Quienes Son Los Sumerios

¿Quienes son los Sumerios? Nammu también dio a luz a Enki o Abzu, dios del abismo acuático. Enki también controló el Me

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¿Quienes son los Sumerios?

Nammu también dio a luz a Enki o Abzu, dios del abismo acuático. Enki también controló el Me, los decretos sagrados que gobernaron las cosas básicas tales como la física y las cosas complejas tales como el orden y leyes sociales. Esto considera el origen de la mayoría del mundo.

Divinidades sumerias y semitas

Sumeria fue una región histórica de Oriente Medio que formaba la parte sur de la antigua Mesopotamia, entre los ríos Éufrates y Tigris. La civilización sumeria está considerada como la primera y más antigua civilización del mundo.

Creación del Universo El universo apareció por primera vez cuando Nammu, un abismo sin forma, se abrió a sí mismo y en un acto de auto-procreación dio nacimiento a An (Anu) (dios del cielo), y a Ki (diosa de la Tierra), referida comúnmente como Ninhursag. La unión de Anu (An) y Ki produjo a Enlil, el señor del viento, quien eventualmente se convirtió en el líder de los dioses. Después del destierro de Enlil de Dilmun (el hogar de los dioses) debido a la violación de Ninlil de la que tuvo un hijo, Sin (dios de la Luna), también conocido como Nannar. Sin y Ningal dieron a luz a Inanna (diosa del amor y de la guerra) y a Utu o Shamash (dios del Sol). Durante el destierro, Enlil engendró tres deidades del inframundo junto con Ninlil, el más notable de ellos fue Nergal.

Dentro de la mitología mesopotámica puede hacerse una división entre las divinidades sumerias y las semitas. Primero existieron los dioses sumerios que más tarde fueron adaptados por los acadios, babilonios, asirios, arameos y caldeos (todos ellos pueblos semitas). La tríada sumeria la formaban An, Enlil y Enki, que eran dioses y la tríada semita estaba compuesta por los dioses Sin, Ishtar y Shamash, los equivalentes a la Luna, Venus y el Sol. Existían además otros dioses menos tradicionales que representaban la fertilidad y la diosa madre. En el lenguaje sumerio, "Nin" significa ‗señora‘ y "En" significa ‗señor‘. Por otra parte, ki es ‗tierra‘ y lil es ‗aire‘. De ahí resulta sencillo saber quién era el señor de la tierra (o dios de la tierra Enki), el señor del aire (o dios del aire Enlil), la señora del aire (o diosa del aire Ninlil), etc.

DIOSES SUMERIOS Annunakis Según un mito babilónico más reciente, los Anunnaki eran los hijos de Anu y Ki, los dioses hermano y hermana, ellos mismos, los vástagos de Anshar y Kishar (pivote del cielo y pivote terrestre, los postes celestiales). Anshar y Kishar eran los hijos de Lahm y de Lahmu (―los fangosos‖), nombres dados a los guardias del templo en Eridu, el sitio de Apsu en el cual la Creación según ellos ocurrió. La cabeza del consejo de Anunnaki era el gran Anu, (más que ser un dios del cielo, Anu realmente significa ―cielo‖), de Uruk y los otros miembros eran sus descendientes. Su lugar fue tomado por Enlil, (En=señor, lil=viento, aire), quien, en la antigüedad era pensado como el separador del cielo y de la tierra. Esto dio lugar a un conflicto entre Enlil de Nippur y su hermanastro Enki de Eridu, sobre la legitimidad de Enlil como gobernante Celestial y terrestre. Enki, (En=señor, Ki=Tierra), además de ser el dios del agua dulce, era también dios de la sabiduría y

de la magia, y era mirado por algunos como alquimista. Cuando el Igigi rehusó continuar trabajando para mantener la armonía del Universo, en el Shappatu (hebreo: Shabbat), Enki creó a la humanidad para que ésta asumiera la responsabilidad de realizar las tareas que los dioses habían abandonado. Los Anunnaki, por su parte, eran los compañeros altósimos (Alto concilio) del consejo de los dioses y de Anu. Fueron distribuidos sobre la tierra y el mundo subterráneo o bajo mundo. Los más conocidos entre ellos eran: Asaru, Asarualim, Asarualimnunna, Asaruludu, En-Ki (Ea para los Acadios), Namru, Namtillaku y Tutu.

Creación del Ser Humano

Según la mitología sumeria de la creación, los dioses originalmente crearon a los humanos para que los sirvieran, pues tenían necesidad de ser alimentados y vestidos. El culto era así concebido como una manera de servir a los dioses, pero los liberaron cuando llegaron a ser demasiados para manejarlos. De la unión primordial entre An y Ki nació Enlil, que se convertiría en el dios supremo del panteón sumerio. Después que las otras deidades desterraran a Enlil de Dilmun (el hogar de los dioses) por violar a la diosa del aire Ninlil, ésta tuvo un hijo: Nannar, dios de la luna. Nanna y Ningal dieron a luz a Inanna, diosa de la guerra y la fertilidad, y a Utu, dios del sol.

Enki Enki o Enkil es un dios en la mitología sumeria, más tarde conocido como Ea en las mitologías acadia y babilónica. Significa El señor de la tierra, es hermano del dios Enlil, e hijo de An. Su misión será la de crear a los hombres e impulsar a que otras divinidades los creen. Dota a los humanos a las artes, oficios y medios técnicos para la agricultura.

Enlil Enlil en la mitología sumeria (también, a veces, Ellil en textos posteriores acadios, hititas o caananitas), era el dios del cielo, del viento, las tempestades y la respiración. Fue adorado además por otros pueblos mesopotámicos, como los acadios, babilonios, cananeos y asirios, pues así lo atestiguan sus inscripciones en tablillas. Hijo del dios del cielo An y de la diosa Ki, al nacer, separó el cielo "An" de la tierra "Ki". Enlil, Anu (An en acadio) y Enki forman la trinidad suprema del panteón sumerio. Enlil era la divinidad patrona de Nippur y guardaba "las tablillas del destino" donde se encuentra decretado el destino de todo lo existente. En el mito de Enlil y Ninlil se narra cómo el dios se encuentra a Ninlil bañándose en los pantanos. A pesar de las advertencias de ella, Enlil consigue fecundarla mediante engaños. Por este acto, censurado en la tradición mesopotámica, es expulsado de Nippur; pero Ninlil le sigue. Así, mantendrán relaciones otras tres veces, de las que nacerán tres dioses de ultratumba. En Atrahasis, Enlil intenta destruir a la humanidad en tres oportunidades, molesto por sus hábitos ruidosos. En el último de estos intentos, arrasa la Tierra con un Diluvio. La humanidad consigue salvarse gracias a la intervención de su medio hermano, Enki, que ordenará a Atrahasis, la construcción de un enorme barco en el que deberá cargar semillas y animales. Luego Enlil inunda la Tierra abriendo las compuertas del cielo. Los demás dioses reprenden a Enlil ya que necesitan los sacrificios que realizan los humanos para alimentarse. Cuando las aguas se retiran, Ziusudra ofrece un sacrificio a los dioses, que lo reciben hambrientos. Finalmente Enki solicita a la diosa madre la creación de nuevos seres humanos.

Marduk Marduk fue el nombre de un dios de la última generación de Mesopotamia y la deidad patrona de la ciudad de Babilonia. Cuando esta ciudad se convirtió en el centro político de los estados unificados del valle de Éufrates en los tiempos de Hammurabi (siglo XVII a. C.), se levantó como cabeza del panteón de dioses Babilónico.

Existen particularmente dos dioses —Ea y Enlil— cuyos poderes y atributos fueron heredados por Marduk. En el caso de Ea la transferencia procedió pacíficamente y sin opacar al dios más viejo, por lo tanto, Marduk es visto como un hijo de Ea. El padre reconoce voluntariamente la superioridad del hijo y le entrega el control de la humanidad. Esta asociación de Marduk y Ea, aunque indica la supremacía una vez gozada por Eridu como centro político y religioso de Babilonia, también puede reflejar una temprana dependencia de Babilonia sobre Eridu, no necesariamente de carácter político, sino, en vista de la difusión de la cultura en el valle de Éufrates desde el sur hacia el norte, el reconocimiento de Eridu como el centro más antiguo por parte del más joven. En todos los acontecimientos, los rastros de un culto de Marduk en Eridu deben ser observados en la literatura religiosa, y la explicación más razonable para la existencia del dios Marduk en Eridu es asumir que Babilonia pagó de esta manera su homenaje hacia la vieja ciudad como cabeza del golfo pérsico. Mientras que la relación entre Ea y Marduk esta marcada por la armonía y una amistosa abdicación por parte del padre en favor del hijo, la asimilación de poder de Marduk y las prerrogativas de poder de Enlil de Nippur fueron a expensas del prestigio de este último. Después de la época de Hammurabi, el culto de Marduk eclipsó al de Enlil, y aunque durante los cuatro siglos de control de los casitas sobre Babilonia (1570 a. C.–1157 a. C.), Nippur y el culto de Enlil disfrutaron un periodo de renacimiento, pero cuando sobrevino la reacción, se marcó el triunfo definitivo y permanente de Marduk sobre Enlil hasta el fin del Imperio Babilónico. El único rival serio de Marduk después del año 1000 a. C. fue Assur en Asiria. En el sur de los reinos supremos de Marduk. Él normalmente es referido como Belio Señor. Cuando Babilonia se convirtió en la capital de Mesopotamia, la deidad patrona de Babilonia fue elevada a nivel de dios supremo. Para explicar como Marduk llegó al poder, se escribió el Enûma Elish, que cuenta la historia del nacimiento de Marduk, sus gestas heroicas, y como llegó a convertirse en el señor de los dioses. Esto puede verse como una forma de apologías mesopotámicas. En el Enûma Elish, creció una guerra civil entre los dioses hasta convertirse en una batalla climática. Los dioses

Anunnaki se reunieron para encontrar un dios que pudiese derrotar a los dioses que se levantaron en su contra. Marduk, un dios joven, contestó a este llamado, y se le prometió la posición de dios supremo. Cuando él mató a su enemigo le arrebató las "Tablillas del Destino", que poseía ilícitamente y asumió su nueva posición. Bajo su reinado, se creó a la raza humana para llevar las cargas de la vida, de manera que los dioses pudiesen disfrutar del ocio. Varios personajes fueron nombrados en honor a Marduk. Por ejemplo, la personalidad bíblica de Mordechai (Libro de Ester) usó su nombre gentil en reemplazo a su nombre hebreo, Bilshan. Nabu, dios de la sabiduría, es un hijo de Marduk. En la biblia en Jeremias 50;2, es mencionado el nombre de Marduk.

Lilith Lilit (o Lilith) es una figura legendaria del folclore judío, de origen mesopotámico. Se la considera la primera esposa de Adán, anterior a Eva. Según la leyenda, abandonó el Edén por propia iniciativa y se instaló junto al Mar Rojo, uniéndose allí con Asmodeo, que se convirtió en su amante, y con otros demonios. Más tarde, se convirtió en una bruja que rapta a los niños en sus cunas por la noche y se une a los hombres como un súcubo, engendrando hijos (los lilim) con el semen que los varones derraman involuntariamente cuando están durmiendo (polución nocturna). Se la representa con el aspecto de una mujer muy hermosa, con el pelo largo y rizado, generalmente pelirroja, y a veces alada.

Lammasu En la mitología mesopotámica, un Lammasu es una divinidad protectora, un ser híbrido legendario, principalmente de la mitología asiria, que posee cuerpo de toro o león, alas de águila y cabeza de hombre. Estos, sobre todo, grandes hombres-toro alados surgen en Asiria como elementos apotropaicos para guardar las puertas

de las ciudades o palacios de sus monarcas (generalmente en parejas). Además de benéficos y protectores para los que los poseyesen, estos toros androcéfalos alados infundían temor y respeto a los espíritus maléficos y a los enemigos. Existía una leyenda por la que mataban a los que se aproximaban, excepto a los hombres puramente buenos o totalmente malvados. El lamasu o shedu es un genio celestial de la mitología mesopotámica. Humano por encima de la cintura y toro por debajo de la misma, pero también tiene los cuernos y las orejas de un toro y con frecuencia con alas. Los toros, en Mesopotamia, se asocian sobre todo a las corrientes de agua que llevan a la fertilidad, al poder, al estar sobre la tierra, como se aprecia en sus recias pezuñas. Por otra parte la cabeza humana les dota de inteligencia y tiene larga barba historiada, lo que les liga a las divinidades. La cara esculpida representaba al rey que gobernaba en el momento de levantarse la escultura. Además lleva una tiara con cuernos (también ligada a la divinidad), cabellera espesa y cinturón (que representa el poder). Por el bajo vientre asoman escamas de pez y las alas de águila suponen relación con el sol (al igual que los antiguos egipcios, inspirado por la divinidad solar). Son seres que recrean el equilibrio entre el cielo, la tierra y el agua, y permiten intermediar entre los hombres y las divinidades. Como espíritus del hogar protegían al pueblo común. Más tarde, durante el período babilónico se convirtieron en protectores de los reyes y se colocaban en las entradas de ciudades o palacios. Los acadios asociaban al dios Papsukkal con Lamassu (vertiente femenina) y al dios Išum con Shedu (vertiente masculina). Para proteger las casas, los Lamasus eran grabados en tablillas de arcilla, que luego eran enterradas bajo el umbral de la puerta. Se colocaban a menudo en pares a la entrada de los palacios y las ciudades, en tamaño colosal. Las entradas solían mirar cada una hacia uno de los puntos cardinales. A veces, también eran motivo de decoración parietal en los palacios neoasirios entre los siglos IX a. C. y VII a. C. Esta herencia neoasiría sería recogida posteriormente por el arte persa, donde con algunas variantes se representaron en las entradas monumentales del centro ceremonial de Persépolis.

Nibiru Nibiru es el nombre de un cuerpo celeste de la mitología babilónica. Nibiru, para los babilonios, era un cuerpo celeste asociado con el dios Marduk. Nibiru significa "lugar que cruza" o "lugar de transición". En muchos textos babilonios se identifica con el planeta Júpiter, aunque en la tablilla 5 de la

Enûma Elish se asocia con la Estrella Polar, que también se conocía como Thuban. Nibiru sería un planeta propuesto por Zecharia Sitchin, basándose en la idea de que las civilizaciones antiguas habrían obtenido sus conocimientos y su desarrollo gracias a hipotéticos contactos con extraterrestres. Sin embargo, esta descripción es considerada inverosímil por científicos e historiadores. En opinión de Sitchin, el planeta habría adquirido el nombre del dios babilonio Marduk a consecuencia de una usurpación del poder por parte de este dios en el 2024 a. C., atribuyéndose la creación de la Tierra mediante la falsificación en las copias del poema épico Enuma-elish. Según la descripción de Sitchin sobre la cosmología sumeria, Nibiru sería el buscado «duodécimo planeta», o el Planeta X (que incluye la descripción de 10 planetas, más el Sol, y la Luna). Igualmente indica que en la antigüedad se habría producido una catastrófica colisión de uno de sus satélites con Tiamat, un hipotético planeta también postulado por Sitchin, y que habría estado entre el planeta Marte y Júpiter; hecho que habría formado el planeta Tierra y el cinturón de asteroides. Además, según Sitchin, Nibiru habría sido el hogar de una poderosa raza alienígena, los Anunnaki. Como consecuencia de la colisión, según afirma Sitchin, el planeta Nibiru habría quedado atrapado en el Sistema Solar, volviendo al lugar de la colisión periódicamente en una órbita excéntrica. Más tarde vinieron a la Tierra. Sitchin cita algunas fuentes que según él, hablarían sobre el planeta, que posiblemente sería una estrella (concretamente una enana marrón) que estaría en una órbita sumamente elíptica alrededor del Sol, la cual tuvo su perihelio hace aproximadamente 3600 años y un período orbital de unos 3600 a 3760 años. Sitchin atribuye estos datos a los astrónomos de la civilización maya. En un libro recientemente publicado, titulado 2012: cita con Marduk, el escritor e investigador turco Burak Eldem presenta una nueva hipótesis, sugiriendo que son 3661 años los que duraría el período orbital del supuesto planeta y reclamando que habrá "una fecha de vuelta" para el año 2012. Según la teoría de Eldem, 3661 es un séptimo de 25 627, que es el ciclo total "de 5 años mundiales" según el calendario maya extendido. El último paso orbital de Marduk, añade, sucedió en el 1649 a. C. y causó grandes catástrofes sobre la Tierra, incluyendo la erupción de la isla Thera (en el mar Mediterráneo). Según los seguidores de Sitchin, sus ideas estarían avaladas por su dominio en lenguas muertas como el sumerio, y asistidas por la traducción de piezas consideradas tesoros;

aunque esto realmente no es científicamente un fundamento astronómico.

Genio Un genio, del árabe ‫ نج‬yinn, es un ser fantástico de la mitología semítica. No debe confundirse esta palabra con otra idéntica que procede del latín genius. En ocasiones en vez de genio se usa el término árabe, usualmente transcrito jinn o djinn, de acuerdo con la transcripción francesa o inglesa. Por lo general son invisibles, pero pueden adoptar diferentes formas (antropomorfas, plantas o animales) y tienen la capacidad de influencia espiritual y mental sobre el ser humano (posesión psíquica), pero no necesariamente la utilizan. En la mitología mesopotámica, están asociados al ámbito divino, aunque no pueden considerarse dioses, sino principalmente, guardianes o seres tutelares de lugares donde los hombres no debían tener acceso. Se piensa que su representación tendría un valor apotropaico. En las tradiciones más antiguas, los genios eran los espíritus de pueblos desaparecidos, que actuaban de noche y se escondían al despuntar el día. Otras tradiciones dicen que son seres de fuego. En todos los casos se trata de seres con características de duendes y otros seres mitológicos elementales de la naturaleza, que pueden, según su talante, atacar o ayudar al ser humano.