esta degeneración y sus antecedentes son las causas del cáncer, y que el cáncer no es la causa de la degeneración ni de los antecedentes de la degeneración. Yo veo en el cáncer, no la causa, sino el efecto de la degeneración. Desde este punto de vista, mientras más grande es la degeneración, más elevada es la incidencia del cáncer. El cáncer viene a ser un punto final o la suma total de un síndrome de causas y efectos antecedentes. Warthin presenta otro ejemplo de "una familia en la cual en dos generaciones previas los miembros varones fallecieron de cáncer del fumador en el labio. En la generación presente hubo cuatro hijos, tres de los cuales murieron de cáncer del fumador en el labio, entre las edades de cuarenta y cuarenta y cinco años. El cuarto hijo no fumaba y vivió hasta los sesenta y cinco años de edad, cuando también murió de carcinoma en el labio, surgiendo evidentemente independiente del factor extrínseco. Este pareciera ser un carcinoma de absoluta naturaleza intrínseca." El carcinoma en este último caso puede suponerse apropiadamente que sea de "absoluta naturaleza intrínseca", solamente que todas las otras fuentes de daño extrínsecas sean excluidas. Semejante exclusión prácticamente es imposible, y la mera ausencia del fumado no puede ser considerada como evidencia de la ausencia de factores extrínsecos. Las quemadas frecuentes del labio con alimentos calientes pueden actuar como un factor extrínseco en la causalidad del cáncer en el labio. Otras fuentes de irritación del labio no son desconocidas.

CÁNCER. SHELTON.- 47 El también presenta una tabla demostrando la incidencia del cáncer en los descendientes de dos generaciones previas, los cuales exhibieron cáncer en el labio. "En la generación presente"—dice él hubo ocho hijos, siete de los cuales eran fumadores y vivieron más de sesenta y cinco años sin desarrollar cáncer en el labio, mientras que el octavo hijo, que no era fumador, murió a los sesenta y tres años de edad de cáncer en el labio." "Este cáncer" dice él. "desarrolló pura e intrínsecamente, sin la ayuda de factor extrínseco". La suposición en este ejemplo parece ser que solamente uno de los ocho hijos heredó la tendencia al cáncer en el labio y que esta tendencia fue tan poderosa que efectivamente vino a ser la causa del cáncer. También parece que se está presumiendo que allí no pudo existir factor extrínseco además del fumado, y que, en ausencia del fumado, no hubo irritación externa, Todo esto parece una estratagema muy mal urdida e injustificada. Warthin nos habla de una familia en la que "el bisabuelo murió de cáncer en el estómago. Su hijo también murió de cáncer en el estómago, después de haberse unido en matrimonio con una mujer que murió de cáncer en el pecho. Ellos procrearon seis hijos, muriendo todos de cáncer: tres hijas de cáncer en el pecho, dos hijos de cáncer en el estómago y falleciendo el otro hijo de cáncer abdominal que no se localizó precisamente. El más joven de los hijos contrajo matrimonio con una mujer sin historia familiar de cáncer. Procrearon una hija, falleciendo a los treinta y seis años de edad de cáncer en el útero." Sin negar la posibilidad de una susceptibilidad hereditaria orgánica, nosotros podemos decir que estos cuadros solamente muestran resultados, no causas, y que tanto tiempo como la causa del cáncer sea desconocida, es imposible probar que existe un factor hereditario en semejantes casos. Un estudio de estadísticas más bien que de causas es acertado para orientar por mal camino al estudiante. Nosotros estamos seguros presumiendo, que cuando varias personas en una familia desarrollan cáncer en la misma parte del cuerpo, que cualquier cosa que sean los otros elementos que puedan ser admitidos como factores etiológicos, todos los de estas personas estuvieron sometidos a una causa igual o similar. El cáncer resultante de las quemaduras por los carbones encendidos que llevan en cestos, nos facilita un ejemplo simple de este principio. El cesto es llevado sobre el abdomen, y es aquí donde el cáncer se desarrolla. Generación tras generación lo han llevado y, en registros que son conservados, no sería difícil probar absoluta y estadísticamente que hubo una tendencia hereditaria al cáncer en la pared abdominal, en este pueblo. El cáncer en el estómago con frecuencia parece "correr en familias", pero, ¿significa esto que existe una tendencia hereditaria al cáncer gástrico en tales familias, o meramente que los mismos hábitos de comida son adquiridos por cada generación? Varias generaciones de fumadores mostrando una elevada incidencia al cáncer del fumador en el labio, la lengua o la garganta, ¿probaría que allí existió una tendencia hereditaria al cáncer en estas partes, o que hubo una tendencia por parte de los miembros varones de la familia a adquirir el mismo hábito del fumado? Si tal tendencia al cáncer en el labio es hereditaria, ¿es transmitida solamente a través de la línea masculina, o la reciben también las mujeres? En todos estos estudios estadísticos del cáncer y en todo el presente revoltijo de discusión sobre la herencia del cáncer, no encuentro que se tome en consideración a la toxemia y discrasia casi universales que existen y las cuales deben ser grandes factores en la producción del cáncer. Hasta que estas cosas sean aceptadas o de otra manera descartadas satisfactoriamente, las especulaciones respecto a la herencia del cáncer y los estudios estadísticos de las familias con incidencia cancerosa no serán de mucho valor.

CÁNCER. SHELTON.- 48 CAPÍTULO VI.- EL RADIO Y LOS RAYOS X EN EL CÁNCER El Radio y los rayos X son las dos sábanas del áncora en el tratamiento del cáncer y del así llamado cáncer. Ninguna cura genuina ha sido realizada por estos agentes, y nosotros tenemos derecho para no esperar alguna. A pesar de eso, ellos están todavía en uso muy general y en posición favorable para continuar siendo usados durante algún tiempo por venir. Ambos de ellos son capaces de matar al paciente y también de causar el cáncer. Saleeby dice: "Este principio del incremento del crecimiento y malignidad (después del daño) tiene que ser reconocido, hasta en el caso que alguna otra influencia, la cual, además de la tripsina, aparente tener una acción dañina específica sobre las células malignas. Este es el caso de los rayos Roentgen y del Radio, actuando, como yo supongo, por medio de su GAMA de radiación, la cual es igual a la de los rayos Roentgen." Aquí pareciera existir una acción específica sobre los tejidos malignos, pero en la mayoría abrumadora de casos donde esta acción no alcanza a realizar la destrucción completa de todas las células ofensivas, el principio del aumento del crecimiento después del daño puede manifestarse. "Desafortunadamente también existe la evidencia de que los rayos Roentgen pueden excitar efectivamente el crecimiento maligno DE NOVO en ciertos casos." (Causa cáncer en donde previamente no ha existido cáncer. Nota del autor.) Frecuentemente se han visto casos de tumor y de cáncer que cuando han sido tratados con rayos X o Radio, suspenden sus progresos temporalmente y en algunos casos hasta procuran la reducción de sus tamaños. Grandes esperanzas de recuperación son abrigadas. Después, el tumor o el cáncer comienza a crecer otra vez con vigor renovado y nada es capaz de detenerlo. El doctor Richard C. Cabot dice: "Los rayos X y el Radio nunca han curado un caso (de fibroma en el útero) hasta donde yo conozco.'" El Radio y los rayos X son simplemente "quemadores."' Ellos son usados para quemar los tejidos. Ellos tienen una acción muy similar a la que tiene un hurgón al rojo. Ellos no queman tan rápidamente como el hurgón, pero penetran mucho más profundo y sus quemaduras están situadas profundamente, recuperando lentamente si curan del todo. Los doctores no tienen tanto control sobre su acción como la podrían tener sobre el hurgón. Los rayos X, por ejemplo, penetran de un lado al otro del cuerpo. Que estos rayos de Radio y rayos X pueden ser usados para quemar y destruir tejidos cancerosos, huelga decirlo. Pero, aun cuando éstos tuvieran más valor que la remoción de tales tejidos por medio de la cuchilla, nosotros todavía tenemos que confrontar el hecho importante de que estos rayos no son selectivos en su acción y no limitan su influencia destructiva a los tejidos cancerosos. Ellos queman y dañan los tejidos adyacentes situados profundamente, y han dado por resultado repetidamente el desarrollo del cáncer en aquéllos que no tienen cáncer. Que ellos nada hacen para corregir las causas del cáncer es tan evidente por sí mismo que parece redundancia decirlo así. El gran poder del Radio para penetrar en la piel, en los músculos y en los huesos, en ambas condiciones, enfermos y sanos, es bien conocido. Sus efectos penetrantes están completamente fuera del control humano y las lesiones inferidas por el Radio rehúsan sanar y no existe medio conocido para remover la radiación y efectuar la cicatrización. No existe límite discernible entre la carne quemada y la carne sana. La Naturaleza no puede mudar los tejidos dañados y limpiarlos de las quemaduras. El Radio es el peor de los tratamientos conocidos para el cáncer.

CÁNCER. SHELTON.- 49 Hablando de la radiación de las células con rayos X., el doctor Francis Carter Wood dice: "Una dosis que atraviese los umbrales siempre es necesaria para producir cambios notorios. Las células pueden regenerar después de cierta suma de exposición y retornar aparentemente a lo normal. Cuando la dosis traspone estos umbrales y después de un período considerable, escasamente menos de veinticuatro horas, los cambios morfológicos comienzan a hacer su aparición. Ellos son notados principalmente en el núcleo, en forma de rompimiento de los cromosomas en partículas finas semejantes al polvo, obliteración de la membrana nuclear y edema de la célula, la cual aparece vidriosa, y últimamente en la forma de una sola célula con muchas masas nucléicas. Todo esto es familiar para aquéllos que estudian los tumores después de la radiación." Wood dice que después de una radiación de rayos X, ciertos cambios funcionales también pueden ser notados en las células. Ellas vienen a ser activamente menos amiboideas. Ellas pueden perder sus cualidades fagociticas, y la función de las células de ciertos tejidos complejos, semejantes a las glándulas, pueden ser alteradas lo suficiente como para manifestar síntomas clínicos. Las reacciones tóxicas peligrosas, las cuales son producidas por radiación excesiva de la tiroides en el bocio exoftálmico o la inundación activa de los ovarios de la paciente que sigue a la radiación, son dos fenómenos clínicos interesantes." Muchos experimentadores con estos dos agentes han sufrido agonías prolongadas y, finalmente, la muerte, como un resultado de quemaduras que sufrieron mientras estaban en su trabajo. Estos resultados son de importancia como demostración de lo destructivo que son tales agentes. El médico está jugando con fuego (casi literalmente así) cuando emplea estas cosas para intentar curar la enfermedad con ellas. Yo siempre he admirado a todos aquellos espartanos que permanecieron con las armas en las manos batallando a pesar de todas las razones que les asistían para cesar. Igual viene a ser un hombre que está en la búsqueda de lo imposible, y en quien nosotros podemos admirar su coraje, su determinación y voluntad indomables permaneciendo al pie de su trabajo hasta el final amargo. La muerte de Reginald G. Blackail en 1926, es un caso al punto. El fue un pionero en la experimentación con los rayos X. El tempranamente sufrió quemaduras incurables por los rayos X y a consecuencia de las mismas se le desarrolló cáncer. Una de sus colegas murió y el otro perdió ambas manos. El continuó con las armas en las manos y después de soportar quince operaciones quirúrgicas, que resultaron, finalmente, en la amputación de ambas manos, y después de años de sufrimientos y agonías murió víctima del cáncer causado por la luz de los rayos que se está afirmando que curan el cáncer. El solamente es uno de los muchos y primeros experimentadores con estos rayos mortales que fallecieron a través de sufrimientos y agonías similares como resultado de quemaduras semejantes. Ellos fueron mártires de la ciencia. Pero hubo otros, muchos otros, que también fueron sacrificados en holocausto de esta ciencia tonta. El lector se servirá guardar en mente que la afirmación de que la medicina es una ciencia, es todo un hablar altisonante e insincero. No es una ciencia y nunca puede ser una ciencia. Yo no estaría tan furioso y no protestaría tan vigorosamente acerca de ello, si todos los mártires de esta cosa llamada medicina hubieran pertenecido al propio rango de la medicina. Pero cuando pienso en el gran número de pacientes confiados que han sido sacrificados en la gran división de los años antes del tiempo en que les correspondía morir, precisamente por causa de estas mismas quemaduras, y cuando recuerdo que nadie se ha preocupado jamás de cantarle alabanzas a estos mártires de la ciencia, experimento una sensación caliente bajo el cuello y deseos imperativos de comenzar la pelea.

CÁNCER. SHELTON.- 50 Yo podría tolerar el pasado con ecuanimidad, si todo hubiera ocurrido en el pasado. Pero todavía se está practicando; y el empeño alocado de esta así llamada ciencia en curar el cáncer por medio de rayos que producen cáncer, es suficiente para hacer que mi sangre hierva. Una quemadura por rayos X es un episodio profundamente situado y frecuentemente rehúsa sanar. En marzo, hace dos años, el Dr. Frederick Henry Baltjer, reciente Roentgenólogo de la Universidad Johns Hopkins, había estado convaleciendo, según informó la prensa, de su septuagésima segunda intervención quirúrgica para la remoción de partes infectadas e injertos en la piel, como resultantes de las quemaduras sufridas con rayos X, las que hasta esa fecha le habían costado ocho dedos y un ojo. El siguiente despacho de la Prensa Asociada desde París, Francia, el cual apareció en 1924, nos refiere una historia que es solamente una de las muchas similares que han aparecido en los diarios en años recientes: "Por la pérdida de ambos brazos con el uso de rayos X durante los últimos veinte años, al Dr. Charles Vaillant le fue concedida hoy la Cruz de la Legión de Honor, un honor raro para un civil, ya que solamente se concede a los jefes de estado o a diplomáticos; también se le concedieron la Medalla del Héroe Carnegie y la Medalla de Oro de la Ciudad de París. "El homenajeado, Doctor del Hospital La Riboisiere, con ambas mangas del saco colgando vacías, pero manteniéndose erecto e impávido ante su desgracia, recibió les honores en el Hotel de Ville. "El Embajador norteamericano Myron T. Herrick, le confirió la Medalla Carnegie. "El Doctor Vaillant, que ha trabajado casi sin respiro durante 24 años, y quien fue uno de los primeros médicos franceses en aplicarse a sí mismo exclusivamente el uso de los rayos X, perdió el dedo meñique de la mano derecha en 1919. "Ayer, sin embargo, el Doctor Vaillant apareció como el hombre menos afectado ante toda la asamblea, recibiendo sus honores con discreción, pero no oculto regocijo, y sin que lo traicionara algún signo de desaliento." La exposición de insectos a los rayos X afecta tanto a los gérmenes de las células que, donde éstos no son muertos totalmente, resultados horrorosos se manifiestan en la descendencia y resultados aún peores se ven en la segunda generación. La primera generación está caracterizada principalmente por los pocos huevos que resultan ser fértiles. En la segunda generación ellos manifiestan resultados tales como "alas solamente con la mitad de su tamaño, otros absolutamente sin alas, y todavía otros con alas de longitud normal pero anchas anormalmente, o melladas al final, o manchadas con modelos raros. En lugar de sus ojos oscuros naturales algunos de los bichos pequeños los tienen blancos. Muchas de las mutaciones nuevas (sic) deben haber sido imposibilidades naturales, porque los insectos nunca salen absolutamente del cascarón (estaban muy débiles para salir del cascarón. Nota del Autor). Los machos y las hembras responden en forma semejante a la radiación". Los rayos X afectan también las células germinales: del ser humano y "la exposición desconsiderada de estas células a una dosis de los rayos prolongada y considerable es apta para infligir penalidades numerosas a nuestros hijos sin nacer" y más particularmente a nuestros nietos. El Radio y los rayos X producen quemaduras situadas profundamente las cuales no sanan fácilmente—algunas veces no sanan absolutamente - Ellos queman y desvitalizan las células dañándolas considerablemente, y algunas veces destruyen las arteriolas y los capilares más finos como también los nervios en sí.

CÁNCER. SHELTON.- 51 Wood nos dice: "Uno de los efectos de la radiación, y uno extremadamente importante, es el daño a las terminales de las arterias diminutas. Este consiste en la hinchazón del endotelio, edema y vacuolización de los tejidos subíntimos y de las cubiertas musculares, de manera que los vasos en circunstancias tan excepcionales pueden ser cerrados completamente o pueden ser llenadas por un trombo." El se apresura a añadir: 'Esto obviamente suprime el alimento de las células del tumor y causa una apariencia clínica de la destrucción del crecimiento. Cuando las células comienzan a crecer otra vez, resulta imposible aplicarle a tales tejidos dañados la misma suma de radiación, porque ellos se encuentran malamente nutridos. Habiendo sido cerrados los vasos, ningún efecto clínico puede ser obtenido por la radiación, porque ya no existe medio alguno de disminuir el abastecimiento de sangre para el crecimiento de las células cancerosas." Así, Wood inadvertidamente confiesa que el tratamiento de tumores y cánceres con rayos X, efectivamente defrauda el fin para el cual son usados y que, mientras aparentan ser beneficiosos durante un tiempo breve, produciendo una condición que los previene, de allí en adelante, ni siquiera aparentan ser de algún valor. Los efectos de los tratamientos con rayos X no solamente cierran automáticamente toda buena apariencia futura de tales tratamientos, sino que las células cancerosas realmente construyen una tolerancia (así llamada inmunidad) a los rayos, de tal manera que, como Wood nos dice, "ellas no pueden ser tratadas efectivamente por una radiación renovada ni más ni menos como aquéllas que nunca han sido radiadas." Después que han ocurrido las quemaduras con rayos X y con Radio, los tejidos continúan desintegrándose lentamente y envenenando al cuerpo. Los tejidos a lo largo del curso de la circulación lentamente son envenenados y también desintegrados. Los Doctores comienzan por remover un dedo, después otro, después toda la mano, después el antebrazo, después el brazo y después, la víctima muere. Esta desintegración progresiva de los tejidos producida por el envenenamiento resultante de la descomposición de los tejidos en el sitio en donde fueron quemados por los rayos X o por el Radio, es vista en los experimentadores sanos que han sido quemados. El Radio toma a sus víctimas entre los experimentadores, entre los pacientes y también entre los trabajadores de las fábricas de relojes y de otros lugares en donde es empleado para la manufactura de artículos. Los sufrimientos prolongados y las muertes de varias mujeres empleadas en una fábrica de relojes de Newark, N. J., en donde el Radio fue usado sobre los diales, se le han dado a conocer al público muy ampliamente a través de la prensa. La muerte de la señora Irene Francis La Porte en junio de 1931, formó la totalidad de veinte muertes de tales casos. Los Doctores dijeron: "El envenenamiento ocupacional por el Radio, desarrollándose en sarcoma (cáncer) en la pelvis, le ocasionó la muerte." Al Doctor Edwin E. Leman, cuya muerte en 1925 causada por el Radio, se le considera como un mártir de la ciencia. El Radio había destruido los corpúsculos de su sangre. Le sobrevino un colapso y murió. Durante muchos años se han hecho esfuerzos para curar el cáncer por medio del uso del Radio. El Doctor Leman no es la primera víctima de los experimentos con este mineral. Muchas pobres víctimas del cáncer perdieron sus vidas prematuramente por estos experimentos insensatos. Si nosotros pudiéramos reemplazar las nociones ridículas que los hombres de la medicina han heredado de los tiempos prehistóricos ignorantes y salvajes y de los alquimistas medievales de aquel tiempo, con un poquito de las verdades de la Cura Natural, nosotros presenciaríamos la muerte de todo este esfuerzo costoso y fútil de curar la enfermedad.

CÁNCER. SHELTON.- 52 Las muertes por quemaduras de Radio han ocurrido en un número de mujeres que fueron envenenadas mientras trabajaban con Radio en las fábricas de relojes y en cualquier otra parte. El Radio llegó hasta sus propios huesos. El cuerpo parece estar incapacitado para eliminar el mineral y después de una existencia lenta y dolorosa las víctimas mueren. El Radio es una sustancia excesivamente peligrosa. A despecho de sus años de fallas para curar el cáncer con cualquiera de ellos, el Radio o los rayos X, los hombres de la medicina continúan esperanzados en que algún día ellos forzarán a estos agentes a realizar lo imposible - curar la enfermedad -. Efectivamente el mundo está padeciendo hoy de ignorancia. Nosotros hemos heredado demasiados "conocimientos" que están basados en la falsedad y en la fantasía, El difunto Doctor Janeway del Hospital Memorial de New York, falleció de cáncer, mientras pretendía demostrarle al mundo que el Radio curaría el cáncer. Hace algunos años la señora Edith White Kithil, de Baltirnore, poseía el abastecimiento más grande de Radio en el mundo. Ella falleció de cáncer a la edad de treinta y tres años, mientras estuvo bajo los cuidados de seis de los especialistas más famosos en Radio. El Radio ha resultado mortal en un gran porcentaje de casos en los cuales ha sido empleado internamente. Ha matado por millares. En noviembre de 1926, el editor del"Daily Mirror", de New York, escribió un editorial acerca de unos nuevos rayos de luz descubiertos por el Doctor W. D. Coodlidge, en el cual se refería a los rayos como "RAYOS DE VIDA". El pronosticó un tiempo cuando estaríamos leyendo los milagros diarios que el hombre podría realizar por medio de estos rayos. El dice: "Pronto comenzaremos nosotros a escuchar de su aplicación práctica a la cura de la enfermedad, al incremento del valor nutritivo de los alimentos y en muchas otras formas que solamente pueden ser imaginables." Indudablemente el editor está en lo correcto—los traficantes de la cura probablemente se asirán a estos rayos nuevamente descubiertos con mucha más avidez de aquélla con la cual se aprovecharon de los rayos X, del Radio y de otras cosas. Ellos prometerán grandes cosas, curas maravillosas y milagros asombrosos. Y ellos fallarán exactamente como fallaron con los rayos X y el Radio. Ellos fallarán porque están intentando realizar lo imposible—intentando curar la enfermedad. Los rayos pueden demostrar ser tan perjudiciales a la vida como los rayos X y el Radio, en cuyo caso probarán ser una causa directa como también indirecta de enfermedad, degeneración y muerte. Pero una cosa es cierta, ellos no podrán ser usados para anular las leyes del ser humano e invertir las operaciones de la Naturaleza. Olvidemos la idea de la cura. Jamás será encontrado medio alguno que habilite al hombre para escapar a los resultados naturales de sus pensamientos y de sus acciones. No existen sustitutos posibles para el buen comportamiento. La Naturaleza no los permitirá. Semejantes cosas, de ser posibles, corromperían y desmoralizarían a la raza humana en un mes. Cuando el magnetismo comience a ordenar agujas paralelas con el Ecuador y la gravitación comience a lanzar piedras hacia arriba, entonces, podremos esperar ver las leyes de la vida invertidas y la salud producida sin corregir o eliminar las causas de la enfermedad.

CÁNCER. SHELTON.- 53 CAPÍTULO VII.- LA CIRUGIA EN EL CÁNCER En un editorial titulado "El Pronóstico del Cáncer" el cual apareció en CÁNCER del primero de enero de 1924, el Doctor L. Duncan Bulklet dice: "El cáncer recurrente, el cual acontece tan frecuentemente poco tiempo después de la operación, comúnmente presenta una condición desesperada. Ewing afirma que las estadísticas favorecen la conclusión de que la operación en absoluto acorta la vida en los casos recurrentes del cáncer en el pecho y, hasta la primera operación pareciera iluminar y estimular la carcinosis a una actividad excesiva. Los rayos X y el Radio parece que han hecho que ciertos casos de cáncer sean más imposibles al tratamiento médico que algunos de aquellos que habían sido sometidos a operaciones quirúrgicas. +++ "A despecho de la cirugía avanzada, de los rayos X y del Radio, la mortalidad general no ha descendido, sino que por el contrario, se ha elevado lamentablemente durante los últimos veinte años, alrededor del 33 por 100, mientras que la tuberculosis ha decrecido sobre el 40 por 100 bajo un tratamiento médico discreto." Esto resume muy bien los resultados de los presentes métodos de tratamiento del cáncer. El falla solamente en que no pinta el cuadro tan negro como realmente es. La falla de estos métodos hace mucho tiempo que es conocida; sin embargo, la profesión médica persiste en emplearlos. El Doctor Thomas W. Cooke del Hospital del Cáncer en Londres, dice: "Desde 1851 hasta 1863, hubo 413 casos de cáncer operados, y el promedio de tiempo antes de que ellos retornaran solamente fue de seis meses." El Doctor Monroe, de Escocia, nos habla de un grupo de sesenta casos de cáncer que él operó y dice que al final de dos años, solamente cuatro de las sesenta operaciones fueron "satisfactorias". Ahora es declarado por muchos, y la declaración probablemente es auténtica, que donde el cáncer no retorna después de la operación, es porque no era cáncer. El Doctor Walsh, en su trabajo sobre CÁNCER, escribió: "La cuchilla no puede ser considerada como un medio para curar el cáncer ni como un medio para prolongarle la vida al paciente." El Doctor James Wood, del Real Colegio de Londres, dice: "Caballeros, yo he operado 1.000 casos de cáncer y todos ellos retornaron, con excepción de seis, los cuales no eran cánceres." Sir James Paget, de Inglaterra, dijo: "Los casos en los cuales el cáncer no retorna después de la operación, no es más que uno en 500." Después de la remoción de 500 cánceres en el pecho, Sir Benjamín Brodie, llegó a la conclusión de que la vida es más bien acortada que prolongada por la operación y declaró: que él nunca removería otro cáncer sin decirle al paciente que la operación no le prolongaría la vida. Eli G. Jones, médico de este país, declaró en 1913: "En mi experiencia de cuarenta y tres años en el tratamiento del cáncer, 45 de los casos que habían sido operados y estuvieron bajo mi observación, habían retornado. Yo nunca he visto un caso de cáncer curado permanentemente por medio de la intervención quirúrgica. "Yo he visto un cáncer en el pecho ser operado de ocho a doce veces antes que le muerte viniera a cerrar la escena. En el transcurso del tiempo, otra vez yo pude ver casos en que se removió el pecho como también las glándulas bajo el brazo del lado afectado, y todavía el cáncer retornó y le causó la muerte a la paciente. En la prensa pública, algunos cirujanos han propugnado por una "operación temprana como la única cura del cáncer". Por supuesto, mientras más temprano sea ejecutada la operación, más veces será operado el paciente, ya que el cáncer retorna después de la operación. Ello significa mucho más dinero para el cirujano.

CÁNCER. SHELTON.- 54 "Si la cuchilla es una cura, ¿cómo es que 75.000 personas mueren anualmente de cáncer en los Estadas Unidos? ¿Por qué se nos ha dicho repetidamente dentro de los últimos cien años que no existe cura para el cáncer, si la operación es una cura? "De la correspondencia con los médicos de todas las escuelas, durante los últimos treinta años, yo encuentro que el rango y fila de nuestra profesión se encuentra disgustada con la cuchilla como una cura para el cáncer. Ellos están buscando alguna cosa mejor. Es el cirujano, el que haciendo un negocio con el corte del cáncer, defiende el tratamiento quirúrgico. "Me parece que el público debería saber que la cuchilla no cura el cáncer, sino que acelera la muerte. Durante muchos años los científicos han estado tras la caza de un específico para el cáncer, como también para otras enfermedades. Sería bueno que el público conociera la verdad: no existe específico para alguna enfermedad." En un artículo sobre los "Últimos Resultados en el Tratamiento Médico del Cáncer", en CÁNCER (octubre de 1925), el Doctor Bukley dice: "Todos nosotros sabemos muy bien los últimos resultados de los casos que han sido sometidos a la cirugía, rayos X y Radio, y cómo la familia de médicos y consultantes están viendo diariamente la triste recurrencia en 1, 2, 3, 5, 10 y aún arriba de treinta y un años después de tales tratamientos. Un reporte gubernamental inglés, proporcionado a una revista literaria, cubriendo casi 20.000 casos de cáncer en el pecho, de reportes en 17 idiomas, fue reeditado en CÁNCER, vol. 11, núm. 3, pág. 259. La materia sometida .en aquel libro de 156 páginas está considerada bajo 24 capítulos y 10 apéndices, con tablas muy interesantes pero tristes. "Así, en Tabla I, de 6.077 casos que hubo solamente 1.529, o una friolera sobre el 25 por 100 se conocían estar vivos al final del tercer año después de operaciones incompletas, y en Tabla II, después de operaciones completas y de ser sometidos todos los diagnósticos al control microscópico, de 9.105 pacientes solamente 3.259 o un poquito más del 35,5 por 100 estaban vivos después de tres años; cuántos murieron más tarde por recurrencia, no está consignado, pero todos nosotros lo podemos suponer. Todo esto es para ser recordado que varios de los más prominentes escritores sobre el cáncer han establecido que el promedio de duración de la vida con cáncer en el pecho, ABSOLUTAMENTE SIN TRATAMIENTO, es de tres años o más." El dato estadístico en el "Reporte Sobre el Promedio de Mortalidad en los Estados Unidos", de 1910 a 1920, publicado en 1923, en página 80, comenta el incremento numeroso de muertes por cáncer en el pecho durante ese período de la manera siguiente: "La contención acerca de que el cáncer no está incrementando efectiva, sino sólo aparentemente, parece que ya no será por más tiempo defendible. Los mejores diagnósticos indudablemente cuentan para una parte del incremento, pero no para todo lo demás. Por ejemplo: en los registros de mujeres en los Estados en 1900, el promedio de muertes por cáncer en el pecho verificado fue de 9’2, por cada 100,000 mujeres, y en 1920 el promedio constatado fue de 16.0, un incremento del 84 por 100. En un sitio tan accesible, no es concebible que la diferencia entre los promedios antes mencionados pueda ser debida posiblemente a la diferencia de la potencialidad de los diagnósticos." "En relación con los resultados finales después de la aplicación de los rayos X y del Radio, estamos informados por varios reportes de alguna magnitud de los cuales pueden derivarse generalizaciones, pero nosotros que vemos mucho del cáncer en la práctica privada y en los hospitales, podemos testificar la falla de estas medidas en la cura permanente de la enfermedad, como también los efectos desastrosos que son observados frecuentemente."

CÁNCER. SHELTON.- 55 En 1907, el profesor Ernst Von Leyden, la autoridad más grande sobre cáncer en todo el mundo, sentó como un principio en relación con el crecimiento del cáncer qué los tejidos malignos en general responden al daño de cualquier clase—mecánico, químico o termal—con el incremento del crecimiento. Esto quiere decir que aquellas células cancerosas que no son removidas o matadas, tienden a crecer más antes que menos, en contestación al daño recibido. Burton J. Hendrick, en "McClure's Magazine", julio, 1909, dice: "Por observaciones clínicas, hace mucho tiempo que se estableció el hecho de que cualquier interferencia irritante con un cáncer, casi siempre estimula su crecimiento. En sus experimentos más tempranos, el Doctor Loeb descubrió que, por el mero hecho de cruzar un hilo de seda a través de un tumor inactivo o de lento desarrollo, él lo pudo transformar en uno de crecimiento rápido. Cortándolo con una cuchilla produce los mismos efectos. Esto cuenta para reforzar el hecho observado comúnmente de que, cuando en el ser humano son extirpados los cánceres que han recurrido, ellos crecen en tamaño mucho más rápidamente que en su crecimiento original." El Dortor Senn, de Chicago, gran cirujano en cáncer, en 1906 admitió tanto como lo anterior en una entrevista que concedió a la prensa de aquella ciudad. El recomendó a las mujeres que se preocupaban por la desfiguración de lunares cerca de la cabeza y sobre los hombros, hacérselos remover, pero les previno que no concurrieran donde los médicos de belleza para que les practicaran la operación. La prensa resumiendo dice: "El conoce centenares de casos donde el cáncer ha resultado por la irritación de los lunares con agujas eléctricas o por pincharlos constantemente. Hagan que un cirujano les corte los lunares—es su recomendación—, así les dolerá poco y no les quedará cicatriz." Las células de un lunar pigmentado responden a la aplicación de cáusticos con el incremento del crecimiento. No existe razón para pensar que la cuchilla del cirujano es algo menos irritante para ellos. Pero, volviendo a lo del principio del incremento del crecimiento en tumores y cánceres, como consecuencia del daño, Saleeby dice: “Existe mucha evidencia para demostrar que cuando el cáncer vuelve después de la operación, está capacitado para crecer más rápidamente y manifestar mayor malignidad que antes. En los años recientes, el incremento de la mortalidad por cáncer ha sido enorme a pesar de la gran extensión de la actividad quirúrgica contra la enfermedad.” Una generación antes de ésta, Sir James Paget había señalado que casos de tumores aparentemente benignos que son removidos con frecuencia, poco tiempo después, son seguidos, en el mismo lugar, por el cáncer. El sugiere que "en la remoción de este tumor, el cirujano inadvertidamente ha suplido por medio del daño local lo que era necesitado para la producción de un crecimiento canceroso. El ha hecho apta alguna localidad para la manifestación de una enfermedad constitucional ya existente." El Doctor John Shaw, un cirujano operador distinguido, declaró: "Ante la evidencia ya presentada, yo me someto a la conclusión que ya es incontrovertible, de que la operación puede inducir malignidad en estructuras en las cuales antes de poner manos se encontraban desprovistas de todas esas características." Ewing declara que "en algunos casos el carcinoma se ha desarrollado después de la escisión de un fibroadenoma absolutamente benigno." El Profesor Godlee declara: "Cada recurrencia de un sarcoma frecuentemente muestra una estructura más rudimentaria y, al mismo tiempo, un grado de malignidad más grande."

CÁNCER. SHELTON.- 56 Cortar pedazos de un tumor para el examen microscópico (biopsia) da por resultado el mismo mal. Invariablemente ello agrava la condición y estimula el crecimiento del tumor o cáncer. Esta práctica, actualmente está siendo condenada vigorosamente por muchos cirujanos, aunque neciamente insisten en ella muchos médicos y laboratoristas. La así llamada "operación inadecuada" para la remoción del cáncer, es seguida por un crecimiento rápido y una malignidad más grande. La ejecución de semejante operación involucra la aplicación de irritación a las células del cáncer que fueron dejadas. Hasta el masaje y la manipulación o rozamiento de un tumor o cáncer estimula su crecimiento más rápidamente. La publicación del Hospital de Piel y Cáncer de New York, previene: "Cualquier cosa sospechosa de ser cáncer no deberá ser manipulada ni estrujada, sino que deberá ser guardada de toda irritación, ya que ésta incrementa y ensancha el malestar, haciendo que la curación sea más difícil." Ahora bien, se presume que la recurrencia es debida a la falta de remoción o destrucción de todas las células del cáncer. Como un especialista en cáncer inglés declara: "Cada recurrencia es debida a la omisión de parte del cirujano de alcanzar el radio centrifugo de la enfermedad." Por el momento yo no compulsaré el hecho de que estos hombres continuamente hablan del cáncer como si no tuviera causa y omiten enteramente él hecho de que la recurrencia posiblemente podría ser debida a las causas las cuales produjeron la enfermedad en un principio. Ellos parecen pensar que si pueden remover los tejidos afectados, la enfermedad será curada —no hay necesidad de corregir o remover sus causas—. Consecuentemente, su mira es remover más tejidos, extirpar más glándulas, irradiar un poquito más profundo, malgastar todo su tiempo removiendo resultados finales y dejar las causas absolutamente ignoradas. Pero, veamos lo que ellos mismos dicen de su propio trabajo. Primero ellos insisten en que donde el cáncer recurre, es debido a la falla de removerlo todo. Los cirujanos del pasado fallaron porque no removieron suficiente tejido. Saleeby dice. "Como el Doctor Hale White señala en la "Orientación en Medicina" presentada ante la Asociación Médica Británica en Exeter, en agosto de 1909, es una fuente de errores gravísimos actuar en la práctica sobre los resultados obtenidos por los cirujanos más expertos. "Tomen el ejemplo común del cáncer en el pecho o en la lengua. El cirujano de cualquier parte del mundo que en los presentes días ejecute una operación realmente adecuada en tales casos, aun cuando sea realizada en tiempo, ciertamente no espera entrar en tres fases. Solamente la operación del cáncer es la excesivamente rara. Es correcto que los resultados obtenidos así sean publicados, como los argumentos obvios derivados de ellos, tal a como lo hizo el señor Childe, pero es groseramente falaz presumir que estos resultados podrían o deberían ser obtenidos en cualquier parte si el paciente hubiera concurrido en tiempo para la operación. +++ Ahora la recurrencia no es la regla completa, sino la invariable, como se verá si el total de la cirugía en cáncer es revisada, y no meramente el trabajo de dos cirujanos en una capital y de uno en otra. Además, hasta el cirujano más consumado tiene un gran porcentaje de fallas, a pesar del hecho de que las operaciones radicales modernas ahora han alcanzado algo semejante al límite supremo de lo practicable. Ahora es necesario llanamente, no escribir como si cada cirujano fuera un maestro del pasado y como si cada paciente se sometiera al tratamiento en la fase más temprana posible. Estas condiciones son altamente deseables, pero no son efectivas, y lo efectivo, es lo que nos concierne aquí.

CÁNCER. SHELTON.- 57 "A la luz de los hechos clínicos antes consignados por lo que respecta al incremento de la malignidad de los crecimientos recurrentes después de la operación, y la ley establecida por Van Leyden, es necesario poner en tela de juicio muy seriamente la presunción de que hasta operaciones imperfectas —lo que prácticamente equivale a decir, todas las operaciones— de todos modos pueden, y usualmente hacen, prolongar la vida. La probabilidad parece ser, por el contrario, que ellas acortan la vida. No existe absolutamente la demostración evidente de que las series de operaciones usuales prolonguen la vida; todas las probabilidades están del otro lado. "De aquí que la diferencia entre la operación perfecta, extremadamente rara, y la imperfecta, no es meramente una de grado que el paciente muere de alguna otra enfermedad en un caso, y que su vida le sea prolongada por lo menos algo en el otro. Probablemente la verdad es que una operación prolonga la vida y la otra la acorta; y muy aproximadamente todas las operaciones pertenecen a la última categoría. La mayoría abrumadora de las operaciones ejecutadas ahora esencialmente son del carácter de aquellas realizadas por Brodie, y la probabilidad es que sus resultados substancialmente son los mismos alcanzados por él —ellas no prolongan la vida, sino que la acortan. "Así pues, parece probable que solamente la operación quirúrgica que realmente puede ser comentada hoy, es la perfecta, la cual remueve el total de la enfermedad; y esto nos conduce, completamente aparte de cualquier cuestión con la tripsina, a la conclusión formidable de que prácticamente todas las operaciones ejecutadas realmente para la remoción de esta enfermedad deben ser condenadas. Obsérvese que yo no habló de la operación que PODRÍA ser ejecutada, sino, de aquéllas que en general SON realizadas. No es necesario describir el promedio de las operaciones como "criminales", como lo hacen los cirujanos avanzados, pero su veredicto puede ser tomado en cuenta." Los grandes cirujanos relativamente son tan raros como los grandes poetas o los grandes artistas que van sin decirlo. Pero la condición realmente es peor que ésta. Se estima que existen en este país practicando la cirugía 30.000 hombres que no están calificados, por entrenamiento y experiencia, para practicar la cirugía. Siendo deficientes e incompetentes, ellos recurren a muchos medios reprensibles para procurarse pacientes. De los 10.000 cirujanos remanentes, solamente una mera bagatela podría ser llamada grandes cirujanos. Una operación "adecuada" y "perfecta" es, por lo tanto, negada a la gran masa de pacientes de cáncer. Anteriormente hemos brindado las observaciones de varios cirujanos y especialistas notables en cáncer sobre los resultados de las operaciones del cáncer en el pecho. ¿Y qué del cáncer en el útero, la forma más común del cáncer? hace algunos pocos años, el gran ginecólogo italiano Pczzi, discutiendo este asunto ante un congreso de la Asociación Médica Británica, expuso como su opinión que la cura definitiva del cáncer en el útero no había sido probada. Hasta en los casos más favorables uno puede hablar solamente de supervivencia prolongada" —dijo él— y él mismo, solamente había tenido dos de tales casos de "supervivencia prolongada" entre 204 casos de cáncer operados en el hospital. Otros cirujanos proclaman resultados muy superiores por medio de la operación de Wertheim. Sin embargo, el mismo Wertheim reporta que él tuvo una mortalidad inmediata del 20 por 100—esto quiere decir que una paciente en cada cinco es matada sin rodeos por la operación— mientras que el 11 por 100 todavía está sin recurrencia al final del quinto año. Asi, pues, por medio de la mejor operación conocida, ejecutada por uno de los cirujanos más competentes, una de cada cinco es matada sin rodeos y una proporción incierta de una en cada diez se consideran estar curadas. Considere estas cifras tristes en conexión con el hecho mencionado previamente de que la operación estimula el crecimiento del cáncer, incrementa la malignidad y acelera la muerte, y usted fácilmente reconocerá que las operaciones no curan el cáncer en el útero.

CÁNCER. SHELTON.- 58 El Doctor Cabot hablando de la remoción del tumor fibroide en el útero dice: "La histerectomía es una operación que siempre involucra algún riesgo, sin que importe quién la haga o bajo qué condiciones. Es por esa razón que nosotros estamos buscando muy ansiosamente una cura para el fibroma en el útero a través de los rayos X y del Radio. Pero hasta ahora, el mérito relativo de la operación y de la radioterapia no está asegurado." Del cáncer en el útero él nos dice: Nosotros no tenemos sino poca esperanza de curarlo por medio de la operación. Todavía sin ella hay un ciento por ciento de muertes. Ninguna recuperó jamás de cáncer en el útero, excepto por medio de la operación, aun cuando yo no puedo decir que alguna vez haya conocido una cura por estos medios, aunque otras personas si las han visto; y la vida puede, de todos modos, ser prolongada mediante la remoción del útero, que es el único tratamiento. Los rayos X y el Radio nunca han curado un caso hasta donde yo conozco. Alivian el dolor en algunos casos inoperables, y es así cómo pueden ser de algún valor cuando la operación es imposible o rehusada." El dice: "El cáncer gástrico usualmente mata en el lapso de uno a tres años. Como una regla general, puede decirse que es incurable. Yo no pude saber de una cura en el Hospital General de Massachussetts; en la Clínica Mayo, ellos creen haber obtenido algunas curas. La operación es ejecutada y tal vez con alguna esperanza de cura." La fe del doctor Cabot en los éxitos de otros curando el cáncer con operaciones; también su fe en el poder de la cirugía para prolongar la vida frente al hecho de que la cirugía acorta la vida, a duras penas es comprensible. Pero nunca existió una forma para entender la fe. La cirugía solamente remueve el crecimiento canceroso y algunos de los tejidos vecinas, pero no las causas del neoplasma. Si el cáncer fuera una enfermedad local, si sus causas fueran puramente locales, si fuera el resultado de un crecimiento anarquista en residuos embrionarios", entonces, su completa remoción quirúrgica significaría el fin de la molestia. Pero el hecho verdadero de su recurrencia casi universal en el mismo o en otros lugares, después de la remoción quirúrgica, demuestra que la cirugía solamente es un esfuerzo extraviado para rectificar el efecto acumulativo de errores pasados mediante la remoción de uno de los efectos locales de estos errores. Es la remoción de uno de los puntos terminales en el proceso patológico y no la remoción de las causas Y de las etapas antecedentes. Saleeby bien dice: "La demanda necesaria y garantizable de los cirujanos por los casos tempranos está basada en la demostración de los resultados deplorables que ellos obtuvieron en los casos que no eran tempranos, A DESPECHO DE LA EXTENSION DE SUS OPERACIONES HASTA UN GRADO EL CUAL INVOLUCRA UNA MORTALIDAD PRIMARIA MUCHO MAS GRANDE QUE EL PORCENTAJE DE PACIENTES CURADOS; y siendo las oportunidades con frecuencia definitivamente de mayor altura que las operaciones, serán más los matados sin rodeos que los curados. "La operación de Wertheim, por ejemplo, tan elevadamente alabada, mata inmediatamente a uno de cada cinco, y cura menos de uno en cada diez. Esto simplemente significa, aun cuando la inferencia necesaria no está, retirada, que la mayoría abrumadora de las operaciones ejecutadas efectivamente por el cáncer en los presentes días no deberían ser practicadas. Estadísticamente ellas han demostrado que son más las vidas que toman que las que salvan...

"Las operaciones de cáncer en el útero más radicales y recientes, por ejemplo, por confesiones propias, resultan ser un juego entre la vida y la muerte inmediata, estando todas las probabilidades

CÁNCER. SHELTON.- 59 muy inclinadas en favor de la última; y las consideraciones adelantadas por Von Leyden, Sir James Paget y muchos otros sugieren que la muerte es acelerada por la operación en el caso—tornando un ejemplo corriente—de setenta pacientes que quedan, veinte son contados como matados sin rodeos y diez como libres de recurrencia después de cinco años. Y nosotros estamos relacionados, que sea recordado, con los cirujanos raros, de aquí y de allá, que pueden operar solamente a una proporción diminuta de todos los pacientes de cáncer, Y QUIENES ESCOGEN SUS CASOS." ¿Cuál debe ser el porcentaje de los casos matados sin rodeos cuando son operados por el promedio de cirujanos que no ESCOGEN SUS CASOS? Obviamente, la "'mortalidad primaria" en semejantes circunstancias será mucho más elevada y el porcentaje de no recurrencia después de cinco años mucho más bajo. Finalmente, ¿podemos estar seguros nosotros que aquellos casos donde la recurrencia no tuvo lugar eran cánceres realmente? Al terminar este capítulo deseo señalar dos hechos obvios, a los cuales no se les ha dispensado antes la correspondiente atención. Primero, la operación en sí, y el anestésico, ambos dañan al paciente considerablemente e incrementan la debilidad de su cuerpo, aun cuando no lo maten sin rodeos. Medicina Clínica (Chicago), hace algunos años, dijo: "Nosotros estamos de acuerdo en que es el paciente y no el cirujano el que toma el riesgo: una vida contra una reputación. La cuchilla puede compeler al paciente a poner un pie en la sepultura; el anestésico ciertamente lo hace. "Pero, ¿qué hay acerca de la anestesia para la cirugía local o menor? El verdadero sentido del adjetivo menor es uno relativo, porque cuando es aplicado a un paciente particular cualquier operación puede ser mayor, sin que importe cómo de pequeña relativamente pueda ser ella. "La mortalidad por la anestesia es mucho más elevada de lo que generalmente se supone y muchas muertes por esta causa no son reportadas como tales. El choque quirúrgico, como también' el anestésico, dañan y debilitan al cuerpo considerablemente. Una enervación profunda es producida. La eliminación es frenada considerablemente y la toxemia preexistente es incrementada en su mayor parte. Si hubo una causa para el cáncer antes de la operación, habrá una causa más grande para él después de dicha operación, y ésta puede ser la razón verdadera de por qué los tumores crecen más rápidamente y manifiestan malignidad más grande después de las operaciones. Segundo, las operaciones, por muy completa y hábilmente que sean realizadas, nada hacen para remover las causas de la enfermedad. Remover un tumor y no hacer algo inmediata o subsecuentemente para corregir o remover la causa que lo produjo, es trabajar un daño positivo sobre el paciente. Dar de alta a semejante paciente, como curado, y como considerándose él o ella curado, significa solamente que otro tumor se desarrollará en el mismo o en otro lugar, y entonces los doctores escribirán con palabrería prolija tratados sobre METASTASIS y la necesidad de completar la remoción de todo el tejido canceroso. Frecuentemente un tumor benigno es así seguido por uno maligno, indudablemente surgiendo la malignidad de las mismas causas que produjeron el tumor benigno en el primer plano, tal vez intensificadas. La operación nada hace para corregir o remover las causas del neoplasma. Nada hace para restaurarle la salud al paciente. Más bien resulta en un daño adicional más intenso a la salud, cuando no mata sin rodeos. De todo esto resulta evidente que la solución al problema del cáncer debe ser buscado en otro reinado que no sea el quirúrgico.

CAPÍTULO VIII.- LA FUTILIDAD DE LA REMOCIÓN TEMPRANA DE CÁNCERES Y TUMORES

CÁNCER. SHELTON.- 60 Los cirujanos nos dicen que ellos han hecho grandes progresos en el diagnóstico y en la remoción temprana del cáncer, y que solamente la ignorancia y el temor del público son los que les impiden eliminar casi totalmente hasta la muerte por esta causa. Una mujer con un chichón en su pecho, por ejemplo, dicen ellos, esperará un año, dos años, cinco años y hasta diez años antes de consultar a un doctor con respecto a dicho crecimiento. Ellas temen la operación y temen que se les diga que tienen cáncer, y son ignorantes del ''gran progreso" que los cirujanos han alcanzado en el diagnóstico y en la remoción temprana del cáncer. Hace como veinticinco años, se inició en Alemania un movimiento para remover estas dificultades. Ellos comenzaron una cruzada de educación", principalmente en los diarios, destinada a prevenir a la gente, y principalmente a las mujeres, de la necesidad de investigar minuciosamente acerca de ciertos síntomas que ocurren en la edad, la cual ellas frecuentemente también la pasan por alto". Ellos tenían esperanzas de reunir, por medio de éstas mujeres casos tempranos" dentro de los consultorios de les doctores, donde el cirujano razonablemente podría esperar resultados sustanciales de sus intervenciones". Fue tan grande el éxito de esta campaña que fue continuada, y prácticamente ha sido copiada por cada una de las así llamadas naciones civilizadas del mundo. La cruzada espantó a mucha gente, que concurrió a las oficinas de médicos y cirujanos, y los ingresos de estos aumentaron considerablemente. La incidencia del cáncer se incrementó inmensamente, por la sencilla razón de que millares de casos son diagnosticados como cáncer sin serlo, porque así los cirujanos se capacitaban para demostrar que la remoción temprana del cáncer es una cura en muchos ejemplos —en aquellos ejemplos donde no existe cáncer—. Nosotros tenemos estos hechos admitidos por el doctor H. W. S. Wright en su obra La conquista del cáncer donde él dice: "La posición con respecto a la apendicitis es la mismísima con aquella del cáncer... Es muy cierto que nosotros removemos innecesariamente un número regular de apéndices sanos, pero, haciendo esto, nosotros compramos, para un gran número de personas, la inmunidad contra la muerte por esta enfermedad. Cuando el mismo principio sea aplicado exactamente al cáncer, nosotros estaremos en una posición mucho más satisfactoria de la que actualmente tenemos." Es una completa presunción gratuita que las operaciones de apendicitis les prolonguen la vida a las personas y también es una absoluta presunción gratuita que las operaciones tempranas del cáncer prolonguen sus vidas. Permítaseme referir la historia de un caso que me contó una amiga mía. Esta amiga reside en la ciudad de New York. Su madre vivía en Menphis, Tenn. Poco después de la "semana del cáncer" en 1928, ella recibió una llamada urgente para trasladarse al lado de su madre que iba a ser sometida a una operación. Ella es una Científica Cristiana, el único miembro de la familia que es, y fué, además, el único miembro de su familia que se opuso a la operación. La madre accidentalmente había descubierto una protuberancia pequeña sobre uno de sus pechos. Nunca le había ocasionado molestia alguna y fue descubierta como ya se dijo solamente por accidente. Ella era una señora de setenta años de edad, de constitución sana y no había estado enferma durante muchos años. Ella era fuerte y capaz para desempeñar los quehaceres de la casa con facilidad. Toda la familia, inclusive la madre, fue sorda a las protestas de la hija y la operación fue ejecutada. La madre murió en menos de una hora de resultas de la operación. Ella tenía muchos años de vida por delante y las probabilidades son de que la protuberancia no era cáncer ni tampoco un principio de cáncer. Si éste fuera un caso aislado podría ser descontado, pero millares de muertes semejantes ocurren anualmente y ayudan a inflar las estadísticas de la "mortalidad por el cáncer". Porque, tales

CÁNCER. SHELTON.- 61 muertes son atribuidas al "cáncer". En la faz de semejantes acontecimientos, el Doctor Wright declara: "Una de las mejores formas para fijar ideas de tratamiento en un paciente es por medio del uso DE LA EXPLICACION combinada con poderosas SUGESTIONES DE MOSTRADOR. Este es el método del sicoanálisis y del hipnotismo. "Ningún paciente es más susceptible a esta clase de procedimiento que aquella dama caprichosa, la Opinión Pública. Si nosotros queremos realizar los ideales puestos por delante en la primera parte de este ensayo, debemos movilizar todas nuestras fuentes: la prensa, la tribuna y el consultorio, para una campaña intensiva y prolongada contra este lunar negro de nuestra civilización. "En otra parte, después de propugnar por la examinación y remoción frecuente del aparente cáncer temprano en los pechos, él dice: "Yo estoy absolutamente seguro del hecho de que la adopción de esta propuesta significaría operaciones sobre un número de pechos los cuales nunca vendrían a ser cancerosos, pero, tanto como yo alcanzo a ver, nosotros no podremos ayudar esto algo más de lo que nosotros podremos ayudar vacunando a un gran número de personas que nunca tendrán viruelas o, como cuando aislamos para evitar contactos con los afectados de difteria, nosotros podremos ayudar a perturbar también a un gran número de personas que nunca tendrán difteria". Pero él dice que la gente "ha sido educada para respetar estas precauciones como naturales y apropiadas, y por regla general no aduce objeciones para llevarlas a cabo", y parece pensar que ejecutando una cantidad considerable de operaciones innecesarias estaría muy bien si solamente el público es "educado" hasta el punto donde será sometido como se somete al crimen de la vacunación y a la superstición del aislamiento. De importancia similar son sus palabras acerca de una propuesta idéntica para negociar con el cáncer en el estómago: Yo considero que la adopción de esta política significará un cierto número de diferentes operaciones evitables. Yo sé que ello significará operar unos cuantos casos que aparte de eso o por otros medios mejorarán. Pero hasta que no sea adoptado, hasta donde yo alcanzo a ver, no habrá ninguna perspectiva para reducir el promedio de muertes por cáncer en el estómago". Tanto tiempo como la cirugía sea su única confianza, tanto tiempo como ellos persistan en ignorar las causas, tanto tiempo continuarán derramando la sangre de sus pacientes y aún matándolos. Porque las operaciones matarán a muchos que no tengan cáncer. El promedio de muertes por el cáncer nunca será reducido mientras tanto sus causas no sean corregidas o removidas. Esta campaña intensiva y prolongada ha continuado durante algunos años y todo lo que nosotros vemos anualmente es un aumento en la mortalidad por el cáncer. ¿Por qué es esto? Yo estoy convencido que esto se debe al incremento de operaciones y al uso intensificado de los rayos X y del Radio. Sin duda el miedo mata a muchos. Los médicos y los cirujanos son responsables por el incremento del promedio de muertes por el cáncer, cuando menos, en una gran parte. Que el uso del plomo en el tratamiento del cáncer aumenta el sufrimiento y la muerte entre los pacientes de cáncer no es para ser dudado. Realizó la ruina física hasta de los pacientes más fuertes. En una conferencia sobre el cáncer llevada a cabo en Philadelphia, en marzo de 1927, un orador se lamentó del hecho de no existir un suero u otro medio y de no haberse encontrado algo que curara el cáncer. "De cuando en vez ─ dijo él ─," nosotros escuchamos de alguna cura, pero ya sobre la investigación quedamos decepcionados. Se invertirán muchos años en probar las curas que ahora se están desarrollando". ¿PROBARLAS SOBRE QUIEN? ¿Será usted una de las víctimas de estos experimentos? ¿Permitirá usted que su persona sea marcada dentro de sus consultorios y clínicas por su persistente propaganda? Este orador continuó diciendo:

CÁNCER. SHELTON.- 62 "Por lo tanto, nosotros no podemos esperar supinamente por el desarrollo de una cura, sino que debemos desenvolver medidas preventivas mediante la educación del público para reconocer los síntomas tempranos del cáncer antes que venga a ser maligno. Ellos prevendrán el cáncer mediante el reconocimiento de sus síntomas tempranos. Yo fallo en ver cómo se desarrollaría un síntoma temprano si la enfermedad es prevenida. Lo que ellos pretenden realmente es que usted sea enseñado a preocuparse de varios desarrollos anormales, que llegue a sentir la fobia por el cáncer y corra a la clínica del Doctor para ser operado. Ellos no poseen la idea más insignificante de cómo prevenir el cáncer ni el deseo más mínimo de prevenirlo. Los Doctores hacen sus vidas y sus fortunas del producto de las enfermedades, no del producto de la salud. Si el cáncer es prevenido, terminaría una de sus fuentes más grandes de ingresos. ¿Ha oído decir usted alguna vez, que el Diablo reprende al pecado? Cuando el Diablo comience a practicar esto, la profesión médica vendrá a estar interesada sinceramente en la prevención de la enfermedad. Hasta entonces, no tome su Higiene de las mismas fuentes de donde toma sus terapéuticas, si usted todavía es lo suficientemente supersticioso como para creer que existen o que pueden existir tales cosas como terapéuticas. Los traficantes de las curas están interesados en la venta de sus curas, no en la destrucción del mercado para sus mercancías. Todos ellos se ocultan detrás de una cortina de humo de idealismo y altruismo, pero esto solamente es fingimiento. La diseminación de la chifladura por la "remoción temprana" del cáncer, o de lo que puede ser diagnosticado como cáncer, ha estado acompañada con un gran incremento de la así llamada mortalidad por el cáncer, la cual probablemente es mortalidad operatoria. Es muy cierto que la operación le infiere un gran daño a la víctima y no corrige o remueve la condición de la causa de la enfermedad. La Sociedad Americana para el Control del Cáncer, una organización de cirujanos que conduce una persistente corriente de propaganda de temor al cáncer, para el diagnóstico temprano y la remoción temprana del cáncer y de cualquier otra cosa que convenientemente pueda ser llamada cáncer, declara que son las siguientes “las señales peligrosas" que pueden significar cáncer: Cualquier chichón, especialmente en el pecho; cualquier hemorragia o descarga irregular; cualquier úlcera que no cicatrice—particularmente cerca de la lengua, de la boca o de los labios, indigestión persistente con pérdida de peso." Ni una sola de estas "señales peligrosas" está confinada al cáncer. Alguien puede sufrir uno o todos los malestares arriba mencionados y vivir hasta una edad madura sin que jamás desarrolle cáncer. Estas cosas no significan cáncer ni en un caso entre diez mil, dondequiera que ellas existan. Los chichones en el pecho solamente son dilataciones nodulares y un caso en nueve millones de casos de ellas representan cáncer. En millares de otros casos ellas representan mastitis y no cáncer. Hemorragias irregulares de los intestinos pueden significar hemorroides; de la vagina o de la matriz pueden significar catarro, menstruación irregular, etc.; de la garganta, catarro, bronquitis, tuberculosis; de la nariz, catarro, presión arterial elevada y del estómago, úlcera. Las úlceras que no cicatrizan son comunes en la vida civilizada. Ni un caso de ellas entre diez mil es cáncer. En casos muy raros ellas vienen a ser cáncer. Ellas representan una condición de porquería interna, tal vez con una deficiencia mineral en la sangre.

CÁNCER. SHELTON.- 63 La indigestión persistente con pérdida de peso, puede ser debida a preocupación o pena, a excesos sexuales, a exceso de trabajo, a insomnio o mala dieta. Puede ser debida a las drogas, a la hiperacidez o úlcera en el estómago. Relativamente, en pocos casos significa cáncer. La visceroptosis (caída del estómago, de los intestinos, etc.), es una razón frecuente para la indigestión con pérdida de peso. Yo enfatizo estas cosas, no para animar a usted a que ignore estos síntomas y permita que pasen de lo malo a lo peor, sino para prevenir a usted de venir a estar atemorizado de muerte si usted sufre tales síntomas, y llegue a estar tan aterrorizado como para permitir que su persona sea descuartizada por alguno de estos cirujanos comerciales. Su propaganda está encaminada solamente a compulsar a las personas a los exámenes y operaciones. Hay dinero en esto para los cirujanos. Y, desde luego que es su dinero el que es gastado, su sangre la que es derramada y su vida la que es puesta en peligro, a ellos no les importa cuál es el costo. Es ganancia para ellos. El cáncer usualmente no es doloroso sino hasta que está un poco avanzado. Casi podría decirse que el dolor nunca es un signo de cáncer temprano. Lo mismo con el DECAIMIENTO RAPIDO, el cual muchas personas lo asocian con el cáncer. Este decaimiento casi nunca es visto en los estados iniciales de la enfermedad, sino que siempre está asociado con las fases finales de la enfermedad. El cáncer no es CONTAGIOSO ni HEREDITARIO. El hecho de que alguno de sus antecesores haya tenido cáncer, o que alguno de sus familiares tenga cáncer, no debe inducirlo a creer que usted también lo tendrá. Es suficientemente cierto que el cáncer ocurre en más de un miembro de la misma familia, pero más frecuentemente no es así. Sin embargo, el cáncer ahora es una enfermedad común y será un motivo de mayor sorpresa si ocasionalmente no se desarrolla en más de un miembro de la misma familia que si lo hiciera así. Otra vez, nosotros encontramos que los mismos hábitos de comer y vivir son cultivados corrientemente por los miembros de la misma familia y esto continúa frecuentemente a lo largo de varias generaciones. No podrá sorprendernos si esto resulta en malestares similares. El cáncer convenientemente puede ser dividido en cuatro fases. Estas fases no están bien definidas y deben ser consideradas como meras conveniencias en el estudio. Primera: el estado PRECANCEROSO; después sigue el CÁNCER TEMPRANO. La tercera fase es aquélla en la cual las glándulas linfáticas adyacentes vienen a estar involucradas. La cuarta fase es el así llamado ESTADO INOPERABLE, en el cual es demasiado el tejido que viene a estar involucrado como para que pueda ser removido por el cirujano. Una lesión de alguna naturaleza, persistiendo durante algunos años, causando pequeña o ninguna molestia y seguida por una protuberancia pequeña y dura o una úlcera, la cual puede sangrar, puede decirse que es un signo de cáncer temprano. Durante este estado, la curabilidad de 'la condición por métodos naturales no es dudosa. En realidad, en la mayor parte de los casos, tales condiciones cicatrizarán rápidamente. La propaganda para el temprano cuidado del cáncer, fundamentalmente es correcta. Nosotros tenemos que hacerle tres objeciones importantes a la presente propaganda, a saber: 1) no le enseña al pueblo a comenzar lo suficientemente temprano, sino que antes de hacer alguna cosa, lo deja esperar hasta que la enfermedad está palpable; 2) los métodos de remediar la condición, los cuales le son impuestos, no remedian la condición, sino que con frecuencia prueban ser peores que la enfermedad, y 3) es conducida de tal manera, debido a los intereses comerciales, que amedrenta a la gente y así ayuda a construir la enfermedad.

CÁNCER. SHELTON.- 64 El poder de una sugestión está en proporción directa con la fe que usted tenga en el que esté haciendo la sugestión. El público en general tiene una gran fe en los médicos y más o menos cree sus pretenciones al conocimiento. Sugestiones de desastres proviniendo de estos hombres siembran el terror en la mente del público. El uso de la fuerza personal de uno para controlar a otro en beneficio propio de ese uno, es la esencia verdadera de lo que, en tiempos pretéritos, fue llamada magia negra. Nosotros no podemos perdonarle a los hombres de la medicina la manera de sembrar el miedo en semejante forma sistemática. Yo he tenido oportunidad de observar mucho de los resultados de esta "cruzada contra el cáncer". Las personas que se encuentran malamente atemorizadas por la preocupación de que tienen cáncer, se cohiben y hesitan al pensar en ir a consultar a un médico por miedo de que éste les confirme sus aprensiones. La preocupación por sí misma las enferma. Ellas no pueden dormir en la noche. Algunas de las más impresionables, con frecuencia le dan rienda suelta al llanto. Ellas se están encaminando hacia la neurastenia, la melancolía, la hipocondría y otras cosas peores. El temor, el pavor, la aprensión y la preocupación, rápidamente están destrozando su salud. Después, cuando finalmente ellas son persuadidas para ser examinadas, vienen a comprobar que no tienen cáncer. Uno de los peores de estos casos el cual vino a estar bajo mi observación justamente después de la "semana del cáncer" en 1928, pudo comprobarse que padecía nada más que adenoides y dilatación nodular simple a lo largo de los vasos linfáticos de su cuello, resultantes de toxemia intestinal, la que había empeorado a consecuencias de los temores. Yo creo firmemente, después de estas experiencias, que la fobia del cáncer es peor que el cáncer y que está capacitada para demostrar ser fatal más rápidamente que el propio cáncer. Ellos anuncian que debe ser examinado todo aquél que presente ciertos síntomas. Pero, ¿cuál es la validez de esto? Una señora fue donde su médico para que la examinara. El dijo: "no es cáncer TODAVIA. Regrese dentro de seis meses para examinarla otra vez". Ni una palabra fue dicha acerca de cómo prevenirlo para que no viniera a ser cáncer. Después que venga a ser un cáncer, si lo es, él tratará de remediarlo. ¿Qué hacen ellos cuando usted se somete a un examen? Recorren todo su cuerpo. Le aplican rayos X. Analizan sus secreciones y sus excreciones. Ellos concentran toda su atención en los síntomas, en los resultados, en los efectos, en los productos finales. Ni siquiera un pensamiento es dedicado a las causas. Y suponiendo que ellos encuentran un cáncer, o lo que ellos suponen ser un cáncer: ¿Qué, entonces? Ellos le ofrecen a usted rayos X, Radio, cirugía, sueros y drogas, y ellos saben (CADA UNO DE ELLOS LO SABE) que estas cosas no previenen ni curan el cáncer. Ellas pueden causar cáncer; ellas pueden ponerlo en peores condiciones; ellas pueden matar al paciente, pero ellas no curan el cáncer. Ellos operan de cáncer a muchos que no tienen cáncer. Hace ocho años yo tuve bajo mis cuidados a una joven de diecisiete años de edad que había sido advertida por dos médicas someterse a una operación inmediata para removerle un chichón pequeño que tenía en el pecho. El chichón desapareció en tres días sin necesidad de operación alguna. Yo he visto muchos casos semejantes recobrar en unos pocos días, en dos o tres semanas, y yo sé que ellos no eran cánceres. Y yo estoy seguro que millares de operaciones son ejecutadas anualmente por tales condiciones operaciones que no solamente no son necesarias, sino que alcanzan los límites del crimen. Estos millares de casos pudieron ser restaurados a la salud. Como realmente es, ellos son usados para hinchar la lista de "curados" de cáncer mediante la "operación temprana".

CÁNCER. SHELTON.- 65 En su obra "CHIFLADURAS, FRAUDES Y MEDICOS", T. Swann Harding dice: "El error en el diagnóstico del cáncer con las mejores facilidades a mano es de un 30 a un 40 por 100." En un artículo publicado en THE DEBUNKER, Harding cita a H. G. Wells (no el novelista inglés) que él asegura ser el mejor patólogo de este país, como diciendo: "Hasta en los grandes hospitales modernos, la necrosis manifiesta un error en el diagnóstico clínico con respecto al cáncer, en cualquier parte, del 20 al 50 por 100, dependiendo de cómo sea de grande la proporción de malignidad de los casos en los órganos internos." Harding adiciona: "En resumen, en el caso de un cáncer tan maligno como para causar la muerte, frecuentemente no es reconocido como tal, sino hasta en la autopsia—y eso bajo las circunstancias más favorables." Yo personalmente he cuidado casos numerosos que habían sido diagnosticados como cáncer en el pecho por dos o cuatro médicos, los cuales recuperaron tan rápidamente que yo estoy seguro que no eran cánceres. Yo encuentro, después de lo escrito anteriormente, que el Doctor Bulkley ha tenido experiencias similares a las mías. El dice: "En el esfuerzo por alcanzar y remover toda posible o supuesta lesión cancerosa, muchos adenomas, etc., inocentes y no malignos son operados, confirmándose después ser tales bajo el examen microscópico. En la misma forma es completamente posible que algunos de los tumores pequeños en el pecho, los cuales han desaparecido mediante cuidados médicos y dietéticos como se ha descrito aquí, todavía no eran malignos y no serán agrupados con los carcinomas. En la mayor parte de estos casos, si no en todos, el supuesto cáncer fue una dilatación de glándula linfática, debida a un estado toxémico del cuerpo. Probablemente uno ve éstos en casos de indigestión como también en casos de pus venenoso procedente de abscesos en cualquier parte del cuerpo. En el otoño de 1925 vino a ponerse bajo mis cuidados un hombre a quien sus médicos le habían concedido Seis semanas más de vida. Se suponía que él tenía un cáncer inoperable en el abdomen. A mí no se me dijo de la sentencia de muerte sino cuatro meses después de haberse puesto bajo mis cuidados. Yo no encontré algo que me hiciera sospechar en la existencia de un cáncer y me hice cargo de su caso, El recuperó de su "cáncer" en seis meses, obteniendo una mejoría rápida desde el principio. En 1927 una joven señora de veintiséis años de edad, vino a mí con un diagnóstico de tuberculosis pulmonar. Dos médicos, un fisiólogo y un naturópata le habían tratado de tuberculosis, pero su condición había empeorado. Las radiografías mostraban un "punto" en sus pulmones. Ella sufría una tos persistente, estaba débil y enflaquecida, y en las tardes padecía fiebre como también sudores nocturnos. Mi estetoscopio reveló rumores amplios en los pulmones. Yo no creí que el caso fuera tuberculosis. Le impuse a la mujer un ayuno y sus síntomas, con excepción del enflaquecimiento, desaparecieron en una semana. Después hizo una recuperación rápida. En el invierno de 1928 una joven señora, de veintiséis años de edad, vino a mí con un diagnóstico de tuberculosis; sus pulmones habían sido radiografiados y examinados en el Hospital Bellevue, en la ciudad de New York. Una tos persistente, enflaquecimiento, debilidad y fiebre, la cual continuó después de un severo ataque de bronquitis aguda; además, un punto en los pulmones, conforme lo revelaba la radiografía y rumores, habían ocasionado el diagnóstico de tuberculosis. Descanso fuera de casa en un invierno frío del Este, ningún ejercicio y el relleno usual con una dieta elevadamente ácida, le fueron prescritos.

CÁNCER. SHELTON.- 66 Yo diagnostiqué que el caso era solamente bronquitis crónica de resultas del uso previo de una pinta de crema al día en un esfuerzo por ganar peso. Le impuse a la señora una dieta de jugo de pomelos, le prescribí ejercicios diarios y le ordené dormir dentro de su casa y no fuera de ella. La tos desapareció en cinco días. En un mes más la señora estuvo de regreso en su trabajo. Ella ganó peso rápidamente. En el verano de 1929 y otra vez, en el otoño de 1930, estuvo a ver a mi señora y a mí en San Antonio, Texas. Su cura fue permanente. La recuperación rápida de estas dos pacientes prueba que el diagnóstico de tuberculosis en ambos casos estaba equivocado. De la tuberculosis no se recupera tan rápidamente, ni aún bajo las condiciones mejores que la Naturaleza pueda brindar. Este hábito de los médicos de cometer tantas y tan serias equivocaciones en los diagnósticos, seguidos por medidas de tratamientos equivocados, dañinos y destructivos, en un asunto muy serio. CAPÍTULO IX.- LA PREVENCIÓN DEL CÁNCER Sir William Arbuthnot Lane, el más grande de los cirujanos ingleses existentes, en un trabajo reciente, declara: "HACE YA MUCHOS AÑOS QUE YO DEMOSTRE EN FORMA INEQUIVOCA QUE EL CÁNCER NUNCA AFECTA A UN ORGANO SANO." Esto equivale a decir que la buena salud es una garantía segura contra el cáncer. O, para consignarlo diferentemente, el cáncer se desarrolla solamente en el enfermo. El cáncer, como ya lo he enfatizado en este libro, es la culminación o punto final de una serie prolongada de causas y efectos patológicos, frecuentemente comenzando en la infancia, persistiendo y acumulándose desde el principio hasta el fin de la vida. Es una degeneración y no puede ocurrir sin antecedentes degenerativos eficientes. El camino para prevenir el cáncer es preservar la salud. Esto último es tan simple, tan fácil, que con una adecuada educación de la salud, el así llamado flagelo del cáncer sería terminado en unos pocos años. Pero ahora no existe esfuerzo alguno que tienda a educar al público en el modo de vivir correcto. El gobierno no lo hace. La junta de sanidad (?) no lo hace. Los planteles de educación pública no hacen el esfuerzo. Las iglesias no lo están intentando. La prensa pública no le dispensa atención a este trabajo necesario. La profesión médica no solamente no está educando al público para un modo de vivir saludable, sino que, con muy pocas y honorables excepciones, los miembros de esta profesión se oponen a tal enseñanza. Así, con una "Conspiración del Silencio", manteniendo al público en la ignorancia, la enfermedad y la muerte incrementan año tras año. Como ya he consignado previamente, la prevención del cáncer debe comenzar muy atrás de cualquier estado de donde los esfuerzos presentes de prevención comienzan. Ciertamente es tonto esperar que los síntomas del cáncer temprano se desarrollen antes que nosotros hagamos algún esfuerzo para prevenir la condición. Igualmente es ridículo demorar los esfuerzos de prevención hasta después del desarrollo de la CONDICION PRECANCEROSA. El cáncer es una de esas condiciones en donde "una pizca a tiempo salva a nueve". El tiempo para comenzar la prevención del cáncer es en los comienzos de la vida y esto no solamente es aplicable a esta enfermedad, sino a todas las otras. Las mismas medidas que nos aseguran una inmunidad contra el cáncer, también nos prevendrán contra el desarrollo de la tuberculosis, de la diabetes, de la enfermedad: de Bright (Nefritis Degenerativa), de la insania y de otras enfermedades del cerebro y de los nervios, del corazón y de las arterias, etc. Los cambios en las cuerpos químicos, debidos a la mala alimentación, o desequilibrios en la secreción y en la excreción resultantes de la enervación, es el comienzo de los procesos de deterioración que culminan en las varias así llamadas enfermedades.

CÁNCER. SHELTON.- 67 El senador Copeland en uno de sus artículos sindicalizados, hace cinco años, dijo: que un examen de 3.761 niños de kindergarten y primer grado en Washington D. C., reveló que: "Más de dos tercios de los niños tenían dientes defectuosos, Aproximadamente la mitad tenían amígdalas enfermas. Un tercio tenían glándulas cervicales dilatadas (cuello). Un cuarto estaban sufriendo de alimentación deficiente. Más de un quinto no respiraban bien por los malestares nasales. Los ojos de más de un octavo se encontraban anormales. Más de un décimo estaban anémicos. Ochenta y seis padecían debilidad en el corazón. En total, el 95 por 100 se encontraban fisicamente por debajo de lo normal en algún particular." Aquí están las evidencias destacadas del comienzo de la deterioración física, aún en los primeros años de la vida. Pero detrás de estos defectos obvios todavía están otros comienzos más pequeños y detrás de éstos están sus causas. El senador Copeland nos dice que un cuarto estaban sufriendo nutrición deficiente después de habernos dicho ya que dos tercios de ellos tenían dientes defectuosos. Ahora bien, como los dientes defectuosos surgen de la nutrición deficiente, el senador debe haber pretendido significar como tal condición, el enflaquecimiento, usando para ello el término de nutrición deficiente. El 5 por 100 de los que se presume que no se encuentran por debajo de la normalidad física, deben ser considerados meramente como no presentando evidencias palpables de deterioración. Un mes o tres meses más tarde, ellos revelarían una condición diferente. Ni son las condiciones nombradas por el doctor Copeland, los únicos malestares que estos niños padecen. Catarros frecuentes, constipaciones, diarreas, erupciones cutáneas, toses, las así llamadas enfermedades de los niños, etc., no están contadas en este reconocimiento. Sin embargo, todas éstas están preñadas de significados. Conforme estos niños continúen creciendo, no siendo corregidas las causas de sus defectos, sino que por el contrario, continuamente adicionadas, esta deterioración continuará y se manifestará en si con otros defectos todavía más grandes. La conscripción selectiva en la guerra pasada rechazó aproximadamente el 50 por 100 de nuestros hombres jóvenes como no aptos para el servicio militar. Y esto no significa que aquéllos que fueron considerados "aptos" estuvieran desprovistos de defectos. Ello significa solamente que sus defectos no estaban lo suficientemente marcados como para que los incapacitaran. Considerando que alrededor de la mitad de la raza humana muere por sus dieciocho años, este 50 por 100 de hombres jóvenes aproximadamente aptos, representan solamente como un 25 por 100 de los miembros masculinos de su propia generación. La aptitud decrece conforme la edad avanza y las así llamadas enfermedades degenerativas de la edad avanzada aumentan. Estas afecciones son designadas como "enfermedades degenerativas de la vida avanzada", únicamente porque no es reconocido que el proceso de degeneración tiene sus principios en la infancia, o antes, y es continuo desde el comienzo hasta el fin de la vida. Desde el primer desfallecimiento comenzando en la infancia hasta el final, terminando en cáncer, enfermedad de Bright (Nefritis Degenerativa), diabetes, tuberculosis, etc., a mitad de la vida o antes, la deterioración es un proceso inquebrantable. Dondequiera que las evidencias principales de la degeneración puedan ser localizadas, y cualquier nombre que pueda ser asignado a éstas, ellas representan una unidad.

CÁNCER. SHELTON.- 68 "El Doctor Geo. S. Weger, discutiendo la ÚLCERA GÁSTRICA, dice: "La úlcera gástrica es concomitante con la acidez gástrica. Este es un hecho indisputable. También es universal la creencia de que un exceso de ácido en el estómago es puramente una condición local. Esta creencia es nuestro objeto de discusión. En nuestra experiencia, el tratamiento dirigido a aliviar solamente la condición local, es probable que resulte en fracaso. La condición del estómago representa algo más que una mera acidez local. El gran receptáculo alimenticio registra su propia hiperacidez MÁS la misma condición en el cuerpo entero. Existe una hiperacidez o acidosis constitucional invariablemente presente en tales casos. Por lo tanto, nosotros estamos convencidos que la corrección constitucional es más importante; más aún, absolutamente esencial para la recuperación genuina y permanente de la úlcera gástrica." La falla persistente de la profesión médica y del público en considerar la úlcera gástrica como una mera manifestación local de una toxemia constitucional cuenta, no solamente para la falla en remediar la condición, sino también, y lo que es más importante, para la falla en prevenir las úlceras en el estómago. Tanto tiempo como la hiperacidez gástrica sea considerada puramente como una condición local sin antecedentes, tanto tiempo continuarán siendo inevitables las causas de este predecesor de la úlcera gástrica y del cáncer gástrico. La toxemia constitucional y la carencia de alcalinidad, las cuales preceden y producen la hiperacidez del estómago y últimamente conducen a las úlceras y al cáncer, tienen sus raíces en un defectuoso modo de comer y vivir desde el nacimiento. Lo que se dice aquí del estómago y sus desórdenes es igualmente cierto por lo que respecta a los malestares crónicos del útero y las secreciones ácidas de la matriz y de la vagina. Es igualmente cierto respecto a la inflamación crónica en los pechos y de la condición ácida que se desarrolla allí. Es cierto en relación con el cáncer y con sus predecesores en otras partes del cuerpo. Es una mera perogrullada decir que antes de que alguna "enfermedad" pueda ser prevenida sus causas deben ser conocidas y evitadas, y antes de que alguna "enfermedad" pueda ser remediada sus causas deben ser descubiertas y removidas. Es la cima de la tontería pensar que removiendo la molestia local nosotros podemos remediar la condición del paciente o restaurarle a él o a ella la salud. Hasta ahora, esto es exactamente lo que los cirujanos y especialistas en cáncer se proponen hacer cuando buscan, no las causas, sino los desarrollos locales para cortarlos. En realidad, ellos parecen encontrarse sin esperanzas de encontrar jamás una 'cura" para el cáncer y han decidido que no puede ser evitado. Es auténtico que la búsqueda de una "cura" todavía continúa dentro de algunos cuartos y que cada pocos días la prensa pregona el descubrimiento de una cura para el cáncer. Yo no creo que me excedo al decir que he visto anunciadas en la prensa durante los últimos pocos años por lo menos 100 curas del cáncer. Hace algunos meses se causó mucha excitación por el alegado descubrimiento del Doctor Pitta, de Funchal, de que, "unas pocas gotas de una materia descargada del tracoma, una enfermedad de los ojos contagiosa, inyectada dentro de un cáncer creciendo, causaba la inmediata detención del crecimiento maligno, seguido por la desintegración." Esto es vuduismo. Retrocesos a la antigua brujería tan fantásticos y grotescos son posibles porque la educación moderna no ilumina. En nuestra búsqueda de sabiduría omitimos "obtener sabiduría". Nosotros confundimos hecho con comprensión e información con penetración. Nosotros teniendo ojos vemos pero no percibimos; nosotros teniendo oídos escuchamos pero no entendemos. Nuestra credulidad no decrece con la educación por nuestro cultivado temor y desconfianza a la crítica de personas de entendimiento y porque nosotros preferimos, intelectualmente, permanecer infantes y adherirnos a las historias de hadas que nos fueron enseñadas en la cuna.

CÁNCER. SHELTON.- 69 La denegación persistente en ver el cáncer como alguna cosa más que una "creación especial", junta mente con la demanda por una causa unitaria para la condición, es lo que mantiene a los Doctores y a los patólogos en la oscuridad por lo que concierne a su causa, prevención y cura. Cada una de las condiciones que preceden al cáncer y las cuales conducen a su desarrollo son prevenibles y remediables por medio de un modo de vivir correcto—que es alimento apropiado, aire puro, agua pura, luz solar, ejercicio, descanso y sueño, serenidad mental o control emocional, aseo y liberación de todas las influencias y hábitos desvitalizadores. El cáncer puede ser prevenido tan ciertamente como dos y dos pueden hacer el equivalente de cuatro, y si sus causas son corregidas y removidas antes que la degeneración sistemática haya llegado muy lejos para la redención vital, el cáncer se remediará. Esta no es una declaración ociosa. Y no está lejano el día cuando su verdad será reconocida universalmente. Los cirujanos comerciales continuarán insistiendo en cortar los efectos en vez de cortar sus causas, porque hay dinero en lo primero, pero la creciente ilustración del público tarde o temprano le pondrá fin a su carrera necia. El patrón de salud general puede ser elevado considerablemente y el cáncer puede ser prevenido mediante una adherencia más estrecha a las leyes simples de la vida en el diario vivir. No existe dificultad alguna, ya sea técnica, misteriosa, dolorosa o dura para entender todo esto. Usted no necesita ser un graduado de alguna escuela de medicina, algo más de lo que lo necesitan los leones y las águilas. En realidad, la educación médica lo puede incapacitar para vivir. Una vida simple hará más para mejorar la salud del mundo que todos los doctores de todas las escuelas que siempre hayan existido. Para alcanzar el grado de salud más elevado de que es capaz el hombre, sin embargo, será necesario renovar y reconstruir mucho de lo que nosotros llamarnos ahora civilización. Costumbres, conveniencias, tradiciones y las condiciones económicas y sociales deben experimentar muchos cambios y muy considerables que no están al alcance de nuestra juventud para llegar a realizarlos. La gente vieja está "instalada en su camino" y es opuesta al cambio. Aire fresco, alimento apropiado, agua pura, ejercicios, sueño y descanso suficientes, luz solar abundante viniendo en contacto inmediato con el cuerpo, liberación de preocupaciones, ansiedades, temores, hábitos desvitalizadores, condiciones insalubres y antihigiénicas mejorarán la salud humana, las enfermedades se desvanecerán y nunca más volverán. Probablemente es demasiado esperar que las costumbres y los modos de vivir de las generaciones presentes, verifiquen cambios suficientes como para esperar que afecten materialmente el promedio del cáncer. Pero la educación del modo de vivir correcto, en vez de la propaganda para exámenes frecuentes y remociones tempranas, alcanzará los resultados ansiados en beneficio de todos. Indudablemente el cáncer está conectado con la perversión alimenticia y parecen existir evidencias amplias de que ésta en su mayor parte, aunque no totalmente, es debida a la dieta. En Nueva Zelanda, por ejemplo, la mayoría inmensa de casos de cáncer se manifiestan en el tracto alimenticio, hasta aquellos de las mujeres. El cáncer se incrementa allí conforme la civilización avanza; Hislop y Fenwick encontraron que en todos los casos estudiados allí, todos los pacientes habían sido comedores voraces y también habían libado mucho té fuerte varias veces al día. La sobrealimentación indudablemente debe de ser considerada como una causa del cáncer, así como todos los hábitos, venenosos —té, café, alcohol, tabaco, etc.— deben ser incluídos en las causas de perversión alimenticia y también como causas de la irritación local. Si por casualidad el cáncer es debido al comer poco, ninguna prueba de ello existe; además, tampoco existen evidencias que demuestren que siempre es debido a la abstinencia de los hábitos venenosos. La moderación en comer y la abstinencia de los hábitos viciosos deben formar la piedra angular para la prevención del cáncer.

CÁNCER. SHELTON.- 70 Una de las causas indudables del cáncer es la irritación crónica. Así, como ya lo hemos consignado previamente, en ciertas secciones de la India el cáncer en su mayor parte está confinado en la boca y es el resultado de la irritación debida a la masticación de betel. En otras secciones se desarrolla considerablemente sobre el abdomen y es el resultado de la irritación causada por las cestas conteniendo carbones encendidos. En Nueva Zelanda, donde considerablemente es encontrado en el tracto alimenticio, el exceso de comida y el consumo de grandes cantidades de té fuerte suplen la irritación local. La irritación en la boca por el tabaco, en cualquier parte del cuerpo por los rayos X y quemaduras por Radio, frecuentemente son factores en la producción del cáncer, e indudablemente el uso habitual y frecuente de duchas antisépticas ayuda a producir el cáncer en las mujeres. Pero la irritación local sola, no es suficiente para producir el cáncer. También debe existir un desarreglo sistemático, la perversión de la nutrición y ésta resulta de muchas causas. Siendo esto así, la prevención contra el cáncer consiste en el modo de vivir y no en alguna cosa especial que hacemos o que no hacemos. Nosotros debemos comer correctamente y también debemos ser correctos en otras cosas. Nosotros hasta debemos pensar correctamente; el temor creado para que se busque a los doctores, en vez de ayudar a prevenir el cáncer, tiende a causarlo efectivamente. El incremento de la incidencia del cáncer bajo ciertas condiciones de vida, relativamente es raro bajo otras ciertas condiciones, como ha sido demostrado. Se ha conocido que desaparece espontáneamente en algunos casos, especialmente cuando las víctimas han hecho un cambio radical en sus modos de vivir. Nosotros debemos aprender de estas cosas que, si un modo de vivir ideal y correcto es adoptado y mantenido, el cáncer no ocurrirá. Un torrente sanguíneo ideal y correcto debe alimentar a las células tan perfectamente como para que ellas funcionen idealmente y las células renovadas también serán ideales. CAPÍTULO X.- LA CURABILIDAD DEL CÁNCER ¿Es curable el cáncer? Si es así, ¿en qué fase deja de ser curable? Estas preguntas no son tan importantes como estas otras: ¿Es evitable el cáncer? Y si es así. ¿Cómo? A pesar de eso, para la mayor parte de ustedes, que leerán este libro, la curabilidad del cáncer será lo concerniente principalmente. El Doctor Paul Luttinger, un especialista en cáncer, de la ciudad de New York, dice: "Los clínicos que han tratado y estudiado un cieftó número de casos de cáncer, están todos enterados del hecho de que la enfermedad en el sujeto humano, frecuentemente permanece estacionaria durante un tiempo considerable. También es del conocimiento común que pueden existir remisiones de carácter local y general de períodos variables, hasta en los casos más desesperados. Finalmente, han resultado curas espontáneas, algunas de las cuales han sido reportadas por autoridades científicas irrecusables. Una colección de 302 casos fue publicada hace algunas pocos años por Rohdenburg. Al mismo tiempo, un porcentaje grande de tumores inoculados en animales de laboratorio es conocido que desaparecieron espontáneamente, confiriendo a sus portadores inmunidad inequívoca." El Doctor A. A. Low (Chicago), dice: "McCarthy, Ribhert y otros, han demostrado que el cáncer es capaz de producir un mecanismo defensivo o autocura. Saverbauch ha observado y coleccionado de literaturas, un número magnífico de malignidades curadas." En sus "NOTAS SOBRE TUMORES", un trabajo para estudiantes de patología, Frances Carter Wood, dice:

CÁNCER. SHELTON.- 71 "En una proporción muy pequeña la desaparición espontánea de tumores malignos humanos ha sido notada en períodos largos y cortos. El mayor número de tales desapariciones ha seguido a la remoción quirúrgica incompleta del tumor; ellas han ocurrrido siguiendo en orden de frecuencia durante algunos procesos febriles agudos, y menos frecuentemente en conexión con alguna alteración profunda del proceso metabólico del organismo, tales como extrema caquexia, menopausia artificial o puerperio." El Doctor Bulkley dice: "Muchos casos han ocurrido aquí y allá los cuales han recuperado espontáneamente, que es, sin interferencia quirúrgica, y con frecuencia realmente para la sorpresa del médico que lo atiende; esto por sí mismo demuestra que bajo ciertas circunstancias alguna cosa puede ocurrir en el sistema la cual ocasiona que cese el proceso maligno y que las células retornen a su función normal." Las desapariciones espontáneas de tumores en ratas y ratones es frecuente, pero en el hombre, Bashford, una autoridad sobre la materia, estima que la regresión espontánea aproximadamente ocurre una vez entre 100.000. Sin embargo, Wood manifiesta, que solamente 300 ejemplos de regresión bien comprobados pueden ser encontrados en la literatura sobre la materia. Estos 300 ejemplos no deben ser sino una fracción muy pequeña del número de casos que han ocurrido. Nosotros no estamos interesados aquí en la afirmación, obviamente falsa, de que el gran número de tales casos siguen a la remoción quirúrgica incompleta del tumor. Aquí, nosotros estamos interesados solamente en la admisión u observación registrada de que; una enfermedad aguda y otros cambios profundos en el sistema, resultan frecuentemente en la desaparición del tumor maligno. Wood dice también que hace mucho tiempo ha existido la idea corriente de que el cuerpo puede desarrollar una inmunidad contra los tumores, similar a la inmunidad que los hombres de la medicina consideran como existente en las así llamadas enfermedades infecciosas y adiciona que la base para esta teoría es la "ocurrencia ocasional de la desaparición espontánea de neoplasmas (nuevos crecimientos o tumores) en una u otra forma, seguida por infecciones... o procedimiento operatorio subsecuente y ligero, o sin interferencia externa alguna en absoluto." El hecho de que el cáncer recupere espontáneamente, como el hecho de que algunas veces es curado por una enfermedad aguda o por otro proceso, el cual afecta profundamente la nutrición del cuerpo, prueban que la condición es curable. Que muchos casos han recuperado bajo métodos naturales no puede ser dudado. Pero nosotros nos encontramos igualmente seguros de que no todos los casos son curables, y que si hay esperanzas para alcanzar la curación, deben ser instituidos los métodos naturales antes que el paciente tenga un pie en la sepultura y el otro sobre una cáscara de plátano. Que los métodos médicos no son de valor alguno, sino que efectivamente son dañinos y ayudan a incrementar la mortalidad por el cáncer, es cierto. El registro de casos positivos de cura espontánea del cáncer en ambos, en los hombres y en los animales, y los muchos casos de cura del cáncer temprano, por medio de medidas naturales simples, señalan el camino para la cura del cáncer, únicamente a condición de que éstas sean instituidas antes de que los cambios degenerativos hayan llegado más allá del punto de redención, y con tal de que estas medidas sean continuadas durante un periodo de tiempo suficientemente prolongado.

CÁNCER. SHELTON.- 72 A principios de 1925 fue anunciado en Inglaterra que OTRA cura para el cáncer había sido descubierta. Esta CURA era una preparación de plomo, y fue informado que en muchos casos había resultado en una cura rápida de la enfermedad. A pesar de eso, desde luego que el plomo es un arma muy peligrosa, nosotros fuimos advertidos que debía ser usada con gran precaución y debería ser empleada únicamente por expertos. Transcurrieron más de tres años, y fue entonces anunciado por el doctor J. B. Hume, del Hospital de St. Bartholomew, de Londres, "que él (el tratamiento de plomo para el cáncer) había convertido en ruinas físicas hasta los pacientes más fuertes." Otro "gran descubrimiento" fue pregonado al mundo bajo grandes titulares en la prensa pública y encumbrado hasta los cielos por esta misma prensa; demostró ser por si mismo, a través de la prueba, una broma cruel para las esperanzas de las pobres víctimas del cáncer y un flagelo inmisericorde para sus cuerpos. Los diarios nada dijeron de todo ésta, o tal vez las pocas líneas que le dedicaron las ocultaron lejos, en alguna esquina oscura de sus páginas negras. No hubo titulares luminosos. No hubo desperdicio de espacio valioso de columna tras columna para hablar de este otro fracaso. Pero ellos repetirán por la millonésima vez sus anuncios sensacionales del "gran descubrimiento" cuando sea comunicada la próxima "cura para el cáncer". Ellos mantienen a las pobres víctimas del cáncer a caza de los frecuentes manojitos de curas anunciados por los laboratorios, los cuales siempre son presionados fuertemente para que "muestren resultados". Drogas y sueros han sido empleados para "curar" el cáncer y los resultados siempre han sido los fracasos. Esto es admitido muy libremente. Con todas estas "curas" nada ha sido hecho para corregir el metabolismo del cuerpo pervertido, el cual hace posible el desarrollo. Los elementos del metabolismo normal no han sido considerados tan importantes como medios para el restablecimiento del metabolismo normal. La diátesis constitucional subyacente totalmente ha sido ignorada y toda la atención se le dispensa a la condición local. Las causas de la perversión del metabolismo han sido Ignoradas y se les permite persistir, con el resultado de que la enfermedad continúe y venga a ser peor. Usualmente, si no siempre, el tratamiento empleado se adiciona a la perversión del metabolismo, y así., la "cura" ha demostrado ser peor que la enfermedad. Un grupo pequeño de médicos diseminados por el campo, que no son respetados por la gran masa de médicos, proclaman curar millares de casos de cáncer por medio del empleo de drogas llamadas por los doctores narcóticos. Escaróticos (cáusticos) son drogas que destruyen los tejidos. Ellas destruirán carne sana como también estructuras enfermas, y no pueden ser confinadas absolutamente a las partes enfermas. Ellas están sometidas a las mismas objeciones que se hacen a todos los otros métodos de destrucción del crecimiento que no tienen ni aún el más remoto efecto en la corrección o remoción de las causas del cáncer. Estos métodos son empleados por hombres que diagnostican CUALQUIER COSA QUE LLEGUE A ELLOS COMO CÁNCER, y que pregonan al mundo la cura de un cáncer cuando remueven una verruga, un lunar, una úlcera abierta o crecimientos de cualquier clase que no son malignos. Los libros sobre el cáncer, en su mayor parte, son repeticiones de otros libros sobre la misma materia. Existe mucha iteración (reiteración, repetición), pero poca adición. Ellos viajan en círculos, sin hacer progreso alguno. La cirugía, los rayos X y el Radio siguen siendo las hojas del áncora del tratamiento. Y cada hombre de la medicina que emplea éstos sabe que está practicando un fraude y un timo con sus pacientes y que, además, los está perjudicando. Ellos saben muy bien que no les están haciendo y que no pueden hacerles nada bueno por estos medios. ¿Cuánto tiempo continuará la gente sometiéndose a semejantes tratamientos? ¡Sólo el cielo lo sabe!...

CÁNCER. SHELTON.- 73 Una reseña del volumen I de tres grandes volúmenes que forman un trabajo sobre el cáncer hecho por las autoridades alemanas, la cual apareció en Cáncer en octubre de 1925, dice: "La cirugía y la irradiación todavía son vistas como las hojas del áncora del tratamiento, pero existen unas pocas referencias significativas a la terapia del suero y de la vacuna. Todavía se hace énfasis para sentar el diagnóstico temprano, la intervención quirúrgica y la ausencia de dolor hasta la última fase de la enfermedad. Por el otro lado, el problema de la metástasis, especialmente en la temprana invasión esqueletal, es omitido lastimosamente, con excepción de Kocher." Este gran trabajo meramente repite otros trabajos. Un recital breve de unos pocos casos de cáncer y supuesto cáncer, los cuales estuvieron bajo mis cuidados, y los resultados obtenidos, probarán ser de algún interés. En 1921 atendí a una joven de diecisiete años de edad con una protuberancia pequeña sobre su pecho. Dos médicos dijeron que la condición era cancerosa y prescribieron operación. La madre de la joven rehusó considerar una operación. Bajo mis cuidados la protuberancia desapareció completamente en tres días. Después de unos pocos días de la "Semana del Cáncer", en 1928, una enfermera titulada, con varios años de experiencia, me consultó en la ciudad de New York. Desde hacía siete años tenía una protuberancia pequeña sobre el pecho y había sido removida mediante intervención quirúrgica, obligada por el cirujano para quien trabajaba. En la fecha en que me consultó tenía otra protuberancia semejante, pero no deseaba ser operada otra vez. Le suprimí a la señorita su dieta regular y nada le di de comer, con excepción de pomelos sin azúcar, durante siete días. Al final de este período nada quedaba de la protuberancia. Yo publiqué un resumen breve del caso anterior en uno de mis artículos diarios en el New York Evening Graphic. La historia hizo que una señora joven y hermosa, de veintiuna primaveras, me consultara acerca de una protuberancia en su pecho. La joven señora era una de esas mujeres raras que son poseedoras de ambas hermosuras, la de la cara y la de la forma, y no estaba dispuesta a que se le mutilara el pecho mediante la ejecución de una operación. Ella también había contraído matrimonio y esperaba en lo futuro llegar a ser una madre. En su pecho había una protuberancia poco más o menos del tamaño de un huevo de ganso, la cual le había ocasionado considerable dolor durante un lapso de tres meses. Tres médicos diferentes la habían examinado y cada uno de ellos insistió en la remoción del pecho. Ninguno de ellos había diagnosticado la condición definitivamente como cáncer, pero ellos habían dejado sobre la mente de la señora una impresión fuerte de que eso era. Ella entró en mi oficina un viernes, a las ocho de la mañana; inmediatamente después le impuse un ayuno, diciéndole que regresara a la misma hora del lunes en la noche. Cuando ella regresó el lunes por la noche, exactamente tres días después, ya no tenía protuberancia en el pecho, y me declaró que no había sufrido dolor durante todo el día. Muchas mujeres desarrollan estas protuberancias en sus pechos. Ningún experto puede decir definitivamente si ellas son cancerosas o no. Una operación exploratoria es peligrosa, y por eso ellos siguen la regla: "En casos de dudas, operar." Millares de mujeres, anualmente, son sometidas a operaciones radicales innecesarias, desfigurantes y muy costosas, por estas glándulas endurecidas. Si llega a suceder que es una disposición cancerosa, la operación puede ser suficiente para que surja en seguida un cáncer real, como una consecuencia desastrosa de la operación.

CÁNCER. SHELTON.- 74 Yo fui llamado para cuidar de otro caso en 1928, a continuación del anuncio "Consulte a su médico semanalmente" (Semana del Cáncer), y era el de una mujer de cerca de cuarenta y cinco años de edad, que había sufrido la operación radical del pecho izquierdo dos años antes—fueron removidos totalmente el pecho y las glándulas adyacentes—. La paciente me refirió su historia como sigue: Ella había descubierto accidentalmente una protuberancia en el pecho, mientras se bañaba. Un médico había diagnosticado la condición como cáncer y prescribió una operación. Ella estaba disfrutando de un promedio de salud y trabajando diariamente. Cuando entró al hospital se sentía bien —ellos la sacaron y la llevaron a su casa en una ambulancia. Durante dos años había permanecido confinada en la cama, incapacitada para levantarse, y estuvo sufriendo dolores severos durante todo este tiempo, excepto cuando se encontraba bajo la influencia de narcóticos que le suplía la enfermera visitante. El descubrimiento de protuberancias en el otro pecho, unos días antes de que yo fuera llamado, trajo a su mente el cuadro de otra operación. Veinticuatro horas de ayuno aliviaron sus dolores; una semana de ayuno la relevaron de sus protuberancias en el pecho y al final de seis semanas de alimentación apropiada, estuvo capacitada para levantarse de la cama durante varios minutos cada vez. En este caso, el primer cáncer por el cual se ejecutó una operación que la desfiguró y la invalidó, no era más cáncer que el segundo, el cual se desvaneció antes de una semana de ayuno. Yo he atendido numerosos casos del tipo de aquellos que dejo referidos arriba y estoy seguro que millares de operaciones son ejecutadas cada año en casos similares. Conforme mi punto de vista, es preferible que algunos cases de cáncer se dejen correr hasta que vienen a ser inoperables, que operar sobre muchos casos que no son cáncer. Algunos de estos casos que no son de cáncer, dan por resultado la muerte del paciente a causa de la operación. Muchos de ellos son invalidados de por vida y millares más son desfigurados considerablemente. Semejantes operaciones no son nada inferiores a los crímenes. A un hombre, en la ciudad de New York, sus médicos le concedieron seis semanas de vida, pues habían diagnosticado su condición como cáncer. Al momento de escribir esto, seis años más tarde, el hombre todavía está viviendo y trabajando de nueve a diez horas diariamente. En 1926 vino a consultarme un hombre que había sido operado de cáncer en el recto. El sigmoideo había sido separado y se hizo una abertura en la pared del estómago, a través de la cual la terminación del sigmoideo fue arrastrada y amarrada. Así, el colon se vaciaba por sí mismo a través de la pared del abdomen. Debido a la ausencia de los músculos del esfínter del ano, el hombre no tenía control voluntario sobre el paso de las heces y ningún anuncio (impulso) era necesario para el movimiento de los intestinos. La descarga era más o menos constante, en vez de periódica. Esta era una fuente de gran fastidio e incomodidad para él. El cirujano lo había tenido sometida a una dieta exclusiva de carne y algunas veces se le administraban narcóticos para aliviarle los dolores. Yo suspendí ambas, la carne y la droga, y le impuse una dieta de jugo de naranjas. En doce horas estuvo libre de dolores y, cuando más tarde, fue alimentado con una dieta más liberal, sus dolores no retornaron. El ganó en salud y fuerza, pero, por supuesto, no pudo recuperar. El caso de un tumor fibroide, aproximadamente del tamaño del puño de un hombre, en la matriz de una mujer de treinta años de edad, a quien yo atendí, fue reducido en tamaño considerablemente en dos meses de ayunos cortos alternados con una dieta de frutas y legumbres.

CÁNCER. SHELTON.- 75 Otro caso de un tumor fibroide, como del tamaño de una naranja grande, en la matriz de una mujer negra, de más de cuarenta años de edad, a quien yo atendí durante dos meses, más o menos, mejoró considerablemente en ese mismo tiempo. Los cirujanos diferían de opinión respecto al caso. Una parte de ellos querían que se operara, mientras que otros insistían en que las condiciones de su corazón (estaba malo) no permitirían una operación. Cuando fui llamado había una hemorragia continua de la matriz y la paciente se encontraba demasiado débil como para poderse mover de la cama. Tres días de ayuno terminaron con la hemorragia y en dos semanas ella estuvo apta para abandonar la cama y andar por los alrededores. No hubo recurrencia de la hemorragia de allí en adelante y al final de dos meses fue considerable la reducción en el tamaño del tumor. Fue advertida que sería necesario mantener el régimen que le había impuesto, muy fanáticamente, cuando menos durante dos años. Ella prometió hacerlo así y se marchó a vivir en su lugar de origen. Pero lo más difícil es conseguir que las personas conserven estas normas suficiente tiempo. En 1926, una señora joven vino a mi sufriendo con malestares femeninos y un fibroma. Tan pronto como estuvo aliviada del dolor dejó de venir y retornó a sus anteriores modos de vivir. Poco más o menos un año después regresó, pero esta vez en una condición incurable. Se sometió a una operación y falleció dos o tres días más tarde. En 1926 un quiropráctico me trajo a una señora que pasaba los treinta años de edad, una sirviente en casa de su padre, que estaba sufriendo de cáncer en el útero. Ella siguió mis instrucciones durante dos meses y obtuvo una gran mejoría. Después salió al campo en la temporada de verano y falló en seguir las instrucciones. Cuando comenzaron a retornarle los sufrimientos fue constreñida a una operación, a consecuencias de la cual falleció. En 1924 atendí a un hombre de más de cincuenta años de edad, en un sanatorio con el cual estaba conectado; padecía de cáncer en el recto. Por un rato alcanzó una mejoría notable: su estado de salud general subiendo y el crecimiento del cáncer descendiendo. Sine embargo, él no pudo mantenerse más allá del tiempo de tres meses. Al final de este tiempo comenzó a escaparse del sanatorio para ir a un restaurante, donde se rellenaba de carne y los acompañamientos usuales, pan blanco y café, finalizando con un tabaco fuerte. Después solicitó que se le permitiera marchar a su casa cada viernes por la tarde, para pasar el sábado en su establecimiento de ferretería, atendiendo a los agricultores que llegaban ese día a terminar sus negocios. Sábado y domingo se festejaba en casa, con todas las abominaciones que uno puede encontrar sobre las mesas de la tierra, y el lunes por la mañana regresaba al sanatorio con grandes dolores y sufrimientos. El hombre, efectivamente, parecía encontrarse falto de voluntad para, curarse y, por lo tanto, no desistiría de los "placeres" del paladar y del tabaco el tiempo necesario e indispensable para restablecer la buena salud. Últimamente su muerte fue inevitable. Recientemente, un ex paciente mío me llamó por teléfono desde Milford, Conn.. Un amigo suyo tenía un tumor en el cerebro y los doctores estaban urgiendo una operación inmediata. Deseaba saber qué podría hacer por el caso. Le dije que el paciente debía serme traído inmediatamente a San Antonio, Texas. Unos pocos días después llegó el paciente —fue temprano de la mañana de un domingo cuando llegó—. Varias doctores habían diagnosticado su condición como tumor en el cerebro y todos querían operarlo. Habían sido tomadas varias radiografías de la cabeza, a pesar del hecho de que es imposible diagnosticar un tumor en el cerebro con los rayos X.

CÁNCER. SHELTON.- 76 Confiné en la cama al paciente al momento y le suspendí todo alimento. Abandonó la cama el martes en la mañana y estuvo listo para regresar a su casa. Cada uno de los síntomas del tumor en el cerebro habían desaparecido, estando los síntomas concentrados en un dolor de cabeza severo, el cual había soportado durante semanas y el cual los hombres de ciencia bien preparados de la ciudad de New York y sus inmediaciones fueron incapaces de aliviarlo. Después de varias semanas de tratamiento en el Hospital Policlínico de la ciudad de New York (antes de venir a mí), el dolor de cabeza del paciente se encontraba tan severo como siempre. Sacudir la cabeza o inclinarla hacia adelante hace que el dolor de cabeza sea mucho más intenso. El martes en la mañana, muy temprano, el paciente se había levantado, por interrupción del sueño a consecuencias de un dolor de cabeza más intenso, como nunca jamás lo había experimentado. El describió lo que sentía como si alguna cosa dentro de la cabeza tirara de los tejidos. El dolor creció más intenso hasta "que vino a ser insoportable y me interrumpió el sueño", dijo él. Cuando despertó al romper el día, su cabeza la sentía más liviana y más clara, despejada, y no había dolor. Se levantó y sacudió su cabeza, inclinándola después hacia adelante, pero todavía no hubo dolor. El se vistió y se preparó para regresar a su casa. "Yo no sé qué ha ocurrido me dijo—. Me parece un milagro. Pero me siento muy bien y estoy listo para regresar a casa." Yo tuve éxito en demostrarle que no se encontraba bien por el mero hecho de estar libre del dolor, y permaneció conmigo dos semanas antes de tomar el tren para regresar a su casa. Durante este tiempo él nunca tuvo ni la punzada más insignificante de dolor en la cabeza o en cualquier otra parte. Su "tumor" fue curado completamente por medio de una operación sin sangre. Por supuesto, este paciente no tenía un tumor, conforme yo lo decidí después de recitarme su historia, pero el hecho significativo es que él no habría prevenido una operación, de no mediar la circunstancia de persuadirlo un ex paciente mío para que viniera aquí. El solamente tenía una congestión venosa en la cabeza, la cual había sido perpetuada por excesos de comida y por el consumo de paquete y medio de cigarrillos diariamente. Los casos arriba mencionados, los cuales son típicos, quedan comprendidos lógicamente dentro de tres clases, como sigue: 1) aquellos que recuperaron completamente, pero que no eran cánceres; 2) aquellos que alcanzaron una gran mejoría, pero que no le dieron a sus personas una oportunidad para completar la recuperación, y 3) aquellos que obtuvieron una gran mejoría, y cuyos resultados finales no pueden ser conocidos por haberse sustraído de mi observación. Un caso de un carácter algo diferente debe ser dado a conocer antes de finalizar este capítulo. En enero de 1926 me fue traída una mujer de sesenta años de edad, poco más o menos, con cáncer uterino en un estado no muy avanzado. La mujer tenía cuarenta y cinco libras de exceso de peso, sufría de constipación crónica, de indigestión crónica, distensión gaseosa del abdomen, dolores de cabeza frecuentes y dolores en la región lumbar, con otros síntomas menores. Cuatro hombres de la medicina habían diagnosticado su caso de cáncer y cada uno de ellos había urgido una operación inmediata. Los rayos X revelaron cáncer. Mientras la señora estuvo bajo mis cuidados fue llevada al doctor Bulkley, con el propósito de calmar las mentes de aquellos miembros de la familia que deseaban fuera operada, y él confirmó el diagnóstico de cáncer. Yo revisé todo para establecer la certeza razonable de que esto era un caso de cáncer.

CÁNCER. SHELTON.- 77 Esta mujer ayunó durante treinta días en cama, bebiendo solamente agua durante este tiempo, bajo mi dirección. Durante los dos meses siguientes al ayuno se le mantuvo bajo un régimen de hambre. Durante este periodo de tres meses, ella perdió cuarenta libras de peso y con ellas todos sus malestares. Todos los síntomas de los cuales ella se quejaba —dolores de cabeza, gases, dolores en la espalda, etc.— desaparecieron durante los primeros quince días del período de ayuno. Su salud vino a ser mejor de lo que había sido durante muchos años y ha continuado así. Esta mujer ha perseverado viviendo de acuerdo con las instrucciones que se le dieron y, como una consecuencia, no ha habido recurrencia del cáncer. La cura de la condición fue confirmada por dos hombres de la medicina, siendo uno de éstos uno de los cuatro que previamente habían urgido una operación inmediata en su caso. A mí no me agrada brindar promesas falsas. Yo no quiero que se piense que he encontrado una cura segura para el cáncer, cualquiera que sea su estado. Pero yo estoy seguro, por razón de mi experiencia con los casos de cáncer, que nosotros podemos sentar tres proposiciones, las cuales serían imperturbables, a saber: 1) El cáncer puede ser prevenido mediante un modo de vivir correcto. 2) El cáncer, excepto en su última fase, puede ser curado por medio de los métodos aquí esbozados y únicamente bajo la condición de que el paciente continúe practicándolos durante un tiempo suficientemente prolongado; y 3) El cáncer, una vez curado por medio de los métodos naturales, no recurrirá, si es seguido un modo de vivir correcto de allí en adelante. CAPÍTULO XI.- LA CURA DEL CÁNCER TODA CURA es autocura. El poder de curar reside únicamente en la materia viviente. Las condiciones de cura no residen absolutamente en cosas externas, sino dentro de unas cuantas cosas simples, sin más. La búsqueda de curas de todos los tipos por el hombre ha sido fútil, porque semejantes cosas no existen ni pueden existir. Una cura para el cáncer, en el sentido que ésta es entendida comúnmente, nunca será encontrada. Semejante cosa pertenece al reino de lo imposible. Las curas se encuentran en el mismo rango quimérico de la piedra filosofal, del movimiento perpetuo, de los alimentos condensados y del Santo Grial. Existen unos pocos problemas inmediatos que confrontar en el cáncer. Si éstos pueden ser confrontados, la vida del paciente será salvada y su salud últimamente restaurada. Para enfrentar éstos, nosotros debemos olvidar la noción prevaleciente de que el cáncer es una enfermedad local y preocuparnos por el conjunto del cuerpo, con miras a fortalecerle y restablecerle ciertos factores normales internos que han sido invalidados. El doctor Bulkley dice: Los trabajos experimentales hace tiempo y repetidamente han demostrado que el crecimiento de las células, ya sean buenas o malas, es modificado, y en forma no incierta, por el carácter de la nutrición proporcionada. Ha sido observado repetidamente que el cáncer desaparece espontáneamente, y tales casos han sido registrados por hombres de la medicina cuidadosos y competentes; en algunos de estos ejemplos ello ha ocurrido en conexión con el cambio radical en el modo de comer y de vivir, pero en la mayoría de dichos ejemplos no existe registro de la causa especial de su desaparecimiento."

CÁNCER. SHELTON.- 78 Indudablemente existen condiciones sistemáticas las cuales son antagónicas a la proliferación de las células anormales, exactamente como existen condiciones las cuales favorecen tales crecimientos. Las condiciones sistemáticas las cuales son antagónicas a tal crecimiento son las condiciones normales, y deben estar presentes en tordo memento, aun cuando existan tales crecimientos, aunque sea en un grade menor o debilitado. Si esta condición 'anticancerosa" puede ser restaurada, por necesidad tiene que suspenderse el crecimiento del cáncer, y hasta en algunos, si no en todos los casos, la causa' del cáncer experimentará la involución y desaparecerá. Estos factores sistemáticos, los cuales son antagónicos a la proliferación de las células anormales, deben depender de aquellas mismas fuerzas y agentes naturales de los cuales depende el crecimiento de las sanas y normales. La restauración de estas fuerzas "anticancerosas" del cuerpo, entonces, debe depender de una restauración de las buenas, esto es, de la nutrición normal, de la eliminación eficiente y de la función fisiológica normal en todas las partes del cuerpo. Teclas las causas de la enfermedad, aun cuando relativamente se juzguen sin importancia, deben ser corregidas y removidas, y todos los esfuerzos por encontrar una causa específica deben ser abandonados. Cada una de estas cosas es sumamente importante. El crecimiento del cáncer debe ser suspendido, el cáncer debe ser destruido y sus causas removidas. Más todavía, el cuerpo debe estar capacitado para absorber el neoplasma o, de otro modo, debe ser encontrado un método para destruir el cáncer, el cual no sea peor que el cáncer en sí. Estoy muy lejos de declarar que un método satisfactorio para destruir el crecimiento, particularmente en sus fases iniciales, no podrá ser encontrado; pero yo insisto en que tal destrucción es menos de la mitad de la solución de los problemas presentados por los crecimientos cancerosos. Usted podrá destruirlo a voluntad por cualquier medio, pero recurrirá a menos que sus causas sean corregidas o removidas. Con frecuencia yo he pensado que donde son hechas las operaciones para la remoción del cáncer temprano, últimamente ellas podrían demostrar ser exitosas si fueran seguidas de lo apropiado. Pero siempre el cirujano no hace más que cortar. El paciente es despachado del hospital sin una sola instrucción acerca de qué debe comer y cómo debe vivir. A él o a ella se les facilita retornar a los mismos métodos de comer y vivir que sentaron las bases para el cáncer en su primer plano. Es absolutamente natural una recurrencia dentro de un tiempo corto. La eliminación de la toxemia y la alcalinización del cuerpo antes de la operación, y el modo apropiado de comer y vivir después de la operación, alguna vez debieran hacer todas las diferencias en los resultados fundamentales de estos casos. Estos mismos principios deberían mantenerse estrictamente con cualquier otro método para destruir o absorber el crecimiento. Las fuerzas del cuerpo son nuestras mejores y más seguras aliadas para llevar a cabo el desaparecimiento espontáneo del cáncer, si nosotros reconocemos que estas fuerzas dependen de la salud y de los factores de la salud y no de la enfermedad, ni de las drogas, ni de los sueros de los médicos. Es absolutamente natural que yo no pueda ser específico en el delineamiento de los cuidados que se le deben dispensar a un paciente de cáncer. Yo solamente puedo dar reglas generales. Cada paciente debe ser tratado individualmente y los cuidados tienen que ser modificados para amoldarlos a sus necesidades. Los tratamientos en masa no son satisfactorios. Las prescripciones generales en la dieta, por ejemplo, es un procedimiento acertado y evita problemas. El mejor consejo que yo puedo brindarle al paciente de cáncer es que él o ella pongan a sus personas bajo los cuidados de alguien completamente versado en los métodos naturales, dejando en libertad al doctor para que amolde los siguientes métodos a las necesidades individuales de cada uno.

CÁNCER. SHELTON.- 79 Yo debo decir enfáticamente que estas medidas deberán ser instituidas temprano. No existen enfermedades incurables, pero existen casos incurables. Cada enfermedad es curable (por medios naturales) si las condiciones apropiadas son proporcionadas lo suficientemente temprano, pero ninguna enfermedad es curable después que la destrucción de partes vitales ha pasado más allá de cierto estado. El cáncer alcanza un estado incurable, después del cual los siguientes métodos pueden proporcionarle solamente confortamiento. Si el cáncer se ha desarrollado y no ha progresado más allá del estado curable, o si existe cualquier crecimiento u otra condición que pueda ser considerada como un principio" de cáncer, su cura dependerá de una revolución, renovación y reconstrucción sistemática radicales y de un modo de vivir fisiológico de allí en adelante. Permítame prevenirlo contra los principios, pues a pesar de ellos, no todas las condiciones que ahora son consideradas como signos de cáncer se desarrollarán en cáncer. Supongamos que usted tiene lo que resulta sospechoso de ser cáncer. ¿Qué haría usted? Primero, eliminar de su mente todo miedo y preocupación, porque éstos debilitan su cuerpo, desequilibran sus secreciones, suspenden la excreción, desarreglan la nutrición y tienden a producir la condición verdadera que usted desea evitar. No puede existir mayor crimen contra el paciente o contra el público que grabarles en la mente el miedo a la enfermedad. El conocimiento correcto expulsa al miedo. La incidencia de la tensión nerviosa y de la excitación de la vida moderna ha causado grandes daños a su cuerpo y a sus funciones; el descanso del cuerpo y la paz de la mente vienen a ser esenciales para la restauración de la salud y para la CURA del cáncer. No deberán existir precipitaciones o excitaciones y preocupaciones innecesarias. Las emociones no deberán ser sometidas a esfuerzos y tensiones. Cuando sea posible, uno deberá alejarse de la vida acostumbrada, con sus preocupaciones y distracciones, y tomar un descanso completo de mente y cuerpo. Deje atrás todas las preocupaciones y responsabilidades. Horas de sueño tranquilas y prolongadas, con aire fresco abundante en la recámara, harán mucho para restaurar las funciones normales en todas partes del cuerpo y así asistir en la restauración del metabolismo normal y de las condiciones normales de los jugos y fluidos del cuerpo. A continuación, suspenda todos los hábitos enervantes y desvitalizadores. Cese las libaciones de té, café, cacao, chocolate, alcohol y aguas sucias de fuentes de soda; absténgase del fumado, de los catárticos y toda otra clase de drogas. Renuncie a todos ellos inmediatamente y no trate de hacerlo en procesos de disminución. Refrénese de toda indulgencia sexual y evite la excitación sexual. Corte de tajo la vida nocturna, las emociones y las excitaciones vivas. Es necesario para usted conservar su energía en cada forma posible y no gastarla y disiparla. Todas las puertas a través de las cuales pueden filtrarse sus fuerzas nerviosas o vitales deben ser cerradas. Para que usted pueda recuperar sus fuerzas disipadas y así incrementar la eficiencia de sus funciones fisiológicas, usted debe descansar y dormir. Cuando sea posible, un descanso prolongado confinado en la cama realizará la recuperación deseada. Cuando esto no sea posible, instálese en la cama temprano (tan temprano como las circunstancias se lo permitan) todas las noches y permanezca en la cama tanto tiempo como le sea posible la mañana siguiente. Si su trabajo se lo permite, tome media hora o una hora de descanso todas las tardes. Descanse ambos, la mente y el cuerpo, y esté seguro que mientras mayor sea el descanso más rápidamente alcanzará su recuperación. La mayor parte de los métodos de tratamiento son dañinos. Muchos métodos de tratamiento que están en boga, los cuales son llamados métodos naturales, no son métodos naturales. Estos

CÁNCER. SHELTON.- 80 métodos son medidas para jugar con las funciones del cuerpo, estimulando o inhibiendo éstas, conforme el operador desea, y no tienen efectos beneficiosos sobre el cuerpo. Por el contrario, todos estos manoseos con las funciones son dañinos decididamente y deberán ser evitados celosamente. Así como he enfatizado poderosamente la necesidad del descanso, igualmente con la misma fuerza deseo exigir la necesidad del ejercicio. Es imperativo el ejercicio diario de todo el cuerpo durante unos cuantos minutos. Si uno está en cama, éstos pueden ser practicados mientras se permanece acostado. Pocas cosas tienen influencias tan ricas y profundas sobre el cuerpo como la luz solar. Ella casi hará de nuevo al cuerpo; yo he visto crecimientos tumorosos pequeños sufrir una involución rápida solamente bajo su influencia. Un baño de sol diario, o cuando menos un baño de sol cada dos días, se encontrará que es de valor indecible. Si el clima es caliente, el baño deberá tomarse en la mañana o en la tarde. Si es en invierno, el baño puede ser tomado en su cuarto con la luz solar entrando a través de la ventana abierta. Es imperativo que la ventana tenga abiertos sus cristales, porque éstos impiden el paso de los rayos beneficiosos del sol. Si usted se encuentra en la ciudad y sin un lugar apropiado para tomar su baño de sol, vístase con una bata de baño ligera o con un traje ralo y súbase al tejado de la casa para tomar su baño. Tan pronto como nosotros desarrollemos en nuestros niños y en nosotros mismos tanto interés como el que tenernos por nuestros árboles y prados de nuestros parques, cada ciudad será provista de parques públicos para baños de sol de sus ciudadanos, Cuando esto sea hecho, el cáncer comenzará a declinar. Por baño de sol yo no significo el uso de lámparas. No existe sustituto para la luz solar. Ninguna lámpara de rayos ultravioleta nos da luz solar o produce los mismos efectos de la luz solar. No recurra a éstas con la creencia de que ellas han sido hechas para tomar el lugar del sol. Yo necesito enfatizar fuertemente sobre la necesidad de aire fresco y aseo. La mayor parte de nosotros reconoce la importancia de estos. Usted necesita meramente tomar un baño a temperatura moderada, evitando los extremos de caliente o fría, y lavar su cuerpo tan rápidamente como le sea posible. No permanezca dentro del agua hasta embeberse. Como un medio para alcanzar un cambio rápido y radical en los fluidos del cuerpo, como un medio para detener el crecimiento de los tejidos cancerosos y como un medio excelente para purificar los fluidos del cuerpo, un ayuno de corta o larga duración, dependiendo de las condiciones individuales, marcará el comienzo de cualquier programa remediador. Ayunos subsecuentes pueden ser necesarios y beneficiosos. Al principio, un ayuno debe ser impuesto. La extensión del ayuno tendrá que ser determinada por la condición y circunstancias individuales de cada caso. Donde esto es posible yo prefiero más un ayuno prolongado en condiciones de esta clase. Donde un ayuno prolongado no es posible, una serie de ayunos cortos con alimentación cuidadosa entre los ayunos serán necesarios. En muchos casos en que parece ser el comienzo del cáncer, un ayuno prolongado será suficiente para vencerlo y erradicarlo completamente. El ayuno deberá ser hecho bajo la supervisión de uno que haya tenido una experiencia amplia con este proceso. Cuando el ayuno no ha erradicado absolutamente la condición, la dieta de allí en adelante debe ser un "régimen de hambre". Este estará compuesto de legumbres verdes, cocinadas y crudas, pero preferentemente crudas y frutas frescas. Las proteínas, azúcares y pastas (almidón) no deben ser incluidas. El objeto principal de tal dieta es restaurar la alcalinidad normal de los fluidos y tejidos del cuerpo, asegurar la suma máxima de la eliminación, prevenir el uso excesivo de proteínas y carbohidratos, y así, asegurar exactamente la nutrición apropiada de las células y tejidos del cuerpo.

CÁNCER. SHELTON.- 81 Un metabolismo pervertido yace en el fondo del cáncer y cada esfuerzo debe tender a restaurar la nutrición a lo normal. Para este fin la dieta y cada otro factor que influencie la nutrición deben ser corregidos. La dieta deberá ser supervisada por uno que esté familiarizado completamente con la dietética natural. Unos pocos doctores de todas las escuelas conocen algo concerniente a dietas. Mi obra LA DIETA NATURAL DEL HOMBRE, suplirá el conocimiento en dietas necesitado. Debe ser observada una moderación extrema en comer. Un "régimen de hambre" deberá ser continuado tanto tiempo como pueda ser practicable. Todos los productos desnaturalizados, todas las carnes, leches o productos lácteos y huevos deberán ser evitados especialmente. Conservas enlatadas no deberán ser comidas. Frutas o legumbres conservadas deberán ser de uno u otro modo: secadas al sol o deshidratadas. Frutas ácidas en abundancia son deseables especialmente. Esta dieta debe ser adaptada a los requerimientos del caso Individual por alguien que entienda ambos, el caso y la ciencia de la dietética natural. Después que la salud ha sido restaurada, el modo de vivir es de gran importancia. La reforma en el modo de vivir no es semejante a una droga. No es algo que usted toma mientras se encuentra enfermo y lo suspende después que se encuentra bien —a menos que usted desee enfermarse otra vez—,Yo estoy convencido que una vez que el cáncer es curado por los métodos naturales, no recurrirá si uno no retorna a los modos de vivir anteriores. Los pacientes que recobran la salud y que retornan a sus hábitos anteriores productores de la enfermedad, reproducirán sus enfermedades. Un borracho puede estar sobrio suspendiendo la libación de alcoholes. Pero, si después de encontrarse sobrio retorna a la bebida, vendrá a ser borracho otra vez. La cura es una evolución invertida. Se requiere tiempo para que la salud completa sea restaurada y después que ésta se encuentra restablecida puede ser mantenida solamente mediante una conformidad estricta con las leyes de la vida en nuestro diario vivir. No corneta la equivocación de pensar que usted se encuentra bien cuando todos los síntomas han desaparecido. En tal fase usted solamente ha comenzado a estar bien. Una vez que usted haya principiado a estar bien, persevere por siempre día tras día. GLOSARIO ADENOMA. Tumor de una glándula linfática. ADENOMATA: Plural de adenoma. AMIBOIDEO: Semejante a la amiba. ANOREXIA: NECESIDAD de apetito sin repugnan por el alimento. ARTERIOLAS: Arterias pequeñas. CAQUEXIA: Mala salud debida a empobrecimiento de la sangre. CARCINOMA: Un tumor maligno, cáncer. CONSENSO: Mutuamente consentido o de acuerdo; aquiescencia, simultáneo. CENTROSOMA: Un cuerpo redondeado a lo largo de los lados del núcleo de una célula sufriendo división. CROMOSOMA: Cierta fibra formada durante la división de la célula. DIATESIS: Predisposición morbosa a una enfermedad particular. DISCRASIA: Mala salud o estado de constitución. EDEMA: Inflamación producida por la efusión de fluidos acuosos de los vasos sanguíneos a través de las paredes capilares dentro de los espacios intercelulares de los tejidos conectivos. EMBRIONICOS (RESIDUOS): Células embriónicas en los tejidos.

CÁNCER. SHELTON.- 82 ENDOTELIO: Membrana que forra las cavidades del cuerpo sin estar conectada con las superficies externas, como dentro del corazón y dentro de los canales sanguíneos y linfáticos. ENDOCRINA: Secreción interna. EPITELIAL: Membrana forrando el tracto alimenticio y sus apéndices, todas las glándulas y sus conductos, vasos linfáticos y sanguíneos. EPITELIOMA: Crecimiento canceroso de la piel. ETIOLOGICO: Causativo. ESTASIS: Circulación lenta. Atasco. Carencia o detención de la circulación sanguínea no debida a deficiencia de las palpitaciones del corazón, sino a la resistencia anormal de las paredes capilares como se ve en la inflamación. EXÓGENO: De afuera. FIBROIDE (TUMOR), FIBROMA: Tumor de músculo y fibra; un tumor con estructura fibrosa. FIBROADENOMA: Un tumor fibroso de una glándula linfática. FIBROMA: Un tumor de tejido fibroso. GANGRENA: Podredumbre debida a interferencia con la nutrición. GASTRICA (ULCERA): Ulcera en el estómago. GENETICAMENTE: Relacionado por sus modos de producción o desarrollo; perteneciente a generación. HOMOTRASPLANTACION: La trasplantación voluntaria de células cancerosas. HIPERNUTRICIÓN: Exceso de nutrición. HIPOCONDRIA: Ansiedad morbosa como de alguien en buena salud. HIPONUTRICION: Nutrición deficiente. IDIOPATICAMENTE: Espontáneo; primario; enfermedad idiopática, una enfermedad existente por sí misma. INITIS: Inflamación del tejido muscular o fibroso. INTESTINAL (ATONIA): Constipación. LESION: Cualquier cambio morboso en ejercicio de un órgano o función. LITIASIS: Acido úrico en la sangre. LINFATICOS (NODULOS): Glándulas linfáticas pequeñas que ayudan a la destrucción de toxinas orgánicas. MAMA: Órgano glandular para la secreción de leche; pechos de la mujer. MELANCOLIA: Carencia de salud mental caracterizada por depresión espiritual. MESENTERIO: Pliegues de tejidos en el abdomen soportando los intestinos. METABOLISMO: Cambio celular. METASTASIS: Un cambio en el asiento de una enfermedad. METAMORFOSIS: Cambio de forma o estructura. MORFOLOGICO: Ciencia de la forma y estructura de los órganos del animal. NEURASTENIA: Postración nerviosa. NECROSIS: Muerte parcial o total del hueso. NEOPLASMA: Un crecimiento nuevo; cualquier formación anormal o nueva. NOSOGENIA: El desarrollo y progreso de la enfermedad. NOSOLOGICO: Perteneciente a la nosología. NOSOLOGIA: La clasificación científica de la enfermedad. PATOFERICO: Produciendo enfermedad. PATOLOGICO: Enfermo. PELOSIS: Tendencia a ponerse azul y negro por injurias pequeñas.

CÁNCER. SHELTON.- 83 FAGOCITICO: Característica de destruir microbios. PERIFERIAL (DISTROFIA EPITELIAL): Nutrición defectuosa de la superficie epitelial o de la piel. PRECANCEROSO (ESTADO): La condición antes de que el cáncer se manifieste por sí. PROLIFERACION: Producción repetida y rápida de células. RUMORES: Un sonido adventicio, usualmente de origen morboso, acompañando a los sonidos respiratorios corrientes. SARCOMA: Un tumor de tejida conectivo. SEPSIS: Envenenamiento de la sangre. SUBINTIMO (TEJIDO): Tejido bajo la cubierta interna de las arterias. SUIGENERIS: Formando una clase por sí misma. SINDROME: Grupa de síntomas ocurriendo juntos. TAXONOMICO: Perteneciente a la ciencia de la clasificación. TAUMATURGICO: Trabajo de adivinación. TERAPEUTICA: Ciencia que trata de descubrir y aplicar remedios a las enfermedades. TROMBO: Coágulo de sangre dentro de un vaso. TRAUMATISMO: Daño o lesión TRÓFICO: Relativo a la nutrición. UMBRALES (DOSIS EN LOS) La dosis más pequeña para efectuar un resultado. UREMIA: Condición tóxica asociada con un trastorno renal que origina una retención en la sangre de sustancias nitrogenadas normalmente expulsadas por el riñón. Actualmente, urea en la sangre. BUN (Blood Urea Nitrogen). URICEMIA: Ácido Úrico en la sangre. VACUOLA: Un espacio claro dentro de una célula llenado con aire o líquido. VACUOLIZACIÓN: La formación de vacuolas.