Robert Peel

Robert Peel Robert Peel Robert Peel Primer Ministro del Reino Unido 10 de diciembre de 1834-8 de abril de 1835 Predece

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Robert Peel Robert Peel

Robert Peel

Primer Ministro del Reino Unido 10 de diciembre de 1834-8 de abril de 1835 Predecesor

Arthur Wellesley

Sucesor

William Lamb

Primer Ministro del Reino Unido 30 de agosto de 1841-29 de julio de 1846 Predecesor

William Lamb

Sucesor

John Russell

Información personal Nacimiento

5 de febrero de 1788 Ramsbottom, Lancashire, Reino Unido

Fallecimiento 2 de julio de 1850 (62 años) Londres, Reino Unido Westminster, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda Causa de la

Caída de caballo

muerte Lugar de

Staffordshire, Reino Unido

sepultura Nacionalidad Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda y Reino de Gran Bretaña (hasta 1801) Cristianismo

Religión Partido

Tory/Conservador

político Familia Padre

Sir Robert Peel, 1st Baronet

Cónyuge

Julia Floyd, Lady Peel Educación

Educado en

Christ Church College



Harrow School



Hipperholme Grammar School



Bury Grammar School Información profesional político

Ocupación Rango



Lieutenant

Miembro de

Royal Society

 Distinciones

Miembro de la Royal Society

Firma

Robert Peel (Ramsbottom, Lancashire, 5 de febrero de 1788 - 2 de julio de 1850) fue un estadista y político británico del Partido Conservador. Peel fue primer ministro del Reino Unido entre el 10 de diciembre de 1834 y el 8 de abril de 1835 y del 30 de agostode 1841 al 29 de junio de 1846.

Biografía[editar] Peel nació en la localidad de Ramsbottom, Lancashire, Inglaterra, en una familia acomodada de la burguesia. Su padre era Sir Robert Peel, 1.er Barónet, uno de los fabricantes textiles más ricos de la primera Revolución Industrial y miembro del Parlamento. Peel fue educado primero en la Hipperholme Grammar School y luego en la Harrow School y, finalmente, en la Christ Church, de la Universidad de Oxford, donde se licenció en estudios clásicos y matemáticas. También se cree que asistió brevemente a la Bury Grammar School. Mientras vivía en Tamworth, se le atribuye el desarrollo del cerdo Tamworth mediante el cruce de ganado irlandés con algunos cerdos locales de Tamworth. Peel entró en la política a los 21 años, por el distrito irlandés de Cashel City, Tipperary. Durante su primera década como político tuvo cargos menores, entre ellos el de ministro de Irlanda (1812–1818). En este cargo, en 1814 creó el cuerpo de policía de Irlanda, el Royal Irish Constabulary, cuyos efectivos fueron llamados, despectivamente, «peelers», un apodo que más tarde, cuando en 1828, reorganizó el cuerpo de policía de Londres (los Bow Street Runners) sería de inmediato usado para referirse a los nuevos policías.1 Peel fue considerado una de las estrellas emergentes del partido Tory, entrando por primera vez en el gobierno en 1822 como Ministro de Interior, cargo que hasta 1830 desempeñó en diversos gobiernos. Como tal, introdujo una serie de importantes reformas en la legislación penal británica: la más destacada fue la creación de la London Metropolitan Police (Policía Metropolitana de Londres), posiblemente el primer cuerpo de policía moderno y precedente de Scotland Yard. De ese trabajo se derivan los célebres principios policiales de Peel, aunque se duda de su autoría. También promovió cambios en el Código penal reduciendo el número de delitos castigados con la pena capital.

Primer ministro[editar] Fue nombrado primer ministro en 1834. Pasó después a la oposición, evolucionó hacia el liberalismo, y volvió a ser primer ministro entre 1841 y 1846, actuó en colaboración con el partido whig. Reformo el sistema fiscal, otorgó derechos civiles a los judíos. En 1843 Peel fue el objetivo de un intento fallido de asesinato; un tornero escocés llamado Daniel M'Naghten lo acosó durante varios días antes de matar accidentalmente al secretario personal de Peel, Edward Drummond.2 En 1844, mediante la Ley de Banca, estableció restricciones a la emisión de billetes por bancos privados, a los que se exigía una reserva de un 100% en oro y amplió las potestades de emisión del Banco de Inglaterra.3 La ley más destacable de su segundo mandato como primer ministro fue la que llevó a su destitución. Esta vez Peel se erigió en defensor del librecambismo económico, se movió en contra de los terratenientes, aboliendo las Corn Laws en 1846, que apoyaban a los agricultores restringiendo la importación de cereales. Esta ruptura radical con el proteccionismo conservador, le enfrentó abiertamente con una facción de su partido, encabezada por Disraeli, y tenía como finalidad paliar la gran hambruna irlandesa.

Principios policiales de Peel Ir a la navegaciónIr a la búsqueda Los Principios Policiales de Peel describen la filosofía que Robert Peel desarrolló para definir la ética de una fuerza policial. Los principios que tradicionalmente se atribuyen al discurso de Peel son:



Todo agente de policía debe llevar visible una placa con su número, para asegurar así la responsabilidad de sus acciones. La efectividad de la policía no se mide por el número de arrestos sino por la ausencia de crimen. Por encima de todo, una figura de autoridad efectiva se debe basar en ser el paradigma de la confianza y la responsabilidad. Así pues, el principio más citado de Peel es: La policía es la ciudadanía y el ciudadano es el policía.

 

Sin embargo, se ha propuesto que la autoría de la lista de los principios de Peel se debe más a estudiosos sobre la policía del siglo veinte que al propio Peel; aunque Peel argumentó el espíritu de alguno de estos principios en sus discursos y en otros medios, investigadores como Lentz y Chaires no han encontrado evidencias de que confeccionase formalmente una lista.1

Principios de la policía[editar] 1. La misión principal por la que existe la policía es prevenir el crimen y el desorden. 2. La habilidad de la policía para realizar sus funciones depende de la aprobación pública de sus acciones. 3. La policía debe asegurarse la cooperación voluntaria del público en la observancia de la ley para ser capaz de mantener su respeto. 4. El grado de colaboración del público disminuye proporcionalmente con la necesidad del uso de la fuerza. 5. La policía consigue y mantiene una opinión pública favorable no satisfaciendo los distintos deseos sino por la demostración constante del servicio a la ley absolutamente imparcial. 6. La policía solo debe usar la fuerza para mantener la ley y el orden cuando sea absolutamente necesario y únicamente cuando el uso de la persuasión, el consejo y la advertencia se haya visto insuficiente. 7. La policía, en todo momento, debe mantener una relación con el público que haga realidad la tradición de que la policía es la ciudadanía y el ciudadano es el policía. Los policías simplemente son miembros de la ciudadanía a los que se les paga para que presten plena dedicación a los deberes que incumben a todos y cada uno de los ciudadanos en aras del bienestar y la coexistencia de la comunidad. 8. La policía debe restringir de forma estricta su actuación a sus funciones concretas sin usurpar nunca los poderes de la judicatura. 9. La prueba de la efectividad de la policía está en la ausencia de crimen y desorden, no en la acción evidente de la policía tratando con la delincuencia.2

Policía de la comunidad Enviado por Prof. Wanda L. Santiago

1. 2. 3. 4. 5. 6.

Definición del Concepto Formación del Policía El papel del Policía en la sociedad Factores que separan al Policía y a la comunidad Policía Comunitario

Introducción Desde la Antigüedad Clásica hasta el presente los distintos gobiernos del mundo han intentado controlar la conducta de los ciudadanos, aprobando leyes cuya violación constituye delito y creando mecanismos de control social como los llamados sistemas de justicia criminal, entre ellos la policía. Pero, qué es la

policía?, en qué consiste su trabajo?, ha sido efectiva en el manejo de la actividad criminal?, que soluciones presenta para el siglo XXI? Trataremos de responder a estas y otras interrogantes en este artículo. Definición del Concepto Según James Fyfe (y otros), en el libro Administración de la Policía (1997), el concepto policía se deriva de la palabra francesa "policer" que significa poder del pueblo. El término, en su sentido más amplio, significa regulación y control de una comunidad en los aspectos relacionados al orden, la salud, la vida y la propiedad. El Diccionario de la Real Academia Española lo define como el buen orden que se observa y guarda en las ciudades y repúblicas para cumplir con las leyes y ordenanzas municipales. Se incluye, como parte de la definición, a un cuerpo encargado de vigilar por el mantenimiento del orden público y la seguridad de los ciudadanos. Se incluyen los conceptos de cortesía, buena crianza y urbanidad en el trato y las buenas costumbres. Entonces, por su concepción original y actual, se puede decir que la policía históricamente surgió para cumplir con los objetivos de proteger la vida, la salud, y la tranquilidad de los ciudadanos que conforman la sociedad. En pocas palabras velar por el cumplimiento de la ley y el mantenimiento del orden. Formación del Policía En el 1829 Sir Robert Peel, al crear la Policía Metropolitana de Londres, estableció el siguiente principio: "… the police are the public and the public are the police." (Cox, Police in Community Relations, 1996). El significado de esta frase es sumamente abarcador por lo que por el momento se interpretará en un sentido literal y parcial. Los policías son ciudadanos seleccionados entre los miembros de la sociedad. Son adiestrados y educados en academias creadas para estos fines, en donde se lleva a cabo el proceso de socialización policíaca. Para Robert H. Langworthy y Lawrence F. Travis III (1994) la socialización es un término que utilizan los sociólogos para referirse al proceso mediante el cual las personas adquieren el conocimiento, los valores, las destrezas y actitudes de la sociedad en que viven. Es el aprendizaje de la cultura. En las Ciencias policiales se utiliza el concepto de la socialización policíaca (Van Maanen, 1973) para referirse al proceso por medio del cual se aprenden los conocimientos, valores, destrezas, actitudes y conducta característica de los policías. Se pretende crear una subcultura y desarrollar una personalidadque los haga diferentes a las demás personas para que puedan cumplir satisfactoriamente con los deberes y responsabilidades que le asigna la sociedad. Los policías, como cuerpo ocupacional, no son como los demás servidores públicos. Tienen que dejar su familia por un período de tiempo para ser socializados en la subcultura policíaca. Atraviesan por un proceso educativo y disciplinario riguroso, en donde tienen que adquirir los conocimientos y las destrezas necesarias para cumplir con sus obligaciones. Debido a la seriedad y complejidad de las funciones que realizan, el proceso enseñanza-aprendizaje no puede limitarse a simples conocimientos académicos y/o al desarrollo de destrezas. Ludman (1980) afirmó que la educación del policía se caracteriza por un contenido formal e informal. El primero se refiere a la enseñanza académica, pero el segundo envuelve, a través de la disciplina, el desarrollo de unos valores y actitudes necesarios para poder realizar un trabajo de excelencia. El ser policía los hace diferentes a las demás personas. El uniforme, la placa, el arma de fuego y el roten son símbolos de la autoridad y el poder que se les confiere para cumplir con sus deberes. La naturalezadel trabajo que realizan y el peligro al que se enfrentan propicia la modificación de muchos aspectos del su personalidad. Su trabajo no es fácil. Implica una serie de sacrificios y ajustes a su vida privada y familiar. Largas jornadas de trabajo, suspensión de días libres y vacaciones, expuestos continuamente al escrutinio público, a la crítica social y a las presiones de los medios de comunicación.

Al cumplir con su trabajo pueden cometer errores que conllevan la suspensión o expulsión de la fuerza policíaca; cargos criminales y/o demandas civiles; enfermedad, incapacidad y hasta la muerte en el cumplimiento del deber. Es un trabajo que requiere madurez y seriedad, honestidad e integridad y para esto hay que saber escogerlos, educarlos y adiestrarlos. (W. Santiago, 1997) En el proceso de selección y formación de los policías se atraviesa por una serie de etapas que son determinantes en el desarrollo de la llamada personalidad policíaca. En primer lugar se toma en cuenta la decisión de la persona de ingresar al cuerpo. Esta puede estar motivada por la vocación, la tradición familiar, la necesidad de un empleo y el obtener dinero y beneficios. En Puerto Rico se les paga un salario mientras estudian y desde 1994 se gradúan con un Grado Asociado en Ciencias Policiales, y se les exige completar un bachillerato en una universidad debidamente acreditada. En segundo lugar tienen que aprobar el periodo de entrenamiento. Como se mencionó anteriormente, éste se caracteriza por la educación formal en los salones de clases y la informal, en donde a través de la disciplina se inicia el proceso de socialización policíaca. Como parte del entrenamiento tienen que experimentar la realidad del trabajo en la calle. Se les envía a trabajar con un oficial de experiencia como supervisor. Aquí se descubre que el trabajo no es lo que muchas veces se pensaba, se experimenta aburrimiento (no hay acción las 24 horas del día como en las películas del cine o las series de televisión), desconfianza porque comienzan a conocer los peligros del trabajo, y las faltas de respecto de algunos ciudadanos que no reconocen la autoridad que representa el policía. Finalmente, llega la etapa de la graduación y la asignación a las unidades de trabajo, las cuales en ocasiones no son del agrado del agente y debido a la incidencia criminal, se les envía a pueblos distantes de sus hogares. Eventualmente, si no renuncian antes, se adaptan al trabajo policíaco y se manifiesta la mencionada personalidad policíaca, como resultado del proceso de socialización y otros factores que se discutirán más adelante. Pare Jerome Skolnick (citado por Cox en La policía en las relaciones comunitarias, 1997) la policía constituye una subcultura porque comparten valores, creencias y formas de conducta o estilos de vida que los caracteriza como policías. Como resultado de sus investigaciones identificó las características de este grupo minoritario y desarrolló la Teoría de la Personalidad Policíaca. En primer lugar son autoritarios. La autoridad que les confieren los ciudadanos y el gobierno les da poder para intervenir en casi todos los aspectos de la vida privada de los ciudadanos. Si no tienen la madurez necesaria para manejar el alcance del poder, ésta característica se manifestara contra su propia familia y en sus relaciones interpersonales. En segundo lugar, algunos se vuelven cínicos. Al trabajar directamente con los ciudadanos descubren que algunos les mienten o engañan y hasta les ocasionan investigaciones administrativas, por lo que, como un mecanismo de defensa, no toman con seriedad algunos casos, no creen en la víctima, en los testigos o en la verdadera inocencia de las personas. En tercer lugar se vuelven conservadores. Este trabajo conlleva una imagen y tanto los ciudadanos como los medios de información están pendientes de la conducta y estilo de vida del policía. Se les exige seriedad y una conducta modelo y ejemplar. En cuarto lugar se vuelven suspicaces, sospechan de todo y de todos. Esto es así por que es un trabajo que conlleva peligro. Pueden ser víctimas de la violencia, de accidentes, contagio de enfermedades, stress, casos civiles y criminales y hasta la muerte. Como consecuencia de las exigencias del trabajo y de las frustraciones al interpretar su esfuerzo como una pérdida de tiempo, se pueden volver hostiles hacia los ciudadanos y hacia el sistema de justicia que representan. Muchas veces se exige demasiado de ellos, y se nos olvida que son humanos que están dando el máximo y arriesgando su vida por las demás personas. A veces, los casos no prosperan en los tribunales, no se logra la convicción del acusado o la sentencia que se impone al convicto es débil o sin sentido. En quinto lugar, aprenden a ser individualistas: en ocasiones, no se puede confiar plenamente en nadie. Hasta el mejor de los compañeros de trabajo, cuando más se le necesita, puede fallar. Por eso muchos

piensan que nadie mejor que ellos mismos para cuidar sus propias espaldas. En adición, ciertas actuaciones de otras personas pueden comprometer su empleo, su libertad y hasta su vida. En sexto lugar la falta de apoyo de la agencia, de la propia familia y de la comunidad los hace sentir inseguros y como se mencionó anteriormente se vuelven suspicaces. Pero no todas las características antes mencionadas pueden ser negativas porque también aprenden el significado de la lealtad hacia los principios que orientan el trabajo policiaco y su compromiso con la comunidad; se esfuerzan en ser eficientes para prevenir el crimen, contenerlo y lograr convicciones en los tribunales, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos a los cuales protegen; y honorables porque se sienten orgullosos de ser policías. Finalmente, Skolnick también identificó, como última característica de la personalidad policíaca, el desarrollo de prejuicios hacia algunos sectores de la sociedad. El papel del policía en la sociedad De acuerdo con James Fyfe, los cuerpos policíacos tienen como obligaciones primordiales universales el proteger la vida, la propiedad, los derechosciviles y conservar el orden. Pueden tener mayores responsabilidades, pero eso depende de las leyes que organizan la policía en los países democráticos del mundo moderno. Lo importante es que la policía tenga capacidad legal, las 24 horas del día, para atender los problemas y situaciones que tal vez requieran el uso de la fuerza y la coacción o la búsqueda de soluciones verdaderamente efectivas.. Si se lee detenidamente el párrafo anterior se percatará que la aplicación de la ley no es una de las obligaciones primordiales de la policía. Fyfe, Jack R. Greene, William F. Walsh, O.W. Wilson y Roy Clinton McLaren consideran que la anterior responsabilidad es solo un instrumento para alcanzar los fines mencionados previamente. Durante el Siglo XX quedó demostrado que ni la policía ni el sistema de justicia criminal pueden resolver el crimen y la delincuencia meramente arrestando y confinando en instituciones penales a las personas que cometen delitos. Como leerá más adelante, las agencias del control social se percataron que solas no pueden prevenir, contener o resolver la conducta relacionada a las violaciones de las leyes sin la ayuda de la comunidad. Factores que separan al Policía y a la comunidad Todos los autores mencionados anteriormente están de acuerdo en que la labor que realiza la policía está dirigida a satisfacer las necesidades de la sociedad. Es la comunidad quien le otorga a los policías el poder y la autoridad para cumplir con sus funciones. Da la impresión de que es el gobierno quien controla a los organismos policíacos, utilizándolos como medios de control o represión política, económica y social. Pero si se analiza la raíz del poder en los sistemas democráticos, veremos que el mismo emana del pueblo. Este último lo delega a través de funcionarios gubernamentales electos. Nosotros le conferimos a los gobernantes la autoridad para tomar decisiones en beneficio de la sociedad; ellos a cambio nos dan seguridad y protección, garantizando los derechos civiles reconocidos en una constitución. La realidad, aunque parezca lo contrario, es que la policía responde directamente a los ciudadanos, los cuales, al final de cuentas, pagan sus salarios a través de los impuestos. Partiendo de la premisa anterior es natural pensar que las relaciones entre la policía y los ciudadanos son excelentes. Pero la realidad histórica, lamentablemente ha sido otra. Cox, en el primer capítulo de su libro La policía en las relaciones comunitarias, describe los factores que han creado barreras que impiden las buenas relaciones entre la policía y la comunidad. Estas son: 1.

La elite de poder- Se refiere a la actitud de algunos miembros de la fuerza policíaca que se consideran una clase aparte y privilegiada dentro de la sociedad y que inclusive están por encima de la ley; o sea que pueden violentarla y estarán exentos de castigo. 2. Lealtad inquebrantable – Pero no a la sociedad o a los principios de ley que representan, sino que se apoya al compañero que viola el reglamento y la ley, aunque esto implique la pérdida del empleo y/o de la libertad.

3. Resistencia a la interferencia ciudadana – la creencia de que sólo los policías pueden solucionar el crimen. 4. El uso excesivo de la fuerza y la violación de los derechos civiles. 5. El equipo de ocupación – cuando los ciudadanos no conocen los poderes que tienen los agentes, los operativos, los procedimientos y se ve a la policía como un ejercito dentro de una sociedad civil. 6. Los cambios demográficos súbitos que se reflejan en las estadísticas que tienden a medir la incidencia criminal. Aumento de la participación en el crimen de menores de edad, de extranjeros, de personas de escasos recursos económicos, etcétera. La continua intervención con ciertos sectores de la población generan prejuicios. 7. La diversidad de sectores que componen la población – La estratificación social y la creencia, en muchas ocasiones cierta, de que la policía protege a los ricos y persigue a los pobres. Los primeros cuerpos policíacos se crearon con el propósito de proteger los intereses de los comerciantes o clase adinerada y con influencia en los gobernantes. 8. La estrecha relación político partidista – en muchos países el jefe policiaco o superintendente es nombrado por el partido que tiene el poder político y algunos agentes hacen públicas sus preferencias políticas. 9. Multiplicidad de labores que realiza la policía – tienen que prevenir el crimen, hacer arrestos, radicar casos en los tribunales, controlar el transito, ofrecer orientaciones; son empleados públicos que trabajan más del mínimo de ocho (8) horas diarias, sacrificando vacaciones y días feriados. 10. La incomprensión que experimentan ambas partes: el policía que resiente que los ciudadanos no comprendan la naturaleza de su trabajo y los sacrificios que conlleva y las personas que creen que el policía tiene poder para intervenir en todos los aspectos de su vida privada. Los factores mencionados anteriormente conllevan la perdida del respeto entre ambas partes. Para romper con estas barreras, mejorar las relaciones con la comunidad y reducir la actividad criminal resurgió en el Siglo XX el concepto del policía comunitario. Policía Comunitario El término "policía comunitario" no es nuevo. Surgió en el Siglo XIX, en Inglaterra, cuando Sir Robert Peel creó la Policía Metropolitana de Londres. Estableció que los policías forman parte integrante de la sociedad y que son ciudadanos que están al servicio de la comunidad a la cual pertenecen. Pero su visión del trabajo policiaco no termina ahí: cuando dijo "…the police are the public and the public are the police" también quiso decir que los agentes no pueden hacer solos el trabajo porque para tener éxito se tiene que contar con la comunidad. Estos son los ojos y oídos de la policía. El 24 de febrero de 2005 en un adiestramiento sobre el Enfoque contemporáneo de vigilancia y participación comunitaria, ofrecido por el Dr. Ernesto Fernández, Director del Law Enforcement Institute (LEI), Puerto Rico Training Iniciative, se analizaron los Nueve 9 Principios de Sir Robert Peel, Padre de la vigilancia policíaca moderna. Estos han sentado las bases para el renacimiento de la policía comunitaria en el Siglo XX: 1. La misión básica de la policía es prevenir el crimen y el desorden. 2. La capacidad de la policía para realizar sus deberes depende de la aprobación pública de sus acciones. 3. La policía debe asegurar la cooperación del público en el cumplimiento voluntario de la ley para poder ser capaz de asegurar y mantener el respeto de las leyes. 4. El grado de cooperación y aprobación del público disminuye proporcionalmente ante la necesidad del uso de la fuerza. 5. La policía busca y conserva el favor público no a través de una opinión pública favorable, sino demostrando constantemente un servicio imparcial absoluto de la ley. 6. La policía sólo debe utilizar la fuerza física sólo cuando el ejercicio de la persuasión, el consejo y la advertencia no son suficientes, 7. La policía debe mantener siempre una relación con el público que honre la tradición histórica: la policía es el público y el público es la policía. La policía son sólo individuos que a tiempo completo trabajan para cumplir los deberes que incumben a todos los ciudadanos. (Énfasis suplido) 8. La policía siempre debe dirigir sus acciones estrictamente hacia sus funciones y nunca dar la impresión de desear usurpar los poderes de las cortes. 9. La prueba de la eficiencia de la policía es la ausencia del crimen y el desorden.

El policía comunitario o de la comunidad es una filosofía que propone alterar las relaciones entre la policía y los demás ciudadanos mediante la búsqueda de soluciones a los problemas de la comunidad que originan la actividad criminal y sobre cómo mejorar la calidad de vida. (Cox) Según el Nacional Advisory Comisión on Criminal Justice Standards and Goals, en los Estados Unidos, la policía no debe estar separada de las personas. Su autoridad y consentimiento nace de la voluntad del pueblo que los recluta como oficiales del orden público. Constituyen el instrumento de la sociedad para obtener y mantener el orden y sus esfuerzos se basan en los principios del servicio público. Responden directamente a los ciudadanos. (Cox, 1996) A pesar de que fue desarrollada e implantada en Inglaterra por Sir Robert Peel en el Siglo XIX, la filosofía reapareció cuando Herman Goldstein en 1979 estableció en los Estados Unidos el patrullaje orientado a la solución de problemas. Anterior a esto el desarrollo de la Policía en los Estos Unidos fue diferente al de Inglaterra. Para el Siglo XIX la labor de los agentes consistía en conservar el orden y se ganaba la obediencia de los ciudadanos a través de la fuerza física. La corrupción, la ineficacia, la interferencia política y el discrimen caracterizaron a la policía durante este período. (Fyfe) La llegada del Siglo XX trajo algunas reformas pero las relaciones entre la policía y los ciudadanos fueron deteriorándose, tanto en los Estos Unidos como en otros países. Prevalecía la actitud de "…us versus them…". (Frank Scmalleger, 1993). La rigurosa centralización administrativa fortaleció la creencia de que sólo los policías sabían lo que era mejor para la sociedad, razón por la cual la participación ciudadana en la lucha contra el crimen se hizo innecesaria. Los turnos rotativos, los continuos traslados, incluso el desarrollo tecnológico afectó la relación entre ambas partes. El aumento en la utilización de los vehículos, los teléfonos y hasta las computadoras contribuyeron a reducir el contacto de la policía con la comunidad. Se redujo la función del patrullaje. (U.S. Department of Justice) El crimen seguía creciendo sin control llamando la atención de profesionales que comenzaron a reexaminar la efectividad de las prácticas policíacas. Se comenzó a cuestionar si los cuerpos policíacos cumplían con sus metas. La situación se agravó con los escándalos relacionados a la corrupción, el abuso de poder, uso excesivo de la fuerza y continua violación de los derechos civiles. (Radelet y Carter, 1994). Para el año 1967 The President’s Commission Law Enforcement and Administration of Justice examinó las prácticas policíacas y recomendó cambios en la manera en que la policía se relaciona y ofrece servicios a la comunidad. En 1968 el Nacional Advisory Commission on Civil Disorders y el Nacional Commission on the causes and Prevention of Violence revelaron que la policía le presta atención inadecuada a los problemas y preocupaciones de la comunidad. También señalaron que de la manera que la agencia estaba organizada le impedía satisfacer las demandas y expectativas de la sociedad. Era evidente que no podían prevenir ni resolver los crímenes. Los referidos informes propiciaron que el Congreso de los Estados Unidos aprobara en 1968 el Omnibus Crime Control and Safe Streets Act. Se otorgaron fondos para la realización de estudios e investigaciones que han contribuido al desarrollo del Policía de la Comunidad. (Nacional Commission on the Causes and Prevention of Violence, 1969) Unos de los estudios de mayor impacto lo fue el de Kansas City Preventive Patrol Experiment, realizado en 1972. Este reveló que el patrullaje preventivo rutinario no tiene efecto significativo sobre la incidencia criminal ni sobre la sensación de seguridad del público. Los hallazgos sugieren que las agencias policíacas están desperdiciando tiempo y dinero al continuar con los métodos tradicionales. Recomienda a la policía utilizar mejor sus recursos y ser más efectivos al manejar el crimen y las preocupaciones de los ciudadanos. (Redelet) La Policía de San Diego, también realizó un estudio en la década de los 70 en donde se concluyó que el desarrollar lazos fuertes con los miembros de la comunidad ayuda a mejorar las actitudes de los oficiales hacia su trabajo y hacia las comunidades. Fomenta el desarrollar soluciones creativas para problemas complejos que afectan a los ciudadanos. En adición, los oficiales obtienen valiosa información sobre las

actividades criminales y de posibles sospechosos. Surge la necesidad de asignar policías a lugares y turnos permanentes. Pero el desarrollo de la filosofía no ha sido exclusivo de los Estados Unidos. Se ha desarrollado en Singapore, Canadá, Alemania, Suiza, Dinamarca, Finlandia y Gran Bretaña. (Redelet) En Japón se ha dado a conocer a través del concepto del Koban (Mini estación policíaca). Este sirve dos funciones principales: proveer información y asistencia, y mantener el orden a través de la función del patrullaje. Los policías físicamente demuestran la existencia de la autoridad policíaca, resuelven problemas y promueven la confianza del público hacia ellos. (Richard Terril, 1992) A finales del 1980 la filosofía del policía de la comunidad se estableció en Australia y la isla de Wales. Los residentes afirmaron sentirse más seguros y menos temerosos. Se enfatizó el diálogo entre la policía y la comunidad. Hubo más apoyo y cooperación entre ambas partes. (Radelet) La experiencia y la investigación proveen evidencia empírica sobre la efectividad de esta filosofía. Robert Trojanowicz realizó un estudio en Flint, Florida, conocido como el Neihborhood Food Patrol. Mediante el mismo se le dio a los agentes la orientación y flexibilidad necesaria para ser líderes en la comunidad. Se les asignó la responsabilidad de controlar el crimen y de hacer de la vecindad un mejor lugar para vivir. Se demostró que la comunidad puede ser motivada para apoyar a la policía y para aceptar nuevos estilos de patrullaje. (Cops and Criminals, 1996) En 1979 Heman Goldstein desarrolló el concepto "problem oriented policing," (POP). Sugirió que la solución de problemas es la esencia del trabajo policiaco y abogó para que los policías identifiquen las causas de los mismos. Basado en este concepto se desarrolló un modelo para identificar, analizar y resolver problemas específicos. Este fue implantado en Newport News, Virginia. Se demostró que el departamento policiaco puede hacer una mejor utilización de los recursos y aumentar la efectividad de los Oficiales. La Policía de New Orleans se ha caracterizado en los últimos años por sus altos niveles de corrupción: asesinatos, robos, protección de traficantes y la pérdida de la confianza de los ciudadanos. Luego de la intervención del FBI, una de las estrategias que más éxito ha tenido para ganarse nuevamente la confianza del público ha sido el establecimiento de la policía de la comunidad. (Cops and Criminals, 1996) El proyecto fue establecido en cuatro de los residenciales que se caracterizaban por un alto por ciento de actividad criminal. Se adiestraron policías y fueron asignados a patrullar a pie, con la responsabilidad de relacionarse con la comunidad. Los resultados han sido sorprendentes. Prácticamente ha terminado la guerra de las gangas, la policía está más visible y se han mejorado las relaciones con la comunidad. Según el Capitán Michael Ellington, Jefe de la Policía de New Orleans, los ciudadanos apoyan a la policía: se han convertido en sus ojos y oídos. También se han reducido los asesinatos en un 75%. La mayoría de los oficiales asignados a estos programas creen que la policía de la comunidad ha sido mucho más efectiva para prevenir el crimen que los métodos tradicionales que se utilizaron por muchos años. Un estudio realizado por The Center for Criminal Justice Studies reveló que 9 de cada 10 agentes encuestados creen que se ha mejorado la cooperación y que las personas están más dispuestas a cooperar con la policía. Dos tercios afirman que se han reducido los problemas que más afectan a los ciudadanos y más de la mitad dicen que se han reducido los delitos de robo, escalamiento y prostitución. (Criminal Justice Newsletter, 1996) Para 1994 el U.S. Department of Justice, Office of Justice Programs, Nacional Institute of Justice publicó que un 41% de las agencias policíacas en los Estados Unidos han establecido la filosofía y prepararon un directorio sobre los programas del Policía Comunitario en las principales ciudades de la Nación. América Latina no se ha quedado atrás. Ante la llegada del Siglo XXI son más las ciudades y los países que han adoptado y están reportando éxito con la implantación de la filosofía del Policía Comunitario. Este es el caso de Bogotá, Colombia (Quesada, Serrano, 2006); Buenos Aires, Argentina; Perú; Uruguay; Chile: Ecuador, entre otros. ( Coronel Muller, 2003)

Su rápido desarrollo en los Estados Unidos y en otras partes del mundo ha ocasionado unas variaciones en la aplicación de la filosofía debido a la necesidad de adaptarlo a las características socio-económicas e histórico-culturales de cada comunidad en particular. Para Louis Redelet y David Carter los conceptos community policing, problem oriented policing, community problem oriented policing, police area representatives citizen-oriented police enforcement, experimental policing district, neighborhood foot patrol y community foot patrol, entre otros, son sinónimos. Independientemente de como lo llamen lo cierto es que la policía de la comunidad ha surgido como "… the accepted way of policing in America." La evidencia demuestra que la policía es más efectiva, los agentes están más satisfechos con su trabajo y se han fortalecido los lazos con la comunidad. La investigación y la experiencia evidencian que una de las alternativas para combatir el crimen y la delincuencia en el Siglo XXI es la implantación y mejoramiento de la filosofía del Policía Comunitario. Las instituciones de la comunidad y las agencias policíacas han demostrado ser nuestra mejor defensa. Basta ya de quedarnos sentados a esperar que ocurra la actividad delictiva y a delegar toda la responsabilidad en la policía. Tenemos que ser preactivos y trabajar en conjunto, identificando juntos las causas y las posibles soluciones efectivas, a corto y largo plazo. Esta es la esencia de la policía de la comunidad. La meta es prevenir el crimen y el desorden en las comunidades mediante el examen cuidadoso de los problemas que afectan a los ciudadanos. Esto incluye identificarlos y aplicar soluciones apropiadas. (Cox) Sam Souryal, en 1995, identificó los objetivos de la Policía de la Comunidad: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.

Promover la unidad entre la policía y los ciudadanos en un esfuerzo por prevenir el crimen. Mejorar la comunicación y el entendimiento mutuo. Mejorar las relaciones de la policía y los demás componentes del sistema de justicia criminal. Buscar alternativas para solucionar los problemas de la comunidad. Fortalecer el cumplimiento de la ley, la igual protección de las leyes y de los derechos civiles. Diseñar estrategias para situaciones de emergencia. Fomentar la participación ciudadana en comités asesores del departamento policíaco.

Se intenta comprometer a la comunidad en la tarea de controlar el crimen. Para el Profesor de Ciencias Policiales Jerome Skolnick la filosofía se basa en la noción que la policía y los ciudadanos trabajan mejor juntos y son más efectivos. Identifica cuatro elementos que son vitales para lograr el éxito: la prevención del crimen; la re-orientación de las actividades de patrullaje para enfatizar la importancia de otros servicios; aumentar la responsabilidad del policía hacia el público; y la descentralización de las funciones y servicios policíacos. Tenemos que ser realistas y aceptar que la filosofía no puede establecerse de un día para otro. Fueron muchos años de odio y resentimientos entre los policías y los ciudadanos y aún existen muchas barreras y prejuicios que no pueden ser ignorados y que se deben resolver con prontitud. En algunos países la filosofía ha presentado dificultad para implantarse debido a la falta de confianza entre ambas partes. Por eso el Departamento de Justicia de los Estados Unidos considera que es vital la comunicación y la orientación. El jefe de la policía es responsable de explicar el concepto a toda la organización, así como de reunirse con líderes políticos y comunitarios. Las herramientas mencionadas anteriormente son vitales para fomentar la participación de las agencias policíacas y de todos los sectores de la sociedad. La implantación debe ser un proceso dinámico y flexible, que responda a las necesidades reales de las comunidades y que promueva la evaluacióncontinua. Hay que diseñar planes de trabajo con metas y objetivos a corto y largo plazo, definir estrategias y asignar al personal idóneo para este tipo de trabajo. No puede ser cualquier persona, sino uno verdaderamente interesado en la filosofía y capacitado para atender y canalizar adecuadamente las preocupaciones de los ciudadanos.

Hay que adiestrar a todo el personal de los departamentos policíacos y orientar a la comunidad. En el proceso se pueden cometer errores, pero lo importante es reconocerlos y enmendarlos inmediatamente. Se deben utilizar todos los medios de información para educar a toda la sociedad sobre las ventajas de implantar la filosofía del Policía Comunitario. Debe esperarse la resistencia al cambio por parte de los policías y considerar que hay sectores de la comunidad en donde, a pesar de los esfuerzos, los ciudadanos mostraran apatía y desconfianza. Pero, para establecer unas relaciones humanas positivas se requiere tiempo, energía, comprensión, creatividad y mucha paciencia. Para comenzar a tener éxito, las organizaciones policíacas tienen que cambiar. Las agencias tienen que realizar una re-estructuración y descentralizar los servicios para otorgarles más poder a los agentes que están en contacto directo con los ciudadanos, para que puedan tomar decisiones y participar activamente en las actividades de la comunidad. También hay que revisar los currículos de las academias para integrar cursos especializados en las ciencias de la conducta, de modo que la educación les capacite para enfrentarse exitosamente a los nuevos roles de los policías del futuro. (Brian Buggé, 1995) El policía de la comunidad no es un sueño, mucho menos una utopía. Es una alternativa que está dando resultados en muchos países para prevenir, controlar y reducir la incidencia criminal. Podemos contar con usted?

Los 9 principios basicos de SIR ROBERT PEEL Tema en 'CNP' iniciado por celtic, 5 Sep 2008.

1. celtic

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1. La misión básica para la cual existe la policía es prevenir el delito y el desorden. 2. La capacidad de la policía para realizar sus funciones depende de la pública aprobación de sus acciones.

3. La policía debe conseguir que el público coopere espontáneamente en el voluntario cumplimiento de la ley para ser capaz de alcanzar y mantener su respeto. 4. El grado de cooperación del público que puede llegar a alcanzarse disminuye en proporción a la necesidad del empleo de la fuerza física. 5. La policía no alcanza y conserva el favor del público satisfaciendo a la opinión pública sino demostrando constantemente su absoluta imparcialidad al servicio de la ley. 6. La policía emplea la fuerza física en el grado necesario para conseguir la observancia de la ley o para restaurar el orden solamente cuando el ejercicio de la persuasión, el consejo y la advertencia se han mostrado insuficientes. 7. La policía, en cualquier tiempo, debe mantener una relación con el público que haga realidad la tradición histórica de que la policía es el público y el público es la policía; solamente llega a ser miembro del público la policía a la que se le paga para prestar una atención completa a los deberes que incumben a cada ciudadano en interés del bienestar y la existencia de la comunidad. 8. La policía debe siempre dirigir sus acciones estrictamente hacia sus funciones y nunca pretender usurpar el poder judicial. 9. La prueba de la eficiencia policial es la ausencia de delito y desorden, no la evidencia visible de las acciones policiales al actuar contra estos.

Robert Peel Robert Peel

Robert Peel: Político británico. Fundó el Partido Conservador, fue Primer Ministro en dos periodos los que fueron para Reino Unido las bases de una larga estabilidad política, social y económica de gran parte, la llamada “era Victoriana”.

Sumario [ocultar]    

1 Datos biográficos 2 Trayectoria política 3 Bibliografia 4 Fuente

Datos biográficos Nació al noroeste de Inglaterra, en Bury (Lancashire) el 5 de febrero de 1788. Hijo de una familia de holgada posición económica, cursó estudios en la Universidad de Oxford. En 1809, tras alcanzar la edad requerida por la ley, él padre le compró un escaño en el Parlamento.

Trayectoria política

Nacimiento

5 de febrero de 1788 Bury. Inglaterra

Fallecimiento

2 de julio de 1850 Londres. Inglaterra

Partido político

Partido Conservador

En 1810 fue nombrado subsecretario Resultados deportivos de Estado en el Departamento de Guerra y Colonias. Títulos obtenidos Primer Ministro Entre 1812 y 1818 fue secretario de Irlanda, cargo en el cual supo apaciguar los ánimos católicos, si bien se opuso a la admisión de éstos en el Parlamento. En 1817 fue elegido diputado en representación de la Universidad de Oxford, y dos años después presidió la comisión que examinaba el retorno al patrón oro. En 1822 le encomendaron la secretaría de Interior y un puesto en el Consejo de Ministros (Cabinet). Por la intensa dedicación obtuvo entre 1825 y 1830 una reforma del código penal; en la misma línea, insistió en la prevención del crimen y creó la organizada policía londinense (Metropolitan Police Act, 1829). Durante su mandato como primer ministro (1842-1846), abolió las Corn Laws, favoreció el libre comercio, rebajó los impuestos y consiguió estabilizar la economía británica. Dimitió debido a la oposición.

Inteligente y audaz, buen orador y organizador, varios asuntos le requirieron internacionales, como las guerras en Asia(Afganistán, China) o la gran tensión con la vecina Francia y los emergentes Estados Unidos; internos, como los tumultos obreros y el movimiento cartista, el nacionalismo irlandés, o los sucesivos déficit presupuestarios. Muerto en Londres el 2 de julio de 1850.

LOS NUEVE PRINCIPIOS DE SIR ROBERT PEEL SOBRE LA POLICIA Y SUS FUNCIONES 1829

1.- La básica misión por la cual la policía existe es prevenir el crimen y el desorden. 2.- La habilidad de la policía para efectuar sus deberes, depende de la aprobación de las acciones policíacas por la sociedad. 3.- El grado asegurado de cooperación de los gobernados disminuye proporcionalmente la necesidad del uso de la fuerza 4. La Policía debe asegurar la cooperación de los gobernados, para que voluntariamente obedezcan la Ley con objeto de asegurar y mantener el respeto de la misma. 5.- Cuando se asegura la cooperación de los gobernados disminuye proporcionalmente la necesidad del uso de la fuerza. 6.- La Policía busca preservar el favor de los gobernados, no cultivando la opinión pública, sino constantemente demostrando un absoluto e imparcial servicio a la sociedad 7.- La Policía en todo momento debe mantener una relación con los gobernados que haga realidad la tradición histórica, que señala que la policía son los gobernados y los gobernados es la policía. El ente policial debe estar compuesto de individuos de tiempo completo a cargo de deberes que son a favor de todos los gobernados. 8.- La Policía debe dirigir estrictamente sus acciones haciendo uso de sus funciones y nunca llegar a usurpar los poderes de los tribunales. 9.- La prueba de la eficiencia de la Policía es la ausencia del crimen o desorden, no la visible evidencia de la acción policíaca combatiéndolas

Acta de la Policía Metropolitana de Londres (1829) Sir Robert Pee l 1) Prevenir el delito y el desorden, antes que reprimirlos por la fuerza militar y por la severidad de las penas previstas por la ley.

2) No olvidar nunca que si la policía quiere ser capaz de cumplir con sus funciones y sus obligaciones, hace falta que los ciudadanos aprueben su existencia, sus actos y su comportamiento y que la policía sea capaz de ganar y conservar el respeto de los ciudadanos. 3) No olvidar nunca que ganarse el respeto de los ciudadanos y conservarlo significa también asegurarse la cooperación de un público dispuesto a ayudar a la policía a respetar las leyes. 4) No olvidar que cuanta mayor cooperación se obtenga de los ciudadanos, menos necesario será el empleo de la fuerza física y del enfrentamiento para conseguir los objetivos de la policía. 5) Obtener y conservar la aprobación de los ciudadanos, no halagando la opinión pública, sino utilizando siempre la ley de una manera absolutamente imparcial, independientemente de su relación con la política y sin preocuparse de la justicia o la injusticia de fondo de las leyes; poniendo su servicio y amistad a todos los ciudadanos, siendo siempre cortés y amable y no dudando en sacrificarse cuando se trate de defender la vida. 6) Utilizar la fuerza física en los casos donde la persuasión, los consejos y las advertencias, hayan resultado ineficaces para asegurar el respeto de la ley o el restablecimiento del orden; y en un caso dado, no utilizar más que el mínimo de la fuerza física necesaria para conseguir los objetivos planteados 7) Mantener siempre con la ciudadanía relaciones que permitan concretar la tradición histórica según la cual la policía son los ciudadanos y éstos son la policía; los policías no son más que miembros de la ciudadanía pagados por ocuparse, a tiempo completo, del bienestar de la comunidad, de las tareas que incumben a cada ciudadano. 8) No perder nunca de vista la necesidad de atenerse estrictamente en las funciones que son las de la policía y abstenerse de usurpar, incluso aunque sea en apariencia , los poderes del aparato judicial para vengar a los individuos o al Estado y para juzgar autoritariamente sobre la culpabilidad y castigar a los culpables. 9) No perder nunca de vista que el criterio de la eficacia de la policía es la ausencia del crimen y de desorden y no la manifestación visible de la acción de la policía para conseguir estos resultados.

Los Principios de las policías modernas I

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Los estudiosos de las ciencia policial han destacado como los principios fundamentales para toda policía moderna: los nueve principios de Robert Peel, quien es considerado el padre de las policías modernas y que hemos sido recurrentes en citar en artículos anteriores, los mismos se han convertido en los estandartes del policiamiento comunitario, por lo que se hace necesario traerlos nuevamente para dejar ver con claridad, a través de un análisis de los mismos, por qué no hemos avanzado en la modernización de nuestra policía. Citamos: 1-“La misión básica para la cual existe la policía es prevenir la criminalidad y el desorden público”. Hoy día la sociedad dominicana está demandando seguridad ciudadana. Tradicionalmente nuestra policía ha considerado como éxito de sus acciones el atrapar los criminales y esclarecer el crimen, dejando de lado la prevención de los mismos, que donde radica la eficiencia.

Y han mantenido latente el concepto de orden público, como secuela de la post Guerra Fría considerando como su misión esencial todo lo que afecta al Estado de manera independiente, lo que le interesa a los gobernantes de turno y a los grupos de poder, sin tomar en cuenta el sentir de la gente. En otras palabras nos hemos dejado utilizar en asuntos particulares o intereses de grupo alejados de las demandas ciudadanas. Es decir, a pesar de los mandatos legales, de los principios internacionales y de las demandas ciudadanas, seguimos estancados en una posición de policía represiva que cree exitoso la detención y el descubrimiento de los delitos ya acaecidos, perdiendo de vista la realidad de nuestra esencia que es evitar que sucedan los crímenes y delitos, ser proactivos y preventivos como lo contempla toda policía moderna y es la naturaleza de la Policía Comunitaria. 2-“La capacidad de la policía de llevar a cabo su labor depende de la aprobación pública de sus acciones”. En los últimos años de vida democrática, la sociedad dominicana ha demando a la policía revertir sus actuaciones represivas y de excesos, para convertirse real y efectivamente en una institución de servicio ciudadano, que no de la espalda a la ciudadanía, lo que ha fomentado la perdida de aceptación, confianza y respeto que mantiene el rechazo por parte de las comunidades. 3-“La policía debe asegurarse de la libre cooperación de la ciudadanía en el acatamiento voluntario de la ley, para asegurar y mantener el respeto de la población”. La policía como funcionarios encargados de hacer cumplir la ley debemos ser garantes del cumplimiento de la misma y dar el ejemplo, porque mal garante de la ley sería aquel que encargado de hacer cumplir algo lo violara él mismo. Usualmente en nuestra sociedad las personas que estamos revestidas de autoridad, por lo general usamos esa investidura para violentar las normas establecidas y abusar de ese poder de autoridad, cuando debemos ser ejemplo de ello y a través de eso ganar respeto y confianza. Esta parte fortalece toda policía moderna. Los Policías urgen crear un sindicato u organización que los represente y defienda sus derechos. 4-“La policía busca y conserva el favor público no por la vía de complacer a la opinión pública, sino demostrando constantemente un absoluto e imparcial servicio a la ley”. Las acciones responsables y enmarcadas en los principios fundamentales de derecho o de estado de derecho, la transparencia, la ética y la moral, son la principal carta de presentación y de prestigio para una institución que constantemente debe resolver conflictos. 5-“La policía utiliza la fuerza física sólo en el grado necesario para asegurar el cumplimiento de la ley o para restablecer el orden cuando el ejercicio de la persuasión, exhortación y advertencias resulta ser insuficiente”. Pero también la

Policía Nacional como institución involucrada en constante tensión y eventos conflictivos ha olvidado el tomar en cuenta esta área tan importante de la función policial, como lo es la resolución de conflictos y el manejo de desórdenes públicos. De esta manera podrá reducir al mínimo los hechos violentos y excesos cometidos por las fuerzas policiales. República Dominicana ha dejado de lado como país el crear, implementar y consolidar un centro de negociación y mediación de conflictos. La seguridad, en todas sus concepciones, más que ser una garantía de paz, es un derecho de todo ser humano, el cual debe ser provisto por el Estado a los habitantes de una nación, para esto, se deben desarrollar un sinnúmero de políticas públicas estratégicas, las cuales colectivas o individuales, siempre tendrán un fin último: Cumplir y hacer cumplir la ley, garantizar la Paz y la armonia para todos, basado en en el artículo 7 de nuestra Constitución: “Estado Social y Democrático de Derecho. La República Dominicana es un Estado Social y Democrático de Derecho, organizado en forma de República unitaria, fundado en el respeto de la dignidad humana, los derechos fundamentales, el trabajo, la soberanía popular y la separación e independencia de los poderes públicos.”