25 Poemas Infantiles

DE OLA EN OLA De ola en ola, de rama en rama, el viento silba cada mañana. De sol a sol, de luna a luna, la madre mece,

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DE OLA EN OLA De ola en ola, de rama en rama, el viento silba cada mañana. De sol a sol, de luna a luna, la madre mece, mece la cuna. Esté en la playa o esté en el puerto, la barca mía la lleva el viento. Autor del poema: Antonio García Teijeiro

Mariposa del Aire Mariposa del aire, qué hermosa eres, mariposa del aire dorada y verde. mariposa del aire, ¡quédate ahí, ahí, ahí!... No te quieres parar, pararte no quieres. Mariposa del aire dorada y verde. Luz de candil, mariposa del aire, ¡quédate ahí, ahí, ahí!... ¡Quédate ahí!

En medio del puerto, con velas y flores, navega un velero de muchos colores. Diviso a una niña sentada en la popa: su cara es de lino, de fresa, su boca. Por más que la miro, y sigo mirando, no sé si sus ojos son verdes o pardos. En medio del puerto, con velas y flores, se aleja un velero de muchos colores. Autor del poema: Antonio García Teijeiro 77.89%votos positivos

EL AVE El ave para cantar piensa en el mar. Está enamorada la luna de la canción encantada del ave sobre mi cuna... cuida mis sueños un hada. Mi ave es melodía de cada día. EL GATO

Mariposa, ¿estás ahí?

El gato cuando está ronco imita al pato. El gato se vuelve loco cuando aparece un ratón y lo invita poco a poco para ver televisión.

EN MEDIO DEL PUERTO

Mi gato

es cojín esponjado junto a mi lado. Autor del poema: Alma Velasco EL SAPO VERDE Ese sapo verde se esconde y se pierde; así no lo besa ninguna princesa. Porque con un beso él se hará princeso o príncipe guapo; ¡y quiere ser sapo! No quiere reinado, ni trono dorado, ni enorme castillo, ni manto amarillo. Tampoco lacayos ni tres mil vasallos. Quiere ver la luna desde la laguna. Una madrugada lo encantó alguna hada; y así se ha quedado: sapo y encantado. Disfruta de todo: se mete en el lodo saltándose, solo, todo el protocolo. Y le importa un pito si no está bonito cazar un insecto; ¡que nadie es perfecto! ¿Su regio dosel? No se acuerda de él. ¿Su sábana roja? Prefiere una hoja. ¿Su yelmo y su escudo? Le gusta ir desnudo. ¿La princesa Eliana? Él ama a una rana. A una rana verde

que salta y se pierde y mira la luna desde la laguna. Autor del poema: Carmen Gil 75.79%votos positivos LA POETA La poeta se casó con el poeto Y en vez de tener un niño Tuvieron un soneto. Autor del poema: Gloria Fuertes 75.26%votos positivos LA VACA LLORONA La vaca está triste, muge lastimera, ni duerme, ni bebe ni pasta en la hierba. La vaca está triste, porque a su chotito se lo han llevado los carniceros al mercado. Está tan delgada, la vaca de Elena, que en vez de dar leche, da pena. EL LAGARTO ESTÁ LLORANDO El lagarto está llorando. La lagarta está llorando. El lagarto y la lagarta con delantalitos blancos. Han perdido sin querer su anillo de desposados. ¡Ay! su anillito de plomo, ¡ay! su anillito plomado Un cielo grande y sin gente monta en su globo a los pájaros. El sol, capitán redondo, lleva un chaleco de raso. ¡Miradlos qué viejos son! ¡Qué viejos son los lagartos! ¡Ay, cómo lloran y lloran! ¡Ay, ay, cómo están llorando!

Autor del poema: Federico García Lorca COMO SE DIBUJA A UN NIÑO Para dibujar un niño hay que hacerlo con cariño. Pintarle mucho flequillo, —que esté comiendo un barquillo—; muchas pecas en la cara que se note que es un pillo; —pillo rima con flequillo y quiere decir travieso—. Continuemos el dibujo: redonda cara de queso.

como humildes peldañitos. ¿Será porque son dorados en un cielo azul añil? Sólo sé que no me sirven para llegar hasta allí. Estrellitas y luceros, pintados con mucho amor, ¡quiero subir a la Luna y llenarla de color!. Autor del poema: Antonio García Teijeiro LA PATA METE LA PATA

Como es un niño de moda, bebe jarabe con soda. Lleva pantalón vaquero con un hermoso agujero; camiseta americana y una gorrita de pana. Las botas de futbolista —porque chutando es artista—. Se ríe continuamente, porque es muy inteligente. Debajo del brazo un cuento por eso está tan contento. Para dibujar un niño hay que hacerlo con cariño. Autor del poema: Gloria Fuertes

EN UN TROZO DE PAPEL

En un trozo de papel con un simple lapicero, yo tracé una escalerita, tachonada de luceros. Hermosas estrellas de oro. De plata no había ninguna. Yo quería una escalera para subir a la Luna. Para subir a la Luna y secarle sus ojitos, no me valen los luceros,

La pata desplumada, cua, cua, cua, como es patosa, cua, cua, cua, ha metido la pata, cua, cua, cua, en una poza. -¡Grua!, ¡grua!, ¡grua! En la poza había un Cerdito vivito y guarreando, con el barro de la poza, el cerdito jugando. El cerdito le dijo: -Saca la pata, pata hermosa. Y la pata patera le dio una rosa. Por la granja pasean comiendo higos. ¡El cerdito y la pata se han hecho amigos! PEGASOS, LINDOS PEGASOS Pegasos, lindos pegasos, caballitos de madera... Yo conocí siendo niño, la alegría de dar vueltas sobre un corcel colorado, en una noche de fiesta. En el aire polvoriento chispeaban las candelas,

y la noche azul ardía toda sembrada de estrellas. ¡Alegrías infantiles que cuestan una moneda de cobre, lindos pegasos, caballitos de madera!. Autor del poema: Antonio Machado DOÑA PITO PITURRA Doña Pito Piturra tiene unos guantes; Doña Pito Piturra, muy elegantes. Doña Pito Piturra tiene un sombrero; Doña Pito Piturra, con un plumero. Dona Pito Piturra tiene un zapato; Doña Pito Piturra, le vino ancho. Dona Pito Piturra tiene unos guantes; Doña Pito Piturra, le están muy grandes. Doña Pito Piturra tiene unos guantes; Doña Pito Piturra, Lo he dicho antes. Autor del poema: Gloria Fuertes LA OVEJA La oveja bala, (a base de balidos las ovejas se comunican con sus vecinos). La oveja es torpe, sólo se sabe una letra la be. Me dice: -Be, Be, Be. (Me voy)

Autor del poema: Gloria Fuertes LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO Érase una Gallina que ponía un huevo de oro al dueño cada día. Aun con tanta mala ganancia contento, quiso el rico avariento descubrir de una vez la mina de oro, y hallar en menos tiempo más tesoro. Mató, abrió el vientre de contado; pero, después de haberla registrado, ¿Qué sucedió? que muerta la Gallina, perdió su huevo de oro y no halló la mina. ¡Cuántos hay que teniendo lo bastante enriquecerse quieren al instante, abrazando proyectos a veces de tan rápidos efectos que sólo en pocos meses, cuando se contemplaban ya marqueses, contando sus millones, se vieron en la calle sin calzones.

LA VACA ESTUDIOSA Había una vez una vaca en la Quebrada de Humahuaca. Como era muy vieja, muy vieja, estaba sorda de una oreja. Y a pesar de que ya era abuela un día quiso ir a la escuela. Se puso unos zapatos rojos, guantes de tul y un par de anteojos. La vio la maestra asustada y dijo: - Estas equivocada. Y la vaca le respondió: ¿Por qué no puedo estudiar yo? La vaca, vestida de blanco,

se acomodó en el primer banco. Los chicos tirábamos tiza y nos moríamos de risa. La gente se fue muy curiosa a ver a la vaca estudiosa. La gente llegaba en camiones, en bicicletas y en aviones. Y como el bochinche aumentaba en la escuela nadie estudiaba. La vaca, de pie en un rincón, rumiaba sola la lección. Un día toditos los chicos se convirtieron en borricos. Y en ese lugar de Humahuacala única sabia fue la vaca. Autor del poema: María Elena Walsh

CANCION TONTA Mamá. Yo quiero ser de plata. Hijo, tendrás mucho frío. Mamá. Yo quiero ser de agua. Hijo, tendrás mucho frío. Mamá. Bórdame en tu almohada. ¡Eso sí! ¡Ahora mismo! Autor del poema: Federico García Lorca MANUELITA LA TORTUGA Manuelita vivía en Pehuajó pero un día se marcó. Nadie supo bien por qué a París ella se fue un poquito caminando y otro poquitito a pie. Manuelita, Manuelita, Manuelita dónde vas con tu traje de malaquita y tu paso tan audaz.

Manuelita una vez se enamoró de un tortugo que pasó. Dijo: ¿Qué podré yo hacer? Vieja no me va a querer, en Europa y con paciencia me podrán embellecer. En la tintorería de París la pintaron con barniz. La plancharon en francés del derecho y del revés. Le pusieron peluquita y botines en los pies. Tantos años tardó en cruzar el mar que allí se volvió a arrugar y por eso regresó vieja como se marchó a buscar a su tortugo que la espera en Pehuajó Autor del poema: María Elena Walsh

DOCE CERDITOS Ocho tetitas tiene mi cerda, ocho tetitas y orgullosa de ellas. Doce lechoncitos tuvo mi cerda, ocho están gorditos y los otros dan pena. Cuatro biberones para los lechones prepara la abuela, los cría uno a uno con santa paciencia, con mucho cariño, con leche de oveja. Los cuatro cerditos no pueden crecer (biberón de oveja no les sienta bien). En vez de gruñir sólo dicen ¡beee! LA CIGARRA Y LA HORMIGA Cantando la Cigarra pasó el verano entero, sin hacer provisiones allá para el

invierno; los fríos la obligaron a guardar el silencio y a acogerse al abrigo de su estrecho aposento. Viose desproveída del precioso sustento: sin mosca, sin gusano, sin trigo, sin centeno. Habitaba la Hormiga allí tabique en medio, y con mil expresiones de atención y respeto la dijo: «Doña Hormiga, pues que en vuestro granero sobran las provisiones para vuestro alimento, prestad alguna cosa con que viva este invierno esta triste Cigarra,que alegre en otro tiempo, nunca conoció el daño, nunca supo temerlo. No dudéis en prestarme; que fielmente prometo pagaros con ganancias, por el nombre que tengo. La codiciosa Hormiga respondió con denuedo, ocultando a la espalda las llaves del granero: «¡Yo prestar lo que gano con un trabajo inmenso! Dime, pues, holgazana, ¿Qué has hecho en el buen tiempo?» «Yo, dijo la Cigarra, a todo pasajero cantaba alegremente, sin cesar ni un momento.» «¡Hola! ¿conque cantabas cuando yo andaba al remo? Pues ahora, que yo como, baila, pese a tu cuerpo.». Autor del poema: Félix María Samaniego

EN UNA CAJITA DE FÓSFOROS En una cajita de fósforos se pueden guardar muchas cosas. Un rayo de sol, por ejemplo (pero hay que encerrarlo muy rápido, si no, se lo come la sombra) Un poco de copo de nieve, quizá una moneda de luna, botones del traje del viento, y mucho, muchísimo más. Les voy a contar un secreto. En una cajita de fósforos yo tengo guardada un lagrima, y nadie, por suerte la ve. Es claro que ya no me sirve Es cierto que esta muy gastada. Lo se, pero quÉ voy a hacer tirarla me da mucha lastima. Tal vez las personas mayores no entiendan jamas de tesoros Basura, dirán, cachivaches no se porqué juntan todo esto. No importa, que ustedes y yo igual seguiremos guardando palitos, pelusas, botones, tachuelas, virutas de lápiz, carozos, tapitas, papeles, piolín, carreteles, trapitos, hilachas, cascotes y bichos. En una cajita de fósforos se pueden guardar muchas cosas. Las cosas no tienen mamá. Autor del poema: María Elena Walsh

NANAS DE LA CEBOLLA (Dedicadas a su hijo, a raíz de recibir una carta de su mujer, en la que le decía que no comía más que pan: y cebolla)

La cebolla es escarcha cerrada y pobre. Escarcha de tus días y de mis noches. Hambre y cebolla, hielo negro y escarcha grande y redonda. . En la cuna del hambre mi niño estaba. Con sangre de cebolla se amamantaba. Pero tu sangre, escarchada de azúcar, cebolla y hambre. . Una mujer morena resuelta en luna se derrama hilo a hilo sobre la cuna. Ríete, niño, que te traigo la luna cuando es preciso. . Alondra de mi casa, ríete mucho. Es tu risa en tus ojos la luz del mundo. Ríete tanto que mi alma al oírte bata el espacio. . Tu risa me hace libre, me pone alas. Soledades me quita, cárcel me arranca. Boca que vuela, corazón que en tus labios relampaguea. . Es tu risa la espada más victoriosa, vencedor de las flores y las alondras Rival del sol. Porvenir de mis huesos y de mi amor. . La carne aleteante, súbito el párpado, el vivir como nunca

coloreado. ¡Cuánto jilguero se remonta, aletea, desde tu cuerpo! . Desperté de ser niño: nunca despiertes. Triste llevo la boca: ríete siempre. Siempre en la cuna, defendiendo la risa pluma por pluma. . Ser de vuelo tan lato, tan extendido, que tu carne es el cielo recién nacido. ¡Si yo pudiera remontarme al origen de tu carrera! . Al octavo mes ríes con cinco azahares. Con cinco diminutas ferocidades. Con cinco dientes como cinco jazmines adolescentes. . Frontera de los besos serán mañana, cuando en la dentadura sientas un arma. Sientas un fuego correr dientes abajo buscando el centro. . Vuela niño en la doble luna del pecho: él, triste de cebolla, tú, satisfecho. No te derrumbes. No sepas lo que pasa ni lo que ocurre.

Bailaba la niña alegre:

Bailaba la niña alegre

¡Bichín Colorado!

en una noche estrellada. Movíase, al son del aire,

Anunciando la madrugada llegó,

bajo la luna de plata.

Bicho, bichín, bichón.

¡Cómo bailaba la niña!

Tiñéndolo de amor todo

¡Cómo la niña bailaba!

con su canción.

Con ojos como dos faros y finas pestañas bordadas. Con el corazón muy blanco y mariposas en el alma. Danzaba la alegre niña bajo la noche estrellada

El velero hacia la mar

Cómo bailaba la niña, cómo la niña bailaba. Sobrevolando las aguas

Bichín colorado

navegaba el velero sobre la mar. ¡Velero!

A la fresca de junio nació, Bicho, bichín, bichón. Tras la alegría de mayo, como un ratón. Con sonrosadas mejillas y dedos muy largos. Con la sonrisa pintada ¡y el juicio ya bien formado! Así vino al mundo, tras despedirnos de mayo, el príncipe de los sabios: …Bichín…

Gritaban los delfines. ¡Velero! Cantaban las ballenas guiando con su canto al velero en su remar. Soñaba el velero con surcar las aguas, las aguas del mar.