Raquel Díaz Adela Cortina

Raquel Díaz ¿Para qué sirve realmente la ética? Editorial Paidós (Espasa Libros SLU) Es un ensayo galardonado en 2014 co

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Raquel Díaz ¿Para qué sirve realmente la ética? Editorial Paidós (Espasa Libros SLU) Es un ensayo galardonado en 2014 con 2014 con el Premio Nacional al mejor ensayo, en el que la autora, Adela Cortina, analiza a través de sus 9 capítulos y 180 páginas, la importancia de la ética para los individuos y la sociedad en la que viven. Adela cortina, catedrática de Ética y Filosofía Política en la Universitat de València y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, es una figura destacada del pensamiento español contemporáneo. Cortina sostiene que los seres humanos somos socialmente éticos e inevitables morales, y que lo más inteligente es optar por ser éticamente buenos en nuestros actos diarios, ya que, según señala en el libro, nosotros nos forjamos nuestro propio carácter con las decisiones que tomamos día a día y que, al igual que otras muchas capacidades la ética también debe ser entrenada. En el capítulo 1. Abaratar costes y crear riqueza Cortina afirma que la ética es rentable y abarata costes, siempre y cuando exista la confianza, y ésta sea la base de nuestras relaciones. La inversión en armamento y la consecuente desinversión en otros ámbitos de la vida se da por el afán del ser humano por la seguridad y la falta de confianza en los demás. Un claro ejemplo es la llamada Cúpula de Hierro, un escudo antimisiles que costó 796,4 millones de euros al estado de Israel. Como consecuencia a ésta protección tuvieron que desinvertir capital destinado a viviendas sociales, escuelas y hospitales (pág. 5) El segundo capítulo Labrarse un buen carácter nos habla de la posibilidad de cada uno de forjarse su propio carácter, en él la autora aclara que cada uno nace con unas circunstancias prestablecidas que no podemos elegir, pero, aun así, tenemos una cierta libertad a la hora de decidir cómo queremos ser, como ella señala “Nuestra libertad está condicionada pero existe” (pág. 19) . Cada uno nacemos con unas condiciones que no podemos elegir, pero a partir de ahí las decisiones que tomamos son únicamente decisión nuestra, y ahí es donde entra la ética. Las decisiones que tomamos nos van creando un carácter y como señala Cortina en su prólogo “Lo más Inteligente es ser éticamente buenos”. “Los seres humanos somos seres dispuestos a cuidar de nosotros mismos y de otros” (Pág.26) Según señala la autora en su capítulo 3 Querer cuidar las personas nacemos con un instinto de protección, tanto propia como de otros, como señala en la fábula de Higinio citada en el texto. Por ello, aunque el ser humano tiene esa capacidad

Raquel Díaz innata también debe de hacer por cultivarla, y adoptar voluntariamente una actitud solidaria. Si bien es cierto que siempre se ha pensado que el cuidado era cosa de las mujeres, es algo que trasciende a sexos, biológica y moralmente. Aunque, como nos cuenta Adela Cortina en el cuarto capítulo de su libro, Transitar del egoísmo estúpido a la cooperación inteligente, los seres humanos no sólo estamos hechos para cuidar, también estamos preparados para cooperar. Cortina expone su idea con el ejemplo de los juegos, aunque, como ella dice, lo más inteligente sería la cooperación mutua entre todos la mayoría de juegos corresponden a la Teoría de Juegos, la llamada: Suma cero, esto quiere decir que, cuando uno gana el otro pierde la parte ganada por su adversario, es decir, la suma de las dos es cero. Aunque esta teoría se de en muchos juegos, en la vida real gran parte de nuestras actuaciones conllevan esa “suma cero” y es que preferimos ganar a costa de otros y llevarnos más trozo del pastel que cooperar y repartirlo. En el Capítulo 5: Conquistar solidariamente la libertad, la autora nos pone de manifiesto que la ética sirve para recordarnos que las personas somos libres, siempre dentro del marco del respeto mutuo y los derechos y libertades de los demás. Si todos reconociésemos que cada persona es valiosa por el hecho de serlo la forma en la que está concebido el mundo cambiaría por completo. Como señala Kant en su libro Fundamentación de la metafísica de las costumbres en su llamado “Reino de los Fines” deberíamos tratar a las personas como fines últimos y no como medios para conseguir otros fines. Ya que, los seres humanos tienen dignidad y valen por si solos, no como moneda de cambio. Por lo que, como señala Cortina en su capítulo 6: Reconocer y estimar lo que vale por sí mismo todos los seres humanos necesitamos que se nos reconozca y se nos trate con respeto y compasión, ya que sin ese respeto moral nuestra justicia se desmoronaría. Aunque, el respeto moral se debe enseñar, ya que no solo vale con enseñar materias como las matemáticas, geografía o historia, se debe educar en el respeto a los demás. En el mundo en el que vivimos parece que todo lo debe marcar el mercado, la economía, las actuaciones políticas y hasta la educación. Las empresas mandan lo que quieren que sepan sus futuros trabajadores y las demandas de formación que tendrán y éstos adaptan sus planes de estudios a estas necesidades. Por eso, muchas veces, se deja de lado la enseñanza en valores como el respeto, la tolerancia, el civismo, etc … para enseñar otras disciplinas “más importantes”. Como señala la autora en su capítulo 7: Ser profesionales, no sólo éticos educar con calidad supone formar buenos profesionales, con una concepción de justicia, propia y colectiva. Y, propone que estos profeisonales no vean su profesión como medio de supervivencia si no como un compromiso social con el resto.

Raquel Díaz

En el capítulo 8: Construir una democracia auténtica, la autora, Cortina, nos habla acerca de la democracia, nacida en Atenas en los siglos IV y V. Citando a Schumpeter “El método democrático es aquel que deja elegir al pueblo las cuestiones en litigio, mediante la elección de individuos que han de consagrarse para llevara a cabo su voluntad” Estas palabras nos ponen de manifiesto que el pueblo es el eje central de la democracia y los representantes que éstos eligen son únicamente un instrumento para cumplir su voluntad. Pero la realidad es muy diferente, ya que, la democracia es es este momento una lucha por conseguir votos para alcanzar el poder, realidad que va contra la idea fundamental de democracia. Cortina señala una posible solución ante este problema actual de la democracia y es, “delimitar, como mínimo, una parte del presupuesto público y dejarla en manos de los ciudadanos para que decidan en qué desean invertirlo”(Pág.95), tomando como referencias las ciudades de Porto Alegre o Villa del Rosario que ya aplicaron este sistema. Por lo que nos presenta la conclusión de que, la ética sirve para ayudar a construir una democracia más justa y auténtica. En su noveno y último capítulo: Conjugar justicia y felicidad la autora nos habla de uno de los horizontes de la ética. La justicia trata de dar a cada cual lo que es suyo y puede ser exigido, pero, por el contrario la felicidad se podría entender como la autorrealización y ésta no puede ser exigida si no aconsejarse. Deberemos seguir la senda en la que convivan ambas virtudes para llevar una vida plena, tanto individual como socialmente. Este libro, a mi parecer, hace más hincapié en la dimensión social de la ética que la personal, lo cual creo que es acertado ya que la ética propia de cada uno nos vale en mayor medida para la vida con los demás, ya que, la ética en un mundo en que viviese una sola persona posiblemente no sería necesaria. El libro pretende además llamarnos a obrar bien, o por lo menos a reflexionar acerca de nuestra actitud con los demás y con nosotros mismos. Pretende ser una llamada de atención Por ello, no se centra en las cuestiones sobre los fundamentos de la ética. Pero, como no puede ser de otra manera, su ensayo nos revela las coordenadas básicas de su propuesta ética. Estoy de acuerdo con la autora cuando afirma que todos somos éticos y que lo más inteligente es obrar bien y ser éticamente buenos, ya que la ética es algo que nos concierne a todos y al igual que nos gusta que los demás tengan un comportamiento bueno con nosotros, la sociedad en general debe fomentar ese tipo de comportamientos con el fin de una vida más plena en conjunto.

Raquel Díaz Por otro lado la ética creo que debería ser algo que se aprendiese, y se valorase más de lo que se valora actualmente. Por ello opino que las escuelas, que es donde se formará a los ciudadanos del futuro se debería hacer más hincapié en transmitir aquello que está bien y aquello que no lo está, ya que, los seres humanos no nacemos aprendidos y necesitamos herramientas que nos permitan desarrollar nuestras virtudes. En este mundo en el que estamos no son pocos los ejemplos de la falta de ética en las actuaciones de muchas personas, organizaciones y países, por eso nunca viene mal un libro como este, que nos recuerde que la ética es necesaria y sirve entre otras muchas cosas para abaratar costes y sufrimiento, como señala la autora en su prólogo. Y también para demostrarnos que es más beneficiosa la cooperación que la destrucción del adversario. Este ensayo nos recuerda que en el momento en el que vivimos, más que nunca, la ética es necesaria.