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UN ALTO EN EL CAMINO ¿Cuándo se 'pudrió' la guerrilla? ALFONSO LLANO ESCOBAR, S.J.

El narcotráfico, los secuestros en ascenso, los 'peajes', les reportan inmensas sumas de dinero con que pagan armas, a su gente, y el resto, ¡y qué resto!, a sus bolsillos. Empezaron bien intencionados, hace poco más de treinta años, con el objetivo de frenar la corrupción de los políticos y de presionar una reforma de fondo en bien de los menos favorecidos, de los marginados, de los pobres. Así empezaron hace unas cuatro décadas, cuando terminó la violencia criolla, política, miope, engendro marxista del 9 de abril. Les viene sirviendo de inspiración la izquierda universitaria, con la asesoría de la antigua Unión Soviética y de Cuba, que han ido completando con la de otros países que cuentan con la violencia armada y organizada, como Irlanda, China y otros más. Siempre han manejado la astucia, el engaño, la traición. Se presentaron ante algunos gobiernos de Europa como víctimas del gobierno colombiano, de los capitalistas y del sistema, y lograron el apoyo de esos gobiernos, de embajadas y de ONG. Algunos pudieron enviar a sus hijos e hijas a estudiar a las mejores universidades europeas, en especial de la URSS. Enviaron a sus líderes a hablar con gobiernos extranjeros, que les brindaron apoyo, armas y bancos para guardar sus pingües ganancias y sus reservas contables. Hasta entonces, todo iba relativamente bien. Hasta que descubrieron el dinero abundante, el dinero proveniente de la siembra de amapola y del narcotráfico, de secuestros y 'peajes', y empezaron a disfrutar de las gabelas del dinero y del poder. Y por aquello de que "el poder y el dinero corrompen", desde hace unos años para acá, cuanto más dinero reúnen y cuanto más crecen en poder, empezaron a 'podrirse', lo mismo que algunos políticos y capitalistas. Lo cual vale de las guerrillas como de las Auc. Allí fue cuando empezaron a podrirse y a corromperse, a actuar de manera igual o peor que los políticos corruptos, los capitalistas sin alma, todos los que van tras el dinero y el poder. Ni más ni menos. No han sido cuatro ni cinco, sino muchos los jefes guerrilleros y algunos líderes de las Auc los que se han escapado al extranjero con cheques millonarios en dólares, para entregarse al 'dolce far niente', a la dulce vagancia, a la 'dolce vita'. Se pudrieron como los capitalistas, como los líderes marxistas de Rusia y de Cuba, como los políticos ladrones de muchos países. Algunos jefes de la guerrilla cuentan con pasaporte europeo, viajan, por supuesto, bien trajeados y encorbatados, con tarjetas de crédito y chequeras en euros y en dólares, descansando de las inclemencias de la guerra y de las soledades de la selva. Y, entre tanto, el pueblo sufriendo lleno de pánico, de miseria y de hambre, y el país entero sometido al terrorismo y a la barbarie.

Dinero y poder corrompen. No es nada nuevo. Lo que sí no conocíamos suficientemente es que también corrompían a guerrilleros y a paramilitares. Con poder y dinero en abundancia, les dijeron adiós a los ideales de antaño, adiós a la entrega a causas nobles, adiós a la Patria, a los pobres, al pueblo. ¡Viva la buena vida! ¿Qué es lo que vemos en la guerrilla en los últimos años? Dinero y poder. Cultivo y tráfico de droga con más libertad y ganancias que los demás narcotraficantes. El narcotráfico, los secuestros en ascenso, los 'peajes', les reportan inmensas sumas de dinero con que pagan armas, a su gente, y el resto, ¡y qué resto! a sus bolsillos. El poder les viene del recurso al terrorismo, al asesinato y a la mentira, de tener a sus pies a los grandes del país y del extranjero. El ideal de frenar la corrupción de los políticos, de ayudar y aligerar las penurias, sufrimientos e impotencias de los pobres, quedó atrás, quedó archivado en las oficinas de sus asesores ideológicos de izquierda. Ahora lo que cuenta, como en muchos políticos y capitalistas, a quienes tanto atacan, es el dinero y el poder. Sólo cuentan ellos. Ni Dios, ni la Patria, ni el pueblo. Nadie más cuenta. Vivir a costa de los demás, hasta que, como la Unión Soviética, con su perestroika, destapen su fracaso, igual que en Rusia, en Cuba, en Centroamérica y demás países donde el comunismo trató de imponer una dictadura absurda e inhumana. Los hechos se encargarán de mostrar hasta la saciedad que ni el capitalismo ni el marxismo son la solución política de los pueblos. Se requiere una socialdemocracia, en la que el Bien de la comunidad sea la ley suprema del Estado. La guerrilla, como el capitalismo, como el marxismo, se corrompe con el dinero y el poder. Ojalá los guerrilleros y las Auc abran los ojos, como la URSS, y reconozcan que andan muy equivocados, llevando a la ruina al país entero: a ricos y a pobres, a capitalistas y a marxistas, a buenos y a malos. ¿Cuándo se 'pudrió' la guerrilla? ¡Cuando se llenó de dinero y de poder!