Trilce

Madrid 1993 la fecha de escritura de los hechos biograficos un tanta mecanica­ mente. Aunque Espejo no documenta su t

Views 220 Downloads 3 File size 3MB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Madrid

1993

la fecha de escritura de los hechos biograficos un tanta mecanica­ mente. Aunque Espejo no documenta su testimonio, este paema, en efecto, reelabora una experiencia de esos dias de encarcelamiento. Espejo 10 explicita asi: «Paema I. Con el cual se inicia el poemario de Tn'lce relata un acta natural de nuestra vida cotidiana 0 sea la evacua­ cion dei intestino... Cuatro veces al dia, en la manana y en el atarde­ cer, los detenidos en la celda donde estaba recluido Vallejo, eran sa­ cados y llevados a las letrinas. Los guardias que debian cumplir con esta mision, urgian a los detenidos, con lenguaje grosero, a que pro­ cedieran con rapidez. Las expresiones y hasta el mismo lenguaje que emplea Vallejo guardan relacion con la funcion evacuadora que rea­ liza.» André Coyné adelanto en su articulo de 1955 «n directa entre la inspiracié>n poética y las durezas de la vida. La mejor poesia no es la que nace dei sena dei regocijo. Ya en sus dias juveniles habia afir­ mado que el estimulo mas eficaz de la inspiracié>n es cuanto hay de negativo en la vida de un poeta. Quiza por esta razé>n se establezca en Tr. LXX VII una relacié>n entre la poesia (las perlas) y el hocico mis­ mo de cada tempestad. El poeta vive en constante lucha con el mundo adverso que le recuerda el hocico de un animal arisco... La poesia es para Vallejo la fuente nutricia de su ser y, por ende, afan ansiado con obsesié>n. Entre ser y no ser poeta hay la misma diferencia que sepa­ ra a la vida de la muerte. Por esta razé>n esta dispuesto ellirico a ofre­ cer su vida (caer ahora para ella) yser enterrado en gracia poética (0 que me enterrasen / mojado en el agua.. .)). McDuffie, en su ensayo citado, ha tratado de ligar el primer poe­ ma dellibro con el ultimo para demostrar en su ordenacié>n una pos­ tulacié>n poética: el primera tanto como el ultimo discutirian, asi, la naturaleza de la poesia. Higgins (op. cit., 82-84) anota: «Asi como el poema Iiminar sirve como introduccié>n a la nueva poética de TriJce, éste -el poema fi­ nal- puede ser considerado como un comentario dei propio Valle­ jo sobre esa misma poética. Como en el poema 1 la tempestad es aqui un simbolo de la vida a la intemperie, de la realidad desnuda dei caos, y la imagen deI hocico la representa como una bestia salvaje que el poeta arrostra heroicamente. La lluvia, fuera que purifica y fecundiza, simboliza la experiencia de epifania que surge de esa con­ frontacié>n y que vivifica espiritualmente. Esta lluvia cae en forma de granizos, que estin representados como perlas, las cuaIes pueden

359

ser interpretadas como riquezas espirituales y también como la poco sia que el poeta ha forjado de tales experiencias. Asi, la primera ea. trofa evoca una epifania tan intensa que permite al poeta incremen. tar las riquezas espirituales que ha venido acumulando a través de tales aventuras, que le permite revivir y consolidar experiencias an. teriores coma base de una familiaridad cada vez mayor con la armo. nia oculta que ha perseguido en ellibro.» Y concluye: «La ûltima es. trofa consta de un solo verso, el cual termina el poema y ellibro en una nota positiva. El poeta se representa como una "costa aûn sin mar", como un terreno arido y como un ente aislado que aûn no h. sido absarbido par una realidad mayor. Pero el imperativo quc invi. ta a la lluvia a seguir cayendo, apunta a un futuro donde este terreno arido sea fertilizado, donde el individuo alienado se sumerja en una armonia cosmica. Ademas, el verbo "cantar", destacado al principio del verso, no solo identifica la lluvia con la armonia secreta que el poeta persigue, sino que apunta a una poesia que ha de cantar esa ar· monia.» Sobre el paisaje topico de la poesia coma aventura del conocer, caracteristico de la fe en la palabra poética y en el papel rituai y sa­ cerdotal del poeta, que distingue al idealismo simbolista, Vallejo reescribe su propia poética, dando al repertorio alegorico del simbo­ lismo una nueva version, mas despoja, mas cerca de la experiencia desnuda. Y esta es una poética definida no ya por el poder omnimo­ do de una poesia que reemplaza al mundo sino por el poder contra. " dictor de una poesia que asume que dei verdadero mundo humano solo pisamos la orilla. No es que la realidad exista para llegar a un li­ bro sino que el poema existe para llegar a una nueva realidad, por hacerse y, sobre todo, por decirse. Esa desnudez de la experiencia de­ manda el riesgo del acta poético: la poesia es una autorevelacion, y su trabajo es el de conoccr mas alla de las codificaciones y la l6gica del orden natural. 'Conocimiento y trabajo para «dar armonia», don­ ", de el proposito de 10 nuevo se cumple como experencia subvertora y camo decir inédito. La poesia revela el otro orden: su discurso rees­ cribe con los mismos nombres el nuevo sentido. Todo esta, enton­ ces, por decirse. Y dei lenguaje virtual debera surgir el sujeto de la nueva habla poética, que es el habla dei conocimiento reordenador, aHi donde los nombres del mundo se abren como un espacio vuelto a fundar por las palabras. Poética, asi, del acta poético por hacerse, que deja en este mismo poema su promesa, su hueHa. Nos dice que, en el lenguaje, estamos hechos de esa virtualidad.

360

1

Il,

1"1 ,

1

'1 l"

Apéndice