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Módulo 1 Filosofía Antigua Características. La actitud filosófica. Filosofía presocrática. Sofistas y Sócrates Características generales Los mismos griegos no ignoraban que muchos de los conocimientos que poseían eran de procedencia oriental, sobre todo egipcia y caldea. Tal es así que Herodoto, Platón y Aristóteles - entre otros - afirmaban que ciencias como la astronomía, la geometría y la aritmética llegaron a Grecia luego de haber sido cultivadas por los caldeos y los egipcios. Según Aristóteles "... ya se hallaban constituidas todas las artes (orientadas a las necesidades prácticas de la vida cuando se descubrieron estas ciencias, que no se aplican al placer ni a las necesidades de la vida, y aparecieron primeramente en aquellos países donde había quienes disfrutaban del ocio y las comodidades suficientes para dedicarse a las ocupaciones intelectuales. Por eso en Egipto. antes que en otras partes, se constituyeron disciplinas tales como la matemática, porque allí le estaba concedida a la casta sacerdotal esa comodidad" Fue el lagos - la "ratio" de los latinos - lo que le permitió a los griegos, extraer de los contenidos culturales recibidos y de su propia experiencia un conocimiento que, más allá de la apariencia del mundo sensible, penetró en las capas más profundas de lo real. Sumémosle a esto una predisposición natural para la investigación teórica, una capacidad de asombro que los hizo tomar conciencia de los problemas que plantea el orden cósmico y humano, amén de una curiosidad sin límites, y tendremos ya los elementos suficientes para comprender por qué fue Grecia y no el Oriente la cuna de nacimiento de la filosofía La actitud filosófica La palabra "filosofía" significa amor al saber. Se deriva de los términos griegos "filos" que significa amor y el término "sofía" que significa sabiduría. El primero en llamarse "filósofo" fue Pitágoras. Dijo que sólo los dioses podían ser sabios y consideró que quienes buscaban la verdad no eran sabios sino amantes de la sabiduría. Aristóteles pensaba de un modo similar pero también sostuvo que "... la maravilla (el asombro) ha sido siempre, antes como ahora, la causa por la cual los hombres comenzaron a filosofar. También Platón, en su diálogo "Teeteto", afirma que "es característico del filósofo este estado de ánimo: el de la maravilla (o asombro), pues el principio de la filosofía no es otro, y aquel que ha dicho que Iris (la filosofía) es hija de Thaumante (la maravilla), no ha establecido mal la genealogía". La filosofía presocrática Los presocráticos fueron los primeros filósofos griegos. Se los llamó así porque fueron anteriores a Sócrates. Se preocuparon, principalmente, por la naturaleza y el universo. Por eso se los llamó también "naturalistas", "físicos" o "cosmólogos". Sus preocupaciones giraban en torno al origen del universo y buscaron el arjé (o principio) de todas las cosas, Según Aristóteles los presocráticos investigaron "...aquello de donde salen todos los seres y de donde proviene todo 1o que se produce, y a donde va a parar toda destrucción

Los primeros filósofos observaron que toda la naturaleza estaba como dotada de vida y que en ella todo pasaba del ser al no-ser y del no-ser al ser. Pues todo nace y todo muere, y vuelve a nacer y vuelve a morir. Eso es el devenir. Sin embargo el devenir mismo no podría existir si algo no permaneciese constante por debajo de los cambios. Nada puede pasar de un contrario a otro sin permanecer, de algún modo, idéntico a sí mismo. El agua, por ejemplo, continúa siendo agua a pesar de sus distintos estados adquiridos como consecuencia de los cambios de temperatura. Los presocráticos se dieron cuenta de que así como en toda cosa que cambia hay algo que permanece, también en la naturaleza hay algo que debe perdurar. Y lo perdurable era, precisamente, el principio universal que les dio origen. Este principio, que podría semejarse a una especie de materia primordial, estaba no sólo en el origen temporal de las cosas sino que entraba en su misma constitución presente (a ese principio retornan cuando han cumplido su ciclo natural). Todas ellas, podemos decir, quedan reducidas a la materia originaria que las engendró. Así 1o pensó Aristóteles, que llamo "causa material" al arjé de los presocráticos, y afirmo que "... todos esos filósofos habían tomado por punto de partida la materia, considerándola como causa única..." Muchos filósofos antiguos llamaron a la materia primordial con el nombre de una sustancia material conocida: aire, agua o fuego. No obstante esto, el arjé, que era evidente en dichas sustancias, no lo era sin embargo en las otras. En todo caso, la materia primordial de los primeros presocráticos era una materia transfísica. Una materia que además de entrar en la constitución de los seres era, también, principio de orden y unidad, es decir, la ley o medida que regulaba, unificaba y ordenaba la variada multiplicidad del devenir. Sin esta ley el devenir hubiese sido caótico e irracional. Hecho este que para los griegos era inconcebible. Ellos comprobaron, gracias a una observación tan aguda como minuciosa, que las cosas se presentan como formando parte de un todo, ya que no se dan aisladas sino conformando un conjunto que posee en sí mismo cierta armonía. Es verdad que las cosas son múltiples y variadas, pero también es cierto que esa multiplicidad de seres existentes constituye una totalidad, un universo ordenado, un cosmos. Ese cosmos existe porque hay un principio de orden, permanencia y cambio que es el arjé Los filósofos presocráticos TALES de Mileto al preguntarse ¿qué son las cosas? tales responde diciendo que es el agua o lo húmedo. El agua no solo es el constituyente físico de las cosas, sino también el principio vital que penetra todo lo viviente. Esto quiere decir el fragmento que afirma que "todas las cosas están llenas de alma", o sea, animadas, con lo que la materia podría reducirse a un principio vital. ANAXIMANDRO de Mileto discípulo de Tales, sostiene que el principio y elemento primordial de todos los seres es lo indeterminado, al que llama "apeiron". Como principio no es engendrado y es indestructible; pues lo que es engendrado, es necesario que tenga un fin (...). “Por ello no parece que de esto haya principio, sino, por el contrario, que esto es el principio de las otras cosas y las contiene y rige a todas... este principio es... inmortal e indestructible, como dice Anaximandro..."

ANAXIMENES de Mileto (585 - 528 a. de C.), discípulo de Anaximandro, también afirma que el principio primordial subyacente y único es infinito: pero no lo considera indeterminado, como lo hace su maestro, sino determinado, manifestando que es el aire (Teofrasto, Física, 24, 26). El aire es el constitutivo de todas las cosas y "se diferencia en las distintas sustancias en virtud de la rarefacción y de la condensación. Por la rarefacción se convierte en fuego; en cambio, condensándose, se transforma en viento, después en nube, y aún más (condensado) en agua, en tierra mas tarde, y de ahí, por último, en piedra" PITÁGORAS de Samos cuestión del fundamento de las cosas puede ser reducida a la relación entre el ser y el devenir PARMENIDES se lo conoce como el filosofo del Ser, precisamente por ser él quien descubre y enuncia las leyes de unidad, inmutabilidad y eternidad que lo caracterizan. En uno de sus fragmentos nos dice "que el Ser es inengendrado e indestructible, todo completo, único en su especie e inmóvil y sin término. A lo que agrega: "no hay ni habrá nunca ninguna cosa fuera del Ser, pues el destino lo ha encadenado a ser todo enteramente e inmóvil". que el ser es y el no ser no es" HERÁCLITO es el filósofo del devenir. nos dice en uno de sus fragmentos; pero por debajo de ese fluir constante algo, EL FUEGO o LOGOS que impregna todas las cosas, permanece uno e idéntico a sí mismo y le confiere unidad, orden y permanencia a ese devenir que, divorciado de un principio supremo, no se diferenciaría en nada del caos inicial del que hablaba la mitología. Pues a pesar de que todo deviene y pasa del ser al no-ser, y, aunque no nos podamos sumergir dos veces en el mismo río (fr. 91) porque ni ese río ni nosotros somos siempre lo mismo, el lagos (o fuego) que todo lo impregna y es inmanente al orden universal permanecerá por siempre idéntico a sí mismo. EMPÉDOCLES de Agrigento toma de Parménides el principio de la eternidad e indestructibilidad del Ser. "No hay ninguna posibilidad de que nada nazca de 1o que no existe de algún modo, y es imposible e inexpresable que lo que es pueda perecer, porque siempre el Ser estará ahí donde encontramos siempre un punto firme" Los atomistas, LEUCIPO (420 a. de C.) y DEMÓCRITO (460 - 370 a. de C.) no pueden sustraerse a la influencia de Parménides y conciben el átomo (lo indivisible) de modo semejante al que este concebía al Ser ANAXAGORAS de Clasomenes (500/496 - 428/27 a. de C.) llamó "homeomerías" a las partículas invisibles que eran el principio constitutivo de los seres. Pero el concepto mas importante que introdujo en la filosofía fue el de Nous (espíritu o inteligencia), "... que es la massutil, la más pura de todas las cosas y tiene razón sobre toda cosa y posee el máximo poder... . El Espíritu (Nous) ordenó todas las cosas, todas las que deberán ser, las que fueron y no son, las que son ahora" (fra. 12). Este principio, inteligente e inteligible, será retomado posteriormente, con las salvedades de cada caso, por Sócrates, Platón y Aristóteles

Los sofistas y sócrates Los sofistas aparecen con el surgimiento de la democracia en las distintas ciudades estado. Se preocuparon fundamentalmente por los problemas éticos, jurídicos y político. Muchos de ellos consideraron relativo el valor de los conocimientos y de la verdad es algo indiscutible. Este relativismo se puede sintetizar en esta frase de Protágoras "El hombre es la medida de todas las cosas: de las que son en cuanto son y de las que no son en cuanto que no son" Este relativismo se opuso Sócrates (470 - 399 a. de C.) que, utilizando armas similares a las de los sofistas... (el arte dialéctica y la mayéutica), ve en el conocimiento de lo verdadero la condición de toda sabiduría y virtud. Para Sócrates la verdad es universal. Esta verdad universal se obtiene por el concepto, que es la representación de la esencia de la cosa y se puede expresar por la definición. Concepto y definición son los aportes tal vez más importantes de Sócrates a la ciencia y a la filosofía. El conocimiento, entonces, se hace para Sócrates ciencia de lo universal, de lo permanente. Lo individual y mudable nos brinda un conocimiento relativo y variable. Pero la verdad no es mudable, ya que no es individual sino universal. Con esto Sócrates supera el relativismo de los sofistas y prepara el camino que ha de seguir Platón, su discípulo. Hay que agregar que Sócrates llega a ese conocimiento por medio de su método de indagación llamado mayéutica La palabra en griego significa "dar a luz" y hace alusión al arte de las parteras. Sócrates logra por dicho método interrogando a su interlocutor que este mismo arribe al conocimiento buscado. El método consiste en interrogar al otro interlocutor simulando ignorancia sobre el tema que se trata. Es la ironía socrática. Luego se instala un diálogo entre los interlocutores y se llega a la verdad que se estaba buscando. Platón. Ética, política y metafísica Platón nació en Atenas en el seno de una familia aristocrática. Fue discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles. De Parmenides toma la idea de que hay una realidad aparente: la que nos muestran los sentidos y cuyo modo de conocimiento es la opinión; y otra verdadera, que puede ser aprehendida por la inteligencia y cuyo modo de conocimiento es la ciencia o episteme. De Heráclito recoge, aunque negativamente, su concepción del devenir, que rechaza porque considera que no puede ser objeto de conocimiento. Recibe de los pitagoricos la creencia en la transmigración de las almas -en la que fundamentara su teoría del conocimiento- y la idea de la substancialidad de los números. El método dialéctico, tiene su origen en distintas vertientes. Como "arte, dialéctico" proviene de los sofistas y Sócrates, en tal sentido se lo puede definir como una confrontación dialogal (discusión) entre dos interlocutores); y en tanto que argumentación dialéctica (llamada también por reducción al absurdo) tiene su origen en Parménides y en su discípulo Zenón de Elea. En esta clase de argumentación no es necesaria la intervención de dos interlocutores, porque "lo dialéctico" se encuentra dentro del mismo argumento. Este tipo de razonamiento consiste en suponer 1o que ocurriría si una proposición dada, considerada verdadera, fuese negada. Platón recurre, en muchos de sus diálogos, a este modo de argumentación. Platón considera que la realidad son las de las ideas. Estas se encuentran en un mundo ideal separado del mundo sensible. ¿Cómo es posible conocer ese mundo inteligible constituido por

ideas? Ideas que son reales porque no se corrompen y permanecen inalterables por el resto de la eternidad. ¿Acaso es posible acceder a una realidad separada del mundo sensible en que vivimos por algún medio? Platón responde afirmativamente, porque nuestra alma, que ha existido en ese mundo antes de entrar en el cuerpo, puede, correctamente educada, recordar lo que vio en él. " El alma conoce cuando recuerda lo que vio en el mundo de la verdad. Platón llama reminiscencia(o anamnesis) al recuerdo que tienen los hombres de la vida anterior, en la que contemplaban directamente las ideas. La ciencia (episteme) es el conocimiento que tenemos del mundo inteligible. Platón destaca dos aspectos muy importantes al respecto: Por una parte está el conocimiento discursivo (dianoético), que consiste en razonar a partir de las figuras visibles (o imágenes geométricas) estableciendo relaciones entre ellas con el objeto de llegar a lo inteligible. Por encima de éste está la intuición intelectual o nóesis, que es el que le permite al alma (intuir) las ideas directamente. Esta es la forma superior de conocimiento, el que constituye la verdadera episteme. El conocimiento de las cosas sensibles, en cambio, no es más que opinión (doxa), y está basado en las conjeturas o en la imaginación (eikasía), o en la fe (pistis). Los filósofos se diferencian de los que no lo son porque conocen las esencias, o sea las ideas, que es el verdadero saber. Cuando uno de los que ha conseguido liberarse retorna al interior de la caverna con la intención de enseñar los demás lo que ha visto corre un gran riesgo. Puede suceder que lo tomen por loco y se rían de él o algo más grave: que lo maten. Esto es lo que sucedió con Sócrates cuando intentó hacerles ver la verdad a los atenienses. Pues Sócrates intentó hacerles comprender a los atenienses que la verdad era universal y que las leyes del estado que se apoyaban en esas verdades universales estaban por encima de la voluntad de cualquier gobernante, por más poderoso que fuera. Con esto intentó superar el relativismo de los sofistas que a partir de la relatividad de la verdad infirieron la relatividad de las leyes del estado. Entonces le exigió al estado ateniense una pensión para el resto de su vida por los servicios que había prestado. Sus jueces, que era la asamblea del estado, lo condenaron a muerte. Ya en la prisión se dispuso a beber la cicuta, el veneno que ingerían los condenados a muerte. Pero ni sus amigos ni sus enemigos querían que Sócrates muriera. Los que lo condenaron pensaron que Sócrates terminaría por huir y de esa manera evitaría la pena. Sócrates con esta actitud se convierte en un defensor del derecho positivo. Pues la ley que emana de la Asamblea, que es soberana, es una ley positiva, aunque no escrita, y para Sócrates está por encima de cualquier otro derecho. La Metafísica ontología Preguntarse ¿"Que es la realidad?", cuando se estudia a Platón, es lo mismo que preguntarse ¿qué son las ideas?, porque las ideas son la realidad. Las cosas del mundo sensible son una copia de aquellas. Estas copias han sido modeladas por un Demiurgo (Dios) que ha tomado por arquetipos a las ideas. Estas son los modelos que le permiten a ese Demiurgo dar forma a la materia, que es el constitutivo básico del mundo sensible.

Para Platón las ideas más importantes son cinco: ser, reposo, movimiento, idéntico y distinto. La idea suprema es el Bien, al que llama Sol del mundo inteligible, que impregna a todas las otras, así como el sol del mundo sensible ilumina las cosas, comunicándoles ser y verdad a lo conocido En su última etapa Platón identifica las ideas con los números, como lo hacían los pitagóricos. Estos números son inteligibles, no sensibles o imaginab1es, y la idea de Uno llega a confundirse con la de Bien. A esta idea suprema Platón la llama, también, "Tópantelósón", o ser total y también el ser perfecto Antropología y ética En Platón la antropología (ciencia del hombre) está estrechamente ligada con la ética. Para Platón el alma es la esencia del hombre. Esto quiere decir que el hombre es, en última instancia, su propia alma. Su origen es divino, ya que ha existido antes en el mundo inteligible, y su naturaleza es semejante a la de las ideas, a las que ha contemplado directamente antes de entrar en el cuerpo. Precisamente por esto es capaz de conocer; pues recuerda 1o que ha visto (reminiscencia) en su vida anterior. Pero cómo es posible que siendo de naturaleza divina el alma pueda pecar. Platón, no sin contradecirse (en lo que hace a la simplicidad del alma), responde con la teoría de las tres facultades. Estas facultades son la razón, la pasión y el apetito. A cada una de ellas le corresponde un modo o tipo de alma. Así está el alma racional (alma de la cabeza), que es la que domina y gobierna por medio del conocimiento y la ciencia; el alma pasional (o alma del pecho), sede de las virtudes guerreras, que no siempre se deja dominar por el alma racional y que, a veces, se deja engañar por la opinión, incurriendo de este modo en el error; y, finalmente, está el alma concupiscible o apetitiva (alma del vientre) que está sujeta a las sensaciones y los deseos sensibles. La relación entre las tres almas Platón las explica relatando el mito del cochero y el carro alado. El susodicho carro es tirado por dos caballos, uno blanco y otro negro. El primero representa al alma pasional, y es más dócil que el negro, que simboliza el alma apetitiva. El cochero es el alma racional, que gobierna y dirige los caballos. El pecado se produce cuando el caballo negro, más rebelde e indomable que el otro, arrastra consigo al cochero y a su compañero para satisfacer sus apetitos. Los dos caballos re presentan las pasiones del cuerpo, pasiones de las que alma racional aspira liberarse. Logra esto no por el suicidio, puesto que la violencia contra nosotros mismos no nos puede purificar, sino por medio del amor y la virtud La virtud es el esfuerzo que realiza el alma por purificarse. Es una y múltiple también, porque son tres las partes del alma. De tal manera que la virtud del alma racional no es la misma que la del alma pasional ni de la concupiscible. La virtud de la primera es la sabiduría, el valor o el coraje la de la segunda, y la temperancia corresponde a la tercera. Las tres virtudes se equilibran mutuamente, y las tres partes del alma deben convivir en armonía, de lo contrario ninguna de las virtudes puede realizarse La falta de armonía es la consecuencia de la rebelión y la insubordinación de las almas inferiores, y es necesario el cultivo de una cuarta virtud, la justicia para que reine la armonía entre todas. Esta armonía implica la tranquilidad y la felicidad de quien la posee; todo lo

contrario sucede con quien practica la injusticia, que es causa de la infelicidad e intranquilidad... Platón afirma que para evitar que la injusticia predomine sobre la justicia es necesario esforzarse. El hombre debe tratar de alcanzar la espiritualidad pura, y para ello debe amar; pero no amar cualquier cosa del mundo sensible, sino las cosas bellas, y luego buscar en ellas la belleza que les es común con otras y también amarla. La política La política de Platón está estrechamente ligada a su antropología y a su ética. La idea que tiene del estado o república se corresponde con la estructura del hombre. La concepción del estado es elitista. Este está dividido en clases o estratos sociales; cada uno de los cuales se corresponde, paralelamente, con cada una de las almas y sus virtudes específicas. La función primordial del estado es educar y procurar el mayor bien para cada uno de sus ciudadanos. En este sentido el estado aparece investido de una tarea ética, que es lograr la elevación moral de los ciudadanos. Para esto se debe mantener en su seno el mismo un orden jerárquico que es necesario en el alma individual. La clase superior es la de los que dirigen, o sea los filósofos cuya virtud es la sabiduría; le siguen los guerreros cuya virtud es el coraje; finalmente están los artesanos a los que les corresponde la virtud de la templanza. Si cada una de estas clases cumple con la función que le es propia y ninguna de ellas se subleva contra la que es superior en jerarquía, imperará la justicia, virtud esta que les confiere unidad a todas las otras y que es común a ellas. Aristóteles. El conocimiento. Ética, política y metafísica Aristóteles nació en Estagira en el año .384 a. de C. A los 18 años entra en la Academia como discípulo de Platón, En el 342 a. de C. marcha a la corte macedónica para encargarse de la educación del hijo de Filipo, rey de Macedonia, Alejandro Magno. Cuando Alejandro asume el reinado Aristóteles regresa a Atenas y funda una escuela, el Liceo El conocimiento ¿Podemos, hablando en otros términos, tener un conocimiento verdadero, capaz de satisfacer plenamente a la inteligencia, a partir del conocimiento de los individuos? Para que esto fuese posible sería necesario que en cada cosa, en cada sustancia particular, hubiese algo susceptible de ser aprehendido intelectualmente. Algo semejante a las ideas de Platón, pero no separado de las cosas sino en el interior de ellas mismas Esto quiere decir que la esencia debe ser común a todos los hombres. Algo que estando en cada uno no es, sin embargo, patrimonio exclusivo de cada uno. Si es así, la esencia ya no puede ser el individuo. Por lo tanto no puede ser captada por los sentidos, puesto que estos solo aprehenden lo individual. Pues si la esencia as común a un conjunto de individuos debe ser algo general, o, si se prefiere, universal en relación a la particularidad de cada sujeto. Evidentemente, la esencia no es algo empíricamente observable. Pero esto no significa que estemos imposibilitados de aprehenderla. Ahora bien, ¿cómo adquirimos los conceptos por medio de los que nos representamos la esencia. de las cosas? En primer lugar, debemos diferenciar dos procesos paralelos: uno de orden gnoseológico, al que llamamos abstracción, y otro de orden lógico, denominado razonamiento. Acotemos que por medio de la abstracción aprehendemos la esencia de las cosas, que en el plano lógico se traduce en la formulación de definiciones, leyes

generales y raciocinios. Aristóteles dice, a este respecto, "... que aquello de que se posee ciencia estricta no puede ser de otra manera de como se conoce (por lo tanto) tiene que ser forzosamente algo necesario todo aquello que conocemos con saber apodíctico. Aristóteles va a explicar el proceso por medio del cual nos formamos las imágenes de los objetos del siguiente modo: a partir de las sensaciones que provienen de los cinco sentidos específicos (vista, oído, olfato, tacto y gusto, la mente, gracias al concurso de un sexto sentido llamado sentido común, forma una imagen del objeto. Esta imagen no desaparece al terminar la excitación producida por los estímulos sensoriales, sino que permanece en nuestra conciencia, Este tipo de conocimiento es común al hombre y a los animales, ya que estos también tienen percepciones sensibles. Para el hombre las imágenes del sentido común constituyen solo una parte del conocimiento, su nivel inferior, puesto que las imágenes no son todavía la representación de las esencias. Es necesaria la intervención de una facultad específica del hombre para captarlas: el intelecto. Este es el que va a abstraer, a capturar. por decirlo así, lo que hay de inteligible en las imágenes sensibles. Ahora bien, el intelecto (o entendimiento) cumple dos funciones: por una parte forma representaciones muy generales, que son el resultado de imágenes sucesivas que se tienen luego de haber percibido muchos objetos semejantes. La metafísica Sustancia y accidente. Las categorías del ser tema central de la filosofía especulativa: el estudio del Ser, de sus métodos y de las causas primeras. Pero, ¿qué es el Ser? Es claro, entonces, que solo por medio de aquello (que es la sustancia) puede existir cada uno de estos. De manera que la sustancia será el primer ser, y no cualquier ser, sino el Ser simplemente. Luego, en muchos sentidos se dice el primero; sin embargo, la sustancia es primera entre todos por el concepto, por el conocimiento y por el tiempo. Ninguno de los otros predicamentos puede existir separadamente sino únicamente en ella. Y es primera por el concepto o porque es necesario que el concepto de sustancia sea inherente al de cada cosa Las palabras de Aristóteles nos han llevado al punto crítico del asunto que nos ocupa: determinar qué es la sustancia y sus atributos esenciales (categorías). Hemos visto en el capítulo anterior, que las sustancias son, en primer lugar, los individuos. Pero también hemos señalado que la esencia es la sustancia. Ahora bien, para Aristóteles el termino "sustancia" tiene otras significaciones, aparte de las ya indicadas. "En efecto - nos dice - parece ser sustancia de cada cosa la esencia, lo universal (el concepto), el genero, y, en cuarto lugar, el sujeto. El sujeto es aquello de lo cual se predican los otros (accidentes); en cambio él no se predica nunca de otro... Por eso es necesario determinarlo en primer lugar, pues el sujeto parece ser la sustancia primera por excelencia" La "blancura'', así como otras cualidades semejantes, necesita de un sujeto sustancial que le sirva de soporte para poder existir efectivamente. Aristóteles llama "accidente" a este modo de ser que necesita de otro para poder ser. Pues el accidente tiene la característica de no ser en sí sino en otro, que es el sujeto en el cual existe, desaparecido el cual desaparece también

él. Si se despinta una pared no por eso va a dejar de ser pared; pero si se destruye el color del que estaba pintada, ese color dejará de existir en ella. Lo mismo podemos decir del que, estando sentado, deja de estarlo al pararse. Las categorías ¿podría existir sin ocupar alguna posición en el espacio? naturalmente, no. Para el caso del hombre vale el mismo ejemplo. Del hecho que pueda no estar ni sentado ni parado no se infiere que pueda no estar en posición alguna. Si existe tiene que estar en alguna posición, debe ocupar un lugar en el espacio puesto que no puede existir fuera de él. También es accidental que se lave los dientes a la noche (podría lavárselos a la mañana); lo que no podría hacer es lavárselos fuera del tiempo. Lo que haga debe hacerlo en el tiempo, su modo real de ser exige que así sea. Es accidental, del mismo modo, que algo sea grande, pequeño o mediano. Una cacerola de juguete, no por el hecho de ser pequeña deja de ser cacerola. El ser pequeña es un accidente de la cacerola, la que no significa que una cacerola cualquiera pueda existir sin tener ningún tamaño. Para ser (y por ser) de un modo real debe tener una magnitud. De lo dicho se desprende que las cosas son de algún modo en la realidad. La experiencia nos muestra a las sustancias siendo de varias maneras determinadas. No podríamos pensarlas ni imaginarlas si no existieran de algún modo. Estos modos de ser de las sustancias reciben el nombre de "categorías". Las categorías resultan, así - como correctamente lo observa Mondolfo - elementos y condiciones necesarias al modo de concebir a lo real como real; si faltase alguno de estos elementos, faltaría la realidad del ser concebido. Sustancia es, por ejemplo, hombre, caballo; cantidad: dos o tres codos; calidad, blanco, gramático; cantidad: doble, medio, mayor; el dónde: en el Liceo, en la plaza; el cuándo: ayer, el año pasado; situación: yace, está sentado; hábito: está calzado, está armado; actividad: corta, quema; pasividad: es quemado, es cortado. (Categ., 4,1). En los juicios se predica del sujeto una cualidad o un estado, etc., es decir, que se lo incluye o no en uno de los géneros supremos que es cada categoría. Por ejemplo al decir: la puerta es blanca: sujeto "puerta", cualidad "blanca Las categorías, por lo tanto, deben ser consideradas como los atributos de la sustancia. Son los accidentes en un sentido absoluto y genérico. Son aquellos de los que ninguna sustancia individual pueden prescindir, ya que sin ellos ningún ser sustancial puede existir. Estos géneros supremos constituyen el objeto formal de las ciencias particulares, "... porque ninguna de éstas considera al ser en cuanto ser de manera universal, sino que, recortando una cierta parte, consideran de este (el ser o sustancia) los accidentes, como por ejemplo, entre otras ciencias, las matemáticas" Ser en acto y ser en potencia Una semilla, por ejemplo, es energía, un acto de ser. Pero la semilla no es aún la planta plenamente desarrollada. Sin embargo hay en ella una planta en potencia. Se puede decir que el acto de ser (o ser en acto) de la semilla "coexiste" con la potencia que en ella hay para ser planta (con el ser en potencia de la planta que alguna vez ha de ser). De esto se desprende que los seres existen pasando constantemente del acto a la potencia y viceversa. Cuando un ser esta en acto no es todavía 1o que está en potencia de ser. Una semilla, por ejemplo, no es aún

una planta. Sin embargo podemos afirmar que la semilla es en acto y en potencia en la medida que está siendo, es decir, moviéndose dinámicamente, modificándose en su estructura interna, en cuanto que germen de la planta que tiende a realizarse (actualizarse) como planta. Los individuos son seres compuestos de materia y forma. Esta es la razón por la que cambian. La forma por sí misma es inalterable ( se trata de la forma inteligible, de la esencia inmaterial de las cosas, no de la forma física) ya que es universal y específica. Lo que cambia es la materia, que si bien es común a todos los seres compuestos, no posee por sí misma forma alguna. Ella es en potencia cualquier cosa, porque puede adquirir cualquier forma. Es un no- ser en acto todavía. La materia es una posibilidad de ser. Solamente cuando esa posibilidad se realiza - en cualquier orden- hay acto, y en consecuencia hay ser. Por eso la materia es potencia; porque "busca" ,una forma para realizarse; mientras que la forma, que es la que determina a la materia, es acto, pues en ella y solo en ella se realiza la potencialidad de ser de la materia. Las causas del ser El aporte más importante de Aristóteles a la doctrina de las causas es la clasificación de ellas en cuatro tipos. Estas causas son denominadas: causa material, que explica de qué están hechas las cosas; causa formal, que explica qué es la cosas; causa eficiente, que explica cómo se hace la cosa ( si es producto artificial) y la causa final, que explica para qué es la cosa. Así nos lo dice en el siguiente texto: "... la palabra causa se usa en cuatro sentidos, uno de los cuales es que consideramos como causa la sustancia (segunda) y la esencia (la forma) .... otro, la materia y el substrato( causa material) ; un tercero, aquel de donde proviene el principio de movimiento (causa eficiente); un cuarto la causa opuesta a esta, o sea el fin y el bien (causa final) La causa primera o acto puro El conjunto de todos los seres existentes componen el universo aristotélico. En el están inmersos los seres vivientes y los no vivientes, todos ellos compuestos de materia y forma y, por ende, corruptibles y perecederos. También están las sustancias del mundo celeste, los astros, compuestos de materia y forma, a los que Aristóteles considera eternos e incorruptible. Este universo es finito y está ordenado causalmente. Esto quiere decir que todos los seres existentes en él tienen una causa que los produce o genera, que es la causa eficiente. Pero esta serie de causas no puede, según Aristóteles, remontarse al infinito. Si así fuese no habría una causa primera y, en cierto sentido, tampoco habría causa de nada. Esta causa primera debe ser perfecta y, por lo tanto, eterna e incorruptible. Siendo así, tampoco puede estar inmersa en el devenir, es decir, sujeta a los cambios propios de los seres compuestos. En consecuencia, dicha cansa debe ser una Forma Pura sin materia, que también es Acto Puro sin potencia. Es llamada por Aristóteles Motor Inmóvil o Dios. Este Motor es Inmóvil, porque nada hay en él de potencia. Es Dios porque es una inteligencia pura que se tiene a sí misma por objeto. "Se piensa, pues, a sí mismo, porque él es lo más óptimo, y su pensamiento es pensamiento del pensamiento... y así está él siendo acto del pensamiento que se piensa a sí mismo eternamente"

Ética y política La ética de Aristóteles de denomina eudemonista porque la vida del hombre se orienta hacia la felicidad, o sea, la eudaimonía. La felicidad no es otra que la realización de la propia esencia racional. Esto quiere decir que las virtudes más importantes son aquellas que le permiten al ser humano realizarse como ser racional. Estas virtudes se denominan dianoéticas, y entre ellas se encuentra la sabiduría. Las virtudes llamadas éticas son las que el hombre necesita para convivir en sociedad. La política de Aristóteles se encuentra expuesta en su obra del mismo nombre. El hombre es considerado un animal político. Esto significa que fuera del estado y la sociedad o no existe o es un monstruo. En tal sentido se puede decir que el ser humano nada es fuera del estado y que el estado es condición de su ser. Esto implica que el estado es estructuralmente anterior al hombre. Lo que no significa que en el transcurso del tiempo el estado sea anterior al individuo Con esto se quiere decir que el hombre está estructuralmente condicionado a organizarse en sociedad bajo la forma del estado Estas formas son seis. Tres de ellas consideradas perfectas y tres imperfectas o corruptas. Las tres formas perfectas son: monarquía, aristocracia y república ( o democracia) y las tres corruptas son: tiranía, oligarquía y demagogia. La monarquía es el gobierno de uno solo en beneficio de la sociedad; la aristocracia es el gobierno de los mejores en beneficio del pueblo y la república ( o democracia) es el gobierno de la mayoría en beneficio de todos. La tiranía también es el gobierno de uno solo pero en beneficio del mismo tirano y no de la comunidad. La forma corrupta de la aristocracia es la oligarquía, es decir el gobierno de unos pocos en beneficio de sí mismos y la demagogia es el gobierno de la plebe en beneficio de quienes detentan esporádicamente el poder La concepción de Aristóteles admite la esclavitud y considera que existen esclavos por naturaleza y esclavos por otras condiciones. Los primeros han nacido para obedecer, mientras que los segundos son convertidos en esclavos por distintos motivos. Eso sucedía con los prisioneros de guerra. La concepción esclavista de Aristóteles solo es entendible en una sociedad en la que la mano de obra productiva era en su mayoría esclava. Lo que no justifica la esclavitud Características de la filosofía medieval La filosofía medieval se caracteriza por su problemática religiosa. El pensamiento judío, cristiano e islámico siempre girará alrededor de temas religiosos. También estará impregnado por una temática ligada a la creencia de la existencia del alma en una vida posterior y su salvación o condena eterna San Agustín (354- 430) El conocimiento

Por lo tanto la única certeza que tiene es que no puede dudar de la duda misma. La duda le lleva a cuestionar la existencia de todas aquellas cosas que se perciben - del contenido externo de lo percibido -, pero no puede dudar de la sensación interna que produce la percepción misma. Esa sensación interna existe y dicha existencia no puede ponerse en

tela de juicio. Percibir que se percibe da, además, la seguridad de la existencia de quien percibe. Quien percibe existe, y su existencia no puede cuestionarse. Pero la existencia de las cosas que se conocen por los sentidos es dudosa. Agustín ha tomado del pensamiento griego la creencia de que hay dos mundos: el de la apariencia y el de las esencias. El primero es el de las cosas sensibles y el segundo el de las ideas A este sólo se puede llegar por el pensamiento, por la razón, por el logos. En esto es platónico. Pero es también un cristiano y, por lo tanto, no puede aceptar ni la transmigración del alma ni la reencarnación, como en Platón. Tampoco la existencia separada de un mundo ideal donde se encuentran las ideas ni la reminiscencia como forma de conocer ese mundo. Para el cristianismo Dios crea el alma conjuntamente con el ser humano al que esa alma insufla vida e inteligencia. Esa alma inteligente es capaz de conocer ideas que no provienen de la experiencia sensorial. Lo Bueno, lo Bello, la Verdad, son ideas que el alma conoce antes de toda experiencia. Provienen de Dios. El insufla las ideas en la mente del sujeto. El conocimiento es posible por la iluminación divina. Cuando se conoce a nivel intelectual el sujeto está de alguna manera conociendo a Dios, porque las ideas de Bien, de Belleza, de Perfección, de Unidad, etc. están en Dios y Dios las transmite a aquellos que están preparados para recibirlas. El alma, que es el sujeto que conoce, cumple un rol pasivo en el proceso de conocimiento. No tiene un conocimiento de las ideas por un mero acto de voluntad individual. Es necesario que Dios también lo quiera. Y Dios lo quiere cuando el alma se ha preparado para recibir su iluminación. La razón y la fe San Agustín consideró que si bien la fe y la razón eran dos modos distintos de conocer y llegar a la verdad, no eran incompatibles. Antes bien: se complementan. Por eso sostuvo que hay que comprender para creer y creer para comprender. De este modo, le dio al conocimiento racional una jerarquía que hasta ese momento en el pensamiento cristiano no había tenido. Hay que tener en cuenta que la comprensión es comprensión racional y que la fe no es un conocimiento de ese tipo, pero puede complementarse con lo que brinda la razón. Para Agustín el hombre no sólo es memoria e intelecto sino también voluntad. La voluntad, el querer, está en todas las cosas humanas. La voluntad es el querer en todos los órdenes y, por ende, lo que guía las acciones morales La ética de Agustín se basa en la libertad del sujeto moral. Este libre no obstante haber sido creado por un Dios omnisapiente. Dios conoce todo. Para el no existe pasado ni futuro. La existencia de cada criatura, de cada ser humano, es conocida del principio al fin. Para Dios el futuro de cada ser humano ya está determinado. Entonces ¿cómo es posible que el hombre cuyo futuro está determinado es conocido por Dios, sea a la vez libre? la libertad implica la posibilidad de elegir entre el bien y el mal. Pero si el futuro está escrito, esa libertad es ilusoria, dado que cualquiera sea la elección que se haga el resultado ya está determinado de antemano. Agustín, no obstante, sostiene que el hombre es libre. Pero la contradicción que se desprende del conocimiento que Dios tiene de la vida completa de cada ser humano sigue en pie. Y lo que es más grave aún: Agustín sostiene que el hombre, así como en el proceso del

conocimiento necesita de la iluminación divina para conocer, en el uso de la voluntad en procura del bien necesita de la gracia de Dios. La ciudad de dios la historia humana se desarrolla por dos causes diferentes: el reino de Dios y el reino de Satán. Las diferencias entre uno y otro son muchas y en algunos caso de gran sutileza. Pero tal vez la más significativa sea la que caracteriza a la Ciudad de Dios como aquella de los que aman a Dios, y la de Satán como la de los que se aman a sí mismos. Una es la ciudad de los altruistas, de los caritativos, de los que aman a su prójimo y a Dios; la otra la de los que sólo piensan en sí mismo, de los egoístas. Los que pertenecen a la comunidad divina no tienen su lugar en este mundo, sino que viven en la Unidad de la gracia de Dios. La comunidad - que en realidad no es una comunidad- de los condenados en cambio siempre está dividida, sumida en la discordia perpetua suscitada por al afán egoísta de poder y bienes terrenos. Santo Tomás.El conocimiento La filosofía y la teología de Tomás de Aquino está ligada a la filosofía aristotélica a través de su maestro Alberto Magno y del filósofo árabe Aberroes. Este último sostiene que existen dos tipos de verdades: las de la razón y las de la fe. Aunque no son incompatibles, son las primeras las que subordinan a las segundas. La doctrina de las dos verdades es aceptada con restricciones por Santo Tomás ya que a diferencia de Aberroes considera que las verdades de la razón no pueden subordinar a las verdades de la fe ( o sea la verdad revelada en los libros sagrados). Pero la razón puede encontrarse con límites que no le permiten alcanzar el tipo de saber que brinda la verdad revelada. Por eso esta última siempre subordina a la primera. Las verdades de la razón son verdades filosóficas, limitadas al orden natural, mientras que las de la fe son teológicas y pertenecen al orden sobrenatural. Existen también verdades que son tanto filosóficas como teológicas. Las verdades de la fe son misterios como el de la Santísima Trinidad o la Inmaculada Concepción, incomprensibles para la razón humana que debe aceptarlas sin discutirlas. Las verdades filosóficas son las logradas por la razón humana exclusivamente La importancia que tiene en el pensamiento de Santo Tomás la verdad racional justifica una exposición de su doctrina a partir de la explicación del proceso de conocimiento. No una explicación psicológica del proceso cognitivo sino gnoseológica. Es necesario aclarar esto por que el sistema doctrinal de Santo Tomás es fundamentalmente teológico. Por lo tanto partir del orden sobrenatural para explicar el orden natural sería, tal vez, lo más pertinente. Pero se puede seguir el camino inverso en vista de que en el autor estudiado el conocimiento se origina en la experiencia sensible. No parte de una teoría del conocimiento en la que el sujeto que conoce, como sucede en San Agustín, es un receptor pasivo de las verdades que provienen de la mente divina, lo que obligaría a explicar primero a la fuente de dichas verdades, que es Dios, y luego a quienes las reciben. En el proceso cognoscitivo intervienen los cinco sentidos externos, la memoria, el sentido común y el intelecto. Los sentidos específicos, como la vista, el oído, el tacto, el olfato y el gusto brindan imágenes específicas producidas por estímulos específicos. Las imágenes de los objetos son posibles gracias al concurso del sentido común. Esta imagen es una "especie

sensible". La imagen de una mesa o de otra cosa constituye ese tipo de "especie". Pero a ese nivel el conocimiento no es todavía completo dado que no permite conocer la esencia de la cosa, o sea aquello que la hace ser lo que es. Es necesaria la intervención del intelecto para que ello sea posible. Es el intelecto el que permite obtener al sujeto cognoscente un conocimiento de la esencia de la cosa, que es una "especie inteligible". Esta "especie" es la forma inteligible de la cosa. Como en Aristóteles, las cosas son un compuesto de materia y forma, o sea, una substancia. La substancia Para Santo Tomás la substancia es un compuesto de materia y forma. Substancias son todos los entes que se bastan a sí mismos, aunque tratándose de entes creados su existencia depende de una causa exterior que siempre en última instancia es Dios. Además de la substancia hay entes que necesitan de otro para ser: son los accidentes. En Aristóteles los accidentes están ordenados en categorías como la cantidad, la cualidad, la acción, la pasión, etc. La primera categoría no es un accidente puesto que es el sujeto, es decir la substancia Todas las cosas compuestas de materia y forma son seres sujetos al cambio. El cambio es posible porque ningún ente natural es forma pura, es decir, solo acto. Son entes con algo en potencia: la materia. El paso del acto a la potencia y de la potencia al acto es el cambio. Para que haya cambio es necesario que la cosa siempre esté en acto, y solo en potencia con relación a lo que aún no es. La potencia supone al acto como condición. Las cuatro causas La materia y la forma que entran en la composición de todos los entes son su causa material y su causa formal. Pero además de estas dos causas existen otras dos: la causa eficiente y la causa final. En los entes artificiales producto de la actividad humana la causa eficiente es la que hace a la cosa y la causa final aquello para lo que la cosa está hecha. Dado que la causa eficiente es la que produce a la cosa a partir de una idea que de ella se tiene, y en vista de que dicha idea es lo que hace que la cosa fabricada o producida sea una cosa y no otra, dicha causa puede ser reducida a la causa formal. La causa final es aquello para lo que la cosa se hace. Una silla se hace para sentarse. Si se define a una silla se lo hace por su causa formal, que es la que hace de la silla un mueble para sentarse, que no es otra que su causa final. Por ende la causa final también se puede reducir a la causa formal. Esto quiere decir que las causas pueden reducir a dos de ellas: la formal y la material. El hombre El ser humano también es una substancia compuesta y por lo tanto corruptible. Pero hay en el hombre un característica que no se encuentra en los otros seres vivos: tiene alma y esta es inmortal. El alma es la forma de un cuerpo que tiene la vida en potencia. Para Santo Tomás el hombre no es un ser dual con un cuerpo que no es más que el receptáculo del alma. El hombre es un compuesto substancial de cuerpo y alma, un ser completo que no es en su esencia solamente espíritu. Cuando el hombre muere deja de ser hombre. El alma no obstante subsiste, dado que es un ente espiritual. Pero el alma en sí misma no es el hombre. Esta alma es inmortal, dado que al ser un ente simple no se puede corromper. Pero en la doctrina

tomista es necesario que esa alma sea la forma de un cuerpo, ya que sólo siendo una con él es también un ser humano. Dios crea al hombre completo, como una unidad indivisible. La muerte, dado que es un ser mortal en este mundo, separa el alma del cuerpo. Sólo cuando la voluntad de Dios decida la resurrección de los muertos el alma volverá a fusionarse con el cuerpo y el hombre redimido por la gracia volverá a su plenitud. Pruebas de la existencia de dios Santo Tomás da cinco pruebas de la existencia de Dios. Son conocidas como las cinco vías que llevan a El. La primera vía parte del movimiento de todos los seres al estar en un permanente proceso de cambio. Todos ellos son equiparables a motores móviles. Es necesario que la cadena de "motores móviles" tenga un fin, puesto que no es circular: ese fin es Dios, el único Motor Inmóvil tanto del orden natural como sobrenatural. La segunda vía es la de la causalidad. Todo efecto tiene una causa que lo produce. Pero la serie causal no puede remontarse al infinito, en consecuencia debe haber una causa que no es efecto de otra, es decir una primera causa de todo lo existente. Esa causa es Dios. La tercera vía parte de la observación de los seres contingentes, es decir de todos aquellos seres que son pero podrían no ser, dado que su existencia no es necesaria. Estos seres dependen de un Ser necesario y ese Ser es Dios. La cuarta vía es la de la perfección. Se observa que todos los seres son más o menos perfectos. La comparación de unos seres con otros en relación con una mayor o menor perfección es posible porque hay un grado de perfección absoluta que sirve de patrón. El único Ser absolutamente perfecto es Dios. La quinta vía es la del fin para el que están hechas todas las cosas. El fin para el cual algo existe debe ser conocido por quien lo hizo. Pero el fin último de cada cosa no es conocido por cada cosa en particular, puesto que ninguna se ha hecho a sí misma. Debe existir un ser superior que conozca ese fin último y ese ser es Dios. El Estado En la concepción tomista del estado hay una fuerte influencia aristotélica. El hombre es un ser comunitario. La comunidad se organiza jurídicamente bajo la forma del estado. Fuera de la comunidad el hombre es un ser incompleto. El estado y la Iglesia no son incompatibles ni están en conflicto el uno con la otra. El estado no está subordinado a la Iglesia en el orden temporal. Sin embargo existe una preeminencia de la Iglesia sobre el estado del mismo modo que lo natural se subordina a lo sobrenatural. Las leyes del estado constituyen el derecho positivo. Dentro de este derecho puede haber leyes injustas. Dichas leyes no obligan porque contradicen un derecho superior que es el derecho natural. El derecho natural es universal y es acorde con la racionalidad y la voluntad de Dios, es decir, el derecho divino. El derecho positivo debe ser coherente con el derecho natural dado que este es su fundamento Guillermo de occam Para Occam la realidad la constituyen los individuos. Estos se pueden conocer por los sentidos. No existen para Occam ideas de los objetos sensibles que existan por sí mismas. El hombre no conoce conceptos que representan la esencia de la cosa. Menos aún ideas separadas como en el caso de Platón. Los conceptos, llamados también "términos", simplemente están en lugar de

la cosa cuando se enuncia algo sobre ella. Los términos suponen a la cosa. A ese "estar en lugar de la cosa" por parte del concepto o término es a lo que los medievales denominaron "suppositio". Lo real es siempre la cosa, el individuo. Los términos nombran a las cosas, sin embargo, y esto debe ser tenido en cuenta, no pueden reducirse ni confundirse con la palabra pronunciada o escrita. La palabra material, física, es un objeto más que puede ser percibido por los sentidos, no es un término propiamente dicho. Si las palabras escritas o pronunciadas fueran los términos entonces existirían tantos términos de una cosa como palabras que la nombran en distintos idiomas. Occam es un filósofo nominalista que considera que los universales, las ideas generales, no existen por sí mismas. Decir que además de los individuos existen también las ideas que de ellos se puede tener es multiplicar inútilmente los entes. Es añadir a entes individuales cognoscibles por los sentidos y realmente existentes entes ficticios que lo único que hacen es entorpecer el conocimiento. Debe evitarse la multiplicación de los entes: esta es la navaja de Occam. Sin embargo Occam considera, siguiendo a Aristóteles, que toda ciencia es ciencia de los general. Pero cuando habla de lo general lo hace pensando en los individuos concretos que los conceptos o términos generales suponen. No hay ciencia de lo general con independencia de los individuos. "La ciencia es ciencia de las cosas singulares", afirma Occam. Cuando sostiene que la ciencia es "sobre los universales que representan a los individuos" está diciendo que sin lo individuos no es posible la ciencia. Además no habla de la ciencia "de los universales", sino de la ciencia "sobre los universales". Occam distingue entre ciencia real y ciencia racional. La primera es ciencia de cosas reales; la segunda es ciencia de las relaciones lógicas entre los términos y ciencia de los términos que expresan dichas relaciones. Los objetos de la ciencia real son las cosas singulares, mientras que los de la ciencia racional son las demostraciones lógicas. Esto no significa que la ciencia real no tenga en cuenta los enunciados que suponen a los individuos como contenido. Dichos enunciados son contingentes, no son necesarios en cuanto a su verdad. Son enunciados fácticos que describen hechos. Los enunciados de la ciencia racional pueden ser universales y necesarios. Son enunciados de relaciones, como los de la lógica o las matemáticas, al modo de "A es mayor que B". El concepto que tiene Occam de la ciencia lo pone, en las postrimerías de la Edad Media, en la posición de un pensador que anticipa lo que la modernidad desarrollará en torno a la temática del conocimiento y de la ciencia. Su importancia radica en que enuncia muchas de las tesis que los empiristas modernos tomarán como fundamento de sus propias doctrinas.