voces nocturnas

Editorial....................................1 Apuntes..................................2 Creaciones....................

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Editorial....................................1 Apuntes..................................2 Creaciones...............................10 Voces Intempóreas.......................23 Cró_nicas......................................30 Estantería...................................31 Semblanzas................................33

VOCES NOCTURNAS es una publicación del Colectivo Literario homónimo. No responde a intereses —ocultos o manifiestos— políticos, sectarios, académicos, religiosos, comerciales, terrestres o extraterrestres, o de cualquier otra índole. Está inscrita bajo las leyes nacionales vigentes; el material aquí impreso PUEDE SER REPRODUCIDO por cualquier medio (electrónico, mecánico, físico-químico-biológico, nemotecnoetílico, en grafitis, camisetas, piel humana o marca taxidérmica, o de modo por nosotros ignorado) SIEMPRE Y CUANDO SE CITE LA FUENTE, se respeten puntos, tildes y comas —incluso los aparentemente “erróneos”—, disposiciones tipográficas, así como los nombres completos de cada autor. Cada texto lleva impresa una firma, la que se responsabiliza por todas sus letras. VOCES NOCTURNAS no necesariamente comparte los criterios de sus colaboradores; se admiten reclamos y elogios. Aceptamos (y promovemos) sensatas colaboraciones. Envíelas, sin compromiso, a: [email protected]

I II III IV V VI VII

Indice

EN ESTE NÚMERO Ninoru Amisaca Mario Martz D’León Carlos M-Castro Horacio Quiroga Enrique Delgadillo Lacayo Rommel Cruz Norbert Bertrand Barbe Haskiella Jiménez Gabriela Gómez Luís Iglesias Roberto Carlos Meza David Quant Valeska V. Mora B. Gema Morales Cuadra Aura Bermúdez Sergio Balladares

Revista Nicaraguense Artesanal de Literatura y Arte

Carlos M-Castro

LOS NOCTURNOS TAMBIÉN TRABAJAN DE DÍA Larga espera, mas no desperdiciada. Luego de todas las desavenencias que este nobilísimo oficio posee, a las que se agregan las propias de cada uno, no menores, pero sí muy diversas, nuestros intelectos y las nuestras artes quedan nuevamente sueltas. ¡Salud por esta publicación artesanal! Y salud también por nuestros lectores. Esta nueva entrega de VOCES NOCTURNAS, con la que estrenamos formato (gracias, Karma), experiencias, amigos, lugares visitados y mucho placer por férreo trabajo, la hacemos expresando fielmente una de nuestras mayores premisas: la pluralidad literaria. Obsequiamos enteramente, pues conocemos —y no por cuentos— la no tan fácil validación del arte novel, la sección CREACIONES a nuestros colaboradores, a los que, en su mayoría, tenemos el honor de publicar por vez prima; esperamos con ello motivarlos y mostrarles que la creación es un oficio, no capricho de colegial infante egotista y falaz; el impulso está dado. Insistimos en géneros literarios poco explorados, así que incluimos, dentro de las poesías, haikus, senryus, poemínimos y prosemas. La parte de narrativa la conforman algunos minicuentos. Hecho esto por nuevos artistas, constituye una viva muestra y casi claro indicio de cómo evoluciona y evolucionará la Literatura nacional. Enfocados sobre todo en ello, no podemos aquí evitar derramar un poco de amargura por una insalvable pérdida. Una línea de silencio, por favor. Un gran poeta decidió ser por fin semilla y sacramento. VOCES INTEMPÓREAS es nuestro luto por Álvaro Urtecho. Descansa en paz, la palabra. Además, retomando nuestra misión de conciliar y promover, publicamos un breve estudio, unos APUNTES, sobre la poesía de la generación inmediatamente anterior a la nuestra, pues deseamos valorar en su dimensión literaria la obra que van construyendo sus miembros, sin deslumbramientos ni sobresaltos. VOCES NOCTURNAS pretende, también, reventar cadenas de ignorancia. De igual modo que la vez anterior, les ofrecemos recomendaciones de libros —casi siempre compañeros del polvo de las librerías o bibliotecas ajenas, ¡rescátelos!—, pues habiendo bien leído el desastre será más llevadero, o quizá hasta prevenible. Revise nuestra ESTANTERÍA, para ver qué se lleva. Aproveche, también, para enterarse de lo que ha pasado, visto por nosotros y relatado a través de nuestras CRÓNICAS. La mesa está servida y no deseamos más intervenir o retenerle. Lea y disfrute a su manera esta revista, mientras espera el siguiente número.

Carlos M-Castro

Revista Nicaraguense Artesanal de Literatura y Arte

HIJOS DEL AIRE SIN SOSIEGO

POÉTICA DE LA GENERACIÓN PASADA I

Este es el resultado de lo que pretendía ser una medición instantánea de la manera de hacer poesía que tienen los nicaragüenses en la ac tualidad, desde el año 2000 hasta el presente. Una breve ojeada me hizo aceptar que la misión no sería sencilla, poseía muchos problemas de planteamiento teórico y no podía ser cumplida en menos de seis meses (tiempo-trabajo, no tiempo solar). Por eso, y para igual realizar una contribución al control cinético del arte que nos ocupa y, además, entregar algo medianamente útil a quienes vengan después de nosotros, me limité a la poesía de los muchachos de la generación inmediatamente anterior a la nuestra, la llamada Generación del Desasosiego o del Aire —casi todos nacidos entre 1975 y 1985. El análisis fue hecho a partir de los textos en los que ellos dejan explícitas sus inquietudes en torno a su oficio: «poemas poéticas», o «poéticas poemas», como dice Valle-Castillo; las razones son casi coincidentes a las manifiestas en la introducción a Hija del día. Los textos tomados en cuenta son, naturalmente, solo una muestra significativa —para referirme en términos estadísticos, con lo que mis profesores de Ingeniería quedarían seguramente contentos—, por lo que, además del proporcionado por los investigados, este estudio posee un margen de error, solventable sólo a través de la intuición rígida y científica de cualquier crédulo pretencioso que diga poseer el absoluto entre sus letras. II Sea por ósmosis mágica o porque en años anteriores —y actualmente todavía un poco— lograron entablar una relación, una vida literaria en común, al integrar grupos con ambiciones colectivas, organizar eventos, compartir lecturas y admiraciones literarias, publicar juntos, o sostener debates exhibicionistas; estos recién emergidos poetas comparten criterios ontológicos respecto a su quehacer, amén de las contradicciones propias de cualquier ser viviente, pensante y cambiante. Es posible, pues, clasificar y ordenar estas posturas:

Revista Nicaraguense Artesanal de Literatura y Arte 1.

EL POETA COMO MÉDIUM

Siguiendo una ya larga tradición de concebir el Arte como inspiración divina, están algunos de ellos: Carlos Mario Urtecho nos dice, en “Zona de remolques y muñecas”, que tan fuera de orden/ inmediata poesía es la que nos encuentra, con lo que plantea su espontáneo surgimiento. Es fulminante, sorpresiva, indómita... cada letra es bala. La Poesía se presenta y utiliza al poeta, él es un poseído. Missael Duarte Somoza nos lo confiesa: el dictado ciego de los signos espero/ (...) lenguaje del inconsciente/ que de verdades ocultas escribano me vuelve [“On The Run”]. El poema, como acto, como instante, es una revelación, que lo convierte en instrumento/ por medio del cual/ el mundo/ dice melodías [“El Violín”]. 2.

LA CREACIÓN COMO MILAGRO, COMO AZAR

No la función del poeta, su postura ante la Poesía, sino su ejercicio mismo, el instante de la creación, son entendidos así. Missael y Carlos Mario son partidarios de esto. Ocurre, según ellos, un algo inexplicable que les hace escribir inmediata poesía. José Adiak Montoya lo metaforiza como un rayo, es decir, algo instantáneo, ineludible, recontra cargado de energía fulminante y transmisible. Si ese rayo no hubiese caído sobre/ mis helados archivos de recuerdos inmóviles... reflexiona casi al inicio de su poema “Fuera de cuadro”. Para Víctor Ruiz, en apoyo a los anteriores, las palabras son intangibles presencias ópticas/ nacidas del azar/ y de la ciega memoria que las arroja [“Las Palabras”]. Y el azar es siempre instantáneo, podría decirse milagroso, puesto que es inesperado lo que bajo sus “leyes” (esa extraña dinámica que posee) acontece. Así que estos cuatro poetas comparten ese credo de inmediatez genotextual: un poema no puede ser escrito a voluntad; yo no puedo simplemente decir “mañana escribiré un soneto en alejandrinos sobre tal o cual asunto, con rima en...”, debo esperar el instante preciso... y estar listo para cuando llegue. 3.

POESÍA COMO IMITACIÓN DE LA REALIDAD

Que es imitación de la vida, dijo Aristóteles de la Poesía hace más de dos mil años. Que Aristóteles es un esqueleto, dijo más recientemente Wallace Stevens, a mediados del siglo pasado. Que nunca consideraran nada como un dogma, aconsejaba hace casi nueve décadas Ezra Pound a los que empiezan a escribir versos (claro, su frase es autodestructiva). A nuestros ojos, cualquier afirmación no pasa de ser mera opinión personal, ley inquebrantable o sofisma admirable y atrayente, según convenga... por desgracia. Sin importar por qué, Ezequiel D’León Masís se ha manifestado, sentado en una banca de su poema “Plaza Churchill”, a favor de la función imitativa del poeta. Impúdicamente, dice: Gasto el trapo de

Revista Nicaraguense Artesanal de Literatura y Arte las conjeturas, anoto./ Paso a texto lo que veo:/ cada objeto,/ cada encaprichado desvarío. Esa es, de suya, la génesis del poema. La realidad representada por los signos, entre los que él mismo se encuentra (Quedo en tanto me opino signo). Esa concepción da paso a cuestionar la validez misma de todo el sistema lingüístico; la efectividad y eficiencia que cada signo, cada palabra en este caso, tiene al significar algo, al nombrar algo. Missael se inclina a creer que las palabras son tan sólo un disfraz, un caparazón, una aproximación a la realidad, una imitación. Por eso, a veces, los nombres no nombran nada: en instantes únicos y sublimes, un nombre, signo gráfico y sonoro,/ se vuelve sólo una mancha/ (...) un sustantivo más/ en el universo/ que no evoca nada/ o a nadie [“Aleyda”]. Es decir, como ser viviente, el lenguaje —y en él incluidas las palabras— desfallece, cede su soplo vital y puede incluso desmayarse, caer en coma y no funcionar por un mínimo instante —pesadilla, amnesia o éxtasis, vuelta al gemido. De tanto usarse, las palabras se desgastan, mueren. Al menos eso parece decir Alejandra Sequeira. Ella pone a prueba el lenguaje. Lo hace caduco, lo destruye: no pronuncies mis nombres,/ (...) pues tengo miedo de no saber decir/ lo que hay en ellos,/ lo que no existe [“Nombr(es) nada”]. Asume el papel de una científica y demuestra su aseveración: la soledad se nombra/ y no existe. Y como última insistencia, para terminar su poemario, plantea, desafía: Si digo noche/ si nombro noche/ ¿Aseguro acaso tu existencia noche? La palabra/ (...) cierra los párpados para no titubear su/ significado, responde Madeline Mendieta en su “Juego de Palabras”. 4.

EL POEMA COMO SER ORGÁNICO

Ya muchas veces se ha dicho que el lenguaje es un ser viviente que nace, se desarrolla, se reproduce y muere. Las palabras son una forma de lenguaje. La Poesía está hecha de palabras. Aceptamos esto como axiomas. No seré yo quien lo cuestione; pero, si el lenguaje está vivo y las palabras son lenguaje, entonces estas tienen también vida; y si la Poesía está hecha de palabras, pues está llena de vida, palpita, se mueve. Y no sólo tienen vida las palabras —como planta, hongo o protozoo— sino también voluntad. A veces son feroces y peligrosas, pueden matar. De esto está seguro Francisco Ruiz Udiel cuando dice: Quiero morir en un poema. A una ciudad podría compararse ese poema, una ciudad con lugares múltiples y gente distraída que no sabrá que he muerto. O quizá a una ciudad fantasma, como sugiere Víctor, llena de intangibles presencias ópticas, que se posan, que se agrupan en el hosco rigor de las líneas, que se crispan, que caen unas sobre otras y que irrumpen para ser colocadas en el simétrico fulgor de rectas paralelas [poema citado]. En algo coincidente con Francisco, Alejandra compara a la “Poesía y la muerte como un revólver”. Las palabras para ella tienen poder

Revista Nicaraguense Artesanal de Literatura y Arte sobre la vida, sobre la realidad, pero también son máscaras, disfraces, gafetes que intentan significar algo. Son como niños, que nacen del poeta: Ser poeta es ser madre, nos dice Madeline [“Concepto”], por lo que un poema requiere cierto cuidado antes de poder andar solo por el mundo. Pero la Poesía también tiene poder sobre ese mundo, crea otras realidades, según nos dice esta misma poetisa en “Escultura”: deseo esculpir tu cuerpo con inocente lengua; es identidad y existencia que a veces peligra. Así, la palabra se suspende en la esquina de un hilo, se desnuda, escupe, atormenta, ensordece, cuelga de un arete y se lanza al vacío. Madeline se preocupa por ella, su maternalidad la obliga. Y está también el que, no ignorando su existencia como semejante suyo, trata al Poema irrespetuosamente, sin solemnidades a veces excesivas. Déjala que se marche/ (...) “La que se va a ir desde chiquita busca el monte”/ (...) “La que es puta siempre vuelve”, recomienda Douglas Daniel Téllez Berríos en su “Poesía en Fuga”. Para qué cuidarla y mimarla o hacer sobre ella tantas conjeturas, si al final —por muy viva que esté— le pertenece al poeta. 5.

POESÍA COMO ALGO APREHENSIBLE, DOMINABLE

Colocados quizá en una posición opuesta a la de los primeros, están estos poetas. Douglas Téllez, al frente. En su ya mencionado poema, deja claro la seguridad que posee, como creador, de poder controlar a su creación; su poesía se vuelve entonces domable, aunque se le rebele y huya, él sabe que volverá vestida de plumas y arcoíris. José Adiak, aunque esté adscrito a la concepción del milagro o azar, considera que una vez que surge, que cae el rayo, el poema está obligado a obedecerle, y las palabras a servirle como marionetas de sus antojadizas carcajadas [“Fuera de cuadro”]. El otro que tiene la valentía de desafiar al poema es José Luis Rodríguez López. Construyo con mi pluma/ versos que nacen de mi conciencia..., dice, y su poema está hecho de traslúcidas palabras que se deforman [“Estrujado”]. Este muchacho que juega a ser poeta pareciera desafiar los planteamientos románticos de generación espontánea y posesión divina. Construir debería ser siempre un acto consciente. Crear es un acto consciente, el asunto es dominar a la propia conciencia. He ahí el problema, ¿no, José Luis?

Revista Nicaraguense Artesanal de Literatura y Arte 6.

CREACIÓN COMO ACTO DE LIBERACIÓN

Entre mis investigados me interesaban —humano al fin— unos poetas más que otros. De hecho, de algunos que me hubiese deseado incluir en mi breve estudio, no pude conseguir los libros que ya han publicado o tienen por publicar (no pude, por ejemplo, leer No alcanza la vida, de Gabriel Moreno; y Víctor Ruiz, no sé bien por qué, no ha editado La vigilia perpetua). Por eso aclaré que se trata de una muestra. De quien sí pude leer fue de Irving Cordero. Los portales del limbo, primer libro de Irving, que bien podría ganar un premio por Mejor Título, ofrece una oscuridad, a veces excesiva, que provocó que, con las características planteadas a priori, no pudiera hallar poemas. Afortunadamente, Cordero decidió autopresentarse y escribió una “Semblanza”, en la que dice: la creación es libre (se curó en salud, el muy prudente). Definitivamente, esa se vuelve una premisa para este aturdido joven. Hay algunos destellos de búsqueda de libertad, de sofocación por las ataduras del idioma, en unos versos de Carlos Mario. Cito: moblicmoblic.moblic; (...) toca repetir cuidadoso el movimiento en el otro/ piepiepiepiepi/ .Aire.pie.suelo. (sic.); (...) el trayecto al 113 roqqqqafort; (...) enestaultimalineasejuntanmiombligoytumelic (sic.) [“Melic”]; mi umlaut va en capas; (...) (a veces ancianos,.´;— otras mi awa dulce) (sic.); en tsu vvooqa (sic.) [“Zona de remolques y muñecas”]. Obviamente, el único problema está en que la mayoría de nosotros no sabremos entenderle, algo que, por otro lado, no es necesario. Esta rebeldía no se ha vuelto, según constaté, una tendencia. El que sí deja muy claro su punto es Douglas. Yo no hablo Ezpañol, dice felizmente, y continúa: Jamás me arrodillo ante las severas formalidades/ de los gramáticos (...) Digo malas palabras con las cuales me hago entender. Se hace entender. Entender. 7.

PROHIBICIONES Y NEGACIONES

Siempre que se está a favor de algo, necesariamente —por ley de contrarios, de compensación y esos asuntos— se tiene que estar en contra de otra cosa. Esto subyace en cualquier manifestación. Esto está presente en las poéticas de los muchachos. Pero, unas veces —limitándome a la bibliografía consultada— estas posiciones de contrariedad están descubiertas, a la vista de quien quiera verlas. Álvaro Vergara, en su exhortativo “Move bitch, get out the way”, repudia lugares comunes, estructuras agotadas1, plagios y palabrerío. 1

A este respecto, es curioso notar que sólo uno (Douglas Téllez, con “Vuelos solares”) de los estudiados se atreve a publicar poesía en prosa (ninguno utiliza alguna estrofa clásica, tampoco). En contraposición, los poetas de generaciones anteriores han publicado —probablemente desde Mejía Sánchez— siempre poesía en prosa; quizá un extremo de este ejercicio se encuentra en la Agenda

Revista Nicaraguense Artesanal de Literatura y Arte Aquí, Álvaro no trata de definir la Poesía, de decir lo que es, sino que dice lo que NO debe ser. Le choca la ordinariez. Este, probablemente, sea el único intento de Anti Ars poética en este conjunto. Como único, define su arte Hanzel Lacayo en “Mosaico al aire libre”. No da mayores pistas. Sólo niega: a los habladores, predicadores y monologuistas; los traicionados; los errátiles; los autoflagelados; los furiosos ensoñados, derruidos de sí mismos; es decir, aquellos pobres que no tienen nada que decir. Hanzel afirma que él no es como ellos cuando habla, calla o se desdice. Sabemos que no miente. III Creo no haber omitido a propósito ningún dato. De todas formas, está ya dicho que estas adscripciones, definiciones, autodefiniciones, contradefiniciones, defensas y adversidades, están siempre sujetas a cambio. Esperaremos a que los pasos que ellos mismos den nos otorguen más indicios. Por el momento, tomaré esta pieza daguerrotípica y veré cómo la encajo en el álbum mayor de nuestras letras. 3XII2K7

BIBLIOGRAFÍA Cordero, Irving. Los portales del limbo. Managua, Tribal Ediciones, 2005. Duarte Somoza, Missael. Líricos Instantes (Segundo lugar en los Juegos Florales de Centroamérica, Panamá y Belice 2006). Managua, Leteo Ediciones, 2007. Juárez Polanco, Ulises; Ruiz Udiel, Francisco (compiladores). Poetas, pequeños dioses (Memoria poética). Managua, Leteo Ediciones, 2006. Mendieta, Madeline. Inocente Lengua. Managua, Editorial Amerrisque, 2007. Montoya, José Adiak. Eclipse. Managua, INC/Enitel, 2007. Ruiz Udiel, Francisco. Alguien Me ve llorar en un sueño (Primer premio internacional Ernesto Cardenal de poesía joven 2005). Managua, Anamá Ediciones, 2005. Sequeira, Alejandra. Quien me espera no existe. Managua, Centro Nicaragüense de Escritores, 2006. Téllez Berríos, Douglas Daniel. Inscripciones en una pipa sagrada para los muros del empire estate y otros poemas. Managua, Centro Nicaragüense de Escritores, 2003. Valle-Castillo, Julio (compilador). Hija del día: Artes poéticas nicaragüenses. Managua, Editorial Nueva Nicaragua, 1994. del desempleado, de Juan Sobalvarro, publicado en 2007. Pero, en poetas aún anteriores también lo vemos: las Imágenes para Dalí (publicadas en 2006, aunque registradas un año antes) de Iván Uriarte incluyen seis, de sus cincuenta y ocho poemas, en prosa.

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Horacio Quiroga

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DECÁLOGO DEL PERFECTO CUENTISTA I Cree en un maestro —Poe, Maupassant, Kipling, Chejov— como en Dios mismo. II Cree que su arte es una cima inaccesible. No sueñes en domarla. Cuando puedas hacerlo, lo conseguirás sin saberlo tú mismo. III Resiste cuanto puedas a la imitación, pero imita si el influjo es demasiado fuerte. Más que ninguna otra cosa, el desarrollo de la personalidad es una larga paciencia. IV Ten fe ciega no en tu capacidad para el triunfo, sino en el ardor con que lo deseas. Ama a tu arte como a tu novia, dándole todo tu corazón. V No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra adónde vas. En un cuento bien logrado, las tres primeras líneas tienen casi la importancia de las tres últimas. VI Si quieres expresar con exactitud esta circunstancia: “Desde el río soplaba el viento frío”, no hay en lengua humana más palabras que las apuntadas para expresarla. Una vez dueño de tus palabras, no te preocupes de observar si son entre sí consonantes o asonantes.

04

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VII No adjetives sin necesidad. Inútiles serán cuantas colas de color adhieras a un sustantivo débil. Si hallas el que es preciso, él solo tendrá un color incomparable. Pero hay que hallarlo.

VIII Toma a tus personajes de la mano y llévalos firmemente hasta el final, sin ver otra cosa que el camino que les trazaste. No te distraigas viendo tú lo que ellos no pueden o no les importa ver. No abuses del lector. Un cuento es una novela depurada de ripios. Ten esto por una verdad absoluta, aunque no lo sea. IX No escribas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir, y evócala luego. Si eres capaz entonces de revivirla tal cual fue, has llegado en arte a la mitad del camino. X No pienses en tus amigos al escribir, ni en la impresión que hará tu historia. Cuenta como si tu relato no tuviera interés más que para el pequeño ambiente de tus personajes, de los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se obtiene la vida del cuento.

MONÓLOGO

Rommel Cruz

Soy una especie de hombre-sierpe día a día me arrastro por esta ciudad convulsa el ronquido sordo de sus avenidas es soundtrack [de mi monólogo errante.

Voy por las aceras penetrando imágenes que a diario niéganse a sí mismas, tácitas resístense a sus nombres al ángulo de mi pupila, asidas, un significado buscan voy por la física de las palabras desquebrajando los conceptos asalto la voz que atora las alcantarillas abiertas el verbo cárdeno del asfalto y su tórrida amenaza la fétida lírica de los cauces gemebundos. Tomo, como los indigentes que van por el tiempo recogiendo botellas vacías para enfrascar sus delirios, todas las frases calladas que me encuentro e impío, aunque me aguijoneen, contra las páginas las apretujo para encerrar mi envenenado acento dentro de ellas…

Turismo. Estamos en cieno. Maníes abiertos. Pájaro azul, estamos en cieno. Verde, rojo y azul. Alumbramos por doquier. Amarillo continuo, rojo intermitente. El prado es blanco a veces. Si lo subes a una manta, si no te cruzas la raya, si no enciendes la luz. El prado es blanco siempre. Rojo continuo, azul difuso. Amarillo intermitente. El chasquido, el ruido, el plástico crujiente. Rojo, amarillo, azul y verde. Voy harta de esta mierda.

LA GUAYABA

Haskiella Jiménez

Una guayaba verde me está sonriendo. Tiene sus ojos entrecerrados [ y la boca estirada, como si quisiera agrandarse más. Se ríe y parece una niña pequeña. Imagino su carne suave y lozana, [ ¿sabrá bien? La tomo entre mis manos, le muerdo la espalda y la piel que se desprende de ella baila entre mis dientes. Ella no se inmuta, arranco trozo por trozo su delicada carne hasta que sólo queda el cascarón [de su cara, que me sigue sonriendo. Le pido disculpas, y muerdo. Una guayaba verde me estuvo sonriendo.

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día a día soy el embarazo de una maquinaria rodante la contracción del ómnibus numerado que me aborta en una esquina, la gestación huérfana del verso por la calle sórdida, la obstinación amarga del graffiti sobre los muros que desde su afonía terríficos gritan perennemente.

MONOTONÍA EN LAS PAREDES OXIDADAS DE ROCINANTE

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Voy por andenes quebrados intercambiando [silencios con sus fisuras auscultando la deletérea nostalgia del amanecer [que se derrama sin remedio digiriendo la mecánica dolorosa de la escuálida infancia que ronda los semáforos, voy borracho de reproches por la vía emputecida [de retrovisores indiferentes hasta llegar a la estación donde sostengo mi pulso como una blasfemia pura, donde pesa mi andar inmóvil y convergen las resonancias macabras de los mofles cancerígenos. Abordo los autobuses enclenques y su gula invencible busco en sus rincones, por espejos nunca diestros, el siempre distinto rostro sin nombre disparando su indiferencia. Atraganto el asco ante el hombre y diluyo en el silencio, soy parte de esta densidad enferma

Haskiella Jiménez

Norbert Bertrand Barbe

OTRA COSA

La princesa feliz está Pobrecita que no tendrá Nada aburrida escucha a veces Reggaetón y verga por el estilo Lee los clasificados en busca de masajistas Ve la tele en busca de soluciones a la vida

La princesa es bella como una estrella La que se puso en la flor del pecho Baila y sus silencios Son corridas contra mi buen sentido La princesa principiante principia O princesa Y sus rojos vergeles sin corrección Me llaman en lunas llenas Bajo sus pies hablo verga El mundo huele mejor La princesa come chicle niña Con sabor a menta me voy a la pana La princesa es higiénica Es pulcra y bien educada La princesa no se satisface de mí La princesa es una boca de rosa quiere ser golondrina, quiere ser mariposa tener alas ligeras, bajo el cielo vuela

La princesa no piensa ama Sólo ama las princesas sólo eso Saben hacer La princesa no crea problemas Resuelve Su risa chistosa sus antojos descabellados

Redime mi peso terrestre Y mi flauta de Pan Por lo menos hasta que una mañana Me despierte encarcelado En la jaula de su olvido Dejo correr el agua está hecha para eso

Ella no tiene bolsa La princesa no vive en la vida real La princesa está contenta Me quiere A como yo la quiero a ella O por lo menos eso dice Y eso es suficiente Para hacerme feliz Será Que pido mucho o que me conformo con poco ... O será que la vida no es otra cosa Que un racimo de antojos La princesa es carnívora Me roe en mis sueños Y me degusta en cada mañana Soy su pan y su esperanza Soy su duelo y ella mi creencia Ando perdido perro faldero

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La princesa Ella es dueña de mi pasado y mi presente Su morada es mi falta de seguridad Y su comida mi ansiedad La princesa baila con hilo dental Entre dientes e hilo dental Entre

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La princesa está alegre Porque hoy les vienen a regalar Oro fino y dientes de ajo Golondrinas y espumilla Pan de mantequilla y flores de esperanza Manecillas y juegos de llaves

La princesa me mata En cada respiro en cada suspiro En sus pasos en sus manos La Princesa no suele hacer regalos Con costo plancha ropa Y a veces hace comida

Enrique Delgadillo Lacayo

LAS FORMAS DEL VACÍO

a veces me deslizo en el fango de estrellas satinadas que semanalmente sacuden el mundo otras veces veo el programa de un millonario analizar la pobreza; —alimento clasificado de su fortuna—.

PRESENCIA VIRTUAL

Tu efímera contextura se desvirtúa con tu esencia, por cada soplo apergaminado que aun subsiste en mi retentiva; sin poder abogar por este lacerante frenesí que se renueva con cada suspiro ¿Puedes acaso contemplar la certidumbre de mis pretensiones, o la mansedumbre de este éxtasis efervescente cohibido por la impaciencia? He descrito cada mórbida confidencia en simples versos trillados de parlamentos rebosantes de devoción, implorando un dictamen.

Las aceras automáticas me pescan, me distraen, mientras las calles atropellan mi boca vuelta hocico; Nauseabundo y putrefacto, destila frío, miedo, soledades de acetato.

Veo mi incertidumbre cuajarse en tu afonía; aun así…¿alegas inocencia?; eres infractor de mis pesadumbres y señor de mis deleites.

Hora tras hora se abren las heridas que dejan los besos con que empaña el vidrio Un Ser Humano.

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Este laberinto polvoso por el hacha de infierno televisivo, prostitutas estatales; es un plástico negro por techo, un manjol de ratas servidas a la francesa.

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Derretida la noche sobre el día saborea el espectro morboso del silencio; de tu hambre, de mi risa

Gabriela Gómez

04 David Quant

KARMA Trazo líneas en la luz creando barreras para alejarme del espacio, el viento corta mi lengua: escucho el sonido que oprime al silencio.

Roberto Carlos Meza

LA CIPOTA ESTÁ LLORANDO La cipota está llorando está sola está desnuda no tiene dientes y tiene gripe. Es negra, india y chaparra tiene la piel marchita con manchas de varicela opaco su cabello y el rostro careto.

Inhabilitado ante el silencio me quedo: No tengo razones para hablar y talvez todo sea sueño de la ilusa existencia.

Lleva un morral de trapo carga un crucifijo una fruta de pan y sus sueños cortados en diciembre los venderá por una gota de agua. Su alegría fue robada ella es estéril es una cantante tartamuda es protagonista de un cuento ajeno. La cipota está triste No para de llorar.

REENCUENTRO Es ahora que te siento tan cerca Tan accesible aquí junto a tu fría lápida.

David Quant

ANÓNIMO Los psicópatas usan cuchillos, los Amantes… el sexo, los niños la inocencia, y yo… las palabras.

Revista Nicaraguense Artesanal de Literatura y Arte

Gema Morales Cuadra

Revista Nicaraguense Artesanal de Literatura y Arte

Miradas de desconfianza colapsan con mis pensamientos. he escrito la elegía de mi lengua y mis lágrimas recorren la marchita memoria.

05

Aura Bermúdez

INDIFERENCIA Sobre papel, ley. En el piso estaba muriendo la mujer.

III

Sergio Balladares

Sociedad decadente, decadente mi mente, tu mente, la de ellos Sociedad decadente O mi mente?

HAI-KÚS 1 Blanco el jazmín lo huelo y pienso ¡qué bello jardín!

Gema Morales Cuadra

LA PANTEONERA Cada mañana me despierto conmovida por poder abrazar a la muerte quien me da a diario la vida.

Aura Bermúdez

JAQUE MATE Huyen de vos y no se dan cuenta de que sos paciente. Al final les decís jaque mate, soy la muerte.

Alto el pino, aplasto hojarasca mientras camino.

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2

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Valeska V. Mora B.

Sergio Balladares

Revista Nicaraguense Artesanal de Literatura y Arte

VETERANA

Ciudad vieja, no antigua. Lo único nuevo son los carros caros y los celulares. Volcanes alejados cerca del lago. Vamos al casino como todo mundo. Vámonos a pie, igual de peligroso que un taxi, pero más barato. Encontremos el semáforo de mendigos sin querer. Del mercado, centro comercial arruinado, construido justo al lado del barrio arrasado. Montate en un bus, que apretado vale la pena ser chorizo por minutos que inculto de por vida. Conozcamos las ruinas nuevas, viviendas improvisadas y nunca demolidas. En septiembre andate a cualquier lado, a ver si no salís enlodado. Y colegios, mejor contalos. Vamos a la fritanga, a comer colesterol, que así comemos todos y ya ves qué buenos estamos. Si querés guaro, en cualquier esquina podés comprar, y antes de los quince, nadie lo va a notar. A los parques no te metás, que drogado es seguro que salgás. Ruinas habitadas: eso es Managua.

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Luís Iglesias

EL DESPACHADOR —Qué desea doctor —preguntó el despachador. —Una kola shaller helada —contestó. El doctor, al terminar su sabroso refresco, detectó algo negro en el poco líquido que aún quedaba. —Parece una mosca —le dijo al despachador. —Enséñeme —dijo aquel. En efecto, este comprobó que era una mosca y rápidamente pensó: “¿Estaba la mosca allí cuando la serví o por un descuido del cliente esta se metió?”. —Tome, páguese —dijo el doctor. —No, de ninguna manera —dijo el despachador, pensando en que siempre había que darle al cliente el beneficio de la duda. —Tome, páguese —insistió aquel. —Bien —dijo el despachador— Le propongo que vertamos sobre la mesa el poco líquido que queda y si la mosca está muerta Usted no me paga, pero si está viva, me paga. —Interesante —dijo el doctor— está bien. Agarró el despachador la botella y con suavidad derramó el líquido sobre la mesa. De inmediato, observaron un lento y tosco movimiento, la mosca recuperada y saciada se sacudió con suavidad y salió volando. —Bien —dijo el despachador— son ocho córdobas.

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Gema Morales Cuadra

EMBARAZOSA

Finalmente, en su pequeño baño, una sola línea roja en aquel pequeño test pudo liberar el estrés que la embargaba.

Gema Morales Cuadra

A CIEGAS

“Y la hijueputa se quería burlar de mí, pero mirá… se jodió”, le dijo una ciega a la otra haciéndole la señal de la guatusa.

Valeska V. Mora B.

PERCANCE

Me levanté muy temprano, me bañé y me puse mis zapatos, me fui al trabajo y me di cuenta de que no me había vestido.

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Ninoru Amisaca

RESEÑA BIOGRÁFICA

UN POCO DE LOS 56 AÑOS DE ÁLVARO

«MURIÓ EL POETA ÁLVARO URTECHO», leí en una página de internet hace un par de horas, «nació y nunca se resignó a ello» y «de joven se apasionó por la literatura». En efecto, murió el 21 de diciembre de 2007, en su hogar, minutos después de las nueve de la mañana. Ya era casi un hecho, desde que se supo de su larga estadía en el Hospital Militar, consecuencia de sus múltiples enfermedades crónicas. No obstante, debo aceptar que no le conocí. Hubo planes de visitarle, pero estos se vieron malogrados. ¡Y su obra!, aún no la leo; aunque será un buen inicio Tumba y Residencia (Poesía Reunida). Sin embargo, es el propósito de este escrito hacer un homenaje a los cincuenta y seis años que habitó este planeta, durante los cuales invadió muchos ámbitos literarios y nos hizo partícipes de su fecunda obra. Nació en 1951, en el municipio de Rivas, el primer día del mes de noviembre. Don Rafael Urtecho Sáenz fue su padre, quien procreó doce hijos en total; cinco de su primer matrimonio con Carmen Martínez (de nacionalidad mexicana) y siete con Liliam Lacayo Marenco, su segunda esposa. Álvaro fue el sexto, le preceden: Rafael, Carmen, María Luisa, Isidro y José Andrés; y le suceden: Liliam, Mario, Danilo, Rodrigo, Carol y Juan Carlos. Estudió su bachillerato en el Instituto Nacional Rosendo López. Pasó, junto a sus padres y hermanos, su infancia y adolescencia en Rivas, hasta 1968, año en que, en compañía de su hermana Liliam, se trasladó a Managua. Estudió, durante dos años, Humanidades en la Universidad Centroamericana. En 1970, viajó a Madrid. Hizo otros dos años de Humanidades en la Universidad Complutense, de esta ciudad, para luego trasladarse a Barcelona y estudiar Filosofía y Letras, durante cuatro años. Tampoco concluyó estos estudios por dedicarse a recorrer Europa, disfrutando de estos parajes, ya fuese en tren, bus o en automóvil. Durante su estadía en Madrid, Álvaro conoció a Carlos Martínez Rivas, enigmático personaje que le abrió las puertas a la literatura española, clásica y moderna, y de quien diría Álvaro luego: «Ejerció una gran influencia, no sólo en mi poesía, sino en mi vida personal». Además, conoció a muchos otros poetas y literatos con quienes entrelazó fraternas

Revista Nicaraguense Artesanal de Literatura y Arte amistades: Carlos Buosoño, Ángel Gonzáles, Francisco Brines, Manuel Vázquez, Fernando Savater, Ana María Moix, entre otros. En 1976, viajó a San José de Costa Rica para culminar sus estudios de Humanidades. En esta ciudad se encontró, nuevamente, con Carlos Martínez Rivas, amistad que proliferó. Ese mismo año, falleció su madre y, un mes después, su padre. En 1979, durante un verano sanjoseciano, escribió Cantata Estupefacta, extenso poema de 826 versos, dispuestos en 34 páginas (por voluntad del poeta), dedicado a sus padres y divido en tres partes: Órfica, El velo tras la piel y Ahora y en la hora; cada una distribuida, a su vez, en tres partes. En la misma época, se dedicó a la pedagogía y fue profesor de Filosofía y Literatura, durante casi cuatro años, en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, sede Managua. Luego, en 1983, se desarrolla como investigador literario del Ministerio de Cultura. En 1986, se publicó su primer libro, Cantata Estupefacta y otros poemas, gracias al patrocinio de la Asociación Sandinista de Trabajadores de la Cultura. En la década del noventa, trabajó junto a Ariel Montoya, en la Secretaría de la Presidencia. A partir de 1988, se dedicó a desarrollarse como poeta, catedrático, ensayista y periodista cultural, hasta su deceso, consecuencia de una encefalopatía urémica y una enfermedad renal, crónica, diabética. Álvaro Urtecho dejó, sin embargo, un sinnúmero de textos inéditos; entre ellos, uno sobre la vida de Carlos Martínez Rivas, decenas de ensayos, prólogos, críticas y artículos dispersos en periódicos y revistas. Además, dejó el legado de resistirse a usar teléfono celular: «yo jamás lo vi usar celular, aunque cedió al encanto de la computadora», comentó el poeta Iván Uriarte. En efecto, poseía una publicación electrónica en Internet (blog) denominada alvarourtecho.blogspot.com. Dentro de sus obras publicadas están: Cantata Estupefacta y Otros Poemas (1986); Cuadernos de la Provincia (1994); Esplendor de Caín (1994); Auras del Milenio (1995), Tumba y Residencia (Poesía Reunida) (2000); Tierra sin Tiempo (2007). En menos de setecientas palabras, se ha descrito una labor de 56 años, emprendida por un hombre, uno solo, que decidió dedicar su tiempo, enteramente, al desarrollo literario. Mas, es el propósito de todas las voces nocturnas que cada una de aquellas sea portadora de la misión que él emprendió, como muchos otros, y que, debido a la débil y orgánica armadura que nos recubre, fue interrumpida para ser retomada, paulatinamente, por aquellos elegidos e iluminados.

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Álvaro Urtecho

ESPLENDOR DE CAÍN (fragmento) No pronunció palabra. Oscura la pupila en su fijeza, seca la boca respondona, inútil el concepto. No hubo decires de alianza o de condena. No pronunció palabra, no: sólo tráquea en el aire, quemadura, algo como un gruñido, un casi balbuceo, un rumiar de letras negras ahogadas, odiosas, aceradas; algo como un esputo sórdido y helado.

De la sección El tiempo inmóvil, de Cuaderno de provincia

Álvaro Urtecho

INDIA (fragmento) Morena de robustos brazos y rostro de mentón arqueado como enigmática ave en vuelo, oscura mirada de escarpados sueños, sonrisa sin máscara, risa de mazorcas desgranadas, ¿quién te puso ese nombre que a nada corresponde: Leila? Leila, sí, Leila: le y la, la y le, como Lola, Lila, Lala o Lula…

Mario Martz D´León

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ÁLVARO URTECHO UN RECORRIDO POR LA RESIDENCIA DE LA VIDA Y LA MUERTE Y LA BÚSQUEDA DE UN MAESTRO RECORRIDO POR LA MUERTE «Las palabras se conducen como seres caprichosos y autónomos. Siempre dicen “esto y lo otro” y, al mismo tiempo, “aquello y lo de más allá”», afirma Octavio Paz, en su ensayo sobre el ritmo. Todo paraje poético es semejante al hombre que reside en la tierra y emigra hacia el cielo o infierno. Tal es el caso de Álvaro Urtecho, quien fuera un residente en esta tierra y un peregrino constante de la vida, una voz poética deslumbrante ante la filosofía existencial de Martin Heidegger o Paul Sartre. Su primer poemario, Cantata Estupefacta y otros poemas, es, sin lugar a duda, la prueba de residencia de todo hombre en la faz de la tierra, donde el misterio de maternidad está a flor de piel1; prueba de ello es el poema Para una niña de nueve meses/ la visión abolida rescatada/ el redondo tiempo de horror donde remueves, golosa, la pupila, descifrándome apenas. La concepción de madre castísima es la pequeña historia del proceso de evocación maternal. Por otro lado, al iniciar el itinerario poético de Urtecho e ir al primer canto —Órfica—, poema consignante sobre la existencia, surge la pregunta persistente del pensamiento humano, «¿quién soy yo?», o el «yo» sujeto a alegóricas interrogantes que aluden al discurso de la misma existencia desde la voz del poeta. Porque, en este caso, no hablamos simplemente de un hombre, sino del poeta internado «entre el tiempo y él mismo». Como se hubiese preguntado Alfonso Cortés: «tiempo, ¿dónde estamos tú y yo, yo que vivo en ti y tú que no existes?». Sin embargo, La Canción del espacio es el afán interminable de relatividad de nuestra vida cotidiana, a como expresara el mismo Cortés en dicho poema; Álvaro, por otro lado, lo interpela desde su Cantata Estupefacta, de lo contrario, no sería cualquier lector que se preguntase a quién ha de dirigirse este hombre, tan sólo un hombre, solo de sí mismo en este paraíso terrenal; por lo tanto, Álvaro se pregunta: ¿pero no es mío el tiempo, no es cierto que mírome mirarme y que me reconozco en tanta faz, en tanto aliento?. Él es el hombre del que hablamos, mejor dicho el poeta, un ser inanimado de las letras que rige su paraje de poesía en esta tierra infernal.

1

Léase poema Maternidad: Esplendor de Caín, en Cantata Estupefacta y otros poemas (Editorial Nueva Nicaragua).

Revista Nicaraguense Artesanal de Literatura y Arte Es como si por la boca de Urtecho hablara la muerte abnegándose de la vida o retrayéndola a esta en el martirio de la existencia, donde debe regirse algún tratado de Filosofía, evidenciando esta última, puesto que, a como afirmara Álvaro, «El poeta es poeta, el filósofo es filósofo»; por lo tanto, aunque esté ligada una con la otra, ninguna es igual a la otra. Aquí, un recorrido del intelectual en el poder de la palabra, por decirlo así, ya que sería un desperdicio entrar en la contextualización de la obra poética de Urtecho: aquellos que dicen «lo uno y lo otro y siempre lo mismo». Claro está que no es vana la frase de Wallace Steven: «debe haber algo de hombre de campo, en todo poeta».

RECORRIDO POR LA VIDA «El poeta es, por definición, póstumo. Comienza a vivir después de su muerte y, cuando está vivo, camina con un pie en la tumba», alude el francés Jean Cocteau. Y no por ser pesimista, pero en este mundo hay poetas a los que se les tolera la mediocridad, cosa que es muy en contra del planteamiento del peruano Ricardo Palma, ni un premio internacional a corta edad puede hacer a un aprendiz un genio, es sólo pura casualidad de diferentes teorías poéticas, que al final de cuenta ningún poeta toma en serio su oficio, por su afamado desorden, porque aquí (Nicaragua), el que espera ser escritor debe iniciarse desde la poesía, aunque no sea este su fuerte o dogma prioritario. Sin embargo, el poeta del que hablamos ahora fue uno que caminó con el pie en la tumba desde su infancia, «cambiándose camisa a cada rato, para burlarse de la muerte, y de vez en cuando esconderse debajo de la cama», pero como a todo ser humano o adorador de esta vida: el día siempre llega, ya sea que por error concibamos la muerte. Viéndolo desde otro punto, la poesía de Álvaro Urtecho fue, quizás, la producción de un cojo cuyo bastón era su lápiz para diagramar su existencia en la tierra, y eso, sin lugar a dudas, le produjo en sí mismo cierto encanto, al sospechar dejar un legado insuperable por poetas de su misma generación. Probablemente, habrá algunos que estarán en total desacuerdo conmigo, pero adentrándonos en la obra de Álvaro Urtecho, se encuentra una amalgama poética de un hombre que canta para luchar contra la muerte, a como dijera Carlos Cano, si no Cantata Estupefacta no tendría valor alguno en este breve texto. Este es el hombre de quien les hablo, el que se presenta con un corito recóndito: contemplar el gran lago de tu tierra, creciendo en el horizonte (El velo tras la piel). Álvaro afirma que para morar en esta tierra, tuvo que ser creado por las horas, así como quien niega su existencia en el umbral del confesionario. Veamos lo siguiente: aquí fui creado por las horas. Erguido en el silencio… culpable y víctima, traidor y mártir, cobarde, héroe, recién lavada criatura en cuerpo entero (Umbral, de Esplendor de Caín, 1974-1991), esto denota la pos-

Revista Nicaraguense Artesanal de Literatura y Arte tura del héroe-malo de esta tierra, o aquel que para aturdir a los demás debe hacerse la víctima para llamar la atención. Y es por eso que retomo la célebre frase de Jean Cocteau «convertirse en Santo no es la menor metamorfosis de los poetas». La firmeza de todo residente en esta vida, o el que nada más está de paso, debe afianzarse en el más súbito instante que respira, conspirar contra sí mismo, y más de alguna vez poseer la libertad que no tiene, ya que, a manera de aforismo, Álvaro nos regala esta sentencia: «no te salvará la luz del día» (Límites, Esplendor de Caín). No cabe duda de que también Álvaro siente una preocupación profunda por el mundo en toda su plenitud, los seres que lo habitamos, la percepción que debe despertar el lector de la nueva lectura, y que, a sabiendas, nos enfrentemos a cuestionar esta realidad superficial; todo residente de esta tierra debe inhalar la vida, así como exhalar su muerte, así dicta el aprendiz: «tú maestro, tú el de la voz, sí, el de las voces que no cesan de llegarnos con el agua, en el tumulto de estas horas nubladas», del poema en homenaje a Carlos Martínez Rivas. Está claro, que Álvaro Urtecho no solamente escribió para escapar de sí mismo, sino también reconoció al maestro que escribió buena poesía después de Rubén Darío, es decir, maestros hacen a maestros; —dispensen los que creyeron lo contrario, pero aquí hay que reconocer que, en este país, no siempre se cuenta con buenos poetas o por lo menos con poetas decentes. Y eso es lo que resume este breve análisis de la poesía de Álvaro Urtecho; la búsqueda de un maestro que sobrevivió los primeros siete años del Siglo XXI, dejándole a los críticos-académicos hurgar alguna buena línea en su última obra: Tierra sin tiempo, en donde quizás los arqueólogos de la buena literatura encuentren nuevos cánones literarios de la poesía nicaragüense, porque si no, tendríamos que juzgar para bien o para mal a Álvaro Urtecho por no haber dejado escrito el Decálogo del Perfecto Poeta.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA 1. Paz, Octavio. Ensayos y otros textos. Fondo de Cultura Económica. México, 1998. 2. Román Hernández, José. Introducción Poética. Ediciones Ávila. 3. Urtecho, Álvaro. Tumba y Residencia (Poesía Reunida). Ediciones CNE. Managua, 2000.

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Álvaro Urtecho

CANTATA ESTUPEFACTA Aquí yo palpo. Miro. Un esqueleto me sonríe desde su mesa. La calavera de la Bella me espeta sus gusanos. Ahí la cuenca, el vaso y la clavija, el trago brincón, el pozo, el chorro sulfuroso, la pezuña pintarrajeada, los cristales de color peculiar, el drama soterrado, la imposibilidad de respirar…

De Auras del milenio

(fragmento)

Álvaro Urtecho

PANAL (fragmento) Sumergido en su luz en su más vasto y rumoroso espacio, el día deriva en picoteos que anticipan una esperada ceremonia: El ritual de las horas cumpliendo su condición de cántaros con fuga hacia el vacío.

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Mario Martz D’León

Minicró-nicas 1. El colectivo literario VOCES NOCTURNAS presentó, el viernes 7 de septiembre de 2007, en la Alianza Francesa de León, el primer número de su Revista Artesanal de Literatura y Arte – Siglo XXI del mismo nombre, con textos de sus miembros y algunos colaboradores; asimismo, se convocó a colaboraciones para la edición virtual, alojada en http://www. vocesnocturnas.org. 2. El sábado 24 y domingo 25 de noviembre de 2007, en las instalaciones de la Universidad Politécnica de Nicaragua, se llevó a cabo el VII Encuentro Nacional de Jóvenes Creadores, organizado por la Dirección de Cultura de esa universidad y la Asociación de Jóvenes Creadores (Asojocre). 3. Más que una tertulia cultural, Artcafé realizó, el viernes 14 de diciembre de 2007, el IV Festival de Arte Joven “Leonel Rugama 2007”, con presentaciones de libros y recital de poetas jóvenes de Nicaragua, exposición de videoarte y concierto musical. El evento tuvo como lema “Lucha juvenil en el arte”. 4. El martes 23 de octubre, el Centro Nicaragüense de Escritores y la Galería Epikentro ofrecieron un recital poético en homenaje al bardo Carlos Martínez Rivas; los poetas recitantes fueron Vidaluz Meneses, Karla Sánchez y dos miembros de VOCES NOCTURNAS: Carlos M-Castro y Delena Arias. La velada finalizó con un brindis y una tertulia improvisada en un bar cercano al lugar. 5. La Alianza Francesa de Managua organizó, el día jueves 22 de noviembre, la “Fiesta de la Lectura”, como cierre del Taller de Géneros Breves de la Literatura o Literatura hiperbreve, impartido por el escritor Edgar Escobar Barba, en el que participamos Carlos M-Castro y el suscrito. Asimismo, se realizó una exposición fotográfica sobre la ciudad. La fiesta concluyó con un brindis para todos los asistentes.

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Carlos M-Castro

Escatología —Iván Uriarte— (Ediciones CNE, 2005)

“Iván Uriarte tiene secuestrada la Literatura nicaragüense —dijo una mañana Isolda Rodríguez—; ha escrito sobre tantos temas, que uno ya no tiene qué escoger”. Y el tema existencial, al que ningún ser humano —y menos un artista— se ha atrevido ignorar, es otro de ellos. Concebido como un asedio persistente a la esencia misma del ser, del tiempo y la divinidad, y escrito entre 1999 y 2000, durante la depresión intermilenaria, este sexto poemario publicado por Uriarte e ilustrado por José Aragón nos da vértigo, nos conforta, alimenta la confianza en un mañana, nos desnuda de arrogancias egocéntricas y coloca nuestra ínfima vitalidad en la gran olla del sufrimiento colectivo. Todo al mismo tiempo, todo en cada verso.

Mario Martz D´León

Mensajes Cifrados —Edgard Escobar Barba— (Ediciones CNE, 2006)

Cuando leí Mensajes Cifrados, de Edgar Escobar Barba, lo primero que se me vino a la mente fue Giovanny Papini, luego medité la decodificación de los cuentos que incluye este libro y encontré la novedad de la narrativa breve actual, a la misma vez al primer autor atrevido en hacerlo —cabe señalar, después de Trece Veces Nunca, del escritor nicaragüense Lizandro Chávez Alfaro. Mensajes Cifrados es una amalgama de ficciones, donde el misterio es el primer encuentro con el lector, definido como un libro en homenaje al cuento —por el mismo autor—; desde el cuento en verso hasta la más ligada línea de la prosa. Al final, debe ser el lector quien justifique la existencia de un libro como este.

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Ninoru Amisaca

Tumba y Residencia (Poesía Reunida) —Álvaro Urtecho— (Ediciones CNE, 2000)

Álvaro Urtecho muestra una infatigable preocupación por rescatar, a través de sus nostálgicos versos, sus raíces y dar a conocer el paraíso cotidiano que sus sentidos perciben; sin dejar a un lado su lucha existencialista. Este poemario reúne los textos más importantes de la psiquis creadora de Urtecho: Cantata Estupefacta, Pasaremos, Esplendor de Caín; entre otros poemas, cuyos versos renuevan la visión onírica del paraje provincial de aquella ciudad natal: es un viaje gratuito, paulatino y a pie por la ciudad, el campo, el odio y el dolor de ser vivo.

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Ninoru Amisaca

(Rivas, Nicaragua// 1986)

Es una alma inquieta e inquietante, que no deja que la duda o el silencio la atormenten, antes vota por la saturación de sus horas en atropello a sus neuronas y a favor de su tormento delectante. Estudia Arquitectura, en el Instituto de Estudios Superiores, y Filología y Comunicación, en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, en Managua. Es miembro cofundadora del Colectivo Literario VOCES NOCTURNAS. Ha participado en los talleres de Iván Uriarte y Edgard Escobar Barba. Posee escepticismo hacia la luz y hacia la sombra, y esgrime con firmeza el escalpelo ante el lenguaje y ante la vida, llevando los pedazos en la lámina bajo la lente del microscopio. Se enfrenta con la hoja en blanco, aceptando que hay una vena conectada con el lápiz cada vez que lo hace y evitando así el contagio de los virus informáticos o descargas de energía impura.

Mario Martz D´León

(León, Nicaragua// 1987)

Editor Web y Gráfico. Estudia Banca & Finanzas en la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli). En el 2006, obtuvo el primer lugar en el concurso “Eudoro Solís III”, en género Cuento. Primer Lugar en Poesía en el XII Certamen de Literatura de Poesía “José Coronel Urtecho” de la Upoli y Segundo Lugar en género Cuento del mismo. Segundo Lugar en Cuento Infantil en el VI Encuentro de Jóvenes Creadores, 2006. Cofundador de VOCES NOCTURNAS y actual Director de la misma. En el 2007, obtuvo Tercer Lugar del Concurso de Cuentos organizado por el Diario La Prensa. Ha publicado en diferentes suplementos literarios nacionales e internacionales de formato electrónico, así como impresos. Cuenta con obra inédita de Poesía y Narrativa. Actualmente es computarólogo de día y poeta de noche.

Carlos M-Castro

(Managua, Nicaragua// 1987)

Estudiante de Ingeniería Industrial, en la Universidad Nacional de Ingeniería, y de Lengua y Literatura Hispánicas, en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, en Managua. Corrector ortográfico y de estilo. Miembro cofundador del Colectivo Literario VOCES NOCTURNAS y editor de la revista homónima. Ha recibido diversos talleres y participado en distintos encuentros y concursos literarios, de los que le quedan sobre todo las dudas, algunos premios y muchas sospechas.

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Horacio Quiroga

(Salto, Uruguay// 1878)

Uno de los grandes escritores de la América hispana. Se inició como poeta modernista —Darío hacía estragos entonces—; pero, al darse cuenta de lo agobiante que resultaban las imitaciones, dedicó su talento a narrar historias (cuento y novela), tomando como maestros a quienes menciona en su Decálogo. Escritos famosos suyos (sí, en el cine...) son los Cuentos de la selva y Anaconda. Uno de sus más reputados libros es el de Cuentos de Amor de Locura y de Muerte (así, sin comas, a disposición suya y violado luego por editores que se creen muy avispados), el cual surgió de escritos publicados en una página de periódico que dirigió. Murió en Buenos Aires, Argentina, en 1937.

Enrique Delgadillo Lacayo

(León, Nicaragua// 1987)

Estudiante de la carrera de Derecho en la Universidad Centroamericana, en Managua. Ha colaborado desde sus inicios —de ambos— con VOCES NOCTURNAS, tanto para su revista impresa como para su página en Internet, siendo, además, representante del colectivo en su natal León. Escribe poesía y narrativa. Participó en el Taller de Géneros Breves, impartido por Edgard Escobar Barba, en donde recibió un reconocimiento por su escritura. Manifiesta un interés humano por decodificar la realidad cotidiana, persiguiendo revelar, y echarnos en cara, detalles poco apreciados de la existencia. Es, a la vez, músico y compositor.

Karma

(Chinandega, Nicaragua// 1987)

Autodidacta ingobernable. Artista gráfico no reconocido, según su propia voluntad. Diseñador mal pagado, subcontratado casi siempre. Confía en el trabajo bien hecho y con calma, por lo que se dedica a acumular conocimiento y experiencia en actividades que su familia cree dudosas. Conoce casi todas las universidades estatales del país, de las que desertó dos o tres pasos luego de haber sabido lo poco que ahí se aprende.

Rommel Cruz

(Carazo, Nicaragua// 1985)

Estudiante (al menos inscrito) de Ingeniería Civil, en la Universidad Nacional de Ingeniería, en donde asiste a los talleres literarios del poeta Iván Uriarte. Su poesía demuestra un manejo casi hostil del lenguaje y un aparente ocultamiento del tema o referente poético.

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Norbert-Bertrand Barbe

(Francia// 1968)

Poeta, artista plástico, historiador del arte y semiólogo. Sus poemas fueron publicados en las revistas: Poètes du Nord-Pas de Calais (Francia), Regarts (Bélgica), Letras Salvajes (Venezuela), Club de Brian, Café Literario, Al margen.com (México), Zona de Tolerancia (Colombia), Hispanic Culture Review (Estados Unidos), Katharsis, La Botella Vacía, Ábaco (España), Arte Poética (El Salvador), Pluma Libre (Costa Rica), y en Nicaragua: ArteFacto, Estrago, Ojo de Papel, La Tribuna, El Nuevo Diario, La Prensa Literaria, Papalotl (de la que fue co-fundador) y ahora en VOCES NOCTURNAS, para fortuna suya y de nuestros lectores. En 1995 recibió el Prix de France en cuento y ensayo. Ha participado como poeta invitado en los Festivales Internacionales de Poesía de San Salvador (2006), La Habana (2007) y Granada (2005, 2006, 2007). Ha publicado 4 poemarios en francés y 3 en español, de los cuales el último es Caprichos nicaragüenses (2006). Es autor de un libro de cuentos en francés.

Haskiella Jiménez

(Jinotega, Nicaragua// 1988)

Estudiante de Ingeniería Industrial en la Universidad Nacional de Ingeniería, en Managua. Practica una poesía de conceptos sarcásticos muy finamente elaborada, casi imperceptible. El lector se dará cuenta de los aguijonazos cuando aprecie los trozos de su dignidad en el asfalto o el polvo.

Gabriela Gómez

(Managua, Nicaragua// 1989)

Estudiante de Veterinaria en la Universidad Nacional Agraria. Cree férreamente en las afinidades como motor de sus decisiones y, como evidencia de su rebeldía, se rehúsa a dejar de hablar de Amor en su poesía escrita sin pretensión de oficio y, lamentablemente, sin compromisos serios.

Luís Iglesias

(Jinotega, Nicaragua// ¿?)

Actor y escritor. Pertenece al Grupo Literario Horizonte de Palabras. Ha organizado encuentros nacionales de escritores en su tierra natal y, así mismo, ha participado en diferentes congresos internacionales de escritores. En el 2007 representó a Nicaragua en el Festival de Mérida, España. Actualmente reside en Jinotega y coordina una Asociación Cultural de ese departamento.

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Roberto Carlos Meza

(Jinotega, Nicaragua//19¿?)

Estudia Ingeniería Industrial en la Universidad Nacional de Ingeniería. Hace poco, el poema suyo que aquí publicamos fue distinguido con una mención de honor en el Concurso de Poesía “El Cisne”, cuyo jurados eran don Jorge Eduardo Arellano, doña Helena Ramos y Héctor Avellán.

David Quant

(León, Nicaragua// 1990)

Estudiante de Diseño Gráfico en la Universidad Politécnica de Nicaragua. Fue miembro del Grupo Literario/Upoli y actualmente es fundador de Ambrosía Literaria, grupo formado a raíz del Taller de Géneros Breves que en la Alianza Francesa impartió Edgard Escobar Barba, durante octubre y noviembre pasados.

Valeska V. Mora B.

(Granada, Nicaragua// 1989)

Estudiante de Marketing y Publicidad en la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología (Unicit). Participó en el Taller de Edgard Escobar Barba (ya mencionado). Actualmente no sé a qué se dedica, pero nos deja al menos uno o dos textos muy apreciables.

Gema Morales Cuadra

(Managua, Nicaragua// 1978)

Arquitecta, especialista en gestión y evaluación de impacto ambiental. Desde hace cuatro años, ejerce la docencia en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, en Managua. Ingresó al ámbito artístico en sus días de chavala universitaria, en los que fundó un taller de pintura y participó en concursos interuniversitarios. Eso fue en la Universidad Católica. En su vida posterior, estudió teatro y protagonizó una pieza de Becket, Esperando a Godot. Sigue en vaivenes y, mientras decide qué golpe darle al timón del bajel, fijó curso incierto junto a los chicos de Ambrosía Literaria.

(Nicaragua// 19¿?)

Aura Bermúdez

También recibió el Taller de Géneros Breves. No sabemos bien qué hace, pero aseguramos que no se dedica a actividades repudiables.

Sergio Balladares

(León, Nicaragua// 1990)

Bachiller del Colegio Centroamérica. Recibió el Taller de Géneros Breves y ganó el tercer lugar del concurso allí organizado. Desde entonces, integra el grupo Ambrosía Literaria.

Mario Martz D’León

Direcci0n ´

Carlos M-Castro Edicion ´

Ninoru Amisaca Delena Arias Regina Gómez Ernesto Javier Arana Consejo de redacion ´ y lectura

Carlos Manuel Ortells (Karma) DIAGRAMACI0N ´ Y DISEnO de portada

… Y a los jóvenes, a los ansiosos, a los sedientos de cultura de perfeccionamiento o simplemente de novedad, o de antigüedad, ¿por qué se les grita: “¡haced esto!” o “¡haced lo otro!”, en vez de dejarles bañar su alma en la luz libre o respirar en el torbellino de su capricho?

RUBÉN DARÍO

(Dilucidaciones, en El Canto Errante, 1907)

La juventud no tiene donde reclinar la cabeza.

CARLOS MARTÍNEZ RIVAS

(Retrato de dama con joven donante,

en La Insurrección Solitaria, 1954)