Unidad1 Fase 2 Trabajo Colaborativo1

PROSOCIALIDAD UNIDAD1: FASE 2 - TRABAJO COLABORATIVO 1 PRESENTADO POR: YANINIBED MERCADO CARRILLO: CODIGO 26947264 GRUP

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PROSOCIALIDAD UNIDAD1: FASE 2 - TRABAJO COLABORATIVO 1

PRESENTADO POR: YANINIBED MERCADO CARRILLO: CODIGO 26947264 GRUPO: 403010_8

TUTORA: YANET DEL ROCIO GAVIRIA

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA UNAD. ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES, ARTES Y HUMANIDADES, ECSAH CEAD VALLEDUPAR, CESAR. 2018

INTRODUCCION

La temática del siguiente trabajo se fundamenta esencialmente en la prosocialidad con la finalidad de sensibilizar a toda la población, de las frecuentes situaciones de indiferencia que se ven hoy en día en todas partes del mundo, de tal forma queremos identificar los diversos contextos para que las personas sean capaz de ayudar por intuición mas no por intención.

Definición del concepto de Prosocialidad

La Prosocialidad surge de la psicología que estudia los factores y beneficios de las acciones de ayuda, solidaridad, dar, compartir y cooperar como beneficio para los demás. Las actitudes y conductas prosociales en una comunidad son definidas como aquellas acciones que tienden a beneficiar a otras personas sin que exista alguna recompensa solo es la satisfacción de ayudar a los demás el que lo hace sentir bien. La prosocialidad aporta grandes beneficios para el desarrollo personal e interpersonal de los humanos, también constituye un aporte para comprender y operativizar una mejora en la calidad de vida y en las relaciones entre las personas donde se logran generar grandes niveles de cohesión grupal, participación y motivación. Según Bibb Latané y Jhon Darley (1970) consideran que cuando una persona es testigo de una situación de emergencia, llevar a cabo una conducta de ayuda depende de una serie de decisiones. El contexto donde se produce una emergencia influye en la interpretación que se hace la misma. La prosocialidad es aplicada en la complejidad de las acciones humanas en su vertiente relacional y sistémica recogiendo más dimensiones culturales y susceptibles aplicándola también en el campo social y político “Aquellos comportamientos que, sin la búsqueda de recompensas externas, extrínsecas o materiales, favorecen a otras personas o grupos, según los criterios de estos, o metas sociales objetivamente positivas y que aumentan la probabilidad de generar una reciprocidad positiva de calidad y solidaria en las relaciones interpersonales o sociales consecuentes, salvaguardando la identidad, creatividad e iniciativa de los individuos o grupos implicados”. (Roche, 1991).

El concepto de prosocialidad, desde la década del setenta, ha sido muy estudiado en niños y jóvenes por los grandes beneficios que comporta para su desarrollo personal e interpersonal. Lo prosocial, que pretendía ser una palabra que denominara lo contrario de lo antisocial, con el tiempo, más que un antónimo se ha transformado en un concepto rico en estudios en diferentes universidades y diversos programas de implementación. El ámbito más desarrollado ha sido el educativo, donde entre otros temas, se ha demostrado que incrementar la cantidad y calidad de las acciones prosociales incide en la prevención de los comportamientos destructivos, mejora la educación emocional y el clima social en el aula. Sin embargo, ya se comienza a hablar del liderazgo prosocial o comportamiento prosocial en organizaciones y empresas.

Identificación del problema sobre la falta de prosocialidad

Uno de los ámbitos de importancia social y por tanto psicosocial donde se distingue una falta considerable de prosocialidad es el ámbito político, especialmente en época de campaña electoral. No sucede en todos los casos, pero sí se ha observado este fenómeno en la manera en que algunos candidatos emprenden su campaña, reflejando la mera ambición por alcanzar el triunfo en la contienda democrática acostumbrando a la gente a recibir beneficios y favores a cambio de algunos votos. Así, los candidatos ofrecen soluciones a muchas necesidades comunitarias que de no conseguir a cambio la posible victoria, muy difícilmente emprenderían dichas acciones.

Esto además de no fortalecer una verdadera democracia, no es una actitud prosocial, por cuanto se involucra el beneficio propio incluso por encima del beneficio al otro, a una comunidad que lo necesita. No son acciones con espíritu de servicio a los demás, sino bajo el afán de conseguir mayor aceptación política y quizá prestigio, y solo de manera temporal, puesto que pasada la época electoral la comunidad es olvidada.

Esto genera mucha frustración en la gente, disminuyendo con ello el positivismo en la percepción social ante la persistencia de personas cuyo servicio es basado en la entrega y la responsabilidad social, provocando con el tiempo falta de confianza interpersonal dentro de los colectivos sociales.

Cuando se habla de política en cualquier parte del país, esta se considera un acto no prosocial debido a que los intereses de los políticos ya no solo son el pueblo sino ellos ven más por su bienestar y su enriquecimiento individual, ya no consideran satisfacer las necesidades del pueblo, sino solo quieren tener el poder en sus manos a cambio de tener convencidas a las personas que ellos si van a hacer proyectos y a ayudar a las personas y generar el bien para todos, pero una vez ya están gobernando se les olvida toda clase de promesas que habían hecho.

Sería muy necesario y de beneficio para todos en general tener en claro la prosocialidad y de hecho las aplicaciones de esta para que se logre el bien común, donde los políticos en este caso comprendan la importancia de ejercer bien su cargo y traer consigo el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de la comunidad y tener la satisfacción por el progreso, al ayudar a los demás y comportarse de la manera correcta el político logrará ser reconocido y digno de ascender de trabajo si este fuera el caso, así logrará generar grandes niveles de cohesión grupal, participación y motivación. “Aquellos comportamientos que, sin la búsqueda de recompensas externas, extrínsecas o materiales, favorecen a otras personas o grupos, según los criterios de estos, o metas sociales objetivamente positivas y que aumentan la probabilidad de generar una reciprocidad positiva de calidad y solidaria en las relaciones interpersonales o sociales consecuentes, salvaguardando la identidad, creatividad e iniciativa de los individuos o grupos implicados”. (Roche, 1991).

CONCLUSIONES

Al trabajar en esta actividad se identifican aspectos muy importantes, para enriquecer el conocimiento y aprender, se adquiere dominio al momento de tener conocimientos acerca de la Prosocialidad. En conclusión se dice que la prosocialidad nos ayuda a comprender las diferentes conductas solidarias y de responsabilidad social en beneficio de otros en las personas.

El liderazgo prosocial y la prosocialidad compleja son aspectos que están relacionados. En la medida en que una comunidad presente dificultades va a requerir de personas con capacidad de gestión, comunicación, organización, compromiso, valores y metas claras.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Valencia, A. (2009). Liderazgo prosocial: curso de formación en prosocialidad con énfasis en comunicación de calidad, valor de la persona y prosocialidad colectiva y compleja dirigido a estudiantes de los diversos programas de la UNAD. (Tesis Especialización). Pág. 4-15. Recuperada de: http://repository.unad.edu.co/handle/10596/2414