Resumen El Grito Manso

“El grito manso” de Paulo Freire (Resumen) 1. Trabajar con la gente. Por Roberto Iglesias. El primer capítulo escrito po

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“El grito manso” de Paulo Freire (Resumen) 1. Trabajar con la gente. Por Roberto Iglesias. El primer capítulo escrito por Roberto Iglesias permite tener una breve reseña de lo que fue la vida de Freire, considerándolo como una “figura paradigmática de los años 70” siendo este personaje un modelo desafiante para nosotros los latinoamericanos tanto en el ámbito educacional, social y político. Al conocer parte de las hazañas de Freire dentro del área de la educación y al saber que en su natal Brasil constituye cerca de 3000 círculos de cultura de alfabetización me llama mucho la atención una frase descrita por el autor Roberto Iglesias la cual menciona de la siguiente manera: “la gente aprendía a leer y a escribir a partir de su propia realidad”, es decir en el contexto social y dramático en el que se encontraban las personas éstas luchaban en contra de su misma ignorancia y ayudadas por Freire quien les instruyó así como lo hizo en distintos países de Latinoamérica al ser exiliado por la dictadura de su país. Según Iglesias Freire fue considerado “pasado de moda” y esto debido a que este renombrado autor pretendía cambiar y construir una propuesta revolucionaria y abogar por los sectores más necesitados lo cuales según el habían sido olvidados por el sistema.

2. La construcción de la propia existencia. Por los coordinadores Orlando Balbo y Augusto Bianco. En el segundo capítulo autores como Orlando Balbo y Augusto Bianco resaltan como lo dice el titulo la construcción de la propia existencia de Freire y así como lo considera este importante autor principalmente el autoconocimiento y respeto entre los hombres. Por ello, es importante poder tener un autoconocimiento de sí mismo así como lo menciona Freire ya que al autoconocerse podemos saber la capacidad que tenemos como personas y las distintas habilidades que nos permiten desarrollarnos cada día más en este mundo competitivo, por eso es necesario que nos auto-observemos diariamente con el propósito de auto-descubrirnos; y solo mediante tal proceso de autoconocernos podremos respetarnos a nosotros mismos y a las demás personas que nos rodean y así mismo se nos permitiría cambiar nuestro nivel de vida y el de la sociedad. Freire consideraba de vital importancia así como el autoconocimiento y el respeto por los demás, la enseñanza de valores en la sociedad especialmente el respeto, generosidad, hermandad y la tolerancia, ya que lamentablemente son cada vez menos aplicados en el seno de las familias y de la sociedad actual de nuestro país. Todos somos testigos y quizás víctimas de las consecuencias de la pérdida de valores en la sociedad, cada día comprobamos en carne propia o a través de los medios de comunicación, el alarmante aumento que registran las estadísticas

de delincuencia, violencia intrafamiliar y otros fenómenos que se alimentan de los vacíos que se producen al interior de la familia. 3. Feliz y Desafiado (Al recibir el Honoris Causa) Por Paulo Freire. En el tercer capítulo de su insuperable obra y descrita por el mismo muestra su agradecimiento en la Universidad de San Luis por haber sido reconocido por la entrega del “Honoris Causa” y cuyas primeras palabras van dirigidas a dos personas y grandes amistades con los cuales trabajó y compartió valiosos momentos de su vida. Agradece también a las personas que asistieron a su homenaje y a provecha la ocasión de indagar cuan valiosos e importantes son los valores en la educación, mostrándose como una persona alegre, agradecida, diciendo estas palabras: “una de mis mejores virtudes es este sentimiento de carencia, de necesidad del otro” y demuestra gran sabiduría al mencionarlas y describiéndose con necesidad en los demás, una necesidad mutua y demostrando la importancia de la humildad, que en la realidad actual así como mencionaba en el capítulo dos se han perdido dichos valores en la sociedad. Por ello Freire se enfoca en el valor de la humildad y cabe pensar que la humildad es igualmente una condición indispensable para aprender cosas nuevas y superarnos permanentemente en todos los aspectos de nuestra vida, por ejemplo: al aceptar una crítica constructiva por parte de alguien. Gracias a ella tomamos conciencia de nuestra infinita pequeñez frente a la inmensidad del universo y a la sabiduría de la naturaleza, así como al del conocimiento y las experiencias de la humanidad a lo largo de la historia. Esta conciencia de nuestras limitaciones nos aleja de la soberbia como lo menciona Freire al dar su discurso de agradecimiento y la vanidad de quienes viven como si fueran los dueños o señores del mundo, lo supieran todo y nunca fueran a morir.

4. Práctica de la pedagogía crítica (Primer parte del Seminario-taller) Por Paulo Freire. En el cuarto capítulo de su obra Freire en la primera parte de su seminario trata el tema: “la práctica educativa, la manera de cómo poder comprenderla y el compromiso de ésta con la vida y el mundo. Además toma en cuenta como educadores y educadoras cuál es la concepción que se tiene respecto al hombre y la mujer como seres históricos que se hacen y se rehacen socialmente, pero que al mismo tiempo les considera seres incompletos, inacabados o inconclusos. Cabe explicar que Freire hace mención de la existencia humana, y la manera en la que todos nosotros tanto hombres y mujeres dimos paso a la invención de la sociedad comprendiendo de tal manera que somos seres interminados es decir podemos dar cada vez más, de igual forma somos seres inacabados y esto se demuestra mediante “la educabilidad del ser”, es decir mediante la educación los seres humanos llegamos más allá del mundo, nos permite percibir y darnos cuenta de la realidad que se encuentra en nuestro alrededor.

El primer lugar en donde recibimos parte de la educabilidad del ser se da en la familia, como una base primaria, pero conforme nosotros crecemos necesitamos de otros medios en los cuales nos podamos desarrollar más específicamente, y con esto me refiero a la escuela, puesto que es en la escuela más que en ninguna otra parte donde nos enfrentamos por primera vez de forma rigurosa al mundo del conocimiento y experimentamos las primeras señales de nuestra futura vocación. Además de contribuir de manera significativa en nuestra formación académica y de sentar en nosotros las bases del estudio, la escuela nos brinda la oportunidad de convivir también por primera vez con personas diferentes de nuestro núcleo familiar, como lo son los compañeritos de clase y sobre todo con los profesores. 5. Elementos de la situación educativa (Segunda parte de Seminariotaller) Por Paulo Freire. En el quinto capítulo del libro, Paulo Freire hace mención de algo que para él es de bastante importancia y me refiero a la situación educativa y a los elementos que la constituyen como lo son: la presencia de un sujeto, el educador o la educadora y la presencia de los educandos, de los alumnos. En la situación educativa como se menciona anteriormente es muy importante la relación entre educador-educando, pero al mismo tiempo es importante en qué lugar o sitio se lleva a cabo tal relación o a lo que Freire mencionaba como: espacio pedagógico en el que Freire hace una crítica en las malas condiciones en las que se encontraban cierta cantidad de escuelas en su país. Cabe mencionar que en nuestro país, el espacio pedagógico en el que se desarrollan la mayoría de las escuelas de gobierno o públicas no son en las mejores condiciones ya que no se ha prestado la debida importancia en cuanto a la infraestructura, materiales didácticos, entre otros, los cuales hacen que el proceso de aprendizaje tanto para maestros como para los estudiantes no se de cómo lo es debido. La mayoría de los maestros trabajadores de escuelas de gobierno se quejan por no obtener según ellos el debido material didáctico para poder desarrollar su materia lo mejor posible y de la misma manera los estudiantes la gran mayoría por la situación económica en la que se encuentran les es muy difícil poder comprar u obtener todo el material que necesitan a lo largo del año escolar.

6. La lucha no se acaba, se reinventa. Por Paulo Freire. Freire en su sexto capítulo comienza con una serie de preguntas y respuestas las cuales piensa son de sumo interés tanto para los docentes como para los estudiantes de las cuales retomaré y explicaré unas cuantas. La primera pregunta Freire la plantea de la siguiente manera: ¿Cómo motivar a los alumnos e impedir que se adapten al desinterés, al individualismo y a la falta de solidaridad imperante?

Esta pregunta se asemeja en gran manera a la realidad en la que vive nuestro país debido a la situación económica por la que este está pasando ya que la mayoría de los estudiantes no logran terminar satisfactoriamente el bachillerato ya sea por diferentes motivos tanto económicos como sociales; y algunos otros pocos que logran de alguna manera poder estudiar en la universidad y terminar con éxito se encuentran con faltas de empleo y oportunidades llevándoles al poco o desinterés total, por lo tanto tenemos que hacer nuestro este problema. ¿Cómo lograr el cambio en la actitud docente? Según Freire es indispensable que el docente esté dispuesto a cambiar, es decir tenga una actitud positiva en cuanto al bienestar de sus alumnos y la mejoría de éstos, que el docente se preocupe por un buen aprendizaje por parte de sus alumnos y responda de una forma adecuada a las necesidades que éstos presentan. ¿Qué entiende por ética del educador? Para Freire la ética establece los principios morales de convivencia y respeto, regla en nuestra presencia en el mundo. La ética permite conocer gran parte de la personalidad de un ser humano.

7. La confrontación no es pedagógica sino política (Conferencia de prensa) Por Paulo Freire. El séptimo capítulo es el último realizado por el autor Paulo Freire trata en este grandes temas de los años 60 y 70, entre ellos la libertad y la autodeterminación de los pueblos y hace un llamado a las nuevas generaciones a que cambien y busquen nuevos caminos de lucha. Al hablar de lucha y libertad nos referimos a los problemas a los cuales se enfrenta nuestra sociedad, es decir pobreza, delincuencia, desintegración familiar, falta de oportunidades y otros tantos factores que afectan grandemente, por ello es importante darnos cuenta que cuando hablamos de lucha tendremos también que hablar de libertad y conocer más acerca de esta última ya que la libertad nos da la posibilidad de decidir por nosotros mismos y cómo actuar en las diferentes situaciones que se nos presentan en la vida. Por ello las personas libres piensan muy bien lo que harán antes de actuar en una determinada situación porque saben que la libertad no es hacer “lo que se nos pegue la regalada gana” y que todos nuestros actos sean buenos o malos siempre tienen consecuencias.

8. El conocimiento como mercancía, la escuela como shopping, los docentes como proletarios. Por Pablo Imen. Este capítulo es descrito por Pablo Imen durante una ceremonia de imposición del nombre de Paulo Freire al Aula magna de la facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional del Comahue. Este autor comienza su capítulo nombrando a Paulo Freire como una referencia necesaria e inevitable por su propuesta teórica en la educación.

Freire consideraba que una de las herramientas utilizadas para enmascarar la educación es la omisión del “afuera”, de lo extraescolar, es decir lo que no está al alcance de los procesos educativos y que impiden que los alumnos se desarrollen correctamente. Ejemplo: en la realidad escolar en la que se encuentra el país muchos de los niños que estudian en escuelas públicas llegan a recibir sus clases sin haber si quiera probado alimento alguno y esto debido en muchas ocasiones a factores económicos que les impiden obtener lo necesario para su desarrollo óptimo. Algunas de estas problemáticas se han tratado de resolver mediante programas de escuela saludable que en la mayoría de Instituciones de carácter público no se llevan a cabo con la debida eficiencia para que la situación actual pueda mejorar.

9. ¿Desde dónde, cómo, con quién, con qué valores? Por Roberto Iglesias. El penúltimo capítulo de la obra de Freire son palabras pronunciadas nuevamente por el Profesor Roberto Iglesias haciendo referencia a la gran influencia que este destacado autor enseñó en cuanto a su preocupación por la educación. Iglesias en su discurso se hace esta pregunta tan importante y basándose en los pensamientos de Freire: ¿Cómo podemos construir una red con valores y principios sólidos pero que no tenga centro, dejando de lado los personalismos y los sectarismos?, al mismo tiempo menciona que la gran tragedia de trabajar solos, aislados se comprende que no se pudiese cambiar la sociedad desde el esfuerzo individual que es lo que el sistema pretende que hagamos, más bien es de pensar en el trabajo colectivo, cooperar y todos unidos ser parte de un cambio positivo logrando una sociedad de valores morales que nos orienten a mejorar nuestra conducta y modo de ver las cosas ya que en base a ellos decidiremos cómo actuar ante las distintas situaciones que se nos presenten en la vida.

10.

¡Até Mais, Maestro! Por Carlos Falashi.

El último capítulo del Libro Manso es descrito por Carlos Falashi en una forma de oda hacia Paulo Freire describiendo sus momentos académicos, influencias teóricas y su intervención en la educación como práctica de la libertad a la pedagogía liberadora. Considerando a Freire como un modelo de educador y enseñanza, pedagogo del siglo XX que cuya principal contribución a la educación fue establecer la relación que debería de existir entre los maestros y sus alumnos para una mejor convivencia y aprendizaje por parte de ambos.

Análisis y/o comentario personal crítico La recopilación de conferencias de Paulo Freire “El Grito Manso”, nos hace replantearnos absolutamente el concepto de educación que hasta el momento creíamos conocer y que distancia mucho del verdadero y más amplio significado de esta palabra o mejor dicho de este valor. A través de su enriquecedora experiencia y sabiduría como educador podemos hacernos partícipes de este largo viaje al que llamamos proceso educativo, donde podemos decir con plena convicción que somos los artesanos y protagonistas de un proceso que no está exento de problemas, de desafíos, desigualdades, pero que con el amor y vocación necesaria siempre seremos capaces de sobrellevar como las buenas personas que estamos llamados a ser y como los íntegros educadores que seremos en el futuro.

Pablo Freire reinterpreta e invita a reconocer la capacidad crítica de hombres y mujeres como único medio para la liberación y el cambio social. El libro “El grito manso”. El objetivo de este trabajo es acercar una reseña del capítulo “Práctica de la pedagogía crítica”, subtitulado como “Primera parte del Seminario taller” a cargo del profesor. El pedagogo en este segundo apartado, plantea los pilares que sostienen la práctica educativa, textualmente: “no hay práctica docente sin curiosidad, sin incompletud, sin ser capaces de intervenir en la realidad, sin ser capaces de ser hacedores de la historia y a la vez siendo hechos por la historia. Les he dicho que una de las tareas fundamentales, tanto aquí como en Brasil y en el mundo entero, es elaborar una pedagogía crítica.” De esta manera, se plantea el objetivo y la proyección a la cual se abocará el autor a lo largo de las páginas. Tener el compromiso de incentivar la curiosidad, respetar los saberes de los otros, estar unida a la reflexión, la intervención y la acción en las comunidades son las bases de la corriente pedagógica que despliega Freire, quien llega a determinar tales cimientos a partir de una rica indagación en torno a la búsqueda del ser, el cual es concebido como: histórico, constituido a partir de la experiencia social comunicativa, consciente de su incompletud, inconclusión y opresión. A partir de la consciencia de sí, es que los hombres y mujeres hacen posible el despliegue de sus capacidades de creación, liberación, de lectura del mundo, como así también la comprensión de lo que son y de lo que no son, es “tal conciencia del in acabamiento a partir del cual se ve posibilitada la educabilidad del ser” Parafraseando las palabras del autor, es a partir de saber escuchar las preguntas, los problemas y planteos que tienen lugar en el aula y en la vida cotidiana que se democratiza el aprendizaje, se desarrolla en los seres la capacidad de curiosidad, la cual moviliza la búsqueda intelectual y consecuentemente invita a develar la realidad a través de la acción. La tarea docente tomará la responsabilidad de enseñar a aprender a comprender y a comunicar esa comprensión a los otros, la cual no es tarea simple. Según el educador brasileño “la simplicidad hace inteligible el mundo y la inteligibilidad

del mundo trae consigo la posibilidad de comunicar esa misma inteligibilidad”. Es así como la práctica pedagógica construye la trasmisión de la realidad que permitirá aproximarse a la inteligibilidad de los objetos. La tarea, se conforma como un desafío que no admite simplismos teóricos, ya que esto posibilitaría el ocultamiento de la verdad, por el contrario, el quehacer docente demanda una simplicidad que permita abordar y resaltar el objeto estudiado, o sea que permita explicar la complejidad del objeto. Se puede apreciar que el desarrollo teórico de Freire, más allá de haber sido elaborado en un contexto de producción político y geográfico diferente al nuestro, tiene una notable vigencia. Freire se lee y seguramente se seguirá leyendo entre otros motivos tal vez, por ser quien inauguró una manera crítica de pensar el ámbito educativo, quién reparó en sus elementos fundamentales y reivindicó como una salida posible la lucha ético-práctica a partir de la pedagogía, la cual permitiría hacer y rehacer la realidad. Este aspecto propuesto, es a mi humilde consideración una de las grandes fortalezas del texto ya que en este capítulo, toma la intervención solidaria, esperanzada, como una salida creativa y digna que tiene como objetivo dar batalla permanente a la ideología inmovilizadora y fatalista de globalización capitalista. La obra sin duda contribuye a reflexionar sobre la práctica profesional docente, claramente se pregunta ¿Cómo tendrían que trabajar los educadores? ¿Cuál sería la metodología para intervenir directamente en el aula? Sin embargo, forzando encontrar en el texto aspectos que queden sin desarrollarse exhaustivamente, considero que tales interrogantes quedan abiertos. Más allá de la claridad expositiva, el detalle de la situación y la práctica pedagógica, de que sea o no el objetivo del texto este punto a mi entender queda trunco, pero entiendo también que aquí como en otros textos, Freire siempre motiva a que sean los lectores quienes desarrollen y piensen herramientas para la intervención directa. Se encuentran en el texto un aspecto novedoso en cuanto a la presentación de una publicación académica ya que en los márgenes de cada página del libro se combinan frases destacadas del autor con pequeñas ilustraciones que hace amigable y distendida la lectura. Sin embargo, el autor no deja de realizar planteos provocadores y reflexivos respecto a su objeto de estudio. La obra en general mantiene un tono sencillo, claro y a la vez estridente que deja al lector con ansias de continuar en el camino de indagación y el entendimiento de la práctica educativa.

Creo que es fundamental poder asimilar con detalle cada situación o etapa que plantea Paulo Freire para así englobar todos los aspectos en que se debe involucrar un profesor y todas las situaciones que se relacionan con ella. Partir con algo tan esencial como preguntarnos cuál es la concepción del hombre y de la mujer es algo que para muchos puede ser elemental, pero que a veces dado los resultados evidentemente pocos se lo cuestionan, aun cuando sería muy necesario que lo hicieran. Como el mismo Freire señala en la “Pedagogía del Oprimido” el hombre y la mujer somos seres históricos que se hacen y se rehacen

socialmente y es en base a esto que veo su invitación como educador a forjar un presente y un futuro mejor. Por lo expuesto anteriormente es que de manera personal creo que el libro nos entrega claridad nutritiva frente a las situaciones ya que queda en evidencia cual es la verdadera función de un profesor y que trasciende a la sala de clase. Un buen educador es aquel que se involucra a diario con la sociedad y sus realidades para mejorar la calidad del aprendizaje, es aquel que tiene una postura clara, y determinada en lo que se refiere a sus valores, a la política, a los problemas sociales, es aquel que se reconoce como un ser inacabado que necesita siempre curiosear, buscar respuestas y tratar a los niños desde esta misma mirada. A través de sus páginas podemos conocer conceptos que personalmente desconocía como por ejemplo la Práctica Educativa, la Educabilidad del Ser, la Pedagogía Crítica. Creo que lo enriquecedor de sus definiciones es que van mucho más allá de lo técnico pues abarcan situaciones, que pueden ser aplicadas a la realidad que se vive en nuestra y otras sociedades. Durante la charla uno de los ejes sobre el cual giran sus reflexiones es sobre cómo ejercer la práctica educativa frente a la realidad actual. Realidad signada por la desesperanza y el desconcierto producidos como consecuencia de la crisis económica-cultural provocadas por la globalización y las ideas neoliberales en los países de América Latina. Para ello recurre a la historia, al momento en que el hombre se reconoce como ser social, la invención de la sociedad, la cultura, y el lenguaje. Y comprender que somos seres incompletos, inacabados insertos en un mundo en constante movimiento. Y como antes de saber leer y escribir, el hombre y la mujer trataban de captar y entender el medio que lo rodeaba. Esa capacidad de captar llamada curiosidad que junto con la conciencia de incompleta, es el motor esencial del conocimiento que torna al hombre un ser educable. La curiosidad es la que empuja, motiva y lleva a descubrir la realidad, búsqueda intelectual en torno de algo, aun cuando no se encuentre. Aquí el autor apunta a la esperanza, sin la cual no existiría dicha búsqueda. Por ello es necesario preservar la curiosidad en los niños, no cercenar cuando un niño se acerca a preguntarnos. “Todo tiempo educativo es tiempo de pregunta y de respuesta, tiempo de disciplinar, de reglamentar la propia pregunta, la propia respuesta.” Es preciso defender el derecho que tiene el niño de preguntar, de satisfacer su curiosidad, pero al mismo tiempo decirle que hay momentos para preguntar y momentos para abstenerse, lo que en ética se define como “asumir los límites de la libertad”, “sin límites no hay libertad, como tampoco hay autoridad”. Aunque sea difícil, la realidad puede ser transformada, eso expone Paulo Freire, y eso es, de hecho, una tarea histórica: transformar la realidad. La historia no comienza y acaba con cada uno, va más allá de las individualidades, es un proceso, por eso se debe contribuir con lo que nos toca para ayudar a las generaciones siguientes de distintas maneras de acuerdo con el tiempo presente, la forma de pelear se reinventa.

Freire habla también de una utopía posible latinoamericana: la reinvención de las sociedades, esto es trabajar para hacerlas más humanas, más vivibles para todas las clases sociales. Para lograr esto se debe comenzar por revalorizar la democracia en lo individual, en lo pequeño: nuestro barrio, nuestra casa. Mientras continúen las injusticias y la explotación la historia seguirá viva y será de lucha. Este cambio a su vez debe expandirse a la actitud docente, él debe ser coherente entre lo que dice y hace. Así comienza un nuevo proceso de cambio que debe expandirse. Este cambio es un movimiento, lo que hace a la pedagogía de la movilidad, esto conlleva a estar “abiertos al cambio y a la diferencia”, a educar a los alumnos en base a una pedagogía de la palabra y no del silencio, de la apertura hacia el otro, reconstruyendo de a poco la esperanza. La ética que caracteriza al proceso educativo, que parte del sentido común, “define al deber ser, establece los principios morales de la convivencia, el respeto, regula nuestra presencia en el mundo”. Esta ética se transmite a partir del testimonio de que de la ignorancia se va a la sabiduría, se puede llegar.

Frente a una pregunta sobre si se debe volver a los viejos temas que se trataban antes de las dictaduras (como la libertad y el respeto), Freire contesta que los problemas se presentan según la historia, que cambian con ella y junto con las maneras de luchar. La necesidad de luchar no cambia. Distingue también que la crisis actual no es de la educación, sino de la sociedad misma, y que no es privativa tampoco de los países subdesarrollados. Esta crisis se refleja en la educación y por ello se debe confrontar no pedagógica sino políticamente. Entra en juego el papel de la comunicación, esencial en este momento de la historia; “la posibilidad de intelegir el mundo permite comunicarlo”, por eso se debe trabajar la comunicabilidad y transformarla en comunicación. Actualmente, es una difícil tarea el hacerle frente a la ideología paralizante y fatalista del discurso neoliberal, más en su aspecto ideológico que económico. Hay que luchar y continuar luchando, no acomodarse a la realidad que está (no es) de esta manera, sirviendo a ciertos intereses del poder. Luchar contra el fatalismo es también Luchar contra el pragmatismo neoliberal que se incorporó a la práctica educativa. Consiste en ocuparse más del entrenamiento técnico y científico del educador que de su formación, ya que según esta postura importa más la capacitación que la formación. De aquí se desprende una concepción más acotada de ciudadano, donde se valora la capacitación para el producir. Sin embargo, Freire expone que “somos personas antes que especialistas”, sólo si se es un buen hombre o una buena mujer se podrá ser un buen especialista. Así, Freire presenta su pedagogía de la gentificación, que apunta a formar buenas personas por sobre todo, basado siempre en la esperanza. Para lograr el cambio se debe comenzar por la concientización, que “pasa por la toma de conciencia pero la profundiza”, concientizarse de que si los hombres

hemos sido capaces de agregar algo a un mundo que encontramos hecho, de crear cultura, ¿cómo no vamos a ser capaces de cambiar el mundo que sí hicimos?, el mundo de la cultura, de la política, de la explotación y de las clases sociales. A partir de esta concientización, el fatalismo se desmorona y nos da pie a continuar: no hay nada que esté faltamente determinado en el mundo de la cultura.