Resumen Del Manual de Urbanidad y Buenas Maneras

SÍNTESIS La urbanidad es el conjunto de reglas que debemos observar para comunicar dignidad, decoro y elegancia a nuestr

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SÍNTESIS La urbanidad es el conjunto de reglas que debemos observar para comunicar dignidad, decoro y elegancia a nuestras acciones y palabras. La práctica de ésta tiende a la conservación del orden y buena armonía, para que entre los hombres se estrechen lazos que los unan, por medio de impresiones agradables. Las reglas de urbanidad no se encuentran ni pueden encontrarse en las leyes; sin embargo, no podría conservarse ninguna sociedad en que fuese absolutamente desconocidas. Ellas nos enseñan a ser metódicos y exactos en el cumplimiento de nuestros deberes y a dirigir nuestra conducta de manera que a nadie causemos males y problemas. Dentro de los deberes que el ser humano debe cumplir están: 1. los deberes morales como lo son: los deberes para con Dios, los deberes para con la sociedad y los deberes para con él mismo. 2. Y los debes de urbanidad como lo son: del aseo personal, del modo de conducirse tanto dentro como fuera de casa y en la sociedad, y de las diferentes aplicaciones de urbanidad.

RESUMEN DEL MANUAL DE URBANIDAD Y BUENAS MANERAS

I. DEBERES MORALES DEL HOMBRE A. PARA CON DIOS

Manifestar a Dios nuestro amor, gratitud y adoración, con actos públicos que, al mismo tiempo que satisfagan nuestro corazón, sirvan de ejemplo a los que nos observan. Una de las formas de hacerlo es asistiendo frecuentemente al templo con devoción pero también respetando y honrando a los ministros de Dios oyendo siempre con interés y docilidad sus consejos cuando estos nos dirige su voz de caridad y de consuelo. Esto como parte de una manifestación de nuestro respeto a Dios, y como un signo inequívoco de una buena educación moral, y religiosa. B. PARA CON LA SOCIEDAD

1. Los padres A ellos se les debe de amar, honrar, respetar y obedecer tal como lo han impuesto las leyes divinas y la misma naturaleza, esto en gratitud por todo lo que hacen a uno como hijo. En todas ocasiones se les debe testificar el amor de manera cordial y expresiva; máxime cuando el peso de la vejez los abrume y reduzca a ese estado de impotencia en donde necesiten de solicitud y primeros auxilios. En esos momentos se debe recordar y considerar todo lo que hicieron por nosotros y que estamos en deuda con ellos. 2. La Patria Debemos guardar fielmente sus leyes y obedecer a sus magistrados. Así también debemos contribuir con una parte de nuestros bienes para el sostenimiento de los empleados que son necesarios para dirigir la sociedad con orden y provecho de todos. 3. Nuestros Semejantes No se puede cumplir el supremo debe de amar a Dios, sin amar a nuestros semejantes. Uno de los grandes deberes que tenemos para con nuestros semejantes es que debemos respetarlos, 2

honrarlos, tolerar y ocultar sus miserias y debilidades. Debemos socorrerlos en sus necesidades, perdonar sus ofensas y proceder con ellos como desearíamos que procedieran con nosotros. También debemos perdonarlos y retribuirles sus ofensas con actos de amor. C. PARA CON NOSOTROS MISMOS

Si amamos a Dios, a nuestros semejantes y en especial a nuestros padres, familia y patria, es una consecuencia necesaria y evidente que tenemos de instruirnos, conservarnos y moderar nuestras pasiones. Además debemos cuidar de nuestra salud, existencia viviendo para Dios y para nuestros semejantes.

II. URBANIDAD A. PRINCIPIOS GENERALES

La urbanidad es el conjunto de reglas que tenemos que observar para comunicar dignidad, decoro y elegancia a nuestras acciones y palabras, y para manifestar a los demás 1a benevolencia, atención y respeto que les son debidos, por medio de la etiqueta. La etiqueta es el conjunto de cumplidos y ceremonias que debemos emplear con todas las personas. Según las reglas generales de la etiqueta deben observarse en cuatro secciones en que están divididas nuestras relaciones sociales, a saber: la familia o el círculo doméstico; las personas extrañas de confianza; las personas con quienes tenemos poca confianza; y aquellas con quienes no tenemos ninguna. B. DEL ASEO

El aseo es una gran base de estimación social, así mismo, el aseo contribuye poderosamente a la conservación de la salud, siempre tener limpio nuestros vestidos, nuestra habitación, y también nuestros actos. El aseo de nuestra persona debe hacer un papel importante en nuestras ocupaciones diarias; deberemos pues bañarnos diariamente, los hombres no dejarse la barba, limpiaremos nuestra dentadura, lavarnos frecuentemente nuestras manos, las uñas se deben de recortar, no escupir donde queramos, recortarse los vellos de la nariz y usaremos un pañuelo para limpiar la nariz, así mismo para estornudar. Así pues, nos abstendremos de toda acción que sea indirectamente a la limpieza. Cuando 3

estemos solos, aplicaremos el pañuelo a la boca. No ofrezcamos ninguna prenda nuestra, como el sombrero. Guardémonos de darle la mano a la persona que esté haciendo una ejecución poco aseada. Cuando entremos a una casa, limpiaremos la suela de nuestro zapato, así mismo, cuando estemos en una casa ajena, tratemos con delicadeza los muebles, alhajas y objetos de adorno. C. DEL MODO DE CONDUCIRNOS DENTRO DE LA CASA

Tendremos acomodado todo aquello que pueda cambiar fácilmente de lugar; como libros, papeles, vestidos, etc. Establezcamos pues, un cierto orden en la colocación de los muebles, de los libros y cuantos objetos nos rodean. Antes de irnos a dormir debemos de despedirnos cortés y afectuosamente de las personas de nuestra familia. Es impolítico el antes de entrar a la cama, hacer el acto de fumar, el ronquido es de igualmente de mala educación, aunque es un habito natural e imprescindible, esto siempre y cuando uno este acompañado. Cuando estemos en un hotel, procuremos no hacer mucho ruido para no molestar a los vecinos. No interrumpir y llamar al que está durmiendo. D. DEL MODO DE CONDUCIRNOS EN DIFERENTES LUGARES FUERA DE NUESTRA CASA

En la calle debemos conducirnos con gran circunspección, decoro y tributando las debidas atenciones a las personas que en ella encontremos. No debemos volver la cara para mirar a las que ya han pasado es una costumbre inapropiada de gente bien educada, ni tampoco acercarnos a las ventanas de una casa con el objeto de juzgar. Debemos de cuidarnos de llamar y detener a las personas salvo que sea un caso de emergencia. Saludar educadamente a amigos y desconocidos máxime si son señoras pero nunca detenerse para conversar sin motivos de peso. Cuando se asista al templo la persona se ha de comportar con una conducta respetuosa, decorosa y decente de tal manera que no distraiga y robe la atención de los demás quienes buscan a Dios. No asistir a los centros educativos en horas que se puede ser causa de interrupción de la enseñanza, y cuando así lo hagamos ser educados con todos incluyendo aun al hijo. En las asambleas es indecoroso perder la educación cuando las propias opiniones encuentran contradicción o cuando alguien más está hablando. Es mala educación hacer uso de la sátira cáustica y mordaz, que incendia y divida los ánimos y cierran las puertas de la razón y que 4

ofende la dignidad del hombre. E. DEL MODO DE CONDUCIRNOS EN SOCIEDAD

La conversación es el alma y el alimento de toda sociedad. Nada hay más relevante la educación de una persona en el tono y las inflexiones de la voz. En ningún caso no entremos en discusión con alguna persona ni hablemos en un idioma en el que no entiendan los demás. La variedad de los temas contribuyen

en una gran manera a amenizar la conversación. El

razonamiento debe ser claro, intangible y expresivo, evitando siempre comparaciones inoportunas e inadecuadas, la voz debe de ser suave y natural, por lo que el estudio de la gramática debe ser in dispensable. Nuestro lenguaje debe ser culto, decente y respetuoso. La narración debe ser espiritual y animada, con un lenguaje fluido, sencillo y breve. Mantendremos nuestra mirada al que está hablando, así mismo una distracción contribuye a una grave falta. Es más ridículo el repetir el mismo hecho que acaba de relatarse. Deberemos de inculcar cual es la hora en la que deberemos de llegar, también calculemos el número de personas a los que tengamos que invitar. Es un acto incivil y grosero el fumar en un festín. En un banquete siempre serviremos primero la sopa, después los platos fuertes, las ensaladas y al final el postre. En las reuniones de campo, a pesar de la libertad que se goce, siempre se tendrán presente los límites de moderación y del decoro. Los amigos y parientes más inmediatos del difunto, son los que generalmente acompañan a los doloridos cuando se dirigen al templo. Se guardara silencio y respeto ante los familiares del difunto, ya sea en la casa o en el templo. Nunca comamos aceleradamente, no escupir, no toser, no subir los codos en la mesa, utilizar los utensilios puestos en la mesa, etc. Tener moderación y el goce ya sea del triunfo o de la derrota. No nos entreguemos exclusivamente y arduamente al juego, esto podría desencadenar discusiones, que jamás es bien recibida entre gente fina. Las formas de vestirnos siempre estarán sujetas generalmente a los caprichos de la moda. Deberemos de aparecer siempre en la calle moderadamente vestidos, esta deberá ser severamente honesta y tan sencilla cuando lo permita la dignidad personal. Deberán de ser traje negro cuando se hagan reuniones de duelo o de pésame. El tacto social debe considerarse como el más alto y más sublime grado de la cortesanía, 5

pues él se supone un gran fondo de dignidad, discreción y delicadeza. Jamás nos detengamos a encarecer las ventajas y goces que la naturaleza o que la fortuna nos haya proporcionado. No manifestemos nunca a una persona la semejanza, física o moral, que encontremos en ella o en otra persona. Uno de los mayores objetos que debemos de consagrar mayor suma de atención y estudio es de hacer agradable a la persona, la moderación es la reguladora de los modales. Siempre que nos encontremos en sociedad, mantengámonos rectos, al sentarnos hagámoslo con suavidad y delicadeza. El acto de bostezar indica infaliblemente sueño o fastidio. La igualdad en el trato es uno de los más importantes atributos de la buena educación. F. DIFERENTES APLICACIONES DE LA URBANIDAD

Las personas quienes existen relaciones especiales, se deben respectivamente ciertas consideraciones también especiales, como los deberes entre: 1. Padres e hijos: debe haber respeto y amor entre ambos pero así también sumisión del hijo. 2. Esposos: debe haber una buena conducta en las relaciones conyugales para no generar indisolubilidad del vínculo que los une a ambos. 3. Los sacerdotes y seculares: de acuerdo a su ministerio este debe ser prudente en la explicación del Evangelio y en la consejería. Por su parte los seculares deben considerar a los ministros con fina educación y como a superiores a él mismo. 4. Magistrados y particulares: no debe abusar de su posición y hacer uso de su buena educación. Los particulares no deben faltarle jamás el debido respeto a los magistrados. 5. Superiores e inferiores. 6. abogados y clientes. 7. médicos y enfermos. 8. ricos y pobres. 9. nacionales y extranjeros.

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REFLEXIÓN 1) ¿Qué le pareció la lectura del libro? Es un manual muy educativo y formativo que toda persona debe leer para saber comportarse y convivir con los demás, máxime hoy día en pleno siglo 21 en donde a pesar de los grandes avances que el ser humano alcanza en las ciencias y tecnología ha perdido en este aspecto de la urbanidad. 2) ¿Qué área de su ministerio enriqueció la lectura del libro? El área de la buena urbanidad, ya que antes a la lectura de dicho libro desconocía algunas normas urbanidad y etiqueta las cuales infringía. 3) ¿Cómo piensa implementar los conocimientos a su ministerio? En primer lugar realizar los cambios en mi persona, seguidamente enseñarlo en mi familia y después a la iglesia, esto a manera de ser personas que demostremos que nos estamos educando.

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MANUAL DE URBANIDAD DEL PASTOR HACIA LA IGLESIA. 1. Escuchar más y hablar menos cuando se atienda a una persona o hermano, prestándole la debida atención que se merece aun cuando lo que nos comunique parezca insignificante. 2. No invitarnos solos a eventos que los miembros de la iglesia realicen. 3. Ser ejemplo en: el buen vestir, las prácticas de las disciplinas espirituales y asistencia puntual a cada reunión. 4. Durante los servicios o cultos a Dios ser parte activa de mismo y no presentarnos sólo cuando corresponda la exposición de la Palabra de Dios. 5. Respetar y tratar a todos por igual, no hacer acepción de personas aun por la posición social a la que pertenezcan o la edad que tengan. 6. El pastor no debe mostrarse y hacerse sentir superior, ni tener una actitud totalitaria ante ninguna persona o hermano de la iglesia, debe saber gobernar. 7. Visitar a todos los miembros de la iglesia con regularidad sin distinción alguna. Para realizar las visitas el pastor debe consultar con los miembros en cuanto al tiempo más apropiado para llegar a sus casas y arreglar una cita con ellos. Se debe tener el cuidado de hacer las visitas cuando el esposo y la esposa estén en casa o hacerse acompañar de la esposa si es posible. 8. Como administrador de la grey de Dios el pastor debe velar y organizar a la iglesia para que el edificio donde realizan los cultos sea lo más atractivo y estimulante posible, y a la vez utilitario. 9. En la predicación de la Palabra de Dios el pastor debe ser muy cuidadoso en el uso del tiempo, en el contenido del mismo y en el tono de voz que utiliza. Es inapropiado para el pastor predicar más de 45 minutos de tiempo, como también es inapropiado predicar en un sermón asuntos confidenciales de algún hermano de la iglesia. 10. Tener el buen hábito y buena costumbre es estar en la puerta para despedir a la gente cuando termina el culto. Este afectuoso toque personal muestra el cuidado del pastor por cada uno. A la vez, le puede ayudar al pastor a discernir alguna necesidad espiritual de sus ovejas.

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