Teoria de Anna Freud

Teoría consistente en la dinámica del desarrollo adolescente Ana Freud, hija de Sigmund Freud, se dedicó aún más que su

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Teoría consistente en la dinámica del desarrollo adolescente Ana Freud, hija de Sigmund Freud, se dedicó aún más que su padre al estudio del período de la pubertad y su influencia en la estructuración del carácter, logrando profundizar la interpretación de la dinámica del desarrollo del adolescente. Investigó sobre el período de la niñez y pubescencia teniendo en cuenta las relaciones de las tres instancias del aparato psíquico, el yo ó principio de realidad, el ello ó instinto y el superyo o conciencia moral. Para Ana Freud el desarrollo de las funciones sexuales tiene una influencia psicológica directa en la personalidad y provoca un desequilibrio psíquico, produciendo en los adolescentes conflictos internos. Durante el proceso del desarrollo del Superyo, en la etapa de la latencia, el niño asimila los valores y la moral de las personas importantes con las cuales se ha identificado, como por ejemplo su padre. De modo que el miedo al mundo externo se convierte en ansiedad interior producida por el Superyo o conciencia y sentimientos de culpa cada vez que su comportamiento no está de acuerdo a su sentido del bien y del mal. Por lo tanto, esta ansiedad es la consecuencia de la identificación del sistema de valores morales de los padres y otras personas significativas de autoridad y de la incorporación de esta estructura. El desequilibrio que producen los cambios de la adolescencia, incrementan las tendencias agresivas, la inclinación por el desorden, la suciedad y el exhibicionismo.

Ana Freud sostiene que en el comienzo de la pubertad aparece un segundo Complejo de Edipo que provoca el mismo miedo a la castración en los varones y envidia del pene en las mujeres, que en el primero. En este período los impulsos edípicos se pueden llegar a fantasear y la ansiedad del superyo acciona los mecanismos de defensa del yo que son la represión, la negación y el desplazamiento, que vuelven los impulsos libidinales contra si mismo, provocando temores, ansiedad y síntomas neuróticos. Esta condición conduce a comportamientos que van de las gratificaciones sexuales pregenitales perversas y el comportamiento agresivo y hasta criminal, en el caso de triunfar el ello, a los rasgos de ascetismo e intelectualización y la acentuación de síntomas neuróticos e inhibiciones cuando el éxito es del yo. El ascetismo es debido a la desconfianza del adolescente contra los deseos instintivos que trasciende la sexualidad y llega a la comida, el sueño y la vestimenta. Así como el aumento de intereses intelectuales y la preferencia por intereses abstractos en lugar de concretos. Ana Freud supone que un equilibrio armonioso entre el ello, el yo y el superyo es posible y lo demuestran la mayoría de los adolescentes normales. De manera que los factores que influyen en los conflictos de la adolescencia son: las fuerzas de los impulsos instintivos que están determinados por procesos orgánicos; la capacidad del yo para superar esas fuerzas o ceder ante ellas, dependiendo esta disyuntiva del carácter y del Superyo; y la eficacia de los mecanismos de defensa del yo

Características Anna Freud, en cambio consideraba como temas importantes los llamados conceptos de regresión o fijación. En ella se puede encontrar la definición de tres líneas claves de desarrollo. La primera va desde el estado de dependencia del niño hasta llegar a la autonomía afectiva y las relaciones de objeto de tipo adulto. Otra línea es la del desarrollo de la independencia corporal del infante. Y la tercera línea es la que une el cuerpo con el juguete. Esto permite trabajar el desarrollo del niño y ver la evolución de su yo, lo que conduce, por ejemplo, desde el amamantar y el destete hasta

la actitud racional, más que emotiva, del adulto con la alimentación. O desde el control obligado del esfínter hasta el control integrado del esfínter en el adulto. Ella piensa que la evaluación de un niño en términos psicoanalíticos es ser capaz de remplazar la apreciación fragmentaria de los conocimientos psicoanalíticos con una evaluación que incluya todos los aspectos de la mente del niño. Paralelamente evita explicarse el desarrollo infantil o sus patologías en función denlos instintos, emociones o relaciones con los objetos de amor, sean estos trastornos, pérdidas u otros. Se refiere también al llamado perfil diagnóstico que pretender impedir que el niño sea tratado de una manera unilateral. Para hacerlo el profesional debe poseer conocimientos relativamente amplios, sobre las distintas etapas del desarrollo del niño normal. Todos los resultados productos de las diferentes técnicas utilizadas (encuestas, tests) debe ordenarse. Anna Freud no descarta el conocer el desarrollo instintivo, donde se ha logrado la secuencia libidina o desde donde se comienza los niveles de regresión. Para Anna Freud los pasos que llevan del primer estadio de la relación objetal al segundo está determinado por una disminución de la urgencia de las pulsiones. Para Melanie Klein esto es el paso de objetos posicionales a totales. Anna Freud plantea la tolerancia de la transferencia negativa en los niños por largo periodos, hasta que se fortaleciera lo positivo y consolidara una alianza terapéutica. Contribuciones Psicoanalista austriaca, hija de Sigmund Freud, destacó por sus contribuciones al psicoanálisis infantil y al estudio de los mecanismos de defensa, pieza clave en la teoría psicoanalítica.El trabajo de Anna Freud hizo especial hincapié en las funciones del yo durante el desarrollo de la personalidad, y en los mecanismos de defensa que se ponen en marcha para ajustar las pulsiones del ello a las demandas del superyó. Destacó especialmente: la represión, la regresión, la proyección, la racionalización, la transferencia, el aislamiento, la negación y la identificación con el agresor, entre otros. Autora de numerosos trabajos científicos, contribuyó a fundar la publicación anual Estudio psicoanalítico del niño en 1945. Su principal obra, El yo y los mecanismos de defensa (1936), se ha convertido en un clásico del psicoanálisis.

Mecanismos de defensa del Yo Anna Freud los definió como una actividad del Yo que tiene el objetivo de proteger a la

persona de una excesiva intensidad pulsional y disminuir su tensión interna. Actúan inconscientemente, y son utilizados tanto por los sujetos normales como los neuróticos, pero en estos últimos con un carácter más patológico. Los más frecuentes son: Represión: Se saca de la consciencia una situación que resulta inaceptable para la persona. Frecuente en casos de histeria. Fantasía: Realización imaginaria de deseos que de otra forma no pueden ser realizados. Se da sobre todo en la adolescencia. Negación: Frente a una representación molesta se reacciona negando su realidad perceptiva. Es típica de la psicosis. Regresión: Regreso de la conducta a un modo antiguo de buscar la satisfacción. Conversión: Se transforma una vivencia emocional reprimida en un síntoma somático. Histeria de conversión. Sublimación: Desvía una finalidad inaceptable y la encamina hacia otra nueva que acostumbra a tener valores ideales. No es patológica, se da en la vida normal. Desplazamiento: La emoción o el sentimiento pasa de una representación a otra. Mecanismo típico de los sueños. El psicoanálisis la utiliza para explicar cómo se instalan las fobias. Racionalización: Se buscan razones que justifiquen los deseos sin contradecir la aceptación ética y social. Proyección: Situar en otras personas sentimientos y deseos que la censura moral rechaza para uno mismo. El estudio y definición de los mecanismos de defensa del Yo ha evolucionado con la teoría psicoanalítica. Un punto de referencia es el libro "El Yo y los mecanismos de defensa", publicado por Anna Freud originariamente en 1936. En esta obra Anna Freud cita 10 mecanismos de defensa del Yo: represión, regresión, proyección, formación reactiva, aislamiento, anulación, introyección, vuelta contra sí mismo, transformación de lo contradictorio, sublimación. En este contexto, es interesante la definición de Psicoanálisis que hace Anna Freud en esta obra. En la ilustración, Anna Freud. Bibliografía de interés: Freud, A. (1985): El Yo y los mecanismos de defensa". Barcelona, Paidos.

Freud, Anna (1895-1982)

Psicoanalista austriaca afincada en Inglaterra, hija de Sigmund Freud, y destacada por sus contribuciones al psicoanálisis infantil y al estudio de los mecanismos de defensa, pieza clave en la teoría psicoanalítica. Nacida en Viena, se doctoró en Leyes, trabajó de maestra y colaboró estrechamente con su padre en el desarrollo de la teoría y el movimiento psicoanalíticos. Se exiliaron juntos a Londres en 1938. El trabajo de Anna Freud hace especial hincapié en las funciones del yo en el desarrollo de la personalidad, y los mecanismos que se ponen en marcha para ajustar las pulsiones del ello a las demandas del superyó, especialmente la represión, la proyección, la racionalización, la negación, la identificación con el agresor y las formaciones reactivas.

Fundó el Hampstead Child Therapy Course and Clinic en Londres en 1947 y lo dirigió desde 1952. Autora de numerosos trabajos científicos, también contribuyó a fundar la publicación anual Estudio psicoanalítico del niño en 1945. Su principal obra, El yo y los mecanismos de defensa (1936), se ha convertido en un clásico de psicología.

Experimentos La mayoría de sus contribuciones la estudio de la personalidad proceden de su experiencia en elHamstead Child Therapy Clinic (Clínica de Terapia Infantil Hamstead) en Londres que ella misma ayudó a construir. En este lugar, Anna se percató de que uno de los mayores problemas era la comunicación entre terapeutas: mientras que los problemas adultos se comunicaban por medio de etiquetas tradicionales, los de los niños era imposible. Dado que estos problemas de los niños son más inmediatos, Anna los reconceptualizó en términos de movimientos del niño en una línea temporal de desarrollo. Un niño se desarrolla y crece relacionándose con sus progenitores a través de sus comportamientos alimentarios, higiene personal, estilos de juego, relaciones con otros niños y así sucesivamente. Estos comportamientos son considerados como sanos.

Anna Freud se baso en la técnica utilizada anteriormente por su padre, la asociación libre, en sus investigacionesecía que existían en el niño los dos instintos Eros y thanatos.