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Santuario...

Figuras Terrenales Realidades Celestiales

Estando consciente de lo agitada que es la vida moderna, con tan poco tiempo disponible para la lectura, he copiado intencionalmente, el mayor número posible de pasajes de las Escrituras para dar al lector la oportunidad de comparar mis comentarios con la palabra de Dios, aun sin tener a mano un ejemplar de la Biblia. El texto bíblico empleado en este libro corresponde a la versión Reina Valera Revisada de 1960. Sociedades Bíblicas Unidas. ã Copyright. William Barrero Sáenz, 1997. Derechos reservados Se prohibe la reproducción total o parcial de esta obra sin permiso del autor.

William Barrero Sáenz. Primera Edición 1997

Impreso por : Producciones San Rey. Medellín Colombia.

Diseño de portada : Enrique Urquijo.

Medellín Colombia.

Introducción ...............................................................

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1. Panorámica general del santuario ......................... 11 2. La puerta .............................................................

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¡Gracias !

3. El altar de los sacrificios .....................................

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A Dios, por colocar en mi corazón el deseo ardiente de investigar, entender y compartir el tema del Santuario. A los profesores de teología que me han orientaron a lo largo de mi carrera. A todos mis compañeros de curso que me animaron con sus oraciones y sugerencias a continuar adelante este proyecto y A Humberto Alvarado por su apoyo financiero.

4. La fuente (Lavacro) .............................................

58

5. La mesa de los panes .........................................

74

6. El candelero ........................................................

90

7. El altar del incienso ............................................ 106 8. El arca del pacto ................................................. 117 9. Cuatro pasos de la salvación en el santuario .... 134

CONTENIDO

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Así que a través del servicio del santuario, Dios podía acercarse y morar entre ellos, de esta manera, el pueblo de Israel podría comprender más plenamente quién era Dios y cómo es él realmente.

Introducción

“C

omo pueblo debemos ser estudiantes fervorosos de la profecía ; no debemos descansar hasta que entendamos claramente el tema del santuario” . 1 De esta manera el Dios del cielo nos invita a examinar cuidadosamente la doctrina del santuario puesto que en ella descansa "el fundamento de nuestra fe y nuestra esperanza “. 2 El pueblo de Israel había estado bajo el yugo de esclavitud de los egipcios durante cuatrocientos años. Todo este tiempo permaneció sometido a la cultura, las costumbres y la influencia de esta religión pagana. La concepción del verdadero Dios había sido distorsionada, el sistema legítimo de adoración había sido cambiado por uno falso y el conocimiento del plan de Dios para redimir al hombre había sido casi olvidado. A fin de revelar a Israel su verdadero carácter, Dios ordenó a Moisés : “ Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis ”. (Exo. 25 :8-9). El santuario fue hecho para que Dios pudiera habitar en el. El quiere morar con nosotros (Juan. 1 :14) ; a causa del pecado y la rebelión, el hombre no podía ver a Dios ni mantener una comunicación directa con él. 7

El diseño de este santuario debía ser una copia en miniatura del santuario que está en el cielo. Por medio del santuario terrenal, el Señor se proponía enseñar al pueblo de Israel las grandes lecciones del plan de la salvación, el inmenso amor de Dios por sus hijos, la obra redentora de Cristo como nuestro Salvador, intercesor y juez en el santuario celestial. Teniendo en cuenta que la simbología es un rama del saber teológico y que este hermoso edificio, no era un simple proyecto de arquitectura ; sino un cuadro vivo y poderoso que muestra los pensamientos de su diseñador ; intentaremos descubrir a la persona maravillosa de nuestro Señor Jesucristo en cada uno de los utensilios y elementos del santuario. Leyendo el libro del Éxodo, con todas las especificaciones relativas a la construcción y funcionamiento del santuario, algunos estudiosos del tema han tenido problemas para entender su propósito y significado. Al parecer, no encuentran justificación alguna para dedicar tiempo a las medidas en codos del tabernáculo y cada uno de sus muebles. Algunos de ellos han llegado a expresar que no entienden cómo el Dios de Israel dedicó tanto tiempo para detallar todo lo que tenía que ver con los materiales, las medidas, la ubicación y el manejo de cada uno de los instrumentos del santuario. Sin embargo, el diseño del tabernáculo del desierto con cada uno de sus utensilios y su función respectiva, están

en la Palabra de Dios, y si están allí, es porque Dios desea que dediquemos tiempo al estudio de los mismos, puesto que “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar” . (2. Tim 3 :16). “Dios mandó hacer el tabernáculo para darnos una lección objetiva de la verdad espiritual. Es la revelación de Cristo y su obra redentora ; es la historia del Evangelio. La persona de Cristo está gloriosamente delineada en todas sus partes desde el arca del pacto, en el lugar santísimo hasta las cuerdas y clavos más pequeños del atrio”. 3 Es a través del maravilloso diseño del santuario que Dios quiere explicarnos cómo maneja él el problema del pecado, cómo es que nos perdona y cómo es que nos convierte en personas santificadas para poder vivir con él por la eternidad. Reconociendo que el santuario terrenal y sus servicios es un asunto demasiado abarcante, este libro, lejos de pretender agotar tan fértil tema, se propone mostrar algunas aplicaciones espirituales que podemos encontrar en los siete elementos básicos del santuario construido por moisés, a saber : La puerta, el altar de los sacrificios, la fuente de bronce, la mesa de los panes de la proposición, el candelabro, el altar del incienso y el arca del pacto. Es mi sincero deseo que el inagotable manantial de inspiración y enseñanza que proporciona el santuario, sacie la más profunda sed de Dios del lector y le dé la necesaria “Libertad para entrar en el lugar santísimo por la sangre de Jesucristo”. (Hebreos. 10 :19 ).

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William Barrero

Sáenz.

____________________ 1. WHITE. Elena G. de. Cristo en su Santuario. Publicaciones Interamericanas, California. 1985. P. 22. 2. Ibid.. P. 12. 3. BLATTNER. E. F. El Tabernáculo. Miami Florida. Editorial Vida. 1980. P. 7.

Capitulo I

PANORAMICA GENERAL DEL SANTUARIO

“A

hora bien, aún el primer pacto tenía ordenanzas de culto y un santuario terrenal. Porque el tabernáculo esta dispuesto así :

en la primera parte, llamada Lugar Santo, estaban el candelabro, la mesa y los panes de la proposición. Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo, el cual tenia un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto ; y sobre ella los querubines de gloria que cubrían el propiciatorio ; de las cuales cosas no se puede ahora hablar en detalle” . (Hebreos. 9 : 1-5). “El tabernáculo fue construido desarmable, de modo que los israelitas pudieran llevarlo en su peregrinaje. Era por consiguiente, pequeño, de sólo cincuenta y cinco pies de ancho por dieciocho de ancho y alto. No obstante, era una construcción magnífica. La madera que se empleo en el edificio y en los muebles era de acacia, la menos susceptible al deterioro de todas las que había en el Sinaí. Las paredes consistían en tablas colocadas verticalmente, fijadas en basas de plata y aseguradas por columnas y travesaños ; y todo estaba cubierto de oro, lo cual hacía aparecer el edificio como de oro macizo. El techo estaba formado de cuatro juegos de cortinas ; el de más adentro era ‘de lino torcido, cárdeno, y púrpura y carmesí : y ... querubines de obra delicada’ (Éxo. 26 :1) ; los otros tres eran de pelos de cabras, de cueros de carnero teñidos de rojo y de cueros de tejones, arreglados de tal manera que ofrecían completa protección. El edificio se dividía en dos secciones mediante una bella y rica cortina, o velo, suspendida de columnas

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doradas ; y una cortina semejante a la anterior cerraba la entrada en la primera sección. Tanto estos velos como la cubierta interior que formaba el techo, eran de los más magníficos colores, azul, púrpura y escarlata, bellamente combinados, y tenían, recamados con hilos de oro y plata, querubines que representaban la hueste de los ángeles asociados con la obra del santuario celestial, y que son espíritus ministradores del pueblo de Dios en la tierra. El santo tabernáculo estaba colocado en un espacio abierto llamado atrio, rodeado por cortinas de lino fino que colgaban de columnas de metal. La entrada a este recinto se hallaba en el extremo oriental. Estaba cerrada con cortinas de riquísima tela hermosamente trabajadas aunque inferiores a las del santuario. Como estas cortinas del atrio eran sólo de la mitad de la altura de las paredes del tabernáculo, el edificio podía verse perfectamente desde afuera. En el atrio, y cerca de la entrada, se hallaba el altar de bronce del holocausto. En este altar se consumían todos los sacrificios que debían ofrecerse por fuego al Señor, y sobre sus cuernos se rociaba la sangre expiatoria. Entre el altar y la puerta del tabernáculo estaba la fuente, también de metal. Había sido hecha con los espejos donados voluntariamente por las mujeres de Israel. En la fuente los sacerdotes debían lavarse las manos y los pies cada vez que entraban en el departamento santo, o cuando se acercaban al altar para ofrecer un holocausto al Señor. En el primer departamento, o lugar santo, estaban la mesa para el pan de la proposición, el candelero o la lámpara y el altar del incienso.

La mesa del pan de la proposición estaba hacía el norte. Así como su cornisa decorada, estaba revestida de oro puro. Sobre esta mesa los sacerdotes debían poner cada sábado doce panes, arreglados en dos pilas y rociados con incienso. Por ser santos, los panes que se quitaban debían ser comidos por los sacerdotes. Al sur estaba el candelero de siete brazos, con sus siete lámparas. Sus brazos estaban decorados con flores exquisitamente labradas y parecidas a los lirios ; el conjunto estaba hecho de una pieza sólida de oro. Como no había ventanas en el tabernáculo, las lámparas nunca se extinguían todas al mismo tiempo, sino que ardían día y noche. Exactamente frente al velo que separaba el lugar santo del santísimo y de la inmediata presencia de Dios, estaba el altar de oro del incienso.

repositorio de las tablas de piedra, en las cuales Dios mismo había grabado los diez mandamientos. Por consiguiente, se lo llamaba arca del testamento de Dios, o arca de la alianza, puesto que los diez mandamientos eran la base de la alianza hecha entre Dios e Israel. La cubierta del arca sagrada se llamaba ‘propiciatorio’. Estaba hecha de una sola pieza de oro, y encima tenía dos querubines de oro, uno en cada extremo. Un ala de cada ángel se extendía hacia arriba, mientras la otra permanecía plegada sobre el cuerpo (Véase Eze. 1 :11) en señal de reverencia y humildad. La posición de los querubines, con la cara vuelta el uno hacía el otro y mirando reverentemente hacia abajo sobre el arca, representaba la reverencia con la cual la hueste celestial mira la ley de Dios y su interés en el plan de redención.

Sobre este altar el sacerdote debía quemar el incienso todas las mañanas y todas las tardes ; sobre sus cuernos se aplicaba la sangre de la víctima de la expiación, y el gran día de expiación era rociado con sangre. El fuego que estaba sobre este altar fue encendido por Dios mismo, y se mantenía como sagrado. Día y noche, el santo incienso difundía su fragancia por los recintos sagrados del tabernáculo y sus alrededores. Más allá del velo interior estaba el lugar santísimo que era el centro del servicio de expiación e intercesión, y constituía el eslabón que unía el cielo y la tierra. En este departamento estaba el arca, que era un cofre de madera de acacia, recubierto de oro por dentro y por fuera, y que tenía una cornisa de oro encima. Era el

Encima del propiciatorio estaba la ‘Shekinah’ , o manifestación de la divina presencia : y desde en medio de los querubines Dios daba a conocer su voluntad. Los mensajes divinos eran comunicados a veces al sumo sacerdote mediante una voz que salía de la nube. Otras veces caía una luz sobre el ángel de la derecha, para indicar aprobación o aceptación, o una sombra o nube descansaba sobre el ángel de la izquierda, para revelar desaprobación o rechazo. No hay palabras que puedan describir la gloria de la escena que se veía dentro del santuario, con sus paredes doradas que reflejaban la luz de los candeleros de oro, los brillantes colores de las cortinas ricamente bordadas con sus relucientes ángeles, la mesa y el altar del incienso refulgentes de oro ; y más allá del segundo velo, el arca sagrada con sus querubines místicos, y

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sobre ella la santa ‘Shekinah’ , manifestación visible de la presencia de Jehová ; pero todo esto era apenas un pálido reflejo de las glorias del templo de Dios en el cielo, que es el gran centro de la obra que se hace en favor de la redención del hombre. Se necesitó alrededor de medio año para construir el tabernáculo. Cuando se terminó, Moisés examinó toda la obra de los constructores, comparándola con el modelo que se le enseñó en el monte y con las instrucciones que había recibido de Dios. ‘Y vio Moisés toda la obra, y he aquí que la habían hecho como Jehová había mandado : y los bendijo’ . (Éxo. 39 :43). Con anhelante interés las multitudes de Israel se agolparon para ver el sagrado edificio. Mientras contemplaban la escena con reverente satisfacción, la columna de nube descendió sobre el santuario, y lo envolvió. ‘ y la gloria de Jehová hinchió el tabernáculo’ . ( Éxo. 40 :34). Hubo una revelación de la majestad divina, y por un momento ni siquiera Moisés pudo entrar. Con profunda emoción, el pueblo vio la señal de que la obra de sus manos era aceptada. No hubo demostraciones de regocijo en alta voz. Una solemne reverencia se apoderó de todos. Pero la alegría de sus corazones se manifestó en lágrimas de felicidad, y susurraron fervientes palabras de gratitud porque Dios había condescendido a morar con ellos ” . 4 1. Los materiales. Todos los materiales con los cuales fue edificado el tabernáculo eran ofrendas voluntarias del pueblo de Dios.

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“Jehová habló a Moisés diciendo : Di a los hijos de Israel que tomen para mi ofrenda ; de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda. Esta es la ofrenda que tomaréis de ellos : oro, plata, cobre, azul, púrpura, carmesí, lino fino, pelo de cabras, pieles de carnero teñidas de rojo, pieles de tejones, madera de acacia, aceite para el alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático, piedras de ónice, y piedras de engaste para el efod y para el pectoral ” . (Éxodo. 25 : 1-7). Las ofrendas voluntarias fueron tan abundantes que los artífices interrumpieron su trabajo para decirle a Moisés : “El pueblo trae mucho más de lo que se necesita para la obra que Jehová ha mandado que se haga. Entonces Moisés mandó pregonar por el campamento, diciendo : Ningún hombre ni mujer haga más para la ofrenda del santuario. Así se le impidió al pueblo ofrecer más ; pues tenían material abundante para hacer toda la obra y sobraba” . (Éxodo. 36 : 5-7). “Las repetidas murmuraciones de los israelitas, y las manifestaciones de la ira de Dios por causa de sus transgresiones, aparecen registradas en la historia sagrada en beneficio del pueblo de Dios que habría de vivir después sobre la tierra, pero muy especialmente para que constituyeran una advertencia para los que vivieran cerca del fin del tiempo. Incluso sus actos de devoción, la energía y la generosidad manifestada al traer sus ofrendas voluntarias a Moisés aparecen registrados en beneficio del pueblo del Señor. Su ejemplo al preparar con tanta alegría los materiales para el tabernáculo son un ejemplo para todos los que verdaderamente aman y adoran al Altísimo.

Los que aprecian la bendición de la sagrada presencia de Dios, cuando preparan la construcción de un lugar para encontrarse con él, deberían manifestar más interés y celo en esa obra sagrada, y deberían adjudicarle un valor proporcionalmente mayor a las bendiciones celestiales que a las comodidades terrenales. Debieran comprender que están edificando una casa para el Señor ” . 5 Como cada uno dio generosa y voluntariamente de lo que poseía, no fue necesario descender a Egipto en busca de ayuda. ¡ cuando cada creyente entiende que la ofrenda es parte esencial de la comunión con Dios y da con alegría, la iglesia no necesita descender a “Egipto” (al mundo) para mendigar la ayuda de los infieles ! . Bien lo escribió Arnold Doolan : “ Que perdurable ejemplo de devoción al Señor y de obediencia a su mandamiento. Es imposible calcular el valor de lo ofrendado por los israelitas, todo dado con espontaneidad y con muy buena voluntad para la construcción del tabernáculo y de sus utensilios. Debió representar una elevadisima suma. Sin embargo, lo que más conmueve mi corazón es que lo dieron todo voluntariamente y de todo corazón. Los israelitas escucharon la voz de Dios y respondieron inmediatamente. Sin duda el diablo, fue lo suficientemente astuto como para insinuarles que aquella obra exigiría gastos extraordinarios ; que el costo de la vida se elevaría ; que era prudente economizar o guardar cuidadosamente lo que poseían. Pero los hijos de Israel, en aquel tiempo de su historia, tenían los ojos puestos en el Señor y la voluntad de Dios era de suprema importancia para ellos “. 6

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2. Los obreros. Israel había estado todo el tiempo en la servidumbre de Egipto, y aunque en su medio había hombres ingeniosos, no habían sido instruidos en las artes singulares necesarias para la edificación del tabernáculo. Sabían como hacer ladrillos, pero no entendían cómo trabajar con oro y plata. ¿Cómo iba a hacerse la obra ?, ¿Quién era suficiente para esas cosas ?. Estas fueron preguntas que turbaron la mente de Moisés. Entonces Dios mismo explicó como había de hacerse la obra. Mencionó por nombre a las personas que deseaba que hicieran esta labor. (Exo. 35 : 30-35 y 36 :1) “Bezaleel era de la tribu de Judá, tribu real, (Heb. 7 :14). Era la primera tribu de la marcha. (Núm. 10 :14). Aholiab era de la tribu de Dan, la última tribu en el campo. (Núm. 10 :25). Así el Señor nos enseña que puede escoger sus vasos de cualquier parte. El llamó a un apóstol educado a los pies de Gamaliel y a otro de la barca de pescadores en el lago de Galilea “. 7 ¡Que bueno es saber que aún hoy, el Dios del santuario sigue capacitando hombre y mujeres con la sabiduría del cielo para que puedan hacer su obra perfectamente ! . Es verdad que Dios no siempre llama a los capacitados ; pero siempre capacita a los llamados. 3. Ubicación del campamento. Como templo destinado a acompañar a los israelitas en el desierto, el tabernáculo era desmontable y podía ser llevado de un lugar a otro ; pero siempre debía ubicarse en la parte central del campamento.

Para el honroso trabajo de cuidar y transportar los objetos que lo conformaban, fueron escogidas las familias de Coat, Gersón y Merari. Los coatitas se ubicaban al Sur y tenían la sagrada responsabilidad de transportar los muebles del santuario. El altar de los sacrificios, el lavacro, la mesa de los panes, el candelabro, el altar del incienso y el arca del pacto. “Y cuando acaben Aarón y sus hijos de cubrir el santuario y todos los utensilios del santuario, cuando haya de mudarse el campamento, vendrán después de ellos los hijos de Coat para llevarlos ; pero no tocarán cosa santa, no sea que mueran. Estas serán las cargas de los hijos de Coat en el tabernáculo de reunión ” . (Núm. 4 : 15). Los Gersonitas acampaban al Oeste. Estos estaban encargados del cortinaje en general. “Este era el oficio de las familias de Gersón, para ministrar y para llevar : Llevarán las cortinas del tabernáculo, el tabernáculo de reunión, su cubierta, la cubierta de pieles de tejones que está encima de él, la cortina de la puerta del tabernáculo de reunión, las cortinas del atrio, la cortina de la puerta del atrio, que esta cerca del tabernáculo y cerca del altar alrededor, sus cuerdas, y todos los instrumentos de su servicio y todo lo que será hecho para ellos ; así servirán ” . (Núm. 4 : 24-26). Los Meraritas estaban situados al Norte y eran responsables del cuidado y traslado de las tablas y todas las partes sólidas del santuario. “Esta será el deber de su cargo para todo su servicio en el tabernáculo de reunión : las tablas del tabernáculo, sus barras, sus columnas y sus basas, las columnas del

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atrio alrededor y sus basas, sus estacas y sus cuerdas, con todos sus instrumentos y todo su servicio ; y consignarás por sus nombres todos los utensilios que ellos tienen que transportar “ . (Núm. 4 : 31-32). Cada uno conocía su lugar en el trabajo, y así no hubo confusión, ni se estorbaban entre sí en el servicio. Así hoy, la obra del Señor no sufriría si cada obrero hiciera la obra que Dios le ha asignado. Las tribus de Israel acampaban alrededor del tabernáculo, observando el siguiente orden : Al oriente, custodiando la puerta de entrada del tabernáculo, estaba el ejército de Judá , de 74.600 hombres ; y junto a este, el de Isacar, de 54.400 ; y el de Zabulón, de 57.400. (Núm. 2 : 3-9). En el lado Sur estaba el ejército de Rubén, de 46.500 soldados ; y además los de Simeón, de 59.300 ; y de Gad, de 45.650. (Núm. 1 : 21-25). Del lado Norte estaban los ejércitos de Dan , de 62.700 soldados ; de Aser, de 41.500 ; y de Neftalí, de 53.400. (Núm. 1 : 39-43). Y, finalmente, del lado Oeste, en la retaguardia del tabernáculo, se apostaban los ejércitos de Efraín , de 40.500 soldados ; de Manasés, de 32,000 ; y de Benjamín , de 35.400. (Núm. 2 :18-23). La verdad espiritual con la cual Dios quiere enriquecernos aquí, es que todos los que conformamos el campamento de Dios debemos conducirnos en forma cuidadosa y ordenada cuando trabajamos para él. “Dios es un Dios de orden. Todo lo que se relaciona con el cielo está en orden perfecto ; la sumisión y una disciplina cabal distinguen los movimientos de la hueste angélica. El éxito sólo puede acompañar al orden y a la acción armónica.

Dios exige orden y sistema en su obra en nuestros días tanto como lo exigía en los días de Israel. Todos los que trabajan para él han de actuar con inteligencia, no en forma negligente o al azar. El quiere que su obra se haga con fe y exactitud, para que pueda poner sobre ella el sello de su aprobación” . 8 GRAFICA UBICACIÓN DEL CAMPAMENTO ____________ 4 5 6 7

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WHITE, Elena G. de. Patriarcas y Profetas. Buenos Aires : Asociación Casa Editora Sudamericana. 1971. P. 358-362. WHITE, Elena G. de. La Historia de la Redención : Asociación Casa Editora Sudamericana. 1971. P. 155,156. DOOLAN. Arnold. El Tabernáculo en el Desierto. Editorial Vida. P 15. BLATTNER. E.F. El Tabernáculo. Miami, Florida. Editorial Vida. 1980. P. 9. WHITE. Elena G. de. Patriarcas y Profetas. Buenos Aires : Asociación Casa Editora Sudamericana. 1971. P. 393.

Capitulo II

LA PUERTA

A

partir de este capítulo trataremos de extraer algunas aplicaciones espirituales que están sugeridas en cada en cada uno de los elementos del santuario, y que sin duda alguna, enriquecerán nuestra vida espiritual. La puerta del atrio, por ejemplo, tiene un rico e importante significado para la iglesia de Dios en la actualidad. En la palabra de Dios leemos : “Y para la puerta del atrio habrá una cortina de veinte codos, de azul, púrpura y carmesí, y lino torcido, de obra de recamador ; sus columnas cuatro, con sus cuatro basas “ . (Éxo. 27 :16). “Era de veinte codos de longitud y su altura era de cinco codos, lo mismo que las cortinas del atrio “. (Éxo. 38 :18). Delante del tabernáculo, en el centro del atrio, al oriente, estaba la puerta. Esta era una cortina hecha del mismo material que el velo que dividía el Lugar Santo del Santísimo.

Medía 20 codos de ancha (10 metros) y 5 codos de alta (2,50 metros) y estaba sostenida por cuatro columnas. Esta puerta cobra mucho significado a la luz de las palabras de Jesús : “ Yo soy la puerta ; el que por mi entrare será salvo “ . (Juan. 10 :9). NOTA : Un codo medía aproximadamente. Cincuenta centímetros. 1. Las medidas. Las medidas de la puerta nos llaman mucho la atención, ¡diez metros de ancha ! , estas son dimensiones realmente exageradas para una puerta. Observemos todas las puertas que tenemos a nuestro alrededor y descubriremos que casi todas son más altas que anchas. Esta puerta es singular, es única, es más ancha que alta. Sin duda alguna que cuando Dios ordenó a Moisés las medidas de ésta puerta, tenía el propósito de enseñarnos importantes verdades espirituales. En la anchura de la puerta, podemos ver la grandeza del amor de Dios diciéndonos que hay entrada para todos ; él anhela que todos entremos por la puerta de la salvación. Su amor es tan amplio que todo pecador puede ser alcanzado si no se resiste. Así lo declaró el apóstol Pablo : “Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cual sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios” . (Efesios. 3 : 17-19).

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Comentando sobre el inmensurable amor de Dios, Elena G. White declaró : “Tal amor es incomparable. ¡Que podamos ser hijos del Rey celestial ! ¡ promesa preciosa ! ¡ tema digno de la más profunda meditación ! ¡ Incomparable amor de Dios para con un mundo que no le amaba ! . Este pensamiento ejerce un poder subyugador que somete el entendimiento a la voluntad de Dios. Cuanto más estudiamos el carácter divino a la luz de la cruz, mejor vemos la misericordia, la ternura y el perdón unidos a la equidad y la justicia, y más claramente discernimos las pruebas innumerables de un amor infinito y de una tierna piedad que sobrepuja la ardiente simpatía y los anhelosos sentimientos de la madre para con su hijo extraviado” . 9 La altura de la puerta era de cinco codos (2,50 mts), comentando al respecto Salim Japas nos dice lo siguiente : “De la anchura de la puerta deducimos que el amor de Dios hacía el pecador es inmensurable, mientras que por ser su altura mayor que la del hombre, inferimos que se nos exige una ‘justicia mayor’ que la meramente humana, una justicia que sólo el Señor puede proporcionar. ‘Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos’ . (Mateo. 5 : 20). El ancho del velo del atrio era exactamente igual al del velo que daba acceso al lugar santo, pero la altura de éste era el doble que la del velo del atrio. Esto pareciera indicar que el camino se vuelve más angosto y elevado para los que aceptan el llamamiento divino. La puerta del atrio es ancha y es para todos los que se acercan en busca de perdón ; la del Lugar Santo es para

los que han sido llamados a cumplir una función específica en el ministerio de la reconciliación. Los privilegios y las bendiciones derivados de la relación espiritual con Dios son exclusivos de quienes han sido redimidos y cuyas vidas se han consagrado al servicio de Dios ; para ellos la puerta es estrecha y angosto el camino” . (Mateo. 7 :13). 10 2. Cuatro columnas. Las cuatro columnas que formaban la entrada del tabernáculo tiene también un significado muy importante. Estas cuatro columnas representan la oportunidad que Dios otorga a todos, pues el número cuatro lo encontramos siempre relacionado con la plenitud de la tierra. Todos tenemos la oportunidad de entrar en el santuario. “Y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro” . (Mateo. 24 :31). Además podemos observar que las cuatro columnas levantadas forman tres entradas, en las cuales podemos ver una clara alusión al Dios triuno ; propiciando abiertamente la salvación. Es importante destacar que aunque era una sola puerta, tenía tres accesos, pero los israelitas no podían entrar ni por el derecho, ni por el izquierdo ; debían hacerlo por el del centro. En esta figura podemos ver las tres personas de la Deidad. Están presentes el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, sin embargo, la gran verdad que no debería ser omitida, es que la entrada al cielo es a través de la persona del centro, nuestro Señor Jesucristo ; así lo declaró él mismo cuando dijo :

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“Yo soy la puerta ; el que por mí entrare, será salvo” . (Juan. 10 :9). “Yo soy el camino, y la verdad y la vida ; nadie viene al Padre, sino por mí “ . (Juan. 14 :6) Uno se sorprende al reflexionar en el hecho de que Jesús mismo al repetir la fórmula bautismal a sus discípulos, se ubica en el centro. “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” . (Mateo. 28 :19). Nosotros mismos cada vez que queremos referirnos a la trinidad, decimos : Padre - Hijo - Espíritu Santo. ubicamos a Jesús en el centro. Casi nunca escucho a nadie decir : Espíritu Santo - Padre - Hijo. El Padre y el Espíritu Santo están presentes en la puerta de la salvación, pero esta es únicamente posible a través del Hijo. Algunas personas han llegado a pensar que Dios el Padre no está tan interesado en nuestra salvación como lo está el Hijo. Sin embargo, cuando miramos la puerta del tabernáculo descubrimos que las tres personas de la Deidad siempre han estado empeñadas en la salvación de la raza humana. Hablando del sacrificio hecho por Cristo en la cruz, Elena G. White dice lo siguiente : “Pero este gran sacrificio no fue hecho para crear amor en el corazón del Padre hacia el hombre, ni para moverle a salvarnos. ¡ No ! ¡ No ! ‘ Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su hijo unigénito’ . (Juan. 3 :16). Si el Padre nos ama no es a causa de la gran propiciación , sino que él proveyó la propiciación porque nos ama. Cristo fue el medio por el cual el Padre pudo derramar su amor infinito sobre un mundo caído. ‘ Dios

estaba en Cristo, reconciliando consigo mismo al mundo’. (2 Corintios. 5 :19). Dios sufrió con su Hijo. En la agonía del Getsemaní, en la muerte del Calvario, el corazón del amor infinito pago el precio de nuestra redención” . 11 3. La puerta era una cortina. Esta puerta para entrar al atrio, no era de hierro, ni de metal , ni de madera. Era una cortina que sugería un fácil acceso al santuario de Dios, a la salvación. De esta manera, Dios se proponía mostrar a su pueblo que la salvación no es un asunto tan difícil como muchos creen. ¿Qué es más fácil, salvarse o perderse ?, A este interrogante, generalmente la respuesta más obvia es... perderse. Esto nos muestra que la mayoría de los cristianos tiene un concepto equivocado con respecto a la salvación, la ven como algo demasiado complicado y muy difícil de alcanzar . Quizás, uno de los grandes errores que cometemos los que predicamos y enseñamos el plan de la salvación , es hacer pensar y sentir a la gente que llegar a ser salvo es algo realmente intrincado. Muchas veces, como dijo Jesús a los escribas y fariseos “Atamos cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponemos sobre los hombros de los hombres” . (Mateo. 23 : 4). La salvación empieza a ser un asunto difícil cuando intentamos alcanzarla por nuestros propios méritos. Pero no debemos olvidar que ésta no depende tanto de nuestra búsqueda de Dios, sino de Dios que nos busca a nosotros.

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El tomó la iniciativa de buscar a nuestros primeros padres cuando pecaron en el Edén, él es el buen Pastor que deja las noventa y nueve para buscar la descarriada. Nuestro amante Jesús dejó el cielo mismo, su trono real, descendió a este mundo pecaminoso donde con su muerte en la cruz ganó para nosotros la vida eterna. Resucitó victorioso, derrotando la muerte, el pecado y a Satanás. Ascendió a los cielos y se sentó a la diestra del Padre donde intercede por cada uno de nosotros. Su obra redentora es perfecta, completa y poderosa no solamente por lo que hizo en la cruz, sino también por la obra que realiza hoy en el santuario celestial. Todos los recursos celestiales han sido volcados a la tierra para procurar nuestra salvación. Después del ministerio maravilloso de Jesús en esta tierra ; fue enviado el Espíritu Santo para ejercer su poderoso ministerio y magisterio en nuestras vidas, también gran parte de los ángeles del cielo han descendido para ministrar en nuestro favor. ¿Qué más puede hacer Dios para salvarnos ?, ¿no apreciaremos su misericordia ?. ¡ Seríamos necios si perdiéramos la oportunidad de ir al cielo ! . El amor de Dios, como un imán gigante y poderoso nos atraerá finalmente hacía él si no nos resistimos. ¡Que lección maravillosa nos enseña esta cortina ! . Dios lo hace todo. Nos busca, nos atrae, nos seduce, nos perdona, nos limpia, nos santifica, nos perfecciona y nos salva. Todo lo que nosotros tenemos que hacer es someternos y aceptar lo que Dios indique. Mirando a la cortina, podemos decir sin temor a equivocarnos : ¡ es más fácil salvarse que perderse ! .

4. Los colores de la puerta. “Y para la puerta del atrio habrá una cortina de azul, púrpura, carmesí y lino torcido” . (Éxo. 27 :16). ¿Qué verdad espiritual quería grabar nuestro Señor en la mente de los israelitas y que mensaje tienen estos colores para nosotros hoy ?. Cuando un israelita pecaba, debía venir al tabernáculo trayendo un cordero para ser sacrificado, pero antes de presentarse en el altar de los holocaustos, debía enfrentar los colores que encontraba en la cortina de la puerta. ¿Y qué veía ?, inicialmente podía apreciar los colores del pecado que estaban ligeramente mezclados. Púrpura y carmesí. El profeta Isaías nos dice que estos colores representan el pecado. “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta : si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos ; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” . (Isaí. 1 :18). Así que antes de entrar, los colores le recordaban al que ofrecía la ofrenda que él era un pecador ; y que sin el perdón de Dios estaba perdido. Sin embargo, es interesante notar que la cortina en su parte posterior estaba forrada de lino torcido. Cuando el israelita había ofrecido su sacrificio y había obtenido el perdón ; se daba vuelta para salir y entonces podía apreciar el color blanco ; que le recordaba que había sido justificado, perdonado. Había entrado pecador, pero ahora salía justo, Había entrado sucio, pero ahora salía limpio, Si le llevamos a él nuestros pecados ; él nos dará su justicia. Este trueque sublime aún es una oferta para nosotros hoy... “El Señor Jesús se complace en que vayamos a él como somos : pecaminosos, sin fuerza, necesitados. Podemos

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ir con toda nuestra debilidad, insensatez y maldad, y caer arrepentidos a sus pies. Es su gloria estrecharnos en los brazos de su amor, vendar nuestras heridas y limpiarnos de toda impureza . Nadie es tan pecador que no pueda hallar fuerza, pureza y justicia en Jesús, quien murió por todos. El está aguardando para quitarle sus vestiduras manchadas y contaminadas de pecado y ponerles los mantos blancos de la justicia ; les ordena vivir, y no morir ” . 12 Algunos estudiosos del tema también han relacionado estos colores con la persona de Jesús descrita en los cuatro evangelios. Por ejemplo, E. F. Blattner comenta : “El azul nos dice que Jesús vino del cielo ; el carmesí habla de su sangre derramada ; el púrpura declara que El es Rey Eterno ; el lino fino blanco simboliza la humanidad perfecta de Cristo. Estos colores también corresponden a los evangelios. Mateo --- Púrpura, color de reyes. El pensamiento principal de Mateo es que Cristo es el Rey Ungido de Dios. Marcos --- Carmesí. Este color fue obtenido de un gusano, y habla de la humillación de Cristo que fue hallado como siervo. Marcos presenta a Cristo como siervo. Lucas --- El lino fino blanco habla de la perfecta humanidad de Cristo, y Lucas presenta a Cristo como hombre. Juan --- Azul --- celestial --- divino. Juan presenta al Señor como Dios, divino y eterno. 13 5. Esta puerta era la única entrada. La puerta, era la única manera de obtener acceso a Dios y al perdón divino. ¿porqué había solamente una ?.

Porque Dios no había provisto más, y nadie tenía derecho a discutir con él lo que ordenara o hiciera. ¿Porqué estaba al oriente ? . Por la sencilla razón de que él lo había ordenado así. Todo era obra suya ; todo fue provisto y diseñado por él, y él como soberano tenía el derecho de hacer como quisiera. ¡Cuán necesario es entender esto !. El gran pecado de la iglesia profesante es negar lo que Dios ordena. “Sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso (Rom. 3 : 4). Cuántas veces se oyen las siguientes palabras de algunos que se dicen ser líderes religiosos : “Si el hombre es sincero, no importa lo que crea, de seguro irá al cielo” . Este es el credo popular, y es una mentira enorme, querido lector, esta fábula falsa tan agradable al oído del hombre, es predicada desde muchos púlpitos, y es aceptada por el pueblo sin ningún reparo. Los que predican que los caminos para entrar en el cielo son muchos y diversos, pueden ser hombres populares, y caritativos, pero son “ciegos guías de ciegos ; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo” . (Mat. 15 :14). Cierra tus oídos a todos los confusos sonidos y falsas enseñanzas de esta nueva era ; desecha todos los sofismas de los hombres, y escucha solamente la voz de Jesús : “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida ; nadie viene al Padre, sino por mí” . (Juan. 14 :6) Si quieres ser salvo, sólo hay una forma de lograrlo, no existe otra alternativa. “Y en ningún otro hay salvación ; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos. 4 :12). 6. La puerta siempre al oriente.

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“La parte central del lado oriental del atrio, constituía la puerta del atrio” . 14 Ahora bien, el oriente en las escrituras está relacionado con la aurora. Al campo de Judá le fue mandado poner sus tiendas al lado del oriente, al “levante” (Núm 2 : 3). Así los rayos del sol levantándose caían primeramente sobre la puerta, revelando sus colores y enseñando el camino para que se acercara el pueblo a Dios. No había entrada por detrás o por los costados, el que entraba tenía que hacerlo en plena luz. “Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos : Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él”. (1 Juan. 1 :5). No es consecuente decir que hemos entrado por esa puerta, que hemos aceptado a Cristo y aún permanecer en las tinieblas. Debemos andar en luz. El hecho de que la puerta del tabernáculo quedara hacia el oriente, también nos enseña que si alguno decidía entrar por la puerta, debía darle la espalda al sol ; y si alguien decidía adorar al sol ; debía darle la espalda a la puerta (Jesús). La verdad espiritual que aquí se sugiere es evidente y profunda. “Y me llevó al atrio de adentro de la casa de Jehová ; y he aquí junto a la entrada del templo de Jehová, entre la entrada y el altar, como veinticinco varones, sus espaldas vueltas al templo de Jehová y sus rostros hacía el oriente, y adoraban al sol, postrándose hacía el oriente” . (Ezequiel. 8 :16). (Véase también Ezequiel. 43 :1 ; 44 :1). “Entre los paganos la adoración del sol estaba muy difundida. Los dioses Mitra, Aurora, Marduk, Baal, Ra, Osiris y Samas representaban al sol.

Hubo veces en que los israelitas se entregaron a este culto (Jer. 8 :2), y Ezequiel vio esto como una abominación . Una de las cosas que Dios prohibió a su pueblo fue esculpir imágenes, no fuese caso que ellas le arrastrasen a rendir culto y adoración al sol y a los astros del cielo. ‘ No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas’ . (Deut. 4 : 16-19), y dio orden de que se apedrease a los que se entregasen a prácticas relacionadas con semejante culto. Y en verdad que esta prohibición y esta sanción tenían razón de ser si se considera que los antepasados de los hebreos habían traído de Caldea el recuerdo del dios Schamasch, el sol, que derrama sobre la tierra no sólo la luz, sino también la verdad y la justicia, además, tenían fresco los hebreos el recuerdo de Egipto, donde habían visto la idolatría practicada bajo múltiples formas, y entre ellas la del Dios Ra, el sol. A pesar de tan manifiesta prohibición divina, el culto del sol se estableció, sobre todo durante el reinado de Manasés y Amón . ( 2 Rey. 23 :5, 11 ; 2 crón. 34 :4).” 15 “Ninguna desgracia es tan grande como llegar a ser adorador de un dios falso. Ningún hombre se halla en oscuridad tan miserable como aquel que ha perdido el camino al cielo” . 16 ¿Hay algún ídolo en tu vida que te impide tener una mejor relación con el Señor ?. No podemos pretender haber aceptado a Jesús como nuestro Salvador personal cuando todavía no le hemos dado la espalda al sol. (todos los ídolos que se interponen entre Dios y nosotros).

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Muy pronto tendremos que enfrentar la adoración obligatoria al día del sol. “Pronto ha de empezar un período de interés abrumador para todos los vivientes. Las controversias pasadas han de revivir y surgirán otras nuevas. Nadie sueña siquiera en las escenas que han de producirse en nuestro mundo. Satanás está trabajando por medios humanos. Los que están haciendo un esfuerzo para cambiar la constitución y obtener una ley que imponga la observancia del domingo, no se dan cuenta de lo que será el resultado. Una crisis está por sobrecogernos” . 17 Hoy es el día oportuno para decidir definitivamente darle la espalda al sol y mantener nuestros ojos fijos en el santuario. 7. La puerta. ¿ abierta o cerrada ?. Podemos considerar el atrio como una ilustración de aquel estado de bendición donde el pecador entra conscientemente cuando ve a Jesús por la fe como la puerta de la salvación. Cuando el pecador ha entrado por esa puerta aunque pueda ser que él aún no ha llegado a comprender ese privilegio ; sin embargo, sabe sí que es salvo y liberado de la ira venidera, y que se halla dentro del círculo de la familia de Dios, donde la gracia y la misericordia caracterizan el ambiente. estar allí en el atrio, sin entrar al lugar santo ni al santísimo, aunque sea el modo más inferior de ver el lugar y la herencia de un santo, es algo sumamente bendito. No es extraño que David haya cantado :

“Mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos . Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad” . (Sal. 84 :10). Hemos podido apreciar que la palabra de Dios nos muestra una puerta abierta, ancha y espaciosa invitando a todo pecador a entrar por ella. Pero es pertinente preguntarnos : ¿Hasta cuándo permanecerá abierta la puerta de la salvación ? . Es interesante notar que la Biblia también nos enseña que esa puerta muy pronto será cerrada y entonces habrá terminado la oportunidad de salvación. Este fue el caso de las cinco vírgenes insensatas que no hicieron provisión para recibir al Esposo. “Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo ; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas ; y se cerró la puerta”. (Mateo. 25 :10). Elena G White comentando el cierre de la puerta de gracia para el pueblo judío, declara : “La puerta por la cual los hombres habían encontrado antes acceso cerca de Dios, no estaba más abierta. Los judíos se habían negado a buscarle de la sóla manera en que podía ser encontrado entonces, por el sacerdocio en el santuario del cielo. No encontraban por consiguiente comunión con Dios. La puerta estaba cerrada para ellos. No conocían a Cristo como verdadero sacrificio y único mediador ante Dios ; de ahí que no pudiesen recibir los beneficios de su mediación” . 18 También los antediluvianos experimentaron este tremendo chasco al rechazar la misericordia divina. “La misericordia dejó de suplicar a la raza culpable. Las bestias de los campos y las aves del aire habían entrado en su refugio. Noé y su familia estaban en el arca ; ‘ y Jehová le cerró la puerta’ (Gén. 7 :16).

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Se vio un relámpago deslumbrante, y una nube de gloria más vívida que el relámpago descendió del cielo para cernerse ante la entrada del arca. La maciza puerta, que no podían cerrar los que estaban dentro, fue puesta lentamente en su puesto por manos invisibles. Noé quedó adentro y los que habían desechado la misericordia de Dios quedaron afuera. El sello del cielo fue puesto sobre la puerta ; Dios la había cerrado, y sólo Dios podía abrirla. Asimismo, cuando Cristo deje de interceder por los hombres culpables, antes de su venida en las nubes del cielo, la puerta de la misericordia será cerrada. Entonces la gracia divina ya no refrenará más a los impíos, y Satanás tendrá dominio absoluto sobre los que hayan rechazado la misericordia divina” . 19 Te rogamos, pecador, que no te quedes afuera de la puerta que pronto se cerrará para siempre. “Hay sólo dos posibilidades : Adentro o afuera. Adentro : Salvo, en la fiesta, eternamente. Afuera : Perdido, en la noche, eternamente. ¿Usted ha entrado por el Señor Jesucristo ? ¿Usted está fuera todavía ?. La puerta puede cerrarse de repente. En la hora de su muerte, inesperada a veces, ¡quién sabe si será pronto !, o cuando venga el señor Jesús. ¡Esto también está cerca ! , si usted en ese momento no ha entrado, entonces es TARDE para siempre. Imagínese, se encontrará delante de una puerta cerrada, que nunca volverá a abrirse. ‘Afuera será el lloro y el crujir de dientes’, el remordimiento : ojalá hubiera entrado mientras leía este libro, ‘BIENVENIDO’.

Todavía la puerta está abierta. Todavía Cristo tiene sus brazos abiertos y dice : ¡Ven a mi con tus pecados, VEN !.” 20

______________ 9. WHITE, Elena G. de. El Camino a Cristo. Mountain View, California : Pacific Press Publishing Association. 1961. p. 15 . 10. JAPAS. Salim. Cristo en el Santuario. Mountain View, California : Pacific Press Publishing Association, 1980. p. 36. 11. WHITE. Elena G. de. El Camino a Cristo. p. 13. 12. Ibid111.. P. 52,53. 13. BLATTNER. E.F. El Tabernáculo. Miami ,Florida, Editorial Vida. 1980. p.15. 14. NICHOL. Francis. 1 Comentario Bíblico Adventista. Publicaciones Interamericanas, California. 1978. P. 655. 15. Enciclopedia Universal Ilustrada. Tomo LVI , Espasa Calpe. Madrid. 1927. p. 1553. 16. WHITE. Elena G. de. Testimonios para los Ministros. Buenos Aires : Casa Editora Sudamericana. 1971. P. 442 17. WHITE. Elena G. de. II Joyas de los Testimonios. Buenos Aires : Casa Editora Sudamericana. 1954. P. 352. 18. WHITE. Elena G. de. El Conflicto de los Siglos. Mountain View, California : Publicaciones Interamericanas, 1971. P.401. 19. WHITE. Elena G. de. Patriarcas y Profetas. Buenos Aires : Casa Editora Sudamericana. 1971. P. 86. 20. La Casa de Oro (sin autor) Bogotá Colombia. Librería Evangélica. P. 7.

Capitulo III

EL ALTAR DE LOS SACRIFICIOS

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E

ste es el primer mueble que encontramos a la entrada del tabernáculo, y la Biblia lo describe de la siguiente manera : “Harás también un altar de madera de acacia de cinco codos de longitud, y de cinco codos de anchura ; será cuadrado el altar, y su altura de tres codos. Y le harás cuernos en sus cuatro esquinas ; los cuernos serán parte del mismo ; y lo cubrirás de bronce. Harás también sus calderos para recoger la ceniza, y sus paletas, sus tazones, sus garfios y sus braseros ; harás todos sus utensilios de bronce. Y le harás un enrejado de bronce de obra de rejilla, y sobre la rejilla harás cuatro anillos de bronce a sus cuatro esquinas. Y la pondrás dentro del cerco del altar abajo ; y llegará la rejilla hasta la mitad del altar. Harás también varas para el altar, varas de madera de acacia, las cuales cubrirás de bronce.

Y las varas se meterán por los anillos, y estarán aquellas varas a ambos lados del altar cuando sea llevado. Lo harás hueco, de tablas ; de la manera que te fue mostrado en el monte, así lo harás” . (Éxodo. 27 : 1-8). “En el atrio, y cerca de la entrada, se halla el altar de bronce del holocausto. En este altar se consumían todos los sacrificios que debían ofrecerse por fuego al Señor, y sobre sus cuernos se rociaba la sangre expiatoria”. 21 “Los antiguos templos generalmente estaban rodeados de lugares descampados donde se ofrecían los sacrificios y donde el humo podía elevarse libremente. Así como al hablar del tabernáculo propiamente dicho. Los muebles fueron descritos primero, también la descripción del atrio comienza por el altar. Era más una armazón de altar que un altar (vers 8) . Los antiguos altares solían ser cuadrados, como el que se describe aquí (ver 2. Crón 4 :1), o redondos. El altar del holocausto, con su sangre derramada representa la gran verdad evangélica de la expiación del pecado por medio del sacrificio vicario de Cristo (Isaí 53 : 4-7, 10 ; Hech. 20 :28 ; Efe. 1 : 5-7, Heb. 13 :10-12 ; 1 ped. 1 :18-19 ; Apoc. 5 :9). La misma posición de este altar, junto a la puerta del atrio indica que la primera necesidad del pecador es que sus pecados sean lavados por la sangre de Cristo. (Ver Heb. 9 :13-14 ; 1 Juan 1 :7 ; Apoc. 7 :14), y que hasta que se haya hecho eso, no debe ni siquiera adorar a Dios, ni aun entrar en su presencia (Heb. 9 :22). El altar era testigo de la culpa del hombre y de su necesidad de expiación y reconciliación ; luego le aseguraba que esto ya se había logrado (Juan 1 : 29 ; Rom. 5 :10 ; 2Cor. 5 :18-19 ; Col. 1 :20). 22

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1. La posición del altar. El primer mueble que el pecador debía enfrentar después de haber traspasado la puerta del atrio, era el altar de los sacrificios. ¿Porqué no el arca del pacto con la santa Shekinah , o la fuente de bronce ofreciendo limpieza al pecador ? . En Levítico. 4 :7, podemos leer del “Altar que está a la puerta” . Porqué ? , por la sencilla razón de que no había otra forma de acercarse a Dios y obtener el perdón de los pecados sino por medio de aquel altar. No había acceso a Dios sino a través de un sacrificio. Solamente aceptando por la fe el sacrificio de Cristo realizado en la cruz del Calvario, el pecador puede ser justificado. “Los que creen en él, los que lo aceptan como su expiación, y confían en él como su Salvador personal, serán favorecidos por su justicia, y participarán de su naturaleza divina” . 23 “Es precioso el pensamiento de que la justicia de Cristo nos es imputada, no por ningún mérito de nuestra parte, sino como don gratuito de Dios. El enemigo de Dios y del hombre no quiere que esta verdad sea presentada claramente ; porque sabe que si la gente la recibe plenamente, habrá perdido su poder sobre ella” . 24 Dios quiera que caiga todo el peso de esta verdad solemne sobre la consciencia del lector. No hay camino a Dios sino por la sangre preciosa de Cristo. (Heb. 9 :22). Allí, a la puerta estaba el transgresor ; allá en el extremo occidental, Jehová de Israel se sentaba sobre su trono en medio de querubines. La sangre y el agua estaban

entre ellos, indicando la necesidad de la expiación y la limpieza antes de que el pecador pudiera acercarse a Dios. La posición del altar nos enseña que todo pecador debe ir rendido hoy al pie de la cruz, antes que pueda gozar de los beneficios del ministerio intercesor de nuestro gran Sumo Sacerdote. Los pecadores que no están dispuestos a aceptar la sangre de Cristo no reciben el perdón de sus pecados, y quedan sujetos a la ira de Dios. Juan dijo : “El que cree en el Hijo tiene la vida eterna ; pero el que rehusa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él “. (Juan 3 :36) . En consecuencia, la cruz es una demostración tanto de la misericordia de Dios como de su justicia. “Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús” . (Rom. 3 :25-26). 2. El altar estaba colocado en tierra. El altar del sacrificio hacía contacto con la tierra, indicando con ello que era accesible para todos, sean ricos o pobres, grandes o pequeños, negros o blancos. Así la cruz de Cristo está al alcance de todos los pecadores sin excepción. Es verdad que este altar de bronce estaba conectado con la tierra ; pero a su vez, el humo que ascendía de el lo conectaba con el cielo.

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Si el altar es símbolo de la cruz de Cristo, aquí podemos ver una figura muy interesante : la tierra y el cielo unidos por la cruz y por el sacrificio de Cristo. El sueño que tuvo Jacob mientras huía de su hermano Esaú arroja luz sobre esta importante verdad. “Y soñó : y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo ; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella” . (Gén. 28 :12). “La escalera era un símbolo visible de una comunión real e ininterrumpida entre Dios en el cielo y su pueblo en la tierra. Los ángeles ascienden para presentar las necesidades de los hombres delante de Dios y descienden con promesas de ayuda y protección divinas. Parecía que la escalera descansaba sobre la tierra, donde yacía Jacob, solo, desamparado y abandonado por los hombres. Arriba, en el cielo, estaba Jehová. Proclamándose a sí mismo a Jacob como el Dios de sus padres” . 25 Esta misma y significativa figura fue presentada a Natanael por Cristo mismo. “Y le dijo : De cierto, de cierto os digo : De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre”. (Juan 1 :51). “Al revestirse de la humanidad, nuestro salvador, une sus intereses con los de los caídos hijos e hijas de Adán, mientras que por su divinidad se aferra al trono de Dios. Y así Cristo es el medio de comunicación de los hombres con Dios y de Dios con los hombres” . 26 “Hasta el tiempo de la rebelión del hombre contra el gobierno divino, había existido libre comunión entre Dios y el hombre. Pero el pecado de Adán y Eva separó la tierra del cielo de manera que el hombre no podía ya comunicarse con su Hacedor.

Sin embargo, no se dejó el mundo en solitaria desesperación. La escalera representa a Jesús, el medio señalado para comunicarnos con el cielo. Si no hubiese salvado por sus méritos el abismo producido por el pecado, los ángeles ministradores no habrían podido tratar con el hombre caído. Cristo une el hombre débil y desamparado con la fuente del poder infinito” . 27 Es por medio del Cordero inmolado en el altar del sacrificio que hoy el cielo se encuentra muy cerca de la tierra, “y la familia del cielo y la familia de la tierra son una”. 28 3. Las medidas del altar. 5x5x3 codos. “Harás también un altar de madera de acacia de cinco codos de longitud, y de cinco codos de anchura ; Será cuadrado el altar, y su altura de tres codos” . (Éxo. 27 :1). Los números en el santuario también tienen un rico significado ; y al estudiar cada uno de ellos cuidadosamente podemos descubrir algunas enseñanzas que contribuyen al desarrollo de nuestra vida espiritual. El siete por ejemplo, simboliza la perfección o la plenitud espiritual. En el santuario está presente en las lámparas del candelabro. El doce, aparece en el número de los panes que estaban sobre la mesa ubicada en el lugar santo. El número doce es visto como el número del pueblo de Dios : doce tribus de Israel, doce apóstoles. Pero los números que nos ocupan en el altar del sacrificio, son el cinco y el número tres.

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Este mueble medía cinco codos de longitud por cinco codos de anchura y tres de alto. El número cinco en el santuario también lo encontramos a la entrada del lugar santo en las cinco columnas que la conforman. ( Éxodo. 26 :37). en las cortinas que estaban puestas de cinco en cinco formando una sola para cubrir el techo del santuario. (Éxodo. 26 :3). En las barras que unían las tablas del santuario. (Éxodo. 26 : 26-27). Cinco eran las vírgenes prudentes y cinco las insensatas (Mat. 25 :2), cinco fueron las piedras que David escogió del arroyo antes de ir a pelear contra Goliat (1 Sam. 17 :40). El número cinco nos hace pensar en la responsabilidad del hombre. Tenemos cinco dedos en las manos y cinco dedos en los pies, también tenemos cinco sentidos. ¿Porqué nos creo Dios así ?. ¿Qué hemos hecho con nuestras manos ?, ¿únicamente lo bueno ?, ¿son ellas responsables ?, ¿obran justicia ?, ¿han sido consagradas mis manos al servicio de Dios ?. ¿Hacia dónde me están llevando mis pies ?, ¿estoy andando por el buen camino ?, ¿estoy cumpliendo las diligencias de Dios ?, ¿estoy pisando la senda de la obediencia ?, ¿mis pasos están siendo guiados por el Señor ?. ¿Estoy usando mis cinco sentidos con responsabilidad ?, ¿lo que veo, lo que oigo, lo que palpo, lo que huelo, lo que gusto glorifica el nombre de Dios y edifica mi carácter ?, ¿hemos cerrado nuestros cinco sentidos a la influencia del mal ?, ¿estamos sirviendo a Dios con ellos ?.

“El número tres es el número de Dios, el número de la plenitud de Dios, es el número de la participación total de Dios. El hecho de que esta medida aparezca señalando la ALTURA del altar implica el tamaño de la participación de la Divinidad en el altar del sacrificio. Los tres participaron activamente en el sacrificio por la redención del hombre : El Padre mostró su amor para con nosotros al dar a su único Hijo (Juan. 3 :16, Rom. 5 :8). El Hijo mostró su amor al dar su propia vida en rescate por nosotros (Juan. 10 :11). El Espíritu Santo intercede por nosotros con gemidos indecibles (Rom. 8 :26) ; él concretó la victoria de Jesús al resucitarlo de entre los muertos (Rom. 8 :11).

los pecadores de todos los rangos y condiciones son igualmente necesitados y no importa de dónde vengan, Cristo permanece fiel para con todos. El altar tenía cuatro lados. El cuatro es el número de la tierra ; cuatro estaciones, cuatro vientos, cuatro puntos cardinales. Esto nos indica que la salvación ha sido puesta al alcance de todos los que vivimos en este planeta tierra. La sangre preciosa derramada en el Calvario puede alcanzar aún a los que viven en los cuatro rincones o ángulos de la tierra.

El Padre da el perdón, el Hijo paga la deuda, y el Espíritu Santo capacita al hombre para no volverse a endeudar”.29 El hecho de que el número tres esté relacionado con el número cinco en el altar del sacrificio, pareciera sugerir la idea de que el Dios triuno está trabajando activamente para redimir no sólo al hombre físico (cinco dedos), sino también al hombre mental y espiritual (cinco sentidos). En conclusión podemos decir que el sacrificio de Cristo en la cruz, representado para los israelitas del Antiguo Testamento por el cordero inmolado en el altar del sacrificio es lo suficientemente poderoso para redimir al hombre completamente.

La madera de acacia aunque era una de las más resistentes, no hubiera aguantado el fuego. Esta madera “incorruptible” representa la humanidad de nuestro Señor, Y el bronce en combinación con ella habla de la fuerza, la resistencia absoluta de Cristo como “el Dios fuerte” (Isai. 9 :6). “El altar brilla en el sol : La madera del altar estaba recubierta de bronce. El bronce es figura de fuerza. “Sus huesos son fuertes como bronce” (Job 40 :8), más aún, una fuerza que puede soportar el fuego del juicio de Dios. Esto se demuestra en Números 16, donde leemos de un alboroto. Había 250 hombres que querían ofrecer incienso indebidamente ; todos estos rebeldes fueron consumidos por el fuego del juicio de Dios. (Vers 35-39). Pero ahora observe lo curioso : Los incensarios de bronce, que llevaban en sus manos, pasaron por el mismo fuego, pero no se consumieron.

4. El altar era cuadrado. Hay que notar que cada lado del altar era igual, esto nos habla de la perfección e igualdad. “No hay diferencia” ;

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5. Estaba hecho de madera de acacia y bronce.

Los 250 hombres yacían muertos, alcanzados por los rayos. Pero a los incensarios no les había pasado nada. En ellos había una fuerza que podía someterse al fuego del juicio de Dios, y sin embargo, soportarlo. Y de aquel bronce de los incensarios estaba cubierto el altar. (Núm. 16 :38-39). ¿Quién tenía fuerza para someterse al juicio de Dios ?. Ningún hombre, ningún ángel. Sólo el justo, el santo Hijo de Dios. ¡Qué Persona !, ¡Qué Salvador ! 30 Jesús pudo soportar el fuego del juicio de Dios en el monte de la Calavera porque él era y es justo. Pidamos a Cristo el bronce de su justicia para que no se descubra la vergüenza de nuestra desnudez, y para que podamos permanecer firmes en el día del juicio.

pecador que huye a Cristo para refugiarse, probará el poder de Dios para su salvación. El momento en que el pecador hecha mano por la fe a la sangre de Cristo, El poder de Dios obra, y desde aquel momento Cristo es su “cuerno de salvación” y “refugio” de la ira venidera.

6. El altar tenía cuatro cuernos.

7. La rejilla del altar a la misma altura del propiciatorio.

“Estos sobresalían de las cuatro esquinas superiores del altar. Las palabras “parte del mismo” indican que los cuernos formaban parte del altar y no eran añadidos. El sacerdote debía tocar esos cuernos con el dedo ensangrentado con la sangre del sacrificio por el pecado (Exo. 29 :12 ; Lev. 8 :15 ; 9 :9 ; 16 :18). Algunas veces se ataban a estos cuernos los animales que iban a ser sacrificados (Sal. 118 :27). El criminal en busca de refugio podía asirse de ellos. (1 Rey. 1 :50,51 ; 2 :28). Los cuernos llegaron a ser símbolo de fuerza o poder (1Sam. 2 :1,10 ; Sal. 75 ;10 ; 112 :9). Con este sentido David se refiere a Dios como “cuerno de mi salud” (2 Sam. 22 :3 ; Sal. 18 :2 ; Luc. 1 :69) 31 Así como Adonías encontró refugio y salvación aferrándose de los cuernos del altar (1 Rey. 1 :50), el

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“Cristo refugio de mi, pecador, Doy gloria a ti, si, sólo a ti... Tu sangre preciosa vertida por mi Me da tan segura morada en ti ; Cristo refugio de mi, pecador, Doy gloria a ti, sólo a ti” .

“Y le harás un enrejado de bronce de obra de rejilla, y sobre la rejilla harás cuatro anillos de bronce a sus cuatro esquinas. Y la pondrás dentro del cerco del altar abajo ; y llegará la rejilla hasta la mitad del altar” . (Exo. 27 :4-5). Sobre esta rejilla se colocaba la madera y se encendía el fuego para quemar los holocaustos traídos por los penitentes. “El enrejado estaba elevado al mismo nivel que el propiciatorio. Como el altar habla de justicia y juicio, y el propiciatorio habla de misericordia, el hecho de estar al mismo nivel nos enseña que la justicia y la misericordia de Dios son iguales. No puede haber misericordia sin satisfacer la justicia por medio del sacrificio”. 32 Hoy se escucha mucho predicar acerca de la misericordia de Dios y los modernistas frecuentemente

declaran que Dios es amor y no va a castigar al pecador, siendo él demasiado bondadoso. ¡ Ah !, pero olvidan una cosa de muchísima importancia : que el Dios de amor también es Dios de justicia. “Justicia y juicio son el cimiento de tu trono ; misericordia y verdad van delante de tu rostro”. (Sal. 89 :14). El amor sólo, se convierte en sentimentalismo barato que no sirve para salvar al hombre, y la justicia desprovista de amor es severidad implacable que destruye al pecador. Cuando Moisés, se tomó el santo atrevimiento de pedirle a Dios que le permitiera ver su gloria (Exo. 33 :18), Jehová descendió delante de él y se le presentó como Dios de amor y Dios de justicia. “Y pasando Jehová por delante de él, proclamó : ¡Jehová ! ¡ Jehová ! fuerte, misericordioso y piadoso ; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad ; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado ; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación” (Exo. 34 :67). “Dios es misericordioso para con los pecadores que se arrepienten, pero no puede debilitar su gobierno si no mantiene en alto su rectitud y justicia (Sal. 85 :10 ; 89 :14). La justicia de Dios es parte tan esencial de su naturaleza como su misericordia, sin ella Dios no podría ser Dios. La justicia es como se ha demostrado, una consecuencia necesaria del verdadero amor divino, porque ‘un Dios todo misericordioso es un Dios injusto’. Sin justicia no podría haber misericordia” . 33

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Los salvos pueden, por eso, cantar con el salmista : “Misericordia y juicio cantaré : A ti cantaré yo, oh Jehová”. (Sal. 101 :1). ¡Alabado sea Dios ! por la justicia del altar y por la misericordia del propiciatorio. 8. El cordero que era traído al altar. Desde una hora muy temprano en la mañana, se podía ver al israelita que había pecado, caminando con su víctima viva hacía el altar del sacrificio. Después de haber traspasado esa puerta ancha, se encuentra en el atrio frente al altar. “Un sacerdote se le acerca. ¿Qué le pasa a usted ?, le pregunta el sacerdote. El hombre tartamudea. ‘yo... yo he pecado... y... Dios... debe... castigar.’ Si, dice el sacerdote, entonces debe venir acá. Veo que ya trajo una víctima, dice el sacerdote al hombre con la oveja. Si, ya sabía que debía traerla. ¿Es verdad que este animal debe morir ?. Así es, porque sin derramamiento de sangre no hay posibilidad de remisión (Heb. 9 :22). ¡Pero este animal es inocente ! y mis hijos lo quieren tanto... Esta oveja no hizo ningún mal, ¿cierto ?. Correcto. Pero un culpable nunca puede ocupar el lugar de otro culpable. Por su pecado usted perdió el derecho a su vida. Ahora usted debe morir, o un sustituto inocente en cambio suyo. Ahora ponga sus manos sobre la cabeza de este cordero. Así reconoce que usted es culpable, y el cordero inocente. Muerto el cordero, usted queda libre e inocente tal como él era antes” . 34

Ahora el israelita pone sus temblorosas sobre la cabeza del animal y confiesa sus pecados al Dios del cielo. El sacerdote le pasa al penitente un tremendo cuchillo muy afilado para que el ofrendante degüelle la inocente víctima. El Pecador levanta su mano, entierra el cuchillo en el cuello del cordero y entonces fluye la sangre que es recogida en un tazón por el sacerdote para ser manipulada fuera y dentro del santuario. Es terrible ver la agonía del cordero desangrándose lentamente. Y sin embargo, con un suspiro profundo, y alzando un momento los ojos al cielo, el israelita siente como si una gran carga cayera de sus hombros... El cordero murió en lugar de él. Y le será perdonado (Lev. 4). “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores ; y nosotros lo tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados ; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca ; como cordero fue llevado al matadero ; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca” . (Isaí. 53 :4,5,7). Una de las grandes verdades espirituales que no puede ser omitida cuando contemplamos esta escena es que : El pecado puede ser transferido. Cuando el pecador ponía sus manos sobre la cabeza del cordero, estaba transfiriendo simbólicamente a este sus pecados. Pero como el cordero moría, el pecado quedaba en la sangre del animal. “porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras

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almas ; y la misma sangre hará expiación por la persona”. (Lev. 17 :11). Esta sangre de las ofrendas por el pecado era manipulada de diversas maneras en el santuario. Parte de ella era regada al pie del altar del holocausto (Lev. 4 : 7, 30). También era untada sobre los cuernos del altar del incienso, y sobre los cuernos del altar del sacrificio (Lev. 4 :7,30). Era rociada hacía el velo del santuario siete veces con el dedo. (Lev. 4 :6). De esta manera el pecado era transferido al santuario, y este quedaba contaminado hasta el día de la expiación cuando había de purificarse (Lev. 16 :16). “El servicio típico enseña importantes verdades respecto a la expiación. Se aceptaba un substituto en lugar del pecador ; pero la sangre de la víctima no borraba el pecado. Sólo proveía un medio para transferirlo al santuario”. 35 En algunas iglesia adventistas, donde he tenido la oportunidad de disertar sobre este tema, algunos hermanos todavía se resisten a creer que el santuario celestial está contaminado. Daniel. 8 :14 dice que “el santuario será purificado” , y solamente podemos purificar algo que se ha contaminado. También es importante notar que el contexto nos indica claramente que el santuario al cual se hace referencia aquí, es el santuario celestial. ¿Cómo se contaminó el santuario celestial ? “Así como en la antigüedad los pecados del pueblo eran puestos por fe sobre la víctima ofrecida, y por la sangre de ésta se transferían figurativamente al santuario terrenal, así también, en el nuevo pacto, los pecados de los que se arrepienten son puestos por fe sobre Cristo, y transferidos, de hecho, al santuario celestial.

Y así como la purificación típica de lo terrenal se efectuaba quitando los pecados con los cuales había sido contaminado, así también la purificación real de lo celestial debe efectuarse quitando o borrando los pecados registrados en el cielo. Pero antes de que esto pueda cumplirse deben examinarse los registros para determinar quiénes son los que, por su arrepentimiento del pecado y su fe en Cristo, tienen derecho a los beneficios de la expiación cumplida por él. La purificación del santuario implica por lo tanto una obra de investigación, una obra de juicio”. 36 9. El fuego del altar del sacrificio. El fuego que ardía en el altar del sacrificio descendió de Dios mismo, el día de la inauguración del santuario. “Y salió fuego de delante de Jehová, y consumió el holocausto con las grosuras sobre el altar ; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y se postraron sobre sus rostros”. (Lev. 9 :24). “Según la tradición judía, el fuego sagrado que en esa ocasión descendió del cielo fue conservado al menos hasta la destrucción del templo de Salomón, y quizá durante más tiempo aún”. 37 Este era fuego santo y estaba destinado para uso exclusivo del santuario. No debía utilizarse fuego diferente para el servicio de Dios. El fuego que ardía en el candelabro y en el altar del incienso fue tomado del altar del sacrificio. (Lev. 16 :12-13). Los elementos destinados por Dios para un uso sagrado, no pueden ser utilizados por nosotros de una manera “común” o descuidada. Esto fue lo que no entendieron Nadab y Abiú, los hijos de Aarón, cuando ofrecieron fuego extraño.

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“Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño que él nunca les mandó. Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová”. (Lev. 10 :1-2). “En el atrio de la congregación había fogones donde los sacerdotes se preparaban la comida, y quizá Nadab y Abiú tomaron su fuego de allí”. 38 Comentando este incidente, Elena G de White observa : “Dios quiso enseñar al pueblo que debía acercarse a él con toda reverencia y veneración y exactamente como él indicaba. El Señor no puede aceptar una obediencia parcial. No bastaba que en el solemne tiempo del culto casi todo se hiciera como él había ordenado. Dios ha pronunciado una maldición sobre los que se alejan de sus mandamientos y no establecen diferencia entre las cosas comunes y las santas. (Isaí. 5 :20-24). Nadie se engañe a si mismo con la creencia de que una parte de los mandamientos de Dios no es esencial, o que él aceptará un substituto en reemplazo de lo que él ha ordenado. Si el hombre elige cualquier otro camino que no sea el de la estricta obediencia, encontrará que su fin son caminos de muerte (Prov. 14 :12) “ . 39 También se insiste en que el fuego del altar del sacrificio debía arder continuamente ; no debía apagarse. “Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará el holocausto sobre él, y quemará sobre él las grosuras de los sacrificios de paz. El fuego arderá continuamente en el altar ; no se apagará” . (Lev. 6 :1213).

El sacrificio del cordero realizado sobre el madero del Calvario, encendió en nuestros corazones un fuego que Jamás se apagará. El fuego de la salvación arderá continuamente en nuestras vidas transformadas, y por la edades sin fin, recordaremos y alabaremos al Cordero que fue inmolado y consumido por el fuego del altar. (Apoc. 5 :11-13).

CAPITULO IV

LA FUENTE DE BRONCE. (LAVACRO) _______________ 21. WHITE. Elena G. de. Patriarcas y Profetas. Publicaciones Interamericanas, California.1971. P.359. 22. NICHOL. Francis. 1 Comentario Bíblico Adventista. Publicaciones Interamericanas, California. 1978. P. 655. 23. WHITE. Elena G. de. Sing of the Times, 16 de enero de 1896. 24. WHITE. Elena G. de. Obreros Evangélicos. Publicaciones Interamericanas, California. 1975. P. 169. 25. NICHOL. Francis. 1 Comentario Bíblico Adventista. Publicaciones Interamericanas, California. 1978. P. 394. 26. WHITE. Elena G. de. Deseado de Todas las Gentes. Publicaciones Interamericanas, California. 1971. P.117 27. WHITE. Elena G. de. Patriarcas y Profetas. Publicaciones Interamericanas, California.1971. P.183,184. 28. WHITE. Elena G. de. Deseado de Todas las Gentes. Publicaciones Interamericanas, California. 1971. P. 17. 29. QUINTANA, Carlos A. El Santuario al Descubierto. Santa Fe de Bogotá. 1992. P . 38. 30. La Casa de Oro. Bogotá Colombia. Editorial : Librería Evangélica. P. 14. 31. NICHOL. Francis. 1 Comentario Bíblico Adventista. Publicaciones Interamericanas, California. 1978. P. 655. 32. BLATTNER. E.F. El Tabernáculo. Miami, Florida. Editorial Vida. 1980. P. 19,33. 33. NICHOL. Francis. 1 Comentario Bíblico Adventista. Publicaciones Interamericanas, California. 1978. P. 687. 34. La Casa de Oro. Bogotá Colombia. Editorial : Librería Evangélica. P. 10. 35. WHITE. Elena G. de. El Conflicto de los Siglos. Publicaciones Interamericanas, California.1971. P. 472. 36. Ibid .. 474. 37. NICHOL. Francis. 1 Comentario Bíblico Adventista. Publicaciones Interamericanas, California. 1978. P. 760. 38. Ibid..761. 39. WHITE. Elena G. de. Patriarcas y Profetas. Publicaciones Interamericanas, California.1971. P. 374,375.

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a fuente era el segundo mueble en el atrio del tabernáculo. Estaba entre el altar del sacrificio y el lugar santo. Veamos la descripción bíblica : “Habló más Jehová a Moisés diciendo : Harás también una fuente de bronce, con su base de bronce, para lavar ; y la colocarás entre el tabernáculo de reunión y el

altar, y pondrás en ella agua. Y de ella se lavarán Aarón y sus hijos las manos y los pies. Cuando entren en el tabernáculo de reunión, se lavarán con agua, para que no mueran ; y cuando se acerquen al altar para ministrar, para quemar la ofrenda encendida para Jehová, Se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su descendencia por sus generaciones” . (Exo. 30 :17-21). Algunos eruditos han visto en esta fuente un símbolo del mar de cristal que vio Juan delante del trono de Dios. “Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal”. (Apoc. 4 :6). 1. Su base la conectaba con la tierra y la elevaba hacía el cielo. La fuente, al tener una base o pie que la ponía en contacto con la tierra, pero que a la vez la elevaba hacía el cielo, puede mostrarnos en su enseñanza espiritual el andar de un pueblo rodeado y asediado por lo terrenal aunque su ciudadanía es celestial. Esta fuente nos recuerda la realidad de que vamos de paso por este mundo terrenal y materialista. Un mundo donde abunda el polvo del pecado y la maldad con el cual el creyente suele contaminarse con mucha frecuencia. Sin embargo, el agua contenida en este mueble ubicado en el atrio, puede purificar, limpiar y preparar al cristiano para que sea un ciudadano del reino celestial. Esta verdad cobra importancia y significado en los labios de Jesús cuando en su oración intercesora rogó al Padre

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celestial por los discípulos de su tiempo y por los que vivirían a través de las edades : “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo” . (Juan. 17 :15-16). ¡Con cuanta frecuencia olvidamos que aunque estamos en este mundo no pertenecemos a él !. ¿Con cuánta frecuencia permitimos que las bajezas terrenales absorban todo nuestro interés y nos hagan perder de vista los tesoros espirituales ?. Dios nos pide que nos elevemos por encima de lo terrenal y recordemos constantemente que “Nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo”. (Fil. 3 :20). 2. Fue hecha de los espejos de las mujeres. “También hizo la fuente de bronce y su base de bronce, de los espejos de las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión”. (Exo. 38 :8). “Los espejos no se mencionan antes de este versículo. Pero solían hacerse de bronce prolijamente lustrado, y tenían forma redonda u ovalada. Tales espejos eran usados por las mujeres egipcias, como también por las mujeres de los otros países orientales, desde épocas muy remotas. Puesto que no se registra ninguna orden de Moisés que dispusiera que las mujeres entregaran sus espejos, ellas deben de haberlos ofrecido con un loable espíritu de consagrada abnegación. Es evidente que los espejos eran de gran valor para sus dueñas, y su dedicación a Dios fue un excelente ejemplo de consagración con sacrificio (Mat. 26 :6-13). Estas

piadosas mujeres estimaban más el adorno del espíritu que el adorno de la apariencia externa. (1 Ped. 3 :1-5). Su dádiva testificaba que amaban más a Dios que lo que se amaban a sí mismas” . 40 ¿Habéis renunciado alguna vez algo para vuestro bendito Señor ? , ¿se ha prendido de vuestro corazón la gracia de Dios de tal manera que habéis rendido a Cristo cosas que una vez amabais demasiado ? . Dios nos pide hoy que renunciemos a nuestro yo, que le entreguemos los espejos de nuestra indiferencia, nuestra tibieza, nuestra mundanalidad, nuestra suficiencia, nuestro orgullo, nuestro egoísmo ; en fin, todo lo que hace que nuestra atención se mantenga centrada en nosotros mismos. Con razón decía Blas Pascal : “Oh, hombres, en vano buscáis dentro de vosotros mismos el remedio para vuestras miserias”. Si le damos a él todo lo que tenemos, lo tomará y lo convertirá en algo valioso y precioso. Si le damos a él hoy nuestro corazón, lo transformará, lo ennoblecerá y lo usará para su gloria y alabanza. “Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos”. (Prov. 23 :26). ¿Qué es lo que hace el espejo ?. Lo refleja a uno mismo ; le muestra las hermosuras o las desfiguraciones de la persona ; pero no puede alterarlas. Revela la suciedad pero no puede quitarla. El espejo es símbolo de la ley de Dios. “Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida como era. Más el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y

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persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace”. (Santiago. 1 :23-25) Así como el espejo revela la belleza o la deformidad física ; la ley de Dios nos revela la belleza o la deformidad espiritual. Cuando era niño, recuerdo que mi profesora me contó la historia del espejo que hablaba. La bruja malvada, sintiendo envidia de la belleza de Blanca Nieves ; le preguntaba insistentemente al espejo : “Espejito, espejito, dime... ¿quién es la más hermosa del reino ? “. A lo que el espejo respondía : Blanca Nieves. Esto sucedió repetidas veces y la respuesta del espejo siempre era la misma. Enojada entonces porque el espejo siempre declaraba la verdad, decidió romperlo para no enfrentar más la realidad. Hoy, muchos que profesan ser cristianos, actúan de la misma manera que la bruja malvada de la historieta ; enojados porque el espejo (la ley de Dios), les muestra su deformidad espiritual, prefieren romperlo, y declaran sin ningún reparo que la ley de Dios quedó abolida. Ignoran que “La ley de los diez mandamientos vive y vivirá por los siglos eternos ... La ley de Dios mantendrá su carácter supremo mientras perdure el trono de Jehová. Esta ley es la expresión del carácter de Dios... La ley de Dios no fue crucificada con Cristo. Si lo hubiera sido, Satanás habría ganado todo lo que trató de conquistar en el cielo”. 41 Nuestro Salvador elevó su voz en protesta contra quienes consideran los mandamientos divinos con descuido o indiferencia.

Él declaró : “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas ; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota, ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos ; más cualquiera que los haga y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos” . (Mat. 5 :19). 3. La fuente estaba llena de agua. Uno de los elementos más valorados en el desierto, y con el cual los israelitas deseaban ansiosamente tener contacto, era con el agua. Agua que no solamente saciaba su sed, sino que también podía limpiar y refrescar sus cuerpos polvorientos y sudorosos. El agua que se encontraba en la fuente, había sido colocada allí exclusivamente para que los sacerdotes se bañaran las manos y los pies antes de oficiar en el lugar santo ; donde entraban para aderezar las lámparas del candelabro, quemar el incienso o cambiar el pan de la proposición los sábados. El agua dentro de este contexto tiene por lo menos tres significados muy reveladores : a). El agua en la fuente de bronce, nos habla del poder de la palabra de Dios para limpiarnos y santificarnos. Jesús dijo que el pámpano que da fruto necesita ser limpiado, para dar más fruto ; y les aseguró a sus discípulos : “Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado”. (Juan. 15 :2-3).

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Cuando David buscaba una respuesta para mejorar la juventud de su tiempo, preguntó : “¿Con qué limpiará el joven su camino ?”, y la respuesta no se hizo esperar “con guardar tu palabra”. (Sal. 119 :9). Pablo escribiendo a los Efesios del amor de Cristo por su iglesia declara : “ Para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha” . Efe. 5 :26-27). Y por medio del profeta Ezequiel, Dios nos regala esta refrescante promesa : “Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias ; y de todos vuestros ídolos os limpiaré” . (Eze. 36 :25). b). El agua de la fuente también es símbolo de la obra santificadora del Espíritu Santo efectuada en nuestras vidas. En el altar del sacrificio, el pecador ha alcanzado la justificación por medio de la sangre del cordero. En la fuente, encuentra el siguiente paso de la salvación, la santificación, realizada en nosotros por la bendita tercera persona de la Deidad. “Y esto erais algunos ; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. (1 Cor. 6 :11). Para perseverar en el camino cristiano y seguir transitando hacía el lugar santísimo, el creyente necesita ser renovado diariamente por el agua del Espíritu. “Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo”. (Tito. 3 : 5).

En el mensaje que Dios envió a su pueblo por medio del profeta Isaías, relacionó el derramamiento del agua con el derramamiento del Espíritu Santo. “Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, ríos sobre la tierra árida ; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos”. (Isaí. 44 :3). Mientras los judíos celebraban la fiesta de las cabañas, Jesús se puso en medio de ellos y dijo : “Si alguno tiene sed, venga a mi y beba. El que cree en mi, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él ; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado”. (Juan. 7 :37-39). “¿Por qué compara Jesús al Espíritu Santo con el agua ?. Porque en ellos hay procesos y características sorprendentemente análogos : Primero, el agua satisface “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía”. (Sal. 42 :1). Lo que el agua es al cuerpo sediento, es el Espíritu Santo al alma con sed. Sólo aquí hay satisfacción eterna. Así como nada puede sustituir al agua limpia, tampoco hay nada que pueda reemplazar al Espíritu Santo. Corazón anhelante, lo que tu necesitas es esa agua viva que se te ofrece”. 42 “Y el Espíritu y la Esposa dicen : Ven. Y el que oye, diga : Ven. Y el que tiene sed, venga ; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”. (Apoc. 22 :17). c). En tercer lugar, en el agua de la fuente podemos ver simbolizado a nuestro bendito Salvador. El “agua viva”

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por excelencia que puede satisfacer al más sediento pecador. Así se presentó Cristo para la sedienta mujer samaritana. “Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás ; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. Juan. 4 :14). “El que trate de aplacar su sed en las fuentes de este mundo, bebe tan sólo para tener sed otra vez. Por todas partes, hay hombres que no están satisfechos. Anhelan algo que supla la necesidad del alma. Un solo ser puede satisfacer esta necesidad. Lo que el mundo necesita, ‘El Deseado de todas las gentes’, es Cristo. La gracia divina, que él solo puede impartir, es como agua viva que purifica, refrigera y vigoriza el alma”. 43 “El clamor que Cristo dirige al alma sedienta sigue repercutiendo, y llega a nosotros con más fuerza que a aquellos que lo oyeron en el templo en aquel último día de la fiesta. El manantial está abierto para todos. A los cansados y exhaustos se ofrece la refrigerante bebida de la vida eterna. Jesús sigue clamando : ‘Si alguno tiene sed, venga a mí y beba’. ‘Y el que tiene sed, venga : y el que quiere, tome del agua de la vida gratuitamente”. 44 Así como el agua de la fuente limpiaba a los sacerdotes, y los hacía aptos para oficiar en el lugar santo. Hoy también se nos ofrece a nosotros el agua purificadora de la palabra de Dios, el agua santificadora del Espíritu Santo y el agua vivificante de Cristo Jesús que nos hacen idóneos para entrar en el lugar santísimo. ¡Que alegría !, muy pronto podremos disfrutar del “río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que sale del trono de Dios y del Cordero”. (Apoc. 22 :1).

4. No conocemos las dimensiones ni las medidas de la fuente. No se nos dice la forma ni el tamaño de la fuente ; tampoco se nos dice como fue llevada por el desierto. El silencio de las Escrituras sobre puntos como éstos es tan significativo como divino. No hay descuido, ni olvido por parte de Dios, más bien nos parece una forma intencionada de transmitir un mensaje o una enseñanza. Los demás muebles todos están descritos minuciosamente en cuanto a su anchura, su longitud, su altura, etc. Pero en las instrucciones de Dios a Moisés referentes a la fuente, estos detalles se omiten. ¿Por qué ?. La obra de transformación, conversión y santificación obrada en nuestras vidas por el Espíritu Santo, es incalculable, no puede ser medida en términos humanos, esta obra tiene alcances eternos e infinitos. Fue justamente esta misma verdad la que quiso enseñar Jesús a Nicodemo. “El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido ; mas ni sabes de dónde viene ni a dónde va ; así es todo aquel que es nacido del Espíritu”. (Juan 3 :8). “Nicodemo estaba todavía perplejo, y Jesús empleó el viento para ilustrar lo que quería decir. Se oye el viento entre las ramas de los árboles, pero el susurro que produce en las hojas y las flores ; sin embargo es invisible, y nadie sabe de dónde viene ni adónde va. Así sucede con la obra del Espíritu Santo en el corazón. Es tan inexplicable como los movimientos del viento. Puede ser que una persona no pueda decir exactamente la ocasión ni el lugar en que se convirtió, ni distinguir

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todas las circunstancias de su conversión ; pero esto no significa que no se haya convertido. Mediante un agente tan invisible como el viento, Cristo obra constantemente en el corazón. Poco a poco, tal vez inconscientemente para quien las recibe, se hacen impresiones que tienden a atraer el alma a Cristo. Dichas impresiones pueden ser recibidas meditando en él, leyendo las Escrituras, u oyendo la palabra del predicador viviente. Repentinamente, al presentar el Espíritu un llamamiento más directo, el alma se entrega gozosamente a Jesús. Muchos llaman a esto conversión repentina ; pero es el resultado de una larga intercesión del Espíritu de Dios ; es una obra paciente y larga. Aunque el viento mismo es invisible, produce efectos que se ven y sienten. Así también la obra del Espíritu en el alma se revelará en toda acción de quien haya sentido su poder salvador. Es imposible para las mentes finitas comprender la obra de la redención. Su ministerio supera al conocimiento humano ; sin embargo, el que pasa de muerte a vida comprende que es una realidad divina. Podemos conocer aquí por experiencia personal el comienzo de la redención. Sus resultados alcanzan hasta las edades eternas”. 45 5. En la fuente se lavaban las manos y los pies. “Se lavarán las manos y los pies con agua para que no mueran” (Exo. 30 :19-21). Esta orden es reiterativa, indicando que tanto la limpieza física como espiritual son esenciales cuando nos acercamos al Señor.

“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos ; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”. (Sant. 4 :8). “Hijo mío, no andes en camino con ellos. Aparta tu pie de sus veredas, porque sus pies corren hacia el mal, y van presurosos a derramar sangre”. (Prov. 1 :15-16). Era muy fácil que las manos y los pies de los sacerdotes se ensuciarán, las manos continuamente trabajando en el servicio de Dios en el altar, y los pies siempre andando por la arena del desierto, necesitarían ser lavados continuamente, y para esto les fue dada el agua de la fuente. A ningún sacerdote inmundo le estaba permitido ministrar al Señor, so pena de muerte, porque “la santidad conviene a tu casa, oh Jehová, por los siglos y para siempre”. (Sal. 93 :5). “¿Quién subirá al monte de Jehová ? ¿y quién estará en su lugar santo ?. El puro de manos y limpio de corazón. Lavaré en inocencia mis manos, y así andaré alrededor de tu altar, oh Jehová. (Sal. 24 :3,4 ; 26 :6). “La santidad debe considerarse seriamente cada vez que nos aproximamos a Dios. Los que no son santos no serán rechazados por Dios si se presentan con arrepentimiento, aceptando la gracia de Cristo”. 46 El derecho de entrada del sacerdote era la sangre del sacrificio, pero la condición necesaria para el uso de ese derecho era que las manos y los pies hubiesen sido limpiados con agua. Esto nos habla del derecho y de la condición que se precisa para disfrutar de comunión con Dios. Debe haber un andar en la luz, y una limpieza continua de nuestras vidas.

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Descuidarnos en este aspecto es frustrar los propósitos de Dios referentes a nuestra purificación y santificación. Los sacerdotes en el día de su consagración fueron traídos a la puerta del tabernáculo y lavados completamente con agua por Moisés. (Exo. 29 :4), (Lev. 8 :6). Este fue el primer acto de su consagración. Ninguna vestidura santa, ni ningún aceite de unción fue puesto sobre ellos hasta que hubiesen sido lavados, y antes de eso no les fue permitido entrar en el lugar santo para adorar a Dios. Así sucede con el bautismo. Nadie que no haya experimentado el nacimiento del agua y del Espíritu puede adorar a Dios. No es posible tener comunión con él aparte de esto. “El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. (Juan 3 :3). El hombre en su estado natural, no puede apreciar nada de lo que es de Dios, tampoco hacer nada que le agrada. Mientras no haya nacido de lo alto, su lugar está fuera del círculo de la familia de Dios, fuera del círculo de la adoración. No puede atreverse a cruzar el umbral del lugar santo hasta que por el acto soberano de la gracia de Dios, se le declare “todo limpio”, con el corazón purificado de mala conciencia y lavado el cuerpo con agua pura (Heb. 10 :22). Como los sacerdotes ya habían sido lavados completamente, ahora no necesitaban sino lavarse las manos y los pies únicamente. De la misma manera, el creyente que ya ha sido bautizado por inmersión (bañado completamente), no necesita sino bañarse las manos y los pies. (Esto se hace en el rito de humildad).

Las palabras de Jesús a Pedro en el aposento alto, arrojan mucha luz sobre esta gran verdad contenida en la fuente de bronce. Jesús había tomado el papel de siervo : “Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido. Entonces vino a Simón Pedro ; y Pedro le dijo : Señor, ¿tú me lavas los pies ?. Respondiendo Jesús le dijo : lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora ; más lo entenderás después. Pedro le dijo : No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió : Si no te lavare, no tendrás parte conmigo. Le dijo Simón Pedro : Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza. Jesús le dijo : El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio ; y vosotros limpios estáis, aunque no todos”. (Juan. 13 :5-10). “Como Pedro y sus hermanos, nosotros también hemos sido lavados en la sangre de Cristo, y sin embargo la pureza del corazón queda con frecuencia contaminada por el contacto con el mal. Debemos ir a Cristo para obtener su gracia purificadora. Pedro rehuía el poner sus pies contaminados en contacto con las manos de su Señor y Maestro ; pero ¡con cuánta frecuencia ponemos en contacto con el corazón de Cristo nuestros corazones pecaminosos y contaminados ! ¡cuán penosos le resultan nuestro mal genio, nuestra vanidad y nuestro orgullo !. Sin embargo, debemos llevarle todas nuestras flaquezas y contaminación . Él es el único que puede lavarnos. No estamos preparados para la comunión con él a menos que seamos limpiados por su eficacia”. 47

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Apreciado lector, si tu eres creyente, tú necesitas de esta limpieza en la fuente continuamente. Ven a la fuente de vida y juntamente con David roguemos al Señor : “Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Purifícame con hisopo, y seré limpio ; lávame, y seré más blanco que la nieve”. (Sal. 51 :2,7). _____________ 40. NICHOL. Francis. 1 Comentario Bíblico Adventista. Publicaciones Interamericanas, California. 1978. P. 696. 41. Ibid. 6. P. 1115,1116. 42. FROOM. Leroy. La Venida del Consolador. Mountain View, California : Pacific Press Publishing Association, 1972. P. 246. 43. WHITE. Elena G. de. Deseado de Todas las Gentes. Publicaciones Interamericanas, California. 1971. P.157 44. Ibid. P.. 418 45. Ibid. P..144 46. NICHOL. Francis. 1 Comentario Bíblico Adventista. Publicaciones Interamericanas, California. 1978. P. 607. 47. WHITE. Elena G. de. Deseado de Todas las Gentes. Publicaciones Interamericanas, California. 1971. P.603.

D Capitulo V

LA MESA DE LOS PANES

espués de haber estudiado los muebles que se encontraban en el atrio, a continuación abordaremos el estudio de los que estaban ubicados en el lugar santo : La mesa para los panes de la proposición, el candelabro y el altar del incienso. He aquí la descripción detallada de la mesa : “Harás asimismo una mesa de madera de acacia ; su longitud será de dos codos, y de un codo su anchura, y su altura de codo y medio. Y la cubrirás de oro puro, y le harás una cornisa de oro alrededor. Le harás también una moldura alrededor, de un palmo menor de anchura, y harás a la moldura una cornisa de oro alrededor. Y le harás cuatro anillos de oro, los cuales pondrás en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas. Los anillos estarán debajo de la moldura, para lugares de las varas para llevar la mesa. Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro, y con ellas será llevada la mesa. Harás también sus platos, sus cucharas, sus cubiertas y sus tazones, con que se libará ; de oro fino los harás. Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de mi continuamente”. (Exo. 25 :23-30). Al entrar en el santuario, esta mesa estaba a la derecha, o sea al lado norte del lugar santo. “Puso la mesa en el tabernáculo de reunión, al lado norte de la cortina, fuera del velo”. (Exo. 40 :22). 1. La mesa estaba hecha de madera de acacia cubierta de oro. La madera de acacia o sittim era una de las más finas, duras y resistentes. Esta madera “incorruptible”, difícil de ser penetrada o destruida por cualquier insecto,

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representa la humanidad perfecta de nuestro Señor, y el oro puro, es símbolo de su divinidad. David nos lo muestra como “La vara del tronco de Isaí” (Isaí. 11 :1) La naturaleza humana de Jesús, no es una naturaleza de cualquier clase ; a lo largo de su vida terrenal se mostró fuerte, firme e incorruptible, fue sin pecado. “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”. (Heb. 4 :15). Él, aunque murió, su cuerpo no conoció la corrupción Porque David dice de él : “Porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu Santo vea corrupción” . (Sal 16 :10). Por otra parte podemos ver simbolizada la divinidad del unigénito de Dios en el oro puro que cubría la madera de la mesa. ¿Qué misterios están encerrados en esta maravillosa combinación ?. Nuestro Corazón debe estar alerta, nuestra mente receptiva y nuestros pies andar suave y reverentemente mientras nos acercamos para contemplar a la persona gloriosa de Cristo en esta mesa del lugar santo. Su naturaleza humana era perfecta como lo era su divinidad. Era Hijo del hombre, tanto como Hijo de Dios. De este mueble del santuario emerge la verdad gloriosa del Cristo Divino-Humano. “En su calidad de Hombre, Jesús poseía un cuerpo humano, como el nuestro. Físicamente era como cualquier hombre (Mat. 26 :38). Poseía las facultades corporales, espirituales y emocionales de un hombre. Había nacido de mujer y crecido como todo niño normal. (Luc. 2 :5, 7, 52).

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Él era varón de dolores (Isaí. 53 ). Pero aunque era hombre, no estaba atado a la depravación o a actos pecaminosos hereditarios (Juan 8 :46). Este Hombre sin igual es una persona Divino-Humana ; aunque dotado de naturalezas separadas y distintas, ambas están paradójicamente unidas. Como humano Jesús conoce todas nuestras necesidades, y como Dios él también puede suplirlas” . 48 “Dejando de lado su manto real y su corona regia, Cristo vistió su divinidad con humanidad... Cristo no pudiera haber venido a esta tierra con la gloria que tenía en las cortes celestiales. Los seres humanos pecaminosos no podrían haber soportado el cuadro. Él veló su divinidad con el manto de la humanidad, pero no abandonó su divinidad”. 49 “¿Fue cambiada la naturaleza humana del hijo de María en la naturaleza divina del Hijo Dios ?. No. Las dos naturalezas fueron combinadas misteriosamente en una persona, el Hombre Cristo Jesús. En él habitó corporalmente toda la plenitud de la divinidad” . 50 Así como en el santuario no había otro mueble con las características de la mesa, en el universo entero tampoco existe otro ser como Jesucristo ; con dos naturalezas fusionadas en un solo ser. Jesús, el Dios-Hombre es único en su especie, no existe otro como él, 100% divino y 100% humano. Personalmente creo que este es un asunto de vital importancia al cual debería dedicársele más tiempo y atención. A lo largo de la historia cristiana, encontramos diferentes posiciones con respecto a la naturaleza de Cristo. Algunas de estas se empeñan en hacer de Jesucristo un ser solamente divino o únicamente humano.

Por ejemplo los Ebionitas, este grupo de cristianos de origen judío, que surgieron en la segunda mitad del primer siglo, creían que “Jesús era simplemente un profeta enviado de Dios, negaban su divinidad , o por lo menos le restaban importancia, negaban su preexistencia. Exaltaban la humanidad de Cristo en detrimento de su divinidad”. 51 La sierva del Señor nos dice que esto no puede ser : “Que cada ser humano permanezca en guardia para que no haga a Cristo completamente humano, como uno de nosotros, porque esto no puede ser. No es necesario que sepamos el momento exacto cuando la humanidad se combinó con la divinidad. Debemos mantener nuestros pies sobre la Roca Cristo Jesús, como Dios revelado en humanidad”. . 52 En el otro extremo se encontraban los Docetistas. Estos “sobreenfatizaban la divinidad de Cristo al punto que negaban la humanidad real del Hijo de Dios. Para ellos era imposible aceptar la idea de que Dios, quien es espíritu y es perfecto, pudiera en manera alguna haberse unido con la materia. Esto los llevó a negar la humanidad de Cristo”. 53 Para advertirnos de este error, escribió el apóstol Juan : “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios ; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced el Espíritu de Dios : Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios”. (1 Juan. 4 :1-2). “Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo”. (2 Juan 7). El testimonio que nos presenta el Nuevo Testamento con respecto a la humanidad y a la divinidad de Cristo, es

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claro y contundente. “El verbo era Dios” (Juan. 1 :1). “Y aquel verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros (Juan. 1 :14). En la mesa que se encontraba en el santuario, hecha de madera de acacia y cubierta de oro puro, podemos ver claramente al Dios que se hizo totalmente humano para entendernos ; pero que permaneció siendo totalmente divino para salvarnos. 2. La mesa es símbolo del trono de Dios en el lugar santo. ¿De qué manera podemos relacionar el trono de Dios con la mesa de los panes ? Empecemos diciendo, que Jesús mismo, quien le reveló a Moisés el diseño del santuario , estableció una relación estrecha entre la “mesa” y el “trono” cuando dijo a sus discípulos : “Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel”. (Luc. 22 :29-30). La Biblia nos enseña que después de haber ofrecido su sacrificio en la cruz, Cristo resucitó y ascendió al santuario celestial donde se sentó a la diestra del trono de Dios. “El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, Habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la majestad en las alturas”. (Heb. 1 :3). “La cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales”. (Efe. 1 :20).

“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”. (Heb. 12 :2). Que Dios tenga un trono real en el cielo es un hecho claramente enseñado en el Evangelio y en el espíritu de profecía. Veamos : “Y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por aquel que está sentado en el”. (Mat. 23 :22). Este trono de Dios es el mismo trono del Hijo. “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. (Apoc. 3 :21). Relatando una de sus visiones, Elena G. White nos dice lo siguiente sobre este mismo asunto : “Vi un trono, y sobre el se sentaba el Padre y el Hijo... Vi al Padre levantarse del trono y en un carro de llamas entró en el lugar santísimo, al interior del velo, y se sentó. Entonces Jesús se levantó del trono, y la mayoría de los que estaban posternados se levantó con él. Después de eso, un carro de nubes, cuyas ruedas eran como llamas de fuego, llegó rodeado de ángeles, adonde estaba Jesús. El entró en el carro y fue llevado al lugar santísimo, donde el Padre estaba sentado”. 54 Estos pasajes nos enseñan que el santuario celestial, donde ministra nuestro Sumo Sacerdote, tiene dos compartimentos ; y que Cristo Jesús cuando ascendió en el año 31 de nuestra era, inició la primera fase de su ministerio en el lugar santo, donde se sentó a la diestra del trono de Dios. Hablando del inicio de la segunda fase del ministerio de Cristo en el lugar Santísimo, el libro Primeros Escritos comenta :

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“Jesús se levantó, cerró la puerta del lugar santo, abrió la que da al santísimo y pasó detrás del segundo velo, donde está ahora al lado del arca y adonde llega la fe de Israel ahora”. 55 Si el trono de Dios está en el lugar santo, ¿porqué entonces al lugar donde está el arca se lo llama santísimo ?. ¿No es allí donde Dios debe morar ?. Notemos lo que nos dice Salim Japas : “Obsérvese que qodesh godashim no es exclusivo del lugar santísimo (Exo. 26 :33). Todo, por la consagración llega a ser santísimo (Exo. 30 :22-29). El altar será santísimo (Exo. 29 :37 ; 40 :10). El aceite (Exo. 30 :26). Todo el monte (Eze. 43 :12). Otra dificultad. ¿Porqué la Shekina se manifestaba sólo sobre el arca del pacto, en el lugar santísimo ?. Esta es otra exageración, obsérvese que Dios les hablaba : Desde la nube, (Sal. 99 :5-7 ; Exo. 33 :1-11). La gloria llenó toda la casa (1 Rey. 8 :10-11). La gloria se manifestó en el altar (Lev. 9 :6,16). Aunque es cierto que Dios mora en la totalidad del santuario, también es cierto que hay tres lugares donde su presencia es singularizada : En el arca del pacto, en el altar del incienso y en la mesa de la presencia, y que el trono de Dios no está registrado con exclusividad al lugar santísimo y al arca del pacto. Evidencia de lo que decimos radica en el hecho de que el altar del incienso y la mesa de la presencia también reúnen la caracterización de codesh codashim (Exo. 30 : 27-29). Concluimos que al tiempo de la ascensión de Cristo en el año 31 y hasta 1.844, el trono de Dios estuvo en el lugar santo y ese trono está simbolizado por la mesa”. 56

3. La mesa tenía una doble corona. Esta doble corona de la mesa, pareciera sugerirnos la idea de que la glorificación de Cristo cuando ascendió al lugar santo, consistió en su doble coronación como Rey y Sacerdote. “La extraordinaria importancia tipológica de la mesa no puede descartarse, porque en primer lugar su descripción aparece inmediatamente después de la descripción del arca del pacto (Exo.25 :10-30), y además por el hecho dramático de que es el único mueble del santuario con dos coronas. Esta mesa estaba recubierta totalmente de oro. La parte superior de la mesa estaba rodeada por dos coronas (zer) o cornisas. (Exo. 25 :24-25). El altar del incienso, la mesa de los panes y el arca del pacto son los únicos muebles del tabernáculo para los cuales Dios ordenó que se los rodeara con coronas. (Exo. 25 :11, 24, 25 ; 37 : 25,26). Que la corona sea un símbolo de entronización y glorificación está ampliamente atestiguado por las Escrituras (2 Rey. 11 :12 ; 2 Sam. 1 :10 ; 12 :30 ; 2 Crón. 23 :11 ; Esther. 1 :11 ; 2 :17 ; 1 Ped. 5 :4 ; Apoc. 4 :4,10). Nuestra insistencia en el valor tipológico de la corona queda justificado : El arca del testimonio tiene una corona (Exo. 25 :11), el altar de oro también tiene una corona (Exo. 37 :26), pero para nuestra sorpresa, la mesa de la presencia tiene dos coronas (Exo. 25 :23-25 ; 37 :11-12) y este hecho reclama nuestra consideración. ¿Qué quiere decir ‘se sentó’ ? ‘Se sentó a la diestra de la majestad de las alturas’ (Heb. 1 :3 ). Que fue

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‘entronizado’ ya que esa es una expresión técnica para coronación (2 Rey. 11 :12-19). Obsérvese que Jesús mismo pidió ser ‘glorificado’. ‘Ahora pues, Padre glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese’. (Juan. 17 :5). La glorificación ocurre en algún momento antes de pentecostés, ya que esta es la evidencia de su glorificación. ‘Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él ; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado”. (Juan. 7 :39). 57 “La ascensión de Cristo al cielo fue la señal de que sus seguidores iban a recibir la bendición prometida... Cuando Cristo entró por los portales celestiales, fue entronizado en medio de la adoración de los ángeles. Tan pronto como esta ceremonia hubo terminado, el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos en abundantes raudales, y Cristo fue de veras glorificado con la misma gloria que había tenido con el Padre, desde toda la eternidad. El derramamiento pentecostal era la comunicación del cielo de que el redentor había iniciado su ministerio celestial. De acuerdo con su promesa, había enviado el Espíritu Santo del cielo a sus seguidores como prueba de que, como sacerdote y Rey, había recibido toda autoridad en el cielo y en la tierra, y era el Ungido sobre su pueblo”. 58 La mesa ubicada en el lugar santo con una doble corona, nos señala a Cristo entronizado y glorificado en el cielo. Coronado como Rey y Sacerdote, así como lo era Melquisedec. (Véase Heb. 7 :1-3).

Fue su humanidad perfecta y su sacrificio expiatorio lo que lo calificó para ser no solamente Rey, sino también nuestro Sumo Sacerdote. “Pero veamos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por nosotros”. (Heb. 2 :9). Desde el punto de vista de la tipología bíblica, así como nosotros la visualizamos, el lugar santo del tabernáculo parece haber sido el escenario típico para la doble coronación del Hijo como Rey y Sacerdote. 4. Los panes estaban puestos en dos hileras. “Y tomarás flor de harina, y cocerás de ella doce tortas ; cada torta será de dos décimas de efa. Y las pondrás en dos hileras, seis en cada hilera, sobre la mesa limpia delante de Jehová. Pondrás también sobre cada hilera incienso puro, y será para el pan como perfume, ofrenda encendida a Jehová. Cada día de reposo lo pondrá continuamente en orden delante de Jehová, en nombre de los hijos de Israel, como pacto perpetuo. Y será de Aarón y de sus hijos, los cuales lo comerán en lugar santo ; porque es cosa muy santa para él, de las ofrendas encendidas a Jehová, por derecho perpetuo”. (Lev. 24 :5-9). Para continuar con la idea del trono de Dios en el lugar santo, veamos lo que dice Salim Japas concerniente a las dos pilas de panes que estaban sobre la mesa. “Que el pan y la mesa tengan un sentido mesiánico queda atestiguado por el uso que el Señor Jesús hace de los mismos al narrar el episodio del Sumo Sacerdote

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Abiathar, quien da a comer a David el pan de la presencia. Pero él les dijo : ‘¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre ; Cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes ?’ (Mat. 12 :3-4). Su dimensión escatológica, por otro lado, se atestigua por las claras afirmaciones de Jesús. Parece evidente que los judíos del tiempo de Jesús anticipaban comer pan en el reino de los cielos. ‘Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo : Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios’. (Luc. 14 :15). Allí en el lugar santo está la mesa de la presencia con las dos coronas y las dos pilas de pan. No era necesario que fueran dos, podría haber sido una o tres o cinco, pero Dios que no dejó esto a la discreción de Bezaleel, ordenó que fueran dos coronas y dos pilas. El tipo pareciera señalar al Padre y al Hijo ‘Sentados’ el uno a la diestra del otro para alimentar con el ‘pan del cielo”. 59 ¡Que verdad tan sublime !, las dos pilas de panes sobre la mesa, símbolo del Padre y del Hijo, sentados sobre la mesa (trono). ¿Y el Espíritu Santo ?. Cuando Cristo fue entronizado en el año 31 de nuestra era en el santuario celestial, el Espíritu Santo descendió del cielo para estar con nosotros para siempre. (Juan 14 :16). 5. Los panes eran hechos de harina fina. Sobre los coatitas descansaba la sagrada responsabilidad de hacer los doce panes que se debían poner cada sábado sobre la mesa.

“Y algunos de los hijos de Coat, y de sus hermanos, tenían a su cargo los panes de la proposición, los cuales ponían por orden cada día de reposo”. (1Crón. 9 :32). Para hacer este pan sagrado, los coatitas debían seleccionar el mejor grano de trigo, que luego procedían a trillar y moler hasta alcanzar una harina muy fina, la cual amasaban cuidadosamente y el proceso final , consistía en hornear las tortas sobre las brasas. Entonces estaba listo el pan para ser colocado delante de la presencia de Jehová. Todo este proceso para hacer del pan de la proposición una ofrenda perfecta, nos hace pensar en el proceso que sufrió nuestro Salvador para llegar a ser el “pan Vivo”. “Yo soy el pan vivo que descendió del cielo ; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre ; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo”. (Juan. 6 :48-51). Anunciando su muerte y su resurrección, Jesús declaró lo siguiente : “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo ; pero si muere, lleva mucho fruto”. (Juan. 12 :24). Así como el grano de trigo, nuestro señor fue cortado, trillado, molido, amasado y muerto por nuestros pecados. “Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados ; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. (Isaí. 53 :5). “De esta manera, cada pan nos habla de los sufrimientos que Cristo padeció para que nosotros pudiéramos encontrar en él, el pan de vida para nuestras almas”. 60 6. Los panes eran renovados cada sábado.

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“Según el Talmud, el pan de la proposición era quitado una vez por semana, el día sábado, por cuatro sacerdotes. Dos sacaban el pan, y dos los vasos de incienso. Cuando estaban listos para sacar el pan y los vasos, entraban cuatro sacerdotes del nuevo turno que iniciaba el servicio, llevando el nuevo pan y dos vasos de incienso. Los que traían el nuevo pan se colocaban al lado norte, mirando hacía el sur ; los que sacaban el pan, se ponían al lado sur, mirando hacía el norte. Cuando un sacerdote quitaba los panes, el que estaba en frente ponía los nuevos. Se tenía cuidado de no quitar lo viejo hasta que lo nuevo estuviera listo para ser colocado. De esta manera siempre había pan sobre la mesa. El pan viejo era entonces comido por los sacerdotes como la porción que les pertenecía. Lo hacían dentro del recinto sagrado del santuario. Fue de este pan del que Abimelec dio a David y a sus hombres. “El sacerdote respondió a David y dijo : No tengo pan común a la mano, solamente tengo pan sagrado ; pero lo daré si los criados se han guardado a lo menos de mujeres. Y David respondió al sacerdote, y le dijo : En verdad las mujeres han estado lejos de nosotros ayer y anteayer ; cuando yo salí, ya los vasos de los jóvenes eran santos, aunque el viaje es profano ; ¿cuánto más no serán santos hoy sus vasos ? Así el sacerdote le dio el pan sagrado, porque allí no había otro pan sino los panes de la proposición, los cuales habían sido quitados de la presencia de Jehová, para poner panes calientes el día que aquellos fueron quitados” (1Sam. 21 :4-6), (Mat. 12 :3-4).

“Este pan con frecuencia era llamado ‘pan de la presencia’ (BJ) y simbolizaba a Cristo, el verdadero Pan de Vida (Juan 6 :51). El pan también daba testimonio de que Israel dependía constantemente de Dios para que él supliera todas sus necesidades, tanto espirituales como temporales (Ver mat. 6 : 31-34) la mesa estaba siempre puesta ; su provisión se renovaba todas las semanas. Como la llama de las lámparas del candelero subía hacía el cielo, así también el incienso sobre la mesa de los panes de la proposición ascendía como perfume agradable al Dador de toda cosa buena. No hay más que un corto paso entre la mesa del Señor en el santuario y la mesa del Señor en el NT. Los sacerdotes participaban del pan que representaba a Aquel que descendió del cielo ; nosotros comemos del pan que Cristo afirmó ser su cuerpo.” (1Cor. 11 :2324) 61 Toda la semana el pan estaba puesto en la mesa, pero el sábado había pan fresco en el templo del Señor. De la misma manera, a lo largo de toda la semana, comemos del pan de la palabra de Dios ; pero ¡qué privilegio tenemos el día sábado !, asistimos al lugar santo (la iglesia), donde somos alimentados con pan fresco, y renovamos nuestros votos de consagración a quien reconocemos como nuestro Creador, Sustentador y Salvador. Alabemos a Dios porque ha provisto el alimento perfecto para nuestras almas. Sin alimento material, sería imposible sobrevivir físicamente ; sin Jesús y su palabra es imposible subsistir espiritualmente.

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_______________ 48. BROWN. George. Semblanzas de Jesúa. Publicaciones Interamericanas. 1996. P. 253. 49. WHITE. Elena G. de. Reviw and Herald, 15 de Junio de 1905. 50. WHITE. Elena G. de. Carta 280, de 1904. 51. DUPERTUIS. Atilio. El Carpintero Divino. Editorial SER. 1991. P.23. 52. NICHOL. Francis. 5 Comentario Bíblico Adventista. Publicaciones Interamericanas, California. 1978. P. 1103. 53. DUPERTUIS. Atilio. El Carpintero Divino. Editorial SER. 1991. P. 24,25. 54. WHITE. Elena G. de. Primeros Escritos. P. 54,55. 55. Ibid.. 42. 56. JAPAS. Salim. El Trono de Dios en el Lugar Santo, (Sin publicar). P. 8. 57. Ibid.. p. 10. 58. WHITE. Elena. Hechos de los Apóstoles. P. 31,32. 59. JAPAS. Salim. El Trono de Dios en el Lugar Santo. (Sin publicar). P. 10. 60. BLATTNER. E.F. El Tabernáculo. Editorial Vida. Miami, Florida. 1953. P. 35. 61. NICHOL. Francis. Comentario Bíblico Adventista. Publicaciones Interamericanas, California. 1978. P. 822).

CAPITULO VI

EL CANDELERO

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l segundo mueble del lugar santo era el candelero, este estaba ubicado al lado sur, frente a la mesa de los panes de la proposición. Hay verdades profundas y preciosas prefiguradas en este artefacto hecho de oro puro en las cuales podemos meditar con gozo y bendición. Hablando del simbolismo en relación con los muebles del santuario, Salim Japas, comenta : “Todo mueble al que se le de un uso exclusivamente religioso y toda actividad cúltica que encierre en su estructura o en su función un significado espiritual presente, pueden considerarse simbólicos. Si además de lo indicado proyectan o anticipan una bendición futura, constituyen un tipo religioso, el cual estrictamente definido es una prefiguración de la economía de la salvación del Nuevo Testamento en los hechos y las personas del Antiguo Testamento. Todos los muebles del santuario del desierto encuadran perfectamente dentro de la doble caracterización que hemos dado de símbolo y tipo”. 62 “Harás además un candelero de oro puro ; labrado a martillo se hará el candelero ; su pie, su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores, serán de lo mismo. Y 7

saldrán seis brazos de sus lados ; tres brazos del candelero a un lado, y tres brazos al otro lado. Tres copas en forma de flor de almendro en un brazo, una manzana y una flor ; y tres copas en forma de flor de almendro en otro brazo, una manzana y una flor ; así en los seis brazos que salen del candelero ; y en la caña central del candelero cuatro copas en forma de flor de almendro, sus manzanas y sus flores. Habrá una manzana debajo de dos brazos del mismo, otra manzana debajo de otros dos brazos del mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos del mismo, así para los seis brazos que salen del candelero. Sus manzanas y sus brazos serán de una pieza, todo ello una pieza labrada a martillo, de oro puro. Y le harás siete lamparillas, las cuales encenderás para que alumbren hacia adelante. También sus despabiladeras y sus platillos, de oro puro. De un talento de oro fino lo harás, con todos estos utensilios. Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte”. (Exo. 25 :31-40). 1. El candelero tenía seis brazos. ¿Cuántos brazos tenía el candelero ?. “Según la representación del candelero en el arco de Tito, y de acuerdo con lo que dice Josefo (Antigüedades iii, 6,7), El ‘candelero’ tenía una columna central de la cual se desprendían hacia los lados, tres pares (ver 35) de ramales que alcanzaban hasta un mismo nivel”. 63 El tronco del centro se llamaba su “caña” , (Véase Exo. 25 :31 ; 37 :17), donde la palabra es en singular, distinguiéndola de los seis brazos. Su lugar en el centro nos muestra su preeminencia y hermosura, nos hace acordar de la verdad enseñada magistralmente por Jesús acerca de la permanencia.

“Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por si mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos ; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto ; porque separados de mí nada podéis hacer”. (Juan. 15 :4-5). Así como los seis brazos dependían o estaban conectados a la “caña” o tronco central del candelero, los pámpanos o ramas para que se mantengan con vida y llevan mucho fruto, deben permanecer conectados a la vid. Tal es la unión o conexión que debe existir entre el creyente y Cristo Jesús. “Esta unión con Cristo, una vez formada, debe ser mantenida... Este no es un contacto casual, ninguna unión que se realiza y se corta luego. El sarmiento llega a ser parte de la vid viviente. La comunicación de la vida, la fuerza y el carácter fructífero de la raíz a las ramas se verifica en forma constante y sin obstrucción. Separado de la vid el sarmiento no puede vivir. Así tampoco, dijo Jesús, podéis vivir separados de mí. La vida que habéis recibido de mí puede conservarse únicamente por la comunión continua. Sin mí, no podéis vencer un sólo pecado, ni resistir una sola tentación. El estar en Cristo significa recibir constantemente de su Espíritu, una vida de entrega sin reservas a su servicio. El conducto de comunicación debe mantenerse continuamente abierto entre el hombre y su Dios. Como el sarmiento de la vid recibe constantemente la savia de la vid viviente, así hemos de aferrarnos a Jesús y recibir de él por la fe la fuerza y la perfección de su propio carácter”. 64 En cierta ocasión la mamá de Pedrito le advirtió que no jugara más con la pelota junto al manzano del patio de la

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casa ; pues podría echar a perder el primer fruto que el árbol había producido. Mientras ella salió a la tienda para comprar algunos víveres, ocurrió lo inesperado, la pelota de Pedrito hizo contacto con la manzana y ésta cayó. El niño preocupado, tomó un hilo casi invisible con el cual amarró y adhirió nuevamente el fruto a la rama. Con el transcurrir del tiempo, la mamá de Pedrito empezó a notar que la manzana no tenía la mejor apariencia, y el fruto se estaba tornando amarillento, fue entonces cuando descubrió que este no estaba adherido al árbol naturalmente. ¿Cómo es nuestra unión con Cristo ?, ¿estamos realmente conectados con la Vid Verdadera, o nuestra comunión con él es solo aparente? . Los seis brazos del candelero estarían incompletos e imperfectos si no fuera por la caña central que los sostenía. Era por medio de ésta que recibían el aceite que les permitía brillar en el santuario de Dios. De la misma manera, el cristiano que permanezca conectado a Cristo, recibirá el aceite celestial que le permitirá brillar en este mundo de tinieblas y además llevará mucho fruto. “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza ; contra tales cosas no hay ley”. (Gál. 5 :22,23). 2. El candelero era de oro puro. Vale la pena destacar que en su mayoría, los muebles del santuario estaban hechos de madera de acacia recubiertos de bronce o de oro ; sin embargo, es importante notar que cuando Dios ordenó a Bezaleel

hacer este artefacto, insistió en que debía fabricarse de oro puro ; sin ninguna mezcla de madera, ni de bronce u otro material diferente. De ésta manera el candelero llegó a ser el mueble más perfecto, hermoso y bello de todo el mobiliario. Esto parece señalarnos “el más hermoso de los hijos de los hombres” (Sal. 45 :2), y el “puro” (1 Juan. 3 :3) ; al “Santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos “ (Heb. 7 :26). “Como hombre, Jesús fue el más bello de los hombres. Él fue el incomparable e insustituible. Él era hermoso por la hermosura de su carácter, la bondad de sus atributos, el encanto de su personalidad, y la santidad de su vida”. 65 En el candelero de oro puro podemos espaciarnos contemplando el tesoro más hermoso que el cielo nos envió : Jesucristo. Jesucristo el de palabras limpias, acciones santas y pensamientos puros. Aunque “fue tentado según nuestra semejanza pero sin pecado” (Heb. 4 :15). El apóstol Juan también nos habla de su pureza : “y en él no hay pecado” (1 Juan. 3 :5) ; y Pablo declara : “al que no conoció pecado” (2 Cor.5 :21) ; el apóstol Pedro agrega : “el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca “ (1 Ped. 2 :22) ; Cristo es comparado con “un cordero sin mancha y sin contaminación” (1 Ped. 1 :19). “Ni una mancha de corrupción estaba en él”. 66 “El testimonio de la historia revela que Jesús de Nazaret es el único hombre sin mancha, inocente, puro y sin pecado que alguna vez halla vivido en la tierra. Este hombre puro y santo es intachable, es nuestro maravilloso Salvador y modelo perfecto.

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Él anhela que sus seguidores lleguen a ser como él en carácter. Sólo Jesús tiene poder para librarnos de la culpa del pecado y transformarnos a su semejanza. Juan nos presenta un cuadro vívido de los redimidos : ‘y en sus bocas no se hallo engaño, porque son sin mancha’ “ (Apoc. 14 :5). 67 3. Las siete lámparas alumbraban hacia adelante. “Y le harás siete lamparillas, las cuales encenderás para que alumbren hacia adelante” (Exo. 25 :37) (Núm. 8 :2). En estas siete lámparas alumbrando hacia adelante, podemos contemplar la obra iluminadora de plenitud y perfección del Espíritu Santo. “Juan a las siete iglesias que están en Asia : Gracia y paz a vosotros del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono” (Apoc. 1 :4). “Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová ; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová” (Isa. 11 :2). La tercera persona de la Deidad descendió del cielo no para alumbrarse a sí mismo, no para hablar de sí mismo, él vino para glorificar a Jesús. “Él me glorificará ; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber” (Juan. 16 :14). ¿Qué era lo que había delante del candelero ?. El altar del incienso. En este altar podemos ver la intercesión de Cristo por el pecador y sus méritos perfectos añadidos a las oraciones de los santos. Aunque el enemigo de las almas está haciendo todo lo posible para impedir que comprendamos claramente la obra que nuestro Sumo Pontífice realiza diariamente en nuestro favor, es el Espíritu Santo quien nos recuerda de

manera reveladora e iluminadora, que tenemos un abogado en el cielo : “ A Jesucristo el justo” (1 Juan. 2 :1). El cual está dispuesto a perdonar y socorrer a todos los que vengan a él por fe. “Por tanto, teniendo un Gran Sumo Sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Heb. 4 : 14, 16). El candelero, no se alumbraba a sí mismo, alumbraba hacía adelante ; el Espíritu Santo no se glorifica a sí mismo, glorifica la obra y la persona pura y perfecta de nuestro señor Jesucristo. El cristiano lleno del Espíritu Santo, no se exhibe a sí mismo ni habla de su propia belleza : Da testimonio del poder que hay en Cristo para salvar al pecador. 4. El candelero es símbolo del Señor Jesucristo, quien es la luz del mundo. En el santuario no había ninguna ventana, abertura o claraboya que permitiera la entrada de la luz. La única fuente de iluminación allí provenía del candelero. Cuando entramos en un cuarto totalmente oscuro y encendemos un fósforo, ¿Qué ocurre ?, esa pequeña luz ahuyenta la oscuridad y las tinieblas desaparecen. De la misma manera cuando Cristo viene a nuestras vidas, las tinieblas del pecado son disipadas. Sin lugar a ninguna duda el apóstol Juan fue impactado por los raudales de luz que pudo apreciar en su maestro ; es por eso que reiteradamente nos llama la atención a éste símbolo para identificar a Jesús como la “Luz de los hombres”.

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"Éste es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos : Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad” (1 Juan. 1 :5,6) . “En su evangelio, 23 veces Juan se refiere a Cristo como la Luz . La declaración ‘Yo soy la luz del mundo’ (Juan. 8 :12) Significa que Cristo es para la humanidad, lo que el sol para el mundo físico. Toda vida cesaría sin la luz del sol. Así como las plantas no pueden vivir, crecer ni reproducirse sin la luz, tampoco podemos nosotros vivir para Jesús, la luz del mundo. Poseer a Jesús es tener la luz espiritual. moral e intelectualmente él es la luz, y sin él solo hay tinieblas. Toda luz se origina en Aquel que declaro : ‘Sea la luz’ y ‘Yo soy la luz del mundo’. Toda luz es un símbolo de Cristo. La columna de fuego, la fulgurante luz del monte Sinaí, la luz sobre el trono de la misericordia, la gloria que llenó el templo de Salomón y la luz que estaba en las siete lámparas de oro del santuario, todos señalaban a Jesús, la luz del mundo”. 68 a. La luz produce calor. Siempre me ha gustado observar aquellos pollitos de incubadora que son mantenidos en un recinto cerrado y calentados por la luz de varios bombillos que ubican muy cerca de ellos. Así como el calor que produce la luz mantiene con vida estos animalitos, el calor espiritual producido por Cristo, la luz del mundo calienta nuestras almas librándonos del frío hielo del pecado que paraliza nuestras vidas.

b. La luz acompaña. Cuando entré a ese cuarto completamente oscuro, experimenté una sensación profunda de soledad, pero cuando prendí la luz ¡¡ahh ! ! sentí que ahora estaba acompañado. Esto era lo que me pasaba cuando era niño, para no sentir miedo, ni sentirme solo dormía con la luz prendida en las horas de la noche ; así sentía que alguien estaba conmigo. Que reconfortante es saber que la luz es una persona (Jesús), y que él está siempre dispuesto a acompañarnos cuando más solos nos sentimos. En esos momentos difíciles cuando todos nos abandonan, él permanece con nosotros y nos garantiza su compañía. “He aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mat. 28 :20). c. La luz es antiséptica. Los científicos han demostrado que cuando los rayos del sol penetran hasta los rincones profundos y más oscuros de los recintos, las bacterias que allí se amontonan son eliminadas. Elena G. de White nos recomienda que abramos las ventanas de nuestras casas para que penetren el aire y la luz del sol, y entonces podamos disfrutar de una mejor salud. 69 Apreciado lector ya es tiempo de que abramos las ventanas de nuestra mente y nuestro corazón para que penetren los rayos del “Sol de justicia” y eliminen todo tipo de bacterias pecaminosas que se albergan en lo más recóndito de nuestras almas. Jesús no solamente se refirió a él como la luz, sino que también declaró : “Vosotros sois la luz del mundo” (Mat. 5 :14). En este texto, Jesús nos enfrenta con un

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verdadero desafío. Nos está pidiendo que seamos lo que él es. “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” (Mat. 5 :16). “Nunca ha brillado, ni brillará jamás otra luz para el hombre caído, fuera de la que procede de Cristo. Jesús, el Salvador, es la única luz que puede disipar las tinieblas, de un mundo caído en pecado”. 70 5. Limpiando las mechas del candelero. Las despabiladeras mencionadas en Exodo 25 :38 “ eran pinzas o instrumentos para despabilar o limpiar las mechas de las lámparas. Los ‘platillos’ eran receptáculos en donde poner las partes de las mechas recortadas y sacadas por las ‘despabiladeras”. 71 “La acción diaria de despabilar la mecha era exclusiva del sacerdote. Solamente el sacerdote, un símbolo de Cristo, podía remover la parte quemada. Solo él podía agregar el aceite de oliva y atizar la mecha para que su luz brillara mejor. Lo que se procuraba al despabilar la mecha era que la parte quemada desapareciera para que el aceite pudiera fluir libremente, y así se enriqueciera y avivara la llama.” 72 “La mecha debía desprenderse de aquello que, aunque le era natural, no era útil según el plan de Dios. Del mismo modo se puede decir que ‘no hay límite para la utilidad de aquel que, poniendo el yo a un lado hace lugar a la obra del Espíritu Santo y vive una vida enteramente consagrada a Dios.’” 73 Así cuidaba y atendía Aarón el candelero todos los días cuando entraba en el lugar santo. De la misma manera

el apóstol Juan describe a Cristo, nuestro Sumo Sacerdote ministrando en medio de la iglesia. “Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo ; y vuelto, vi siete candeleros de oro, y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.” (Apoc. 1 :12,13). “Si los candeleros fueran dejados al cuidado de seres humanos, con cuanta frecuencia vacilaría la luz y se apagaría ; pero Dios no ha entregado la iglesia en mano de hombres. Cristo, Aquel que dio su vida por el mundo..., es guardián de la casa.” 74 “Las depabiladeras eran de oro, y como el oro representa la divinidad nos hace recordar que es el señor el que tiene su mano sobre nosotros, purificándonos y limpiándonos para que alumbremos en medio de la oscuridad de este mundo.” 75 6. El candelero tenía setenta ornamentos. Estos ornamentos estaban distribuidos en el candelero de la siguiente manera : Había tres copas por cada uno de los seis brazos del candelero ; y cada una de estas copas, estaban acompañadas de una manzana y una flor ; es decir, en cada brazo habían nueve ornamentos ; tres copas, tres manzanas y tres flores, entreveradas unas y otras. La caña central del candelero tenía cuatro copas con sus respectivas manzanas y flores, (Ver. 34) así que la caña tenía doce ornamentos en total. Cuatro copas, cuatro manzanas y cuatro flores. Había tres manzanas más, ubicadas individualmente debajo de cada par de los seis brazos de este mueble,

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(Ver. 35). Finalmente había una manzana ubicada en la base o pie del candelero. Estos setenta ornamentos en contacto con el aceite que producía la luz del santuario, nos hace pensar en los setenta ancianos que fueron convocados por Dios como ayudantes de Moisés. Pero antes debían ser llenos del Espíritu Santo. “Entonces Jehová dijo a Moisés : “Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tu sabes que son ancianos del pueblo y sus principales ; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos ; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo. Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló ; y tomó del espíritu que está en él, y lo puso en los setenta varones ancianos ; y cuando posó sobre ellos el Espíritu, profetizaron, y no cesaron. ” (Núm. 11 :16,17,25). “Los setenta ancianos habían de ayudar a Moisés en el gobierno de Israel, y Dios puso sobre ellos su Espíritu, y los honró con la visión de su poder y grandeza.” 76 “Dijo Jehová a Moisés : “ Sube ante Jehová, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel ; y os inclinaréis desde lejos. Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel ; y vieron al Dios de Israel ; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno. Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel ; y vieron a Dios, y comieron y bebieron.” (Exo. 24 :1,9-11). Los setenta ornamentos del candelero, también nos recuerdan a aquellos setenta que Jesús escogió para llevar el evangelio. “Después de estas cosas, designó

el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar a donde él había de ir”. (Luc. 10 :1). Es evidente que los setenta fueron llenos del Espíritu Santo, pues cuando regresaron nuevamente, venían cargados de buenas noticias. “Volvieron los setenta con gozo, diciendo : Señor, aún los demonios se nos sujetan en tu nombre.” (Luc. 10 ;17). Jesús también utilizó el numero setenta en relación con el numero siete para enseñarnos la plenitud y perfección de su perdón. “Entonces se le acercó Pedro y le dijo : Señor, ¿Cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí ? ¿Hasta siete ? Jesús le dijo : No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.” (Mat. 18 :21,22). Aquí el número setenta es símbolo de plenitud, indicando que él está dispuesto a conceder la plenitud del Espíritu Santo a todo aquel que anhele ardientemente, brillar en este mundo para Cristo.

“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan ?”. (Luc. 11 :13).

Copas en forma de flor de almendro.

Flores.

En el oriente, el primer árbol que florece en primavera es el almendro. “La palabra de Jehová vino a mí, diciendo : ¿Qué ves tú, Jeremías ? Y dije” : veo una vara de almendro. Y me dijo Jehová : Bien has visto ; porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra.” (Jer.1 :11,12). Así como el almendro se apresura para florecer, nuestro Dios se apresura para cumplir cada una de sus promesas en nosotros, cuando las solicitamos con fe. Apresurémonos a pedir la plenitud del Espíritu Santo, aprovechando la buena disposición de Dios para otorgárnoslo.

Una vez más, es Salomón el que compara a Cristo con una flor : “Yo soy la rosa de Sarón y el lirio de los valles” (Cant. 2 :1). De esta manera, el sabio describe en forma elocuente y magistral la infinita belleza de nuestro Salvador. Así podemos contemplar en cada ornamento del candelero y en el candelero mismo, a la persona gloriosa del Señor Jesucristo

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Manzanas. El sabio Salomón nos dice que Cristo es “como el manzano entre los árboles silvestres” (Cant. 2 :3), es un árbol diferente, hermoso, y con sus frutos alimenta a su amada iglesia. Parece ser que Salomón está pensando en las manzanas del candelero cuando utiliza esta figura para llamarnos la atención a “la palabra dicha como conviene“. “Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene”. (Prov. 25 :11). Las manzanas así ubicadas, parecen ser los frutos del Candelero, lo que nos recuerda los frutos del Espíritu Santo (Gál. 5 :22,23).

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62. 63. 64. 65. 66. 67. 68. 69. 70. 71. 72. 73. 74. 75. 76.

JAPAS. Salim. Cristo en el Santuario. P.26. NICHOL. Francis. 1 Comentario Bíblico Adventista. P. 650. WHITE. Elena.G. de. El Deseado de Todas las Gentes. P. 630. BROWN. George. Semblanzas de Jesús. P. 213. WHITE. Elena G. de. Sing of the Times, 9, de Diciembre de 1897. BROWN. George. Semblanzas de Jesús. P. 226. Ibid.. 138. WHITE. Elena G. de. 2 Testimonios para la Iglesia. P. 467. WHITE. Elena G. de. Discurso Maestro de Jesucristo. Interamericanas, California. 1978. P. 36. NICHOL. Francis. 1 Comentario Bíblico Adventista. P. 650. JAPAS. Salim. Cristo en Santuario. P. 27,28. WHITE. Elena G. de. Deseado de Todas las Gentes. P. 251. NICHOL. Francis. 7 Comentario Bíblico Adventista. P. 967. BLATTNER. E.F. El Tabernáculo. P. 37. WHITE. Elena G. de. Patriarcas y Profetas. P. 322.

EL ALTAR DEL INCIENSO Publicaciones

E CAPITULO VII

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ste altar de oro estaba dentro del lugar santo, ubicado inmediatamente antes del velo que dividía los dos compartimentos del santuario. “Harás asimismo un altar para quemar el incienso ; de madera de acacia lo harás. Su longitud será de un codo, y su anchura de un codo ; será cuadrado, y su altura de dos codos ; y sus cuernos serán parte del mismo. y Lo cubrirás de oro puro, su cubierta, sus paredes en derredor y sus cuernos ; y le harás en derredor una cornisa de oro. Le harás también dos anillos de oro debajo de su cornisa, a sus dos esquinas a ambos lados suyos, para meter las varas con que será llevado. Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro. Y lo

pondrás delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde me encontraré contigo. Y Aarón quemará incienso aromático sobre el ; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará. Y cuando Aarón encienda las lámpara al anochecer, quemará el incienso ; rito perpetuo delante de Jehová por vuestras generaciones. No ofreceréis sobre él incienso extraño, ni holocausto, ni ofrenda ; ni tampoco derramaréis sobre él libación. Y sobre sus cuernos hará Aarón expiación una vez en el año con la sangre del sacrificio por el pecado para expiación ; una vez en el año hará expiación sobre él por vuestras generaciones ; será muy santo a Jehová”. (Exo.30 :1-10). 1. La ubicación del altar del incienso. Es importante destacar que en la cita anterior, el altar del incienso se encuentra ubicado en el primer compartimento del santuario, sin embargo, uno se sorprende cuando al consultar la epístola a los Hebreos, el autor parece colocar este mueble en el lugar santísimo. Veamos : “Porque el tabernáculo estaba dispuesto así : en la primera parte, llamada el Lugar Santo, estaba el candelabro, la mesa y los panes de la proposición. Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo, el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto recubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto”. (Heb. 9 :2-4). Algunos eruditos en la materia del santuario y sus servicios, han sugerido para disipar esta aparente

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contradicción, el hecho de que aunque el altar del incienso estaba en el lugar santo, su uso era tal que en cierto sentido pertenecía al lugar santísimo. 77 “Aunque estaba en el lugar santo, se consideraba que pertenecía al lugar santísimo (Heb. 9 :3,4) Este concepto surgió del hecho de que cuando los sacerdotes en su ministerio se acercaban a la sagrada presencia que estaba por encima del propiciatorio, llegaban hasta el altar del incienso. Salvo en el día de la expiación no podían acercarse más que hasta ese punto. Era éste el lugar adonde venían a encontrarse con Dios, cuya morada estaba en el lugar santísimo. El incienso que se ofrecía allí no solo llenaba el lugar santo sino que se elevaba y pasaba por sobre el ‘velo’ al lugar santísimo (Ver. Cap. 26 :32) “. 78 Desde esta perspectiva, entendemos mejor la declaración del apóstol Pablo en Hebreos puesto que él, no está pensando tanto en la ubicación del mueble, como en la importancia del servicio que este prestaba. El altar que nos ocupa realmente tenía dos funciones : Permanecía en el lugar santo, pero su servicio trascendía hasta el lugar santísimo. En esta figura tan sencilla y sin embargo tan profunda, podemos ver claramente la obra doble que realiza nuestro Sumo Sacerdote en los dos compartimentos del santuario celestial. Desde el año 31 de nuestra era, cuando Cristo ascendió al cielo, inició una obra de intercesión continua en nuestro favor, pero en 1.844 su obra se ensanchó hasta el lugar santísimo, donde también se realiza la obra del juicio investigador. Así como el altar del incienso servía a la vez, tanto en el lugar santo como en el santísimo, de la misma manera, nuestro Señor es simultáneamente

nuestro Abogado (1Juan. 2 :1) y nuestro Juez (Juan. 5 :22). 2. El incienso se quemaba en la mañana y en la tarde “Y Aarón quemará incienso aromático sobre él ; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará. Y cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemará el incienso ; rito perpetuo delante de Jehová por vuestras generaciones.” (Exo. 30 :7,8) “Mientras de mañana y de tarde los sacerdotes entraban en el lugar santo a la hora del incienso, el sacrificio diario estaba listo para ser ofrecido sobre el altar de afuera, en el atrio. Esta era una hora de intenso interés para los adoradores que se congregaban ante el tabernáculo. Antes de allegarse a la presencia de Dios por medio del ministerio del sacerdote, debían hacer un ferviente examen de sus corazones y luego confesar sus pecados. Se unían en oración silenciosa, con los rostros vueltos hacia el lugar santo. Así sus peticiones ascendían con la nube de incienso, mientras la fe aceptaba los méritos del Salvador prometido al que simbolizaba el sacrificio expiatorio. Las horas designadas para el sacrificio matutino y vespertino se consideraban sagradas, y llegaron a observarse como momentos dedicados al culto por toda la nación judía. Y cuando en tiempos posteriores los judíos fueron diseminados como cautivos en distintos países, aun entonces a la hora indicada dirigían el rostro hacia Jerusalén, y elevaban sus oraciones al Dios de Israel. En esta costumbre, los cristianos tienen un ejemplo para su oración matutina y vespertina. Si bien Dios condena la mera ejecución de ceremonias que carezcan del espíritu de culto, mira con gran satisfacción a los que le

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aman y se postran de mañana y tarde para pedir el perdón de los pecados cometidos y las bendiciones que necesitan”. 79 Uno de los pecados de omisión que más está perjudicando a nuestra iglesia en la actualidad, es que muchos padres cristianos como sacerdotes del hogar han perdido la santa costumbre de congregar sus familias alrededor del altar tanto en las horas de la mañana como en las horas de la noche para ganar una experiencia de comunión más viva y más personal con Aquel que desea la salvación de nuestras almas. Este descuido imperdonable se refleja en la falta de poder de algunas de nuestras iglesias. “Si hubo tiempo en que cada casa debería ser una casa de oración, es ahora. Predomina la incredulidad y el esceptisismo. Abunda la inmoralidad... sin embargo, en esta época tan peligrosa, algunos de los que se llaman cristianos no celebran el culto de familia. No honran a Dios en su casa, ni enseñan a sus hijos a amarle y temerle” 80 “Si hubiese más religión genuina en el hogar, habría más poder en la iglesia”. 81 “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón ; y las repetirás a tus hijos, y hablarás a ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.” (Deut. 6 :6,7). 3. La fórmula Divina para hacer el incienso. “Dijo además Jehová a Moisés : Toma especias aromáticas, estacte y uña aromática y gálbano aromático e incienso puro ; de todo en igual peso, y harás de ello el incienso, un perfume según el arte del perfumador, bien mezclado, puro y santo. Y molerás

parte de él en polvo fino, y lo pondrás delante del testimonio en el tabernáculo de reunión, donde yo me mostraré a ti. Os será cosa santísima. Como este incienso que harás, no os haréis otro según su composición ; te será cosa sagrada para Jehová. Cualquiera que hiciere otro como este para olerlo, será cortado de entre su pueblo.” (Exo. 30 : 34-38). La composición y preparación del incienso nos revela lecciones edificantes para nuestra vida de adoración, de oración y de consagración al Señor. El incienso aquí mencionado era una mezcla de cuatro especias en cantidades iguales : Estacte, uña aromática, gálbano aromático e incienso puro. Estacte. (ó estoraque, aceite muy oloroso). Era obtenido espontáneamente de un arbusto del mismo nombre, sin hacerle ningún corte, pues permanecía goteando. Esto nos enseña que nuestra alabanza y adoración hacia Dios deben ser espontaneas. Debemos adorarle “en espíritu y en verdad”. (Juan 4 :24). Otro elemento en la composición del incienso era la uña aromática. Ó ámbar, que la Biblia de Jerusalén traduce como “clavel”, y que se extrae de la concha (parecida a una uña) de un molusco marino. Este componente del incienso nos recuerda que nuestras oraciones y alabanzas deben surgir de lo más profundo de nuestras almas. Como en el caso del salmista : “De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo”. (Sal. 130 : 1). El tercer elemento es el gálbano aromático, se extraía de una planta del desierto llamada ferula. Sus hojas debían ser trituradas y molidas para obtener el perfume. La adoración del creyente fiel debe brotar de un corazón contrito y humillado. “Los sacrificios de Dios son el

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espíritu quebrantado ; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.” (Sal. 51 :17). El cuarto y último componente era el incienso puro. Este era una resina perfumada obtenida de un árbol de color blanco. La adoración ofrecida al Señor debe ser pura. De la combinación de estos cuatro ingredientes resultaba el incienso que era quemado sobre el altar de oro. Nadie podía imitarlo, la persona que hiciera perfume semejante sería cortada de su pueblo. Dios aceptaba solo esta fórmula. Sólo las oraciones sinceras, la alabanza pura, la adoración genuina y las ofrendas nacidas del corazón, son aceptables delante del trono de Dios. ¡Qué farsa es la adoración fingida, compuesta por oraciones mecánicas, alabanzas sin sentir y ofrendas obligadas ! “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adoraran al Padre en espíritu y en verdad ; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.” (Juan. 4 :23). 4. El significado del incienso. El salmista compara el incienso con las oraciones. “Suba mi oración delante de ti como el incienso, el don de mis manos como la ofrenda de la tarde.”(Sal.141:2). El apóstol Juan en el libro de Apocalipsis también nos dice que el incienso puro representa las oraciones de los santos. “Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del cordero ; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos.” (Apoc.5 :8). Por otra parte, el incienso también es símbolo de la justicia perfecta de Cristo añadida a las oraciones de los

santos. “Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro ; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.” (Apoc. 8 :3,4). “El incienso, que ascendía con las oraciones de Israel, representaba los méritos y la intercesión de Cristo, su perfecta justicia, la cual por medio de la fe es acreditada a su pueblo, y es lo único que puede hacer el culto de los seres humanos aceptable a Dios.” 82 Es por esta razón que a las ofrendas traídas al santuario se les debía agregar incienso. (Lev. 2 :1,2,15 ; 24 :7). Recordemos que nadie podía fabricar esa misma fórmula del incienso para uso personal. La justicia de Jesús nos es imputada, no somos salvos por nuestras propias fórmulas. “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia.”(Isa. 64 :6). Esto nos indica que sólo hay una fórmula para ser salvos ; “Cristo, solamente Cristo y su justicia, obtendrán para nosotros el pasaporte para entrar al cielo”. 83 5. La quema del incienso era la tarea más sagrada del servicio diario. Cuando se iniciaron los servicios en el santuario del desierto, Aarón y sus hijos fueron escogidos por Dios para oficiar diariamente. Posteriormente, los sacerdotes eran tantos que debían echar suertes para escoger a quien debía quemar el incienso. Como esta tarea le permitía al sacerdote estar mucho más cerca del lugar santísimo, se la consideraba un

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inmenso privilegio y una tremenda responsabilidad ; este era un oficio que todo sacerdote anhelaba realizar. Lucas nos informa que el sacerdote Zacarías, participó de esta bendición : “Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase, conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor. Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso. Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso.” (Luc.1 : 8-11). El sacerdote que penetraba en el lugar santo para ofrecer el incienso, casi siempre se hacía acompañar de otro que llevaba las brasas encendidas que había tomado del altar de los sacrificios. Las colocaba en el altar del incienso y se retiraba. “El sacerdote cuyo deber era ofrecer el incienso alzaba entonces la tapa del incensario que contenía el incienso y lo derramaba sobre las ascuas del altar. ” 84 “Al presentar la ofrenda del incienso el sacerdote se acercaba más directamente a la presencia de Dios que en ningún otro acto de los servicios diarios. Como el velo interior del santuario no llegaba hasta el techo del edificio, la gloria de Dios, que se manifestaba sobre el propiciatorio, era parcialmente visible desde el lugar santo. Cuando el sacerdote ofrecía incienso ante el Señor, miraba hacia el arca ; y mientras ascendía la nube de incienso, la gloria Divina descendía sobre el propiciatorio y henchía el lugar santísimo, y a menudo llenaba tanto las dos divisiones del santuario que el sacerdote se veía obligado a retirarse hasta la puerta del tabernáculo”. 85

“Debe haber sido un momento solemne para el sacerdote. La impresión de la santidad de Dios que ello dejaba sobre su mente era tan profunda que nunca se podía borrar. Había visto la gloria de Jehová sin haber sido consumido”. 86 “Así como en ese servicio simbólico el sacerdote miraba por medio de la fe el propiciatorio que no podía ver, así ahora el pueblo de Dios ha de dirigir sus oraciones a Cristo, su gran Sumo Sacerdote, quien invisible para el ojo humano, está intercediendo en su favor en el santuario celestial”. 87

_____________ 77. 78. 79. 80. 81. 82. 83. 84. 85. 86. 87.

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ANDREASEN. M.L. El Santuario y sus Servicios. P. 28,29. NICHOL. Francis. 1 Comentario Bíblico Adventista. P. 670. WHITE. Elena G. de. Patriarcas y Profetas. P. 366. WHITE. Elena G. de. La Conducción del Niño. Publicaciones Interamericanas, California. 1978. P. 491. WHITE. Elena G. de. Mensajes para los Jóvenes. P. 326. WHITE. Elena G. de. Patriarcas y Profetas. P. 366. WHITE. Elena G. de. Carta 66 de 1890. ANDREASEN. M.L. El Santuario y sus Servicios. P. 153. WHITE. Elena G. de. Patriarcas y Profetas. P. 366. ANDREASEN. M.L. El Santuario y sus Servicios. P. 153. WHITE. Elena G. de. Patriarcas y Profetas. P. 366.

CAPITULO VIII

EL ARCA DEL PACTO

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ejando el lugar santo y los muebles que allí se encontraban, traspasemos el velo y penetremos en el lugar santísimo donde estaba ubicada el arca del pacto. “Harán también un arca de madera de acacia, cuya longitud será de dos codos y medio, su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio. Y la cubrirás de oro puro por dentro y por fuera, y harás sobre ella una cornisa de oro alrededor. Fundirás para ella cuatro anillos de oro, que pondrás en sus cuatro esquinas ; dos anillos a un lado de ella, y dos anillos al otro lado. Harás una varas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro. Y meterás las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca con ellas. Las varas quedaran en los anillos del arca ; no se quitarán de ellas. Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré. Y harás un propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. Harás también dos querubines de oro ; labrados a martillo los harás en los dos extremos del propiciatorio. Harás, pues, un querubín en un extremo y un querubín en el otro extremo ; de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos. Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio ; sus rostros el uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los querubines. Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré. Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del

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testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.” (Exo. 25 : 10-22). La importancia del arca para Israel puede apreciarse por los diferentes nombre que le son dados en el Antiguo Testamento : Arca del testimonio (Exo.25 : 22) ; Arca del pacto (Núm. 10 :33) ; Arca del pacto del Señor (Jos.3 :11) ; Arca de Jehová (Jos. 3 :13) ; Arca del pacto de Dios (Jue. 20 :27) ; Arca de Dios (1 Sam. 3 :3) ; Arca del pacto de Jehová de los ejércitos (1 Sam. 4 :4) ; Arca del Dios de Israel (1 Sam.5 :7) ; Arca de Jehová el Señor (1 Rey. 2 :26) ; Arca del pacto de Jehová (1Rey. 3 :15) ; Arca de nuestro Dios(1Crón.13 :3) ; Arca de Jehová Dios (1Crón.13 :6) ; Arca de tu poder (2Crón. 6 :41) ; Y Arca santa (2Crón. 35 :3). Algunas expresiones concernientes al arca se repiten decenas de veces en las Escrituras, y alcanzan a un número casi de doscientas. “El arca del pacto ocupa el primer lugar en las instrucciones divinas dadas a Moisés. También era importante su posición dentro del tabernáculo. Encerrada dentro del velo, en el lugar santísimo, constituía la base del trono de Jehová. Su propio nombre simbolizaba el alma y su importancia. Un arca, tal cual podemos entender el significado de la palabra, está destinada a guardar intacto lo que se conserva dentro de ella. Fue en un arca que Noé y su familia y todas las especies de animales de la creación, fueron transportados con seguridad sobre las ondas de juicio que cubrieron la tierra. Un arca, como leemos en el principio, fue el instrumento de fe utilizado para salvar a un hermoso niño (Moisés) de las aguas de la muerte. Cuando, por consiguiente, leemos acerca del ‘arca del pacto’, somos llevados a

creer que ésta estaba destinada por Dios para guardar intacto su pacto, en medio de un pueblo inclinado al error. El arca del pacto debía acompañar al pueblo en todas sus peregrinaciones. Nunca se detuvo durante el tiempo que se mantuvieron como un ejército en movilización o en los conflictos. Fue delante de ellos hasta el centro del Jordán ; fue su punto de reunión en todas las guerras de Canaán ; fue garantía segura y cierta del poder de Dios por dondequiera que iba. Ningún poder del enemigo podía permanecer delante de aquella que era la manifestación bien conocida de la presencia y el poder de Dios. El arca debía ser la compañera inseparable de Israel en el desierto ; y las ‘varas’ y los ‘anillos’ eran la representación de su carácter peregrino”. 88 1. El Propiciatorio. El arca era una especie de cofre donde se guardaban las dos tablas de la Ley, una vasija de oro con maná y la vara de Aarón que reverdeció. La tapa de dicho cofre se llamaba el propiciatorio ; este fue hecho de oro puro, no tenía madera en su interior como el arca misma. Como ya dijimos, el oro simbolizaba la Divinidad ; de esta manera el propiciatorio nos indica que la obra de la propiciación solo puede ser efectuada por una Persona Divina : Cristo Jesús. “Y él es la propiciación por nuestros pecados ; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.” (1 Juan. 2 :2). “El vocablo así traducido (Propiciatorio) se deriva de una raíz que significa ‘cubrir’, es decir, ‘perdonar’ el pecado. Representaba la misericordia divina. En forma

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significativa, el propiciatorio estaba hecho de oro puro, lo que implicaba que la misericordia es el más precioso de los atributos divinos. Estaba ubicado por encima de la ley, así como la misericordia sobrepuja a la justicia (Sal. 85 :10 ;89 :14). Eran necesarios tanto el arca con su justicia como el propiciatorio con su misericordia para revelar plenamente la manera como Dios procede con los hombres”. 89 Sobre el propiciatorio reposaba la Shekinah o santa presencia de Dios. Notemos que el propiciatorio estaba ubicado justamente entre el lugar donde Dios se manifestaba y la ley de los diez mandamientos quebrantada por el pecador. Así el propiciatorio se constituye en un símbolo perfecto de nuestro Señor Jesucristo, a través del cual, Dios mira la ley y la ve como si nunca hubiese sido quebrantada ; es decir, la justicia reclamada por la ley ha sido suplida completamente por el sacrificio expiatorio del Hijo de Dios. Así lo declara el apóstol Pablo : “A quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados.” (Rom.3 :25). 2. Los Querubines. “Los querubines estaban unidos al propiciatorio, uno en cada extremo. Un ala de cada querubín estaba extendida hacia lo alto, y la otra estaba doblada sobre su cuerpo (Eze. 1 :11), en señal de reverencia y humildad. La posición de los querubines con el rostro vuelto hacia el centro y hacia abajo, representa la

reverencia que las huestes celestiales demuestran por la ley de Dios y su interés en el plan de redención”. 90 Las figuras de los querubines en relación con el santuario también se encontraban presentes en el velo que dividía el lugar santo del santísimo. “También harás un velo de azul, púrpura, carmesí, y lino torcido ; será hecho de obra primorosa, con querubines”(Exo. 26 :31). En las cortinas interiores que servían como cubiertas o techos del santuario, igualmente podemos observar querubines que fueron bordados con hilos de oro. “Harás el tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí ; y lo harás con querubines de obra primorosa”(Exo. 26 :1). A través de los querubines del santuario Dios quiere llamarnos la atención para que consideremos más detalladamente el ministerio de los ángeles. Dicho ministerio debe ser comprendido claramente por el pueblo de Dios. En medio de este gran “ despertar espiritual” que vivimos en la actualidad, vale la pena revisar nuestras creencias con respecto a los ángeles ; puesto que muchos cristianos sinceros están siendo engañados hoy con una angeleología falsa. Los líderes y pensadores de la nueva era están proclamando al mundo que hay “maestros” invisibles que se comunican con personas que han alcanzado la nueva conciencia y les instruyen sobre los secretos del cosmos. Algunos individuos influenciados por esta corriente, se han volcado ansiosamente a establecer comunicación con los ángeles, y creyendo que han entrado en un armonioso intercambio con ellos, han resultado escuchando directamente a los demonios. “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también

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sus ministros se disfrazan como ministros de justicia ; cuyo fin será conforme a sus obras” (2 Cor. 11 :14,15). “La relación entre el mundo visible y el invisible, el ministerio de los ángeles de Dios y la influencia o intervención de los espíritus malos, son asuntos claramente revelados en las Sagradas Escrituras y como indisolublemente entretejidos con la historia humana. Nótase en nuestros días una tendencia creciente a no creer en la existencia de los malos espíritus, mientras que por otro lado muchas personas ven espíritus de seres humanos difuntos en los santos ángeles... Pero las Escrituras no sólo enseñan la existencia de los ángeles, tanto buenos como malos, sino que contienen pruebas terminantes de que estos no son espíritus desencarnados de hombres que hayan dejado de existir” 91 Rechacemos y advirtamos a la gente contra estos engaños satánicos, y demos gracias a Dios por el ministerio maravilloso de sus ángeles. “¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación ?” (Heb. 1 :14). 3. La ley dentro del arca. Palestina es conocida como la tierra santa porque en ella se encontraba la ciudad santa ; o sea Jerusalén, la ciudad de David. Jerusalén era conocida como la ciudad santa, porque en ella estaba el monte santo ; el monte de Sión. Este monte era santo porque en él se encontraba el templo de Dios ; su santuario. El santuario era santo porque tenía en él el lugar santísimo. El lugar santísimo era santísimo porque allí se encontraba el arca santa de Dios. El arca era santa,

porque dentro de ella estaba la santa ley de Dios, y la ley es santa, porque representa el carácter santo de Dios. El arca del pacto había sido destinada por Dios para guardar en ella las dos tablas del testimonio que habían sido escritas con el mismo dedo de Dios. “Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios “. (Exo. 31 :18). ¿Quién escribió realmente los caracteres de la ley en las tablas de piedra ?. Hay un relato en los evangelios que arroja luz sobre este interrogante. Tanto en Lucas. 11 :14-20 como en Mateo 12 :22-28, se presenta paralelamente el mismo relato. Un endemoniado, ciego y mudo había sido sanado por Jesús ; pero los fariseos estaban allí y lo acusaban diciendo, que hacía estas cosas por el espíritu de Beelzebú príncipe de los demonios.

Lucas. 11 :19,20

Mateo. 12 :27,28

“Pues si yo hecho fuera los demonios por Beelzebú, ¿Vuestros hijos por quien los echan ? Por tanto, ellos serán vuestros jueces.

“Y si yo hecho fuera los demonios por Beelzebú, ¿Por quién los echan vuestros hijos ? Por tanto, ellos serán vuestros jueces.

Mas si por el dedo de Pero si yo por el Espíritu Dios echo yo fuera los de Dios echo fuera los demonios, ciertamente el demonios, ciertamente ha reino de Dios ha llegado a llegado a vosotros el reino vosotros”. de Dios”. Notemos como en estos dos pasajes, tanto el dedo de Dios como el Espíritu de Dios son utilizados por los evangelistas como significando lo mismo. Cuando la ley de los diez mandamientos fue promulgada en el Sinaí, La Deidad estaba presente. Dios el Padre se manifestó y descendió (Exo. 19 :16,17). El Hijo proclamó la ley (Exo. 19 :18,19). Y el Espíritu Santo

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escribió sus caracteres con letras de fuego. (Exo. 31 :18). Fue el Espíritu Santo el encargado de escribir las diez palabras divinas en las tablas de piedra. Aún en la actualidad su obra sigue siendo la misma : Escribir la ley de Dios, ya no en tablas de piedra, sino en las tablas de carne de nuestro corazón. “Siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo ; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón”. (2 Cor. 3 :3). “Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová : Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón ; y yo seré a ellos por Dios , y ellos me serán por pueblo”. (Jer. 31 :33). “Además de la ley de Dios moral y escrita, hay una ley elemental, impresa en las mismas fibras de toda criatura moral, que no está escrita, y sin embargo ejerce autoridad. Existió antes del Sinaí, y es también una expresión y un reflejo de la naturaleza moral de Dios, aunque no es tan clara como la ley escrita”. 92 “Porque cuando los gentiles que no tiene ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos”. (Rom. 2 :14-15). Esta ley no escrita tiene tanta autoridad que Dios queda justificado por usarla en el juicio. “Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán ; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados”. (Rom. 2 :12). Cristo y la ley son inseparables. Un creyente no puede pretender haber aceptado a Cristo, y al mismo tiempo

estar rechazando abiertamente la ley de Dios. Es imposible separar a Jesús de la ley ; el mismo declaró : “El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón” (Sal. 40 :8). En este texto, podemos ver el arca como un símbolo de Cristo. En el corazón del arca estaban las tablas de la ley ; en el corazón de Jesús estaba vigente la ley de Dios (Mat. 5 :17,18). Así que cuando aceptamos a Cristo, con él viene la ley. “La ley de Dios que se encuentra en el santuario celestial es el gran original del que los preceptos grabados en las tablas de piedra y consignadas por Moisés en el pentateuco eran copia exacta. Como la ley de Dios es una revelación de su voluntad, un trasunto de su carácter, debe permanecer para siempre ‘como testigo fiel en el cielo”. 93 Esta ley será presentada por Dios, a todos aquellos que la pisotearon, en ocasión de su segunda venida. “Entonces aparece en el cielo una mano que sostiene dos tablas de piedra puestas una sobre otra. El profeta dice :’Denunciarán los cielos su justicia ; porque Dios es juez’ (Sal.50 :6). Esta ley santa, justicia de Dios, que entre truenos y llamas fue proclamada desde el Sinaí como guía de verdad, se revela ahora a los hombres como norma de juicio. La mano abre las tablas en las cuales se ven los preceptos del decálogo inscritos como con letras de fuego. Las palabras son tan distintas que todos pueden leerlas. La memoria se despierta, las tinieblas de la superstición y de la herejía desaparecen de todos los espíritus, y las diez palabras de Dios, breves, inteligibles y llenas de autoridad, se presentan a la vista de todos los habitantes de la tierra. Es imposible describir el horror y la

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desesperación de aquellos que pisotearon los santos preceptos de Dios”. 94 4. La vara de Aarón que floreció. Después de la rebelión de Coré, Datán y Abiram contra Moisés y Aarón registrada en Números 16, Dios quiso confirmar la autoridad que les había conferido a ellos como sus representantes ante el pueblo. Jehová ordenó a Moisés que convocara doce príncipes, uno por cada tribu. Cada uno de ellos debía traer al tabernáculo una vara con su nombre escrito en la misma (Núm. 17 :1-4). El florecimiento de la vara, sería la señal inequívoca de que Dios había escogido a esa persona para ser su sacerdote. “Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio ; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había reverdecido, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras. Y Jehová dijo a Moisés : Vuelve la vara de Aarón delante del testimonio, para que se guarde por señal a los hijos rebeldes ; y harás cesar sus quejas de delante de mí, para que no mueran”. (Núm. 17 :8,10). Con este milagro realizado por Dios, quedó plenamente demostrado ante los rebeldes del pueblo que Moisés y Aarón habían sido elegidos por Dios como sus ministros. Comentando este trágico incidente, Elena G. White nos dice lo siguiente : “Satanás los hizo rechazar a Dios como su jefe, al inducirlos a desechar a los hombres escogidos por el Señor. No obstante, mientras que, murmurando contra Moisés y Aarón, blasfemaban contra Dios, se hallaban tan seducidos que se creían justos, y consideraban a los

que habían reprendido fielmente su pecado como inspirados por Satanás. ¿No subsisten aún los mismos males básicos que ocasionaron la ruina de Coré ?. Abundan el orgullo y la ambición y cuando se abrigan estas tendencias, abren la puerta a la envidia y la lucha por la supremacía ; el alma se aparta de Dios, e inconscientemente es arrastrada a las filas de Satanás. Como Coré y sus compañeros, muchos son hoy, aun entre quienes profesan ser seguidores de Cristo, los que piensan, hacen planes y trabajan tan anhelosamente por su propia exaltación, que para ganar la simpatía y el apoyo del pueblo, están dispuestos a tergiversar la verdad, a calumniar y hablar mal de los siervos del Señor, aun a atribuirles los motivos bajos y ambiciosos que animan su propio corazón. A fuerza de reiterar la mentira, y eso contra toda evidencia, llegan finalmente a creer que es la verdad. Mientras procuran destruir la confianza del pueblo en los hombres designados por Dios, creen estar realmente ocupados en una buena obra y prestando servicio a Dios”. 95

“Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo, el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto”. (Heb. 9 :3,4). Dios se presentó a Israel en Egipto como su Libertador ; ahora en la travesía del desierto, es el Gran Sustentador de su pueblo. A lo largo de esos cuarenta años, el Señor en su infinita misericordia, suplió cada una de las necesidades de sus hijos. Moisés nos informa que los vestidos de ellos, nunca se envejecieron ; ni sus zapatos se desgastaron. (Deut. 29 :5) Además, Jehová los sustentó con maná ; “comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre”. (Deut.8 :3). La urna de oro con maná dentro del arca, tenía como propósito, recordarle al pueblo de Israel a través de las generaciones, la fidelidad de Dios en suplir todas las necesidades de sus hijos. ¿Qué y cómo era el maná ?.

La vara de Aarón fue colocada dentro del arca como un instrumento que recordaría cuan terribles son los juicios de Dios contra todos aquellos que, movidos por los celos y la exaltación propia, se levantan en abierta oposición contra los dirigentes del pueblo escogidos por el Señor.

“Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra. Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros : ¿Qué es esto ? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo : Es el pan que Jehová os da para comer. Y la casa de Israel lo llamó maná ; y era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel”. (Éxo. 16 :14,15,31). En la descripción detallada del maná, hecha por Moisés, podemos ver un símbolo perfecto de nuestro Señor

5. La vasija de oro con maná. Junto con la vara de Aarón y las tablas de la ley, también se encontraba dentro del arca, una urna de oro con maná.

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Jesucristo, quien es “el Pan Vivo que descendió del cielo” (Juan 6 :51). Cuando el maná empezó a descender del cielo, y los israelitas lo vieron, se preguntaron : ¿Qué es eso ? . Éxodo 16 :31, nos dice que la palabra maná significa : ¿Qué es esto ?. De la misma manera, cuando Jesús descendió del cielo al pesebre de Belén, la gente se preguntaba : ¿Quién es él ?. Él era el alimento perfecto, enviado del cielo para satisfacer nuestras almas hambrientas de salvación. Notemos que la Biblia nos dice que el maná era redondo . Y como sabemos, un círculo no tiene ni principio, ni fin. Cristo Jesús es el Dios de la eternidad ; él no tiene principio ni fin. Además se nos dice que el maná era dulce. Cuando Jesús entra en nuestros corazones... ¡ahh , que experiencia tan dulce ! . Realmente no hay nada más dulce en este mundo, que saborear diariamente la miel de la salvación. También se nos llama la atención al color del maná. Era blanco. Y eso representa la justicia perfecta y pura de nuestro Salvador ; es por eso que el apóstol Juan lo exalta como el “Puro” (1 Juan. 3 :3). No podemos sembrar maná en esta tierra ; el maná debe descender del cielo. No tratemos de fabricarlo con los rituales viejos y desgastados ; pidamos al Señor que descienda todos los días fresco y dulce sobre nuestros corazones, hasta que llegue ese anhelado momento de participar del maná que él ha reservado para nosotros. “Al que venciere, le daré a comer del maná escondido”. (Apoc. 2 :17). 6. El arca y sus vicisitudes.

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Cuando Israel se trabó en combate contra los filisteos, fueron derrotados por ese pueblo pagano, y el arca de Dios fue capturada (1Sam. 4). El arca fue llevada al templo de Dagón, dios de los filisteos ; el cual cayó postrado delante de ella (1Sam. 5). Al ver esto, los filisteos decidieron devolverla después de haberla tenido con ellos durante siete meses (1 Sam. 6 :1). Los de Israel la tomaron y la llevaron a casa de Abinadab donde estuvo por un extenso período de veinte años (1 Sam. 7 :1,2) ; hasta que David mandó traerla y la hizo llevar a casa de Obed-Edom (2 Sam. 6 :2-11). Cuando David fue avisado de la prosperidad de Obed-Edom a causa del arca de Dios, decidió traerla a Jerusalén (2 Sam. 6 :12-17). Para ese entonces, ya había llegado el momento en que la arena del desierto había sido sustituida por el piso de oro del templo de Salomón. Las peregrinaciones del arca habían llegado a su fin. Salomón trasladó el arca al glorioso templo (1 Rey. 8 :1-11) ; pero toda esta gloria habría de ser oscurecida por las nubes cargadas de la desobediencia de Israel y el descontento de Dios. La planta destructora de los ejércitos babilonios habría de pisotear aquel magnífico templo donde residía el arca del pacto. Dios permitió que su pueblo fuera llevado en cautiverio, y que aquella hermosa casa fuera completamente destruida. ¿Qué pasó con el arca ?. En uno de los libros apócrifos se nos da la siguiente información : “ Se decía también en el escrito cómo el profeta, después de una revelación, mandó llevar consigo la tienda y el arca ; y como salió hacia el monte

donde Moisés había subido para contemplar la heredad de Dios. Y cuando llegó Jeremías, encontró una estancia en forma de cueva ; allí metió la tienda, el arca y el altar del incienso, y tapó la entrada. Volvieron algunos de sus acompañantes para marcar el camino, pero no pudieron encontrarlo. En cuanto Jeremías lo supo, les reprendió diciéndoles : Este lugar quedará desconocido hasta que Dios vuelva a reunir a su pueblo y le sea propicio”. (2 Macabeos. 2 :4-7) (Biblia de Jerusalén). Esto es lo que comenta Elena G. White al respecto : “Antes de la destrucción del templo, Dios informó a unos pocos de sus fieles siervos el destino de ese edificio... Esos hombres justos, inmediatamente antes de la destrucción del templo, sacaron el arca sagrada que contenía las tablas de piedra, y con dolor y pesar la ocultaron secretamente en una caverna donde estaría escondida del pueblo de Israel por causa de sus pecados, para no serles restituida nunca más. El arca sigue escondida. Nadie la ha perturbado jamás desde que se la escondió”. 96 Pero terminemos este capítulo, con la invitación gloriosa del apóstol Juan a contemplar el arca del pacto en el santuario celestial : “Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo”. (Apoc. 11 :19). _______________ 88. MACKINTOSH. C,H. Estudios sobre el Libro de Éxodo. Depósito de Literatura, Lisboa, Portugal. 1978. P. 217. 89. NICHOL. Francis. 1 Comentario Bíblico Adventista. P. 649. 90. Ibid.. P. 649. 91. WHITE. Elena G. de. El Conflicto de los Siglos. P. 565. 92. ANDREASEN. M.L. El Santuario y sus Servicios. P. 230. 93. WHITE. Elena G. de. El Conflicto de los Siglos. P. 487.

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94. Ibid.. P. 697. 95. WHITE. Elena G. de. Patriarcas y Profetas. P. 427.

96. WHITE. Elena.G. de. La Historia de la Redención. P. 199, 200.

Conclusión

CUATRO PASOS DE LA SALVACIÓN EN EL SANTUARIO

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ás por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación Y glorificación”. (1 Cor. 1 :30). 1. Sabiduría o conocimiento en el campamento. Lo primero que el pecador hace, antes de entregarse a Cristo, es empezar a conocerle. Este conocimiento era obtenido en el campamento de Israel, y no directamente en el santuario.

Vamos a poner como ejemplo a un extranjero (no israelita) que mientras transitaba por el desierto se encontraba con el santuario. Impresionado por el hermoso edificio, y las blanquísimas cortinas, se acerca a la magnífica casa movido por la curiosidad y pregunta : ¿Quién vive en esa hermosa tienda ?, ¿Porqué esa puerta tan ancha ?, ¿Porqué debe morir ese cordero ?. Un israelita que se encuentra cerca del extranjero, le explica detalladamente el significado espiritual del tabernáculo. Le da a conocer en cada una de estas figuras terrenales, las realidades celestiales que habrían de cumplirse en la persona del esperado Mesías. Así empezaba el conocimiento de Dios para el extranjero. 2. Justificación en el atrio. Después de obtener el conocimiento de Dios, el Extranjero se siente indigno, y entonces hace todo lo posible por alcanzar el perdón y la purificación de sus pecados. Ahora lo vemos entrando por la puerta del atrio con un cordero inocente que debe morir en su lugar. Después de haber confesado sus pecados al Dios del Santuario, y haber derramado la sangre de la víctima, una paz divina se apodera de su alma y el perdón de Dios se hace evidente... La justicia del Cordero le ha sido imputada... ¡El pecador, ha sido justificado !. 3. Santificación en el lugar santo. En el lugar santo, Dios inicia una obra en el creyente que durará toda la vida : La santificación. Esta obra es efectuada en el cristiano por medio del aceite y la luz del

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candelero ; es decir, por el ministerio constante, vivificante e iluminador del Espíritu Santo. Por medio de la mesa de los panes de la proposición ; o sea, por el alimentarnos diariamente de su palabra. “Santifícalos en tu verdad ; tu palabra es verdad”. (Juan 17 :17). Además, somos santificados en el lugar santo, a través del altar del incienso ; donde la justicia de Cristo nos es impartida gratuitamente, mientras nos mantenemos como viendo al Invisible con los ojos de la fe. Para que se dé el proceso completo de la santificación en el cristiano, es necesario el estudio de la Biblia (La mesa de los panes), la oración (el altar del incienso), la testificación, ser luz para otros (el candelero). El cristiano verdadero, no se conforma solamente con el estudio de la Palabra de Dios y la oración ; también se deleita en la testificación. 4. Redención y glorificación en el lugar santísimo. Finalmente, en el lugar santísimo, el creyente se siente inundado de la plenitud de la gloria de Dios que se manifestaba en el arca del pacto, en medio de los querubines. Esta maravillosa experiencia muy pronto será una realidad ; más pronto de lo que nos imaginamos, veremos al Señor cara a cara. La trompeta sonará y nuestros cuerpos mortales, serán vestidos de gloriosa inmortalidad. Entonces podremos proclamar al universo entero, que hemos obtenido en Cristo... ETERNA REDENCIÓN.

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