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La Teoría de la Personalidad de Carl Rogers. La teoría de la personalidad de Carl Rogers surge a partir de su experienci

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La Teoría de la Personalidad de Carl Rogers. La teoría de la personalidad de Carl Rogers surge a partir de su experiencia clínica. Rogers fue el primer investigador en PSICOTERAPIA que estudió en forma exhaustiva lo que ocurre durante el encuentro entre cliente y terapeuta utilizando registros de audio. Tras analizar cientos de grabaciones, Rogers y su equipo formularon una completa teoría del cambio terapéutico que derivó en la formulación de su TERAPIA CENTRADA EN LA PERSONA. A partir de sus estudios clínicos y apoyándose en el trabajo de otros investigadores, Rogers formuló luego una teoría sobre el DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD. Es importante tener en cuenta que dicha teoría se fundamenta principalmente sobre las observaciones que Rogers y su equipo realizaron a partir de las grabaciones de sus sesiones con pacientes neuróticos, y más adelante, con esquizofrénicos en contextos hospitalarios. Muchos de los pacientes con que trabajó el autor eran estudiantes universitarios con trastornos de mediana complejidad, por lo que su teoría de la personalidad ha de ser entendida como un modelo que se adapta preferentemente a este tipo de sujetos. Rogers señaló insistentemente que su teoría sobre la personalidad humana era incompleta y abierta a nuevos desarrollos. En este sentido, siempre mantuvo una actitud cauta y humilde, planteando sus ideas en forma de hipótesis susceptibles de ser contrastadas con nueva evidencia. Visión de Ser Humano. La teoría de la personalidad de Carl Rogers se fundamenta en una visión de ser humano que comparte una serie de elementos con los demás enfoques reunidos dentro del paradigma humanista-existencial en psicología y psicoterapia. La antropología filosófica que subyace al modelo rogeriano de la personalidad considera los siguientes puntos: 1.El ser humano es un ORGANISMO que existe en relación a un medio ambiente físico, social y cultural. En tanto que organismo, el ser humano comparte una serie de características con los demás organismos vivos. La idea de “organismo” supone que el ser humano no puede ser entendido como un agregado de componentes, sino como una totalidad (gestalt), donde “el todo es más que la suma de sus partes”. En este contexto, el “organismo” no refiere únicamente al cuerpo físico, sino a la unidad psico-somática que constituye al ser humano (cuerpo, sensaciones, emociones, pensamientos, etc.). Además, es un organismo que interactúa activamente con su medio.  

Está inscrito en un campo que incluye tanto las condiciones físicas, como los procesos sociales y culturales que dan forma a su contexto. Se relaciona en forma activa y creativa con el medio y con los organismos con que comparte su existencia.

2.El ser humano está DOTADO DE SUBJETIVIDAD. Es decir, tiene experiencias; es un organismo experienciante. En la interacción con su medio, el organismo experimenta subjetivamente vivencias relativas al modo en que se relaciona con su entorno y con otros seres humanos. Estas experiencias acceden a la conciencia y son simbolizadas. Para Rogers, el ser humano orienta su conducta de acuerdo a la manera en que percibe la realidad, antes que a la realidad misma. Es decir, orienta su existencia de acuerdo al “mapa” que configura a partir de sus experiencias sobre el “territorio” de la realidad.

3. El ser humano construye una NOCIÓN DE SÍ MISMO. Mediante la función de reflexividad, el ser humano toma conciencia de sí mismo, construyendo una representación de aquello que lo constituye como un “yo” diferente de los “otros”. En otras palabras, el ser humano es autoconsciente. 4. El ser humano tiende naturalmente al CRECIMIENTO Y LA ACTUALIZACIÓN DE SUS POTENCIALIDADES. Esto es lo que Rogers llamara luego la “TENDENCIA ACTUALIZANTE”, un impulso innato hacia la conservación, la expansión, el desarrollo y la reproducción. Esta tendencia básica es compartida con todos los demás organismos vivos. Además, explica Rogers, supone la expresión de una tendencia mayor, presente en el universo, a la expansión, a la que llamó “Tendencia Formativa”. 5. El ser humano es CONFIABLE. Para el autor, la naturaleza humana es confiable por cuanto todo individuo tiende naturalmente no sólo al crecimiento y la actualización de sus propias potencialidades, sino también a la cooperación y el establecimiento de relaciones significativas, nutritivas y colaborativas con otros seres humanos. En esto se diferencia de otros enfoques en psicología, como es el psicoanálisis freudiano, que entienden al ser humano como naturalmente destructivo y agresivo. Principales Influencias. Rogers tomó elementos teóricos provenientes de dos fuentes principales: 1) Psicología de la Gestalt, de la cual se deriva su concepción de organismo y su entendimiento acerca de cómo operan los procesos perceptivos en el ser humano. 2) Psicología Fenomenológica, de la cual se deriva su interés por la experiencia humana como principal determinante de la conducta, la propuesta de una psicología comprensiva antes que explicativa, etc. Visión Procesal sobre la Personalidad. La teoría de la personalidad de Rogers no busca explicar el psiquismo humano de acuerdo a estructuras, componentes y sistemas hipotéticos. Antes que proponer una explicación estructural de la personalidad, el autor ofrece una serie de hipótesis comprensivas sobre el psiquismo entendido como un proceso en constante cambio. Rogers entiende la personalidad humana como una Gestalt que se configura y reconfigura momento a momento, a partir de las interacciones que se dan entre el organismo y su medio ambiente. EN OTRAS PALABRAS, LA PERSONALIDAD SERÁ ENTENDIDA COMO UN PROCESO FLUIDO, CAMBIANTE, DINÁMICO, COMPLEJO, antes que como una estructura fija susceptible de ser explicada en términos absolutos y definitivos. 3 Dimensiones de la Personalidad Humana. El autor reconoce 3 dimensiones de la personalidad: 1) Organismo. La unidad conformada por cuerpo y mente, en su interacción con el medio ambiente. 2) Campo Fenoménico. El conjunto de experiencias que tienen lugar en el organismo a medida que este se relaciona con su medio momento a momento. 3) Concepto de Sí Mismo. Una porción del campo fenoménico que se diferencia y que contiene todas las percepciones, valores e ideales referentes a uno mismo.

Tendencia Actualizante y Valoración Organísmica. Como todo organismo vivo, el ser humano posee un sistema motivacional/impulsor que energiza la conducta. Rogers llama a este sistema Tendencia ACTUALIZANTE O TENDENCIA A LA ACTUALIZACIÓN. -

El organismo humano tiende naturalmente a la conservación, el desarrollo y la reproducción. Busca activamente actualizar todos sus potenciales de desarrollo. Todas las necesidades (alimento, afecto, sexualidad, etc.) son una manifestación de este único impulso natural.

Todas ellas apuntan al desarrollo pleno del organismo y su reproducción. Junto a este sistema motivacional, Rogers identifica un sistema de orientación, al que llama VALORACIÓN ORGANÍSMICA. El organismo humano orienta su conducta discriminando activamente aquellas experiencias que apoyan la tendencia actualizante de las que no favorecen su crecimiento. -

En función de este sistema valorativo, el ser humano buscará activamente aquellas experiencias que le resulten agradables y nutritivas y evitará aquellas experiencias, conductas, etc. que entorpezcan u obstaculicen la actualización de sus potencialidades. Podemos usar para explicar la relación que se establece entre ambos sistemas (motivacional y de orientación) utilizando la siguiente metáfora: - Si pensamos en el organismo humano como si fuera un barco a vapor, la caldera que impulsa el barco para que avance será la Tendencia a la Actualización, mientras que el timón que orienta el curso de la embarcación será el proceso de Valoración Organísmica. Imagen/Concepto de Sí Mismo.

Conforme el organismo se desarrolla en la interacción con su medio ambiente, una porción de sus experiencias comenzará a diferenciarse. El niño tempranamente va adquiriendo una conciencia rudimentaria de sí mismo, formándose una imagen de sí mismo. Aparece una primera noción de que es un organismo diferente a su entorno. Estas experiencias luego van complejizándose y nucleándose en torno a un CONCEPTO DE SÍ MISMO. La vivencia del Yo (Self) se convierte en objeto de percepción y evaluación (reflexividad). Las principales características del Concepto de Sí Mismo según Rogers son: 1) ES CONSCIENTE. Contiene sólo experiencias de sí mismo que son conscientes, es decir, simbolizadas. Por lo tanto, no incluye todas aquellas experiencias que permanecen en el fondo perceptual (ley de figura y fondo). 2) Es una gestalt y como tal tiende a ser COHERENTE. Si aparecen en la experiencia elementos disonantes con la estructura del sí mismo, estas no serán admitidas a la conciencia y no formarán parte del Concepto de Sí Mismo. Si dichas experiencias disonantes llegan a acceder a la conciencia, surge tensión y malestar, hasta que no se logre reconfigurar la gestalt en un todo significativo y coherente. 3) Contiene PERCEPCIONES DE UNO MISMO, así como valores e ideales. 4) DETERMINA LA CONDUCTA. Conforme el organismo se desarrolla y sus experiencias sobre sí mismo se complejizan, emerge el Concepto de Sí Mismo que asume la función de orientar la conducta. El sí mismo busca activamente experiencias que confirmen su estructura (gestalt) y evita experiencias disonantes que desconfirmen este autoconcepto.

El Desarrollo de la Personalidad. Al momento de nacer, el niño funciona como un organismo integrado. Es decir, funciona como una totalidad coherente que se adapta creativamente a su entorno. Su conducta es impulsada por la tendencia a la actualización y se orienta de acuerdo a los criterios valorativos del organismo (valoración organísmica). En su interacción con el medio, surgen diversas experiencias que son susceptibles de acceder a la conciencia libremente. Conforme el organismo se desarrolla, surge en su campo fenoménico una imagen de sí mismo que se configura a partir de las experiencias organísmicas. En este punto, todas las experiencias del organismo pueden acceder libremente a la conciencia, sin discriminación. Y su conducta se orienta de acuerdo a estas experiencias simbolizadas. -

Por ejemplo, si el organismo experimenta hambre, el niño toma conciencia de esta sensación, percibe el hambre e inicia una conducta concordante: busca comida, llora, etc. Si el organismo siente cólera o enojo con su hermano, el niño percibe este impulso y se comporta de acuerdo a su necesidad de descarga del impulso agresivo, golpeando a su hermano. Si el organismo debe evacuar la orina, el niño percibe esta sensación y procede a orinar sin importar dónde se encuentre, satisfaciendo su necesidad organísmica libre y espontáneamente.

Ahora bien, junto con la configuración del concepto de sí mismo, aparece una necesidad psicológica que puede asumir un papel preponderante entre las demás necesidades organísmicas del niño. Dada la situación de vulnerabilidad y dependencia en la que se encuentra el niño, éste siente que debe asegurarse el afecto y cuidado de sus cuidadores primarios. El niño desarrolla entonces una NECESIDAD DE CONSIDERACIÓN POSITIVA de parte de sus padres: -

Necesita el amor, el cuidado y el afecto de sus cuidadores a toda costa, pues se da cuenta que de ello dependerá su supervivencia. Entonces, el niño orientará su conducta de acuerdo a esta necesidad, aún a expensas de la satisfacción de otras necesidades organísmicas. Con esto, el niño buscará construir un concepto de sí mismo que le asegure el afecto y cuidados necesarios para su supervivencia, y procurará evitar toda experiencia o conducta que pueda significar un rechazo de parte de sus padres, y valorará positivamente aquellas experiencias y conductas que promuevan la aceptación de sus cuidadores.

Los padres evalúan la conducta del niño de acuerdo a sus propios criterios valorativos. Estos criterios por lo general no coinciden con los del organismo del niño: -

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Es decir, por ejemplo, si bien el organismo del pequeño valora positivamente la descarga de tensión fisiológica que resulta de orinar (aunque sea en la alfombra del comedor), los padres considerarán que el orinar en cualquier parte y ensuciar la casa es una conducta reprochable. Lo mismo con ciertas emociones y sus conductas resultantes: si bien el organismo valora positivamente la expresión de la rabia (golpear al hermano), los padres valorarán negativamente el hecho de que el niño sienta rabia y la manifieste abiertamente.

Cuando el niño se comporta de una manera o experimenta una sensación que los padres valoran negativamente, éstos retirarán su afecto, mientras que si el niño se comporta según lo que ellos consideran aceptable, entregarán afecto recompensando al niño. A este proceso Rogers lo llama CONDICIONALIDAD DEL AFECTO. Ante esta dinámica, el niño comienza a valorar su experiencia y conducta según los criterios valorativos de sus padres, antes que los de su organismo. En este sentido, en un primer momento, el niño traslada el locus de control desde el interior hacia el exterior del organismo. Pero a medida que se desarrolla, estos criterios valorativos son introyectados y el niño los hace propios.

Ahora el niño no actuará de determinada manera porque los padres consideren que X conducta o experiencia es negativa o positiva, sino porque él mismo valora su experiencia y su conducta condicionalmente. EN ESTE SENTIDO ROGERS EXPLICA QUE EL NIÑO, A PARTIR DE SUS INTERACCIONES CON SUS CUIDADORES PRIMARIOS, VA A DEJAR DE LADO EL PROCESO DE VALORACIÓN ORGANÍSMICA Y SUS CRITERIOS, REEMPLAZÁNDOLO POR UN PROCESO DE VALORACIÓN CONDICIONAL. EN OTRAS PALABRAS, EL NIÑO AHORA VALORA CONDICIONALMENTE SU EXPERIENCIA DE ACUERDO A LOS CRITERIOS VALORATIVOS INTROYECTADOS. En este proceso, el Concepto de Sí Mismo se va alejando y disociando del Organismo y sus experiencias. Se va volviendo autónomo, orientando la conducta de acuerdo a criterios que muchas veces no coinciden con los criterios valorativos del organismo. Producto de esta separación, y de la primacía que toma el Sí Mismo en la valoración de la experiencia y la determinación de la conducta, muchas de las necesidades del organismo quedarán insatisfechas. Además, el Concepto de Sí Mismo, que en un principio coincidía con las experiencias organísmicas y que resultaba ser fluido, dinámico y maleable, ahora se volverá rígido, autónomo. Rogers explica que el niño entonces pasa de un estado de Congruencia (Organismo y Sí Mismo coinciden) a un estado de Incongruencia (Organismo y Sí Mismo se disocian y diferencian). Este es para el autor el núcleo central del desajuste psicológico. Desajuste Psicológico. El estado de incongruencia entre las experiencias del organismo y el concepto de sí mismo genera tensión, frustración, malestar, etc. Aspectos del organismo quedan fuera de la experiencia consciente, si bien continúan pulsando en el fondo perceptivo. Este “quedar afuera” viene dado por el mecanismo de subcepción. El ser humano es capaz de discriminar sus experiencias incluso no siendo totalmente consciente de ellas. La subcepción es un mecanismo que opera, por así decirlo, “pre-conscientemente”. El individuo “subcibe” aquellas experiencias que son incompatibles con su Concepto de Sí Mismo aceptable, querible, como amenazantes y por lo mismo procede a negarles el acceso a la conciencia. Además de negar ciertas experiencias incompatibles, también puede distorsionarlas de manera que puedan encajar con el Concepto de Sí Mismo sin generar tensión psicológica. -

Esta “distorsión perceptual” supone la puesta en marcha de un Proceso Defensivo donde se defiende la integridad y coherencia del Concepto de Sí Mismo de las experiencias organísmicas amenazantes. Este proceso defensivo se sostiene sobre la acción de diversos mecanismos de defensa (e.g. negación, proyección, intelectualización, fantasía, etc.). A través de estos mecanismos de defensa, sólo pueden acceder a la conciencia aquellas experiencias que sean consistentes con el Concepto de Sí Mismo, y aquellas que no lo son, acceden en forma distorsionada.  Para Rogers, la Neurosis equivale a este proceso defensivo constante que mantiene el estado de Incongruencia. La disociación entre el Organismo y el Concepto de Sí Mismo supone el surgimiento de un “falso self”, que no se corresponde con el estado natural donde ambas dimensiones de la personalidad coinciden (Congruencia). El estado neurótico es, en esencia, un estado defensivo, por lo que las conductas del neurótico serán conductas defensivas (e.g. evitar el conflicto con otras personas, distraerse con actividades cuando se tiene pena o rabia, evitar estímulos o situaciones que propicien la aparición de experiencias inaceptables, etc.).  La Psicosis surge cuando las defensas ceden ante la tensión que se genera entre el Concepto de Sí Mismo y las experiencias del Organísmo. Cuando no se logra actualizar el proceso defensivo, ocurre una toma de conciencia súbita de las experiencias amenazantes que habían sido negadas a la conciencia o bien distorsionadas. Este flujo de experiencias inaceptables e

incompatibles con el Sí Mismo genera un estado de desorganización (la Gestalt pierde su coherencia de manera súbita y repentina). Este estado de desorganización psíquica no se puede resolver mediante la reconfiguración espontánea del Concepto de Sí Mismo. Surgen entonces conductas desorganizadas, incoherentes, impulsivas y fuera de control. Funcionamiento Óptimo. Para Rogers, el funcionamiento óptimo o pleno viene dado por la Congruencia entre el Organismo y el Concepto de Sí Mismo. Esto equivale a “ser quien uno realmente es” momento a momento. Se trata de un proceso, no de un estado fijo. Vivir en proceso, libremente, de acuerdo al modo en que el organismo experimenta su existencia en relación con el ambiente. Las características de la persona que funciona plenamente, según Rogers, son: 1) Apertura a la experiencia: Todas las experiencias organísmicas pueden acceder libremente a la conciencia. No existe discriminación ni filtro. Por lo tanto, todas las necesidades del organismo pueden ser satisfechas adecuadamente, favoreciendo la tendencia innata a la actualización de las potencialidades organísmicas. 2) Tendencia al vivir existencial: La persona vive existencialmente, es decir, en el presente inmediato. Orienta su conducta y su existencia de acuerdo a lo que necesita momento a momento, permaneciendo fiel a los requerimientos de su organismo en relación con su medio ambiente físico, social y cultural. 3) Confianza en el organismo: La persona confía en que su organismo es una fuente de información fiable para tomar decisiones y orientar su conducta. Por lo mismo, permite que las experiencias organísmicas conscientes determinen su actuar, favoreciendo la actualización de su más pleno potencial.