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El mal como identidad promotora del Dios proveerá en la sociedad colombiana El conflicto en Colombia sobre la problemáti

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El mal como identidad promotora del Dios proveerá en la sociedad colombiana El conflicto en Colombia sobre la problemática ciudadana se concentra en la diversidad de las lógicas egoístas y perezosas de comportamiento. Esta diversidad genera un caos moral en el momento de comprender las leyes que nos rigen como ciudadanos. Tanto lo ético como lo moral debe tener una cualidad central, un núcleo que una el cómo debemos comportarnos y el cómo quiero comportarme. Es decir, no hay nada que una lo ético con la decisión ciudadana. Ser ciudadano no es algo que sea completamente determinado; un ciudadano se redefine en cada una de las problemáticas, necesidades, contextos, creencias, etnias, etc. En palabras de Antanas Mockus en su texto ¿Por qué competencias ciudadanas en Colombia? Nos dice: El núcleo central para ser ciudadano es, entonces, pensar en el otro. Se basa en tener claro que siempre hay un otro, y tener presente no sólo al otro que está cerca y con quien sabemos que vamos a relacionarnos directamente, sino también considerar al otro más remoto, Asimismo, ser ciudadano implica que se está a favor de los procesos colectivos. Ciudadano es el que se asocia, se organiza con otros ciudadanos y emprende acciones colectivas en torno a objetivos y tareas de interés común. Pero el ciudadano también se define por su relación con el Estado. Uno es ciudadano de un país específico con unas normas establecidas por un Estado específico.. Uno se vuelve ciudadano, por ejemplo, cuando entiende que los tributos, los impuestos, o son un acto de solidaridad con quienes tienen menos, o sirven para el bienestar común. (Antanas, pg. 1)

Es necesario restaurar las conciencias de la sociedad colombiana por medio la construcción de identidad, una identidad ciudadana inmersa en la memoria, en las necesidad del otro, en la comprensión de las leyes y en el constante fortalecimiento de la educación de cada uno de los miembros de la sociedad. En las claves para el éxito, en la cuarta ley (la ley del menor esfuerzo), se especifica que todo lo natural no se esfuerza en construir un mundo, en trabajar para lograr un objetivo, sino en esperar que lo natural sea, se dé según su propio orden y configuración. De esta manera concluyen diciendo que el hombre al darse como soberano sobre todos los recursos y especies naturales interrumpe el orden y configuración de la naturaleza; el crear, el construir, el generar herramientas para poseer comodidades y el darse importancia sobre lo natural obstruye el camino para que lo natural sea tranquilamente en su orden y configuración. Es decir, hay que dejar que la naturaleza actué, se fortalezca así misma y que el hombre por medio de su naturaleza espere y sea con su totalidad. En pocas palabras: Dios proveerá. Los pasos para hacer efectiva esta ley son los siguientes: aceptación, responsabilidad y eliminar el mecanismo de defensa. Pero ¿Sera necesario añadir a las competencias ciudadanas, propuestas por Antanas, la ley del menor esfuerzo? Si esperamos que las competencias que necesita cada persona para ser ciudadano funcionen, tendremos que introducir en estas la aceptación con el otro, eliminar

el mecanismo defensivo y nutrirlo con la responsabilidad. Y como dice Antanas: “Uno se hace, no nace ciudadano.” Por esto, la ley del menor esfuerzo no aporta una ayuda completa. Es cierto que los tres pasos se pueden incluir en las competencias ciudadanas, y de hecho Antanas incluye algunas, pero lo que no se puede permitir es la concepción de lo natural; no hay que esperar que una persona naturalmente sea ciudadano, hay que formar ciudadanos y enfrentarnos con lo natural de la problemática y la diversidad que hay en cada una de las personas de la ciudadanía. Mas que criticar un posible camino al éxito, esperamos concretar, definir y estructurar el problema; determinar las posibilidades de una identidad, más que cultural, una identidad funcional que reúna en las conciencias y en el imaginario colectivo, no los prototipos de ciudadano neoliberal, sino el ciudadano que necesitamos todos para construir y proteger nuestros recursos, nuestra gente, nuestra persona y nuestro país. En el video Palabras de Jaime Garzón, Jaime, expone como las lógicas de comportamiento están al revés: tomamos decisiones acorde a la concepción maligna que hay en el otro y no mediante el deber del ser ciudadano. Tomamos el mal como núcleo de nuestras decisiones. Sin embargo, agrega que mediante esta contrariedad no solo actuamos mal con el otro, sino con nosotros mismos. Dejamos que decidan por nosotros, no sabemos qué necesitamos, sino que nos lo dicen a través de los medios de comunicación, mediante los malos modelos educativos y mediante nuestra lógica cultural del menor esfuerzo. Es por esto que debemos construir un interés en la persona hacia la necesidad de ser ciudadanos, de definirnos como herramientas para una solución. El problema no radica en el origen de la identidad; no importa si somos españoles, indígenas, gringos, paisas, rockeros, cristianos, etc., lo importante es ser consientes de nuestro deber ciudadano para poder coexistir. Nuestra sociedad está construyendo muy rápidamente esquemas de igualdad, nuevos principios de equidad; descubre libertades, fomenta mecanismos de movilidad social, dándonos la bellísima tarea de respetarnos todos reconociendo nuestra igual dignidad humana y nuestras diferencias. El tema del respeto a la gente que pueda tener condiciones distintas es importante y complejo. La Constitución abrió mucho espacio a la autonomía personal y a la diversidad cultural; convivir es tolerar. Sin embargo en esa tolerancia hay que descubrir qué es lo no tolerable. Y la ley ayuda a reconocer esos límites con precisión.(Antanas, pg. 1)

Es por esto que ser consientes de nuestros recursos legales, territoriales, culturales, etc., nos permite vislumbrar nuestras necesidades y guiar el camino de nuestro país hacia una sociedad, más que tolerante, cívica. Una sociedad que no se construya en el mal, que no permita las lógicas de la corrupción, de la violencia, que no sea permisiva y perezosa, sino que actué y se construya moralmente en la lógica del respeto, del orden, del trabajo, del proteccionismo, de la educación constante y critica, y así forme una identidad ética y moral que nos defina como constructores de decisiones para una nación.

Ley del menor esfuerzo: http://www.elblogalternativo.com/2009/10/08/ley-del-menor-esfuerzocuarta-ley-espiritual-del-exito-610/ Las citas sobre la ley de menor esfuerzo son parafraseadas, es decir, busca como citar parafraseando. Igual con el video de Jaime. Te amo Juanis… Mañana hablamos. Besos.