Resumen Historia Egipto hasta Segundo Periodo Intermedio

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1) Fuentes para su estudio. La realidad geográfica, etnográfica y económica. La cosmovisión egipcia y su influencia en la sociedad y en la concepción política. Fundamentación del poder. Caracteristicas de la realeza como recreadora del orden natural. Relaciones entre el estado, la sociedad y la economía. La realidad geográfica, etnográfica y económica. [Padro. El antiguo Egipto.] Egipto es una estrecha banda de tierra ubicada en el extremo este del desierto de Sahara surcada por el Nilo. Este rio que lo atraviesa se caracteriza por su crecida anual e inundación que inicia desde el Nilo Azul desde el centro de África en junio, para retirarse en noviembre completamente. El valor fundamental de este río es que en su recorrido deposita sedimentos de origen abisinio, el llamado limo, una tierra de mucha fertilidad. Al mismo tiempo que el Nilo crecía aparecía una estrella sotíaca, fenómeno del cual se creía responsable la inundación. El Nilo era una vía de comunicación pero tenía dos fallas: falta de puertos en el delta y la existencia de cinco cataratas hacia el sur que no eran infranqueables. Egipto esta flaqueado por dos desiertos: el líbico al este donde se encuentran los oasis y el arábigo donde se hayan las cadenas montañosas, y rico en canteras y minas. Ambos desiertos funcionaran como regiones de explotación de recursos. El clima es seco y se desertizo completamente hacia finales del tercer milenio y desde eso se mantiene prácticamente igual. Egipto se halla tradicionalmente dividido en dos partes, el alto Egipto desde la primera catarata en Asuán hasta Menfis, y el Bajo Egipto que incluye desde la parte norte de Menfis hasta el delta. Desde lo estrictamente geográfico podemos hablar de un Egipto Medio, desde el norte de Tebas hasta el límite del Bajo Egipto. [Frankfort. El pensamiento pre-filosófico.] La configuración geográfica y los fenómenos de la naturaleza y el universo generan una actitud mental frente a ellos y los diferencia de otras culturas de la época. Es necesario

poner atención en las características geográficas para comprender ciertos rasgos del pensamiento egipcio. 1. Contraste muy marcado entre el desierto y las tierras de cultivo. Nilo El país es fundamentalmente seco por lo que la única región que permite la existencia de tierras de cultivo es la inmediatamente surcada por el Nilo, siendo el resto casi completamente desértico. El Nilo es lo que permite una vida de pequeñas comunidades agrícolas reducidas en sí mismas que no quieren pasar los límites de la tierra fértil, límites dentro de los cuales se mantenía una población confinada y semiurbana al punto de la saturación. Cultivan arroz, trigo y caña de azúcar y producen grandes excedentes agrícolas, y sigue siendo hasta el día de hoy un país esencialmente agrícola, cualidad que probablemente ya era en el antiguo Egipto como lo es actualmente. Las condiciones de confinación y hacinamiento lo diferencian de sus vecinos y junto a su riqueza agrícola le permitieron a Egipto una riqueza intelectual que hacía tolerar la divergencia de concepciones y asimilar conceptos contradictorios, universalismo y sincretismo (en “el pensamiento pre filosófico” Frankfort habla de un sincretismo pero en “La religión del antiguo Egipto utiliza conceptos diferentes). 2. Aislamiento geográfico. Egipto se hallaba rodeado por los desiertos líbico y Arábigo, el mar Mediterráneo al norte, cadenas montañosas en este y oeste y al sur cinco cataratas que surcaban el Nilo. Esto generaba un aislamiento geográfico teniendo en cuenta además que los pueblos que se encontraban en las cercanías de Egipto tenían un desenvolvimiento cultural inferior, mientras que aquellos pueblos que podían haber tenido nivel cultural se hallaban en regiones muy distantes como ser Mesopotamia o Anatolia (Babilonia e hititas). Es por esto que pese a que la civilización egipcia tiene una alta tolerancia religiosa y una tendencia a aceptar nuevas concepciones aunque se contrapongan con las más antiguas sin descartarlas, esta tolerancia no se aplicaba a los extranjeros. De hecho los extranjeros no eran considerados como “hombres”: la palabra hombre se usaba solo para las personas que habitaban Egipto. Este aislacionismo es estrictamente geográfico y no existe ninguna teoría racial, de hecho si un extranjero aprendía el idioma y las costumbres podían ser aceptados.

3. El Sol y el Nilo. El ciclo de nacimiento del sol y su tránsito al ocaso es un aspecto que cobra importancia especial en el pensamiento egipcio. En un país extremadamente, donde no existe vegetación boscosa el sol se manifiesta plenamente sobre la región y los egipcios lo comprenden como su fuente de vida. El dios sol era considerado el dios supremo y dios creador. Paralelamente el Nilo era considerado una fuente de vida, y al igual que el sol tenía su ciclo de vida y muerte. En el momento en que esta mas seco comienza a crecer durante todo el verano y al salir de su cauce quedando las tierras cubierta por el limo y aparecen pequeñas protuberancias de tierra renovada. Estos dos rasgos (renacimiento diario del sol y anual del Nilo) son una expresión para los egipcios del triunfo de la vida sobre la muerte, sin embargo es un triunfo incompleto que se logra solo con el esfuerzo de la lucha contra la muerte: el rio acarrea la fertilidad pero a la vez puede ser incontrolable e imprevisible. El triunfo debía conseguirse con esfuerzo. Al mismo tiempo lo que pasaba en Egipto era la regla general para todo lo que pasaba en el resto del mundo (Ejemplos: Rio Nilo corre hacia el norte, explicación para las lluvias de los otros países. Egipto es una planicie y por lo tanto una zona montañosa y boscosa era considerada un sitio lúgubre donde el sol no se veía. Los extranjeros también eran consideradas personas muy extrañas, los que vivían en las montañas). 4. Uniformidad del paisaje- Simetría. Esta el Nilo en el centro del territorio y a ambos márgenes hay dos cadenas montañosas que son las fronteras de Egipto. El desierto también se extiende a ambos lados y cualquier cosa que sobresalga del paisaje uniforme era considerada una fuerza con la que se tenía una relación de tu, podían personificar a los fenómenos (arboles, animales del desierto, un cielo arriba y un cielo abajo, etc.). Al mismo tiempo, los egipcios tenían una concepción muy agudizada del equilibrio y la simetría, cada dios tenía una contraparte aunque no tenga una función específica, en el arte y la literatura también se expresaba esta simetría. Esta concepción del equilibrio parece contradictoria con la tendencia egipcia a incorporar ideas que pueden resultar incongruentes, no tenían sensibilidad a la incongruencia y siempre estaban dispuestos a generar el equilibrio entre estas ideas.

La cosmovisión egipcia y su influencia en la sociedad y en la concepción política. Hay que tener en cuenta las dificultades para el estudio de su concepción del mundo, dado que a diferencia de las religiones de libro, esta no presenta ni uniformidad, no presenta una formulación única, y tampoco existe una sistematización de esta, por el contrario para explicar las diferentes problemáticas o hechos a los que se enfrentaban, hallaban como satisfactorio cualquier repuesta, aunque sean incongruentes o inconsistentes entre sí, cada una hallaba significado en su contexto, dado que esta teología se desarrolla constantemente, sin eliminar lo viejo por lo nuevo (desde hace tres mil años). Para poder explicar este modo de formular sus pensamientos, Frankfort, si bien en su libro “el pensamiento pre filosófico” explica esto como una especie de universalidad y sincretismo, en un libro posterior “la religión del antiguo Egipto”, prefiere llamarle multiplicidad de enfoques y de respuestas, dado que la expresión sincretismo encierra una noción de conflictividad que aquí no se presenta. Explica al mismo tiempo que esto no implicaba en realidad una pobreza de pensamiento, sino más bien respondía a una riqueza imaginativa, por ejemplo, la existencia de varias teologías a nivel local, venían a clarificar ideas en las que se concretaban las potencialidades del politeísmo egipcio. Otra dificultad que existe para el estudio de los dioses, son las diferentes imágenes con las que nos encontramos en la fuente, que no necesariamente dicen algo sobre el Dios, de hecho pueden existir símbolos que nada quieran decir a diferencia de otros, o también puede suceder que sean solamente pictogramas que nos ayudan a identificar la divinidad de la que se está hablando y que no transmitan todo sobre ella (Hathor- vaca, muchas representaciones; Isis-trono, relación de identidad, fuerza y madre). Por otro lado Frankfort, sostiene que hay dos rasgos intocables para el egipcio en su visión del mundo, el politeísmo y la naturaleza inmanente, por ello nos habla sobre los límites de la religión egipcia que se reflejan por un lado en su incapacidad para elevar los pensamientos a un alto grado de abstracción ( lo que se muestra en el fracaso de extender la teología menfita a todo el país, pese a que esta absorbe rasgos de teologías previas aceptadas, teniendo en cuenta además que esto era una

concepción filosófica del pensamiento para la cual no estaban preparados), y por otro la actitud contraria de llevar al máximo la equiparación de la divinidad con el fenómeno físico (eso se ejemplifica con el culto a Atón, que además presentaba el rasgo monoteísta, lo cual también era inaceptable). Es necesario tener en cuenta que aunque Frankfort sostenga que la inmanencia implica una limitación a la religiosidad, también nos dice que la unidad irreductible entre imagen y pensamiento que conlleva esta, posibilita al egipcio generar una correspondencia entre la vida humana y la natural, lo cual le ayuda a comprender el universo a partir de su vida propia. Cosmología: Esto quiere decir, la concepción que el egipcio poseía sobre su universo físico.  Respecto al rio, estos adquirieron diversas actitudes: dado que este rio corría de sur a norte, la ubicación de las comunidades, es decir la orientación de las casas, era hacia el sur, de donde consideraban que provenía la fuente de vida; sin embargo esta idea no puede extenderse a todo Egipto, por el contrario esto era algo que sucedía en la región del alto Egipto, diferente de la región del delta, donde este rasgo no era el que destacaba, sino más bien lo importante allí era la salida del sol por el oriente, motivo por el cual el culto a la divinidad solar adquiría allí mayor relevancia, lo que podría haber 

conducido más tarde a la primacía a nivel nacional de la teología solar. El culto solar hizo que se le diera mayor preponderancia a la región oriental, por donde salía el sol, por tanto considerada regio de la vida, donde habitaba el dios, y el occidente era entonces considerada la región de la muerte. En este sentido, pese a que existía un rechazo hacia los pueblos extranjeros, se consideraba que los ubicados hacia el este (Sinaí, Siria y Punt), eran de todos modos bendecidos por esta divinidad solar, lo cual explicaba las riquezas que existían en la región. Por otro lado, es interesante detenernos en las representaciones de la fuerza motriz del sol: nave asechada por la serpiente, una para día y otra para noche en Dat, simbolizaba la lucha por la vida; bola rodante de estiércol empujada de día por escarabajo y en la tarde por anciano hacia el poniente; disco solar con alas de halcón, vuelo de este

comprendido como vuelo del sol. También es necesario referirse al aspecto del sol como una divinidad suprema, en tanto el dios Ra: se lo afirma como primer dios de Egipto, se prestaba a los otros dioses para atribuirles un rasgo superior (Amón Ra, Atum-Ra, etc.); tenía una personalidad de dios al ser asociado como un tú, y no un ello, por su carácter imprevisible de lo 

individual. Respecto a su modo de ver la tierra, consideraban que esta era una plancha plana con bordes ondulados, que simbolizaba la planicie aluvial de egipcio, y los bordes eran las cadenas montañosas donde habitaban los pueblos extranjeros. Esta plancha flotaba sobre las aguas del abismo (Nun), las aguas del mundo inferior, de donde nació la vida, origen de la creación, y desde las cuales seguía surgiendo la vida (sol/Nilo). Por encima de la tierra se hallaba el cielo (Nut), y por la exigencia de simetría estaba el cielo de abajo (Naunet). Para ellos esto significaba la limitación del mundo por donde los hombres se movían y se manejaban. Respecto a Nut los egipcios creían que estaba sostenida por cuatro columnas, en los cuatro puntos cardinales, pero también esta podía tener otro apoyo, el dios aire Shu, que con sus pies en la tierra, sostenía con los brazos a Nut (a esta se la representaba inclinada tocando el suelo con el pie y las manos, o como el vientre de una vaca celestial – Hathor- ornamentada y conteniendo la vía láctea); todas aquellas representaciones que tenían del cielo les daba estabilidad y equilibrio, los alejaba de la incertidumbre. Respecto a las estrellas, cobraban importancia para el computo del tiempo, pero solo algunas constelaciones eran consideradas deidades, que son aquellas relacionadas con el triunfo de la vida respecto a la muerta, estas son las Circumpolares, que simbolizaban la vida eterna, y que en principio era esta la región de Dat, es decir la de la vida eterna después de la muerte, antes de pasar al mundo inferior, por donde el



sol realizaba su recorrido junto a los muertes en su lucha antes de renacer. Respecto a la idea de culto a los animales, tienen un significado religioso en cuanto tales, independientemente de las divinidades con las que se las asocia a veces en las representaciones. Esto tiene que ver con una sensación de alteridad respecto a los animales, en tanto reconocimiento de lo divino, de lo

supra humano, dado que los animales se mantienen estáticos, parecen no cambiar nunca, y mantienen la naturaleza del orden de la creación que se mantiene incorruptible e inamovible. Cosmogonía: esto refiere al estudio de los orígenes del universo Para explicar esta, se remite a varios mitos de la creación. Para cualquiera de las teologías Nun es el abismo primordial, de donde surge la vida por primera vez; La vida surge de las aguas y el sitio de creación se encuentra en una colina primitiva (Nilo-protuberancias tierra), el punto fundamental es que en aquellas aguas aparece el dios creador por primera vez, y hay dos teologías que reclaman la posesión de la colina primitiva, Hermópolis y Heliópolis (las pirámides reproducen esta concepción de la colina primitiva de donde surgirá la vida después). En el libro de los muertos encontramos al personaje Ra-Atum, el dios creador, que hace surgir a los dioses que lo siguen en la Eneada, este surge de las aguas primitivas y es auto creador; este sostiene que la colina primitiva se hallada en Hermópolis, y que antes del nacimiento de este dios, ya existían las divinidades correspondientes al caos informe, los ocho, que formaban cuatro parejas; Atum- Ra crea a los miembros de la Eneada, según este libro, nombrando las partes de su cuerpo. Los textos de las pirámides sostienen que estos dioses surgen a partir de un acto de expectoración violenta, estornudo y escupitajo, de donde salen Shu y Tefnut, de los cuales irán naciendo generacionalmente el resto (pág. 78 Frank). Otros textos plantean la autofecundación para la creación de estos dioses. El templo del sol en Heliópolis, es la residencia de la Eneada, representan los pasos hacia el orden cósmico, y de esa manera queda la creación como el punto divisorio entre el caos y el orden, sin eliminar a los dioses anteriores. En los textos no se encontró ninguna explicación acerca de la creación del hombre, no había una delimitación clara entre los dioses y estos.

Teología menfita: es una estela rota, de comienzos de la historia egipcia, cuando se traslada la capital a Menfis, ciudad del dios Ptah. Buscaba justificar la primacía de Menfis, mediante su dios local. Mientras los textos anteriores hacían hincapié en los aspectos físicos de la creación, esta era una explicación filosófica de la creación (se crea con el pensamiento y la palabra, lo cual se traspasa a todo lo creado en el universo, donde hay pensamiento y palabra esta Ptah, por ello él es el creador de todo; por ejemplo en los gobernantes la noción

de mandato). Se nutre de los relatos previos, pero incorpora las nociones de invención y producción (lo que llega al pensamiento y lo que se crea por la palabra). El pensamiento y la palabra son atributos del poder, y eran personificados como deidades, que eran Hu (expresión autoritaria) y Sia (la percepción), en el texto de Menfis a diferencia de lo que sucede en el de las pirámides (donde ya las encontramos) se las materializa en el corazón y la lengua. La diferencia fundamental con la divinidad auto creadora de Atum-Ra, radica en la equiparación de Ptah con Nun, colocándolo en anterioridad y como creador de Atum-Ra. Aquí también que el orden divino se crea a partir de la creación, pero antes de este, en el momento en que el caos ya existía, Ptah ya estaba presente. *Reyes y dioses: exalta su importancia porque lleva implícita una teoría de la realeza, en cuanto fundamentación del poder (es una teoría para justificar el traslado de la capital a Menfis utilizando a su dios local); es un texto cosmológico. A este dios, en la búsqueda por explicarlo como el origen del todo y creador supremo, se lo identifica con la tierra emergida (colina primitiva; sección 1); en otra parte explica el mito del origen del estado por la lucha entre Horus y Set, convirtiéndose Horus en rey, no como un conquistador, sino más bien como heredero legítimo, todo ese mito y complejo de ideas es la teoría fundamental del equilibrio de las fuerzas contrarias, e implica que la única forma de realeza en Egipto es la monarquía dual encarnada en una sola persona que es la de Horus (estas fuerzas se encuentran unidas en Menfis, considerada la balanza de las dos tierras, sección dos). La sección tres explica la relación entre Osiris y la capital, esta relación tiene que ver también con el mito, en el que Osiris es asesinado y termina siendo enterrado en Menfis, de donde sale la fuerza vivificadora para todo Egipto; esta última sección puede vincularse con la seis, donde se explica más detalladamente la conexión entre el dios y la capital: Nilo crecido como manifestación de Osiris, es la influencia benéfica de la inundación, genera el sustento de Egipto (todo ello porque su cuerpo se encuentra sepultado allí); cuando Osiris muere se une a la tierra emergida, por ello mismo también es creación desde la fertilidad, y se une también al rey sol participando de su ciclo, lo que también es símbolo vivificador. La sección cinco hace referencia a la creación espiritual de Ptah. En conjunto, lo más asombroso de esta teología es que mezclan la realidad con la mitología: los que luchan son Horus y Set, pero luchan por Egipto que es real, Menfis donde Osiris está enterrado y es la capital real, Horus es de hecho el faraón, y en este sentido Osiris no responde solo a la

mitología, porque como cada rey en vida es Horus, cada rey al morir es Osiris, y ambos trabajan en conjunto para vivificar, procrear, crear y resucitar el orden natural y los recursos por los cuales Egipto se mantiene. La teoría de la realeza egipcia se puede resumir en esta teología en dos puntos: que el rey es divino; que la realeza se concibe tanto en el mundo de los dioses como en el de los humanos, y que implica dos generaciones (en cada sucesión Horus se convierte en Set eternamente) Para concluir este panorama de la cosmovisión egipcia, es necesario también tener en cuenta el modo de relacionarse y de considerar que tenían los egipcios respecto de su mundo (sociedad, hombre, plantas, animales, etc.) y su relación con los dioses y el universo físico. Para ellos tanto las cosas, como los seres vivos humanos y no humanos y los dioses comparten una misma substancia continua que comprende todo fenómeno del universo. A esta particularidad se la llama consubstancialidad y el comportamiento humano al ser lo más conocido servía como referencia para los fenómenos no humanos. Una de las manifestaciones de la consubstancialidad se puede ver con el principio de substitución, que se mostraba por ejemplo en los elementos que encontramos en las tumbas, por ejemplo la representación de un pan, ya sea un dibujo, la hogaza misma o una figura de madera e incluso la palabra. En cualquiera de sus manifestaciones sigue siendo pan y sigue participando de la substancia, es la manifestación espiritual y no física para el hombre espiritual.

(Dios-Altar)

El ejemplo más importante del fenómeno de consubstanciación y donde pueden verse las relaciones que existen entre el Estado el universo y la sociedad es el caso del faraón quien no solo era un dios sino que a la vez era manifestación e intermediario de otras deidades con quienes también comparte la substancia (no hay una distinción entre el simbolismo y la participación, si se decía que el rey era Horus el rey era Horus, el dios estaba en el cuerpo del rey). En este sentido podemos entender también cada atributo del rey (Sia, percepción, Hu, palabra, Bastet, protección) como manifestaciones de deidades, al ser atributos del rey, el rey es cada una de estas deidades al mismo tiempo. Dentro de la creencia de la consubstancialidad hay que tener en cuenta que hay una limitación en cuanto a cómo se distribuye cuantitativamente (cantidad de substancia en tanto una lógica jerárquica- faraón tiene la sustancia suprema y los otros la comparten pero

aunque sea la misma no la tienen como el faraón); se entiende que el monarca posee una limitación física para realizar todas sus funciones sacerdotales y gubernamentales, motivo por el cual cuenta con un grupo de funcionarios civiles y religiosos. Sin embargo no hay que interpretar que estos poseen la substancia divina del faraón en su misma medida, sino más bien que actúan por el rey y no como el rey, son delegados del monarca más que participantes de la misma substancia ya que esta no tiene límites en sí pero no alcanzan la divinidad del monarca.

Esta idea no implica que se trate de un monoteísmo sino solo de un monofisismo, es decir hay muchos dioses y muchos hombres que comparten una sola naturaleza. Al compartir esta naturaleza muchos de los rasgos de los hombres los hallamos en los dioses, pueden ser increpados por los mismos hombres, tienen un carácter débil, no asumen el rasgo de la benevolencia o la maldad sino que esto depende de su voluntad, de modo que su personalidad es como la humana. Ni los dioses, ni los fenómenos de la naturaleza eran siempre benévolos o siempre malvados, al ser el humano el sistema de referencia, cambiante según su voluntad y de comportamiento variable, esto mismo se aplicaba a la personalidad de dioses y fenómenos (sol, quema y vida, Ra se arrepiente y reconstruye el mundo, Set malo pero bueno a veces, Horus le cortaba la cabeza a la madre).

Fundamentación del poder. Características de la realeza como recreadora del orden natural. Relaciones entre el estado, la sociedad y la economía.

La figura del faraón es la encarnación del estado y todo el sistema de pensamiento egipcio está orientado a fundamentar su poder. El faraón era concebido como un dios y al mismo tiempo existía un ideal de gobernante: debía presentar un equilibrio entre la benevolencia y el castigo, la gracia y el terror, el gobierno es educación y a la vez dominio. Para fundamentar el poder del faraón se fue desarrollando una titulatura o un protocolo faraónico, Frankfort los organiza en tres grupos en el libro el pensamiento pre filosófico: Hijo de Ra

Señor del Alto y Bajo Egipto Horus. Hijo de Ra: Hay que entender esta asociación entre Ra y el faraón como hijo de Ra para exaltarlo como divinidad y con el propósito de que sea el gobernante de Egipto: Egipto era la hija de Ra y su hijo estaba encargado de protegerla, se forma una especie de pareja divina. El rey nace físicamente de Ra, concebido por el y su madre, y luego encarnado en el faraón para concebir a su sucesor, Ra debía procurar un porvenir y gobernantes por lo que visitaba la tierra para procrear. Al mismo tiempo a su muerte retorna al dios-sol. *Libro reyes y dioses: también acentúa la divinidad pero no existe una identificación, sino más bien como heredero de la creación que debe mantener y proteger. Señor del Alto y Bajo Egipto: Ya sabemos que Egipto estaba dividido geográfica y culturalmente en Alto y Bajo Egipto, sin embargo compartían una unidad con respecto a la dependencia del Nilo y a su diferenciación con los extranjeros. Esta titularidad que incorporaba las dos partes de Egipto buscaba presentarlo como el rey de un Egipto unificado, es decir que el rey funcionaba también como un factor de unidad de Egipto, el hace de Egipto una sola nación. También podía utilizarse el título señor de las dos señoras, o de la caña y la abeja, etc. Al mismo tiempo que una dualidad de territorio podemos ver una dualidad de funcionarios en la cual se reconoce la diferencia entre las dos regiones, no hay una sola administración, la única ley suprema es el faraón. Horus: El tercer grupo de títulos está relacionado a la personificación del faraón con el dios Horus (Mito Horus-Set-Osiris). Todo faraón se convertía en rey viviente y todo faraón al morir se convertía en Osiris. *En el libro reyes y dioses, desarrolla mejor esta idea, y distingue entre dos epítetos para denominar a Horus, se utilizan dependiendo del contexto, dado que el primero expresa al faraón en cuanto la divinidad en sí misma, el dios supremo por excelencia (comparación con el halcón, sol ojo y luna también, viento respira), y el segundo tiene que ver más bien con un modo de explicar y justificar la sucesión real (idea de una realeza de dos generaciones, todo faraón es Horus, y todo faraón muerto Osiris) Si bien puede verse una suerte de contradicción entre ser hijo de un dios y ser dios al mismo tiempo pueden interpretarse como modos de fortalecer o enriquecer la figura poderosa del monarca. El título de Ra hace hincapié en el nacimiento físico como Dios

mientras el de Horus acentúa sus capacidades divinas para gobernar. Pero todos los títulos hacen referencia y refuerzan la noción de que el gobierno de Egipto puede recaer en una sola persona que es el faraón. En su libro reyes y dioses, Frankfort plantea otro ordenamiento de la titularidad: I. II.

Horus: Este es el título más antiguo Las dos señoras: Son las dos diosas o señoras (diosa Nejbet, la diosa buitre del alto Egipto, y la diosa cobra, Wadjet de Buto). Expresan la dualidad de la monarquía que

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se manifiesta en la corona Nebty. Horus de oro: Exalta también la divinidad del faraón en cuanto a tal, pero con la

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brillantez del oro que se asimila a la del sol (“el oro es la carne de los dioses” El rey del alto y bajo Egipto: Literalmente del junco y de la abeja, también es

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manifestación de la dualidad de la monarquía. El hijo de Re: proclama la idea de que el gobernante es el rey de todo cuanto el sol rodea.

Funciones del estado Hay que tener en cuenta otros rasgos del monarca, en tanto figura divina, en este sentido se consideraba un sacrilegio y una maldición la cercanía a su persona (para a servir este por ejemplo, era necesario emplear gente que poseyera su misma sangre para no caer en las desgracias que implicaba la majestad divina). Si bien no existen fuentes exactas que nos permitan deducir la imposibilidad del contacto físico con su figura, si es sabido que el contacto verbal estaba prohibido y era maldito, uno podía hablar en su presencia, pero no dirigirse a él. El único considerado con las capacidades exactas y dignas para gobernar, era al faraón; se muestra en las fuentes la imagen de un ser solitario, que regía solo aconsejado por los dioses y acompañado por ellos (los dioses nacionales intervenían en los asuntos del estado), de hecho era representada solo, su figura ejerciendo todas las funciones que correspondían al gobierno, cuando en la práctica, sabemos que estas eran tareas que realizaban sus delegados (ejemplo batalla). En cuanto su gobierno acompañado por los dioses, se creía que de hecho quien tenía mayor responsabilidad era el faraón, dado que su propósito como dios era proteger Egipto,

era comparado con la figura de un pastor, y el pueblo visto como su rebaño, al cual debía educar, alimentar, proteger, guiar. Una de sus insignias primitivas hacía referencia a este rasgo que se le atribuía, era el cayado de pastor (visto desde una perspectiva negativa, podía vérselo como un modo de dar un nivel de existencia muy bajo al pueblo pero en un sentido positivo daba al mismo una seguridad de protección. En relación con esta idea del faraón como protector de su pueblo y de Egipto, visto más bien desde la magia y la ritualidad, y no tanto en las perspectivas modernas que entendemos, este posee una serie de funciones, que tienen que ver entre otras cosas son su roll como recreador y vivificador del orden natural, al tiempo que debe mantenerlo, puesto que este es el único intermediario entre los dioses, las fuerzas de la naturaleza y el pueblo: 

Su vinculación con la naturaleza: era el encargado de dar fecundidad a la tierra, de hacer crecer el Nilo, de dar lluvia a aquellas regiones que no poseían este rio. Todos los rituales orientados a la naturaleza, para garantizar los recursos necesarios para su reproducción al pueblo. También se creía que controlaba el curso de las estaciones, la aparición de las estrellas, absolutamente toda la naturaleza. Sin embargo, más allá del factor mítico de estas particularidades, tenían su justificación administrativa: las distintas dependencias del estado tenían un control sobre los diferentes fenómenos naturales, y llevaban de hecho registros y cuentas sobre ellos (por ejemplo la



medida de la crecida del Nilo anual). Su entendimiento y vinculación con la justicia (Ma’at): hay que entender a la justicia como algo más bien personal que una ley del tipo impersonal como en la actualidad. En este sentido el faraón debía obrar en función y en favor de ma’at, la diosa considerada como manifestación del orden cósmico; con el tiempo comenzó a atribuírsele a esta la acepción de virtud, justicia, verdad. El faraón debía ejercer la justicia en función de las necesidades presentes, lo cual no implicaba arbitrariedad, dado que eso significaba violar el orden de la creación. Si bien no existía una ley escrita y pautado, además de que es verdad que el faraón actuaba libremente, sus funcionarios no podían hacerlo del mismo modo, dado que estos tenían la función delegada. El roll del faraón como buen justiciero y protector de Ma’at, era poder generar un equilibrio entre el castigo y la benevolencia. Los faraones a su muerte debían pasar por un juicio ante Osiris (posteriormente Ra), donde se ponía en una

balanza su corazón de un lado, y del otro la pluma Ma’at, con el fin de juzgar como 

habían operado y si habían cumplido acordemente la protección a Ma’at. Funcionarios reales: Si bien todas las funciones del estado como dijimos antes, en teoría correspondían al monarca, en la práctica estas eran realizadas por diferentes funcionarios. Egipto se caracteriza por haber poseído una amplia organización burocrática, lo cual hacia viable la administración de todo el territorio. Esto no implicaba que quienes ocupaban estos cargos obraban del modo ideal y pretendido, sino más bien había una corrupción generalizada en la clase dirigente (puede verse en las fuentes quejas de los sectores más desahuciados sobre el constante aumento de los impuestos que no iba acompañado de un incremento en los ingresos y recursos explotables, además de que este aparato burocrático cada vez era más grande). El funcionario más grande era el visir, y el encargado propiamente de la administración y de dar centralidad a esta: a diferencia de los otros funcionarios, el sí poseía mayores libertades para obrar, pero como contrapartida, al ser la cara



visible del faraón, sobre él y su actuar recaía la mirada del público. KA (según los dos libros y artículo de Frankfort): No existe una definición clara para dicho término, pero lo más cercano es fuerza vital. Esta fuerza vital se extiende desde la creación, el dios creador había colocado esta fuerza a los dioses, que al mismo tiempo que estos eran Kas, poseían el Ka con el que Atum los había dotado y que los había singularizado. El ser humano, a diferencia de los dioses, no es Ka, solo participan de ese Ka, que es lo que les brinda la fuerza creadora, dotados de este Ka para poder mantener junto con los dioses el orden cósmica de la creación. Si bien existe un mismo Ka emanado de ese dios supremo, y que el faraón transmite a sus súbditos, una vez dentro de la persona se singulariza. Lo único que permite según Frankfort una teoría de la realeza es la existencia del Ka, que involucra con él al faraón en tanto fuerza vital de los recursos; en tanto Ka del rey se lo puede considerar como un alter ego. El Ka permanece pese a la desaparición física, el Ka acompaña en la otra vida al difunto, pero en el caso del faraón esto no se manifiesta de ese modo, dado que al morir posee el Ka de Osiris (tener en cuenta Ba: espíritu animado; y Anj: espíritu eficaz).

En cuanto a los modos y los valores de la sociedad egipcia, Frankfort nos muestra como a lo largo de la historia de esta civilización, pasaron por diferentes cambios. Plantea en principio una clara división entre el imperio antiguo y medio por un lado, y por el otro el imperio nuevo donde los cambios acaecidos tras los dos periodos intermedios sucedidos terminan de materializarse: La cultura del imperio antiguo y medio (continuidad y cambio): una vez consolidada la civilización egipcia y superada su etapa primitiva, el principal valor que forjan está relacionado con una concepción utilitarista y material de la vida. Había un fuerte individualismo, sujeto a la idea de que el hombre se bastaba así mismo: si bien el dios había creado el mundo, ellos lo habían dominado, por lo tanto no existían fronteras precisas entre ellos, el dios había dotado de Ka al hombre para que este pudiera crear como él y para que obre libremente y de modo correcto (utilitariamente). Eran los éxitos de la vida mundana lo que les garantizaba una vida ultraterrena con los mismos lujos y características, por ello el hombre se esforzaba para poder detentar una buena posición económica. En este momento no precisaban ser serviles ante ninguna divinidad, el hombre podía atender plenamente a su vida, por ello el ideal de como obrar era más bien utilitarista: el hombre progresa si sigue ciertos preceptos utilitarios, además de que genera una propiedad que puede transferirse a su otra vida. Aunque pueda considerarse que esta idea de individualidad habría podido generar la descentralización del poder, la fuerza cohesiva del faraón imposibilitaba esta ruptura. Durante el imperio antiguo, dada la abundancia y prosperidad que traía aparejada esta época, era fácil poder llevar este ideal, sin embargo puede verse que durante el primer periodo intermedio (completar esto con texto primer periodo intermedio), idea

la

desintegración del poder del faraón habría conllevado a una disolución de estos valores: el poder que permitía conllevar este ideal de vida, había caído, por lo tanto pronto comenzaron a realizarse diferentes tipos de sacrilegios que socavaban de algún modo la estructura de pensamiento que se había forjado hasta entonces. Como este mundo se presentaba ahora confuso, dado que el hombre consideraba ahora que pese a sus esfuerzos ya no conseguiría nada, toma una actitud pesimista, se presentaba ahora un modo de pensar escéptico, el esfuerzo individual ya no conducía a nada, y se veía a la muerte como una liberación. Pese a esta reacción al optimismo previo, eso no condujo

a la eliminación completa del mundo individual: no renuncia a los bienes de la vida mundana, sino más bien reconoce que son temporales, a diferencia de los de la vida del mas allá. En el reino medio el utilitarismo seguirá siendo importante, pero cobre otra actitud: disminuye la importancia de la propiedad y de la posición social. Dada la democratización que había acaecido en el mas allá, ahora cobraba más importancia la buena actitud y benevolencia respecto al prójimo, dado que era esto lo que le posibilitaría el pasaje hacia la otra vida, y no tanto ya como antes la riqueza material (aunque continúan existiendo la tendencia a la construcción del monumento funerario). La posibilidad de todos los hombres para poder gozar la vida eterna, reflejaba una gran cambio (llevaba implícita la creencia de que todos los hombres poseían las mismas oportunidades), todos al morir se transformaban en Osiris y eran juzgados por el tribunal divino, y es por ello que cobraba ahora gran importancia la responsabilidad social. Pese a todos estos cambios sigue habiendo una fuerte apreciación a la vida, y que la realización de ella implicaba un buen porvenir en el mas allá, pero el éxito de la vida ya no implicaba las realizaciones materiales precisamente, sino más bien las buenas relaciones con el prójimo. Imperio Nuevo: la caída del imperio medio se genera nuevamente a raíz de una situación de descentralización de poder, pero el factor que se suma ahora es la presencia extranjera en el gobierno, en la región del delta; era la primera vez que sufren una amenaza externa como comunidad, y ello había generado una psicosis de seguridad que habría implicado una toma de conciencia del egipcio de sí mismo como nación. La expansión territorial de la época toma una justificación religiosa, los dioses encomendaban al faraón conquistar a los otros pueblos e imponer su cultura; como se precisaba este justificativo religioso, el templo comienza a cobrar más poder, no solo sobre el gobierno en tanto el faraón, sino también sobre el pueblo, que creía que esa presencia externa había sido fruto del abandono a los dioses, lo cual hacía necesario ahora tomar un mayor acercamiento para que estos pudieran protegerlos. El individuo se encuentra en su momento más cercano a la divinidad, en un estado de sumisión completa hacia ella y los intereses de la comunidad, poco a poco comienza a desplazarse el ideal individualista y de la vida alegre, para reemplazarse por un silencio y una pasividad ante los dioses, una resignación ante la fortuna y el destino. Ello poco a poco ira tomando lugar en las inscripciones y literatura.

2) El Egipto Predinástico: V milenio a.C. a fines del IV milenio a.C. El proceso de la formación social y política. Realidad legendaria y realidad histórica de la unificación egipcia. Para el estudio de este período existen ciertas dificultades para la interpretación de las fuentes: problemáticas epigráficas para las fuentes escritas, fuentes mal conservadas o escases de ellas en el Bajo Egipto, una existencia de fuentes que se limita casi exclusivamente a los cementerios (estos estaban situados más allá de los márgenes de la llanura aluvial y por esto abundan mucho más que los asentamientos humanos que se hallaban sobre la llanura, estos asentamientos pueden haber sido arrastrados por el río o tapados por los depósitos) y fuentes escritas viciadas de una realidad mítica. Lo que la arqueología ha permitido descubrir es que esa realidad mítica no tiene su correlato en la realidad histórica; por otro lado la arqueología también nos permite inferir que el desarrollo de la cultura es puramente local, no se comprueba la existencia de migraciones o influencias externas como planteaban algunos historiadores previos, existe una continuidad en el cambio cultural que refuerza esta idea. Otro elemento que refuerza la idea de un desarrollo local es su lengua; si bien la lengua egipcia es camítico-semítica, no se debe entender que haya adoptado elementos semitas por influencia, sino que pueden compartir con este grupo un antepasado común. Si bien hay una influencia limitada de Asia en ciertos periodos, estas influencias funcionan como un disparador para el desarrollo de su propia cultura. (Trigger) Medio Ambiente: La Zona de los valles del Nilo, Tigris y Éufrates son áreas extensas, que poseen tierras aluviales muy apropiadas para el cultivo y es lo que explica el por qué ambas regiones han tenido el mismo potencial para poder desarrollarse como grandes centros poblacionales y ser cuna de civilizaciones tempranas. Sin embargo la llanura aluvial del Nilo es mucho más amplia y más rica y tiene una inundación mucho más predecible y controlable que la de la otra región teniendo en cuenta además que la salinización no presenta un problema en comparación con la agricultura egipcia. Otra cosa que permitió un gran desarrollo son las precipitaciones de los uadi que permiten que se desarrolle la agricultura del Valle.

Ese desarrollo intensivo de la agricultura que se dio en el Valle va paulatinamente separándolos de las poblaciones del Sahara de quienes no han recibido influencias. El Valle del Nilo tenía un estilo de vida muy peculiar y diferente de estos grupos haciendo escasos los motivos de contacto entre ellos. La civilización del Egipto antiguo refleja en diversos aspectos esta independencia de los pueblos del desierto, autosuficiencia económica y cultural que se manifiesta en su concepción de superioridad frente a los otros pueblos. Las plantas y animales domésticos de mayor trascendencia económica son el trigo, la cebada y el lino. La oveja, la cabra, el perro, la vaca y el cerdo. Los cambios climáticos que redujeron la variedad faunística y vegetativa junto al aumento demográfico conllevó la necesidad de racionalizar estos recursos y de un control centralizado de los recursos (este proceso se da de manera paulatina). (Trigger)

El proceso de la formación social y política Para hablar del proceso de formación política es necesario hacer aclaraciones conceptuales respecto al “estado”, si bien el estado propiamente dicho no existía, Egipto presentaba los rasgos de un estado (imágenes del poder terrenal, ideología que en esta civilización estaba muy imbuida de elementos teológicos y burocracia). (Kemp)

Realidad legendaria Durante mucho tiempo historiadores anteriores estaban arraigados a las fuentes legendarias para interpretar la formación del estado y tradujeron la mítica pelea y reconciliación de Horus y Set a la formación del estado Egipcio. Estos historiadores se apoyaban en la teología Menfita (Conflicto a raíz de la muerte de Osiris, Geb árbitro Horus Bajo Egipto y Set Alto Egipto, después se arrepiente y le da el Alto y Bajo Egipto, reconciliados ambos ante la mansión de Ptah en Menfis) y la Piedra de Palermo. Horus aparece en el papel de Menes como el primer rey unificando Egipto. Esta teoría planteaba que las unidades primarias que en la época histórica son los nomos se fueron conformando hasta formar dos reinos, uno en el Alto y otro en el Bajo Egipto y

que la unificación de Egipto había sido un resultado de la conquista del Bajo sobre el Alto Egipto y la imposición de su dios nacional que es Horus, lo cual era respaldado también de algún modo por la piedra de Palermo. Si bien el Bajo Egipto avanza sobre el Alto es un reino de corta duración y que el Alto Egipto luego avanza sobre el norte. Esta teoría gracias a los descubrimientos arqueológicos tiene muchas críticas y ha sido matizada: sobre la cabeza votiva de maza del rey escorpión y la paleta de Narmer se ha inducido que la conquista total de Egipto podría haber sido llevada a cabo por reyes procedentes del Alto Egipto y que el rey Escorpión y Narmer pueden haber sido considerados reyes del Alto y Bajo Egipto antes que Menes. Otra cuestión a tener en cuenta es la “geografía simbólica”: la existencia de dos reinos puede ser cuestionada, ya que el Bajo Egipto puede ser en realidad una contrapartida mítica del Alto Egipto, en palabras una creación del dogma político-teológico (concepción de equilibrio y orden como conciliación de las fuerzas).

Realidad histórica Kemp hace un planteo más bien teórico acerca de la formación de los estados, y se detiene en los rasgos particulares de la formación del estado Egipcio. El panorama anterior a la unificación del estado sería la existencia de pequeñas ciudades-estado que habían llegado a su existencia pasando por un proceso en el que empezaban como sociedades igualitarias, hasta sin darse cuenta competir generando ventajas de algunos grupos sobre otros generando una suerte de diferenciación social y dándose la aparición de líderes. La sedentarización habría generado la paulatina necesidad de proteger la propiedad y también la de identidad territorial. Este desarrollo de las sociedades se hace patente en la arqueología con la urbanización y la aparición de recompensas (características que se presentan en Nagada y Hieracómpolis). Algunas ciudades-estado incipientes alcanzaron un grado de desarrollo mayor que otras, lo que implico que a finales del periodo predinástico tomara lugar la aparición del estado. Estas ciudades toman conciencia de las consecuencias de su poder, lo que las lleva a crear las formulaciones intelectuales que los justifican. En Egipto esto apunta a las justificaciones de un solo monarca que ordena el caos y cuyo poder se expresa en la arquitectura, la literatura, etc. Esa construcción intelectual fue lo que legitimó el poder real durante 3000 años de historia. (Kemp). Comenzó con tres proto-

estados en el Alto Egipto (Nagada- Hieracompolis- Abydos) con un reino unificado logrado con una militarización expansiva hacia el norte del estado del Alto Egipto centrado en Hieracómpolis.

La perspectiva de Trigger no se diferencia mucho de lo propuesto por Kemp salvo por algunas cuestiones que decide tomar a consideración. Este autor considera que existen dos factores que han contribuido al desarrollo de una sociedad compleja en Egipto, uno de ellos es el Valle del Nilo, recurso que garantizaba el desarrollo poblacional y el crecimiento demográfico. El otro factor que había impulsado el desarrollo fueron los recursos minerales provenientes del desierto oriental que a la larga habían derivado en una competencia entre los gobernantes el Alto Egipto por la hegemonía de la región, lo cual era una búsqueda del control de este recurso y el acceso a las minas. El fin último sería el monopolio del comercio de estos bienes con Asia. Los beneficios que se sacaban del comercio también habrían conllevado un avance del Alto Egipto sobre el norte ya que su pretensión era utilizar esa zona de ruta comercial sin intermediarios. Si bien hay un avance en el que Hieracompolis se convierte en el reino hegemónico, este avance no solo lo procura la conquista militar sino más bien el uso de alianzas con los centros rivales, mediante ofrendas o manifestaciones de respeto a los dioses locales. Para sostener la base del poder son tan importantes las alianzas como la conquista militar. Estos reyes proto dinásticos crearían un sistema administrativo centralizado y una tradición de corte que establece pautas culturales en todo el país: la tradición faraónica. Esto posibilita que en tiempos de caos la estructura no se caiga.

Para concluir es importante tener en cuenta que la arqueología ha permitido inferir que si hubo un desarrollo continuo de la cultura egipcia desde el periodo predinástico hasta la época histórica. Para el estudio de la cultura material se han elaborado ciertos esquemas de los cuales el de Petrie implica la existencia de distintos periodos arqueológicos: para el Alto Egipto badariense, amratiense y gueerzense y para el Bajo Egipto casi en correlato, Fayum A y Merimda (paralelos en un momento), el Omari y Maadi.

Si bien hoy por hoy se sigue

utilizando esta división para explicar los desarrollos de las culturas y el paulatino avance

hacia una sociedad más jerarquizada, TE CULIAN urbanizada y centralizada, los planteos de Petrie respecto a otros temas como la influencia del exterior han sido descartados y se cree más en un desarrollo continuo más que discontinuo. En un momento Káiser planteó la idea de que la unificación de Egipto se haya producido ya en época predinástica ya que en la cultura Maadi y en otros yacimientos se encontraron muchos elementos culturales del Alto Egipto, sin embargo Trigger considera que no hay que confundir influencia política con influencia cultural, esta última no implica la primera y no hay material que sostenga esta idea. (Serej). 3) El Egipto histórico: a) Periodo Tinita o Arcaico: +-3100 a.C. – 2695ª.C. Centralización políticoreligiosa. Significado del protocolo tinita. Atribuciones del faraón. Su relación con las características de la sociedad de la época. Los cambios económicos. Centralización político-religiosa Este periodo comprende las dinastías I y II. El período lleva el nombre de la ciudad de Tinis pero no se sabe realmente cual es la capital, ya que según Heródoto, el primer rey del Egipto unificado es Menes quien fundó la capital de Menfis y el templo de Ptah (dios local). La importancia de Menfis reside en que se encuentra en la frontera del Alto y el Bajo Egipto “La Balanza del doble País”. Otro motivo por el cual es complicado establecer la capital es la existencia de dos necrópolis reales, Abydos cerca de Tinis y Saqqara (fundada por Aha) cerca de Menfis. Trigger plantea que todos los reyes de la dinastía I están enterrados en Abydos, estas tumbas ya presentaban las estelas que presentan el nombre de Horus con el del Faraón muerto y ya eran acompañadas de un palacio funerario. Estaban rodeadas de tumbas menores pertenecientes a gente del círculo real que iban a acompañar al faraón en la otra vida. Hay otro cementerio que es el de Saqqara y las tumbas que están ahí probablemente sean de la dinastía II por una aspiración de acercamiento al norte. Contenía las tumbas de muchos funcionarios importantes del período y estas se llamaban mastabas, que tratan de incorporar en una sola construcción el palacio funerario con la tumba. Plantea una similitud entre las tumbas y enterramientos del rey y de los altos funcionarios, se empieza a generar una jerarquización de las tumbas en la que las clases superiores apuntan

a alejarse del pueblo llano de quienes las tumbas no diferían tanto: se puede a través de las diferencias entre las tumbas inferir una organización social. Si bien la tumba del faraón era más o menos parecida a la de los grandes funcionarios de lo que se puede deducir que o no detenta tanto poder o no lo expresa por este medio. Por la disposición de las tumbas se puede creer que hay una independencia mayor que en el Imperio Antiguo del poder real o que no podían acercarse a la figura sagrada del faraón. Padro plantea que la existencia de ambas necrópolis significa un problema al hallarse las tumbas de algunos de los monarcas de las dinastías en los dos cementerios. Volviendo a la figura de Menes, considerado casi unánimemente como el primer unificador de Egipto y el primero en todas las listas de reyes, no se sabe si es Narmer o Aha, pero Padro dice que al ser Aha quien funda la necrópolis de Saqqara es el más probable fundador de Menfis y fundador de la dinastía I que abre el período Tinita (muestra la voluntad de los reyes de acercarse al Bajo Egipto, alianzas matrimoniales). Según Frankfort se plantea la idea de que Menes concluye un proceso que habían iniciado sus predecesores, pero lo que lo diferencio de los otros fue que su labor no se limitó a un quehacer político o militar. Se estableció como líder superior a los demás, sin ningún tipo de pares. Crea una ideología simbólica con imágenes de poder (Kemp): creó la monarquía dual, del Alto y Bajo Egipto, y de esa forma dio expresión política al ideal de equilibrio y de un todo se compone de dos partes contrarias (Horus y Set no incorpora solo el concepto de dualidad sino el de la reconciliación de las fuerzas en conflicto para mantener el orden inalterable). Significado del protocolo tinita A partir de esta creación ideológica los faraones van a buscar constantemente resaltar y fundamentar su naturaleza divina lo cual será manifiesto en la titularidad/protocolo del rey. En este período aparecen solo tres títulos: el primer título incorporado es el de Horus, que existió siempre (aparece en los serej). Es el principal modo de reclamar su status de divinidad. Hay otros dos títulos que se relacionan con la idea que ya nombramos con el papel del monarca como única fuerza capaz de mantener unidos el Alto y Bajo Egipto: “de las dos señoras/Nebty” señor de la diosa buitre Nejbet, y la diosa cobra Buto (delta), que probablemente fueron concebidas como diosas del Alto y Bajo Egipto en tanto que las

tierras de las que son divinidades locales presentan el contraste más diferenciado entre las dos regiones (Buto-pantanosa, elkab- árida-Trigger). El Nebty o Pschent es la materialización de esta idea, la corona del faraón que lleva las insignias de ambas diosas, corona roja y corona blanca. El tercer título es el “señor de la caña y la abeja (delta)” del “Alto y Bajo Egipto” (Insibya) que implica que el faraón une en su persona a las dos regiones. Este protocolo va acompañado de la entronización: el faraón no es faraón hasta que es entronizado por la madre Isis (trono-Isis-Horus). Atribuciones del faraón. Su relación con las características de la sociedad de la época. Los cambios económicos. El faraón tenía la obligación de proteger y defender el territorio unificado. Es el único que puede ejercer la justicia divina, relacionada a la diosa Ma’at, para proteger el orden terrenal. El faraón que es el estado, puede y debe controlar todo, tiene que regular los recursos de los cuales es dueño y redistribuirlos, además de ser el garante de las buenas cosechas y la reproducción del pueblo. Para todas estas cosas fue necesario no solo crear un sistema ideológico para mantener la unidad del estado, si no también se requirió la implementación de un sistema administrativo. De esta organización conocemos muy poco a nivel regional, salvo por algunos títulos, aunque se ha inferido que es posible que los funcionarios no estuvieran confinados a una zona específica con la posibilidad de crear derechos de heredabilidad, sino más bien se hacia el traslado de estos de un distrito a otro, y aunque esto pudiera haber significado una dificultad para la eficacia de la administración, ayudaría a proteger la autoridad del gobierno central. Se conoce más sobre la propiedad real y la administración palacial, donde existía una burocracia numerosa y bien organizada, de la cual se conocen varios títulos, como el de visir; se encargaba de recaudar impuestos, controlaba la crecida del Nilo, realizaba los viajes para hacer el censo; hay que tener en cuenta la importancia de esta corte real en la evolución de la escritura (jeroglífico ya no solo como representación pictórica de la leyenda, ahora también listados/ archivos: sellos vasijas, inscripciones, objetos monumentales) y en la creación de una propagandística real. El gobierno central utilizaba parte de los excedentes alimentarios y productos manufacturados para realizar un comercio exterior (las necesidades y riquezas de la corte impulsan al palacio realizar una actividad comercial mucho más intensa que la de cualquier

individuo o institución del país). A través de la corte se realizaban los diferentes intercambios comerciales, a donde ingresaban los productos importados antes de ser distribuidos por la liberalidad real (este comercio se realizaba por tierra como por mar, y no parece llegar a Mesopotamia). Esta corte también habría tenido a su disposición un gran número de artistas y artesanos que habrían creado cánones artísticos propios de la cultura de elite, y que perdurarían de allí en más. Hay que tener en cuenta que esta administración estaba directamente involucrada en el mantenimiento de los templos, de hecho se puede ver en archivos de la administración como la piedra de Palermo, el registro de donaciones, construcciones de estatuas y visitas del faraón como factores de gran importancia en el gobierno. Esta liberalidad faraónica sin embargo no se limitaba solo a los templos o la corte, también los artesanos y el sector campesino compartían esta (concepción de reciprocidad mantenida por las donaciones a las masas, pese a que recibían menos de lo que aportaban, mantenía obediencia y reverencia). Hacia fines de la segunda dinastía probablemente hubo secesiones en el Alto Egipto, por el descontento de la aristocracia por el acercamiento que se había creado hacia la región norte (cada vez cobraba mayor importancia el norte). Probablemente con Jasejem se da una guerra de reunificación y se reemplazan esos príncipes hereditarios por funcionarios reales, motivo por el cual los nomos pierden su autonomía política y cobra gran vigor el poder central. Se consuma la centralización del Estado y se imponen las mismas instituciones a todo Egipto. Este faraón ya no solo se reivindicara como Horus, sino como Set y Horus reconciliado. *En este momento se establece el límite en la primera catarata. b) Periodo Menfita: +-2695 a.C.- 2200 a.C. Transformación del poder político del faraón y concreción de la autocracia de carácter divino. El protocolo menfita. Relación del poder del faraón con Ma’at. Características de la sociedad en relación poder político y religioso. La política económica estatal. Comienzos de la decadencia de la autoridad real y sus causas socio-económicas. Disgregación del poder. Primer periodo Intermedio (+-2200 a.C. 2050 a.C.). Para tratar este periodo hicimos uso de dos autores, Joseph Padró quien para estudiar la historia egipcia, realiza la división convencional a la hora del análisis, y toma cada periodo

por separado, haciendo una narración del tipo más fáctica. El otro autor que utilizamos es E. Trigger, quien analiza el reino antiguo e imperio medio de modo conjunto, dado que considera que algunos aspectos de ambos presentan una lógica de continuidad, que puede expresarse como una fase unitaria en el desarrollo político. Se considera que el imperio antiguo abarca desde las dinastías III hasta la VI, siendo las tres primeras de apogeo del poder real, y la ultima de crisis. Transformación del poder político del faraón y concreción de la autocracia de carácter divino. El protocolo menfita. Relación del poder del faraón con Ma’at. Características de la sociedad en relación poder político y religioso. Durante este periodo ya se traslada la capital definitivamente a Menfis. El primer cambio importante puede verse en la dinastía III con Dyoser, se lo considera verdadero fundador del imperio antiguo, porque paralelamente a su reinado se da la eclosión del culto a RE. El clero heliopolitano había realizado una elaboración suprema de RE como el dios supremo, la persona de este dios se divide en tres aspectos: Jepri (el sol de la mañana), RE (sol de la plenitud del mediodía, su máxima expresión) y Atum (el creador y el sol del atardecer). Con la centralización del culto a RE, se dio también la centralización del culto al faraón, lo que se pone de manifiesto en el cambio en los cultos funerarios plasmado en la construcción de la primera pirámide, de este faraón, que era el símbolo de identificación del dios con el monarca (pirámide escalonada, Saqqara). Monarca era el único sacerdote por derecho propio, todos los demás lo eran por delegación de este. La situación de este clero, era cada vez más parecida a la de un funcionario civil. El faraón era la cabeza de ese aparato estatal, estaba formado por una burocracia de funcionarios, que tenía el visir a la cabeza, además aparece organizada una administración provincial, presidida por los nomarcas. No se sabe mucho más sobre el resto de los monarcas de esta dinastía, ni mucho menos está claro el orden de sucesión. La dinastía IV es la considerada la de mayor prosperidad y estabilidad del imperio antiguo. Si bien la información histórica que poseemos sobre esta dinastía es casi nula, lo que si poseemos son monumentos arquitectónicos, que en opinión de Padró son un signo de prosperidad económica, al mimo que Trigger pone de manifiesto la importancia del estudio de estas estructuras arquitectónicas para conocer las riquezas, la sucesiones reales y los asuntos de la corte. Esta dinastía se la hace iniciar con el reinado de Esnofru, y su sucesor es Quéope – pirámide de Guiza- (la descripción sobre Quefrén – esfinge de Guiza-, es similar a la de Quéope, sigue la misma línea). La tradición presenta al mismo como un tirano sanguinario, con el que Egipto vivió en la miseria, y que había prohibido la expresión religiosa del pueblo con el cierre de templos. Sin embargo hay que matizar estas observaciones, teniendo en cuenta que la tradición en Egipto era casi esencialmente sacerdotal, y casi todo se transmitía por los sacerdotes, y todos aquellos rasgos negativos que se le atribuyeron son fácilmente explicables cuando analizamos sus políticas: toda ellas estuvieron destinadas a reforzar su poder absoluto.



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Pone al visir en la cúspide de la administración, pero al margen de la carrera por cargos administrativo. Primera vez que aparece un cargo de confianza. En este punto es interesante ver el fuerte roll que poseían los príncipes en la administración del estado, en comparación con las dinastías que suceden esta. El roll del visir era ocupado por el hijo del faraón, quienes automáticamente quedaban al margen de la sucesión real. Quita al clero cualquier tipo de privilegio que este poseía, y empieza a designar como sumos sacerdotes a hijos suyos, o a parientes cercanos (quitándoles en este sentido y del mismo modo el privilegio a sus propios parientes). Con estas últimas medidas quedan todos sometidos a las mismas leyes y a la misma justicia, a excepción del faraón, quien se encontraba más allá, en tanto su carácter divino y el hecho de que es el único capaz de impartir justicia.

Puede verse en la pirámide de Guiza la máxima expresión de la identificación del rey con el dios Ra, y su superioridad sobre el clero. El sucesor de este faraón es Quefrén, y es el primer faraón en usar el titulo el hijo de RE, exaltando aún más la divinidad del rey como encarnación del dios RE, con quien se le identifica en vida, dado que al morir se une al dios, pero ya no es más este. Con este faraón se alcanza el punto culminante de la divinidad, y esto se expresa materialmente en el hecho de que hizo construir además de su pirámide, una esfinge (león cabeza humana. Guiza) que simboliza la encarnación misma de la divinidad solar (consultar). Haciendo ello Quefrén promueve su propio culto, y empieza incluso a confundirse el culto a la divinidad solar con el del faraón. Los funcionarios estatales a raíz de esto comienzan a perder la particularidad civil en función de la sacerdotal, pero siguen teniendo un carácter funcionarial y al mismo tiempo el clero sufre una funcionarización. Por medio de esto se llega a una especie de laicización de la religión, dado que esta en este momento solo se encuentra a servicio del estado. De Micerino se nos deja un recuerdo mucho más humano, creemos que esto tiene que ver con la restauración de los templos y con la devolución de algunos templos al clero. Significativamente su pirámide presenta dimensione menores a la de su predecesores. El que sigue a este rey será Shepseskaf, quien abandonara repentinamente los cultos funerarios solares, y se hará construir una mastaba en Saqqara, se cree que ello implica que poseía una preferencia por la teología menfita antes que por el culto solar; este abandono no fue aceptado ni por la administración, ni por la familia real, y fue tomado como una ofensa por el clero heliopolitano. No se sabe precisamente como siguió el curso de los acontecimientos después de esto, lo único que se pudo inferir es que los faraones de la dinastía V llegaron al trono con el apoyo del clero heliopolitano.

En este punto es preciso hacer un análisis teniendo en cuenta el desarrollo político de la monarquía presentado, para comprender las dimensiones del poder del faraón, que fue llevando poco a poco a la conformación de una autocracia divina (régimen político en el que una sola persona gobierna sin someterse a ningún tipo de limitación y con la facultad de promulgar y modificar leyes a su voluntad). Los títulos se manifiestan como un programa de divinización progresiva. El primero de ellos será Horus, titulo de carácter predinástico (sabemos esto por su aparición en los serej), el dios que gobierna en el cielo y la tierra; el segundo es Nebty, de las dos señoras o protegido por Nejbet y Uto; el tercero es Horus de oro, el más enigmático y controvertido; el cuarto es nesubiti, rey del alto y el bajo Egipto, literalmente el que pertenece a la caña y a la abeja, es una yuxtaposición de los títulos del predinástico por Den; el quinto es Hijo de Re, que ya está documentado desde Quefren pero se incorpora definitivamente en la dinastía V. Los dos últimos títulos serán los más importantes a partir de la quinta dinastía. Trigger nos explica la dificultad que existe para traducir en términos históricos y explicaciones políticas este gran papel que toma la monarquía, dado que este se encuentra viciado por el peso mítico, los dogmas y el ritual; los diferentes atributos que el faraón posee son modos de justificar su autoridad, refuerzan el procesos histórico que explica la autoridad central y su control, sin embargo en este plano se presenta una dificultad para poder haya las diferencias en este periodo entre la realidad de un poder terrenal y un poder divino, que son los dos niveles en que se expresa la monarquía. En este punto, tanto Trigger como Padró coinciden en la realidad de preguntarse si los egipcios consideraban a su faraón realmente un dios en este periodo. Si bien desde el primer periodo intermedio es claro que ya se lo considera un mortal y existen fuentes que ponen de manifiesto su rasgos terrenales, en el imperio antiguo ya pueden presentarse algunos indicios, como la asociación de este faraón a la diosa Ma’at, el estado ideal del universo y la sociedad. Esta diosa representa el orden cósmico establecido desde la creación, y posteriormente su nombre fue asociado a las nociones de rectitud, virtud, justicia, verdad, etc.; a la muerte del faraón, este debe hacer uso de las formulas mágicas que solo el posee para pasar al otro mundo, y someterse a la justicia divina, el tribunal de Ma’at. Aunque su existencia era eterna, su funcionamiento era responsabilidad del faraón y, como tal, debe haber actuado como freno al ejercicio

arbitrario del poder (una moralidad natural en vez de controles institucionales-Trigger). Otro atisbo de esta concepción mortal del faraón es que la tradición consideraba que todos los faraones a partir de Menes eran hombres, previo a ellos se encontraba la realeza semi divina, y antes que estos los dioses, incluso los mismos faraones se debían considerar como humanos, por la serie de precauciones que tomaron para asegurarse la inmortalidad. (Listas de reyes, Padró). Características de la sociedad en relación poder político y religioso. La política económica estatal. I.

Administración: Es útil hacer una distinción entre la administración central y la provincial. Sobre la primera, hay que tener en cuenta que era de tipo centralista: el aparato burocrático se conformaba con una lógica en la que el poder irradia desde un centro y no desde las provincias en primera instancia. Son los funcionarios del gobierno central quienes van a detentar el grueso de las funciones civiles. A la cabeza de este aparato se hallaba el visir, jefe de gobierno y de la administración y juez supremo y a su vez este aparato se hallaba organizado en especies de secretarías (hacienda, agua, cancillería, etc.) cuya finalidad era la recaudación y localización de los recursos necesarios para mantener a la corte y sus proyectos. Al tiempo que recaudaban los impuestos buscaban calcular las riquezas del país y en este sentido las riquezas eran todo tipo, desde el censo bianual del ganado hasta el cálculo sobre la base de canales, pozos y arboles de una propiedad (cualquier cosa que produzca recursos dentro de la propiedad, incluso en personas para prestaciones laborales). De todos modos es necesario saber que la documentación de que disponemos no brinda casi información dado que la mayoría de los datos se refieren a títulos que pueden designar un status más que una función. La administración provincial estaba dirigida por los nomarcas. Padró menciona entre las funciones de los nomarcas el control de las tareas de irrigación, la recaudación de impuestos, el rendimiento agrícola y la demarcación de sus límites que son borrados cada año generando conflictos entre provincias. Según Trigger los nomarcas no tenían en principio

funciones civiles de importancia, la autonomía de los nomos estaría limitada por el gobierno central cuya autoridad estaba fundamentada en la teología con elementos de distintas partes del país. Esto se materializa en la arquitectura monumental y en las estatuas de los centros locales. Estos sirven como centros locales representativos de una cultura y autoridad de corte además de ser centro de fundaciones piadosas (donaciones de propiedad para el mantenimiento perpetuo del culto, repitiéndose esto en diferentes escalas de la sociedad: para los templos de las pirámides, para los templos con culto a la estatua del faraón (más testimonios), para las divinidades locales (menos testimonios) y para culto privado [antepasados familiares]. Centros económicos importantes). Es necesario tener en cuenta la importancia de estas fundaciones para el desarrollo del poder provincial desde los templos como centros de actividad económica y administrativa con una vinculación importante de familias e individuos de poder local. La administración de la justicia según Trigger no debía verse como una actividad limitada a un cuerpo profesional sino que cualquier persona con autoridad podía administrarla, se realizaba incluso de forma colectiva. La solución de los litigios con todo lo que esto implica en términos de favoritismo probablemente estaba en manos de los gobernadores provinciales. No se sabe de la existencia de ningún código criminal, por lo que no se conocen tampoco castigos cruentos como la pena de muerte. Padró menciona que en Egipto el proceso de justicia estaba unificado; todos se hallaban sometidos a la misma justicia del monarca. Al Estado centralizado le convenía impartir justicia a simples individuos más que a organizaciones supraindividuales. Respecto al clero, por lo menos hasta la V dinastía, el Estado mantuvo un férreo control sobre él. Se organizaban alrededor de los distintos templos dedicados a los dioses locales a los que adoraban. Las propiedades II.

destinadas para su mantención eran las fundaciones piadosas. Economía y sociedad: Nos parece centrarnos en uno de los principales aspectos económicos del Imperio Antiguo: las pirámides. Las pirámides son la imagen tangible de esta actividad económica, y son la principal actividad

del estado, el principal propietario y empresario. La construcción de estas pirámides implicaba la movilización de recursos materiales y mano de obra especializada, pero más importante aún es la necesidad de una administración que canalice todos estos recursos con un solo objetivo: el engrandecimiento del poder y la fundamentación teológica de la cabeza del estado, el faraón. Por otro lado la demanda constante de bienes suntuarios y productos de artesanía mantiene la existencia de una maquinaria de producción (artesanos, obreros, etc.). La construcción de las pirámides es además un acicate para la búsqueda del progreso tecnológico, la innovación y el perfeccionamiento de las capacidades (buscar por ejemplo mejores formas de trabajar la piedra y extracción). (Kemp y Trigger) Otro aspecto a considerar de la economía es la propiedad. Si bien el faraón es el propietario teológico de todo lo que hay en Egipto, hay una suerte de división entre tierras del faraón, fundaciones piadosas y propiedad privada. Testimonios de la existencia de propiedad privada son los boletos de compraventa de tierra y los diferentes litigios. Las fundaciones piadosas fueron fuentes de enriquecimiento para algunos personajes/familias locales que se unieron al sacerdocio del que sacaron ventajas. Las familias del común podían vivir tranquilamente con una parcela de tierra ya que incluso cuando había Nilo pequeño participaban de la redistribución del estado. (Trigo, cebada, lino, habas, garbanzo, pepino. Vacas, toros, perro, asno.) El Estado también monopolizaba el comercio exterior. El objetivo era adquirir los productos necesarios para el mercado interno, por ejemplo del Sinaí y Palestina, se buscaban minerales como la galena. En Buhen (Nubia) se han encontrado restos de una cultura material egipcia. El interés por la Baja Nubia radicaba en eliminarla como intermediarios del comercio con la Alta Nubia que proporcionaba la madera y el marfil. Es posible que no haya sido el único asentamiento, y si no existieron fortificaciones puede ser que se deba a que todavía eran nómades. Se cree que durante el imperio Antiguo puede haberse dado algunos ataques contra fortalezas al sur de Palestina. Claramente existe una diplomacia en

este momento cuyo objetivo es forzar alianzas para que no sean un inconveniente respecto a sus intereses en el Sinaí. Comienzos de la decadencia de la autoridad real y sus causas socio-económicas. Disgregación del poder. Primer periodo Intermedio (+-2200 a.C. 2050 a.C.). Acerca de los inicios de la dinastía V no se sabe mucho debido al misticismo del que está rodeada. Esto tiene que ver con una profecía que se presentó a Quéope (tres niños hijos de Re que serían concebidos por una esposa de un sacerdote del clero de Heliopolis reinarían después de su hijo y del hijo de este). A la vista de la evolución política y religiosa, en lo único en que se está de acuerdo es que los faraones de esta dinastía deben su trono al clero de Re, motivo por el cual debían garantizarles concesiones, entre ellas excenciones a los templos. Padró dice que probablemente el clero heliopolitano aprovecho el descontento de finales de la dinastía IV (que quizá se haya debido a la especulación del culto de Ptah) para proponer sus candidatos al trono lo que fue posible porque a partir de este mismo momento puede verse un desplazamiento del poder de los príncipes (hijos del faraón) y a partir de ello la posibilidad de controlar el poder y ordenar la sucesión (esto último es un planteo de Trigger desde el análisis de las tumbas). A diferencia de este declinamiento de los príncipes las mujeres adquieren gran preponderancia, pueden ser fuente de legitimación del poder, y pueden actuar de regentes incluso. De esta dinastía los faraones son poco más que nombres y una consecuencia perceptible de la decadencia del poder real es que deja de ser identificado en vida con Re para pasar a ser literalmente su hijo, su criatura y ya no una encarnación de esta divinidad. A partir de este momento debían construir un templo solar aparte del funerario y de la tumba dividiendo la persona del faraón de la divinidad y dividiendo su culto. Esta des divinización implica una pérdida importante de poder que estaba basado en la teología. Trigger y Padró dan una explicación parecida acerca del empoderamiento de los templos y por ende de las provincias. Padró menciona que los faraones no pudieron zafarse de sus obligaciones con el clero de Re, por lo que los gastos de culto fueron engrosándose cada vez más. Los templos recibían cada vez mas donaciones y exenciones de impuestos, fueron adquiriendo autonomía jurídica, podían administrar sus propiedades y bienes. Esta

obtención de recursos fue provocando su ennoblecimiento, de manera que recibieron y acumularon cargos honoríficos participando solo de sus beneficios y esquilmando los recursos del estado. Sus cargos progresivamente fueron siendo hereditarios en la práctica y adquirieron incluso un estatuto jurídico aparte con la creación de un tribunal para resolver sus litigios, perdiéndose así la unificación del proceso judicial y restando al poder central la prerrogativa de la justicia. Trigger analiza esta situación a través del estudio de las fundaciones piadosas y explica que a través de una serie de textos que se encontraron en una serie de tumbas privadas se muestra el estrecho vínculo que hay entre los templos locales y las estatuas de estas tumbas. Lo que el deduce es que hay un control de estas fundaciones por parte de las familias locales por los beneficios, puto el que lee, que podían obtener de ellas y que en ese sentido todos aquellos funcionarios locales importantes estaban asociados a los templos (se conjugan los cargos civiles, es decir el servicio al gobierno central con el cargo sacerdotal). Esencialmente Trigger plantea que es posible ver el origen del empoderamiento del nomarca en el sacerdocio local (en las tumbas se ven claramente cargos de sacerdotes asociados con el de nomarca en el Alto Egipto). Considera que las fundaciones piadosas implicaban una gran ventaja material y convertían a los templos en centros de actividad económica gracias a los recursos que recibia del estado. Es posible que las familias locales hayan intentado buscar la heredabilidad de los sacerdocios desde los que con el tiempo adquirieron funciones de tipo no sacerdotal. Desde la dinastía V y VI aquellos funcionarios de la corte con responsabilidad sobre el gobierno provincial, comienzan a desaparecer a favor del empoderamiento de aquellos jefes de nomos cuyo origen de poder Trigger lo ve en el sacerdocio o en posibles miembros del gobierno real que buscaron asociarse a los templos. El Estado ante esto intento resistir de dos maneras: haciendo omnipresente la burocracia mediante la presión fiscal sobre los sectores productivos, lo que causa la ruina de estos, y manteniendo aparte el cargo de visir todavía al margen de la administración. Este intento de presión burocrática comenzó a entrar en conflicto de funciones con las administraciones provinciales que cada vez habían adquirido mas funciones de la administración real. Resurge por lo tanto la autoridad de los nomos y se da una fuga de poder hacia ellos. Su

poder intentan legitimarlo mediante la reivindicación de sus dioses locales, quedando un total desprestigio hacia el clero de Re y de la nobleza parasitaria El último faraón de la dinastía V es Onos, quien inscribe los Textos de las pirámides en su tumba, lo cual implica un deseo de mirar al pasado y reivindicar otros dioses. La dinastía VI es considerada la última del imperio antiguo y es en la que terminan de consolidarse los procesos que vienen dándose desde la dinastía anterior. Los reyes de la dinastía VI sin embargo permitieron que esta no se extinga, ya que si bien debían a la aristocracia su trono y tenían obligaciones con esta, eran conscientes de que estas relaciones perjudicaban el estado centralizado. Sin embargo aunque hicieron intentos porque no se socave su poder (alianzas matrimoniales de sus hijas con nomarcas), este fue desintegrándose gracias a ciertos factores como la heredabilidad de los cargos (de derecho) de los nomarcas, y también de la corte parasitaria que se estaba conformando, lo que genero el desmantelamiento de un aparato de estado que veía la importancia en el merito individual, quedando acaparado la posesión de cargos por una aristocracia cortesana. Ante esto siguen salvaguardando el cargo del visir, y crean el gobernador del norte para contrarrestar el poder de los nomarcas del alto Egipto, el único monarca con poder constructivo fue Fiope I y el más importante de estos monarcas, sin embargo prosiguió con la política de alianzas matrimoniales, pero casándose ahora el con las dos hijas del nomarca de Tinis, generando una equiparación definitiva con los jefes de los nomos (primus inter pares, según Padró el punto máximo de la des divinización, los nomarcas empiezan a identificarse ellos mismos y a sus nomos como estados particulares, copiando los modismo de la corte). Esta inmunidad de los nomos conlleva una dificultad para el rey en el reclutamiento de recurso humano y recaudación de bienes, lo cual lo lleva a ejercer cada vez más presión fiscal sobre los sectores más desfavorecidos que empiezan a buscar protección en los grandes señores, contribuyendo a acelerar la descentralización del poder (por ello dice que hay feudalismo Padró). Uno de los últimos monarcas de la dinastía V será Fiope II, quien reinara casi cien años y es el reflejo de agonía de la monarquía, y aunque a partir de este se ve como determinante la perdida de la capacidad de la corte para construcción monumental, no cae la figura faraónica.

Primer periodo perdido, hundido: A partir de Miope II ya no se conoce nada de los monarcas que le siguieron, y Padró induce que esta ausencia de información refleja una época de crisis, además de que él se encuentra en acuerdo con aquellas teorías que hablan de una revolución social durante este periodo. No se le puede brindar total veracidad a las listas de reyes a que suceden el reinado de este faraón, dado lo efímero de sus poderes y la ausencia de material arqueológico que pueda apoyar o contribuir a una imagen de estos monarcas, es por ello que tenemos que respaldar lo que poseemos con las lamentaciones Ipuur. Siguiendo la perspectiva de este autor sobre la revolución, es posible suponer que su desencadenante fue la presencia asiática en el delta, pero sin embargo no existe información sobre lo que sucedía en esta región, pero se puede inferir, te hurgan, que debido a la casi inexistencia del ejercito real en este momento, la frontera estaba desprotegida (además estas lamentaciones hacen mención sobre esta presencia), y puede verse ello como un simbolismo de la debilidad del estado en este momento. En este sentido podemos ver como este autor orienta su análisis solo a las lamentaciones, simplificando la situación, poniendo el énfasis en: *los elementos anárquicos *en los objetivos políticos de los revolucionarios *en un orden social trastocado y sin autoridad *en el desconcierto de los ricos *en las crisis propias de las sociedades (hambre, epidemias, enfermedades) Sin embargo admite la tendenciosidad del relato, porque tiene en cuenta a que sector de la sociedad pertenece el príncipe Ipuur, miembro de una oligarquía, víctima de una revolución. Lo que más se lamenta este personaje es la divulgación de los secretos religiosos y se hace una crítica a la realeza incapaz de hacer frente a lo que sucede y motivo por lo cual cae en descredito; es en este momento que empieza a aparecer la añoranza por los viejos tiempo, característica que se volverá recurrente en el pensamiento egipcio. A este respecto, Trigger matiza esta idea y critica la noción de revolución social en este periodo. Si bien acepta ideas como la democratización de la vida de ultratumba (entendida como la difusión de los rituales y conceptos originalmente pensados para realeza),

considera que aceptar esta idea de revolución social implica traducir literatura filosófica como un fiel relato histórico, ver la realidad histórica en forma dramática. Considera en ese sentido que lo que expresa aquella literatura filosófica, es más bien una nueva conciencia por parte de quienes las escriben, una nueva forma de ver el estado, que les preocupa dada su fragilidad, y buscan plasmar en sus textos la importancia que este posee para satisfacer las necesidades del hombre. Cree que considerar que esto solo puede ser expresable mediante una revolución, quita/niega a los egipcios la capacidad de preguntarse racionalmente sobre la naturaleza de su sociedad. Kemp hace un planteo parecido al referirse a la observación de las fuentes, diciendo que son elaboraciones de una elite, en parte didácticas, que eran usadas para mostrar las consecuencias de una monarquía perniciosa; la existencia de estos periodos de desordenes acredita en el papel del rey como mantenedor del orden, y sirven de algún modo como advertencias. Según Padro las dinastías VII y pingo VIII son parte del periodo intermedio pero considerado como las dinastías de decadencia de la monarquía menfita. Se basa en Maneton (70 monarcas en 70 días) para decir que la dinastía VI fue reemplazada luego de una revolución por la dinastía VII, la cual probablemente haya estado conformada por los jefes de la revolución que tras abolir la monarquía asumieron el poder de forma colegiada por un periodo efímero. Lo cierto es que con la dinastía VIII la realeza fue restaurada, pero creemos que es la realeza que desacredita Ipuur en su relato; también se cree que por los decretos de coptos, que los normarcas de este nomos fueron los que entronizaron a la dinastía VIII por lo que los faraones de esta dinastía fueron títeres de los nomarcas coptitas. En cuanto a la dinastía IX y X, desplaza a la monarquía menfita y se posiciona en Heracleopolis; se cree que el fundador de esta tuvo una política violenta de represión contra los nomarcas, pero es mal conocida (ausencia de nombres monarcas, dos dinastía con la misma cantidad de reyes en maneton, que se consideran que debe ser las mismas, solo se puede hablar de ella tomando como hilo conductor las enseñanzas de merikare, las cuales de todos modos hay que usarlas con prudencia). Luego del golpe llevado por el nomarca Actoes, probablemente no se le reconoció como soberano efectivo, salvo en Menfis, hasta que emprendió la reorganización y defensa del Delta; pudieron reorganizar un estado allí,

pero su poder tuvo que coincidir con los nomarcas del Alto y Medio Egipto; la política de esta monarquía será generar disensiones entre los nomarcas, de los cuales los más belicosos serán los tebanos. Estos últimos, los Inyotef, empezaran a avanzar sobre los nomos, conquistando uno por uno, conformándose como la dinastía XI, y culminando con una guerra civil en la que saldrán victoriosos. Padró plantea que los Inyotef realizaron un reino de carácter feudal con una confederación de nomarcas que acata la autoridad de la dinastía XI en calidad de vasallos. El nuevo rey tebano Mentuhotep II culminara con el conflicto derrotando a Heracleopolis. Trigger para poder realizar un seguimiento de los hechos y en una intención de descifrar la sucesión real que continúa a la dinastía VI, toma a Maneton, la lista de Turín y la lista de Abido. De ello concluye que es probable que la dinastía VII sobre la que Maneton habla no haya existido, e infiere que no existe una línea continua de sucesión entre dinastía VI y el ultimo monarca de la dinastía VIII; respecto a esta ultima dinastía, hace coincidir a sus faraones con unos 18 mencionados en las listas, sobre ellos además menciona que ninguno posee una piramida, salvo por uno, y además nos habla al igual que Padró sobre los 14 decretos que se emitieron durante esta dinastía, que otorgaba cargo civil y sacerdotal a diferentes familias locales (al respecto considera que esto pone de manifiesto que aunque el aparto estatal posee menos influencia, sigue en algún punto teniendo autoridad sobre el otorgamiento y aprobación de autoridad provincial); por ultimo nos dice que esta continua en Menfis. Sobre las dinastías IX y X, acepta la idea de 18 faraones de origen Heracleopolitano, pero la matiza del mismo modo que Padró. Considera que para el estudio de este periodo son de vital importancia las tumbas de los nomarcas, donde se encuentran inscripciones biografias de los mismo, y en las cuales se pone de manifiesto sus ambiciones y confrontaciones entre ellos, y es a partir de estas también que uno puede ver como estas hostilidades iran llevando a Tebas a controlar toda la región, dado que los otros nomarcas iran perdiendo poder e independencia a favor de esta, la cual terminara por llevar a cabo una guerra civil con las dinastías IX y X, de la cual saldrá triunfante y reinante. Otras observaciones que hara este autor sobre el periodo intermedio, será la idea de que el desequilibrio e inestabilidad gobierno posee ínfima relación con la ruptura del equilibrio entre una corte poderosa y las aspiraciones provinciales. En cuanto a la situación con el

exterior, considera que las incursiones asiáticas sobre las que hablan las fuentes, no presentaban seguramente una verdadera amenaza, y que muy propablemente hayan sido pueblos nomadas que venían desplazándose desde palestina (donde también habrían incursionado) hacia el sinai, pero no reflejan un real peligro como lo serán de hecho los hicsos del segundo periodo intermedio (que de hecho no son los mismos pueblos, y además sobre los de este periodo no existen pruebas arqueológicas). En cuanto a la Baja Nubia, desde la dinastía VI el abandono de la belicosidad, y la prueba en inscripciones de que se mantenía con ella solo relaciones de tipo comercial, coincide con una época en la que esta región empezara a desarrollarse y concentrarse políticamente. Para concluir, es de gran importancia la literatura heracleopolitana de la época, ya que por ejemplo las enseñanzas de merikare se nos revela como el faraón ha perdido sus privilegios reales, considerándose como un mortal que debe rendir cuenta por sus actos en el mas allá. Los textos de los sarcófagos, son también de importancia ya que no están reservados solo a los faraones, si no también al resto de los hombres, lo que implica el acceso a los derechos religiosos y a la vida de ultratumba.

a) Periodo Medio Tebano: +-2050 a.C.- 1785 a.C. Transformación política, social y religiosa de la época. La ley. Florecimiento cultural. Crisis social. Democratización osiriana. Nueva fundamentación del poder. La invasión de los hicsos (1785 a.C.- 1580 a.C.). Segundo periodo Intermedio. Si bien el imperio medio empieza con Mentuhotep II, la dinastía XI ya había iniciado con anterioridad, en el momento de la guerra de heracleopolis, sobre la cual no se posee casi nada de información. Se sabe que la caída de la capital acarreo una incursión de beduinos asiáticos en el delta a quienes perseguirá hasta expulsar y unificar la región. Una vez reunificado Egipto puede verse todo el esfuerzo de esta dinastía por volver a centralizar el poder lo que se expresa en las medidas tomadas por Mentoplus II: 

Traslada la capital a Tebas, lo cual le impulso a crear un nuevo cargo, el de gobernador del norte, para mantener el control sobre los nomarcas de esta region.



Dispone que los funcionarios sean trasladados constantemente de lugar para evitar



la consolidación de familias de nomarcas Hay un signo de reactivación económica por el retorno a la construcción de obras



encabezadas por el estado Realizara campañas contra con los nómades (chemehu, temehu, beduinos, medyaus) con una intención de pacificar, dado los diferentes intereses que poseía sobre los



desiertos orientales y occidentales. Aparece un interés por sistematizar las expediciones comerciales al país de Opone



para mejorar la situación económica. Llegan hasta la segunda catarata de Nubia, y con esta reconquista de la región, derrotan el reino que se había estado conformando durante el primer periodo



intermedio, y forman las primeras fortificaciones. Se aumenta la importancia del dios Montu tebaide de la guerra, lo que refleja el carácter guerrero del pueblo y también se puede ver una predilección por Osiris en lo funerario

No se tiene mucha información acerca de los siguientes faraones pero se sabe que el faraón Amenemes I de la siguiente dinastía, la XII, había sido el visir de Mentuhotep IV. Este será el faraón mas importante de la dinastía ya que con el se da la consolidación del imperio medio. Aparentemente este ascendió al trono ayudado por las familias aristocráticas, durante los disturbios de fines de la dinastía XI, y esto podría ser confirmado, si tenemos en cuenta que entre sus medidas confirma la heredabilidad del cargo de nomarca. Asi mismo esto puede darse en un contexto de descontento de las familias aristocráticas con las medidas de corte centralizador de los anteriores monarcas. Sin embargo en sus medidas sabra distanciarse de esta aristocracia:  Traslada la capital Itthauy, con varios fines, entre los cuales podemos nombrar económicos (la explotación del oasis de Fayum) y la intención de alejarse de los nomarcas del Alto Egipto y en especial de Tebas, donde será reemplazado por el gobernador del NORTE. Por otro lado los faraones de este periodo, lo habrían sido en su derecho de nomarcas hereditarios de Tebas por haber derrotado Heracleopolis, por lo que al trasladar la capital el faraón deja de ser faraón y nomarca para ser rey por derecho propio (otras razones del traslado responden a su ubicación, entre dos ciudades que habían correspondido a sedes del poder centralizado, y el hecho de que

era una ciudad marginal y pequeña lo que iba evitar la posibilidad de revolución contra su figura)  Se encargó de revisar los límites de los nomos y redefinirlos para evitar nuevas fuentes de conflictos. En este sentido equilibro el territorio dividiendo los nomos mayores creando otros nuevos o repartiendo la tierra a otros mas pequeños, y de esa manera equilibro también la recaudación de impuestos (los limites se borraban cada año con la crecida del Nilo lo cual generaba diversos disturbios). Los nomarcas quedaron con las siguientes funciones: recaudar los impuestos para el rey, y reclutar al ejercito solo para las guerras de ese rey berreta, mantener el estado de los canales y asegurar y proteger la agricultura. Estaban estrechamente controlados por el gobierno central y daba la sensación de mantención de lealtad al monarca, lo que puede estar relacionado con la prosperidad económica generada por el reemprendimiento comercial.  En cuanto a lo religioso, ya con su nombre podemos observar la clara afinidad y preeminencia de Amon, dios tebano, pero no dejo de adoptar el nombre solar en la entronización, titulo que recupero, lo que nos da un indicio de las dos divinidades, amon y re, quedando como dios de tebas Amon-Ra, asimilado por el clero del nomo.  En la política exterior, sigue las directrices de los faraones anteriores, construye un muro en delta para frenar la incursión de pueblos beduinos, siguen intentando pacificar a los pueblos de la region occidental, fortifica la segunda catarata, y ya se sistematizan definitivamente las expediciones al Opone.  Uno de las cosas importantes que hará será asociar a su sucesor al trono. Para evitar el posible peligro de la usurpación y para que el sucesor se familiarice y participe del gobierno como coregente. Esto aseguraba una sucesión pasifica. Con Amenemes comienza entonces como ya dijimos, el apogeo de la dinastía XII, la cual habría focalizado su obrar en centralizar el aparato del estado y controlar las fronteras. Sus medidas darían a entender un verdadero programa de gobierno. Se logra la explotación sistematica del Fayum por medio de la construcción de canales, para aprovechar la agricultura del lugar, se llega hasta la tercera catarata en Nubia, controlando las minas de oro de la zona y se pacifica a los nómades del occidente, y con respecto al comercio exterior se llega hacia dentro de Siria y Palestina y se establece un protectorado en Biblos

(aculturados culiados); incluso se han encontrado en creta objetos egipcios y viceversa, llegándose a creer también la posibilidad de un comercio mixto. Se regulariza el protocolo faraónico y todos los faraones de la dinastía asocian al trono a sus sucesores. En cuanto Sesostris III, se le había atribuido una política exterior agresiva, pero las fuentes que sobre el existen sin embargo no permiten conocer mucho sobre las realizaciones de su reinado, aunque se sabe que fue seguramente de gran importancia. No se saben los objetivos de sus incursiones, motivo por el cual solamente se puede hacer hipótesis sobre ello. Concluye además con la aristocracia feudal, contra la cual habían acometido de diferentes modos sus predecesores (en todas las tareas que los nomarcas debían realizar, el estado había ido interviniendo quitándole cada vez mas diferentes prerogativas, y cuando esto sucedia, como se hayaban en momento de prosperidad económica, no recibían una contraofensiva por parte de los jefes de nomos). Los testimonios durante el reinade este faraón dan cuenta de una preponderacia de las ciudades y de la clase media (sobre todo en el delta lo primero y lo segundo en el alto Egipto); los reyes para de esta dinastía habían motivado el resurgimiento de esta clase para crear un peso que contrarestre a esta aristocracia, además de crearse un punto de apoyo. Con esta base que poseía el faraón podía dedicarse a desposeerse de todos los nomarcas hereditarios, que de otro modo no habría podido. Reorganiza además la administración central y los reemplaza a todos los nomarcas por gobernadores designados por el. Divide el Egipto a propósito de mejorar la administración de este en tres zonas: Nubia, Alto Egipto y Bajo Egipto, siempre con el visir en la cabeza de las tres. Democratización osiriana: Como ya hemos dicho a raíz del primer periodo intermedio, se habla de la divulgación de los rituales/secretos del faraón para acceder a la vida de ultratumba, habiendo accedido a los derechos religiosos antes reservados solo al faraón, es decir a la posibilidad de convertirse en Osiris luego de responder ante el tribunal divino, esto es lo que se llama la democratización osiriana. A partir de ello los nomarcas empiezan a escribir en sus tumbas los textos de los sarcófagos, pero que si bien se habla de una democratización, no todos pueden acceder, dado que era necesario estar en una posición económica determinada que posibilitara y permitiera poder llevar a cabo el ritual funerario. Sin embargo esto no impidió que el culto a Osiris cobre gran relevancia en este momento

ya que la gente no encontraba protección en el faraón y la buscaba en la religión, en el culto a un rey bueno (para este periodo el culto al faraón muerto ya estaba definitivamente establecido). No era suficiente el ritual, era necesario también llevar una vida solidaria, una buena actitud hacia el otro; para el ritual era necesario tener un hijo y una mujer que pudieran realizarlo y continuarlo, tener un lugar donde realizar el culto al antepasado fallecido, además de poseer los recursos necesario para el embalsamamiento (se necesitaba del cuerpo para la vida de ultratumba). Florecimiento cultural : Para concluir, hay que tener en cuenta que se ve este periodo como una continuación del imperio antiguo, pero que representa una superación en el sentido de que se hace mas equilibrado en los aspectos tanto económicos como culturales: se hace mucho mas diversificada y sobria. Las transformaciones que se dan además, favorecen a todos los secotes de la sociedad, o como minimo a las clases medias. Se ve como una consecuencia de la revolución social (según Padro) y es por ello que se hace tanto hincapié en los conceptos de justicia, en el equilibrio cósmico. El conjunto del imperio medio transmite una sensación de humanidad, que incluso puede ponerse de manifiesto en las expresiones artística (las estatuas por ejemplo que reflejan ser más complejas e intelectuales, con la figura más realistas de los faraones y más humanas, imponiéndose la moda de representar los defectos físicos, diferentes de las del periodo previo con reflejo de un idealismo positivo; se generaliza más el uso de sarcófagos de madera, que poseen en el exterior los dos ojos de Horus, una puerta e inscripciones jeroglíficas, y al interior se relataban los textos de los sarcófagos, que eran en definitiva los mismos que los de las pirámides) literarias (se definen todos los modos literarios propios del egipcio, cobra gran importancia la escritura y recibe un perfeccionamiento; se trasmite una moralidad y literatura pedagógica que aconseja como por ejemplo la sátira de Dwajety) y en la arquitectura (si bien no hay una expresión tan espectacular como antes en lo que respecta a las tumbas, si se despliega una amplia actividad constructiva en el Alto y Bajo menstruo, lo que se refleja en el gran número de templos y santuarios, y el hecho de que se empieza a reemplazar el uso de materiales perecederos como el adobe, por otros como la piedra; economizan cada vez más lo destinado a la arquitectura funeraria, destinando mayores fondos a la arquitectura militar). Además de notar una búsqueda

deformas nueva de expresión, el arte del imperio medio se encuentra repartido geográficamente y no solo limitado a Menfis. La invasión de los hicsos (1785 a.C.- 1580 a.C.). Segundo periodo Intermedio. Sobre el Segundo Período Intermedio podemos decir que es el menos conocido de toda la historia de Egipto. Según Trigger en las fuentes posteriores se dan visiones con rasgos muy negativos acerca de la época pero sin embargo la información no es uniforme y hay matizaciones de esa negatividad. De todos modos las fuentes son tan escasas que no nos permiten formular prácticamente nada claro, la escasez de material nos imposibilita corroborar todos los discursos que refieren a su gobierno, lo único que se sabe es que asimilaran la cultura egipcia y que sí hay es pruebas en ciertas regiones de confrontaciones bélicas (Padro dice que en el norte las ciudades-estado fragmentadas podrían haber ejercido cierta resistencia a los Hicsos). Es importante la evidencia arqueológica, ya que cuando se hacen estudios en los cementerios por ejemplo en ciudades del Bajo Egipto se pone de manifiesto que hay un enorme hiato cultural, a diferencia del Alto Egipto en donde aparece evidencia cultural lo que no implica estabilidad política. (Página 199 a 201 * Es en la zona oriental del Delta donde la arqueología realiza una contribución de importancia para el estudio de este periodo: en esta zona se ve una fuerte influencia de la cultura de palestina pero se limita a esta región, en los yacimientos más occidentales del delta e incluso antes de la llegada de los hicsos.). Trigger ve entre la dinastía XII y la XIII una continuidad en el nivel administrativo, los papiros administrativos ilustran esta continuidad. Hay diferentes fuentes que ilustran sobre los reinados de este periodo, por un lado está la lista real de Turín y por otro lado está Manetón. Este último plantea una sucesión continua de dinastías y excluye la posibilidad de varios reinados al mismo tiempo y por eso lo divide en cuatro dinastías implementando un falso orden. La lista de Turín ya pone de manifiesto que hay una fragmentación en el norte y hace mención de los reyes extranjeros. Trigger plantea cuatro categorías: una dinastía que representa la continuidad del imperio medio en el Alto Egipto (gobernando desde Menfis) que conserva influencia sobre algunas regiones del norte lo cual no implique que los gobierne (XIII); la segunda categoría es la dinastía XVII, continuación de la XIII pero desde Tebas; el tercer grupo son los seis reyes extranjeros que son los hicsos (dinastía XV)

en el delta que sustituyen la influencia de la dinastía XIII en el norte y gobiernan al mismo tiempo que la dinastía XVII y el cuarto grupo lo forman la dinastía XIV (Padró dice que esta dinastía es de Xois) y la XVI, un número que no se conoce de reyes cliente de ciudades estado que son en su mayor parte en el norte de Egipto y entre los que se encuentran algunos reyes extranjeros (pequeños hicsos). Estos últimos están distribuidos de forma incierta desde el punto de vista cronológico respecto a los otros. La invasión de los hicsos no sería la causa sino el resultado de un proceso interno de fragmentación que tiene que ver con factores de sucesión que se dan en el Alto Egipto, al perderse la continuidad de sucesión y la lógica de heredabilidad en la dinastía XIII, esta pierde su legitimidad y permite el surgimiento de dinastías contemporáneas en el norte de Egipto. Sobre los planteos del avance de los hicsos logrado como una asimilación previa antes de la invasión Trigger hace una crítica: es muy posible que la invasión hicsa haya sido una conquista de los pueblos del sur de Palestina y que su asentamiento puede haber sido por medio de confrontaciones bélicas para obtener el poder o inmigraciones paulatinas para establecerse. Por eso último él dice que debe verse esto desde la óptica palestina, que en este momento pasa por un período de gran prosperidad y es posible que haya ejercido su influencia sobre el nordeste y que cada vez la migración haya sido más acelerada. Es posible que la forma en la que se extendieron fue por medio del vasallaje, práctica muy común en su región. Durante este período se pierde el control sobre la Nubia desde inicios de este periodo lo que permite el desarrollo del país del Cush, que imitaron también los modos cortesanos de Egipto. Padró al hablar de quienes son los hicsos explica que con hicsos se refieren a jefes de un país extranjero, mientras que quienes venían con ellos eran llamados simplemente asiáticos. Explica que su infiltración fue lenta, impulsada por los movimientos indoeuropeos de la Europa y que aprovecharon la debilidad de la realeza para asentarse en Egipto. Se establecieron en Ávaris, localidad del delta, y fundaron un templo a Set a quien probablemente asimilaban con una diosa de su panteón. Esta última característica planteó debates al ser Set el dios del caos y la mierda y estar identificado con los extranjeros.

Utilizaron el sistema egipcio en su beneficio adoptando por ejemplo el protocolo faraónico. De los hicsos el rey más conocido fue Apofis I, en cuyo reinado se da el conflicto con Tebas durante un tiempo hasta la expulsión de los mismos por Camose y Amosis quien los expulsa y persigue hasta Palestina. En el canon de Turín, los extranjeros son contemplados pero se los llama reyes hicsos. (Carro combate).

b) Imperio Nuevo Tebano: 1580 a.C.- 1070 a.C. El imperialismo y las características de la nueva sociedad. La nueva concepción política-religiosa de la dinastía XVIII. Los cambios económicos. Los imperialismos religiosos amoniano y atoniano. El derecho internacional. Las características sociales y económicas del periodo amarniano. La dinastía XIX: la restauración del predominio amoniano. La política internacional de Ramsés II. Los últimos ramésidas. Concreción de la teocracia sacerdotal. Invasión de los pueblos del mar. Tercer Periodo Intermedio (1070 a.C.-712 a.C.). Dominación asiria (712 a.C.-664 a.C.) Este periodo iniciara en mediados del siglo XVI, momento en que ya todas las potencias del próximo oriente se encuentran en contacto (Creta, Micenas, Reino Hitita, Cannan, Asiria, Mitani, Fenicia y Babilonia, también el cush y país de opone establecera relaciones con Egipto). Este periodo, pese a los diferentes problemas a los que se vera confrontado (alteraciones políticas, reveses en el control de sus dominios y crisis dinásticas), desde el punto de vista institucional, económico y militar siempre hayara una prosperidad, motivo por el cual es difícil identificar su declive y sus factores (kurt) Imperialismo, diplomacia, cambios económicos. Inicia con la fundación de la dinastía por Amosis, hermano de Kamoses, ultimo rey de la dinastía XVII, cediendo paso entonces con su hermano la apertura de la dinastía XVIII, a quien se lo identifica como fundador e iniciador del imperio nuevo por ser el quien terminara de expulsar a los hicsos de la region y realizara su persecusion hasta el sur de palestina. Es a partir de estas primeras incursiones que se han definido de carácter proteccionista (aunque es posible que también hayan encontrado una motivación comercial

y el favorecimiento de su actividad, motivo por el cual el Bajo Egipto será favorable a estas acciones), que se dará inicio a los anhelos expansionistas de Egipto y sus consecuentes conquistas y avances tanto por Nubia como por la región del Asia. La estructura administrativa, a diferencia de lo que había sucedido en el primer periodo intermedio había podido mantenerse, lo que contribuiría a la reorganización del país (la superestructura impuesta por los hicsos en el delta, una vez estos derrotados se derribo con facilidad, de modo que eso le permitía reunificar y reorganizar con rapidez un estado centralizado). Esta monarquía del tipo imperial que inaugura el imperio nuevo junto con su militarismo agresivo, habría tenido también otras repercusiones al interior de Egipto: si bien, por un lado el papel del faraón con el ideal guerrero y defensor de Egipto frente al enemigo había sido siempre muy importante, y por otro ya se habían desarrollado con anterioridad, por ejemplo en el imperio medio, avances hacia las regiones nubias y su absorción con importantes maquinarias defensivas y guarniciones permanentes, en este momento es cuando cobra importancia la carrera militar: este periodo le da una gran preponderancia al roll militar, dado que se precisaba de un ejercito permanente por las constantes campañas que se desempeñarían en el extranjero (se desarrolla un ejercito profesional además del empeño de nuevas armas, como el carro de dos ruedas legado por los hicsos). De este modo se ira dando el paulatino ensanchamiento de la frontera, aunque en principio operaciones de rapiña que no darán una conquista duradera en Siria y Palestina. El verdadero control sobre las regiones de Asia se conseguirá fundamentalmente con Tutmosis III, quien será el verdadero creador del imperio egipcio: procuro principalmente integrar estas regiones, lo cual le fue posible por la conquista sistematica de la region hasta el Eufretes, además de la instauración de una administración egipcia en los países que conquisto, sin embargo esto no fue realizdo con facilidad, dado que se vera confrontado constantemente el y sus sucerores a las distintas coligaciones que se iran armando en la región para desprenderse del yugo egipcio, además también de que se vera enfrentado a las diferentes potencias que buscaran también el empoderamiento y los beneficios de la region (en su caso tomaran lugar las confrontaciones con Mittani), aunque ira implementando distintas medidas que servirán de paliativo a estas situaciones: 

sento las bases para la creación de la provincia, donde se conservo la constitución administrativa hasta el final del dominio egipcio en la region



aparato de gobernantes y comandantes militares, de funcionarios de hacienda y



agricultura mantendría privilegios de aquellos soberanos locales que se sometieran a su poder, pero conducia a los hermanos e hijos de estos a egipcio con la finalidad de mantener en algún punto un elemento de amenaza para evitar rebelion, además de



generar los futuros gobernantes de esas regiones como sucesores este sistema y posesiones iran creando una dominación del tipo colonial que ofrecia grandes ventajas económicas y políticas: enormes cantidades de manos de obra que podrían utilizarse en trabajo forzado, o la deportación de esclavos para templo, el palacio o funcionariado alto; también se recogia anualmente un tributo en especie, productos agrarias, madera, metálicos, caballos, etc.

Tutmosis III marcara el camino de todos sus sucesores en cuanto las empresas belicas y el ordenamiento administrativo, aunque como ya dije anteriormente habrá constantes intentos por parte de las poblaciones sometidas, incitadas además por otras regiones, a liberarse frente a las diferentes presiones que ejercían sobre ellos. En cuanto a las incursiones hacia el sur sus antecesores, como Amenofis I, Tutmosis I y Hatshepsut, buscaran también la reconquista de las regiones Nubias, fundamentado principalmente en los intereses comerciales que venían sosteniendo de antaño en la region, llegando incluso Tutmosis III durante el reina de Hatshepsut a realizar campañas hasta la sexta catarata. Otra situacion que se puede testimoniar en este momento es el desarrollo de las relaciones internacionales del tipo diplomatica, y las intervenciones y tramuyos entre las diferentes potencias y ciudades estado de la region. Esta testificado por las fuentes que muchas veces los faraones egipcios frente a sus triunfos belicos recibían obsequios de diferentes regiones, con la aparición de embajadas permanente en los diferentes estados (embajadas extranjeras acudían a homenajear al faraón). Las cartas del sitio del amarna también son de gran ayuda para mostrarnos la existencia de este tipo de relaciones en el plano internacional, ponen de manifiesto la correspondencia del faraón con las granes potencias de la época, y dan idea de la extensión de estas relaciones y

del desarrollo de la actividad diplomática. A partir de estas cartas podemos descubrir diferentes situaciones: 1. Amenofis II, sucesor de Tutmosis III, realizara una alianza con el rey mittani en un punto determinado frente a la creciente amenza que comenzaba a simbolizar los hititas. Esta alianza será mantenida por sus sucesores, y se realizara principalmente por medio de acuerdos nupciales con las hijas de reyes Mittanios; esta alianza significara una paz duradera, que se prolongara especialmente durante el gobierno de Amenofis III, quien centrara su actividad hacia el interior, dejando de momento la situacion internacional aislada y disminuyendo las campañas. Esta alianza culminara en el momento que Mittani desaparezca del mapa por causa del imperio hitita. 2. Las cartas también permitieron descubrir la debilitación progresiva del dominio en Asia. Los autores que realizan estas interpretaciones consideran que durante los reinados de Amenofis III, y en especial con su sucesor Akenaton se habían descuidado los dominios imperiales, concentrado uno en aspectos internos y otro en las reformas religiosas contrariado a la belicosidad, ignorando los pedidos de sus focos de fidelidad. Kurt sin embargo discute esta teoría, considera que habría que tener en cuenta dos características de este dominio egipcio en las cartas: por una lado, el hecho de que muchas veces esas cartas no manifestaban realidades y estaban orientadas a falsedades bajo una lógica del “divide y venceras” entre las ciudades estado, y por el otro, aquellas dos ciudades que en teoría mas afectadas se veían (Biblo y Tiro), no dejaran de permanecer bajo dominio egipcio, motivo por el cual considera que es muy probable que si la actividad militar de este periodo fue escasa, se debe a que el dominio sobre Egipto se hallaba solido en la región (fundamenta esta idea apartir de otros testimonios , como la representación en imágenes en sillares de el amarna en los quea aparece en la postura típica de aplastar al enemigo). La nueva concepción político religiosa dinastía XVIII Estos nuevos monarcas si bien contaron con amplio apoyo en el marco administrativo y militar, además de sectores interesados en las ciudades del Delta, necesitaban además el

apoyo y la legitimación de índole religiosa. Aquel apoyo, los dinastas de esta monarquia lo recibirán del clero amoniano: el rey recibia la soberanía delegada por amon. Esto ira imposibilitando y poniendo trabas para la independencia del clero del estado, dado que eran consagrados como hijos del dios en el templo (aunque también buscaran diferentes modos de contrarestar este poderío, un modo será resaltando por ejemplo la figura de dioses como Osiris, como germen de la unidad monárquico religiosa egipcia). Dado además que en este periodo, la continuidad sucesoria en la dinastía muchas veces (casi por completo) no responderá a la continuidad por herencia del poder, necesitaran otras formas de legitimar y respaldar esta situacion: dado que la fundamentación del poder era la figura del faraón como hijo de Amon, tendrán que ir estableciendo otros fundamentos y justificaciones: 

En el caso de los Tutmosis, se dara la transmisión de la legitimidad pero no la heredabilidad; serán las hijas legitimas de los faraones, hijas de las reinas principales quienes transmitirán la legitimidad del reinado a sus esposos, hermanos suyos, hijos de princesas o reinas secundarios. En este caso la fundamentación para la llegada al trono tendrá que ver con que estos faraones al no ser hijos directos de amon, eran mas bien adoptados por el en virtud de la ley, de Tot. (hijo de Amenofis



I, Tutmosis, se casara con su hermana, y asi en otros casos) El otro caso será el Hatshepsut, para quien el clero amoniano formulara el mito de la teogamia. Ella se había casado con su hermano Tutmosis II, al morir este ella habría quedado como regente del hijo de este con otra persona, Tutmosis III; durante este momento obrara en el poder de forma ambigua. Fundamentera su poder como autentica descendiente de Amon, explicando que serán las reinas quienes transmitirán la legitimidad, concibiendo que estas eran los autenticos receptáculos de la simiente divina, en tanto el dios se colocaba en la persona del rey para realizar la unión con la reina, por tanto aquel hijo de la reina era hijo legitimo del dios



Amon. Con Amenofis III, realizara la máxima vinculación con la divinidad, Amon Ra, dios primordial, creador de todas las cosas, como suerte de figura sincretica de las otras divinidades, implementara la idea de que el faraón es la expresión carnal del dios, en tanto no solo es hijo de este, si no también al mismo tiempo encarnacion. Esta expresión esta relacionada con el protagonismo que asumirá el faraón en su relación

con la divinidad y su poder en la monarquia (máxima expresión de esa relación con Aton) Habrá sin embargo otros faraones que buscaran distanciarse y quitar prerogativas al poder del clero amoniano, distanciándose de este con una mayor tendencia hacia la figura de la divinidad heliopolitana. Por otro lado, hay que tener en cuenta el traslado de capital de Tebas a Menfis por Tutmosis I, y tebas fue paulatinamente destruida con la finalidad de ser reconstruida con una serie de obras públicas (por ejemplo templo fortificado nacional de amon re, destinado al culto del dios y del faraón, en karnak). Los enterramientos reales tendrán un nuevo estilo: sepultados en el valle de reyes, sepultados bajo la roca en antiguo wadi frente a tebas, ya no mas pirámide en proximidades de Menfis. Imperialismo religioso: Amoniano. Se justifica el hecho de que amon ra es el demiurgo universal, por lo tanto, los pueblos conquistados por Egipto están obligados a reconocer en el faraón al hijo del dios o su representante, según se trate de Amenofis o Tutmosis. Dado que los Tutmosis justificaban su poder diciendo ser representantes de amon, pue, su poder lo obtenían por legado, se ve en la obligación de demostrar que el dios los acepta como tales realizando frandes campañas fuera de Egipto. Asi es como impulsan su imperialismo. Los amenofis, en cambio, al ser hijos de Amon, no deben realizar estos trabajos para justificar su poder. Sin embargo, se enfrentan con otros pueblos y deben justificar ser hijos carnales del dios lo cual traerá numerosos problemas ya que los únicos capacitados para demostrar la naturaleza divina del faraón son los sacerdotes amonianos. Fueron ellos quienes crearon la justificación del poder del faraón y su imperialismo, ellos son los interpretes de la volubtad del dios y en ese sentido, en algunas épocas, pueden controlar la monarquia e incrementar su poder económico. Los Tutmosis no tienen este problema porque tienen el trono por legado, por medio del matrimonio con una hija de Amon, y los encargados de legitimar este contrato son los sacerdotes del dios Tot.

A pesar del creiciente poder de los sacerdotes de Amon, los farones no intentan separar el poder político del religioso, con lo cual el poder de estos sacerdotes va acrecentándose y van a empezar a anhelar el poder político, esto motivo a que Amenofis IV reacciones contra ellos. Atoniano. El imperialismo atoniano fue una revolución que se inicio bajo el reinado de Amenofis III quien realiza el primer intento de implantar la preeminencia del dios solar en su forma mas pura, el disco solar. Con Amenofis IV la reforma llego a su cenit, es donde adquiere carácter revolucionario. El pueblo egipcio debe renunciar a toda tradición a fin de servir a un único dios. Por su parte, el faraón es el único profeta de Aton. El único objeto de culto es el sol visible por su disco Aton que crea y renueva cada dia y es adorado en un oratorio al aire libre. Aton es un dios bondadoso y universal que considera a todos los hombres como sus hijos y hermanos entre si. Es un dios de amor y atraves de amor une a todos los hombres. Desde la perspectiva política exterior constituye una tentativa de unir a todos los hombres por medio de la religión y no por la fuerza de las armas (opinión discordante de Kuth). Desde la perspectiva interior significa la implementación de la monolatria, es decir que se reconoce la existencia de otros dioses pero admite que Aton es la máxima deidad. El amarna: Implica un corte con la tradición y desde la perspectiva de Kurth, la culminación de un proceso que buscaba por medio de la incorporación de diferentes cultos en la sola figura de la divinidad solar (de carácter inmaterial, representada en aton el disco solar), se buscaba cada vez mas exaltar omnipotencia y divinidad del faraón, en cuanto máxima cercanía con el dios, sin intermediario mas que el mismo, único realmente vinculado a su figura sin intervención del clero. Implementara una nueva capital, Aketaton, en cuanto la aplicación del sistema administrativo, se plantean dos ideas contrapuestas: Padro, en fundamentación de hostilidad nuevo faraón respecto a poder clero amoniano, plantea la prohibición

del

culto

a

otras

divinidades,

supresión

clase

sacerdotal,

expropiasion de cargos a oligarcas vinculados a estos, en su favor coloca

hombres nuevos adeptos a el que degeneran en corrupción frente la inexperiencia en momento de mayor necesidad de ella por bienes que admnistrar. Kurt considera errónea la idea de apartar vieja camarilla por gentes nuevas, por el contrario dice q las tumbas revelan una continuidad en las familias que ocupan cargos estatales, seguía reclutando en la misma gente a sus servidores. Desde la perspectiva de Kemp, la conmocion que había implicado esta nueva concepción se ve desde la óptica que esta nueva novion había irrumpido con el constante juego linguistico, expresión de la vida intelectual egipcia.

Los

egipcios poseen una mentalidad abierta, y en aquella el cambio opera siempre sobre la base y un repertorio teológico tradicional, mezclando la innovación con el elmento mas viejo. La figura de Aton y esa nueva divinidad en cuanto abandono de ese juego intelectual en favor de una simplificación del pensamiento, había trastocado de un modo fuerte al egipcio, les había dejado un vacio intelectual, y habría interrumpido con su capacidad creativa, contra su necesidad constante de descubrir y redescubrir el origen y los motivos de la existencia. La figura de aton venia a traer una respuesta finita, la imagen de un único dios, explicación de todo, ya nada quedaba por descubrir, se había hecho caso omiso al sistema heredado, borro la apariencia antromorfica de la divinidad, reemplazo todas las imágenes y construcciones del pasado por una única explicación, el disco solar, Aton. Esto no implica distanciamiento monarquia de la teología, por el contrario implicaba el punto álgido de acercamiento entre divinidad y faraón; las representaciones artísticas del faraón y su familia, además de las representaciones en cercanía de la figura solar, que ha perdido rasgo material propio de la divinidad, buscaban fortalecer y generar idea del faraón como intermediario entre el pueblo y esa única divinidad superior, busca apartarse del plano corriente de la experiencia humana, era la revelación superior y nueva de la naturaleza del dios; la divinización del fararon llega a tal punto que en las tumbas de personajes importantes, ya no representaciones vida cotidiana, si no mas bien la figura faraónica y su exaltación con la familia. En este sentido, el faraón encarnado en esta figura, ocupa “el rol público del líder carismático” (pag 347), cobra mucho mayor importancia en este momento la actuación en público de la

monarquia, elemento que se encuentra manifiesto en el análisis del enclave de la ciudad: como el disco del aton hacia su propio recorrido por el cielo en procesión permanente, el faraón realizaba desfiles, en camino real que se extendía a lo largo de la ciudad, buscando ser el centro de adulación publica; otro espacio para aquella manifestación eran las ventanas de aparición; también como se expreso antes las a imágenes que buscan realzar la figura, todas estas manifestaciones del culto al gobernante mucho mas extrema de lo habitual. Se puede ver de este modo como busca la separación tanto del mundo físico como simbolica del resto (pag 401). Esta nueva creencia, traerá aparejada la exclusión de otras deidades; las representaciones buscaban acercar al faraón a la divinidad y que este fuera divinizado y fanatizado por el pueblo, representado incluso de modo andrógino para reflejado como madre y padre del pueblo. Es posible que esta figura sin embargo no haya adquirido muchos adeptos en el pueblo, quizás si hubiera proseguido este culto por los faraones subsiguientes, es posible que haya tomado una vertiente popular. Se sabe de igual modo que al finalizar su poder no hubo una reacción hostil inmediata a sus parientes ni a sus colaboradores tras el abandono del culto (sobre lo cual se desconocen los motivos), aunque da la impresión de que sus familiares se encontraron después en el poder, pese a distanciamiento y abandono del culto. No se sabe con precisión las vinculaciones que tuvieron los últimos dinastas de la monarquia, pingo, XVIII, se sabe que el ultimo sucesor “directo” fue tutankaton, que transformo su nombre a tutancamon, abandonando aketaton y el culto destinado a la figura de aton, volviendo a la tradición amoniana, devolviendo bienes a los templos, y restaurando el culto de todos los dioses. Posterior a el se encontrara el visir Ay, con cuatro años en el poder, aquien sucederá un personaje de importancia militar, vinculado probablemente de algún modo a estos: Horemheb LA dinastía XIX: la restauración del predominio amoniano. La política internacional de Ramses II. Los últimos ramesidas Horemheb sin heredero, pasa su poder al visir Ramses, quien poseyendo un hijo podía fundar una dinastía. Con estos faraones se ve una gran

intencionalidad y búsqueda por mantener la continuidad en la línea faraónica desde Menes como medio de legitimación (además de una intencionalidad de porteccion del territorio exterior y mantención del orden sociopolítico). Aparecen entonces las listas de faraones legitimos por ejemplo en el templo de Sety I, donde se excluye periodo intermedio además de periodo aketoniano hasta Ay. Hay una fuerte aferro a los rasgos mas antiguos. Ramses fundador de la dinastía XIX asocio el poder a su hijo Setos para consolidad mejor la nueva dinastía. Estos nuevos dinastas son originarios del delta, concretamente de Avaris, donde la creeencia estaba orientada hacia el dios Seth, motivo por el cual muchos faraones de esta dinastía utilizaron nombres

asociados

a

esta

divinidad,

aunque

también

realizaron

la

reivindicación a los demás dioses que también sirvió como fundamentación de su poder. Trasladaron la capital a Pi RAmses, en ubicación cercana a Avaris, buscando mantener distancia del clero amoniano. Setos inicio la campaña para la restauración del poder imperial, con fuerte talante militar, que se había debilitado hacia fines de la dinastía anterior. Tambien realizo políticas para restringir el clero amoniano, con traslado forzoso de los hijos de los grandes sacerdotes, para socavar la posibilidad de la realización de una dinastía de grandes sacerdotes de amon en tebas. Ademas fue conocido por ser un gran construsctor, templo de Osiris en Avido, esta cercanía a Osiris es una prueba de la intención de poner de relieve la descendencia del dios, y su vinculación directa con la legitimidad mdinastica. Ramses II: Continuo con las políticas de perpetuación de poder asiatco, y frente la amenaza y nacimiento poderío asirio, pronto establecio alianza con la antigua enemiga Hitita que buscaba tener acción común contra los rebeldes y amenaza de esta nueva potencia que había hecho desaparecer al imperio mitanico del mapa. Por otro lado prosiguió con la política colonizadora y de prestigio iniciada por faraones de dinastía anterior: ello seve materializado en la gran obra constructiva del faraón, utilizando para ello muchas veces contingentes de mano de obra forzada deportadas a la region, y en el proseguimiento explotaciones en Nubia. Por otro lado implemento una política general de deportación e instalación en Egipto de contingentes extranjeros,

muchos como colonos agrícolas e incluso vinculados al ejercito, posiblemente frente al descenso demográfico y la disertación en las tareas productivas, lo cual había sido paliado mediante la obligación de continuar el oficio de sus padres a los hijos, y la deportación de extranjeros. Pese a sus intentos para paliar la situacion económica, no pudo evitar la situacion de deterioro. De igual modo su política contra el clero amoniano no había resultado, y por lo tanto los templos se convirtieron en privilegio de unas familias en modo hereditario y de economía cerrada, dejando de depender del rey y de sus hombres, y poseyendo un estatuto especial. Frente a ello buscara el modo de afianzar todo el poder que le quedaba en el ejercito, el cual fue haciéndose progresivamente mercenario. Se estaba desatando paulatinamente hacia el interior el conflicto que se daría entre monarquia y clero, y en el exterior el equilibrio internacional volvia a trastabillar: asirios continuaron insistiendo en avanzar en motivo de procurarse una salida por el mediterraneo, además de que los aqueos cada vez se mostraban mas amenazadores en el occidente; se veía además la difusa amenaza de los pueblos de mar. Pese a su gran actividad desarrollada hacia el interior, no hace nada en definitiva. Con el gobierno de mernetap, los pueblos del mar ya habían llegado a la region libia, desde dondecomienzan a atacar Egipto. En el año quinto de su reinado lograran ingresar en el delta pero serán vencidos y expulsados. Estos problemas que poseían en la region occidental genero una sublevación en las regiones palestinas que rápidamente fueron sofocadas. Con la muerte de mirnetap no se sabe con seguridad como sigue el orden de sucesión que culmina con esta dinastía. Lo cierto es que las problemáticas internas habían echo perder de vista la mirada sobre el exterior, donde el continuo avance de los pueblos del mar había desequilibrado todo el orden instaurado. Es posible que la ultima persona en poder haya sido una monarca femenina. Tausert. El inicio de la dinastía XX toma lugar con Setnajt, plantea la ascencion al trono por motivo de poner fin a anarquía que se vivia por usurpación poder por el

extranjero sirio Yarus a Taurset. No parece haber vínculos familiares con la dinastía anterior. A este monarca lo suceden los ramesidas, el primero de ellos Ramses III quien deberá enfrentar por todos lados el ataque y el avance de los pueblos del mar. Este logro salvar a Egipto y su civilización de la destrucción pero no puedo perpetuar imperio, y este desaparece definitivamente. Si bien perdió dominio en asia, pudo perpetuar el control de Nubia hasta el final del imperio nuevo. Prosiguio con la política de deportación e instalo a diversos contingentes de pueblos del mar en la region; a raíz de la crisis sociales que venía aconteciendo, se desencadena un ambiente de corrupción en todas las clases sociales (huelga en deir el medina porque no llega paga) Los ramesidas que siguieron a este y su sucesor, acusado de haber asesinado a su padre para asenso a poder, tendrán en general reinados breves, pertenecen además a dos líneas dinásticas diferentes, que con sus disputas acrecentan la debilidad del trono. Entre los elementos de este momento se ve con claridad los robos de bienes públicos, los sobronos y la corrupción realizada por determinados grupos sacardotales, que pese a queja publica no ceso. Se agravo además la inflación por malas cosechas, mas desordenes provocados en diferentes partes del país por las continuas incursiones y molestias puelblos de mar. Con el reinado de Ramses IX, inicio el saqueo sistematico de las tumbas reales y privadas. Los faraones comienzan a verse como simples figuras decorativas, sus nombres sirven solo para fechar documentos oficiales. El ultimo faraón, Ramses XI, la crisis del país tenia tal alcance en su reinado que se vio obligado a tomar una serie de decisiones para salaguardar continuidad estado: Guerra de los impuros, amon versus set, que culmina por replegar el papel nuvamente de set como dios del mal y de la esterilidad con victoria amon: sustituyen avaris y pi ramses, ciudades setistas por tanis, para consargrar amon (con este ramses). Coloca por conflictividad con sumo sacerdote, a Herithor, militar, en ese cargo, empiezan a verse claras intenciones de usurpación de este del poder, con la doble fecha, una era real paralela. Ocupa además cargo de visir alto Egipto y virrey de Nubia. Busca quitarle poder a ramses, clero traiciona monarquia; al

mismo tiempo que este personaje del clero detenta poder en alto Egipto, el visir del bajo, Esmenedas, lo detenta en el delta. En relieves de templo jonsu karnak, se ve como paulatinamente es desplazado el rey por herithor hasta que ste asume todo poder con protocolo faraónico. Decidio usurpar la monarquia sin abandonar el pontificiado, que era la base real de su poder y prestigio, se convierte en corregente de soberano legitimo. Clero de amon termina victorioso. Muere antes que ramses y hereda su hijo pianj, desaparece ramses y la dinastía, pero sucesor de este a titulo de faraón fue esmenedes, visir bajo Egipto.

TERCER PERIODO INTERMEDIO: Epoca tanita, con capital en tanis establecida, faraón dinastía XXI esmenedes, es reconocido también el alto Egipto. Pero la unidad era teorica, había quedado Egipto dividido en la practica en dos líneas dinásticas paralelas: faraones tanitas con restos de estado civil sobreviviente, y por otro los grandes sacerdotes

tebanos,

que

usruparian

den

uevo

el

protocolo

faraónico

dificultando relaciones entre alto y bajo egipoto. Pero como medida para controlar el alto Egipto, se implementa una renovación en teología politia al entronizar como divina adoradora y esposa de amon a las hijas de los faraones, debían consagrar divinidad a dios: soberanas espirituales del alto Egipto, y por tanto en isntrumentos de la monarquia a fin de la causa con la lucha contra la teocreacia, y como tenían que mantenerse vírgenes, no podían forjar línea paralela dinástica. Ambas dinastías, tebana y tanista conviven aprox cien años sin doc de conflicto avbierto entre ellas. Pausanes primer rey yanita, se hacen enterrar en tanis, no mas en tebas; en cuanto sit económica dificulta posibi de obtener oro, mas relaciones

comerciales

con

fenicios;

estos

habían

alcanzado

gran

preponderancia, no intervinieron por tan militarmente y solo se limitaron a relac comerciales con los pueblos del levante. En tebas en situacion de debilidad, perdida de Nubia, sin poderm antenr orden interior, fomentan milagrería y superstición oráculo para perpetuar poder.

Continuan saqueo

tumbas por probreza y desorden general. Ultimos años dinastía XXI, creciente

poder libio instalado en delta: una línea dinástica de ese pueblo en bubastis, obtienen del faraón el mando supremo tropas libias mercenarias y extienden influencia apartir de ellos en valle. Es posible que el rey de este grupo sea continuador y lleve a fundación dinastía XXII (SEsonquis). Dinastia XXII bustitia, época libia en tercer periodo intermedio, y apartir dde allí intervención extranjera en la region. Estaban ya egiptizados. Sesosquis , coloca a sus hijos como gran sacerdote de amon en tebas, política continuada por sucesores, Egipto medio en manos tmb de un hijo suyo como general de heracleopolis: empieza a reestablecer de este modo el orden. Reanuda política imperialista a levante, pero mas que nada lo importante en esto fue continuidad en relac diplomáticas y comerciales con ciudades fenicias, tmb se ven intentos de recuperar Nubia. Restablece unidad egipcia, pero al no modificar estructura viene caos de nuevo después.