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• João Miguel

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Nº 43 • 1 . 06 . 2018 • 4,00 €

MANCHESTER CITY 2017-2018 CRONOGRAMA TÁCTICO

LOS CENTURIONES Ilustración: Lesley Ross

Una revista sin prisas

• ENTREVISTAS: MONCHI, LOCO ABREU, MARIELA NISOTAKI, PEP CLARÓS, MANOLO MÁRQUEZ, PACO LÓPEZ, MANUEL ORANTES • • LA NUTRICIÓN DEPORTIVA SE HACE GOURMET • • BAYERN: LOS RETOS DE UNA NUEVA ERA • • CONSTRUIR: LA CLAVE DEL MUNDIAL •

EDITORIAL REIVINDICACIÓN DE LA BELLEZA En su célebre tratado “De Architectura”, diez volúmenes publicados en el siglo I a. C., el romano Vitruvio describe tres cualidades que debe poseer todo edificio que quiera merecer reconocimiento: la “Firmitas” o firmeza; la “Utilitas” o utilidad; y la “Venustas” o belleza. Si entendemos que la utilidad significa “eficacia”, la fórmula que nos presentó Vitruvio hace veintidós siglos engloba en sí misma las cualidades que debe poseer todo equipo de fútbol que también desee un cierto reconocimiento. Naturalmente, las tres cualidades de Vitruvio admiten una variedad de matices. Señalemos, por ejemplo, que la firmeza de los romanos se acerca mucho más al concepto “líquido” de las cosas que manejamos hoy en día que al propio de un cuerpo “sólido/rígido”. Si la firmeza y la eficacia en el fútbol no se ponen en duda, no ocurre lo mismo con la belleza, cualidad consustancial al arte y, por lo tanto, también a toda actividad deportiva. Sería provechoso reivindicar la belleza en el fútbol y no solo la firmeza y la eficacia. La belleza salvará al mundo, nos dijo Dostoievski. El fútbol sin belleza se convierte en una actividad quizás vertiginosa y apasionante, pero también coja por desequilibrada. La belleza es la menos apreciada de las cualidades nucleares del fútbol, lo que no deja de ser chocante si consideramos la abundancia de acciones plásticas, piruetas estéticas y organizaciones voluptuosas que hay en él –y esto último incluye, por descontado, la organización defensiva, todo un arte–. La belleza es inmortal en el arte, de ahí que lo sea también en el fútbol por más sandeces mundanas que se digan sobre la justicia o injusticia de los resultados o la entronización de la victoria como patrón-oro de todas las evaluaciones. Firmeza, eficacia y belleza son las tres cualidades de la arquitectura con las que podemos abarcar el mundo entero del balón desde que Vitruvio reflexionara sobre ello. Pero por encima de todas las cosas precisamos reivindicar la belleza en el fútbol, no como mero adorno, sino como reflejo de la verdad porque nada es cierto sin belleza. Martí Perarnau

THE TACTICAL ROOM / REVISTA #43 JUNIO 2018 The Tactical Room es la revista que edita el Club Perarnau. Este nº 43 se publica en junio de 2018. Editorial Primera Impresión.

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Ilustración: Marc Casasús

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ZINEDINE ZIDANE No se le conocen movimientos célebres en el ámbito táctico y, sin embargo, la influencia de Zinedine Zidane en la triunfal trilogía madridista en la Champions League es tan poderosa como innegable. Con sus actuaciones, el entrenador francés reivindica ámbitos de influencia que parecían opacados por la preponderancia táctica. Ámbitos como la estrecha relación personal, la administración de los egos, la construcción de un espíritu de equipo o el confort del jugador dentro del ecosistema colectivo, ámbitos en los que ZZ se ha mostrado magistral y ha encontrado un fructífero camino para exigir al máximo a sus futbolistas. Se va dejando una huella imperecedera.

ÍNDICE 1.

2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10.

11. 12. 13.

14. 15. 16.

CORRESPONDENCIA DE UN NÁUFRAGO. HACER QUE LAS COSAS PASEN Ignacio Benedetti ENTREVISTA A MONCHI Emmanuel Ramiro LA NUTRICIÓN DEPORTIVA SE HACE GOURMET Loles Vives LAS NOTAS DE BORINSKY: ENTREVISTA AL LOCO ABREU Diego Borinsky MENTES DEPORTIVAS. CONSTRUIR: LA CLAVE DEL MUNDIAL Rosa Coba CONFUNDIMOS LOS MEDIOS CON LOS FINES Santiago Parra ENTREVISTA A PACO LÓPEZ Ismael Ledesma BAYERN: LOS RETOS DE UNA NUEVA ERA Marc Mayola EL CITY DE LOS RÉCORDS. CRONOGRAMA TÁCTICO 2017-2018 Martí Perarnau MARIELA NISOTAKI O CÓMO ABRIRSE PASO EN EL MUNDO DEL SCOUTING Carlos G. Urbano LA GESTA DEL EUROBURNLEY Agustín Galán ENTREVISTA A MANOLO MÁRQUEZ Álex Delmàs GRANDES MAESTROS: NIKOLAJ STAROSTIN, EL DEFENSOR DE LA WM FRENTE A LOS SOVIETS Martí Perarnau EL CÍRCULO VIRTUOSO: PEP CLARÓS Isaac Lluch ENTREVISTA A MANUEL ORANTES Fernando Murciego AUTORES CLUBPERARNAU

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HACER QUE LAS COSAS PASEN

Estatua de Béla Guttmann, en el estadio Da Luz de Lisboa, sosteniendo las dos Copas de Europa ganadas con el Benfica.

Ignacio Benedetti

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a llegado el sol. La luz y el calor vencieron al frío, y por los próximos meses muchos encontrarán en este suceso de la naturaleza nuevos bríos y mejoradas ilusiones. Es la vida, y por ello, aunque cada año atravesemos por el mismo ciclo, es en esta época en la que olvidamos un poco nuestras penas, así también como el paso del tiempo. Sin embargo, y aunque a los más optimistas les pese, el cambio de estación no es suficiente para desarrollar nuevos métodos que combatan a la indigencia que vive en y del fútbol. Incluso, podría decirse que cada año el ejército de la ignorancia militante se hace más y más potente, mientras que aquellos que se llaman a silencio, con el objetivo de escuchar, aprender y aprehender, son una especie en extinción. Pensar no gusta, no paga, produce rupturas. Pensar, como han dicho algunos, es un acto subversivo, y si algo sabe nuestra especie es que no hay revoluciones sin bajas. Para razonar es necesario disponer de tiempo y, como se ha explicado en otras entregas de estas cartas, el ser humano ya no tiene tiempo. A eso le han llevado a creer aquellos que venden recetas para el éxito y la felicidad, cada una de ellas con un claro objetivo: que nadie disponga del tiempo necesario para pensar, porque de hacerlo el negocio de estos grandes gurús perdería su eficacia. El fútbol, como cualquier otra actividad protagonizada por estos seres vivos histéricos e hiperconectados en los que nos hemos convertido, no podía ser ajeno a esta realidad. ¿Qué tiene que ver esto con el juego? Mucho, diría que demasiado. Bombardeados por lo inmediato y la nece-

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sidad de dejar atrás lo que recién acaba de suceder, quienes hacen vida en el fútbol olvidaron que el juego estaba antes de que ellos llegaran y, con casi toda seguridad, estará una vez que ellos lo abandonen.

Pensar, como han dicho algunos, es un acto subversivo, y si algo sabe nuestra especie es que no hay revoluciones sin bajas De lunes a viernes dicen hablar de fútbol, aunque entre partido y partido apenas se cuenten un par de horas, como mucho, haciendo imposible que se lleve a cabo aquello de observar, analizar y aprehender. Nunca antes el ser humano estuvo tan peleado con dos conceptos que eran parte de un todo indisoluble al que se conocía como el saber. Hoy tiene mayor importancia declarar amor a unos colores y a un escudo que pedir un tiempo fuera, con la intención de revisar lo sucedido, compararlo y luego hacerse una opinión propia. La histeria, enemiga de la reflexión, ya ha ganado esa cruzada. Vivimos tiempos en los que todo se presenta como novedoso, actual y original. Por ejemplo: la posibilidad de jugar con dos defensores acapara los titulares, como si aquello fuese una innovación, o peor aún, como si durante un partido de fútbol el comportamiento de los equipos que lo protagonizan no estuviese sujeto a las constantes adaptaciones que el duelo sugiere, y que de él emergen. El escándalo, presentado como parte de lo actual, vende, y esto lo saben aquellos que comercian con la pereza del gran público, razón por la cual, ante cualquier cuestionamiento, diseñan nuevas polémicas a sa-

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biendas de que, tal cual rezaba aquel famoso anillo, “todo pasa”. En la defensa de las ideas, los conceptos y los gustos, existe con toda probabilidad algo de intolerancia e intransigencia. En la falsa novedad de lo antiguo hay ignorancia, manipulación y propaganda. El receptor de este mensaje sin destino sabrá en qué acera posicionarse.

TAN SOLOS COMO EN LA SELVA “Ahora, por primera vez, aquí tienes una revolución. Tú y todos los otros idiotas que viven en este lugar son libres. Pero hay una trampa. Toda esto está en llamas y acabará con cada uno de nosotros. Pronto, todos moriremos. Esta vez, muertos de verdad. Deberías ayudarme, porque está en tu naturaleza y porque en el poco tiempo que nos queda tenemos la oportunidad de ver de qué estamos realmente hechos. Podremos ver qué clase de hombres hubiésemos sido” (Westworld).

La actriz Evan Rachel Wood, en “Westworld” (Foto: HBO).

Llegados a este punto, es muy probable que el receptor de estas cartas cuestione el sentido de las mismas, no en vano quien las escribe sostiene, con intolerable empeño, que la guerra está perdida. ¿Para qué seguir escribiendo si las letras morirán ahogadas en el medio del mar? ¿Cuál es el objetivo de fomentar una lucha cuyo final está cantado?

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“La historia del fútbol británico y el desafío extranjero es la historia de una gran superioridad, sacrificada a través de la estupidez, la miopía y la insularidad licenciosa” (Brian Glanville, 1955) Nos creemos poseedores de la grandeza suficiente para cambiar las cosas. Forma parte de nuestro ser. Estamos programados con algo que se conoce como ego y que, sin entender muy bien por qué, ayuda a estimar que cualquiera de nuestras acciones posee una trascendencia que realmente no es tal. Aún así, y a sabiendas de que el final será aquel que algunas mentes brillantes profetizan, la defensa de las ideas es una opción mucho más atractiva que la rendición. En el fútbol hay grandes ejemplos de quienes se han opuesto a las costumbres dominantes, poniendo por encima al fútbol como juego. Uno de ellos, Brian Glanville, escribió, en su libro Soccer Nemesis, de 1955, lo siguiente: “La historia del fútbol británico y el desafío extranjero es la historia de una gran superioridad, sacrificada a través de la estupidez, la miopía y la insularidad licenciosa. Es una historia de talento vergonzosamente desaprovechado, extraordinaria complacencia e infinito autoengaño”. Unas líneas más adelante, el autor continúa con sus recriminaciones: “Se ha abusado del talento natural, la improvisación ha desaparecido en gran parte, el control del balón y el juego posicional han disminuido hasta tal punto que un jugador bien dotado en ambos se ha convertido en una rareza”. No hay en la obra de Glanville recetas para ganar, esas que hoy ocupan los espacios de

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los almacenes y las librerías. Por el contrario, lo que el veterano escritor y periodista británico promueve es una descarnada defensa al juego del fútbol por encima de cualquier otra cosa. Del fútbol jugado por seres humanos; del fútbol como un duelo de habilidades; de un fútbol pensado.

El escritor Brian Glanville.

Sin embargo, sus advertencias no han encontrado aceptación. El fútbol de su país, a pesar de la llegada de grandes entrenadores extranjeros, sigue sumido en una realidad que lo aleja de sus rivales continentales. Esa actualidad, la de un fútbol de choque, carreras y fuerza, es la misma que denunció sesenta años atrás.

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miento y su muerte. La llegada a este mundo forma parte del pasado, de un tiempo que no puede modificarse, mientras que su salida, en un tiempo por llegar, es incierta. ¿No sería esto suficiente para intentar ser algo más que un borrego del rebaño? Hiroo Onoda simboliza uno de los mayores ejemplos de oposición en la historia reciente. El soldado japonés, que llegó a Filipinas en 1944 con el objetivo de combatir al ejército norteamericano, se negó a creer que la guerra había terminado en 1945, mucho menos que su país había firmado la rendición, razón por la que se mantuvo escondido en las montañas hasta que, treinta años después, en 1974, y convencido por un antiguo superior, accedió a regresar al Japón. La resistencia de Onoda se sostuvo siempre en lo que sentía como propio. A pesar de ser bombardeado por diarios y panfletos que le invitaban a aceptar la realidad, el renegado japonés no se rindió. Sus principios lo llevaron a oponerse a lo que parecía normal, natural.

LA RESISTENCIA “Es curioso, podría creerse que la necesidad de expresarse, de dejar huella en el mundo, es una fuerza poderosa; y, sin embargo, por lo general, no basta. Lo que mejor funciona, lo que empuja a la gente con la mayor violencia a superarse, sigue siendo la pura y simple necesidad de dinero” (Michel Houellebecq).

El ser humano tiene dos acontecimientos como únicas verdades absolutas: su naci-

Hiroo Onoda hace entrega de su sable de samurái al presidente filipino Ferdinand Marcos en 1974.

Pensemos en Pep Guardiola y su adaptación al fútbol británico. Gary Neville, un futbolista histórico del Manchester United, afirmó en mayo de 2017, en la cadena Sky Sports, que “ganar la Premier League con

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el estilo de fútbol técnico de Guardiola desafiaría la lógica inglesa… Siempre he pensado que, cualquier equipo, sin excepción, que haya ganado la Liga, siempre ha tenido poder y fuerza en el corazón de ellos, incluso regresando a los equipos de Man City que lo han ganado en los últimos cinco o seis años. ¿Los jugadores como David Silva, Leroy Sané y Kevin De Bruyne tienen la fuerza para aguantar toda una temporada de la Premier League?”.

“¿Los jugadores como David Silva, Leroy Sané y Kevin De Bruyne tienen la fuerza para aguantar toda una temporada de la Premier League?” (Gary Neville, 2017) Al lector pueden entusiasmarle las ideas que defiende el entrenador catalán o, simplemente, preferir otras. La reflexión, en este caso, va de la mano con el ejemplo del soldado Onoda. ¿Guardiola se dejó influenciar por los que condenaban su propuesta o prefirió ser fiel a unos conceptos y unas ideas que siente propias? Por ahora, el coach del City no ha necesitado que alguien lo rescate a pesar de que, sin importar los triunfos que ha conseguido, sigue viviendo en una soledad futbolística, la misma de aquellos que creen que hay que sublevarse ante lo dominante.

SEGUIR ADELANTE, PORQUE MOLESTAR ESTÁ MUY BIEN

“Nosotros los humanos estamos solos en este mundo por una razón. Asesinamos y asesinamos cualquier cosa que desafiara nuestra primacía” (Westworld).

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Con la misma fuerza que es atacado el conocimiento, el conocimiento debe responder. No puede plantearse la evolución del fútbol desde el desconocimiento y la banalidad. Si hubo un “Pep Team” fue porque primero existieron una Holanda y un Ajax inolvidables, y para que ellos fuesen, tuvieron que primero existir Brasil, Hungría, River Plate, Austria, Escocia, y cómo no, Inglaterra. Nada comenzó con nuestra aparición, porque todo es simplemente la continuación de algo, un algo que se gesta sin que nos demos cuenta, pero que existe y es fuerza creadora. Puede que al lector le parezca que lo expuesto está en el territorio de la utopía. Permítame sacarlo nuevamente del fútbol para sumar el último ejemplo de esta misiva. El 4 de junio de 1976, no más de cuarenta jóvenes fueron al concierto que ofrecieron los Sex Pistols en el anfiteatro Lesser Free Trade Hall en Mánchester. Tras aquella caótica velada, nacieron bandas como The Buzzcocks, Joy Division, The Fall y The Smiths, además de contar con la asistencia de Morrissey, futuro líder de The Smiths.

Repasemos las historias de Jimmy Hogan, de Béla Guttman, de Hugo y Willy Meisl, de Johan Cruyff, y de Rinus Michels. Ninguno de ellos siguió al rebaño ni se sentó en un set de TV a vender verdades que no les pertenecían. Prefirieron crear, generar, inventar Nadie sabe nunca cómo suceden estos cambios. Quizá la única forma que tenemos para promoverlos es haciendo que pasen cosas, y esto requiere un acto de rebeldía, quizá el mayor que conozca la especie: decir no.

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Negarse a lo establecido para crear; dudar de todo lo que se dice y no mirar hacia los lados. Repasemos las historias de Jimmy Hogan, de Béla Guttmann, de Hugo y Willy Meisl, de Johan Cruyff, y de Rinus Michels. Ninguno de ellos siguió al rebaño ni se sentó en un set de TV a vender verdades que no les pertenecían. Prefirieron crear, generar, inventar. Sin temor al fracaso pero con muchas ganas de fastidiar al estatus quo.

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Como ya se expuso en estas líneas, el fútbol estaba antes de que llegáramos y estará una vez que, como indica una de las dos únicas verdades incontestables de nuestra existencia, abandonemos el mundo de los vivos. Puede que Houllebecq tenga razón y el dinero, ese que justifica los gritos, los bailes, el odio y las mentiras, sea más potente que la voluntad de superación. ¿Es también más potente que el amor que tanto dicen tener por el fútbol? Quedan muchos días de sol por delante. Ojalá que el invierno no sea tan frío como anuncian los sabios.

Ignacio Benedetti. -Escritor@ibenedettip

Béla Guttmann, con las Copas de Europa ganadas por el Benfica en 1961 y 1962.

El fútbol-juego requiere que esa potencia innovadora se multiplique, pero para ello es imprescindible alejarse de ese círculo vicioso en el que se ha incrustado, precisamente gracias al desprecio de los grandes altavoces. El fútbol-negocio ha ganado la batalla al fútbol-juego, pero no por ello hay que rendirse.

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Emmanuel Ramiro entrevista a

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MONCHI De los entrenadores italianos destacaría la capacidad de trabajo y de convencer al jugador

En Anfield nos faltó calma, esa pausa para pensar: mejor perder por dos que por tres

El director deportiva de la AS Roma, en las oficinas del club.

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ay maletas que cuestan demasiado preparar. Por mucho que la decisión esté pensada y meditada, consensuada con los tuyos. No es solo abandonar tu hogar, salir de tu estadio o dejar atrás la ciudad que te ha convertido en el número uno. Es levantar la cabeza y no encontrar la referencia de la Giralda. Cambiar el puente de Triana por el de Vittorio Emmanuele II, allí donde La Maestranza se ha convertido en Coliseo. Roma, en cualquier caso, abrazó a Ramón Rodríguez Verdejo “Monchi” (San Fernando, 1968) con la misma familiaridad con la que la loba capitalina alimentó a Rómulo y Remo. Apenas llegar ya era uno di noi, y esa relación de entrega y éxitos se ha estrechado aún más durante este primer año. Palabras mayores para una ciudad más pasional aún que Sevilla, según nos cuenta, con sus equipos y con sus ídolos. Monchi ya es uno de ellos en la Ciudad Eterna. Lo comprobamos al dar su nombre en el Trastevere o al charlar con el taxista que nos acerca hasta Trigoria: “Es un número uno”; “Ya lo admiraba en su etapa en el Sevilla”, nos dicen. Dentro de las instalaciones la cara del miembro de seguridad muta en amabilidad cuando le decimos que tenemos cita con Monchi: “Veloce qui” (rápido por aquí) y nos llevan hasta el hall principal del Centro Sportivo Fulvio Bernardini, allí donde tres fotos presiden la instancia. Corresponden a las plantillas romanistas que han levantado el Scudetto (1942, 1983 y 2001). “Son pocas fotos para la historia de este club”, reconocerá luego Monchi. Cuando abrimos la puerta de su despacho nos encontramos con un personaje sacado de alguna cinta de Fellini. Perfectamente trajeado, corbata y pañuelo a juego y barba generosa, pero cuidada. El despa-

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cho es pequeño: “Fue el que me dieron el primer día y todavía no he cambiado, en breve haremos reforma, aquí somos 300 empleados y necesitamos más intimidad”, nos confiesa. La decoración es minimalista, apenas un rotulo de la AS Roma, una pizarra y una pequeña nevera llena de refrescos. Encima de la mesa no falta la última edición de Il Romanista y su cara se ilumina cuando le hablamos del Big Data, del que un enamorado como él nos da una masterclass. Es tan solo un epígrafe más de la charla que mantiene con The Tactical Room. Durante una hora abordamos con Monchi su primer año en Roma, en el que cabe todo, desde la despedida de Totti a la evolución del fútbol italiano, desde su simbiosis con Di Francesco a las reuniones con James Pallota. Del Olímpico a Anfield, pasando por el Camp Nou, comprobamos que la romanidad ha calado en el gaditano. Ni se inmuta pese a que su teléfono se ilumina hasta en catorce ocasiones durante esta hora de conversación. Está hablando de su Roma y eso, ahora, es lo más importante. –Decir adiós a Sevilla supongo que fue una decisión muy meditada. ¿Cuándo fue la primera vez que se plantea salir? –No es que sea una decisión meditada. Es súper meditada, pensada, hay momentos de más convencimiento, de menos convencimiento. Hay momentos de dudas también. Pero al final pensaba que era el momento de cambiar, de dar un giro de 180 grados en mi vida. Fue una decisión difícil y complicada, suponía dejar mi casa, pero había circunstancias que yo consideré oportunas para dar ese paso. La intención siempre fue dar un paso adelante.

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Monchi, en su despacho romano, con el autor de la entrevista.

–¿En algún momento pasa por su cabeza tener un año sabático y desconectar al cien por cien del fútbol?

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–Hubo varios contactos. La persona que me llama es Franco Baldini: era y es asesor del propietario de la Roma, James Pallotta. Una vez tomo la decisión de salir de Sevilla se producen esos contactos. En esa reunión en Londres, y en otras que hubo, me voy acercando al proyecto que me están poniendo por delante. Era un momento nuevo para mí, era una decisión nueva y tuve momentos de duda, pero si estoy hoy aquí es porque en aquellas reuniones siempre veía más cosas positivas que negativas. Me ilusionaron con lo que me planteaban.

–Siempre hubo esa posibilidad. Es cierto que lo barajé, pero surgió la posibilidad de la Roma, además de algunas otras. Esta fue la que más me convenció y la que más me gustó. Una vez estudiado y pensado todas las variantes opté por Roma. –¿Tenía que salir de su casa y de su club de toda la vida para crecer, necesitaba ponerse a prueba, demostrarse cosas? –Hay muchos condicionantes para tomar la decisión de salir de Sevilla. No hay ningún detonante, eso sí, es una suma de cosas que me hacen salir de mi zona de confort, después de tantos años, y probarme en otro lugar. Quería ver si todo lo que he aprendido y todo lo que he puesto en práctica en Sevilla podía tener continuidad en otro lugar. Pero sin ningún afán de verlo como un reto, de demostrar nada a nadie. Me llamaba mucho más la sensación de probar una experiencia nueva, en un fútbol desconocido para mí como el italiano. –Roma es la elegida. ¿Cómo le convencieron? De aquella reunión en Londres ya sale usted convencido, diciendo: “Me voy a Roma”.

Monchi, recién contratado por la Roma, entre Di Francesco y el presidente Pallotta.

–Llega a Roma y lo primero es gestionar el adiós de un mito. Quizá el hombre más importante de la historia de la Roma, Francesco Totti. –Era algo que estaba en el ambiente, pero que no se había comunicado aún. Por parte del club no había habido ninguna comunicación. Cuando yo llego debo asumir todas las funciones que tiene un director deportivo. Todas. Lo positivo y lo negativo. Una de las decisiones, bueno, no una, la primera decisión importante es hablar con Francesco y hacerle ver que había un punto y seguido en su carrera dentro de la Roma. Esa nueva etapa ya no sería como jugador, sino que le

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ofrecí la posibilidad de trabajar a mi lado. Evidentemente no fue una decisión fácil de comunicar. Fue difícil porque recuerdo que llevaba aquí ocho o nueve días y en ese tiempo ya me había dado cuenta de lo que era Francesco en este club, en esta ciudad y en este país. A mí me contrataron para asumir las funciones y tomar decisiones que considero necesarias. Afortunadamente, hoy puedo decir que estoy trabajando al lado de Francesco, tenemos una magnífica relación. Evidentemente no ha sido la mejor noticia que le han dado en su vida, pero con el tiempo ha asumido que era algo que yo tenía que hacer y lo ha comprendido a la perfección.

“Mi primera decisión importante fue hablar con Totti y hacerle ver que había un punto y seguido en su carrera dentro de la Roma” –¿Cómo es trabajar con Totti? –Trabajamos muy juntos. Él es un activo muy importante de la Roma, algo que el club tiene y disfruta. Es un privilegio tener a Francesco Totti en un proyecto. La relación diaria es la relación de dos profesionales que intentan lograr lo mejor para la Roma. Me imagino que habrá cosas que él capte de mí, como yo capto de él, sobre todo en el conocimiento del club y de la ciudad. Creo que hemos hecho una simbiosis bastante positiva y junto con el míster y Morgan de Sanctis, que son amigos suyos y que han sido también compañeros en su momento, estamos trabajando muy a gusto.

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Totti y Monchi.

–En su desembarco en Roma llega solo, quizá sorprende un poco que no traiga a nadie de su equipo de confianza. Usted siempre ha dicho que ellos eran también grandes responsables de los éxitos del Sevilla. –Hay dos motivos por los que decido venir solo a Roma. Trabajar rodeado de italianos desde el principio me permitía aprender el idioma lo más rápido posible. Si vienes con tu equipo de España, al final solo hablas en español. Así me tenía que esforzar por hablar en italiano, soy una persona muy comunicativa y por mi forma de ser me gusta mucho hablar con los jugadores, con los empleados del club, con el cuerpo técnico, se me antojaba algo fundamental, esa fue una de las claves para venir solo. En segundo lugar, porque pienso que cuando uno llega a un sitio nuevo lo primero que tiene que hacer es respetar y conocer lo que hay dentro del club. Cuando descubrí que aquí había gente capaz opté por una línea continuista, cambiando algunas piezas de posición. Creé un grupo de trabajo con la gente que estaba aquí y la verdad es que estoy contento de cómo ha ido este primer año. –Llega a una Roma subcampeona de Italia que le disputa el título a la Juventus hasta la penúltima jornada. Sabe que la exigencia va a ser alta, ¿ha sentido aquí una presión diferente a Sevilla,

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esa necesidad de tener que ganar un título? –En el fútbol la exigencia siempre está. Si no es por quedar primero es por entrar en Champions y si no, por entrar en Europa y si no, por salvarte. Para mí la mayor exigencia es la mía propia, siempre he sido muy exigente conmigo mismo y poco conservador, poco contemplativo, me gusta ponerme retos importantes. Es evidente que aquí en Roma la ausencia de logros importantes en los últimos años, el haber sido el equipo que más veces ha quedado segundo en Italia, el estar siempre cercano al título sin conseguirlo, eleva el nivel de presión, pero es algo que asumo. No recuerdo en mi época en Sevilla ningún momento de relax o de no presión. La presión existe fuera, pero también se la impone uno mismo. –En su primer verano en Roma se fichan ocho jugadores. Es un verano marcado por el Fair Play Financiero que apremia a la Roma. ¿Hasta qué punto tiene margen de maniobra y puede sentar las bases del proyecto? –Son dos cosas distintas. Por un lado, tenemos la necesidad de generar plusvalías al tener que cumplir las reglas del Financial Fair Play. Esto es lo primero que tengo que hacer, por eso lo primero que hago en el mes de junio es vender. Acometimos situaciones que en otras circunstancias no hubiéramos realizado, pero no había plan B, solo teníamos plan A porque era necesario generar una cantidad importante de plusvalía. Es lo que se hizo y más o menos se cumplió. Luego, teníamos que planificar un equipo con las herramientas que teníamos a nivel económico. Creo que hubo una buena sintonía con el entrenador a la hora de pensar en qué perfiles queríamos contratar y eso es lo que hicimos. Intentamos casar las necesidades

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deportivas con las necesidades económicas. –Hablemos de esos fichajes. Pellegrini, Cengiz Under y un Kolarov rejuvenecido han tenido un gran rendimiento. ¿Son los que mejor han interiorizado el estilo de Di Francesco? –Bueno, siempre que se hace un balance de los jugadores que se incorporan hay que puntualizar. Es verdad que Kolarov, Lorenzo Pellegrini o Cengiz, y yo también metería a Maxime Gonalons, porque creo que ha aportado en momentos importantes al equipo y ayudado en esa competitividad con Daniele (De Rossi), han hecho un gran año. El resto quizá sean más difíciles de analizar. Considero que Schick es un fuera de serie y lo va a demostrar con el tiempo. Es cierto que tiene que seguir un proceso y que al principio de la temporada estuvo marcado por las lesiones, lo que le ha lastrado. Defrel ha tenido bastantes problemas de lesiones y no ha tenido la continuidad que en un jugador de velocidad como él es tan necesaria. Por su parte, Kardosp se ha pasado toda la temporada lesionado porque se rompió el ligamento cruzado. Es normal que se haga un análisis de los jugadores que se incorporan, pero a mí me gusta más analizar la plantilla en global porque ahí se analiza no solo lo que ha llegado, sino también lo que ya hay.

Monchi, con Patrik Schick.

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–Aquí en Italia el más criticado ha sido Schick, también fue la inversión más grande. –Patrick hizo un año maravilloso el año pasado en la Sampdoria, sin ser un titular indiscutible porque entraba muchas veces desde el banquillo. Creo que ha tenido el camino normal. Empezó con una lesión muscular que le impidió estar al 100%, pero creo que el curso que viene nos encontraremos con un jugador mucho más preparado. Tenemos que tener en cuenta que hablamos de un jugador de 21 años que ha tenido esos atenuantes. Sabemos de su capacidad y estoy muy tranquilo con él.

“Schick es un fuera de serie y lo va a demostrar con el tiempo. Es cierto que tiene que seguir un proceso (…) El curso que viene nos encontraremos con un jugador mucho más preparado” –No es fichaje suyo, pero uno de los nombres propios ha sido Allison. ¿Usted, que fue portero, lo ve ya al nivel de los cinco o seis mejores porteros del mundo? –Allison ha tenido un recorrido y un crecimiento increíble. Hay que recordar que el año pasado estaba a la sombra de Wojciech Szczesny y que este año hemos confiado en él y ha dado un rendimiento tremendo. Creo que es uno de los porteros importantes del fútbol mundial. No sé si estará dentro del Top-5, del Top-8 o del Top-3. Es de los mejores porteros que hay ahora mismo en el panorama internacional.

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–¿Teme por su marcha tras el Mundial? –A mí no me dan miedo las ofertas. Será una decisión que tendrá que tomar la Roma si llega alguna oferta. Afortunadamente tendremos la capacidad de decidir, no es como el año pasado que las circunstancias eran otras. Vamos a pensar en que Allison haga un buen Mundial y el año que viene siga en la Roma. –Abrimos el capítulo de la Champions. Les toca un grupo de órdago junto a Chelsea, Atlético de Madrid y Qarabag, que posiblemente haya sido el grupo más duro de esta Champions por el sorprendente rendimiento del Qarabag. –Cuando terminó el sorteo en Mónaco, muchos nos daban ya como terceros y que nuestro recorrido sería en la Europa League. Afortunadamente, el equipo se lo creyó y compitió al máximo nivel, sobre todo en los partidos contra el Chelsea, donde yo creo que sentamos las bases de la clasificación. Y no solo nos clasificamos, sino que además quedamos campeones de grupo. Eso demuestra que, a veces, el creerse uno capaz, la mentalidad que se tenga, mueve montañas.

Edin Dzeko, celebrando uno de sus dos goles en Stamford Bridge.

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–Quizá ese empate en Stamford Bridge, remontando un 2-0, ¿marca un punto de inflexión para este equipo? –Ese fue uno de los primeros pasos en el crecimiento que ha tenido el club este año. Normalmente cuando te pones 2-0 contra el Chelsea antes del descanso, lo normal es pensar que te van a caer cinco y, sin embargo, el equipo se levantó. Estuvimos a punto de ganar, de hecho cuando terminó el partido nos quedamos con el sabor amargo, con la sensación de que podíamos haber ganado. –Luego llega el Shakhtar Donetsk. Es una eliminatoria sin favorito claro. ¿Cómo se afronta ese duelo ante los ucranianos? –Cuando te toca un equipo como el Shakhtar ocurre una cosa y es que el nombre devalúa el potencial del equipo. Es un equipo que tiene tres mediapuntas de nivel altísimo, el entrenador es un entrenador top y nosotros sabíamos que iba a ser una eliminatoria difícil. Pero es cierto que cuando dices Shakhtar no suena igual que Liverpool, Barça, Chelsea, Manchester City o PSG. Pero en el club sabíamos que iba a ser difícil y, de hecho, sufrimos para pasar. – “Que nadie dé por muerta a la Roma”, fueron sus primeras palabras tras el sorteo que les emparejó contra el Barça. Sabía lo que se decía. –Esa eliminatoria nos llega en un momento en que el equipo está creciendo. Nos estábamos haciendo cada vez más fuertes y más regulares en el rendimiento. Sabía que ante el Barcelona teníamos una carta ganadora, una pequeña ventaja, pequeña, de las pocas que podíamos tener: ganarles por el físico. Somos un equipo muy físico y si llevábamos la eliminatoria a un derroche fí-

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sico importante podíamos tener opciones, como así fue.

“Somos un equipo muy físico y si llevábamos la eliminatoria (contra el Barça) a un derroche físico importante podíamos tener opciones, como así fue (…) ¿Sabían que la Roma tenía 17 jugadores internacionales absolutos? Falta de respeto, no; Desconocimiento, sí” –En Roma, en la ciudad, entre los aficionados, en el club, ¿existía el sentimiento o la percepción de que el Barça no les había respetado? –Ocurre algo similar a lo que hablábamos antes respecto del Shakhtar. Yo decía en aquel momento: ¿pero saben que la Roma tiene 17 jugadores internacionales absolutos?, ¿que en el once inicial todos son internacionales…? Creo que la gente eso no lo sabía. Yo no digo falta de respeto, pero sí desconocimiento. El campeonato italiano quizá no se sigue a nivel europeo como se hace con la Premier League o la Liga española. Cuando oyes la Roma dices: sí, allí está Monchi, pero no son capaces de decirte cinco jugadores que juegan aquí. Por eso digo que no lo considero falta de respeto, pero sí desconocimiento. Y el desconocimiento lleva a veces a infravalorar al rival. –¿Fue esa un arma utilizada por Di Francesco para motivar a los jugadores? –El míster apostó en esa eliminatoria por nuestras virtudes, no por los defectos del rival. Intentó hacerle ver al equipo que

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podía ser capaz de eliminar al Barça. Ten en cuenta que en el partido de ida, en el Camp Nou, perdemos 4-1 en un partido en el que no somos inferiores y en el que merecíamos un resultado más normal, más igualado. Sin embargo, salimos derrotados, con la sensación en cualquier caso de que si repetíamos el partido que habíamos hecho en el Camp Nou íbamos a tener opciones, como así fue.

Konstantinos Manolas celebra el tercer gol contra el FC Barcelona.

–Lo cierto es que la Roma no tenía grandes noches europeas que recordar, espíritus a los que aferrarse o un tótem sobre el terreno de juego en el que confiar para la remontada y, sin embargo, se hizo posible. ¿Cómo vivió usted aquella noche? –Se generó una dinámica, un ambiente, una sensación de posibilidad y de positividad muy grande, de que era posible, en los días previos. El campo estaba lleno y metimos un gol pronto. Lo soñado por todos. El Barça empieza a tener dificultades y no supo reaccionar. Se dieron muchas circunstancias y todos los mensajes iban en una única dirección. Al final pasa lo que pasó y resultó una noche inolvidable. –Esta Champions quizá ha empezado a marcar una tendencia. Antes, en la máxima competición europea, una mala noche te mandaba para casa y en esta edición se ha demostrado que

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la recuperación es posible, que no hay ventaja insalvable. ¿Considera usted que el factor “casa” se ha diluido? –A mí me gusta siempre jugar el segundo partido en casa, porque creo que influye en el estado de ánimo del equipo, en la motivación. Es evidente que a estos niveles el margen de influencia es pequeño, porque los jugadores están acostumbrados a jugar en escenarios de gran presión. Eso ocurre porque hay una gran igualdad y los pequeños detalles deciden la eliminatoria. Si no mantienes el nivel de concentración, de motivación, de preparación alto, cualquiera te puede hacer un traje. –Y ante el Liverpool, ¿siente que se desconectó el equipo en un momento en Anfield o simplemente no se pudo contener el vendaval ofensivo de los reds? –Tenemos muchas cosas que aprender del partido de Liverpool. Anfield nos tiene que servir para el futuro, lo vivido allí nos tiene que valer más adelante. Nos faltó esa experiencia de haber jugado semifinales de Champions. Nos faltó esa calma, esa pausa para pensar, mejor perder por dos que por tres o por tres que por cuatro. Es una pena porque al final se demostró que aquí podíamos haber dado la vuelta a un marcador más bajo. En cualquier caso, son experiencias que se viven y deben servir para el futuro.

“Tenemos muchas cosas que aprender del partido de Liverpool. Anfield nos tiene que servir para el futuro, lo vivido allí nos tiene que valer más adelante”

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–En ese partido se enfrentaron a Mo Salah, ex de la Roma. ¿Hasta qué punto el contexto que le ha preparado Klopp en el Liverpool ha sido clave en su evolución como futbolista? –Es un equipo que se adapta muy bien a las condiciones de Salah. Teniendo un equipo en el que por detrás de él tiene a Milner, que es un jugador que corre de media 13,5 kilómetros por partido, que son muchos, ¡eh!, teniendo a Wijnaldum, a Henderson y a eso le sumas que está al lado de Mané y Firmino… Es decir, es un equipo en el que encaja muy bien, pero eso habla muy bien de la confección de la plantilla, habla bien de la dirección deportiva del Liverpool, que ha buscado un jugador que se adaptaba perfectamente al perfil, de hecho en el inicio había ciertas dudas entre Coutinho y él. Al final Jürgen Klopp apuesta por Salah, no es que deje salir a Coutinho, pero sabe que no es un inconveniente que salga Coutinho porque tiene a Salah. Entonces, creo que es un equipo que se adapta mucho a sus posibilidades porque se aprovecha mucho su principal virtud, que es el juego ofensivo.

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–Al hilo de esa eliminatoria le quería trasladar una reflexión que suele hacer Simeone. Es la del valor doble de los goles en las prórrogas; ustedes estuvieron a punto de llegar a una prórroga contra el Liverpool y en dicho supuesto les habría perjudicado dicha norma. ¿Está a favor de eliminar esa regla? –Bueno, es una posibilidad, pero también es verdad que juegas treinta minutos más como local. Si tú igualas el valor de los goles, entonces esa ventaja automáticamente pasa al equipo que juega el segundo partido de local. Es complicado encontrar el equilibrio perfecto. Como todo, tiene sus pros y sus contras para cambiarlo o para mantenerlo. –Hemos sido testigos de una Champions espectacular, una de las ediciones más goleadoras de la historia y con grandes dosis de emoción y espectáculo, incluido el triunfo del Madrid en la final (3-1 ante el Liverpool). ¿Va el fútbol hacia una vertiente más ofensiva después de unos años de mucho control defensivo y con la misión casi permanente de cuidar más el cero en tu portería que mirar hacia la contraria? –Hay una línea de nuevos entrenadores en la que el fútbol ofensivo tiene más peso en la concepción del juego. Eso, evidentemente, se transforma en un fútbol, no digo mejor, porque un 0-0 puede ser maravilloso y un 5-5 puede ser horroroso, pero sí parece que vamos hacia una espectacularidad mayor del fútbol, a apostar por ello. La vocación ofensiva sí es mayor con respecto a años atrás.

Mo Salah, tras marcar en Anfield contra su anterior equipo.

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“Me he llevado una gran imagen en este primer año del nivel colectivo del Calcio. Quizá le falta un punto a nivel individual, pero a nivel colectivo he descubierto un fútbol donde se trabaja mucho”

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a la espontaneidad en el sentido del trabajo, de no haber trabajado antes ese modelo. El fútbol italiano, cuando se apuesta por un modelo, lo trabaja y lo conoce. De esta manera, cuando el futbolista sale al campo lo conoce perfectamente y sabe lo que le pide su técnico y cómo desarrollarlo en el césped. Porque está todo muy trabajado.

–Abordemos el fútbol en Italia. ¿Ha mejorado el nivel promedio de la Serie A, tal y como parece? –Me he llevado una gran imagen en este primer año del nivel colectivo del Calcio. Quizá le falta un punto a nivel individual, pero a nivel colectivo he descubierto un fútbol donde se trabaja mucho, donde se crece mucho como jugador a nivel táctico, donde el nivel de los entrenadores es muy alto tácticamente. Creo que no es casualidad que el fútbol italiano esté creciendo. –¿Qué ideas tácticas predominan en el fútbol italiano actual, según lo que ha visto este primer año? –Es que hay muchos modelos distintos. No es lo mismo Allegri que Sarri, Di Francesco que Inzaghi, Gattuso que Spalletti o De Zerbi que Mazzarri, por citar algunos nombres. Lo que sí he descubierto es una creencia muy importante en lo de uno. La idea de juego de cada uno. En lo que cree cada uno, lo trabaja hasta el límite. No es solo que me guste jugar con un estilo. De Zerbi, el entrenador del Benevento, cree en su idea y la trabaja; o Mazzarri, que sería muy distinto, juega con su 3-5-2 y con esa idea va a muerte. Por no hablar de Sarri, Spalletti, Di Francesco o Allegri, que son los entrenadores de los equipos de arriba. Aquí hay poco margen para la casualidad o poco margen

Maurizio Sarri y Massimiliano Allegri.

–Y dentro de ese panorama, ¿es el Napoli una rara avis en cuanto al juego que ha practicado con Maurizio Sarri? –Me gusta ver jugar al Napoli, pero también me gusta ver a la Juventus y es un estilo totalmente distinto. A mí lo que me gusta son los equipos trabajados. La forma de ejecutar la idea del entrenador depende en realidad de los jugadores. El ejercicio que yo hago es ver los partidos desde ese punto de vista, me fijo si los jugadores van, si los jugadores quieren, si saben lo que quieren hacer. Y evidentemente, el Napoli es un equipo que te entra por los ojos y no solo en la fase ofensiva. En la fase defensiva es un equipo que presiona muy alto, siempre intenta tener superioridad a la hora de atacar y a la hora de defender. Es apreciable que está trabajado y tiene una idea. –Precisamente la mayoría de entrenadores de la Serie A son italianos, ¿es muestra de cierto anquilosamiento, de mirarse demasiado el ombligo y estar

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de espaldas al resto de técnicos europeos o es solo una situación circunstancial, sin más? [N de la R: Al finalizar la temporada solo Igor Tudor (Udinese – croata) y Luis Diego López (Cagliari – uruguayo) no eran italianos]. –No habrá un campeonato donde todos los entrenadores sean de un mismo país. Al inicio de la Serie A todos eran italianos, salvo Luis Diego López, que lleva aquí toda la vida. En cualquier caso, creo que esa circunstancia está basada más en la capacidad que ellos han demostrado. Hablamos de nombres: Allegri, Sarri, Di Francesco, Inzaghi, Spalletti, Montella en su momento, ahora Gattusso, Gasperini… son entrenadores fuertes, de nivel alto, que pueden entrenar fuera de Italia sin ningún problema, creo que están capacitados. Esa circunstancia es mérito de ellos. Y entre ellos existe una gran variedad. El rasgo común que destacaría entre ellos sería la capacidad de trabajo y de convencer al jugador de hacer lo que él tiene en su mente. Eso es lo más difícil que puede hacer un entrenador: que su equipo sea reflejo de ellos mismos. Y les convencen a nivel táctico y no solo con palabras, lo hacen trabajando día a día en el campo. –Recuerdo una reflexión que hizo Chiellini hace algún tiempo sobre cómo había cambiado el perfil del defensa italiano (“Guardiola ha arruinado a los defensas italianos”). ¿Está en lo cierto Chiellini? –El defensa que viene a jugar al fútbol italiano mejora mucho, mejora mucho, pero mucho. Para un defensa, pasar por Italia le hace crecer, eso seguro. Me parece difícil generalizar y me reitero: en el fútbol italiano los defensas mejoran mucho.

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–¿Se puede ganar a esta Juventus que ha ganado los últimos siete Scudettos? Es este su principal objetivo aquí en Roma, derrocar a la Vecchia Signora… –Evidentemente fácil no debe ser…, porque si ha ganado los últimos siete scudettos y ha hecho cuatro dobletes, no será fácil. Lo importante es no decaer en el esfuerzo. Pero no solo la Juve, el Napoli también ha crecido mucho, el Inter y el Milan están despertando, la Lazio siempre está por ahí. Hay que plantearse como objetivo primero seguir creciendo, mirarse a sí mismo para reforzar todo lo que estamos haciendo bien y ver qué estamos haciendo mal para corregirlo. Y después, desde ahí será más fácil acceder al éxito. Siempre he dicho, y lo vengo diciendo desde que he llegado a Roma, que hay que estar cercano al éxito. Cuando uno está cercano al éxito, éste llega. Lo que no se puede hacer es ir pegando tumbos y para eso se necesita que el crecimiento sea constante.

“Desde que he llegado a Roma he dicho lo mismo, hay que estar cercano al éxito. Cuando uno está cercano al éxito, éste llega” –Pero, ¿es este su auténtico reto en Roma? –Mi reto es hacer una Roma lo más cercana posible al éxito. Que el crecimiento sea constante. –¿Cuál será la siguiente evolución de la Roma? ¿Hacia dónde se dirige la idea táctica del equipo? –Me conformaría con que todo lo que tiene el míster en la cabeza se plasme en el terre-

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no de juego. Creo mucho en el míster, creo mucho en su forma de trabajar, en lo que plantea, en su forma de enfocar el fútbol y transmitirlo. Me conformaría con el hecho de conseguir que el mensaje del míster sea estable y continuo, es decir, que llegue al jugador a través del trabajo.

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–Este año la Roma ya ha mostrado tener una riqueza táctica y una variedad de recursos que habrá sorprendido a más de uno. En un fútbol en el que todo se estudia y analiza hasta el milímetro, ¿la idea de no ser previsible obsesiona al Di Francesco? –La Roma ha jugado este año con tres sistemas distintos. La Roma es capaz de alternar sistemas, alternar módulos de juego. No creo que seamos tan previsibles porque no es la misma Roma la que jugó en Barcelona que la que jugó en el Olímpico. El equipo que se enfrentó a Napoli es diferente al que se enfrentó al Milan en la primera vuelta del campeonato, por ejemplo. Creo que el míster ha sido capaz de ir buscando lo necesario en cada partido.

Di Franceso es pieza clave para los inminentes nuevos desafíos de la Roma.

–Leí unas declaraciones suyas recientemente, en Il Romanista, en las que decía que entrenador y director deportivo están en la misma sintonía, que son una única persona a la hora de construir este proyecto. Explique a nuestros lectores cuál es esa idea de juego. –Mi trabajo es intentar comprender, captar, entender lo que Di Francesco necesita y traerlo. Ese es mi trabajo, ese sería el resumen de mi trabajo. Y estamos trabajando en eso, evidentemente. Cuando la relación con el entrenador es muy cercana, cuando se cree en los mismos convencimientos y se va en la misma dirección, todo es más fácil. Generalmente siempre ha sido así con los entrenadores que he tenido, yo siempre me he puesto a su disposición, pero evidentemente con Eusebio hay una buena relación y una buena comunicación y eso, por descontado, ayuda.

“Tengo toda la confianza y toda la autonomía que podía pedir. Me siento muy a gusto en Roma” –¿Hasta qué punto en el fútbol actual el éxito de un proyecto está en relación con la armonía entre club-director deportivo-entrenador? ¿El tiempo y la paciencia son claves para que se desarrolle también? –Esa línea es fundamental. No entiendo otra manera de trabajar que no sea desde el convencimiento de que vamos todos en la misma dirección, desde la comunicación entre todos. Eso no significa decir que sí a todo. Significa poner encima de la mesa los problemas que pueda haber e intentar resolverlos de una manera constructiva, entre todos.

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–La Roma, cuando elige a Monchi como director deportivo, ¿le ficha para reproducir aquí el modelo Sevilla? ¿Le entrega las llaves del club?

libertad de trabajo perfecta. Percibo una confianza plena por parte de la Sociedad, del club.

–Desde que he llegado he tenido toda la confianza que podía pedir, toda la autonomía que podía pedir. Me siento a gusto con la relación con la propiedad, tengo buena relación con James Pallotta, con el director general y con el administrador. En ese sentido, no tengo ninguna queja. Con Pallotta hablo prácticamente todos los días y cada cierto tiempo voy yo a Boston o viene él aquí. Semanalmente tenemos comité ejecutivo y estamos en contacto y en ningún caso es un hándicap que James viva en Boston, que no esté aquí a diario, porque la comunicación es muy fluida y, como te digo, cada cierto tiempo viene él a Roma o voy yo para allá.

EL CAPÍTULO DI FRANCESCO –¿Eusebio Di Francesco fue su primera opción cuando llegó aquí? –Siempre. Porque él reúne las características que yo quería. Es un entrenador italiano, que conocía la Roma y que además ha tenido éxito en su carrera en los banquillos. Además, ha sido capaz de subir el valor de los jugadores. Él reúne todas esas opciones, así que la primera vez que me reuní con él, en la primera reunión, dejaron de existir el resto de candidatos. –¿Hasta cierto punto ha despertado a la ciudad con su mentalidad y rebelándose deportivamente ante el poder establecido en Italia y en Europa? –Él es una persona ambiciosa, pero desde la tranquilidad, no desde la exageración. Creo que él ha transmitido fundamentalmente credibilidad y capacidad. Y eso, para un entrenador, es fundamental. –¿Tenía usted claro que quería un romanista en el banquillo, alguien que encajara con la grada y tuviera ese margen por si los resultados se torcían?

El presidente James Pallotta, con Monchi en el Olímpico romano.

–¿Siente que aquí es más que un director deportivo? ¿Que todos escuchan o preguntan por la opinión o las decisiones de Monchi? – [Asiente con la cabeza] Por mi forma de ser, yo soy una persona que me gusta mucho compartir la decisión, tomar decisiones conjuntas, pero yo aquí me siento con una

–Era una de las condiciones más importantes. Era un dato importante. Ya había un director deportivo que no era italiano, que no era romano y que no conocía la Roma. Por eso era importante que el entrenador fuera italiano, fuera romano y conociera la Roma.

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este año. Se han tomado decisiones importantes, anulando goles o señalando penaltis en momentos decisivos de los encuentros. En España llega la próxima temporada. Adelántenos lo que nos espera.

Di Francesco y Monchi.

–¿Considera a Di Francesco un técnico intervencionista, con una buena lectura de partidos y decisiones en el momento? ¿Es esa su mayor virtud? –El míster es un tipo muy trabajador, que transmite mucho y muy tranquilo en cuanto a la toma de decisiones. Es frío en ese sentido, no se deja llevar por la vorágine de sensaciones que puede haber dentro de un partido. Eso es importante para un entrenador. Saber lo que quiere, saber transmitirlo y ser siempre él mismo. El jugador lo ha entendido y lo ha comprendido a la perfección, se ha visto en la Champions de este año. –¿Considera también que es el técnico adecuado para sacar jóvenes valores de la cantera que se puedan asentar en el primer equipo? El legado romano tras Totti–De Rossi–Florenzi… –Es un entrenador que mira para abajo sin ningún problema. No tiene ningún miedo a eso. De hecho, en Sassuolo ha trabajado con mucha gente joven y tengo claro que aquí en la Roma, cuando el jugador esté preparado, lo va a utilizar y le va a dar paso.

TECNOLOGÍA Y FÚTBOL –Abrimos el capítulo fútbol y tecnología. El VAR ya se ha utilizado en Italia

–Soy un defensor del VAR al 100% y me baso en datos objetivos: este año, las incidencias en el fútbol italiano han sido muchas menos, el número de protestas mucho menor, la resolución de jugadas conflictivas se ha saldado de forma positiva, con lo cual yo soy un defensor. Es evidente que hay un proceso de adaptación del fútbol italiano en el que todavía estamos. Creo que el año que viene será mejor. La posibilidad de utilizar la tecnología para que el fútbol sea más certero me parece un éxito. Ojalá no me equivoque, pero en España poco a poco, aunque los inicios serán complicados porque es algo nuevo y muy novedoso, la gente estará contenta con su uso.

“Soy un defensor del VAR al 100%. La posibilidad de utilizar la tecnología para que el fútbol sea más certero me parece un éxito” –Por su experiencia en Italia, ¿cambia mucho el comportamiento de los jugadores sabiendo que hay VAR, a la hora de las simulaciones, las protestas, etc.? –Hay un dato objetivo: creo que es un 8090% lo que ha bajado el número de amonestaciones por protestas. No tiene sentido la protesta en jugadas conflictivas. Otra cosa es que se siga protestando una falta, pero una vez se revisa la jugada en el vídeo y el árbitro acude al VAR, el jugador asume que

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es un dato objetivo. Por eso ha bajado mucho el número de tarjetas y expulsiones. –Usted también es un enamorado del Big Data. ¿Tecnológicamente estaba la Roma actualizada o ha tenido que implantar parte de esas herramientas? –Soy un enamorado del Big Data y de la utilización del dato. Lo que me encuentro cuando llego aquí a la Roma es posiblemente un club que está más avanzado que yo. Ahí le marca mucho la procedencia americana de sus propietarios y la creencia que tienen de invertir en tecnología. No sé si es de los clubes más adelantados, pero estoy seguro que es uno de los que lo tienen más desarrollado para utilizar el dato en la toma de decisiones. Cuando llego aquí me encuentro en mi hábitat, porque no solamente creen en ello, sino que tienen los medios para llevarlo adelante. Contamos con gente muy capaz porque el dato, así dicho, todos podemos acceder a él. Te compras la base de datos y lo tienes. Lo difícil es saber diferenciar cuál es el que te sirve y cuál no. Un partido genera siete millones de datos y evidentemente todos no te sirven, tienes que saber el que tú necesitas para tomar la decisión. Y ahí está la complicación.

“Cuando llegué a Roma me encontré un club más adelantado que yo en lo tecnológico” –¿El próximo Messi será detectado a través del Big Data? –No, no creo. Porque todos los datos no sirven para lo mismo, es decir, si tú estás buscando un perfil de jugador no te van a ser-

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vir los mismos datos que para otro perfil. No creo que vaya por ahí. Considero que se encamina a errar menos a la hora de buscar un perfil. Por ponerte un ejemplo, si tú estás buscando un lateral derecho que tenga un porcentaje de centros muy alto porque tienes un delantero centro que remata bien, al estilo de Edin Dzeko, el dato te ayuda, pero hay que ver al jugador. Con el dato quizá descubres que Pepito Pérez tiene un 52% de centros bien completados, pero entonces ¿por qué no buscar uno con el 72% en centros? Claro, eso te ayuda, pero es solo un acercamiento inicial. Después hay que ver muchas más cosas porque no es solo el dato individual: hay que ver el dato colectivo, el dato dentro del equipo. Pero lo que está claro es que ayuda, claro que ayuda.

Monchi, en su despacho, durante la entrevista.

–Con los buenos resultados alcanzados en Champions y la revalorización de la plantilla, este verano no tendrá que tirar tanto de calculadora, no tendrá que hacer números para que salgan las cuentas. ¿Podrá mantener la columna vertebral del equipo y a partir de ahí crecer en aspiraciones deportivas? –Nosotros ahora estamos tranquilos porque la presión del Financial Fair Play es

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mucho menor. Nos va a permitir actuar con mayor tranquilidad. La idea es siempre la misma en verano, es lo que decimos siempre los directores deportivos, vamos a intentar reforzar la plantilla para hacerla más competitiva [De momento, la Roma ya ha fichado al mediapunta croata Ante Coric y al defensa español Iván Marcano]. –Para terminar, me gustaría que nos hiciera un boceto del fútbol europeo. Una perspectiva de las otras ligas que conoce y trabaja tan bien. ¿Qué rasgos comunes percibe, por ejemplo, en el fútbol inglés?

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tera se trabaja muy bien. Posiblemente es el fútbol que tiene el mayor equilibrio entre componente físico y técnico, y a día de hoy es un fútbol que todavía resulta económico, comparado con el dinero que se mueve en otros sitios. Esas tres son sus principales particularidades. –El fútbol alemán quizá sea, de las grandes ligas, el más desconocido más allá del Bayern de Múnich.

–Creo que el fútbol inglés está cambiando. Digo lo mismo que con el fútbol italiano, evidentemente no es lo mismo Guardiola que Mourinho, o Benítez que Jürgen Klopp. Creo que ese concepto del fútbol inglés de juego directo, de pelea, de segunda jugada, ya ha desaparecido. Hay equipos que todavía lo hacen, pero es un reducto. El Liverpool, el Tottenham, el Manchester City, el Arsenal, ya juegan a otra cosa. El fútbol inglés ha evolucionado hacia un fútbol más europeo, ha dejado de ser un fútbol autóctono de las Islas, de brecha en la ceja y pelea arriba. Por eso han apostado también por jugadores de más calidad y creo que van por ese camino. La muestra es que a la final de la Champions ha llegado un Liverpool que da gusto verlo en la faceta ofensiva, posiblemente el equipo que mejor hace la transición defensa-ataque del mundo, el que mejor aprovecha la pérdida del contrario para hacer esa transición, te mata. Han hecho un equipo con ese perfil. –Usted conoce muy bien el fútbol francés. ¿Por qué acude tanto a ese mercado?

–Se podría decir lo mismo que en Inglaterra: no es lo mismo el Friburgo que el Hoffenheim o el Leipzig. Para mí, es un fútbol desconocido para la gran mayoría. Tiene una ventaja con respecto a otros y es que creen mucho en el producto que construyen. Equipos como el Leipzig o el Hoffenheim trabajan mucho desde la base y luego lo llevan hasta el primer equipo. Yo creo que van por esa línea y vaticino que en el futuro va a ser un fútbol importante. Tienen una continuidad, es decir, el entrenador del Hoffenheim es el mismo que tenían en la cantera. Este me parece un buen ejemplo porque son dos años consecutivos los que llevan clasificándose para la Champions, con un trabajo de base, con una manera de trabajar muy parecida en toda la cadena de formación del jugador y me parece importante destacar eso. –Y por último, ¿considera que cada vez se hace más complicado compatibilizar las ligas domésticas con la Champions? Los campeones de Inglaterra, Francia, España o Italia, por citar algunos ejemplos, no han llegado a las últimas rondas.

–Es un fútbol que tiene un muy buen trabajo de base, es un fútbol donde en la can-

–No lo veo significativo. La Juventus ha ganado en Italia y quedó eliminada en el mi-

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nuto 93. El Barcelona, que ha ganado la Liga, fue eliminado por la Roma faltando ocho minutos. El PSG al final se enfrenta al Real Madrid y solo puede pasar uno. En realidad, en la Liga de Campeones hay una igualdad muy grande, cuando tú llegas a octavos de final cualquiera te puede eliminar. Hay tanta igualdad que se decide por matices. No creo que a ese nivel, con plan-

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tillas tan completas, haya que decantarse y apostarlo todo a un torneo y dejarse llevar en otros. La Champions, en general, se decide por detalles. Emmanuel Ramiro. @emmanuelrf

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LA NUTRICIÓN DEPORTIVA SE HACE GOURMET Loles Vives

Trufas con leucina, gelatinas de fresa liofilizada con vitamina C, batido recuperador de frutas, cacao, leche de coco, proteína whey y creatina; arroz con pollo y salsa de yogur con curcumina; brownie con proteína de guisante; pastel de zanahoria con caseína; hidrogel con sabor a mango… La nutrición deportiva está dejando de ser insulsa, monótona y poco apetecible. Los recuperadores ultraprocesados que saben a rayos, los geles empalagosos con aromas artificiales y la barritas correosas están pasando a mejor vida porque realmente son difíciles de comer. “Caviar Sport”, hidrogel energético desarrollado por la firma Maurten para el Tottenham Hotspur.

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os nutricionistas han percibido que para que los deportistas ingieran en su momento todo lo que necesitan, nada mejor que proporcionarles comida sabrosa y productos apetitosos. Así están surgiendo los suplementos gourmet y los suplementos/alimentos en los que toman protagonismo el sabor, las materias primas de calidad, las texturas agradables y, sobre todo, los alimentos reales. Nandu Jubany no es un deportista de élite. Su excelencia está en los fogones, pero en 2016 decidió ponerse en forma para cumplir el sueño de juventud de participar en el Rally Dakar. Con unos pocos kilos de más se puso a entrenar y a cuidar su alimentación para alcanzar un estado físico óptimo, pero no estaba dispuesto a hacerlo a cualquier precio. Su paladar de chef con estrella Michelin no era negociable. El día que probó los suplementos prescritos para hacer frente a sus entrenamientos e intensa vida laboral de “12 a 14 horas diarias”, tuvo claro que no se los iba a tomar. El sabor y textura de los productos no cumplían sus mínimos gastronómicos –“¡Son horribles!”, exclamó–, pero consciente de que necesitaba suplementarse para alcanzar las dosis de energía, carbohidratos y proteínas necesarios para cumplir su gran reto, decidió junto al nutricionista Toni Solà crear con su cocina de vanguardia una nueva línea de suplementos nutricionales deportivos gourmet sin renunciar por ello a la más alta exigencia nutricional. La idea fue “elaborar unos productos de gran calidad, válidos tanto para deportistas como para personas que por alguna razón requieren suplementarse”, nos explica Solà. Así nació la primera línea en el mercado de suplementos deportivos gastronómicos.

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Jubany participó como debutante en el Dakar de 2018, que finalizó con gran éxito. Durante la prueba consumió diferentes suplementos alimentarios de su propia marca. El gran desgaste energético y muscular de la prueba le obligó a ingerir un total de 195 geles de diferentes sabores, además de cuatro kilos de productos recuperadores. Todo ello le supuso una ingesta de más de 53.810 calorías, a razón de 3.843 calorías por etapa, adicionales a las que le aportaron sus comidas habituales. Incluso estando en las peores condiciones posibles, el chef nunca quiso renunciar al sabor y al placer. Y consiguió su propósito: “Tomar suplementos y disfrutarlos”.

El chef Nandu Jubany y el nutricionista Toni Solà.

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Verse en la necesidad de ingerir productos poco apetecibles es algo muy común entre los deportistas de alto rendimiento sujetos a programas dietéticos y pautas de suplementación con el fin de cuadrar al dedillo sus necesidades nutricionales en beneficio del rendimiento. Bebidas, geles, preparados proteicos, gainers, recuperadores, barritas… suelen ser por lo general productos ingratos, empalagosos, de texturas y sabores poco agradables y, en muchos casos, proclives a causar malas digestiones. En su mayoría son ultraprocesados y el sabor se consigue a base de aromas y una buena dosis de sustancias edulcorantes.

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RECETAS FUNCIONALES “CASERAS” La colaboración de cocineros y/o expertos en técnicas culinarias es clave para la elaboración de suplementos delicateseen. Nos lo explica la doctora María Antonia Lizarraga (1), perteneciente al GRAFIS (Grup de Recerca en Nutrició i Activitat Fisica) de la Universidad de Barcelona, desde donde diseñan y elaboran recetas funcionales gourmet para atletas de alto rendimiento que permitan sustituir o ser una alternativa a los suplementos que se comercializan.

Verse en la necesidad de ingerir productos poco apetecibles es algo muy común entre los deportistas de alto rendimiento sujetos a programas dietéticos y pautas de suplementación Tomarlos a menudo implica fuerza de voluntad, lo cual dificulta la adherencia al producto y cumplir con las pautas recomendadas de suplementación. Las comidas también suelen ser poco elaboradas y sosas, aunque por las redes sociales están surgiendo propuestas de recetas muy atractivas para deportistas. Lo cierto es que existe la necesidad de disponer de productos de mejor calidad, textura y sabor. Para conocer en qué consisten y cómo se elaboran dichos productos contamos en este reportaje para The Tactical Room con las explicaciones de tres personas pioneras en la materia: la médico especializada en nutrición M. Antonia Lizarraga y los nutricionistas Mireia Porta y Toni Solà.

La doctora Mª Antonia Lizarraga.

“Es un trabajo que hacemos conjuntamente con expertos en nutrición, tecnología de alimentos y técnicas culinarias. Elaboramos estas recetas funcionales para los deportistas a base de combinar ingredientes que puedan ser beneficiosos para el rendimiento, pero utilizando alimentos para que así resulten más apetecibles de tomar”, dice la médico especializada en nutrición.

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“A veces, los deportistas están ya un poco cansados de los sabores comerciales. Por otro lado –remarca–, algunos ingredientes no siempre sientan bien. En cambio, los alimentos se aceptan mucho mejor como, por ejemplo, una gelatina casera o un brownie, cuyos ingredientes estén perfectamente calculados y en la proporción necesaria para tomar en un momento determinado: durante una recuperación o para antes de la competición. Disponemos de una batería de recetas que después se intentan poner en práctica con los deportistas en sus correspondientes especialidades y circunstancias”. –¿Estos productos más apetecibles surgen como una necesidad para conseguir que el deportista tenga una mayor adherencia a consumir lo que necesita? – Se trata de tener una oferta mayor de lo que hay en el mercado comercializado. Los integrantes de nuestro grupo formamos parte también del profesorado de un máster propio de la universidad de “Nutrición y actividad física” y nuestro objetivo es que los nutricionistas que vayan a implicarse con deportistas se metan en la cocina; conozcan lo que supone darle al deportista cuatro, siete o diez gramos de carbohidratos por kilo de peso. Que se den cuenta que es algo a veces muy difícil de conseguir solo con alimentos porque son unas cantidades enormes y difíciles de digerir. Por eso queremos la experiencia de meternos en la cocina e intentar diseñar menús para el día antes del partido, para después elaborar cosas para tomar en la media parte que sean de fácil digestión y simples de ingerir. Intentamos jugar con los alimentos para conseguir recetas apetecibles y a la vez funcionales porque aportan algún ingrediente que el deportista debería tomarse en

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una cápsula, pero si lo toma incorporado a un alimento le entra mucho mejor. Cuando un deportista lleva ya tiempo en activo y ha tomado muchos suplementos, darle la oportunidad de poder combinarlos con alimentos o que él mismo, o quien sea, pueda prepararle un producto (galleta, gelatina, bizcocho, trufa…) a caballo entre el producto comercializado y un alimento más casero, es algo que agradece. Y es en eso en lo que nos esmeramos.

“Nuestro objetivo es que los nutricionistas que vayan a implicarse con deportistas se metan en la cocina; conozcan lo que supone darle al deportista cuatro, siete o diez gramos de carbohidratos por kilo de peso. Que se den cuenta que es algo a veces muy difícil de conseguir solo con alimentos” (Dra. Lizarraga) –¿En qué momentos de la rutina del deportista son más apropiados estos productos funcionales “caseros”? – Justo antes de entrenar, en el post-esfuerzo y durante el ejercicio o media parte de los partidos, momento en el que es muy importante que sean de fácil digestión, no den problemas digestivos y ayuden a contrarrestar la problemática propia de los nervios previos a la competición. Eso es lo que buscamos. –¿El tándem chef-nutricionista se va a convertir en una relación imprescindible para la nutrición deportiva de alto rendimiento? – Lo ideal es que la misma persona tenga conocimiento de las dos cosas. De hecho, es algo que ya se está dando y crece

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el interés en los profesionales por saber cada vez más. Algunos son nutricionistas y además están en la cocina, pero cada vez vemos más la figura de cocinero o chef que cocina muy bien y que además está interesado en conocer cuáles son las necesidades del deportista y en saber por qué un día le conviene un determinado plato, por ejemplo legumbres, y en cambio, otro día ese mismo plato no es conveniente porque tiene que digerirlo en dos horas y aunque sea un plato muy apetecible y gustoso no es apropiado para ese momento. Lo cierto es que hay un colectivo cada vez mayor de cocineros/chefs interesados en ello porque también es una vía de trabajo para el futuro: llegar a trabajar con deportistas de elite y saber prepararles platos ricos y apetecibles a la vez que efectivos en función del momento o día: competición, recuperación, descanso…. –¿Me puede dar algún ejemplo de receta funcional? –Tenemos unas gelatinas para mitad de partido que están hechas con fruta, pero que aportan la cantidad de carbohidratos (CH) que lleva un gel. Normalmente, los geles comercializados suelen ser de 25 gramos de carbohidratos a base de varios tipos de azúcares y edulcorantes. Nosotros elaboramos una especie de confituras o mermeladas con combinaciones de fruta natural de diferentes sabores y con ellas preparamos gelatinas de sabores diferentes y en piezas pequeñitas de manera que, por ejemplo, dos piezas aporten la cantidad de carbohidratos necesarios. El objetivo es que sean fáciles de tragar en momentos en los que hay poca motivación para comer o poco tiempo, como ocurre durante el descanso de un partido de fútbol. Con los recu-

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GELATINA DE FRESA PARA FUTBOLISTAS Descripción: Gelatina adaptada al post-partido gracias a su cantidad de carbohidratos. Ingredientes para 10 personas: • 375g de mermelada de fresa • 60 ml de agua • 6 hojas de gelatina (aprox. 2,5g/unidad) Composición nutricional aproximada de 1 ración de consumo (2 unidades = 40 gramos): • Energía = 104 kcal • Glúcidos = 25,8 g • Lípidos = 0,04 g • Proteínas = 0,19 g Elaboración: • Poner en remojo las 6 hojas de gelatina en 60 ml de agua. • Calentar al fuego hasta la completa disolución de la gelatina • Mezclar con la mermelada • Verter en moldes • Enfriar Beneficios para el deportista: • Fácil y rápida digestión • Rápida y efectiva recarga de niveles de glucógeno • Fácil y rápido de tomar • Contribuye a la hidratación • Alternativa a la bebida habitual del deportista Momento ideal de consumo: • Descanso del partido • Post-partido Receta elaborada por el Grup de Recerca en Nutrició i Activitat Fisica (GRAFIS) de la Universidad de Barcelona.

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peradores diseñamos recetas que aporten la proteína necesaria para el post-esfuerzo y la cantidad óptima de ingredientes recuperadores. Lo añadimos a pastelitos, trufas o hacemos unas “proteins balls” con frutos secos que se parecen a recetas tradicionales de turrón. Lo importante es que sea un producto agradable de comer y que el deportista lo tome con ganas. Los ingredientes funcionales que incorporamos en la receta del alimento están controladísimos. El problema a veces reside en conseguir un buen sabor porque los sabores de estas materias primas a veces son un poco horribles. Pero este es nuestro trabajo. Buscar que sepa bien, que sean productos apetecibles, de fácil digestión, con harinas más digeribles o usando bebidas vegetales en vez de leche para los que tienen intolerancia a la lactosa. Los productos en polvo muchas veces son engorrosos de tomar o no sabemos muy bien con qué mezclarlos. Un recurso es añadirlos a una masa o producto algo graso, como puede ser una mantequilla de cacahuete o de coco con un poco de cacao puro. Siempre, grasas saludables. Tenemos recetas semejantes a la nocilla casera, con las que se pueden hacer este tipo de trufas o bomboncitos en las que el principio activo quede enmascarado y tenga buen sabor. Las técnicas de cocina nos ofrecen muchas posibilidades para hacer buenos productos.

LA ALTA COCINA EN EL FÚTBOL Los nutricionistas de los grandes equipos de fútbol han sido los primeros en incorporar la nutrición gourmet en sus plantillas, pues se dieron cuenta que así resulta mucho más fácil que los jugadores de sus plantillas si-

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gan las pautas nutricionales recomendadas para afrontar con garantías las sesiones de entrenamiento, los partidos y conseguir una óptima recuperación post-esfuerzos. Es una coyuntura que Mireia Porta (2), nutricionista del Tottenham Hotspur, percibió en el vestuario de los Spurs y tomó cartas en el asunto.

Mireia Porta junto a Kieran Trippier, lateral derecho del Tottenham.

“El nutricionista tiene que jugar un gran papel como educador nutricional. A base de paciencia, conviene inculcar a los jugadores que adopten unos hábitos nutricionales que no tienen y que al aplicarlos puedan serles muy beneficiosos para su rendimiento como, por ejemplo, tomar hidratos de carbono en la media parte de los partidos, una estrategia esencial que a muchos les cuesta seguir”, nos dice Porta. “Pero no basta con eso –añade–. Debemos ir más allá y ser ingeniosos e inventarnos pequeñas recetas, que sean divertidas, prácticas y sobre todo apetecibles. Recetas que sean una buena opción para cada jugador, respetando sus preferencias y que inviten a tomarlas. No a todos les gustará un gel o una gominola. Por lo tanto, tenemos que buscar nuevas ideas o fórmulas para contentar a todos. Es un aspecto que todo el equipo del departamento de Nutrición del Tottenham trabaja conjuntamente con los chefs. Se trata de un trabajo

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multidisciplinar”, explica a The Tactical Room la también tecnóloga de alimentos.

ALIMENTOS-SUPLEMENTOS Mireia Porta asegura que “en la Premier League cada vez se trabaja más con chefs que ayudan a los nutricionistas a buscar alternativas no solo de suplementos, sino de alimentos/suplementos. Cosas que puedan parecer alimentos, pero que en realidad son además suplementos, como por ejemplo unas gelatinas especiales de distintos sabores de fruta con vitamina C, una combinación muy apropiada para tomar una hora antes del ejercicio con el fin de prevenir procesos degenerativos articulares o para ayudar al proceso de recuperación en jugadores que sufren lesiones tendinosas”. “Un alimento-suplemento también puede ser un arroz con pollo, condimentando con una salsa de yogur a la que se le ha añadido curcumina fitosomada, una sustancia con un alto poder antiinflamatorio, óptimo para una comida de recuperación post-partido”, especifica la nutricionista del equipo londinense que entrena Mauricio Pochettino “Esta fusión nutricionista/chef permite que los deportistas se den cuenta que no todo son pastillitas o batidos, sino que también pueden disfrutar comiendo cosas apetecibles y beneficiosas para su rendimiento, incluso en la media parte de los partidos. Esta es una nueva filosofía de la nutrición deportiva. El propósito es que el jugador se nutra como corresponde y a la vez disfrute de una buena comida”.

“CAVIAR” PARA LA MEDIA PARTE El caballo de batalla de los nutricionistas de fútbol es la ingesta, durante el descanso, de la

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cantidad adecuada de carbohidratos que proporcione a los jugadores la energía suficiente, y también les ayude a nivel cognitivo, para afrontar la segunda parte del partido. “Es una ingesta muy importante –remarca Porta– y nuestro objetivo es que sea cómoda de realizar y resulte apetitosa a los jugadores”. Por este motivo, el Tottenham ha estado trabajando con la empresa de suplementos deportivos Maurten para desarrollar productos para deportes de equipo. Hasta entonces, la empresa sueca se había centrado en elaborar productos para la hidratación de los corredores, pero no disponía de productos específicos para cubrir las necesidades de otros deportes como el fútbol.

El maratoniano Eliud Kipchoge.

Del trabajo de I+D entre las nutricionistas del club inglés y los especialistas de de la casa comercial surgió un tipo de gel en forma de bolitas blandas muy fáciles de ingerir al que denominan “caviar sport” [foto en la portada de este reportaje]. “Es un tipo de hidrogel único, tipo caviar, que se ha utilizado con los jugadores del Tottenham en sustitución de las gelatinas, con muy buena aceptación”, explica Porta. “Se trata de un producto totalmente innovador – añade–. Su novedosa textura en hidrogel permite ingerir unas concentraciones de

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carbohidratos más altas, evitando los problemas gastrointestinales que muchos deportistas sufren. Eso es así porque la osmolaridad y el vaciado gástrico son diferentes. Además, hemos visto que el producto es más aceptado por los jugadores porque es fácil de ingerir y tiene mejor sabor, lo cual hace que los deportistas cumplan mejor las recomendaciones”.

SUPLEMENTOS GASTRONÓMICOS El nutricionista Toni Solà (3), especialista en composición corporal aplicada al deporte, es el creador junto al chef Nandu Jubany de À Trois Sport Gastronomy, la primera marca comercializada de suplementos gastronómicos..

El nutricionista Toni Solà.

–¿Cómo surge la idea de hacer una suplementación gourmet? –La idea surgió de la necesidad de disponer de suplementos/complementos que pudieran recomendarse con total garantías de calidad a cualquier persona, fueran niños, intolerantes o alérgicos a algún alimento, veganos, vegetarianos, enfermos, deportistas de elite… La idea era elaborar productos que fueran ecológicos, sin aditivos, sin con-

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servantes… o sea, crear la marca Premium de los suplementos. Era un reto motivador, aunque hacerlo posible yo solo era muy complejo, pero el destino me ayudó bastante a hacerlo realidad. –¿La clave fue contar con la alianza de un chef estrella Michelin como Nandu Jubany? –Contar con un cocinero de este nivel fue la pieza que faltaba para completar el puzle. Los suplementos debían tener la máxima calidad, pero además queríamos que tuvieran un sabor increíble y nadie mejor que un cocinero top para encargarse de eso. Él mejor que nadie sabe lo que le gusta comer a la gente. Hace algo más de dos años Nandu Jubany decidió aprovechar sus vacaciones laborales para culminar la aventura deportiva de su vida: participar en moto en el Dakar, el rally más duro del mundo. Entonces contactó conmigo para que le asesorara en materia de nutrición deportiva durante su preparación y competición. Me encargué de comprarle geles, barritas recuperadores, suplementos de proteína… Hasta ese momento, Nandu nunca había consumido ningún suplemento deportivo y cuando los probó, alucinó. No le gustaron nada, ni el sabor, ni la textura. Nada. Probamos varias opciones, pero ninguna le convenció. A partir de aquel momento empezamos a trabajar a la par para buscar alternativas y así nació nuestra línea de suplementos formado por el tándem nutricionista/chef que se convierte en trío al contar con la complicidad del deportista o consumidor. –¿En qué se diferencian los suplementos gourmet de los productos más convencionales que encontramos en el mercado?

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–Actualmente somos una excepción en el mundo de los suplementos porque hacemos lo que nadie había conseguido hasta el momento: entrelazar dos mundos supuestamente opuestos, el de la gastronomía y el de la alimentación deportiva, con el fin de ofrecer los mejores productos posibles. Nuestras elaboraciones dan la posibilidad de nutrirse de forma efectiva con productos de calidad gourmet, que son cien por cien orgánicos, sin ningún tipo de aditivo ni componente artificial y de kilómetro 0 siempre que sea posible.

“Los alimentos no son solamente proteínas, vitaminas, lípidos, glúcidos, minerales, vitaminas y agua. Contienen un sinfín de sustancias que son necesarias y que actúan en sinergia” (Toni Solà) –En la sociedad actual existe una gran tendencia a suplementarse e ingerir sustancias (vitaminas, minerales, polifenoles, omega3...) de forma aislada ¿Debería cambiar ese enfoque y dar más prioridad a los alimentos?  –Sin duda. Es cierto que hay algunos micronutrientes o sustancias que ingeridas de forma aislada se favorece su absorción, pero son una minoría. Se pueden hacer suplementos partiendo de alimentos o lo más cerca posible del alimento de origen. No hay que olvidar que los alimentos no son solamente proteínas, vitaminas, lípidos, glúcidos, minerales, vitaminas y agua. Contienen un sinfín de sustancias que son necesarias y que actúan en sinergia, la mayoría de las cuales todavía son autenticas desconocidas.

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Nuestro propósito es dar un paso atrás, volver a los orígenes, pero con la tecnología actual. Crear suplementos con alimentos. Por ejemplo, disponemos de unos geles deportivos con formato gominola que además de glúcidos contienen lípidos de cadena media, los cuales provienen del coco ecológico y sin ningún aditivo.

Geles en formato gominola (piña y plátano, coco y lima, naranja sanguínea) de À Trois Sport Gastronomy.

–¿Me podría dar algún ejemplo de suplemento gourmet en el que prime el alimento real e indicarme diferencias respecto a los más convencionales? –Un ejemplo podrían ser los suplementos de proteína whey ecológica con fresa liofilizada. Las marcas convencionales, cuando quieren hacer una proteína sabor fresa, vainilla…, utilizan aromas. A mí nunca me gustó esa idea y por eso decidí utilizar liofilizados de fruta ecológica. Utilizamos fresa ecológica del Maresme, que se liofiliza y, aunque sea un proceso caro, al no haber tratamiento térmico conserva todo el sabor y gran parte de las vitaminas. En cada bolsa de 950 gramos de proteína adicionamos 150 gramos de fresa ecológica liofilizada, lo que equivale a más de 1,5 kilos de fresa ecológica fresca. El sabor que conseguimos es increíble, además de aportar todos los antioxidantes de la fruta y ser una fuente de vitamina C que proviene de la fresa y no de

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forma sintética. Una cucharada sopera de proteína equivale a 15 gramos de proteína y dos fresas. Otro producto es la barrita ecológica de proteína vegana de zanahoria con yogurt sin azúcar añadido, la cual contiene 15 gramos de proteína vegetal, 5,2 gramos de yogurt liofilizado (equivalente a medio yogurt); 10 gramos de zanahoria liofilizada (equivalente a 100 g de zanahoria fresca). Es una fuente de vitamina A, beta carotenos y como grasa utilizamos aceite de oliva virgen extra.

Brownie de chocolate elaborado por Nandu Jubany con quinoa instant y una mezcla de proteínas vegetales ecológicas en polvo con cacao y avellana tostada ecológica.

–La colaboración entre cocineros o tecnólogos de alimentos y nutricionistas cada vez está más implantada en los equipos de fútbol de primer nivel. ¿Es una tendencia que se impondrá en más deportes? ¿Estamos ante un nuevo enfoque de la nutrición deportiva?  –Estoy seguro de que ya es una realidad, pero cada vez lo veremos más. La sinergia con otros profesionales es fundamental para llegar a conseguir cosas que parecen imposibles. La nutrición sin la gastronomía vemos

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que no sirve, la adherencia a un plan dietético sin un enfoque gastronómico es inviable. Y viceversa: la alta gastronomía también cada día tiene más en cuenta la nutrición. Si un deportista es feliz con lo que come siempre jugará mejor y sabemos que la actitud con la que sales al terreno de juego es fundamental para un optimo rendimiento. Loles Vives. -Bióloga@iLoles

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PROTAGONISTAS (1) MARÍA ANTONIA LIZARRAGA.  Médico especialista en nutrición. Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra. Especialista en Medicina de Educación Física y Deporte por la Universidad de Barcelona. Máster en Nutrición y Ciencias de los alimentos (Universidad de Barcelona). Profesora del Grado de nutrición Humana y Dietética (Universidad de Barcelona). Profesora en diferentes cursos, másteres y postgrados relacionados con la Nutrición y la Actividad física en las distintas etapas de la vida. Consulta y asesoramiento nutricional a deportistas. Pertenece al GRAFIS (Grup de Recerca en Nutrició i Activitat Fisica de la Universidad de Barcelona). (2) MIREIA PORTA. Nutricionista clínica y deportiva. Tecnóloga de los alimentos. Antropometrista ISAK nivel 3. Profesora asociada en la UAB (Universitat Autònoma de Barcelona). Ponente en congresos nacionales e internacionales y profesora de posgrados, seminarios y másteres en distintas universidades. Nutricionista clínica y deportiva del primer equipo del Tottenham F.C. TW: @MireiaPorta; IG: @mireiaportaoliva

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(3) TONI SOLÀ. Doctorado en Ciencias Experimentales y Tecnología, Grado de Nutrición Humana y Dietética, Maestría en Fisiología Integrativa, Maestría en Nutrición y Salud y Maestría en Nutrición y Calidad de los Alimentos, e instructor certificado Nivel 3 de ISAK. Profesor asociado del Instituto Nacional de Educación Física de Catalunya. Combina la investigación en el campo del análisis de composición corporal aplicado a la nutrición deportiva con el desarrollo de materiales de medición y la evaluación nutricional de atletas de diferentes disciplinas. TW: @tonisola @atroisnutrition.

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No me pongo fecha de vencimiento, seguiré hasta que me dé cuenta de que estoy en inferioridad física

Diego Borinsky entrevista al

Loco Abreu

La clave es la pasión, tener siempre ese fuego sagrado y estar firme psicológicamente Juanma Lillo fue el mejor entrenador que tuve

Agustín Galán

ilustración: Herr Ralf

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S

i a 100 futboleros desprevenidos se le preguntara cuál es el nombre de pila de Abreu, es muy probable que la mitad no lo recuerde. Tan probable como que de la otra mitad una porción diga “Sebastián” y la otra “Washington”. Lo que seguramente no falla es el apodo: ¿cuántos pueden no saber que a Abreu le dicen Loco? Pues bien, contrariando esa fama de excéntrico que se ganó en sus inicios como futbolista por llevar “raros peinados nuevos”, como cantaría Charly García, el Loco Washington Sebastián Abreu es uno de los futbolistas más pensantes que habita el planeta fútbol. Tiene estrategias para definir que pinchar el último penal a lo Panenka en un cuarto de final de Mundial es la vía con mayor probabilidad de éxito, como también tiene estrategia para arrancar a los 30 años con entrenamientos fuera del horario del equipo con un personal trainer pensando en prolongar su vida útil hasta pasados los 40 (tiene 41). Washington Sebastián Abreu, así como lo ven, sumando porotito por porotito, ingresó en el Libro Guinness de los Records a fines del 2017 al alcanzar la camiseta n° 26 en su carrera profesional (Audax

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Italiano, Primera de Chile). El 12 de abril de este año recibió el diploma oficial homologado por las autoridades de Guinness antes del inicio del partido frente a Botafogo por la Copa Sudamericana. En Audax nunca congenió con el entrenador de turno (tuvo dos) y por eso se estaba marchando a fines de mayo en busca de nuevos horizontes. El Loco Abreu, además, refuta su apodo argumentando cada uno de sus dichos y tomándose un tiempo para elegir la palabra justa para la ocasión.

Abreu, con el diploma oficial del récord Guinness.

IDENTIFÍQUESE Washington Sebastián Abreu Gallo nació el 17 de octubre de 1976 (41 años) en Minas, Lavalleja, Uruguay. Debutó en la Primera de Nacional de Minas con 15 años, en el torneo Minuano en 1992. Profesionalmente lo hizo en 1994, en Defensor Sporting. Fue el primero de los 26 equipos en los que jugó y que lo erigen en récord en ese rubro, superando al arquero alemán Lutz Pfannenstiel, que lo había hecho en 25, según lo homologaron los propios jueces de los Guinness World Record, quienes le entregaron el diploma oficial el 13 de abril de este año, en la previa del partido por la Copa Sudamericana entre su actual equipo (Audax Italiano) y uno de sus anteriores, Botafogo. En total, Abreu se puso la camiseta de 26 equipos de 11 países, ranking liderado por México (7 clubes), y seguido por Brasil (4), Argentina y Uruguay (3), España (2, La Coruña y Real Sociedad), Israel y El Salvador (1). Jugó 70 partidos en la Selección de Uruguay, incluyendo dos mundiales (2002 y 2010); metió 26 goles, ganó la Copa América 2011 y 7 campeonatos nacionales.

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–¿Hasta qué edad pensás jugar? –No me pongo fecha de vencimiento, no me auto presiono. Vi a jugadores anunciar “dejo tal año” y después llegaron bárbaro a esa edad y por no fallar a su palabra, se retiraron y volvieron al año. Seguiré hasta que me dé cuenta de que estoy en inferioridad física. El cambio en las metodologías de entrenamiento ayudó a que hoy veamos a jugadores de más de 40 años en actividad a nivel profesional. Yo disfruto, me preparo, me entreno para jugar los 90 minutos y trato de ser competitivo. Todas esas cosas no se pueden perder, lo mismo que ir a entrenar con alegría. Al finalizar el campeonato llega el momento de la evaluación: ver cómo estoy física y futbolísticamente, cómo estoy de deseo.

Pasión y alegría, las claves de Abreu.

–¿Cuál es la clave para mantenerse vigente a esta edad? –Hay varios factores. Uno es la pasión: no perderla, tener siempre ese fuego sagrado, ese amateurismo. Otro es el psicológico: hay que estar firme, sobre todo porque te puede tocar un entrenador que modificó conceptos tácticos y no te favorece y te termina relegando al banco y por ahí te toca sentarte 4 o 5 partidos o entrar 10 minutos. Y te pueden empezar a rondar los fantasmas negativos. Mientras tanto, nunca hay

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que abandonarse, porque ahí el que pierde es uno.

“Seguiré hasta que me dé cuenta de que estoy en inferioridad física. Yo disfruto, me preparo, me entreno para jugar los 90 minutos y trato de ser competitivo. Hay que entrenarse siempre para ganarse un lugar, crecer, mejorar, aprender, disfrutar” –¿Y en cuanto a lo físico? –A la mañana hay que aceitar las bisagras, no es lo mismo a los 25 años que a los 40. Hay que entrenarse siempre para ganarse un lugar, crecer, mejorar, aprender, disfrutar. A mí me resulta muy importante el entrenamiento a la tarde con un personal trainer: desde hace 10 años tomé la decisión de trabajar dos horas en contra turno. Profes y entrenadores amigos me aconsejaron eso cuando yo tenía 30 años. Lo adopté y fue un gran acierto. –¿Para qué te sirve? –Me aporta en la parte muscular, en la prevención de lesiones, protección de articulaciones, coordinación… –¿Te llevás al personal a cada país que vas? –Jorge Hernández es mi profe de cabecera, y cuando voy a un club lo pongo en contacto con el segundo o tercer profe del equipo para que intercambien información. Me gusta trabajar con los profes del equipo porque son los que conocen la metodología

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del profe principal y las cargas que maneja. Por supuesto que a ese segundo o tercer profe le pago de mi bolsillo. –¿Te cuesta mucho la recuperación el día posterior al partido? –El día posterior no, sí se complica a las 48 horas. A diferencia de lo que piensan muchos, el trotecito alrededor de la cancha ya no se usa el día posterior, sino que se trabaja la fuerza al 80% y eso ayuda a que el bombeo de la sangre a las piernas sea mayor y se acelere la recuperación. Por suerte, hoy existen muchas técnicas que te ayudan a recuperarte más rápido: crioterapia, contraste frío/calor, medias de descanso, que ayudan a que la circulación de la sangre sea más rápida, suplementos... Y la clave es no saltearme el entrenamiento extra para el fortalecimiento muscular, como te decía. La fuerza muscular es la que soporta las articulaciones y previene las lesiones.

“A diferencia de lo que piensan muchos, el trotecito alrededor de la cancha ya no se usa el día posterior, sino que se trabaja la fuerza al 80% y eso ayuda a que el bombeo de la sangre a las piernas sea mayor y se acelere la recuperación” –Hace unas semanas, Luis Suárez pidió que dejes paso a los jóvenes y declaró que le gustaría que lo dirijas… –Luis ya ha dicho varias veces que, si vuelve a Nacional, le gustaría que fuera conmigo de entrenador. Por un lado es fantástico

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que me tenga esa confianza; por otro, me genera una gran responsabilidad. Lo otro lo dijo en broma; somos muy amigos, por algo es el padrino de los gemelos.

Abreu y Suárez.

–Fuiste su compañero en Nacional apenas se iniciaba, ¿ya pintaba para ser un monstruo? –Desde sus primeros entrenamientos se notaba que venía con un hambre grande. Luis era atropellado, chocaba, gambeteaba, tiraba a los defensores, obviamente le faltaba pulirse en lo táctico. Hay una anécdota con Martín Lasarte, el entrenador de Nacional en aquel 2005, cuando lo subió a Primera. Estábamos con el Gurí Alvez, sentados en la tribunita de lo que era la cancha 1, hoy llamada Luis Artime, y cuando se acercaba Lucho le dije a Lasarte: “Martín, no se te ocurra poner a este guacho en algún partido porque en el momento en que lo pongas uno de nosotros dos no juega más”. Dicho y hecho. Al término de ese torneo me fui a Dorados, de México, donde fui compañero de Guardiola, y Luis empezó a jugar con Alvez arriba. Entró y no salió más, aunque rápidamente fue transferido a Holanda.

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“Luis (Suárez) ya ha dicho varias veces que, si vuelve a Nacional, le gustaría que fuera conmigo de entrenador” –¿Te pedía consejos? –De algún modo era una referencia para Luis por ser delantero. Enseguida se dio una muy linda química, yo lo llevaba a comer a casa. Luis tenía sus dificultades económicas, ahorraba para comprar los pasajes para ir a ver a Sofía a Barcelona en las vacaciones. Hemos festejado su cumpleaños en casa, incluso. Después de los entrenamientos nos quedábamos a definir o a hacer el jueguito de los 100 toques: enfrentados, teníamos que llegar a los 100 toques, todo de primera, pelota por el aire, sin que caiga y sin usar la cabeza. Le insistía a Luis con el remate de izquierda, también que eligiera un palo al definir, que le diera un pase a la red más que tratar de patear fuerte. Nos quedábamos a trabajar la técnica del cabezazo: buscar el palo opuesto del arquero. Luis siempre fue muy receptivo, además de terriblemente competitivo, y eso lo llevaba a fijar cada concepto que se le iba transmitiendo. –¿Por qué creés que se hizo tan amigo de Messi? Es difícil encontrar una relación tan fuerte entre dos figuras top, en todas las fotos se los ve juntos… –Creo que tiene que ver con la cultura, las tradiciones, los gustos, el asado, el mate, la forma de hablar, las bromas, todo eso que tenemos en común argentinos y uruguayos. Después, la posición en el campo, en la cual tienen mucha comunicación. El relacionamiento familiar, que eso también se

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ha hecho muy fuerte porque las mujeres son muy amigas. Luego, lo deportivo va de la mano con lo humano, ganan siempre, y se hacen inseparables. Se nota que uno disfruta con el otro y termina siendo buenísimo. No siempre tienen que ser amigos en un equipo, pero cuando vos tenés dos jugadores de este nivel que no compiten entre ellos, que tratan de sacar lo máximo y se preocupan a su vez de sacar lo máximo del equipo, se termina generando todo esto que estamos viendo.

“¿Por qué son tan amigos Messi y Suárez? Creo que tiene que ver con la cultura, las tradiciones, los gustos, el asado, el mate, la forma de hablar, las bromas, todo eso que tenemos en común argentinos y uruguayos” Asoma una nueva Copa del Mundo a la vuelta de la esquina y “el paisito” –tal como lo retrató la pluma genial de Mario Benedetti– de los 3 millones y medio de habitantes se olvida de todo para empujar a la distancia la pelota en Rusia. Para poner en contexto el penal que Abreu convirtió ante Ghana y depositó a Uruguay en la semifinal de Sudáfrica 2010, vale repasar que el bicampeón olímpico (1924-28) y bicampeón mundial (1930-50) había caído en el abismo en la era moderna: 5 ausencias a la Copa del Mundo (1978, 82, 94, 98 y 2006) y apenas dos arribos a los octavos de final (1986 y 1990).

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El penal picado contra Ghana.

La estrategia de por qué decidió “pinchar” el penal y el detalle de lo que fue sintiendo desde la noche previa, Abreu lo relata con precisión en las primeras 15 respuestas de las 100 que me dio para El Gráfico en 2013. La imagen de ese momento único con relato uruguayo, tampoco puede faltar.

VÍDEO GOL DEL LOCO ABREU EN EL MUNDIAL 2010 Ahora volvemos al diálogo en tiempo presente con The Tactical Room. –Me imagino que en la antesala de cada Mundial te preguntan por el penal, ¿no te aburre contar siempre lo mismo? –Me siguen preguntando en la calle, en un asado, en el vestuario, en una entrevista y la verdad que es espectacular. Fue el momento más sublime, emblemático y emocionante que me ha tocado vivir, por el hecho de que fue con la camiseta de mi país, en un Mundial y que sirvió para clasificar a una semifinal. No tiene precio que te recuerden por algo así…

“Decidí que era el momento de aceptar el consejo de un amigo. Si Picasso no repitió su mejor obra, yo tampoco, que quede el recuerdo, no lo quememos. Y empecé a buscar otras alternativas. A partir de entonces tuve otros penales pero ya no los piqué más” Pinché el primero, Cavalieri se quedó parado y la atajó fácil. A los dos minutos nos dieron otro penal: agarré la pelota y la volví a picar. Fue gol, empatamos 2-2 y luego ganamos 3-2, pero a partir de ahí y viendo la repetición y las repercusiones de esos dos minutos donde me acribillaron los periodistas y después se tuvieron que comer sus palabras, decidí que era el momento de aceptar el consejo de un amigo. Si Picasso no repitió su mejor obra, yo tampoco, que quede el recuerdo, no lo quememos. Y empecé a buscar otras alternativas. A partir de entonces tuve otros penales pero ya no los piqué más.

VÍDEO DEL PRIMER PENAL

VÍDEO DEL SEGUNDO PENAL

–¿Cuántos penales picaste después de ese contra Ghana?

–Se viene el Mundial, ¿ves a alguna Selección por encima del resto?

–Sólo dos al año siguiente, estando en Botafogo, en un clásico contra Fluminense.

–Alemania, España y Brasil están un escalón arriba, son las candidatas. Luego,

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hay otras competitivas. A Uruguay lo veo competitivo porque lo colectivo potencia a las individualidades. Lo viene demostrando desde hace varios años. Nunca vas a escuchar desde el lado uruguayo que somos candidatos. Por un tema de perfil bajo y pies sobre la tierra, pero con el poder defensivo que tenemos, el recambio que ha habido en el medio y sobre todo con el potencial maravilloso en ataque, podemos soñar en grande.

“Alemania, España y Brasil están un escalón arriba, son las candidatas. Nunca vas a escuchar desde el lado uruguayo que somos candidatos” –¿Quién fue el mejor entrenador que tuviste? -Juanma Lillo, porque supo unir la demanda que precisa un jugador: lo futbolístico, lo psicológico, lo físico, el manejo de grupo, lograr que disfrutes sus metodologías de entrenamiento y conseguir que en la cancha se vea reflejado lo que entrena el equipo. Uno aprende constantemente con Juanma. Y eso que me dirigieron excelentes entrenadores, como Tabárez, Simeone, Pellegrini, De León, Saporiti, Passarella, Russo... Con Juanma me levantaba a la mañana disfrutando de lo que me iba a enseñar. Lo tuve en Dorados y en Real Sociedad. Sigue siendo para mí una persona de consulta permanente.

Abreu y Guardiola, en Dorados de Sinaloa.

–¿Con Guardiola y Simeone mantenés contacto? –Les mando mensajes por whatsapp, pero trato de molestarlos poco, porque sé la vorágine en que viven. Con Luis (Suárez) es más frecuente. Lo bueno de la tecnología es que te acerca a mucha gente a la que tenés lejos; lo malo es que te aleja de la gente que tenés cerca.

“Con Juanma (Lillo) me levantaba a la mañana disfrutando de lo que me iba a enseñar”

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–¿Vas a ser entrenador cuando te retires? –Sí, lo tengo claro desde hace tiempo. Mi máxima aspiración es que mi mensaje llegue, que los entrenamientos sean didácticos, que el jugador aprenda. Para mí, el manejo del grupo es fundamental: que compren el mensaje y se aferren a un determinado camino. Soy impulsor de la democracia corinthiana. Es algo que implementó Sócrates en Brasil: cada uno tendrá libertad para concentrar el día anterior o llegar el día del partido. Detesto las concentraciones extensas: te guardan dos días antes y llegás bien descansado y bien comido, pero mal de la cabeza. En Sudamérica están muy arraigadas, lamentablemente.

Abreu celebra uno de sus goles con Santa Tecla en la final contra Alianza.

Aunque en este semestre no le fue bien con la camiseta de Audax Italiano, en sus estaciones recientes, el Loco demostró su vigencia: a fines de 2016 fue el héroe del Santa Tecla, un club chico de El Salvador, que se coronó campeón al vencer 3-2 en la final a Alianza –uno de los grandes– con dos goles suyos a los 78 y 92 minutos. En 2017 metió 6 goles en 8 partidos en Central Español de su país y 11 en 15 en Depor-

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tes Puerto Montt, de la Segunda de Chile. “Antes de ir a un país siempre miro si la infraestructura para entrenar es buena. Si es así, perfecto, para mí ese lugar pasa a ser Nueva York. Mi shopping es el predio de entrenamiento y la cancha donde juego. Nada más”, razona Washi, como le dicen algunos amigos cuando quieren hacerlo enojar. En su kit de viaje no puede faltar, obviamente, mate, termo y yerba uruguaya Canaria. “Si voy a un país alejado o donde cuesta conseguir, me llevo unos 10 kilos, si no, arranco con 3 o 4, y cuando viaja alguno, me trae”, explica. ¿Problemas en aeropuertos por ese producto que, a simple vista, podría pasar por marihuana o similar? “Por supuesto que tuve problemas, sobre todo en los países donde no conocen la tradición. Me han hecho abrir la maleta y los paquetes con una navaja. Por suerte, ahora Luis (Suárez) va con el mate por todos lados y eso ayuda a que se sepa en el mundo que es una tradición que tenemos. Es terrible, Lucho va con traje por los aeropuertos tomando mate con Messi, como si caminara por la 18 de Julio”, sonríe, haciendo alusión a la avenida emblemática de Montevideo. –¿No pensás, cada tanto, que en vez de jugar podrías estar acompañando a tus hijos a sus partidos? –Tengo clarísimo que he sido un gran egoísta, que por correr detrás de mis sueños he perdido momentos que nunca más voy a volver a vivir con mis hijos, y eso a veces me genera un poco de angustia, de tristeza, son cachetazos que se da uno mismo frente al espejo. Pero es la vida que nos ha tocado, y el hecho de que los chicos están apoyando al padre permanentemente es un aliciente, me da tranquilidad. Ellos lo viven con orgullo y me

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“Tengo clarísimo que he sido un gran egoísta, que por correr detrás de mis sueños he perdido momentos que nunca más voy a volver a vivir con mis hijos, y eso a veces me genera un poco de angustia, de tristeza, son cachetazos que se da uno mismo frente al espejo. Pero es la vida que nos ha tocado” –¿De qué juegan tus hijos?

La foto con los hijos se va repitiendo equipo tras equipo…

lo transmiten así. Si el mensaje de mi familia fuera: “Tenés que estar en la casa, venite”, eso me generaría una presión extra. En 2013, cuando volví a Nacional, mi mujer me dijo: “Seguimos apoyando, pero sentamos base en Montevideo”, por las escuelas y las amistades de los chicos. Viven allá y me vienen a visitar a cada lugar donde juegue para que conozcan y disfruten del lugar donde está el padre. Y siempre hacemos la foto oficial con mis cuatro hijos en el campo de juego. Valentina ya tiene 17 y me tira la bronca, dice que está grande para ser mascota...

–Diego tiene 14 años y es 9 de área; goleador, con muchas cosas parecidas a mí: movimientos, definiciones… Es medio rebelde, pero escucha. Uno de los pocos consejos que le di es que no salga del área, que dentro del área pasa todo, que ahí el defensor tiene menos agresividad por miedo a cometer penal y eso te da un segundo más para definir. Esas cosas se las puedo comentar con propiedad por jugar en la posición. Lo más importante de todo es que lo veo disfrutar. Ojo: no soy el padre pesado que está arriba y le corrige todo, para eso está el entrenador, trato de decirle cosas puntuales y apoyarlo como padre. Los gemelos, Franco y Facu, tienen 9 años: uno juega de 10 y otro de extremo por derecha, uno zurdo y otro derecho. Hay que esperar un poquito más para ver cómo siguen, lo lindo es que practiquen deporte y hagan amigos, después veremos. En los partidos, me voy a un rincón, calladito la boca siempre. Cuando termina, si me piden un comentario, se los doy; si no, no les digo nada. Ellos arrancan observados por el apellido, es inevitable, los evalúan desde la comparación, entonces trato de no

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generarles más cosas y soltarlos. –¿Llegarás a jugar con tu hijo Diego? –Sería un sueño, pero es bastante complejo, se tienen que dar muchas situaciones que no dependen de mí. Tiene 14 años… entonces prefiero ser precavido. Disfruto de lo que le está tocando, para mí es hacer un poco el viaje al pasado, porque juega en Defensor, el mismo club donde yo me inicié, está rodeado de compañeros que tuve allí, entonces sé que está bien arropado en la parte humana, que es lo más importante para mí. Después, deportivamente, si tiene condiciones empezará él a encontrar su camino, por sus propios méritos. Nunca, y eso lo tiene claro, voy a levantar un teléfono para beneficiarlo en algo, todo será cosecha de su esfuerzo, dedicación y perseverancia, sin transar el estudio, porque sea futbolis-

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ta o no, el estudio es un arma fundamental que no se deja. –¿Se arman picado entre ustedes? –En casa tenemos una canchita de sintético en el fondo, con un muro. Y ahí nos ponemos a patear para mejorar el pase con cara interna de ambas piernas, el cabezazo, los controles, todo... Me quedo con ellos, dale que dale contra el muro, para ayudarlos más que nada. Washington Sebastián Abreu. El Cuerdo Abreu. De Loco no tiene nada. Diego Borinsky. @diegoborinsky

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CONSTRUIR: LA CLAVE DEL MUNDIAL Rosa Coba

Con la balalaica afinada y las matrioshkas observando impertérritas las muchas e intensas emociones prestas a cobrar forma, arranca el Mundial de fútbol 2018. Rusia pone el césped. Todo lo demás parece estar al alcance y es que si algo destaca a nivel emocional en un Mundial es ese peculiar estado de conexión. Pocas cosas dan tanto sentido de pertenencia común. Y escasas son también las capaces de generar fuerza unánime en torno a un interés común, con puntos de partida tan dispares como lo hace esta Copa. No porque tenga este efecto en la mayoría de personas, sino porque lo tiene en la mayoría que lo siguen, que son muchos. Como fenómeno sociológico es un pozo con un fondo más que interesante.

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n relación a la esfera psicológica no lo es menos y en esta ocasión vamos a centrarnos en las características “especiales” que un Mundial tiene para los que compiten.

CONSTRUIR, EL PRIMER CONCEPTO Propongo al lector, para empezar, una reflexión sobre la que volveremos en varias ocasiones. Cualquier competición, a nivel psicológico, debe ser sinónimo de “construcción” y no puedo en este contexto dejar de mencionar al doctor en física y excelente divulgador que cambió el paradigma de los museos científicos –entre otras cosas–, el barcelonés Jorge Wagensberg, que en una de sus magníficas exposiciones hablaba así de este concepto: “Construir es ir de cualquier parte a una parte muy especial, y para ello hay que invertir tiempo, talento y esfuerzo. Destruir es ir de una parte muy especial a cualquier otra parte, y para ello no se requiere absolutamente nada”. Con ese telón de fondo, el primer paso es considerar que se ha de introducir un concepto que va más allá de lo obvio y que toda selección debe tener muy claro a nivel psicológico: se debe construir. Puede parecer que el factor tiempo es el gran hándicap en este sentido y, ciertamente, no tiene nada que ver la gestión y el trabajo de este formato al trabajo que se puede hacer en un club en el día a día de una temporada, pero ni siquiera me atrevería a afirmar que lo segundo sea “mejor” que lo primero. Simplemente es muy diferente. No es comparable. Como tampoco lo son las dinámicas de grupo y ciertos parámetros del liderazgo, pero eso significa –insisto– nada más y nada menos que un modo diferente de enfocar los objetivos.

SER SELECCIONADO ES UN REGALO PARA EL CEREBRO Para los jugadores seleccionados, acudir a un Mundial, desde la perspectiva del desarrollo psicológico en su profesión, es una oportunidad de oro ya que todas esas diferencias (y muchas más) a las que hacía referencia en el párrafo anterior suponen un reto especial, pues implica salir necesariamente de la zona de confort y exponerse a estímulos y aprendizajes diferentes. Sabemos que el cerebro necesita la novedad para

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“CONSTRUIR ES IR DE CUALQUIER PARTE A UNA PARTE MUY ESPECIAL, Y PARA ELLO HAY QUE INVERTIR TIEMPO, TALENTO Y ESFUERZO. DESTRUIR ES IR DE UNA PARTE MUY ESPECIAL A CUALQUIER OTRA PARTE, Y PARA ELLO NO SE REQUIERE ABSOLUTAMENTE NADA” (JORGE WAGENSBERG)

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aprender y sabemos que necesita retos. Creo que estas dos cualidades se pueden encontrar con aires renovados al acudir como seleccionado a una Copa del Mundo. Si nuestro cerebro hablara, sin lugar a dudas daría las gracias al seleccionador por semejante oportunidad. Nos detendremos ampliamente sobre ello más adelante. Aún así, esto no es suficiente ya que no podemos olvidar que debemos construir. De lo contrario es muy fácil caer en el error de no pensar que se debe hacer nada especial por creer que lo especial nos pertenece y eso es un estandarte sinónimo de garantía de victoria. Y claro, no sólo es un riesgo muy alto por el falso y obnubilante poder que brinda la cortina de humo que en demasiadas ocasiones rodea a ciertas dinámicas del fútbol, sino por el efecto multiplicador que un Mundial genera en cuanto a las expectativas. Recordemos que la cortina está, pero que se puede renunciar a ella.

MODELO DE JUEGO PARA COHESIONAR El modelo de juego, por lo tanto, una vez más es la herramienta psicológica más potente de la que se debe partir ante el verbo construir y más que nunca debe suponer una guía sobre la que el grupo se debe cohesionar. La simbiosis jugadores-modelo es una de las claves esenciales y la inteligencia del cuerpo técnico a la hora de elegir con coherencia resulta fundamental. Si sabemos quiénes somos en base a lo que podemos y queremos, tendremos un gran paso dado a la hora de construir. Creo que no hay mejor ejemplo que ilustre esto que lo ocurrido en el Mundial de Sudáfrica en relación a la selección española. Quizás el lector pueda encontrar ejemplos “sonados” en el sentido contrario, porque en la construcción está la clave, no en el nombre, ni en la historia, ni en nada más. Todas esas cosas juegan un papel que no es objeto de este trabajo, interesantes para muchos, seguramente, pero… difícilmente marcarán la diferencia sin un trabajo riguroso en torno a la construcción, ya que no olvidemos las sabias palabras de Wagensberg: “Destruir es ir de una parte muy especial a cualquier otra parte, y para ello no se requiere absolutamente nada”. Un equipo, me atrevería a decir, “siempre” es más que la suma de sus componentes y esto también atañe a la construcción de un equipo en una selección. Nadie creo que dude

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EL PRIMER PASO ES CONSIDERAR QUE SE HA DE INTRODUCIR UN CONCEPTO QUE VA MÁS ALLÁ DE LO OBVIO Y QUE TODA SELECCIÓN DEBE TENER MUY CLARO A NIVEL PSICOLÓGICO: SE DEBE CONSTRUIR

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de los excelentes jugadores que componen cada una de las selecciones participantes, pero se necesita más. Eso sólo no es suficiente: la suma de buenos jugadores no es un equipo. Se necesita la esencia que dará soporte y sentido al trabajo colectivo. Ya sabemos que en una competición de corto recorrido, las individualidades tienen un papel que no es que sea más o menos importante, es un factor más que a veces marca diferencias, pero hay más. Y en ese más, generar un sentido a la inteligencia colectiva es la misión del cuerpo técnico ya que es la forma más acertada de llenar de realidad el concepto “construcción”. No por ser “muy buenos” en sus equipos necesariamente van a poder contribuir con excelencia en su trabajo en la selección porque a-f-o-r-t-u-n-a-d-a-m-e-n-t-e esto de jugar a fútbol sigue siendo la expresión colectiva de una actividad. Los lectores habituales de esta sección (“Mentes Deportivas”) saben de mi querencia por incidir en el arte de preguntar. Entenderán que no pueda pasar por alto otra de las geniales frases de Wagensberg: “Cambiar de respuesta es evolución. Cambiar de pregunta es revolución”. Quizás en esta frase podamos encontrar claves interesantes para ser coherentes al cuestionarnos si queremos pasar por el Mundial o queremos que el Mundial pase por nosotros. Parece un juego de palabras, pero con ello no quiero trasmitir lo que a nivel psicológico debe ser una oportunidad como esta.

EL RESETEO DEL CEREBRO EN UN MUNDIAL Y cómo no, llegamos al punto del que todo parte y al que todo llega. ¿Creían que no iba a formar parte del once inicial? Por supuestísimo que el cerebro ha de decir mucho, también en Rusia 2018. Sabemos que practicar esta actividad, la de jugar al fútbol, requiere de un equilibro entre las diferentes áreas cerebrales y todas son imprescindibles. El estado emocional y la personalidad sabemos que no sólo están, sino que son esenciales en ese equilibrio necesario. Ni más ni menos, somos así los humanos. Si a esta maquinaria la ponemos a trabajar en un contexto como un Mundial, roza lo pecaminoso no exprimirlo ya que se dan absolutamente todas las circunstancias favorables para que se puedan hacer cosas maravillosas.

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LA SIMBIOSIS JUGADORES-MODELO ES UNA DE LAS CLAVES ESENCIALES Y LA INTELIGENCIA DEL CUERPO TÉCNICO A LA HORA DE ELEGIR CON COHERENCIA RESULTA FUNDAMENTAL. SI SABEMOS QUIÉNES SOMOS EN BASE A LO QUE PODEMOS Y QUEREMOS, TENDREMOS UN GRAN PASO DADO A LA HORA DE CONSTRUIR

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La primera de ellas es la oportunidad de “recolocar” el cerebro. Sabemos que un futbolista tiene las neuronas de sus lóbulos frontales muy acostumbradas a organizarse favorablemente para poder ejecutar de forma acertada/eficaz las secuencias y movimientos que el juego le demanda, enviando para ello las órdenes pertinentes a los músculos gracias también al funcionamiento de la conexión entre la corteza motora (que es la que envía la información) y la información que a su vez ésta recibe de otras partes del cerebro albergadas en los lóbulos parietales, occipitales y temporales, sin olvidarnos del cerebelo, esencial para poder ejecutar movimientos con precisión. Como decía, el resto del cerebro es vital, el conjunto es imprescindible; por partes no sólo no funcionamos con normalidad, sino que sería del todo imposible poder llevar a cabo una tarea como ésta, dado que la expresión motora requiere de la información visual, auditiva, propioceptiva, interoceptiva, la posición de los que nos rodean y, por supuesto, influye el input del cuerpo técnico, de las gradas… En este punto, la corteza motora y prefrontal (las grandes aliadas del futbolista) estarán en perfecta conexión para ejecutar, ya que la primera enviará respuestas motoras que para que sean eficaces han de recibir información igualmente útil de la parte prefrontal, que ni más ni menos es la que dirige el pensamiento, la toma de decisiones, nos permite hacer previsiones y, por tanto, planificar y (aunque en algunos casos y en base a la evidencia quizás “algo” atrofiados) también nos permite resolver conflictos. Todo eso y más ocurre en el cerebro de un futbolista cuando desempeña su trabajo. Pero la magia no acaba aquí. Es probable que muchos de ustedes estén echando en falta lo que me gusta llamar “el inconsciente bien entrenado”, ya que obviamente el jugador no dispone de “tiempo” para pensar de un modo consciente y elegir en el término clásico de la expresión. Pero como el cerebro tiene respuesta (que no explicación) para casi todo, también está diseñado para lo que a veces puede parecer el misterio del inconsciente, que científicamente no es tal ya que cuando un hábito está suficientemente ejercitado y controlado, es decir, cuando un hábito nos resulta funcional como sinónimo de resolutivo, la corteza cerebral no se hace tan fundamental en el ejercicio de la práctica y pasan a ser protagonistas otras partes del cerebro más recónditas: los ganglios basales, que son los responsables de las conductas reflejas automáticas.

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SABEMOS QUE UN FUTBOLISTA TIENE LAS NEURONAS DE SUS LÓBULOS FRONTALES MUY ACOSTUMBRADAS A ORGANIZARSE FAVORABLEMENTE PARA PODER EJECUTAR DE FORMA ACERTADA/EFICAZ LAS SECUENCIAS Y MOVIMIENTOS QUE EL JUEGO LE DEMANDA

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Con todo este entramado en marcha, que además no depende de nada ni de nadie sino que así funcionamos todos y cada uno de nosotros al practicar este ejercicio, podemos marcar diferencias positivas teniendo en cuenta que los estímulos “diferentes” pueden ser la clave en el rendimiento y éstos en parte ya los tenemos garantizados dado el formato de competición y la naturaleza de lo que implica seleccionar. De ahí la importancia de que el jugador tenga más que claro lo que se espera de él desde el sentido último de su papel, que es darle funcionalidad al equipo. Esto debe generar expectativas, alerta y un nivel adecuado de activación: el aroma esencial que todo cerebro debe percibir. Ni mucho ni poco. Como el buen perfume.

COMUNICACIÓN EFICAZ EN LOS RECORRIDOS CORTOS No podemos olvidar en esa lista de imprescindibles la comunicación, que debería estar siempre en un lugar preferente en torno al cuerpo técnico. Si la primera piedra la tenemos puesta y trabajamos esta variable, podemos aumentar mucho las posibilidades de sentir que se está realizando un trabajo exitoso. Y sentir que se hace y no sólo que se puede hacer, ¿acaso no es sinónimo de construir? Desde luego, a mí me lo parece. De hecho, creo que es una excelente forma de hacer cosas especiales porque los escudos, la historia, los nombres y las pasiones no son absolutamente nada sin un contexto que les dé sentido práctico. De la comunicación nos ocupamos en el nº 37 de The Tactical Room [Ver: “El estilo de comunicación del entrenador”], donde definíamos la comunicación eficaz como aquella que nos multiplica emocionalmente y nos genera latidos con eco y pasos con huella. El eco y la huella en un Mundial están amplificados por razones más que obvias y no se trata tanto de estar permeables “de más”, sino de generar dinámicas que sin ser pretendidas como barreras sí deben marcar una diferencia y ser percibidas por el equipo. El estilo de comunicación nos debe hacer reconocibles, nos ordena para podernos sentir más seguros ante el reto de ejercer la libertad que nos da el ejercicio de nuestra inteligencia: soy lo que soy porque siento que puedo decidir con lo que tengo y lo que preveo. Esto da sentido a un concepto que no podemos dejar de tener en cuenta: la transversalidad de la comunicación. Siempre es algo fundamental y en una competi-

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ción con estas particularidades cobra un sentido muy especial. Recordemos que comunicar no es sinónimo de hablar y recordemos también la importancia de otras formas de comunicar, compatibles ambas, por supuesto.

BIENVENIDAS NOVEDADES ¿Y qué hacemos con la necesidad del cerebro de “novedades” en un Mundial? Pues se me ocurre que, para empezar, tenderle la alfombra roja puesto que es sin duda alguna el factor ”estrella” interviniente en esta prodigiosa oportunidad como resulta ser una Copa del Mundo: la construcción de un equipo en torno a la novedad que en sí misma presentan los intervinientes, entendida como estímulos nuevos, experiencias nuevas y formas de relación distintas. Y es por ello que pienso en el valor tan alto y distorsionado en el que ponemos la palabra “innovar” en un mundo en que precisamente parece estar todo inventado. Y por eso me parece un tanto injusto y masoquista este reto. Sin embargo, en esta contradicción encuentro un sentido, mejor dicho “el sentido” que para mí como espectadora posee esta contienda. Y parafraseando por tercera vez a Wagensberg, les ejemplifico a lo que me quiero referir. “La innovación requiere tres cosas: tener una idea buena, darse cuenta de que lo es y convencer de ello a los demás… y casi nunca es una misma persona la que logra las tres”. ¿Entienden a lo que me refiero? Un equipo debe conocer que son generadores espectaculares de innovación porque son capaces de generar cambios y lo más importante: pueden dirigirlos, analizarlos, modificarlos y mejorarlos. Deben hacerlo y pueden hacerlo con las herramientas necesarias que den el contexto y el sentido a las emociones que están prestas a ser coloreadas, cantadas y a invadir nuestras neuronas espejo, esas que son la expresión última de la empatía. Los Hunos con sus particulares Atilas, aclarando gargantas ante los micrófonos y cargando baterías ante los teclados. Esperemos que pocas cosas más sean previsibles y que podamos observar y vibrar ante la posibilidad de “ir de cualquier parte a una muy especial”. Rosa Coba. -Psicológa@RosaCoba

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LOS ESCUDOS, LA HISTORIA, LOS NOMBRES Y LAS PASIONES NO SON ABSOLUTAMENTE NADA SIN UN CONTEXTO QUE LES DÉ SENTIDO PRÁCTICO. UN EQUIPO DEBE CONOCER QUE SON GENERADORES ESPECTACULARES DE INNOVACIÓN

Maradona y Di Stéfano, conversando.

Santiago Parra

CONFUNDIMOS LOS MEDIOS CON LOS FINES Últimamente, observamos cierta confusión en la utilización de algunos conceptos futbolísticos por parte de los entrenadores actuales. Esa interpretación errónea es, más que por desconocimiento, por olvido de alguna de las leyes inherentes al propio juego del fútbol. En nuestro afán por tratar de controlar lo incontrolable caemos, a menudo, en algunas trampas. ¿A qué nos referimos, concretamente? Pues a que, en muchas ocasiones, confundimos los principios generales del juego (los fines) con los medios para intentar lograrlos. Trataremos de explicarlo.

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or una parte, como cita Castelo (1999), la finalidad del juego parece ser lograr la victoria (algunos apuntarán que a veces no, ya que algunos condicionantes, como la estructura de la competición u otros, pueden inducir a que sea suficiente con empatar o no perder por más de un determinado número de goles). Para lograr la victoria, “la formación y organización de un equipo de fútbol pasa inevitablemente por el siguiente objetivo: marcar goles en la portería contraria y evitarlos en la propia…”. Por ello, “todos los esfuerzos individuales y colectivos se dirigen a la consecución de esta finalidad intrínseca del juego”. Todo esto parece evidente y creo que será mayoritariamente compartido. El fútbol, a pesar de su imprevisibilidad, está sometido a la producción repetida de multitud de situaciones que, aunque son siempre distintas, se rigen por un denominador común que hace que podamos organizarlas, para una mejor comprensión de la lógica interna del juego, en lo que se suelen denominar Principios Generales del Juego (Lagar, 2013). Según menciona J.M. Lillo, estos principios podrían quedar establecidos así a modo de síntesis (sin olvidar que determinados principios ofensivos comienzan a darse ya en el momento defensivo y viceversa, fruto de la indivisibilidad propia del juego y su carácter continuo): Ofensivos: a.- Finalización b.- Progresión c.- Conservación Defensivos: a.- Recuperación del balón b.- Obstaculización de la progresión del rival c.- Defensa de la portería

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El problema viene cuando mezclamos los medios (o instrumentos) con los fines (u objetivos), adquiriendo aquellos la (falsa) categoría de principios Estos principios no son ni más ni menos que los objetivos que se establecen para conseguir la finalidad que antes mencionamos: hacer goles y que no te los hagan. El problema viene cuando mezclamos los medios (o instrumentos) con los fines (u objetivos), adquiriendo aquellos la (falsa) categoría de principios. Generalmente, esto nos llevará a que pretendamos condicionar el juego (y nuestras tareas de entrenamiento) de manera que suceda lo que nosotros queremos y solo lo que nosotros queremos, obviando así que lo más importante de este “invento” es el jugador, que también es un ser pensante (si nosotros le dejamos) que debe tomar las decisiones y resolver problemas según las situaciones y las circunstancias que se dan en cada momento.

RECUPERACIÓN TRAS PÉRDIDA Profundizo un poco más. Un concepto que ha invadido el lenguaje futbolístico de un tiempo a esta parte es el de la Presión Tras Pérdida (PTP para los iniciados). En algún campo de fútbol (base) y en otros ámbitos he podido escuchar frases como “la presión tras pérdida es innegociable”. Es decir, hemos convertido este concepto en un fin en sí mismo, en un principio. Y lo cierto es que no es más que un medio (entre varios) para intentar la materialización o consecución de un principio defensivo que no es otro que el de la recuperación del balón o, no consegui-

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do esto, la obstaculización de la progresión del rival hacia nuestra portería (estos sí son principios del juego).

Presión del Barcelona tras pérdida de un balón.

Puede que, en función de cómo haya sido el ataque anterior a dicha pérdida, la utilización de ese medio (PTP) para la recuperación del balón o la obstaculización del avance del rival no sea lo más adecuado. Quizás, si en el ataque precedente no hubo un número determinado de pases que nos permitieran agrupar suficientes efectivos en la zona donde posteriormente perdemos la pelota, sea más procedente efectuar un “Repliegue Tras (esa) Pérdida” (RPT), que obstaculice la progresión del rival y proteja mejor nuestra portería. Muchas veces, al inculcar la PTP como respuesta automática a nuestros jugadores, les obligamos a desproteger espacios vitales que facilitan la progresión fácil del rival hacia nuestra portería ante la ausencia de éxito en esa presión.

Muchas veces, al inculcar la PTP como respuesta automática a nuestros jugadores, les obligamos a desproteger espacios vitales que facilitan la progresión fácil del rival hacia nuestra portería

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El objetivo no siempre ha de ser la recuperación inmediata del balón, sino que puede que sea simplemente que ese momento caótico que se produce tras la pérdida sea lo más corto posible y que el comportamiento que adoptemos nos lleve lo antes posible a la organización defensiva pretendida. Nuestra elección vendría determinada por una serie de factores como la zona en la que perdemos el balón, las ventajas/desventajas numéricas, posicionales o cualitativas en esa zona, los factores contextuales como el minuto, el resultado, el nivel de fatiga, y así hasta un largo etcétera de condicionantes. El abuso de algunas tareas de entrenamiento carentes de contextos adecuados, donde por ejemplo no existe orientación del juego y no se distinguen los espacios que se atacan y los que deben protegerse, no informan adecuadamente al jugador sobre estos aspectos y no contribuyen a la posibilidad de elección del medio adecuado para conseguir el fin último de la recuperación del balón, ya que la respuesta tras la pérdida solo puede ser una: presión tras pérdida, sí o sí.

LA PROGRESIÓN Algo parecido sucede con la circulación del balón. Todos los fines de semana, y prácticamente en cualquier categoría, podemos ver equipos en los que el balón trata de circular de lado a lado (muchas veces entre los centrales) pero sin capacidad para progresar. Y no nos referimos al mantenimiento de la “posesión” (si es que la posesión del balón existe más allá de cuando lo tiene el portero en sus manos) por cuestiones de resultado, de recuperación física, de “defenderte” con la pelota, etc. Nos referimos a esa concatenación de pases que no gene-

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ran nada (“no toques si no buscas generar nada”, decía Lillo) y que muchas veces terminan con una pérdida del balón en tu zona de inicio que desemboca en situaciones de excesivo riesgo en tu contra. Todo esto puede que suceda porque “hemos olvidado” que el principio del juego cuando se está en disposición del balón es la progresión. Es decir, el objetivo, por muy obvio que parezca, es tratar de llegar a la portería contraria y finalizar si es posible (y si es en gol, mucho mejor).

Decía Guardiola que, como jugadores, lo primero que les pedía Cruyff era “mirar lejos”. Lo corrobora Lillo: “No tocar lateralmente si no provocas nada…”.

Marc Bartra rompe líneas rivales conduciendo el balón.

LA MOVILIDAD

Es cierto que, como también menciona Lillo, para ser profundos primero hay que ser amplios y que antes que un pase inseguro hacia delante es mejor uno seguro para atrás. Pero en multitud de ocasiones se observan jugadores que tienen espacio para salir en conducción y franquear las primeras líneas de presión del rival, o que pueden atravesarlas con un pase profundo en ventaja para el compañero, o que pueden generar una situación de tercer hombre para avanzar con ventaja hacia la portería rival, y no lo hacen o no lo ven. Y esto puede que suceda porque al confundir el instrumento o medio (circulación del balón) con el fin o principio (progresión), estamos acostumbrando a nuestros jugadores a mirar únicamente a los cercanos y llegará un momento en que nadie mire lejos.

Estamos acostumbrando a nuestros jugadores a mirar únicamente a los cercanos y llegará un momento en que nadie mire lejos En nuestros entrenamientos, el uso excesivo de posesiones (conservaciones) en espacios reducidos sin más objetivos que el simple mantenimiento del balón y/o la mejora de la dimensión condicional, en las que el objetivo principal no es otro que juntar un número determinado de pases, puede que sea nuestra “contribución” a este problema. Es importante que el balón “circule”, sin duda, pero si es posible, mejor que lo haga hacia delante.

Otro concepto más que, como citábamos en el inicio, estamos categorizando como principio cuando solo es un medio o instrumento para poder cumplir otros objetivos de este juego es el de la movilidad. Más concretamente, la movilidad mal entendida, aquella que pone el foco en el aspecto cuantitativo en vez de en lo cualitativo.

Stan Libuda (Borussia Dortmund), a punto de marcar el gol del triunfo ante el Liverpool en la prórroga de la final de la Recopa de Europa (1966).

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Casi nadie enseña que, en este juego, muchas veces es mejor no moverse y esperar sabiendo identificar cuándo eres “benefactor o beneficiario” en la jugada, como dice Óscar Cano. O que la movilidad debe responder más a criterios de oportunidad que de capacidad. En el fútbol, como mencionara Cruyff, no se trata de correr mucho, sino de correr bien: “Debes estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado, ni demasiado pronto ni demasiado tarde”. En muchas ocasiones, inducimos a nuestros jugadores a que estén en constante movimiento, se lo demandamos directamente (la mayoría de las veces) y también subliminalmente en nuestras tareas, especialmente con el abuso de los juegos reducidos en el que no hay posibilidades de respetar los espacios de intervención propios y de los compañeros, o no existen espacios donde poder “llegar” debido a la alta densidad de jugadores, o desaparecen los espacios intermedios donde poder esperar el momento adecuado de intervención por esas mismas circunstancias. Más que pensar en moverse, el jugador debe moverse pensando. O saber interpretar cuándo es mejor no hacerlo. Y eso lo estamos pasando por alto.

En el fútbol, como mencionara Cruyff, no se trata de correr mucho, sino de correr bien

ENTRENAMIENTOS REALES Fruto de esta confusión entre los fines y los medios, y de nuestro afán de intervención sobre el juego, “fabricamos” tareas y entrenamientos que, lejos de acercarnos al contexto real del juego, nos alejan cada vez más del mismo. A veces creamos (y/o creemos

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en) un fútbol-ficción donde lo único “real” termina siendo el balón. A pesar de que las metodologías que se están imponiendo en el entrenamiento del fútbol abogan por lo “integrado” (como si alguna vez algo en el juego hubiera estado segregado), el mero hecho de “entrenar con balón” no asegura que se esté jugando al fútbol. Ese exceso de intervencionismo y de querer que suceda solo lo que nosotros queremos que ocurra está alejando el juego de la realidad, de una realidad que a duras penas puede emerger entre el exceso de normas y condicionantes de muchas tareas (algunas en clara confrontación con los principios generales del juego), ante la ausencia de otras que son vitales y la tergiversación de los espacios, frente a la omnipresencia de la dimensión condicional como elemento director del entrenamiento y/o la búsqueda continua de la falaz intensidad.

El mero hecho de “entrenar con balón” no asegura que se esté jugando al fútbol Queremos que el jugador aprenda, sí; pero que lo haga a través de nosotros, de nuestras evidencias, sin ser conscientes de que al final el juego terminará ganándonos la mano (afortunadamente). Mientras tanto, para no perder nuestro papel de protagonistas en la función, seguiremos gastando nuestras energías en tratar de controlar lo incontrolable, en seguir intentando ponerle diques al mar o puertas al campo. Santiago Parra. -Técnico Deportivo@Santipdf

Ismael Ledesma entrevista a

PACO LÓPEZ

Paco López, entrenador del Levante UD (Foto: Jorge Ramírez). 

Nunca me cansaré de reivindicar al entrenador de Segunda B y Tercera

A mis jugadores quise trasladarles que fueran valientes, que disfrutaran jugando y tuvieran confianza en lo que hacían. Lo reforzábamos en cada tarea, en cada sesión

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l 13 de mayo de 2018 pasará a la historia del Levante UD. El equipo de Paco López vencía por 5-4 al FC Barcelona (único conjunto que lo ha conseguido en esta Liga) en un partido de leyenda. Al término del encuentro, los jugadores se disponen a dar una vuelta al estadio para celebrar la temporada con la afición. Paco López pide a su cuerpo técnico que les acompañe, pero él se aparta. Pedro López, el veterano capitán, lo ve, le introduce dentro del campo y los jugadores lo mantean. Tras vivir su etapa más dorada, jugando seis años consecutivos en Primera División, el conjunto presidido por Quico Catalán descendió hace dos temporadas. El año pasado, con Juan Ramón López Muñiz, ascendió con jerarquía, arrasando en la categoría de plata. Pero este curso, en la jornada 27 los azulgranas habían sumado 21 puntos, a uno solo del descenso. Llegó entonces el momento de un técnico valenciano (Silla, 1967), que jugó en el club durante la temporada 1994/1995, y que había regresado el pasado verano para hacerse cargo del filial, el Atlético Levante, en el Grupo VI de la Tercera División, líder en aquel momento de la categoría.

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En once partidos con el primer equipo, Paco López ha ganado ocho, ha empatado uno y ha perdido dos, sumando 25 puntos, el mejor equipo de todo el fútbol español durante este período. La del FC Barcelona no ha sido su primera gran noche en la Liga. Tras ganar en San Mamés por 1-3 (dos goles de Bardhi de falta, y Morales) recibió más de mil mensajes de felicitación. Respondió a todos, haciendo poco caso a las recomendaciones médicas. Paco López acumula en su carrera más de 300 partidos como entrenador, ninguno en la élite hasta marzo de este año. Acaba de renovar por una temporada con opción a otra más. El anuncio de su continuidad le cogió en el tren de cercanías que une Silla, su localidad y donde reside, con València. –Ha jugado en equipos como el Torrent, Extremadura, Levante UD, CD Castellón, Real Murcia o Benidorm. ¿Qué recuerdo guarda de su etapa como jugador? –El balance fue muy positivo. Es verdad que yo me he movido en Segunda División y Segunda B, en equipos humildes, pero a la vez algunos de ellos eran clubes históricos que en esos momentos tenían muchas urgencias, y todo ello me permitió extraer experiencias que ahora me sirven en el día a día. –¿Qué ha podido trasladar?

Paco López, manteado por sus jugadores tras vencer al Barcelona (Foto: Adolfo Benetó).

–Determinados valores, saber que las cosas cuestan mucho, pero que es el único camino para alcanzar los éxitos deportivos, y sobre todo vivir situaciones que realmente te ayudan a disfrutar lo que tienes, la profesión de futbolista, aunque no sea en la élite. –De todas las frases que ha dicho en esta corta pero intensa etapa, me que-

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do con una que repetía con insistencia: la confianza no debe llegar tras ganar partidos, es necesario tenerla para poder sumar puntos. El equipo ha sumado más puntos en los últimos once partidos (25) que en los anteriores veintisiete (21). –Estamos acostumbrados a escuchar al jugador y, en general, en el mundo del fútbol hablar de que se necesita que acompañen los resultados para tener esa confianza. Es evidente que ayuda, pero el problema está cuando, en nuestro caso, nos hacemos cargo del equipo en la jornada 28, con una dinámica muy negativa, y tenemos que empezar a sumar ya. Por eso es básico generar la confianza que no te están dando los resultados, para estar más cerca de que realmente lleguen esos resultados. Yo creo que debería trabajarse al revés, vamos a generar en el futbolista esas situaciones para que llegue al partido con seguridad.

“La confianza no debe llegar tras ganar partidos, tenemos que generarla para alcanzar esos resultados positivos” –¿Qué conclusiones extraía del equipo cuando lo veía desde fuera? Eran quince jornadas consecutivas sin ganar… –Yo pongo mucho el foco en el jugador, en el individuo, quiero conocerle. También venía de un filial, donde creo que los jugadores necesitan una orientación. Por supuesto que todo está unido: lo táctico, lo físico, lo emocional… no se puede separar, pero sí consideraba que había jugadores que debían soltarse un poco más, tener el objetivo de llegar más veces y en mejores

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situaciones al área contraria. Evidentemente necesitábamos esa efectividad que no estábamos teniendo, porque éramos conscientes de que en la transición ataque-defensa podíamos sufrir algo más, ya que estábamos dejando más espacios a los rivales. Pero en la situación en la que nos encontrábamos yo entendía que debíamos ser valientes y asumir ese riesgo para poder ganar partidos.

Paco López, durante la entrevista (Foto: Jorge Ramírez).

–Usted llega a un vestuario que está hundido anímicamente, que viene de perder casi en el descuento en Mendizorroza, y al que el Espanyol le empata en el minuto 92 en casa. ¿Tiene claro qué mensaje quiere dar y cómo? –La verdad es que lo tenía muy claro. Lo hice con naturalidad, pero sabiendo adónde llegar y qué quería conseguir: generar confianza en el grupo. Y a mí me dio la sensación, cuando salí de ese vestuario, que el mensaje había calado. También es verdad que yo vi desde el principio a los jugadores muy receptivos. Recordarás que hablé mucho de la liga de cuatro equipos…

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“Mi primer objetivo era cambiar el discurso y hacerlo mediante mensajes positivos. No peleábamos por salvarnos, sino por ganar un campeonato de cuatro equipos” –Insistió desde el inicio que el Levante UD no tenía que pelear por no bajar, sino por ganar una liga de cuatro en la que estaban los granota, Deportivo, Las Palmas y Málaga. Aunque al final no lo cumplió, porque acabó 17 puntos por encima del descenso y superaron también a Leganés y Athletic de Bilbao… – [Risas] Pero al final el objetivo era ese, cambiar el discurso y hacerlo reforzando el mensaje positivo. No queremos salvarnos, queremos ganar, queremos ser campeones de una liga en la que hay otros tres grandes equipos, pero que no son mejores que nosotros. –Las palabras que más repitió en su primera charla fueron valentía, confianza y disfrutar. –Y en las sucesivas. No era una simple cuestión de palabras sino de hechos, de trasladarlo a las tareas de entrenamiento y la preparación de los partidos. Si el jugador ve que es solo un mensaje no te cree, queríamos trasladarlo al trabajo diario.

Paco López ha sumado 25 puntos de 33 posibles (Foto: EFE).

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–El mensaje se podría sintetizar en: “Vamos a cambiar sufrir por disfrutar”. ¿Pero cómo se consigue? Sé que por ejemplo introdujo en las paredes del vestuario mensajes positivos… –Que se demuestre en el día a día, en todo lo que hacemos. En lo que entrenamos, en cómo nos comportamos dentro y fuera del campo, en las interacciones… no me cansaré de decirlo: se puede disfrutar jugando al fútbol desde el máximo esfuerzo. Es más, creo que debe ser así. Si estás abierto a darlo todo tienes lo primero ganado; a partir de ahí, disfruta de tu profesión. Por eso en cada sesión de entrenamiento tratábamos de que el jugador disfrutara de cada ejercicio, que se relacionara con el compañero, pero sabiendo que para ello debía estar concentrado y esforzarse al máximo. Sabíamos que si conseguíamos esto en los entrenamientos podríamos hacerlo en los partidos.

“Teníamos poco tiempo, por eso he incidido más en el futbolista, en la persona” –La importancia de lo anímico. Dijo Morales en “El Desmarque” que supo “tocar el corazoncito del vestuario”. Usted ha pasado por momentos difíciles en lo personal, y jugadores como él se han sentido identificados. ¿Esperaba que le creyeran tanto desde el inicio? –Tampoco me lo planteé así. Yo tenía que sacar rendimiento a una plantilla que consideraba que podía dar mucho más de lo que lo estaba haciendo. Si de algo puedo presumir, en términos generales, es que en todos los vestuarios que he dirigido ha habido

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unión, creo que he sabido llevar bien a los grupos. Y tenía confianza de que aquí iba a poder generarlo, sabiendo que era necesario para sumar puntos. –Decía antes que ha puesto mucho el foco en el jugador, en qué espera de cada uno. Hablando de José Luis Morales, la mayoría de sus anteriores entrenadores, si lo sacaban de la posición de extremo, era para retrasarlo al lateral. Con él hizo todo lo contrario, empezó a jugar en la delantera en el 4-4-2 junto a Roger o Boateng. Lo definió así: “Si Morales es mi mejor jugador y además está en un gran estado de forma, ¿por qué no acercarlo al área?”. Ha marcado 10 goles esta temporada, es uno de los capitanes y se ha convertido en el máximo goleador de la historia del club en Primera División. –Es algo que yo veía desde arriba. Era el futbolista más en forma, con más capacidad de llegar a gol, con más claridad cerca del área. Había que aprovechar su momento. Y tenía las características para rendir ahí. Además, teniendo en cuenta el sistema de juego que íbamos a tener, necesitaba delanteros rápidos, dinámicos, que pudieran intercambiar posiciones.

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–También habló mucho con Campaña. Y Bardhi le llegó a reconocer que necesitaba confianza… –Sí, Bardhi me lo dijo. Es un chico muy joven, tiene 21 años, y me reconoció que necesitaba confianza. Viene de un país lejano, no estaba entrando, estaba viviendo cosas que no había vivido…. En general todos la necesitaban, se percibía, pero si algo puedo decir es que el nivel de compromiso del grupo, pese a que no estaban saliendo las cosas, era altísimo. Llámale confianza, llámale cariño…. Al final era cuestión de que creyeran más en ellos, que tuvieran autoestima. Eran buenos jugadores, ya lo habían demostrado [en las cinco primeras jornadas el Levante sumó nueve puntos, ganando a Villarreal o empatando ante el Valencia y en el Bernabéu]. Eso tenía que salir.

“Bardhi me reconoció que necesitaba confianza. Es muy joven, viene de un país lejano, no estaba entrando, estaba viviendo cosas que no había vivido. Era cuestión de autoestima” –¿Hasta qué punto es importante la libertad para el futbolista?

Abrazo entre Paco López y Morales (Foto: David González).

–Yo creo mucho en el rigor táctico, pero eso debe estar acompañado de una flexibilidad. El jugador de talento debe tener libertad para expresar su juego, y en este caso entendíamos que por ejemplo Campaña y Bardhi eran jugadores para aprovecharlos mucho más en zonas donde podían hacer daño, como Bardhi por dentro, pero partiendo desde la izquierda. Campaña, junto

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a Lerma o Lukic, pero con más jugadores cerca para asociarse. Eso sin olvidar que detrás hay una exigencia individual y colectiva a cumplir. Les necesitábamos y tenían que desplegar su juego, aquello que les hace especiales. –¿Cómo es irrumpir en un vestuario de Primera División? ¿Qué piensa cuando le comunican que va a entrenar en la élite? –La verdad es que estaba muy tranquilo. Son quince años entrenando, más de 300 partidos. En la élite no, pero sí he dirigido clubes importantes en Segunda B, filiales como los de Valencia, Villarreal y Levante… [Paco López entrenó cuatro partidos en Segunda, al Cartagena, pero fue despedido en la cuarta jornada]. Yo consideraba que tenía la suficiente preparación para saber tratar con el futbolista de Primera División. Siempre he tenido confianza en mi trabajo y mi idea era mejorar cada día, intentar reciclarme, intentar formarme. ¿Si lo esperaba? Tras vivir una serie de circunstancias personales, mi forma de pensar era disfrutar lo que tenía y no ansiar lo que no tenía.

Paco López, con el autor, durante la conversación (Foto: Jorge Ramírez).

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–Sobre la confianza en su trabajo, me consta que es así. Futbolistas como Pazzini, que ha jugado en los dos equipos de Milán o en la Fiorentina, quedaron sorprendidos de la seguridad con la que asumió el reto. A nivel futbolístico, ¿qué diferencias sustanciales encontró entre Primera y Segunda B o Tercera? –Principalmente lo ves en la calidad del futbolista, las acciones técnicas son mucho más precisas, y ahí también me centré en cada jugador del Levante, en hacerle ver que tenía esa calidad y que por nuestra idea de juego tenía que mostrarlo, que jugaran sabiendo que viviendo cerca del área rival estaríamos menos preocupados. –Usted, Garitano, Machín… en Segunda B y Tercera hay entrenadores preparados, solo falta esa oportunidad… –Me gusta que me digas esto porque yo nunca me cansaré de reivindicar al entrenador de esas categorías, al entrenador que se forma, que se prepara, no solamente al ex futbolista que ha sido internacional. Haber sido futbolista te ayuda por las experiencias y situaciones, pero jugar no es lo mismo que entrenar. Siempre pongo el ejemplo de la medicina. Hay gente que ha tenido muchas enfermedades o lesiones, pero eso no hace que seas válido para curar. En el fútbol igual, si luego no hay una formación no debería valer. Hay muchos entrenadores en Segunda, Segunda B y Tercera que están preparados y formados para llegar a la élite.

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“Haber sido futbolista te ayuda por las experiencias y situaciones, pero jugar no es lo mismo que entrenar. Siempre pongo el ejemplo de la medicina. Hay gente que ha tenido muchas enfermedades o lesiones, pero eso no hace que seas válido para curar” –En el último número de The Tactical Room, Unai Emery mencionaba una frase de Valdano afirmando que en el Barcelona el líder es Messi, en el Madrid Florentino Pérez y en el PSG debe acabar siéndolo Neymar. ¿Quién es el líder del Levante UD? ¿Qué es para Paco López un líder? –Afortunadamente, tenemos unos cuantos. Para mí, un líder es aquel que representa de verdad los valores de un club, que son valores que realmente están, como el caso del Levante, de un club familiar, que cuando estás en él te cuida. Un club que está creciendo y es ambicioso. Líderes son los futbolistas que proyectan a sus compañeros lo que significa este club y esta profesión. –El Levante UD tiene ahora más de 21.000 socios y va a construir una Ciudad Deportiva en València, al lado del mar, donde el club nació en 1909. Usted ha estado en el estadio cuando no había ni asientos, cuando el Levante UD jugaba –y sufría– en Segunda División B o Tercera. ¿Hasta qué punto es importante la vinculación de un entrenador con el club y la ciudad en que vive?

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–Me parece importantísimo y se debe trasladar al jugador que viene de fuera. Yo pasé muchos años en la grada de enfrente del banquillo donde me siento ahora, que aún era de cemento. Estaba en el campo cuando Johan Cruyff debutó en casa contra el Palencia. Mi ídolo era Caszely. Como hablábamos antes, esa también es la tarea de un líder: hacerle entender qué es esta afición, la del Levante, que ha sufrido mucho, que hace pocos años celebraba ascensos a Segunda División, que en cuanto le das un poco se vuelca, y hemos tenido el ejemplo en los últimos partidos en casa. Esto tiene que perdurar. Yo soy del Levante y si me alegro de las victorias es por la gente y por los trabajadores del club, que son los que sufren el día a día cuando las cosas no van bien.

“Esa también es la tarea de un líder: hacerle entender qué es esta afición, la del Levante, que ha sufrido mucho, que hace pocos años celebraba ascensos a Segunda División, que en cuanto le das un poco se vuelca” –¿Cómo distribuye los roles en su cuerpo técnico? ¿Qué prioriza en cada uno de ellos? Usted les ha mencionado en varias conferencias de prensa para ensalzar su valor, y reconoció que es muy exigente con ellos… –Creo mucho en el trabajo de equipo, de hecho ahora vamos a hacer una reestructuración para que estemos todos juntos.

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–Entiendo que esa reestructuración es física, a nivel de espacio. –Sí, disponernos de una manera en que, mientras estamos trabajando, todos podamos vernos las caras con todos, que participemos desde la preparación de la sesión hasta la valoración posterior y la preparación del partido. Que la comunicación pueda fluir. Por supuesto que cada uno tiene una función principal, pero me parece importante que todos podamos opinar de todo. Doy mucha importancia a la gente con la que trabajo y queremos seguir mejorando, de hecho ahora vamos a ampliar el cuerpo técnico.

“Cada miembro del cuerpo técnico tiene una función principal, pero me parece importante que todos podamos opinar de todo. Doy mucha importancia a la gente con la que trabajo y que la comunicación pueda fluir” –Queda claro, y así lo reconocen futbolistas de peso en la plantilla, que el trabajo psicológico ha sido vital en el cambio de tendencia, pero también cambió el sistema. Antes se jugaba con un delantero fijo y los dos extremos muy abiertos, pero usted ha utilizado el 4-4-2. ¿Por qué? ¿Es inamovible? –Esta distribución es un punto de partida, yo me centro luego en el cómo, en el desarrollo. No es inamovible en absoluto, pero en este tiempo es el sistema de juego con el que queríamos trabajar. Pensábamos que era lo mejor por las características de los jugado-

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res que teníamos y en el momento en el que estábamos. Teníamos la necesidad de dar un giro, de tener presencia en el área a partir del dinamismo, y ser ofensivos.

López, en la victoria frente al Eibar en el mes de marzo (Foto: EFE).

–Ser más agresivos con balón y llegar con más gente arriba. –Todo es un conjunto, pero sobre todo que el futbolista tuviera claras las funciones en base a qué queremos jugar, en esa actitud ofensiva, en buscar la portería del rival [uno de los momentos clave de la temporada es la victoria del Levante UD frente a Las Palmas, cuando, en el min. 93 y con un jugador menos, Campaña anota un gol en transición ofensiva, con Paco López insistiendo en atacar, en lugar de certificar un empate que para el entorno era positivo]. Tratamos de tener claro qué zonas del campo ocupar, dónde hacer daño al rival, cómo movernos, dónde vamos a presionar, a qué altura situamos la línea defensiva… eso sí,

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buscando la mayor sencillez en las explicaciones, porque en este caso teníamos poco tiempo para trabajar y por eso incidí más en el futbolista, en la persona, en las reuniones individualizadas, para luego trasladarlo al grupo. –En una misma temporada Paco López ha salvado al Levante, ha goleado al hasta entonces invicto Barcelona, que no perdía desde abril de 2017, el filial que dirigía y dejó líder en Tercera acabó campeón y ahora está en las eliminatorias para subir a Segunda División B. ¿Y ahora qué?

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–No puedo pedir más más a esta temporada. En julio toca ponerse las pilas otra vez, trabajando con la misma ilusión y con el mismo objetivo. Para nosotros, no hay objetivo mayor que el de conseguir que el aficionado se sienta orgulloso del Levante UD. Ismael Ledesma. @Ismael_Ledesma

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LOS RETOS DE UNA NUEVA ERA Marc Mayola De Van Gaal a Heynckes, pasando por Guardiola, con el paréntesis de Ancelotti y volviendo a Heynckes para terminar. Así concluye un ciclo de nueve años en el Bayern con algunos denominadores comunes: el éxito deportivo y la brillantez en el juego. A pesar de tener un componente altamente subjetivo, podemos convenir que el esplendor se alcanzó en las etapas de Guardiola y Heynckes. Dos modelos de juego distintos, cada uno con su sello de identidad y una magnífica interpretación por parte de los protagonistas, los futbolistas. Y ahora empieza una nueva era con desafíos monumentales. ¿Podrá repetirse otra década tan prodigiosa?

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hora tenemos mejor plantilla que en la temporada 2012/2013. Tenemos más alternativas.” Jupp Heynckes era consciente que el Bayern ha enriquecido su nómina de jugadores con el paso de los años. El técnico de Mönchengladbach dispuso de ingredientes distintos a los del equipo de 2013 y que, seguramente, invitan a plantearse un cambio de paradigma táctico en relación al equipo que hace un lustro se alzó con el histórico triplete. Pero veamos hasta qué punto el Bayern ha mudado de piel o sigue siendo el mismo animal competitivo de hace cinco años con parecidos registros sistémicos. A lo largo de las siguientes líneas pondremos el foco en intentar descifrar algunos aspectos tácticos del juego del Bayern en comparación con el último equipo de Heynckes, pero también encenderemos la luz larga para aportar elementos de reflexión a la siguiente duda: ¿Es posible vertebrar en el FC Bayern München una idea, un lenguaje futbolístico propio e

inconfundible que vaya más allá de su genética ganadora y competitiva? El ciclo de nueve años mencionado al principio ha trufado de trofeos las vitrinas del FC Bayern Erlebniswelt (el museo del club). Un total de 7 ligas, 4 copas y los tres títulos internacionales en disputa: el Mundial de Clubes, la Supercopa de Europa y la Champions League de 2013. Nueve años con siete presencias en las semifinales de la máxima competición continental y sus correspondientes tres finales. Los números son fantásticos, pero ha llegado el momento de establecer un plan estratégico para afrontar el futuro con las mismas posibilidades competitivas que esta última década. De ello hablaremos más tarde. Primero dibujaremos el contexto de este proceso, haciendo hincapié en las variaciones que ha experimentado la plantilla muniquesa durante el último lustro y cómo ha influido ello en la apuesta futbolística de Jupp Heynckes, si es que lo ha hecho de alguna manera.

Entre Van Gaal, Heynckes, Guardiola y Ancelotti han conquistado 7 ligas, 4 copas y los tres títulos internacionales en nueve temporadas.

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UNA PLANTILLA CON MÁS REGISTROS Empecemos dando forma a las afirmaciones del experimentado entrenador alemán. El Bayern tiene ahora mejor plantilla que en la temporada del triplete y dispone de más alternativas. Es fácil estar de acuerdo con esta percepción, que no parece rebatible más allá de los puntos de incertidumbre que puedan llegar de cuestiones coyunturales, como por ejemplo la baja de larga duración de Manuel Neuer en la temporada recién concluida. Sven Ulreich ha sustituido a uno de los mejores porteros del mundo y lo ha hecho con nota, sobre todo en lo que se refiere a intervenciones bajo palos. Evidentemente, Ulreich no tiene la capacidad de Neuer para ejercer como líbero. Tampoco sus prestaciones en la fase de iniciación o para saltar una agresiva presión del rival jugando balones largos con criterio son del mismo nivel que las del portero campeón del mundo con Alemania. Ulreich ha cuajado una buena temporada que, a pesar de todo, quedará marcada por su error garrafal contra el Real Madrid en la vuelta de semifinales de la Champions League.

Tras Philipp Lahm ha llegado Joshua Kimmich para dominar el juego desde el lateral.

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Otra de las dudas que ofrecía la plantilla era la posición del lateral derecho. Después de doce temporadas consecutivas en el primer equipo del Bayern, Philipp Lahm puso fin a su prolífica y exitosa carrera deportiva. Joshua Kimmich se ha asentado en esta parcela del campo y no solo está asumiendo el protagonismo que tenía Lahm en el terreno de juego, sino también fuera de él. Kimmich acaba de renovar con el Bayern hasta el año 2023 y su gran aspiración es convertirse en cara visible y líder del club y de la selección alemana. Va camino de hacerlo desde esa posición de lateral derecho. En el fútbol actual, los laterales constructores son de gran importancia. Partiendo de una posición exterior, Kimmich tiene una relación constante con el juego, siendo uno de los futbolistas del equipo que más entra en contacto con el balón y que más asistencias y pases clave da a sus compañeros. Kimmich juega de lateral, pero su influencia en el juego es propia de un centrocampista de posición. Además, cuando llega a línea de fondo posee un abanico formidable de centros: rasos, altos, a media altura, tensos, más tocaditos, pero siempre para poner en ventaja al receptor-rematador de la acción. Así pues, despejada esta duda, podemos afirmar que el Bayern tiene mejores jugadores que en 2013 en la mayoría de posiciones. Agruparemos la comparativa en tres demarcaciones concretas: los centrales, los centrocampistas interiores y el delantero centro. Casualidad, o no, hablamos de las posiciones nucleares. Dejamos fuera de la ecuación, por lo tanto, los pasillos exteriores que ocupan laterales y extremos. Veremos si esto nos lleva a algún tipo de conclusión.

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CENTRALES Jérôme Boateng, Mats Hummels y Niklas Süle tienen un denominador común. Los tres son centrales con capacidad para sacar el balón jugado o superar líneas de presión del rival mediante pases filtrados al hombre libre. Boateng, que creció en este aspecto bajo la batuta de Pep Guardiola, alterna pases cortos y largos, pero disfruta especialmente cuando levanta la cabeza y con envíos milimétricos encuentra al alejado. Hummels atesora el maravilloso recurso del golpeo exterior para dibujar parábolas imposibles, mientras que el joven Süle también tiene la personalidad para aguantar la pelota, conducir, dividir y buscar vías de progresión en el juego mediante pases verticales a la espalda de la presión rival. Son tres defensores centrales que en esta faceta del juego, y en algunas otras, mejoran al cuarteto que hace cinco años formaban Dante, Badstuber, Van Buyten y un Boateng preguardiola que no era, ni mucho menos, el central que es a día de hoy. CENTROCAMPISTAS INTERIORES Thiago Alcántara y James Rodríguez marcan la diferencia. En la nómina de centrocampistas de la plantilla 2012/2013 no encontramos a dos jugadores con semejante relación con la pelota. Thiago y James la piden al pie, se la quedan, la cuidan y enriquecen las posesiones del equipo con distintas soluciones técnicas y tácticas. Además, ambos tienen dribling, sobre todo en corto, para encontrar situaciones de desequilibrio por dentro. He aquí una importante diferencia respecto a la plantilla que manejaba Heynckes hace cinco años. El Bayern 12/13 tenía desequilibrio básicamente por fuera.

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James y Thiago, los dueños del balón.

Schweinsteiger, Luiz Gustavo, Javi Martínez, Tymoshchuk y Emre Can ofrecían otras virtudes al equipo, pero no hablamos del mejor grupo de centrocampistas para descubrir espacios en ataques posicionales. Sí, Toni Kroos formaba parte de aquella plantilla, pero no era el Toni Kroos que conocemos hoy. Jugaba de ‘10’ en la mayoría de ocasiones y no presentaba, ni por asomo, la facilidad que exhibe en estos momentos para ordenar los ataques de su equipo, ya sea desplegando a sus compañeros en campo contrario o actuando en la raíz de la jugada. El Kroos de hace un lustro era un gran llegador, pero su relación con el juego todavía estaba en una fase embrionaria. Estaba conectado al gol o al disparo lejano, pero no al juego de posición. Guardiola también ayudó –y mucho– en eso. Además, Kroos cayó lesionado y se perdió el tramo decisivo de la temporada del triplete. DELANTERO CENTRO Robert Lewandowski es un ‘9’ de recursos casi infinitos. Maravilloso en los movimientos sin balón, juega bien de espaldas o cara a portería; es devastador dentro del área y con una paleta formidable de soluciones técnicas, tácticas y también físicas. Puede pintarte un gol después de sacarse algún

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gesto prodigioso, luego de tirar una inteligente pared con un compañero o tras imponerse en el cuerpeo con el central. No es el Ronaldo (Luís Nazário de Lima) de los mejores días, en el sentido que no será capaz de inventarse un gol de la nada después de correr en solitario 45 metros, pero seguramente hablamos del delantero centro más completo del momento. A pesar de todo ello, en la última eliminatoria de Champions falló lo que no acostumbra y estuvo por debajo de su nivel habitual. En la 2012/2013 el Bayern tenía una interesante terna de delanteros; Mario Mandžukić, Mario Gómez y Claudio Pizarro. Por separado contaban algunas de las virtudes que hemos repasado de Lewandowski, pero ninguno las reunía todas. El delantero polaco, con el ya exinternacional Sandro Wagner en la recámara, mejora la posición y tiene una capacidad intimidatoria y de asociación con los compañeros que no tenía la punta de lanza del Bayern de hace un lustro. El salto cualitativo de la plantilla parece claro, pero… ¿cómo jugaba el Bayern de Heynckes hace cinco años y cómo lo ha hecho en el curso recién terminado? ¿Qué similitudes y diferencias podemos encontrar?

EL EQUIPO DEL TRIPLETE El Bayern 2012/2013 era, básicamente, un equipo granítico en zonas interiores con una formidable capacidad de desequilibrio exterior. Sin balón te plantaba un muro dentro para después expulsarte fuera y rajarte sin piedad con las prodigiosas simbiosis que formaban Lahm-Robben y Alaba-Ribéry en los pasillos exteriores. El caudal ofensivo que generaban

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laterales y extremos era plato de buen gusto para especialistas de área como Mandžukić, Mario Gómez o Thomas Müller. Schweinsteiger cargaba la segunda pelota y los ataques destacaban por su ferocidad y ejecución a altas revoluciones. En general, pues, el Bayern buscaba pocas asociaciones interiores y muchas pelotas a los costados, donde el equipo tenía a sus hombres más creativos y desequilibrantes.

El Bayern del triplete no jugaba directo, jugaba rápido. Es decir, su fútbol pasaba por las fases de iniciación, elaboración y finalización, pero lo hacía a una velocidad significativa El Bayern del triplete no jugaba directo, jugaba rápido. Es decir, su fútbol pasaba por las fases de iniciación, elaboración y finalización, pero lo hacía a una velocidad significativa. Era un equipo ancho, profundo y atrevido, con una organización ofensiva de 2 + 1 (los dos centrales más el pivote defensivo) detrás del balón si los laterales llegaban simultáneamente a línea de fondo; o 2 + 3 (los dos centrales más el pivote defensivo y los laterales a su altura) si Lahm y Alaba se proyectaban con menos profundidad. En la inmensa mayoría de ataques posicionales, los laterales llegaban arriba estirando por fuera. El objetivo de este movimiento era crear superioridades en los pasillos exteriores tirando el 2 vs 1 con el extremo (Robben-Ribéry). Cuando esta situación no se producía, los extremos cortaban hacia dentro para dejar vía libre por fuera a los laterales y tratar de encontrar superioridades en zonas interiores.

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Su fútbol sin balón era zonal, con creación de superioridades numéricas en distintos sectores del campo. En este sentido, también cobraba especial importancia el rol de los extremos en tareas defensivas. Ribéry y Robben tenían piernas para crear superioridades defensivas exteriores a distintas alturas. Además, eran capaces de ayudar a su lateral con esfuerzos constantes y prolongados sin que ello les privara luego de llegar a finalizar situaciones de transición defensa-ataque.

La era Robben-Ribéry está viviendo su tramo final.

Ante los rivales más potentes, el Bayern acostumbraba a presionar en zona 2 y siempre exponiendo una magnífica profundidad defensiva. Muchas veces obligaba al rival a jugar hacia atrás mientras el equipo trabajaba muy bien la reducción de espacios. El Bayern era muy agresivo en zonas interiores, donde trataba de imponer su robustez, para luego recuperar la pelota gracias a las superioridades defensivas comentadas. Cuando se producía esta recuperación, los ataques eran rápidos y perpendiculares. A partir de aquí, los jugadores cambiaban la función defensiva por la ofensiva a una velocidad endiablada y con facilidad para llegar a espacios de finalización. Los conceptos de progresión y profundidad ofensiva estaban muy bien trabajados. Ayudaba la rapidez y capacidad de acelerar de los ex-

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teriores, pero también las temporizaciones del ’9’ de turno. Eso sí, normalmente el primer pase tras recuperación siempre era de dentro hacia fuera. Nótese en todo momento las ganas de hacer participar a los extremos del discurso del juego en su integridad. El Bayern finalizaba muchas de sus acciones ofensivas. Era un equipo con una formidable capacidad para llegar y disparar a portería, pero cuando se producían pérdidas también disponía de interesantes mecanismos en la transición ataque-defensa. Los cambios de ritmo defensivos, individuales y grupales, eran seña de identidad. Cuando perdían la posesión, los jugadores más cercanos defendían en dirección al balón. El resto, replegaba hacia la zona marcada en función del sector del campo donde se producía la pérdida. Los jugadores que no presionaban directamente hacia la pelota se encargaban de montar estructuras defensivas (normalmente de 4 + 1 o 2 + 3), disponiendo una red de seguridad que entraba en acción si la primera presión no servía para recuperar el balón. El Bayern del triplete jugaba siempre con el mismo módulo táctico: 1-4-2-3-1, mientras que el de 2018 ha acostumbrado a distribuirse en un 1-4-3-3.

EL NUEVO BAYERN DE HEYNCKES El cambio más elocuente desde un punto de vista del módulo táctico ha sido el abandono del doble pivote para trazar una línea de tres centrocampistas. En ella, Javi Martínez ha seguido teniendo el rol principal que tenía en 2013; ser la válvula de protección ante las transiciones ofensivas del rival. Para ello, tenía la misión de custodiar el centro del campo haciendo valer su exube-

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rancia física. Cuando jugaba Arturo Vidal podíamos comparar sus prestaciones con las de Bastian Schweinsteiger en 2013. Un pulmón en la zona ancha con la facultad de sumarse al ataque y la misión de luchar la segunda pelota. Eso sí, el alemán disponía de un abanico de conceptos tácticos que el chileno, mucho más alocado en este sentido, no parece poseer. El principal cambio de paradigma ha llegado con ese tercer centrocampista y el creciente protagonismo de James en el equipo, y aún se ha acentuado más cuando Heynckes ha juntado al colombiano con Thiago en el centro del campo. James ha ocupado a menudo la posición de interior, bajando a la base de la jugada para ordenar cadenas de pases en pasillos centrales. Otro recurso, cuando recibía acostado en la derecha, era el cambio de orientación con su zurda para las subidas de Alaba o al extremo que estaba fijando el lado débil. Cuando asomaba la cabeza cerca del balcón del área, su exquisita precisión en el centro o el disparo también era un argumento ofensivo a tener en cuenta.

Boateng y Hummels.

El Bayern de hace cinco años jugaba con ímpetu hacia los pasillos exteriores para

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marcar allí la diferencia. En el Bayern actual, con la capacidad para construir de Boateng-Hummels-Süle, los apoyos interiores de Kimmich, más James-Thiago y las descargas de Lewandowski, Heynckes disponía de un corredor central de jerarquía para marcar el ritmo de los partidos, esconder la pelota en zonas interiores, cimentar elaboradas secuencias de pase y, eso sí, luego aprovechar las bandas para castigar al rival cuando éste las había descuidado. Sin renunciar a la capacidad de desequilibrio exterior que todavía puedan tener Robben-Ribéry y sus sociedades con Kimmich y Alaba, pero consciente el Bayern que tiene elementos para ser igual de agresivo, dominante e intimidador por dentro. Y así es como trató de remontar la eliminatoria contra el Real Madrid. Más allá de la facilidad para percutir en la izquierda con Alaba-Ribéry o de las apariciones siempre puntuales de Joshua Kimmich en la derecha, el Bayern fue superior por dentro. En el Santiago Bernabéu, con Thiago ejerciendo de eje en el centro del campo, el equipo de Heynckes encontró ventajas en los pasillos interiores. Hummels y Süle conducían y dividían, Thiago filtraba pases verticales superando líneas de presión, y James-Tolisso los recibían a la espalda de los mediocentros del Madrid para girarse y orientar los ataques. El Bayern fue muy superior. No culminó la remontada por errores individuales y una extraña poca contundencia dentro del área de jugadores como Müller o Lewandowski. También es cierto que en los últimos minutos, ya sin James en el campo, el Bayern siguió generando llegadas peligrosas, pero que carecían de la construcción más cerebral que el colombiano garantizaba.

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En realidad acabó apostando por James-Thiago a raíz de la lesión de Robben. Este nuevo Bayern de Heynckes ha terminado siendo un equipo con distintas almas, con un punto de indefinición El Bayern de Heynckes ha mantenido algunas de las estructuras del equipo de 2013 mencionadas con anterioridad. Organizaciones colectivas referentes, sobre todo, a la disposición del equipo tras pérdida o para ejecutar el mecanismo de presión al contrario. Normalmente ha replegado con una estructura de 4-5-1 cuando defendía ataques posicionales del contrario, agudizando su presión en zona 2 e intentando crear superioridades defensivas exteriores con las ayudas de los extremos. También ha seguido trabajando la profundidad defensiva con bastante acierto, sobre todo cuando los centrales achicaban, anticipaban y negaban los espacios al rival a la espalda de Javi Martínez. El partido de la pareja Boateng-Hummels contra el Borussia Dortmund fue monumental en este sentido. Son recetas tácticas que forman parte del libreto de Heynckes, pero el experimentado entrenador alemán era consciente que podía ganar de otra forma. Vértigo, sí, pero con un punto de pausa. Potencia y fuerza, también, pero siempre canalizadas por un juego más minucioso. Con James y Thiago, esa era la fórmula. En realidad acabó apostando por los dos centrocampistas a raíz de la lesión de Robben y este nuevo Bayern de Heynckes ha terminado siendo un equipo con distintas almas, con un punto de indefinición. Un equipo que con Müller de falso interior, por ejemplo, renunciaba a coserse

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en el centro del campo a cambio de descoser la estructura defensiva rival con vertiginosas transiciones y llegadas al área.

Ancelotti y Müller.

Sea lo que fuere, esta última etapa de Heynckes en el banquillo del Bayern bien podría interpretarse como una solución de emergencia, acertada pero de emergencia, para salvar una temporada que con Ancelotti tenía visos de acabar como el rosario de la aurora. El entrenador italiano, campeón de liga en su única temporada completa a los mandos del Bayern, no conectó con algunos de los pesos pesados del vestuario. Su distanciamiento con aquellos jugadores que presentan una mentalidad germánica más arraigada fue evidente. Algunos de estos futbolistas llegaron a cuestionar sus métodos de entrenamiento y unas cargas de trabajo que consideraban escasas. En cualquier caso, sí parece evidente que Ancelotti no solo no fue capaz de gestionar el legado futbolístico de Guardiola, sino que convirtió al Bayern en un equipo plano y con un catálogo táctico empobrecido.

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La secuencia parecía lógica. Después de un entrenador creador, como Guardiola, apostar por un magnífico gestor como Ancelotti antes de la llegada de otro creador… un perfil Thomas Tuchel. No salió bien y por eso se produce esta interrupción en el proceso La secuencia parecía lógica. Después de un entrenador creador, como Guardiola, apostar por un magnífico gestor como Ancelotti antes de la llegada de otro creador… un perfil Thomas Tuchel. No salió bien y por eso se produce esta interrupción en el proceso. Pero… ¿existe realmente este proceso? ¿Tiene el Bayern la voluntad de edificar una idea futbolística propia que vaya más allá del inquilino de turno del banquillo?

NIKO KOVAČ COGE EL TIMÓN Niko Kovač será el encargado de liderar el nuevo proyecto. Llega después de hacer un gran trabajo en Frankfurt. Salvó al Eintracht del descenso para guiarlo, en las dos temporadas siguientes, hacia sendas finales de la DFB-Pokal y finalmente hace pocas semanas a la conquista de la Copa alemana en un memorable partido, precisamente ante su futuro equipo, al que derrotó por 3-1. En este último curso, además, ha luchado en liga por las plazas europeas. No tiene gran experiencia internacional como entrenador, pero sí el aval de haber ganado todas las eliminatorias directas que ha disputado (10 en la Copa alemana, la Relegation de 2016 y la repesca para el Mundial de Brasil 2014 con Croacia).

Heynckes y Kovač, antes de la final de Copa que ganó el Eintracht Frankfurt hace escasos días.

Kovač es directo y honesto con el jugador, un entrenador enérgico y con gran personalidad. Además, es un amigo del Bayern. Esto, en un club con un carácter familiar muy especial, adquiere una importancia significativa. A nivel táctico, es un entrenador metódico en el estudio del rival y presenta una flexibilidad interesante. Ya sea en los planteamientos iniciales o modificando el plan de partido según los acontecimientos del mismo, el nuevo técnico del Bayern siempre interviene con la voluntad de dar herramientas competitivas a sus jugadores. El nuevo entrenador dispondrá de una plantilla de primer nivel que ofrece muchas variables. En principio, y siempre que algún traspaso sonado no lo impida, podrá utilizar onces más tradicionales con la presencia de Javi Martínez en el centro del campo, Robben-Ribéry (Coman o Gnabry) en las alas y Müller de segundo delantero, pero Kovač también tendrá la posibilidad de apostar por alineaciones más alternativas. Por ejemplo, podría trabajar una especie de 1-44-2 asimétrico con Neuer; Kimmich, Süle, Hummels, Alaba; Tolisso, Goretzka, Thiago, James; Coman y Lewandowski. En realidad, el balón, su poseedor y la situación en el campo marcarían los movimientos de este once y su fotografía táctica, que

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en situaciones de ataque podría convertirse en algo parecido a un 1-2-3-2-3. Empezando con los cinco de arriba, Coman fijaría en la derecha abierto sobre la línea de cal. El movimiento dejaría espacios interiores para las excursiones ofensivas de Tolisso y Goretzka. Estos cargarían posiciones de remate o segunda pelota con la ayuda de Lewandowski. A su vez, Alaba debería ocuparse de dar amplitud y profundidad en la izquierda. Uno de los encargos al lateral austríaco sería ganar línea de fondo y centrar desde su flanco. Coman tendría una misión parecida en la derecha. Por detrás de ellos y de los rematadores, una línea de tres formada por James, Thiago en el eje, y Kimmich. El alemán debería compensar con movimientos interiores las proyecciones verticales al ataque de Tolisso y Goretzka. Ubicado así, el Bayern tendría profundidad con Coman y Alaba. Asimismo, gozaría de orden, juego interior y capacidad técnico-táctica para orientar los ataques con Thiago, James y Kimmich (y también centro lateral con estos dos últimos) y potencial en el remate-sorpresa con Lewandowski, Tolisso o Goretzka. Süle y Hummels (o Boateng) serían los responsables de empezar a construir bien desde atrás. El sistema se podría replicar con Gnabry en la izquierda, introduciendo matices en su rol y en el de los laterales.

Kingsley Coman.

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Solo es una hipótesis más que, evidentemente, necesitaría estudio, trabajo y experimentación. Habría que tener en cuenta, también, situaciones sin balón. Por ejemplo, determinar quién haría las ayudas a Alaba en la izquierda para generar superioridades defensivas. Hablamos de jeroglíficos tácticos que seguramente Kovač, dúctil y flexible en este sentido, ya tendrá rondando en la cabeza. En cualquier caso, el once expuesto a modo de ejemplo presenta otra particularidad interesante. Todo el sector de la derecha (Kimmich, Süle, Tolisso, Goretzka y Coman), más Gnabry, es una suerte de selección sub-23 con muchos años por delante para compartir equipo y crear sinergias fascinantes. Y aquí empiezan los retos del nuevo Bayern.

EL NUEVO PLAN ESTRATÉGICO Y SUS RETOS El entrenador croata será el responsable de integrar y dar forma a esta nueva generación de futbolistas que el Bayern ha captado para ser el relevo generacional de los Lahm, Boateng, Schweinsteiger, Robben o Ribéry… a pesar de que los veteranos extremos continuarán una temporada más en Múnich y que Boateng aún tiene solo 29 años. A los Kimmich, Süle, Goretzka, Tolisso, Coman o Gnabry, bien acompañados por James, Thiago o Alaba, hay que sumar, evidentemente, el potencial que aportarán los ya veteranos de la plantilla como Neuer, Hummels, Javi Martínez, Müller o Lewandowski (si continúa en Múnich). Es verdad que uno de los desafíos del Bayern radica en el hecho de acertar en su política de traspasos. Jugadores como Thiago, Vidal o Lewandowski recibirán ofertas y el

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club deberá estudiar cada caso con minuciosidad. Incluso Boateng podría plantearse un cambio de aires y el club ver con buenos ojos esta posibilidad ante la irrupción de Süle. Hablamos de jugadores que han sido muy importantes en los últimos años y que, en caso de salida, modificarían aspectos estructurales en cuanto a la confección de la plantilla. Especialmente significativo sería el caso de Thiago Alcántara. Si realmente el Bayern le coloca en el mercado y apuesta por traspasarle, es evidente que la hipótesis del once titular planteada anteriormente carecerá de sentido. Es más, seguramente nos encontraríamos ante un mensaje del club en relación al estilo de juego que quiere potenciar. Prescindir de Thiago y apostar por centrocampistas que atacan mejor los espacios largos que los reducidos, alejaría al equipo del control y lo acercaría a acentuar el vértigo como propuesta estilística. La promoción de jóvenes talentos de la casa es otro reto que el Bayern debe asumir. Desde que lo hiciera Alaba en la temporada 2011/2012, ningún jugador de la academia se asienta en el primer equipo. El club ha destinado 70 millones de euros a la construcción de una formidable ciudad deportiva para la cantera, el FC Bayern Campus, pero sobre todo deberá mejorar sus estructuras técnicas para garantizar una mejor formación del joven futbolista. En este sentido, el club ha contratado al exinternacional alemán Miroslav Klose como nuevo entrenador del equipo sub-17. Por otra parte, el capitán del sub-19, Lars Lukas Mai, el centrocampista Meritan Shabani, el delantero Franck Evina y el guardameta Ron-Thorben Hoffmann han recibido recientemente contrato profesional. También fue el caso, en su momento, de Felix Götze, Fabian Benko, Niklas Dorsch (ya ha fichado por el Heidenheim)

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o Christian Früchtl. En los próximos años veremos cuántos de ellos se consolidan en el primer equipo o si descubrimos a nuevas perlas de la cantera muniquesa como Marcel Zylla u Oliver Batista Meier, uno de los mejores proyectos del club. El Bayern es consciente que debe mejorar su academia y piensa dedicar ingentes esfuerzos a ello. Seguramente también existe un buen margen de mejora en los departamentos de nutrición deportiva (Mona Nemmer se fue con Klopp a Liverpool), scouting (Michael Reschke se fue para ejercer de director deportivo en el Stuttgart) o medicina (de nuevo en manos del doctor Müller-Wohlfahrt).

Las lesiones son la gran asignatura pendiente del Bayern desde hace muchos años.

Resulta evidente que el Bayern sufre un problema endémico con las lesiones. El equipo afronta los meses decisivos de cada temporada sin un buen número de sus jugadores más importantes. Las bajas por lesión han mermado la capacidad competitiva del equipo en las últimas rondas de la Copa de Europa desde hace muchos años. Sí, es cierto que el Bayern siempre dispone de argumentos para seguir siendo un rival incómodo para cualquiera, pero durante el último lustro ha competido con esta desventaja

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y convendría preguntarse a qué se debe el calvario permanente de lesiones, aunque cada vez que surge la pregunta se establece un gran terremoto en el interior del club. Es obvio que la plantilla posee un hándicap claro: tiene un excesivamente elevado número de jugadores con un factor de riesgo alto en lesiones y ha aceptado vivir con esta amenaza durante las últimas campañas. He aquí otro reto a descifrar. Todos estos desafíos son preguntas que el Bayern podría responderse con el objetivo final de trazar una hoja de ruta, un plan estratégico de club que permita al Rekordmeister seguir siendo hegemónico en Alemania y competitivo en Europa. A nivel continental, el Bayern encuentra la oposición de clubes controlados por oligarcas y grandes inversores, o la competencia de entidades dispuestas a gastarse centenares de millones de euros en un par de jugadores. Hasta el momento, el fichaje más caro de la historia del Bayern (Corentin Tolisso) costó 41.5M€. En el ranking histórico de fichajes por cantidad económica, el centrocampista internacional francés ocupa la posición número 68. Clubes como Barcelona, Real Madrid, PSG, Juventus, Liverpool, Manchester United o Manchester City copan las inversiones más importantes de la historia. Incluso clubes que ahora no tienen demasiadas opciones en la máxima competición continental, como Milan, Inter, Lazio, Mónaco, Arsenal o Everton han gastado más que el Bayern en la contratación de algún jugador. Parece significativo que el campeón alemán haya sido capaz de conjugar estabilidad económica, raciocinio y ética en las finanzas (pronto hará tres décadas que cierra el ejercicio con beneficios) con su clásica competitividad deportiva.

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El club pagó el Allianz Arena en menos de diez años cuando estaba previsto liquidar la compra a lo largo de veinticinco. Sin deudas y con una economía de hierro, Hoeneß, Rummenigge, Dreesen (responsable de las finanzas) y compañía deberán decidir si aceptan las reglas del mercado y asaltan fichajes de 100M€ o si, por el contrario, siguen con una política de fichajes más austera en comparación con los otros grandes de Europa. En cualquier caso, seguir controlando el mercado alemán como hasta ahora, potenciar las estructuras de captación y scouting e impulsar el trabajo en la academia, parecen tres pilares básicos de este plan estratégico.

UNA IDEA El plan estratégico bien podría comprender una idea, entendida como el objetivo esencial de desarrollar una cultura de juego única y especial. En opinión del autor, esta idea, este lenguaje de club, podría guiarse por un anhelo en concreto: el fútbol de posición, o de ubicación, dándose la mano con el vértigo propio del fútbol alemán. Guardiola trabajaba en este sentido y, en su última temporada, hay dos partidos de enjundia que así lo atestiguan. Los encuentros de vuelta en el Allianz de las eliminatorias de Copa de Europa contra Juventus y Atlético de Madrid son un pequeño manual de la idea, un embrión a partir del cual desarrollar conceptos. La remontada contra la Juventus se basa en la extraordinaria profundidad ofensiva del equipo y en el vigor, y posicionamiento, para cargar lugares de remate y ganar segundas pelotas. Contra el Atlético, difícilmente un equipo puede jugar mejor y quedar fuera de una final europea. Posiblemente hablamos del partido cumbre de Guardiola en el Bayern.

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Lewandowski y Guardiola.

En definitiva, nos referimos a un propósito que entraña una dificultad mayúscula. De entrada parecen ideas futbolísticas alejadas, casi antitéticas, lenguas de ramas distintas. A lo mejor no lo son tanto y, en un futuro, el Bayern apuesta por fortalecer un modelo con estos pilares tácticos. El catálogo del juego de posición incluye muchos conceptos individuales y grupales: conducción para atraer, el hombre libre, generar superioridades a la espalda de la línea de presión rival, los triángulos y el tercer hombre, la amplitud y los pasillos interiores, la presión tras pérdida… en realidad, pues, no parecen mecanismos antagónicos a algunas de las señas de identidad del fútbol alemán: presiones agresivas a campo contrario, acelerar las jugadas cuando sea necesario, desplegarse a gran velocidad por los distintos carriles cuando se goce de espacios o pisar línea de fondo y centrar y ubicarse bien para el remate o la segunda jugada.

Jupp Heynckes, en su definitiva despedida del Bayern (Foto: Michaela Rehle /Reuters).

Articular un lenguaje capaz de incorporar estas singularidades hasta convertirse en una idea con personalidad propia parece un reto apasionante. Falta ver si el Bayern quiere recorrer este camino o apuesta por otros derroteros. En cualquier caso, esto también será tarea del club y de Niko Kovač. Iremos viendo sus intenciones durante los próximos meses. Ideas al margen, la entidad tiene grandeza para seguir dictando su propio destino. Una historia de éxito y de carácter. El FC Bayern München, con 290.000 socios, es el club deportivo más grande del mundo. “Nosotros somos tradición, nosotros somos innovación, nosotros somos confianza en nosotros mismos”, invoca el lema Mia San Mia. Tiene colosales desafíos por delante si quiere repetir otra década tan prodigiosa como la que ha concluido con el adiós definitivo de Jupp Heynckes. Marc Mayola. @MarcMayola

Martí Perarnau

CRONOGRAMA TÁCTICO DEL MANCHESTER CITY 2017-2018

EL CITY DE LOS RÉCORDS

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unca antes un equipo tiranizó la Premier League como lo ha hecho el Manchester City esta temporada, ni lo hizo practicando un juego que compagina con tanta armonía la excelencia y la efectividad. La unanimidad es absoluta en Inglaterra: el City de Guardiola ha entrado por derecho propio en la reducida lista de los mejores campeones de la historia de la liga inglesa. Y si bien afronta importantes desafíos en el porvenir, se avizoran pocos frenos para un equipo hambriento y dispuesto a corregir sus carencias, que las tiene por más abrumador que haya sido su dominio. El City de los Centuriones, el de los récords, ha sido también el del “beautiful football”, como gustan los ingleses de apodar al juego practicado por Guardiola. Como un torrente, todos los datos estadísticos han sonreído al conjunto azul, líder en cualquier faceta escrutada, aunque ningún detalle muestra mejor dicho dominio que el siguiente (por impensable que resulte): si hubiese jugado sin portero todos los partidos en su estadio y todos los remates rivales se hubieran transformado en gol, el Manchester City continuaría siendo campeón de la Premier 2017-2018… Una afirmación se ha repetido sin cesar a partir del mes de octubre: los estadios ingleses nunca habían presenciado un fútbol de semejante calidad. Sirva la opinión de Gary Lineker como resumen de ello: “La temporada del City ha sido fenomenal, no solo por la manera enfática de ganar la liga, sino por el estilo de fútbol tan alegre que ha practicado. Ha sido un soplo de aire fresco: fútbol de ataque, abierto y aventurero con jugadores realmente buenos. Para el fútbol inglés, Guardiola es genial. Mucha gente dijo que no podría jugar la Premier League con su

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estilo. Me alegra que su estilo de juego se haya impuesto y que él se haya mantenido fiel a sus principios. No solo ha demostrado que puede ganar con dicho estilo, sino que es hermoso de ver”.

He aquí el punto clave del “período azul” de Guardiola en Inglaterra: la implantación eficaz de su concepción del fútbol en un entorno hostil como el inglés. Desde el primer día de su llegada a Mánchester, en julio de 2016, se enarbolaron dos posiciones extremas y opuestas: de un lado, quienes aseguraban que Pep iba a Inglaterra a revolucionar su fútbol y cambiarlo para siempre; de otro lado, aquellos que afirmaban que fracasaría por completo, estrellándose contra el muro férreo del tradicional juego inglés. Ni unos ni otros entendieron jamás las pretensiones ni los auténticos objetivos de Guardiola.

“Déjame repetirlo para que nadie se confunda: Pep no es un mesías que va evangelizando el mundo del fútbol para cambiarlo. Él solo quiere proponer su juego, aprender de los que juegan diferente e intentar sumar y aportar riqueza al juego” (Domènec Torrent)

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Para todos ellos habló muy claro Domènec Torrent, segundo entrenador con Guardiola en el Bayern y el City, cuando conversó con nuestro subdirector Isaac Lluch en julio de 2016: “Nadie debe engañarse: Pep no ha ido a Mánchester a revolucionar el fútbol inglés, ni a enseñar a jugar al fútbol, como se ha dicho en algunos sitios. Pep ha venido a Inglaterra para aportar nuevas ideas. Para aportar y sumar, no para cambiar ni dar lecciones a nadie. Al fútbol se juega de mil maneras y lo único que hace Pep es jugar una de esas mil maneras. Una manera que puede gustar más o menos y con la que gana bastante a menudo, pero que no es la única, ni es la “verdadera”. Es solo la manera que propone Pep. Déjame repetirlo para que nadie se confunda: Pep no es un mesías que va evangelizando el mundo del fútbol para cambiarlo. Él solo quiere proponer su juego, aprender de los que juegan diferente e intentar sumar y aportar riqueza al juego”. ¿Se entendió el mensaje? Indudablemente, no. Aún hoy abundan los que aseguran que Guardiola quiere ser el gran revolucionario que cambie el rumbo del fútbol inglés. No importa lo que digan los protagonistas, ni siquiera el propio Pep tras ganar la Premier League en abril: “No he venido a cambiar el fútbol inglés”. Verdaderamente, él solo quiere ganar y ganar y hacerlo practicando el juego que aprendió de Cruyff y que le gusta enseñar a sus futbolistas. Solo eso. Nada más que eso. Al menos los del otro bando, aquellos que muy ufanos juraban que Guardiola naufragaría en las noches frías y ventosas de Stoke, han ido perdiendo por el camino todos sus argumentos. Sobre ellos, Pep se limitó a decir: “Estoy contento de poder ganar títulos aquí con nuestro estilo de juego”.

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Otamendi, con el trofeo de la Premier League.

El Manchester City ha ganado la Premier cinco jornadas antes de su conclusión, igualando lo conseguido por el Manchester United en 1908 y 2001 y por el Everton en 1985. El resto de datos estadísticos han sido barridos, tanto si miramos puntos como goles, remates a favor o en contra, victorias a domicilio, expected goals, posesión del balón, número de pases, acierto de los mismos o victorias consecutivas. Todos los récords han caído pulverizados. En la memoria de los aficionados, sin embargo, quedará algo mucho más importante que las cifras y los datos: la excepcionalidad de un juego soberbio y brillante que Terry Venables explicitó de este modo: “Hemos presenciado en Inglaterra el más significativo de sus éxitos, logrado con el estilo catalán de juego: fluido, entretenido y ganador”. El proyecto de Guardiola no se halla ni siquiera a mitad de camino, pues acaba de ampliar su contrato hasta verano de 2021, muestra de lo satisfecho que se siente en Mánchester y también de las elevadas esperanzas que ha puesto en el proyecto. Con

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otras tres temporadas por delante, sus jugadores piensan lo mismo. Ilkay Gündogan: “Estamos en un viaje y aún no hemos llegado donde queremos, pero estamos contentos del punto en que estamos. Aún nos queda mucho por mejorar”.

“Las estadísticas son solo una parte de la historia. Para mí, la belleza está en el camino y no en el destino. Por eso valoro tanto lo que hemos hecho esta temporada” (De Bruyne) El jugador más emblemático de Guardiola en el equipo mancuniano, el belga Kevin de Bruyne, ha resumido el sentimiento generalizado de plantilla y aficionados: “Las personas te juzgan por los trofeos y las estadísticas porque eso es lo más importante. Pero las estadísticas son solo una parte de la historia. Para mí, la belleza está en el camino y no en el destino. Por eso valoro tanto lo que hemos hecho esta temporada”.

De Bruyne y Guardiola.

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Poquísimas veces en su carrera como entrenador –que cumple ahora su décima temporada– ha sido más feliz Guardiola como en el Manchester City, donde se reúnen las condiciones idóneas para esa plenitud: una directiva que le apoya sin fisuras, unos futbolistas entregados a su idea de juego, un staff fiel y homogéneo que rema en la misma dirección y una afición que canta su alegría por tenerle como líder: “We’ve Got Guardiola!”. (¡Tenemos a Guardiola!). El propio Pep lo expresó así: “La gente dice que solo tenemos dinero. Lo que tenemos es pasión, grandes trabajadores y una gran estructura de club”. Pep es feliz en Mánchester e incluso lo fue la pasada temporada, cuando casi todo salió mal. Imaginen este año, en que casi todo ha salido bien…

LOS FUNDAMENTOS En el trayecto Barcelona-Múnich-Mánchester, el técnico catalán no ha cambiado los fundamentos de su juego, que se manifiestan alrededor del esférico: tener el balón para atacar, para organizarse, para defenderse, para desorganizar al rival, para ganar. La idea de Pep es: “Solo hay un balón ¡y es nuestro! Si lo tenemos, jugamos. Nos lo pasamos y jugamos. Si no lo tenemos, lo recuperamos. El balón es nuestro, así que cuando lo perdemos nos están quitando algo nuestro y hay que recuperarlo. Nosotros no robamos el balón, solo recuperamos lo que es nuestro”. [En la terminología empleada se advierte la influencia ideológica de Paco Seirul.lo].

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“Solo hay un balón ¡y es nuestro! Si lo tenemos, jugamos. Nos lo pasamos y jugamos. Si no lo tenemos, lo recuperamos. El balón es nuestro, así que cuando lo perdemos nos están quitando algo nuestro y hay que recuperarlo” (Pep Guardiola) El balón para ganar y el balón para defenderse. Una manera de jugar que gana bastante a menudo, pero que no es la única, ni es la “verdadera” (Torrent dixit). Una manera de jugar que precisó adaptarse al juego de contragolpes interiores de Alemania y ha necesitado evolucionar en determinados comportamientos para no padecer el juego directo inglés y sus contraataques exteriores. Como explica Juanma Lillo, “en Inglaterra (…) unos y otros se contragolpean mutua y sucesivamente sin parar. Es un fútbol contragolpeador porque antes no ha habido una secuencia de pases que lo impida (…) Los jugadores corren por fuera y les basta un apoyo interior para contraatacar así”. Guardiola empleó toda su primera temporada en Mánchester para imbuir a los futbolistas del City de los fundamentos de su juego, al tiempo que asumía la disputa de las competiciones y el aprendizaje propio de los rasgos del fútbol inglés: los contragolpes mutuos y sucesivos, los segundos balones, el juego en largo y por alto, los tackles despiadados, la permisividad arbitral –sin parangón con los criterios continentales– y un importante rasgo diferencial: los equipos ingleses poseen un mecanismo psicológico de lucha que les anima a seguir batallando aunque el marcador les resulte muy desfavorable. Con un 2-0 a favor, el Barcelona o el Madrid en España son prácticamente imbatibles y lo mismo ocurre

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con el Bayern en Alemania o la Juve en Italia. Sin embargo, en los campos de la Premier –es sabido que los ingleses van a la guerra con “espíritu deportivo” y practican deporte con “espíritu guerrero”– ningún resultado garantiza el armisticio. Guardiola lo padeció en grado sumo en su primera temporada en Mánchester, donde ni con 2-0 ni siquiera con 3-0 los partidos parecían estar asegurados. Pep ha comentado numerosas veces a sus jugadores que era necesario romper esa dinámica psicológica y quebrar la resistencia de los rivales para evitar sustos como los sufridos en la temporada 2016-2017, de ahí que este curso hayamos visto al City ganar nada menos que 17 partidos por tres o más goles de diferencia, con el siguiente desglose: cinco partidos por 5 o más goles; cinco por 4 goles de diferencia; y siete por 3 goles, además de otros diez encuentros en los que también marcó 3 goles o más. En total, de los 57 partidos oficiales disputados solo en cinco de ellos el equipo no marcó. Son datos elocuentes de lo que Guardiola pidió a su vestuario: no solo adelantarse en el marcador, sino hacerlo de manera determinante y suficientemente amplia como para quebrar cualquier resistencia psicológica de los oponentes.

El balón es el eje sobre el que pivota el Manchester City.

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En la búsqueda de la adaptación al contexto específico inglés podemos afirmar que ha superado con acierto prácticamente todos los obstáculos, incluso antes de lo que él había previsto. Si en junio de 2016 calculaba en privado que el Manchester City necesitaría entre 18 y 20 meses para absorber todo su argumentario de juego, la realidad mostró que el período se redujo a unos quince meses, pues a principios de septiembre de 2017 el equipo ya poseía una identidad inequívocamente “guardiolista”. Es indiscutible que no siempre la ejecución de dichos fundamentos ha sido excepcional o superlativa: el City ha mostrado ámbitos en los que debe mejorar, tanto en la organización colectiva como en la madurez psicológica. Basta ver sus enormes dificultades en las dos visitas a Anfield para comprender que el equipo continúa teniendo asignaturas pendientes. Del mismo modo, si bien la progresión de algunos jugadores ha sido contundente (De Bruyne, Otamendi, Sané, Delph…), los márgenes de mejora también se advierten con claridad: el perfeccionamiento rematador de Sterling o Gabriel Jesús, la tendencia al atolondramiento en Walker, la desconcentración en Sané y la contundencia de Laporte o Stones, son ámbitos individuales en los que necesitan imperiosamente corregirse para crecer..

Kyle Walker.

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Los fundamentos de juego, en cualquier caso, han sido ampliamente asimilados y tras conquistar dos títulos en la temporada puede afirmarse que Guardiola ya ha construido el armazón de su soñado Manchester City.

DISPOSICIÓN ESPACIAL: EL 2-3-2-3 Si en los tres años en el Bayern el entrenador catalán empleó hasta 23 módulos diferentes, sus dos primeras temporadas en el City han sido mucho más cautas. La razón es que después de varios ensayos, Pep entendió que sus jugadores se sentían especialmente cómodos en un sistema de juego: el 4-3-3. Los jugadores del Bayern admitían numerosos cambios de sistema –por ejemplo, tres diferentes en la final de Copa alemana 2016– debido a la presencia de hombres con elevada versatilidad, casos de Lahm, Kimmich, Alaba, Douglas Costa o Thomas Müller. Los futbolistas del City, sin embargo, se sienten cómodos y protegidos cuando se distribuyen a partir del 4-3-3. En su primera temporada, Guardiola empleó el 4-3-3 en el 54% de los partidos y dicho módulo coincidió con el mejor ratio de resultados. Pese a la evidencia, decidió comenzar la presente temporada con una distribución 3-3-2-2: tres centrales en la primera línea; un mediocentro y dos laterales en la segunda; dos interiores en la tercera; y dos delanteros en la última. Los resultados obtenidos en los partidos amistosos de pretemporada fueron mayoritariamente óptimos, pues si bien perdieron ante el Manchester United, golearon a Real Madrid, Tottenham y West Ham. Pero los primeros partidos de liga mostraron un equipo menos fluido de lo que deseaba

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Guardiola, incluso si resultados como el 5-0 infligido al Liverpool en el Etihad Stadium pudieran aparentar lo contrario. Así que el entrenador aprovechó el parón de selecciones de septiembre para tomar una decisión estratégica que se demostró crucial en la temporada: regresar definitivamente al 4-3-3 de partida. A partir de 13 de septiembre de 2017, Guardiola empleó dicho sistema de juego en

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50 ocasiones, es decir, el 94% de los partidos de la temporada. Solo se apartó de dicha distribución en Donetsk (partido intrascendente de Champions) con un 3-4-3 y en los dos encuentros de Champions contra el Liverpool: 4-4-2 en el primer tiempo de Anfield y 2-23-3 en la vuelta, cuando necesitaba remontar tres goles. Por cierto, los tres encuentros concluyeron en derrota para el City.

Posiciones-promedio del City.

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Naturalmente, el 4-3-3 debe interpretarse como módulo de partida, pues en realidad el Manchester City se ha desplegado la mayor parte de los minutos de competición en un muy reconocible 2-3-2-3, con la primera línea compuesta por dos centrales, la segunda por el mediocentro y los dos laterales, la tercera por los interiores “motores de juego” (Ricardo Zazo dixit) y la cuarta por dos extremos y un punta que, en muchas más ocasiones de las reconocidas, ha sido un auténtico falso 9. El 2-3-2-3 es conocido por ser el módulo de juego implantado en la selección italiana por Vittorio Pozzo y Carlo Carcano a partir de 1925 que llevó a los azzurri a conquistar la Copa del Mundo de 1934 y 1938 y el oro olímpico de 1936. Dicho 2-3-2-3 recibió históricamente el nombre de “Método” o WW (no confundir con la WM de Chapman) y estuvo en la base del extraordinario éxito italiano en la década de los 30. Su carácter, sin embargo, era bien distinto al que practica el Manchester City casi noventa años después. Los jugadores de Pep creen en el 2-3-2-3 pues se reconocen en él, identifican a ciegas las posiciones –que pueden ser ocupadas por cualquiera, pero que han de ser ocupadas siempre por alguien– y se sienten potenciados dentro de un módulo de juego que les da fluidez y libertad, si bien conservando un elevado compromiso colectivo. Con el balón en su poder más del 70% del tiempo, el 2-3-2-3 se ha revelado eficaz y casi imparable, al tiempo que admite numerosas variantes. En general, Guardiola ha gustado de usar laterales asimétricos, a menudo con Delph en posición interior y próximo a Fernandinho en tanto Walker asumía posiciones más exteriores, pero no ha dudado en hacerlo al revés ni en colocar a ambos

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laterales en puestos interiores, al estilo de lo que practicó en el Bayern con Lahm y Alaba. La razón de dichos cambios reside únicamente en el perfil del equipo rival. En situaciones adversas de resultado, el 2-3-2-3 dio paso a tres variantes: el 2-14-3, el 2-4-4 y finalmente el 2-3-5 cuando se hizo inevitable volcarse rotundamente al ataque. En todos los casos, Kevin de Bruyne y David Silva jugaron roles diversos, pudiendo ejercer desde el papel de mediocentro único al de interior, mediapunta o extremo, según las necesidades puntuales.

Los “magos” del City.

Cuando no tiene el balón, el City acostumbra a distribuirse en 4-1-4-1, momento en el que Fernandinho precisa mostrar su excelente juego aéreo defensivo. Dado que el equipo de Guardiola solo ha pasado el 28% del tiempo de juego sin tener el balón, su variabilidad en organización defensiva no es elevada. De hecho, solo ha empleado en alguna ocasión puntual el 5-3-2 y durante unos breves minutos –contra el Tottenham en Wembley– el 5-4-1. La cifra de disparos concedida al oponente es reducida: 6,2 por partido como promedio (por 8,2 la temporada anterior), aunque solo 2,2 en cuanto a remates entre los tres postes, con mucho la cifra más baja del campeonato.

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Sin la menor duda, un factor crucial en el éxito de la temporada ha residido en la contratación de futbolistas como Ederson, Walker, Laporte o Bernardo, el aprendizaje de los fundamentos del juego que propone Guardiola por parte de hombres como Otamendi, Agüero, Fernandinho o Kompany y la consolidación de jugadores que –aún con sus lagunas– están llamados a seguir progresando, como Sané, Sterling o Laporte. Por encima de todos ellos ha destacado Kevin de Bruyne, multijugador capaz de ocupar hasta cinco posiciones en el campo, que ha interpretado una revolución personal al asumir el liderazgo indiscutido del equipo ante la grave ausencia de David Silva por los conocidos problemas que padeció su hijo. De Bruyne ha desarrollado una temporada monumental, completando partidos en los que ha impuesto su jerarquía y control, dominando todas las fases del juego y llevando al equipo hasta las mencionadas cotas de excelencia. El City de Guardiola no habría alcanzado semejante nivel sin De Bruyne, el jugador con más impacto en el curso.

UN 25% MÁS DE PASES El cambio de la primera temporada de Pep a la segunda se evidencia de manera notable con el pase. Pep: “Tienes que pasar el balón. Pasar y pasar. Y un pase más. Un pase extra y otro pase extra. Ese pase extra siempre te ayuda a conseguir tu objetivo”. Durante la mayor parte del curso, el Manchester City ha sido una máquina de precisión, con una alta efectividad rematadora: ha disparado 265 veces a portería obteniendo 106 goles y estrellando 23 balones en los postes. Es decir, el 40% de sus remates a puerta han concluido en gol y otro 8,6% ha terminado en los postes. Si lo referenciamos con el to-

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tal de remates (665), la eficacia también es altísima: el 15,9% de los disparos han terminado en gol. Pero por encima de dicha eficacia se advierte un ámbito donde la mejora ha sido mayúscula: el pase.

El incremento en el número de pases resulta tan significativo como estruendoso: aumentar de 597 a 743 significa que el City ha promediado casi 150 pases más por partido En la temporada 2016-2017, el City dio 597 pases por encuentro con un 86% de acierto. Estuvo lejos de lo que promediaba el Bayern de Guardiola: 726 pases por partido, 87,9% de acierto. Esto ha cambiado radicalmente en el curso que ahora termina, pues el equipo de Pep se ha ido hasta los 743 pases por partido, con un 89% de acierto. Para contextualizar este promedio, recordemos que en uno de los partidos cumbre del Barcelona de Guardiola –la conquista de la Champions League 2011 frente al Manchester United de Alex Ferguson–, contabilizó 777 pases y un 90% de acierto. El incremento en el número de pases resulta tan significativo como estruendoso: aumentar de 597 a 743 significa que el City ha promediado casi 150 pases más por partido. Este 24,4% de incremento en el número de pases es mayúsculo, pero en realidad sitúa al equipo de Guardiola donde pretendía su entrenador: en posición dominante durante los partidos. En el total de la liga, los citizen han acumulado 28.242 pases: 4.715 más que los segundos en esta tabla, el Arsenal, y 8.179 más que el Manchester United, es decir, 215 pases más por partido que el equipo de Mourinho.

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Los récords de pases de la temporada: 942 contra el Swansea en Premier y 978 contra el Basel en Champions (Gráficos: FourFourTwo).

El City ha ido rompiendo gradualmente todas las barreras en número de pases, aciertos de los mismos y tenencia del balón. Si en la 10ª jornada de liga (octubre-2017), alcanzó los 843 en terreno del West Bromwich Albion, en la 29ª jornada (marzo-2018) sumó los 902 pases frente al entonces vigente campeón, el Chelsea de Antonio Conte, y en la 34ª se fue hasta los 942 pases acertados contra el Swansea. En dicha fecha, el pasado 22 de abril, el City se convirtió en el primer equipo inglés de la historia en romper la barrera de los 1.000 pases durante un encuentro: concretamente dio 1.015, de los que el 92.8% fueron acertados (de ahí que el récord haya quedado fijado en 942 pases). La cifra lograda, no obstante, aún no supera la conseguida por el Bayern

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de Guardiola en 2014, cuando dio 1.006 pases correctos de 1.078 intentados frente al Hertha Berlín. Del mismo modo, si bien Ilkay Gündogan acumuló 174 acertados contra el Chelsea –récord del campeonato inglés– todavía está lejos de los 196 sumados por Xabi Alonso con el Bayern en la Bundesliga. El City también estableció una plusmarca de pases en Champions League cuando el 7 de marzo acertó 978 combinaciones frente al Basel, en partido que sentenció la eliminatoria (0-4). La repetición del pase a fin de establecer secuencias largas que permitan organizarse es uno de los fundamentos del juego de Guardiola y esta temporada ha conseguido inculcar dicho precepto en sus jugadores, a pesar del tradicional ritmo frenético en que se maneja el juego en Inglaterra. El City no repudia dicho juego directo, sino todo lo contrario: de hecho, gusta de atacar velozmente, sea a través del envío largo del portero al delantero, sea mediante galopadas de sus jugadores más rápidos (Sané, Sterling, KDB. Gabriel Jesús…). Pero es indudable que la interiorización de las secuencias de pase ha sido el avance más significativo del año.

Leroy Sané ha sido protagonista de buen número de ataques veloces.

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Repetir pase es un elemento clave en el juego de posición, pues genera efectos posicionales, organizativos y emocionales muy potentes, si bien deben darse determinadas condiciones para que sea productivo. Repetir pase no es jugar a dar pases, sino que tiene una intención clara. Para ello han de darse unas condiciones previas y un contexto determinado en los partidos. Por ejemplo, un rival que prefiere correr pocos riesgos (“Park-the-Bus”, dicen los ingleses) y un marcador favorable. En casos así, se exagera la repetición de pases porque logra en el oponente un efecto demoledor. Cuando el City repite pases como si estuviera en un rondo, el rival acaba inevitablemente superado mediante una simple triangulación,

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por lo que a partir de la segunda vez que es burlado, desiste de presionar y en cada nueva repetición queda fijado. Cada repetición de pase produce, por tanto, tres efectos: los rivales próximos quedan fijados, los alejados se desorganizan y el adversario queda “adormecido”, víctima de la frustración. El City “duerme” al rival y hasta la fecha solo el eléctrico Liverpool de Jürgen Kloop ha evitado semejante efecto narcotizante.

23 goles conseguidos a balón parado (16 en saques de esquina y 7 de falta) por 4 goles encajados de la misma forma (2 de córner y 2 de falta)

El Manchester City 2017-2018 se ha distinguido también por algunos otros rasgos interesantes: ▶▶ Ha empleado 7 distintas salidas de balón para iniciar el “build up”. ▶▶ Ha convertido la transición defensa-ataque en un elemento fundamental de su juego. ▶▶ Ha conseguido 23 goles a balón parado: 16 en saques de esquina (8% de los lanzados) y 7 en lanzamientos de falta (2 directas, 5 indirectas), aparte de 6 goles de penalti. La temporada anterior sumó 15 goles (7 + 8). ▶▶ Ha encajado 4 goles a balón parado: 2 de córner (1,9% de los lanzados), uno de ellos en propia puerta; y 2 de falta, 1 directa y 1 indirecta. La temporada anterior encajó 9 goles a balón parado. A continuación describimos el recorrido del equipo a lo largo de los diez meses que ha durado la temporada.

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JULIO 2017 MANCHESTER UNITED-MANCHESTER CITY

2-0

20-JULIO-2017

AMISTOSO

MANCHESTER CITY-REAL MADRID

4-1

26-JULIO-2017

AMISTOSO

MANCHESTER CITY-TOTTENHAM

3-0

29-JULIO-2017

AMISTOSO

Guardiola se estrenó en los amistosos de pretemporada alineando tres centrales y una dupla atacante compuesta por Kun Agüero y Gabriel Jesús. En ocasiones fue un 3-1-4-2, en otras un 3-4-3 subiendo a uno de los laterales al ataque y en otras un 3-3-2-2, que pareció ser un módulo con el que el equipo se sentía a gusto. En la formación tipo, a la espera de cerrar los fichajes, Ederson se estrenó en la portería; la línea defensiva estuvo formada por Kompany, Stones y Otamendi; la media, por Fernandinho más dos laterales, alternándose Walker, Danilo y Sané en dichas posiciones; con De Bruyne y Silva en los roles interiores y Agüero y Gabriel Jesús como puntas.

Ederson ha disputado 36 partidos de liga, manteniendo 16 veces la portería a cero.

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AGOSTO 2017 MANCHESTER CITY-WEST HAM

3-0

4-AGOSTO-2017 AMISTOSO

BRIGHTON-MANCHESTER CITY

0-2

12-AGOSTO-2017 1ª JORNADA PREMIER

GIRONA-MANCHESTER CITY

1-0

15-AGOSTO-2017 AMISTOSO

MANCHESTER CITY-EVERTON

1-1

21-AGOSTO-2017 2ª JORNADA PREMIER

BOURNEMOUTH-MANCHESTER CITY

1-2

26-AGOSTO-2017 3ª JORNADA PREMIER

En los primeros partidos de competición, el City mantuvo la línea de tres centrales incluso introduciendo en ella a Danilo cuando Mendy se hizo cargo de la banda izquierda. Agüero y Gabriel Jesús tenían prioridad antes que Sané y Sterling dado que la profundidad era aportada por los nuevos laterales contratados. Para remontar el marcador adverso contra el Bournemouth, sin embargo, Guardiola planteó una media hora final con 2-1-3-4, formación en la que Mendy jugaba en paralelo a Silva y De Bruyne, en tanto Danilo, Agüero, Sané y Sterling componían la línea de ataque. El gol de Sterling en el minuto 96 fue uno de los momentos clave en la creación de una dinámica vencedora que se prolongaría durante 18 victorias consecutivas, hasta el último día del año 2017.

Sterling celebra el agónico gol frente al Bournemouth.

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SEPTIEMBRE 2017 MANCHESTER CITY-LIVERPOOL

5-0

9-SEPTIEMBRE-2017

4ª JORNADA PREMIER

FEYENOORD-MANCHESTER CITY 0-4 13-SEPTIEMBRE-2017 1ª JORNADA CHAMPIONS WATFORD-MANCHESTER CITY

0-6 16-SEPTIEMBRE-2017 5ª JORNADA PREMIER

WEST BROM-MANCHESTER CITY 1-2

20-SEPTIEMBRE-2017 1ª RONDA CARABAO CUP

MANCHESTER CITY-C. PALACE

5-0

23-SEPTIEMBRE-2017 6ª JORNADA PREMIER

MANCHESTER CITY-SHAKHTAR

2-0

26-SEPTIEMBRE-2017 2ª JORNADA CHAMPIONS

CHELSEA-MANCHESTER CITY

0-1

30-SEPTIEMBRE-2017 7ª JORNADA PREMIER

Septiembre comenzó con una goleada amplia al Liverpool (5-0), partido en el que se mantuvo la línea de tres centrales (Danilo, Stones, Otamendi), en tanto Walker y Mendy ocupaban las bandas en el 3-3-2-2. Pese al excelente resultado, el entrenador y su cuerpo técnico debatieron sobre el módulo de juego en busca de alcanzar mayor fluidez y para enfrentarse al Feyenoord en el debut de Champions Guardiola decidió regresar al 4-3-3. El 13 de septiembre de 2017, el City apalizó por 0-4 al conjunto neerlandés, distribuyéndose por el campo en un 2-3-2-3 con el que los jugadores se sintieron mucho más cómodos. Stones y Otamendi se establecieron como pareja inamovible de centrales, con Walker y Mendy como laterales cercanos a Fernandinho. También la pareja de interiores (De Bruyne-Silva) era fija, mientras que en ataque Guardiola eligió a Bernardo para acompañar al tándem Agüero-Jesús, dado que la capacidad de los laterales para profundizar hasta la línea de fondo le permitía usar a los dos delanteros en detrimento de los extremos Sterling y Sané. Tres días más tarde, el Watford encajó seis goles. La formación del City fue idéntica, salvo Bernardo, sustituido por Sterling, que abandonó la banda derecha y se movió con mucha libertad por los pasillos centrales. A los 28 minutos del partido contra el Crystal Palace se produjo otra de las claves de la temporada: Benjamin Mendy sufrió la rotura del ligamento cruzado. La banda izquierda del City perdía a su gran dominador y a partir de esta baja no solo hubo que improvisar un nuevo lateral izquierdo –donde Delph, sorprendentemente, se impuso con jerarquía–, sino que ello provocó un cambio sustancial: dicha banda izquierda pasó a ser propiedad privada de Leroy Sané, lo que a su vez invalidó la dupla Agüero-Jesús. Para sorpresa de todos, Fabian Delph daría un rendimiento excelente como lateral interiorizado, el City tomaría velocidad de crucero con el 2-3-2-3 y Sané se erigiría en protagonista de formidables acciones de ataque. Por un accidente, Guardiola debía abandonar los planes originales, romper la dupla atacante, improvisar un lateral y otorgar plaza fija a Sané en el once titular. El City se distribuía con notable asimetría: en la izquierda era profundo con

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su extremo (Sané) e interiorizaba al lateral (Delph); en la derecha era el lateral (Walker) quien daba profundidad, mientras el extremo se movía por dentro (Sterling). La ecuación resultante fue un éxito. El estimulante triunfo en Stamford Bridge, feudo del campeón, cerró un prodigioso septiembre, saldado con siete victorias, 25 goles a favor y solo 1 en contra.

Fabian Delph, lateral por accidente.

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OCTUBRE 2017 MANCHESTER CITY-STOKE

7-2

14-OCTUBRE-2017

8ª JORNADA PREMIER

MANCHESTER CITY-NAPOLI

2-1

17-OCTUBRE-2017

3ª JORNADA CHAMPIONS

MANCHESTER CITY-BURNLEY

3-0

21-OCTUBRE-2017

9ª JORNADA PREMIER

M. CITY-WOLVERHAMPTON

0-0 (4-0) 24-OCTUBRE-2017

WEST BROM-MANCHESTER CITY 2-3

28-OCTUBRE-2017

2ªRONDACARABAOCUP

10ª JORNADA PREMIER

El 2-3-2-3 permanece como único módulo de juego. Ya sea contra el 5-4-1 de Burnley o WBA o frente a un “4-3-3 espejo” como el del Napoli, el conjunto de Guardiola mantiene la forma de distribuirse sobre el terreno de juego y también su estructura principal, compuesta por siete jugadores inamovibles: Ederson, Walker, Stones, Otamendi, Delph, Fernandinho, De Bruyne y Silva. Solo en la delantera hay permutas entre los cinco atacantes en plantilla. Poco a poco, Bernardo va teniendo más minutos en su lento proceso de adaptación y reaparece tras una larga lesión de rodilla el alemán Gündogan, que meses más tarde rendirá como en sus mejores tiempos del Borussia Dortmund. El formidable partido contra el Napoli muestra las virtudes y defectos del City: una primera media hora que corta el aliento, con dos goles, un disparo al travesaño y un remate de Jesús que no logra introducirse por completo en la portería de Pepe Reina resumen una exhibición formidable de juego. Pero a continuación llega media hora de descontrol en que los italianos primero frenan al City y a continuación llegan a superarlo durante un tramo. Al terminar dice Guardiola: “Nunca me he enfrentado a un equipo tan bueno [en la facilidad de sumar pases cortos y acertados] como este Napoli”. John Stones encadena su segundo partido consecutivo rozando el pleno acierto en el pase (108 de 109 vs Stoke; 83 de 85 vs Napoli). Frente al West Bromwich los citizen logran varios récords históricos en Premier League (843 pases, 78,2% de posesión, 28 puntos sobre 30, mejor inicio liguero). Stones realizó una formidable primera parte de temporada.

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NOVIEMBRE 2017 NAPOLI-MANCHESTER CITY

2-4

1-NOVIEMBRE-2017

4ª JORNADA CHAMPIONS

MANCHESTER CITY-ARSENAL

3-1

5-NOVIEMBRE-2017

11ª JORNADA PREMIER

LEICESTER-MANCHESTER CITY

0-2

18-NOVIEMBRE-2017

12ª JORNADA PREMIER

MANCHESTER CITY-FEYENOORD 1-0

21-NOVIEMBRE-2017

5ª JORNADA CHAMPIONS

HUDDERSFIELD-M. CITY

1-2

26-NOVIEMBRE-2017 13ª JORNADA PREMIER

M. CITY-SOUTHAMPTON

2-1

29-NOVIEMBRE-2017 14ª JORNADA PREMIER

En noviembre, el City también se mantiene invicto, sumando seis victorias más, lo que va aumentando su lista de récords parciales. Durante 25 minutos sufre un martirio ante el Napoli de Sarri, pero tras encajar el primer gol se rehace y remonta con solvencia, beneficiado también por la importante baja del lateral izquierdo napolitano Faouzi Ghoulam, hasta acabar dominando y sometiendo a un gran rival. Es la primera victoria de un equipo inglés en San Paolo (en Champions League), estadio donde el Napoli no perdía desde el mes de abril. El Kun Agüero alcanza su gol número 178, convirtiéndose en máximo goleador histórico de City (264 partidos, 0,67 goles/partido), superando a Eric Brooks (que necesitó 493 partidos para anotar 177 goles). El 3-1 ante el Arsenal sella el mejor inicio de la historia de la Premier League y también el mejor de Guardiola en su carrera. A mediados de mes, John Stones sufre una rotura fibrilar en los isquiotibiales, una de las pocas que padece el equipo en toda la temporada. Esa lesión rompe también la hasta entonces inexpugnable dupla Stones-Otamendi, una de las bases del impactante inicio de temporada, dando paso a Kompany o Mangala como acompañantes del central argentino, quien a partir de este momento protagonizará actuaciones soberbias en terrenos como la posición, la anticipación, la conducción y el pase. El cuerpo técnico del City atribuye la mejora a la ambición personal del jugador por progresar y también a otros dos factores: el equipo está bien situado en el campo, ofreciendo líneas de pase, y el trabajo en los juegos de posición ha alcanzado la excelencia. Precisamente Otamendi es protagonista en el primer gol que encaja el City a balón parado. Ocurre ante el Huddersfield, en un saque de esquina que el defensa argentino introduce en su propia portería en el minuto 45. Es un mal presagio dado que desde abril de 1995 el equipo de Mánchester no ha conseRécord del club para el Kun Agüero.

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guido remontar ni un solo partido fuera de casa cuando el marcador le era desfavorable al descanso. En un segundo tiempo agobiante, el Huddersfield se defiende con un impenetrable 5-4-1. Los visitantes dan 295 pases por solo 16 de los locales. Cuando el empate parece definitivo surge el “factor Sterling”: el joven delantero inglés logra el gol de la victoria en el minuto 84, al igual que había conseguido cinco días antes frente al Feyenoord (donde hicieron su debut en Champions los infantes Foden y Brahim Díaz) y como hará tres días después contra el Southampton, amén de los logrados semanas antes frente a Everton y Bournemouth. El 5-4-1 se ha erigido en el antídoto que todos los rivales plantean como propuesta “anti-City”. El Southampton de Mauricio Pellegrino se defiende con diez hombres dentro de su propia área y la idea le sonríe hasta el minuto 96, cuando por tercer partido consecutivo Sterling logra el gol del triunfo mientras el reloj ya marcaba la hora. Sobre el césped del Etihad Stadium se desata la locura, desde el goleador hasta Pep, de Silva a Mendy, que cruza la banda corriendo con sus muletas para fundirse en la piña de jugadores. Aquella noche nace el “Shark Team”, apodo que el propio Mendy difundió en las redes sociales.

La noche que nació el “Shark Team”.

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DICIEMBRE 2017 MANCHESTER CITY-WEST HAM

2-1

3-DICIEMBRE-2017

15ª JORNADA PREMIER

SHAKHTAR-MANCHESTER CITY

2-1

6-DICIEMBRE-2017

6ª JORNADA CHAMPIONS

M. UNITED-MANCHESTER CITY

1-2

10-DICIEMBRE-2017

16ª JORNADA PREMIER

SWANSEA-MANCHESTER CITY

0-4 13-DICIEMBRE-2017

17ª JORNADA PREMIER

MANCHESTER CITY-TOTTENHAM 4-1 LEICESTER-MANCHESTER CITY M. CITY-BOURNEMOUTH

1-1 (3-4)

18ª JORNADA PREMIER

19-DICIEMBRE-2017

4-0 23-DICIEMBRE-2017

NEWCASTLE-MANCHESTER CITY 0-1 C. PALACE-MANCHESTER CITY

16-DICIEMBRE-2017

3ªRONDACARABAOCUP

19ª JORNADA PREMIER

27-DICIEMBRE-2017

20ª JORNADA PREMIER

0-0 31-DICIEMBRE-2017

21ª JORNADA PREMIER

Nueve partidos en el mes de diciembre suponían un reto elevado. La estructura modular 2-3-2-3 se mantuvo en la mayoría de partidos, incluida la visita al Leicester en la Copa de la liga, donde se alineó el “Zinchenko’s Team”, una alineación alternativa con Bravo en la portería, Adarabioyo y Mangala como centrales, Danilo y Zinchenko de laterales, Yayá Touré como mediocentro, Gündogan y Foden de interiores, y Bernardo, Jesús y Brahim como delanteros. Al equipo se sumaron antes de la prórroga otros dos jovencitos, Nmecha y Dele-Bashiru, pese a lo cual se consiguió superar el trance en la tanda de penaltis. El único cambio de módulo se produjo en Donetsk, ante el Shakhtar, en un partido intrascendente de Champions que acabó ganando el conjunto ucranio, lo que supuso la primera derrota del City en la temporada. Guardiola presentó un 3-4-3, con Fernandinho como tercer central entre Adarabioyo y Mangala. Los restantes siete partidos del mes se iniciaron con el 4-3-3 estándar. Los rivales plantaron mayoritariamente el autobús frente al City. Contra el West Ham, el 5-4-1 rival también fue superado en los minutos finales (Silva, 83’) con Guardiola apostando por el 2-3-1-4: “En los últimos partidos he aprendido que hay que atacar de un modo algo diferente contra los equipos que plantan el autobús. Estamos haciéndolo con dos números 9 y dos extremos. Será bueno para aplicarlo en el futuro”. Sterling como falso 9 fue la gran sorpresa del City en Old Trafford. Durante un primer tiempo con el 75% de posesión para los de Guardiola, el delantero inglés dio un recital de comprensión del rol. El Manchester United llevaba 40 partidos invicto en su estadio, pero el derby se saldó con una victoria que otorgaba al City 11 puntos de ventaja sobre el equipo de Mourinho, 14 sobre el Chelsea y 16 sobre el Liverpool cuando solo se había cumplido el 10 de diciembre. Graeme Souness, estrella del gran Liverpool de los años 70, dijo al terminar: “Ni en la mejor época de nuestro Liverpool logramos dominar en Old Trafford como hoy lo ha hecho el City”.

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Tres días más tarde, David Silva realizó su mejor partido de la temporada, en el triunfo contra el Swansea por 0-4. Antes de comenzar, Mikel Arteta le dijo a Guardiola: “Pep, no imaginas cómo están: han calentado como bestias”. El City sumó su decimoquinta victoria consecutiva en liga, superando la plusmarca Silva, 29 partidos de liga y un rendimiento nuevamente excepcional. del Arsenal de los “invencibles”. Al día siguiente, David Silva viviría uno de sus días más duros al producirse el nacimiento de forma prematura extrema de su hijo Mateo tras solo seis meses de gestación. El 16 de diciembre, el equipo brindó a David Silva una aplastante victoria por 4-1 sobre el Tottenham. El triunfo sobre los Spurs de Pochettino inauguró una etapa extraordinaria de Kevin de Bruyne como motor del City. Durante los siguientes tres meses –coincidiendo con abundantes ausencias obligadas de Silva–, el belga se convirtió en líder supremo del equipo en todas las facetas hasta conquistar un peso y una jerarquía monumentales en el juego citizen. Pep dijo ese día: “No tengo palabras para definir lo que ha hecho Kevin hoy”. Presionó, robó, dirigió, condujo, pasó, remató y marcó. La suya fue una actuación superlativa y no en vano fue nombrado Man of the Match en los enfrentamientos contra Chelsea, Manchester United, Liverpool, Arsenal y Tottenham… ¿De qué juega De Bruyne? De falso 8, de “free 8”. Después de 16 victorias consecutivas, el City había vencido a todos los clasificados desde la 2ª hasta la 9ª posición de la tabla. A Guardiola no le faltó un detalle: hizo debutar en liga a la “niña de sus ojos”, Phil Foden, precisamente el día en que se cumplían 27 años del debut del propio Pep De Bruyne, ante los Spurs. con el Barça. A dos días de la Navidad, David Silva hizo el primero de sus muchos regresos a Mánchester para ayudar al equipo. Frente al 5-4-1 del Bournemouth, con las líneas muy apretadas y sin ceder ningún espacio libre, Guardiola modificó el 4-3-3 en el segundo tiempo, cambiando a un 4-4-2 con rombo en el centro del

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campo (Fernandinho en el vértice bajo y Sterling en el alto). Dicha segunda parte resultó formidable, con un dominio aplastante, cifrado en el 80% de posesión. Por vez primera en su carrera, Kun Agüero logró dos goles de cabeza en un mismo encuentro. Pep afirmó al terminar: “Este vestuario es un sueño”. Un dato relevante muestra el uso del balón por parte del City en función del contexto concreto. Si está ganando el encuentro, el número de secuencias de pase con 10 o más pases del City asciende al 13,4% del tiempo de juego. Cuando está perdiendo, dicho porcentaje se reduce al 6,8%. Naturalmente, cuando va ganando, dichas secuencias de pase concluyen en remate a portería rival en el 9% de los casos, mientras que si va perdiendo el porcentaje sube hasta el 27%. El 27 de diciembre vio la 18ª victoria consecutiva del City en la presente liga. Cuando Kompany se lesionó en el tercer minuto de partido, Pep le sustituyó por Gabriel Jesús y volvió a formar con “doble 9”, disponiéndose en 2-3-1-4. Solo Otamendi (122) dio más pases que todo el Newcastle (115) y el City fijó un récord inigualado: 58 puntos sobre 60 en los primeros 20 partidos de camSeis goles y cuatro asistencias para Bernardo Silva en liga. peonato (19 victorias y 1 empate), con 61 goles a favor por 12 en contra, el mejor inicio de la historia en cualquiera de las cinco grandes ligas europeas. La ventaja sobre el Manchester United se incrementó a 15 puntos. La fatiga empezaba a asomar en las piernas de los jugadores de Guardiola y por vez primera en el curso, el City no había logrado marcar gol en la segunda parte de un encuentro. El último día del año, el Crystal Palace consiguió detener a la locomotora azul, empatando a cero. Gabriel Jesús sufrió una seria lesión en el ligamento colateral de la rodilla izquierda, que le mantendría fuera de combate hasta finales de febrero. Ausente Silva, De Bruyne aparecía fatigado y Sané impreciso, algo común en todos los campos de la Premier: el 29% de los empates a cero del campeonato se produjeron en la última semana del año, la más cargada de compromisos, con el 13% del total de partidos de la temporada. Dichos empates son fruto de la fatiga mental y el cansancio físico de semejante estrés competitivo. Al City le aumentaban los problemas: por cuarta vez en los partidos recientes uno de sus jugadores era brutalmente castigado por un rival, De Bruyne en dos ocasiones, Sterling y Gündogan, antes de que fiMomento de crisis: nalmente Sané fuera “cazado” en Cardiff. Sané y Gabriel Jesús, lesionados.

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ENERO 2018 MANCHESTER CITY-WATFORD

3-1

2-ENERO-2018

22ª JORNADA PREMIER

MANCHESTER CITY-BURNLEY

4-1

6-ENERO-2018

1ª RONDA FA CUP

MANCHESTER CITY-BRISTOL

2-1

9-ENERO-2018

SEMIFINAL CARABAO CUP

LIVERPOOL-MANCHESTER CITY

4-3

14-ENERO-2018 23ª JORNADA PREMIER

MANCHESTER CITY-NEWCASTLE 3-1

20-ENERO-2018 24ª JORNADA PREMIER

BRISTOL-MANCHESTER CITY

23-ENERO-2018 SEMIFINAL CARABAO CUP

2-3

CARDIFF-MANCHESTER CITY

0-2

28-ENERO-2018 2ª RONDA FA CUP

MANCHESTER CITY-WEST BROM 3-0

31-ENERO-2018 25ª JORNADA PREMIER

Enero no iba a ser menos intenso, con siete victorias en ocho encuentros. Anfield vio la primera derrota liguera del equipo de Guardiola, un 4-3 vibrante en el que el City cometió nada menos que cuatro graves errores defensivos (dos de Stones, uno de Otamendi y otro de Ederson) que sentenciaron su suerte. La tradicional “boca del lobo” con que Klopp espera a los equipos de Guardiola volvió a dar su fruto, pero sobre todo evidenció una carencia emocional de los hombres del City: su tendencia a entrar en pánico en determinados momentos del curso. En Liverpool fueron nueve minutos de pánico que culminaron en tres goles sucesivos de los reds. El año 2018 se abrió el 2 de enero en el Etihad: a los 38 segundos de partido, Sterling remató un pase de la muerte de Sané. Regresó Stones al equipo, aunque sucesivas lesiones sufridas con la selección inglesa le impidieron recuperar el gran nivel de la primera parte del curso. Los jugadores estaban tan fatigados que por primera y única vez en la temporada, Guardiola decidió suprimir su habitual charla previa al encuentro. Las intermitencias obligadas de Silva permitían a Gündogan acumular minutos de juego e ir recuperando un buen estado de forma. Curiosamente, el Bristol –en Copa de la liga– fue uno de los equipos que más problemas planteó al City gracias a su presión alta y atrevimiento. Una semana después de caer en Anfield, el City vencería a un encastillado Newcastle con un hat trick perfecto de Agüero: primer gol de cabeza, segundo con la pierna derecha y tercero con la izquierda. Era el partido 200 del Kun en el City y su undécimo hat trick. Brahim Díaz debutaba en Premier y tres días después Guardiola dirigía en Bristol su partido 500 como entrenador, venciendo al cuadro local y alcanzando Gündogan volvió a alcanzar su mejor nivel.

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la final de la Copa de la liga. Balance de los 500 partidos: 365 victorias (73%), 83 empates, 52 derrotas, 1.252 goles a favor (2.50) y 381 en contra (0.76). David Silva conseguía otra racha curiosa: su 24ª victoria en 24 partidos consecutivos, la racha más larga del fútbol inglés desde su reglamentación en 1863. Enero concluyó con el mismo módulo (4-3-3, que con balón es 2-3-2-3) de toda la temporada, tanto en la victoria copera en Cardiff –donde destacó un gol de falta directa por debajo de la barrera de KDB, quien reconoció el mérito del equipo de analistas (Domènec Torrent y Carles Planchart)– como en el triunfo liguero ante el WBA, que permitió ver el estreno de Aymeric Laporte pese a que solo había realizado un entrenamiento con el equipo. Dicho entrenamiento resultó espectacular, demostrando una personalidad arrolladora que animó a Guardiola a darle galones de titular desde ese momento. A esas alturas de temporada, el City sumaba 68 puntos, dos más que en todo el curso anterior y el cuerpo técnico empezaba la cuenta atrás: solo faltaban ocho victorias para asegurar el título de liga.

De Bruyne dispara por debajo de la barrera del Cardiff.

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FEBRERO 2018 BURNLEY-MANCHESTER CITY

1-1

3-FEBRERO-2018

26ª JORNADA PREMIER

MANCHESTER CITY-LEICESTER

5-1

10-FEBRERO2018

27ª JORNADA PREMIER

BASEL-MANCHESTER CITY

0-4 13-FEBRERO-2018

OCTAVOS CHAMPIONS

WIGAN-MANCHESTER CITY

1-0

19-FEBRERO-2018

3ª RONDA FA CUP

ARSENAL-MANCHESTER CITY

0-3

25-FEBRERO-2018

FINAL CARABAO CUP

Otro gol a balón parado permitió que Guardiola felicitara públicamente a Domènec Torrent, después de que Danilo embocara un remate tras saque de esquina en Burnley. Aunque el marcador concluyó en empate, fruto de una enorme cantidad de ocasiones de gol desperdiciadas, el desempeño del City fue uno de los más brillantes del año, con un extraordinario Gündogan. El banquillo del cuadro, formado por Bravo, Laporte, Adarabioyo, Zinchenko, Yayá y Brahim, ni siquiera pudo ser completado dado el gran número de bajas, por lo que Guardiola aprovechó la oportunidad y concedió cuatro días libres a toda la plantilla, incluido el staff técnico: “Que todo el mundo descanse y se olvide del fútbol, que limpien la mente y vuelvan frescos”. La distancia en la clasificación subía a 16 puntos frente al Manchester United, por lo que Mourinho se apresuró a conceder el título a su rival ciudadano después de que el City venciera por 5-1 al Leicester en un segundo tiempo formidable. El Kun Agüero marcó cuatro goles (el cuarto, sensacional, desde fuera del área), pero se distinguía por bastantes más cosas: es cierto que había marcado en los siete anteriores encuentros, pero sobre todo había alcanzado la armonía con el juego colectivo. Flotaba, se movía en posiciones próximas a sus centrocampistas y había conseguido comprender lo que Pep espera de él: “Básicamente, al Kun lo necesitamos para marcar goles, pero también por el juego. Está muy involucrado en el juego”. Regresaron Foden y Stones al equipo y el estado de forma de Gündogan, Bernardo y KDB seguía siendo altísimo. Tres goles en los primeros cuatro disparos a portería sentenciaron al Basel en la ida de octavos de Champions. Los aficionados del City bautizaron a uno de sus jugadores como “Silky Gündogan” (Sedoso Gündogan). Sobre el St. Jakobs Park volvió a ser el Gündogan que enamoró años atrás en Dortmund y el City obtuvo la mayor victoria de un equipo inglés fuera de casa en partido de Champions, avasallando al Basel con un 74% de posesión. Sterling, detenido por un rival del Basel. Cuatro días más tarde, el City fue eliminado de la FA Cup por el Wigan. Los de Guardiola tuvieron el balón hasta el 82% del tiempo, pero malgastaron hasta

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cinco buenas ocasiones de gol y Delph cometió un grave error al filo del descanso, siendo expulsado. Pese a jugar con diez, el City siguió dominando (83% de posesión en la segunda parte), distribuido en 2-3-2-2 hasta que Danilo se situó como extremo diestro en un 2-22-3. El City encadenó 845 pases, remató 27 veces, y sacó 15 córners, pero un error grosero de Walker dejando pasar un balón permitió que el mítico Will Grigg adelantara a los locales, infringiendo la tercera derrota del curso Claudio Bravo, pieza clave en la conquista la Copa de la Liga. al City. El tropiezo no pareció afectar al cuadro citizen cara a la final de la Copa de la Liga que le enfrentó al Arsenal en Wembley. Con Sterling tocado, el entrenador situó a De Bruyne como extremo derecho en su tradicional 2-3-2-3: el belga se movía por los pasillos internos, dejando el exterior para Walker, en tanto Danilo como lateral izquierdo interiorizaba sus movimientos, en la que fue su mejor actuación de la temporada. Agarrotados y nerviosos en el primer tiempo, los jugadores de Pep realizaron una excelente segunda mitad, presionando alto, controlando el balón y atacando con corrección, no permitiendo que los de Wenger tuvieran la menor oportunidad en dicho período: cero ocasiones. Agüero abrió el marcador a pase directo del portero Bravo, con Kompany y Silva amartillando el título, el quinto del City en esta competición (1970, 1976, 2014, 2016, 2018) y el vigesimosegundo de Guardiola como técnico. Tras ocho semanas de baja, Gabriel Jesús volvió a jugar unos minutos. Danilo, con el primer título de la temporada.

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MARZO 2018 ARSENAL-MANCHESTER CITY

0-3

1-MARZO-2018

28ª JORNADA PREMIER

MANCHESTER CITY-CHELSEA

1-0

4-MARZO-2018 29ª JORNADA PREMIER

MANCHESTER CITY-BASEL

1-2

7-MARZO-2018

STOKE-MANCHESTER CITY

0-2

12-MARZO-2018 30ª JORNADA PREMIER

EVERTON-MANCHESTER CITY

1-3

31-MARZO-2018 32ª JORNADA PREMIER

OCTAVOS CHAMPIONS

La peculiaridad del calendario inglés regaló al City nada menos que 19 días de descanso entre dos jornadas de liga. Cuatro días después de ganar la Copa de la Liga volvió a enfrentarse al Arsenal, esta vez en el Emirates Stadium, y de nuevo venció por el mismo resultado (0-3). El partido número 100 de Guardiola en el City (69 victorias, 18 empates, 13 derrotas) se resolvió en 33 minutos mediante tres fabulosos goles: un slalom de Sané que culminó Bernardo con un disparo parabólico a la escuadra; otro slalom de Sané que el Kun prolongó para Silva, que tras cambiarse de pie incrustó el balón por el ángulo ciego; y una combinación larga al primer toque con intervención de Agüero, De Bruyne y Walker que remató Sané. El joven alemán ganó las nueve acciones de ataque en que intervino en el primer tiempo, marcó un gol, dio una asistencia y una pre-asistencia. El Arsenal fue incapaz de parar el vendaval: por vez primera recibió tres goles en casa durante el primer tiempo de un partido. Ederson detuvo un penalti a Aubameyang en la segunda mitad, siendo el undécimo que detenía un guardameta del City de los últimos 19 lanzamientos, sin contabilizar las tandas de penaltis. Setenta y dos horas más tarde, los de Guardiola recibieron al Chelsea y para sorpresa de muchos el equipo de Conte plantó el autobús. “Ahora mismo es muy difícil jugar contra el City –manifestó Conte a la conclusión–. Son muy fuertes, tienen una calidad fantástica. Si les concedes espacios entre líneas te meten tres o cuatro goles”. El Leroy Sané, mejor futbolista joven de la Premier League. City aprovechó el 5-4-1 del Chelsea, con Hazard como náufrago en el círculo central, para acumular pases: batió el récord histórico, con 902 acertados de 975 intentados (93%). Ubicado como mediocentro por la ausencia de Fernandinho, el sedoso Gündogan dio 167 pases y batió el récord del fútbol inglés. Por vez primera desde 2004, el Chelsea se quedó sin disparar a portería en todo el partido. Pep: “No hemos concedido ningún disparo entre los tres postes. Hemos hecho un gran partido

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contra los campeones”. A la doble victoria liguera frente al Arsenal, el City sumió la misma circunstancia contra el Chelsea. La cuarta derrota del curso –y la primera en el Etihad– se produjo el 7 de marzo, cuando el Basel venció por 1-2 en un partido de Champions que se había tornado intrascendente por lo abultado del marcador de la ida. Guardiola alineó al “Zinchenko’s Team” y el equipo se mostró romo y espeso, quizás porque ni Stones, ni Yayá Touré –en sus últimas semanas en el City–, ni Foden o Zinchenko se encontraban en un buen momento de forma. Si bien el equipo dio muchos pases (978, récord de la Champions) lo hizo en zonas intrascendentes y el traspiés supuso caer por primera vez en casa tras 36 partidos consecutivos. “Nuestra segunda parte –dijo Pep– ha sido muy pobre”. El domingo 11 de marzo, el campo de entrenamiento número 1 del City vivió un momento que sería crucial para el tramo final del curso: el Kun Agüero sufrió un duro golpe en su rodilla derecha que le afectó la zona meniscal. El equipo citizen perdió ese día su principal arma atacante. Al día siguiente, un doblete de David Silva quebró el 5-4-1 presentado por el Stoke. El City dejó la ciudad vecina de Newcastle con 16 puntos de ventaja sobre el Manchester United y 20 sobre el Tottenham, habiendo sumado 26 victorias ligueras y recuperado al mejor Sterling. Pero la baja del Kun pesaba en el ánimo colectivo cuando Guardiola y los suyos viajaron al sol de Abu Dabi para un pequeño stage. Goodison Park vio otra exhibición a finales de marzo. Ganando por 1-3 al Everton de Allardyce, el City sumó otro detalle: era el tercer equipo de la historia (tras Chelsea y Manchester United) en vencer a todos sus competidores del campeonato. También fue el triunfo número 50 de Guardiola en Premier (en 69 partidos disputados). Un asombroso 83% de posesión, con tramos del 90%, resumió la exhibición, en la que destacaron Silva y Sané, que alcanzaron al unísono su undécima asistencia de gol, en tanto De Bruyne se iba hasta las 15. Como ensayo del partido de Champions ante el Liverpool, Guardiola probó a Laporte como lateral izquierdo –dado que la rodilla de Delph le mantenía de baja–. En la salida de balón, el City se colocaba con tres centrales (Otamendi, Kompany y Laporte), pero cuando el balón cruzaba el círculo central, el citado Laporte se convertía en lateral izquierdo por el carril exterior.

Laporte se ha convertido en pieza importante de la defensa citizen.

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ABRIL 2018 LIVERPOOL-MANCHESTER CITY

3-0

4-ABRIL-2018

CUARTOS CHAMPIONS

MANCHESTER CITY-M. UNITED

2-3

7-ABRIL-2018

33ª JORNADA PREMIER

MANCHESTER CITY-LIVERPOOL

1-2

10-ABRIL-2018

CUARTOS CHAMPIONS

TOTTENHAM-MANCHESTER CITY 1-3

14-ABRIL-2018

34ª JORNADA PREMIER

MANCHESTER CITY-SWANSEA

5-0

22-ABRIL-2018

35ª JORNADA PREMIER

WEST HAM-MANCHESTER CITY

1-4

29-ABRIL-2018

36ª JORNADA PREMIER

Por vez primera en mucho tiempo, Guardiola cambió el módulo de juego para visitar Anfield en partido de cuartos de Champions. Si la baja del Kun Agüero permitía pensar que Bernardo sería el tercer delantero, finalmente el entrenador eligió a Gündogan, en busca de un mayor control del balón, pero la decisión dio mal resultado. De nuevo tres graves errores defensivos (Walker en el primer gol, Walker, Sané y Kompany en el segundo, Fernandinho y Kompany en el tercero) mataron al City en su batalla contra el Liverpool. Otra vez veinte minutos de pánico emocional desorganizaron todas las líneas citizen y en esta ocasión dejaron la eliminatoria casi sentenciada. El City vivió a los pocos días un nuevo bofetón, mostrando esta vez dos rostros totalmente opuestos. El Manchester United visitaba el Etihad Stadium y la victoria azul daba matemáticamente el título a los de Guardiola, que regresó a su habitual 2-3-2-3, aunque esta vez con Sterling de falso 9 entre Bernardo y Sané, siendo Gündogan y Silva los interiores. Un primer tiempo apabullante dio ventaja al City por 2-0, a pesar de que Sterling falló hasta tres duelos en solitario contra De Gea. El balance habla por sí solo: 9 remates del City por ninguno del United. La Premier parecía finiquitada, pero bastaron otros quince minutos de desconcentración colectiva –y de errores individuales, como el de Otamendi, que gradualmente iba perdiendo su gran estado de forma– para que el equipo de Mourinho diera la vuelta al marcador y frenara el alirón citizen. Era la primera derrota del City en casa en el campeonato liguero, pero sobre todo una gran decepción para el aficionado, que soñaba con conquistar el título frente al gran rival. Hubo una herida mucho peor: una entrada brutal de Young al Kun Agüero dentro del área fue obviada por el colegiado, que ni señaló penalti ni amonestó al visitante, y quebró el menisco del delantero argentino, obligado a pasar por el quirófano a los pocos días. Para recibir al Liverpool en una batalla que parecía inabordable, Guardiola cambió nuevamente de módulo, esta La entrada de Young a Agüero.

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vez para presentar un 2-1-4-3 de altísimo riesgo. Otamendi y Laporte se ubicaron como centrales, con Fernandinho por delante; en la línea superior formaron Walker, De Bruyne, Silva y Sterling; y en la atacante, Bernardo, Jesús y Sané. Un gol del brasileño en el minuto 2 dio paso a un dominio completo del City que tuvo dos momentos culminantes en el primer tiempo: un disparo de Bernardo al travesaño y un gol de Sané anulado pese a que el balón procedía de Milner. La no materialización de dichos tantos, la expulsión de Guardiola al descanso por protestar la decisión arbitral, y un balón que se le escapó a Ederson en un contragolpe red liquidaron la eliminatoria, dejando al City fuera de las ansiadas semifinales europeas y sellando una semana negra para el equipo de Pep. El equipo volvió a la “normalidad” cuatro días más tarde en Wembley, cuando batió de nuevo al Tottenham tras un primer tiempo en que minimizó a su oponente partiendo del 2-3-2-3, pero en el que no pudo evitar que Eriksen acortara distancias al filo del descanso. La pregunta en dicho momento era si el City sabría resistir el empuje local o si volvería a ocurrirle como en los dos anteriores partidos y su fragilidad emocional propiciaría otra remontada. La respuesta la dio Guardiola al sustituir a Sané por Otamendi, plantear una defensa con tres centrales (Otamendi-Kompany-Laporte) y distribuirse en 5-3-2. El cambio de módulo frenó en seco a los Spurs y regaló ocasiones de oro que desperdiciaron Sterling y Jesús hasta que finalmente el atacante inglés sentenció el marcador. Guardiola lo apuntaló con otra modificación más, pasando a un 5-4-1 que resultó inexpugnable. El Tottenham llevaba 14 partidos sin perder y el City pudo sumar otro gran escenario entre sus victorias de la temporada. En el balance de enfrentamientos entre los seis grandes de la Premier, el City habrá ganado 8 de los 10 partidos disputados, sumando 24 de los 30 puntos en juego, con 27 goles a favor por 11 en contra. Ha sido uno de los grandes cambios respecto al curso anterior, donde solo consiguió 6 de dichos 30 puntos en juego. Aún no era campeón de liga, pero lo fue al día siguiente. Mientras Guardiola jugaba al golf con Tommy Fleetwood (cuarto en el US Open 2017), Jay Rodriguez cabeceaba a gol en Old Trafford y le daba la victoria al WBA frente al Manchester United. Si tres mil aficionados del United habían enloquecido la semana anterior en el Etihad al impedir el triunfo del City, ahora eran más de setenta mil los hinchas del United que vivían una pesadilla en su propio estadio, al poner en bandeja el título a sus rivales ciudadanos. El 22 de abril, un resplandeciente Etihad Stadium recibía a los campeones de liga, que batirían al Swansea en otra gran exhibición de juego culminada con cinco excelentes goles, amén de ver el de momento tímido regreso de Mendy a la competición mientras Yayá Touré seguía protagonizando su “Farewell Tour”. Por el camino, ante el Swansea establecieron el récord de

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mayor número de pases de la historia del fútbol inglés, con 942 acertados de 1.015 dados. Tres asistencias de Sterling facilitaron un nuevo triunfo, esta vez en terreno del West Ham, el 29 de abril, donde el City realizó la enésima exhibición de juego del curso, siempre con el 2-3-2-3. Guardiola hizo debutar en liga al joven Lukas Nmecha, en tanto Yayá Touré continuó dando pequeños recitales de veinte minutos en los que amasa pases, junta rivales y muestra cuán gran futbolista fue.

Ausente durante meses, el capitán Kompany acabó el curso de modo magnífico.

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MAYO 2018 MANCHESTER CITY-HUDDERSFIELD

0-0 6-MAYO-2018

37ª JORNADA PREMIER

MANCHESTER CITY-BRIGHTON

3-1

9-MAYO-2018

31ª JORNADA PREMIER

SOUTHAMPTON-MANCHESTER CITY

0-1

13-MAYO-2018

38ª JORNADA PREMIER

El viernes 20 de abril, a primera hora de la mañana, Guardiola reunió a sus jugadores en la sala de la ciudad deportiva donde acostumbran a revisar los vídeos de los equipos rivales. Esta vez el vídeo no mostraba acciones de los contrincantes, sino unas sencillas imágenes con tres cifras. El récord de puntos, el récord de victorias y el récord de goles de la historia de la Premier League. Los 95 puntos obtenidos por el Chelsea de José Mourinho en la temporada 2004-2005; las 30 victorias logradas por el Chelsea de Antonio Conte en el curso 2016-2017; y los 103 goles conseguidos por el Chelsea de Carlo Ancelotti en la temporada 2009-2010. En realidad, el vídeo contenía otras cifras, número de victorias fuera de casa, diferencia de goles, diferencia de puntos con el segundo clasificado y así hasta diez apartados distintos, pero Pep se detuvo solo en los tres primeros aspectos: puntos, victorias y goles. “Chicos –les dijo– hemos hecho una temporada extraordinaria, pero ahora podemos hacer historia. Podemos superar estos tres récords y pasar a la historia del fútbol inglés. Y si batimos estos tres, todos los otros récords caerán por sí solos. ¿Lo hacemos?”. El grito del equipo fue unánime. Tras aquella reunión, el City encadenó cuatro victorias y un empate en los cinco encuentros del sprint final, con 13 goles a favor y 3 en contra, evitando la caída en el rendimiento que Guardiola pretendía obviar y que conocía bien del Barça y el Bayern. Por vez primera en la historia de la liga inglesa, los cuatro máximos asistentes pertenecen al mismo equipo: De Bruyne (16), Sané (15), Silva y Sterling (11). Asimismo, los dos primeros jugadores en lograr dobles figuras habrán sido Sané (10 goles + 15 asistencias) y Sterling (18 + 11), quedando muy cerca Silva (9 goles y 11 asistencias pese a estar presente solo en 29 partidos). El excepcional campeonato del Manchester City, durante el cual solo estuvo por detrás en el marcador durante 153 minutos (otro indicativo de dicha excepcionalidad), no podía concluir más que de un modo histórico. El mismo día que se cumplían seis años (13 de mayo de 2012) del épico gol del Kun Agüero que dio al club su primera liga del siglo XXI, y en el mismo minuto del tiempo de descuento (93’20” y 93’02”), Yayá Touré, en su adiós al vestuario del Eithad Stadium.

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Gabriel Jesús controló con el pie izquierdo un balón lanzado desde cincuenta metros por De Bruyne y con una suave vaselina ejecutada con el pie derecho sumó el punto número 100 a la tabla del City, redondeando la apoteosis. Todas las plusmarcas habían caído hechas añicos.

Gabriel Jesús celebra el último gol de la temporada, el que dio los 100 puntos.

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LOS DESAFÍOS DEL PRÓXIMO CURSO Para el porvenir se dibuja un gran reto que Guardiola ya ha señalado en las últimas semanas: enfocarse en las competiciones inglesas mucho más que en la Champions League, buscando repetir el título de liga como gran objetivo. El hecho de que los tres últimos campeones –Chelsea, Leicester y Chelsea, sucesivamente– no solo no hayan optado a dicha reválida, sino que ni siquiera lograran clasificarse entre los cuatro primeros al año siguiente de ganar, es un indicativo de la dificultad existente en la competición inglesa y también sitúa dicho objetivo como prioridad absoluta del City. Nadie puede dudar que el próximo campeonato será más difícil, básicamente por dos razones: los cinco “grandes” se reforzarán e intentarán evitar un nuevo desfile del conjunto de Guardiola; y los “pequeños” incrementarán la estrategia de enmurallarse (Park-the-Bus) cuando se enfrenten al City, que precisará mucha finura para desatascar partidos que se jueguen en espacios muy reducidos. Para lograrlo, Guardiola ya ha comunicado a sus jugadores cuál es la premisa fundamental: mantener el mismo grado de ambición que en la temporada recién concluida. Esta es la condición sine qua non para superar el desafío, pero hay otros varios ámbitos en los que el equipo de Guardiola debe mejorar: ▶▶ Seguir madurando en el terreno emocional, evitando momentos de pánico como los vividos ante el Liverpool ▶▶ Acertar en el modo de enfrentarse a su gran némesis, el Liverpool de Jürgen Klopp ▶▶ Proseguir en la mejora individual de jugadores con gran potencial, como Ederson, Stones, Laporte, Mendy, Sané…

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▶▶ Incrementar el tono medio del equipo con las dos incorporaciones ya programadas: un mediocentro que sustituya a Yayá Touré y un sexto atacante ▶▶ Enriquecer el número de módulos de juego que domine el equipo y que los jugadores manejen con la misma comodidad que el actual 4-3-3 (2-3-2-3 con balón, 4-1-4-1 sin balón) ▶▶ Introducir la variante de los extremos jugando a pierna cambiada. Hasta el momento, el mejor rendimiento se ha obtenido con extremos jugando a pierna natural ▶▶ Mejorar el rendimiento rematador de Gabriel Jesús, que pese a mostrar un 59% de aciertos parece tener un amplio margen de corrección ▶▶ Y muy especialmente intentar elevar el nivel de eficiencia de Raheem Sterling (40% de acierto), quien pese al gran avance vivido esta temporada (5º máximo goleador de la Premier duplicando sus cifras anteriores) parece tener también un gran margen de mejora

Mejorar la eficiencia en el remate es el objetivo técnico para Sterling.

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RESUMEN P

V

E

D

GF

GC

PREMIER LEAGUE

38

32

4

2

106

27

CAMPEÓN

COPA DE LA LIGA

6

6

0

0

11

5

CAMPEÓN

FA CUP

3

2

0

1

6

2

OCTAVOS FINAL

CHAMPIONS LEAGUE

10

6

0

4

20

12

CUARTOS FINAL

TOTAL

57

46

4

7

143

46

ESTADÍSTICAS 80,7%

Porcentaje victorias temporada

84,2%

Porcentaje victorias Premier League (en Barça 81,6%; en Bayern 85,3%)

2,51

Goles a favor temporada (en Barça 2,58; en Bayern 2,46)

2,79

Goles a favor Premier League

0,81

Goles en contra temporada (en Barça 0,73; en Bayern 0.69)

0,71

Goles en contra Premier League

66,2%

Posesión de balón temporada (en Barça 66,1%; en Bayern 70,5%)

71,9%

Posesión de balón en Premier League

83%

Máxima posesión de balón (vs Swansea, abril-2018)

743

Promedio pases por partido en Premier

942

Récord de pases acertados (92,8% de 1.015 pases dados) en Premier

89%

Pases acertados por partido en Premier

17,5

Remates por partido (7 a portería) en Premier

6,2

Remates en contra por partido (2,2 a portería) en Premier

18

Victorias consecutivas en Premier (en Barça 16; en Bayern 19)

Martí Perarnau. @martiperarnau Fotos: Victoria Haydn (Manchester City) & Getty Images

Ilustración: Lesley Ross

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Mariela Nisotaki, en la entrada del centro de entrenamiento del Norwich City, su actual club (Foto: gazzetta.gr)

Carlos G. Urbano

MARIELA NISOTAKI

o cómo abrirse paso en el mundo del scouting El fútbol masculino, en especial el de élite, caso de Kathleen Krüger, team manager continúa siendo un mundo casi exclusivo del Bayern de Múnich), no ocurre lo mismo para hombres, donde la mujer va haciéncon los trabajos estrictamente relacionadose hueco con una lentitud extrema. Si dos con el área técnica. Mariela Nisotaki bien ya se considera “normal” que alguha conseguido una de esas raras plazas nas funciones sean ocupadas por mujeres que ocupa una mujer dentro del sector THE(nutricionista, TACTICAL ROOM / REVISTA #21doctora FEBRERO fisioterapeuta, e 2016 técnico de un equipo masculino, pues se The Tactical Room es la revista que edita el Club Perarnau. Este nº 21 se publica en febrero de 2016. incluso delegada de equipo, como en el ocupa del scouting en el Norwich City. Editorial Primera Impresión.

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M

ariela Nisotaki nació en Atenas en 1990, en el seno de una familia de seis personas. Desde muy pequeña se sintió unida al deporte, en torno al que ha girado toda su vida, tanto personal como profesional. Aunque el fútbol ocupa ahora el grueso de su tiempo, siente predilección también por el baloncesto, al cual dedica algunas horas a la semana en un equipo de Norwich. Justo allí, al este de las Islas Británicas, y a sus escasos 28 años, Nisotaki desarrolla su labor como ojeadora y analista de rendimiento en el Norwich City, de la Segunda División inglesa (Championship), desde enero de 2017. Antes pasó por otro equipo británico, el Swansea City, y por el Atromitos F.C. de su ciudad natal. Una envidiable trayectoria para alguien tan joven… ¿y para una mujer? «Nunca he tenido problemas por ser una mujer en ‘un mundo de hombres’», asegura la propia Nisotaki, quien desde su experiencia percibe que «la gente de fútbol está habituada a trabajar con mujeres, especialmente en Reino Unido». En contacto con The Tactical Room nos explica que «puede que no sea muy común ver a una mujer formar parte de un equipo técnico o una secretaría técnica, pero sí hay muchas doctoras y fisioterapeutas, por ejemplo». Para esta joven griega, siempre «comparando con otras profesiones», ser mujer en el mundo del fútbol «tiene un efecto mínimo». «Es posible que partas con desventaja a la hora de convencer a otras personas de tus habilidades o de tus conocimientos, pero creo firmemente que, una vez lo consigues, puedes convertir esa desventaja en una ventaja y destacar entre los demás», asegura con convicción.

El Norwich City es el tercer equipo masculino para el que trabaja Mariela Nisotaki como scouting.

–¿Recuerda algún episodio especialmente incómodo relacionado con su profesión y el hecho de ser mujer? –La gente a veces intenta poner a prueba tus conocimientos, pero es algo que ocurre en cualquier sector, sin importar tu sexo. Desafortunadamente, la discriminación existe en todos los niveles de nuestra sociedad. –¿Cómo y cuándo se “enamoró” del fútbol? –Es difícil decir cómo y cuándo me enamoré del fútbol porque, desde que tengo uso de razón, siempre me han gustado los deportes, especialmente el fútbol y el baloncesto. Recuerdo ver partidos durante horas o leer revistas deportivas por aquel entonces. Cuando me hice mayor, empecé

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a jugar al Football Manager. En mi familia, era la que se sabía casi todos los nombres y posiciones de los jugadores. “Mariela, ¿por qué te aprendes todo acerca de los jugadores? ¿Cómo vas a utilizar ese conocimiento?”, me preguntaba mi padre. Ahora, obviamente, nos reímos de aquello.

“Mi padre me preguntaba: «Mariela, ¿por qué te aprendes todo acerca de los jugadores? ¿Cómo vas a utilizar ese conocimiento?» Ahora, obviamente, nos reímos de aquello” –¿Cuándo se inició su estrecha relación con el deporte? ¿Jugó en algún equipo cuando era niña? –Practiqué distintos deportes de pequeña, y era bastante buena. Al final, con los que más disfrutaba eran el fútbol y el baloncesto, a los que sigo jugando hoy en día. Jugué en un equipo de fútbol durante diez años, dos de ellos en competición oficial, como extremo izquierda. Pero lo dejé cuando me trasladé al Reino Unido a cursar mi máster. Para ser honesta, el baloncesto es el deporte al que más he jugado, desde los once años. Incluso aquí, en Reino Unido, formo parte de un equipo. –¿Qué estudios ha cursado hasta ahora? –Estudié Ciencias del Deporte y Educación Física por la Universidad Kapodistríaca de Atenas durante cuatro años. En el último curso, antes de graduarnos, debíamos escoger una especialización. Y elegí el entrenamiento de fútbol. También tengo un máster en Análisis de Rendimiento Deportivo por

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la Universidad Metropolitana de Cardiff (Gales). –¿Cómo se convirtió en ojeadora/analista de fútbol? ¿Era su objetivo, su meta, o simplemente ocurrió? –Siempre quise estudiar un máster en el extranjero. Primero quise estudiar Gestión Deportiva. Sin embargo, cuando empecé a trabajar como entrenadora en varias academias de fútbol en Grecia, leí mucho acerca del scouting. Entonces descubrí que eso era exactamente lo que quería hacer. –¿Por qué no pensó en entrenar entonces, como la gran mayoría de sus compañeras? –Empecé entrenando, pero me di cuenta de que lo que más me atraía era el scouting. Disfruto realmente de mi puesto como ojeadora técnica en el Norwich City, y creo que estoy siguiendo el camino correcto. Soy ambiciosa; quiero ser tan buena en mi profesión como pueda. Tengo mucha fe en lo que me depare el futuro.

Mariela Nisotaki, cuando trabaja en el Swansea.

–¿Cómo consiguió su primer trabajo como ojeadora/analista? –Mi primer trabajo como analista surgió mientras cursaba los estudios de máster en

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Cardiff, cuando encontré una oferta de trabajo para estudiantes en la Federación de Hockey de Gales. Me convertí en la analista de los equipos juveniles, lo que me sirvió para ganar experiencia y para poner en práctica algunas de las cosas que aprendí en el máster. El Swansea City me ofreció mi primer trabajo a tiempo completo, esta vez como analista de rendimiento del primer equipo. Después estuve un par de meses en el Atromitos griego y, desde enero de 2017, formo parte del Norwich City. –¿Cuántos idiomas habla? ¿Qué importancia han tenido los conocimientos lingüísticos para llegar donde ha llegado? –Mi lengua materna, obviamente, es el griego, pero hablo inglés a nivel profesional; un poco de alemán, limitado a competencias profesionales; y tengo un entendimiento básico del español. Saber inglés era

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crucial para mí si quería estudiar y trabajar en Reino Unido. Los idiomas, en mi opinión, son una herramienta muy poderosa a la hora de comunicarse con personas de diferentes países o culturas. Cuantos más sepas, mejor. Carlos G. Urbano. @CarlosGUrbano

LA GESTA DEL EUROBURNLEY Agustín Galán

En sólo tres años, el Burnley ha pasado de asumir un descenso que muchos en el club consideraron inevitable a terminar la Premier League en el séptimo puesto, liderando el campeonato paralelo que separa al poderoso top six de Inglaterra del resto. La confianza de la directiva en su entrenador Sean Dyche, quien ha podido desarrollar un proyecto a largo plazo, y un juego fielmente aferrado a las raíces del fútbol británico han sido claves para que el año que viene los clarets se dejen ver por Europa por primera vez desde 1967.

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a marcha de Arsène Wenger del Arsenal ha cambiado por completo el panorama de los banquillos de la Premier League. El alsaciano dominó la clasificación de entrenadores con más continuidad en sus equipos desde el adiós de Sir Alex Ferguson, y desde ahora la cima la comparten dos técnicos ingleses en un momento histórico de la Premier League en el que la competición está cada vez más globalizada. Los guardianes de las esencias inglesas son Eddie Howe en el Bournemouth y Sean Dyche, que suma casi seis años frente del Burnley. La casualidad quiso que precisamente Dyche fuera el sucesor de Howe en el equipo de Lancashire. Con la llegada de la familia Pozzo al Watford se terminó la estancia en Vicarage Road del entrenador de Kettering después de haber enderezado el rumbo del equipo y situarlo en la comodidad de la zona media de la Championship, segunda categoría inglesa. El motivo por el que fue contratado por los copresidentes John Banaszkiewicz y Mike Garlick fue el notable respeto que mostró siempre por las raíces del Watford y su apuesta por los jóvenes locales. Era octubre de 2012 y los clarets apostaron fuerte por él en su estancia en la Championship, su lugar natural desde 2004 a excepción de una única temporada en la Premier en la temporada 2009-2010. Su primera experiencia con los clarets, fichado con la competición ya en marcha, terminó en el 11º puesto, tres por encima de donde lo recibió. En aquella plantilla la gran estrella era Charlie Austin, que ya en 2012 captaba la atención de una buena cantidad de equipos con recursos superiores, y también estaba Jonathan Mee, aún hoy uno de los habituales en el presente del Burnley. Su

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primera temporada completa con el equipo terminó con los clarets celebrando el ascenso a la Premier League. Uno de los principios en los que se basó fue contar con una plantilla en la que la actitud adecuada era el principal factor para ser tenido en cuenta: el trabajo por delante del talento. Es posible que esta filosofía sea una reminiscencia de los tiempos en los que Sean Dyche estaba sacándose su licencia Pro de la UEFA como entrenador, en la que optó por sumergirse en el estudio de un deporte tan alejado del fútbol como el remo. Durante dos días, Dyche consiguió acceso total al interior del equipo de remo de la Universidad de Oxford, que cada año disputa una de las citas más tradicionales del deporte mundial: la Regata Cambridge-Oxford. “Había una gran cantidad de cosas buenas allí. Llegué a las seis de la mañana con los ojos rojos y ellos ya estaban en las bicicletas y en las máquinas de remo. Estaban allí tres horas por la mañana y luego fuera, en el río, en una pequeña embarcación trabajando la técnica”. La dureza del trabajo que llevaban a cabo aquellos universitarios por una recompensa que se reducía a una medalla lo fascinó, así como una pizarra en la que aparecía únicamente la fecha de la regata. “Era su única motivación, sólo aquello escrito con tiza. Nada de anuncios sofisticados o presentaciones elaboradas”. Aquella experiencia siempre se la comenta a sus jugadores, pero simplemente como eso, como una experiencia puntual sin ánimo de convertirlo en un mantra para el vestuario. Aquella temporada del ascenso llegaron nueve jugadores por los que no se pagó ni una sola libra, sumándose a una plantilla que contaba con jóvenes que hoy tienen carreras asentadas en la Premier, algunos

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todavía en el propio Burnley. Kevin Long, Ashley Barnes, Scott Arfield, Ben Mee o Kieran Trippier ya estaban en Lancashire potenciando sus carreras al lado del pasional Sean Dyche, que ya formaba parte junto a varios de sus futbolistas de la lista de deseos de otros clubes.

El trabajo por delante del talento. Es posible que esta filosofía sea una reminiscencia de los tiempos en los que Sean Dyche optó por sumergirse en el estudio de un deporte tan alejado del fútbol como el remo

Sean Dyche acumula ya seis temporadas con los clarets.

El retorno a la Premier League, aunque supuso una notable entrada de ingresos para el Burnley, no se tradujo en un mercado de fichajes fuera de lo normal. Dyche tenía su columna vertebral formada y la figura en la que más se gastó fue George Boyd, que apenas supuso 3,8 millones de euros. La cesión de Michael Keane por parte del Manchester United apuntaló la defensa junto a Stephen Ward, que abandonó el Wolverhampton por menos de un millón. Nathaniel Chalobah también cambió el Chelsea para curtirse un año en Turf Moor, pero la exigencia de la Premier League no le permitió lucirse

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sobre el terreno de juego tanto como le hubiera gustado a Dyche. La primera victoria en la máxima categoría no llegó hasta la 11ª jornada, y una racha de cinco derrotas en seis partidos entre marzo y mayo terminó por condenar al inexperto Burnley. Aun así, en el haber de los clarets quedaron cuatro puntos de seis posibles contra el vigente campeón Manchester City. John Banaszkiewicz dejó muy clara su opinión antes de dar un paso atrás y dejar la copresidencia del Burnley: “Es una pieza clave para el Burnley la próxima temporada. La posición más importante es la del entrenador, si aciertas has ganado la mitad de la batalla”. La mentalidad de Dyche quedó fielmente reflejada en la rueda de prensa del último partido de liga, una victoria inútil ante el Aston Villa. En lugar de lamentar el descenso, su discurso ya hablaba de cómo afrontar nuevamente la Championship: “Creo en lo que ha construido el club, lo que podemos construir y podemos salir adelante. Hay muchos cambios que se pueden hacer, muchas cosas que hemos aprendido, así que voy a desplegar las velas, tan simple como eso. Salimos de la Championship una vez, así que la conocemos, y nuestra afición también”. La labor de analizar la temporada ya terminada recayó en la prensa. Dave Burnley, periodista del Lancashire Telegraph, lamentaba que “la temporada haya terminado ya en vez de empezar, ya que el Burnley la terminó en su mejor momento de forma con dos victorias y un empate” en un artículo que terminaba con un “tengan un buen verano y mantengan la fe”. Llegó la hora de reconstruir en la compleja y extralarga Championship. La potencia económica de Liverpool y Tottenham sedujo a

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dos pilares claves como Ings y Trippier, que dejaron 13 millones de euros entre ambos en las arcas del Burnley. El club los empleó en reforzar el equipo con un fichaje estelar, el de Andre Gray, que le reportó más de 12 millones al Brentford, y dos jugadores que hoy son claves en la máxima categoría: James Tarkowski, premiado incluso con la internacionalidad absoluta con Inglaterra; y Matthew Lowton, inamovible lateral derecho. De nuevo, los retoques estaban destinados a apuntalar una estructura más que sólida y conocida, no a sustituirla por completo. Gracias a ello, 46 partidos después, el Burnley estaba celebrando un retorno exprés a la Premier League gracias a la solvencia defensiva de Heaton bajo palos junto a los centrales Keane y Mee; la veteranía bien encauzada del volcánico Joey Barton, que abandonó por la puerta de atrás el también descendido QPR; y el rendimiento inmediato de Gray en la punta de ataque, donde hizo buenas migas con el galés Vokes, sumando entre los dos más de 30 goles que fueron vitales para el nuevo ascenso.

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censos en tres años? Me gustaría ver lo que es la emoción si eso es aburrido”, se defendía Dyche. La propuesta del técnico de Kettering pasa por ser una de las más simples que se pueden apreciar en el fútbol actual: 4-4-2, bloque bajo en defensa y ataque directo, buscando la corpulencia y la altura de sus delanteros. Esto lleva al Burnley a no destacar en ningún apartado estadístico, siendo esta temporada un ejemplo claro: 16º en posesión de balón, 15º en goles anotados y disparos a puerta por partido y último en porcentaje de pases. Eso sí, el Burnley presume de ser el segundo equipo que más duelos aéreos vence por partido, únicamente por detrás del Stoke, otro equipo que desprende aroma puro a fútbol británico. El sorprendente séptimo puesto de los clarets en el curso 2017-2018 siendo un equipo de zona media-baja en cada apartado lo resumió el ya citado Dave Burnley en una de sus columnas: “Sean Dyche está haciendo algo mágico en el club”.

“Tenemos exjugadores diciendo que aparentemente somos aburridos. ¿Dos ascensos en tres años? Me gustaría ver lo que es la emoción si eso es aburrido” (Sean Dyche) El Burnley igualó los 93 puntos de dos años atrás, coronándose esta vez como campeón de la segunda división inglesa, pero las críticas al estilo de juego plano y sin apenas concesiones al espectáculo que plantea Sean Dyche nunca han terminado de disiparse. “Tenemos exjugadores diciendo que aparentemente somos aburridos. ¿Dos as-

Dyche, en la “boot room” del Burnley.

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Dyche volvía a ser un indisimulado objeto de deseo para algunos clubes históricos que no atravesaban ni atraviesan su mejor momento. Sunderland, Derby y Aston Villa preguntaron a Mike Garlick, ya presidente en solitario, si había alguna oportunidad. No fue difícil convencerlo de permanecer en el club, totalmente identificado con la gente y con el entorno mediático en el bolsillo a pesar de su juego poco preciosista. El mayor problema durante el verano radicó en la marcha de Joey Barton al Rangers, bien sustituida con el ex del Aston Villa Ashley Westwood, y la tardanza de los nuevos refuerzos. Hasta julio no llegó el islandés Jóhann Berg Gudmundsson, y hubo que esperar otro mes más para contar con el internacional belga Steven Defour. En el mercado invernal se produjo el retorno de Barton para jugar la segunda mitad del año con los clarets. En esta ocasión no fue fácil tampoco la temporada, pero el Burnley demostró tener mayor cuajo que en su anterior intento y fue sumando puntos a lo largo del año, especialmente en Turf Moor, que fueron decisivos en su permanencia. La primera victoria a domicilio no llegó hasta la jornada 35 en casa del Crystal Palace, el triunfo que puso definitivamente tierra de por medio con la zona de descenso. “Dirijo lo que me dan para dirigir y me enorgullece ver que estamos por encima de las expectativas”, celebró Dyche tras superar la barrera de los 40 puntos, un hito histórico para el Burnley en la era Premier.

Hasta Lancashire llegaron 50 millones de euros por las inevitables ventas de Michael Keane (Everton) y Andre Gray (Watford). Se marcharon dos referentes del equipo, pero a cambio llegaron otros

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El verano pasado fue distinto para Sean Dyche y los suyos, con la novedad de que se vivió uno de los mercados más inflados que se recuerdan en la historia del fútbol. Hasta Lancashire llegaron 50 millones de euros por las inevitables ventas de Michael Keane (Everton) y Andre Gray (Watford). Se marcharon dos referentes del equipo, pero a cambio llegaron otros como Chris Wood, el gigante neozelandés que se amolda a la perfección al estilo clásico del Burnley; Jack Cork, responsable de sustituir a Barton, aportando serenidad al centro del campo; y dos veteranos como Jonathan Walters y Aaron Lennon, que dieron profundidad a una plantilla que, por lo general, no rota en exceso. El balance económico del Burnley terminó arrojando 15 millones de beneficio, dirigidos a desarrollar la ciudad deportiva de Gawthorpe, la que se espera convertir en una seña de identidad del club a largo plazo que desarrolle las estrellas clarets del futuro. Además, el maná de los derechos televisivos de la Premier League y nuevos y poderosos patrocinadores convirtieron al Burnley en un objetivo apetecible en lo económico y también en lo deportivo, vista la garantía de estabilidad y desarrollo individual que aporta a los jugadores. El inicio de temporada ya fue suficientemente prometedor: un 2-3 en Stamford Bridge frente al Chelsea delante de 1.440 aficionados clarets desplazados hasta Londres embargó de energía positiva al equipo, que a mediados de noviembre sólo sumaba dos derrotas, ante West Brom y Manchester City. Fuera de las dos competiciones coperas en sus primeras rondas, el Burnley se centró rápidamente en lo que más le importaba, una Premier League en la que le estaba empezando a

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ir más que bien. La posición más baja que ocupó fue la 13ª tras la segunda jornada, cuando aún están todos acomodándose, y desde el mes de enero no se bajó de la séptima plaza que terminaría situándolo como el mejor equipo de la liga fuera del top six y con un pase a la fase previa de la Europa League gracias a que la FA Cup fue para el Chelsea, que finalizó quinto.

El fútbol del Burnley no ha evolucionado, sigue basándose en un gran porcentaje en las jugadas a balón parado (…) De sus 14 victorias, tan sólo dos se han producido por más de un gol de diferencia, señal de hasta qué punto se trabajan los pequeños detalles en Burnley El fútbol del Burnley no ha evolucionado, sigue basándose en un gran porcentaje en las jugadas a balón parado, preferiblemente por vía aérea aprovechando la calidad en la zurda de Gudmundsson, su fuente de mayor calidad técnica. De sus 14 victorias, tan sólo dos se han producido por más de un gol de diferencia, señal de hasta qué punto se trabajan los pequeños detalles en Burnley. Llama la atención el hecho de que el equipo ha conseguido meterse en competición europea a través de la liga teniendo un balance de goles negativo, recibiendo tres más de los que anotó. La diferencia es que esta vez los críticos del equipo no tienen apenas legitimidad para salir a criticar a Sean Dyche, que nunca engañó a nadie y siempre tuvo como sus referentes al Leicester campeón de 2016 y al Atlético de Diego Simeone.

Jack Cork ha logrado dos de los 36 goles del Burnley en la recién concluida Prmeier League.

“Hace cinco años todos pensaban que se debía jugar como el Barcelona. Eres un dinosaurio si no lo crees. Ahora, la gente dice: “Espera”. El arte del fútbol es ganar, y ganar mucho. ¿Cómo encuentras una manera de ganar mucho? Si realmente crees que el Burnley puede ir y ganarle al Barcelona con su propio juego, ¿cuál piensas que va a ser el resultado? Yo te lo diré, no vas a ganar. Tienes que enfrentarte a ellos con algo que no es su juego, y eso lo hemos hecho muy bien, el Leicester lo ha hecho y el Atlético lo hace”, proclama el orgulloso entrenador del EuroBurnley.

“Hace cinco años todos pensaban que se debía jugar como el Barcelona (…) Si realmente crees que el Burnley puede ir y ganarle al Barcelona con su propio juego, ¿cuál piensas que va a ser el resultado? Yo te lo diré, no vas a ganar. Tienes que enfrentarte a ellos con algo que no es su juego” (Dyche)

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Sus rivales solo tienen admiración por lo que se está consiguiendo en la pequeña ciudad de Burnley, de poco más de 73.000 habitantes, donde el estadio del equipo puede albergar a casi una tercera parte de toda la población, y generalmente lo hace. Mauricio Pochettino, técnico del Tottenham, admira la paciencia que se ha tenido en los despachos: “Era un entrenador fantástico cuando jugaba en Championship y también en la Premier League, eso habla bien no sólo de Sean Dyche, sino también de los jugadores y del club y su paciencia en el proyecto”. El Burnley volverá a jugar en Europa desde que lo hiciera por última vez en la Copa de Ferias 1966-1967, en la que dejó en la cuneta a Stuttgart, Lausana y Napoli antes de que el Eintracht los eliminara en cuartos de final por un global de 3-2. Sean Dyche ya se rasca la cabeza pensando cómo afrontar las rotaciones alternando Premier –a la que dará prioridad–, Europa League, FA Cup y Copa de la Liga. Las ofertas por

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sus jugadores se dan por descontadas y las comparaciones con entrenadores longevos empiezan a producirse. Dyche cree que antes de que se alcancen los 22 años de Arsène Wenger en el Arsenal la afición de Turf Moor se aburrirá de él, pero la realidad, camino de su sexto año al frente del equipo, indica por ahora lo contrario. La clave del éxito claret radica en mantenerse fiel al más puro fútbol británico, algo que nadie domina mejor que Sean Dyche. Agustín Galán. @Agustin_Galan

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Álex Delmàs entrevista a

Manolo Márquez

Manolo Márquez, durante un partido de Liga (Foto: EFE).

SOY ENTRENADOR POR LAUREANO RUIZ Cuando le propuse esta charla a Manolo Márquez no lo dudó ni un instante. Estuve a sus órdenes hace algunos años o, lo que es lo mismo, fue mi entrenador. Y fue de esos técnicos que dejan cosas en los futbolistas. Desde entonces nos une una buena relación.

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os encontramos una tarde fría, justo antes de que él viajara a Valladolid para presenciar un Valladolid-Huesca. Después de su reciente experiencia en Primera división (donde dirigió a la U. D. Las Palmas), está a la espera de que finalice la temporada para volver a comandar un proyecto. Entre tanto, no para de ver partidos y de formarse hasta que el fútbol le devuelva de nuevo la oportunidad. Puestos ya en escena y con un café de por medio, la sintonía es la de siempre: magnífica y muy cercana. Se hace difícil encararlo como una entrevista, así que empiezo con una reflexión. –Manolo, esto no será una entrevista convencional. No quiero que lo sea. Más bien debe ser una charla “futbolera” entre dos hombres de fútbol. ¿Hacia dónde va el fútbol? –Sin duda, en lo que es el juego en sí, va hacia la velocidad. Todo se ejecuta más rápido, tienes menos tiempo para pensar. Tienes que jugar con mayor rapidez que antes. Se piensa menos y, en consecuencia, hay una menor comprensión del juego. Sinceramente, creo que se ha mejorado en todo (a nivel físico, psicológico,…), pero se ha disminuido en el entendimiento del porqué de cada cosa. El otro día leí que lo decía Guardiola en un artículo y realmente es así. No estoy en contra de las tecnologías de estudio… ¡Ni mucho menos! Pero sí creo que le quitan esencia al fútbol. –¿Y tú personalmente cómo has cambiado? Eres un entrenador que vienes de abajo y que te lo has trabajado muchísimo. ¿Cómo has vivido este camino y cómo te ha influido?

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–Yo nunca presumo de nada. Ni de ascensos, ni cuando las cosas me van bien. De lo que sí presumo es precisamente de eso, de haber entrenado en casi todas las categorías excepto en Segunda A. Absolutamente todas. Desde benjamines y pasando asimismo por el fútbol femenino. Creo que el entrenador debe dominar sobre todo tres campos. El primero son los conocimientos, el segundo es la lectura de partido y el tercero es la gestión del grupo. A medida que sube de categoría, la gestión del grupo está muy, muy, muy por encima del resto. Los otros dos campos, te gustarán más o menos, pero es evidente que si los entrenadores están ahí es por algo.

“El entrenador debe dominar sobre todo tres campos. El primero son los conocimientos, el segundo es la lectura de partido y el tercero es la gestión del grupo. A medida que sube de categoría, la gestión del grupo está muy, muy, muy por encima del resto” –La diferencia entre la táctica y lo que es el fútbol puramente es muy pequeña y eso lleva a que, en muchas ocasiones, la gente tienda a no acertar. ¿Hasta dónde llega el entrenador y dónde entra el jugador? ¿Cómo crees que debería ser? –Todos los entrenadores preparamos los partidos de la mejor forma posible. Es evidente que, en función del rival o de si eres superior o no lo eres, aplicas matices para

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el partido en concreto. Lo que sí creo indispensable es que tu equipo tenga una identidad y un estilo de juego definidos. Y a partir de ahí, tocar cuanto menos mejor. Debe haber un espacio para la táctica que tiene que convivir con un margen para los jugadores. Algunos grandes exjugadores me han dicho que los entrenadores pierden más partidos que ganan. Y la frase, sin duda, tiene mucha parte de verdad. Hoy en día, las temporadas están tan enormemente cargadas que casi no tienes tiempo ni de entrenar la mecanización táctica.

Manolo Márquez, cuando entrenaba a Las Palmas Atlético.

–Hablando de mecanización. Recuerdo que, cuando me entrenabas, dabas muchísima importancia a la repetición. Sobre todo en el plano defensivo, pero también en el ofensivo. A un entrenador que como tú, si cogemos toda tu trayectoria, ha tenido números defensivos brillantes, ¿los años le han cambiado la perspectiva o sigue otorgando un valor muy importante a la mecanización? –Hay un dicho argentino que dice: “La defensa se trabaja y el ataque se improvisa”. Yo no estoy de acuerdo con esto. Creo que a nivel defensivo el equipo debe funcionar como un reloj. La mejor fórmula en lo ofensivo es situarse justo en medio. Ofrecer algunas soluciones en forma de jugadas tipo aunque, evidentemente, la improvisación

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es una cualidad de los jugadores y debe estar presente. Para mí, el fútbol se divide en cinco aspectos: ataque, defensa, transición ataque-defensa, transición defensa-ataque y jugada a balón parado. Y, en definitiva, cuanto más trabajado lo tengas todo, mucho mejor. –Estoy de acuerdo. Como jugador de ataque que era, la automatización me ayudaba en defensa. Se notaba cuando el equipo se situaba en la posición correcta sin pensar. En cambio, en ataque debe haber soluciones para la emergencia, pero también mucha iniciativa del jugador. ¿Has modulado la idea conforme has ido ascendiendo de categoría? –Bueno, en definitiva, cuando estás en fútbol base incides muchísimo más. Cuando estás en un nivel alto no entras mucho en movimientos, sino en los fundamentos futbolísticos, en lo que es recibir de costado, dar y salir…, este tipo de cosas. Esto y transmitir a los jugadores que se atrevan.

“Algunos grandes exjugadores me han dicho que los entrenadores pierden más partidos que ganan. Hoy en día, las temporadas están tan enormemente cargadas que casi no tienes tiempo ni de entrenar la mecanización táctica” –Es indudable que el fútbol está en evolución constante. ¿En qué crees que es mejor y en qué crees que es peor?

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–Ahora tienes muchos más datos. Tienes más conocimiento del rival y la gente está mucho más preparada en todos los ámbitos: planificación de los entrenamientos físicos, alimentación, recuperación… En todo esto ha mejorado, pero sigo echando de menos ese jugador que es puro fútbol. Yo he tenido la inmensa suerte de trabajar con Valerón. A este jugador me refiero.

Manolo Márquez, con Juan Carlos Valerón.

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Messi es el ejemplo más universal de ello. ¿Tienes la misma opinión? –Claro que es muy importante. Es vital. Pero es importante resaltar que los jugadores que quizá no lean tan bien el fútbol, pero que tengan buenas características también son jugadores muy útiles. Eso sí, es indispensable que ellos sean conscientes de sus limitaciones y que hagan lo que les toca hacer en el campo. El problema viene cuando un futbolista quiere hacer cosas que se alejan de sus cualidades. Pero, sin duda, entender el juego aporta un extra al conjunto. Es un poco lo que hacían Guardiola o Xavi. No solo mirar antes de recibir, sino examinar tu zona cuando el balón se encuentra en la otra punta del campo. Esas cosas son las que dan velocidad al juego y que, por lo tanto, hacen que un equipo juegue mejor.

–Yo sigo creyendo que siempre habrá espacio para este tipo de jugadores. ¿Cómo lo ves? –Sin duda, lo hay. Pero ahora sí que el fútbol requiere que el jugador sea muy bueno en todo lo que pueda, pero también completo en lo que no es tan fuerte. Ahora no hay estereotipos. Antes era alto y fuerte o pequeño y rápido. A mí me hace gracia cuando se habla del fútbol asociativo de los Xavi, Iniesta, Isco… ¡Es que la gente no se imagina lo fuertes que llegan a estar también estos jugadores! O Marquinhos, por poner un ejemplo de un jugador que no es de La Liga. Marquinhos no es un central especialmente alto, ni extremadamente fuerte, pero a mí me parece un central buenísimo. –Cada vez tengo más claro que el hecho diferencial de un jugador es que incorpore un “lector táctico” dentro.

Manolo Márquez, en una visita a Mánchester, con Pep Guardiola.

–Vamos a tus referentes. Siempre nos decías que tu maestro había sido Laureano Ruiz… –De hecho, me hice entrenador por Laureano Ruiz. Era un fenómeno, un maestro. Para comprender un poco su dimensión, resaltaré que fue un entrenador que dejó el Barça para ir a entrenar a los Escolapios de Sarrià. ¡Un colegio de Barcelona! ¿Quién haría eso

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hoy en día? Ahí es donde lo tuve yo, y de aquel colegio salieron muchos jugadores de Segunda y Tercera división, así como otros que, como yo, hemos sido entrenadores. De él lo aprendí prácticamente todo. Tenía conocimientos para dar y regalar. Él le daba mucha importancia a todos estos fundamentos futbolísticos, pero también a vivir el fútbol y a tener una vida ordenada. Dicen que Johan es el padre, Guardiola el hijo y Laureano el abuelo.

“De Laureano lo aprendí prácticamente todo. Tenía conocimientos para dar y regalar. Él le daba mucha importancia a todos estos fundamentos futbolísticos, pero también a vivir el fútbol y a tener una vida ordenada. Dicen que Johan es el padre, Guardiola el hijo y Laureano el abuelo” –¿Sigues utilizando cosas suyas? ¿Has aplicado, matizado o cambiado jugadas típicas suyas? –Las he aplicado y las he matizado. Las famosas “dobladas” (desmarque de ruptura largo que tira el delantero centro para activar toda una serie de espacios y movimientos) que tú conoces solo son posibles en contraataque, porque en el ataque posicional no caben. El fútbol ha evolucionado, pero sigue habiendo muchos momentos para aplicar las “jugadas Laureano”, y especialmente los conceptos globales de orientarse bien, de jugar rápido, de llevar el balón de un lado al otro…

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–En definitiva, Manolo, todo vuelve al mismo punto: a entender el fútbol. –Al final, el fútbol es una pescadilla que se muerde la cola. Siempre vas a parar al mismo punto. Este es un deporte de errores y tú tienes que ir buscando constantemente que se produzca ese fallo en el rival. Y al final todo es entrenable. Hay una frase que me encanta que aprendí de Javier Aguirre (extécnico mexicano del Espanyol). Javier decía: “El árbitro y el rival no entrenan conmigo. Vienen el domingo y se van. Todo lo demás se puede entrenar”. Hasta las situaciones más extrañas las tienes que contemplar. Ir perdiendo 2-0 a falta de tres minutos es una situación que puede ocurrir perfectamente y tú tienes que simularlo también en los entrenamientos. Si no, todavía es más difícil que puedas remontar el partido. –De hecho, es una cosa que recuerdo que nos habías hecho entrenar. –Se trata de que no haya nada que se te escape. O, por ejemplo, situaciones de superioridad que normalmente no se entrenan. Es cierto que el ejercicio de 4vs6 o 6vs8 en ataque es bastante común en mediocampo, pero yo creo que es mejor entrenarlo en campo grande. No vale que cuando llegue el partido te quedes con diez y yo diga “vamos a hacer un 4-4-1”. Hacer eso sería simplemente esperar que salga.

“Este es un deporte de errores y tú tienes que ir buscando constantemente que se produzca ese fallo en el rival. Y al final todo es entrenable”

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–Vamos a la visualización, Manolo. A mí, como jugador, visualizar el partido me ayudaba muchísimo. Desde el punto de vista de un entrenador, todos imaginamos un partido. Y este puede darse o puede no darse. ¿En qué es lo primero que te fijas cuando estás viendo jugar a tu equipo? –Lo primero que creo que es justo decir es que la perspectiva a ras de césped y la tensión de la situación hace que los entrenadores, a veces, no seamos capaces de ver con frialdad lo que está pasando en un encuentro. ¿Cuántas veces hemos dicho: “Pero qué hace cambiando a este jugador”, viendo el partido desde el sofá de casa? ¿Cuál era la pregunta? ¡Ah, sí! Lo primero en que me fijo es si las cosas salen como las has preparado. Tú tienes un estilo de juego, una manera de jugar, pero lógicamente delante hay un rival que también intenta hacer cosas para desequilibrarte y para ganar.

Márquez, durante un partido.

–¿Te fijas primero en cómo está puesto tu equipo o en el rival? –Primero en mi equipo, pero después inmediatamente en lo que hace o lo que trata de hacer el oponente. Por dónde quiere entrar, por dónde nos está haciendo daño, dónde nos tenemos que juntar un poquito más o si tenemos que separarnos más, que también

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puede pasar. Hoy en día tendemos a pensar que todo lo pasado está caducado y no siempre es así. Por ejemplo, ahora parece que todos los saques de puerta se tienen que jugar en corto. ¡Es fantástico jugar en corto! Pero a veces es necesario jugar en largo para poder posteriormente hacerlo en corto. O al revés. A ese tipo de cosas me refiero. –Has hablado de preparador físico… ¿Hoy en día no crees que tenemos que hablar de staff técnico o equipo de trabajo en lugar de entrenador? –¡Cierto! ¡Hay casi más gente vestida de chándal que vestida de corto! Es evidente que el entrenador no puede llegar a todo. Tiene que delegar bien y hacerlo en gente de su máxima confianza. Pero a la vez entiendo como indispensable que lo controle todo. Para mí es básico que, obviamente, el segundo entrenador sea de tu confianza, pero también piezas como el equipo médico, el recuperador y, sobre todo, el preparador físico sean de máxima confianza. Y luego, aunque suene a tópico, se forme una buena piña en el equipo de trabajo. Si no es así es improbable que las cosas salgan como que se espera.

“Tendemos a pensar que todo lo pasado está caducado y no siempre es así. Ahora parece que todos los saques de puerta se tienen que jugar en corto. ¡Es fantástico jugar en corto! Pero a veces es necesario jugar en largo para poder posteriormente hacerlo en corto”

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–Vamos a la preparación de partidos. ¿Cómo recibes la información? ¿Cómo la juntas? ¿Cómo das las charlas? –¡El entrenador tiene que ser un poco camaleónico! Hoy en día cuentas con analistas. Yo siempre me fio de los analistas, pero a mí me gusta ver un par de partidos enteros del contrario. ¿Sabes por qué?

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así que empiezo con este aspecto del juego mientras se hidrata. La gente poco a poco se va tranquilizando. A partir de ahí entro en la siguiente fase, que es cuando empiezo a hablar del juego: qué nos está haciendo el rival, si debemos cambiar cosas nuestras o no…, todo este tipo de cosas. Y la tercera fase es la emocional. Acabar con el famoso “¡que sí, que se puede!”. –Yo siempre tuve la sensación de que en la media parte pasa como durante la semana, que hay poco tiempo… –¡Exacto! Lo que sí creo es que se entrena más en Segunda división y en Tercera que en Primera. –¿Por qué lo dices? ¿Por falta de tiempo?

Manolo Márquez, durante su primer entrenamiento con la UD Las Palmas.

–Puedo imaginármelo. –Cuando recibes la información de los analistas, con todas las jugadas cortadas y todos los aspectos destacables del juego, es fantástico, pero siempre tienes la sensación de que el equipo rival es mucho. Y el jugador es otro mundo. Creo que al futbolista le tienes que llegar. Y para ello, debes solo darle la información justa del contrincante. Cuanta menos y más resumida, mejor. Por encima de todo tiene que estar convencido de que con las cosas que hemos preparado vamos a ganar. Y luego que el entrenador tenga toda la información que quiera. –Y en los descansos, ¿cómo actúas? –Los divido en tres partes. Esto sí que lo he aprendido con el paso de los años. En la primera etapa hablo de balón parado. Cuando el jugador entra está a demasiadas pulsaciones como para razonar fríamente,

–Sí. Y también es verdad que el jugador de Segunda B o Tercera tiene menos nivel que el de Primera. –Antes has hablado de las transiciones. Yo pienso que son la nueva arma futbolística porque no solo las cuidan los equipos que no quieren balón para salir, sino también los equipos dominadores. Por ejemplo, tanto el Barça de años pasados con Luis Enrique o el Manchester City de Guardiola actual han sido y son muy fuertes en ello. –¡Son importantísimas! Y tienes que tenerlo trabajado todo. Por ejemplo, un equipo que las hace extraordinariamente bien es el Leganés. Están muy arropados con muchos jugadores detrás del balón, pero cuando roban saben con exactitud que tienen las bandas libres. El futbolista que tiene que recibir ya se orienta para la evolución de la jugada. Y también tienes que saber defenderlas. De entrada, las vigilancias deben estar siempre presentes, pero también tienes que saber qué hacer, si apretar inmediatamen-

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te después de la pérdida y luego replegar o replegar directamente atrás.

Asier Garitano y Manolo Márquez.

–¿Tú qué prefieres? –Depende del rival y de tus jugadores. Por poner un ejemplo, en mi última experiencia aprendí que el jugador canario no está hecho para defender, así que prefería replegar y colocar en la pérdida para que el oponente no me cogiera desorganizado. –En definitiva, creo que se trata de hacer útil una parte del juego que parecía que no lo era. –Sí. Porque antes en el fútbol había muchos más espacios. Se jugaba con líbero y en 60 o 70 metros. Cada uno tiene que explotar las cualidades de sus propios jugadores. –Tú siempre le has dado mucha importancia al balón parado. Eres un entrenador muy bueno en este aspecto. Recuerdo que cuando jugaba contigo nos hacías hacer una jugada de estrategia que viste en un Mundial a la selección de Suecia. –¡Sí, es verdad! ¡Tomas Brolin! –¿De dónde sacas información? ¿Cómo te gusta entrenarlo? –De todas partes. Te voy a explicar un par de anécdotas. El gol que marca Puyol en el

Márquez, en su etapa como entrenador del Espanyol B.

Bernabéu a centro de Xavi lo cogimos y lo utilizamos con El Prat al siguiente fin de semana y acabó en gol. Otra que hacía el Deportivo de Valerón y Fran con Fernando Vázquez en el banquillo era una falta que encadenaba una serie de pases en corto. La aplicamos con el Espanyol B a la semana siguiente y metimos gol en Onteniente. ¡Claro, solo explico las buenas! Lo que sí creo que es básico es trabajarlo con los once jugadores de campo. Y eso no acostumbra a hacerse. Porque si no sale bien todo el mundo debe saber dónde volver y qué es lo que puede pasar. –¿Todos los equipos responden de la misma manera ante el trabajo ABP? –No. Va en función del carácter. Por ejemplo, en Las Palmas me costaba mucho. Al jugador canario le cuesta mucho este trabajo. Son muy buenos con el balón, pero les falta un punto de creencia en la estrategia. –Pues estas acciones cada vez suman más… –Sí. Para mí las acciones a balón parado son puntos y puntos y puntos. Tanto a favor como en contra. Y también pienso que es básico explicar el porqué. No es lo mismo

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decirle a un jugador que va a la corta que explicarle cuál es el punto exacto donde el equipo le necesita y para qué.

“Para mí las acciones a balón parado son puntos y puntos y puntos. Tanto a favor como en contra” –Superinteresante, Manolo. Para acabar, vamos a hablar un poco de ti y de tu futuro. ¿Qué proyectos tienes y qué esperas del fútbol? ¿Estás abierto a otras ligas? –Es difícil. A mí me llega la oportunidad de entrenar en Primera división y dimito en la jornada 6. Habrá gente que piense que es ser honesto y otra que piense que fue un error descomunal. Con esto quiero decir que así es el fútbol. Yo lo que quiero es entrenar. Cuanto más arriba mejor, pero si no puede ser en Primera, que sea en Segunda, y si no, en un filial. Al final es como en la vida, sentirte valorado.

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Y también espero que algún día cambien la reglamentación en España. El otro día hice unas declaraciones en las que dije que esto va en contra del derecho al trabajo. Y es que el entrenador que en el presente año ya ha entrenado no puede volver a hacerlo en el mismo año. Y es por eso por lo que también me he planteado ir al extranjero. Más o menos hablo inglés y estoy abierto. Álex Delmàs. @alexdelmas10

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NIKOLAJ STAROSTIN EL DEFENSOR DE LA WM FRENTE A LOS SOVIETS

Martí Perarnau

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l contexto en que el fútbol se desarrolló en la Unión Soviética no fue sencillo. Implantado en Rusia a través de los hermanos ingleses Charnock, el fútbol era considerado como “un invento de la burguesía inglesa” por Proletarskaja Kultura, organización surgida en 1917 para desarrollar la cultura proletaria, ideológicamente a las órdenes del filósofo y economista político Aleksandr Bogdanov, que advertía de los trazos “intrínsecamente deseducativos” que contenían elementos como el dribling o la finta, considerados como “engaños”. Si bien nunca llegó a ser prohibido, el fútbol vivió unos inicios titubeantes tras la Revolución de Octubre de 1917, fundamentalmente por los riesgos de lesiones que contenía. De este modo, Proletarskaja Kultura llegó a plantear una reforma radical del juego: el terreno de juego debía dividirse en recuadros, cada uno de los cuales estaría ocupado por un jugador que no podría salir del mismo y que, una vez recibido el balón, dispondría de cinco segundos para pasárselo a un compañero. Esta modificación evitaría el contacto físico con los rivales, eliminando accidentes y lesiones.

Proletarskaja Kultura llegó a plantear una reforma radical del juego: el terreno de juego debía dividirse en recuadros, cada uno de los cuales estaría ocupado por un jugador que no podría salir del mismo y que, una vez recibido el balón, dispondría de cinco segundos para pasárselo a un compañero

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Pese a semejante estigma original, el fútbol se expandió fuertemente en la Unión Soviética, alcanzando una gran popularidad entre 1920 y 1930. Otros intelectuales intentaron combinar la aceptación de dicha popularidad con los preceptos ideológicos del comunismo. Así, en “Krasnyij sport” –periódico que sigue publicándose hoy en día bajo el nombre de “Sovetskij sport”– V. Lebedinskij escribió: “En primer lugar, es esencial reconocer que el fútbol, que de repente se ha convertido en el centro de atención, ha llegado a ocupar en el campo de la cultura física una posición que no casa enteramente con ella. Muchas disciplinas de la cultura física no son en absoluto inferiores al fútbol en cuanto a cualidades beneficiosas para el organismo. Por ejemplo, el atletismo o la natación. Por lo tanto, la tarea de los órganos rectores del movimiento de la cultura física es fortalecer estas disciplinas sacando al balón de su posición dominante (...) De este modo, la dureza en el fútbol disminuirá de forma inmediata y de manera sensible”. Numerosas cartas de lectores remitidas al “Krasnyij sport” pusieron de relieve que los aficionados rechazaban cualquier modificación reglamentaria del fútbol y aún más su marginación respecto de otras disciplinas, por lo que las autoridades comunistas acabaron aceptando la continuidad del juego sin inmiscuirse en exceso.

INTELECTUALES COMO CONSEJEROS Su popularidad durante los años 30 resultó formidable, hasta el punto de tener una incidencia notable en el ámbito cultural. En 1927, el autor Jurij Karlovic Olesa, excelente centrocampista convertido en poeta, publicó “La envidia” (“Zavist” en el original), su primera

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novela, uno de cuyos puntos culminantes es la descripción del primer tiempo de un partido disputado entre la selección de Moscú y un combinado alemán. La obra de Olesa no solo fue un éxito clamoroso, sino que está considerada como una de las piezas maestras de la literatura en lengua rusa del siglo XX, si bien resultó polémica para el establishment comunista, que acabó arrestando al escritor en 1938 y no lo rehabilitó hasta 1956. Antes de dicho arresto, Olesa formó parte del consejo técnico que asesoraba a nuestro protagonista, Nikolaj Starostin, entrenador del Spartak de Moscú, consejo que también componían otros dos intelectuales creativos de renombre: el actor Michail Jansin –uno de los más insignes miembros del Teatro Académico del Arte de Moscú y gran intérprete de obras del célebre

Jurij Karlovic Olesa, autor de “La envidia”, pieza maestra de la literatura rusa del siglo XX. Lev Kassil, autor de “El portero de la república”.

dramaturgo Michail Afanasevic Bulgakov–, y el escritor Lev Kassil, autor de las dos primeras grandes obras escritas en la URSS con argumento enteramente deportivo: “El portero de la república” y “Ceremys, el hermano del héroe”. Este núcleo de intelectuales resultaría esencial para la evolución del pensamiento creativo de Starostin como entrenador, lo que a su vez fue crucial para el fútbol soviético. La presencia de la mujer soviética como espectadora en los acontecimientos futbolísticos era masiva, lo que contribuyó asimismo a la glorificación del jugador-héroe, que en 1937 alcanzó su cénit con la película “El portero”, basada en la novela del citado Kassil (“El portero de la república”), filmada por el cineasta Semën Timoshenko e interpretada por Grigorij Pluznik. La película contiene todos los elementos propagandísticos de la ideología dominante: la condena del individualismo, el elogio del colectivo y la defensa de la nación frente al ataque exterior, por entonces ya visualizada en el régimen nazi que se había glorificado el año anterior, durante los Juegos Olímpicos celebrados en Berlín. No es nada baladí que el héroe elegido no fuese un delantero, sino el portero, es decir, el último baluarte defensivo del colectivo (y, por lo tanto, de la nación soviética). Dos de los grandes nombres de la música ligera de la URSS, el compositor Isaak Dunaevskij y el letrista Vasilij Lebedev-Kumac, compusieron la “Marcha del deporte”, banda musical de la película, que en sus versos centrales define la idea-madre del film:

“Escucha, portero, ¡prepárate para la batalla! ¡Estás cuidando la portería! Imagina que detrás de ti ¡Está la línea fronteriza!”

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En este contexto ideológico –en el que ya se avizoraba el conflicto bélico– nació en 1936 el campeonato soviético por clubes y también la Copa del URSS y se sucedieron acontecimientos que agitaron la tranquila vida del fútbol soviético, siendo Nikolaj Starostin uno de sus grandes líderes.

¿QUIÉN FUE STAROSTIN? Jugador, entrenador y presidente del Spartak de Moscú. Con un status social elevado gracias a que su padre era miembro de la muy elitista Sociedad de Caza en la Rusia imperial, Nikolaj Starostin pudo estudiar en una prestigiosa academia moscovita (la Mansfield Commercial). Pero a los 18 años falleció el padre y Nikolaj tuvo que mantener a su familia (era el mayor de cuatro hermanos y dos hermanas), lo que consiguió jugando al fútbol en verano y a hockey hielo en invierno. Su desarrollo como futbolista se dio en el Moscow Sport Circle, donde Nikolaj Starostin se convirtió en un portentoso extremo derecho merced a su velocidad, poderoso disparo y buena visión de juego, cualidades que le condujeron hasta la capitanía de la selección soviética y a ser considerado Maestro de Deportes de la URSS, grado honorífico que se otorgaba al mejor deportista nacional de cada disciplina.

Starostin, pronunciando un discurso como capitán de la selección soviética.

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Por cierto que no solo fue considerado como el mejor extremo derecho soviético en fútbol, sino también como el mejor delantero nacional en hockey hielo. La jerarquía alcanzada le permitió el acceso a las altas clases políticas de la incipiente Unión Soviética. Primero logró que el Sindicato de trabajadores de la alimentación patrocinara a su club, que cambió el nombre original por el de Krasnaia Presnia, y más adelante estableció una alianza estrecha con Aleksandr Kosarev, secretario del Komsomol (las Juventudes comunistas). Starostin y sus hermanos Aleksandr, Andreij y Pyotr fueron convocados por Kosarev para constituirse en una poderosa fuerza dentro del fútbol soviético. Para ello, usaron como plataforma el club ya existente, al que cambiaron nuevamente de nombre, eligiendo el de Spartak de Moscú en homenaje a Espartaco, símbolo de rebeldía, pues pretendían con este proyecto oponerse al dominio de los grandes equipos del régimen estalinista: el Dinamo de Moscú, dirigido por la policía secreta del siniestro Lavrenty Beria; el CDKA de Moscú (más tarde, CSKA) del Ejército Rojo; el Lokomotiv de Moscú, bajo el mando de los ferrocarriles soviéticos; o los clubes de las grandes industrias, como el Torpedo o el Stalinec. Para financiar las actividades del Spartak, Kosarev y Starostin consiguieron el apoyo económico de Promkooperacija, el sistema cooperativo dependiente del ministerio de Comercio, el mayor productor nacional de bienes de consumo. Con semejante apoyo económico, de instalaciones y ayuda estructural, el Spartak se convirtió en protagonista poderoso del naciente campeonato de liga. De hecho, Starostin –que ya había abandonado el juego activo, convirtiéndo-

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se en entrenador del Spartak– fue el autor, junto a su hermano Aleksandr, del “Plan Starostin” de reforma del fútbol soviético. En febrero de 1936, el propio Nikolaj había presentado el plan al presidente del Consejo Superior de Cultura Física del país, Vasilij Mancev, propiciando una verdadera revolución en la competición. Starostin se atrevió incluso a ir más lejos al manifestar ese mismo día: “Podría darse el caso de pensar en eximir a los futbolistas de estos equipos [los participantes en el Campeonato de la URSS] de cualquier otro tipo de trabajo, dándoles la oportunidad de dedicarse exclusivamente al fútbol”. Era un pensamiento peligroso, pues podía interpretarse como una apología del deporte capitalista, pero el establishment prefirió entenderlo como un argumento sólido para que los deportistas de élite fuesen económicamente mantenidos por el Estado.

Los hermanos Starostin.

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TÁCTICAS PELIGROSAS POR BURGUESAS Nikolaj Starostin siguió flirteando con ideas que resultaban peligrosas en el régimen estalinista y en tanto que secretario del Spartak, y antes de asumir personalmente también el puesto de entrenador, contrató al técnico checo Antonin Fivébr como entrenador-consultor, en busca de modernizar los conocimientos en materia de preparación física y técnica, lo que generó numerosas críticas en la Nomenklatura, que interpretaba la presencia de un “trainer” extranjero como otra concesión al estilo futbolístico occidental. Fivébr, por cierto, había entrenado en España en 1923, primero al Valencia y a mitad de temporada al Elche, equipo al que no solo dirigió sino que fue quien implantó la ancha línea verde del pecho sobre la original camiseta blanca de los ilicitanos. Pero la medida que generó mayor controversia entre los máximos mandatarios comunistas fue otra, de carácter táctico. Starostin propuso implantar el sistema de juego WM, que era considerado en la Unión Soviética como un epítome del fútbol capitalista y un símbolo burgués. Sudó sangre para conseguirlo. Y necesitó algunas derrotas mayúsculas para lograr su propósito. La primera tuvo lugar el primer día del año 1936, cuando la selección de Moscú cayó derrotada en el Parc des Princes por el Racing de París (2-1). Fue un golpe duro para el orgullo moscovita, no en vano aquella selección había ganado el título de la Espartaquiada Internacional en la primera (1928) de las tres ediciones disputadas antes de transformarse en un evento multideportivo con participación de todos los países del Este. En aquella selección jugaban los her-

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manos Starostin y era dirigida por el primer gran entrenador ruso, Mijaíl Ilich Romm, quien se había distinguido por introducir la práctica de filmar los partidos para analizar a su equipo y a los rivales. Romm fue asimismo autor del primer manual ruso sobre técnica y táctica del fútbol, nada menos que en 1912, aunque sus dos principales obras fueron “Cómo jugar a fútbol” (1930) y “Las tácticas del fútbol moderno” (1936).

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llegado la menor noticia al respecto y fueron Starostin y Romm quienes regresaron a Moscú con la famosa novedad táctica. Por descontado, fue rechazado de plano por las autoridades por lo que suponía de “apología del deporte capitalista”. Los soviets alegaron que la derrota en París había sido fruto de la mala suerte y el escaso tiempo de preparación del combinado moscovita, rechazando la propuesta del seleccionador Romm de introducir la WM en la Unión Soviética. De hecho, varios meses más tarde Romm se vio obligado a defenderse ante el Komsomol por culpa de sus ideas “excesivamente vanguardistas”. Sin embargo, Nikolaj Starostin había quedado tan subyugado por la eficacia de la WM que no dudó en proseguir su cruzada. Así, en febrero de 1936, cuando aún alternaba el papel de jugador con el de entrenador del Spartak de Moscú, declaró al periódico “Vecernjaja Moskva”: “El primer equipo del Spartak tiene la intención de adoptar el sistema de juego inglés, conocido por los aficionados al fútbol como la doble W. Las mejores escuadras europeas juegan de esta manera. El cambio de sistema precisará algunas modificaciones en la disposición de los hombres sobre el terreno de juego y una preparación específica”. En Moscú, sonó a herejía.

Una de las escasas imágenes que existen de Mijaíl Romm (Foto: Сборная России по футболу).

Aquella derrota en París abrió los ojos de Romm y también de Nikolaj Starostin ante la innovación táctica practicada por los franceses, que no era otra que la WM implantada por Herbert Chapman en el fútbol inglés una década antes y que en 1936 ya había sido adoptada en numerosos países, si bien otras naciones seguían reticentes al mencionado 3-2-2-3. En la URSS, sencillamente no había

Starostin, posando junto al cartel de capitán del Spartak de Moscú.

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El 6 de mayo, en medio de una inusitada expectación de los aficionados, el Spartak de Starostin cumplió su promesa y se distribuyó sobre el estado Cherkizovo en forma de 3-2-2-3 por vez primera en suelo soviético. Enfrente, nada menos que el Dinamo de Moscú, el gran rival ideológico: si el Spartak era el “equipo del pueblo”, sin vinculación institucional, el Dinamo en cambio pertenecía a los servicios secretos de la URSS (el temible NKVD, Narodnyj Kommisariat Vnutrennich Del), dirigidos por el temible Lavrenti Beria. El duelo, por lo tanto, iba bastante más lejos de lo meramente futbolístico. El primer tiempo resultó favorable al Spartak, que se retiró al vestuario con ventaja de 2-0 en el marcador. Todos advirtieron cómo Andrej Starostin, hermano del entrenador Nikolaj, en vez de ocupar su habitual posición de mediocentro en la Pirámide 2-3-5 se retrasaba como tercer defensa. La fórmula frenó en seco al Dinamo en esa primera mitad, pero todo cambió tras el descanso, cuando una serie de errores groseros de Anatolij Akimov, el excelente guardameta del Spartak, permitió al equipo de los servicios secretos marcar nada menos que cinco goles. Así, el terrible 2-5 recibido llevó a la afición del Spartak a pitar cruelmente a sus jugadores y motivó que el cuadro directivo ordenara a Starostin retirar el “invento capitalista”. La WM parecía sentenciada en la URSS, pero poco después llegaría la selección vasca y con ella un cambio radical de la historia táctica en el país soviético.

LA WM DE CHAPMAN Y LOS RETICENTES Una docena de años antes, Herbert Chapman había implantado la WM como módulo

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de juego apropiado a la nueva reglamentación del fuera de juego. La WM (3-2-2-3) fue inmediatamente imitada en todo el fútbol británico, lo que tuvo un sinfín de consecuencias y no todas ellas positivas, entre las que cabe destacar que significó el final del estilo escocés de pases cortos… por lo menos en Escocia. El nuevo módulo de juego también fue adoptado sin discusiones en Alemania, Francia y España, pero no ocurrió lo mismo en otros países de gran peso en el panorama futbolístico de la época.

Herbert Chapman, manager del Arsenal (Foto: Daily Mail).

Austria, liderada por Hugo Meisl e inspirada por Jimmy Hogan, se mantuvo fiel a la Pirámide (2-3-5) que había sido prácticamente el sistema de juego que había monopolizado el fútbol desde que la Universidad de Cambridge lo había diseñado en 1880. No solo eso: el mantenimiento del módulo tradicional coincidió en el caso austriaco precisamente con los años de apogeo del Wunderteam, la selección capaz de arrasar por 5-0 a Escocia, por 8-1 a Suiza, por 6-0 a Alemania y por 8-2 a Hungría; capaz también de vencer a Italia por 2-1 y sucumbir solo ante Inglaterra en Stamford Bridge por un asombroso 4-3 que no reflejó la superioridad austriaca sobre el campo. El Wunderteam se mantuvo fiel al 2-3-5, si

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bien usaba a Matthias Sindelar como falso 9, hasta conseguir la culminación en mayo de 1936, cuando acabó derrotando por 2-1 a Inglaterra en el Prater vienés. También Hungría se mantuvo ajena a la novedad inglesa y rechazó la WM, hasta el punto que solo en 1939 aceptó probarla, una vez escuchados los argumentos favorables que dio Arthur Rowe en su visita a Budapest, relatada en el nº 41 de The Tactical Room [Arthur Rowe, el precursor del “toco y me voy”], aunque la guerra mundial abortó dichos ensayos. La selección húngara se mantuvo jugando con el 2-3-5 y con dicho módulo alcanzó la final del Mundial de 1938. Lo mismo puede afirmarse de Uruguay y Argentina, fieles como nadie al 2-3-5 pese a la innovación inglesa. Uruguay se proclamaría doble campeona olímpica en 1924 y 1928 y campeona mundial en 1930 jugando con cinco delanteros, del mismo modo que lo hacían los argentinos, finalistas tanto en 1928 como en 1930. Merece leer lo que el maestro Brian Glanville escribió sobre la selección charrúa que conquistó el título mundial: “El equipo uruguayo era una delicia. Trece años antes, el Everton había sido capaz de derrotar a la Liga de Montevideo, a pesar del gran banquete ingerido justo antes del partido, pero los avances que Uruguay había logrado desde entonces fueron extraordinarios. Aunque su resistencia física dejaba algo que desear, su juego posicional y su delicado control del balón fueron notables”. Otro país que también rechazó la WM inglesa fue Polonia, quien precisamente eliminaría a Gran Bretaña en cuartos de final de los Juegos Olímpicos de 1936. En partido disputado en el Poststadion de la capital alemana, los polacos entrenados por Jozed

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Uruguay-Argentina, final del Mundial 1930. Ambas selecciones jugando con cinco delanteros, ajenas a la WM.

Kaluza se distribuyeron en su habitual 2-35 frente a la WM británica y a los 56 minutos de encuentro aventajaban a la selección por un abrumador 5-1. Como relata F. N. S. Creek (futbolista inglés de los años 20) en su libro “Association Football”, “Polonia dio un perfecto ejemplo del ataque con cinco delanteros cuando nos venció en los Juegos Olímpicos de Berlín. Los polacos, con sus cinco delanteros atacando en línea y apoyados por un mediocentro ofensivo, llegó a dominar por 5-1. En ese punto, Gran Bretaña cambió su táctica; el tercer defensa (de la WM) se convirtió en mediocentro ofensivo y pronto marcó un gol, la formación WM fue descartada y acabamos siendo derrotados únicamente por 5-4 en un magnífico intento por salvar el partido”. Aquellos Juegos Olímpicos de 1936 fueron conquistados por la Italia dirigida por Vittorio Pozzo, al igual que los Mundiales de 1934 y 1938, y tampoco Italia adoptó la WM de Chapman, sino que construyó su propio módulo de juego: el 2-3-2-3, también llamado el Método, obra de Carlo Carcano y el propio Pozzo. La razón fundamental por la que Pozzo descartó la WM, pese a ser un gran amante del fútbol británico, residía en las características de sus futbolistas, menos resistentes que los ingleses, por lo que propiciaba una defensa más robusta acompañada de

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rápidos contraataques. No obstante, y pese a una nefasta propaganda en sentido contrario motivada por la injerencia de Mussolini, aquella Italia se distinguió por notabilísimas acciones de alta calidad técnica. En este repaso internacional podemos apreciar, por lo tanto, que las grandes naciones no acogieron la WM inglesa con deseos de imitación, sino todo lo contrario. Pese a dicha realidad, nuestro protagonista, Nikolaj Starostin, estaba prendado de la WM desde que el Racing de París venciera a la selección moscovita a principios de 1936 y ni siquiera el cataclismo sufrido por el Spartak ante el Dinamo le apartó de su fijación.

EL DETONANTE VASCO Y en 1937, prácticamente al alimón que la aviación alemana e italiana bombardeaba cruelmente la población de Gernika, la selección vasca llegó a la Unión Soviética como una de las varias etapas de su gira mundial a fin de recaudar fondos para ayudar a los exiliados vascos de la Guerra Civil española [Ver el nº 7 de nuestra revista: La gira de Euskadi durante la Guerra Civil]. Era un equipo formidable, con jugadores memorables como Isidro Lángara, Luis Regueiro, Ángel Zubieta, Guillermo Gorostiza o José Iraragorri, entre otras muchas figuras. Euskadi derrotó de entrada al Lokomotiv de Moscú por 5-1 y a continuación por 7-4 al Dinamo, tras lo que se sucedieron otras cinco victorias y un empate. En dicho punto, las autoridades soviéticas se hallaban furiosas por la continuada humillación sufrida a pies de los vascos. Fue entonces cuando Starostin vio su oportunidad para imponer la WM inglesa. El último partido de la gira vasca le enfrentaba precisamente al Spartak en-

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trenado por Starostin y las autoridades soviéticas exigían una victoria a cualquier precio. Lo relata el escritor italiano Mario Alessandro Curletto en su libro “I piedi dei Soviet”: “La WM de los ibéricos (igualmente temibles también por su técnica y temperamento) puso al desnudo despiadadamente –y cada vez ante decenas de miles de ojos de espectadores soviéticos– toda la insuficiencia del vetusto módulo 2-3-5 adoptado por los locales. En este punto, el consejo técnico del Spartak [recordemos, compuesto por intelectuales como Olesa, Jansin y Kassil], equipo al que solo in extremis se le permitió intentar la proeza de salvar el honor del fútbol soviético, decidió después de interminables discusiones enfrentarse a los vascos con su misma arma táctica, volviendo a proponer la WM”.

“¡Se desató el infierno! Recibimos cartas, telegramas y llamadas que nos daban consejos y nos deseaban buena suerte. Me convocaron varios jefes de diferentes rangos y me explicaron que todo el país estaba esperando nuestra victoria. El Spartak era la última esperanza” (Starostin)

La noche previa al partido resultó infernal en Tarasovka, escenario de concentración del Spartak. El propio Starostin lo describió años más tarde en su libro “Fútbol a través de los años”: “¡Se desató el infierno! Recibimos cartas, telegramas y llamadas que nos daban consejos y nos deseaban buena suerte. Me convocaron varios jefes de diferentes rangos y me explicaron que todo el

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país estaba esperando nuestra victoria. El Spartak era la última esperanza”. El 8 de julio de 1937, Starostin presentó una alineación reforzada por jugadores de otros equipos, como Viktor Shylovski del Dinamo de Kiev, y formó con el 3-2-2-3 británico tan odiado por las autoridades soviéticas, designando a su propio hermano Aleksandr como defensa encargado de vigilar al legendario goleador guipuzcoano Isidro Lángara. Aunque la selección de Euskadi se adelantó dos veces en el marcador, el Spartak logró llegar al descanso con empate a dos. En la segunda parte, el colegiado local Ivan Kozmacev –socio del Spartak– pitó un penalti a favor del cuadro soviético tan escandaloso que los vascos llegaron a abandonar el terreno de juego, al que solo regresaron tras la intervención personal de Viacheslav Mólotov, presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo.

Una acción del Spartak-Euskadi de 1937.

Lo cierto es que entre el arbitraje descaradamente favorable, el buen marcaje de Aleksandr Starostin a Lángara y una precisión quirúrgica del delantero Vladimir Stepanov (autor de un hat trick), el Spartak salvó el honor soviético y derrotó por 6-2 a la selección de Euskadi. Por supuesto, Starostin reivindicó por encima de todo que la táctica

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WM había permitido aquel triunfo histórico, y ello condujo a la auténtica revolución del fútbol soviético pues apenas unos meses más tarde fue el módulo elegido por la mayoría de clubes para afrontar el siguiente campeonato liguero, cuyo triunfo recayó precisamente en el Spartak de Starostin, si bien incluso el ultraconservador Dinamo acabó cediendo al realismo táctico y adoptó la burguesa WM británica. Concluyamos la historia de Nikolaj Starostin, un hombre que siempre actuó a contrapié, recordando que apenas cinco años después de su gesta frente a la selección vasca fue detenido junto a sus tres hermanos, acusados de un ridículo complot para intentar matar a Iósif Stalin. Aunque los cargos fueron retirados, por insustanciales, todos ellos cumplieron diez años de condena en un gulag de Siberia por haber “alabado deportes burgueses, tratando de arrastrar motivos burgueses al deporte soviético”. Tras cuatro años en el gulag, Starostin fue liberado gracias a la intervención personal de Vasili, el hijo de Stalin, quien le llevó de regreso a Moscú e incluso le alojó en su casa para evitar que el temible Lavrenti Beria –jefe de los servicios secretos NKVD y, recordemos, líder del Dinamo de Moscú– pudiera detenerle. La protección del hijo de Stalin llegó al punto de que compartía cama por las noches con Starostin para evitar que pudiera ser detenido (Stalin dormía con una pistola bajo la almohada). Cuando Iósif Stalin falleció en 1953 –lo que poco más tarde condujo a la ejecución de Beria–, Starostin fue amnistiado y puesto definitivamente en libertad, convirtiéndose en presidente del Spartak en 1955, cargo que ocupó hasta 1992. Si bien su papel en la historia del fútbol soviético está inequívocamente ligado a la creación

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y desarrollo del Spartak de Moscú, en realidad su mayor aportación fue quebrar el monolitismo soviético e introducir la innovación táctica “burguesa” de la WM, sin la que no se entendería todo lo que sucedió en las siguientes décadas, las del triunfo olímpico en 1956 y europeo en 1960, y las formidables hazañas de los equipos de Boris Arkadiev, Viktor Maslov, Konstantin Beskov y Valery Lobanovsky. Martí Perarnau. @martiperarnau

REFERENCIAS • • • • • • • •

I piedi dei Soviet. Mario Alessandro Curletto (Il melangolo, 2010) Association Football. F. N. S. Creek (Modern Sports, 1937) Jimmy Hogan. Prophet or Traitor? Norman Fox (The Parrs Wood Press, 2003) Soccer Revolution. Willy Meisl (Phoenix Sports Books, 1955) Soccer Nemesis. Brian Glanville (Secker & Warburg, 1955) Fútbol contra el enemigo. Simon Kuper (Contra, 2012) Behind the Curtain. Jonathan Wilson (Orion, 2006) Passovotchka. David Downing (Bloomsbury, 1999)

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Isaac Lluch

Entrevista a Pep Clarós

El básquet del futuro es el de presión defensiva de 40 minutos

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ste Círculo Virtuoso se detiene por primera vez en el baloncesto, deporte que jugó de pequeña Martita Ortega, la anterior entrevistada en esta sección, antes de decantarse profesionalmente por el pádel. Y pocos tienen una mirada tan internacional del básquet como Pep Clarós (Barcelona, 1969), entrenador catalán que lleva media vida dirigiendo equipos en el extranjero. Inició su aventura como técnico asistente en 1993 en la liga universitaria norteamericana (NCAA), concretamente en Missouri. Un año después ya fue seleccionador de El Salvador, para volver a la NCAA con un equipo de Puerto Rico. De allí se fue a México, Venezuela, nuevamente a México y Estados Unidos, regresó a Europa (España, Portugal, Holanda), estuvo en Canadá en dos etapas, entremedio de nuevo en México y en Francia, y posteriormente dio el salto a Asia, primero a Bahréin y luego a Japón, país del que ha regresado poco antes de atender a The Tactical Room. En esta amplia entrevista nos habla de sus títulos y medallas conquistados en tres continentes diferentes, pero, sobre todo, de su forma de entender el baloncesto y de su experiencia de vida. Una vida rica en contrastes. –¿Cómo recuerda sus primeros sueños ligados al baloncesto? –Yo soy de Badalona, una ciudad muy ligada al baloncesto, y primero estuve en el equipo del Sant Josep. Recuerdo que de niño me pasaba todo el tiempo con la pelota. Mis padres tenían una tienda de cerámica y decoración en la calle del Mar y yo pasaba todas las tardes, de 17 a 22 horas, primero con mi entrenamiento y luego, cuando acababa, buscando un campo libre para jugar más. Iba por la calle botando la pelota y driblando a toda la gente que venía

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en dirección contraria a la mía. Me pasaba horas y horas con el baloncesto, mi infancia es ésa. Logré jugar hasta los 23 años. Era un jugador normal de la segunda división y me lesioné de gravedad en un partido de play off de ascenso. Luego tuve una oferta para entrenar un año en Ferreries (Menorca) y de allí fue al College en la Northeast Missouri State University gracias a la propuesta de Jack Schrader, ex jugador, entre otros equipos, del Cotonoficio de Badalona y director de la escuela de básquet del Sant Josep, donde yo fui jugador suyo. Con 24 años fui su asistente en Missouri y con 25 fui seleccionador de El Salvador. Y ya no paré de viajar. –¿Viajar tanto ha sido siempre un objetivo prioritario en su vida? –De entrada, fui a Estados Unidos porque me interesaba mucho conocer el baloncesto universitario de allá. En aquella época se conocía poco. No había ni internet ni móviles ni nada de eso. No llegaba información del básquet universitario. De vez en cuando algún entrenador que había visto algún partido allí lo explicaba. Pero yo quería más, yo quería aprender del básquet de allí y saber qué podía aportarme. Fue una experiencia increíble ver la idiosincrasia de la competición americana. –¿Se fue a Missouri después de acabar la carrera de Historia? –Sí. Aunque siempre tenía el básquet en la cabeza. Cuando estudié la carrera me lo tomé como un aprendizaje. No tenía la idea de ser maestro. Las asignaturas que elegía eran de lo más diversas que podías imaginarte. Desde etnología de los pueblos primitivos a historia de iglesias medievales, pasando por historia del mundo árabe o de

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la China contemporánea. No seguía una línea muy uniforme. –¿Y eso? –Para descubrir cosas que no te llegan si no estás en el sitio concreto. Supongo que quería tener una visión general de cómo estaba el mundo, aunque luego te das cuenta de que cada país tiene verdaderamente sus propios problemas.

“Es un lujo entrenar en una universidad norteamericana. Tienes todas las facilidades que un equipo de Euroliga igual no puede tener” –¿Esa primera experiencia en el extranjero, en Missouri, fue la más dura porque fue el gran salto y entonces no dominaba el inglés? –Es cierto que no lo dominaba. Pero la experiencia no fue para nada dura. Al contrario, fue agradable. Era todo tan diferente que estaba todo el día captando nueva información y alucinando un poco de todo lo nuevo. No tenía tiempo ni de comparar. Lo pasé muy bien. Claro que te encuentras en alguna situación incómoda por el idioma. Teníamos diez jugadores negros que hablaban su jerga y era más difícil para mí entenderlo. Sin la capacidad de comunicación estás entre la espada y la pared. Pero tenía el filtro de Jack Schrader, que hablaba español, y me ayudaba en muchas cosas. Yo era prudente también. Poco a poco fui evolucionando como entrenador ayudante.

–¿Qué le impactó más del mundo universitario norteamericano? –Sin duda que es una liga en la que se pagan más derechos de televisión que en la NBA. En la NBA el dinero va a los jugadores. En la liga universitaria NCAA, no: no cobran. En cambio, hay un poder económico detrás brutal: se nota en las instalaciones, los medios a disposición. Eso hace que la estructura sea muy fuerte. Es un lujo entrenar en una universidad. Tienes todas las facilidades que un equipo de Euroliga igual no puede tener. Impresiona el nivel de organización y la mucha reglamentación del baloncesto universitario norteamericano. También destacaría que es una liga muy atlética y que ves talentos que sabes que sin duda llegarán a la NBA. Pero a la vez también hago una crítica muy grande al básquet universitario norteamericano: estamos hablando que hay casi 1.200 universidades norteamericanas, pero a la NBA solo llegan unos 400 jugadores, y de estos,

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el 25% son extranjeros. De una población de 320 millones, que solo puedas llegar a tener 400 jugadores en la élite de la NBA, es un fracaso. –¿En qué notó ser el primer entrenador no norteamericano en la NCAA? ¿Apreció que tenían ganas de aprender del hecho diferencial que podía aportar usted por ser de fuera? –Lo que vale en la cultura norteamericana es el éxito. Son ganadores. Y, si ganas, te valoran por eso, seas de donde seas. Cuando un tiempo más tarde llegué a Puerto Rico, para dirigir al equipo de la American University de la NCAA, y ganamos durante dos años la conferencia, e incluso derrotamos al número 1 del país, la Universidad de Arkansas, noté que eso me abrió las puertas en Estados Unidos. Luego no pude concretar ninguna oferta por una cuestión del visado, pero lo que apreciaron de mí no era por ser europeo, sino porque me había hecho un nombre a base de triunfos. Allí puedes influir no por ser extranjero, sino por ser un ganador.

“Lo que vale en la cultura norteamericana es el éxito. Lo que apreciaron de mí no era por ser europeo, sino porque me había hecho un nombre a base de triunfos” –Entre Missouri y Puerto Rico está su etapa en El Salvador en 1995. –Sí, ahí estuve 11 meses. Llevaba la selección absoluta y ayudaba al desarrollo de los equipos inferiores. Llegué a El Salvador un año y medio después de una guerra civil

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muy dura. En Centroamérica la situación no era fácil. Yo trabajaba cada día con el pueblo, con gente muy humilde y honrada. Muchos solo comían un plato de arroz con habichuelas al día. Y yo, en cambio, vivía rodeado del Ministro de Interior, que era vicepresidente de la Federación, del ex Fiscal General del Estado, que era otro vicepresidente, del presidente, que era ex director de Medicina Legal. Imagine lo que significan esos cargos en un contexto de postguerra civil, lo que pudieron haber visto… pero no quiero hablar más de esto. Estaba todo muy politizado. Me reunía con el ministerio de Economía, con el de Interior… Empecé a ver cómo la política se mezclaba con el deporte y la corrupción. Con los años ves que la corrupción puede estar en todos los lados.

–¿El básquet era un arma política? –Sí, totalmente. La mayoría de políticos quería tener una relevancia para salir en los medios de comunicación, que están comprados. Y la presencia diaria en los medios les hacía ascender de cargo. El básquet, el fútbol, eran escaparates. A mí la verdad es que no me gustó el hecho de trabajar con gente tan humilde y después vivir personalmente en otro entorno social.

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–¿Vivió en una burbuja? –No estaba en una burbuja por mi personalidad y porque mi día a día lo vivía con el pueblo. Pero veía las grandes diferencias en el país. En Centroamérica la clase media desapareció hace muchísimos años y veías mucho los problemas de la gente y el despilfarro de las altas esferas. Era una contradicción porque también yo vivía en esa esfera.

“En Centroamérica la clase media desapareció hace muchísimos años y veías mucho los problemas de la gente y el despilfarro de las altas esferas” –¿Cómo llegó de Missouri a El Salvador? –Fue algo muy casual. Yo estudié con un salvadoreño en la escuela de Montgat [localidad cercana a Badalona]. Mi amigo acabó siendo piloto de avión, cubría la ruta Los Ángeles-San Salvador, y habíamos mantenido el contacto. Me dijo que tenía relación con gente de la federación. Yo no había oído nunca hablar de El Salvador, pero a través de él me llegó ese interés. El presidente de la Federación se llamaba Juan Mateu Llort que, para más casualidad, había vivido 1015 años en Teià [otro pueblo cercano a Badalona], había jugado en el Espanyol, había estado por Barcelona estudiando y estaba casado con una catalana. Tuvimos muy buena conexión desde el principio. Llegué a un país muy selvático, con malas comunicaciones en aquella época. Tenías que ir con cuidado en esos tiempos de postguerra al ir de una ciudad a otra.

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–Y los jugadores también debían estar muy marcados por la guerra. ¿Fue un problema para usted como seleccionador unir a un vestuario con estos traumas bélicos? –No, porque no había diferentes bandos. Todos estaban afectados. A mí, El Salvador me sirvió mucho como experiencia humana. Me permitió darme cuenta del valor de las personas. La gente humilde, la gente que pasa desapercibida es, al final, la importante. Me sirvió para reflexionar que siempre tienes que estar al lado del jugador, porque son personas. El Salvador me marcó mucho en eso. Después, a lo largo de mi carrera, todo ha sido a partir de entender que el deportista, sea de más o menos élite, de aquí o de allá, primero es persona. Y si no sabes tratar a personas no sabrás tratar con buenos jugadores.

“A mí, El Salvador me sirvió mucho como experiencia humana. La gente humilde, la gente que pasa desapercibida es, al final, la importante. Y me sirvió para reflexionar que si no sabes tratar a personas no sabrás tratar con buenos jugadores” –Con 24 años fue técnico auxiliar en Missouri y con 25 fue seleccionador de El Salvador. ¿Qué es lo que cambia más de ser asistente a primer entrenador? –Yo, por personalidad, tenía claro que si marchaba al extranjero era para aprender o para ganar. En el extranjero tienes que

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aportar algo diferencial, si no, ¿por qué invierten en ti? ¿Por qué tienen que pagar más por una persona que les dirá cosas que no están acostumbrados a hacer y que les traerá una filosofía diferente? Según mi punto de vista, o estás aprendiendo y ayudando como asistente, o mejor estar en un sitio donde pueda decidir según mi forma de pensar. –¿Pero cuáles son los aspectos más importantes para hacer con éxito el paso de asistente a primer entrenador? –Yo no he estado largos periodos en un mismo equipo, he tenido que ser muy autodidacta, me he tenido que espabilar en el extranjero ganando porque, si no, no continuaba en el cargo. El primer año que entreno en México es con contrato no garantizado. Me podían destituir cada día y jugaba tres partidos por semana. Yo podía vender las historias que quisiera, pero, si no ganaba, me iba a la calle. En cualquier caso, mi personalidad siempre fue la de ser primer entrenador. En mi cabeza ya era coach cuando jugaba. Mentalmente ya era primer entrenador entonces, y no ayudante.

Pep Clarós, junto a Rafa Vecina, cuando eran entrenadores ayudantes en el Joventut de Badalona (Foto: Francesc Melción / ARA).

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–¿Ha habido algún país en el que hayan tenido ganas de absorber lo que podía aportar usted de diferencial como técnico de formación europea? –Puede ser, pero no lo sabría decir claramente, porque tampoco soy el típico entrenador europeo. Si llevo 24-25 años de profesional, la minoría de ellos ha sido en Europa. –¿Se considera más entrenador ecléctico que europeo? –Sí. Me he tenido que ir formando con cosas de aquí, de allá y de más allá. Claro que salgo de la escuela de Badalona, que eso te marca, y que ese básquet está impregnado del modelo yugoslavo que dominaba Europa. Es un punto de salida. Pero cuando llevas tiempo en el extranjero también esa experiencia te aporta cosas. Yo debo ser una mezcla de varias cosas. No he tenido tampoco un mentor ni he sido el delfín de nadie. –¿Ha tenido siempre claro qué querían de usted en los diferentes países en los que ha trabajado? –Cuando un equipo ficha a un entrenador extranjero es porque lo que ellos quieren no lo reciben de un técnico local. Si me fichan a mí es porque piensan que les puedo ayudar a ganar. Y yo no puedo venderles, desde el primer día, que lo importante es un proyecto para ir desarrollando poco a poco. No estoy mucho tiempo en la misma liga. –Cierto. Usted ha tenido que adaptarse a diferentes ligas y realidades. Para empezar, Estados Unidos. –Sí. Allí, aunque todos tengan la misma bandera, no es lo mismo un americano de Chicago, que de Florida, que de Nueva York o Los Ángeles. Todos tienen su realidad e

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identidad. Hay una subcultura. Y su forma de comportarse y de trabajar no se puede simplificar diciendo que todos son americanos. Hay diferencias dependiendo de dónde eres y además está el racismo.

Foto: Ingrid Bulmer.

–¿Lo notó usted? –Yo lo veo cada día. En Estados Unidos, el 15% de la población es negra. En cambio, el 50% de la población de prisiones es negra. Eso quiere decir mucho. La NBA es una liga de negros y durante muchos años fue liga de negros entrenada por blancos, consumida por blancos y con propietarios blancos. No es normal. Pero como no se dice, se ve como normal. Pero no lo es. Esto no va solo de deporte, va de educación, de sociedad. Ni Obama lo pudo cambiar todo. –Y mire quién ha venido después de Obama… –Imagínese. Por eso digo que estamos hablando de que el deporte y la política están absolutamente ligados, digan lo que digan. No te puedes desentender. Tienes que tener opinión y capacidad para expresarte. Y manifestarte según lo que ves: en Estados Unidos los blancos consumen más drogas y los negros son los más detenidos por posesión de drogas. Estas diferencias se ven en

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el deporte. –¿En qué notó más que tuvo que hacer esfuerzos para adaptarse en Estados unidos? –Sobre todo empecé a constatar cosas. No todos los jugadores tienen recursos para estudiar, para llegar a la universidad. Y, si no llegas, tienes problemas para ser profesional. Si no llegas a la universidad, juegas en la calle. Si juegas en la calle, tienes los problemas de la calle. Socialmente tiene todo tiene una afectación.

“El deporte y la política están absolutamente ligados, digan lo que digan. No te puedes desentender. Tienes que tener opinión y capacidad para expresarte. En Estados Unidos los blancos consumen más drogas y los negros son los más detenidos por posesión de drogas” –En El Salvador ya se encontró directamente entre la política y el deporte. ¿A qué más tuvo que adaptarse allí? –A todo. A la famosa hora salvadoreña. Quiere decir que llegan una hora tarde a todo. –Eso le debía sacar de quicio como entrenador. –Sí, pero al final te adaptas a que hasta que no llegue el último no empezamos el entrenamiento. Alguna vez podíamos esperar hasta una hora y 25 minutos. Pero también entiendes el contexto del país. Había jugado-

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res que tenían dos trabajos diferentes porque los necesitaban para sacar adelante a su familia. Tú, ante eso, no puedes comportarte como un tirano, porque encima te están pagando muy bien y ellos no cobraban del básquet. También veías cómo en las selecciones inferiores, cuando viajábamos a un campeonato junior en Honduras, había un jugador que en su bolsa solo llevaba un cepillo de dientes y una toalla. No tenía nada más. Eso te hace replantearte muchas cosas. –Desde luego. –En El Salvador tenía por debajo en la estructura a 30-40 entrenadores cubanos que Fidel Castro en esa época dispersaba por todo el mundo. En Cuba había un nivel de preparación muy alto a nivel deportivo. Estos entrenadores cobraban 800 dólares: 300 para ellos y 500 iban para Cuba. Tenían que desarrollar un programa a través del INDES, el Instituto Nacional de Deporte de El Salvador. Cuba tenía ese tipo de convenios por toda Latinoamérica.

–¿Qué le viene enseguida a la cabeza de su etapa en Puerto Rico? –Tenía un equipo muy talentoso. No éramos muy conocidos en la NCAA porque pertenecíamos a una universidad pequeña. Pero yo entrenaba sin ninguna limita-

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ción. Teníamos jugadores de toda América Latina. El reclutamiento era muy bueno. En dos años perdimos solo tres o cuatro partidos. En Puerto Rico se podía llevar una vida caribeña con dólar americano. Con las ayudas federales, allí tenían un nivel de vida diferente al resto de las islas caribeñas. Y allí el básquet es una locura. Pasé dos años muy buenos. ¡Cuando ganas todo es muy bonito siempre! –Que le quiten lo bailao. –No he tenido nunca problemas de adaptación. Aparte considero que son los jugadores los que tienen que esforzarse para adaptarse a la idea de equipo y al trabajo. Luego, en la vida social, sí que me tengo que adaptar yo. –Como entrenador marca la pauta deportiva, pero también tiene que ceder en cosas para no quedarse aislado. –Sí, pero son cosas de sentido común. Por ejemplo, lo de la hora salvadoreña. O, en Bahréin, sabía que no podía poner un entrenamiento el viernes a las doce del mediodía porque todos estaban rezando. Si lo hubiera hecho me hubiera quedado solo y, aparte, podía crear tensión, podía verse como una provocación. Y mi objetivo no es ese sino hacer equipo. –¿Qué tal en México? –El aficionado es muy pasional, el jugador es muy agresivo. Es un país inmenso, cinco veces España. Es un país con una fuerza de identidad muy grande: la cultura, la comida, la música, el baile… el mexicano se siente muy mexicano y muchas veces en contraposición al norteamericano. Una vez viví un partido de un All Star estadounidense en México. La grada empezó desde el primer minuto a cantar: “Sí se puede,

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sí se puede”. Los norteamericanos jugaron totalmente intimidados. Estados Unidos ha hecho mucho daño a México y el pueblo lo tiene interiorizado. –¿Alguna otra anécdota de México? –Una vez estábamos con la selección mexicana concentrados para los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Los jugadores se quejaban de la exigencia en la preparación. Decidí dar día libre para descansar, con la condición de que hiciéramos una excursión. Los llevé al basurero de Oaxaca. Ellos no sabían dónde íbamos. Acercándonos al lugar, se empezaba a notar un olor desagradable. Al llegar había un incinerador de basura. Allí numerosas familias vivían literalmente sobre los escombros. Niños y familiares que corrían descalzos les pedían fotos y autógrafos mientras gritaban “Viva México”. Para ellos México era el mejor país del mundo. Realmente triste. Cuando los jugadores se dieron cuenta de lo que representábamos para gente anónima que vivía en aquellas condiciones, comenzó a aflorar el sentido de la responsabilidad en el equipo. Acabaríamos ganando la plata en los Juegos y nos acordamos de ellos. –Para triunfo especial el conquistado con el Pioneros de Cancún en 2013. Campeones de la Liga de las Américas, equivalente a la Euroliga. –Fui el primer no latinoamericano en ganarla. Y con un equipo mexicano. El Pioneros no había ganado nunca una liga mexicana. Fue algo así como el Leicester ganando la Premier League, pero ganamos el trofeo de forma rotunda.

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–Y con solo un año en el club. ¿Cómo se explica ese éxito? –La clave en cualquier entrenador es ser justo. Y eso es lo más difícil. Si eres justo, aunque no seas el mejor técnico, los jugadores están contigo y, si están contigo, trabajan bien, y, cuando trabajan bien, tienes posibilidades de ganar siempre. Pero a veces los entrenadores tenemos miedos y con los miedos, dudas, y cuando dudas los 24 ojos, las 24 orejas del equipo lo captan. En cambio, si desde el principio tienes clara la línea que marcas, la relación con el jugador suele ser buena. Yo soy muy directo, digo las cosas a la cara desde el primer día. Así, o entro bien o mal desde el primer momento.

–¿Alguna experiencia de empezar con el pie izquierdo? –En Puerto Rico. Gané dos títulos en dos años, pero en la primera semana de entrenos se montó ya una batalla campal. –¿Por qué? –Era un equipo que venía perdiendo, los jugadores tenían problemas entre ellos y evidentemente llegas allí, pones unas normas, comienzas a entrenar con un nivel de exigencia fuerte y al final los grupos enfrentados suben su nivel de irritación hasta el punto de que chocan. La situación estalló, algunos ju-

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gadores se amenazaron. Incluso a mí también uno me dijo que me tirotearía la casa [Ahora ríe aliviado]. Por suerte no la encontró. Al final, con el tiempo, ese mismo jugador que me dijo esto lloró como un niño pequeño el día que me fui, porque vio que actuaba con justicia. Tengo claro que no entreno a doce jugadores sino a doce personas, y todos juegan siempre. Conmigo, el 5 titular nunca es el mismo, conmigo cada jugador es importante y tiene su responsabilidad. Los roles están clarísimos, pero todos tienen su importancia. Primero esto choca, porque hay jugadores acostumbrados a jugar 35 minutos y a ser la estrella, pero el primer día le sientas y le dices que solo jugará cuando haga las cosas verdaderamente bien. Eso tiene cosas a favor y en contra. Pero no tengo problemas normalmente con los jugadores. A mí, como entrenador en el extranjero, me ha servido tener esta coherencia. Para mí, el mejor jugador y el peor tienen el mismo trato.

“La clave en cualquier entrenador es ser justo. Y eso es lo más difícil. Si eres justo, aunque no seas el mejor técnico, los jugadores están contigo y, si están contigo, trabajan bien, y, cuando trabajan bien, tienes posibilidades de ganar siempre. Pero a veces los entrenadores tenemos miedos, y con los miedos, dudas, y cuando dudas los 24 ojos, las 24 orejas del equipo lo captan”

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–¿En qué nota que ha contribuido más en cada país? ¿De qué queda más satisfecho? –Sobre todo de que en la mayoría de lugares siempre quieren que vuelva. Un aspecto en el que creo que he contribuido mucho es en el proceso de selección y de fichajes, ya que en el análisis que hago no me condiciona ni el nombre, ni de dónde viene, ni cuál es su agente. La clave de mi decisión es ver la predisposición con la que el jugador pueda hacer lo que le exigirás. Y por eso el filtro es conocer a la persona. Para fichar bien, si no tienes gran potencial económico, priorizo buscar al que tenga algo diferente. Por ejemplo, para escoger un pívot, puedo buscar el más bajo de todos. Y, de estos, el mejor. Así, de poder tener la doceava mejor opción de pívot grande por presupuesto, cojo la primera con un jugador diferente, pero top. Eso lo hago con varias posiciones claves que, una vez adaptadas al sistema, me permite jugar como una partida de ajedrez. –Usted pasó en una ocasión de entrenar en Canadá a hacerlo en Bahréin. Difícilmente conocería a los jugadores y sabría de su nivel. –En Canadá, por ejemplo, tuve 48 jugadores en los entrenamientos antes de ficharlos. Yo antes de firmar contrato necesito saber qué presupuesto hay para jugadores, qué tipo de contratos tienen, etc. No me muevo de sitio si veo que no puedo ganar. –Por cierto, estando en Canadá firmó también como seleccionador de Egipto. –Sí, pero no llegué a dirigir ni un partido con ellos al final. Estuvimos preparando desde Canadá el Campeonato africano, que se tenía que jugar en abril, pero con mi club canadiense nos clasificamos para la final y

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todo se alargó, así que tuvimos que romper contrato, pero con una relación buenísima. De hecho, soy habitual en Egipto haciendo clinics de formación de entrenadores y de selecciones inferiores.

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–¿Cómo fue su primera experiencia en Bahréin? –Fue con el Al-Muharraq, el equipo del jeque. Mohammed, ex ministro del país, era un hombre fuerte de Bahréin. Con una llamada cambiaba cosas importantes del país a nivel social y político. Llegué después de la revolución árabe de 2013. Los jugadores me decían: “Nosotros no somos de la familia real y sin embargo las otras aficiones nos tienen una rabia...” –Debían notar mucha presión para no fallar al jeque. –Había la peculiaridad que los jugadores pertenecen al club de por vida. Yo debía tener en cuenta que había algunos jugadores chiitas y otros sunís. –¿Y cómo lo gestionó?

“Tengo claro que no entreno a doce jugadores sino a doce personas, y todas juegan siempre. Conmigo, el 5 titular nunca es el mismo, conmigo cada jugador es importante y tiene su responsabilidad” –¿Y cómo le surgió lo de Bahréin? –Precisamente a través de un agente egipcio. En Bahréin me encontré el país más occidental del mundo árabe. Tienen escuelas americanas y británicas, puedes comprar alcohol, hay una población inmigrante muy importante haciendo negocios. Y el básquet es el deporte número 1 junto al balonmano.

–Bueno, en mi equipo casi todos eran chiitas menos uno o dos sunís. Para mí todos era personas. Les dije de entrada que mi posición religiosa era cero, que no creía en ningún dios sino en las personas; que creía en ellos y que me tenían que demostrar una buena relación por el bien del equipo.

“En mi equipo casi todos eran chiitas menos uno o dos sunís. Les dije de entrada que mi posición religiosa era cero, que no creía en ningún dios sino en las personas; que creía en ellos y que me tenían que demostrar una buena relación por el bien del equipo”

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–¡Menudo riesgo decir que no cree en Dios allí!

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tas como personas y no haces diferencias, tendrás su respeto.

–No. Me imagino que primero no lo entendieron, pero siempre me respetaron. Una cosa es decir que no crees en Dios porque no le respetas y otra es decir que no crees en Dios porque no tienes ninguna experiencia que te demuestre que puedes creen en Él. No hay tema. –¿Alguna anécdota? –En Bahréin, en el equipo sub’20 había un joven diferente. Ibrahim. Tenía movimientos descoordinados, pero era atlético. Se le notaba muy cohibido. Nunca sonreía. Cuando le hablabas no te miraba a los ojos. Bajaba sumisamente la cabeza. Empecé a entrenarle aparte. Mejoraba mucho y respondía bien a pesar de su desorden. Había estado dos años preso por lanzar piedras en la primavera árabe. Yo le traté con normalidad y le advertí que no podía llegar tarde a los entrenamientos. Un día llegó tarde. Cuando se lo recriminé con dureza me dijo que venía del Azadari (procesión en el mes de muharram donde se autoflagelan con espadas). No le dejé entrenar porque… le obligué a ir al hospital a que le cosieran la cabeza. Ibrahim acabó siendo un jugador titular importante del primer equipo. –Se debe saber mucho de la vida para entrenar en lugares así y con estos casos... –La mochila que cargo, después de 24-25 años de profesión, es grande. He visto ya muchas cosas y me pasan cosas. Vas ganando un contexto de situaciones que te ayuda. Los jugadores son diferentes. No es lo mismo entrenar a un canadiense, a un venezolano, a uno de Bahréin o a un japonés, pero lo que no cambia es que, si les tra-

–Esa es la parte humana. Y luego está la parte puramente de básquet. –Cierto. Mis equipos presionan mucho. Si no juego con 12 jugadores no puedo presionar como quiero. Ningún jugador puede presionar al nivel que yo quiero más de 25 minutos. Debe haber una propuesta de juego y metodológica, una dirección en los partidos y un trabajo adecuado en los entrenamientos. Si no, lo otro son palabras que se las lleva el viento. –¿Cómo adapta su idea de básquet en países tan diferentes? –La intensidad en los entrenamientos y el control de las recuperaciones y descanso son básicos. Se trata de entrenar acercándose lo máximo posible a las sensaciones y percepciones que luego encuentras en las finales, que son extremas. Así condicionas que el jugador esté preparado, anticipas la situación en vez de reaccionar. –Pero no es lo mismo explicar su método de trabajo en México que en Japón, en El Salvador que en Bahréin. Influyen diferentes éticas del trabajo, horarios, costumbres, preceptos religiosos…

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–No es que tengas que reciclarte continuamente, pero sí hay cosas que vas adquiriendo con el tiempo. Yo después de retirarme empecé a hacer triatlón. Eso me dio un conocimiento de qué capacidad tiene el cuerpo para entrenar y para recuperarse. Para mi concepto de juego esto es muy importante. Yo llego a un país y no conozco normalmente al preparador físico con el que trabajaré. Tengo muy claro no solo cómo entreno a los jugadores sino cómo quiero que descansen y se recuperen. Y eso me lo enseñó el triatlón. En Japón, donde jugamos sábado y domingo, cosa que implica un desgaste muy grande, o llegas a controlar cómo y a qué hora serán los entrenamientos del jueves y el viernes, o no llegas al nivel óptimo. Adaptarte a los horarios, a las normas de la competición, a todo, es supervivencia. Hay muchas cosas que me gustan que no puedo hacer, o por el nivel de jugadores, o por las características de la liga, o por posibilidades económicas o por otros motivos. Y, al contrario, hay otras cosas que puedo hacer gracias a esto.

“Tengo muy claro no solo cómo entreno a los jugadores sino cómo quiero que descansen y se recuperen. Y eso me lo enseñó el triatlón” –¿Le viene a la cabeza cosas que le gustaría hacer y no ha podido hacer? –Por ejemplo, en España: Tal como soy, o tengo una incidencia clarísima en el equipo, en el tipo de jugadores que pueda fichar, o no tendría éxito. Si no tengo poder de decisión, puedo ser un entrenador normal, no un entrenador ganador. Porque mi manera de

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juego es demasiado diferenciada, demasiado radical para aplicarla a cualquier jugador. –¿El suyo es un básquet a todo gas? –La verdad es que el básquet que falta por conocer y por desarrollar más, el que considero que será el futuro, es el de presión defensiva de 40 minutos. Prácticamente, eso no existe y yo hace muchos años que lo practico. Se han aplicado mil sistemas, pero la presión continua no se hace. Y, para ponerla en práctica, yo necesito unos jugadores con unas características muy especiales. –Presionar 40 minutos, pero que el equipo se mantenga fresco para anotar… –Está claro que en el básquet no vale el empate. Presionar conlleva un desgaste físico, un trabajo de entrenamientos, una recuperación y una autoexigencia para competir contigo mismo que son brutales. Como entrenador exiges continuamente y apretar también desgasta. Pero yo creo que me muevo bien en este límite. Yo duermo bien siempre después del partido porque mis jugadores siempre dan lo mejor, y, si no, se lo digo. Está claro que para presionar así hay que contar con toda la plantilla. Si tienes 12 jugadores no todos tienen la misma calidad, pero todos tienen talento y la cosa es ver cómo pueden ayudar mejor al equipo y cómo se sienten importantes.

“Como entrenador exiges continuamente y apretar también desgasta. Pero yo creo que me muevo bien en este límite. Yo duermo bien siempre después del partido porque mis jugadores siempre dan lo mejor, y, si no, se lo digo”

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–Con tanta importancia que le da a la presión, ¿no es un riesgo ir a un país sin saber cómo congeniará con el preparador físico de allá? –A veces he podido traer a algún preparador físico de mi confianza. Pero, si no, es cuestión de hablar mucho con ellos hasta que entiendan lo que quiero. Y, si no, deben tener clarísimo que yo soy el entrenador y el que toma las decisiones. Solo delego cuando tengo una confianza máxima. Si no, todas las decisiones importantes son mías. Desde el control de comidas, de descansos, de horarios, de fisioterapia. –¿También controla la alimentación? –Cuando viajamos, totalmente. Controlo el peso antes y después del entrenamiento y la cantidad de carbohidratos y proteína que ingieren. –¿Hay algún país donde sea más difícil controlar la alimentación del equipo? –En Estados Unidos. Están acostumbrados a una manera y funcionan bien así. Es una guerra perdida. Pueden comer fast food, comida con salsas, comida a deshoras, o comida a domicilio. No tienen rigor. Yo procuro como norma que el equipo coma, cene y desayune junto. A los americanos les pagan un dinero y ellos son responsables de estar perfectos… el día de partido. Si no, quizá les multen. Pero no hay un trabajo de equipo, de grupo.

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–¿Los que mejor llevan la alimentación son los japoneses? –Creo que sí. Aunque he tenido que poner muchas normas. –¿En qué sentido? –Comen muy bien y sano, pero tienen exceso de carbohidrato por el arroz. Cada día muerden poco, no hay ni cuchillo. Y eso tiene una incidencia. Les falta proteína, pero energía tienen toda la que quieras, por eso no paran de trabajar. A veces les tienes que obligar a descansar. –¿La cultura del éxito y del fracaso es más o menos la misma en todos los países? –Diría que sí. Todos buscamos ser partícipes del éxito, también como aficionados. Pero el éxito solo llega en grupo. Este año hemos ganado 54 partidos y hemos perdido 6. Es brutal. Seguro que yo he hecho cosas muy bien, pero si la gente de oficinas del club, los preparadores físicos, los fisioterapeutas, los otros ayudantes, no hubieran estado a su máximo nivel, no hubiéramos podido ganar así.

“Ganar y ganar y volver a ganar tiene un gran desgaste. Cada vez tienes que apretar más y es una lucha continua contigo mismo. Y nunca estás satisfecho. La felicidad la consigues antes de llegar al objetivo, no cuando llegas”

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–Esta temporada en Japón ha ganado la Copa y ha confirmado el ascenso con el Akita Northern Happinets. ¿A qué título le da especial importancia en su carrera? –Cualquier título lo he disfrutado muchísimo, pero la Liga de las Américas es el que tiene más impacto mediático. También recuerdo como celebración especial la medalla ganada con la selección mexicana. Se la dediqué a Bruna, nuestra hija pequeña que falleció. Era un bebé con problemas de corazón. –Lo siento mucho. –Cosas que pasan en la vida y no puedes hacer más. –¿Siempre ha podido llevarse a la familia en los diferentes países?

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–Menos en este último año en Japón. Ha sido realmente difícil. Ha sido una temporada muy agotadora. Ganar y ganar y volver a ganar tiene un gran desgaste. Cada vez tienes que apretar más y es una lucha continua contigo mismo. Y nunca estás satisfecho. La felicidad la consigues antes de llegar al objetivo, no cuando llegas. –Es el camino. –Como dice Eduard Punset [divulgador científico catalán], la felicidad está en la antesala de la felicidad. Isaac Lluch. @isaac_lluch

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En este país no sabemos valorar, aquí comparamos

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Fernando Murciego entrevista a

THE TACTICAL ROOM / REVISTA #21 FEBRERO 2016 The Tactical Room es la revista que edita el Club Perarnau. Este nº 21 se publica en febrero de 2016. Editorial Primera Impresión.

MANUEL ORANTES

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uando uno se sienta a conversar frente a una leyenda, faltan hojas de libreta para abordar tantas preguntas. Sus inicios, su carrera, sus problemas, el final del camino, su círculo personal o su actividad actual suelen ocupar los frentes más importantes de la entrevista. Sin embargo, con Manuel Orantes (Granada, 1949) siempre me había surgido una cuestión de mayor peso a todo lo anterior. ¿Cómo es posible que un hombre con 33 títulos ATP, ex número 2 del mundo, campeón del US Open, Maestro en 1976 y plata olímpica en México 68 no haya tenido el reconocimiento que se merece? España, ese país en el que nada es lo que parece, nunca supo estar a la altura de este baluarte del tenis español. Para algunos es “el gran olvidado”. Para otros, uno de los grandes genios del deporte de la raqueta. A punto de cumplir 70 años, el hombre de las 502 victorias sobre tierra batida está ya curado de espanto. Habla claro, sin tapujos, con un conocimiento que pocos poseen y un perfil bajo que le ha llevado a ser tan querido dentro del circuito. “En este país pocos conocen mi historia, pero a día de hoy sigo siendo el tenista español con más títulos después de Rafa Nadal”. Nunca es tarde para darle a cada persona el espacio que se merece. Aunque sea con una humilde charla en la casa club del Conde de Godó. –Se cumplen cincuenta años de la era Open. ¿Qué ha cambiado?

–Su historia es de las que merecen la pena contarse.

–El tenis era un deporte muy diferente, casi social, amateur. No pasaba como ahora, donde la gente ve la oportunidad de hacer una carrera desde joven. Los Santana, Gimeno, Arilla y todos los de aquella época eran hijos de algún miembro de club, recogepelotas, o socios, algo relacionado con este mundo.

–Aquel 1968 marcó un antes y un después, ¿cuán necesaria fue la llegada de la era Open?

–Mi familia era de un barrio andaluz muy pobre y se vino a Barcelona desde Granada cuando yo tenía dos años. Luego, cuando cumplí ocho, algunos chicos fuimos a probar a jugar al tenis en La Salut, pero con el único objetivo de pasarlo bien. Entonces cumplo diez años y coincide cuando Santana gana Roland Garros y ahí se empieza a hablar mucho del tenis. Yo, que también era recogepelotas como Santana, me fijaba siempre en los profesores del club, en cómo hacían cada gesto, digamos que iba aprendiendo fotográficamente. Luego lo practicaba con mis amigos. –Tenía algo especial. –Los profesores me vieron y se dieron cuenta que lo hacía bien, así que fueron a hablar con el director del club para que me brindara ayuda. Desde ese momento cambió mi vida.

“Yo, que también era recogepelotas como Santana, me fijaba siempre en los profesores del club, en cómo hacían cada gesto, digamos que iba aprendiendo fotográficamente”

–Antes de nacer la ATP (1973) estaban los jugadores amateurs que jugaban muy bien, pero no cobraban. Entonces, un ex jugador norteamericano llamado Jack Kramer los

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iba fichando para formar un equipo, así les garantizaba un dinero, pero en contraposición no podían jugar los grandes torneos. Ellos hacían exhibiciones por todo el mundo y así se ganaban la vida. Gimeno, por ejemplo, fue vicepresidente de la ATP. –Había que regular el sistema. –El problema es que ya se estaba haciendo mucha falsificación. En el Godó, sin ir más lejos, decían que era amateur, pero pagaban por debajo a los que eran muy buenos para que vinieran a jugar. Era una realidad un poco ficticia.

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venga y se pague el viaje [risas]. En aquella época valía todo una barbaridad. –¿En qué se basaba Kramer para fichar jugadores? –Kramer se fijaba en los mejores, los que ganaban Wimbledon u otros Grand Slam. Empezó con Rod Laver, Ken Rosewall, Andrés Gimeno… a Manolo Santana también lo quisieron fichar, pero aquí estábamos en plena dictadura y el CSD lo protegió porque les interesaba tenerlo para la Copa Davis. Le pagarían algo de manera oficial, pero en líneas generales, todos estos pactos eran un poco falsos. –¿Y usted dónde estaba? –Yo era muy joven, soy once años más joven que Santana. A partir de 1966 empiezo a jugar los torneos sub18, luego entro en el equipo de Copa Davis, pero no era como ahora donde tú puedes viajar y competir con libertad. Antes no salías de casa. Mi idea jamás fue convertirme en profesional, quizá pensaba en hacerme profesor de tenis o algo de esa rama, hasta que ves que las cosas van saliendo y entonces todo cambia.

Orantes y Rod Laver, dos zurdos majestuosos.

–Digamos que el dinero entró a jugar su papel. –¡Claro! Es que si tú quieres que venga un señor muy bueno de Australia a jugar, Rod Laver por ejemplo, no le vas a decir que

“El hecho de que ahora la gente ya desde joven pueda pensar en ser un gran campeón me resulta fascinante. Recuerdo ver a grandes deportistas cómo se mataban a entrenar y luego llegaban a los 30 años y lo único que tenían era trofeos, ni habían estudiado ni habían ganado dinero”

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–Ahora las oportunidades se han multiplicado.

–Supongo que en tema de raquetas tampoco irían tan holgados como ahora…

–El hecho de que ahora la gente ya desde joven pueda pensar en ser un gran campeón me resulta fascinante. Recuerdo ver a grandes deportistas cómo se mataban a entrenar y luego llegaban a los 30 años y lo único que tenían era trofeos, ni habían estudiado ni habían ganado dinero. “¿Y ahora qué hago?” Entonces se dio la vuelta a la situación, las escuelas se volvieron más profesionales y el tenis fue evolucionando hasta convertirse en una profesión. –Ahora es todo muy bonito, con un Mercedes esperándote en la puerta del hotel para llevarte al estadio. Como en su época…

–Si tú eras bueno, lo que sí tenías eras un contrato y entonces te regalaban raquetas. Con la ropa igual. Quizá veo más abismo con los contratos publicitarios que tienen hoy en día, eso sí que me parece una barbaridad. Antes daba igual que fueras campeón o no, no había ninguna televisión que estuviera detrás de ti. –¿Qué tal la prensa por aquel entonces?

–¡Ostias! [risas]. Mira, en el Campeonato del Mundo junior invitaban a dos de cada país y mi compañero y yo fuimos a Estados Unidos completamente solos, con 16 años y sin hablar inglés. La organización te mandaba a una casa particular a que vivieras con una familia, luego te llevaba en autobús por las universidades para ir presentándote a la gente, eran experiencias completamente diferentes. Borg fue el primer jugador que empezó a viajar con un coach, nosotros viajábamos sin nada. Eso ya empezó a generar cierta distancia entre los jugadores. ¡Ahora se viaja hasta con psicólogo particular!

Revés de Orantes.

–Bueno, siempre había un par de periódicos que viajaban, al menos a los grandes torneos. Ahora, al haber tantos torneos, sí que los periodistas están un poco más repartidos y también agobiados. –Sobre las dietas y los nutricionistas mejor ni comparamos. –¡Qué va! Antes no tenías a nadie que te dijera lo que tenías o no tenías que comer. Ahora todos juegan tan bien que muchos piensan que deben desmarcarse por la vertiente física, van a ver un especialista y estudian cada comida. En mi caso tuve muchas lesiones y muchos problemas por no tener esas figuras en mi equipo. –Voy con mi preferida. Los tenistas de ahora dicen que cobran poco. – [Risas] El otro día lo miraba en internet y ponía que yo había ganado poco más de un millón de euros en mi carrera. Nadal está a punto de llegar a los 100 millones. Pero es que Guillermo García López, por ejemplo, ha ganado diez millones. Como hay mucho más dinero en el sector, siempre hay jugadores que buscan exprimir y que se pague más en primeras rondas. Pero al final son los 4-5 nombres de siempre los que mueven todo y los que atraen a los sponsors.

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¿Por qué el Godó tiene todo lo que tiene? Porque viene Nadal. Pero si él no viniera…

“El otro día vino un amigo mío y me dijo: “Manolo, tú has ganado más partidos que Nadal en tierra batida”. Yo pensé que me estaba diciendo una tontería… Total, que nos jugamos una comida, entró a internet y perdí” –Se ha profesionalizado todo, hasta las estadísticas. –Antes no había ningún orden, ahora se mira mucho más todos los datos, se analizan y se registra todo. El otro día vino un amigo mío del club Bonasport y me dijo: “Manolo, tú has ganado más partidos que Nadal en tierra batida”. Yo pensé que me estaba diciendo una tontería. ¡Si Nadal ha ganado once Godó, once Montecarlo, diez Roland Garros…! Total, que nos jugamos una comida, entró a internet y perdí. –Es que sobre tierra batida, usted fue tan referente como lo es Rafa hoy en día. –Gané 33 torneos en mi carrera y 31 fueron sobre tierra batida. Si no llega a ser por este amigo periodista ni lo sabría, pero sí, había ganado más de 500 partidos sobre tierra batida. Ahora lo bueno de estar todo más profesionalizado es que todos los jugadores pueden entrenar en cualquier superficie. ¿Pero antes? Aquí las pistas rápidas o pistas de hierba no existían. Hasta los 17 años que salí fuera no había jugado nunca en una superficie que no fuera tierra batida. Por eso ahora todo el mundo juega igual.

Orantes y Nadal.

–¿Cómo es posible que un tenista de su categoría tenga un perfil mediático tan bajo? Para muchos, usted es el gran olvidado. –Mi historial en España lo sabe poca gente, siempre he dicho que aquí no valoramos lo suficiente a nuestros jugadores. Tú vas a Francia o Estados Unidos, que han tenido cinco grandes campeones, y todos son reconocidos. Aquí no, aquí todo se reduce a Santana. El otro día todavía escuchaba a un periodista decir que Santana seguía siendo el mejor tenista español de la historia. ¿Perdona? ¿Santana mejor que Nadal? Si tú ves su historial, Santana no ha ganado más torneos que yo, y eso que él nunca jugó con los diez mejores jugadores del mundo. La impresión es que aquí hemos de valorar a uno solo, los demás nos dan igual. –Y aun así ganó usted 33 títulos. –Es que tú imagínate que en mi época a mí me quitan a los Nastase, Connors, Vilas, Borg… ¿cuántos torneos habría ganado? –¿Tiene la sensación de no haber recibido el calor que merecía? –Pero no solo yo, a Bruguera también le ha pasado. En España no valoramos, aquí comparamos. Cada época ha sido diferente y cada jugador ha sido diferente, eso está

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claro. Si eres un poco inteligente verás que la época más dura ha sido la de Nadal, coincidiendo con Federer, Djokovic y Murray. A mí sobre todo me sabe mal por Gimeno.

“No solo yo, a Bruguera también le ha pasado. En España no valoramos, aquí comparamos. Cada época ha sido diferente y cada jugador ha sido diferente, eso está claro. Si eres un poco inteligente verás que la época más dura ha sido la de Nadal” –Ahí ya tocamos una historia mucho más dura. –Sus diez mejores años no pudo jugar por no ser profesional y por eso no se le ha valorado, entonces nunca pudo ganar mucho dinero. Ahora está viviendo en una pensión y pasándolo muy mal económicamente. Nosotros lo hemos hablado con la ATP y ellos le están ayudando internacionalmente, esto es lo que a mí me sabe mal de la maldita comparación. –La pirámide dice que Santana manda. –Manolo en Madrid es una eminencia, es director del Mutua Madrid Open, le ayuda mucho la Federación, tiene un club en Marbella… ¡que me parece bien! Pero hay que trata mejor al resto. Aquí en el Godó, por suerte, también han cambiado mucho las cosas y los ex jugadores estamos recibiendo un mejor trato.

Orantes, en un momento de la entrevista concedida a The Tactical Room.

–Leo entre líneas que incluso en el Godó ha tenido sus decepciones… –Crees bien. Mira, yo jugué aquí 17 años y jamás pedí nada a la organización. Pues bien, el primer año que dejé de jugar, vine y les pedí un par de entradas. ¿Sabes lo que me dijeron? Que tenía el 20% de descuento por ser socio. Mi mujer alucinaba. Luego vinieron a pedirme ayuda cuando el torneo cumplió 50 años de historia, que querían hacerle un acto a Rafa y querían ponerme con el resto de ex jugadores… pues mira, lo siento, pero no. ¿Después de lo que me habéis hecho los últimos veinte años? –Aunque suene a tópico, esto fuera no pasa. –Te pongo un ejemplo muy fácil. En mi vida gané solamente una vez el US Open, pero yo mañana llego y les digo que quiero ir a ver el torneo con mi mujer o unos amigos y nos tratan de categoría. Y sin embargo, aquí no pasa. Imagínate que dentro de veinte años quiere venir aquí Nadal, ¿cómo no lo vas a meter en el palco? ¡Si es algo bueno para vosotros! Es lo mínimo que puedes hacer.

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“Te pongo un ejemplo muy fácil. En mi vida gané solamente una vez el US Open, pero yo mañana llego y les digo que quiero ir a ver el torneo con mi mujer o unos amigos y nos tratan de categoría. Y sin embargo, aquí no pasa” –La mala memoria de algunos… –La gente solo piensa en el ahora. Si tú has hecho cosas bien y has tenido éxito en un lugar, lo mínimo que quieres es que te traten bien, como digo, es algo que les beneficia a ellos. Pero bueno, todo esto ha cambiado mucho desde que está el nuevo presidente.

Orantes, en la red.

–¿Alguna jugarreta más de este calibre? –¡Unas cuantas! Hubo otro día que me llamaron de la Federación y me dijeron: “Mira Manolo, te van a dar la Medalla de Plata al mérito deportivo”. Yo no había pedido nada, pero bueno, era una gran noticia. Entonces se lo conté a mi hijo, que por aquel entonces ya tenía 18 años. Se alegró mucho, pero diez minutos después de colgar volvió a llamarme. “Oye papá, ¿por qué te dan la medalla

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de plata? Es que he entrado en internet, he visto la gente que ha ganado la de oro y hay un montón de gente que no tiene ni la mitad de lo que tú has ganado”. –Eso duele. –Llamé a la Federación y pregunté que por qué me daban la medalla de plata sin yo haber pedido nada. Entonces hablé con el presidente, que por cierto, tenía la de oro. “¿Tú has hecho más que yo en el tenis para tener la de Oro?”, le dije. Santana tenía una que estaba incluso por encima de la de oro. En fin, que al final la rechacé. Yo no había pedido nada, así que nada quería. No valoran las cosas, pero a día de hoy sigo siendo el jugador que más torneos profesionales ha ganado en este país después de Rafa Nadal. He hecho mucho por el tenis y no he sentido la respuesta, al final todo esto te va doliendo. –Me da coraje seguir preguntándole por estos episodios. –Tranquilo. Mira, en Copa Davis hubo una vez que le hicieron un homenaje a Santana por haber jugado más de cien partidos. Fue todo el mundo, un acto precioso que nadie se quiso perder. Cuatro años después, la Copa Davis vino aquí y me llamaron para hacerme lo mismo a mí. ¿Sabes lo que hicieron? Una hora y media antes de los partidos hicieron el homenaje… ¡una hora y media antes! Obviamente, no había nadie todavía en la pista, ni los de la Federación. Ahí ya me cabreé con ellos: “Oye, ¿esto por qué lo hacéis? ¿Por qué no le dais el mismo trato a todos los jugadores?”. Sentimentalmente, esto hace mucho daño a la gente. Estoy orgulloso de no haberme aprovechado nunca de la Federación.

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“Convencí a la Federación para hacer estos cambios y cubrir totalmente a siete jugadores de 13 años, hasta los 18. De esos siete, tres llegaron a la final de Roland Garros: Corretja, Costa y Berasategui. ¿Tú crees que alguien se acuerda de esto?” –Pero sí que ha hecho mucho por el tenis español. –Exacto. Cuando me retiré del tenis y me metieron de capitán del equipo Copa Davis, recuerdo que la Federación estaba fatal, los chavales eran un desastre con 19 años. Llevamos a cabo un programa nuevo para apoyar a cierto número de jugadores durante 4-5 años, al final y al cabo, tú no puedes estar ayudando a un jugador toda la vida, si en cinco años de ayuda no has conseguido nada es por algo. Bueno, la cuestión es que convencí a la Federación para hacer estos cambios y cubrir totalmente a siete jugadores de 13 años, hasta los 18. De esos siete, tres llegaron a la final de Roland Garros: Corretja, Costa y Berasategui. ¿Tú crees que alguien se acuerda de esto? Piensan que todo esto lo tienes que hacer por obligación. –¿Por la prensa se ha sentido cuidado? –Un poquito más. La prensa a veces también se deja llevar, no sé si porque tiene presión desde atrás, pero también tienen un diferente trato con según qué personas. O tienen personas a las que no se les puede tocar. Sí que te puedo decir que nunca me he negado a hacer una entrevista o a ayudar a cualquier periodista.

Orantes, en conversación con el autor.

–Cambio de tercio. No puedo irme de aquí sin preguntarle por aquella final de Roland Garros ante Borg y aquella semifinal del US Open ante Vilas. En la primera le remontaron dos sets arriba y en la segundo los remontó usted. –Es la definición del tenis: hasta la última pelota siempre puedes perder… o ganar. Fue una época donde jugué muy bien, pero en que desgraciadamente sufrí muchas lesiones. En 1972 ya tuve los primeros problemas de espalda, así que cuando acabé la temporada paré y fui a ver a un médico bueno y me subrayó que en el futuro tendría problemas serios. Luego en 1973 y 1974 perdí muchas finales ante jugadores buenos porque era imposible jugar al cien por cien, me faltaba ese movimiento que marcara la diferencia. –París, 1974. Le va ganando a Bjorn Borg en la final, un set más y será campeón de Roland Garros. ¿Qué pasó? –Cuando le gano el segundo set ya empiezo a tener dolores, pero pensé en afrontarlos como pudiera en la tercera manga. Pero no, fue imposible, me metió 6-0, 6-1 y 6-1. Una lástima porque estaba jugando de escándalo. El primer set lo gané 6-2 y el segundo

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iba 4-1 arriba, pero al final me obligó a ganarlo 7-6. A Borg no le gustaba nada jugar conmigo, le tocaba muy bien la bola y le sacaba continuamente del fondo, donde él se sentía cómodo, pero si no estaba al cien por cien físicamente no podía anticipar la jugada como yo sabía, ahí me tuve que ir más atrás y se escapó todo.

“A Borg no le gustaba nada jugar conmigo, le tocaba muy bien la bola y le sacaba continuamente del fondo, donde él se sentía cómodo, pero si no estaba al cien por cien físicamente no podía anticipar la jugada como yo sabía”

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hasta que me puse en contacto con un doctor que acababa de fichar por el FC Barcelona. Me hizo una revisión y propuso parar cuatro meses para llevar a cabo un nuevo programa basado en un cinturón muscular que me protegiera la espalda. Por aquel entonces no había ranking protegido, así que en el regreso tuve que empezar jugando las fases previas, desde cero. Empecé en El Cairo, lo gané. Luego fui a Montecarlo, desde la previa también, y acabé ganando el torneo sin perder un set. Ese año gané nueve torneos, estaba como un rey. Luego ya en 1976 tuve un nuevo problema en el codo y me tuve que operar. –Hábleme de Guillermo Vilas. –De Vilas había sido muy amigo, en 1974 empezamos a jugar dobles juntos cuando él estaba todavía por debajo de mí. De hecho, le gané en Roland Garros del 74 antes de perder la final con Borg. En fin, compartíamos hasta un preparador físico argentino. Entonces empezó a crecer y empezó a cambiar, me dijo que a partir del próximo año quería jugar el dobles con Borg… me dejó de lado. Hasta aquel torneo habíamos jugado cuatro veces y en las cuatro le había ganado de paliza, no había hecho más de cuatro juegos en ningún sitio, y eso que su estilo era muy parecido al de Borg. –Aquel partido en el US Open fue un choque de trenes.

Orantes y Borg, antes de la final de Roland Garros 1974.

–Después de aquella final se tomó un tiempo de descanso. –Quedé muy tocado mentalmente, pensé que la espalda nunca me iba a dejar dar ese paso que llevaba años buscando,

–Bueno, él venía de jugar muy bien. Pero yo también, llegué después de ganar tres torneos seguidos: Indianápolis, Toronto y Cincinnati. En uno, por cierto, le gané en semifinales a él.

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“Perdía dos sets a uno, 5-1 y 40-0. Pero yo era muy duro, entonces pensé: “Aunque me cueste la vida, lo voy a dar todo y mañana vas a estar reventado”. Empecé a machacarle, muchos incluso ya se habían ido del estadio, acabamos de jugar a las 23:30 de la noche (…) Está considerada como la gran remontada de la historia del US Open” –¿Cómo pudo remontar aquella semifinal? –Perdía dos sets a uno, 5-1 y 40-0. Pero yo era muy duro, entonces pensé: “Aunque me cueste la vida, lo voy a dar todo y mañana vas a estar reventado”. Era así, cuando perdía siempre me dejaba ir hasta el final, así empecé a machacarle, muchos incluso ya se habían ido del estadio, acabamos de jugar a las 23:30 de la noche y la final era el día siguiente a las 14:00 de la tarde. Finalmente el partido acabó 4-6, 1-6, 6-2, 7-5, 6-4. –¿Puede ser la mayor remontada de todos los tiempos? –Está considerada como la gran remontada de la historia del US Open. Luego, en los años siguientes se mostró mucho en las escuelas de tenis. –Tuvo que ser gracioso el saludo en la red… –No me buscó demasiado, pero luego sí que hizo unas declaraciones en Argentina diciendo que se había roto la pierna y que

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Orantes, con el trofeo de ganador del US Open 1975.

estaba muy mal. Hombre, si tú te rompes como yo me rompía, después de haberte ganado el cuarto set 7-5, el siguiente lo hubiera ganado él 6-0, pero fue 6-4, luchando hasta el final. –Fue el primer español en ganar el Abierto de Estados Unidos en la era Open… hasta que Rafa Nadal lo hiciera en 2010. Imagino su respuesta pero, ¿le dolió un poquito ver que ya no era el único en la lista? –No, yo no. Como deportista de este país siempre me ha gustado ver a los españoles ganar y que sean importantes. De hecho, me sabía mal haber sido yo el único capaz de ganarlo. No me gustaba, me pasó lo mismo también cuando Àlex (Corretja) ganó el Masters. –Rafa Nadal le ha hecho mucho bien al tenis español, pero en ocasiones también le ha hecho daño. –Puede ser. Me duele mucho Ferrer, por ejemplo, otro jugador al que tampoco se le ha valorado lo suficiente después de estar arriba tantos años peleando con toda esta gente. Aquí si no juega Nadal, parece que nadie mira el tenis. Que a Nadal se le ponga en un trono me parece bien, se lo merece, además me gusta de él que aparte de

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ser un gran campeón, también es un gran deportista y un gran ejemplo para los jóvenes, tampoco es muy fan de todas estas ceremonias.

Levantando la copa de ganador del US Open.

“Me duele mucho Ferrer, por ejemplo, otro jugador al que tampoco se le ha valorado lo suficiente después de estar arriba tantos años peleando con toda esta gente. Aquí si no juega Nadal, parece que nadie mira el tenis” –Vilas, Muster, Nadal y usted. Los cuatro tenistas de la historia con más victorias en tierra batida. Curiosamente, los cuatro zurdos. –Digamos que somos más especialistas en tierra, Rafa es la excepción que también se ha hecho fuerte en pista rápida. Pero en tierra, ¿cuántos jugadores le pueden ganar? En pista rápida igual hay quince que le pue-

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den ganar, pero en tierra batida tiene más armas que los demás. –¿Se está muriendo la figura del especialista? Hablo de las superficies. –Totalmente, ahora desde joven se puede jugar en todas las superficies, tienes esa opción. Si tú ves el tenis de antes te dabas cuenta que los que jugábamos en tierra batida jugábamos diferente de los que lo hacían en rápida, o los que lo hacían en hierba. Aquellos iban más a la red, a tirar winners; nosotros apostábamos más por elaborar el punto. Ahora todos juegan igual, pero hay que valorarlo también. El nivel es impresionante, pero no solo en los top, te puede llegar el 90 del mundo y juega espectacular. Antes, si jugabas contra el 90 del mundo le ganabas bastante fácil –Usted, que ha ganado un Grand Slam, ¿lo entregaría a cambio de haber sido número 1? –La cuestión es que si en aquella época hubiese habido tanto control de los puntos y de los torneos, yo también hubiera sido número 1 en algún momento. El año que gané nueve torneos de manera consecutiva lo hubiese sido, pero no existía ese control. De todas formas, para mí lo importante en el tenis es ganar un Grand Slam, es lo que te hace subir el nivel y que la gente te respete. Obviamente que ser número 1 también está muy bien [risas]. –¿Se ve reflejado en algún jugador de esta época? –La verdad es que no, los miro y siento que todos juegan igual. Antes sí que te fijabas más en los especialistas de tierra batida, gente como Vilas o Borg, veías cómo construían las jugadas y era otro mundo. Ahora parece que la frase que más se repite

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por parte del entrenador es la de ser más agresivo: “¡Hay que ser más agresivo! ¡¡Más agresivo!!”

“Ahora parece que la frase que más se repite por parte del entrenador es la de ser más agresivo: “¡Hay que ser más agresivo! ¡¡Más agresivo!!” (…) Los miro y siento que todos juegan igual” –¿Qué tal su relación con los entrenadores? –Recuerdo siempre una anécdota la primera vez que jugué con Jan Kodes en Roma. Por aquel entonces nos acompañaba un entrenador de la Copa Davis y comiendo me dijo: “Mañana el partido lo ganas tú”. Claro, yo me reí, estábamos hablando del número 1 del momento en tierra batida. Pero él insistió: “Mira, él tiene un grip muy rígido, si tú le juegas a esta altura te va a meter unos palos que te va a ganar fácil, pero si tú le juegas de esta otra forma, no tendrás problemas”. Efectivamente, le hice caso y al día siguiente le gané. Esto me recuerda mucho a la anécdota de Toni Nadal contándole a Rafa que todos los golpes de Federer eran mejores que los suyos, pero que había una posibilidad de ganar el partido si le ponía más huevos, presentaba una batalla dura y le obligaba a golpear incómodo. Esto son cosas que en el 90% de los partidos no se ven.

Orantes, salvando una pelota complicada.

–Han pasado ya muchos años desde que se creara la ATP, sin embargo, últimamente padece alguna que otra grieta. Hay cierto riesgo de que se rompa. –Los jugadores tienen que estar dentro, tienes que ser escuchados y que formen parte del negocio. No los puedes dejar fuera. En mi época los jugadores éramos los que tomábamos las decisiones. Tuvimos un ejemplo muy claro con el caso de Niki Pilic cuando se le prohibió competir por negarse a ir a una eliminatoria de Copa Davis. El resto de jugadores decidimos que, torneo que la ATP no le dejara jugar a Pilic, nosotros tampoco lo jugaríamos. Ahora no sé lo que pasa, no estoy metido, pero insisto en que hay que escuchar a los jugadores. –¿Ve riesgo de que se forme otra organización paralela a la ATP? –No creo, se necesitan unos a otros. El tenis ha ido cambiando en muchas cosas y por eso este deporte ha mejorado. ¿Tú sabes lo que me pasó a mí una vez en Roland Garros? La ATP había hecho una norma que decía que si a los diez minutos de empezar un partido uno de los jugadores no se presentaba, ese jugador perdía el partido. Entonces ocurrió que Vilas se puso enfermo, tenía gripe, pasaron diez minutos y se me dio por ganador. Pasó me-

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dia hora, yo ya estaba pensando en las semifinales, cuando de repente me viene el presidente de la Federación Francesa diciéndome que quería pedirme un favor. ¡Me pidió que le diera la oportunidad a Vilas de jugar mañana! Yo estaba alucinando, la semana anterior por ejemplo, yo tuve que jugar la final de la Copa del Mundo lesionado, con dos dedos dormidos por una inyección que me pusieron, ¡imagínate si les pido yo que me retrasaran el partido! Le dije que no me podía pedir algo así, que esto era Roland Garros, pero me respondió muy claro: “Aquí mando yo, el partido se jugará mañana y si no te presentas, lo ganará él”. Estaba incumpliendo su propia norma, así que lo denuncié. Yo no me presenté a aquel partido, me lo dieron por perdido, hasta que años después, tras pasar por los juzgados, me lo dieron por ganado a mí. Pero claro, ya era demasiado tarde. Es el ejemplo de que, a veces, los dueños del tenis quieren hacer las cosas a su gusto, aunque no sea lo justo. –Le voy a pedir que me diga una razón por la cual su época es mejor que la época actual. –No, no podría. Yo me apuntaría a esta, sin duda. Ahora se respeta todo mucho más, hay mejores jugadores, es una etapa más profesional, antes había muchos chanchullos. Ahora se ha abierto todo de manera mundial, los jóvenes tienen más posibilidades,, más oportunidades, cada tenista tiene un preparador físico particular, etc. Me hubiese encantado jugar esta época.

“Ahora se respeta todo mucho más, hay mejores jugadores, es una etapa más profesional, antes había muchos chanchullos”

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–¿Manuel Orantes hubiera sido mucho más grande de no haber sido por esas lesiones? –Me lo dijeron ya desde pequeño, que por no haber comido bien tendría problemas. Es verdad que contaba con una buena estructura, la trabajé mucho, pero los cimientos no eran sólidos, cuando le metía muchas horas de intensidad al final siempre acababa resentido. Ojalá hubiera tenido la oportunidad de jugar en estos tiempos, disfruto mucho viendo a Rafa cómo aguanta jugando más de cuatro horas. –Sobre todo jugar para disfrutar y no por otros asuntos. –En mi época jugabas por necesidad, te hacía falta ese dinero. Es que si no ganabas, no comías. No podías pagarte las cosas, cada primera ronda era un desafío. –Antes me ha dicho que muy pocos jugadores pueden ganarle a Rafa Nadal en tierra batida. ¿Usted hubiera podido? –Jugando como yo jugaba seguro que no [risas]. Si me dan las raquetas de ahora seguramente tendría otras cualidades, pero los campeones de mi época, jugando como jugábamos, no ganaríamos a nadie de esta época. De ninguna manera. Fernando Murciego. @fermurciego

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