Trastornos Alimenticios

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Los 10 trastornos alimenticios más comunes entre las personas El deseo de vernos bien, algunas veces puede hacer que llevemos nuestro cuerpo a límites impensados. Para que no caigas en eso, aquí te mostramos algunos problemas que puedes llegar a padecer si te obsesionas con la apariencia física. Por Constanza Cortés /@lavecinacortes

Las presiones sociales y el constante bombardeo que hacen la publicidad y el mundo de la moda, han hecho que el físico sea una de las preocupaciones más presentes en la actualidad para hombres y mujeres. Sin embargo, muchas veces el culto por el cuerpo se puede ir de las manos, causando trastornos alimenticios. A continuación, te mostramos el listado que el sitio de la revista Muy interesante hizo con los 10 males de este tipo que más aquejan a la población mundial y los síntomas con que se pueden presentar.

1. Ortorexia Cuando existe una obsesión por comer sano, estamos frente a un caso de ortorexia. Aquí, la persona lleva un control exhaustivo y cada vez más estricto de los componentes de los alimentos que va a consumir. Por lo general, esto comienza cuando la persona limita mucho su alimentación, por ejemplo evitando la ingesta de carne roja, huevos, azúcares, lácteos y grasas.

2. Vigorexia La vigorexia es un trastorno en el cual la persona se preocupa constantemente por parecer demasiado pequeña y débil. Por lo mismo, quienes sufren este problema realizan mucho deporte orientado a aumentar la masa muscular y para ello, también consumen suplementos proteicos y anabólicos.

3. Anorexia Por lo general, las personas que tienen anorexia están obsesionadas con su físico y lo único que buscan es lucir cada vez más delgados. Por lo mismo, dejan de comer, toman remedios para inhibir el apetito o laxantes para perder más peso de lo recomendado.

Aunque esta enfermedad suele asociarse a las adolescentes, cada vez es más frecuente encontrarla también en hombres y personas adultas. Junto a esto, es importante estar atento a algunos factores que pueden gatillar el comienzo de este mal: trastornos de ansiedad en la niñez, tener una imagen negativa de sí mismo, tener problemas alimentarios durante la lactancia o la primera infancia, tener concepciones culturales o sociales muy cerradas respecto de la belleza, ser muy perfeccionista o demasiado centrado en reglas, pueden influir en la aparición de la anorexia.

4. Potomanía Esta es una obsesión donde, de forma compulsiva, la persona desea beber agua en grandes cantidades durante todo el día. Las personas que sufren potomanía pueden consumir más de cuatro litros al día, y lo hacen con la intención de llenar su estómago y así evitar comer, por lo que también se le asocia a trastornos alimentarios como la bulimia o la anorexia.

5. Pica La pica se da más en niños pequeños y se manifiesta como un deseo irresistible de comer o lamer sustancias no nutritivas y poco usuales como tierra, tiza, yeso, virutas de la pintura, bicarbonato de sosa, almidón, pegamento, moho, cenizas de cigarrillo, insectos, papel o cualquier otra cosa que no tiene, al parecer, no tiene valor alimenticio.

6. Permarexia Es una obsesión donde la persona que la padece piensa que todo lo que come engorda, y esto la impulsa a realizarconstantemente distintos tipos de dieta. La permarexia no es una enfermedad en sí, sin embargo es una conducta de riesgo que puede desencadenar otros problemas como anorexia o bulimia.

7. Pregorexia Este es un trastorno que sufren las mujeres embarazadas, que se preocupan de forma exagerada por su figura, y que no quieren y tienen miedo de aumentar mucho de peso durante la gestación. Debido a esto, evitan comer o se restringen mucho, e incluso pueden llegar a inducirse vómitos y a aumentar la actividad física, con el fin de eliminar las pocas calorías que ingieren.

Por lo general, la pregorexia se da en mujeres muy exigentes e inestables, que tienen baja autoestima y es una conducta muy complicada, pues pone en peligro la salud de la madre y también la del niño que está por nacer.

8. Manorexia Es un trastorno alimentario que sufren los hombres y que tiene las mismas características que la anorexia en las mujeres. Los chicos que padecen manorexia le tienen pánico a engordar, y por eso realizan deporte de forma exagerada y constantemente están a dieta. Por lo general, este mal lo padecen hombres cercanos al mundo de la moda y a la estética o relacionados con deportes que exigen poco peso.

9. Drunkorexia o ebriorexia La drunkorexia es un trastorno muy extendido entre los adolescentes, que dejan de comer para contrarrestar el efecto calórico del alcohol que suelen ingerir durante los días de “carrete”. Esta enfermedad mezcla la anorexia y el alcoholismo, ya que la persona reemplaza los alimentos por las bebidas alcohólicas.

10. Bulimia Ataques de voracidad extrema, donde la persona come mucha comida, sobre todo, productos calóricos es una de las señales que delata a una persona que tiene bulimia. Luego de esto y ante un sentimiento de culpa, el afectado se provoca vómitos para no engordar. Este trastorno lo sufren más mujeres que hombres, sobre todo en la etapa adolescente, y se caracteriza porque quien padece esto está sí está conciente de que su patrón de alimentación es anormal. Aunque se desconoce la causa exacta de la bulimia, los factores genéticos, psicológicos, traumáticos, familiares, sociales o culturales pueden incidir en su aparición.

¿Qué es la ortorexia? Este trastorno fue definido en el año 2000 por Steven Bratman. Es un término que procede del griego (ortho, justo, recto, y orexia, apetencia), así que ortorexia vendría a significar “apetito correcto”, aunque hoy en día denominamos así a un trastorno que consiste en la obsesión por la comida sana. Aunque la ortorexia no ha sido reconocida oficialmente en los manuales terapéuticos de trastornos mentales, los escasos estudios en torno a ella sí parecen confirmar que detrás de la obsesión por un menú escrupulosamente limpio subyace con frecuencia un trastorno psíquico. La preocupación patológica por la comida sana lleva a consumir exclusivamente alimentos procedentes de la agricultura ecológica, es decir, que estén libres de componentes transgénicos, sustancias artificiales, pesticidas o herbicidas, además de aquellas sustancias que hayan sufrido alguna clase de “condena o superstición”. Esta práctica puede conducir muchas veces a que se supriman la carne, la grasa y algunos grupos de alimentos que, en ocasiones, no se reemplazan correctamente por otros que puedan aportarle los mismos complementos nutricionales.

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CUIDARTE Cómo diagnosticar la ortorexia Aunque todavía no están lo suficientemente contrastados, existen algunos criterios diagnósticos para la ortorexia, que según Bratman serían: 1. 2. 3. 4. 5. 6.

Dedicar más de 3 horas al día a pensar en su dieta sana. Preocuparse más por la calidad de los alimentos, que del placer de consumirlos. Disminución de su calidad de vida, conforme disminuye la calidad de su alimentación. Sentimientos de culpabilidad cuando no cumple con sus convicciones dietéticas. Planificación excesiva de lo que comerá al día siguiente. Aislamiento social provocado por su tipo de alimentación.

La respuesta afirmativa a estas y otras cuestiones similares permitirían, según Bratman, diagnosticar ortorexia nerviosa y sus grados. También se consideran síntomas algunas conductas relacionadas con la forma de preparación (verduras siempre cortadas de determinada manera) y con los materiales utilizados (sólo cerámica, sólo madera, etc.), ya que también forman parte de los rituales obsesivos. En definitiva, la vida cotidiana se ve afectada, ya que lo que empezó como un hábito alimentario, deriva casi en una “religión” donde la mínima trasgresión equivale al pecado.

Diferencias con otros Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) Las diferencias de la ortorexia con respecto a otros TCA está en que mientras en la Anorexia y Bulimia Nerviosas el problema gira en torno a la “cantidad” de comida, en la ortorexia gira en torno a la “calidad”. La persona que sufre ortorexia no está preocupada por el sobrepeso, ni tienen una percepción errónea de su aspecto físico, sino que su preocupación se centra en mantener una dieta equilibrada y sana.

Consecuencias de la Ortorexia Las consecuencias físicas, son las mismas que las que una inadecuada alimentación puede provocar: desnutrición, anemias, hipervitaminosis o en su defecto hipovitaminosis, carencias de oligoelementos, hipotensión y osteoporosis, etc. Así como, en fases avanzadas, trastornos obsesivoscompulsivos relacionados con la alimentación. La propia carencia de vitaminas como la B12 provoca alteraciones del comportamiento, que acentúan todavía más su obsesión. Consecuencias psicológicas: tales como depresión, ansiedad y trastornos obsesivos.

Factores predisponentes   





Normalmente, quienes sufren de ortorexia, son personas muy estrictas, controladas y exigentes consigo mismas y con los demás. Tener comportamientos obsesivo-compulsivos. La ortorexia parece no afectar a los sectores marginales, sino más bien al contrario, ya que este tipo de comida es mucho más cara que la normal y más difícil de conseguir. De hecho, es en los países desarrollados, donde las personas tienen mayores posibilidades de preocuparse por los ingredientes de los alimentos que compran en los supermercados. Las mujeres, los adolescentes y quienes se dedican a deportes tales como el culturismo, el atletismo y otros, son los grupos más vulnerables ya que en general son muy sensibles al valor nutritivo de los alimentos y su repercusión sobre la figura o imagen corporal. Se ha observado también que muchos pacientes que han sufrido anorexia nerviosa, al recuperarse optan por introducir en su dieta sólo alimentos de origen natural cultivados ecológicamente, sin grasa o sin sustancias artificiales que puedan causarles algún daño.

En general, existe un deseo de verse perfectos, lo que coincide con otros trastornos de la conducta alimentaria tales como la anorexia y bulimia nerviosas. Son las mujeres más jóvenes las más afectadas imitando, en ocasiones, a famosas actrices o modelos, muchas veces excéntricas pero con gran influencia. No es difícil encontrar famosos que han proclamado a la prensa sus manías

alimenticias sin darse cuenta de que, tal vez, confesaban ser víctimas de la ortorexia. Ejemplo de ello es el diseñador Jean Paul Gaultier, que confiesa tomar, diariamente, 68 zumos de naranja. Por otra parte, artistas como Julia Roberts (consume diariamente varios litros de leche de soja y siempre lleva encima un envase de ella), Wynona Rider (sólo toma Coca-Cola orgánica), Jennifer López (sólo come tortillas hechas con clara de huevo) o Mel Gibson (no come nunca pechuga de pollo porque cree que hace aumentar las mamas) son algunos otros ejemplos de estos famosos personajes. En cuanto al desaparecido Marlon Brando, sólo consumía yogures previamente analizados para certificar que no contenían grasas. En fin, unos y otros son ejemplos de famosos orgullosos de su “alimentación sana”.

¿Cuáles son las causas? Actualmente la oferta alimentaria es más amplia que nunca, pero también estamos en una época en que el exceso de información no siempre es del todo veraz o contrastada. La influencia de los medios de comunicación, que cada vez dedican más tiempo y espacio a temas dietéticos, ha podido incidir en la aparición de obsesiones sobre la alimentación sana y los consecuentes trastornos endocrinos. Según Bratman, entre las razones que pueden conducir a la ortorexia están la obsesión por buscar una mejor salud, el miedo a ser envenenado por la industria alimentaria y sus aditivos o, curiosamente, haber encontrado una razón espiritual para comer un determinado tipo de alimento. Las víctimas de estas alteraciones, esperanobtener todo tipo de beneficios físicos, psíquicos y morales. No hay que confundir nunca la preocupación por una vida sana con la obsesión. Una persona vegetariana o macrobiótica, no necesariamente sufre esta enfermedad.

Tratamiento Al igual que en la Anorexia Nerviosa, la Bulimia Nerviosa y todos los TCA, es más costosa la recuperación psicológica que la física, ya que hay que eliminar todas las conductas que el ortoréxico ha ido adoptando a lo largo de un largo periodo de tiempo. No se especifica un tratamiento diferente al del resto de TCA .Por lo que se entiende que debe ser tratado por un equipo interdisciplinario y desde una orientación psicológica preferentemente cognitivo conductual. Desde este modelo los objetivos son modificar aquellos pensamientos y conductas que están manteniendo la ortorexia y así eliminar las consecuencias negativas que este trastorno tiene para la vida de la persona, tanto a nivel físico como emocional y social.

Permarexia: Síntomas, Causas y Tratamientos La permarexia es la obsesión por contar las calorías de todos los alimentos que se ingieren. Quienes sufren este trastorno suelen privarse de ciertos grupos de alimentos por tiempo prolongado, lo que puede traer consecuencias nefastas para la salud. Las personas con permarexia siempre están a dieta y les preocupa mucho la idea de subir de peso, tanto es así, que el hábito de contar calorías se transforma en obsesión. Características de las personas con permarexia  Tienen baja autoestima. La falta de seguridad en sí misma, en sus virtudes, hace que la persona dé demasiada importancia al aspecto físico.  Se exigen demasiado. Si tienes permarexia, la idea de parecerte a un estereotipo de cuerpo ideal te haría sentir mejor, pero esto muchas veces es algo difícil de lograr. Te fijas metas imposibles y por lo tanto, te frustras permanentemente.  Pasividad, indefensión. Se evitan los problemas cotidianos, guardando para sí mismo lo que se piensa o siente. Cuando surge una discusión o malentendido, las personas con permarexia piensan que esto sucede porque no le quieren bien o no le aprecian.  Sus relaciones sociables son inestables, les cuesta socializar. Evitan ir a fiestas o reuniones porque seguramente habrá alimentos con muchas calorías. Culpan al organizador por no elegir un menú con menos calorías; esto le hace sentirse de muy mal humor, sus respuestas son agresivas.  Tienen problemas emocionales. Muchas veces son personas con trastornos de ansiedad, depresión u otras alteraciones.  No están conformes con su cuerpo. Una persona con permarexia teme no gustar o no caer bien, debido a su físico, aunque ni siquiera tenga sobrepeso.  Difícilmente reconocen que padecen un trastorno. Creen que su preocupación tiene que ver sólo con mantener una buena nutrición y un peso saludable.  Siguen todo tipo de dietas. Siempre están probando un régimen distinto, el que esté de moda. Existe una gran diferencia entre alimentarse saludablemente y hacer ejercicio, y obsesionarse con seguir una dieta, evitar ciertos tipos de alimentos o contar calorías, aunque a veces puede resultar difícil distinguir una situación de otra. Otros síntomas que indican que algo no anda bien, son los siguientes:  Irritabilidad, descontento.  Aislamento social.  Apatía.  Bajo rendimiento escolar o laboral.  Enfado.  Hablar sobre alimentos y dietas todo el tiempo.  Conocer exactamente la cantidad de calorías de todos los alimentos.  Comer muy poco en general, o comer grandes cantidades de comida de vez en cuando. Si tienes estos síntomas o los ves en alguien cercano a ti, entonces puede tratarse de permarexia. Consecuencias de la permarexia Posiblemente lo más preocupante de este trastorno es que por lo general, quien lo padece no tiene consciencia de ello.

Cree que simplemente se preocupa por tener hábitos alimenticios saludables, cuando en realidad la obsesión por contar las calorías puede estar teniendo consecuencias negativas sobre su salud. El hecho de someterse a diferentes dietas ocasiona variaciones frecuentes en el peso corporal, sin ningún tipo de control, lo cual puede provocar en algún momento un efecto rebote. A mediano y largo plazo, esta variación permanente en el peso es capaz de alterar el funcionamiento de la glándula tiroides (que es fundamental en la regulación del metabolismo). Si tienes permarexia, también puedes sufrir episodios de hipoglucemia (niveles bajos de azúcar en sangre), lo que provoca mareos, visión borrosa, mareos y en casos graves, pérdida de la consciencia. Las personas con este trastorno alimenticio también pueden tener estreñimiento, úlceras gástricas o deficiencias nutricionales por la privación crónica de determinado grupo de alimentos. Finalmente, si sufres permarexia tienes mayores probabilidades de desarrollas otros trastornos alimenticios, como bulimia o anorexia, cuyas consecuencias pueden llevar a la muerte. Por lo tanto, si conoces a alguien o si tú misma estás siguiendo permanentemente algún tipo de dieta altamente restrictiva, si estás preocupada por el aspecto de tu cuerpo o si buscas parecerte a alguna celebridad, entonces lo mejor será que consultes a un psicólogo y a un nutricionista, para poder salir de este problema. ¿Es la permarexia un trastorno reconocido? Como habrás leído al principio de este artículo, la permarexia es un término que aún no ha sido aceptado por la comunidad médica. Sin embargo, esto no quiere decir que el trastorno no exista. La permarexia así como otras alteraciones de la alimentación, se encuentran agrupadas en lo que las instituciones de salud llaman “trastornos alimenticios no especificados”. En general, las personas que sufren este tipo de trastornos siguen una dieta estricta, muchas veces también hacen mucho ejercicio y tienen una imagen pobre de sí mismos. Los estudios indican que una de cada 20 personas padece este tipo de alteraciones de la alimentación, que sin duda no son tan conocidas como la bulimia o la anorexia, pero que de todos modos pueden ser muy peligrosas. Es importante tener presente que en los trastornos alimenticios no todo es “blanco”o “negro”, sino que también existen zonas “grises”. Si bien una persona puede no presentar todos los síntomas y signos de un trastorno alimenticio conocido, esto no quiere decir que no tienen ningún trastorno. Es más, la mayoría de las personas con alteraciones patológicas en su alimentación son diagnosticadas con “trastorno alimenticio no especificado”. La prevalencia de este tipo de trastornos es realmente preocupante. Las investigaciones muestran que en la población de mujeres de 25 a 45 años, sin antecedentes de anorexia, aproximadamente el 30% dicen haber “purgado” su cuerpo para perder kilos o para no subir de peso, vomitando o utilizando laxantes. Además, un alarmante 75% de estas mujeres declaró que las preocupaciones relacionadas con su peso y con la forma de su cuerpo interferían de algún modo con su felicidad. Entre los adolescentes y adultos jóvenes masculinos, un 18% dijo sentirse “extremadamente preocupado” por cuál sería su físico y su peso en la adultez.

Se dice que una persona tiene un trastorno alimenticio “no especificado” cuando su preocupación por los alimentos, la forma de su cuerpo o su peso corporal interfiere con su vida cotidiana y su bienestar. Probablemente, la característica que está presente en la permarexia así como en los demás trastornos alimenticios no especificados, es que la persona que lo padece siente que su peso o la forma de su cuerpo es un factor muy importante que determina el valor de su persona. Causas de la permarexia Hay muchos factores biológicos que pueden aumentar tu riesgo de padecer pemarexia u otro trastorno alimenticio de su grupo. Se ha visto que la prevalencia es mayor en determinadas familias y que en gemelos idénticos, si uno de ellos padece uno de estos trastornos, es altamente probable que el otro también lo padezca. Al mismo tiempo, los médicos señalan que los factores ambientales, sociales y de desarrollo también juegan un rol fundamental en el desarrollo de la permarexia. “Los genes cargan el arma y el entorno la dispara”, dicen los investigadores del Centro de Trastornos Alimenticios de la Universidad de Carolina del Norte. Los mensajes verbales trasmitidos por los padres en la infancia pueden tener una influencia importante en los hábitos alimenticios de sus hijos. Se ha visto que existe una relación entre hábitos alimenticios desordenados en jóvenes y comentarios hirientes en la familia, relacionados con el peso corporal. Los amigos cercanos también pueden influir en este sentido. Si tienes una compañera de apartamento que hace dieta o alguna otra persona muy cercana que sigue regímenes alimenticios estrictos, esto aumenta tus probabilidades de desarrollar un trastorno alimenticio. En las personas predispuestas, hay algunas “disparadores” que pueden marcar el comienzo del trastorno, como mudanzas, cambios de escuela, cambios en la familia, la muerte de alguien muy cercano, cambio de trabajo, fracasos personales, etc. Por último, los medios de comunicación masivos sin duda tienen un efecto sobre la población adolescente y de adultos jóvenes, propiciando la aparición de permarexia. Las investigaciones encontraron que cuando una persona lee más revistas y artículos sobre dietas y control del peso corporal, más riesgo tiene de sufrir un trastorno alimenticio. En general, los medios promueven una imagen corporal “ideal”, un estereotipo de cuerpo bonito que es muy difícil de alcanzar para la mayoría de las personas. Los estudios han encontrado que hoy en día es “normal” sentirse descontento con el propio cuerpo. Seguramente alguna vez habrás dicho algo como: “Mira qué grandes son mis muslos”, “Mis brazos están flácidos” o “Tengo mucha barriga”. Este tipo de charlas aumentan el descontento que tenemos con nuestros cuerpos, lo que hace que tengamos más de estas charlas, es un círculo vicioso. Y este descontento general favorece el desarrollo de permarexia, sin duda alguna. Obviamente, no todas las personas que critican sus muslos comienzan a obsesionarse con su cuerpo, siguen una dieta estricta, pasan horas en el gimnasio o usan laxantes para controlar su peso corporal. Pero es claro que la sociedad se enfoca en el peso y la forma corporal como indicadores de bienestar y salud, para todo el mundo. Este enfoque deja de lado otros aspectos muy importantes, como la ansiedad, el mal dormir, la depresión o las adicciones que pueden surgir cuando hay un trastorno alimenticio.

Cómo saber si tienes permarexia ¿Quieres Contesta  

saber si padece este trastorno? este sencillo cuestionario: ¿Evitas comer con otras personas? ¿Estás siempre contando calorías y averiguando cuánta grasa hay en cada alimento que comes?  ¿Te pesas con mucha frecuencia?  ¿Te preocupa tu peso?  ¿Haces ejercicio sólo para perder peso? ¿Haces ejercicio de todos modos, aunque estés lesionada o enferma?  ¿Tienes miedo de subir de peso?  ¿Te sientes culpable cuando comes algo que crees que no deberías comer?  ¿Pasas muchas horas al día pensando en dietas, calorías y control de tu peso corporal?  ¿Sientes vergüenza, culpa o disgusto luego de comer?  ¿Sientes que nadie te apreciará si tu cuerpo no tiene determinadas medidas o si no tienes cierto peso? Si has contestado afirmativamente a la mayoría de estas preguntas, es probable que tengas permarexia. Lo mejor será que consultes un especialista en nutrición o un psicólogo (o ambos) a la brevedad. Cómo ayudar a alguien con permarexia Como se dijo al principio, si conoces a alguien con permarexia, será difícil que reconozca que tiene un problema, pero justamente éste es el primer paso para poder salir adelante. Puedes comenzar haciéndole saber que estás preocupada por su bienestar. Aunque lo niegue o se enoje, debes mantener la calma e insistir en otro momento con esta idea: “estoy preocupada por tu salud, creo que deberías consultar un especialista”. Podría ser un nutricionista, un psicólogo, un médico general o un psiquiatra. En algún momento, seguramente pedirá ayuda o accederá a concurrir a la consulta que le sugieres, aunque esto puede tomar bastante tiempo. El tratamiento a seguir lo indicarán los especialistas, pero habitualmente incluye: – Incorporación de hábitos alimenticios más saludables, con ayuda de un experto en nutrición. – Tratamiento psicológico para mejorar la autoestima, entre otros aspectos. – En ocasiones, puede ser necesaria medicación psiquiátrica, como antidepresivos, ansiolíticos, etc. Es importante tener en cuenta que probablemente hubo un problema emocional que disparó el trastorno, y este problema no desaparecerá de la noche a la mañana. Puede haber mejorías y recaídas. La permarexia es totalmente curable y hay muchas opciones de tratamiento. Pero es importante que la persona se dé cuenta de que sufre una enfermedad. Muchos creen que quienes padecen un trastorno alimenticio deben ser extremadamente delgados u obesos. Sin embargo, no es necesario llegar a estos extremos para pedir ayuda. Así que ya lo sabes, la permarexia sí es una enfermedad y es importante consultar a tiempo para evitar daños en la salud.

Pregorexia (anorexia en el embarazo); Causas, síntomas y tratamiento Hoy en día, con la influencia de las redes sociales, hay modas que se están expandiendo muchísimo más rápido de un lado a otro del planeta, la mayoría de ellas haciendo referencia a la vida sana, la alimentación equilibrada y el ejercicio físico. Sin embargo, hay modas que parecen ser sanas a pesar de que no lo son para nada, como es el caso de la pregorexia, la última barbaridad que están cometiendo algunas mamás sin ser realmente consciente del peligro que entraña para el futuro bebé. Se trata de una especie de anorexia en el embarazo, una enfermedad mental que afecta a la madre que no quiere engordar en esta etapa, al igual que les ha pasado a muchas mujeres en el mundo que lo han compartido en redes sociales. El miedo a ganar demasiados kilos durante el embarazo, de tener un volumen desmesurado en la tripa, y a no poder recuperar la figura tras el parto tan rápidamente como les gustaría, lleva a muchas mujeres a cometer prácticas muy peligrosas para la salud del feto e incluso de ellas mismas. Quizás te suene el término de pregorexia en el embarazo, o quizás aún ni hayas oído hablar de esta palabra que se han inventado hace poco para denominar a un problema que cada vez se encuentra en más mujeres embarazadas. Vamos a ver en qué consiste exactamente, sus consecuencias, y el tratamiento para las mujeres que se vean afectadas.

Pregorexia en el embarazo ¿Qué es la pregorexia? Más concretamente, se conoce como pregorexia al desorden alimenticio que sufren muchas mujeres durante el embarazo, causado por el miedo a engordar en una etapa en la que este es completamente inevitable. Estos tipos de desórdenes son parecidos a la anorexia o a la bulimia, siendo incluso mucho más grave para el cuerpo de la mujer, ya que cuando se une anorexia y embarazo, o bulimia y embarazo, son dos las personas que sufren: la madre y el feto. En este tipo de anorexia en el embarazo, la madre deja de comer correctamente, se alimenta mal y en pocas cantidades, y también puede llegar a prácticas muy peligrosas como practicar ejercicio físico intenso, o incluso utilizar sustancias para perder peso que sean altamente tóxicas para su cuerpo y para el bebé. En España aún no se habla demasiado sobre esta enfermedad, ya que el término es muy novedoso en nuestro país, pero sí que se lleva utilizando desde hace más tiempo en otros países de América, dónde las modas alimenticias que se siguen en Estados Unidos llegan mucho antes y ya se han contabilizados varios casos de pregorexia:

Causas de la pregorexia La principal causa de la pregorexia es un miedo irracional a engordar, que afecta de forma psicológica a la mujer, causando una enfermedad de por vida que puede ser muy complicada de tratar si el caso es grave.

La pregorexia en el mundo suele estar acompañada de un comportamiento obsesivo que lleva a la mujer a cuidar su salud y su línea, incluso antes de quedarse embarazada. Suelen ser mujeres que siguen dietas para controlar el peso, o que incluso ya padecían algún desorden alimenticio previo. También mujeres que están acostumbradas a practicar mucho ejercicio, y que al ver los cambios en su cuerpo que causa el embarazo, se sienten mal porque no quieres perder la figura que tanto les ha costado lograr.

Una mujer que ha sido activa físicamente antes de quedar embarazada, podrá seguir practicando ejercicio siempre que no sea peligroso para su embarazo y que la intensidad sea acorde, no para perder peso, sino para mantener la salud.

Consecuencias de la pregorexia Las consecuencias de esta enfermedad pueden ser muy graves para la salud de la madre, pero sobre todo para el desarrollo del feto:  Desnutrición, anemia y falta de calcio en los huesos  

Baja producción de leche materna Alteraciones hormonales serias



Pérdida del cabello en exceso



Piel muy seca, apagada y deshidratada



Malformaciones físicas en el feto



Alteraciones neurológicas en el bebé

 

Retraso en el crecimiento Problemas cardiacos y digestivos



Muerte fetal y aborto

Estas alteraciones son incluso más peligrosas en los casos de pregorexia en adolescentes, que cada vez se están viendo más. Las chicas jóvenes que ven cambios físicos tan bruscos, tienden a sufrir este problema psicológico, y las alteraciones son mucho peores ya que ellas mismas al ser adolescentes, todavía se encuentran en una etapa de desarrollo muy importante, no solo el feto

Síntomas para detectarla Una persona que sufre este tipo de anorexia, seguramente no reconocerá sus propios síntomas ni pensará que está haciendo algo mal o peligroso para la salud de su bebé. Son las personas que están a su alrededor las que tienen que detectarlo para aplicar un tratamiento lo antes posible. Entre las muchas características de la pregorexia podemos detectar síntomas como:  Comer menos cantidad de alimentos 

Rechazo de su propio cuerpo y de su embarazo



Práctica de ejercicio físico intenso



Obsesión con el peso



Bajo peso en el embarazo que no corresponde con su estado

Ante estos síntomas, debemos acudir rápidamente a un profesional de la salud experimentado en trastornos alimenticios, así como a un médico que determine el estado de salud del feto y de la madre para evitar que siga habiendo déficits.

Prevención y tratamiento de la pregorexia Tanto la prevención como el tratamiento de este trastorno psicológico debe tratarse siempre en la mujer con la atención de profesionales que le ayuden a aceptar su problema y a lidiar con la enfermedad. No es algo fácil, ya que una enfermedad de este tipo no se suele superar, pero sí se puede sobrellevar de una mejor manera para que la salud se vea afectada lo menos posible. Para ello, si una mujer que quiere ser madre, tiene una preocupación previa por el aumento de peso, deberá hablar con un psicólogo para que le ayude a entender la importancia de ganar peso durante el embarazo, y que una vez pasada esta etapa, el peso inicial se puede recuperar más fácilmente de lo que parece. Cuando la mujer ya lo padece estando embarazada, es muy importante que primero se siga un tratamiento nutricional contra la pregorexia para cubrir las necesidades nutricionales de la madre y el feto, y después se haga un tratamiento psicológico y psiquiátrico para tratar esta enfermedad tan grave.

¿Qué es la manorexia? Cuando hablamos de problemas de alimentación, solemos pensar automáticamente en anorexia nerviosa y bulimia. Cosas de chicas, decimos muy a menudo. Sin embargo, los hombres también sufren trastornos relacionados con la nutrición y la imagen personal. Ellos son los grandes olvidados en los estudios de salud alimentaria. La manorexia es su cruz. Hombres y problemas de alimentación Las crisis de confianza, la falta de seguridad, la exigencia desmedida, la presión por alcanzar el éxito no solo son cuestiones que afectan al equilibrio emocional femenino. La dictadura de la estética y la influencia de los cánones promocionados por los medios de comunicación y la publicidad también afectan al sector masculino. El deseo de ser aceptado y el sueño de conseguir un físico deseable lleva a muchos hombres a someter su cuerpo a duras pruebas de las que no siempre salen bien parados. Si la anorexia y la bulimia son las vías de escape más habituales en mujeres con este cuadro psicológico, los hombres sufren su particular versión de las mismas con la vigorexia y la manorexia. Son las dos caras de una misma moneda: la potenciación extrema del físico o su total anulación. Manorexia, la gran desconocida Los trastornos de alimentación suelen despuntar durante la adolescencia. Los jóvenes comienzan a sentir una cierta ansiedad con respecto a su imagen corporal. Es algo normal, muy propio del desarrollo físico y emocional de las personas. Sin embargo, deja de serlo cuando limita el día a día del adolescente en cuestión, distorsionando su relación con su entorno y con la comida. El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido se ha venido observando un aumento de la incidencia de la manorexia en este país de hasta un 66% en los últimos 10 años. Estima que alrededor de 1,6 millones de personas sufren problemas alimentarios allí, de los cuales un 20% serían hombres. Detección, diagnóstico, tratamiento Estos tres procesos están mucho más orientados a pacientes mujeres que a hombres. Son ellas las que, voluntaria o involuntariamente, ponen en conocimiento de los profesionales médicos sus patologías. Es por ello por lo que suele considerarse que se trata de un problema eminentemente femenino. Al no ser frecuente que los hombres recurran a los servicios de salud, la ayuda que se le dispensa a los que sí lo hacen puede ser deficitaria y escasa. Normalmente, los médicos tienden a tratar la manorexia como un problema estrictamente nutricional. Sin embargo, la dimensión psicológica de la misma es esencial. Actualmente se plantea la necesidad de ofrecer orientación en las escuelas para reforzar la autoestima de los niños.

Alcohorexia: peligrosa combinación de trastornos alimenticios y alcohol Es una enfermedad que consiste en reemplazar las calorías que aporta una comida completa, por las calorías del alcohol. Es decir, quienes la padecen, en muchos casos dejan de comer para poder tomar más alcohol sin preocuparse por aumentar de peso. De no detectarse a tiempo, puede tener consecuencias fatales.

La alcohorexia es una enfermedad alimenticia que consiste en reemplazar las calorías que aporta una comida completa, por las calorías del alcohol. Es decir, quienes la padecen, en muchos casos dejan de comer para poder tomar más alcohol sin preocuparse por aumentar de peso. Se trata de un grave trastorno que, de no detectarse a tiempo, puede tener consecuencias fatales para quien la padece. En lo que se refiere al trastorno alimentario, tiene que ver con la anorexia nerviosa, es decir, son chicas que se ven gordas estando flacas, obsesionadas por la delgadez y la dieta, con miedo terrorífico a engordar; todo, combinado con atracones de alcohol. Esta nueva tendencia aboga por tener como única fuente nutricional el alcohol, y restringir más la comida para nivelar las calorías consumidas. En general, las chicas están por debajo de un peso saludable. Las adolescentes son el grupo más vulnerable. En los Estados Unidos se estima que el 30% de las personas de 18 a 24 años saltean comidas para tomar alcohol por la noche. También se estila restringir la alimentación durante los días de semana para tomar alcohol el fin de semana. Si bien en la Argentina todavía no hay estudios realizados, la tendencia se encuentra en aumento a nivel mundial. Según publica MuyInteresante.es, Victoria Osborne, investigadora de la Universidad de Missouri, Estados Unidos, analizó este trastorno alimentario y concluyó que afecta tres veces más a las mujeres, y que las razones más usuales para adoptar este comportamiento

se relacionan con evitar ganar peso, emborracharse más rápido (por tener el estómago vacío) y ahorrar dinero para comprar alcohol.

Cuáles son las consecuencias Uno de los riesgos más graves de este trastorno es padecer un coma alcohólico, el cual puede llevar a la muerte. Además, se pueden producir: * Deterioro de las neuronas cerebrales y alteraciones cerebrales irreversibles; * Si bien el alcohol provee calorías no realiza ningún aporte nutricional; en consecuencia, se genera un déficit de vitaminas, minerales y nutrientes que llevan a un estado crónico de cansancio y propensión a contraer enfermedades; * Trastorno del ritmo cardíaco; * Alteraciones en el aprendizaje y en la conducta, lo que afectará a la vez la memoria.

Cómo darnos cuenta que un familiar sufre alcoholexia Debemos estar atentos a los siguientes signos: * Al terror a comer y engordar. Generalmente, mienten sobre sus hábitos alimentarios por vergüenza y por miedo a ser descubiertos. Por eso, hay que estar atentos a la mentira (por ejemplo, dicen que ya comieron o que les duele la panza para evitar comer) o a ciertas actitudes, como separar comida en el plato. * A los hábitos de alimentación y de consumo de alcohol, ya que en la adolescencia pasan más horas fuera del hogar o se aíslan, por lo que la familia es un pilar fundamental para

prevenir o atacar a tiempo un trastorno de este tipo. Estar atentos a ver si toman alcohol los fines de semanas, saber qué hacen durante las salidas. * A las bajadas de peso bruscas en poco tiempo. * A ciertas tendencias perfeccionistas. * A sus comentarios, por ejemplo, que no quieren salir porque sienten que todo le queda mal o se ven gordas cuando no lo están. * A un exceso de impulsivita. * A la ansiedad, depresión, irritabilidad, soledad.

Cómo prevenir Es importante que estemos atentos a los signos de alerta ya mencionados y, ante la duda, consultar a un equipo de profesionales especializado en trastornos alimentarios. Es fundamental la atención inmediata, debido al alto riesgo de muerte si no se trata a tiempo. Hablá con tus hijos e informarte con profesionales para advertir a los chicos de los peligros de los malos hábitos alimentarios y de los excesos de alcohol. Además, es fundamental que seamos ejemplos activos frente a ellos.