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Resumen del Capital Capítulo I LA MERCANCÍA 1. Los factores de la mercancía: valor de uso y valor (sustancia del valor,

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Resumen del Capital Capítulo I LA MERCANCÍA 1. Los factores de la mercancía: valor de uso y valor (sustancia del valor, magnitud del valor). Conceptos centrales: valor de uso, valor de cambio-relación de cambio, abstracción del valor de uso, valor, tiempo de trabajo, tiempo de trabajo socialmente necesario, fuerza productiva de trabajo, valores de uso sociales. Marx comienza con el análisis de la mercancía, pues el cúmulo de estas es la riqueza de las “sociedades capitalistas”. Valor de uso: La mercancía es un objeto externo que satisface cualquier necesidad humana. Este primer análisis no intenta comprender cómo las satisface. Toda cosa útil posee características cualitativas y cuantitativas. Las cosas pueden tener muchas propiedades a la vez, de manera que pueden tener muchas utilidades. Es esta utilidad -o utilidades- la que convierte a la cosa en valor de uso. Dicho valor no está sino en el cuerpo mismo de la mercancía -no está fuera de ella, no está “flotando por los aires”. El valor de uso se hace efectivo cuando se consume - El valor de uso se realiza cuando el objeto está en acto-. Los valores de uso constituyen el contenido material de la riqueza. En las sociedades capitalistas les corresponde, al mismo tiempo, ser el contenido material de los valores de cambio. Valor de cambio El valor de cambio se manifiesta como una relación cuantitativa: la proporción del intercambio entre un valor de uso por otro valor de uso. Evidentemente, varía de acuerdo al tiempo y al lugar en consideración. La relación de cambio -expresada en la ejemplificadora ecuación: “1 quarter de trigo=a quintales de hierro”- denota que existe algo en común entre dos cosas distintas. Esa comunión está dada por un tercer elemento, que es distinto de ambos -e.g. para comparar la superficie de los polígonos es necesario descomponer las partes en triángulos y lo triángulos en su fórmula matemática, es decir, en un tercer elemento distinto a los polígonos considerados-. -abstracción de los valores de uso La abstracción de los valores de uso es una operación que ocurre con la relación de cambio. Los valores de uso siguen siendo diferentes cualitativamente -el trigo no tiene la misma utilidad que el hierro, y mucho menos el uno se va a convertir en el otro-. Cabe recordar que estos son los portadores materiales de los valores de cambio. No obstante, “en la transacción”, dejan de ser diferentes -recordar la ecuación de igualdad entre los valores de uso escrita más arriba-. Cuando objetos con valores de uso distintos unos de otros son igualados en el intercambio -es decir, cuando son considerados en tanto valores de cambio-, estamos ante la abstracción de los valores de uso. Pese a lo anterior, el objeto conservará su propiedad de ser producto del trabajo. Sin embargo, con esta abstracción, también se abstraen las propiedades sensibles que lo convierten en valor de uso -pues si no, daría pena cambiar hierro por trigo-. Con eso, dejan ya de ser producto de

formas concretas o individuales de trabajo, volviéndose ellas indistinguibles: trabajo abstractamente humano. DUDA AQUÍ. Valor: En la relación de cambio, entonces, solo queda el gasto de la fuerza de trabajo humana total [trabajo abstractamente humano]. “En cuanto cristalizaciones de esa sustancia social común a ellas, son valores” (p. 47). Ese algo en común -que andábamos buscando- es el valor. Tiempo de trabajo socialmente necesario: Ahora bien, ¿cómo se mide ese valor? Por la cantidad de trabajo, la cual se mide en tiempo -días, horas, o lo que sea-. El valor es generado por ese trabajo humano indiferenciado o por el gasto de la fuerza de trabajo humana o por el conjunto de la fuerza de trabajo de la sociedad (p. 48). Cada fuerza individual es la misma que las demás, en cuanto al producir una mercancía únicamente usa el tiempo de trabajo socialmente necesario. Definición explícita: “El tiempo de trabajo socialmente necesario es el requerido para producir un valor de uso cualquiera, en las condiciones normales de producción vigentes en una sociedad y con el grado social medio de destreza e intensidad de trabajo” (p. 48). Este tiempo determina la magnitud de valor. Valores de uso producidos en la misma cantidad de tiempo, tiene igual magnitud de valor. Fuerza productiva del trabajo La magnitud del valor no se mantiene constante, varía de acuerdo a la variación en la fuerza productiva del trabajo, cuyas determinaciones son múltiples -así puede estar determinado por tecnologías, condiciones naturales, coordinación social en el proceso productivo; ver p.49-. Mientras mayor sea este, menor es el tiempo y, por tanto, menor su valor. Todo lo anterior Marx lo resumen en la siguiente “ley”: “La magnitud varía en razón directa a la cantidad de trabajo efectivizado en ella e inversa a la fuerza productiva de ese trabajo” (p. 50). A mayor trabajo, mayor valor. A menor fuerza productiva del trabajo, mayor valor. Valores de uso social -No todo valor de uso es valor: hay cosas que pueden ser útiles pero no han sido mediadas por el trabajo. Podemos producir un valor de uso -algo útil- para nuestras propias necesidades, pero eso no es mercancía. Para producir mercancías, se deben producir “valores de uso para otro, valores de uso sociales” (ídem). Por último, todo objeto útil puede ser valor -Algunos objetos útiles son valor-algunos objetos útiles no son valor -aire-; ningún objeto inútil es valor-. 2. Dualidad del trabajo representado en las mercancías La mercancía tiene, por tanto, una naturaleza bifacética -valor de uso y valor de cambio-. El trabajo representado en la mercancía, el valor, hace que el valor de uso pierda aquellas características diferenciadoras -un valor de uso y otro valor de uso son distintos, pero pueden ser igualados: por tanto dejan de ser iguales en la operatoria del valor de cambio. Si un valor de uso tiene el mismo valor, también quiere decir que tiene el mismo tiempo de trabajo-.

La naturaleza bifacética es el eje sobre el cual gira la economía política y, según Marx, es el primero en haberlo analizado críticamente. Trabajo útil (o actividad productiva) es aquel trabajo que produce algo útil -o que produce un valor de uso-. Dos -o más- valores de uso distintos entre sí son, a su vez, productos de trabajos útiles distintos, pues de no ser así no podrían compararse en tanto mercancías. El conjunto de los valores de uso -corporalidad del objeto mismo- expresa un conjunto de trabajos distintos entre sí: división social del trabajo. Esta es una condición de la producción de mercancías, pero las mercancías no son condición de la división sociales del trabajo, dado que esta última está se presenta en toda la humanidad, por así decirlo. Los valores de uso no son producto espontaneo de la naturaleza. Están mediados por alguna actividad productiva, relacionada a un fin, cuyo destino es cubrir la necesidad humana: “Como creador de valores de uso, como trabajo útil, pues, el trabajo es, independientemente de todas las formaciones sociales, condición de la existencia humana, necesidad natural y eterna de mediar el metabolismo que se da entre el humano y la naturaleza, y, por consiguiente, de media la vida humana” (p. 53). El valor de uso combina material humano y natural. El humano no hace más que cambiar aquel material natural -del árbol a la mesa-. El trabajo humano es una actividad que produce valores de uso. Hace útil aquello que está presente en la naturaleza. Es un proceso mediador entre la naturaleza y la humanidad. Convierte lo natural en algo útil para la satisfacción de las necesidades humanas. Aunque el trabajo no es la única actividad que produce valores de uso. -La sociedad humana es productora de valores de uso-. Volviendo al valor mercancía. Los trabajos son cualitativamente distinto -el del tejedor y el sastre. Y si bien un mismo individuo puede poseer ambos trabajos, en realidad son variaciones del mismo trabajo. Ahora, en una sociedad capitalista esta forma de trabajo es acotada. Si se deja a un lado la actividad productiva -ergo, el trabajo útil-, solo queda el hecho de que son gasto de fuerza de trabajo humana. Los trabajos distintos son maneras distintas de gastar la fuerza de trabajo. El valor de la mercancía está dado por el gasto de trabajo que se ocupó en ella, o, lo que es lo mismo, por el gasto de la fuerza de trabajo simple (p. 54). Esta se define como la fuerza media de trabajo, en condiciones normales. Un trabajo más complejo es un trabajo simple potenciado o mutiplicado (ídem). “toda clase de fuerza de trabajo” es “fuerza de trabajo simple”. (p. 55) Los valores de uso, por tanto, si bien pueden diferir en cuanto cualidad y el trabajo del cual provienen, estos, al ser considerados como valor, se abstraen sus diferencias, poseyendo la misma cualidad: ser trabajo humano. En cuanto a la magnitud de valor Marx señala lo siguiente: “Allí, se trataba del cómo y del qué del trabajo; aquí del cuánto, de su duración” (p. 56). Así como la mercancía posee un carácter bifacético, el trabajo también lo posee. Mayor fuerza productiva, mayor cantidad de valores de uso -mayor riqueza material-. Sin embargo, una mayor fuerza productiva no significa, necesariamente, mayor valor. En los mismo espacios de tiempo, una fuerza productiva otorga la misma magnitud de valor. Pero puede producir mayor cantidad de valores de uso.

-Una mayor cantidad de valores de uso puede verse enfrentada a una disminución de valores en las mercancías, siempre que el tiempo de trabajo necesario se acote. Puede aumentar el valor y disminuir la cantidad de valores de uso. Todo trabajo tiene, por tanto, una naturaleza dual: por un lado, como gasto de la fuerza de trabajo, la que otorga valor a la mercancía; por otro, como gasto de la fuerza de trabajo concreta -trabajo útil concreto- productor de valores de uso.

3. La forma de valor o el valor de cambio Las mercancías son mercancías por su forma doble: la natural y la del valor. El valor de uso es la corporalidad de la mercancía -posee parte de su sustancia natural-. En cambio, el valor es lo objetivo de la mercancía, dada porque son manifestaciones “de la misma unidad social, del trabajo humano” (p. 58). Su objetividad es social. La objetividad se expresa “en la relación social entre mercancías” (p. 58) o valor de cambio, donde el valor permanece aún oculto. El siguiente capítulo intenta dilucidar desde las formas más simples a más complejas del valor contenido en la relación de intercambio. A. Forma simple o singular de valor “x mercancía A = y mercancía B” El secreto de toda forma de valor se halla en la forma simple de valor. En la ecuación, la mercancía A es la forma de valor relativo y la mercancía B es la forma valor equivalente. La forma relativa expresa valor en la mercancía A, en tanto la forma equivalente es el material de aquella expresión de valor. Estas formas son polos la misma expresión (p. 60). Necesariamente, una mercancía debe expresarse en otra mercancía. Una mercancía es igual a sí misma solo en cuanto a objeto de uso, pero su valor debe ser expresado de manera relativa -comparándose con otra mercancía -aunque uno puede pararse a pensar en ejemplos que sean la desviación a la norma-. La forma relativa de una mercancía “supone” alguna forma equivalente -en otra mercancía. De nuevo, son polos de una misma expresión. 2. La forma relativa de valor a) Contenido de la forma relativa Para abordar esto, Marx considera que debe prescindirse del aspecto cuantitativo, porque, de cualquier manera, las igualdades son expresiones de la misma unidad. Guarda coherencia con todo lo dicho anteriormente, pues se refiere a que son iguales en tanto magnitudes de valor.

B. –

C. –

D. -

4.