Tema 30. El texto argumentativo

TEMA 30. EL TEXTO ARGUMENTATIVO. ESTRUCTURAS Y TÉCNICAS. ÍNDICE. 1. INTRODUCCIÓN. 2. LA ARGUMENTACIÓN. 3. EL DISCURSO AR

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TEMA 30. EL TEXTO ARGUMENTATIVO. ESTRUCTURAS Y TÉCNICAS. ÍNDICE. 1. INTRODUCCIÓN. 2. LA ARGUMENTACIÓN. 3. EL DISCURSO ARGUMENTATIVO Y SU ÁMBITO DE USO. 4. CARACTERÍSTICAS DE LA ARGUMENTACIÓN. 5. ESTRATEGIAS COMUNICATIVAS PARA LA COMPRENSIÓN DE TEXTOS ARGUMENTATIVOS ESCRITOS Y ORALES. 6.ESTRATEGIAS COMUNICATIVAS PARA LA EXPRESIÓN DE TEXTOS ARGUMENTATIVOS ESCRITOS Y ORALES. 7. CONCLUSIÓN. 8. BIBLIOGRAFÍA Y APLICACIÓN DIDÁCTICA. 1. INTRODUCCIÓN. La argumentación, como arte de convencer y conmover a los demás, fue estudiada en la antigüedad y en la Edad Media dentro de la retórica y de la dialéctica. La lógica se ha ocupado de decidir las condiciones de verdad de las proposiciones. Pero la pragmática de la argumentación ha descubierto que no siempre es el principal requisito, ni el único, la condición de verdad de los silogismos empleados en la argumentación. Es preciso atender a una serie de convenciones, formas argumentativas convencionales, para hacer un aserto verosímil. 2. LA ARGUMENTACIÓN. La argumentación es uno de los tipos posibles de encadenamiento del discurso. Una argumentación es un razonamiento que proporciona premisas que avalan una conclusión. Se trata de presentar un razonamiento como si fuera un buen camino para llegar a una conclusión determinada. La teoría de la argumentación ha sido desarrollada como un intento de determinar la adecuación de los enunciados al tipo de texto en que aparecen. Se ocupa de los medios que proporciona la lengua a sus hablantes para orientar argumentativamente sus enunciados y de los instrumentos formales que sirven al destinatario para construir su interpretación. Asncrombe y Ducrot (La argumentación en la lengua, Madrid, Gredos, 1988) estudian los enunciados argumentativos y pretenden demostrar que los principios que rigen los encadenamientos oracionales en una argumentación dependen de la propia estructura de los enunciados y no sólo de su contenido. Por eso estudiarán los elementos, reglas y principios que determinan la organización externa y la interpretación de las argumentaciones. La argumentación sería un acto ilocutivo realizado por un emisor 1

cuando quiere hacer admitir una determinada conclusión a su interlocutor. Y el carácter argumentativo de un texto viene dado por su estructura lingüística. Ducrot nos dice que “un emisor hace una argumentación cuando presenta un enunciado (o conjunto de enunciados) [argumentos]E1, para hacer admitir otro enunciado (o conjunto de enunciados) [conclusión]E2”. Por lo tanto, la argumentación es un tipo particular de relación discursiva que liga uno o varios argumentos con una conclusión. Además, argumentar no se entiende como “demostrar”, sino como “hacer admitir”, es decir, es hacer que un argumento parezca verdadero (no es necesario que lo sea) para llegar así a la conclusión deseada. Para demostrar que “argumentar” no consiste sólo en dar buenas razones y que es imprescindible conocer las estructuras lingüísticas, nos ponen el siguiente ejemplo: para demostrar que alguien es inteligente, desde un punto de vista lógico, serían admisibles estas dos frases: a) María es muy lista: habla inglés, chino e incluso francés; y b) María es muy lista: habla inglés, francés e incluso chino. Sin embargo, según la tesis de Asncrombe y Ducrot “en la lengua hay restricciones [...]. Para que un enunciado pueda darse como argumento E1 a favor de E2 [conclusión] no basta con que E1 de razones para aceptar E2. La estructura lingüística de E1, debe, además, satisfacer ciertas condiciones que la hagan apta para construir, en un discurso, un argumento para E2”. No todos los argumentos tienen la misma fuerza. Por eso es preferible el segundo de los siguientes enunciados, que tiene la función argumentativa de introducir el más fuerte de los argumentos: María es muy lista: habla inglés, francés e incluso chino. 3. EL DISCURSO ARGUMENTATIVO Y SU ÁMBITO DE USO. Aristóteles distingue tres tipos de argumentación: la argumentación judiciaria, empleada en los juicios; la argumentación política o deliberativa, en la que se busca aportar un argumento a favor o en contra de una determinada decisión o medida política y la argumentación epidíptica, basada en la alabanza o en la desacreditación. Además, nos encontramos con otros discursos argumentativos como el discurso demostrativo, llamado apodíptico, dirigido a demostrar hechos lógica y racionalmente aceptables, parte de premisas indiscutibles y llega a conclusiones lógicas por procedimientos deductivos. Se trata de razonamientos argumentativos universales que tienen en su centro lo racional. Estos discursos (en matemáticas o en física) puede tener estructura de inducción o de deducción. El discurso persuasivo tiene su centro en lo opinable, por eso no es universal, sino sensible al tipo de público al que se dirige, al que convencen los argumentos expuestos. Es sabido que sea cual sea el tipo de argumentación adoptado se pueden usar para persuadir al interlocutor: ! Instrumentos extrínsecos, argumentos sacados de la realidad: datos, leyes, declaraciones de testigos, experimentos,..

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! Instrumentos intrínsecos, argumentos inventados por el protagonista para llevar a su público a adherirse al punto de vista defendido, mediante sentimientos, leyes morales, costumbres, opiniones,.. Los instrumentos intrínsecos se derivan del ethos, la confianza, la estima del hablante; el pathos, las emociones que el hablante sabe suscitar en el público, y el logos, argumentos racionales. A este último pertenecen los razonamientos deductivos o entimemas y los silogismos inductivos o ejemplos. Según Aristóteles, el análisis y el razonamiento deductivo debe adoptarse cuando se dirige a un público experto en la materia; el procedimiento inductivo sería más adecuado para los casos en los que el público no esté familiarizado con el tema. V. Lo Cascio establece en su obra Gramática de la argumentación, la siguiente clasificación de los textos argumentativos según su ámbito de uso: ! La argumentación escrita en un manual " el manual no tiene un interlocutor directo. El lector deberá aceptar las argumentaciones sin poder esperar respuesta a sus contraargumentos. Si un manual se dirige a un público genérico, el éxito del acto comunicativo será incierto. ! En un artículo científico " la situación es muy diferente en un artículo científico, ya que está destinado en general a personas que son expertas en la materia en cuestión y son capaces de captar rápidamente la calidad del razonamiento. El texto científico tiene el objetivo preciso de provocar adhesión o rechazo. ! En una entrevista escrita " la entrevista tiene siempre la apariencia de una discusión en la que el entrevistador establece junto al entrevistado un tema, aunque la función del entrevistador no es la de ser convencido, sino la de dar pie a que el entrevistado manifieste sus opiniones. ! El debate oral " en el debate oral se emplean todos los recursos de la argumentación. Hay situaciones en las que los protagonistas de la disputa no está dispuestos a resolver la cuestión, piénsese en el debate entre adversarios políticos. ! La discusión " es la argumentación más corriente que encontramos en la vida cotidiana. A menudo estamos obligados a formular, defender o atacar tesis u opiniones. Ésta es la argumentación menos sistemática y más compleja, en la que intervienen factores extralingüísticos: prestigio, sentimientos, situaciones, lucidez del momento. ! La lección y la conferencia oral " en la lección magistral el profesor presenta opiniones sostenidas por argumentos. Los alumnos tienen más dificultades para asumir un juicio crítico. Éstos no consideran la clase como un lugar para el debate, aunque lo sea en teoría. Al final de la conferencia se suele establecer un debate, pero ese debate se reduce a lo esencial y difícilmente desciende a los detalles particulares. ! El discurso o la prédica " en esta situación, el público comparte la ideología del locutor, pero exige un análisis detallado de las opiniones de las que ya participa intuitivamente. Si el orador se dirige a una masa indiferenciada de espectadores 3

no puede esperar una adhesión ideológica y sentimental a priori. Si se trata del discurso político ante la televisión, éste dura poco y los factores del proceso de convencimiento son más psicológicos que lógicos. Están basados en la imagen, en el papel que asume el político: sereno, confiado, paternal, seguro, dinámico, sabio, lleno de experiencia,.. 4. CARACTERÍSTICAS DE LA ARGUMENTACIÓN. Las características de los textos argumentativos son difíciles de sistematizar, puesto que un texto argumentativo puede tratar de contenidos muy diversos y ser expuesto en distintos niveles. Además, el punto de vista del autor juega un papel muy destacado. Los rasgos más habituales son: 1) Entonación. Se suele dar la modalidad enunciativa (en las partes descriptivas y expositivas que acompañan la argumentación), la interrogativa (sobre todo las interrogaciones retóricas) y la exhortativa, de función fática. 2) Sintaxis. Suele ser compleja, con abundantes subordinadas y frases amplias. Predominan las oraciones causales, consecutivas y comparativas. También son frecuentes los incisos para aclarar algún aspecto. Los paralelismos no son raros, ya que sirven para relacionar ideas y grabarlas en los receptores. 3) Léxico. Suelen aparecer términos técnicos propios de la disciplina de la que se trate. Si el texto tiene carácter divulgativo, los tecnicismos serán menores o aparecerán explicados. Los textos argumentativos son aquellos en los que se expone una teoría, se propone una tesis o se formula una hipótesis y se demuestra su viabilidad, por medio de razonamientos, citando datos, proponiendo hechos o recurriendo a principios que la avalen. La argumentación supone, pues, una exposición y defensa de la teoría o tesis que se enuncia, y puede contener una refutación de las objeciones contrarias. Por tanto, el esquema textual básico de los textos argumentativos es el siguiente: ! Enunciación de la teoría, tesis o hipótesis. ! Demostración: cadenas de argumentos, referencias a los hechos o a principios que avalan dicha propuesta. ! Refutación de las teorías, tesis o hipótesis contrarias. ! Conclusión: confirmación final en que se vuelve a formular la tesis inicial, asentada ahora sobre la estrategia argumentativa empleada. El proceso de la argumentación se atiene a la tradición filosófica de la dialéctica de la idea: tesis, antítesis y síntesis. Por tanto, la argumentación que desarrollan los textos de esta índole se asienta en la dialéctica y en el razonamiento lógico. La tesis es la idea central que desarrolla el texto argumentativo. Puede aparecer al comienzo, como propuesta de reflexión, o al final del texto, como conclusión lógica que se deriva del mismo. La tesis puede encerrar y conectar un conjunto muy amplio y complejo de ideas, pero ha de ser formulada de una manera clara y precisa. En el proceso de la argumentación, se puede establecer todos los desarrollos y paralelismos que se estimen necesarios, pero la formulación de la tesis debe hacerse de forma breve, clara y ordenada. La antítesis sería la idea contraria a la defendida por el autor, y la hipótesis, la idea que 4

no se enuncia como afirmación, sino como posible afirmación que se puede demostrar. Cuando se demuestra, se convierte en tesis. La refutación era una parte obligada del discurso dialéctico. En realidad, la refutación es otro conjunto de argumentos añadidos a la demostración de la tesis, en tanto que al negar la postura contraria o diferente se está confirmando la propia. En todo proceso argumentativo, se mezcla la objetividad racional con elementos de una más o menos apasionada subjetividad. La controversia, la diatriba, la apología, aluden a cadenas argumentativas en las que se estima como prioritario el triunfo de una idea, que el hablante sostiene frente a un oponente. Se trata en este caso, de buscar el triunfo dialéctico, más que la honesta búsqueda de la verdad. Por eso, esas figuras aparecen más en la oratoria política, religiosa o forense, que en los textos científicos, aunque estos no son ajenos a posiciones enfrentadas o irreductibles, pues las teorías científicas innovadoras tienen que abrirse paso y afirmarse frente a los rechazos y las incomprensiones. Otros argumentos o afirmaciones que se aportan para demostrar la tesis, son los siguientes: - Argumentos de autoridad, basados en el prestigio. - Argumentos mediante ejemplos (citas literarias, cuentos, anécdotas,..). Los refranes y dichos populares también se pueden usar como argumentos, por su fuerza expresiva y su aceptación general. - Argumentos analógicos, estableciendo paralelismos entre lo que se argumenta y otro hecho familiar para el auditorio (su fórmula sería: A es a B como C es a D). - Argumentos ad judicium, apelación al sentido común. - Ex concesso, deducido de algo dicho previamente por el contrario. - Ad populum, apoyado en el sentimentalismo derivado de motivos como la patria, la religión, la tradición. Estas ideas pueden establecer entre sí diversos tipos de relaciones lógicas: contraposición, implicación (si se da una idea, también la otra), disyunción (una idea excluye la otra), causalidad (una idea es causa de la otra), consecuencia o comparación. Los elementos lingüísticos que sirven para marcar la orientación argumentativa de un enunciado reciben el nombre de marcadores argumentativos. Los hay de dos tipos: operadores y conectores, según si afectan a un único enunciado o si sirven de enlace entre dos o más. Ambos son los responsables externos de la existencia de una argumentación: 1. Operadores argumentativos. Son morfemas que, aplicados a un enunciado, modifican su potencial argumentativo: Entre las frases “son las ocho” y “no son más que las ocho”, el operador discontinuo “no...más que” no añade ningún contenido representativo. Sin embargo, impide que a continuación, aparezcan algunas frases que sí pueden acompañar a la primera oración: Son las ocho. Tenemos que darnos prisa // Son las ocho. No tenemos que darnos prisa. En cambio, con la segunda frase sólo es posible: No son más que las ocho. No tenemos que darnos prisa. 5

2. Conectores argumentativos. Son morfemas (adverbios, locuciones, conjunciones) que enlazan dos o más enunciados que intervienen en una estrategia argumentativa única: por lo tanto, su función es convertir una serie de enunciados en una unidad argumentativa. Los conectores también tienen una orientación argumentativa. Hay algunos que exigen que todos los argumentos vayan en la misma dirección (y se dice que están coorientados) y otros que necesitan que vayan en direcciones diferentes (y entonces decimos que los argumentos están antiorientados): Argumentos coorientados: Estoy enfermo, me han despedido, me han abandonado: decididamente hoy no es mi día. Argumentos antiorientados: Me levanté tarde, perdí el autobús, pero llegué a tiempo al trabajo. Un conjunto de argumentos coorientados forma una clase argumentativa. En virtud de la fuerza que tenga cada argumento, se forma una jerarquía o escala argumentativa. 5. ESTRATEGIAS COMUNICATIVAS PARA LA COMPRENSIÓN DE TEXTOS ARGUMENTATIVOS ESCRITOS Y ORALES. La comprensión de la lectura se produce a partir de la interacción entre las estructuras cognitivas del lector y las estructuras del contenido del texto, lo que da como resultado la construcción de una tercera estructura de conocimiento por parte del sujeto. Cuando se forma esta tercera estructura se dice que se ha logrado la representación mental de las ideas de texto y, por tanto, la comprensión y el aprendizaje (Castañeda, 1994). Kintsch y Van Dijk (1978) proponen un modelo de comprensión que considera la lectura como un proceso interactivo, en el que se influyen mutuamente la estructura de la información de texto y los conocimientos previos del lector. En términos generales, este modelo establece que la comprensión de la lectura es un proceso que involucra el análisis inicial del texto a un nivel proposicional el reacomodo de estas proposiciones dentro de una estructura coherente llamada texto-base; el uso del conocimiento previo para organizar los elementos individuales del texto-base en relación a conceptos globales y la construcción de la macroestructura del texto. La macroestructura juega un papel esencial tanto en la comprensión como en la producción del discurso, puesto que permite al lector reconocer la estructura del texto y, por tanto, aplicar las estrategias necesarias para recordar y recuperar la información deseada. Según este modelo, el procesamiento del texto es un proceso cíclico donde memoria juega un papel activo y, como cualquier otro proceso complejo, involucra construcción de una representación mental del texto en la memoria (texto-base macroestructura), utilizando para tal fin tanto información interna como externa, con propósito de llegar a la comprensión.

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Las estrategias de comprensión de la lectura son, en síntesis, una serie de conocimientos y habilidades que el lector puede emplear para adquirir, retener, integrar y recuperar información (López, Castañeda y Gómez, 1988).

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Según su propósito o finalidad, las estrategias de comprensión de lectura pueden clasificarse en dos grandes tipos: a) Selectivas, cuyo fin es realizar una lectura superficial del texto, en la que se incluyen la lectura rápida, la lectura para atender aspectos de la información o para identificar el significado de palabras y b) Generativas o de elaboración, cuyo propósito es el procesamiento profundo de la información. En este último grupo de estrategias se incluyen todas aquellas que permiten hacer algo, realizar cierto tipo de construcción con la información que se lee: elaborar una imagen mental, hacer una analogía o un esquema integrador, resumir información, parafrasear, subrayar, etcétera. Según las formas de la representación que se busca en torno al texto, las estrategias de elaboración pueden ser de dos tipos: imaginal y/o verbal, es decir, es posible combinar las dos. Hay otro tipo de estrategias que se proponen guiar el procesamiento del estudiante en función de la meta de la lectura, conocidas con el nombre de "tarea orientadora" según Rigney. También hay estrategias, o aspectos de las mismas, que se preocupan por establecer una especie de "puente" entre el conocimiento previo del lector y la información nueva del texto, entre ellas están los organizadores previos, las preguntas, etcétera (León y Cols, 1989). 6. ESTRATEGIAS COMUNICATIVAS PARA LA EXPRESIÓN DE TEXTOS ARGUMENTATIVOS ESCRITOS Y ORALES. Dentro del marco de la realidad educativa todo docente, independientemente del nivel en el que se desenvuelva, debe afinar en los estudiantes sus competencias orales. Muchos, tratan de fomentar solo la capacidad escrita obviando la igual importancia que tiene la expresión oral en la formación integral del estudiante. Astorga (2004) nos dice que el medio fundamental de la comunicación es el lenguaje oral, la voz y el habla que le permiten al individuo expresarse y comprender. La adquisición del lenguaje oral se concibe como el desarrollo de la capacidad de comunicarse verbal y lingüísticamente por medio de la conversación en una situación determinada y respecto a determinado contexto y espacio temporal. Fomentar la participación espontanea, crítica y cooperativa del estudiante en diversas actividades informales de expresión oral es la meta fundamental del presente material. Por tal motivo, se propone la lectura de obras literarias (específicamente la narrativa) y el comentario de dichas obras producidas por los mismos estudiantes, lo cual sería una fuente significativa de conversación, comentario, motivación e intercambio entre ellos. La propuesta curricular que tomamos corresponde al enfoque basado en competencias, entendiéndose esta como: “El conjunto de capacidades que incluye conocimientos, habilidades y destrezas que una persona logra mediante procesos de aprendizaje y que se manifiestan en su desempeño en situaciones y contextos diversos”. El programa educativo ejercita y desafía las capacidades, conocimientos, destrezas y actitudes de los estudiantes. Además los estimula y ayuda a desarrollar un patrón 7

distintivo de intereses a largo plazo. También, esto les permitirá desarrollarse a medida que vayan interactuando y expresándose con los demás, enfrentándose a problemas que les plantea la sociedad en la que viven. Básicamente, se aspira que los estudiantes asuman una actitud crítica ante la información que reciben del medio, expongan su opinión ante el resto del grupo de una manera coherente y lógica, y tratando de estar en consonancia con sus intereses. La estrategia propuesta no se limita simplemente a enumerar las ideas principales y subordinadas en un esquema lineal como el de la gráfica de recuperación, también se trata de que los alumnos reconstruyan los conceptos a fin de representar sus interrelaciones en la red conceptual. Ello requiere de un proceso de razonamiento de mayor orden y, en consecuencia, fomenta la integración, retención y recuperación de los conceptos del texto argumentativo. 7. CONCLUSIÓN. Hay diversos grados de razonamiento persuasivo, desde el razonamiento filosófico a las técnicas de propaganda, publicidad y persuasión de masas. En la publicidad es muy frecuente la utilización de los recursos de autoridad como ejemplos probatorios: de cada diez estrellas, nueve usan jabón Lux. En nuestra vida cotidiana, tanto la propaganda política, la publicidad o el discurso conmemorativo, quieren convencernos de lugares tan opuestos como: todo el mundo hace esto, por lo tanto, tú también debes hacerlo, y, a la inversa, todo lo hacen así, si tú lo haces de otra manera podrás distinguirte de los demás. Véase nuestra capacidad para aceptar razonamiento opuestos: “¡entrad todos a formar parte de este núcleo selecto de elegidos!”. Las firmas traslativas y las figuras retóricas, que no son sino embellecimientos gracias a los cuales el razonamiento parece nuevo, permiten estimular la atención. Tal riqueza de técnicas persuasivas presenta la argumentación que quien aspire a penetrar en su complejo mundo, deberá proponerse algunas metas que le eviten extraviarse. Ahí es donde los docentes deben servir de guía a los estudiantes para que puedan entenderlo con mayor facilidad y crearse sus propios juicios críticos. 8. BIBLIOGRAFÍA Y APLICACIÓN DIDÁCTICA. El presente tema es aplicable a todos los cursos de Secundaria y Bachillerato, pues es un contenido al que se recurre en todos los cursos para trabajar con los alumnos el texto argumentativo, aunque en diferentes grados de dificultad según los cursos implicados. La bibliografía que hemos consultado para la realización del tema, es la siguiente: - Álvarez, M., Tipos de escrito II: exposición y argumentación, Madrid, Arco Libros, 1994. - Ascombre y Ducrot, La argumentación en la lengua, Madrid, Gredos, 1988. - Escandell, Introducción a la pragmática, Barcelona, Ariel, 1996. - Lausberg, Manual de retórica literaria, Madrid, Gredos, 1966-68. - Van Dijk, La ciencia del texto (un enfoque interdisciplinario), Barcelona, Paidós, 1983. - Antinori, Los mapa conceptuales, mimeo, Monterrey, 1989. 8

- Castañeda, y López, "La psicología del aprendizaje escolar", 1989. - Castañeda, Aplicando la Cognición a materiales instruccionales, Mimeo, ITESM, 1992.

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