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Quadragesimo Anno, para entender y reflexionar Quadragesimo Anno, para entender y reflexionar la Encíclica la Encíclic

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Quadragesimo Anno, para entender y reflexionar Quadragesimo Anno, para entender y reflexionar la Encíclica

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Encíclica

El siglo XIX había llegado a su término, el nuevo siglo ensayaba un sistema económico apoyado en los progresos de la ciencia y la técnica. El incremento de la industria en la mayor parte de las naciones propició una sociedad humana dividida en dos clases:

Por: P. Manuel Loza Macías | Fuente: www.usem.org.mx QUADRAGESIMO ANNO Encíclica Quadragesimo Anno, Pio XI. Carta Encíclica promulgada por el Papa Pío XI el 15 de mayo de 1931. Un proyecto Doctrinal sobre materia económico social para la restauración del orden cristiano. CONTEXTO El siglo XIX había llegado a su término, el nuevo siglo ensayaba un sistema económico apoyado en los progresos de la ciencia y la técnica. El incremento de la industria en la mayor parte de las naciones propició una sociedad humana dividida en dos clases: una, con ser la menos numerosa, gozaba de casi todas las ventajas, provenientes de inventos modernos que proporcionaban una vida muy confortable; mientras que otra, compuesta de muchedumbres de obreros, sumergidos en una preocupante miseria, luchaban por salir de la estrechez en que vivían. La ocasión de la encíclica de SS: Pio XI fue el cuadragésimo aniversario de la Rerum Novarum: una diferencia, en orden temático, entre la encíclica Rerum Novarum y Quadragesimo Anno . La primera trata la cuestión obrera del naciente capitalismo industrial. La segunda se extiende a todo el orden social. Contempla la evolución del socialismo y las nuevas estructuras sociales después de la 1ª. Guerra Mundial. Se necesitaba una nueva visión orgánica y ética del orden económico – social a nivel mundial. CONTENIDO Esta encíclica establece en qué consiste la autoridad que tiene la Iglesia en materia social y económica, al poner en claro la relación que existe entre la economía y el orden moral. La restauración del orden social quebrantado por la guerra. Condena por igual al socialismo, y al individualismo como impedimentos para la restauración del respeto a la vida humana y a las costumbres cristianas. Aun cuando ya Rerum Novarum mencionaba el principio de subsidiaridad sin darle este nombre, Quadragesimo Anno lo expone con toda claridad y justifica porqué los superiores deben respetar la iniciativa de los inferiores y sólo intervenir para ayudarlos cuando sea necesario; esto no minimiza su sentido de solidaridad. Expone las exigencias y condiciones del salario justo, y propone como medio para atacar el problema social, la cristianización de la vida económica y ejercicio de la caridad. Así enfrentaba valientemente a los ídolos del liberalismo y los echaba a tierra, superaba, prejuicios se adelantaba a los tiempos y contribuye a una nueva filosofía social.

ACTUALIDAD La temática del orden social tiene una gran vigencia hoy día no sólo para la Iglesia, sino para todos los hombres y particularmente para los empresarios. Las interrogantes siguen siendo las mismas, ¿Quién debe regular las atribuciones del Estado?, ¿Cuál es la base para determinar un salario justo?, ¿Qué papel tiene la empresa en la vida social?. Debemos recordar que la riqueza de la encíclica está en que, mientras existan relaciones humanas dentro y fuera de la empresa Quadragesimo Anno seguirá instruyendo sobre estas cuestiones vitales a todos los hombres. Es aquí donde radica su valor, vigencia y trascendencia. El panorama histórico que antecede a la encíclica es que: se vivía cada vez y en mayor escala una actitud de indiferencia, no sólo hacia Dios, sino también ante las miserias ajenas. El liberalismo filosófico nutría con sus ideas al sistema económico que conocemos como capitalismo liberal. La utopía de los idealismos socialistas, principalmente de origen marxista, fomentaba las inconformidades y los reclamos de los trabajadores y los empujaba a la lucha de clases. Se necesitaría estar ciego para no ver la pobreza escandalosa de los asentamientos humanos en los barrios proletarios, la carencia de lo necesario para vivir dignamente, esas familias no vivían, subsistían. La moral individual, la resignación de algunas personas y la exhortación a la generosidad de los ricos con los desposeídos es la voz de algunos autores por despertar una conciencia social. Si bien hay que recordar que varios eclesiásticos y laicos habían precedido, denunciado y actuando con sentido social. Quadragesimo Anno por Roberto Cortés 1ra Semana Social Católica de la Arquidiócesis de Miami 10 de octubre de 2010, Parroquia de San Juan el Apóstol Para comenzar es importante hablar brevemente del autor de la Encíclica: Pio XI, sucesor de Benedicto XV, quien a petición de los mambises declaro a la Virgen de la Caridad, Patrona de Cuba y antecesor de Pio XII, el Pontífice de la Paz. Su pontificado dura del 6 de febrero de 1922 hasta el 10 de febrero de 1939. Su predecesor fue Benedicto XV y su sucesor Pío XII. Su lema del Papado PAX CHRISTI IN REGNO CHRISTI, es un buen resumen de su Papado. “La Paz de Cristo en el Reino de Cristo” es su lema, el buscará durante todo su Pontificado la paz. Su Papado coincide con el período de entreguerras. Y con este lema buscaba motivar a todos los hijos de la Iglesia para que aportasen, cada cual en su particular ámbito de competencia, a la construcción de un nuevo orden social según los principios que para la convivencia en sociedad posee la Iglesia.

Durante su pontificado, la Iglesia Católica se fortaleció como institución y comenzó a ser un referente importante a nivel mundial no solamente en los aspectos religiosos sino también en los aspectos sociales.

Contexto histórico. La Primera Guerra mundial ocurre entre 1914 y 1918. La revolución bolchevique liderada por Lenin tomo el poder en Octubre del año 17. Pío XI, defensor de los judíos, irá evolucionando hacia la negación de los nazis. La Segunda Guerra Mundial ocurre entre 1939 y 1945. El Pontifice muere cuando apenas faltaban unos meses para que estallase la Segunda Guerra Mundial. El siglo XIX había llegado a su término, el nuevo siglo ensayaba un sistema económico apoyado en los progresos de la ciencia y la técnica. El incremento de la industria en la mayor parte de las naciones propició una sociedad humana dividida en dos clases: una, con ser la menos numerosa, gozaba de casi todas las ventajas, provenientes de inventos modernos que proporcionaban una vida muy confortable; mientras que otra, compuesta de muchedumbres de obreros, sumergidos en una preocupante miseria, luchaban por salir de la estrechez en que vivían. En 1929, la caída de la bolsa en Wall Street indicaba el final de una época de capitalismo salvaje guiado únicamente por la libre competencia, el mayor enriquecimiento posible y la no intervención de los Estados ante el auge de las multinacionales. Tampoco los Estados comunistas resuelven los problemas económicos y sociales; en este clima de perplejidad aparece un fenómeno sociopolítico nuevo, el fascismo en Italia (surgido a partir de 1929) y el nazismo en Alemania que van a dar soluciones al problema económico y se van a enfrentar al comunismo. Se dan, por lo tanto, una serie de situaciones nuevas que reclaman una intervención del Magisterio de la Iglesia. Nos encontramos en un momento en que el nazismo y el fascismo luchan contra el comunismo. Después de la Segunda Guerra Mundial el mundo quedó dividido en dos bloques: 

El bloque capitalista: liderado por los Estados Unidos y con influencia en Europa Occidental.



El bloque comunista: liderado por la URSS y con influencia por Europa del Este. Partes de Q.A. La encíclica tiene una introducción y tres partes.

1.° Beneficios de la encíclica R.N. 2.° Doctrina económica y social de la Iglesia. 3.° Cambio profundo operado después de León XIII. CONTENIDO PRINCIPAL Esta encíclica establece en qué consiste la autoridad que tiene la Iglesia en materia social y económica, al poner en claro la relación que existe entre la economía y el orden moral. La restauración del orden social quebrantado por la guerra. Condena por igual al socialismo, y al individualismo como impedimentos para la restauración del respeto a la vida humana y a las costumbres cristianas.

Contenido Hace un análisis de la situación actual desde la siguiente perspectiva: al mercado libre le está reemplazando la dictadura económica. Al propugnar el Papa la restauración del orden social (esto constituye la finalidad de la encíclica), tiene en cuenta los tres sistemas vigentes (capitalismo, marxismo y totalitarismo) y hace una crítica descalificadora de los tres. Del capitalismo condena la acumulación de ganancias que hace el capital, la ley de la oferta y la demanda sin control y un falso concepto de libertad que sólo beneficia a los más poderosos. No admite el comunismo por el rechazo que hace de la propiedad privada, y por la lucha de clases como motor de la historia; reconoce que el socialismo ha aminorado los postulados del marxismo, pero su comprensión del hombre y de la sociedad no puede ser asumida por un católico. El totalitarismo no se puede aceptar porque sitúa al Estado por encima del individuo y no pone en práctica el principio de subsidiariedad. . (El principio de subsidiariedad, en su definición más amplia, dispone que un asunto debe ser resuelto por la autoridad (normativa, política o económica) más próxima al objeto del problema) Tras hacer un resumen de las intervenciones anteriores de León XIII en los temas más sociales, hace un elogio de la Rerum novarum sea por su oportunidad (la penetración de un nuevo sistema económico y el desarrollo industrial habían producido una fuerte división de clases sociales). Luego resume la misma encíclica recordando el modo en que León XIII se hizo cargo del problema de los obreros sin pasar por el liberalismo ni por el socialismo. El Papa Pío XI recuerda también los frutos que dio la encíclica: el hecho de que los gobernantes que hubieron de reconstruir el mundo después de la Primera Guerra Mundial se rigieran en cierta medida por los principios enunciados por la Rerum Novarum, la mejora de la situación de los obreros y las líneas dadas sobre sus asociaciones. A continuación el Papa Pío XI retoma las enseñanzas del Papa León XIII sobre la capacidad que la Iglesia tiene de intervenir en los problemas económicos y sociales con oportunas líneas e indicaciones por parte del Magisterio.

Afronta el tema de la propiedad privada recordando que León XIII no hizo una defensa a ultranza de la propiedad privada a costa de la comunidad o de la sociedad, sino que mostró su doble carácter haciendo hincapié en el problema que en aquel entonces más se debatía ante las teorías socialistas. Quienes niegan el carácter social y público del derecho a la propiedad pueden caer en el individualismo; pero quienes disminuyen o rechazan este carácter caen el en colectivismo. De ahí que, como se dice en la Rerum novarum el derecho de propiedad se distinga de su ejercicio (cf. núm. 19). Defiende el Papa Pío XI el salario aunque aconseja que los contratos de los trabajadores se hagan no tanto como “contratos de trabajo” sino como “contratos de sociedad”. Luego recuerda que al fijar el sueldo se han de tomar en cuenta diversos factores y no solo el valor del fruto producido por el trabajador. Éste ha de recibir lo necesario para afrontar el sustento de su familia y tal sustento se viera afectado por aumentos de precios de productos de necesidad u otros de esa índole, esos cambios deberían darse también de manera proporcional en el sueldo. También ha de considerarse la situación de la empresa y del dador de trabajo. La encíclica ofrece una renovada condena del comunismo al recordar los numerosos crímenes que se le achacan en Europa del Este y Asia. Asimismo, el Papa da unas guías para quienes deseen hacer apostolado entre los socialistas (que mitigan tanto la concepción de la lucha de clases como de la propiedad privada): no se permite ninguna connivencia con el error sino buscar y mostrar claramente la verdad. En efecto indica: Considérese como doctrina, como hecho histórico o como "acción" social, el socialismo, si sigue siendo verdadero socialismo, aun después de haber cedido a la verdad y a la justicia en los puntos indicados, es incompatible con los dogmas de la Iglesia católica, puesto que concibe la sociedad de una manera sumamente opuesta a la verdad cristiana. Quadragesimo anno, núm. 117 Ante los diversos males que la ambición y la avaricia, “tristes consecuencias del pecado original”, traen a la sociedad y la economía, el Papa Pío XI pide que sean los valores, las virtudes y la doctrina cristianas las que imbuyan a fondo estas realidades poniendo en el primer lugar a Dios y considerando lo demás como medios. El Papa Pío XI da una gran importancia en su encíclica a la restauración del principio rector de la economía, basado en la unidad del cuerpo social. Esta unidad no puede basarse en la lucha de clases, como el orden económico no debe dejarse a la libre concurrencia de fuerzas, que cae fácilmente en el olvido de su propio carácter social y moral. El libre mercado es beneficioso, pero no puede gobernar el mundo únicamente la economía, como muestra la dura experiencia de los obreros, ni tampoco convertirse en una dictadura económica que se rige por sí misma.

La caridad y justicia social debe ser el alma del nuevo orden, defendida y tutelada por la autoridad pública. También son necesarios tras las dos instituciones internacionales y compre para una buena organización de la sociedad. A pesar de defender la existencia de los sindicatos, se prohíben las huelgas y se critica duramente a las organizaciones socialistas. Como alternativa se proponen las estructuras de la Acción Católica. El texto ataca, mediante un análisis lúcido, real y terrible, a la acumulación de poder y recursos en manos de unos pocos, que los manejan a su voluntad. Esta realidad produce tres tipos de lucha: por la hegemonía económica, por adueñarse del poder público y entre los diferentes Estados. En referencia al capitalismo, la encíclica critica con dureza la libre concurrencia del mercado, especialmente con la mezcla y confusión entre el estado y la economía con olvidando el bien común y la justicia. Son funestos tanto el "nacionalismo o imperialismo económico" como el "internacionalismo" del dinero, que sólo tiene patria en sí mismo. La solución al desorden actual está para Pío XI en la cristianización de la vida económica y la aportación de la caridad cristiana; el camino no es fácil y necesita de la gracia de Dios y la colaboración de todos. Principales aportaciones de Q.A.: Pío XI hace en esta encíclica dos aportaciones muy importantes: actualiza la reflexión de la DSI a los problemas actuales, y sitúa la cuestión social en los sistemas existentes que, además, están enfrentados. La perspectiva propia de su tiempo le llevó a no matizar adecuadamente la relación entre ser socialista y católico, así como la "prohibición de huelgas" que se daba en la Italia de Musolini. La distinción que hace entre comunismo y socialismo es importante y matizada, aunque termina invitando a los católicos que se han pasado a las filas socialistas a que vuelvan a ámbitos más cercanos a la Iglesia. Q.A. hace una gran aportación al hablar del contrato de trabajo, que después sería ampliamente desarrollado en la doctrina social de los Papas posteriores. También clarifica un tema que era objeto de discusión: si un cristiano podría militar en un sindicato no católico; Pío XI dice que con ciertas condiciones puede pertenecer a un sindicato neutro.

I.

Beneficios de la encíclica "Rerum novarum"

16.-Agradecimiento a Dios por la encíclica Rerum novarum 17.-Es la Iglesia la que ayuda a superar los problemas a través del evangelio, tratando de instruir las inteligencias y ayudando al proletariado con diversas instituciones. En materia doctrinal. 18.-La doctrina sobre materia social y económica de la Rerum Novarum se adaptó según las circunstancias por parte de los sucesores de Leon XIII; poniendo siempre por delante la defensa de los pobre y los débiles. 19.- Personas interesadas con el problema social se dejaron guiar por el magisterio de la Iglesia, con la finalidad de que la doctrina de la Iglesia no fuera alterada y saliera al paso de las nuevas necesidades. 20.-Bajo la luz de la doctrina social de la Iglesia expresada por Leon XIII, diversos personajes expresan en diversas circunstancias y de diversas maneras esta enseñanza. 21.- Los beneficios no solo se reducen a los entendidos católicos sino incluso a los apartados de la unidad católica y los que no reconocen la potestad católica. 22.-Rerum novarum tubo tal efecto que después de las guerras y disputas en contra de los obreros muchos de los acuerdos redactados tomaron algunos aspectos o concluyeron en parte con lo expresado en este documento. En la aplicación de la doctrina

23.- En medio de los avances científicos, las enseñanzas de Leon XIII ya se estaban propagando con la finalidad de dignificar la persona de los obreros, muchos clérigos ayudaron en esta propagación la cual ayudo para hacer llegar el espíritu cristiano a ellos. 24.- Surgieron varias instituciones a partir de la enseñanza y exhortación de los pontífices, de la enseñanza de la Iglesia y de la propagación por parte de los sacerdotes, con lo cual día a día surgían nuevas instituciones que ayudaban a los obreros en un trabajo en conjunto. 2.-La labor del Estado 25.- El estado no solo debe hacerse cargo del orden sino también de la prosperidad de los ciudadanos. Debe hacerse cargo sobre todo de los más humildes y carente de recursos, ya que la gente rica cuenta con los recursos para ser protegida. 26.-Antes de Rerum novarum hubieron algunos gobernantes a favor de los más humildes aunque después de la encíclica hubo mayor conciencia y numero de gobernantes que trabajaron a favor de una política social más justa. 27.-La encíclica Rerum novarum impulso a los pueblos a fomentar una verdadera política social la cual fue motivada por varones católicos y llevada a los dirigentes de Estado quienes muchas veces para elabora una ley más justa recurrieron a esta encíclica guiados por ministros de la Iglesia quienes conocían la doctrina de la encíclica. 28.- De la labor realizada con anterioridad nación una nueva rama del derecho que defendía los derechos de los trabajadores. Aunque no todas las leyes al respecto nacieron de la concientización del problema que trata la encíclica, muchas de ellas siguieron su misma línea. Labor de las partes interesadas 29.- El dialogo entre patronos y obreros puede lograr mucho en el campo laboral, ya sea a través de instituciones integradas por obreros o de obreros y patrones. Es lo que el pontífice ha recomendado además de otras enseñanzas sobre el origen y necesidad de instituciones que promuevan el dialogo. 30.-Las enseñanzas de Rerum novarum fueron muy oportunas, ya que en un tiempo donde el liberalismo estaba con fuerza, se les impedían a los trabajadores poder asociarse, debido a que se les acusaba de socialismo y sedición. Asociaciones de Obreros 31.-Se estiman las normas dadas por Leon XIII ya que contribuyeron a formar asociaciones de trabajadores y se les enseño sobre cómo debían conformarse y sobre su deber como trabajadores, disipando así las mentiras esparcidas por el socialismo.

32.- Rerum novarum deja bien en claro el fin de organizar estas instituciones, y es para lograr no solo los bienes del cuerpo sino también del espíritu y de la familia. 33.-Algunos laicos y consagrados se han dedicado a llevar a cabo íntegramente el proyecto de León XIII. Asociaciones verdaderamente cristianas han trabajado en line con la justicia y en conjunto con otras asociaciones en la total renovación de la vida cristiana. 34.-Los consejos y advertencias de Leon XIII, se han llevado a cabo ya sea en una sola institución o en diversas instituciones, según la situación. 35.-En algunos lugares se hace difícil poder abarcar plenamente las enseñanzas de León XIII, y la creación de asociaciones religiosas, por lo que compete a los Obispos evaluar si es sana la participación de los obreros católicos en estas instituciones sindicales no católicas. Por lo que hay que seguir las recomendaciones de Pio XI, donde aconseja que debe haber asociaciones que formen a los obreros católicos para que en conjunto con los sindicatos, los socios formados en la disciplina de la religión y las costumbres, den fruto en esas asociaciones. 36.-Debe atribuirse a la encíclica de Leon XIII la proliferación de instituciones que defienden los derechos de los trabajadores y obreros católicos y de imponer a la sociedad saludables principios cristianos. Asociaciones de otro tipo 37.-La encíclica de Leon XIII tuvo su influjo en otros ámbitos mas allá de los obreros como en el de la agricultura, donde de la misma manera se formaron asociaciones que han ido fortaleciendo este sector. Asociaciones de patronos 38.- En este ámbito son muy pocas las instituciones de patronos. Pero se mantiene la esperanza de que esto cambiara. Conclusión: La "Rerum novarum", carta magna del orden social 39.- Recuerdo a cuarenta años de la encíclica, para no olvidarse y tomar de antiguas las recomendaciones de esta encíclica. 40.-Ante la duda que ha surgido sobre la práctica de esta encíclica de Leon XIII surge una buena oportunidad para aclarar y actualizar los consejos que allí se plantean. II. Doctrina económica y social de la Iglesia 41.- antes de hablar sobre estos temas se recuerda lo que ya Leon XIII había expresado en RN donde dice que no tenemos el derecho y el deber de juzgar con autoridad suprema sobre

materia social y económica. Puesto que la Iglesia no ha sido puesta para alcanzar la felicidad en los bienes temporales sino en los celestiales. Pero confiada la verdad a la Iglesia le atañe todo lo que corresponde a materia moral, por lo que ante esta perspectiva la Iglesia tiene una palabra que decir al respecto. 42.-Es erróneo pensar que el orden moral y el económico estén distanciados entre si y que de ninguna manera se toquen. El orden al que somete la economía a la naturaleza, al cuerpo y el alma humana, tiene una finalidad prescrita por Dios. 43.-Una es la finalidad de la ley moral de las cosas que nos manda buscar el fin supremo y último el cual tiende a Dios. El orden al que están establecidos las cosas han sido establecidas por Dios y sometidas a él. Del dominio o derecho de propiedad 44.-El derecho a la propiedad privada fue defendido desde la encíclica dando razones para no privar de este derecho al proletariado, disipo así los errores del socialismo y defendió un derecho de las personas. Su carácter individual y social 45.- Ni León XIII ni el magisterio de la Iglesia han negado el derecho a la propiedad social e individual, en orden al bien común, y han expresado que es un derecho natural otorgado por el creador, el derecho al dominio privado; tanto para proveer lo necesario para su familia como para sus necesidades propias. 46.- hay que evitar dos obstáculos uno es el individualismo y el otro la colectividad, de lo que puede dar como resultado un modernismo social, jurídico y social. Obligaciones inherentes al dominio 47.- El derecho a la propiedad privada posee una obligación inherente que no tiene que exigirse por medio de la ley, como es, el no excederse de los límites del propio dominio y el hacer uso honesto de lo propio. 48.-realizan una labor reconocible quienes defienden la integridad de la doctrina de la Iglesia y la naturaleza de las obligaciones inherentes al dominio de propiedad y sus límites, que competen al derecho de propiedad y al ejercicio del dominio. Atribuciones del estado 49.- Siendo consiente sobre el valor que tiene el dominio de propiedad en relación al bien personal y común, el Estado está encargado de regir que este valor no se pervierta. Obligaciones sobre la renta libre.

50.-El rédito libre no queda al arbitrio del hombre, sino que el hombre rico esta obligado desde la doctrina del evangelio no solo a vivir la limosna y la beneficencia sino también la liberalidad. 51.- El empleo de grandes sumas de dinero para generar empleos asalariados es una obra de virtud, siempre y cuando se emplee para la generación de trabajos dignos y bienes útiles. Títulos de dominio 52.- Es titulo de dominio aquello que no tiene un dueño o aquella cosa que al trabajarla adquiere un valor nuevo. 2.-Riqueza (capital) y trabajo 53.-Tiene un carácter distinto el trabajo, que se alquila de otro, para realizar una cosa ajena. Capital y trabajo no pueden separarse siempre ha de darse uno con el otro.

Injustas pretensiones del capital 54.- Es un error que el capital corresponda únicamente a los hombres ricos, y que al trabajo del asalariado no corresponda un mejor bienestar, sobre todo es un error la doctrina promulgada por los manchesterianos. Injustas reivindicaciones del trabajo 55.- La mayoría del capital producido pertenece al obrero, o la idea de que el capital producido pase al Estado para su administración a lo que se le llamó socializar. Estas son ideas por las que algunos se dejaron engañar. Principio regulador de la justa distribución 56.-Esas ideas para poder ser disipadas, Leon XIII recordó que la posesión privada y la naturaleza quedan al servicio del bien común, y este principio no debe de olvidarse. 57.-Conservar el bien común de toda la sociedad, es lo que al velar por los derechos de los obreros es lo que se pretende. 58.-Debe darse a cada quien lo que se le merece, y los bienes creados se ajuste a la norma del bien común y las leyes justas. La redención del proletariado 59.-