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• Daniela Belén

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Daniela González Rivera Evaluación Psicológica Viernes 13 de Abril de 2012

Informe

de

reacción:

Código de

Ética Profesional

y Directrices

Internacionales para el uso de los Test

Una de las obras analizadas es Código de Ética Profesional, escrito por el Colegio de Psicólogos de Chile y la otra es Directrices Internacionales para el uso de los Test, del Colegio Oficial de Psicólogos y la Comisión Internacional de Test (ITC). Ambas obras tratan acerca de cómo actuar correctamente al ejercer la profesión de psicólogo a través de una serie de normas e indicaciones para enfrentar las situaciones de relación con el paciente y evaluación del mismo. Lo interesante de ambas es que tratan aspectos variados de acuerdo a los distintos escenarios a los cuales nos podríamos enfrentar como profesionales de la psicología mediante casos o situaciones muy específicas, por lo que es fácilmente aplicable y práctico para el ejercicio de la disciplina. Sin embargo, según mi criterio son códigos y directrices que poseen aún muchas limitaciones y no representan ni consideran, como se esperaría, las distintas realidades que presentan los sujetos de la sociedad actual, aunque aparenten hacerlo.

Puedo darme cuenta que es una gran responsabilidad el trabajar con personas a un nivel tan profundo, ya que prácticamente todo nuestro actuar influirá en el sujeto con el cual nos relacionamos en nuestro quehacer profesional, en el sentido de diagnosticar u orientar a alguien en cierto aspecto, lo cual puede afectar positiva o negativamente el transcurso de la vida del cliente, según cómo interprete las herramientas que le brindamos y de acuerdo a si sabrá utilizarlas de manera adecuada con el fin de resolver su problema y no caer en revertirlo en extremo generando una dificultad completamente contraria a la que nos presentó al momento de acudir a nosotros. Por otra parte, siento que los test como forma de diagnosticar y evaluar, nunca abarcarán la totalidad de casos y excepciones que deberían, ya que la sociedad cambia a cada instante

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y los test se actualizan a pasos lentos en comparación con la velocidad de cambio de las personas en cuanto a sus situaciones particulares. Así y todo, parece que se le da mucha importancia a los resultados de éstos de forma aislada, aún cuando lo arrojado no tenga concordancia con el contexto del sujeto evaluado; se prefiere dar un sentido a la evaluación psicológica mediante un instrumento en vez de negarlo como información errónea o discordante. Es por eso que pienso que la disciplina es precaria en cuanto a instrumentos de medición y evaluación. En mi opinión éstos no deberían ser tan estandarizados e implicar más aspectos relacionados en vez de ser tan específicos, porque resulta imposible, desde una mirada sistémica, aislar un ámbito o rasgo de todo lo que es la persona en consonancia con su ambiente. Una buena cita presente en una de las obras es: “Un usuario competente utilizará los test de forma adecuada, profesional y ética, prestando la debida atención a las necesidades y derechos de las personas implicadas en el proceso de evaluación, y teniendo muy en cuenta las razones para utilizar los test, así como el contexto en el cual se lleva a cabo su aplicación”, debido a que esta frase resume lo que sería una forma adecuada o ideal de enfrentarse a la evaluación de sujetos de acuerdo con sus realidades únicas e infinitas. Sin embargo, esto no ocurre actualmente en la disciplina, un ejemplo de esto es en el caso de evaluar a una persona con sus capacidades básicas normales y muy interesado en dar una buena impresión u obtener un resultado favorable. En consecuencia, encontrará un patrón de respuestas que vayan en dirección de su objetivo, sorteando incluso las preguntas de verificación, ya que está muy atento a parecer consecuente en sus contestaciones, con lo cual manipulará el resultado final; entonces, el test no reflejará su verdadera forma de ser, sino lo que él quiso aparentar. Básicamente, los sistemas de medición son tan ajustados a una característica determinada, que son fácilmente falseables o manipulables, ya que no es difícil identificar cuál es el ideal esperado y seguir contestando en esa línea, cuidando que más adelante se debe responder de manera congruente a lo ya contestado. Esto es evidente tanto para un profesional de la psicología como para un individuo con cierta destreza para identificar lo que se espera del sujeto en el instrumento, ya que generalmente éstos son muy comentados en los recintos laborales de selección de personal,

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por ejemplo, y en otros ámbitos cotidianos entre personas que se enfrentaron o que se enfrentarán a estas evaluaciones. En conclusión, ningún código, test ni indicación logrará abarcar ni hacerle el peso a la diversidad de situaciones comunes y extravagantes que existen en nuestro infinito universo de personas. Aún falta mucho por hacer para optimizar los instrumentos de la psicología, con los cuales se podría lograr un mejor conocimiento y manejo de aquellas situaciones vistas como desfavorables o indeseadas arbitrariamente e incluso considerar realidades o formas de ser que no son aceptadas actualmente como adecuadas, en vez de patologizar todo comportamiento o concepción diferente a la convencional o a lo clásicamente establecido y esperado.