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Uvairenda apuesta a producir 5.000 botellas de vino para el 2012 3 OCT 2 Votes El Mundo, Domingo, Febrero 03, 2013.

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Uvairenda apuesta a producir 5.000 botellas de vino para el 2012

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El Mundo, Domingo, Febrero 03, 2013. Economía Ronald Pérez La empresa de vinos Uvairenda se planteó el objetivo de crecer y para ello apuesta a incrementar su producción de vinos a 5.000 botellas, pese a que este año las plantas produjeron solamente el 10% de su potencial total. Uvairenda es la primer bodega boutique en el oriente boliviano y cuenta con los cuatro puntos esenciales para la elaboración de vinos de alta calidad: la genética de la vid, la tierra, el clima y el recurso humano. Se encuentra ubicada en la localidad de Samaipata, a 120

kilómetros de la ciudad de Santa Cruz. Según el gerente general de Uvairenda, Peregrín Ortiz, la capacidad de producción de vino de esta bodega crece anualmente y de manera satisfactoria. Aunque las plantas aún son jóvenes y sólo produjeron este 2011 el 10% de su total potencial, se estima que para el 2012 este rendimiento se duplique hasta obtener un total de 5.000 botellas. Las plantaciones de esta bodega se encuentran a 1. 750 metros sobre el nivel del mar, característica que le da el nombre de la marca de su mejor vino, de nombre 1750. Esta viña, cuyo nombre es el neologismo entre uva, una palabra de la lengua española, y renda, que en guaraní significa lugar de, ha demostrado que existen 33.000 hectáreas aptas para la producción de vino de alta calidad en los Valles Cruceños, lo que puede quintuplicar la oferta de esta bebida en el país. Habilitan ruta turÍstica Uvairenda, la primera bodega boutique de la zona, es el nuevo destino turístico para quienes deseen pasar una jornada de aprendizajes y sabores relacionados a la viticultura. A sólo 120 kilómetros de Santa Cruz de la Sierra y bajo la guía del equipo enológico, el recorrido consiste en mostrar la viña, sus plantaciones, la bodega y todo lo relacionado al proceso de elaboración de los vinos de altura. Luego, un sommelier dirige una cata y maridaje del mejor vino, de nombre 1750, además de fiambre y queso del lugar.

Samaipata el Nuevo Destino Enologico de Santa Cruz

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VIERNES, 25 DE FEBRERO DE 2011 http://nomesvi.blogspot.com/2011/02/samaipata-el-nuevo-destino-enologico-de.html Desde que hace 450 los españoles llegaron a Santa Cruz y plantaron las primeras cepas para poder beber el vino propio de su cultura, estas cepas se mantuvieron latentes en los Valles Cruceños , donde la uva siempre estuvo presentes entre los paisanos de este bello terruño en sus parrales de uvas de mesas que son herencia de sus antepasados que durante la colonia también fermentaron para los vinos de Misa de las iglesias del Obispado de Santa Cruz. Pasado casi 450 años renace esta vieja tradición para unirse a Tarija y lograr un nuevo destino enológico en los valles de Santa Cruz. “Valle de SAMAIPATA” de los Vinos de Santa Cruz A mediados del siglo pasado un emigrante croata se casó con una samaipateña y además de hijos engendró una hermosa viña en el Valle de Samaipata, esta viña bautizada con el apellido del croata MILETA embotelló con la marca VINOS MILETA un mosto afinado y hecho con uva criolla, un tinto medio dulce, que si bien entraba en las casas de los cruceños la mayoría de las botellas iban a las sacristías y se usaba para Misa. Aquel vino medio dulzón se convertía así en sangre de Cristo después de la consagración y sirvió también como buen acompañamiento para que junto a la chicha deleitara los paladares de los cruceños y viajantes que venían por estos lares. Pasados 20 años el viejo Mileta, dijo basta y sus hijos no siguieron con el emprendimiento bodeguero de su padre. Por los 70 hubo una nueva intentona, el Ingeniero Jorge Arias llegó a embotellar 800 botellas con el nombre de “DON JORGE”, de un vino con muy buena traza hecho por un enólogo argentino, con uvas compradas en el exterior, también adquirieron autenticos corchos de alcornoque y en estas operaciones y trasiegos el gaucho, resulto ser un chanta y desapareció, el bueno de

Jorge Arias se quedó “compuesto y sin novia” mejor dicho “y sin su “DON JORGE” y aquel interesante proyecto enológico del el valle de Samaipata murió. Con el Siglo XXI, la primera bodega en Santiago del Valle a solo 10 kilómetros de Samaipata, iniciativa de Jorge Vargas, quien apostó por las uvas Moscatel de Italia, Quebranta y Moscatel de Alejandría y con estas frutas Vargas comenzaba a destilar el vino con alambiques comprados en Perú y en la actualidad están sacando un destilado tipo Singani o Pisco que lo han bautizado como MOSCATO. Vargas también se ha lanzado al tinto y ha empezado a embotellar un Cabernet Sauvignon. Viñas de Vargas cuenta con 3 viñedos que suplen su producción enfocada en dar una nueva opción al amante del singani. Este es un loable proyecto para alabar y alentar. A este proyecto, en la actualidad, se tienen que sumar dos más, uno que ya es una realidad que bajo el nombre de Bodega UVAIRENDA, embotella el vino 1750 impulsado por el tándem Roig-Ortiz. Y el otro que en dos o tres años empezará a trajinar sus mostos y con 13 hectáreas está sobre la ruta al famoso FUERTE y que ha empezado con el buen hacer y el cariño que pone en las cosas el empresario Carlos Landivar. Con estas tres realidades enológicas y otras que están en ciernes en los valles, no nos extrañaría nada que pronto tengamos en Santa Cruz una D.O (Denominación de Origen) que bajo el nombre de Valle de Samaipata u otro similar albergara a todas estas emergentes bodegas. UVAIRENDA – 1750 Si con una palabra pudiéramos definir esta Bodega la llamaríamos “La Ladera”. Si usted llega a Samaipata vaya en dirección al Hotel El Pueblito que está en una pronunciada colina y todo lo que es la ladera es la Viña de Uvairenda, en la cúspide la Bodega y al lado la casita que será la recepción del enoturismo. Sin lugar a dudas este proyecto tiene todas las trazas para convertirse en uno de los proyectos enológicos más importantes de Bolivia, siempre y cuando el fuelle económico aguante y el terroir sigue dando estos estupendos frutos. Los impulsores de esta nueva Bodega Boliviana tienen los conceptos claros, hacer de los procesos que van desde el Terroir a la Bodega, todo lo más natural posible, como nos decía el Roberto Aguilar “La idea es que en esta viña se mime la uva, que se golpee el fruto lo menos posible, para que desde que empieza el ciclo de la vid hasta que se embotella el vino todo sea lo más natural posible”. Dicen los expertos que para tener éxito en un emprendimiento hay que tener cuatro cosas: Conocimiento de la materia, Pasión, Fondos y Creatividad. Si dejamos a un lado el vil metal, personalmente, lo resumiría en tres palabras Credibilidad, Creatividad y Sensibilidad. Estas son precisamente las tres características del cruceño con sangre catalana y ahora afincado en Estados Unidos, Francisco Roig, quien parió este proyecto y ahora lo hace

realidad junto a su socio Peregrín Ortiz que a pie de terroir le suple a “toque de blackberry”, convirtiendo este sueño en realidad. El sueño de Francisco desde muy joven fue el mosto, el producir vino, y en el sótano de su casa ya trajinaba uva, turriles, levaduras y fermentaciones. Sus vinos artesanales eran apreciados por sus familiares y amigos, y todavía sigue en este empeño en su casa norte americana. Un día decidió reunirse con su amigo de toda la vida Peregrín y cambiar el sótano por una bodega, de su bodega de juguete a una profesional y con todas las consecuencias y así llego a hacer este sueño realidad, desde hace cuatro años UVAIRENDA es una gratificante y sorprendente realidad. Ya han tenido dos cosechas, los vintages de 2010 y 2011. La vendimia del presente año ha sido la primera de Bolivia terminando de cortar los últimos racimos el tercer sábado de febrero de 2011. Para coordinar la viña y bodega de Samaipata han buscado el “expertise” del profesor Philippo Pszczólkowski, quien con ingenieros egresados de la universidad Católica de Chile están entrenando al personal de la bodega y apoyando los procesos de vinificación. En estos momentos es el joven Roberto Aguilar quien ha tomado la batuta del vintage de 2011 con las indicaciones de Francisco Roig en cuanto a la vendimia y realización los cortes. En Uvairenda,terminada la primera fase de la bodega, podrá producir unos 50.000 litros. En esta viña se ha apostado por variedades tradicionales como el Cabernet Sauvignon, Syrah, Tannat , también por Malbec y Merlot que en estos momentos están de modo experimental, además se han plantado cepas de frutas blancas como Chardonnay. Uvairenda con estas frutas pondrá en el mercado boliviano vinos varietales, trivarietales. Tintos, rosés y blancos. Pero no todo es a corto plazo, ya están pensando a medio plazo, y este año se plantará 1600 cepas a raíz desnuda de Chardonnay y Tannat recién traídas desde el sur de Francia. Esta bodega quiere ser el centro de la producción de vino de Samaipata y está animando a otros vecinos y pobladores de la zona a plantar vides para que usen sus instalaciones en los procesos de producción. Cuál es el secreto de Uvairenda, por un lado la Pasión de Francisco Roig, la Credibilidad del equipo de la universidad Chilena capitaneada por Philippo Pszczólkowski y la creatividad de Peregrín Ortiz que sabe sacar de donde no hay. En la actualidad un equipo de campo encabezado por Fidel Sibaute, miman la viña para que se convierta en una “niña bonita” y un plantel de operarios en bodega y laboratorio, hacen de este proyecto una realidad llena de futuro y con una proyección tremenda. El vino que sale de esta bodega se ha bautizado con el nombre “1750”, cifra que indica la altura en que se encuentran los viñedos de Uvairenda, tiene una proyección

fantástica y esperamos en los próximos años logremos catar la mejor expresión de este gran potencial. Por ahora todo va por muy buen camino y los primeros caldos han cautivado a todo aquel que lo ha probado. VIÑA DEL VALLE DE LA PURIFICACIÓN Otro de los proyectos que se ven sólidos y con futuro es el del empresario cruceño Carlos Landívar, que acaba de plantar sus primeras cepas en la ladera junto al famoso Fuerte de Samaipata, un total de 13 hectáreas de Cabernet Sauvignon, Merlot, Tanat , Sauvignon Blanc y Chardonnay. Landivar es un hombre meticuloso, y le gusta como él dice “empezar desde cero”, paso a paso, pero con zancada firme. A Carlos no le gusta la mediocridad y lo que hace lo hace bien. Así que en la enología seguirá esta misma filosofía. Asesorado por el enólogo franco-chileno Francois Massoc consultor de varias viñas en nuestro continente, formado en Francia y con la consultoría “Massoc y Parra”, ve en este proyecto un reto muy importante pues se trata de constatar alguna de sus teorías donde la climatología, el terroir y la altura juegan un papel importante para esta nueva viña que su primera cosecha se recogerá en tres años en el pueblo del Valle de la Purificación, que es el nombre que recibió de los españoles el hermoso valle donde está Samaipata, y así llamará Landívar a su Bodega, El Valle de la Purificación era hace 450 años, la población de tránsito obligatorio desde el la Gobernación del Río de La Plata, sobre todo desde Asunción del Paraguay y Santa Cruz de la Sierra con las minas que se encontraban en los Andes y el puerto en Lima.Ahora, Samaipata, con estos proyecto puede convertirse como importante vía de producción vinífera en Santa Cruz y llegar en un futuro a un centro exportación como lo era antaño en tiempo de los españoles. Para esto Carlos Landivar construirá una gran Bodega con todos los detalles para este proceso. Deseamos de todo corazón que las plantas que en este 2011 se han plantado puedan tener su primer fruto vinificable en tres años, pedimos a Dios estar en el Valle de la Purificación para probarlos. Samaipata, Descanso en las Alturas, El Valle de la Purificación, Encuentro de Culturas, es un sin fin de cosas a descubrir, en la actualidad se cree que fue un centro importante para varias de culturas ancestrales como: Las Culturas Amazónicas, las Culturas Andinas y las Culturas del Gran Chaco. Hoy, tiene un nuevo aliciente una nueva ruta del vino en Santa Cruz…. Una nueva alternativa que se suma a Tarija para seguir fortaleciendo la industria nacional. TURISMO ENOLOGICO Junto a las bodegas de Samaipata, el visitante tiene que estar cerca de la viña, disfrutar de la gastronomía y de un buen dormir, Pared con pared con Uvairenda está el Hotel boutique u Hotel con encanto “El Pueblito”, regentado por Giovanni Guidetti y Sandra Serrate. Nos solo son buenos anfitriones, sino además unos verdaderos amantes del vino.

Nos reciben con una camisa adoc a las circunstancias con sus estampados de botellas cepas racimos y copas de vino. El Hotel está lleno de dibujos y pinturas realizadas por la laboriosa artista Sandra Serrate, donde el vino es el motivo principal de la decoración, y para colmo le recomendamos que se hospede en la habitación que se llama “la taberna”. No hemos visto nunca una sinergia tal entre Bodega, viña y Hotel. Un hotel con encanto para un viaje de ensueño entre viñedos hermoso paisaje e historia. Además de “El Pueblito”, Samaipata te ofrece otras casas de hospedaje, restaurantes, cafeterías donde nunca te faltará la botella de Viñas de Vargas, 1750 o la que Landivar está ya plantando en el Valle de la Purificación. Samaipata ofrece al visitante un interesante núcleo gastronómico con productos caseros, como los famosos chorizos alemanes, quesos, mermeladas caseras, embutidos, mieles silvestres, horneados típicos…etc que se unen al vino haciendo de este lugar un destino único en Santa Cruz.

Bodegas Santa Ana amplía su producción de vinos y licores Por Redacción Central - Los Tiempos - 25/02/2007

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Comentarios

La gerencia general de Bodegas Santa Ana, una de las más antiguas empresas vitivinícolas y de singanis en Cochabamba, ha realizado una inversión que sobrepasa los 30 mil dólares con la finalidad de ampliar su producción y buscar nuevos mercados nacionales. Wildo Dolz, gerente general de Bodegas Santa Ana, recuerda que la empresa fue creada en Sipe Sipe en 1965 por su padre Santiago Dolz, quien fue uno de los pioneros en la cosecha de uva en esa provincia, materia prima que serviría para la elaboración de guarapo y singani. La empresa mejoró su producción hasta que en 1972 obtuvo los afamados vinos semidulces y singanis mezcladores. Con el transcurso de los años, los descendientes del fundador de Bodegas Santa Ana se hicieron cargo de la empresa y es en 2003 que irrumpe en el mercado regional nuevos productos con alto grado de competitividad. En la gerencia general, Wildo; Marilín, en la comercialización; y Sonia en la industrialización, son el testimonio de la constancia y perseverancia de la familia Dolz en elaborar vinos y licores "made in Cochabamba". "La inversión que realizamos nos permite tener una producción de vinos y singanis de 100 mil litros por año; sin embargo, nuestra capacidad instalada es de 150 mil", señala Dolz.

La elaboración de cada uno de los productos de Bodegas Santa Ana tiene su realce especial, pues entre el 15 y el 20 por ciento de la materia prima que se utiliza proviene de los campos vitivinícolas de Suticollo. "Hasta hace cuatro años usábamos el 100 por ciento de uva seleccionada proveniente de Tarija, pero ahora tenemos el orgullo de usar materia prima cochabambina", indica el gerente de la empresa. Producción La producción comienza con la cosecha, selección y traslado de uvas varietales a la planta de producción, donde en una primera etapa se muele la uva separando algunos elementos. En la bodega se procede a la molienda, se lo realiza en un moledor centrífugo horizontal. Esta máquina procesa la uva separando el escobajo y dejando la cáscara, las pepas y el jugo de la uva para la primera fase de fermentación. Dolz explica que la segunda parte de la fermentación se realiza en cántaros cerámicos, en envases de poliéster reforzado con fibra de vidrio y en tanques de acero inoxidable de alta capacidad. "El mosto es llevado de un envase a otro separando la parte clara de las partes turbias y así llegamos a obtener un vino claro y a este producto que ya está autoclarificado hacemos un proceso de filtración antes del proceso de embotellado final", señala. Posteriormente, el producto se somete a un riguroso control de calidad en el laboratorio de la misma bodega. En este recinto, un ingeniero químico se encarga de realizar los diferentes controles de calidad hasta obtener un producto de gran calidad El gerente general de Dolz manifiesta que una vez que ya se ha filtrado el vino, éste pasa a la línea embotelladora de la empresa. Mediante una moderna maquinaria, las botellas de vidrio son llenadas y niveladas con el producto, posteriormente pasan al encorchado, etiquetado y embolsado para su respectivo almacenamiento hasta que salga al mercado. Uvas plantadas en Suticollo El 20 por ciento de la materia prima del cual Bodegas Santa Ana se abastece proviene de la zona de Suticollo, a 25 kilómetros de Cercado. La zona y el terreno son aptos para la producción de diferentes variedades de uva como la moscatel de Alejandría, Malbec, Cabernet Sauvinog, la criolla, la cereza y la negra. Dolz explica que de una hectárea de plantaciones de uva se obtiene aproximadamente 10 toneladas de vid. "Se espera que el próximo año, con la cosecha de la otra hectárea de varietales podamos contar con cinco toneladas adicionales de uva para aumentar la producción de vinos, singanis y licores", asevera. El grado de dulzor que debe tener la uva para su cosecha debe ser de 11 grados baumé. Sin embargo, si la vid sólo logra alcanzar entre 9 y 9,5 grados se espera cuatro días más, caso contrario se procede inmediatamente a la cosecha.

Crema Dolz, novedosa producción La capacidad de la línea de embotellado de Bodegas Santa Ana es de aproximadamente 700 botellas por hora, lo cual ha permitido diversificar su producción hasta conseguir vinos de alta calidad, singanis y otros licores. Un producto que de a poco se ha ganado la aceptación en el gusto del paladar de los cochabambinos es la crema Dolz, licor de gran calidad para ser degustada en cualquier ocasión. "Este licor fue inspirado en los productos de Baileys, Amarula y Carolans. La crema Dolz está elaborado con un singani de alta graduación que nosotros mismos destilamos en nuestro viñedo y está elaborado en base a crema, leche, café y chocolate, obteniendo así una bebida agradable especialmente para las damas" expresa Dolz. Según el gerente de Bodegas Santa Ana, es la primera vez que una empresa cochabambina produce una bebida de esta envergadura. Con relación a los vinos, Dolz indica que a los tradicionales semidulces blancos y tintos se suma el rosado, ideal como aperitivo. "Estamos elaborando también un vino con uva moscatel. Recientemente hemos sacado al mercado un vino varietal barbera cosecha 2004 de producción limitada. Esperamos que hasta fin de año podamos tener un Cabernet Sauvinong y un Cirac, que son variedades de uvas que se están plantando en Tarija, pero que son procesadas en nuestras bodegas", sostiene. En la línea de singanis se tiene un licor de etiqueta roja, de primera clase, que compite con cualquier otra línea del mercado nacional y los de uva negra que son singanis mezcladores. ANÁLISIS "Los vinos nacionales gozan de prestigio y pueden competir" José Luis Porcel Presidente Nacional de Industrias Vitivinícolas Si bien es cierto que el consumo del vino en el país es relativamente reciente, no menos cierto es que existen hábitos arraigados en determinadas regiones y clientes, lo que conjuntamente la calidad de suelos y clima, explica de una u otra forma el crecimiento de las industrias vitivinícolas asentadas en el sur del país, especialmente las de Tarija. De acuerdo con la información disponible para las principales ciudades del país (La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y El Alto), la oferta de vinos es muy diversificada; en efecto, se puede observar en el mercado con la presencia de una serie de vinos nacionales y extranjeros que compiten permanentemente; entre los que destacan: Kohlberg, Concepción, San Pedro, Rujero, Aranjuez, Coinca y Campos de Solana que son de origen nacional. Por otro lado están Michel Torino, Undurraga, Ternuva, Toro Viejo, El Arriero, Canciller y El Abuelo entre los más importantes de origen extranjero, de los cuales la mayoría son argentinos, excepto el Undurraga y Concha y Toro que son chilenos. Por esta descripción y por las condiciones imperantes en la economía nacional, dadas por la libre importación y el contrabando, existe una gran oferta de vinos de distintas marcas, calidades y precios en el mercado nacional, aspecto que se constituye en un factor adverso para la industria nacional.

A pesar de ello, los productos nacionales gozan de prestigio y pueden competir con los provenientes del exterior. Esto de por sí es un gran logro considerando que por efectos del contrabando el ingreso de vinos de distintas marcas podría haber afectado en mayor proporción a la industria nacional, con el riesgo de hacerla desaparecer. Entre las explicaciones más importantes para que esta situación no haya sucedido está la calidad de la producción nacional y los gustos y preferencias del mercado nacional que han permitido la consolidación y crecimiento de las bodegas instaladas en el país, además de ser competitivos en precio.

Bodega Dolz trabaja por un Sipe Sipe vitivinícola Por Gisela Alcócer Caero - Los Tiempos - 3/09/2013

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El gerente de Bodega Santa Ana, Wildo Dolz, en su tienda. - Carlos López Gamboa Los Tiempos Multimedia 

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Para que vuelvan a brotar los viñedos en el municipio de Sipe Sipe, Bodegas Dolz (exSanta Ana) y la Alcaldía regional llevan adelante un emprendimiento para retomar la viticultura, que casi ha desaparecido en la zona, y que hace 33 años tenía buena producción de uva.

El gerente de la bodega, Wildo Dolz, informó que su empresa fue instalada en la región porque su padre, que era tarijeño, llegó a la ciudad y empezó a hacer vinos, pues la zona es apta para ese tipo de producción. "Lo que ha pasado es que se ha perdido la tradición de renovar las plantas y se han muerto, porque no viven muchos años", dijo. Según Dolz, el trabajo realizado entre el municipio y la empresa de vinos consiste en la capacitación de los pobladores para que aprendan la viticultura. "No es como manejar cualquier otro frutal, porque para éste se necesita saber cómo realizar la poda, la conducción y el manejo del fruto, la cosecha. Por esta razón, junto al municipio ya hemos distribuido más de 15.000 plantas". Dijo que la entrega no se realizó de forma completamente gratuita, pero sí fue subvencionada. Según Dolz, ésto se debió a que con el pago de la contraparte mínima se puede garantizar que el agricultor cuide el producto, pues le costó dinero. "Pagaron 5 bolivianos por plantín, cuando su costo es de 20 bolivianos puesto en Cochabamba. Lo que hicimos en realidad fue cobrarles un costo de transporte (hasta Sipe sipe) para que valoren sus plantas". La distribución continuará en este mes, pues Alcaldía y bodega ya adquirieron 10.000 plantines más que serán repartidos. "Son especies injertadas para que inclusive resistan algunas enfermedades", dijo el gerente de Bodegas Dolz y agregó que las especies de uvas que están siendo distribuidas son "Moscatel de Alejandría (blanca) en un 60 por ciento, la variedad Cardinal (rosada); otra especie sin semilla (blanca) y una variedad americana llamada Red Globe que tiene un fruto rosado grande". Los productores del municipio podrán vender sus productos tanto para el mercado, pues son uvas de mesa, como para la producción de singani boliviano. Antecedentes El propietario de la Bodega es Wildo Dolz Vásquez, quien ha estudiado ingeniería de Alimentos en Univalle y se ha especializado en viticultura, enología y análisis sensorial de vinos en la Universidad Católica de Chile. Ha sido docente de Infocal en las materias de Introducción a la Enología y Maridaje de Vinos y Comidas, durante cuatro años. También fue Presidente de la Expo Industria, evento organizado por la Cámara de Industria de Cochabamba. También es Presidente de la Asociación de Viticultores de la región, que se reúne para poder obtener créditos que los ayuden a mejorar la producción, ya que el Banco de Desarrollo Productivo (BDP) del Gobierno puso como condición la pertenencia a una asociación nacional para poder acceder a este beneficio, razón por la cual las personas dedicadas a este rubro se organizaron.

PUEDE PRODUCIR HASTA 200 MIL LITROS DE VINO Una empresa con 33 años de historia "Somos los únicos productores de vino que hemos quedado en la zona y como utilizamos uva tarijeña, esperamos que de aquí a unos cuatro o cinco años podamos cubrir por lo menos en el 50

por ciento nuestra materia prima para tener realmente un vino 100 por ciento cochabambino", dijo el gerente de Bodega Dolz, Wildo Dolz. El empresario vitivinícola aseguró que la producción actual de uva cochabambina apenas llega a cubrir el 20 por ciento de sus necesidades. Esta empresa nació en Sipe Sipe el año 1979, con el nombre de Bodega Santa Ana y quedó como herencia para los cinco hijos del fundador. El menor fue el que se hizo cargo de mantener la producción y poco a poco fue comprando las acciones de sus hermanos. Sólo uno, que actualmente vive en Brasil, Sebastián Dolz, no quiso perder su paquete accionario y actualmente trabajan como socios. Durante los últimos años la empresa hizo algunos cambios, especialmente en el área de producción, pues los antiguos cántaros de barro en los que antes se procesaba el vino, fueron reemplazados por unos modernos tanques de fibra de vidrio que ha aportado a mejorar la calidad del producto. Después de tanto años en el mercado, ha ganado un lugar entre los cochabambinos, que sobre todo buscan los singanis producidos por esta fábrica, además de los licores dulzones y vinos, tanto dulces como secos. "Nuestra especialidad son los vinos dulzones y en Cochabamba a la gente que le gusta este tipo de bebidas, generalmente va por nuestra marca", dijo el gerente. Sostuvo que tiene un buen espacio ganado también en Santa Cruz, donde entró a partir del IC Norte, porque es un mercado muy grande, al que no podríamos entrar masivamente. "Todo lo que producimos abastece el mercado local", dijo. Su producción crece anualmente entre un 20 por ciento, llegando a producir cerca de 160 mil litros de licores por año, aunque la capacidad instalada de la bodega cochabambina es de 200 mil litros.