Vida Despues de La Muerte

1ª. Corintios 15-12 SI SE PREDICA DE CRISTO RESICITÓ DE LOS MUERTOS, CÓMO DICEN ALGUNOS QUE NO HAY RESURRECCION DE MUERT

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1ª. Corintios 15-12 SI SE PREDICA DE CRISTO RESICITÓ DE LOS MUERTOS, CÓMO DICEN ALGUNOS QUE NO HAY RESURRECCION DE MUERTOS? CORINTIOS 15-40 HAY CUERPOS CELETIALES Y CUERPOS TERRENALES CORINTIOS 15-44 SE SIEMBRA CUERPO ANIMAL. RESUCITARÁ CUERPO ESPIRITUAL. HY CUERPO ANIMAL Y CUERPO ESPIRITUAL.

Y YO ROGARÉ AL PADRE Y OS DARÁ OTRO CONSOLADOR, MAS EL CONSOLADOR A QUIEN EL PADRE ENVIARÁ EN MI NOMBRE, EL OS ENSEÑARÁ TODAS LAS COSAS Y OS RECORDARÁ TODO LO QUE YO OS HE DICHO. JUAN 14: 26

Danah Zohar.1945.filosofa y física,del MIT,y estudio filosofia,religion y psicologia en la U.de Harward.En su libro Inteligencia espiritual,nos habla de la necesidad de buscar la VERDAD de arriba-abajo.Para esto nos señala del principio de incertidumbre de W.Heisenberg,fisico aleman,pionero de la física cuantica,donde el principio cuestiona nuestra capacidad para saber algo en forma absoluta,que con la teoría de la relatividad de Einstein,se cuestiona nuestra posicion en el tiempo y el espacio.Asi nuestro conocimiento es limitado(Socrtes:solo se que nada se).Entonces la realidad cuantica que Heinsenberg nos describe,tiene un numero infinito de posibilidades,expresiones,todas necesarias y validas de algun modo.Solo podemos conocer los aspectos que buscamos de la Realidad,y nuestras respuestas siempre seran respuestas a lo que hemos preguntado.Einstein y Heisenberg nos dieron un cambio fundamental en nuestra relacion con la Verdad y la Etica.La anterior era de arriba-abajo.

La verdad depende de nosotros y las preguntas que hemos decidido hacer. Pero la Verdad de abajo-arriba viene de adentro y la accedemos mediante la inteligencia espiritual.La Verdad de arribaabajo se basa en la Fe,en una autoridad exterior,pero la ciencia creativa es de abajo-arriba,en probar las teorias,cuestionar los hechos.Los misticos de las religiones hindues,taostas,budistas,buscan la Verdad de abajo-arriba,en la importancia de la experiencia interior hacia lo sagrado,pero las religiones occidentales han rechazado y perseguido esta actitud,pero llego la hora de rectificar.

Dr Rodolfo Llinas,Medico graduado en la U.Javeriana en Bogota,yse graduo en neurofisiología en la U.Australia ,Ph.d con el premio nobel de fisiologia Jhon Eccles,Trabajo en la Nasa y es profesor de la U.de Nueva York.Danah Zohar lo nombra en su libro de la Inteligencia Espiritual,por los hallazgos sobre la conciencia diciendo y comprobando a traves de la magnetoencefalografia que la conciencia no esta confinada en el cerebro,y para esto encontro unas nuevas ondas cerebrales de 40 Herzz(Gamma),conocidas como Oscilaciones neurales.,que integran la actividad cerebral,que nos demuestra la inteligencia espiritual.



En el instante en que tomamos nuestra primera respiración, se nos infunde la mayor fuerza del universo: el poder de plasmar las posibilidades de nuestras mentes en la realidad de nuestro mundo. No obstante, despertar plenamente nuestro poder requiere un cambio sutil en lo que pensamos sobre nosotros mismos, un cambio en nuestras CREENCIAS.



Tal como el sonido crea ondas visibles al viajar por una gota de agua, nuestras «ondas de creencias» atraviesan el tejido cuántico del universo para convertirse en nuestros cuerpos y en la curación, la abundancia y la paz o la enfermedad, la carencia y el sufrimiento— que experimentamos en la vida. Y tal como podemos afinar un sonido para cambiar sus pautas, podemos refinar nuestras creencias para preservar o destruir todo lo que atesoramos, incluyendo la vida misma.



En un mundo maleable en el que todo, desde los átomos hasta las células, está cambiando para adaptarse a nuestras creencias, sólo estamos limitados por nuestra manera de pensar con respecto a nosotros mismos.



Este libro está dedicado a nuestra aceptación de este poder tan impresionante, y a nuestro conocimiento de que sólo estamos a una creencia de distancia de nuestro mayor amor, de nuestra más profunda curación y de los mayores milagros.

El FÍSICO PIONERO JHON WHEELER DIJO en una ocasión" si no has descubierto algo nuevo o extraño durante el día no puedes decir que haya sido un gran día"

«La experiencia mas hermosa que podemos tener es la del misterio...aquel a quien esta emoción le es desconocida y que ya no puede hacer un alto para maravillarse y entrar en un rapto de sobrecogimiento, esta ya muerto«

"DÉJATE ATRAER SILENCIOSAMENTE POR EL FUERTE TIRÓN DE LO QUE REALMENTE AMAS" RUMÍ POETA SUFÍ (1207 AL 1273 d.C.) "un guerrero elige un camino con corazón, cualquier camino con corazón, y lo sigue, y luego se regocija, y se ríe. Sabe, porque ve, que su vida se acabara demasiado ponto" Carlos Castañeda, la rueda del tiempo

ESTO ES PORQUE VIVIMOS LA VIDA SIN CORAZÓN, LLEVADO POR LAS OLAS DEL MATERIALISMO ARRASTRADOS POR LAS CONVENIENCIAS, SIN PREGUNTARNOS DE DONDE VENIMOS, A DONDE VAMOS? Que pasa luego de morir?, HASTA QUE UN SUCESO COMO EL DEL WORDL TRADE CENTER en usa ,nos mueve el piso. "Las últimas revelaciones de la ciencia, de la física cuántica no las conocen "la gente de a pie", absortas como andan en sus negocios, han descuidado el pan espiritual, acomodados a sus antiguas creencias, O QUE OTROS DECIDAN Y PIENSEN POR ELLOS, PERO hay muchos investigadores tanto en la física cuántica, la psicología transpersonal, la neurofisiología, y otras ramas de la medicina, que la conciencia no está limitada en el cerebro"

Para el hombre corriente el mundo es extraño porque, cuando no se aburre de él, está enemistado con él. Para un guerrero, el mundo es extraño porque es estupendo, pavoroso, misterioso, insondable. Un guerrero debe asumir la responsabilidad de estar aquí, en este mundo maravilloso, en este tiempo maravilloso.

La confianza del guerrero no es la confianza del hombre corriente. El hombre corriente busca la certeza en los ojos del espectador y llama a eso confianza en sí mismo. El guerrero busca la impecabilidad en sus propios ojos y llama a eso humildad. El hombre corriente está enganchado a sus semejantes, mientras que el guerrero sólo está enganchado al infinito. Carlos Castañeda – La Rueda del Tiempo

Nuestros semejantes son magos negros. Y quienquiera que esté con ellos es también un mago negro sin más. Piensa un momento. ¿Puedes desviarte de la senda que tus semejantes han trazado para ti? Mientras permaneces con ellos, tus acciones y pensamientos están fijados para siempre en sus términos. Eso es esclavitud. El guerrero, en cambio, está libre de todo eso. La libertad es cara, pero el precio no es imposible de pagar. Así que teme a tus captores, a tus amos. No desperdicies tu tiempo y tu poder en temer a la libertad. Un guerrero debe cultivar el sentimiento de que tiene cuanto necesita para ese viaje extravagante que es su vida. Lo que cuenta para un guerrero es estar vivo. La vida es suficiente y completa en sí misma, y por sí misma se explica. Por eso puede uno decir, sin presunción, que la experiencia de las Carlos Castañeda – La Rueda del Tiempo experiencias es estar vivo.



La muerte es el ingrediente indispensable del tener que creer. Sin conciencia de la muerte, todo es ordinario, trivial. Sólo porque muerte lo acecha es por lo que un guerrero tiene que creer que mundo es un misterio insondable. Tener que creer de este modo es expresión de la más íntima predilección del guerrero.

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Cuando un guerrero toma la decisión de pasar a la acción, debería estar dispuesto a morir. Si está dispuesto a morir, no habrá tropiezos, ni sorpresas desagradables, ni actos innecesarios. Todo encajará suavemente en su sitio porque no espera nada.



Un guerrero cazador sabe que su muerte lo aguarda, y que ese mismo acto que ahora está realizando puede muy bien ser su última batalla sobre la Tierra. Lo llama batalla porque es una lucha. La mayoría de la gente pasa de acto a acto sin luchar ni pensar. Un guerrero cazador, por el contrario, evalúa cada acto; y como tiene un conocimiento íntimo de su muerte, procede juiciosamente, como si cada acto fuera su última batalla. Sólo un necio dejaría de notar la ventaja que un guerrero cazador tiene sobre sus semejantes. Un guerrero cazador da a su última batalla el respeto que merece. Es natural que su último acto sobre la Tierra sea lo mejor de sí mismo. Así le place. Así le quita el filo a su temor.

Un guerrero debe enfocar su atención en el vínculo que lo une con su muerte. Sin remordimiento ni tristeza ni preocupación, debe poner su atención en el hecho de que no tiene tiempo y dejar que sus actos fluyan de acuerdo con ello. Ha de hacer de cada uno de sus actos su última batalla sobre la Tierra. Sólo en tales condiciones tendrán sus actos el poder que les corresponde. De otro modo serán, mientras viva, los actos de un necio. La muerte es nuestra eterna compañera. Se halla siempre a nuestra izquierda, a la distancia de un brazo tras de nosotros. La muerte es la única consejera sabia con la que cuenta un guerrero. Cada vez que el guerrero siente que todo anda mal y que está a punto de ser aniquilado, puede volverse a su muerte y preguntarle si ello es cierto. Su muerte le dirá que se equivoca, que en realidad nada importa salvo su toque. Su muerte le dirá: «Todavía no te he tocado». Carlos Castañeda – La Rueda del Tiempo

SÓCRATES Y LA MUERTE Apología De Sócrates PORQUE TEMER LA MUERTE, ATENIENSES, NO ES OTRA, COSA QUE CREERSE SABIO SIN SERIO Y CREER CONOCER LO QUE NO SE SABE. EN EFECTO, NADIE CONOCE LA MUERTE NI SABE SI ES EL MAYOR DE LOS BIENES PARA EL HOMBRE. SIN EMBARGO, SE LA TEME, COMO SI SE SUPIESE CON CERTEZA QUE ES EL MAYOR DE TODOS LOS MALES. ¡AH! ¿NO ES UNA IGNORANCIA VERGONZANTE CREER CONOCER UNA COSA QUE NO SE CONOCE?

SÓCRATES Y LA MUERTE En segundo lugar, se denuncia ante los jueces populares como el creador de un ser humano nuevo, el despertador de conciencias, el destructor de las ideas dominantes tradicionales, el tábano que aguijonea el sueño dogmático de los atenienses. La defensa de SÓCRATES consiste en exaltar al máximo la misión y función de la filosofía, tanto en la polis como en el individuo, invitando a todos a despreocuparse del cuerpo y de los bienes materiales para concentrarse en la vida moral del individuo, en el examen de uno mismo y de los demás, por encima de todo. "Filosofar ya no es, como dice HADOT, según los sofistas, adquirir un saber o un saber hacer, una sophia, sino que es cuestionarse a sí mismo porque se tendrá el sentimiento de no ser lo que se debería ser". HADOT precisa un problema fundamental en la filosofía socrática, que veremos más adelante: con ella "por vez primera en la historia aparece la representación del individuo "Definitivamente SÓCRATES es un filósofo inclasificable, porque se presenta como extraño, demoníaco, desconcertante. Dice que él es "un hombre extraño, que deja a los otros hombres en la incertidumbre".

Me ha sucedido hoy una cosa muy maravillosa. La voz divina de mi demonio familiar, que me hacía advertencias tantas veces y que en las menores ocasiones no dejaba jamás de separarme de todo lo malo que iba a emprender, hoy, que me sucede lo que veis y lo que la mayor parte de los hombres tienen por el mayor de todos los males, esta voz no me ha dicho nada, ni esta mañana cuando salí de casa, ni cuando he venido al tribunal, ni cuando he comenzado a hablaros. Sin embargo, me ha sucedido muchas veces que me ha interrumpido en medio de mis discursos y hoy a nada se ha opuesto, haya dicho o hecho yo lo que quisiera. ¿Qué puede significar esto? Voy a decíroslo. Es que hay trazas de que lo que me sucede es un gran bien y nos engañamos todos, sin duda, si creemos que la muerte es un mal. Una prueba evidente de ello es que si yo no hubiese de realizar hoy algún bien, el dios no hubiera dejado de advertírmelo como acostumbra.

Profundicemos un tanto la cuestión, para hacer ver que es una esperanza muy profunda la de que la muerte es un bien. Es preciso de dos cosas una: o la muerte es un absoluto abandonamiento y una privación de todo sentimiento o, como se dice, es un tránsito del alma de un lugar a otro. Si la privación de todo sentimiento, un dormir pacífico que no es turbado por ningún sueño, ¿qué mayor ventaja puede presentar la muerte?

Pero si la muerte es un tránsito de un lugar a otro y si, según se dice, allá abajo está el paradero de todos los que han vivido, ¿qué mayor bien se puede imaginar, jueces míos? Porque si al dejar los jueces prevaricadores de este mundo, se encuentra en los infiernos a los verdaderos jueces, que se dice que hacen allí justicia, Minos, Radamanto, Eaco, Triptolemo y todos los demás semidioses que han sido justos durante su vida, ¿no es éste el cambio más dichoso? ¿A qué precio no compraríais la felicidad de conversar con Orfeo, Museo, Hesíodo y Homero? Para mí, si es esto verdad, moriría gustoso mil veces. ¿Qué transporte de alegría no tendría yo cuando me encontrase con Palamedes, con Ayax, hijo de Telamón, y con todos los demás héroes de la antigüedad que han sido víctimas de la injusticia? ¡Qué placer el poder comparar mis aventuras con la suyas! Pero aún sería un placer infinitamente más grande para mí pasar allí los días, interrogando y examinando a todos estos personajes, para distinguir los que son verdaderamente sabios de los que creen serlo y no lo son. ¿Hay alguno, jueces míos, que no diese todo lo que tiene en el mundo por examinar al que condujo un numeroso ejército contra Troya, u Odiseo o Sísifo, y tantos otros, hombres y mujeres, cuya conversación y examen serían una facilidad inexplicable? Estos no harían morir a nadie por este examen, porque, además de que son más dichosos que nosotros en todas las cosas, gozan de la inmortalidad, si hemos de creer lo que se dice.

Esta es la razón, jueces míos, para que nunca perdáis las esperanzas aun después de la tumba, fundados en esta verdad: que no hay ningún mal para el hombre de bien ni durante su vida ni después de su muerte; y que los dioses tienen siempre cuidado de cuanto tiene relación con él; porque lo que en este momento me sucede a mí no es obra del azar y estoy convencido de que el mejor partido para mí es morir desde luego y libertarme así de todos los disgustos de esta vida. He aquí por qué la voz divina nada me ha dicho en este día. Es cierto, si yo no me engaño, que aquí hemos dicho muchas veces, y creeríamos hablar con formalidad, que entre las opiniones de los hombres las hay que son dignas de la más alta estimación y otras que no merecen ninguna. Critón, en nombre de los dioses; ¿te parece esto bien dicho? Porque, según todas las apariencias humanas, tú no estás en peligro de morir mañana y el temor de un peligro presente no te hará variar en tus juicios; piénsalo, pues, bien. ¿No encuentras que, con razón, hemos sentado que no es preciso estimar todas las opiniones de los hombres, sino tan sólo algunas, y no de todos los hombres indistintamente, sino tan sólo de algunos? ¿Qué dices a esto? ¿No te parece verdadero?

Critón.—Mucho. Sócrates.—¿En este concepto, no es preciso estimar sólo las opiniones buenas y desechar las malas? Critón.—Sin duda. Sócrates.—Las opiniones buenas ¿no son las de los sabios y las malas las de los necios? Critón.—No puede ser de otra manera. Sócrates.—Vamos a sentar nuestro principio. Un hombre que se ejercita en la gimnasia ¿podrá ser alabado o reprendido por un cualquiera que llegue o sólo por el que sea médico o maestro de gimnasia? Critón.—Por éste sólo, sin duda. Sócrates.—¿Debe temer la represión y estimar las alabanzas de éste . sólo y despreciar lo que digan los demás? Critón.—Sin duda. Sócrates.—Por esta razón, ¿debe ejercitarse, comer, beber, según le prescriba este maestro y no dejarse dirigir por el capricho de todos los demás? Critón.—Eso es incontestable. Sócrates.—He aquí sentado el principio. ¿Pero si desobedeciendo a este maestro y despreciando sus atenciones y alabanzas, se deja seducir por las caricias y alabanzas del pueblo y de los ignorantes, no le resultará mal?

Critón.—¿Cómo no le ha "de resultar? Sócrates.—Pero este mal, ¿de qué naturaleza será? ¿A qué conducirá? ¿Y qué parte de este hombre afectará? Critón.—Á su cuerpo, sin duda, que infaliblemente arruinará. Sócrates.—Muy bien, he aquí sentado este principio; ¿pero no sucede lo mismo en todas las demás cosas? Porque sobre lo justo y lo injusto, lo honesto y lo inhonesto, lo bueno y lo malo, que eran en este momento la materia de nuestra discusión, ¿nos atendremos más bien a la opinión del pueblo que a la de un solo hombre, si se encuentra uno muy experto y muy hábil, por el que sólo debamos tener más respeto y más deferencia que por el resto de los hombres? Critón.—Soy de tu dictamen, Sócrates. Sócrates.—Estame atento, yo te lo suplico; si, adoptando la opinión de los ignorantes, destruimos en nosotros lo que sólo se conserva por un régimen sano y se corrompe por un mal régimen, ¿podremos vivir con esta parte de nosotros mismos así corrompida? ahora tratamos sólo de nuestro cuerpo; ¿no es verdad? Sócrates.—Nosotros, mi querido Critón. no debernos curarnos de lo que diga el pueblo, sino sólo de !o que dirá aquel que conoce lo justo y lo injusto. y este juez único es la verdad. Ves, por esto, que sentaste malos principios cuando dijiste al principio que debíamos hacer caso de la opinión del pueblo sobre lo justo, lo bueno y ¡o honesto y sus contrarias. Quizá me dirás: pero el pueblo tiene el poder de hacernos morir. Critón.—Seguramente que se dirá.

Y qué, Cebes! — Replicó Sócrates—. ¿Ni tú ni Simmias habéis oído hablar nunca de esta cuestión a vuestro amigo Filolao? —Jamás —respondió Cebes— se explicó claramente sobre este punto. —Yo —replicó Sócrates— no sé más que lo que he Oído decir, y no os ocultaré lo que he sabido. Así como así no puede darse una ocupación más conveniente para un hombre que va a partir bien pronto de este mundo, que la de examinar y tratar de conocer a fondo ese mismo, viaje, y descubrir la opinión que sobre él tengamos formada. ¿En qué mejor cosa podemos emplearnos hasta la puesta del Sol? —Esta opinión puede parecer irracional —repuso Sócrates—, pero no es porque carezca de fundamento. No quiero alegar aquí la máxima, enseñada en los misterios, de que nosotros estamos en este mundo cada uno como en su puesto, y que nos está prohibido abandonarle sin permiso. Esta máxima es demasiado elevada y no es fácil penetrar todo lo que ella encierra. Pero he aquí otra más accesible y que me parece incontestable, y es que los dioses tienen cuidado de nosotros, y que los hombres pertenecen a los dioses. ¿No es esto una verdad? —Muy cierto —dijo Cebes. —Tú mismo —repuso Sócrates—, si uno de tus esclavos se suicidase sin tu orden, ¿no montarías en cólera contra él y no le castigarías rigurosamente, si pudieras? —Sí, sin duda. —Por la misma razón —dijo Sócrates— es justo sostener que no hay razón para suicidarse, y que es preciso que dios nos envíe una orden formal para morir, como la que me envía a mí en, este día.

—Lo que dices me parece probable —dijo Cebes—; pero decías al mismo tiempo que el filósofo se presta gustoso a la muerte, y esto me parece extraño, si es cierto que los dioses cuidan de los hombres y que los hombres pertenecen a los dioses, porque ¿cómo pueden los filósofos desear no existir, poniéndose fuera de la tutela de los dioses, y abandonar una vida sometida al cuidado de los mejores gobernantes del mundo? Esto no me parece en manera alguna racional. 'Creen que serán más capaces de gobernarse cuando se vean libres, del cuidado de los dioses? Comprendó que un mentecato pueda pensar que es preciso huir de su amo a cualquier precio, porque no comprende que siempre conviene estar al lado de lo que es bueno y no perderlo de vista; y por tanto, si huye, lo hará sin razón. Pero un hombre sabio debe desear permanecer siempre bajo la dependencia de quien es mejor que él. De donde infiero, Sócrates, todo lo contrario de lo que tú decías, y pienso que a los sabios aflige la muerte y a los mentecatos les regocija. _

"Los hombres ignoran que los verdaderos filósofos no trabajan durante su vida sino para prepararse a la muerte; y siendo esto así, sería ridículo que después de haber proseguido sin tregua este único fin, recelasen y temiesen cuando se les presenta la muerte. ' —¿No sería una cosa ridícula, como dije al principio, que después de haber gastado un hombre toda su vida en prepararse para la muerte, se indignase y se aterrase al ver que la muerte llega? ¿No sería verdaderamente ridículo? —¿cómo nó? —Es cierto, por consiguiente, Simmias, que los verdaderos filósofos se ejercitan para la muerte, y que ésta no les parece de ninguna manera terrible. Piénsalo tú mismo. Si desprecian su cuerpo y desean vivir con su alma sola, ¿no es ei mayor absurdo que cuando llega este momento tengan miedo, se aflijan y no marchen gustosos allí donde esperan obtener los bienes por que han suspirado durante toda su vida, y que son la sabiduría y el verse libres del cuerpo, objeto de su desprecio? ¡Que! Muchos hombres, por haber perdido sus amigos, sus esposas, sus hijos, han bajado voluntariamente al Hades, conducidos por la única esperanza de volver a ver a los que habían perdido y vivir con ellos, y un hombre que ama verdaderamente la sabiduría, y que tiene la firme esperanza de encontrarla en el Hades, ¿sentirá la muerte, y no irá lleno de placer a aquellos lugares donde gozará de lo que tanto ama? ¡A!, mi querido Simmias,,hay que creer que irá con el mayor placer, si es verdadero filósofo, porque estará firmemente persuadido de que en ninguna parte, fuera del Hades, encontrará esta sabiduría pura que busca. Siendo esto así, ¿no sería una extravagancia, corno dije antes, que un hombre de estas condiciones temiera la muerte?

—¡Por Zeus!, Sí lo sería — respondió Simmias. —Por consiguiente, siempre que veas a un hombre estremecerse y retroceder cuando está a punto de morir es una prueba segura de que tal hombre ama, no la sabiduría, sino su cuerpo, y con el cuerpo los honores y riquezas, o ambas cosas a la vez. —Sabes que todos los demás hombres creen que la muerte es uno de los mayores males. Después que Sócrates hubo hablado de esta manera, Cebes, tomando la palabra, le dijo: — Sócrates, todo lo que acabas de decir me parece muy cierto. Hay, sin embargo, una cosa que parece increíble a los hombres, y es eso que has dicho del alma. Porque los hombres se imaginan que cuando el alma ha abandonado el cuerpo, ella desaparece; que el día mismo que el hombre muere, o se marcha con el cuerpo o se desvanece como un pavor, o como un humo que se disipa en los aires y que no existe en ninguna parte. Porque si subsistiese sola, recogida en sí misma y libre de todos los males de que nos has hablado, podríamos alimentar una grande y magnífica esperanza, Sócrates: la de que todo lo que has dicho es verdadero. Pero que el alma vive después de la muerte del hombre, que obra, que piensa; he aquí puntos que quizá piden alguna explicación y pruebas sólidas.

—Dices verdad, Cebes —replicó Sócrates—, ¿pero cómo lo liaremos? ¿Quieres que examinemos esos puntos en esta conferencia? —Tendré mucho placer —respondió Cebes— en oír lo que piensas sobre esta materia. —No creo —repuso Sócrates— que cualquiera que nos escuche, aunque sea un autor de comedias, pueda echarme en cara que me estoy burlando y que hablo de cosas que no nos toquen de cerca, (10) Ya que quieres, examinaremos la cuestión. Preguntémonos, por lo pronto, si las almas de los muertos están o no en el Hades. Según una opinión muy antigua, (11) las almas, al abandonar este mundo, van al Hades, y desde allí vuelven al mundo y vuelven a la vida, después de haber pasado por la muerte. Si esto es cierto, y los hombres después de la muerte vuelven a la vida, se sigue de aquí, necesariamente, que las almas están en el Hades durante este intervalo, porque no volverían al mundo si no existiesen, y será una prueba suficiente de que existen si vemos claramente que los vivos no nacen sino de los muertos; porque si esto no fuese así, sería preciso buscar otras pruebas.

Toda necesidad que antes haya sido más pequeña, para adquirir después esta magnitud. —Sin duda. ~Y cuando se hace más pequeña, si es preciso que haya sido antes más grande, para disminuir después. —Seguramente. —Asimismo, lo más fuerte viene de lo más débil; lo más ligero de lo más lento. —Es una verdad manifiesta. —Y —continuó Sócrates— cuando una cosa se hace más mala, ¿no es claro que era mejor, y cuando se hace más justa, no es claro que era más injusta? —Sin dificultad, Sócrates. —Así pues, Cebes, tedas las cosas vienen de sus contrarias; es una cosa demostrada. —Muy suficientemente, Sócrates. —Pero entre estas dos contrarias, ¿no hay siempre un cierto medio, una doble operación que lleva de éste a aquél y de. Aquél a éste? Entre una cosa más grande y una cosa más pequeña, el medio es el crecimiento y la disminución; al uno llamamos crecer y al otro disminuir.

—En efecto. —Lo mismo sucede con lo que se llama mezclarse, separarse, calentarse, enfriarse v todas las demás cosas. Y aunque sucede algunas veces que no tenemos términos para expresar toda esta clase de cambios, vemos sin embargo, por experiencia, que es siempre de necesidad absoluta que las cosas nazcan las unas de las otras, y que pasen de lo uno a lo otro por un medio. —Es indudable. —¡Y qué! —repuso Sócrates—: ¿la vida no tiene también su contraria, :omo la vigilia tiene el sueño? —Sin duda —dijo Cebes. —¿Cuál es esta contraria? —La muerte. —Estas dos cosas, si son contrarias, ¿no nacen la una de la otra, r no hay entre ellas dos generaciones o una operación intermedia que hace posible el paso de una a otra? —¿Cómo no? —Yo —dijo Sócrates— te explicaré la combinación de las dos contrarias de que acabo de hablar, y el paso recíproco de la una a la otra, ú me explicarás la otra combinación. Digo, pues, con motivo del sueño de la vigilia, que del sueño nace la vigilia y de la vigilia el sueño; que 1 paso de la vigilia al sueño es el adormecimiento, y el paso del sueño la vigilia es el acto de despertar. ¿No es esto muy claro? —Sí, muy claro.

Dinos a tu vez la combinación de la vida y de la muerte. ¿No dices la muerte es lo contrario de la vida? •-Sí. —¿Y que la una nace de la otra? —Sí. —¿Qué nace entonces de la vida? —La muerte. —¿Qué nace de la muerte? —Es preciso confesar que es la vida. —De lo que muere —replicó Sócrates—, nace por consiguiente todo lo que vive y tiene vida. —Así me parece. —Y por lo tanto —repuso Sócrates—, nuestras almas están en el Hades después de la muerte. —Así parece. —Pero de los medios en que se realizan estas dos contrarias, ¿uno de ellos no es la muerte sensible? ¿No sabemos lo que es morir? —Seguramente, —¿Cómo nos arreglamos entonces? ¿Reconocemos igualmente a la muerte la virtud de producir su contraria, o diremos que por este,, lado la naturaleza es coja? ¿No es toda necesidad que el morir tenga su contrario? —Es necesario. —¿Y cuál es este contrario'' —Revivir. —Revivir, si hay un regreso de la muerte a la vida —repuso Sócrates—, consiste en verificar este regreso. Por lo tanto, estamos de acuerdo en que lo vivos no nacen menos de los muertos, que los muertos de los vivos; prueba incontestable de que las almas de los muertos existen en alguna parte de donde vuelven a la vida. —Me parece —dijo Cebes—, que lo que dices es una consecuencia necesaria de los principios en que hemos convenido.

—Me parece, Cebes, que no sin razón nos hemos puesto de acuerdo sobre este punto. Examínalo por ti mismo. Si todas estas contrarias no se engendrasen recíprocamente, girando, por decirlo así, en un círculo; y si no hubiese más que una producción directa de lo uno por lo otro, sin ningún regreso de este último al primer contrario que le ha producido, ya comprendes que en este caso todas las cosas tendrían la misma figura, aparecerían de una misma forma, y toda producción cesaría. —¿Qué dices, Sócrates? —No es difícil comprender lo que digo. Si no hubiese más que el sueño, y no tuviese lugar el acto de despertar producido por él, ya vez que entonces todas las corsas nos representarían verdaderamente la fábula de Endimión, y no se diferenciaría en ningún punto, porque las sucedería lo que a Endimión, estarían sumidas en el sueño. Si todo estuviese mezclado sin que esta mezcla produjese separación alguna bien pronto se verificaría lo que enseñaba Anaxágoras: todas las cosas estarían juntas.

—Asimismo, mi querido Cebes, si todo lo que ha recibido la vida llegase a morir, y estando muerto permaneciere en el mismo estado, o lo que es lo mismo, no reviviese, ¿no resultaría necesariamente que todas las cosas concluirían al fin y que no habría nada qué viviese? Porque si de las cosas muertas no nacen las cosas vivas, y si las cosas vivas llegan a morir, ¿no es absolutamente inevitable que todas las cosas sean al fin absorbidas por la muerte? —Inevitablemente, Sócrates —dijo Cebes—, y cuanto acabas de decir me parece incontestable. —También me parece a mí, Cebes, que nada se puede objetar a estas verdades, y que no nos hemos engañado cuando las hemos admitido; porque es indudable que hay un regreso a la vida, que los vivos nacen de los muertos, que las almas de los muertos existen, que las almas buenas libran bien y que las almas malas libran mal.

Cebes, interrumpiendo a Sócrates, le dijo: —Lo que dices es un resultado necesario de otro principio que te he oído muchas veces sentar como cierto, a saber: que nuestra ciencia no es más que una reminiscencia. Si este principio es verdadero, es de toda necesidad que hayamos aprendido en otro tiempo las cosas de que nos acordamos en éste, y esto es imposible si nuestra alma no existe antes de aparecer bajo esta forma humana. Esta es una nueva prueba de que nuestra alma es inmortal. —Si no te das por convencido con esta experiencia, Simmias —replicó Sócrates—, mira si por este otro camino asientes a nuestro parecer. ¿Tienes dificultad en creer que aprender no es más que acordarse?

DR. GUSTAVO GELEY

(1868-1924) Eminente médico e investigador francés. Fue el primer Director del Instituto Metapsíquico Internacional de París y gran propulsor de las investigaciones paranormales en Francia y en toda Europa.

También fue un espiritualista convencido y un teorizador de altas dotes filosóficas y de aquilatado espíritu lógico. Desde su infancia tenía una reminiscencia o recuerdo, referente al instante de su nacimiento, que era, para él, una evidencia de la realidad de la Reencarnación.

Sus trabajos sobre "materializaciones" nos legaron "moldeados" en parafina y en yeso, que constituyeron documentos incontrovertibles de la realidad de tan discutidos y cruciales fenómenos. A los 20 años, publicó su "Ensayo de Revista General y de Interpretación Sintética del Espiritismo" y poco más tarde, "El Ser Subconsciente". Pero con su obra "Del Inconsciente al Consciente" consagró su fama de sabio investigador y de filósofo en el orden mundial. En ella, la supervivencia espiritual y la reencarnación aparecen como hechos científicamente planeados, que marcan etapas de la evolución del "dinamo psiquismo esencial", entre un estado de inconsciencia y otro futuro de consciencia plena de sus aptitudes y sus responsabilidades, en el que alcanzará los soberanos valores del Bien y de la Sabiduría.

Materialización de Katie King. Fotografía que muestra a Katie King, el fantasma materializado en el laboratorio del Profesor William Crookes; a su lado aparece el doctor Gully. Pueden aquí verse claros sus rasgos fisonómicos, que Crookes estudió y diferenció de los de la médium.

Pero al margen de la Psicología oficial, se ha desarrollado desde mediados del siglo XIX o sea, precisamente, desde cuando culminaban teorías científicas, filosóficas y sociológicas negadoras de la vida espiritual, una investigación basada en fenómenos que parecen demostrar la realidad de la existencia del alma y la posibilidad de su supervivencia. Arrancando de los famosos hechos de las hermanas Fox, en Hydesville, en marzo de 1848, se multiplicaron en los Estados Unidos, primero, y luego en Inglaterra, Francia y toda Europa, los desconocer ante fenómenos denominados ESPIRITUALISTAS

En el ESPIRITISMO, codificado doctrinariamente por las obras de Kardec, se complementa la enunciación de los principios esenciales del cristianismo evangélico con las leyes de evolución a través de reencarnaciones sucesivas durante las cuales DIOS brinda a los seres espirituales innúmeras oportunidades de progreso ininterrumpido.

A fines de 1847, la familia Fox se instalaba en una casa situada en Hydesville, un pequeño pueblo del estado de Nueva York (EE UU). El matrimonio tenía cuatro hijos, aunque sólo vivían con ellos las dos más pequeñas: Margaret y Kate, de 8 y 6 años, respectivamente. A los pocos meses de la mudanza, comenzaron a oírse en la vivienda extraños ruidos que sólo se manifestaban cuando las niñas estaban en la casa. El 31 de marzo de 1848, los golpes -que luego se denominarían raps- adoptaron un vocabulario propio.

Fue hacia 1870 que el gran investigador inglés Sir William Crookes, famoso ya por ese entonces merced a sus trabajos en física y en química, descubridor del tallo y de los rayos catódicos, base de toda la moderna electrónica, y de los metaelementos, hoy llamados isótopos, realizó sus primeros contactos con la nueva gama fenoménica. Lo hizo dispuesto a "terminar con todas las charlatanerías de los espiritualistas, que parecían haber convencido a los miembros de la Sociedad Dialéctica de Londres".

Como consecuencia de los trabajos de Crookes, se formó la Sociedad de Investigaciones Psíquicas, la famosa S.P.R. de Londres y, más tarde, la filial americana, hoy A.S.P.R. y donde laboraron destacados científicos y En Francia, el Dr. Carlos Richet, sucesor de Claudio Bemard en la cátedra de Fisiología de la Universidad de París y premio Nobel de Medicina, creó la denominación de METAPSÍQUICA para los conocimientos englobados en esta ciencia y presentó a la consideración de los estudiosos un cuarto de siglo de labor en su justamente famoso "TRATADO DE METAPSÍQUICA", clasificando metódicamente las clasificando metódicamente las tareas y designando sus múltiples hechos, en una solemne sesión de la Academia de Ciencias de Francia, de la que formaba parte. También actuó en el instituto Metapsíquico Internacional de París, dirigido inicialmente por el Dr. Gustavo Geley y en donde se obtuvieron resultados experimentales a prueba de toda objeción científica honesta, empleándose —en la época de la dirección del Dr. Eugenio Osty— controles fotoeléctricos y fotográfico en ultravioleta.

William Crookes Sir William Crookes fue un químico inglés, uno de los científicos más importantes en Europa del Siglo XIX, tanto en el campo de la física como en el de la química. Estudió en el Colegio Real de Química de Londres.

En larga y meticulosa experimentación, aplicando métodos rigurosos de contralor para eliminar toda posibilidad de fraude y haciendo presenciar sus sesiones por eminentes hombres de ciencia, pudo comprobar fenómenos de toda suerte y modalidad, desde las mesitas llamadas parlantes hasta las levitaciones y materializaciones completas de entidades espirituales. Y, sobre todo, es necesario recalcarlo como lección, TUVO EL VALOR MORAL DE PUBLICAR SUS RESULTADOS, ABSURDOS (según las nociones científicas de su época) PERO VERÍDICOS Y COMPROBABLES, sin preocuparse en absoluto por las críticas y el transitorio desprestigio que habían de acarrearle.

Katie King es el nombre dado por la espiritista Florence Cook a una supuesta materialización de un ectoplasma que en sus apariciones tomaba forma humana. Entre 1871 y 1874 William Crookes estudió una curiosa materialización que decía llamarse Katie King, que surgía a instancias de una médium de corta edad llamada Florence Cook. Durante 3 años se llevaron a cabo sesiones de materialización, en condiciones de laboratorio. En un principio el espíritu de Katie King se materializaba parcialmente, pero con el tiempo fueron tomando consistencia y haciéndose más reales, hasta que llegó un momento en el que se materializó por completo tomando aspecto de persona viva con blancos ropajes. La aparición andaba y hablaba con libertad, incluso William Crookes pudo fotografiarla en diferentes ocasiones, consiguiendo 44 fotografías. Un día Katie se despidió, había cumplido su misión de demostrar a todos la existencia del mundo espiritual y había llegado el momento de elevarse a un grado más superior.

Pruebas obtenidas por Richet, Geley y Crookes. El Dr. Richet estudió cuidadosamente, y con criterio de fisiólogo, las MATERIA-LIZACIONES: pudo, así, ratificar las características de "cuerpo viviente" presentadas por las materializaciones completas (ya constatado por William Crookes con Katie King) especialmente con el fantasma de Bien Boa, al que hizo soplar un tubo parcialmente sumergido en agua de barita (hidrato de bario) constatando la formación del clásico precipitado que registra la existencia de anhídrido carbónico en el aire espirado. El Dr. Gustavo Geley estudió numerosos médiums de materializaciones y documentó con moldes de parafina obtenidos en sus sesiones experimentales, la realidad de las manos y pies materializados. Los yesos correspondientes se guardaron en el Instituto Metapsíquico Internacional de París.

El Profesor William Crookes estudió durante dos años consecutivos a la entidad materializada que se llamaba Katie King, la que se paseaba en su laboratorio, conversaba con los asistentes, se dejaba estudiar, tocar y fotografiar. La médium Florence Cook (una niña de 15 años) dormida "en trance", sufría pérdidas de peso, dadas por balanzas registradoras, por efectos de la emisión ectoplásmica; su peso normal de 112 libras bajaba, en ocasiones, hasta ¡¡68 libras!!

Crookes pudo ver simultáneamente a Katie King formada y, a la vez, a su médium, con la cual presentaba diferencias de estatura, de pulsaciones simultáneamente tomadas, de detalles corporales (un lunar del cuello de Katie no existía en Florence, por ejemplo). Tomó numerosas fotografías, en presencia de conocidos científicos, retratándose personalmente con la médium y con Katie, para establecer diferencias. También presenció la escena de la despedida de Katie, registrando la conversación de ésta con su médium y viéndolas a las dos actuando como personas distintas.

Entre los fenómenos de MATERIALIZACIÓN, citaremos el caso del profesor Lombroso, famoso criminalista italiano, quien concurrió —invitado por el profesor Morselli— a una sesión con Eusapia Palladino. Durante la misma se formó una corporación fantasmática completa, que se le acercó, llamándolo por el nombre que le daba su madre de pequeño y le habló en dialecto veneciano, Lombroso reconoció el rostro y la apariencia de su propia madre, muerta hacía años.

Al día siguiente. Lombroso mandó a retirar de la venta un libro que hacía dos semanas había publicado y en el cual consideraba de origen mórbido a las prácticas espiritistas y, aún durante años más tarde, seguía sosteniendo la existencia de fantasmas verídicos. Al respecto decía: "El café puede reemplazarse con achicoria y otros productos, pero el que ha probado buen café sabe distinguirlo y no puede convencerse de que no exista; lo mismo me pasa a mí con los fantasmas".

El médico francés CHARLES RICHET, Premio Nobel de fisiología en 1913, presentó en su célebre obra Tratado de Metapsíquica un esquema para abarcar la evolución de los conocimientos parapsicológicos, dividiendo tal proceso en cuatro períodos: a) Período mítico. Comprende el extenso intervalo de tiempo que va desde la antigüedad hasta el siglo XVIII. Se caracteriza por narraciones y observaciones empíricas y explicaciones mágico-míticas de los fenómenos. b) Período magnético. Desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX. Debe su nombre a las teorías sobre el magnetismo animal enunciadas por FRANZ ANTON MESMER y sus continuadores c) Período espirítico. Se inicia con los fenómenos de Hydesville, protagonizados por las hermanas FOX y adquiere su mayor dimensión con la obra de ALLAN KARDEC y el desarrollo del movimiento espiritista. d) Período científico. A partir de 1870, con los trabajos experimentales de WILLIAM CROOKES, el movimiento inglés de la "Psychical Research" (Investigación Psíquica) y todos los avances subsiguientes al advenimiento de la Metapsíquica.

Nacido en Lyon, el 3 de octubre de 1804, de una familia antigua que se distinguió en la magistratura y en la abogacía. Desde muy joven, se sintió inclinado al estudio de las ciencias y de la filosofía.

Educado en la Escuela de Pestalozzi, en Yverdun (Suiza), fue uno de los más eminentes discípulos de ese celebre profesor y uno de los celosos propagandistas de su sistema de educación

18 de abril de 1857

Esta Obra Trae Los Fundamentos Del Espiritismo Y Expone, A Través De Las Respuestas Dadas Por Los Espíritus Superiores, La Síntesis De Una Nueva Filosofía Espiritualista. En Su Primera Edición, Estaba Divida En Tres Partes, Conteniendo 501 Preguntas. En Su Segunda Edición De 1860, Ya Aparecía Dividida En 4 Partes, Conteniendo Las Actuales 1019 Preguntas.

Después de haber expuesto en el L. E. La parte filosófica de la Ciencia Espírita, presenta en esta obra la parte práctica, para el uso de aquellos que quieran ocuparse de las manifestaciones, ya por si mismo. Ellos verán los escollos que pueden encontrar y tener así un medio de evitarlos

1864 Se trata de la parte ético-moral de la Doctrina Espírita, trayendo una nueva interpretación del evangelio bíblico de Jesús de Nazaret. En su primera edición se llamaba «imitación del evangelio según el espiritismo» adquiriendo el nombre definitivo a partir de segunda edición en 1865

1865 Es la cuarta parte detallada de «El Libro de los Espíritus» traza la profundidad de algunos conceptos cristianos, según la óptica espirita.

Cielo, Infierno, Purgatorio Y la Justicia Divina

Obra de carácter científico y filosófico. Es dividida en dos partes: La primera detalla la creación tanto material, como orgánica y Espiritual; La segunda parte trata de Jesús, los Milagros y las predicciones

PATRICK: LA SEGURIDAD Todos los días escuchamos la palabra «seguridad». Seguridad financiera, Seguridad Social, seguridad nacional: todas ellas son importantes, pero ahí un tipo de seguridad más profundo, la del propio yo, la emocional, la psíquica, la seguridad que nos permite interactuar plenamente con nuestras familias, nuestras parejas, nuestros amigos, nuestra sociedad, nuestra civilización. Aparece al practicar el amor propio, al darse cuenta de que uno mismo es un alma, al comprender QUE HA ESTADO PRESENTE EN VIDAS PASADAS Y QUE EXISTIRÁ POR SIEMPRE EN OTRAS FUTURAS. La verdadera seguridad surge del convencimiento de que somos inmortales, de que somos eternos, de que jamás podemos sufrir daño alguno.

He tratado a gente sumamente rica que era desgraciada y no tenía la menor sensación de seguridad, aunque tuviera las comodidades terrenales garantizadas hasta el fin de su vida actual. La seguridad no procede de las posesiones. No podemos conservar las cosas materiales en la próxima vida ni en la siguiente, pero sí nos llevamos nuestros actos, nuestros hechos, nuestro crecimiento, lo que hemos aprendido y cómo vamos progresando como seres humanos.

La seguridad y el amor propio están relacionados, y lo segundo es básico en nuestras vidas. Muchos de nosotros interiorizamos una idea que nos inculcan (por lo general, de forma inconsciente) padres, profesores, amigos o comunidades: nos hacen creer que, en cierto sentido, somos deficientes, que no estamos a la altura. Si podemos superar esas ideas negativas, lograremos querernos, lograremos disfrutar del amor propio, de la autoestima.

«Este chico tiene la autoestima por los suelos», me dije cuando Patrick entró por la puerta aquel primer día. Parecía un adolescente desaliñado: llevaba vaqueros y cazadora de béisbol de los Marlins de Florida (a ambas prendas les hacía falta un buen lavado), el pelo alborotado, una perilla diminuta, zapatillas Adidas desabrochadas y las uñas sucias. Pero no era ningún chaval, sino un joven de treinta y un años de delgadez cadavérica, ojos legañosos que evitaban mi mirada y escasa fuerza al dar la mano.

En estado de hipnosis, a Patrick no le costó recuperar recuerdos de vidas pasadas. —Soy un hombre —empezó—. Bueno, no, no exactamente, no soy humano. Intenté ocultar mi sorpresa, pero me temo que debió de fallarme la voz. —¿De qué época estamos hablando? —De hace sesenta mil años. —Sesen... Le miré con atención por si la hipnosis no había funcionado y estaba tomándome el pelo. No. Tenía los ojos cerrados y respiraba con regularidad. —Sigue —acerté a decir. —Nací en otro planeta, un planeta sin nombre. Quizás existía en otro sistema solar o en otra dimensión, da igual. Lo importante es que formo parte de una migración desde allí hasta la Tierra. Cuando llegamos, vienen a recibirnos los descendientes de seres de migraciones anteriores procedentes de otros sistemas solares. Se han mezclado con una subespecie en evolución, los seres humanos. Tenemos que quedarnos en la Tierra con ellos, lo sabemos, porque nuestro planeta se está muriendo y éste , es nuevo. En realidad no hacía falta que hubiéramos venido físicamente, bastaba con que nuestras almas se reencarnaran en los humanos que nos rodean o en los seres de otros mundos, pero somos un pueblo orgulloso. Nuestra tecnología es avanzada (hemos recorrido largas distancias), nuestra cultura ha florecido y nuestra inteligencia está muy desarrollada. Queremos conservar nuestros conocimientos y nuestros logros; queremos unirnos a los demás y, mediante la reencarnación, fomentar la evolución de esta nueva raza humana.

El Patrick que había entrado en mi consulta hablaba con voz aguda, como si aún no le hubiera cambiado del todo; concordaba con su personalidad. El que estaba inmerso en la regresión, sin embargo, tenía un tono de voz profundo y pronunciaba las palabras con gran autoridad Su visión me cautivó; no se parecía en nada a ninguna de las que había escuchado a lo largo de los años. —Nuestros cuerpos no son demasiado distintos de los de los humanos, pero nuestras mentes son muy superiores. La atmósfera de la Tierra se parece mucho a la que rodeaba nuestro antiguo planeta (por eso hemos elegido este destino), pero aquí el aire es puro y está limpio. Además, en todos los demás sentidos, la Tierra es mucho más bella que el lugar del que procedemos. Hay árboles y hierba, y agua, ríos y mares, flores, pájaros y peces de todos los colores. Me siento a gusto; no, más que eso. Soy más feliz que nunca. Mi labor es supervisar el almacenamiento de material y de conocimientos escritos, y he encontrado el lugar ideal: unas cámaras naturales situadas a gran profundidad bajo la superficie terrestre. Cuando los seres humanos hayan alcanzado un nivel desde el que comprender lo que hemos ocultado, serán capaces de encontrarlo.

EVIDENCIAS DEL MÁS ALLÁ PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE OTRA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE El doctor JEFFREY LONG es médico radioncólogo y un experto reconocido en el campo de la investigación de las ECM cuyo trabajo ha merecido artículos en Newsweek, en el Wall Street Journal y en Coast to Coast. Long ha sido miembro del consejo de dirección de la Asociación Internacional de Estudios sobre Experiencias Cercanas a la Muerte. El doctor Long y su esposa, Jody, crearon la Fundación para la Investigación de la Experiencia Próxima a la Muerte, sin ánimo de lucro, y coordinan el sitio web www.nderf.org., un foro donde las personas pueden comunicar sus EPM y donde se recogen datos científicos sobre este fenómeno.

Este libro está dedicado a las miles de personas que han compartido con nosotros sus experiencias excepcionales a lo largo de los años, y a las que las seguirán compartiendo en el futuro. Os contáis entre los mejores maestros.

Cuando yo era médico interno residente en la Universidad de Iowa, fui a la biblioteca a consultar artículo concreto sobre el cáncer. El artículo que buscaba había salido publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA), que es una de las revistas médicas con mayor prestigio del mundo. Es una publicación semanal en la que aparece un resumen apasionante de los avances y las investigaciones de la ciencia médica. A mí me resulta imposible tomar un ejemplar y leer un solo artículo, y eso fue lo que me sucedió aquel día de 1984 en que me senté a leer el número 244 de la revista. Me puse a hojear la revista, hasta que encontré una carta publicada como respuesta a un artículo titulado «Dormir, tal vez soñar», del doctor Richard Blacher, de la Universidad Tufts de Boston. La carta estaba firmada por el doctor Michael Sabom, y se titulaba, simplemente, «La experiencia cercana a la muerte».

Me pregunté qué sería aquello de la «experiencia cercana a la muerte». Yo, como médico, no tenía noticia de que pudiera tener lugar ninguna experiencia consciente al borde de la muerte. ¿Acaso las personas no están inconscientes, en general, cuando están cercanas a la muerte?, me pregunté. ¿Acaso el término inconscientes no expresa, por sí mismo, que no es posible una experiencia consciente organizada? Al doctor Sabom le había molestado un comentario del doctor Blacher acerca de las experiencias cercanas a la muerte. Este había dicho que estas experiencias no nos dicen nada acerca del estado final de la muerte misma. Blacher añadía que podrían evitarse las interpretaciones erróneas de estas experiencias estudiando más a fondo el fenómeno, y esto era, precisamente, lo que había hecho Sabom hacía poco. La respuesta de Sabom al artículo de Blacher estaba como cargada de electricidad.

He llevado a cabo recientemente una investigación sistemática de estas experiencias sobre 107 personas de las que se sabe que sobrevivieron tras un episodio de inconsciencia y de cercanía a la muerte (es decir, con parada cardíaca y coma). Aplicando técnicas de entrevista normalizadas, se evaluaron los antecedentes sociales, religiosos y demográficos de cada persona, además de los detalles de sus respectivos episodios de crisis médica, junto con cualquier posible recuerdo que tuvieran del período de inconsciencia. [...] Algunos pacientes describieron amplias experiencias «extracorporales» que tuvieron mientras estaban siendo sometidos a operaciones a corazón abierto, y durante las cuales observaron la operación con riqueza de detalles «visuales».

Hasta la fecha, he sido incapaz de encontrar una explicación médica adecuada de la ECM. Blacher propone que estas experiencias representan una «fantasía de la muerte» y que son manifestaciones del cerebro hipóxico que intenta afrontar «las

angustias que provocan las intervenciones y las palabras de los médicos» Se observa experimental-mente que las personas que han sufrido una hipoxia severa refieren de manera consistente unos recuerdos confusos y dispersos, con graves disminuciones de la percepción antes de la pérdida de la conciencia. Esto no concuerda con la percepción «visual» clara de los hechos físicos reales que se producen después de la pérdida de la conciencia en los casos de las ECM. Además, muchas ECM se han producido en entornos muy alejados de «las angustias que provocan las intervenciones y las palabras de los médicos».

Blacher observa que «los médicos deben evitar con especial cuidado el dar validez de datos científicos a las creencias religiosas». Yo añadiría que deberíamos evitar con el mismo cuidado el dar validez de datos científicos a las creencias científicas. La respuesta del doctor Sabom me dejó atónito. Aunque el término experiencia cercana a la" muerte fue acuñado por el doctor Raymond Moody en su célebre libro Vida después de la vida, en el que describía el primer estudio realizado sobre las ECM que trascendió al groe público. La primera definición que hizo el doctor Moody de la experiencia cercana a la muerte, en 1977, fue la de «cualquier experiencia perceptual consciente que tiene lugar durante [...] un hecho en el que una persona corre un gran peligro de morir o de matarse, e incluso puede estar tan cerca de la muerte como para ser dada por muerta o declarada clínicamente muerta, pero al que sobrevive y conserva la vida física».

Moody propuso más de diez años más tarde otra definición de la experiencia cercana a la muerte, como «hechos espirituales profundos que suceden, sin ser provocados voluntariamente, a ciertos individuos en el momento de la muerte». Las experiencias cercanas a la muerte (ECM) son hechos que tienen lugar cuando una persona se está muriendo, o incluso cuando está clínicamente muerta. Llamaremos ECMados a las personas que han tenido una ECM. Los médicos y otros investigadores han estudiado este fenómeno en profundidad desde que el doctor Raymond Moody empezó a investigar médicamente y a describir las experiencias cercanas a la muerte y publicó sus primeros resultados en su libro pionero, Vida después de la Vida, en 1975. Tras estudiar miles de relaciones detalladas enviadas por ECMados, encontré las pruebas que permitían llegar a esta conclusión asombrosa: las ECM proporcionan pruebas científicas poderosas de que resulta razonable aceptar la existencia de una vida después de la muerte.

Sí, ha leído bien. He estudiado miles de experiencias cercanas a la muerte. He sopesado cuidadosamente las pruebas que aportan las ECM sobre la existencia de una vida después de la muerte. Y creo, sin el menor atisbo de duda, que hay vida después de la muerte física. Mis investigaciones me han convencido de que las experiencias cercanas a la muerte son la salida de esta vida y la entrada a otra vida. Como dijo un ECMados, «vi unos colores vivos de algo que creo que es cristal, y la sensación irrefrenable de saber que existe otra vida y que es buena me ha liberado por completo del miedo a la muerte». No hay dos experiencias cercanas a las muertes idénticas. No obstante, cuando se estudian muchas experiencias cercanas a la muerte se aprecia con facilidad la existencia de una pauta de elementos que suelen aparecer con frecuencia en estas experiencias. Dichos elementos suelen presentarse en un orden determinado.

Los investigadores han llegado a la conclusión de en las ECM pueden aparecer varios de los doce elementos siguientes, o todos ellos: 1. Experiencia extracorporales (EEC): la consciencia se separa del cuerpo físico. 2. Agudización de los sentidos. 3. Emociones o sentimientos intensos, positivos en general. 4. Entrar o pasar por un túnel. 5. Encuentro con una luz mística o brillante. 6. Encuentro con otros seres, que pueden ser seres místicos, o parientes o amigos difuntos. 7. Sensación de alteración del tiempo o del espacio. 8. Revisión vital. 9. Encuentro con planos ultraterrenos («celestiales»). 10.Encuentro o aprendizaje de conocimientos especiales. 11.Encuentro con un límite o barrera. 12.Regreso voluntario o involuntario al cuerpo.

PRUEBAS PODEROSAS Y SÓLIDAS Cualquiera de estas vías de demostración constituye por sí sola un indicio poderoso de que hay otra vida. Pero yo considero que las nueve vías de demostración constituyen, en su conjunto, una prueba que supera todas las dudas razonables acerca de la existencia de otra vida después de la muerte. No cabe duda de que esta afirmación es atrevida, pero no puedo menos que hacerla, después de años de investigaciones meticulosas. Estoy absolutamente convencido de que existe otra vida después de la muerte. Quiero animar a cada lector a que considere las pruebas y a que llegue a sus propias conclusiones. En el sitio web de la NDERF hay una página en la que se estudian las pruebas de la otra vida, y se ofrece una herramienta para ayudar al lector a determinar el grado de convencimiento que le aportan las pruebas sobre la otra vida, (http://www.nderf.org/afterlife) .

Nueve vías de demostración de la existencia de una vida después de la muerte. Estas pruebas ya serían extraordinarias, de suyo, si los ECMados estuvieran plenamente conscientes y despiertos cuando tuvieron las experiencias. Pero no lo estaban. Las personas que tienen experiencias cercanas a la muerte suelen estar inconscientes o clínicamente muertas cuando tienen la experiencia. Resulta inexplicable desde el punto de vista médico que puedan tener cualquier experiencia consciente, cuánto menos unas experiencias tan cargadas de indicios que apuntan a una vida después de la muerte. Recapitulando, estas son las nueve vías de demostración: 1. El nivel de consciencia y de atención en el transcurso de las experiencias cercanas a la muerte suele ser mayor que el que se tiene durante la vida cotidiana, y ello a pesar de que las ECM suelen producirse mientras la persona está inconsciente o clínicamente muerta. Los elementos de las ECM suelen seguir un orden coherente y lógico.

2. Lo que ven y oyen los ECMados en estado extracorporal en el transcurso de sus experiencias cercanas a la muerte suele ser realista, y en muchos casos el propio ECMados u otras personas comprueban que era real. 3. Las personas con mala vista, o incluso con ceguera legal, tiene visión normal o superior a la normal en sus experiencias cercanas a la muerte. Se han dado casos de ECMados ciegos de nacimiento que han contado experiencias cercanas a la muerte muy visuales.

4. Se producen experiencias cercanas a la muerte típicas bajo anestesia general, cuando sería imposible una experiencia consciente. 5. En las revisiones vitales que se producen durante las experiencias cercanas a la muerte aparecen hechos reales que tuvieron lugar en la vida de los ECMados, aunque los hubieran olvidado.

6. Cuando los ECMados se encuentran con personas conocidas de su vida terrenal, casi siempre se tratan de personas fallecidas, generalmente parientes fallecidos. 7. Las experiencias cercanas a la muerte que tienen los niños, incluso los niños muy pequeños, resultan sorprendentemente similares a las de los niños mayores y a las de los adultos. 8. Las experiencias cercanas a la muerte se dan en todo el mundo. Las ECM que se producen en los países no occidentales parecen similares a las de los países occidentales. 9. Es común que los ECMados experimenten cambios en sus vidas, como efecto posterior de su ECM. Los efectos posteriores suelen ser poderosos y duraderos, y los cambios siguen una pauta repetida.

El estudio de la NDERF es el mayor estudio científico de la experiencia cercana a la muerte que se ha presentado jamás, y aporta pruebas excepcionales, nuevas y científicas, La importancia de la revisión Uno de los primeros proyectos de investigación que se emprendieron en la NDERF fue un estudio de las revisiones vitales. Este estudio fue realizado por Jody Long, que ejerce el cargo de administradora del sitio web de la NDERF. Jody confirmó la importancia de la revisión vital en la vida del ECMado analizando 319 ECM de personas que habían remitido relaciones a la NDERF. Jody analizó sus respuestas narrativas a la pregunta que se hacía sobre la revisión vital en la versión original del cuestionario de la NDERF: «¿Tuvo usted una revisión de hechos pasados de su vida?».

Se estudiaron las respuestas a estas preguntas sobre la revisión vital. He aquí los resultados.  Cómo tuvo lugar la revisión vital. Casi un 26 % describieron cómo tuvo lugar la revisión vital. Muchos dijeron que era como ver una obra de teatro o una película, o que era como verlo todo en una pantalla.  Contenido de la revisión vital. Más de un 21 % comentaron el contenido de su revisión vital. Los sujetos de las experiencias cercanas a la muerte observaron, en general, que eran ellos los que se juzgaban a sí mismos. Durante aquel proceso veían lo bueno y lo malo, las causas y los efectos de sus decisiones. Muchos contaron que, más que una revisión de hechos visuales, habían tenido una revisión de sentimientos. Algunos dijeron que su revisión consistía en sentir las reacciones de los demás ante los actos terrenales de ellos.

La revisión vital ayuda al ECMado a entender su propósito en la vida. Y este entendimiento acerca de quiénes son, es ayuda a realizar cambios significativos en sus vidas. He aquí algunos ejemplos de las experiencias que tuvieron los ECMados durante sus revisiones vitales.

Mientras estaba en la luz, tuve una revisión vital, y vi todo lo que había hecho en mi vida; se me mostraron todos los pensamientos, palabras, obras, actos y omisiones. La revisión fue muy rápida, pero a mí me parecía que lo captaba todo con facilidad, a pesar de la velocidad.

En aquel momento, no sé exactamente cuándo, alguien o algo empezó a hacerme un examen de conciencia, y en un abrir y cerrar de ojos empezaron a pasar ante mí imágenes de mi vida, empezando por mi infancia. Cada imagen tenía su contrapartida; era como si se estuvieran pesando en una balanza los actos de mi vida.

Se me puso ante mí todo lo que había pensado en mi vida, todo lo que había hecho, dicho, odiado, ayudado, dejado de ayudar, dificultado; había una multitud de centenares de personas, y todo era como en una película. Lo malo que había sido yo con las personas; cómo podría haberles ayudado, lo malo que había sido (a veces sin querer) también con los animales. ¡Sí! Hasta los animales tenían sentimientos. Era horrible. Avergonzado, me postré de bruces. Veía cómo repercutían sobre las demás personas y sobre sus vidas mis actos o mis omisiones. Solo entonces con Revisión vital

Poco después de salir de mi cuerpo, mientras yo seguía en la habitación del hospital, vi pasar mi vida ante mí. Se me dijo que yo iba a ayudar a educar y a enseñar a muchas personas, y a eso precisamente me dedico ahora. Vi todos los hechos importantes que habían tenido lugar en mi vida, desde mi primer cumpleaños hasta mi primer beso, pasando por las riñas con mis padres. Vi lo egoísta que era, y que daría cualquier cosa por poder volver y cambiar.

Otra revisión vital Después me enseñó mi revisión vital. Verás y sentirás cada segundo desde el nacimiento hasta la muerte, y percibirás tus emociones y las de otros a los que hiciste daño, y sentirás su dolor y sus emociones. Esto es para que veas desde otro punto de vista cómo has sido como persona y cómo has tratado a los demás, y tú te juzgarás a ti mismo con mayor rigor que podría juzgarte cualquier otro. No veras lo que te han hecho a ti los demás. Veras lo que has hecho tú a los demás.

ENCUENTRO CON UN LÍMITE O BARRERA Parecía que, a mi lado del límite, el tiempo transcurría despacio. Al otro lado, el tiempo transcurría más deprisa. Había delante de mí una puerta de la que salía música, y gente que estaba de fiesta, muy alegres; y yo comprendí que aquel era mi hogar. Cuando pasara por la puerta, ya no podría volver. Llegué a un punto en que sentí que tenía que decidir entre volver a la vida o seguir adelante hacia la muerte. Allí estaba mi mejor amiga (que había muerto de cáncer dos años antes), y me dijo que si yo pasaba de aquel punto, ya no podría volver. «Has llegado al borde. No puedes pasar de aquí», me dijo. «Ahora, vuelve atrás y vive tu vida de manera plena y sin temores.» No se me permitió cruzar aquel límite. No tuve opción.

REGRESO VOLUNTARIO O INVOLUNTARIO AL CUERPO Recuerdo que, mientras los contemplaba desde lo alto, pregunté al ángel: «¿Por qué no la dejan morir sin más?». En aquellos momentos no me daba cuenta de que el cuerpo que contemplaba era el mío. Después, ella [el ángel] me dijo con voz imperiosa: «Ahora, debes volver [...]. Ella debe vivir», dijo ella con voz suave y tranquilizadora. «Tiene que cuidar de su hijo.» Me dolió mucho no poder quedarme, porque mi mayor deseo era quedarme. Aquel ser y aquel lugar del que tenía que marcharme podría describirse diciendo que eran amor puro. Me hicieron volver a pesar mío.

Descubrí que mi propósito sería desde ahora vivir «el cielo en la tierra», aplicando este nuevo entendimiento, además de compartir este conocimiento con otras personas. Pero se me dio la opción de elegir entre volver a la vida o seguir adelante hacia la muerte. Se me hizo saber que, aunque no había llegado mi hora, podría elegir, y si elegía la muerte, no gozaría de muchos de los dones que todavía me aguardaban en la vida. Una de las cosas que me preguntaba era si, en el caso de que optara por la vida, tendría que volver a este cuerpo enfermo; pues mi cuerpo estaba enfermo, muy enfermo, y sus órganos habían dejado de funcionar. Entonces se me hizo saber que, si optaba pe i vida, mi cuerpo sanaría en muy poco tiempo. ¡Que vería el cambio no en cuestión de meses ni de semanas, sino de días!

EL PODER CURATIVO DE LAS ECM Hay curaciones inexplicables no son frecuentes, pero merecen que hablemos de ellas. No se puede afirmar con certeza que después de las ECM se produzcan curaciones inexplicables, pero tenemos algunas relaciones de casos que dan a entender que esto puede suceder. Lo que sí es seguro, a partir de las investigaciones, es que la posibilidad de que se produzcan curaciones inexplicables merece que se le dedique más atención que la que se le ha prestado hasta ahora en los estudios sobre las ECM. Anita es de Hong Kong, y se estaba muriendo de un linfoma de Hodgkin en fase 4. Decir que se estaba muriendo no es ninguna exageración: el médico jefe de oncología le había dado treinta y seis horas de vida. Anita se quedó inconsciente. Low-Up Study of Persons Who and San Francisco-Oakland (1975): 291. Tuvo una experiencia extracorporal y pudo ver a su marido y a su médico, que hablaban en un pasillo, unos doce metros de la puerta de la habitación. Anita contrastó más tarde sus observaciones con su marido, que se quedó «atónito». La curación asociada a su experiencia cercana a la muerte es una de las más espectaculares que han contado. Así cuenta Anita lo sucedido:

Se me dio a entender que, ya que me habían hecho análisis del funcionamiento de mis órganos (y no habían salido todavía los resultados), si yo elegía la vida, los resultados indicarían que mis órganos funcionaban normalmente. Si elegía la muerte, los resultados indicarían el fallo de los órganos como causa de la muerte, por el cáncer. ¡Podía elegir a voluntad el resultado de los análisis! Hice mi elección, y cuando empecé a despertarme (en estado de gran confusión, pues por entonces no sabía a qué lado de la frontera entre la vida y la muerte estaba yo), los médicos irrumpieron en la habitación luciendo grandes sonrisas, y dijeron a mi familia: «¡Buenas noticias! Ya tenemos los resultados, y los órganos le funcionan. ¡Es increíble! ¡Parecía que el cuerpo le había dejado de funcionar!».

A partir de entonces, empecé a recuperarme rápidamente. Los médicos habían estado esperando a que me estabilizara para hacerme una biopsia de ganglio linfático con el fin de determinar el tipo de células cancerosas que tenía; y ni siquiera encontraron un ganglio linfático tan grande que indicara que había cáncer. (Cuando ingresé en el hospital, tenía el cuerpo lleno de ganglios linfáticos dilatados.) Me hicieron una biopsia de médula ósea, también para determinar la actividad cancerosa y poder ajustar la quimioterapia a la enfermedad, y no había ninguna actividad cancerosa en la médula ósea. Los médicos estaban muy extrañados, pero lo atribuyeron a que yo había reaccionado de pronto a la quimioterapia. Como ellos mismos no eran capaces de entender lo que pasaba, me sometieron a pruebas y a más pruebas. ¡Las pasé todas perfectamente, y, al superar cada prueba, me sentía más fuerte todavía! Me hicieron un sean de todo el cuerpo, y como no encontraban nada, pidieron al radiólogo que lo repitiera...

Gracias a mi experiencia, ahora estoy comunicando a todas las personas que conozco que los milagros son posibles en nuestra vida cotidiana. Después de lo que he visto, me doy cuenta de que es posible absolutamente todo y de que no hemos venido aquí para sufrir. La vida debe ser estupenda, y nos aman mucho, muchísimo. Ha cambiado espectacularmente mi manera de ver la vida, y me alegro mucho de haber tenido una segunda oportunidad para conocer «el cielo en la Tierra».

Otro paciente estuvo en coma tres días. Durante este período fueron a visitarle amigos y familiares suyos. Sin embargo, él afirmó que había pasado todo ese tiempo fuera de su cuerpo y que pudo ver y oír lo que hacía la gente en su habitación. Una mujer había llevado al hospital una vela de lavanda y la había guardado en un cajón, cerca de su cama. Cuando salió del coma, fue capaz de decir en qué cajón estaba la vela.

No quiero apartarme mucho del tema, pero comentaré que aquel hombre tuvo también sueños proféticos, tanto de carácter personal como mundial no solo vivo una relación de pareja en su futuro, así como hechos del futuro de su hijo, sino que «vio» también una crisis económica mundial y una explosión nuclear en Corea del Norte. Otro caso muy citado de percepción durante una EEC fue comunicado por el doctor Pim van Lommel, y se publicó en The Lancet, una de las revistas médicas de mayor prestigio del mundo. El paciente tuvo una parada cardíaca y no respiraba. Cuando lo iban a intubar, se advirtió que llevaba dentadura postiza superior. Mientras el paciente estaba en coma profundo, le quitaron la dentadura y la guardaron en un cajón de un carro de parada. Había transcurrido más de una semana cuando el paciente contó que había tenido una EEC y describió con precisión la sala donde le habían practicado la reanimación y a las personas que habían estado presente. Resulta notable que afirmara que podrían encontrar su dentadura perdida en el cajón del carro de parada. Adviértase también que el paciente contó que había visto a la enfermera y a los demás presentes durante su reanimación, lo cual no sucede a menos que la persona esté lucido y en estado extracorporal.

Cuando se producen experiencias cercanas a la muerte durante la anestesia general, el sujeto suele observar la operación en estado de EEC. En el transcurso de estas observaciones durante una experiencia extracorporal, es característico que el ECMado vea su propia reanimación, que se está realizando en la mesa de operaciones. En sus experiencias cercanas a la muerte, estas personas no se ven a sí mismas con demasiada poca anestesia; se ven a sí mismas en estado de muerte clínica. Lo que ven los ECMados confirma que sus ECM se producen en el momento de un suceso que pone en peligro la vida, normalmente de una parada cardíaca. Las experiencias cercanas a la muerte que se producen en estado de parada cardíaca y bajo anestesia general constituyen, quizá, la prueba más rigurosa de la posibilidad de que la consciencia resida fuera del cuerpo. Según las ideas de la medicina convencional, una persona sometida anestesia no puede tener una experiencia consciente como la de una ECM, ni tampoco puede tenerla una persona en parada cardíaca. Sin embargo, el estudio de la NDERF encontró a muchas personas que las tuvieron.

Pero sigue habiendo escépticos. Carol Zaleski, teólogo que estudió en Harvard, dice que las ECM son producto de «la imaginación religiosa». En The Skeptic's Dictionary se dice: «Actualmente, los relatos de ECM son conocidos por el gran público. Por eso, cuando se cuentan relatos nuevos sobre el entrar en la luz, etcétera, debemos temer que estos relatos pueden estar contaminados. Se puede estar reflejando en ellos lo que uno ha oído y lo que uno espera encontrar». Y podemos encuadrar dentro del escepticismo más radical a los que opinan que las ECM son obra de Satanás.

Yo, personalmente, creo que todas estas ideas están equivocadas. Si me preguntan por qué, tengo muchas respuestas, y una de ellas es: «Me lo han dicho los niños».

Los niños pequeños pueden ayudarnos a determinar si las ECM no son más que un fenómeno inventado. Y son los niños muy pequeños los que nos pueden permitir demostrar de una vez por todas que las ECM son fenómenos naturales, y que no son fenómenos inventados o deformados para ajustarlos al contenido de algún programa de televisión.

DOCTORA ELISABETH KÜBLER-ROSS

Morir es trasladarse a una casa más bella, «se trata sencillamente de abandonar el cuerpo físico como la mariposa abandona su capullo de seda». Estas palabras de gozo son las que pronuncia cada día la doctora Elisabeth Kübler-Ross junto a la cabecera de sus enfermos. Doctor honoris causa de varias universidades, es reconocida mundialmente como una autoridad en materia dé tanatología. Las experiencias científicas de la doctora Kübler-Ross permiten confirmar la existencia de una vida después de la muerte. Sólo se trata del pasaje a un nuevo estado de conciencia en el que se continúa existiendo, comprendiendo, y en el que el espíritu tiene la posibilidad de proseguir su crecimiento. Ella ha comprendido que los seres que están en el umbral de la muerte no «alucinan» cuando ven a personas que ya murieron venir a buscarlos. Ella nos demuestra que la muerte es un renacimiento, un nuevo amanecer.

Hay mucha gente que dice: «La doctora Ross ha visto demasiados moribundos. Ahora empieza a volverse rara.» La opinión que las personas tienen de ti es un problema suyo no tuyo. Saber esto es muy importante. Si tenéis buena conciencia y hacéis vuestro trabajo con amor, se os denigrará, se os hará la vida imposible y diez años más tarde os darán dieciocho títulos de doctor honoris causa por ese mismo trabajo. Así transcurre ahora mi vida. Yo soy por naturaleza una persona semicreyente, algo escéptica, para decirlo prudentemente, y como tal no me interesaba la eventualidad de una vida después de la muerte, pero ciertas observaciones se repetían con tal frecuencia que me vi forzada a asomarme a la cuestión. En aquella época empezaba yo a preguntarme por qué nadie había estudiado aún este problema, no por razones científicas precisas o para poder hacer uso de las conclusiones en caso de un proceso judicial, sino únicamente por curiosidad natural. El hombre existe sobre el planeta Tierra desde hace 47 millones de años. Y en su forma actual con su dimensión divina, desde hace siete millones de años. Cada día los hombres mueren por todas partes. Y nuestra sociedad, sin embargo, no ha realizado ningún esfuerzo para estudiar la muerte y llegar a una definición actualizada y universal de la muerte humana, mientras que ha triunfado enviando hombres a la Luna y logrando igualmente que regresaran sanos y salvos. ¿No resulta extraño?

Después de habernos ocupado durante muchos años de los enfermos moribundos, hemos entendido que nosotros, los humanos, a pesar de que nuestra presencia en la tierra se remonta a millones de años, no hemos encontrado aún respuesta a la pregunta quizá más importante de todas: la definición, el significado y el propósito de la vida y de la muerte. Hemos estudiado veinte mil casos, a través del mundo entero, de personas que habían sido declaradas clínicamente muertas y que fueron llamadas de nuevo a la vida. Algunas se despertaron naturalmente, otras sólo después de una reanimación. La experiencia de la muerte es casi idéntica a la del nacimiento. Es un nacimiento a otra existencia que puede ser probada de manera muy sencilla.

«creer» en las cosas del más allá. Para mí esto no es un asunto más de creencias, sino un asunto del conocimiento. Os diré con gusto cómo se obtiene ese conocimiento siempre que queráis saberlo. Pero el no querer saberlo no tiene ninguna importancia porque cuando hayáis muerto lo sabréis de todas maneras, y yo estaré allí y me alegraré muy particularmente por los que hoy dicen: «Ay, la pobre doctora Ross.» En el momento de la muerte hay tres etapas. Morir significa, simplemente, mudarse a una casa más bella, hablando simbólicamente, se sobreentiende.

En esta segunda etapa, cuando vuestra mariposa —siempre en lenguaje simbólico— ha abandonado su cuerpo, vosotros viviréis importantes acontecimientos que es útil que conozcáis anticipadamente para no sentiros jamás atemorizados frente a la muerte.

En la segunda etapa estaréis provistos de energía psíquica, así como en la primera lo estuvisteis de energía física.

Al liberarse de ese capullo de seda, se llega a la segunda etapa la de la energía psíquica. La energía física y la energía psíquica son las dos únicas energías que al hombre le es posible manipular. El mayor regalo que Dios haya hecho a los hombres es el del libre albedrío. Y de todos los seres vivientes el único que goza de este libre albedrío es el hombre. Vosotros tenéis, por tanto, la posibilidad de elegir la forma de utilizar esas energías, sea de modo positivo o negativo. Desde el momento en que sois una mariposa liberada, es decir, desde que vuestra alma abandona el cuerpo, advertiréis enseguida que estáis dotados de capacidad para ver todo lo que ocurre en el lugar de la muerte, en la habitación del enfermo, en el lugar del accidente o allí donde hayáis dejado, vuestro cuerpo.

También es necesario que sepáis que si os acercáis al lecho de vuestro padre o madre moribundos, aunque estén ya en coma profundo, os oyen todo lo que les decís, y en ningún caso es tarde para expresar «lo siento», «te amo», u alguna otra cosa que queráis decirles. Nunca es demasiado tarde para pronunciar estas palabras, aunque sea después de la muerte, ya que las personas fallecidas siguen oyendo. Incluso en ese mismo momento podéis arreglar «asuntos pendientes», aunque éstos se remonten a diez o veinte años atrás. Podréis liberaros de vuestra culpabilidad para poder volver a vivir vosotros mismos. En esta segunda etapa, «el muerto» —si puedo expresarme así— se dará cuenta también de que él se encuentra intacto nuevamente. Los ciegos pueden ver, los sordos o los mudos oyen y hablan otra vez.

Todo esto, evidentemente, no es una prueba para un escéptico, y con el fin de tranquilizarlos hemos realizado un proyecto de investigación imponiéndonos como condición el no tomar en cuenta más que a los ciegos que no habían tenido ni siquiera percepción luminosa desde diez años antes, por lo menos. Y estos ciegos, que tuvieron una experiencia extracorporal y volvieron, pueden decirnos con detalle los colores y las joyas que llevaban los que los rodeaban en aquel momento, así como el detalle del dibujo de sus jerséis o corbatas. Es obvio que ahí no podía tratarse de visiones. No intentéis convertir a los demás. En el instante mismo en que mueran, lo sabrán de todas maneras. En esta segunda etapa os dais cuenta también de que nadie puede morir solo.

En esta segunda etapa también os dais cuenta de que ningún ser humano puede morir solo, y no únicamente porque el muerto pueda visitar a cualquiera, sino también porque la gente que ha muerto antes que vosotros y a la que amasteis os espera siempre. En general sois esperados por la persona a la que más amáis. Siempre la encontraréis en primer lugar. En el caso de los niños pequeños, de dos o tres años por ejemplo, cuyos abuelos, padres y otros miembros de la familia aún están con vida, es su ángel de la guarda personal quien generalmente los acoge; o bien son recibidos por Jesús u otro personaje religioso. Después, cuando habéis realizado este pasaje, una luz brilla al final. Y esa luz es más blanca, es de una claridad absoluta, y a medida que os aproximáis a esta luz, os sentís llenos del amor más grande, indescriptible e incondicional que os podáis imaginar. No hay palabras para describirlo. En esta Luz, en presencia de Dios, de Cristo, o cualquiera que sea el nombre con que se le denomine, debéis mirar toda vuestra vida terrestre, desde el primero al último día de la muerte.

Volviendo a ver como en una revisión vuestra propia vida, ya estáis en la tercera etapa En ella no disponéis ya de la conciencia presente en la primera etapa o de esa posibilidad de percepción de la segunda. Ahora poseéis el conocimiento. Conocéis exactamente cada pensamiento que tuvisteis en cada momento de vuestra vida, conocéis cada acto que hicisteis y cada palabra que pronunciasteis. Dios es el amor incondicional. Después de esta «revisión» de vuestra vida no será a Él a quien vosotros haréis responsable de vuestro destino. Os daréis cuenta de que erais vosotros mismos vuestros peores enemigos, puesto que ahora debéis de reprocharos el haber dejado pasar tantas ocasiones para crecer. .

Pero los mayores maestros de este mundo son los moribundos. Si uno se toma el tiempo de sentarse junto a la cabecera de la cama de los moribundos, ellos son los que nos informan sobre las etapas de morir. La mayoría de la gente considera sus condiciones de vida como difíciles y sus pruebas y sus tormentos como una maldición, un castigo de Dios, algo negativo. Si pudiéramos comprender que nada de lo que nos ocurre es negativo, y subrayo: ¡absolutamente nada!... Todos los sufrimientos y pruebas, incluso las pérdidas más importantes, así como todos los acontecimientos ante los que decimos: «Si lo hubiese sabido antes, no lo habría podido soportar», son siempre regalos. Ser infeliz y sufrir es como forjar el hierro candente, es la ocasión que nos es dada para crecer y la única razón de nuestra existencia.

No se puede crecer psíquicamente estando sentado en un jardín donde os sirven una suculenta cena en una bandeja de plata, sino que se crece cuando se está enfermo, o cuando hay que hacer frente a una pérdida dolorosa. Se crece si no se esconde la cabeza en la arena sino que se acepta el sufrimiento intentando comprenderlo, no como una maldición o un castigo sino como un regalo hecho con un fin determinado. Por tanto, en el momento de la transformación, nuestros guías espirituales, nuestros ángeles de la guarda y los seres queridos que se fueron antes que nosotros, estarán cerca de nosotros y nos ayudarán. Esto nos ha sido confirmado siempre, así que ya no dudamos nunca de este hecho. ¡Notad bien que hago esta afirmación como un hecho científico!

Abraham Maslow (Brooklyn, Nueva York, 1 de abril de 1908 - 8 de junio de 1970 Palo Alto, California) fue un psicólogo estadounidense conocido como uno de los fundadores y principales exponentes de la psicología transpersonal.

Transpersonal es a la vez un término reciente y una realidad muy antigua. El movimiento transpersonal fue fundado en los Estados Unidos en 1969, pero fundamentalmente existía desde hacía siglos en todo el trabajo de los místicos de Oriente y Occidente. Lo transpersonal está más allá del ser humano, sobrepasa la idea de persona. Esta palabra, empleada por Emmanuel Mounier y el movimiento personalista a partir de 1947, tuvo un éxito universal en los años setenta con el estudio de los estados alterados de consciencia.

El término "transpersonal", que fue escogido en 1969 por Abraham Maslow, es definido muy precisamente por él en sus libros y artículos (1964, 1968, 1971). Empieza por un estudio de las motivaciones humanas que clasifica jerárquicamente en cinco niveles: fisiológico, de seguridad, de integración, de autoestima y de autorrealización. Es entonces cuando, después de un estudio de las experiencias cumbre, descubre una sexta necesidad, la de ir más allá de la quinta necesidad de autorrealización se sitúa pues una necesidad inalienable de trascendencia, la necesidad de una vida significativa que, rebasando los límites habituales de la identidad humana, empuja a ponerse al servicio de los demás.

Este nivel supremo es tan importante para Maslow que ya no se puede hablar de necesidad o motivación, sino de metanecesidad o Necesidad de Ser. Son pues las necesidades de Verdad, de Belleza o de Trascendencia que constituyen la experiencia de los Valores. Es el fundamento y la base de la psicoterapia. Además, esto constituye una nueva psicología: la psicología transpersonal. Es un ir más allá de todos los métodos dedicados a la autorrealización, a la actualización de la persona, al refuerzo del yo, etc. (quinto nivel). Este sexto nivel, que es el del sacrificio y la consagración a la realización de los Valores y ya no una autorrealización egoísta, provoca un cambio radical. En 1969 funda la Asociación de Psicología Transpersonal con Carl Rogers, Viktor Frankl, Antony J. Sutich, Ch. Buhler, Stan Grof, Jim Fadiman... y el Journal of Transpersonal Psychology, del cual Antony J. Sutich será el primer director desde 1969 hasta su muerte en 1976. Este primer movimiento es americano y está ligado a los psicólogos.

Pronto se abre un segundo movimiento en el resto del mundo y se expande fuera de la psicología, puesto que lo transpersonal existe también en sociología, economía, antropología, etnología, educación, dirección de empresas, sistémica, comunicación, ética, ecología... Así se funda la ITA (International Transpersonal Association) bajo la forma de una red informal. Ha organizado congresos en todo el mundo: Islandia (1972), Brasil, Finlandia, Estados Unidos (1979), Australia, India (1982), Suiza (1983), Japón (1985), Praga (1992), Irlanda (1994), Brasil (1996).

Charles T. Tart, Ken Wilber y Stanislav Grof se dieron a conocer al gran público por sus numerosas publicaciones. Stanislav Grof es también el fundador de la "respiración holotrópica" y a partir de esta psicoterapia transpersonal, de una teoría sobre las experiencias perinatales (con los sistemas coex y las cuatro matrices perinatales). La psicología transpersonal ha adquirido derecho de ciudadanía en las universidades estadounidenses. Existen cursos o un departamento en bastantes universidades estatales y además se han fundado universidades privadas que sólo enseñan disciplinas transpersonales, como el Californian Institute of Integral Studies o el Institute of Transpersonal Psychology, etc. Siguiendo los presentes los dos primeros técnicos del siglo xx han estado marcados por el materialismo científico y sus consecuencias.

LA PSICOLOGÍA TRANSPERSONAL EUROPEA La psicología transpersonal en Europa es muy anterior a la creación del movimiento transpersonal. Se origina en la larga tradición de los místicos: desde los griegos Plotino, Proclo, Yámblico, Dionisio el Areopagita, hasta la escuela inglesa (La nube del desconocimiento de Julienne de Norwich), la alemana (de Hildegarde de Bingen y las beguinas, hasta el maestro Eckhart y su escuela: Suso, Tauler, Jacob Boehme, Angelus Silesius...), la española (Ibn Arabi y los sufíes de Andalucía, san Juan de la Cruz y santa Teresa de Jesús, san Pedro de Alcántara, fray Diego de Estella, fray Luis de León, fray Juan de los Ángeles), la italiana (Las floréenlas de santa Catalina de Siena, san Felipe Neri), la griega (hesicastismo y el monte Athos), la rusa (Serafín de Sarov) y la francesa (Margueritte Porette, san Francisco de Sales, madame Guyon, santa Teresita del Niño Jesús)...

Se la vuelve a encontrar también en la tradición filosófica con el irlandés Berkeley, los alemanes Schopenhauer, Hegel y Nietzsche, el austríaco Martin Buber, el español Miguel de Unamuno y los franceses Bergson y Teilhard de Chardin... Henri Bergson fue un precursor con su amor por la naturaleza y la importancia que le concedía al impulso vital en la evolución creadora. Un soplo generoso y espiritual anima toda su obra con sus estudios sobre la intuición, la finalidad, los héroes y con una moral abierta de generosidad. Pierre Teilhard de Chardin intentó reconciliar el pensamiento cristiano con los descubrimientos recientes de la ciencia, en particular con la evolución animal y la prehistoria humana, de camino hacia un absoluto que se construye lentamente: el punto Omega.

La psicoterapia transpersonal tiene en sus inicios una construcción típicamente europea con el suizo CarL Gustav Jung (que fue quien primero utilizó el término überpersónlich en 1916), el italiano Roberto Assagioli y la psicosíntesis, los franceses Robert Desoille y el ensueño dirigido o Pierre Weil y el cosmodrama, el austríaco Viktor Frankl y la logoterapia, el alemán Graf Dürckheim y la terapia iniciática... Jung (1875-1961) se dio cuenta muy pronto de las limitaciones de Freud, incapaz de explicar lo que hay de más elevado en el ser humano a partir de lo más bajo. Y pensó que la clave de las perturbaciones se encontraba en el no saberse enlazar con lo más elevado. La reconciliación con lo mejor de uno mismo y su proceso de crecimiento interior puede hacerse a partir de una experiencia de lo sagrado (o numen): «El hecho es que el acercamiento a lo numinoso parece ser la terapia esencial; cuando se ha llegado a la experiencia numinosa, uno se encuentra liberado del yugo de la enfermedad». La base de las psicoterapias transpersonales se en-cuentra en este descubrimiento.

Roberto Assagioli (1888-1974) fue amigo de Jung y de Desoille y trabajó con la psicosíntesis en la misma orientación transpersonal: «El objetivo final de la psicosíntesis es el de llevar al sujeto a tomar consciencia de su Yo transpersonal». Pero ello tiene que haberse preparado antes mediante una psicosíntesis personal en la cual se habrá enlazado con el proceso de crecimiento o de autorrealización e integrado sus diferentes subpersonalidades. Robert Desoille (1890-1966) fundó el sistema de "ensueño dirigido", una terapia que permite tener sueños sin dormir, tendido en el diván. Se pueden realizar a diferentes niveles y en cuanto aparece un estado superior de conciencia se obtiene un ensueño con capacidad de mutar que gracias a un contacto con la dimensión de lo sagrado permite una transformación de personalidad y una eliminación de las dificultades.

En los últimos años se ha prestado mayor atención al campo de la psicología transpersonal. Parece existir un interés popular y profesional creciente en este campo y respecto a algunas de sus materias como el yoga, la meditación, las experiencias cumbre, experiencias en el umbral de la muerte y sueños lúcidos. A pesar de este interés, aún existe una ignorancia significante además de falta de conocimiento de la psicología transpersonal. Por lo tanto este artículo intentará ser una introducción, superar el tópico y algunas de sus fronteras teóricas y experimentales actuales. La psicología transpersonal surgió de un interés en lo que Abraham Maslow (1971) denominó "los confines más lejanos de la naturaleza humana", a los que la psicología convencional no se estaba dirigiendo de manera adecuada.

Una serie de creencias cuestionables han orientado y limitado las investigaciones psicológicas en los años sesenta, cuando surgieron las psicologías humanísticas y transpersonal, y que en cierto modo siguen siendo operativas en las principales corrientes psicológicas. La primera de estas creencias es que la evolución psicológica cesa en gran parte cuando se alcanza biológicamente la edad adulta. Por lo tanto la mayoría de las investigaciones se han centrado en la infancia y la adolescencia y sólo recientemente los estudiosos han investigado la madurez adulta. La segunda creencia cuestionable era que la naturaleza de la salud psicológica puede deducirse del estudio de la patología. Un solo pensamiento servirá para mostrar la cuestionabilidad de este argumento, a pesar de que ha orientado el pensamiento y la investigación durante décadas: el de que la salud psicológica se consideraba nada más que "ausencia de enfermedad" (Walsh y Shapiro, 1983).

Una tercera creencia limitadora, que ahora se sabe que es claramente errónea, era que las experiencias místicas y transpersonales son insignificantes en el mejor de los casos y patológicas en el peor de ellos. Además, el énfasis reduccionista tiende a interpretar (desestimándolas) cosas tales como las experiencias subjetivas, el significado, el propósito y la comprensión interior contemplativa en términos de procesos psicológicos y químicos inferiores y patologías. Éste es el tipo de interpretación que hace mucho tiempo William James (1858) consideró como "materialismo médico":

El materialismo médico concluye que la visión de san Pablo en el camino a Damasco, siendo como era epiléptico, fue una descarga en el córtex occipital. Considera a santa Teresa una histérica, a san Francisco de Asís un degenerado hereditario.

EL NACIMIENTO DE LA PSICOLOGÍA TRANSPERSONAL La psicología humanista surgió en parte como respuesta a estos problemas Fue una de las primeras escuelas, junto con la psicosíntesis, en enfatizar y explorar la salud psicológica. Este énfasis deriva en buena parte de la fuerza de uno de los padres de la escuela, Abraham Maslow, que estaba especialmente interesado en el bienestar psicológico, argumentando que «para simplificar el tema de alguna manera, es como si Freud nos hubiera proporcionado la mitad enferma de la psicología y nosotros ahora debiéramos completarla con la otra mitad sana» (Maslow, 1968, p. 5).

De todas maneras, uno de los descubrimientos de Maslow que más repercusiones tendría fue el hallazgo de que algunas de las personas que observó cómo particularmente sanas habían experimentado lo que él denominó "experiencias cumbre". Estas personas, a las que Maslow llamó peakers* veían estas experiencias cumbre entre las más importantes de su vida. Maslow llegó a considerar estas experiencias como influyentes y beneficiosas, e investigaciones posteriores confirmación sus conclusiones (Livingston, 1975).

Las experiencias cumbre están reconocidas en otros ámbitos y épocas y bajo otros nombres y circunstancias. Se han identificado a través de la historia como experiencias religiosas y místicas. Subsiguientemente, se descubrió La psicología transpersonal empezó a centrarse principalmente en estas experiencias cumbre: sus características, significado y medios de inducción. En parte la especialidad toma su nombre de algunas de las características de estas experiencias, que vienen acompañadas por la sensación de una expansión más allá (trans), de lo que Alan Watts denominó «el ego encapsulado en una piel» de la persona y la personalidad. Dichas experiencias han tenido lugar en condiciones diversas, espontáneamente o inducidas por actividades tales como la meditación, hipnosis, psicoterapia, sustancias psicodélicas, esfuerzos físicos de gran intensidad o inmersión en la naturaleza.

Por supuesto, este interés por las experiencias cumbre no es de manera alguna el único interés de la psicología transpersonal, que en general tiende a ser inclusiva. Su objetivo no es desestimar escuelas anteriores, sino más bien expandirlas, incorporando su teoría, información, e investigación dentro de una visión ampliada de la naturaleza humana y de su potencial (Vaughan, 1980). Esta naturaleza inclusiva e integradora de la psicología transpersonal está basada en el reconocimiento de que todos los modelos, teorías y por lo tanto las psicologías, son perspectivas limitadas y necesariamente parciales. Ninguna teoría o escuela, incluyendo la transpersonal, es la verdad. Por lo tanto, la psicología transpersonal procura ser inclusiva e integradora, reconociendo que cada escuela tiene algo que ofrecer.

INTEGRACIÓN ENTRE ESCUELAS DE PSICOLOGÍA La psicología transpersonal también está interesada en la integración no exclusiva de distintas escuelas. Los seres humanos son notablemente complejos, no existiendo ninguna razón para creer que una sola teoría, terapia o psicología pueda abarcar toda esta complejidad, así como tampoco puede existir una fórmula o teoría fundamental que lo abarque todo en física (Bohm, 1973). Los psicólogos de diferentes escuelas pueden ser como el hombre ciego y el elefante, cada uno con una visión valiosa pero parcial de la naturaleza, potencial, patología y terapia humana.

Carl Gustav Jung Suiza (1875 -1961)

Roberto Assagioli Italia (1888 –1974)

Antes que discutir por el dominio exclusivo de una de las teorías sobre las otras, la psicología transpersonal sugiere que escuelas aparentemente conflictivas pueden cubrir diferentes perspectivas, dimensiones y niveles, y por lo tanto ser parcialmente complementarias.

Por desgracia, la ciencia, un poderoso y valioso instrumento, ha degenerado a menudo en la pseudofilosofía del cientificismo. El cientificismo y su análogo filosófico, la lógica positivista, sostienen que sólo la información sensorial y la ciencia son capaces de generar conocimiento válido. El resultado ha sido que los fenómenos que no pueden ser sujetos a una observación sensorial y al análisis científico han sido infravalorados con demasiada frecuencia y se ha negado su validez. Dos importantes reinos del conocimiento que han sido negados son el reino subjetivo de la mente, el significado y el propósito, y las experiencias trascendentales reveladas por la contemplación.

Wilber (1983a) apuesta por una psicología y epistemología ampliadas, que usen los tres tipos de conocimiento: sensorial, mental-fenomenológico y contemplativo. Su argumento se inspira en el filósofo cristiano san Buenaventura y su esquema de tres ojos: el ojo de la carne, el ojo de la razón y el ojo de la contemplación. Estos tres ojos o formas epistemológicas corresponden a la entrada sensorial, a la observación mental-fenomenológica y a la pregunta-observación contemplativa. Cada uno de estos ojos accede a una forma particular de conocimiento que san Buenaventura llamó "iluminación". Estas son, respectivamente, para los ojos de la carne, de la razón y de la contemplación, el lumen exterius et inferius, el lumen interius y el lumen superius, que Buenaventura pensó revelaban respectivamente un vestigium, una imago y una consciencia directa de Dios.

Las psicologías y terapias que han enfatizado el ojo de la razón o la observación de la mente, son las psicologías introspectivas, la fenomenología, el existencialismo, el psicoanálisis y varias psicologías dinámicas. Por otro lado el ojo de la contemplación, que se centra en los fenómenos trascendentales y aporta comprensiones interiores trascendentales conocidas como gnosis y prajna, ha sido el centro de los sistemas de meditación yóguico y contemplativo.

El psiquiatra y profesor Stanislav Grof es uno de los creadores de la psicología transpersonal y quizá la persona que mayor comprensión ha aportado a lo que significan en realidad los estados alterados de conciencia. Durante los últimos 50 años ha estudiado desde el punto de vista científico esta clase de fenómenos, siempre con la mente abierta, sin aceptar nada a priori, pero tampoco cerrando las puertas a posibilidades más heterodoxas. De hecho, su pensamiento ha ido mutando desde una visión científico-materialista a otra más espiritual, a causa principalmente de sus estudios y experiencias personales con diversas sustancias psicoactivas o alucinógenas. Sin embargo, con el paso de los años, llegó a la conclusión de que no es necesaria la ingesta de dichas sustancias para obtener ese estado alterado o ampliado de conciencia, sino que existen infinidad de técnicas para lograr idéntico efecto, absolutamente inocuas para la salud. También hemos de recalcar que todos los experimentos con psicoactivos llevados a cabo por Grof y sus colaboradores se realizaron dentro del estricto campo de la investigación científica, siempre bajo la supervisión de equipos de médicos especialistas y en el marco de estudios desarrollados por universidades, hospitales o instituciones científicas. Nada que ver con la peligrosa moda de experimentar por cuenta propia que, tal como denuncian numerosos expertos, entraña evidentes riesgos físicos.

EXPERIENCIAS MÍSTICAS EN EL LABORATORIO Grof comenzó a destacar en los años 60 en su Checoslovaquia natal, concretamente en el Instituto de Investigación Psiquiátrica de Praga, donde empezó a trabajar en un programa que estudiaba el potencial del LSD y la psilocibina en el diagnóstico de la personalidad y en el tratamiento psicoterapéutico. Sin embargo, para sorpresa de Grof y sus colegas, se dieron cuenta, «con cierta consternación intelectual», de que los participantes en el programa mostraban experiencias muy similares a las descritas durante milenios por culturas tradicionales de todo el planeta, en contextos chamánicos, místicos o iniciaciones esotéricas. Los fenómenos más comunes tenían que ver con experiencias de muerte y renacimiento, seguidas de un sentimiento de unidad cósmica e inmortalidad. Pero más les sorprendió a los científicos que tras estos episodios, sobre todo después de los de identificación con todo el universo, los participantes mejoraban notablemente de sus problemas psicopatológicos. Los individuos mostraban una disminución, o incluso la desaparición, del miedo a su propia muerte; se volvían más receptivos a aceptar la existencia de otra vida después de ésta; y tenían tendencia a tomarse el pro-/ ceso de tránsito a esa «otra realidad» como una oportunidad para vivir una experiencia única en el campo de la consciencia, más que como una catástrofe personal o el declive de su cuerpo físico.

Qué sentido utilizo en este libro la expresión estados no ordinarios de conciencia. Mi interés fundamental es el de centrarme en existencia. Me gustaría igualmente examinar el potencial sanador, transformador y evolutivo de dichas experiencias. A esta respecto.

La conciencia puede ser profundamente modificada por una variedad de procesos patológicos: por traumas cerebrales, por intoxicaciones con venenos, por infecciones o por procesos degenerativos y circulatorios del cerebro. Sin duda, estas diversas

condiciones físicas pueden tener como consecuencia profundos cambios mentales que podrían incluirse en la categoría de estados no ordinarios de conciencia. Sin embargo, lo que producen son "delirios parciales" o "psicosis orgánicas", estados que son muy importantes clínicamente, pero que no son relevantes para nuestra exposición. Las personas que padecen estados de delirio se caracterizan por una pérdida de orientación. Pueden estar confundidas hasta tal punto que no saben quiénes son, ni dónde están o en qué mes o año viven. Como característica típica manifiestan una perturbación de las funciones intelectuales y padecen una amnesia inmediata respecto a las experiencias que acaban de tener.

Por ello reduciré esta exposición a un amplio e importante subgrupo de estados no ordinarios de conciencia a los que la psiquiatría contemporánea no ha dado un término específico. Como estoy convencido de que merecen distinguirse del resto y ser situados en una categoría especial, he acuñado para ellos el nombre de Holotrópicos (Grof 1992). Esta palabra compuesta significa literalmente "orientada a la totalidad" o "que se mueve en dirección a la totalidad" de la palabra griega holos = todo, y trepein = moverse hacia o en dirección a algo). El significado completo de este término y la justificación de su utilización se irán aclarando a lo largo de este libro. El término sugiere que en nuestro estado cotidiano de conciencia no estamos realmente enteros; estamos fragmentados e identificados sólo con una pequeña fracción de lo que realmente somos.

Los estados Holotrópicos se caracterizan por una transformación específica de la conciencia acompañada de cambios perceptivos en todas las zonas sensoriales, con emociones intensas, a menudo insólitas, y con profundas alteraciones de los procesos de pensamiento.

Los cambios extraordinarios de apreciación sensorial representan un aspecto muy importante y característico de los estados Holotrópicos. Con los ojos abiertos, es típico ver profundos cambios en las formas y colores del entorno. Cuando cerramos los ojos podemos ser desbordados por imágenes procedentes de nuestra historia personal y del inconsciente colectivo. Todo esto puede ir acompañado de una amplia variedad de experiencias en las que participan todos los sentidos: sonidos diversos, sensaciones físicas, olores y sabores.

Las emociones asociadas con los estados Holotrópicos cubren un amplio espectro que se extiende mucho más allá de los límites de nuestra experiencia cotidiana. Abarcan desde sentimientos de éxtasis, bienaventuranza celestial y "paz que sobrepasa toda comprensión", a episodios de terror abismal, cólera insuperable, profunda desesperación, culpabilidad devoradora y otras formas.

Un aspecto particularmente interesante de los estados Holotrópicos es el efecto que tienen sobre los procesos de pensamiento. El intelecto no se ve disminuido, pero funciona de una forma significativamente diferente de su funcionamiento cotidiano.

Las comprensiones penetrantes más interesantes a las que se tiene acceso en los estados Holotrópicos giran alrededor de temas filosóficos, metafísicos y espirituales. La exploración de estas comprensiones penetrantes constituye el centro de interés de este libro.

En estos episodios podemos vivir secuencias de muerte y renacimiento psicoespiritual o sentimientos de unidad con otras personas, la naturaleza, el universo y Dios. Podemos desvelar lo que parecen ser recuerdos de otras encarnaciones, encontrar poderosos seres arquetípicos, comunicar con entidades desencarnadas y visitar numerosos territorios mitológicos. El rico espectro de estos estados también incluye experiencias fuera del cuerpo, durante las que la conciencia desencarnada mantiene la capacidad de percepción óptica y puede observar con precisión desde ángulos y distancias inusuales los acontecimientos que se producen en el entorno inmediato del cuerpo o en lugares distintos y remotos.

Las experiencias Holotrópicos pueden ser inducidas mediante una variedad de técnicas antiguas y aborígenes, o "tecnologías de lo sagrado". Estos procedimientos combinan de diversas formas el batir del tambor, vibraciones acústicas, sonidos de campanas o gongs, el canto, la danza rítmica, cambios de respiración y el cultivo infligir dolores agudos. Una tecnología particularmente eficaz de lo sagrado ha consistido en la utilización ritual de plantas y sustancias psicodélicas. Estas técnicas alteradoras de la mente han desempeñado un papel esencial en la historia ritual y espiritual de la humanidad. La inducción de estados holotrópicos ha sido absolutamente esencial para el chamanismo, los ritos de paso y a ellas pertenecen diversas formas del yoga, la meditación y técnicas de concentración, el canto a varias voces, el giro de los derviches, las prácticas ascéticas, el cristianismo hesicasta u "oración de Jesús" y muchas otras.

En la actualidad, el espectro de técnicas alteradoras de la mente se ha enriquecido considerablemente. Los enfoques clínicos que incluyen el uso de alcaloides puros abarcan las plantas psicodélicas o las sustancias psicodélicas de síntesis, y métodos eficaces de psicoterapia vivencial, como la hipnosis, la terapia primal, el renacimiento y la respiración Holotrópicos. El más popular de los métodos de laboratorio para inducir estados Holotrópicos ha sido la privación sensorial, que se basa en diversos grados.

Es importante recalcar que episodios de estados Holotrópicos de diversa profundidad y duración pueden también ocurrir de forma espontánea, sin ninguna causa específica e identificable y, frecuentemente, contra la voluntad de las personas implicadas. Puesto que la psiquiatría moderna no distingue entre los estados místicos o espirituales y los episodios psicóticos, a las personas que experimentan esos estados se les suele diagnosticar como enfermas mentales, se las hospitaliza y se las somete a un tratamiento rutinario a base de fármacos supresivos.

SABIDURÍA ANTIGUA Y CIENCIA MODERNA Como hemos visto por lo descrito anteriormente, las experiencias Holotrópicos constituyen el denominador común de muchas prácticas que, a lo largo de siglos, han conformado la vida ritual, espiritual y cultural de muchos grupos humanos. Este tipo de experiencia ha constituido la principal fuente de cosmologías, mitologías, filosofías y sistemas religiosos que describen la naturaleza espiritual del cosmos y de la existencia. Son la clave para entender la vida espiritual de la humanidad, desde el chamanismo y las ceremonias sagradas de las tribus aborígenes hasta las grandes religiones del mundo. Pero además, y esto es lo más importante, proporcionan líneas prácticas e inestimables de orientación para establecer una estrategia de vida suficientemente rica y satisfactoria para alcanzar la realización máxima de nuestro potencial creativo. Por todas estas razones es importante que los científicos occidentales se liberen de sus prejuicios materialistas y sometan los estados Holotrópicos a una investigación sistemática y ecuánime.

A lo largo de mi carrera profesional he dirigido personalmente más de mil sesiones psicodélicas con sustancias como el LSD, la psilocibina, la mescalina, la dipropil-triptamina (DPT) y la metileno-dioxi-anfetamina (MDA), y he tenido acceso a más de dos mil sesiones dirigidas por mis colegas. Una proporción significativa de estas sesiones tuvieron que ver con pacientes psiquiátricos que padecían diversas formas de trastornos emocionales y psicosomáticos, como depresión, psiconeurosis, trastornos psicosomáticos, alcoholismo y drogodependencia.

Otro gran grupo lo constituían pacientes que padecían diversas formas de cáncer, en su mayor parte terminal. En ese estudio, el objetivo no consistía sólo en aliviar la angustia emocional y el agudo dolor físico que acompaña a esta enfermedad, sino también ofrecer a esos pacientes una oportunidad de lograr estados místicos para aliviar su miedo a la muerte, cambiar su actitud hacia ella y transformar su experiencia de lo que supone morir. Los restantes sujetos eran "voluntarios normales", como psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, clérigos, artistas y científicos pertenecientes a diversas disciplinas, que se presentaban voluntariamente para participar en sesiones psicodélicas en búsqueda de comprensión y visión interior. Para mi sorpresa, lo que emergía de estos relatos de estados Holotrópicos era una amplia alternativa lógicamente coherente a la comprensión de la naturaleza humana y de la existencia formulada por la ciencia materialista, que hoy día representa la ideología oficial de la civilización industrial occidental. Las personas que experimentan estados Holotrópicos y los integran eficazmente no desarrollan puntos de vista del mundo idiosincráticos y engañosos que acarreen distorsiones inconexas de la "realidad objetiva". Descubren diversos aspectos parciales de una gran visión sobre un universo creado e impregnado por una inteligencia cósmica superior. En última instancia, este cosmos personas que han tenido la oportunidad de complementar su experiencia cotidiana de la realidad material con las percepciones penetrantes de los estados Holotrópicos de conciencia.

Estos descubrimientos anuncian una buena nueva a millones de occidentales y miembros de las sociedades teologizadas que han tenido diversas formas de experiencias Holotrópicos y que no han podido integrarlas dentro del sistema de creencias dominantes de sus culturas. A causa de este desajuste, muchos de ellos

El estudio de los estados Holotrópicos reivindica a estas personas y revela los fallos de la psiquiatría contemporánea. También muestra una necesidad urgente de hacer una revisión y un cuestionamiento de nuestra comprensión de la naturaleza humana y de la naturaleza de la realidad. Y mismos, de la naturaleza y del universo. Cada vez es más claro que este enfoque alternativo y emergente de la existencia integrará ciencia y espiritualidad, e introducirá importantes elementos.

JURGENSON

TOMAS ALVA EDINSON

RAUDIVE