Recuperacion Futbolista

AUTOR: Juan Expósito Bautista      Diplomado en Educación Física. Experto en entrenamiento deportivo. Especialista

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AUTOR: Juan Expósito Bautista     

Diplomado en Educación Física. Experto en entrenamiento deportivo. Especialista en Psicología de la Actividad Física y el Deporte. Entrenador de Fútbol Nivel I. Técnico de la Selección de Fútbol de Cartagena.

1. INTRODUCCION Al practicar cualquier actividad deportiva existe la posibilidad de sufrir alguna lesión a causa de un golpe directo, un estiramiento excesivo o, simplemente, por un movimiento repetitivo de alguna parte del cuerpo. El fútbol no se queda al margen ya, que es uno de los deportes de equipo en el que se producen un mayor número de lesiones, si bien la mayoría de las veces éstas no revisten gravedad. Según diversos estudios, la cantidad de lesiones es mayor cuando el partido es disputado entre aficionados, debido a la escasa o inadecuada preparación física, al desconocimiento de las propias limitaciones y, en especial, a la incontrolada emoción con la que se juega. Son muchas las lesiones que puede tener un futbolista, ya sean roturas de huesos o músculos, torceduras de articulaciones... produciendo todas ellas una deficiencia temporal tanto física como psicológicamente, puesto que al dolor físico se le añade los desajustes psicológicos. Estos provocan que el futbolista pase de jugar a un tiempo de inactividad, que puede ser muy perjudicial psicológicamente, ya que el futbolista debe superar unas fases de tratamiento y recuperación al que no suele estar acostumbrado y, al que a veces, si los que están en el entorno del futbolista (familia, compañeros, entrenador, psicólogo...) no actúan de una forma adecuada, este puede sentirse solo y retrasar el tiempo de recuperación. En este sentido, el artículo trata de ofrecer una serie de estrategias psicológicas a utilizar por el entrenador, para que en el periodo de postlesión del jugador, éste se encuentre lo mejor posible anímicamente, haciendo participe a todo el entorno que le rodea. Sin embargo, seria conveniente analizar antes el fútbol como deporte incidiendo en las habilidades y destrezas básicas utilizadas en las acciones de cualquier partido y las causas más habituales que pueden provocar una lesión.

2. LAS ACCIONES MOTRICES EN FÚTBOL El fútbol, según su estructura se encuentra clasificado como un deporte de cooperación / oposición dentro de los deportes sociomotrices. Considerando sus características particulares, es un deporte de una gran riqueza motriz, ya que presenta gran cantidad de situaciones donde se requieren desplazamientos, saltos, giros, lanzamientos y recepciones.

HABILIDADES Y DESTREZAS BÁSICAS EN FÚTBOL DESPLAZAMIENTOS CON BALÓN

SIN BALÓN

CON OPOSICIÓN

 Desmarques  Apoyos  Desdoblamientos  Basculaciones  Repliegues  Coberturas  Permutas  Anticipación

Conducciones Cambios de dirección Cambios sentido Cambios de ritmo Regate

Figura 1. Desplazamientos utilizados por el jugador en un encuentro de fútbol

SIN OPOSICIÓN

SALTOS CON BALÓN

SIN BALÓN

CON OPOSICIÓN

SIN OPOSICIÓN

 Saltos estáticos,  Saltos en movimiento  Con un pie  Dos pies  Saltos para golpear a media altura  Saltos para golpeos de cabeza

Figura 2. Saltos utilizados por el jugador en un encuentro de fútbol.

GIROS CON BALÓN

SIN BALÓN

CON OPOSICIÓN

SIN OPOSICIÓN

Sobre eje longitudinal  Cambios de sentido  Cambios de dirección

Figura 3. Giros utilizados por el jugador en un encuentro de fútbol.

LANZAMIENTOS Y RECEPCIONES

GOLPEOS

PASES

CON OPOSICIÓN

 Pie dominante/Pie no dominante -Exterior -Interior -Frontal Cabeza -Frontal -Parietal

CONTROLES

SIN OPOSICIÓN

 Pie dominante/Pie no dominante -Exterior -Interior -Frontal Cabeza -Frontal -Parietal

 Pie dominante/Pie no dominante -Exterior -Interior -Frontal Muslo Pecho Cabeza

Figura 4. Lanzamientos y recepciones utilizados por el jugador en un encuentro de fútbol.

Todas estas situaciones, son las que un jugador puede hallar en un encuentro, sin olvidar que todas ellas se producen en un espacio común, como es el terreno de juego, con una participación simultanea de 22 jugadores repartidos en dos equipos, lo que provocará que se produzcan acciones con presencia o ausencia de adversario, incidiendo en que las posibilidades de lesionarse aumenten o disminuyan.

3. CAUSAS QUE PUEDEN PROVOCAR LESIONES Observado este primer análisis podríamos pensar que un factor principal en la lesión de un futbolista es la presencia de adversarios, lo que obliga al deportista a realizar sus acciones con mayor grado de exigencia física. Pero debemos ir más allá; es cierto que a simple vista pensamos que la lesión se produzca por una carga, una patada,... del contrario; pero ¿qué ocurre cuando un futbolista corre con o sin balón, sin adversario cerca y se queda parado?. Se ha lesionado solo. Entonces ¿cuales son los factores responsables de este tipo de lesiones?. Para dar respuesta a ello, cabe mencionar que existen diferentes factores físicos, psicológicos y sociales que van a provocar que el jugador se haga vulnerable a lesionarse.

CAUSAS QUE HACEN VULNERABLE AL FUTBOLISTA FACTORES

CAUSAS

FÍSICOS

 Exceso de entrenamiento  Entrenamiento deficiente  Calentamiento inadecuado  Cansancio físico  Ausencia de reconocimientos físicos  Funcionamiento corporal defectuoso

Figura 5. Causas físicas que pueden provocar una lesión.

FACTORES

PSICOLÓGICOS

CAUSAS

Variables personales Estrés Déficits atencionales

Figura 6. Causas psicológicas que pueden provocar una lesión.

FACTORES

CAUSAS

SOCIALES

Padres Familiares Exigencias no realistas del entrenador Directivos

Figura 7. Causas sociales que pueden provocar una lesión.

Debido al gran dinamismo en las acciones que presenta el fútbol, las lesiones pueden afectar a cualquier zona del cuerpo, y pueden ser de menor o mayor gravedad. En este sentido como comenta Buceta (1999), dependiendo de la gravedad y el momento en el que se producen, las lesiones provocan dolor e incomodidad en el primer instante, por lo que el futbolista debe interrumpir la actividad habitual como consecuencia de ello, se produce un cambio en su estilo de vida, provocando incertidumbre, inseguridad, preocupación y reacciones emocionales perjudiciales como irritabilidad, enfados, ansiedad o depresión. En ocasiones conllevan hospitalizaciones e intervenciones quirúrgicas; se requiere un tratamiento que, en algunos casos, es lento y doloroso, a menudo con recaídas que provocan frustración e impotencia, llegando incluso a afectar a los familiares y a las personas más allegadas del jugador lesionado, pues deben sufrir el estado emocional de éste y adaptarse a su estilo de vida para poder ayudarle, que en ocasiones, suponen un deterioro crónico o una incapacidad permanente que impiden al jugador lesionado ser el mismo de antes. Por tanto, el daño fisiológico que constituye la lesión no es el único problema del futbolista lesionado, sino que existen otros como los mencionados que pueden afectar su bienestar e influir, negativamente, en la recuperación de la lesión.

TIPO DE LESIONES SEGÚN EL GRADO DE GRAVEDAD

TIPOS LEVES

MODERADAS

CARACTERÍSTICAS Aquellas que requieren atención o tratamiento pero sin interrumpir la actividad de los deportistas

CONSECUENCIAS -Pueden jugar -Deben acudir a sesiones de fisioterapia -Llevar algún tipo de vendaje

-Seguir tratamiento -Entrenar menos días Requieren tratamiento y limitan la participación de -Jugar menos tiempo los futbolistas -Abstenerse de realizar algunos esfuerzos o movimientos

GRAVES

Provocan una interrupción prolongada de la actividad, en ocasiones con hospitalizaciones e

-Inactividad física total

intervenciones quirúrgicas

GRAVES QUE PROVOCAN DETERIORO CRÓNICO GRAVES QUE PROVOCAN INCAPACIDAD PERMANENTE

-Pueden jugar -Deben acudir a sesiones de Impiden a los jugadores recuperar su nivel de rendimiento anterior, por lo que se les obliga a fisioterapia modificar su forma de practicar el fútbol siendo -Llevar algún tipo de vendaje -Fortalecer zona afectada muy imprescindible el trabajo de rehabilitación para fortalecer la recuperación y prevenir un -Revisiones constantes empeoramiento

Impiden al jugador volver a practicar su deporte

Figura 8. Clasificación según el grado de gravedad.

-Retirada del fútbol

4. ESTRATEGIAS PSICOLÓGICAS A UTILIZAR POR EL ENTRENADOR A menudo, los entrenadores, al no tener unos conocimientos específicos y profundos sobre las lesiones, se olvidan del jugador y lo dejan solo en su largo periplo con los distintos profesionales que le puedan estar tratando como son el médico, el fisioterapeuta, el psicólogo deportivo, etc. Es importante que esto no ocurra, porque el entrenador puede desempeñar un papel muy importante que beneficiará la recuperación de sus deportistas lesionados. Para ello, el entrenador puede aplicar una serie de estrategias específicas que debería utilizar en cada una de las fases de la intervención psicológica post- lesión. Una de las prioritarias y más importantes estrategias que va a incidir en todo el proceso de intervención, es que el entrenador desempeñe un papel activo durante todo el proceso de recuperación, independientemente de que esté en un equipo donde tenga o no, la posibilidad de disponer de los servicios de los distintos profesionales que suelen intervenir en el proceso de recuperación (Fisioterapeuta, médico o entrenador ayudante). Es importante que el entrenador no ignore o deje de lado al futbolista lesionado simplemente porque no puede contar con él durante los encuentros, esto es un error grave, puesto que una actitud activa del entrenador en todos los aspectos, dentro de sus cometidos y conocimientos, contribuye eficazmente a la recuperación de la lesión, eso sí, acompañando este papel activo con otras estrategias de intervención que se describen a continuación. Nada más producirse la lesión, el entrenador debe de ofrecer un apoyo sincero para controlar el impacto que la lesión puede provocar en el futbolista; para ello es importante que el entrenador, si es posible, esté presente junto al deportista cuando a éste se le diagnostique la lesión. En este sentido, es de máxima importancia para el futbolista el apoyo verdadero de su entrenador desde el primer momento en el que se le informa sobre las características de la lesión, el alcance de la misma y el tiempo previsible de recuperación. Este apoyo, debe ser realista y veraz según las circunstancias de la lesión.

A menudo, los entrenadores, al no tener unos conocimientos específicos y profundos sobre las lesiones, se olvidan del jugador y lo dejan solo en su largo periplo con los distintos profesionales que le puedan estar tratando como son el médico, el fisioterapeuta, el psicólogo deportivo, etc. Es importante que esto no ocurra, porque el entrenador puede desempeñar un papel muy importante que beneficiará la recuperación de sus deportistas lesionados. Para ello, el entrenador puede aplicar una serie de estrategias específicas que debería utilizar en cada una de las fases de la intervención psicológica post- lesión. Una de las prioritarias y más importantes estrategias que va a incidir en todo el proceso de intervención, es que el entrenador desempeñe un papel activo durante todo el proceso de recuperación, independientemente de que esté en un equipo donde tenga o no, la posibilidad de disponer de los servicios de los distintos profesionales que suelen intervenir en el proceso de recuperación (Fisioterapeuta, médico o entrenador ayudante). Es importante que el entrenador no ignore o deje de lado al futbolista lesionado simplemente porque no puede contar con él durante los encuentros, esto es un error grave, puesto que una actitud activa del entrenador en todos los aspectos, dentro de sus cometidos y conocimientos, contribuye eficazmente a la recuperación de la lesión, eso sí, acompañando este papel activo con otras estrategias de intervención que se describen a continuación. Nada más producirse la lesión, el entrenador debe de ofrecer un apoyo sincero para controlar el impacto que la lesión puede provocar en el futbolista; para ello es importante que el entrenador, si es posible, esté presente junto al deportista cuando a éste se le diagnostique la lesión. En este sentido, es de máxima importancia para el futbolista el apoyo verdadero de su entrenador desde el primer momento en el que se le informa sobre las características de la lesión, el alcance de la misma y el tiempo previsible de recuperación. Este apoyo, debe ser realista y veraz según las circunstancias de la lesión.

El entrenador, desde su competencia, también puede intervenir para mejorar la motivación y autoconfianza del futbolista que se debilita tras su cambio de situación, de jugar a estar lesionado. Para ello no hay que lanzar falsas expectativas al jugador, debemos de informarle de cuáles son los beneficios de la intervención, que no son otros que la recuperación para volver a jugar, pero que ello conlleva unos costes, a corto, medio y largo plazo. Como he comentado anteriormente hay que ser realista por lo que nos pueden servir y ayudar modelos de jugadores que hayan pasado antes por esa misma situación, de forma que el deportista lesionado perciba que también él puede superar la lesión. El modelo será mas apropiado cuanto más respetado sea y mayor similitud exista entre nuestro futbolista lesionado y el modelo, es decir, en cuanto al trabajo a realizar para rehabilitarla, el tiempo de recuperación, las dificultades surgidas durante el proceso y la actividad deportiva previa y posterior a la lesión. Otro aspecto que mejora la motivación y la autoconfianza del jugador lesionado, es que éste participe conjuntamente con el fisioterapeuta y el entrenador en las decisiones sobre los objetivos y los planes de su recuperación, para que el futbolista lesionado no se desmotive en todo el proceso. En este sentido, conviene establecer objetivos finales, objetivos intermedios y objetivos inmediatos que se deben fijar en el proceso de recuperación. En la parte donde puede incidir con más grado el entrenador es en la de establecer los objetivos deportivos (con la participación del jugador para decidir sobre esos objetivos) en el proceso de rehabilitación, buscando mejorar así, cualquiera de sus aspectos físico, técnico o táctico. Así, una vez establecidos los objetivos deportivos dando participación al futbolista en su elección, es importante que el entrenador ayude al deportista a conseguirlos y se preocupe por su progreso. Para que estos objetivos deportivos motiven al futbolista lesionado, es necesario que éste los perciba como algo que le ayudará a mejorar como jugador cuando, superada la lesión, vuelva a su actividad normal.

Otros de los momentos donde el entrenador puede y debe incidir o participar más, es en preparar la reaparición del futbolista. Una vez superada la lesión, el jugador debe volver a su actividad normal y es conveniente tener en cuenta que el hecho de que el deportista esté curado de su lesión, no implica que se encuentre preparado para volver a jugar debiendo cuidarse aspectos psicológicos; aspectos estos que pueden resultar cruciales en el momento de la reaparición. Así pues, se deben establecer objetivos progresivos como por ejemplo entrar en juego de manera gradual: en un partido 15 minutos, en el siguiente 25 minutos y así sucesivamente para adaptarse a la competición o realizar periodos de prueba. En estas primeras reapariciones, es importante que el entrenador establezca, en cuanto al rendimiento, objetivos de realización y no de resultado, objetivos qué lógicamente debe de hacer saber al futbolista. El entrenador debe intentar controlar las expectativas que las personas cercanas al futbolista esperan de él, informando y asesorando sobre la importancia de dejarle avanzar poco a poco y no presionarle, y a la vez se puede preparar al deportista para que maneje las expectativas de los demás y no le afecten negativamente. Otro aspecto que debe trabajar el entrenador con el futbolista es que éste conozca, comprenda y se adapte a la nueva situación, haciéndole saber lo que se espera de él (no se puede esperar que rinda en el mismo nivel que antes de la lesión), cual es su nueva función y que grado de estabilidad y provisionalidad tiene ésta y para ello se pueden elaborar y ensayar planes de actuación que le ayuden a percibir que controla la situación. Además debemos prevenir el miedo que pueda presentar el jugador a lesionarse de nuevo y que el entrenador, junto a los demás especialistas, establezcan medidas preventivas que fortalezcan la autoconfianza. En ocasiones hay futbolistas que deben jugar lesionados, aunque lo ideal es que los jugadores lesionados interrumpan su actividad deportiva, pero a veces no hay más remedio y deben jugar, sobre todo cuando se trata de lesiones crónicas Lo primero que debe hacer el entrenador es intentar y hacer ver al futbolista, que es importante controlar las expectativas de las demás personas de alrededor y de él mismo respecto al rendimiento en el campo, porque es probable que el jugador lesionado no pueda rendir como si estuviera sano y, por tanto, deben establecerse objetivos realistas, siendo conscientes de lo que el deportista puede y no puede hacer.

El entrenador puede ayudar al futbolista lesionado ensayando en los entrenamientos con vendajes o células que debiera llevar en los partidos y prepararlo a su vez, a evitar los ataques de los contrarios, disimulando el dolor o despistar sobre la zona dañada. El entrenador también puede estar pendiente de que el futbolista cumpla con las rutinas antes del partido como son: ponerse hielo, masajes, ejercicios de relajación, estiramientos, etc. Una última puntualización en las estrategias psicológicas llevadas a cabo por el entrenador seria su intervención en futbolistas que evitan la recuperación. Este tipo de reacciones en los deportistas son escasas pero los hay, ya que estar lesionado supone un alivio para el futbolista, pues gracias a la lesión evitan las exigencias demandadas de los entrenamientos y los partidos. Se trata de jugadores que no manejan bien las situaciones estresantes a las que está sometido un deportista de competición, y encuentran en la lesión una buena excusa para escapar y evitar estas situaciones. En ocasiones son futbolistas que funcionan bien la mayor parte del tiempo, pero se lesionan antes o durante los partidos más críticos de la temporada o cuando se espera más de ellos. En estos casos, lo mejor es procurar que estos jugadores tengan acceso a un psicólogo deportivo con experiencia en este campo. El entrenador puede aprovechar el periodo de la lesión para tratar de fortalecer la autoconfianza del futbolista y evitar presionarle con objetivos ambiciosos que podrían resultarle muy estresantes. También es importante que el entrenador haga percibir al futbolista que su valor como persona no depende de su éxito deportivo, ya que suelen confundir sus éxitos o fracasos deportivos como éxitos o fracasos personales. Con este fin, es necesario que, con independencia de cómo lo hagan en los entrenamientos y los partidos, se les respete como personas, no se les ridiculice ante los demás, no se les insulte y no se utilicen frases que, aún sin ser su intención, impliquen un juicio negativo sobre la persona y no sobre el futbolista. Otro tema que debe tratar el entrenador, y si es posible junto al psicólogo deportivo, es el de aliviar las expectativas de los más allegados al futbolista, que pueden esperar mucho del jugador el cual tiene miedo a defraudar y por eso se lesiona con frecuencia para evadirse de la presión.

ACTUACIÓN DEL ENTRENADOR ANTE EL JUGADOR LESIONADO REHABILITACIÓN

 Controlar el impacto psicológico.  Responsabilizar al jugador en el proceso de recuperación.  Buscar el apoyo del círculo social del jugador.  Mejorar la motivación y autoconfianza sobre la nueva situación.  Establecer objetivos deportivos.  Preparar la reaparición.

Figura 9. Actuación del entrenador en el proceso de rehabilitación .

JUGADORES QUE EVITAN LA RECUPERACIÓN

Controlar las expectativas de los más allegados.  Separar los éxitos /fracasos deportivos de los personales.  Fortalecer la autoconmfianza.

Figura 10. Actuación del entrenador cuando un futbolista evita la recuperación.

JUGADORES QUE DEBEN JUGAR LESIONADOS

Aplicar rutinas antes del partido:-Vendaje - Estiramientos - Masajes - Ejercicios de relajación  Evitar el dolor.

Figura 11. Actuación del entrenador cuando un futbolista ha de jugar lesionado

5. CONCLUSIONES En definitiva, el entrenador puede plantearse distintas formas de actuación según los casos que se les presente, eso sí, siempre en colaboración y bien asesorado por los demás especialistas que deben intervenir. El entrenador debe de contar y tener en cuenta a los futbolistas lesionados y aprovechar esta situación para tratar de trabajar otros aspectos y no olvidarse del deportista. Es importante que exista la posibilidad que halla unas buenas vías de comunicación y colaboración entre todos los distintos profesionales que tratan al futbolista, médico, fisioterapeuta, psicólogo deportivo, entrenador, entrenador ayudante, etc., porque cada uno, desde su parcela, puede actuar en cada una de las distintas estrategias a utilizar en las intervenciones psicológicas postlesión que puedan surgir a lo largo de la temporada, con la intención de mejorar el funcionamiento mental y general de los futbolistas lesionados, reducir el tiempo y mejorar la calidad de la rehabilitación de las lesiones, ayudar a los jugadores a prepararse psicológicamente para su reaparición, prevenir y eliminar la tendencia de algunos futbolistas a evitar la recuperación, ayudar a los futbolistas que deben competir aún estando lesionados, prevenir recaídas y otras lesiones, etc. Así, una vez más, incido en la interacción apropiada entre los distintos profesionales para ayudar a los futbolistas lesionados, que sin duda derivará en un tratamiento mucho más eficaz que, por desgracia muy a menudo, no tienen los futbolistas de cualquier categoría que sufren lesiones como consecuencia de su actividad.

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MAQUETACION: VICTOR R. ALONSO SALINAS