Ritos Funebres en El Choco

RITOS FÚNEBRES PARA ADULTOS Y NIÑOS EN EL PACÍFICO COLOMBIANO YUDIER VENTURA JULIAN MORALES RIGOBERTO COPETE CARLOS ALB

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RITOS FÚNEBRES PARA ADULTOS Y NIÑOS EN EL PACÍFICO COLOMBIANO

YUDIER VENTURA JULIAN MORALES RIGOBERTO COPETE CARLOS ALBEIRO GARCIA JHON FREDY MORENO, SEMINARISTAS

PRESENTADO A: GIOVANNY CARDONA VILLEGAS, PBRO

Trabajo exigido en el tratado de filosofía de la religión

SEMINARIO MAYOR SAN PÍO X ISTMINA – CHOCÓ 2010

INTRODUCCIÓN La muerte es una realidad ineludible. Aquella que no escoge para visitar y que tarde o temprano nos llega, en ocasiones cuando menos lo esperamos. De que estamos vivos es una de las experiencias que no podemos negar; pero la angustia sobreviene al saber que algún día moriremos; sin embargo, ésta realidad proporciona sentido a nuestra vida, puesto que, es por medio de ella que traspasamos y trascendemos nuestros límites, para encontrarnos según nuestra esperanza, con él trascendental e infinito ser. Sin embargo, se ha visto, y aun más, se ve que en muchas culturas cuando alguien muere desata un sin numero de emociones -que aquí no es menester describir- y que el sentimiento por aquel que ha muerto tan solo le interesa a unos pocos; no así en el pacífico colombiano. “Donde la muerte de alguien se convierte en expresión y significado de vida y congregación”, y que al mismo tiempo son muchos los sentimientos, acontecimientos y hechos, que se desatan alrededor de esta experiencia tan triste. La muerte es un acontecimiento que el hombre del Pacífico vive con mucha aceptación y esperanza; lo que celebra no es la muerte, sino la vida misma. El luto une a todos los vecinos, todos colaboran en este momento, todo es estimación y solidaridad. La persona muerta vive y participa de todo lo que está sucediendo a su alrededor, no es una persona que se ha ido, sino un hermano o un amigo que está participando de la vida del grupo, por eso el profundo respeto que se profesa al cadáver y el carácter sagrado de la tumba. Los signos que utiliza el hombre del Pacífico no significa fatalismo, magia u oscurantismo, significan que la muerte está relacionada con este mundo y con la vida del más allá. Situándonos en el contexto y según lo planteado anteriormente, surgen las siguientes preguntas: ¿Qué es la muerte para el hombre del pacífico? ¿Qué manifestaciones se dan alrededor de este acontecimiento? ¿Qué significado tiene cada una de éstas manifestaciones? ¿Son estas manifestaciones, demostración del ser religioso en el hombre del pacífico? Preguntas que trataremos de responder a lo largo de la investigación y la reflexión filosófica. Es por eso que aquí, con los datos recopilados trataremos de descubrir el sentido filosófico y trascendental de cada expresión y manifestación, según análisis fenomenológico; con el cual desnudaremos y desmarañaremos esta amalgama cultural “ritos fúnebres del pacífico colombiano”.

Este trabajo se presentará en cuatro partes fundamentales, las cuales serán formalmente descriptivas y expositivas: 1. Ritos fúnebres a un adulto: 2. Ritos fúnebres a un niño: 3. Alabaos y arrullos 4. Reflexión filosófica

Cabe anotar, que la siguiente investigación es tan solo de carácter introductorio a lo que quizá constituye una obra maestra, en cuanto al conocimiento cultural y espiritual como tal. Aquí emprenderemos un viaje que quizá no logremos terminar, pero que sí dejará un eco, una huella, una motivación al enriquecimiento cognoscitivo en cuanto a la dimensión religiosa del hombre.

A Dios todopoderoso A su Hijo Jesucristo Rey de Reyes Y al Espíritu Santo iluminador. A la Diócesis de Istmina – Tadó A su excelencia Alonso Llano Ruiz Al Seminario San Pío X Y al ciclo filosófico

CAPÍTULO I RITUAL FÚNEBRE PARA ADULTOS HECHO Para expresar los hechos, recurriremos a un elemento fundamental, utilizado en antropología cultural: “la descripción densa” que consiste en narrar todo dato acontecido en un hecho, con el fin de sustraer de él, el verdadero significado que encierra dicho hecho. Cuando muere alguien, los familiares de éste y algunos otros comienzan a preparar todo un conjunto de cosas; tanto al difunto como el lugar que será escenario de diversas manifestaciones trascendentales, en palabras antropoculturales, “lugar sagrado”. Es así que lo primero que se hace con el difunto es bañarlo, luego se viste, y mientras se hace esto se está preparando la tumba o lugar sacro, que hace las veces de un altar, donde estará acostado o tendido el difunto. En el arreglo de la tumba se utiliza una mesa, sabanas blancas1 colgadas alrededor, almohada; una vez formado el arreglo se le añaden nuevos símbolos: en la parte superior central un moño negro2 que hace alusión a una mariposa negra3. Debajo de este moño va un crucifijo4, esto significa luto, es decir que ha fallecido alguien de la casa. También se encuentra en la sala del velorio una cinta con el nombre del difunto, cinco velas a los lados del ataúd, una imagen de un santo que puede        2      1

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ser san Antonio o también la del Divino Ecce Homo, en la cabecera de la tumba se coloca un rosario y un cordón; mientras se hace esto va llegando la gente o acompañantes, que no solo son los familiares sino vecinos, amigos, por no decir que la comunidad en su mayoría de habitantes. Para atender el personal, los cercanos del difunto compran y consiguen café, azúcar, vela, viche o aguardiente, leche, cigarrillos, confites, galletas, panes entre otras cosas. Para que el difunto no se dañe, echan agua en un balde y dentro de él colocan tres velas. ¿Para qué se coloca un balde con agua y tres velas? ¿Tiene esto algún fin y significado? ¿Cuál es? Se utiliza con el fin de que el difunto no se dañe y aguante hasta la hora del entierro, ya que a veces el entierro del difunto se retrasa, ya sea por que aun no está hecho el ataúd, o quizá algunos familiares que se encuentran lejos no han llegado. Sin embargo, se cree que si las tres velas en el agua se juntan, es por que en el pueblo habrá otro muerto. Vestido del difunto Las personas en vida, piden cómo quieren ser vestidas en el momento de su muerte, algunos solicitan vestir el hábito de la Virgen del Carmen o de algún santo de su devoción, o simplemente una túnica blanca. Otros prefieren un traje elegante, el vestido de su matrimonio, se les colocan medias pero sin zapatos refiriéndose al pasaje bíblico del éxodo «Quítate las sandalias, porque el lugar que pisas es santo» significa que el difunto va a un lugar sagrado. Llevar la ropa nueva significa que el difunto no debe llevar el olor de esta vida, porque el encuentro con Dios debe ser muy digno. El vaso con agua Debajo del ataúd se coloca un vaso con agua que permanece nueve noches sin cambiarla, para indicar que si al momento de fallecer la persona murió con sed viene a tomar agua de allí. El agua va disminuyendo a medida que pasan los días. La que queda en el vaso, después de las nueve noches tiene una connotación medicinal y se ofrece a las personas que sufren de asma, del corazón y de los nervios. Se cree que la disminución del agua corresponde a que el difunto, se hizo presente allí para beberla. El cordón Al difunto se le coloca un cordón en la cintura, que lleva siete nudos, significando los siete escalones para subir al cielo, a la presencia de Dios. El difunto con el cordón va escalando el camino salvífico al encuentro con Dios. Se hace de cáñamo y según se cree todo difunto debe llevar su vela, su cordón, su rosario con el cual se presentará a Dios, que según Estefana “hasta muerto se está rezando”.

No barrer la casa Cuando el difunto se encuentra todavía en la casa, ésta no se puede barrer, se debe hacer antes de traerlo a la casa. El difunto es un invitado especial y la persona más importante, todo gira alrededor suyo. Esto significa que cuando se invita a una persona a casa, no se barre en presencia de ella porque sería una falta de respeto. El alma del difunto se encuentra en la casa hasta el último día del novenario. Existe otra creencia sobre esta acción de barrer, si se hace, los familiares van muriendo en cadena. VELORIO Como su nombre lo indica es hacer guardia, acompañar y rendirle homenaje a un difunto y sus dolientes. El velorio es una “reunión” religiosa en la que se ora por el alma del muerto, se cantan alabaos y se rezan hasta cinco rosarios. La noticia de la muerte y su respectivo velorio; hace cambiar el programa de la tarde y de la noche; entonces, empiezan a llegar los familiares con presentes que puede ser en dinero para ayudar a los gastos del novenario y del funeral. En ese momento los rezanderos y rezanderas preparan oraciones a los difuntos y a todos los santos. Por su parte, los hombres buscan los mejores sitios en el patio o corredores de la casa para comenzar a beber, juagar naipe, dominó, se hacen comentarios de tipo político entre otros temas, se echan chistes de todos los colores. Las mujeres toman asiento junto a la tumba para cantar y rezar. Así en el velorio se ve, y se hace de todo, se canta y se reza, se estrechan los vínculos de amistad entre los habitantes de la comunidad y se ahonda en las enemistades, se riegan chismes, se arreglan y desarreglan matrimonios, se bebe en exceso y hasta es posible que nazca otro velorio. El velorio comienza poco después que fallece la persona hasta el día siguiente. En el transcurso del mismo se recitan oraciones pidiendo el perdón de los pecados con el objeto de que el alma llegue al Padre; se cantan alabaos, se juega dominó, se reparten confites, se brinda alguna comida y algunas bebidas, para mantener en pie a las personas que acompañan el velorio durante la noche. NOVENARIO Es el conjunto de ceremonias y ritos fúnebres que se hacen en honor al difunto. Es la despedida, el adiós antes de la despedida definitiva, que según creencia será en el aniversario5. Como su nombre lo indica, los actos tienen una    5

duración de nueve días con sus respectivas noches, contadas a partir del día en que muere la persona. Estos días son celebrados ininterrumpidamente. Durante todo este tiempo los dolientes se someten o se proponen mantener una estoica vigilia para recibir abrazos y besos como manifestación de dolor y pesar por parte de los amigos del difunto y de la familia. Al cabo de esta dura jornada, estos sobrevivientes del dolor y el trasnocho, lucen un áspero semblante. Se da la impresión que los novenarios en algunos o por no decir en todo el pacifico colombiano encierra una connotación especial y de carácter social. Una vez que la persona ha muerto y la noticia ha sido difundida por las regiones vecinas, empiezan a llegar los amigos y familiares que se encuentran en lugares remotos al escenario de los hechos. Donde permanecerán algunos días solidarizándose con el dolor de la familia. Durante estos días, lo que en vida fue la morada del difunto adquiere las características de improvisada posada de camino, donde unos llegan y otros se van. Del mismo modo la cocina se vuelve parte fundamental de toda actividad que tenga que ver con los preparativos de la comida y la elaboración del café y otras bebidas que se la ha de brindar a los visitantes. En el patio se instalan sillas y mesas para los juegos de dominó, baraja, parqué, dados, entre otros. También se presenta que las novenas se vuelven el “medio fortuito” para enamorados y al mismo tiempo para enamorar, referir chistes, escuchar cuentos de espantos y brujas, hacer comentarios e intercambiar chismes ocurridos últimamente en el pueblo o la región. Al ir a un novenario se hace notorio que los jóvenes y particularmente el género masculino, no entre al recinto o salón donde se está haciendo el velorio o la novena. Que se haga, por decirlo así “aparte del acontecimiento”; dedicándose más bien a jugar y echar chistes. En palabras de Estefana Asprilla “los hombres tienen menos sentimientos que la mujeres o por lo menos, lo demuestran poco, “tienen el corazón más duro”. ¿Cómo o qué se hace en el novenario? Durante esos nueve días se reza un rosario –según la enseñanza de la iglesia católica- por cada noche, su responsorio y algunos alabaos. Al rosario le agregan formulas como esta: Dadnos señor mío Jesucristo de limosna, buen fin, buena vida y buena muerte… Dios te salve hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, Dios te salve esposa querida del espíritu santo… finalmente terminado el rosario se cantan alabaos. Cumplida las nueve noches se prepara la tumba, que se puede hacer de distintas formas (monte calvario, en el piso etc.) colocándole distintos 

elementos ej.: arroz, frijoles. La tumba lleva cinco gradas; significando las gradas que hay que subir o escalar a la otra vida. Durante estas noches se hace comida para los acompañantes que vienen de lejos, en atención a los asistentes, se reparte aguardiente o viche, cigarrillo, panes etc. Sin embargo, el último día, o sea el noveno día, se reza el rosario por casillas durante toda la noche, distribuido de la siguiente manera: a las 8 pm se reza una primera casilla del rosario, a las 10 pm la segunda, a las 12 am la tercera, a las 2 am la cuarta, a las 4 am la quinta; y a eso de las 5 am se hace el levantamiento de la tumba, que es según la creencia, el adiós. Ésta se hace con el fin de despedir el alma y que ésta se vaya en paz al cielo. Para el levantamiento de la tumba todos los rezanderos se ponen al pie de la tumba e inician una serie de oraciones que hacen referencia al levantamiento, luego se entona un alabao de este estilo: Levanten la tumba, levántenla ya, que el alma se ausenta pa´ nunca jamás. Adorar el cuerpo, dorar la cruz, dorar el cuerpo de mi buen Jesús, de mi buen Jesús. Empiezan a quitar todos los componentes de la tumba, mientras cantan, danzan y se abrazan; una vez quitado todo se hacen unas oraciones y se despiden con la bendición que da justo al amanecer Después de haber hecho el levantamiento de la tumba se hace un balance de los gastos, tanto en el velorio como en el novenario; y así una vez hecho esto, los gastos se reparten entre los inscritos en una lista que han hecho previamente. Es necesario anotar que todas estas ceremonias no las dirige una autoridad eclesial, ésta se lleva a cabo gracias a los llamados “rezanderos y cantadores”, y ¿Quiénes son éstos? LOS REZANDEROS Son hombres y mujeres que rezan en los velorios, novenarios, alumbramientos y prestan su servicio a la comunidad y a las almas de los difuntos, para que puedan estar en paz con Dios. Aprenden su profesión escuchando en las novenas o velorios, por herencia o enseñanza. Cada uno tiene su estilo pero sin salirse de lo básico. Son pieza fundamental del velorio y la novena.

Manejan el ritmo de la noche, pues cuando se va a rezar se suspende lo que se esté haciendo. A veces se reúnen hasta cinco rezanderos en una misma novena o velorio, pero es uno solo quien dirige. Por tradición no cobran, pero los dolientes, el último día de la novena o al día siguiente le dan algo de plata como reconocimiento de su trabajo. Además de las oraciones, utilizan el rosario y las velas para alumbrar la tumba o cuerpo del difunto. Se cree que si una persona va a un velorio o una novena, no se puede ir sin rezar por lo menos un rosario, por que sino el muerto lo asusta cuando vaya de camino a la casa. CABO DE AÑO Práctica muy difundida en todo el Pacífico Colombiano, en la ceremonia se representaba al difunto con un ataúd el cual se le cubría con una sabana negra en señal de duelo o luto; y se le coloca los cuatros cirios encendidos. El Celebrante repite la ceremonia en cuerpo presente y al final se prodigan los responsos acostumbrados en la iglesia católica.

CAPÍTULO II RITUAL FÚNEBRE PARA NIÑOS “CHIGUALO O GUALÍ” Es la ceremonia o actos que se hacen con motivo de la muerte de un niño que muere entre los 7 y los 14 años de edad, el cual se cree se vuelve angelito y que va derecho al cielo. Por esta razón no se le hace velorio ni novena, como sí se le hace a los difuntos adultos. Esta ceremonia tiene lugar la noche anterior al día en que se va a enterrar el niño muerto, es una ceremonia muy alegre, ya que según la creencia, el niño no ha ofendido a Dios, está limpio de pecado; como también se cree que su llegada al cielo es con mucho gozo. Del mismo modo, al niño se le coloca una flor que irá en la boca llamada “la flor del pico” y significa la inocencia del niño. Para la ceremonia se baña y se viste al niño de blanco o rosado, colocándole un ramo de flores en la mano derecha, una corona de papel en la cabeza y algún instrumento de trabajo según el sexo, si es niño puede llevar un machetico para trabajar, si es niña puede colocársele un rayo 6. También se le coloca una vela amarrada con una cinta blanca, con la mecha sin quemar, por que no es pecador. La caja debe ser blanca o forrada con tela blanca. Se prepara un altar con una mesa y sobre ésta un arco adornado con flores de diversos colores y las 3 velas. Debajo del arco, sobre la mesa se coloca la caja con el niño. En la noche en lugar de rezar por el niño muerto, se baila alrededor del cadáver cantando los arrullos que en ocasiones van acompañado de instrumentos musicales (tambor, platillos, requinta; entre otros). Los padrinos son muy importantes en este ritual, puesto que son los encargados de dirigir la celebración, ayudan a vestir o amortajar al niño, y de buscar a los niños que van a llevar el ataúd al cementerio; del mismo modo son los responsables de cubrir los gastos del entierro. La madrina es la encargada de bailar al niño. Se le coloca en una silla especial durante toda la noche y una mesa con velas y flores preparada en forma de altar.

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El angelito o niño debe llevar los ojos abiertos, para que así pueda ver –según la creencia- la luz, y por que pronto va a ver el rostro de Dios; en caso de que al morir se le cierren los ojos, se le colocan unos palitos para abrírselos. Para el baile del chigualo las personas se colocan en semicírculo alrededor del altar, la madrina o padrino coge el cadáver y mientras cantan van pasando la caja o ataúd con el niño de mano en mano. El angelito pasa la última noche antes de marcharse al cielo, entre parientes y amigos que le desean un buen viaje con arrullos, a tiempo que mecen su cuerpo en una sábana blanca mientras entonan: Que se embarca y se va buen viaje a la gloria se va tu padrino y tu madrina canalete te han de da ¡Buen viaje...! Como habíamos mencionado antes, durante la noche no se reza por el niño muerto, sino que se baila el «Chigualo» y se le canta arrullos o Salves. En el baile las mujeres forman un semicírculo alrededor de la mesa y del altar, La Madrina o una persona que ella delegue coge al niño y mientras cantan lo van ofreciendo a los presentes. En algunos lugares interviene el padrino acompañando a la madrina en la danza. La madrina entrega el cadáver a una de las mujeres que están en el semicírculo. Este rito dura toda la noche. Se acompaña la ceremonia con bebidas típicas de la región. La madre del niño acompaña el acto sin participar en el semicírculo. Al día siguiente llevan al niño al cementerio. La procesión es acompañada por muchos cantos que expresan la alegría del nuevo miembro del coro de los ángeles. Al niño no se le hace novenario, su alma no está penando. Cuando se trata de despedir a un niño que ha muerto, el ambiente es de entusiasmo y alegría, no solo en la fuerza y vivacidad de los cantos sino en el colorido de los atuendos y los elementos con que rodean el féretro. Adelante van los familiares con flores, luego un joven lleva un asta con cintas que caen y son sostenidas por la punta por otros niños, luego viene el féretro, los demás familiares y las cantoras.

CAPÍTULO III LOS ALABAOS Es sagrado. Se cree que son apoyo para acercar el alma más a Dios y contrarrestar el pecado. Hay alabaos que no se pueden cantar sentados, sino de pie, esto debido a su solemnidad. Este canto fúnebre posee letras o textos literarios bíblicos y demás cantos religiosos como Ave María, Santo, Agnus Dei y otros de iniciativa propia que tienen que ver con los caminos del alma al más allá. En esencia son aquellos cantos dialogados de alabanza o exaltación religiosa utilizado en el contexto fúnebre, velorio y novenario para adultos y para la celebración del chigualo; al igual que en otras ceremonias celebradas en el pacifico colombiano. Los alabaos son memorias. Se cree que es para que el difunto halle el camino al más allá y se reencuentre con sus ancestros. En este canto el solista emprende su cantata con fluctuaciones vocales impresionantes, con terminaciones de frases prolongadas y solfeadas que a veces no se entiende con claridad el mensaje expresado, el coro de cantores responde de manera enérgica y con diversas voces abordo aprendidas con la práctica repetitiva e imitativa todo esto produce una sensación de tristeza por la despedida de un ser, al más allá. Según se cree, los alabaos son para ayudar que el alma del difunto descanse en paz al lado de Dios, esto sí, de acuerdo a sus obras. Del mimos modo son para implorarle a Dios por el alma del difunto, al igual que pidiéndole a Dios por los que quedan vivos, para que les ayude a resistir el dolor de haber perdido ese ser querido. Los alabaos que se entonan tienen un contenido rico en espiritualidad y mística. Son por llamarlo así “diálogos entre el mundo del hombre y el mundo divino”. Por ejemplo: Licencia le pido a Dios Y a la Virgen soberana Para saber de qué modo Se aparta el cuerpo del alma El cuerpo le habló primero Todo bañado de lágrimas El cuerpo le dijo al alma que ya es hora y Dios te llama

El alma le dijo al cuerpo Quédate para la tierra Que yo me voy a pagar Lo que vos has hecho en ella Con lágrimas y sollozos Ya te empiezan a bañar.

LOS ARRULLOS DE GUALI Ó CHIGUALO Los efectos de estos son reales. En esencia son un estimulo que se le hace al niño. Otro canto fúnebre que se utiliza en el acompañamiento del niño muerto ó “Angelito” este ritual es alegre y sus cantos se denominan “bundes” que están integrados por canto y acompañamiento de instrumentos de percusión de la Región y juegos lúdicos creados por la comunidad campesina ó rural, en donde se ofrecen estos juegos al angelito que no alcanzo a jugarlos en esta vida y se le enseñan para que los realice en la otra vida. Se nota un entusiasmo porque se despide a un ser que no ha cometido faltas ó pecados en este mundo y con ello se ha ganado la entrada al Cielo, los textos literarios de estos cantos tienen que ver con situaciones cotidianas que se practican en la comunidad, como juegos con juguetes, consejos de madre a un niño, consuelo para la madre, bendiciones para un angelito, abundancias de juegos en la otra vida y permiso a Dios para entrar a los cielos entre otros. Estilo de arrullos: Rorro, tu padrino y tu madrina que te echen la bendición Que te la echen bien echada que te llegue al corazón Niño lindo niño bello, niño pa donde te vas Niño si te vas al cielo no te vas a demorar.

REFLEXIÓN FILOSÓFICA El ritual de los difuntos, es tan complejo que exige una visión de conjunto, antes de entrar de lleno en su fenomenología. El efecto disolvente de la muerte ha de ser detenido y, en su intento por lograrlo, los humanos establecen un nuevo parentesco, que refuerce el existente entre los vivos: es el lazo sagrado que se crea y acepta entre supervivientes y antepasados. El dolor que ocasiona al partir un ser querido en los dolientes, genera gritos, aullidos, rasgaduras de vestidos y mucho llanto, esto da a entender al difunto que su partido ha sido muy sentida. Todos los elementos, que se utilizan durante las novenas se realizan con el fin de que el alma de esa persona alcance la vida eterna. Dentro de la idiosincrasia de un pueblo, miramos como con hechos y símbolos concretos muestran la manera que tienen de concebir la muerte y sus consecuencias, desde una cosmovisión acerca de la existencia y del fin último del ser humano; esto lo expresan desde punto de vista cultual, por eso hay ciertos lugares donde se le rinde más culto a la muerte que a la vida y miramos algunos folclorismos dentro de los velorios y toda una filosofía en la manera de expresar los sentimientos frente a la persona que están velando. Luego al entrar a valorar positiva o negativamente esta manifestación del fenómeno religioso nos hemos guiado por la sola luz natural de la razón, y el supuesto está enmarcado en ¿Qué podemos decir acerca de la manifestación en cuestión? Teniendo en cuenta los criterios fundamentales que se presentan en dicho fenómeno; el hombre y lo sagrado con lo cual se relaciona el hombre. Es así que nuestra reflexión filosófica no se ha basado simple y llanamente en descripciones, sino que también plantea cuestiones acerca de la verdad y al mismo tiempo pregunta por la esencia del hecho o manifestación tratada. Hemos demostrado y al mismo tiempo verificado desde los ritos fúnebres del pacifico colombiano, que el hombre de toda raza, lengua, pueblo, nación, condición, tiempo, es por naturaleza un ser religioso. En su efecto, la siguiente reflexión la queremos enfocar desde las siguientes preguntas ¿Por qué creemos que los ritos fúnebres del pacifico colombiano son manifestación del ser religioso? ¿Cuál es la esencia de este hecho?

Primero que todo hay que partir del postulado según el cual la religión es “la orientación del hombre hacia lo sagrado”. Esto significa que para que haya religión se necesitan dos realidades fundamentales: el hombre, que es el que se orienta o se dirige, y lo sagrado que es a quien o a lo que el hombre se orienta o se dirige. En cada dato recopilado se mostró como cada hecho tenía una orientación, un significado al más allá; ese más allá es donde habita el ser supremo y a donde el hombre parte o se dirige cuando muere. Cada símbolo, cada hecho representa una realidad. Los ritos fúnebres son unas de las expresiones culturales mas ricas y admirables del pacifico colombiano; por medio de ello el hombre del pacifico colombiano, manifiesta su creencia y sentido a lo trascendente, a lo que está más allá de nuestros sentidos. Es en medio del dolor –que causa la muerte- es que el negro del pacifico colombiano se congrega, no importando las barreras y dificultades; a celebrar no la muerte sino más bien el cambio de esta vida dura a la otra, la vida feliz. Él utiliza los medios y auxilios terrenales para representar las realidades supramundanas, utiliza los medios humanos posibles, para ayudar al difunto a llegar al ser supremo, se congrega porque cree que el difunto necesita compañía, necesita de los alabaos o los arrullos, por que no hay cosa que deje mas tranquilo al ser doliente, que enterrar a su difunto o en otras palabras, acompañar al difunto hasta la llegada al ser supremo, luego la esencia de estos ritos fúnebres radica en un acompañamiento del hombre que se encuentra en la dimensión de lo terrestre, al hombre que ha partido al encuentro del ser supremo; y es ahí donde queremos fundamentar y afirmar que éstos hechos son manifestación del ser religioso ya que por medio de ellos el hombre se relaciona con el ser supremo. Sin embargo ¿Por qué ocurre que en el hecho, a veces, se presenten sucesos defectivos y asilados de lo que se celebra? Con esta pregunta nos referimos a que se tome bebidas alcohólicas en exceso, que la celebración de los ritos se preste para cuestiones de tipo inmoral que afean el contenido religioso del hecho, que en ocasiones de un velorio salga otro velorio, que se cree discordias. Estos cuestionamientos nos permiten pensar que los ritos fúnebres del pacifico colombiano aún están en proceso de purificación y de perfeccionamiento, que todavía no se ha dicho la última palabra de ellos, por tanto quedan las puertas abiertas para nuevos análisis e investigaciones. Según esto, y viendo todo lo anterior ¿Qué pasa con aquellas personas que no son veladas o no se les hace participes de un acompañamiento? ¿Si estos ritos fúnebres son ayuda para encontrar la luz, aquellas personas entonces quedarán sumergidas en un mundo de oscuridad?; luego, ¿será esto, un hecho mas que cultural, o de verdad trasciende las esferas de lo cultural?, para responder a dichos cuestionamientos, es necesario no limitarse a hacer uso exclusivo de nuestras facultades racionales, pues ésta no nos dará a plenitud una respuesta clara; es necesario complementar aceptando la presencia de

algo no humano en todo esto, algo que perfecciona el conocimiento natural, y que en consecuencia, no puede haber contradicción entre ellos.

CONCLUSIÓN En el pacifico colombiano la muerte de una persona y su respectivo funeral es motivo de congregación. Para los familiares y allegados es ocasión de mucho dolor recogimiento y paralización de sus actividades comunes; en la horas de la noche la gente se congrega, ya sea en la casa del difunto o en una casa de velación para el velorio, donde se reza y se le canta alabaos hasta el amanecer. Además se realizan actividades como juegos de mesa bien sea dominó o cartas, para permanecer en vela como gesto de acompañamiento a la familia del difunto, también se reparten dulces, bebidas y a media noche una merienda bien sea café con pan u otros alimentos. Al amanecer se reza el ultimo rosario por el alma del difunto y se queda la familia con algunos allegados; ya en las horas de la tarde se lleva al difunto al templo o a un lugar de oración , para celebrar la eucaristía si hay sacerdote o en su efecto el rosario u otras oraciones especiales, donde se despide con toques de campanas luego se pasea al difunto por las calles del pueblo en señal de despedida; generalmente los cementerios quedan a las afueras del pueblo donde son llevados en canoas o por camino. Ya estando en el cementerio se le da el último adiós con las últimas oraciones. Durante los 9 días próximos se le reza la novena teniendo signos y símbolos como agua en un vaso y la lámpara encendida; el agua indica que el difunto cada día va y toma agua, dando a entender que está pagando su pena, y la lámpara es el camino para llegar a Dios, el último día se levanta la tumba antes del amanecer indicando una total despedida. Todo esto demuestra que los ritos fúnebres tienen un sentido inagarrable por las manos humanas y más bien son entendidos desde dimensiones trascendentales y metafísicas. Sin embargo, nuestro estudio e investigación versó sobre datos, hechos y fenómenos palpables que nos permitieron desde la razón humana explicarlos, aunque no en su totalidad. Estos datos lo que demostraron y manifestaron fue que en el fondo lo que predomina es una relación íntima e inseparable entre el hombre y la realidad suprema.

Ahora bien, cabe anotar, que en esta investigación no se ha dicho todo, ni mucho menos se cierra aquí la inquietud investigativa; puesto que confrontando con un pensador de la época contemporánea, Karl Marx, diremos: “Daremos bienvenida a todas las críticas que se puedan dar a esta investigación”.