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• iñaki Fernandez

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2019 TEMA 2. Conocimiento de funciones, procedimientos y contenidos en materia de limpieza de instalaciones, útiles y superficies. Herramientas y productos de limpieza

Índice 1. FUNCIONES DEL PERSONAL 2. AREAS DE LIMPIEZA 2.1 DIVISIÓN EN ZONAS 2.2 LIMPIEZA DE MOBILIARIO 2.3 TIPOS DE SUCIEDAD 2.4 TIPOS DE MOBILIARIO 2.5 PRODUCTOS, ÚTILES DE LIMPIEZA Y SU MANTENIMIENTO 2.6 TÉCNICAS DE LIMPIEZA 2.6.1. INTRODUCCIÓN 2.6.2. SECUENCIACIÓN DE ACTIVIDADES 2.6.3. PREPARACIÓN DEL ESPACIL DE TRABAJO 2.6.4. MAQUINARIA Y PRESTACIÓN DE SERVICIOS 2.6.5. LIMPIEZA DE MUEBLES DE CUERO 2.6.6. LIMPIEZA DE MUEBLES TAPIZADOS 2.6.7. LIMPIEZA DE EQUIPOS INFORMÁTICOS 2.6.8 LIMPIEZA DE MUEBLES DE MADERA 2.6.9. LIMPIEZA DE MUEBLES METÁLICOS 2.6.10. LIMPIEZA DE MUEBLES DE PLÁSTICO O PVC 2.6.11 LIMPIEZA DE ALFOMBRAS Y MOQUETAS 2.6.12. LIMPIEZA DE SUELOS

2.7 PRODUCTOS DE LIMPIEZA 2.7.1. DETERGENTES 2.7.2. LIMPIADORES Y PRODUCTOS DE MANTENIMIENTO 2.7.3. DESENGRASANTES 2.7.4. LEJÍA 2.7.5. ABRILLANTADORES 2.7.6. LIMPIACRISTALES 2.7.7. LIMPIAVIDRIOS 2.7.8. LIMPIAMETALES 2.7.9. LIMPIAMUEBLES 2.7.10. QUITAMANCHAS 2.7.11. PRODUCTOS QUE ELIMINAN LA CAL 2.7.12. AMBIENTADORES

2.8 DESINFECCIÓN DE MOBILIARIO 2.9 DOSIFICACIÓN Y TIPO DE DOSIFICADORES 2.10 RIESGOS POR MALA UTILIZACIÓN 2.11 ALMACENAMIENTO DE PRODUCTOS DE LIMPIEZA 2.12 ETIQUETAJE DE LOS PRODUCTOS DE LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN 2.12.1. LA ETIQUETA 2.12.2. FICHA DE DATOS DE SEGURIDAD DE LOS PRODUCTOS

3. LIMPIEZA DE ZONAS 3.1 LIMPIEZA DE HABITACIONES 3.2 LIMPIEZA DE PASILLOS Y VESTÍBULOS 3.3. LIMPIEZA DE CRISTALES Y VENTANAS

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3.4. LIMPIEZA DE TECHOS Y PAREDES 3.5. LIMPIEZA DE DESPACHOS 3.6. LIMPIEZA DE SALAS DE ESTAR 3.7. TÉCNICAS DE LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN DE ASEOS 3.7.1. 3.7.2. 3.7.3. 3.7.4. 3.7.5. 3.7.6. 3.7.7.

INTRODUCCIÓN MATERIAL A UTILIZAR PROCEDIMIENTO Y ORDEN A SEGUIR APARATOS SANITARIOS Y COMPLEMENTOS DE UN ASEO TÉCNICAS DE DESINFECCIÓN DE INODOROS, BAÑOS, DUCHAS Y BIDÉ MATERIAL CONSUMIBLE: IDENTIFICACIÓN Y REPOSICIÓN ÚTILES NECESARIOS Y PRODUCTOS ESPECÍFICOS

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Tema 3. – Conocimiento de funciones, procedimientos y contenidos en materia de limpieza de instalaciones, útiles y superficies. Herramientas y productos de limpieza 1.- FUNCIONES DEL PERSONAL DE LIMPIEZA Mantener en perfectas condiciones de limpieza y utilización los equipos e instalaciones, utilizando los productos y maquinarias necesarios para ello. La limpieza se realizará respetando en todo caso la frecuencia asignada a cada tarea. Siempre se respetarán las normas de prevención de riesgos laborales, no debemos olvidar que vamos a trabajar con productos tóxicos y que corremos riesgos de caídas al mismo y a distinto nivel. Nunca realizaremos la limpieza con material defectuoso o sucio, diariamente se recogerán y limpiarán los cubos de basura y sus carros de transporte que permanecerán almacenados en el cuarto correspondiente. Se lavarán y aclararán los útiles utilizados en la limpieza. Tras el fregado se aclararán las mopas, se limpiará el cubo y la prensa y se dispondrán todos los útiles para la limpieza del día siguiente. La jornada finalizará con el cerrado de puertas y ventanas. Debe prestarse atención a la vestimenta, siempre se debe llevar el uniforme asignado y en perfectas condiciones de limpieza y aspecto, el pelo debe llevarse limpio y recogido en caso de tenerlo largo, el aseo personal es indispensable. El calzado será el adecuado a cada tarea.

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2 ÁREAS DE LIMPIEZA. 2.1 DIVISIÓN EN ZONAS Zonas nobles: Son las zonas que ocupan los residentes, es su casa, por eso se debe prestar especial atención a la limpieza, desinfección y orden. A su vez se pueden dividir en: Zonas privadas. Son las utilizadas por un usuario exclusivamente, como puede ser su habitación. Zonas comunes. Son aquellas a las que tienen acceso todos los usuarios. Zonas de paso o utilidad vial. Son los accesos y vías de comunicación por la que se desplazan los usuarios de un área a otra. Zonas de servicio: Son las zonas dedicadas al personal del centro, tanto la zona de entrada de personal, los vestuarios, … como las zonas dedicadas a los usuarios pero que solo puede entrar el personal, la cocina, el office. Zonas comunes o públicas: Son zonas del centro, pero no utilizadas solo por ellos, aparcamientos y aceras.

2.2 LIMPIEZA DE MOBILIARIO Una higiene eficaz y segura es posible conseguirla con un buen mantenimiento que garantice un buen nivel de limpieza, para ello deberemos utilizar el barrido húmedo y el fregado con mopa, que vamos a utilizar como base fundamental del trabajo de limpieza.

Conceptos y definiciones Suciedad es la acumulación de materiales o elementos extraños a la estructura del lugar en el que se encuentran depositados, que crean la sensación de falta de higiene. Esta acumulación puede llegar a formar depósitos en forma de manchas, deteriorando la superficie que la soporta hasta el punto de destruir o alterar su composición química original.

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La limpieza es el conjunto de prácticas que evitan la suciedad contribuyendo a conservar las propiedades de los materiales, haciéndolos por tanto más resistentes y duraderos. La limpieza es un elemento fundamental en el día a día de los seres humanos, porque proporciona higiene y, por tanto, bienestar y salud. Los motivos por los que procedemos a realizar las limpiezas son: higiene, seguridad y conservación. Por mobiliario se entiende el conjunto de muebles, fijos o móviles, de un inmueble. Son objetos que sirven para facilitar los usos y actividades habituales en casa, oficinas y cualquier otro tipo de locales y que facilitan las actividades humanas comunes, tales como dormir, estudiar, comer, cocinar, descansar, etc. Polvo, conjunto de partículas diminutas que flotan en el aire y se depositan sobre los objetos formando una capa de suciedad. Existen dos tipos de polvo: El polvo grueso que se deposita con facilidad en el suelo y el micropolvo, que permanece hasta 7 horas en suspensión en el aire, sometido a una ligera corriente, ya que no se deposita en ningún lugar. Debemos tener en cuenta que el polvo sirve de vehículo a las bacterias, lo cual nos lleva a la conclusión de la necesidad de eliminar el mismo a la mayor brevedad, evitando que vuelva al medio ambiente

Los productos de limpieza y maquinaria de limpieza son los elementos que permiten al profesional de limpieza, realizar tu trabajo adecuadamente. El profesional de limpieza (Personal de Servicio) es aquella persona que se ocupa de la limpieza y mantenimiento de un lugar. Para ello, emplea los productos y la maquinaria más adecuados y respeta las normas de utilización, desarrollando su tarea mediante un plan de trabajo. Para ello se requiere de una serie de cualidades: Saber trabajar en equipo Organizarse adecuadamente en el trabajo Destreza y cuidado en el uso de materiales y maquinas Buen trato para los clientes y compañeros Mantener una imagen personal pulcra Curso de preparación de oposiciones de PERSONAL SERVICIOS

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Comprender y obedecer las instrucciones recibidas

2.3 TIPOS DE SUCIEDAD Dependiendo de la estructura que forma el polvo clasificaremos la suciedad en distintos grupos: Origen mineral, son residuos sólidos derivados generalmente de materiales de construcción, depósitos originados por fenómenos físicos o simplemente del caminar de las personas por la vía pública. Origen vegetal, son los que tienen presencia vegetal en su composición: polen, madera, moho ... Origen químico, derivados de sobrantes de tratamientos o procesos químicos incompletos, como la combustión o la fertilización.

Suciedad grasa. Es la provocada por aceites, grasas, … Sólo se puede eliminar mediante sustancias químicas (detergentes alcalinos) o mecánicamente con el empleo de fregadoras y detergentes solventes. Suciedad no grasa, es la que se adhiere a todas las superficies y no tiene grasa, es el polvo habitual. Manchas especiales, como puede ser la anilina, la pintura o el cemento, que necesitan productos de limpieza especiales para su eliminación.

2.4 TIPOS DE MOBILIARIO

Existen dos tipos de mobiliarios: lavables, son los que deben limpiarse con agua, detergente neutro y bayeta que se pueda mojar o estropajo, dependiendo de la suciedad a tratar, y no lavables, que son los que se limpian con bayeta para el polvo aplicando sobre la misma un producto atrapa-polvo.

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Alfombras y Moquetas: Necesitan de productos específicos para su limpieza y existen alfombras de diversos materiales (fibras artificiales, moquetas, nudo, cáñamo, etc.). Aparatos de calefacción y aire acondicionado: Que necesitan de un tratamiento específico y una limpieza a fondo para evitar que se deteriore su mecanismo. Armarios de oficinas: Que acumulan mucho polvo y suciedad. Suelen ser de madera o metálicos. Elementos de iluminación: Lámparas, flexos, etc. que hay que limpiar con mucha precaución y siempre desenchufados. Equipos informáticos: Monitores, torres, impresoras y teclados, etc. Precisan de productos especiales de limpieza y deben ser limpiados periódicamente y mucho cuidado. Espejos: Que necesitan de un especial tratamiento para garantizar su perfecta limpieza. Estanterías: Principalmente de madera o metálicas, que suelen ser objeto de acumulación de suciedad en forma de polvo. Mesas de trabajo o auxiliares: Donde se acumula mucho material de trabajo (libros, folios, bolígrafos, etc.) y con ello suciedad de polvo, que debe ser tratada. Pueden ser de madera, plástico, aluminio, cristal, etc. Papeleras:

Que

habrá

que

vaciar

periódicamente

para

evitar

la

acumulación de desperdicios. Suelen ser de plástico o metal. Persianas y parasoles: Elementos que por dar al exterior suelen acumular suciedad. Puertas y pomos: Serán de madera, metálicas o de cristal. Sanitarios: Baños, lavabos, fregaderos, duchas, grifos, etc. Sillas y sillones: Serán de cuero, de tela, de plástico, metálicas o de madera. Se debe estar siempre pendiente de su limpieza. Taquillas: Que por ser lugares donde se guarda material, ya sea de trabajo o personal, necesitan de una limpieza continuada. Suelen ser metálicas.

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Tarimas: Presentes sobre todo en salas de reuniones, pueden ser de muchos materiales, por ejemplo, madera o parquet. Ventanales y acristalados: Necesitan de limpiacristales y una serie de materiales apropiados. Vitrinas: Que están a expensas de la suciedad. Son de vidrio o de cristal, no permitiendo la acumulación de polvo.

2.5 PRODUCTOS Y ÚTILES DE LIMPIEZA Y SU MANTENIMIENTO Para la correcta conservación de los útiles de limpieza, el profesional suele contar con un cuarto de materiales, en el que solo se deben guardar productos usados para las tareas diarias, evitando apilar productos que no sean de utilidad, envases vacíos o cualquier otro tipo de material que no sea necesario para el trabajo.

A continuación, se detallan los útiles y herramientas de trabajo más importantes:

Bayetas, gamuzas (abrillantado) y trapos (p.e. limpiar el polvo): Habitualmente, llamamos bayeta a un paño o producto textil confeccionado con determinados tejidos que generalmente son algodón o microfibras, las cuales tienen la propiedad de absorber cualquier tipo de líquidos. Las bayetas son útiles de limpieza que se utilizan para limpiar cualquier tipo de superficies lisas. Se emplean bien añadiendo un producto limpiador o desinfectante, bien por sí solas para recoger el agua sobrante. Las bayetas profesionales se utilizan tanto para limpiar encimeras, fregaderos, como para limpiar las diversas piezas de la vajilla, sanitarios, azulejos o mesas, etc. Por lo general, se trata de bayetas multiusos que sirven para gran variedad de materiales: plástico, PVC, acero, cromados, metal, cerámica, etc. Sin embargo, existen modelos específicos para determinadas superficies como las destinadas a cristales o a carrocerías de automóviles. Tipos: Bayetas sintéticas. Son las más habituales, fabricadas con componentes como poliéster, viscosa, polipropileno y otras fibras. Son las bayetas más extendidas y habituales y suelen ser las más eficientes, como la bayeta amarilla, o la bayeta de cruces.

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Bayetas tubulares de punto de algodón. Suelen ser fibras de algodón, que puede ser reciclado o no, tienen menos poder de absorción que las sintéticas, pero tienen otro tipo de propiedades como la suavidad o resistencia. Bayetas de microfibra. Son las bayetas más eficientes y son llamadas ecológicas más que por su materia prima, por su eficiencia, por no necesitar productos químicos, o por su durabilidad (hasta 8 años o más de 400 lavados).

Usos Levemente humedecidas. Las bayetas humedecidas se usan principalmente para limpiar superficies que no pueden ser mojadas de manera masiva o que son especialmente delicadas, como ordenadores, TV, teclados, superficies cromadas, acero inoxidable, azulejos, superficies vitrificadas, cristal o espejos. Absorber líquidos. Las más absorbentes son las bayetas sintéticas, para recoger agua, aclarar superficies previamente humedecidas con productos químicos, como baños, encimeras, cocinas, etc. Quitar grasas. En cocinas profesionales, campanas extractoras y escenarios relacionados con la cocina, utilizadas con desengrasante profesional son eficientes para la limpieza profesional.

Formatos Bayeta cortada. De uso en el hogar o por parte de profesionales, con diversas medidas y formas cuadrada o rectangular. Son más cómodas y normalmente suelen estar asociadas a bayetas de microfibra. Bayeta en rollo. En el mercado profesional suelen ser más habituales las bayetas presentadas en rollos, desde 4 metros hasta 8 metros de bayeta con un ancho variable. En ocasiones se presentan con precorte o directamente para cortar según disponga el usuario. Bayeta universal superabsorbente en formato de rollo para cortar.

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Las gamuzas son de tela sin tejer y se utilizan para la limpieza de cristales, vidrios, espejos….

Paños: En la limpieza industrial/comercial es obligatorio usar un código de colores que permita evitar lo que se denomina “contaminación cruzada. Aunque la normativa exige la creación de un código de colores para las limpiezas comerciales no existe ninguna norma que regule o defina los colores a utilizar, en cualquier caso, existe una norma no escrita basada en la costumbre, por la que se ha definido un standard de colores a utilizar en la industria, lógicamente pueden variar de una empresa a otra.

Rojo (o rosa): se usa para la limpieza de inodoros y zonas de alta carga bacteriológica. Amarillo: se usa en otras zonas menos bacteriológicas (lavamanos, ducha, etc.). Verde: se vincula a las zonas donde se manejan alimentos, o sea, la cocina y las despensas. Azul: cristales y uso general. Aunque también podemos usar el color blanco para los cristales dejando el azul solo para uso general. La idea es que haya un juego de materiales de limpieza (bayetas, estropajos, fregonas, etc.) para cada zona concreta.

Cepillos: En limpieza del mobiliario se suelen utilizar para eliminar suciedad de las partes altas de un inmueble (techos, para lo que tiene un mango extensible), para evitar así que la suciedad caiga sobre los muebles o para eliminar suciedad no incrustada en muebles (sofás, sillas, etc.). Para su mantenimiento se deben guardar colgados para que las cerdas no se deformen por el propio peso del cepillo. Se lavan con agua y amoniaco.

Cubos de basura y papeleras: En ellos se depositará la suciedad. Para su correcto mantenimiento, se lavan con agua jabonosa y estropajo cada vez que se usan.

Escobas: Para eliminar la suciedad que tras limpiar un mueble cae al piso.

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Recogedores: Sirven para recoger los residuos del barrido con escoba. Suelen ser de plástico, aunque también se pueden encontrar metálicos. Para su correcto mantenimiento se aclaran y secan con una bayeta una vez vacíos. Hay que guardarlos protegidos del agua.

Fregonas: Útil básico de la limpieza de cualquier inmueble, importante para destruir la suciedad que cae al piso cuando se limpia el mobiliario. Dependiendo del tipo de tejido podemos encontrar varios tipos: de algodón, de microfibra, de esponja, de viscosa, polipropileno, poliéster e incluso de mezcla de algunos de estos componentes. Para su correcto mantenimiento el mocho ha de desmontarse después de su uso, enjuagarse bien y dejar secar con una frecuencia, como máximo semanal. Si el uso es diario, es recomendable limpiarlo bien tras dada jornada de trabajo para evitar suciedad.

Para su correcto mantenimiento se lavan con agua y jabón cada vez que son usados

Esponjas: Sirven para absorber y se usan en combinación con agua para eliminar manchas, y en este caso, para limpiar muebles, paredes, cristales, etc. Para su correcto mantenimiento se mantienen en buen estado, enjuagando en agua hasta que queden limpias, exprimiéndolas muy bien antes de guardarlas

Estropajos: Abrasan la suciedad, permitiendo arrastrarla fácilmente. Existen de esparto, de fibra sintética o artificial, o metálica. Su finalidad es desprender la suciedad que se adhiere a la superficie, se utiliza para la limpieza de vajilla y útiles de cocina, así como para la limpieza manual de suelos y sanitarios. Para su correcto mantenimiento deben escurrirse bien y guardarse secos.

Existe en el uso de los estropajos también una clasificación del uso dependiendo del color, normalizada pero no regulada en norma alguna.

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Estropajos blancos: se utilizan para la limpieza de los baños por ser menos abrasivos. Estropajos verdes: son los utilizados en la cocina por ser abrasivos. Estropajos negros o marrones: se usan para la limpieza de fogones por ser los más abrasivos de todos. Estropajo azul: se usan para la limpieza de cristalería al ser los más suaves, Y por último los mixtos, que tienen varios usos.

Desatascadores: Se emplean en fregaderos y baños para evitar obstrucciones y atranques. Se limpian cada vez que se usan para su mantenimiento.

Plumeros: Sirven para limpiar el polvo de sitios a los que no se llegaría de otra manera. Además, no rayan las superficies. Si tiene plumas se guardan en una funda que las tape y las proteja para su correcto mantenimiento.

Carros de basura: Bastidor con ruedas en el que se cuelga una bolsa de basura para depositar en él los desperdicios de papeles, ceniceros, etc. Para el mantenimiento se limpia bien con una frecuencia semanal, ya que es muy usado y siempre hay suciedad que se cuela hacia el carro. Se limpia con un limpiador desinfectante y agua.

Carro de trabajo: Útil que se destina al transporte de productos y materiales para la limpieza. Para su mantenimiento se debe mantener siempre limpio el carro y, para ello, el estado de los útiles que transporta debe ser óptimo en cuanto a limpieza.

Limpiacristales (rastillo): Soporte con goma y mango que se utiliza para el secado de cristales. Para su mantenimiento hemos de comprobar periódicamente el estado de las gomas, ya que el uso hace que se deterioren rápidamente.

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Limpiadores: Son aquellos productos utilizados para la limpieza. Normalmente, su composición es química, aunque cada vez tienen productos menos contaminantes, respetuosos con el medio ambiente y menos nocivos para nuestra salud.

Aspiradoras y otros electrodomésticos de limpieza: Si la suciedad se acumula en forma de polvo o no está adherida, lo más adecuado es usar aspiradoras. Pueden ser: con bolsa o sin bolsa, robots, verticales e incluso de mano.

Mopas: Formada por un mango de aluminio y una base donde se inserta una mopa de algodón que vamos a utilizar para la retirada del polvo de los suelos de cualquier clase. Las mopas suelen ser de algodón pero también podemos utilizarlas de microfibra, o impregnadas. Las mopas de microfibra están sustituyendo a las fregonas por el efecto imán que ejercen sobre la suciedad, ya que se pueden utilizar tanto en seco como en húmedo, esto quiere decir que también podemos obviar el barrido, disminuyendo así el tiempo y el esfuerzo en la ejecución del trabajo. Las mopas impregnadas con mopas de friselina impregnadas de parafina.

La fiselina es un material textil. Son láminas planas y porosas que se fabrican directamente de filamentos o de plástico fundido o de film de plástico. Suelen fabricarse con cierto porcentaje de tejido reciclado; el porcentaje depende de la resistencia necesaria para el uso previsto. A la inversa, algunos no tejidos pueden reciclarse después de utilizados, con el tratamiento y las instalaciones adecuadas. Por estas razones, algunas personas consideran los no tejidos más ecológicos en algunas aplicaciones, especialmente donde los artículos desechables (o de un solo uso) son algo importante, como hospitales, escuelas, residencias, hoteles de lujo... (Nota aclaratoria: La forma correcta de denominarla es fiselina, se trata de una entretela muy fina. La friselina realmente se usa para el armazón de las telas. Aunque lo cierto es que lo vamos a ver escrito de las dos formas, e incluso fliselina, en muchos lugares.)

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Los no tejidos son productos tecnológicos que pueden tener una vida limitada. Algunas características propias de los no tejidos son: absorbencia, impermeabilidad, elasticidad, suavidad, resistencia al fuego, lavable, esterilizable, amortiguación, barrera contra bacterias. Estas propiedades se combinan en textiles diseñados para usos específicos, en los que se equilibra el coste y la vida del producto.

2.6

TÉCNICAS DE LIMPIEZA

2.6.1. Introducción Conoceremos las técnicas más adecuadas a la hora de trabajar con mobiliario, incluyendo el tipo de producto para cada mueble, los útiles a emplear y una breve valoración sobre cómo preparar y acondicionar los espacios de trabajo. Frecuentemente se trabajará en un entorno cambiante, desde lugares con un gran tránsito de personas a otros donde se estará completamente solo. Se tendrá en cuenta, por tanto, la necesidad de mantener un control sobre dónde colocarse él y los útiles de limpieza que va a emplear, manteniendo su orden durante toda su actividad.

2.6.2. Secuenciación de actividades Funciones a desarrollar por el personal de limpieza:

•

Mantener en condiciones óptimas de limpieza las dependencias, procurando no dañarlas y realizando correctamente la limpieza de mobiliario, papeleras, teléfonos, …

•

Proceder a la retirada de residuos.

Para ello se utilizarán las herramientas y productos adecuados, respetando las frecuencias asignadas a casa superficie y respetando también las normas de seguridad e higiene. Cuando se comienza un trabajo se puede perder mucho tiempo por no tener previsto con anterioridad qué hacer. Es necesario que el limpiador sea capaz de

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secuenciar mentalmente las actividades que va a realizar y elaborar en todo caso un plan de trabajo en el que anotará:

•

Sobre qué tipo de superficie va a actuar

•

Qué grado de desgaste tiene el mobiliario

•

Que utensilios, maquinas o productos emplear

•

Que periodicidad será necesaria para un correcto mantenimiento del mobiliario.

A continuación, veremos con qué frecuencia (secuenciación temporal) debe limpiarse el mobiliario de cualquier edificio. Así tendremos una mejor información sobre qué tareas se requieren a la hora de cumplimentar una hoja de registro:

Diariamente: Limpieza de mobiliario en general y, dentro de éste, papeleras, lámparas de mesa, teléfonos y pantallas de ordenador. Aspirado de moquetas y alfombras. Limpieza de aseos. Repaso de cristales.

Semanalmente: Limpieza de mamparas. Limpieza de cristales interiores. Limpieza de puertas. Limpieza de ordenadores. Limpieza de sillas y sillones.

Quincenalmente: Limpieza de cristales. Limpieza de rótulos.

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Mensualmente: Limpieza de zonas de archivado de documentos. Desempolvado de techos y paredes. Limpieza de persianas. Fregado de alfombras y moquetas con espuma seca. Tratamiento y brillo del mobiliario.

Semestralmente: Limpieza profunda del mobiliario. Aspirado de aires acondicionados.

2.6.3. Preparación del espacio de trabajo Antes de comenzar la tarea de limpieza deberemos realizar unas tareas con anterioridad:

Actuación sobre el entorno: Los limpiadores suelen trabajar en lugares muy diferentes (oficinas, fábricas, habitaciones, comedores, etc.) y emplear muchos productos tóxicos que pueden ocasionar importantes problemas a la salud de las personas o al medio ambiente. Por ello tendremos que vigilar los productos y herramientas de limpieza, de manera que siempre estén ordenados y controlados.

Desarrollar las tareas de limpieza de mobiliario con personas presentes o en tránsito: El profesional de la limpieza suele actuar en espacios de trabajo muy diferentes. El mobiliario es una parte esencial de cualquier lugar y, por tanto, el limpiador puede trabajar igualmente en una oficina llena de gente que en un comedor completamente vacío. Por ello, debe ser extremadamente cuidadoso en el trabajo para realizarlo de manera que no interrumpa el normal funcionamiento de la actividad de las personas que trabajan a su alrededor y con precaución de no confundir documentos importantes con desechos.

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El limpiador actuara primero eliminando los residuos ya depositados en las papeleras. Siempre que actúe sobre mesas con papeles, procurará retirarlos con precaución, de manera que al volver a ponerlos queden igual que estaban. Además, no se deben utilizar productos tóxicos y siempre hay que observar donde se dejan los productos de limpieza, evaluando que no se olvide nada una vez acabada la limpieza de un lugar.

Recomendaciones: •

Limpieza periódica y siempre que sea necesaria de los lugares de trabajo, incluidos los locales de servicio y sus respectivos equipos e instalaciones.

•

El lugar de trabajo debe mantenerse siempre ordenado, los utensilios han de llevarse recogidos en carros y estos colocados.

•

Las zonas de paso, salidas y vías de circulación de los lugares de trabajo, y especialmente las zonas previstas para evacuación en caso de emergencia, deben mantenerse libres de obstáculos.

•

Utilizar el método de limpieza más adecuado en cada momento.

•

Después de limpiar colocar carteles indicativos de “suelo mojado”.

•

Recoger y limpiar inmediatamente.

•

Antes de intervenir en zonas de acceso restringido comprobar que no hay personas o que estos son conscientes de la entrada de personal.

•

En caso de que las labores de limpieza pudieran perturbar o impedir el desarrollo de la labor del centro de trabajo, deben coordinarse las labores de limpieza con la actividad del centro.

2.6.4 Maquinaria y prestación de servicios Toda la maquinaria a utilizar llevará el sellado CE, así como el listado de las revisiones realizadas, además se respetarán en todo caso las directrices recogidas en el artículo 41 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales sobre obligaciones de los fabricantes, importadores y suministradores).

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Maquinaria a utilizar:

•

Fregadora automática-abrillantadora-rotativa. Se trata de una máquina que funciona intercambiando discos para las distintas tareas. Los discos a utilizar serán:

o

Cepillo vegetal para encerar.

o

Cepillo para abrillantar.

o

Cepillo de nylon para fregar.

o

Cepillo de nylon suave para moquetas.

o

Disco abrasivo (p.e. pulido).

Para la utilización de esta máquina debemos comenzar por la selección del cepillo a utilizar y su instalación. Posteriormente añadiremos agua y detergente, el cual no debe ser corrosivo e incluso debe tener propiedades protectoras con la máquina, ya que al funcionar en húmedo la suciedad produce una capa oxidante. Lanzaremos una pequeña cantidad de líquido con la pulsación del botón correspondiente desde el timón para iniciar los trabajos, facilitando así el desplazamiento de la máquina.

•

Aspirador de agua de filtro total HEPA. El vaciado de estos aspiradores será:

•

o

Por el giro basculante del recipiente sobre el bastidor del carro.

o

Por conexión de una manquera o boquilla de salida a través de válvula de cierre.

o

Por extracción del contenedor del soporte y vaciado independiente.

Aspirador de polvo de filtro total HEPA. El vaciado de estos aspiradores será: o

Por retirado de la bolsa.

o

Por vaciado del depósito.

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•

Fregadoras automáticas. Son máquinas fregadoras y aspiradoras al tiempo. Existen dos tipos: o

Las que funcionan conectadas a la red eléctrica.

o

Las que tienen batería autónoma.

•

Pértigas hidrodifusoras.

•

Equipos de limpieza a vapor.

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•

Hidrolimpiadora

•

Aspirador-recogedor para exteriores.

•

Barredora automática vial.

•

Máquina de espuma desinfectante (para la limpieza de baños).

2.6.5 Limpieza de muebles de cuero

Lo primero que tenemos que hacer es leer la etiqueta con las instrucciones de limpieza referidas por el fabricante.

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Después veremos si se trata de cuero tratado o sin tratar, el primero de ellos tiene una capa de resina natural que se aplica después del curtido de la piel y el segundo mantiene el color y la suavidad original de la piel.

En el caso de cuero tratado, el primer paso es eliminar el polvo y la suciedad superficial pasando el aspirador o un trapo seco. Siempre hay que huir de productos agresivos que dañen la textura del cuero. La solución más neutra es echar unas gotas de jabón líquido de manos en un balde lleno de agua, en el cual se introducirá una bayeta, que se humedecerá y con la que se frotará toda la superficie del mueble. Después se pasa un trapo húmedo para eliminar los restos y se finaliza con el secado mediante el uso de un paño seco. Uno de los productos más recomendables para limpiar muebles de cuero sin tratar es un jabón de silla de montar, ya que es específico para tratar piel y además incorpora acondicionador. Para conseguir brillo se utiliza en último lugar un paño de microfibra. Para la limpieza del cuero blanco se mezclan dos partes de aceite de linaza y una de vinagre en un recipiente, se sumerge un paño de lana en la solución y se limpia la superficie del mueble. Para manchas puntuales se utiliza la goma de borrar que las elimina sin dañar ni ensuciar el cuero.

2.6.6. Limpieza de muebles tapizados

Como en todos los casos, lo primero es leer siempre la etiqueta para ver las instrucciones dictadas por el fabricante. En segundo lugar, pasaremos el aspirador por todos los recovecos del mueble para después eliminar las manchas con un producto específico, también se puede utilizar vinagre blanco para su eliminación. En cualquiera de los casos frotaremos la mancha con el producto elegido para después pasar un cepillo de cerdas para eliminar la suciedad. Finalizaremos pasando una bayeta para retirar la suciedad.

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2.6.7. Limpieza de equipos informáticos

La limpieza de los equipos informáticos se hará siempre con los mismos apagados. Procederemos a la limpieza inicial, pasando un paño para retirar el polvo acumulado en los mismos para después aplicar un producto específico que elimine las manchas, frotando suavemente. Posteriormente pasaremos una bayeta ligeramente humedecida y finalizaremos sacando lustre con una bayeta seca.

2.6.8. Limpieza de muebles de madera

La naturaleza de las superficies con las que se han fabricado, condiciona los productos para limpiar muebles que puedes utilizar para hacer la limpieza sin deteriorar su aspecto. A la hora de limpiar muebles de madera natural, tenemos que pensar si se trata de muebles terminados con capa de barniz, si están encerados, o lacados, antes de utilizar productos de limpieza de forma indiscriminada. Para cuidar los muebles de madera natural, conviene eliminar el polvo diariamente con ayuda de una bayeta suave o de microfibra, evitando acumulaciones que pueden llegar a rallarlos.

Cuando sea necesario realizar una limpieza más profunda, dependiendo de la suciedad, para limpiar madera barnizada, se pasa una bayeta humedecida en agua templada, o disolución de jabón neutro en agua tibia para humedecer la bayeta, haciendo pasadas siempre en el sentido de las betas, sin presionar demasiado para no rallar, y aclarando posteriormente con otra bayeta humedecida solo en agua, se termina con un trapo seco para retirar restos de humedad. En cualquier caso, la glicerina es un limpiador específico para la limpieza de la madera. La limpieza de los muebles de madera encerados seguirá el mismo proceso de retirada del polvo, pero añadiendo al final ceras en spray o en caja con una bayeta, procurando extender de forma uniforme, y frotando enérgicamente con un paño de lana para que aparezca su brillo natural.

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Cuando lo que vamos a limpiar son muebles lacados el proceso inicial es el mismo. Para su limpieza en profundidad, se utiliza un jabón neutro disuelto en agua, se humedece un paño suave con el que trabajar las superficies, se aclara con otro paño limpio humedecido en agua, y se retira toda la humedad con una bayeta seca. Nunca se deben utilizar disolventes, ni acetonas para eliminar manchas de muebles lacados, porque estos elementos atacan la laca y los colores, estropeando su aspecto.

También se puede humedecer un paño con alcohol desnaturalizado al que se añaden unas gotas de amoníaco para limpiar toda la superficie, aclarando después con una bayeta humedecida con agua sola, y por último secar con un trapo absorbente.

2.6.9. Limpieza de muebles metálicos El primer es deshacerse del polvo, se puede utilizar un cepillo o brocha que ayude a llegar a los recovecos, y una bayeta de microfibra para el resto. Para limpiar muebles de hierro con manchas de óxido, se puede mezclar aceite de oliva con nafta, extendiendo con una brocha sobre las manchas, dejando actuar durante al menos 30 minutos, y después pasar una bayeta seca para retirar los restos de suciedad. Otra opción es utilizar estropajos nanas, o estropajo verde humedecido con parafina, frotando sobre las zonas con óxido, y a continuación retirar la suciedad con una bayeta humedecida en agua, terminando con un paño seco.

2.6.10. Limpieza de muebles de plástico o PVC Para mantener limpios los muebles de plástico, PVC, o limpiar muebles de resina sintética, hay que retirar en seco el polvo acumulado, utilizando un trapo si las superficies son lisas, o un cepillo de cerdas suaves pero compactas, para las zonas de fibras entrelazadas. No conviene utilizar trapos húmedos para retirar el exceso de polvo, ya que se producirá más barro, y se puede rallar la superficie. Para limpiar muebles de plástico blancos, tras eliminar el polvo en seco, se friegan con una solución de agua y lejía para que recuperen un blanco uniforme, ayudándose con un estropajo suave que no ralle, luego se retira la suciedad con una bayeta mojada solo en agua, y se repite hasta eliminar cualquier resto de suciedad, y finalmente se seca con un paño.

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A la hora de limpiar muebles de resina sintética de otros colores, no se puede utilizar lejía para evitar posibles deterioros de su color, se pueden fregar con una solución de agua y jabón líquido lavavajillas y la ayuda de una esponja o cepillo, después se aclara con agua y se seca con una bayeta.

2.6.11 Limpieza de alfombras y moquetas

Lo primero, como en todos los casos, es seguir las instrucciones del fabricante, que están referidas en la etiqueta. Existen alfombras en nudo, con menor o mayor espesor, alfombras rasuradas y alfombras mixtas: combinan nudo y rasurado sobre el mismo lienzo. En la coloración de sus fibras suelen utilizarse colorantes naturales obtenidos de plantas, minerales o incluso de sustancias de origen animal, sobre todo en alfombras de origen étnico y fabricación artesanal. También se utilizan colorantes artificiales que no sean tóxicos en las alfombras fabricadas industrialmente. Tras la coloración se utilizan mordientes, que son materiales para fijar los pigmentos, entre los que se encuentran: el sulfato de hierro, el alumbre o el óxido de estaño.

El procedimiento para limpiar alfombras también depende de las bases y fibras con las que estén fabricadas. La base primaria, y secundaria sobre la que se teje la alfombra suelen estar fabricada con poliuretano y polipropileno en alfombras de confección industrial, usando el látex para unir las bases. Las Fibras dan el cuerpo a la alfombra, y pueden ser de lana, hilo, materiales sintéticos, u otros materiales manipulables.

En primer lugar, procederemos al aspirado de ambas caras de la alfombra a fin de evitar la formación de barros con la mezcla con los productos de limpieza. También es muy importante realizar una prueba con el producto que vayamos a utilizar en una pequeña zona muy poco visible. Esto es especialmente útil en alfombras pelo largo, pues en caso de que el producto deteriore el color, al ser aplicado en muy pocas fibras, siempre quedarán camufladas con el resto.

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Una disolución de amoníaco jabonoso en agua, funciona bien tanto en la limpieza de alfombras de lana y fieltro, como en las moquetas acrílicas de pelo corto o poliéster. Las manchas de jugos de fruta, café, té, leche, chocolate, vino, salsas, huevo o sangre, se pueden eliminar con una disolución de detergente neutro y vinagre blanco para limpiar, en agua templada. Se aplica la solución con una esponja húmeda, al cabo de un rato se limpia con un trapo y se deja secar. El alcohol mezclado con agua elimina los restos de azúcar y pegamento. Para eliminar manchas de aceite, tinta, betún, alquitrán, debes utilizar un disolvente para limpieza de alfombras en seco. En manchas de pintura, laca de uñas, o tinta, tras la aplicación del disolvente para limpieza en seco, se humedece con una solución de agua tibia, detergente neutro y vinagre de limpieza, para finalizar con una nueva aplicación de ese mismo disolvente. Para quitar cera de velas, o chicles pegados, primero se endurecen aplicando frío seco. Posteriormente se raspa o tira de los restos a eliminar. Por último se aplica disolvente para limpieza de alfombras en seco. Si las manchas a eliminar son de barro o suciedad reciente, habrá que dejarlas secar, y una vez secas cepillar bien. Posteriormente aplicaremos una solución de tres partes de agua por una de amoníaco.

2.6.12. Limpieza de suelos

La limpieza de suelos es imprescindible para todo tipo de pavimentos debido a que están expuestos a factores físicos y químicos que hacen que estos no se mantengan en buen estado. Es por esto que necesitan de unos cuidados especiales en función de cada tipo de suelo, que son la limpieza, mantenimiento, tratamiento y conservación, y para ello existen varios sistemas de limpieza.

Sistema seco Sistema húmedo Sistema mojado Sistema cleaner o spray.

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Sistema de barrido en seco Esta limpieza se puede realizar en todo tipo de suelos con escobas, plumeros, mopas, cepillos o aspiradoras de polvo así como con máquinas rotativas pulidorasaspiradoras. Con este tipo de limpieza conseguimos tan solo eliminar las suciedades sueltas. Este tipo de limpieza es especialmente indicado para los suelos que han sido tratados con ceras o abrillantadores. Método de aplicación Empujar el útil hacia un lado, mirando al mismo tiempo lo que se acaba de barrer y no barrer en ondas paralelas, sino haciendo que los arcos se solapen. Es preciso recoger el polvo y los residuos en el momento en que se forme un pequeño montón, a fin de evitar el transporte del polvo de un lado al otro. Este tipo de barrido debe evitarse en el interior de los locales.

Inconvenientes Devuelve al ambiente gran cantidad de polvo. No permite desempolvar bien por debajo de los muebles y muchas veces fija el polvo y los residuos contra el zócalo. Obliga a la ventilación del lugar a limpiar antes y después del barrido, a respirar polvo y a recogerlo en la ropa.

Herramienta de limpieza en seco y húmedo con mango de acero de limpieza de suelos. Mopa Plana microfibra

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Sistema de barrido húmedo La mejor forma de hacer esta limpieza es con una herramienta especial, comúnmente llamada mopa seca o mop-sec, que consiste en un armazón metálico recubierto de un trapo de algodón o fibra sintética y que es recambiable. Es una limpieza que cumple mayores exigencias de higiene que la limpieza en seco y es posible realizarla sobre cualquier tipo de suelo excepto en revestimientos textiles y pisos de madera no sellados. Debido al efecto mecánico de este sistema, solamente es efectivo si se quieren eliminar suciedades fácilmente desprendibles, para esto es imprescindible que el piso esté protegido por algún producto impermeabilizante que elimine las porosidades del suelo.

Utilización de mopsec: El soporte en forma de trapecio llevará incorporada una gasa humedecida de telar sin tejer, de microfibra o tipo vileda. El mopsec se tratará con un producto capta-polvo aplicado a los flecos de algodón al menos 10 minutos antes de su uso para que atrape bien el polvo.

Sistema de fregado mojado Para este tipo de limpieza en grandes superficies se utilizan mopas de fregado con combinación con cubos móviles y prensas, así como con aspiradores de agua en combinación con máquinas fregadoras. La adición de productos químicos como limpiadores a fondo y limpia-abrillantadores se pueden eliminar las manchas que se hayan incrustado en el suelo. Con este sistema evitamos el levantamiento de polvo, logramos un mayor grado de limpieza e higiene al adicionar desinfectantes y conseguimos eliminar la suciedad soluble al agua. Los sistemas de fregado mediante doble cubo son muy utilizados por parte de los profesionales en su actividad diaria porque facilitan la limpieza y amplían la seguridad e higiene, ya que no mezclan los desinfectantes con los contaminantes. Las principales ventajas que existen cuando se utiliza un doble cubo de fregado son: la correcta desinfección, el control de los costes (agua y productos de limpieza) y, sobre todo, los tiempos de ejecución de la limpieza.

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Se trata de un accesorio de limpieza con dos cubos, uno azul y otro rojo, que se utilizan de la siguiente forma:

En el cubo azul se pone el agua limpia con el producto elegido (llenado aproximado de ¾ partes). En el cubo rojo, que es donde va la prensa, se pone inicialmente el agua justa, sin detergente, para poder hacer el primer enjuague de la fregona (llenado aproximado de ¼ del cubo). No se llena del todo con agua ya que la operación consiste en que el agua limpia con producto del cubo azul pase sucia al cubo rojo. I.

Mojamos la fregona en el cubo azul y escurrimos en la prensa (cubo rojo) y fregamos el suelo.

II.

Enjuagamos la fregona en el cubo rojo, la prensamos, mojamos en el cubo azul, prensamos y fregamos el suelo.

III.

Así sucesivamente hasta que nos quedemos sin agua en el cubo azul. En el cubo rojo tendremos el agua con la suciedad que hemos recogido del suelo con la fregona y lo vaciaremos. Por ello, las ventajas a la hora de utilizarlo son mucho mayores.

Con este sistema las superficies desinfectadas no se contaminan de nuevo por contacto con agua sucia.

Limpieza de suelos laminados de madera -> además de emplear productos específicos para la limpieza de suelos de este material, es importante que apliquemos de vez en cuando, disoluciones que los hidraten y protejan. La cera y los aceites como el de linaza, de teca, de oliva o de pino, son apropiados para ello. Limpieza de suelos de vinilo -> Se pueden fregar con cualquier producto indicado para todo tipo de superficies y no necesita un tratamiento específico. Para mantener el brillo podemos aplicarle un poco de cera cuando sea necesario. Limpieza de suelos de mármol ->Se trata de un material poroso y delicado, nunca debemos usar productos abrasivos como la lejía. Al fregarlo lo mejor

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escurrir muy bien la fregona antes de cada pasada o secarlo enseguida con la mopa. De vez en cuando podemos aplicar cera. Limpieza de suelos de gres-> Los suelos de gres porcelánicos y rústicos son muy resistentes, pero los esmaltados tienden a perder su brillo con el tiempo. El gres se limpia con detergentes neutros.

2.7

PRODUCTOS DE LIMPIEZA

Los productos de limpieza son compuestos químicos que se caracterizan básicamente por su pH llamado también potencial hidrógeno. En general se utilizan diluidos en el agua y dan su poder mojante al agua gracias a los agentes tensoactivos que contienen. Su pH varía entre 0 y 14; Los productos con pH neutro (pH cerca de 7) son detergentes, Los que tienen un pH cerca de 0 son productos de limpieza ácidos cuya función será desincrustar, Los que tienen un pH que se acerca a 14 son productos llamados alcalinos o básicos cuya función será desengrasar o decapar.

Otra característica de los productos de limpieza es su composición que suele ser a base de tensoactivos (catiónicos, aniónicos, no iónicos, zwitteriones). Son estos agentes tensoactivos que dan al agua su poder limpiador (por ejemplo, la lejía que no contiene ningún tensoactivo no tiene ningún poder limpiador).

2.7.1. Detergentes Tanto los jabones como los detergentes parten de la misma base, la diferencia está en que los jabones se fabrican a partir de sustancias naturales, como grasas animales y vegetales, mientras que los detergentes se elaboran a partir de materias primas sintéticas. El jabón es el resultado de la reacción química entre un álcali (hidróxido de sodio o de potasio) y un ácido graso (por ej. aceite de oliva, aceite de coco, etc…); esta reacción se denomina saponificación. Es soluble en agua y, por sus propiedades detersivas, sirve para lavar. En función del uso al que vaya

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destinado, se le pueden añadir otros aditivos de origen natural como colorantes, aceites esenciales, hierbas, etc. El detergente es una mezcla de diversas sustancias sintéticas, muchas de ellas derivadas del petróleo, que tienen la propiedad química de disolver la suciedad.

Los jabones, al igual que los detergentes son tensoactivos (surfactantes) es decir, reducen la tensión superficial de las moléculas de agua, permitiendo que las grasas (suciedad) emulsionen con el agua y desaparezcan con el aclarado.

Los tensoactivos pueden ser aniónicos (son los más utilizados a nivel doméstico), catiónicos (tienen propiedades desinfectantes, aunque no lavan tan bien), no-iónicos (empleados con frecuencia para vajillas, no forman mucha espuma), anfotéricos (utilizados en champús y cremas para usar sobre la piel).

El jabón natural es un tensoactivo aniónico. De manera general, se utiliza el término "detergente" para referirse a un producto limpiador que no contiene sustancias antimicrobianas. Los productos de limpieza usuales son detergentes Utilizar un detergente, es hacer que una superficie esté visualmente limpia sin que por lo tanto esté libre de microorganismos.

Clasificación de los detergentes según su comportamiento para disolver la suciedad:

Detergentes alcalinos o básicos

Detergentes ácidos

Detergentes neutros

Eliminan básicamente Eliminan la suciedad Eliminan la tensión la suciedad, grasas, mineral: cemento, superficial del agua y ceras ... óxido... la suciedad que contenga poca o ninguna materia grasa

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2.7.2. Limpiadores y productos de mantenimiento

Son productos cuya finalidad principal es la limpieza y el mantenimiento de objetos y superficies del lugar, como suelos, maderas, plásticos, sanitarios, cristales, azulejos, metales, cueros, etc. Existe una gran cantidad de productos de mantenimiento y limpieza, de acuerdo con la finalidad de su uso (friegasuelos, abrillantadores, desatascadores, limpiacristales, ambientadores, limpiametales, quitagrasas, etc.).

2.7.3. Desengrasantes

Como su propio nombre indica, se usan en superficies manchadas de grasa y aceite. El desengrasante es un producto de gran potencia y efectividad que, dada su especificidad, deberá usarse en contadas ocasiones.

2.7.4. Lejía

Es un producto muy eficaz que actúa rápidamente y con gran duración en el tiempo. La lejía es muy utilizada por su gran poder desinfectante. Nunca debemos usar lejía en suelos de madera o parquet, ni mármol.

2.7.5. Abrillantadores

Los abrillantadores embellecen los muebles dándoles una apariencia limpia y lustrosa. Los principales abrillantadores son a base de ceras, que pueden ser de origen animal, sintético o vegetal, ofreciendo máximo brillo y protección a cualquier superficie. Tipos de ceras abrillantadores: – Cera al agua: Se utiliza en los suelos de terrazo, loseta y mármol y, por tanto, no es válida para el embellecimiento de muebles. – Cera a la grasa: Se utiliza para mantener limpios los suelos de parquet. – Cera para muebles: Ofrece brillo y protección a los muebles, por lo que es el material que habrá que tener más a mano para limpiar el mobiliario.

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2.7.6. Limpiacristales

Se aplican en ventanas, apliques, espejos, etc. siendo un producto de uso generalizado y con buena capacidad de limpieza. Se pulverizan, se dejan secar y posteriormente se retiran con una bayeta seca.

2.7.7. Limpiavidrios Agua con jabón. Con esta sencilla mezcla se logran vidrieras limpias.

(Nota aclaratoria: La diferencia entre cristal y vidrio es una cuestión de orden. En el cristal sus componentes, átomos y moléculas, están dispuestos conforme a un sistema ordenado siguiendo unas leyes perfectamente establecidas, lo que da lugar a formas definidas con ejes y planos de simetría; en el vidrio no están sujetos a reglas, están dispuestos de forma aleatoria. Los cristales los crea la naturaleza y se pueden encontrar en diferentes formas, como por ejemplo, el cuarzo. La mayoría de los cristales se forman a partir de la cristalización de gases a presión en la pared interior de cavidades rocosas, en cambio, aquello que se fabrica fundiendo principalmente arena de sílice, es vidrio. Existen, sin embargo, vidrios creados por la naturaleza siguiendo el mismo procedimiento de fundición: como la obsidiana, llamada también vidrio volcánico, que se forma por el calor generado en el interior de los volcanes; o las fulguritas, que es el resultado de la caída de un rayo en la arena. Los envases para alimentación, botellas y tarros, son siempre de vidrio. Se fabrican en hornos industriales que funden arena de sílice, carbonato de sodio y caliza a unos 1500°C. Actualmente, gracias a que el vidrio se puede reciclar íntegramente, es decir, volver a fundir sin pérdida de cantidad ni calidad, los fabricantes de envases de vidrio también incorporan vidrio reciclado – casco o calcín – en sus hornos para crear nuevos envases, de esta manera se ahorra materia prima y energía. A algunos vidrios, se les añaden determinados metales, como el plomo, para que sus propiedades en cuanto a brillo, sonoridad y peso sean muy parecidas a las de los cristales. Éste es el caso de la vajilla de vidrio, aunque es vidrio lo llamamos cristal. Y esta confusión permanece porque la legislación admite denominar cristales a este tipo de vidrios. En concreto la legislación española admite llamar cristales a los vidrios que incorporan en su composición al menos el 24% de óxido de plomo, aunque en rigor siguen siendo vidrios, se denominan cristales.)

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2.7.8. Limpiametales

Los metales necesitan una buena conservación que los proteja de la corrosión provocada por líquidos, del paso del tiempo, etc. Para ello tenemos limpiametales en crema que consiguen un buen resultado. Se aplican sobre aquellos metales en los que no se puede utilizar detergente neutro. Se pueden aplicar sobre todo tipo de estructuras de metal: puertas, barandillas, rejas, etc. Se aplican, se dejan secar y a posteriori se lustran.

2.7.9. Limpiamuebles

Son productos que suelen venir en forma de spray o de crema y que eliminan la suciedad y el polvo acumulado en los muebles. Se usan fundamentales para hacer una buena conservación y embellecimiento de los muebles. Son los capta-polvo, se deben aplicar diez minutos antes de su uso directamente a la bayeta, se utiliza para mobiliario no lavable. No obstante, pueden ser sustituidos por una bayeta humedecida en solución de detergente neutro.

2.7.10. Quitamanchas

Usados principalmente para limpiar moquetas y tapices de manchas comunes de café, tinta, etc. Pueden ser en crema o pulverizadores.

2.7.11. Productos que eliminan la cal

Que se forma por el agua en urinarios, duchas, inodoros, etc. Son capaces de destruir la cal y el sarro de una manera eficaz. Deben ser usados con cuidado.

2.7.12. Ambientadores

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Normalmente en forma de spray. Con los ambientadores se consigue un agradable olor a limpio que provoca que la sensación de limpieza. Son productos a utilizar después de haber limpiado, vaporizando en pequeñas cantidades para evitar saturaciones. No se deben aplicar si la limpieza se ha realizado con detergentes olorosos. Son aconsejables en aseos los productos bacteriostáticos mediante sistemas de descarga secuencial, que permiten la ralentización del crecimiento bacteriano, además de una buena odorización.

2.8. DESINFECCIÓN DE MOBILIARIO La desinfección actúa sobre la superficie, sobre los gérmenes depositados en ella, y en profundidad, lo cual quiere decir que actúa sobre los gérmenes que han penetrado en el interior de los objetos.

Descontaminación: permite reducir el volumen de gérmenes de 10 a 5, es decir, a la mitad. Desinfección: permite reducir el volumen de gérmenes de 10 a 2. Esterilización: elimina todos los microbios.

La lejía (hipoclorito sódico): La acción desinfectante del cloro precisa el contacto directo con la superficie a desinfectar, por este motivo no deben quedar rastros de detergente ni de suciedad. Para desinfectar utensilios de uso alimentario hay que utilizar una lejía específica que permita esa utilización y seguir las instrucciones de uso. Estas soluciones desinfectantes debemos dejarla en contacto con la superficie 10 minutos de contacto mínimo para obtener un resultado óptimo, ya que la obtención del mismo no es inmediata, antes de su lavado con agua, ya que tarda en hacer efecto unos 15 -30 minutos. El agua para diluir la lejía debe estar fría (máximo 10 grados), de lo contrario el proceso de desinfección es mucho menor. La disolución de uso varía entre 1:10, es decir 1 litro de lejía por 9 de agua, para zonas de alto riesgo y 1:50, 9,8 litros de agua por cada 200 ml de lejía, para zonas de riesgo medio, partiendo de una concentración de 40 g/l. La lejía se inactiva en presencia de materia orgánica, por efecto de la luz solar, por altas temperaturas y por ph ácido. Corroe los metales oxidables

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como el hierro o el níquel y es incompatible con derivados catiónicos y productos liberadores de oxígeno activo. Fenoles (cresoles): Los derivados metilados del fenol son los cresoles, de los que se derivan el ortofenilfenol, ortobencilfenol, triclosán. Son poco solubles en agua, por ello se mezclan con jabones y lejías, así se obtienen emulsiones densas y estables. Su acción es rápida entre 10 y 15 minutos y la concentración a utilizar es de 1 al 5%. No deben ser utilizados en superficies donde se preparan alimentos ya que son tóxicos y muy corrosivos pudiendo alterar la lana, el algodón, cobre… Son incompatibles con derivados catiónicos y algunos no iónicos. Se degrada con la luz ultravioleta. Asociación de aldehídos: Producto bactericida utilizado en limpieza y desinfección de zonas de alto riesgo y material metálico. La dilución de uso es de 0,5 al 1% para que no sea irritante a los ojos y piel. El tiempo de acción es de 30 minutos con un contacto mínimo de 10. La dilución siempre será en agua fría y justo en el momento de su utilización. Se utiliza de tres formas: o Formaldehido: usado en solución acuosa al 40% para la desinfección de superficies. No debe mezclarse con desinfectantes que contengan yodo por su alta toxicidad que lo convierte en cancerígeno. o Glutaraldehido: se presenta en solución acuosa al 2% y se usa para la desinfección de objetos sensibles al calor, es un esterilizante químico. Su efectividad está condicionada a una dilución entre 1,5 y un 3%. No se utiliza en la desinfección de superficies debido a su gran toxicidad, pero sí en material sanitario como equipos de anestesia. o Glioxal: Glioxal 40% es un líquido incoloro a amarillo pálido y transparente que hierve a 104 °C. Se utiliza más ampliamente como un agente de reticulación en la producción de resinas para planchado permanente de textiles, de pegamentos y adhesivos resistentes a la humedad, así como aglutinantes de fundición resistentes a la humedad. Glioxal 40% también se utiliza para mejorar la resistencia en húmedo del papel y la resistencia a la humedad del cuero. Alcoholes: El alcohol etílico y alcohol isopropílico son altamente efectivos en la eliminación de bacterias en su forma vegetativa. Son tuberculicidas, fungicidas y virucidas. Su máxima actividad se obtiene al 70% de concentración, son inflamables y no se pueden utilizar en materiales metálicos por su poder de oxidación.

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Estos alcoholes sólo funcionan en superficies limpias y se inactivan en presencia de materia orgánica. Detergentes sintéticos con poder desinfectante: hablamos de los detergentes aniónicos y catiónicos, no dejan manchas y no son corrosivos y no deben usarse como desinfectantes de alto nivel. Otros desinfectantes: Son los basados en oxígeno activo y la asociación de aminas terciarias y amonios cuaternarios. Estos productos se pueden utilizar en todo tipo de superficies, aparatos y utillaje. En todo caso debemos rotar los desinfectantes para evitar la formación de cepas resistentes.

Utilización de detergentes y desinfectantes

Instrucciones: Deben guardarse en envases o recipientes cerrados y debidamente identificados y etiquetados, nunca en envases de alimentos ya utilizados. Se guardarán en locales o armarios cerrados con llave, destinados a tal fin y lo más lejos posible de áreas de almacenamiento y preparación de alimentos. Su manejo se permitirá solo a la persona responsable de su uso. Se guardarán las fichas técnicas de los productos, y estos deberán poseer su número de autorización para uso alimentario (RD 770/1999, Reglamentación Técnico-Sanitaria para la elaboración, circulación y comercio de detergentes y limpiadoras). Se guardarán las medidas de precaución en su uso para evitar accidentes.

2.9 DOSIFICACIÓN Y TIPO DE DOSIFICADORES Para un adecuado uso de los productos de limpieza tendremos en cuenta la cantidad a utilizar (dosificación) con cada producto y los riegos que debemos prevenir.

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Se entiende por dosificación la cantidad de producto necesaria para la limpieza óptima de un determinado objeto o para el aseo personal del usuario. Para facilitar el cálculo de dicha cantidad existen los dosificadores, que son dispositivos y elementos incorporados al envase del producto de limpieza, que ayudan a elegir la cantidad exacta necesaria para la limpieza. Muchos de los diferentes productos de limpieza tienen dosificadores que ajustan la cantidad que hay que mezclar con agua o que hay que aplicar directamente sobre la superficie.

Clasificación de dosificadores

Las botellas que incorporan una dosificación manual, con el fin de la pulverización del producto. Los productos concentrados con tapón dosificador, que permiten incorporar en el agua a dosificación exacta. Los productos instalados en la red de agua (p.e.: tratamientos para la salmonela).

2.10 RIESGOS POR MALA UTILIZACIÓN

El manejo de cualquier sustancia conlleva un riesgo que será mayor o menor en función de nuestro conocimiento sobre el propio producto y de las precauciones específicas para su uso. Por ello, las medidas preventivas deben ser la norma en toda actuación o manejo de productos tóxicos y de limpieza.

Efectos de la mala utilización:

Efectos locales: debidos normalmente a fenómenos irrititativos, sobre todo en ojos y vías respiratorias. En contacto con la piel pueden producir quemaduras leves y enrojecimiento hasta cuadros graves de dermatitis de contacto. En el aparato digestivo se pueden dar cuadros de gastritis agudos, gastroenteritis tóxicas e incluso hemorragias digestivas. Efectos generalizados: En muchos casos debidos a fenómenos tóxicos a nivel celular, que pueden afectar al sistema nervioso central y periférico, al corazón y a los riñones.

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Efectos agudos: que pueden ir acompañados de pérdida de consciencia. Efectos crónicos: afectan a lo largo del tiempo y pueden llegar a ser el motivo de incapacidades permanentes.

2.11 ALMACENAMIENTO DE PRODUCTOS DE LIMPIEZA

Debemos tener en cuenta que estos productos contienen sustancias químicas y por tanto pueden reaccionar entre sí, emitir gases peligrosos o provocar incendios o explosiones.

o

Guardar en los lugares de trabajo únicamente la cantidad de producto que vayamos a utilizar diariamente.

o

Almacenar las sustancias peligrosas debidamente separadas, agrupadas por el tipo de riesgo que pueden generar y respetando las incompatibilidades que existen entre ellas.

o

Mantener alejados los productos que pueden reaccionar entre sí.

o

Elegir el recipiente adecuado para el almacenamiento de cada sustancia química.

o

No guardar líquidos peligrosos en recipientes abiertos.

o

Las temperaturas varían el estado de los envases, debe revisarse periódicamente el envase y mantenerlo protegido del sol y de las bajas temperaturas.

o

Colocar en las zonas bajas de las estanterías los productos más voluminosos y los más utilizados

o

Todos los envases deben tener su correspondiente etiqueta.

o

No almacenar mucho producto, es preferible realizar pedidos cada poco tiempo, a menor producto almacenado menor riesgo.

o

No apilar demasiadas cajas.

o

Disponer de buena ventilación, sobre todo en los lugares donde se almacenen sustancias tóxicas o inflamables.

o

Nunca almacenar dentro o sobre cuadros eléctricos.

o

Las estanterías estarán sujetas a la pared y entre sí y las baldas serán de tipo bandeja para evitar posibles derrames. Curso de preparación de oposiciones de PERSONAL SERVICIOS

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2.12 ETIQUETAJE DE LOS PRODUCTOS DE LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN No se puede comenzar con la limpieza del mobiliario y el empleo de los distintos productos de limpieza si se desconoce la simbología y nomenclatura que definen las características más importantes de estos en cuanto a su composición, grado de toxicidad, etc.

2.12.1. La etiqueta Te informa sobre el producto y sus riesgos, evitando errores al usarlo. La etiqueta incluye, además del nombre de la sustancia y los datos del fabricante, los pictogramas, las frases H y las frases P.

Un pictograma de peligro es una imagen adosada a una etiqueta que incluye un símbolo de advertencia y colores específicos con el fin de transmitir información sobre el daño que una determinada sustancia o mezcla puede provocar a la salud al medio ambiente. o El Reglamento CLP ha introducido un nuevo sistema de clasificación y etiquetado de las sustancias químicas peligrosas en la Unión Europea. Los pictogramas también han sido modificados y son conformes al Sistema Globalmente Armonizado de las Naciones Unidas.

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Características:

Explosivos: Sustancias y preparados sólidos, líquidos, pastosos o gelatinosos, que incluso en ausencia de oxígeno atmosférico pueden reaccionar de forma exotérmica. Comburentes: Sustancias y preparados que en contacto con otras sustancias (inflamables) producen una reacción fuertemente exotérmica. Inflamables: Sustancias que pueden calentarse e inflamarse en el aire a temperatura ambiente, sin aporte de energía. Tóxicos: Sustancias que por inhalación, ingestión o contacto con la piel en pequeña cantidad pueden provocar efectos agudos o crónicos, e incluso la muerte. Nocivos: Sustancias y preparados que por inhalación, ingestión o contacto con la piel pueden provocar efectos agudos crónicos. Corrosivos: Sustancias y preparados que en contacto con tejidos vivos pueden ejercer acción destructora de los mismos. Irritantes: Sustancias y preparados no corrosivos que, en contacto breve, prolongado o repetido con la piel o mucosa pueden provocar una reacción inflamatoria. Peligro para el medio ambiente: Sustancias y preparados que son tóxicas y contaminantes para la fauna, flora, capa de ozono.

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Las frases R de riesgo pasan a ser indicaciones de peligro H (de Hazard, peligro), agrupadas según peligros físicos, peligros para la salud humana y peligros para el medio ambiente. Hay, además, unas indicaciones “suplementarias” para cubrir ciertos tipos de peligros no contemplados en las indicaciones provenientes del GSA. Delante de la H correspondiente, llevan las siglas EU y están agrupadas según propiedades físicas y propiedades relacionadas con efectos sobre el medio ambiente. Dentro de este apartado también se incluyen elementos suplementarios o información que deben figurar en las etiquetas de determinadas sustancias y mezclas y una regla particular para el etiquetado de productos fitosanitarios. Finalmente, para algunas indicaciones de peligro se añaden letras al código de tres cifras, usándose unos códigos adicionales para concretar unas advertencias no contempladas en las otras indicaciones. Existe una lista de equivalencias entre R y H, aunque dicha equivalencia no es completa. Hay frases R sin frase H equivalente y, al revés, frases H que no son equivalentes a ninguna frase R. La mayoría de “no equivalencias” corresponden a la propiedades físicas (quimicofísicas) que se han tomado de la legislación internacional sobre transporte de mercancías peligrosas, para evitar las diferencias

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formales existentes entre el etiquetado del embalaje, necesario para su transporte, de la etiqueta pegada al recipiente de cara al usuario.

Las frases S de seguridad pasan a consejos de prudencia P que se agrupan en generales, de prevención, de respuesta, de almacenamiento y de eliminación. En total existen más de 100 consejos de prudencia. En la tabla anterior, a partir de las clases y categorías de peligro, se presenta la correspondencia de los nuevos elementos armonizados de la etiqueta con los antiguos, incluyendo las palabras de advertencia (peligro - atención) que se asignan a cada categoría de peligro. En la etiqueta figuran todos los consejos de prudencia correspondientes, en principio con un máximo de 6, excepto aquellos que resulten claramente innecesarios. En el caso de suministrarse al público en general, deberá constar un consejo de prudencia relativo a su eliminación, así como a la del envase, excepto que su eliminación no presente un peligro para la salud humana y para el medio ambiente.

2.12.2. Ficha de datos de seguridad de los productos

Una ficha de datos de seguridad (FDS) es un documento que indica las particularidades y propiedades de una determinada sustancia para su uso más adecuado. El principal objetivo de esta hoja es proteger la integridad física del operador durante la manipulación de la sustancia. Esta hoja o ficha contiene las instrucciones detalladas para su manejo y persigue reducir los riesgos laborales y medioambientales. Está pensada para indicar los procedimientos ordenadamente para trabajar con las sustancias de una manera segura. Las fichas contienen información física del producto como, por ejemplo, su punto de fusión, punto de ebullición, etc.; también incluyen su toxicidad, efectos a la salud, primeros auxilios, reactividad, almacenaje, disposición, protección necesaria y, en definitiva, todos aquellos cuidados necesarios para manejar los productos peligrosos con seguridad. El formato de estas fichas puede variar dependiendo de su fabricante o según las legislaciones de los diferentes países. Muchos productos incluyen obligatoriamente su ficha de seguridad en la propia etiqueta. Estas también incluyen, además de los riesgos a la salud, los riesgos medioambientales. Las etiquetas contienen diversos símbolos de peligro

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estandarizados para su rápida identificación y frases de riesgo y seguridad según las convenciones locales. Las fichas de seguridad no están tanto pensadas para un consumidor general puntual como para los riesgos en el trabajo, ya que hay muchos productos que son utilizados diariamente por profesionales. Esto origina que los riesgos aumenten considerablemente.

Información de la ficha de seguridad: •

Identificación de la sustancia o preparado y de la sociedad o empresa.

•

Composición/información sobre los componentes.

•

Identificación de los peligros.

•

Primeros auxilios.

•

Medidas de lucha en caso de incendio.

•

Medidas en caso de vertido accidental.

•

Manipulación y almacenamiento.

•

Controles de exposición y protección personal.

•

Propiedades físicas y químicas.

•

Estabilidad y reactividad.

•

Información toxicológica.

•

Consideraciones relativas a la eliminación.

•

Información relativa al transporte.

•

Información reglamentaria.

No debemos confundir las fichas de datos de seguridad con las fichas técnicas, que son documentos de presentación comercial de los productos químicos.

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3 LIMPIEZA DE ZONAS 3.1 LIMPIEZA DE HABITACIONES

Procedimiento de limpieza de la habitación:

Preparar la solución respetando la dosificación de los productos a utilizar, situando estos productos en el carro. Previo al uso de desinfectante la superficie debe ser limpiada con detergente, así se eliminan restos que puedan inactivar el desinfectante. Utilizar los cubos en función de su código de color. Ventilar la habitación y colocar los elementos en su lugar. Quitar residuos y realizar barrido húmedo. Limpiar con paño azul impregnado en solución desinfectante el entorno del usuario. Se limpiarán los aseos y se finalizará con el fregado de doble cubo, iniciado en la habitación y finalizado en el aseo. Se efectuará limpieza de las áreas de las cortinas que estén sucias, en caso de no ser suficiente se desmontarán para enviarlas a lavar.

3.2 LIMPIEZA DE PASILLOS Y VESTÍBULOS

Vaciar las papeleras. Quitar el polvo de las mesas, asientos, mostradores, objetos decorativos, … Repasar paredes y puertas. Barrido en húmedo. Aspirado o limpieza de alfombras. Fregado de suelo mediante sistema de doble cubo.

Cuando se limpien los techos el orden será: techos->paredes desde arriba hacia abajo->suelos.

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3.3 LIMPIEZA DE CRISTALES Y VENTANAS

Limpiaremos cada dos meses los cristales exteriores una vez al mes lo interiores, utilizando agua, detergente neutro y rastrillo, se puede utilizar limpiacristales.

Procedimiento:

Limpiar los marcos Limpiar las persianas: Limpiar las persianas por dentro es sencillo, con bajarlas y pasarles un paño húmedo con un poco de detergente es suficiente. Pero limpiarlas por fuera es muy complicado, si se puede quitar la tapa del tambor de la persiana podemos subirla del todo y subidos en una escalera (siempre con la ventana cerrada) ir limpiando la persiana según la vamos desenrollando. Limpiar los cristales: - Quitamos el polvo. - Pasamos por la ventana un paño suave, que no deje pelusas, mojado en el agua con detergente o con el limpiador de aluminio. - Pasamos otro paño húmedo (solo con agua) para aclarar y por último, secamos con papel absorbente. - Al limpiar los cristales interiores debe ponerse una esponja debajo del rastrillo para que las gotas no caigan al suelo. Si después de este proceso quedan manchas muy marcadas, se puede volver a limpiar con amoniaco rebajado con agua. Por cada litro de agua, echamos media taza de amoniaco. Como es un producto abrasivo, tenemos que acordamos de utilizar guantes para las manos no sufran. En el caso de que las manchas sean de grasa, pinturas o aceite y no se quiten con el amoniaco podemos recurrir a una mezcla casera: agua con vinagre y alcohol medicinal. Con esta mezcla repetimos el proceso: limpiamos con un paño suave, aclaramos con otro paño y secamos con papel absorbente. Para quitar ralladuras de las ventanas de aluminio no tendremos más remedio que lijar los marcos y pulir con cera pulidora.

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3.4 LIMPIEZA DE TECHOS Y PAREDES Comenzaremos siempre por el techo, después las paredes, de arriba hacia abajo finalizando con la limpieza del suelo. La frecuencia dependerá de las instalaciones que estemos limpiando, así los baños y los vestuarios los limpiaremos semanalmente y las paredes en general dos veces al año. En las paredes no lavables eliminaremos el polvo una vez al mes con mopsec, producto atrapapolvo o aspirador. Las manchas serán eliminadas con un trapo húmedo y detergente neutro, probando primero en lugar no visible a fin de asegurarnos no deteriorar la pintura.

Las paredes lavables se lavarán con agua y detergente neutro o alcalino una vez al mes, utilizaremos tubo telescópico con mojador y rastrillo.

Para las zonas alicatadas utilizaremos el mismo sistema que para las paredes lavables, pero respecto a la limpieza el desmanchado se realizará a diario y la limpieza a fondo una vez al mes.

La limpieza de los techos se puede realizar: o o

Manualmente: con agua tibia y detergente neutro, a ser posible bactericida y fungicida. A máquina: mediante equipo de chorro de agua con detergente ligeramente alcalino que será aspirado inmediatamente por la misma máquina.

Para la limpieza de los sistemas de alarmas retiraremos el dispositivo quitando la tapa superior que tapa el sensor y limpiaremos el polvo suavemente con una brocha, para finalizar utilizaremos aire a presión colocando acto seguido la tapa.

3.5 LIMPIEZA DE DESPACHOS

Se limpiarán una vez al día y el orden será:

1º. Comprobación de luces-> funcionamiento y control de apagado al final de la jornada.

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2º. Apagado del aire acondicionado. 3º. Vaciado de papeleras. 4º. Ventilación del despacho mediante la apertura de las ventanas y cerrando las puertas para evitar corrientes. 5º. Limpieza del polvo. 6º. Repasado de puertas y paredes. 7º. Aspirar las alfombras. 8º. Fregado del suelo con el sistema de doble cubo. 9º. Dejar todo colocado y en orden.

3.6 LIMPIEZA DE SALAS DE ESTAR

Son lugares de paso y espera, lo que significa más suciedad acumulada. Se limpiarán, como mínimo una vez al día, el orden será:

1º. Vaciado de papeleras. 2º. Ventilación mediante la apertura de las ventanas y cerrando las puertas para evitar corrientes. 3º. Limpieza del polvo. 4º. Repasado de puertas y paredes e interruptores de la luz. 5º. Barrido del suelo en húmedo. 6º. Fregado del suelo con el sistema de doble cubo. 7º. Dejar todo colocado y en orden.

3.7 TÉCNICAS DE LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN DE ASEOS

3.7.1. Introducción

Los aseos suelen ser los espacios donde más suciedad se genera. Una correcta limpieza de estos evitará daños en la salud de las personas. Debe tenerse en cuenta que hay dos tipos de suciedades: -

La suciedad grasa, que se elimina con agua y detergente neutro o ligeramente alcalino.

-

La suciedad mineral, se limpia con detergente ácido y siempre después de haber eliminado la suciedad grasa, esto se debe a que el detergente ácido necesita penetrar bien en las manchas para ser efectivo con la

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suciedad mineral y si no hemos eliminado previamente la grasa esta actúa como barrera.

Si fuera conveniente se utilizará detergente desinfectante.

Las operaciones a realizar son: -

Limpieza de mamparas.

-

Limpieza de urinarios.

-

Limpieza de inodoros.

-

Limpieza de lavabos.

-

Limpieza de espejos.

-

Llenado de distribuidores de jabón, reposición de toallas, papel,…

-

Fregado con mopa y detergente neutro o desinfectante, en caso necesario.

3.7.2. Material a utilizar

-

Carro de mopa.

-

Bayeta universal.

-

Estropajo.

-

Guantes de goma.

-

Espátula.

-

Hisopo.

-

Carrito para transportar los objetos de limpieza.

-

Detergente neutro o ligeramente alcalino con pulverizador.

-

Detergente ácido con pulverizador.

-

Detergente desinfectante.

3.7.3. Procedimiento y orden a seguir

-

Reposición de jabón, toallas, papel.

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-

Uso de espátula

-

Vaciado de papeleras.

-

Echado de agua en el inodoro.

-

Dejar correr el agua de los inodoros.

-

Rociar con solución de detergente neutro o desinfectante los inodoros por dentro y los azulejos de alrededor de los urinarios.

-

Rociar con jabón los lavabos, grifos, espejos, pomos de puertas, etc.

-

Frotar y secar con estropajo o bayeta el lavabo, espejo, grifería, etc.

-

Secar la grifería.

-

Frotar el interior con una escobilla o hisopo.

-

Limpiar por dentro y por fuera y secar.

-

Recoger residuos gruesos con haragán/rastrillo de suelos.

-

Fregar el suelo con carro mopa y detergente neutro o desinfectante.

-

Una vez a la semana se limpiarán con detergente ácido el inodoro, urinarios, etc.

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3.7.4. Aparatos sanitarios y complementos de un aseo

El aseo se compone de una serie de elementos que necesitan de una limpieza correcta y organizada.

Inodoro El inodoro es el elemento que más suciedad suele acumular en cualquier aseo, ya que cumple una función muy concreta: evacuar los excrementos hacia la red de saneamiento, impidiendo olores. Para dejar en perfecto estado de desinfección un inodoro, habrá que actuar sobre el conjunto de una manera eficaz: la cisterna, la taza, etc. Debe limpiarse periódicamente.

Bidé El bidé es un recipiente bajo con agua corriente y desagüe hecho generalmente con porcelana o loza y fabricado para que los usuarios se laven las partes íntimas e incluso los pies. Debe limpiarse periódicamente.

Cabina de ducha y bañera La cabina de ducha es una ducha con su plato rodeada por una mampara de vidrio o plástico que protege la intimidad del usuario evitando salpicaduras fuera del plato. La bañera se combina con la ducha de tal manera que sirve tanto para que el usuario se duche como para que tome un baño, estando a su vez protegida por una cortina o una mampara que evite salpicaduras. Tanto el plato de ducha como la bañera a deben desinfectarse y cuidarse al máximo, evitando así los contagios e infecciones. Deben limpiarse periódicamente.

Lavabo El lavabo es un elemento esencial del cuarto de aseo compuesto normalmente por una pila, grifería y un pie anclado al suelo. Proporciona limpieza personal al usuario (limpieza de dientes, de cara y manos, afeitado, etc.). En el lavabo suele concentrarse suciedad adherida que proviene de su continua utilización (pelos, resto de pasta de dientes, restos de espuma de afeitar, etc.). Debe

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ser limpiado periódicamente y prestando especial atención a la pila, la grifería y el pie.

Espejos En muchos cuartos de aseo se encuentran espejos. Para su limpieza deben utilizarse útiles adecuados (paños limpios) y con productos específicos de calidad (limpiacristales).

Otros aparatos y elementos Grifería: Por su continua exposición al agua padece los rigores de la humedad, con lo que puede aparecer desde moho a oxidación de sus piezas. Para evitar las llamadas huellas de agua, la grifería debe ser secada cuidadosamente tras cada limpieza del aseo. La grifería cromada se limpiará echando limón en un paño y frotando con el mismo.

Secamanos: Son unos artilugios que expulsan una gran cantidad de aire con la que secar las manos del usuario del aseo. La labor de los limpiadores será la de que el aparato permanezca limpio.

Dispensadores: Consisten en un reciente en el que se acumula o bien jabón liquido o bien papel de manos para ayudar al usuario a conseguir una mejor higiene personal en el aseo. Hay que cuidar que siempre estén limpios y rellenos.

Papeleras: Muy importantes, porque en ellas se deposita una gran cantidad de suciedad y, por ello, deben ser conservadas en buen estado, retirando periódicamente su contenido. Pueden ser de plástico o de metal. Ambas necesitan de un cuidado especial para que estén limpias.

3.7.5. Técnicas de desinfección de inodoros, baños, duchas y bidé

A la hora de limpiar un aseo existen cuatro elementos fundamentales para que la higiene sea total:

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El inodoro El lavabo La ducha El bidé

Los primero que se debe hacer antes de iniciar cualquier trabajo en un aseo es apartar los objetos que se encuentran sobre el bidé, la bañera o el inodoro para lograr así tener despejada el área sobre la que se va a realizar la labor, y con ello, ganar en tiempo y comodidad.

En segundo lugar, se deberán vaciar las papeleras, en las que se acumula

También es importante retirar el polvo y cualquier otro tipo de suciedad de los techos altos y paredes, porque pueden volver a ensuciar lo que ya se ha limpiado.

Limpieza de la bañera o el plato de ducha El limpiador deberá retirar los residuos que se suelen alojar en su base (arenilla, pelos, restos de champú, etc.) para lo que usará una esponja y un producto específico para frotar el esmalte. Tras ello enjuagará la superficie con agua en abundancia. Para la grifería se debe usar un cepillo pequeño que posibilita limpiar toda la superficie, evitando la acumulación de sarro con un producto antical. Se limpiará con un paño y de manera suave para evitar arañar los grifos. Finalmente se debe secar con mucha precisión las juntas y luego pasar un paño con desinfectante con olor agradable hasta que queden visiblemente limpias. Tras esto, se aclara con agua y se seca bien. La alternativa a las cortinas es la mampara de ducha. Su limpieza consistirá en retirar cada día los posibles restos (normalmente de jabón) con agua y limpiar con un desinfectante de buen olor.

Limpieza del bidé y del lavabo Una vez terminada la bañera, se pasa al bidé y al lavabo. Se limpia igual que la bañera y el plato de ducha, esto es: usar el producto específico para el esmalte y

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frotar con una esponja hasta lograr una buena limpieza, teniendo mucho cuidado de no usar estropajos o productos abrasivos, ya que pueden dañar la superficie. Después de esto se aclara con agua en abundancia. Para acabar se limpia la grifería de la misma manera que en la bañera o el plato de ducha.

Limpieza y desinfección de inodoro Los inodoros son elementos que pueden acumular grandes dosis de suciedad y gérmenes debido a su función de recogedor/evacuador de excrementos.

La limpieza del inodoro se divide en tres fases:

1.- Limpiar la cisterna: Independientemente de si es alta o baja, actuando en su sistema de llenado al menos una vez cada mes, limpiando con una escobilla de palo largo el fono del tanque. A continuación, levantar el flotador y desaguar. Tras esto, frotar fuertemente con un paño y desinfectante y terminar por introduciendo una pastilla clorada para una mayor conservación de la limpieza.

2.- Limpiar la taza: En primer lugar se tira en repetidas ocasiones de la cisterna, se rocía la taza con lejía y se espera a que actúe. Tras esto, usar una escobilla de WC para frotar el interior (las paredes) de la taza. Por último, dejar que corra el agua. En el caso de encontrar sarro en la taza, no quedara más remedio que frotar con una esponja y un producto en polvo o crema y base abrasiva para lograr la máxima desinfección.

3.- Limpiar la parte exterior del inodoro: Pasando un paño con un producto desinfectante y aclarando. No se deben olvidar las tapas ni el exterior de la cisterna para que quede todo perfectamente limpio. Siempre que se limpia un aseo. Se debe señalar convenientemente a los usuarios (mediante señales en el suelo, por ejemplo) que no es posible acceder al recinto, para evitar así que interrupciones en el trabajo y posibles daños (caídas, inhalación de gases, etc.) ocasionados por los productos de limpieza.

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Si es posible se trabajará en momentos en los que el tránsito de personas sea menor para lograr un mejor acabado de la limpieza.

Limpieza de azulejos, espejos y otros materiales

Para acabar bien la labor, se han de limpiar correctamente los azulejos, suelos y demás materiales que completan el aseo.

¿Cómo actuar sobre los azulejos? Para dejar limpios y desinfectados los azulejos se mezclan amoniaco, alcohol y agua, usando un pulverizador para que la solución llegue bien a toda el área a desinfectar. Por último, secar con un trapo limpio. La forma de proceder a la limpieza es de forma horizontal, de derecha a izquierda o viceversa y de arriba hacia abajo, arrastrando así la suciedad y los gérmenes hacia el suelo.

¿Cómo dejar bien limpios los espejos del aseo? Tras rociar los espejos, se pasa un paño sin pelusa. Los cristales son, evidentemente, uno de los objetos del aseo que más dificultad va a presentar, por lo que la paciencia y el uso de materiales adecuados y efectivos son fundamentales. Por último, se deberá repasar mucho los bordes y esquinas, dejándolos bien limpios. La forma de proceder a la limpieza es de forma horizontal, de derecha a izquierda o viceversa y de arriba hacia abajo, arrastrando así la suciedad y los gérmenes.

La limpieza de suelos se realizará tras la limpieza y desinfección de todo el aseo. Primero se barrerá la superficie en profundidad y luego se fregará el suelo según su tipo. Es aconsejable el barrido húmedo en primer lugar y después el fregado con mopa de doble cubo.

La desinfección a través de la limpieza de las superficies se realiza a fin de combatir infecciones aerobias y concretamente las que tienen su origen en el polvo, la desinfección debe ser: Curso de preparación de oposiciones de PERSONAL SERVICIOS

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Metódica, es decir a través de una planificación que permita comprobar su realización y eficacia. Científica, utilizando el método y producto apropiado en función del germen a destruir. Completa pero no uniforme, lo que quiere decir la utilización del producto adecuado a cada elemento a limpiar.

3.7.6. Material consumible: identificación y reposición

En todos los aseos existen productos que, por su uso diario, deben ser repuestos periódicamente. Estos productos son:

a) Papel higiénico: siempre que se vaya a trabajar limpiando un aseo, se deberá llevar en el carrito varios rollos de este producto.

b) Papel de manos: es un material desechable, por lo que se repondrá siempre que sea necesario.

c) Jabón líquido: vienen en aparatos con su propio dosificador. Se repondrá periódicamente el jabón y se limpiarán los recipientes si estuvieran sucios.

d) Toalla de manos: en muchos aseos se sustituyen los papeles de manos por toallas, que por su uso se ensucian y deterioran. La función del limpiador será reponerlas en cuanto perciba que no están en buen estado.

e) Ambientadores: la única tarea va a ser la de reponerles en cuanto pierda su eficacia.

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3.7.7. Útiles necesarios y productos específicos

En el carro de trabajo se debe llevar, siempre que tenga que limpiar un aseo, útiles y productos específicos para su desinfección, ya que los aseos necesitan de una casi continua limpieza. Entre estos productos se encuentran los siguientes:

a) Escoba y cubo: fundamentales para nuestra tarea, porque eliminan la suciedad seca que se crea en cualquier superficie, como los aseos.

b) Recogedor: que complementa a la escoba.

c) Fregona: con la que, tras el barrido, se fregará el suelo del aseo.

d) Cepillo y esponja dura: con los que desincrustar la suciedad adherida.

e) Lavamanos: se rellenarán los dispensadores.

f) Guantes: para protegerse las manos del contacto con los productos abrasivos y de la suciedad acumulada.

g) Mascarilla: que se usará en caso de emplear materiales tóxicos.

h) Trapos: con lo que limpiar y dar brillo a los elementos de una manera rápida.

i) Bayetas: para secar las superficies.

j) Bolsas de basura: imprescindibles para eliminar la suciedad.

k) Detergente desinfectante: para dejar los suelos en perfecto estado y conseguir una total limpieza del suelo.

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l) Limpiadores específicos: desoxidantes, desinfectantes, etc. usados para dar limpieza y desinfección profesional a los inodoros, bidés o baños.

m) Equipo limpiacristales.

n) Productos antical: para eliminar la cal.

o) Ambientador: para proporcionar un ambiente agradable a los usuarios.

p) Papel higiénico, jabón, etc.: reponer.

q) Carro de materiales: si se llevan en un carro los productos y útiles necesarios, se evitará el tener que ir a buscar una u otra cosa.

r) Pulverizadores: para mezclar algunos productos con agua.

s) Lejía: muy utilizado por su alto poder desinfectante en inodoros. Hay que tener mucha precaución a la hora de su empleo y recordar que nunca se debe mezclar con otros productos de limpieza para evitar posibles intoxicaciones.

t) Amoníaco: solo utilizado en casos de suciedad extrema por su alto poder desinfectante. Además, debe ser usado con moderación por su alta toxicidad.

u) Productos quitasarro: para eliminar sarro, impurezas de juntas, grifería, etc.

v) Escobilla: que debe tener cierta longitud para limpiar en profundidad cisternas y tazas.

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